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Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería

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Abstract

Desde la década de los 80 con el proceso de reforma del nivel primario, la atención obstétrica se realiza con la participación de profesionales de los centros de Atención Primaria, obteniéndose unos buenos resultados. La posibilidad de recibir una atención sanitaria integral y conti - nuada se enfrenta a grandes dificultades debidas, fundamentalmente a la tipología de las organizaciones sanitarias de nuestra época, caracterizadas por la complejidad organizativa, la segmen - tación departamental, la súper especialización de tareas, la escasa o casi inexistente coordinación entre niveles asistenciales, la variabilidad en la ejecución de procesos re petitivos y las ineficiencias de los mismos, la poca capacidad de adaptación de los servicios a las ne cesidades cambiantes de los ciudadanos, y por que no, a la cultura egocéntrica de nuestras instituciones
Volumen 8 ° Año 2008
Revista Científica de Enfermería
del Colegio Oficial de Zaragoza
Revista Científica de Enfermería
del Colegio Oficial de Zaragoza
Tomás Bretón, 48, pral.
Edificio Torresol. 50005 Zaragoza
976 356 492
976 559 774
:
enfermeria@ocez.net (Zaragoza)
enfermeria2@ocez.net (Calatayud)
ASESORÍA JURÍDICA
Juan Carlos Campo Hernando.
Atención en la Sede Colegial, previa petición de hora.
Horario:
Lunes y jueves, de 18,30 a 20,30 horas.
Martes y miércoles, de 12 a 13,30 horas.
ASESORÍA FISCAL Y TRIBUTARIA
Jesús Fernández Asensio.
Avda. Goya, 28, esc. II, 1º dcha. 50006 Zaragoza.
Tel. 976 223 768.
Horario de atención, de 16 a 20 horas, previa petición de hora.
Tramitación gratuita de la jubilación.
SERVICIOS GENERALES
Atención inmediata por parte del Presidente.
Horario de 11 a 13 horas.
Casos urgentes: Teléfono Presidente 629 420 641.
Tramitación de colegiación: altas, traslados.
Certificados de colegiación, responsabilidad civil, cuota, etc.
Registro de Títulos.
Tramitación de bajas por jubilación, fallecimiento,
traslado no ejerciente.
Cambios de cuentas corrientes.
Información a domicilio sobre bolsas de trabajo, oposiciones,
etc., previa solicitud.
Información del BOE y BOA.
Inserción de anuncios en el tablón del Colegio, en la revista
Noticias de Enfermería y en la página web www.ocez.net.
Inserción de ofertas de trabajo en la página web www.ocez.net.
Compulsa gratuita de documentos.
Teléfono azul de la Enfermería 902 500 000, 24 horas.
Entradas bonificadas para los teatros Principal y del Mercado
de Zaragoza.
Conexión a internet.
PRESTACIONES SOCIALES
Ayudas por matrimonio, nacimientos y defunciones.
SEGUROS
Responsabilidad civil profesional
Máxima indemnización por siniestro: 3.090.000 .
Límite por anualidad: 20.000.000 .
Inhabilitación profesional máxima: 1.350 mensuales
(hasta 15 meses).
FORMACIÓN CONTINUADA
Amplia oferta de docencia por trimestres,
con un programa de cursos baremables.
Información personal y telefónica de los distintos Cursos,
Jornadas, Seminarios, etc. e inscripciones en los mismos.
Documentación, certificados, etc., que pudieran derivarse
del programa docente.
COLEGIO OFICIAL
ZARAGOZA
servicios colegiales
Cuando hace ahora
poco más de doce
meses hacíamos ba-
lance del año trans-
currido, me refería
a la finalización de
los Cur sos de Con-
validación de ATS
por DUE, hoy una
realidad, y también
hacía alusión a la
implantación del
Grado, un proyecto
materializado este Curso, por la Es-
cuela Universitaria de Ciencias de la
Salud. La Universidad de Zaragoza y
la Escuela han sido pioneras en la
adaptación de los estudios de Enfer-
mería a los acuerdos de Bolonia y al
Espacio Europeo de Educación Su-
perior. El nuevo Plan de Estudios ya
está implantado, Zaragoza ha marca-
do la pauta, abierto el camino, ya po-
dremos ser Doctores en Enfermería.
Reconociendo su trabajo, el Colegio
ha hecho un merecido homenaje a la
Escuela y a las enfermeras y enfermero
profesores titulares de la misma que
“han contribuido con su compromiso,
colaboración, apoyo y esfuerzo personal”
a la implantación, en este Curso, de
los estudios de Grado de Enfermería
en la Escuela de Ciencias de la Salud
de nuestra Universidad. La Junta de
Gobierno les ha concedido, por una-
nimidad, la Insignia de Oro del Co-
legio. El acto de entrega de las
insignias y una Placa a la Escuela ha
sido, muy cálido, como queríamos, y
la asistencia del Rector de la Univer-
sidad le ha dado la solemnidad y el
rango que merecía.
Respecto al tema de la prescripción
enfermera, el ministro Soria está cum-
pliendo su compromiso y la prescrip-
ción enfermera está en el Parlamento.
Ya es realidad en algunas Comunida-
des Autónomas, espero que enseguida
llegue a todo el panorama español.
También se han dado pasos impor-
tantes en el espinoso tema de las agre-
siones a personal de enfermería. Los
ataques siguen produciéndose y las
últimas sentencias en las que se con-
sidera a la enfermera agredida como
funcionaria pública son positivas y co-
mo consecuencia las penas son ma-
yores para los agresores.
En las páginas de este número de
cuidando la salud encontrarás una
serie de trabajos elaborados por otros
compañeros de profesión que han de-
dicado a ellos muchas horas de estu-
dio e investigación,
en muchos casos
restándoselas a su
familia o amigos, a
sus ratos de ocio.
Cuatro de ellos han
sido recompensa-
dos con el Premio
Científico de Enfer-
mería o el Premio
de Investigación
Enfermera «Don
Ángel Andía Leza»
que el Colegio convoca cada año, y
otros son colaboraciones de profesio-
nales enfermeros que aceptan el reto
de investigar para mejorar los cuida-
dos de Enfermería, ampliando sus
conocimientos y lo exponen a sus
compañeros, comparten con todos
sus experiencias. Espero que su lectura
y estudio sean para ti de gran utilidad,
que supongan una mejora de tus
conocimientos profesionales.
Para terminar, dos noticias positivas
que ampliaré en mis contactos perió-
dicos con vosotros en otros medios:
Hemos firmado un Convenio y esta-
mos en la fase de estudio de necesi-
dades para un Programa de Atención
Integral de Enfermería, dirigido a co-
legiados jubilados, en activo y fami-
liares de primer grado. El estudio lo
están llevando a cabo una trabajadora
social y una terapeuta ocupacional,
que desde ahora hasta octubre reco-
gerán por medio de cuestionarios y
visitas domiciliarias la información so-
bre las necesidades socioculturales y
demandas de servicios terapéuticos
que servirán para elaborar la cartera
de servicios que se ofertará dentro del
Programa Socioterapéutico. Por otra
parte, la inminente convocatoria de
oposiciones antes del verano, aunque
aún no hay fechas concretas, paliará
en alguna medida la insuficiencia de
personal en los Hospitales y Centros
de Salud.
Como veis son muchos los frentes
abiertos, estamos poniendo todo
nuestro empeño, con tesón y cons-
tancia, pero sobre todo con mucha
ilusión, creemos en lo que estamos
haciendo. Y no vamos a reblar, como
se dice en Aragón, así al final tendre-
mos los resultados buscados, todos
ellos en beneficio de la profesión.
Un abrazo para todos.
1
Director
Juan José Porcar Porcar
Comité
Técnico Científico
Coordinadora
A. Carmen Longares Longares
Miembros
Gloria de Gregorio Ariza
Ángel-Montón Serrano
Francisca Martínez Lozano
Director Técnico
Francisco Núñez Arcos
Edita
Ilustre Colegio Oficial
de Enfermería de Zaragoza.
Tomás Bretón, 48, pral.
Edif. Torresol. 50005 Zaragoza
Tel. 976 356 492 Fax 976 559 774
E-mail enfermeria@ocez.net
www.ocez.net
Edición y diseño
Los Sitios, talleres gráficos.
Ávila, 17 bajos. 50005 Zaragoza
Depósito Legal
Z-2.253/99
ISSN
1696-1005
Esta publicación no puede ser reproducida
ni transmitida total o parcialmente sin la auto-
rización expresa de la entidad editora.
El Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza,
no se hace responsable del material que los
autores suministran para su publicación.
EDITORIAL
Juan José Porcar Porcar
Presidente
Portada: Fco. Núñez Arcos / Los Sitios
2
La revista del Colegio Oficial de Enfermería
cuidando la salud, ha adquirido el compromiso
de promover y difundir información científica
referente acerca de la teoría, la práctica
asistencial, la investigación y la docencia, de
la ciencia enfermera. Los objetivos de esta
publicación son:
- Estimular la mejora continua de la calidad de
la práctica asistencial.
- Reflejar los avances en cualquiera de las
áreas de influencia en la enfermería.
TIPOS DE ARTÍCULOS ACEPTABLES:
Trabajos originales, artículos de opinión,
revisiones de literatura, casos clínicos, estudios
de investigación y artículos generados como
consecuencia de proyectos docentes.
PROPIEDAD INTELECTUAL:
Todos los trabajos aceptados quedarán en
propiedad del Colegio Oficial de Enfermería de
Zaragoza. Para su reedición deberán contar
con el permiso por escrito de dicho Colegio.
LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN, son
artículos que plasman los resultados de un
estudio relacionado con los cuidados
enfermeros que aporte nuevos conocimientos
sobre un tema concreto, o que confirme o
refute hipótesis ya planteadas. Deberán
respetar la estructura propia de todo trabajo
científico y constarán de:
1.1 PÁGINA DEL TÍTULO: En la que figurarán el
nombre y dos apellidos de los autores,
departamento e institución a las que deba ser
atribuido el trabajo, nombre y dirección
completa del autor responsable de la
correspondencia.
1.2 RESUMEN Y PALABRAS CLAVE: Deberán
aparecer en la segunda página. La extensión
máxima del resumen será de 250 palabras y se
recomienda que esté semiestructurado, es decir
que tenga los siguientes encabezamientos:
Objetivo, Material y Método, Resultados y
Conclusiones. En la misma hoja aparecerán las
palabras clave (mínimo de tres y máximo de
ocho) que permitirán identificar el trabajo en
las bases de datos.
1.3 ABSTRACT Y KEY WORDS: Es la traducción
al inglés del resumen y las palabras clave y
figurará en la tercera página, junto al título del
trabajo en inglés.
1.4 INTRODUCCIÓN: Debe contener la
justificación y objetivos del trabajo y resumir el
fundamento del mismo sin profundizar
excesivamente en el tema.
1.5 MATERIAL Y MÉTODOS: Debe incluir la
descripción detallada de la selección de los
sujetos estudiados, especificando los métodos,
medios y procedimientos empleados de modo
que el trabajo pueda ser reproducido por otros
investigadores. Debe constar expresamente el
cumplimiento de las normas éticas seguidas
por los autores y la metodología estadística
utilizada.
1.6 RESULTADOS: Deben ser claros y concisos,
con el análisis de los datos obtenidos y sin
interpretaciones de éstos, ni repetición de los
reflejados en tablas y figuras.
1.7 DISCUSIÓN: Basada en los resultados
arrojados por el trabajo y con comentarios
relativos a éstos y a los hallados por otros
investigadores, señalando las diferencias o
coincidencias encontradas. Se explicarán las
limitaciones del estudio si las hubiere, y no se
reflejarán más conclusiones que las que se
apoyen directamente en los resultados.
1.8 AGRADECIMIENTOS: Ocuparán un máximo
de cinco líneas y deben incluir cualquier tipo
de financiación o ayuda recibida.
1.9 BIBLIOGRAFÍA: Las citas bibliográficas se
identificarán en el texto con la correspondiente
numeración correlativa mediante números
arábigos en superíndice. Se escribirán a doble
espacio y se numerarán consecutivamente al
orden de aparición en el texto.
1.10 TABLAS Y FIGURAS: Los trabajos deberán
remitirse mecanografiados a doble espacio,
original y dos copias, en DIN A-4, por una sola
cara y con unos márgenes mínimos, superior,
inferior y laterales de 3 centímetros.
CARTAS AL DIRECTOR son comentarios y
opiniones expresados en los contenidos de la
revista.
ARTÍCULOS CONCEPTUALES O DE FONDO
referidos al Marco Conceptual de la
Enfermería o a elementos organizativos o de
gestión. Constarán de Introducción, Desarrollo,
Conclusiones y Bibliografía.
LAS REVISIONES DE LA LITERATURA son
trabajos y revisión de la literatura más
actualizada en los que los autores efectúan un
ejercicio de comparación e interpretación. El
artículo comprenderá, introducción, desarrollo,
conclusiones y bibliografía utilizada.
LOS CASOS CLÍNICOS son trabajos
descriptivos de uno o varios casos relacionados
con la práctica enfermera en la que se
describe el proceso de atención de enfermería.
La estructura será de, introducción, descripción
del proceso y desarrollo, discusión,
conclusiones y bibliografía.
PRESENTACIÓN DE TRABAJOS.
Los trabajos deberán remitirse
mecanografiados a doble espacio, original y
dos copias, en DIN A-4, por una sola cara y
con unos márgenes mínimos, superior, inferior
y laterales de 3 centímetros por una cara. Se
incluirá una carta dirigida a la revista en la
que se indique, el nombre, dirección, teléfono,
fax, del autor/es. Todo ello ajustado a las
Normas Internacionales de Vancouver, según
lo indicado en la 5ª edición de 1997 del
documento sobre Requisitos de Uniformidad
para Manuscritos Presentados a Revistas
Biomédicas del Comité Internacional de
Editores de Revistas Médicas (N EnglJ Med
1997; 336:309-15).
5
4
3
2
1
NORMAS DE PUBLICACIÓN
A partir de este momento todos los autores
que deseen incluir directamente sus trabajos
en
cuiden
, pueden hacerlo con sólo
solicitarlo a la Fundación Index (www.
index-f.com). Hasta ahora,
cuiden
se
nutría casi exclusivamente de los artículos
publicados en revistas científicas y otros
materiales aportados por editoriales o insti-
tuciones, sin embargo es cada vez mayor el
número de autores que solicitan incluir sus
trabajos, bien porque no han sido publica-
dos en los canales habituales, o porque lo
han sido en publicaciones que no entran en
los circuitos comerciales, y por tanto, de di-
ficil localización. En otros casos las enferme-
ras publican sus trabajos en revistas que no
son exclusivas de enfer mería, o en idiomas
diferentes del español.
La Fundación Index hace una llamada a
todos aquellos profesionales de enfermería
o disciplinas afines que deseen aumentar la
difusión de sus trabajos a que verifiquen si
están incluidos en la base de datos
cuiden
y en su defecto soliciten su
inclusión (www.index-f.com).
Los trabajos que pueden incluirse son
desde Tesis doctorales, Tesinas y Bachelor,
Textos de congresos y Reuniones científicas,
Libros y Monografías, Artículos y Documen -
tos publicados en Internet. El procedimiento
para su inclusión consiste en el envío del
documento original o copia (incluída
electrónica) a la Fundación Index (apartado
de correos, 734; 18080 Granada, España, o
indexcd@interbook.net) acompañado de
una carta en la que se solicite su inclusión
y se autorice el uso con fines divulgativos.
Más información sobre este nuevo servicio
puede obtenerse en la web de la Fundación
Index www.index-f.com. Existe una relación
directa entre el consumo de materiales cien-
tíficos (artículos, libros, etc.) y su circu lación
en las bases de datos biblio gráficas.
cuiden
es, además, la base de datos
bibliográfica más exhaustiva de enfermería
en español, y por tanto, la más utilizada por
la comunidad científica hispa nohablante,
razón por la que merece la pena que todos
los autores se preocupen porque sus trabajos
estén debidamente indizados en este fondo.
La Fundación Index es una organiza-
ción no gubernamental sin ánimo de
lucro dedicada a promover la investi-
gación en cuidados de salud.
Apartado de Correos 734
18080 GRANADA (España)
Teléfono y fax: 958 293 304
E-mail: indexcd@interbook.net
Web: www.index-f.com
cuiden
Un nuevo servicio de la Fundación
Index para promocionar la pro-
ducción científica enfermera.
pág.
Editorial
Trabajos Originales
Tú puedes salvar una vida
Primer Premio Científico de Enfermería 2008
del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
Eduardo Mir Ramos, Roberto Antón Ramas,
Rafael Castro Salanova, José Antonio Gallego Catalán,
Sergio García Murillo, Marta Palacios Laseca .................................................................4
Intervención y Tratamiento Enfermero en Paciente Vascular con
úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
Accésit. Premio Científico de Enfermería 2008
del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
Raúl Juárez Vela...............................................................................................................................13
Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
Primer Premio de Investigación Enfermera «D. Ángel Andía Leza».
Ana Aznar Sauca, Elizabet Real Lopéz,
Rosa Álvarez Lahuerta, Raquel Ibáñez Marco,
Pilar Bocos Terraz, Silvia Izquierdo Álvarez, Rosa Ana Vela Palmer..............25
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio
y postoperatorio inmediato, y factores de riesgo
Accésit. Premio de Investigación Enfermera «D. Ángel Andía Leza».
Miriam Navas Monzón..................................................................................................................36
Artículos Conceptuales
Historia de los colgajos
Mª Asunción Martín Conde.......................................................................................................52
Teoría y práctica de las intervenciones asistenciales
y educacionales en nutrición y dietética, de las enfermeras
Mª Lourdes de Torres Aured, Mercedes López-Pardo Martínez,
Ana Domínguez Maeso, Cristina de Torres Olson. .....................................................57
Leído en…
El ethos que cuida
A.M. Montón Serrano.....................................................................................................................66
Saber cuidarse para poder cuidar
Fidel Delgado ......................................................................................................................................68
Protocolos de actuación
Protocolo de actuación de enfermería en la intervención de catarata
Luis Fernando Manchón López, María Cristina Serrano Beritens .....................71
Valoración del impacto socio-sanitario de
la incontinencia urinaria en el anciano a través de un caso clínico:
medidas preventivas e higiénicas desde una faceta enfermera
Raúl Juárez Vela,
María Isabel Romo Sanz, Cristina Falces Oliveros ......................................................75
Actualidad
Los criterios de calidad editorial LATINDEX en el marco
de la evaluación de la revista española cuidando la salud,
editada por el Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
F. Martínez Lozano, A.C. Longares Longares,
A. Montón Serrano, G. de Gregorio Ariza ........................................................................81
VII Congreso Nacional de Enfermería en Otorrinolaringología
C. Carriquiri Milián, A. Anguas Gracia,
J.C. Fraca Cardiel, F. Martínez Lozano ..............................................................................83
41º Congreso Nacional SEPAR
A. Anguas Gracia, C. Carriquiri Milian,
J.C. Fraca Cardiel, F. Martínez Lozano ..............................................................................83
Congresos, Cursos y Jornadas...............................................................................................84
3
CONTENIDO
4
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 4-12
Persona de Contacto
Eduardo Mir Ramos. Aldebarán, 60, esc. 7, 3-B. 50012 Zaragoza. Teléfono 626 208 013
TÚ PUEDES
SALVAR UNA VIDA
Trabajos originales
1.er Premio Científico de Enfermería 2008,
del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
EDUARDO MIR RAMOS.
Diplomado Universitario en Enfermería.
Enfermero de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias de Alcañiz.
ROBERTO ANTÓN RAMAS.
Licenciado en Medicina y Cirugía.
Médico de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias
de Ejea de los Caballeros.
RAFAEL CASTRO SALANOVA.
Licenciado en Medicina y Cirugía.
Especialista en Medicina
Familiar y Comunitaria.
Médico de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias de Alcañiz.
JOSÉ ANTONIO GALLEGO CATALÁN.
Licenciado en Medicina y Cirugía.
Especialista en Medicina
Familiar y Comunitaria.
Médico de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias de Monzón.
SERGIO GARCÍA MURILLO.
Diplomado Universitario en Enfermería.
Enfermero de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias de Zaragoza.
MARTA PALACIOS LASECA.
Diplomada Universitaria en Enfermería.
Enfermera de Urgencias y Emergencias del
Servicio Aragonés de Salud (061 Aragón).
Unidad Móvil de Emergencias
de Ejea de los Caballeros.
5
RESUMEN
El inicio de las maniobras de
Soporte Vital Básico (SVB) lo más
precozmente posible mejora la
supervivencia de la víctima de
parada cardiorrespiratoria. La
enseñanza de estas maniobras
desde los colegios e institutos
constituiría el marco ideal para el
aprendizaje temprano de dichas
técnicas.
El presente trabajo es un estudio
descriptivo y transversal realizado
con todos los alumnos
matriculados en 4º de la ESO,
durante el curso 2006-2007, del
Instituto de Educación
Secundaria Moncayo Corazonistas
de Zaragoza. Analiza la opinión
de los alumnos sobre una
intervención de educación para la
salud en materia de SVB.
Además, también pretende
proporcionar a los alumnos,
conocimientos, habilidades y
destrezas necesarias en dicha
materia.
De los resultados obtenidos se
desprende que la totalidad de los
alumnos valoró de forma positiva
el taller. Además, el 100% de ellos
opinó que la exposición teórica les
resultó fácil o muy fácil de
aprender y, casi el 90%, consideró
lo mismo respecto a la exposición
práctica. Cabe destacar que un
23% de los alumnos pensaban que
la duración de las prácticas fue
escasa. También es importante
señalar que sólo el 7% de los
alumnos conocía todos los pasos de
la reanimación cardiopulmonar.
Esto nos da idea de lo mucho que
falta por hacer y de la
importancia que tiene la
educación para la salud en
materia de SVB.
Otros temas relacionados con la
salud que los alumnos
demandaron fueron:
alimentación, epilepsia, alcohol,
drogas y accidentes de tráfico,
entre otros.
INTRODUCCIÓN
La parada cardiaca es una situación
de emergencia vital , de hecho la
parada cardiaca súbita es la princi-
pal causa de muerte en Europa .
Se calcula que, en España, se pro-
ducen más de 25.000 muertes
anuales por infarto de miocardio,
antes de que el paciente pueda re-
cibir asistencia médica .
Existen estudios que demuestran
que, en el intervalo de respuesta,
(tiempo que transcurre desde la lla-
mada al servicio médico de emer-
gencias hasta la llegada al aviso) se
invierten 8 minutos o más; durante
este tiempo, la supervivencia de la
víctima depende del inicio precoz
de los tres primeros eslabones de
la denominada “cadena de super-
vivencia”, por parte de los testigos
presenciales .
Por “cadena de supervivencia” se
entiende el conjunto de proce-
dimientos que, realizados de forma
ordenada, consecutiva y precoz-
mente, han demostrado ser los más
eficaces para tratar a los pacientes
con parada cardiaca. La “cadena de
supervivencia” se compone de cua-
tro eslabones: el reconocimiento
precoz de la emergencia, la activa-
ción de los servicios de emergencia,
RCP precoz y soporte vital avan-
zado .
Todas las sociedades científicas re-
saltan la importancia que tiene la
precocidad en el inicio de las manio-
bras de soporte vital . El alertar
rápidamente a los servicios de emer-
gencia y comenzar lo antes posible
las maniobras de reanimación car-
diopulmonar aumenta las posibili-
dades de supervivencia y disminuye
las secuelas graves .
Numerosos estudios científicos
confirman la utilidad de la aplica-
ción de las maniobras de RCP bá-
1
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2
2 4 5 6
18
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sica y/o avanzada, así como una
buena formación tanto teórica co-
mo práctica .
Instruir a la población en general
y, no sólo a los profesionales sani-
tarios, en las maniobras de soporte
vital básico, redundaría en el bien
de la colectividad .
Los colegios e institutos constitu-
yen el entorno ideal para iniciar
precozmente a la población en el
conocimiento y el aprendizaje de
dichas técnicas .
En algunos países como Noruega,
Gran Bretaña o Estados Unidos
ya se han puesto en marcha estra-
tegias que posibilitan la enseñanza
de las maniobras de soporte vital
en el ámbito escolar . Incluso
prestigiosas sociedades médicas
como la American Heart Associa-
tion o el European Resuscitation
Council, ponen de manifiesto la
necesidad de desarrollar progra-
mas de RCP para las escuelas
como una estrategia primaria edu-
cacional para asegurar el desarro-
llo del aprendizaje de RCP .
Aquí, en España, también se han
llevado a cabo estrategias de edu-
cación en materia de RCP en las
escuelas , como en la comunidad
de Madrid, con su programa “Las
vidas también se salvan en las es-
cuelas” ; en Cataluña, con el
programa “PROCES” ; en An-
dalucía, con el programa 061 en
las aulas ; o en Canarias, a través
de cursos para escolares imparti-
dos por el servicio de urgencias
canario en colaboración con la
Dirección General de Promoción
Educativa de la Consejería de
Educación, Cultura y Deportes
del Gobierno de Canarias .
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3
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3
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12
3
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Tú puedes salvar una vida
PALABRAS CLAVE:
Parada cardiorrespiratoria, Cadena de Supervivencia, Soporte Vital
Básico, Educación para la Salud y Encuesta de opinión.
Mir Ramos, Eduardo; Antón Ramas, Roberto; Castro Salanova, Rafael; Gallego Catalán, José Antonio; García Murillo, Sergio; Palacios Laseca, Marta
6
nando un monitor por grupo (3
horas de duración).
Se asumen los grupos de alumnos
ya formados por el propio centro
educativo, formándose tres grupos
que denominaremos: grupo A (21
participantes); grupo B (16 parti-
cipantes) y grupo C (24 partici-
pantes).
Esquema del taller
Presentación: Objetivos y Meto-
dología.
Una hora de exposición teórica
desarrollada de forma activa y par-
ticipativa, fomentando la resolución
de dudas por parte del alumno y
ajustada al programa desarrollado
en el anexo 1.
Tres horas de realización de ta-
lleres de dramatización, con casos
prácticos ajustados al contenido
del programa, fomentando la di-
námica de grupo y el trabajo en
equipo. Para ello, se establecerán
3 ó 4 grupos de 6 a 8 personas ca-
da uno.
Cuestionario de opinión sobre el
taller realizado. Es un cuestionario
mixto que consta de 8 preguntas,
de las cuales 7 son preguntas ce-
rradas (relacionadas con la exposi-
ción teórica y práctica del taller, su
duración y los conocimientos pre-
vios de los alumnos entre otras
cuestiones) y una pregunta abierta,
necesaria para que los alumnos co-
menten sus inquietudes en materia
de salud. (Véase anexo 2).
Actividades a realizar en el taller
n Participación activa en la clase
teórica fomentando al alumno la
realización de preguntas y resolu-
ción de dudas.
n El personal que imparte la parte
práctica muestra a los alumnos la
forma correcta de realizar la reani-
mación cardiopulmonar, de manera
que sirve de modelo a los alumnos.
a
c
b
d
n Conocer las medidas preventivas
para disminuir el riesgo de la para-
da cardiorrespiratoria.
n Adquirir los conocimientos bási-
cos de las maniobras fundamentales
a realizar en una situación de para-
da cardiorrespiratoria.
n Aprender las habilidades prácticas
para la identificación de la parada
cardiorrespiratoria y la realización
de las maniobras de Soporte Vital
Básico.
n Promocionar la salud dotando de
herramientas y capacidades que les
permitan adoptar decisiones infor-
madas sobre los temas de salud.
n Promover el desarrollo de capa-
cidades personales y la toma de de-
cisiones libres y conscientes sobre
la salud personal y social.
n Contribuir a la detección y reso-
luciones de problemas de salud
n Mejorar la integración social del
individuo.
n Promocionar el desarrollo de
programas de educación para la sa-
lud en materia de Soporte Vital Bá-
sico.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo y transversal
realizado a una muestra de 61 es-
colares matriculados en 4º de la
ESO del IES Moncayo Corazonis-
tas de Zaragoza, en el curso acadé-
mico 2006-2007.
Los talleres, con una duración de
4 horas y distribuidas en dos días,
fueron impartidos por un grupo
multidisciplinar de profesionales,
que trabajan en los servicios de
emergencia extrahospitalaria (véase
programa del curso en Anexo 1).
El primer día se impartieron los
conocimientos teóricos con apoyo
de medios audiovisuales y, el se-
gundo día, se desarrolló la parte
práctica (taller), distribuyendo los
alumnos en grupos de 6-8 y, asig-
A pesar de lo anteriormente ex-
puesto, es notorio resaltar que, en
la actualidad, no existe ninguna
oferta formativa reglada en ma -
teria de reanimación cardio pul -
monar en la mayoría de las
comunidades autónomas, Aragón
es un claro ejemplo de ello. Con
este proyecto pretendemos co-
menzar a llenar el vacío existente
en este ámbito y promocionar el
desarrollo de programas de educa-
ción para la salud en Soporte Vital
Básico.
En el presente trabajo se analiza
la opinión de los alumnos de los
Institutos de Enseñanza Secunda-
ria respecto a un taller práctico
de reanimación cardiopulmonar.
Además, pretendemos instruir a
los alumnos para que sepan qué
hacer y qué no hacer ante una
situación de emergencia, cómo
alertar a los servicios de asistencia
urgente, así como aprender ma-
niobras básicas de reanimación
cardiopulmonar.
OBJETIVOS
Generales
n Conocer la opinión de los alum-
nos de los Institutos de Enseñanza
Secundaria respeto a un taller de
RCP.
n Proporcionar a los alumnos, los
conocimientos, habilidades y des-
trezas necesarias en materia de So-
porte Vital Básico.
Específicos
n Adquirir conocimientos básicos
de las causas y mecanismos más im-
portantes de la parada cardiorres-
piratoria.
n Capacitar al alumno para alertar
adecuadamente a los servicios de
Emergencias.
Tú puedes salvar una vida
ción de parada cardiorrespiratoria
y que les gustaría repetir el taller.
A la pregunta abierta, “Señala otros
temas relativos a la salud que pue-
dan ser de tu interés”, los temas
que los alumnos demandaban ma-
yoritariamente fueron los siguien-
tes:
n “Alimentación”, 18%,
n “Epilepsia”, 14%,
n “Alcohol y drogas”, 10%,
n “Atragantamiento”, 10%,
n y “Accidentes de Tráfico”, 14%.
(Véase gráfica 17).
DISCUSIÓN Y
CONCLUSIONES
La acogida que ha tenido esta ini-
ciativa ha sido exitosa, ya que la to-
talidad de los alumnos considera la
realización de estos talleres muy in-
teresantes y clarificadores a la hora
de enfrentarse ante una hipotética
situación de parada cardiorrespira-
toria.
Cabe destacar que únicamente 4
de los 61 alumnos, conocían todos
los pasos de la reanimación cardio-
pulmonar antes de la realización de
estos talleres. También es cierto
que no fue realizada una prueba
objetiva de conocimientos previa
y posteriormente al taller, por lo
que no se puede constatar si se ha
producido un aumento real de
conocimientos. En todo caso, esto
sería otro de los aspectos a analizar
en próximos estudios.
Otro dato a tener en cuenta es que
los alumnos han encontrado sen-
cillas y asequibles tanto las explica-
ciones dadas, como las prácticas
realizadas valorando muy positiva-
mente la experiencia.
A la vista de los resultados, creemos
que este trabajo demuestra tanto
la eficacia de la intervención reali-
zada, como el interés de los alum-
aprender. Así, los resultados por
grupos fueron los siguientes:
n Grupo A:
67% “fácil de aprender”
y 33% “muy fácil de aprender”.
n Grupo B:
50% “fácil de aprender”
y 50% “muy fácil de aprender”.
n Grupo C:
63% “fácil de aprender”,
33% “muy fácil de aprender”
y 4% “sin respuesta”.
(Véase gráficas 5, 6, 7 y 8).
En el caso de la tercera pregunta,
ningún alumno opinó que la dura-
ción de las prácticas le pareciera de-
masiado larga, de hecho un 23%
consideró que era escasa. El resul-
tado por grupos fue el siguiente:
n Grupo A:
14% “escasa” y 86% “suficiente”.
n Grupo B:
38% “escasa” y 62% “suficiente”.
n Grupo C:
21% “escasa” y 79% “suficiente”.
(Véase gráficas 9, 10, 11 y 12).
Tan sólo el 7% de los encuestados,
afirmaron conocer todos los pasos
de la reanimación cardiopulmonar.
Siendo el resultado por grupos, en
el cuarto ítem, el siguiente:
n Grupo A; 5% “conocía todos los
pasos”, 47% “conocía algún paso”
y 48% “no conocía casi nada”.
n Grupo B; 79% “conocía algún
paso” 17% “no conocía casi nada”
y 4% “sin respuesta”.
n Grupo C; 7% “conocía todos los
pasos”, 55% “conocía algún paso”,
36% “no conocía casi nada” y 2%
“sin respuesta”. (Véase gráficas 13,
14, 15 y 16).
El 100% de los alumnos valoró de
forma positiva los talleres. Todos
coincidieron que tenían más claro
qué hacer ante una posible situa-
n En los talleres prácticos, cada
grupo de 6-8 alumnos, se subdivi-
de por parejas. Cada pareja, me-
diante dramatización, va realizando
las mismas maniobras que ha visto
realizar al monitor.
n Se realiza una dinámica de grupo
con el resto de alumnos que co-
mentan la actuación de la pareja
que está realizando las maniobras.
Con ello, se fomenta la participa-
ción, la crítica constructiva y la
cooperación entre individuos. Esto
se repite hasta que todos los alum-
nos han participado en la ejecución
de la dramatización.
n Tras la práctica se exponen su-
puestos prácticos que deben ser re-
sueltos por los alumnos, sirviendo
éstos de refuerzo del aprendizaje y
evaluación.
RESULTADOS
Tras la relación del cuestionario de
opinión (anexo 2) los resultados
fueron los siguientes:
A la pregunta relacionada con la
exposición teórica, el 75% de alum-
nos encuestados respondieron que
les había resultado fácil y el 25%
contestó que muy fácil. Siendo el
resultado por grupos el siguiente:
n Grupo A:
71% “fácil” y 29% “muy fácil”.
n Grupo B:
81% “fácil” y 19% “muy fácil”.
n Y Grupo C:
75% “fácil” y 25% “muy fácil”.
(Véase gráficas 1, 2, 3 y 4).
Analizando las contestaciones a la
segunda pregunta, los contenidos
prácticos les resultaron fáciles de
aprender a un 60% de los alumnos
y muy fáciles de aprender a un
38%. Cabe destacar que, a esta
pregunta, el 50% del grupo B res-
pondió que era “muy fácil” de
7
1. Presentación.
Objetivos del curso.
Metodología.
2. Concepto y causas de la parada cardiorrespiratoria.
3. Medidas preventivas de la parada cardiorrespiratoria.
4. Protocolo de la Reanimación Cardiopulmonar Básica:
n Pasos de la Reanimación Cardiopulmonar. Identificación de la parada.
n Determinación de la inconsciencia.
n Llamada de ayuda.
n Apertura y desobstrucción de la vía aérea.
n Ventilación con aire espirado.
n Comprobación de signos vitales.
n Masaje cardíaco.
n Comprobación de la eficacia de la reanimación.
5. Talleres Prácticos:
Reanimación Cardiopulmonar.
6. Evaluación de los conocimientos adquiridos.
7. Conclusión y entrega de diplomas.
Anexo 1: Programa del taller “Tú Puedes Salvar Una Vida”.
1. La exposición teórica te ha resultado:
Muy difícil
Bastante difícil
Fácil
Muy fácil
2. Los contenidos prácticos son:
Muy difíciles de aprender
Bastante difíciles de aprender
Fáciles de aprender
Muy fáciles de aprender
3. La duración de la parte práctica
te ha parecido:
Algo escasa, me hubiera gustado tener
más tiempo
Suficiente, he podido practicar varias
veces toda la secuencia
Demasiado larga, no era necesario tan-
to tiempo
4. Antes de este curso ¿conocías todos los
pasos que tenías que hacer al encontrar-
te con una persona inconsciente?
Sí, conocía todos los pasos
Conocía alguno de los pasos
No conocía casi nada de este tema
5. Te ha parecido interesante:
No Sí
6. Te ha quedado más claro lo que tienes
que hacer en estas situaciones:
No Sí
7. Te gustaría poder repetirlo más adelante:
No Sí
8. Señala otros temas relativos a la salud
que puedan ser de tu interés:
a
a
a
a
a
a
a
b
b
b
b
b
b
b
c
c
c
c
d
d
Anexo 2: Cuestionario taller RCP.
Recientemente has realizado un taller teórico práctico de las maniobras de Soporte Vital Básico,
donde has practicado con un muñeco la reanimación cardio-pulmonar. Queremos preguntarte
algunos aspectos del taller para poder mejorarlo. Responde a esta encuesta anónima con sin-
ceridad y danos tu opinión.
* Técnica de salud e igualdad del Con sello
da Xuventude de Galicia en una entrevista
realizada en el portal educaweb.com el
06/11/2006.
Mir Ramos, Eduardo; Antón Ramas, Roberto; Castro Salanova, Rafael; Gallego Catalán, José Antonio; García Murillo, Sergio; Palacios Laseca, Marta
8
nos en estos temas pero, para lo-
grar universalizar la difusión de las
maniobras de reanimación cardio-
pulmonar, no sólo tenemos que
realizar intervenciones puntuales,
sino que debemos implicar y ani-
mar al profesorado a que introduz-
can programas de educación para
la salud dentro de sus “proyectos
curriculares de centro”. Nosotros,
como profesionales sanitarios, de-
bemos apoyar y reforzar la acción
educativa que estos lleven a cabo,
asesorándolos y formándolos en te-
mas de salud y complementando
su intervención mediante actuacio-
nes conjuntas.
También creemos necesaria la ac-
tuación conjunta de los Departa-
mentos de Sanidad y Educación
para que se impartan programas de
educación para la salud (que inclu-
yan la formación en SVB) de forma
obligatoria y no opcional, como
viene ocurriendo hasta ahora.
De todas maneras, como dijo Pilar
Lorenzo Vilar: “falta mucho por
hacer, y todavía no se puede afirmar
que la totalidad de los chicos y chicas
que en la actualidad cursan la en-
señanza obligatoria en España, se
han beneficiado de formación en
contenidos específicos de “educación
para la salud” .
AGRADECIMIENTOS
n Al Instituto de Educación Secun-
daria Moncayo Corazonistas, por
la buena disposición para la reali-
zación de estos talleres.
n A la Asociación Soporte Vital
Cinco Villas, porque, sin su parti-
cipación, no hubiera sido posible
realizar esta iniciativa.
*
a
c
b
dd
Gráfica 1: Resultados obtenidos a la pregunta nº 1
del cuestionario por el grupo A.
Gráfica 2: Resultados obtenidos a la pregunta nº 1
del cuestionario por el grupo B.
Muy difícil Fácil
100
80
60
40
20
0
Muy fácil
Bastante difícil
Gráfica 3: Resultados obtenidos a la pregunta nº 1
del cuestionario por el grupo C.
Muy difícil Fácil
100
80
60
40
20
0
Muy fácil
Bastante difícil
Gráfica 4: Resultados Globales obtenidos
a la pregunta nº 1 del cuestionario.
Muy fácil
25%
Fácil
75%
Sin respuesta
0% Bastante difícil
0%
Muy difícil
0%
Gráfica 5: Resultados obtenidos a la pregunta nº 2
del cuestionario por el grupo A.
Muy difícil Fácil
100
80
60
40
20
0
Muy fácil
Bastante difícil
Gráfica 6: Resultados obtenidos a la pregunta nº 2
del cuestionario por el grupo B.
Muy difícil Fácil
100
80
60
40
20
0
Muy fácil
Bastante difícil
Exposición teórica. Grupo A Exposición teórica. RESULTADOS GLOBALES
Exposición teórica. Grupo B Contenidos prácticos. Grupo A
Exposición teórica. Grupo C Contenidos prácticos. Grupo B
Tú puedes salvar una vida
9
Gráfica 7: Resultados obtenidos a la pregunta nº 2
del cuestionario por el grupo C.
Muy difícil Fácil
100
80
60
40
20
0
Sin respuesta
Bastante difícil Muy fácil
Gráfica 8: Resultados globales obtenidos
a la pregunta nº 2 del cuestionario.
Gráfica 9: Resultados obtenidos a la pregunta nº 3
del cuestionario por el grupo A.
Gráfica 10: Resultados obtenidos a la pregunta nº 3
del cuestionario por el grupo B.
Escasa
100
80
60
40
20
0
Excesiva
Suficiente
Gráfica 11: Resultados obtenidos a la pregunta nº 3
del cuestionario por el grupo C.
Gráfica 12: Resultados globales obtenidos
a la pregunta nº 3 del cuestionario.
Contenidos prácticos. Grupo C Duración de las prácticas. Grupo B
Duración de las prácticas. Grupo C
Duración de las prácticas. Grupo A Duración de las prácticas. RESULTADOS GLOBALES
Mir Ramos, Eduardo; Antón Ramas, Roberto; Castro Salanova, Rafael; Gallego Catalán, José Antonio; García Murillo, Sergio; Palacios Laseca, Marta
10
Gráfica 13: Resultados obtenidos a la pregunta nº 4
del cuestionario por el grupo A.
Gráfica 14: Resultados obtenidos a la pregunta nº 4
del cuestionario por el grupo B.
Gráfica 16: Resultados globales a la pregunta nº 4
del cuestionario.
Gráfica 17: Resultados globales obtenidos
a la pregunta nº 8 del cuestionario.
Gráfica 15: Resultados obtenidos a la pregunta nº 4
del cuestionario por el grupo C.
Conocimientos previos sobre el tema. Grupo A
Conocimientos previos sobre el tema. Grupo B
Conocimientos previos sobre el tema. Grupo C
Conocimientos previos sobre el tema. RESULTADOS GLOBALES
Tú puedes salvar una vida
11
12
Mir Ramos, Eduardo; Antón Ramas, Roberto; Castro Salanova, Rafael; Gallego Catalán, José Antonio; García Murillo, Sergio; Palacios Laseca, Marta
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13
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 13-24
INTERVENCIÓN
Y TRATAMIENTO
ENFERMERO EN
PACIENTE VASCULAR
CON ÚLCERA DE 7
AÑOS DE EVOLUCIÓN:
EL SECRETO DEL
CUIDADO DE LAS
HERIDAS
RAÚL JUÁREZ VELA.
Diplomado en Enfermería
por la Universidad de Salamanca.
Enfermero del Centro de Salud de Luna
(Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza).
Experto Universitario
en Gestión de Servicios Sanitarios
y Unidades de Enfermería por la
Universidad “Alfonso X El Sabio”.
Profesor Titular de Sanidad
SEAS- FSV (Zaragoza).
rjuarez@salud.aragon.es
Trabajos originales
Accésit Premio Científico de Enfermería 2008,
del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
INTRODUCCIÓN:
RESUMEN DEL CASO CLÍNICO
Las bacterias anaeróbicas difieren de las demás bacterias
en varios aspectos. Se desarrollan adecuadamente en
áreas del organismo que tienen bajos valores de oxígeno
y en los tejidos que sufren un proceso de degeneración,
particularmente las heridas profundas y sucias y donde
las defensas del organismo están disminuidas. Estas
bacterias anaeróbicas no necesitan que haya oxígeno
y suelen causar infecciones que se caracterizan por la
aparición de acumulaciones purulentas provocando
abscesos.
En las heridas crónicas, las bacterias y la presencia de
tejido desvitalizado constituyen un obstáculo para que
el proceso de cicatrización se desarrolle de forma óp-
tima.
La disponibilidad de nuevos apósitos con plata hidro-
activa de liberación sostenida, como agente antibacte-
riano, abre un horizonte muy prometedor en el
tratamiento de estas heridas crónicas.
OBJETIVOS
Evaluar el rendimiento de un apósito antibacteriano
de plata iónica hidroactiva formulado sobre una base
de hidropolimérica.
Activar el proceso de cicatrización tratando las heridas
infectadas con un apósito de plata iónica hidroactiva
durante las primeras semanas y continuando el proceso
con un apósito hidrocelular.
MATERIAL Y MÉTODOS
n El criterio de inclusión del paciente se sigue según
las pautas determinadas en el cuaderno de recogida de
datos. Se utiliza la taxonomía NANDA/NIC/NOC
en el cuidado de las heridas.
n Se evalúan por la escala de Braden. En las lesiones
se determina el grado cuyo proceso de cicatrización se
ve enlentecido debido a la elevada carga bacteriana,
con signos clínicos de infección y mal olor. La limpieza
de la úlcera se sigue según los métodos habituales. La
profundidad se constata realizando la medición del vo-
lumen. El estudio bacteriológico se realiza por biopsia
percutánea en las situaciones posibles sino con hisopo.
El desbridamiento se realiza sobre el tejido desvitalizado
o no viable cortando por planos.
1
2
n Se realiza una valoración semanal de la lesión y del
comportamiento del apósito sometido a estudio y del
dolor, así como el motivo de los cambios y el material
utilizado en las curas para evaluar los costes.
CONCLUSIONES
La utilización de un apósito de plata iónica hidroactiva
en heridas infectadas o colonizadas prepara la herida
para una cicatrización más rápida reduciendo la fase
inflamatoria. Reducción considerable del olor de forma
efectiva. Prepara la herida para seguir la cicatrización
con un apósito hidrocapilar.
LA HISTORIA CLÍNICA
Y PLANES DE CUIDADOS
n La historia clínica, como conjunto de documentos
que contienen los datos, valoraciones, e informaciones
de cualquier índole sobre la situación y la evolución
clínica de un paciente a lo largo del proceso asistencial,
es un instrumento o herramienta básica del personal
de Enfermería, donde se constata las actuaciones y las
reflexiones realizadas en el ejercicio Enfermero.
n Las nuevas tecnologías de la información han per-
mitido, que la historia clínica del caso que a continua-
ción presentamos, quede vinculada al programa de
gestión de historias clínicas OMI-AP, para una gestión
integral e integrada del paciente que recibe los cuidados
de Enfermería.
Situación Contextual
n El caso clínico que a continuación presentamos es el
de un paciente de 72 años de edad, con úlceras post -
flebíticas de 7 años de evolución.
n Cumple criterios de inclusión en el protocolo de In-
movilizados debido a que es una persona con dificul-
tad importante para desplazarse, al presentar un
problema físico y psíquico.
La Captación
Acude a consulta de atención primaria el 28 de abril
de 2007, presentando úlceras muy dolorosas. La cap-
tación fue realizada por la demanda familiar de cuidados
de Enfermería.
1
2
14
Juárez Vela, Raúl
15
La Primera Visita Realizada
n La primera visita realizada al paciente, ha sido por la
Enfermera debido al hecho de que la naturaleza del
problema demandado por el paciente eran cuidados
de enfermería.
n Se ha realizado una valoración integral del paciente
y su entorno, abriendo los registros pertinentes para
la inclusión en el protocolo de visita domiciliaria, así
como la asignación de los servicios demandados.
n Los datos de la Anamnesis son:
Antecedentes Personales
y Estado relativo de Salud
n Antecedentes Patológicos. No AP de Interés. No
intervenciones Quirúrgicas, Insuficiencia Venosa Pro-
funda, tratada con anterioridad en servicios de cirugía
vascular y visitando múltiples consultas sin tener resul-
tados.
n Estado relativo de Salud. No llega con mal estado
general físico. Sin embargo en el plano psíquico se pre-
senta agobiado, ansioso por el dolor, refiere insomnio,
dolor insoportable, y edema generalizado en pierna.
Vacunación
Vacunas correctas.
Estado de la piel, mucosas, uñas, y cabello
n Pérdida de la integridad al tener una úlcera postfle-
bítica supramaleolar en cara lateral interna inferior.
n Varices superficiales extensas.
n Gran edema en toda la extremidad inferior.
n Gran dermatitis ocre y dermatitis eccematosa.
n Heridas y lesiones por roce.
3
Capacidad
de cicatrización
La cicatrización de las heridas es mala. El paciente se
ha sometido a muchos tratamientos y muy contradic-
torios entre sí. Por ello el paciente lleva 7 años con di-
cha patología y la cicatrización está estancada.
La Alimentación
n El paciente se alimenta por sí solo. La alimentación
que lleva no es muy acorde a una alimentación equi-
librada para la patología que dispone. Come excesos
de grasas y pocas proteínas.
n En la escala de detección para la malnutrición se le
asigna la siguiente puntuación:
La escala clasifica la puntuación con un grupo de riesgo:
0-2: Bien; 3-5: Riesgo Moderado; 6 ó Más: Alto Riesgo.
La clasificación que hacemos para este paciente es de
Alto Riesgo.
Cultivos
Microbiológicos
n Al paciente del caso clínico que presentamos, se le
realizó diversas tomas microbiológicas con el objetivo
de detectar los gérmenes patógenos causantes del re-
traso en la cicatrización de las heridas, del olor y del
aspecto de infección de las heridas.
nEl estudio bacteriológico se realiza intentando tomar
la primera muestra entre el tejido necrótico y el sano,
donde no existan señales de inflamación. Antes de to-
mar la muestra, se retira todo el material necrótico po-
sible, realizando la limpieza de la piel perilesional.
Evolución y tratamiento enfermero en paciente vascular con úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
Imagen 1.
PROBLEMA NUTRICIONAL PUNTUACIÓN
Tiene enfermedad que le ha hecho cambiar
la cantidad de alimento que come Del 0 al 2: 1
Realiza menos de dos comidas al día Del 0 al 3: 0
Come pocas frutas, verduras y lácteos Del 0 al 2: 2
Toma 3 vasos de vino, cerveza o licor al día Del 0 al 2: 0
Tiene problemas en la boca o en
la dentadura que le causen dificultad al comer Del 0 al 2: 2
En ocasiones le falta el dinero
para comprar lo que necesita Del 0 al 2: 0
Come solo la mayor parte del tiempo Del 0 al 1: 0
Toma mas de tres fármacos prescritos al día Del 0 al 1: 1
Sin pretenderlo ha perdido o ganado
5 kilos en los últimos 6 meses Del 0 al 2: 1
En ocasiones es incapaz físicamente de comprar,
cocinar o alimentarse por sí mismo Del 0 al 2: 1
Signos Vitales
Otras Exploraciones:
Electrocardiográfica
y Músculo-Esquelética
n El paciente tiene perdido el tono muscular con piel
flácida en las zonas no escaradas.
n Presenta edemas en la región pretibial con exposición
ósea.
n Cardiológicamente el paciente se encuentra en ritmo
sinusal.
Patrón de Sueño y Descanso
n El paciente duerme con dificultad precisando ben-
zodiacepinas para conciliar el sueño. Por la mañana al-
terna ligeros estados de somnolencia y vigilia.
n En los ítems para la valoración de la autonomía fun-
cional para el autocuidado, se detecta:
Patrón Cognitivo /
Perceptivo y Mental
Se realiza el examen cognoscitivo de lobo, obtenién-
dose unas puntuaciones correctas. (Imagen 4).
a.3
a.4
b
c
Ocupación del Tiempo Libre
Descripción Puntos
No realiza actividades de ocio y tiempo libre 3
Gestión de los Recursos Comunitarios
Descripción Puntos
No puede utilizar los recursos de su comunidad 3
PUNTUACIÓN DE LOS BLOQUES
Dependencia total - Suplencia 6
(Bloques 11 y 12 de la EVA)
Imagen 2.
Antropometría
PAS 130 mmHg IMC 25,61 kg/m2
PAD 70 mmHg Frecuencia 110 lpm
Talla 1,70 m Temperatura 36,9 ºC
Peso 74 kg Glucemia Basal 100 mg/dl
Patrón Descanso – Sueño
Descripción Puntos
Incluso tomando hipnóticos no mantiene patrón normal 3
PUNTUACIÓN DEL BLOQUE
Dependencia total - Suplencia 3
Microorganismo Aislamiento
S. Epidermidis 10 % muestras
Proteus Mirabillis 6 % muestras
S. Aureus. 3 % muestras
Juárez Vela, Raúl
16
n En las diversas muestras, los gérmenes mayoritarios eran:
n Ante estos cultivos se le instauró un tratamiento mé-
dico, según antibiograma y se tuvo en cuenta a la hora
de realizar las curas y ver la evolución de las mismas.
Patrón de Actividad y Ejercicio
Ocio y Ejercicio
n El paciente no realiza ninguna actividad física activa.
Se le entregó documentación relativa a los cambios
posturales. Pasivamente se fomenta la movilización.
n En los ítems de la escala para la valoración de la au-
tonomía funcional para el autocuidado, se detecta:
Actividades de la vida diaria
n El paciente no deambula ni realiza ninguna actividad
de la vida diaria.
n En la escala de Barber, tiene una puntuación de 6.
Ya que el dolor que presenta le invalida para salir a la
calle y para hacer mucha de las actividades habituales
de la vida diaria.
a.2
a.1
a
Imagen 3.
Imagen 4.
Evolución y tratamiento enfermero en paciente vascular con úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
La Situación Económica
Los ingresos del paciente son los derivados de su pen-
sión de Jubilación. Se desconoce si hay más ingresos
procedentes de la unidad familiar.
La Situación de la Vivienda y Recursos Sociales
n La vivienda es una casa rústica en propiedad 160 m2.
n La vivienda tiene agua caliente, WC, sistema de du-
cha, teléfono, sistema de calefacción, luz natural, etc.
n La higiene, tanto de la cama como del paciente es
buena, ello a contribuido a no empeorar el estado de
las heridas.
n No cuenta con recursos sociales a día de hoy, aunque
sí los ha solicitado.
Los Planes de Cuidados
n Los planes de cuidados que corresponden a la historia
clínica, son los que se agrupan dentro del programa
OMI-AP, para gestión de historias clínicas.
n Anteriormente se han descritos planes de cuidados
de alimentación.
n Otros planes de cuidados que establecemos son los
vistos en la imagen 7, tales como:
5
4.d
4.e
La Valoración Social
La historia clínica, conlleva a una valoración integral,
englobando aspectos clínicos-funcionales, como los
descritos anteriormente, y socio-familiares como los
que describimos a continuación.
La Convivencia
Paciente de 74 años soltero, vive en un pueblo de la
sierra y es cuidado por familiares.
Las Relaciones Socio Familiares
Las relaciones, según nos indican sus familiares han
sido siempre buenas. El paciente está la mayoría del
día acompañado por vecinos y/o amigos, que van a
ver al paciente y le hacen pequeños recados.
La Familia
Es visitado por familiares directos de distintos grados
de consaguinidad, los fines de semana.
4
4.a
4.b
4.c
17
Imagen 6.
Imagen 5.
Consejos sobre ejercicios/movilización.
Consejos e información sobre medicación.
Información sobre situación/enfermedad.
Consejo Prevención Accidentes.
Consejo Prevención/Cuidado úlceras.
Consejo Higiene Personal.
LA EXPLORACIÓN
Y LOS PLANES DE CUIDADOS
La exploración orienta sobre los datos objetivos y sub-
jetivos que deben recogerse, determinando cuáles son
relevantes y cuáles carecen de valor, cuáles apuntan a
la presencia de un problema propio o cuáles señalan
la posible existencia de un problema que debe ser tra-
tado en colaboración con otro profesional.
A continuación, se valora:
n Lesiones crónicas de baja a moderada exudación.
n Enlentecimiento o detección del proceso de cicatri-
zación debido a la elevada carga bacteriana.
n Alteración de la pigmentación del tejido de granu-
lación.
n Lesión con signos clínicos de infección.
n Mal Olor.
En la escala de Braden se obtiene:
La Exploración de las úlceras
El paciente presenta úlcera venosa postflebítica supra-
maleolar de la cara lateral interna inferior, junto con
varices superficiales extensas y gran edema en toda la
extremidad.
En la exploración hemos apreciado:
n Úlceras de Grado III.
El estado de las úlceras (Ver Tabla Úlcera I. Día 1).
Plan de cuidados de Enfermería en la Exploración
Podemos diferenciar dos tipos de cuidados Enfermeros:
1
2
3
4
5
6
a
b
c
Cuidados Generales
n Identificar tratamientos adyuvantes que puedan tener
incidencias sobre la aparición o deterioro de las lesiones
del paciente.
n Mantener la piel limpia, seca y bien hidratada.
n Fomentar la movilidad y evitar roces.
n Exploración del dolor: Dolor moderado según la es-
cala del dolor.
n Filamentos de Semmes Weinster: Sensibilidad alterada.
n Índice Tobillo-Brazo: 0.95. Pulsos presentes tantos
pedios como tibial posterior no frialdad, prueba de
sensibilidad positiva.
Cuidados Locales
n Limpieza de las heridas con suero fisiológico me-
diante técnica de arrastre sin traumatizar la lesión, re-
tirando el exudado.
n En lesiones con tejido esfacelado o necrótico, utili-
zamos desbridamiento cortante intentando preservar
el tejido de granulación.
n No utilizamos soluciones antisépticas o productos
que por su situación puedan interaccionar con el mé-
todo de tratamiento elegido.
n Evaluación continuada, diaria, y semanal para verificar
la eficacia del tratamiento elegido.
n Mantener la piel perilesional limpia y seca.
c.2
c.1
18
Juárez Vela, Raúl
Úlcera I. Día 1
Olor Fuerte
Tamaño (cm) 10 x 6
Volumen (ml) NA
% Tejido Necrótico 30
% Tejido de Granulación 30
% Esfacelos 20
% Fibrina 20
Nivel Exudado Alto
Piel Perilesional Eccematosa
Antibioterapia (sensible) Amoxicilina Clavulánico
Antigüedad (días) 7 años
*
* La medida del volumen es el valor más adecuado para comprobar la
evolución de la úlcera. Se realiza siguiendo la técnica descrita por
Walter Berg y Cols.
; 1990.
Esta técnica consiste en que sobre una
amplia zona de la piel perilesional limpia, se aplica un apósito de po-
liuretano, a través del cual se introduce suero salino fisiológico hasta
llegar a enrasar el líquido con la superficie del apósito. No valorable.
Estado Percepción Exposición a
General Sensorial la Humedad Actividad
Regular/Malo Limitada Húmeda Limitada
Roce y
Movilidad Nutrición estado de lesiones
Limitada Regular Problemas
19
LOS DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA
La esencia de la Enfermería es el cuidado integral del
ser humano, siendo el núcleo de actuación las Nece-
sidades Humanas Básicas y las metas de nuestros cui-
dados la autonomía y el bienestar.
Debido al hecho de que un diagnóstico de enfermería
es un juicio clínico sobre las respuestas de un indivi-
duo, familia o comunidad a problemas de salud reales
o potenciales, y que ellos proporcionan la base para
seleccionar las intervenciones (cuidados) destinados a
conseguir los resultados que el enfermero estime, en
el caso clínico que presentamos hemos valorado:
Riesgo de deterioro de la integridad cutánea:
Riesgo de que la piel se vea afectada negativamente
Características definitorias mayores/factores de riesgo
en el paciente:
n Externos: Hiper o hipotermia; sustancias químicas y
factores mecánicos (fuerzas de deslizamiento, presión
o sujeciones).
n Radiación; inmovilidad física y humedad.
n Internos: Medicación, alteración del estado nutricio-
nal, inanición, alteración del estado metabólico.
n Alteración de la circulación; alteración de la sensibilidad.
n Alteración de la pigmentación; prominencia esquelética.
n Factores del desarrollo; déficit inmunológico; altera-
ciones en la Turgencia cutánea y cambios en la elasticidad.
Deterioro de la Integridad cutánea:
Alteración de la Epidermis, dermis o ambas
Factores relacionados/contribuyentes
en el paciente:
n Externos: Hiper o hipotermia; sustancias químicas y
factores mecánicos (fuerzas de deslizamiento, presión
o sujeciones).
n Radiación; inmovilidad física y humedad.
n Internos: Medicación, alteración del estado nutricio-
nal, inanición, alteración del estado metabólico.
n Alteración de la circulación; alteración de la sensibilidad.
n Alteración de la pigmentación; prominencia esque-
lética.
n Factores del desarrollo; déficit inmunológico; alte-
raciones en la Turgencia cutánea y cambios en la elas-
ticidad.
1
2
La actuación/plan de Enfermería, para el cuidado de
las heridas será:
Objetivos para el cuidador
(Criterios de Resultados)
Actividades de Enfermería
(Criterios de Procesos)
EL TRATAMIENTO ENFERMERO
Tratamiento Local de las Heridas
Objetivos
Eliminar el tejido necrótico.
Disminuir la carga bacteriana.
Mantener el nivel de humedad óptimo.
Aislar la herida.
2.A
2.B
1
1.A
1
2
3
4
Evolución y tratamiento enfermero en paciente vascular con úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
nEl cuidador, identificará los factores que favorezcan la aparición
de las heridas, la forma de prevenirlas y cómo reducir estos
factores.
nEl cuidador identificará los signos y los síntomas que preceden
a la aparición de las mismas.
nEl cuidador expresará querer participar en el plan de cuidados.
1. Utilizar medidas que reduzcan la etiología de la herida:
colchón antiescaras, almohadas, protectores, etc.
2. Realizar cambios posturales lo más frecuentemente posible,
valorando los puntos de presión cada vez que se realicen.
3. Aplicar aceites y cremas barreras para el cuidado de la piel y
prominencias óseas, utilizar apósitos que reduzcan la presión.
4. Mantener la piel limpia, seca y bien hidratada.
5. Mantener la ropa de cama, limpia, seca y sin arrugas.
6. Estimular la movilidad y realizar ejercicios pasivos.
7. Enseñar al cuidador las medidas generales y específicas enca-
minadas a prevenir las lesiones, nutrición, estado de la piel,
cambios posturales, movilización, ejercicios activos y pasivos,
protecciones cutáneas.
Apósito empleado en la primera fase de cicatrización de las heridas,
proceso de limpieza, estado de necrosis y esfacelos.
Usado en la fase de limpieza y hasta la epitelización.
nEl apósito usado se caracteriza por ser un hidrocoloide anti-
bacteriano con plata iónica hidroactiva y de acción bactericida
de amplio espectro.
nLa liberación de la plata iónica se regula según el nivel de exu-
dado.
nElimina los microorganismos que retrasan la cicatrización.
nAsegura la liberación de plata durante todo el tiempo que dure
el apósito.
nPreviene los riesgos de una colonización crítica o infección.
nNo genera resistencias bacterianas.
nProporciona una barrera activa frente a las infecciones cruzadas.
nPrepara y protege el lecho de la herida para una mejor cicatri-
zación.
nConsta de un filme de poliuretano semipermeable.
nPosee una impermeabilidad al agua y barrera protectora.
nCapa central hidrocapilar, compuesto por partículas superab-
sorventes que gelifican y atrapan el exudado de la herida.
nRed no adhesiva de poliuretano, que aísla la lesión y no se
adhiere al lecho de la herida.
nAdhesivo de hidrocoloides naturales, que proporciona una ad-
hesión suave a la piel perilesional, y facilita una retirada suave
e indolora.
Juárez Vela, Raúl
20
Características del apósito Hidrocapilar
LA EVOLUCIÓN
Se realizó una evolución semanal del apósito hidro -
coloide con plata, en la cual, aparte de la evolución
fotográfica de la lesión se valoran los siguientes pará-
metros en sucesivas visitas:
Olor. Ninguno, poco, moderado o fuerte.
Tamaño de la Úlcera. Mediciones de longitud, an-
chura y profundidad.
Apariencia del lecho de la úlcera.
Tejido rojo de granulación.
Tejido Esfacelado.
Tejido Necrótico.
Presencia de Fibrina.
Nivel de exudado de la úlcera
(bajo, moderado, alto).
Número de cambios del apósito.
Tratamiento con antibiótico o antiséptico
(ninguno, local, o sistémico).
Asímismo,
valoramos el motivo de la finalización:
Úlcera cicatrizada.
Abandono por acontecimiento adverso.
Retirada del consentimiento informado.
Efecto insuficiente del tratamiento, etc.
Todavía Seguimiento.
2
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
a
b
c
d
e
Acciones
Limpieza de la herida, con la técnica descrita ante-
riormente.
Preparar la herida (eliminar el tejido desvitalizado-
necrótico) para facilitar la cicatrización y reducir lo más
posible los riesgos de infecciones.
Realización de Técnica estéril, utilizando material
de un solo uso:
n Paños Estériles de campo.
n Gasas y compresas estériles.
n Bisturí y pinzas de un solo uso.
n Guantes estériles.
n Batas estériles de un solo uso.
n Bolsas para la recogida de residuos.
n Material auxiliar fungible: vendas, esparadrapo, etc.,
vendaje multicapa al finalizar la cura.
Apósito Empleado:
Apósito de Primera Elección
Apósito de plata hidroactiva con base hidropolimérica.
Características del apósito antibacteriano activo
Apósito de Segunda Elección (Apósito Hidrocapilar)
1.B
1
2
3
1.C
1
Los días son días de registro de los datos para el estudio, no son días consecutivos sino que corresponden a unidades de tiempo variables.
* La medida del volumen es el valor más adecuado para comprobar la evolución de la úlcera. Se realiza siguiendo la técnica descrita por
Walter Berg
y Cols.
; 1990.
Esta técnica consiste en que sobre una amplia zona de la piel perilesional limpia, se aplica un apósito de poliuretano, a través del
cual se introduce suero salino fisiológico hasta llegar a enrasar el líquido con la superficie del apósito. No valorable.
Evolución y tratamiento enfermero en paciente vascular con úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
La capacidad de manejo del exudado
del apósito se ha registrado como:
Muy buena.
Buena.
Moderada.
Mala.
El Tiempo estimado para el cambio de apósito, ha sido:
Diario.
0-10 días.
10-20 días.
20-30 días.
El motivo general de los cambios
del apósito, ha sido registrado como:
Fuga.
Sospecha de Infección.
Dolor en la úlcera.
Apósito Desplazado.
Saturación de Exudado.
Exceso en el tiempo máximo de uso.
La evolución de la herida
se ha registrado como:
Cicatrización.
Notable Mejoría.
Alguna Mejoría.
Notable Deterioro.
El estado de la piel
se ha registrado como:
Normal.
Macerada.
Eczematosa.
Seca.
Eritematosa.
Edematosa.
La facilidad de aplicación y retirada
del apósito se ha registrado como:
Muy fácil.
Fácil.
Difícil.
Muy difícil.
1
2
3
4
1
2
3
4
5
6
a
b
c
d
21
Evolución (Diferencia entre la Valoración Inicial y la final del estudio).
Día 1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5 Día 6 Día 7 Día 8 Día 9
Olor Fuerte Fuerte Fuerte Moderado Moderado Poco Poco Poco Poco
Tamaño (cm) 10 x 6 9 x 5 8 x 4,5 8 x 4,5 7,5 x 4 7 x 4 6 x 3 5 x 2 NV
Volumen (ml) NA NA NA NA NA NA NA NA NA
% Tejido Necrótico 30 30 20 10 0 0 0 0 0
% Tejido Granulación 30 50 60 70 80 85 90 100 100
% Esfacelos 20 10 10 10 10 5 5 0 0
% Fibrina 20 10 10 10 10 5 5 0 0
Nivel Exudado Alto Alto Alto Moderado Moderado Bajo Bajo Bajo Bajo
Motivo Cambios Fuga Saturación Fugas Exc. Tiempo Saturación Fugas Exc. Tiempo Exc. Tiempo Exc. Tiempo
Tiempo Estimado
Cambio Apósito Diario Diario Diario 2 días 2 Días 2- 3 días 2- 3 días 2- 3 días
Manejo del Exudado Moderado Moderado Moderado Moderado Moderado Bueno Bueno Bueno Bueno
Motivo Finalización E E E E E E A A A
Evolución Herida 2 2 2 2 2 2 2 1 1
Facilidad de
Aplicación y Retirada A A A A A A A A A
Estado de la Piel Seca Seca Eczematosa Eczematosa Eczematosa Eczematosa Eczematosa Eczematosa Eczematosa
*
Foto 2. Úlcera vascular.
Foto 3. Úlcera vascular: tratamiento local.
Foto 4. Tratamiento evolución.
Acciones a Conseguir
1. Mejorar considerablemente el dolor durante el uso y los
cambios.
2. Eliminar la carga bacteriana de forma evidente.
3. Facilitar el desbridamiento de manera efectiva.
4. No lesionar la piel, y prevenir la incidencia de lesiones peri -
ulcerales.
5. Reducir la sobresaturación en heridas infectadas/colonizadas.
Foto 1. Úlcera vascular.
Juárez Vela, Raúl
22
LA DISCUSIÓN
n La causa más frecuente de retraso de curación de úl-
ceras y heridas es la colonización/infección.
n En la actualidad está aceptado que el mejor tra-
tamiento posible para reducir la carga bacteriana del
medio y facilitar la curación, es la aplicación tópica de
plata.
n Como es sabido, la plata es un agente bactericida
usado en medicina desde la segunda mitad del siglo
XIX. Los últimos estudios científicos , han demostra-
do que la plata en combinación con un apósito hidro-
coloide han reducido de forma considerable la carga
bacteriana, y que es menos citotóxico que el nitrato
de plata, no habiéndose descrito hasta ahora ninguna
reacción adversa.
n El mecanismo de actuación del apósito, es la libera-
ción sostenida de plata iónica, que al interaccionar con
los fluidos corporales provocan la inactivación de las
enzimas que intervienen en la respiración bacteriana,
en los componentes del transporte de electrones de la
membrana bacteriana, y a nivel de alteraciones gené-
ticas de los ácidos nucleicos bacterioides.
n Por otra parte, la resistencia bacteriana a los antibió-
ticos se convierte en un problema importante en to-
das las zonas del mundo. Con relativa frecuencia los
microorganismos que se aíslan tienen escasa sensibili-
dad a los antibióticos o son resistentes a muchos de
ellos hecho que no suele ocurrir con este metal noble.
n Por último, la correcta utilización de estos apósitos
y saber combinarlos correctamente conllevan a una ci-
catrización más rápida, a una reducción de la fase in-
flamatoria, y a una reducción del dolor.
n Consiguiendo unas expectativas terapéuticas, que
no se consiguen con otros apósitos, tales como:
12
Foto 5. Tratamiento evolución.
Foto 6.
Foto 7.
Foto 8.
Foto 10.
Foto 11.
Foto 12.
Foto 9.
Evolución y tratamiento enfermero en paciente vascular con úlcera de 7 años de evolución: el secreto del cuidado de las heridas
23
1. BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO. Ley 41/
2002 reguladora de la Historia Clínica. BOE de
15/11/2002, nº 274
2. GERENCIA ATENCIÓN PRIMARIA. Pro-
grama de Atención Domiciliaria. Ed. Gerencia de
Atención Primaria de Salamanca. Salamanca,
1996.
3. ROMO SANZ, M.I. Tratamiento progresivo de
las heridas en medio ambiente húmedo. Ed. Cer-
vantes. Salamanca 1999.
4. SOLDEVILLA ÁGREDA, J. Guía práctica en
la atención de las úlceras de piel. Madrid. Ed. Mas-
son, 1998.
5. ROMO SANZ, M.I. “Estudio realizado en
Atención Primaria sobre Heridas según la fase
de curación empleando un tratamiento combina-
do”. Revista Gerokomos. Helkos. Madrid 1997.
Vol. VIII (21) 6 12.
6. COLOPLAST LABORATORIOS. Comfeel Pla-
ta. Apósito de Plata con base hidrocoloide, literatura
científica. Ed. Coloplast Laboratorios. 2004.
7. REVISTA HELIOS. Novedoso tratamiento an-
tibacteriano para heridas de difícil curación. Ed.
Ewma. 2002. Granada. Simposio Satélite. Mayo
2002.
8. HANSON, C.; HOBORN, J.; MOLLER, A.;
SWANBECK, G. The microbial flora in venous leg
ulcers without clinicals signs of infection. Acta
Derm. Venerol. (Estocolmo) 1995; 75: 24-30.
BIBLIOGRAFÍA
Juárez Vela, Raúl
24
9. GERENCIA ATENCIÓN PRIMARIA. Guía
Metodológica de Enfermería. Ed. Gerencia de
Atención Primaria de Salamanca. 2003.
10. SERVICIO ANDALUZ DE SALUD. Protocolo
de actuación de Enfermería en el cuidado de las
Heridas. Ed. Consejería de Salud de la Junta de
Andalucía. Andalucía 2004.
11. COLOPLAST LABORATORIOS. Alione Apó-
sito Hidrocapilar, literatura científica. Ed. Colo-
plast Laboratorios. 2002.
12. BARRY WRIGHT, J.; LAM, K.; BURELL,
R.E. El tratamiento de las heridas en una época de
creciente resistencia a antibióticos: El papel del tra-
tamiento con plata tópica. Fort Sadkatchewan, Al-
berta, Canadá. 2004.
13. ROMO SANZ, M.I.; JUÁREZ VELA, R. Ex-
periencia Clínica en el tratamiento de úlceras vas-
culares usando apósitos hidrocoloides en combinación
con apósitos hidrocapilares. Congreso de Cirugía
Vascular. Sitges (Barcelona). 2004.
14. STACKS PROGRAMS. Gestión de Historias
Clínicas OMI-AP. Sanidad de la Comunidad de
Madrid. 1999.
15. www.msd.es/publicaciones/Infecciones causas por
bacterias anaeróbicas
ANA AZNAR SAUCA.
Diplomada en Enfermería.
Hospital Universitario Miguel Servet.
ELIZABET REAL LÓPEZ.
Diplomada en Enfermería.
Hospital Universitario Miguel Servet.
ROSA ÁLVAREZ LAHUERTA.
Diplomada en Enfermería.
Hospital Universitario Miguel Servet.
RAQUEL IBÁÑEZ MARCO.
Diplomada en Enfermería.
Hospital Universitario Miguel Servet.
PILAR BOCOS TERRAZ.
Licenciada en Medicina.
Hospital Universitario Miguel Servet.
SILVIA IZQUIERDO ÁLVAREZ.
Licenciada en Químicas.
Hospital Universitario Miguel Servet.
ROSA ANA VELA PALMER.
Licenciada en Medicina.
Centro de Salud Alfajarín.
Trabajos originales
1.er Premio de
Investigación Enfermera
«D. Ángel Andía Leza»
PATOLOGÍA TIROIDEA:
EL PAPEL PREVENTIVO EN ENFERMERÍA
25
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 25-35
tan entre el 5 y el 15% de mujeres
embarazadas lo que justifica la
detección sistemática de estas
anormalidades a través del labora-
torio . En España, el constante
flujo migratorio ha ocasio nado
que se cuente con una población
residente multiétnica que puede
afectar los anteriores intervalos de
referencia de las hormonas tiroi-
deas en nuestra población, ya que
dichos valores varían de acuerdo al
grupo étnico analizado, la preva-
lencia de anticuerpos antitiroideos
suele ser inferior en la población
negra y elevados en la población
blanca .
OBJETIVO
El objetivo de este estudio fue
realizar una evaluación de las
hormonas tiroideas, hormona es-
timulante de la tiroides (TSH), la
triyodotironina libre (FT3), la ti-
roxina libre (FT4) y de los anti-
cuerpos anti-TPO (TPO-Ab) y
anti-TG (Tg-Ab) en una pobla-
ción gestante normal residente en
la Comunidad de Aragón multi-
rracial, para aplicar dicho co -
nocimiento en la detección y
prevención de la patología tiroidea
en grupos de riesgo en las consul-
tas de Enfermería, así como su
conocimiento para la Gestión por
Procesos y servir de ayuda para la
inclusión en el Mapa de Procesos
del Sistema Sanitario Publico de la
Comunidad de Aragón.
MATERIAL Y MÉTODOS
Inicialmente, el diseño y protocolo
del estudio fue revisado y aprobado
por el comité de ética del Centro
Sanitario, bajo la declaración de
Helsinki y el código de Nuremberg.
La población incluida en este estu-
dio fue de 1.198 gestantes, sin apa-
rente patología tiroidea, residentes
de la Comunidad de Aragón, Es-
paña y de diferentes razas (Caucá-
sica, Árabe, Amerindia, Negra,
12 13
14 15 16
INTRODUCCIÓN
Desde la década de los 80 con
el proceso de reforma del nivel
primario, la atención obstétrica se
realiza con la participación de pro-
fesionales de los centros de Aten-
ción Primaria, obteniéndose unos
buenos resultados.
La posibilidad de recibir una aten-
ción sanitaria integral y conti -
nuada se enfrenta a grandes
dificultades debidas, fundamental-
mente a la tipología de las organi-
zaciones sanitarias de nuestra
época, caracterizadas por la com-
plejidad organizativa, la segmen -
tación departamental, la súper
especialización de tareas, la escasa
o casi inexistente coordinación en-
tre niveles asistenciales, la variabi-
lidad en la ejecución de procesos
re petitivos y las ineficiencias de
los mismos, la poca capacidad de
adaptación de los servicios a las
ne cesidades cambiantes de los
ciudadanos, y por que no, a la cul-
tura egocéntrica de nuestras insti-
tuciones.
Por otra parte y quizás la más im-
portante, el cambio social que se
está produciendo en materia sa -
nitaria viene determinado por el
papel mucho más activo de los
ciudadanos en su relación con los
servicios sanitarios, la satisfacción
de sus necesidades, sus demandas
y expectativas.
La Patología Tiroidea se presenta
frecuentemente en todos los gru-
pos poblacionales susceptibles de
atención primaria. En dichos gru-
pos clínica y prevalencia varían.
Sin embargo, es común en todos
ellos la posibilidad de realizar una
medicina preventiva en la que el
papel de la Enfermería es esen-
cial. Por ello, unido a la facilidad
con la metodología actual, sensi-
ble, precisa y rápida, para la deter-
minación de hormonas tiroideas y
de anticuerpos antitiroideos, es
aún más relevante la labor de la
Enfermería al estar en contacto
con grupos de riesgo. El consejo,
1
2
3
orientación y prevención por par -
te de la Enfermería destinados a
dicho grupo, hará posible una im-
prescindible prevención y un rápi-
do diagnóstico y tratamiento por
parte del médico especialista.
Para el cumplimiento de esta la-
bor, se necesita conocer los valores
de normalidad correspondientes a
la población real, estudiada con la
máxima precisión.
En esta última década los valores
de normalidad obtenidos anterior-
mente, muy probablemente no re-
flejan los valores de la población
actual, debido fundamentalmente
a las circunstancias de la inmigra-
ción. Es por ello, nuestra preocu-
pación por la medicina preventiva
y por la labor que se puede reali -
zar por parte de la Enfermería.
Para una correcta prevención y
contacto con el paciente, hemos
considerado importante la realiza-
ción de un estudio de valores de
normalidad en perfil tiroideo en
una parte de la Población, atendi-
da en parte en el Sector Primario ,
como son las Gestantes de la Co-
munidad Aragonesa, ya que en
ellas y en sus futuros hijos se pue-
de realizar una eficaz labor de pre-
vención para esta Patología.
La determinación del perfil tiroi-
deo deberá ser completa, por su
especificidad y por su repercusión.
La correcta función de la glándula
tiroidea es esencial en nuestra
vida, sin embargo, un mal funcio-
namiento durante el embarazo
puede afectar tanto a la madre co-
mo al feto . Un ejemplo son
el hipotiroidismo e hipertiroidis-
mo maternal que al inicio y final
del embarazo pueden aumentar el
riesgo de bajo peso al nacer y la
probabilidad de cesárea , por lo
cual se debe de hacer un diagnos-
tico correcto para el tratamiento
de la disfunción tiroidea, aunque
los cambios fisiológicos normales
del embarazo pueden hacer que la
interpretación de las pruebas de
detección sea difícil . En total las
anormalidades tiroideas se presen-
4
6 7 8
9 10
5
11
Aznar Sauca, Ana; Real López, Elizabet; Álvarez Lahuerta, Rosa; Ibáñez Marco, Raquel; Bocos Terraz, Pilar;
Izquierdo Álvarez, Silvia; Vela Palmer, Rosa Ana
26
Tabla 1. Valores de las hormonas tiroideas: FT3, FT4 y TSH
y de los anticuerpos antitiroideos: TPO-Ab y Tg-Ab en función de la edad gestacional.
Hormona Tiroidea Edad gestacional (semanas) Media Mediana Percentil 5,0 Percentil 95
< 10 3,38 ± 0,52 3,37 2,59 4,19
11 to 20 3,45 ± 0,54 3,49 2,49 4,26
T3libre FT3 (pg/mL) 21 to 30 3,32 ± 0,43 3,33 2,60 4,04
31 to 36 3,21 ± 0,53 3,24 2,37 4,03
> 36 3,23 ± 0,41 3,28 2,59 -
< 10 1,10 ± 0,14 1,10 0,88 1,34
11 to 20 1,04 ± 0,14 1,02 0,81 1,27
T4libre FT4 (ng/dL) 21 to 30 0,93 ± 0,12 0,93 0,75 1,11
31 to 36 0,90 ± 0,13 0,89 0,70 1,13
> 36 0,80 ± 0,21 0,85 0,17 -
< 10 1,12 ± 0,69 1,00 0,22 2,39
11 to 20 1,05 ± 0,67 0,92 0,09 2,47
TSH (µUI/mL) 21 to 30 1,19 ± 0,60 1,12 0,34 2,35
31 to 36 1,38 ± 0,76 1,29 0,42 3,05
> 36 1,46 ± 0,72 1,43 0,36 -
< 10 0,14 ± 0,21 0,09 0,00 0,49
11 to 20 0,17 ± 0,33 0,09 0,00 0,65
TPO-Ab (UI/mL) 21 to 30 0,15 ± 0,23 0,09 0,00 0,55
31 to 36 0,19 ± 0,45 0,09 0,00 0,74
> 36 0,09 ± 0,08 0,08 0,00 -
< 10 1,04 ± 0,65 0,82 0,44 2,48
11 to 20 1,08 ± 0,70 0,86 0,44 2,58
Tg-Ab (UI/mL) 21 to 30 0,92 ± 0,55 0,75 0,43 2,08
31 to 36 0,89 ± 0,52 0,76 0,42 1,95
> 36 0,90 ± 0,53 0,83 0,46 -
< 10 semanas (N= 330); 11 to 20 semanas (N= 200); 21 to 30 semanas (N= 208); 31 to 36 (N= 269) semanas and > 36 semanas (N= 14).
Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
pos se emplea la misma metodolo-
gía en la que interviene el anticon-
jugado anti-IgG humana marcado
con acridinio.
Los 5 parámetros a objeto de es-
tudio fueron determinados en sue-
ro y los resultados se expresan en
las siguientes unidades: FT3 (pg/
mL), FT4 (ng/dL), TSH (UI/
mL), TPO-Ab (UI/mL) y Tg-Ab
(UI/mL). Se consideraron los lí-
mites de referencia que indica el fa-
bricante: FT3 (pg/mL) (suero):
3,71, FT4 (ng/dL) (suero): 1,48,
TSH (µUI/mL) (suero): 4,94,
TPO-Ab (UI/mL) (suero): <5,61,
Tg-Ab (UI/mL) (suero): <4,11.
mona y el diluyente del ensayo co-
rrespondiente. La hormona pre-
sente en la muestra se une a las
micropartículas recubiertas de an-
ticuerpos anti-hormona. Después
del lavado, se añade el conjugado
de anti-hormona marcado con
acridinio. Se añaden las soluciones
activadora y preactivadora a la mez-
cla de reacción; la reacción quimio-
luminiscente resultante se mide en
unidades relativas de luz (URL).
Existe una relación directamente
proporcional entre la cantidad de
hormona tiroidea pre sente en la
muestra y las URL detectadas por
el sistema óptico. Para los anticuer-
Oriental y Amerindia-Mulata). Con
posterioridad a la obtención de re-
sultados se revisaron sus historias
clínicas para obtener datos respecto
al parto y al recien nacido, así como
las anotaciones de enfermería refe-
rentes a su proceso sanitario.
Las muestras fueron analizadas
usando el equipo ARCHITECT
2000SR de Abbott, un analizador de
inmunoensayo de alto rendimiento
que usa tecnología de micropartí-
culas paramagnéticas y detección
de quimioluminiscencia . Inicial-
mente, se combina la muestra, las
micropartículas paramagnéticas re-
cubiertas de anticuerpos anti-hor-
17
27
En las figuras 1 a 5 se expresan los
valores medianos para cada inter-
valo de las semanas de gestación
creado para las tres hormonas ti-
roideas y los dos anticuerpos anti-
tiroideos.
Se observó que en la población con
valores normales de anticuerpos de
acuerdo a los 5 intervalos de sema-
nas de gestación considerados los
valores de FT4 y TSH presentaban
diferencias estadísticamente signi-
ficativas (p<0,001), no así para la
FT3 (p>0,05). Y se obtuvo que só-
lo la TSH presentaba diferencias
significativas (p<0,05) de acuerdo
a la edad de la gestante.
De las figuras 6 a 10, se repre -
sentan los valores medios de cada
hormona tiroidea y anticuerpo an-
titiroideo según el intervalo gesta-
cional considerado, señalando la
evolución de dichos valores según
avanza el embarazo.
Agrupando los valores en trimes-
tres de gestación se obtendrían los
valores expresados en la tabla 2.
Los resultados fueron expresados
como media (con la desviación
estándar), mediana, y los percenti-
les 5,0 y 95,0 para los cinco inter-
valos de semanas de gestación
creados para cada hormona tiroi-
dea y para cada anticuerpo antiti-
roideo. El análisis estadístico fue
realizado utilizando el programa
SPSS versión 13.0, usando el test
de Análisis de la Varianza (One-
way ANOVA) para comparar las
diferencias entre los cinco interva-
los de semanas gestacionales crea-
dos, y se consideró significativo al
nivel de p<0,05.
RESULTADOS
Al final del estudio se analizaron
1.198 gestantes residentes de la
Comunidad de Aragón, España, de
diferente origen étnico: Árabe,
Amerindia, Amerindia-Mulata,
Blanca, Blanca-Gitana, Caucásica,
Gitana, Negra y Oriental. La edad
de las gestantes estuvo compren-
dida entre 15 y 45 años, con una
mediana de 30,66 años para la
muestra poblacional total.
De la muestra poblacional total, se
encontraron 1.021 gestantes con
valores normales de anticuerpos
tiroideos, con una muestra pobla-
cional de 330 con <10 semanas,
200 para el periodo de 11 a 20 se-
manas, 208 de 21 a 30 semanas,
269 de 31 a 36 semanas y 14 con
más de 36 semanas de gestación.
De acuerdo al grupo étnico la
muestra poblacional corresponde
a un 84,56% Caucásica, 6,56%
Amerindia, 3,61% Árabe, 3,12%
Negra, 1,57% Oriental, 0,3% Gita-
na, 0,2% Blanca y 0,1% Blanca-Gi-
tana. En la tabla 1 se presentan los
valores de la media, desviación es-
tándar, mediana, percentiles 5,0 y
95 para las hormonas tiroideas
FT3, FT4 y TSH y los anticuerpos
antitiroideos TPO-Ab y Tg-Ab, de
acuerdo a las edades gestacionales
considerados. (Ver Tabla 1).
Figura 2. Boxplots.
Medianas de la FT4 para los distintos rangos de semanas gestacionales.
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
FT4 (ng/dL)
8
11
37
1,50
1,00
0,50
0,00
9
9
9
11
21
28
24 33
36
39
13
36
Figura 1. Boxplots.
Medianas de la FT3 para los distintos rangos de semanas gestacionales.
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
10
10
13 21
35
32
SEMANAS GESTACIONALES
FT3 (pg/mL)
Los valores alejados están representados por el símbolo (o) y los extremos por el símbolo (*).
Están identificados a su lado derecho superior por la edad gestacional de la embarazada en
semanas.
Aznar Sauca, Ana; Real López, Elizabet; Álvarez Lahuerta, Rosa; Ibáñez Marco, Raquel; Bocos Terraz, Pilar;
Izquierdo Álvarez, Silvia; Vela Palmer, Rosa Ana
28
Agrupando las semanas de gesta-
ción en los tres trimestres por los
que pasa el embarazo, y aplicando
el test de ANOVA para estudiar
si existían diferencias significativas
entre cada una de las hormonas ti-
roideas (FT3, FT4, y TSH) y los
trimestres de gestación, se com-
probó que había diferencias signi-
ficativas para la tres (p<0,001).
En la tabla 3 se presentan los por-
centajes que corresponden a las
muestras analizadas de acuerdo al
grupo étnico que se encuentran
por debajo o arriba de los límites
de referencia que establece el fa-
bricante para la TSH, FT3 y FT4.
Adicionalmente, se encontraron
177 gestantes con valores de anti-
cuerpos anti-TPO y anti-TG ele-
vados, con una muestra poblacional
de 63 para <10 semanas, 33 en el
periodo de 11 a 20 semanas, 34 de
21 a 30 semanas, 45 de 31 a 36 se-
manas y 2 con más de 36 semanas.
Los valores de las hormonas tiroi-
deas FT3, FT4 y TSH se presentan
en la tabla 4. Considerando el ori-
gen étnico, las muestras que se ana-
lizaron corresponden a: 92,7%
Caucásica, 2,81% Árabe, 2,25%
Amerindia, 1,12% Negra, 0,56%
Oriental y 0,56% Amerindia-Mu-
lata.
En la tabla 5 se presentan los por-
centajes que corresponden a las
muestras analizadas de acuerdo al
grupo étnico que se encuentran
por debajo o arriba de los límites
de referencia que establece el fa-
bricante para TSH, FT3 y FT4.
DISCUSIÓN
En nuestro estudio se evaluaron los
valores de las hormonas tiroideas:
FT3, FT4 y TSH y de los anticuer-
pos antitiroideos: TPO-Ab y Tg-
Ab de una muestra de 1.198
gestantes residentes de la Comu-
nidad de Aragón, España, de dife-
rente origen étnico.
Figura 4. Boxplots. Medianas del Anti TPO (TPO-Ab)
para los distintos rangos de semanas gestacionales.
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
12 21
SEMANAS GESTACIONALES
TPO-Ab (UI/mL)
9
7
9
8
7
9
8
13
20
13
14
15
11
28
27
22
28
28
28
36
36
35
36
36
36
36
36
36
Figura 5. Boxplots. Medianas del Anti TG (Tg-Ab)
para los distintos rangos de semanas gestacionales.
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
16
36
SEMANAS GESTACIONALES
Tg-Ab (UI/mL)
7
11
36
36
36
8
8
10
9
10
10
11 37
28
28
21
21
21
24
36
36
33
16
11
15
11
28
Figura 3. Boxplots.
Medianas de la TSH para los distintos rangos de semanas gestacionales.
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
10
12 21
36
SEMANAS GESTACIONALES
TSH (μUI/mL)
8
7
7
11
14
28
30 36
36
36
36
Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
29
Analizando los datos de las gestan-
tes con valores normales (1.021)
de anticuerpos TPO-Ab y Tg-Ab,
se determinó que los valores entre
los tres trimestres considerados
para las hormonas FT3, FT4 y
TSH presentan diferencias estadís-
ticamente significativas (p <0,001)
para FT4 y TSH, en cambio no es
así para la FT3. Esto es importan-
te ya que se ha evi denciado que
durante el primer trimestre cuan-
do se está desarrollando el feto,
con lo cual una disfunción de las
hormonas tiroideas de la madre
puede ser crítica para el desarrollo
óptimo del feto . Además los
datos muestran diferencias con
respecto a otros estudios. Kurioka
et al, muestra que los niveles de
FT3 y FT4 disminuyen significati-
vamente y aumentan los valores
de TSH conforme avanza el em-
barazo , y Kumar et al, muestra
que los valores de TSH aumentan
progresivamente cada trimestre
y los valores de FT3 y FT4 au-
mentan el primer y segundo tri-
mestre pero disminuyen en el
último trimestre . Aunque anali-
zando nuestros datos con los de
Marwaha et al, se encuentran los
mismos resultados con excepción
de los valores de FT4 que presen-
tan en su estudio los cuales dismi-
nuyen conforme avanza la edad
gestacional .
Adicionalmente, sin presentar al-
teración de anticuerpos antitiroi-
deos y sin patología tiroidea previa,
considerando todo el periodo de
gestación se presentaron tres casos
22
18 19
20
21
Figura 7.
Valores medios de FT4 según intervalos gestacionales considerados.
10 semanas
1,10
1,05
1,00
0,95
0,90
0,85
0,80
11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
Media de FT4
Figura 6.
Valores medios de FT3 según intervalos gestacionales considerados.
3,45
3,40
3,35
3,30
3,25
3,20
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
Media de F3L
Tabla 2. Valores de las hormonas tiroideas y de los anticuerpos antitiroideos en los tres trimestres del embarazo.
Embarazo
Hormonas tiroideas y Primer trimestre (<14 semanas)
Segundo trimestre (14 a 28 semanas)
Tercer trimestre (>28 semanas)
anticuerpos antitiroideos (n=481)
(n= 253)
(n=297)
Media Mediana 5,0 95 Media Mediana 5,0 95 Media Mediana 5,0 95
TSH (µUI/mL) 1,08±0,69 0,94 0,12 2,38 1,20±0,62 1,13 0,35 2,40 1,39±0,75 1,29 3,05 4,34
T3libre (pg/mL) 3,41±0,53 3,42 2,57 4,22 3,33±0,45 3,34 2,57 4,10 3,22±0,52 3,24 2,38 4,03
T4libre (ng/dL) 1,08±0,14 1,08 0,88 1,32 0,94±0,12 0,94 0,76 1,13 0,90±0,13 0,89 0,13 0,70
TPO-Ab (UI/mL) 0,15±0,26 0,08 0,00 0,51 0,16±0,25 0,09 0,00 0,63 0,19±0,43 0,09 0,00 0,60
Tg-Ab (UI/mL) 1,05±0,65 0,83 0,44 2,45 0,95±0,62 0,76 0,44 2,47 0,89±0,51 0,76 0,42 1,94
Aznar Sauca, Ana; Real López, Elizabet; Álvarez Lahuerta, Rosa; Ibáñez Marco, Raquel; Bocos Terraz, Pilar;
Izquierdo Álvarez, Silvia; Vela Palmer, Rosa Ana
30
de FT3 con valores altos (5,01,
6,09 y 7,1), en el último caso los
valores de FT4 y TSH fueron 2,13
y 0,0018, respectivamente. Consi-
derando la FT4, en el primer tri-
mestre se encontraron 2 casos con
valores de 1,63 y 1,75 ng/dL,
aunque dichos valores se normali-
zaron en el segundo trimestre y las
gestantes no presentaron patología
alguna. Además, considerando to-
do el periodo gestacional se pre-
sentaron 4 casos con valores de
FT4 fuera del límite alto del rango
de normalidad del fabricante (1,76;
1,75; 1,63 y 1,59) y se han presen-
tado acompañados de cifras de
TSH por debajo del rango de nor-
malidad. Lo anterior se puede de-
ber a cambios fisiológicos que
pueden afectar la función de la
glándula tiroides y la interpretación
de las pruebas de la función tiroi-
dea .
Analizando los valores de la TSH,
la media se encuentra por debajo
del límite establecido por el fabri-
cante (<2,5) aunque se encontra-
ron 5 casos por encima de los
límites normales (4,17, 4,30, 4,33,
4,48 y 5,17), que corresponden a
un porcentaje de 0,59, siendo éste
inferior a otros estudios , Stricker.
Finalmente, las patologías presen-
tadas en la muestra poblacional sin
alteraciones de anticuerpos antiti-
roideos, fueron: 6 hipotiroidismos
normalizados con tratamiento, 1
hipotiroidismo + diabetes gestacio-
nal con TSH límite normal bajo, 1
tiroidectomía, 2 bocios, 1 bocio
multinodular, 1 nódulo frío, 5 Dia-
betes gestacional.
Por otra parte, de acuerdo a nues-
tros datos, encontramos que 177
(14,77%) de las mujeres embara-
zadas presentan resultados positivos
para la presencia de anticuerpos
anti TPO y TG, evidenciando la
presencia de enfermedades autoin-
munes de la tiroides en nuestra po-
blación con valores muy similares
a los que se han encontrado en
otros estudios .
23 24 25
26
27 28
Figura 8.
Valores medios de TSH según intervalos gestacionales considerados.
1,50
1,40
1,30
1,20
1,10
1,00
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
Media de TSH
Figura 9.
Valores medios de Tg-Ab según intervalos gestacionales considerados.
1,05
1,00
0,95
0,90
10 semanas 11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
Media de Tg-Ab
Figura 10.
Valores medios de TPO-Ab según intervalos gestacionales considerados.
10 semanas
0,20
0,18
0,16
0,14
0,12
0,10
0,08
11 a 20 semanas 21 a 30 semanas 31 a 36 semanas >36 semanas
SEMANAS GESTACIONALES
Mean of AntiTPO
Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
31
32
Aznar Sauca, Ana; Real López, Elizabet; Álvarez Lahuerta, Rosa; Ibáñez Marco, Raquel; Bocos Terraz, Pilar;
Izquierdo Álvarez, Silvia; Vela Palmer, Rosa Ana
Para esta población, analizando
la TSH, encontramos que la me-
dia se encuentra por debajo del
límite establecido por el fabrican-
te (>2,5), dato importante ya que
se menciona en otro estudio que
la presencia de anticuerpos TPO
y TG pueden aumentar los valo-
res de TSH .
Finalmente, las patologías encon-
tradas en el grupo de gestantes con
anticuerpos antitiroideos elevados,
fueron: 5 Hipotiroidismos (2 con
patología de aborto anterior), 2
Tiroidectomía, 1 Bocio simple, 1
Tiroiditis crónica auto inmune,
1 Hipertiroidismo, 2 Tiroidecto-
mías, 3 Feto muerto, 1 Embarazo
ectópico, 3 Diabetes gestacional,
6 Fibroadenomas en mama, 23
Abortos, 7 Abortos de repetición.
CONCLUSIONES
La muestra poblacional represen-
tativa de las gestantes en la Comu-
nidad Aragonesa presenta las
siguientes características:
Respecto a las razas
El porcentaje de las gestantes per-
tenecientes a la población in -
migrante dentro de la muestra
representativa de la población ges-
tante de la Comunidad de Aragón,
atendida en nuestro centro es de
un 19,25%. Y las razas atendidas
son por orden de frecuencia: Cau-
cásica (española: 977 + países del
Este: 65 = 1.042), Amerindia (73),
Árabe (42), Negra (36) y Oriental
(17).
Respecto a la edad
de las gestantes
La edad de las gestantes está com-
prendida entre 15 y 45 años. Con
una mediana de 31,4 para la mues-
tra poblacional total.
29
I
II
Figura 11. Boxplots para FT3,
medianas según los tres trimestres de gestación considerados.
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
31 a 36 semanas
14 semanas 14 a 28 semanas >28 semanas
TRIMESTRE
FT3 (pg/mL)
31 a 36 semanas
11 a 20 semanas
10 semanas
11 a 20 semanas
Figura 12. Boxplots para FT4,
medianas según los tres trimestres de gestación considerados.
14 semanas 14 a 28 semanas >28 semanas
TRIMESTRE
FT4 (ng/dL)
1,50
1,00
0,50
0,00
11 a 20 semanas
11 a 20 semanas
21 a 30 semanas
21 a 30 semanas
31 a 36 semanas
31 a 36 semanas
10 semanas
11 a 20 semanas
10 semanas
10 semanas
31 a 36 semanas
>36 semanas
21 a 30 semanas
Figura 13. Boxplots para TSH,
medianas según los tres trimestres de gestación considerados.
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
31 a 36 semanas
14 semanas 14 a 28 semanas >28 semanas
TRIMESTRE
TSH (μUI/mL)
31 a 36 semanas
11 a 20 semanas
10 semanas
10 semanas
21 a 30 semanas
21 a 30 semanas
10 semanas
31 a 36 semanas
31 a 36 semanas
31 a 36 semanas
31 a 36 semanas
10 semanas 21 a 30 semanas
33
Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
Respecto a los valores
hormonales de perfil tiroideo
Valores de TSH (tendencia según
las semanas de gestación). Las me-
dianas aumentan progresivamente
según avanza el embarazo, salvo en
el rango (11 a 20 semanas) que
disminuye ligeramente respecto al
rango <10 semanas (hablar de me-
dianas y de valores fuera de rango
en todos los parámetros).
Valores de T3L (tendencia según
las semanas de gestación). Subida
en el intervalo (11 a 20 semanas,
coincide con la bibliografía: au-
mento en la semana 16) y porcen-
taje de altos en raza negra.
Valores de T4L (tendencia según
las semanas de gestación). Se ob-
serva una disminución progresiva
de los valores de la mediana según
avanza el embarazo.
Valores de anticuerpos anti TPO.
Con respecto a la influencia
de la prevención de enfermedad
tiroidea
En una población aparentemente
sana encontramos la suficiente pa-
tología tiroidea en los dos grupos
considerados para el estudio (An-
ticuerpos antitiroideos con valores
normales y anticuerpos antitiroi-
deos elevados), como para poder
ejercer una labor muy eficaz de
prevención por parte de la enfer-
mería, por estar en contacto con el
paciente y ser el grupo trabajador
más adecuado para informar de los
riesgos perigestacionales y en el Re-
cién Nacido.
III
a
b
c
d
IV
Semanas Mediana (años)
Hasta 10 31
11-20 30
21-30 31
31-36 32
>36 33
Tabla 5. % de muestras que se encuentran por encima o por debajo de los
límites de referencia establecidos por el fabricante para TSH, FT4 y FT3,
de acuerdo con el grupo étnico.
Grupo étnico FT4 (ng/dL) FT3 (pg/mL) TSH (µUI/mL)
>1,48 <1,48 >3,71 <3,71 >2,5 <2,5
Caucásica (%) - 92,1 17,42 75,28 11,8 80,9
Árabe (%) - 2,8 0,56 2,29 1,12 1,69
Amerindia (%) - 2,2 1,12 1,12 0,56 1,69
Negra (%) - 1,1 0,56 0,56 0,56 0,56
Oriental (%) - 0,6 0 0,56 0,56 0
Amerindia-
Mulata (%) - 0,6 0 0,56 0,56 0
Tabla 3. Porcentaje de las hormonas tiroideas en función del grupo étnico.
Grupo étnico TSH (µUI/mL) FT3 (pg/mL) FT4 (ng/dL)
>2,5 <2,5 >3,71 <3,71 >1,48 <1,48
Caucásica (%) 3,2 81,2 20,92 63,64 0,39 84,06
Amerindia (%) 0,8 5,7 1,37 5,18 0,0 6,51
Árabe (%) 0,1 3,5 1,56 2,05 0,0 3,6
Negra (%) 0,3 3,0 0,68 2,44 0,0 3,3
Oriental (%) 0,1 1,5 0,49 1,08 0,1 1,36
Gitana (%) 0,1 0,2 0,1 0,2 0,0 0,29
Blanca - 0,2 0,0 0,2 0,0 0,19
Blanca-Gitana - 0,1 0,0 0,1 0,0 0,1
Tabla 4. Valores de las hormonas tiroideas: FT3, FT4 y TSH
en embarazadas con valores elevados de anticuerpos antitiroideos
TPO-Ab y Tg-Ab en función de la edad gestacional considerada.
Hormona Edad Percentil Percentil
Tiroidea gestacional Media Mediana 5,0 95
< 10 3,31 ± 0,58 3,36 2,3 4,3
11 to 20 3,44 ± 0,65 3,59 2,1 4,6
FT3 (pg/mL) 21 to 30 3,24 ± 0,51 3,15 2,3 4,2
31 to 36 3,22 ± 0,47 3,24 2,5 4,1
>36 3,02 ± 0,15 3,02 2,9 -
<10 1,06 ± 0,15 1,06 0,8 1,3
11 to 20 1,01 ± 0,15 1,03 0,7 1,2
FT4 (ng/dL) 21 to 30 0,89 ± 0,97 0,87 0,7 1,1
31 to 36 0,90 ± 0,13 0,86 0,7 1,2
>36 0,90 ± 0,11 0,90 0,8 -
<10 1,75 ± 3,64 1,25 0,2 2,7
11 to 20 1,63 ± 1,30 1,44 0,1 4,5
TSH (µUI/mL) 21 to 30 1,89 ± 0,96 1,62 0,5 3,9
31 to 36 1,72 ± 0,91 1,72 0,4 3,6
>36 1,19 ± 0,62 1,19 0.7 -
<10 semanas (N=63); 11 to 20 semanas (N=33); 21 to 30 semanas (N=34); 31 to 36 semanas
(N=45) and >36 semanas (N=2).
La enfermera está en contacto con
otros grupos de riesgo, principal-
mente la población anciana en la
que según Bibliografía, se ha en-
contrado un porcentaje elevado de
hipotiroidismo, causa de sintoma-
tología que pasando desapercibida
influye en la calidad de vida del pa-
ciente.
Consideramos que se debería incluir
dentro de los Procesos las siguientes
actividades, procedimientos y prác-
ticas ajustándose a la mejor evidencia
disponible (Práctica Clínica Enfer-
mera Adecuada):
El estudio y control seriado de
estos parámetros analíticos tiroi -
deos.
Evaluación y registro de Enfer-
mería del riesgo obstétrico tiroi-
deo.
Evaluación y registro de Enfer-
mería de signos tiroideos.
Aconsejar Educación Maternal
alimenticia y detección de signos
tiroideos.
Valoración de Enfermería de los
desórdenes tiroideos y registro de
los mismos para la prevención
de patología preparto, intraparto,
postparto y en el Recién Nacido.
Sólo con indicar a la población en
riesgo una dieta con sal yodada, va-
29
1
2
3
4
5
Vmos a evitar el hipotiroidismo ges-
tacional, fetal y en la población an-
ciana, además de en la población
en general. Para ello, la enfermería
es el grupo mejor preparado y me-
jor cualificado conociendo los va-
lores de riesgo que indican una
posible patología tiroidea.
De 1.198 muestras analizadas de
gestantes residentes de la Comu-
nidad de Aragón, encontramos que
el 85,22% presenta valores norma-
les para los anticuerpos anti TPO
y anti TG y el 14,77% presentan
resultados positivos, evidenciando
la presencia de enfermedades au-
toinmunes de la tiroides. En la po-
blación con valores normales de
anticuerpos de acuerdo a las edades
gestacionales consideradas los va-
lores de FT4 y TSH si presentan
diferencias estadísticamente signi-
ficativas, al contrario que los valores
de FT3.
Adicionalmente, los datos que se
presentan pueden ser usados como
valores de referencia para nuestra
población y sirven para establecer
los límites para detectar enfermeda-
des tiroideas como la de Graves o
tiroiditis de Hashimoto así como
permitir realizar un asesoramiento
en el riesgo que corre el feto o el
neonato como consecuencia de la
disfunción tiroidea maternal.
30
VI
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Patología tiroidea: el papel preventivo en enfermería
35
RESUMEN
Introducción.
El acto anestésico-quirúrgico es
considerado como un factor que
genera ansiedad en el paciente que
será intervenido. Por ello, la
atención debe enfocarse a
disminuir la ansiedad, con una
adecuada atención hospitalaria y
una consulta preanestésica
eficiente, que a la vez implique la
preparación psicológica y/o
farmacológica del enfermo, con el
fin de disminuir la morbilidad,
reducir costes con estancias cortas y
proporcionar calidad total en la
atención de los pacientes.
Objetivos.
Conocer la influencia de
determinados factores de riesgo y el
nivel de ansiedad rasgo y ansiedad
estado en el pre y postoperatorio de
pacientes sometidos a cirugía
programada, así como la relación
entre los distintos tipos de
ansiedad.
Material y métodos.
Estudio piloto descriptivo,
transversal y observacional
realizado en 30 pacientes con
edades de entre 18 y 80 años
ingresados para intervenciones
quirúrgicas de urología,
traumatología o cirugía general. A
la llegada a quirófano, se
recogieron las variables edad, sexo,
estado civil y servicio de
procedencia. En el pre y
postoperatorio inmediato, la
ansiedad fue evaluada mediante la
aplicación de la encuesta “State
Trait Anxiety Inventory, STAI”.
Resultados.
Predominaron los pacientes del
sexo masculino, de entre 60 y 80
años, casados y del servicio de
cirugía general. La indicación de
tratamiento quirúrgico produce
un aumento del nivel de
ansiedad-estado en el
preoperatorio siendo la tendencia
menor en mujeres, casadas, del
servicio de cirugía general;
disminuyendo la ansiedad en el
postoperatorio.
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 36-51
36
NIVEL DE ANSIEDAD
DEL PACIENTE
QUIRÚRGICO EN
EL PREOPERATORIO
Y POSTOPERATORIO
INMEDIATO Y
FACTORES DE RIESGO
Trabajos originales
MIRIAM NAVAS MONZÓN.
Diplomada Universitaria en Enfermería. Hospital Royo Villanova.
Máster Interuniversitaria de Ciencias de la Enfermería.
Correspondencia
Miriam Navas Monzón
Agustina de Aragón, 14 B-16. 50196 La Muela (Zaragoza)
Teléfono 976 149 923. Móvil 646 849 177
miriamnm@hotmail.com
Accésit. Premio de
Investigación Enfermera
«D. Ángel Andía Leza»
aunque sólo sea por la circunstancia
de aparecer inciertos” .
La ansiedad se puede presentar en
cualquier persona; puede ser transi-
toria, crónica o de ambas formas.
Existen diversos tipos de trastornos
por ansiedad: trastornos de pánico,
fobias, desórdenes por ansiedad ge-
neralizados y trastorno mixto ansioso
depresivo. Se diferencia del miedo
en que este último es un sentimiento
de inquietud y malestar suscitado
por la presencia de un peligro . La
presencia de ansiedad en el periodo
preoperatorio es variable en cada pa-
ciente y depende de varios factores:
edad, sexo, estado socioeconómico,
ocupación, estado físico, tipo de ci-
rugía, temor al ambiente hospitalario,
calidad de la atención médica… .
La admisión de un paciente a un
hospital genera ansiedad. En estu-
dios previos se ha demostrado que,
en sujetos que van a ser sometidos
a cirugía, la ansiedad se presenta por
lo menos una semana antes de su
admisión. El simple hecho de estar
involucrado en un medio descono-
cido como lo es el hospitalario, la
deficiente comunicación por parte
del personal intrahospitalario, la de-
sinformación obtenida por terceras
personas y, sobre todo, el impacto
en la esfera familiar, afectiva, social,
laboral y económica, pueden ser de-
tonantes de ansiedad y, por lo tanto,
presentarse antes de su ingreso al
hospital . Su incidencia varía según
diferentes estudios entre un 10 y un
80%, dependiendo de los métodos
de evaluación utilizados -.
Cuando hablamos de la situación
quirúrgica hacemos referencia a un
concepto amplio que incluye tanto
factores externos al propio individuo
(el hospital, el quirófano y las téc-
nicas aplicar) como factores internos
o individuales (factores de persona-
lidad, percepción de amenaza, per-
cepción de control de la situación…)
que son los responsables de las ma-
nifestaciones de ansiedad.
Dentro de los factores externos en-
contramos los siguientes:
2
3
4
5
126
Inventory State-State of
Spielberger scale.
Results.
We observed male predominance
between 60-80 years old married
men operated from general
surgery. Surgery increases levels of
anxiety at preoperative period.
Married women from general
surgery had lower levels of anxiety
at postoperative period.
Conclusions.
Results show no significative
differences according to tendencies
of each group. In the same way,
it’s not possible to establish
correlation between levels
of each kind of anxiety.
KEY WORDS
Anxiety, surgery, preanesthesia.
INTRODUCCIÓN
Problema de Salud
Durante el período quirúrgico, el
personal de enfermería encuentra
un gran número de diagnósticos de
enfermería siendo el más común en
la práctica totalidad de los casos el
de ansiedad o riesgo de ansiedad en
relación con la intervención quirúr-
gica. Desde el proceso de atención
de enfermería es necesario plantear
la inclusión de este diagnóstico de
forma generalizada en el proceso
de atención del enfermo quirúrgico.
Se entiende por ansiedad: “Estado
en que una persona experimenta un
sentimiento de incomodidad (leve
o intensa) cuyo origen, con fre-
cuencia, es inespecífico o descono-
cido para el individuo” . También
se define como: “Reacción comple-
ja del individuo frente a situaciones
y estímulos actual o potencialmente
peligrosos, o subjetivamente perci-
bidos como cargados de peligro,
1
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
37
Conclusión.
Los resultados arrojan algunas
diferencias de tendencias entre
los grupos, pero no son
estadísticamente significativas.
Asimismo, no se puede establecer
una correlación entre los niveles
de A/R y A/E en el pre y
postoperatorio.
PALABRAS CLAVE
Ansiedad, cirugía, preanestesia, fac-
tores de riesgo.
ABSTRACT
Background.
A patient who is going to be in an
anesthetic and surgery procedure
could generate anxiety. That is
why medical and hospital care
would be guided to decrease this
anxiety; associated with an
efficient preanesthetic evaluation
and a psychological, so as to
decrease morbility, to reduce costs
by shorts stays at hospital and to
provide high quality attention to
patients.
Objectives.
To know the influence of some risk
factors and the level of anxiety at
the preoperative and postoperative
period in patients having a
programmed operation, as well as
relation between all different
kinds of anxiety.
Material and methods.
This descriptive, transversal and
observational pilot study was
evaluated in 30 patients, between
18-80 years old, from urology,
traumatology and general surgery.
At arrival to operation room, age,
sex, marital statuts and type of
surgery were registered from each
patient. The level of anxiety of the
individuals was evaluated during
preoperatory and postoperatory
period by using the Trait Anxiety
n Ambiente extraño: referido por
una parte al ambiente hospitalario,
que requiere del individuo un es-
fuerzo adicional de adaptación en
aspectos tales como cambios en los
hábitos de comer, interacciones con
extraños, confusión, frecuente sen-
tido de pérdida de control y por
otra, al propio quirófano como ele-
mento extraño.
n Falta de intimidad: las habita-
ciones compartidas, la circulación
de personas tanto profesionales co-
mo familiares de otros pacientes
contribuyen a esta falta de intimi-
dad experimentada por el paciente,
la cuál se hace más patente en los
pacientes quirúrgicos.
n Sometimiento a técnicas : que
incluyen miedos relativos al empleo
de la anestesia (miedo a no despertar
o a despertar antes de que termine
la intervención o de que ésta em-
piece antes de estar dormido, miedo
a lo nuevo o a lo desconocido, mie-
do a sentir vómitos o malestar tras
la intervención y finalmente, miedo
a hablar y decir cosas no deseadas
durante la intervención). Dentro de
este apartado también se incluye el
grado de invasividad que implica la
propia técnica quirúrgica, de manera
que cuanto más invasiva sea la téc-
nica mayor es la ansiedad experi-
mentada por el paciente.
n Ausencia de apoyo social: la au-
sencia de soporte social (familiar o
de otro tipo) es otro de los elemen-
tos que condiciona las manifesta-
ciones de ansiedad.
Dentro de los factores internos
identificamos los siguientes:
n Personalidad tipo A: aquellas
personas con las características típicas
de este patrón de personalidad (im-
paciencia, urgencia temporal, sobre-
esfuerzo por el logro, competitividad
excesiva, agresividad y hostilidad,
entre otras) son más propensas a ex-
perimentar reacciones de ansiedad.
n Locus de control interno (LCI):
hace referencia a una característica
de personalidad según la cuál el in-
dividuo tiene habitualmente una
1413
n Afrontamiento centrado en la
emoción: el tipo de afrontamiento
es otra característica de personali-
dad referida a la “forma básica”
que tienen las personas de afrontar
o encajar los acontecimientos de
la vida. Cuando en esta “forma bá-
sica” predominan las reacciones
emocionales (frente a las racionales)
sean positivas o negativas, se habla
de “afrontamiento centrado en la
emoción”. Así, las personas con es-
tilos de afrontamiento centrados
fundamentalmente en la emoción,
son más susceptibles de experimen-
tar ansiedad ante situaciones como
la que estamos considerando, la si-
tuación quirúrgica.
Esta ansiedad puede desaparecer en
el periodo postoperatorio, cuando
el paciente recupera el estado de
alerta y revalora que su entorno no
presenta cambios importantes que
le signifique modificación de sus há-
bitos de vida previos . Para afrontar
esto, los pacientes movilizan sus
recursos emocionales y pueden
adaptarse a los requerimientos del
proceso perioperatorio en el que se
encuentran. Sin embargo, este pro-
ceso de adaptación resulta no siem-
pre exitoso, ya que el paciente ignora
a qué se enfrentará exactamente en
la mayoría de las ocasiones . En este
caso, se encuentra en una realidad
que puede ser una amenaza y crearle
conflicto desde el punto de vista :
n Físico: con aumento de la fre-
cuencia cardiaca, ritmo respiratorio
acelerado, palmas húmedas, movi-
mientos constantes de manos y
piernas, habla continua, inquietud,
alteración en el patrón de sueño,
miccionar con frecuencia, altera-
ción de la integridad cutánea, in-
movilidad, deprivación del sueño…
n Psíquico: manifestado por mie-
do, dolor, pérdida de intimidad,
alteración de las emociones, ame-
naza, confusión, incertidumbre
presente y futura…
n Social: padeciendo desubicación
del entorno, normas, situación
desconocida, interrupción de su
5
18
19
fuerte necesidad de sentir que posee
el control de las cosas que le suce-
den. Es obvio pues que las personas
con LCI experimentan con más fa-
cilidad ansiedad o estrés puesto que
tal y como está concebida actual-
mente la atención quirúrgica, el in-
dividuo que va a ser sometido a una
intervención, posee escaso o ningún
control sobre el proceso en cual-
quiera de sus fases (escaso o ningún
conocimiento sobre: la técnica a rea-
lizar, el ambiente del quirófano, las
sensaciones a experimentar tras la
intervención, el tipo de cuidados de
que dispondrá una vez realizada la
intervención y dónde le serán prac-
ticados…). En nuestro medio em-
piezan a protocolizarse las visitas
preoperatorias como forma habitual
de atención por lo que sería de
esperar que la ansiedad consecuente
a la falta de información en aquellas
personas con LCI no se produzca
o al menos no sea relevante.
n Ansiedad-Rasgo elevada: aquellas
personas que puntúan alto en ansie-
dad como característica de persona-
lidad (A-R) son más propensas a
manifestar ansiedad situacional, ya
que perciben muchas más situacio-
nes como “amenazadoras” . Así,
la situación quirúrgica es percibida
por las personas con A-R elevada co-
mo más amenazante que aquellas
personas con A-R baja.
n Escasa tolerancia a la ambigüe-
dad: la tolerancia a la ambigüedad
es una característica de personalidad
que hace referencia al grado de adap-
tabilidad de una persona a diversas
circunstancias cambiantes, o sea, su
grado de flexibilidad para encajar los
cambios. En la situación quirúrgica,
la tolerancia a la ambigüedad debe
entenderse como el grado en que
una persona acepta o se adapta a los
posibles cambios que se pueden ope-
rar en su estado de salud (compli-
caciones quirúrgicas) y que modifican
la evolución previsible. De esta for-
ma, cuanto menos tolerante a la am-
bigüedad sea la persona, mayor
probabilidad tiene de experimentar
ansiedad en la situación quirúrgica.
1615
1713
38
Navas Monzón, Miriam
39
estilo de vida, separación de fami-
lia/amigos…
n Espiritual: mediante una puesta
a prueba de las creencias y valores,
separación de los lazos culturales y
religiosos…
Asimismo la ansiedad en el período
preoperatorio puede desencadenar
en el organismo una respuesta que
se englobaría dentro de la reacción
general al estrés, con descarga de
catecolaminas, hiperactividad sim-
pática, hipermetabolismo, cambios
neuroendocrinos (elevación del
cortisol, ACTH, glucagón, aldos-
terona, vasopresina, prolactina,
hormona antidiurética, resistencia
a la insulina…), alteraciones hidro-
electrolíticas (descenso del potasio
sérico, retención hidrosalina) y mo-
dificaciones inmunológicas .
Todo ello ocasiona, a corto y largo
plazo, alteraciones en el equili brio
tanto físico como psíquico del
paciente que pueden acarrear com-
plicaciones en el período postope-
ratorio. Puede repercutir en el
curso evolutivo intraoperatorio en
forma de una mayor incidencia de
ines tabilidad hemodinámica, o re-
querimiento de mayor dosis de fár-
macos , y en el postoperatorio,
con trastornos de comportamiento
que pueden interferir en la recupe-
ración del paciente.
Por lo general, en el origen del diag-
nóstico existen múltiples factores.
Escuchar y ayudar a la persona a
identificarlos y afrontarlos, con fre-
cuencia, ayuda a reducir este proble-
ma . Pero también existen técnicas
para prevenir los factores que de -
sencadenan el problema. Una mejor
preparación psicológica del paciente,
consistente en facilitar la informa-
ción, apoyo psicológico en todo
proceso quirúrgico y sobre las sen-
saciones que se van a experimentar,
equilibra las características estresantes
de la cirugía disminuyendo así el gra-
do de ansiedad del individuo . Todo
ello sólo es posible gracias al esta-
blecimiento de una relación de co-
municación efectiva entre el personal
sanitario y el paciente.
20
21
1
2
la medicación existen distintos pro-
cedimientos psicológicos que han
resultado de utilidad en el manejo
de la ansiedad quirúrgica.
Respecto a la influencia de las inter-
venciones de enfermería, Marín Ro-
mero realizó un estudio sobre la
ansiedad de los pacientes interveni-
dos de prótesis total de rodilla cuyos
resultados no confirman la hipóte -
sis de que la intervención de la en-
fermera en pacientes quirúrgicos
disminuya significativamente la an-
siedad en el proceso asistencial. Se-
gún estos resultados, es importante
tener en cuenta la personalidad de
los pacientes y su individualidad.
Grados elevados de ansiedad-rasgo
proporcionan mayor grado de an-
siedad-estado en el preoperatorio,
de manera que es conveniente co-
nocer la ansiedad-rasgo del paciente
para enfocar la visita enfermera.
La revisión sistemática “Experiencia
sobre la visita prequirúrgica: una
revisión de evidencias” apoya que,
con los datos de esta revisión, no
se puede recomendar la visita pre-
quirúrgica sistemática para todo
paciente de cirugía programada.
Con la experiencia de las enferme-
ras, una vez considerados los re-
cursos necesarios, recomienda la
visita informativa o Tipo I y la visita
terapéutica o Tipo II. Parece clara
la existencia de una relación entre
la satisfacción del paciente y la visita
informativa. La visita hace que el
paciente perciba una mayor calidad
del servicio, siente un trato más in-
dividualizado. El entrenamiento,
el consejo, el asesoramiento o la
formación en autocuidados, pue-
den tener efectos beneficiosos en
los resultados postoperatorios en
pacientes seleccionados y/o en
problemas bien definidos. Posible-
mente intervenciones mínimas en
visitas Tipo II permitan obtener re-
sultados postoperatorios favorables
medidos en el paciente (autocui-
dados, adherencia al tratamiento,
prevención de efectos adversos).
En una revisión sobre la educación
al paciente en estos tópicos, Web-
ber GC concluye que, en general,
19
24
25
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
Problema de Investigación
Reducir los niveles de ansiedad, al
igual que el manejo del dolor, son
factores importantes para disminuir
la morbilidad, reducir costes con es-
tancias cortas y proporcionar calidad
total en la atención de los pacientes.
Existen numerosos estudios que de-
muestran que el estado psicológico
prequirúrgico, en especial la ansie-
dad, incide en la recuperación post-
quirúrgica. Cuanta más ansiedad
experimenta el paciente antes de la
operación, más larga y difícil suele
ser la convalecencia .
La revisión sistemática llevada a cabo
por Smith y Pittaway pone de ma-
nifiesto que un 20% de los pacientes
que se someten a cirugía ambulatoria
habrían preferido recibir “alguna co-
sa” antes de la cirugía para aligerar
su ansiedad. El concepto de “alguna
cosa” expresado por los pacientes
hace referencia a algún tipo de me-
dicación ansiolítica, pero además de
22
23
la educación preoperatoria se asocia
a un beneficio en la mejoría tanto
objetiva como subjetiva en el pro-
ceso de recuperación del paciente.
Por otro lado, existe la controversia
acerca de si la información previa
beneficia a todos los pacientes pues,
para algunos de ellos, pudiera in-
ducirse un estrés de mayor magni-
tud al sentirse agobiados con tanta
información o con la información
que no desean escuchar.
En este sentido, Lonsdale M. rea-
lizó una investigación en Canadá y
Escocia y analizó si los pacientes de-
seaban información acerca de la
anestesia. Sus hallazgos sugieren que
los pacientes de ambos países, me-
nores de 50 años, tuvieron mayor
agrado de recibir la información que
aquellos de mayor edad. En Cana-
dá, los pacientes del sexo femenino
fueron más incisivos para recibir in-
formación preoperatoria que los
hombres del mismo grupo. Tam-
bién observaron que el detallar las
complicaciones peligrosas de la anes-
tesia y la cirugía fueron valoradas
como de baja prioridad, pero los as-
pectos del postoperatorio como son
la relación a comer y beber se les
asignó un valor alto. Por último, en
ambos países la mayoría de los pa-
cientes otorgó gran importancia a
la entrevista con el anestesiólogo,
previa a la cirugía. Llama la atención
en este estudio que el grupo de pa-
cientes de Escocia contestaron no
saber como opción a preguntas di-
versas en relación con el proce-
dimiento anestésico. Los autores
suponen que esta diferencia puede
atribuirse al interés sobre los dere-
chos y legislación acerca de los ser-
vicios de salud; es decir, existen
diferencias en la educación para la
salud en cada uno de los países.
En otro estudio para observar el
efecto de la información preanes-
tésica en el estado emocional de los
pacientes, Elsass y cols. , evaluaron
la ansiedad de los pacientes me-
diante el cuestionario “State-Trait
Anxiety Inventory, STAI” de Spiel-
berger y un cuestionario preanes-
tesia. Los autores observaron que
26
27
A pesar de que mucho se ha avan-
zado en la farmacología de los
medicamentos empleados para com-
batir la ansiedad en este periodo, po-
co se sabe sobre la frecuencia o la
etiología de la misma . En cambio,
se ha observado una progresiva evo-
lución en la implementación de es-
trategias para disminuir su aparición,
como pueden ser: la información au-
diovisual con material didáctico con
realización de visitas guiadas previas
en salas de operaciones , o la ins-
trucción a través de hipnosis por me-
dio de grabaciones que cada paciente
escucha previamente a su cirugía .
En la mayoría de las ocasiones, la
valoración de nivel de ansiedad y
las actuaciones sanitarias realizadas
con el fin de controlarla se llevan a
cabo el día anterior a la cirugía. Por
tanto, gran parte de los estudios
donde se emplean estas técnicas psi-
cológicas lo que, en realidad, mues-
tran es que es la ansiedad del día
anterior de la intervención la que
disminuye gracias a las mismas .
Sin embargo, probablemente el mo-
mento de toda la hospitalización en
el que el paciente experimenta más
ansiedad es justo antes de la cirugía;
es decir, mientras se encuentra es-
perando para ser intervenido. Por
consiguiente, sería conveniente que
las técnicas psicológicas también se
diseñaran con el objetivo de dismi-
nuir la ansiedad sufrida en ese pre-
ciso instante. Para ello sería necesario
evaluar la ansiedad inmediatamente
antes de la intervención .
Consideramos que es de notable
importancia reorientar y/o crear
protocolos de actuación prequirúr-
gica incidiendo en el aspecto psi-
cológico y formativo del sujeto
justo antes de la intervención, pro-
porcionándole información del
proceso al que va a ser sometido,
ofertando apoyo psicológico y téc-
nicas de afrontamiento, psicopro-
filaxis quirúrgica, solventándole
dudas e inquietudes, con lo que
mejorará la calidad de los cuidados
que se le proporcionan.
35
33
34
5
35
los pacientes con un alto nivel de
información, mostraron una pe-
queña y no significativa reducción
de la ansiedad en el curso de la pre
a la postanestesia, comparada con
la de los pacientes que recibieron
la información de rutina.
Por su parte Moerman y cols. eva-
luaron el nivel de ansiedad y el re-
querimiento de información en la
fase preoperatoria. Las mujeres tu-
vieron mayor ansiedad que los hom-
bres; los pacientes que presentaron
un requerimiento alto de informa-
ción, tenían un alto nivel de ansie-
dad; y, además, los pacientes que
nunca se habían sometido a una
operación, requerían un nivel sofis-
ticado de información, más que
quienes habían experimentado una
intervención quirúrgica previa.
Spring postula que la información
médica, además de elevar los nive-
les de ansiedad del paciente, puede
contribuir a aumentar el número
de complicaciones en el período de
postoperatorio. Otro autor en esa
misma línea es Alfidi , quien en-
cuentra que en un 35% de pacien-
tes se elevó la ansiedad de forma
cuantitativa tras ser informados de
su enfermedad y del tratamiento.
Podemos notar la discrepancia
acerca de la utilidad de proporcio-
nar información previa a la cirugía,
tanto en la cantidad como en la
cualidad, lo cual puede explicarse
si se toman en cuenta las diferentes
características individuales, cultu-
rales, idiosincrásicas y otras de los
sujetos que han sido incluidos en
los estudios referidos.
A raíz de la relación entre ansiedad
y recuperación, también se han lle-
vado a cabo numerosas investiga-
ciones con el objetivo de diseñar
técnicas psicológicas para reducir
la ansiedad y, de esta forma, facilitar
la recuperación. La inmensa ma -
yoría de estos trabajos ponen en
evidencia la eficacia de dichas tera-
pias y coinciden en el aumento
del bienestar y de la satisfacción de
los pacientes en el postoperatorio.
30
3231
28
29
40
Navas Monzón, Miriam
41
Para ello, debemos conocer el es-
tado actual del tema. Así vamos a
realizar un estudio piloto de un fu-
turo proyecto de investigación que
realizará una descripción detallada
del nivel de ansiedad del paciente
quirúrgico y sus posibles factores
de riesgo. Este proyecto de inves-
tigación podría ser considerado co-
mo un preámbulo de otros futuros
sobre la eficiencia de técnicas y ha-
bilidades enfermeras en relación
con la disminución de la ansiedad
en el preoperatorio inmediato.
Escala de medida utilizada
La ansiedad suele ser evaluada me-
diante escalas que nos proporcionan
diversos cuestionarios tales como:
Rating Scales of Zung, la Escala de
medici a través de cuestionarios.
Existen diversas pruebas para medir
la ansiedad: Rating Scales of Zung,
la Escala de medición de estresores
vitales, la Escala de analogía linear
de Aitken y la Escala de ansiedad de
Hamilton. De todas ellas, sin duda
alguna, la más utilizada por su fia-
bilidad y validez es la escala del
“State-Trait Anxiety Inventory –
STAI” (inventario de ansiedad es-
tado y rasgo), de Spielberger.
Es un inventario de carácter psico-
métrico que comprende escalas se-
paradas de autoevaluación que
miden dos conceptos independientes
de la ansiedad, como estado y rasgo.
Aunque originalmente fue ideado
como instrumento para investigar
los fenómenos de la ansiedad en
adultos “normales” (sin alteraciones
psiquiátricas), el STAI ha mostrado
ser útil para medir ambos conceptos
en diversos grupos clínicos.
La ansiedad Estado está concep-
tualizada como un estado o con-
dición emocional transitoria del
organismo humano, que se carac-
teriza por sentimientos subjetivos,
conscientemente percibidos, de
tensión y aprensión, así como por
una hiperactividad del sistema ner-
vioso autonómico. Puede variar
17
METODOLOGÍA
Se trata de un estudio piloto trans-
versal descriptivo que recoge infor-
mación acerca del nivel de ansiedad
durante el pre y postoperatorio in-
mediato de los pacientes interveni-
dos quirúrgicamente, y su relación
con datos sociodemográficos como
su edad, sexo y estado civil. El es-
tudio piloto ha sido realizado du-
rante el mes de marzo de 2008. El
estudio definitivo abarcaría la tota-
lidad de los pacientes intervenidos
quirúrgicamente y que cumpliesen
los criterios de inclusión y exclusión
durante el período de un año.
Se han analizado una serie de 30 pa-
cientes intervenidos quirúrgicamen-
te. Inicialmente, la muestra ascendía
a 37 pacientes de los cuales siete fue-
ron perdidos ya que dos pasaron di-
rectamente de quirófano a UCI y
cinco revocaron el consentimiento
informado por considerar que no se
encontraban preparados para conti-
nuar la entrevista tras iniciarla. Los
pacientes del estudio procedían de
los servicios de: urología, cirugía ge-
neral y traumatología. Los 30 casos
finales forman una muestra piloto
con el fin de realizar un ensayo del
cuestionario utilizado y del estudio
de pacientes incluidos en el progra-
ma de intervenciones quirúrgicas de
ese período de tiempo.
Una vez planteado el estudio nos
pusimos en contacto con las Super-
visoras del Bloque Quirúrgico y la
Dirección de Enfermería del hospi-
tal para darles a conocer los objeti-
vos de nuestro estudio, y obtener el
permiso correspondiente para la rea-
lización del trabajo de campo.
Todos los pacientes que participaron
en el estudio se encontraban en el
período preoperatorio en la unidad
de preanestesia y postopera torio en
la sala de recuperación postanestésica
(que no superó en ningún caso las
tres horas de duración) tras serles
realizados, de forma programada y
no urgente, una de las siguientes
intervenciones: co lecistectomía la-
paroscópica, sig moidectomía, he-
con el tiempo y fluctuar en inten-
sidad. Responde informando sobre
la intensidad con que aparecen en
un momento determinado senti-
mientos o sensaciones de ansiedad
(nada, algo, bastante, mucho).
La ansiedad Rasgo señala una re-
lativamente estable propensión an-
siosa por la que difieren los sujetos
en su tendencia a percibir las situa-
ciones como amenazadoras y a ele-
var, consecuentemente, su ansiedad
Estado. Indica cómo se siente ha-
bitualmente (casi nunca, a veces, a
menudo, casi siempre).
En general, los sujetos con mayor
ansiedad rasgo presentarán una ma-
yor ansiedad estado que los sujetos
con menor ansiedad rasgo, porque
los primeros ven muchas más situa-
ciones amenazadoras.
Respecto a la consistencia interna
del cuestionario, los índices del coe-
ficiente “alfa” de Cronbach (obte-
nidos mediante la fórmula KR-20)
hallados en muestras de sujetos nor-
males son bastante buenos (entre
0,83 y 0,92). También se ha com-
probado que las puntuaciones ob-
tenidas al evaluar cualitativamente
la ansiedad postquirúrgica, se corre-
lacionan significativamente con las
obtenidas al utilizar la escala STAI-
estado 3 días después de la inter-
vención (correlación de Pearson
r=0,37; p=0,01) .
OBJETIVOS
n Valorar y comparar el nivel de an-
siedad del paciente en el instante pre-
vio a la cirugía y el obtenido en la
sala de recuperación postanestésica.
n Estudiar la posible relación de
factores de riesgo como la edad, el
sexo, el estado civil y el servicio de
procedencia en el nivel de ansiedad
del paciente quirúrgico.
n Investigar la posible relación de
dependencia entre A/R, A/E en
el preoperatorio y A/E en el post-
operatorio.
22
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
morroidectomía, fistulectomía anal,
cierre de estoma de intestino grueso,
reparación de hernia inguinal, re -
sección transureteral de próstata,
resección transureteral de vejiga, ne-
frectomía parcial, nefroureterecto-
mía, uretrotomía, prótesis total de
rodilla, prótesis total de cadera, ex-
ploración de vaina de tendón de ma-
no, extirpación de ganglio linfático
cervical. Se rechazaron aquellos pa-
cientes que fuesen intervenidos de
cirugía mayor ambulatoria o de ur-
gencia al considerar una diferencia
significativa en el nivel de ansiedad
con aquellos que siguen el protocolo
ordinario de ingreso en el hospital
para cirugía programada.
Los criterios de inclusión que se
usaron a la hora de concretar qué
pacientes pasaban a formar parte
del estudio fueron:
n Aceptación libre para participar
en el estudio.
n Tener una edad comprendida en-
tre 18 y 80 años inclusive.
n Cirugía programada con ingreso.
n Procesos quirúrgicos en los que
se utilice anestesia general y/o lo-
corregional.
Los criterios de exclusión que deter-
minaban aquellos pacientes que no
formarían parte del estudio fueron:
n Tener una grave discapacidad sen-
sorial que dificultara la comprensión
y la realización de las pruebas usa-
das (p. ej.: sordera grave).
n Pacientes con antecedentes de
base de trastornos cognitivos.
n Pacientes con antecedentes de
trastorno psiquiátrico agudo o cró-
nico deteriorante.
n Cirugía mayor ambulatoria.
n Cirugía de urgencia.
A todos los pacientes se les realizó
una batería de pruebas: el Inven-
tario de Ansiedad Estado-Rasgo
(State-Trait Anxiety Inventory,
STAI), pasando los tests rasgo y
estado antes de la intervención qui-
rúrgica y el test estado en el post-
operatorio inmediato.
estado civil y el servicio de proce-
dencia. Las variables dependientes
han sido el grado de ansiedad-ras-
go, el grado de ansiedad-estado
preoperatorio y el grado de ansie-
dad-estado postoperatorio. Asimis-
mo, la ansiedad-rasgo también ha
sido tratada como independiente
de la ansiedad-estado en el pre y
postoperatorio.
Las variables sexo, estado civil y ser-
vicio de procedencia se han descrito
mediante frecuencias relativas al ser
menor de cien el número de indivi-
duos que formaban la muestra. Así
mismo, la edad se ha descrito me-
diante media ± desviación estándar.
Las variables referentes a la ansiedad
han sido recodificadas de dos formas
distintas: en un primer momento
como “no ansiedad”, “ansiedad mo-
derada” y “ansiedad marcada”, des-
pués y dado el escaso número de
pacientes como “no ansiedad” y
“si ansiedad”, mediante la reunifi-
cación de las variables “ansiedad mo-
derada” y “ansiedad marcada” en
una única variable debido a que la
“ansiedad marcada” era muy baja
llegando incluso a anularse en alguna
casilla.Para el análisis de las variables
cualitativas se ha usado el Chi-cua-
drado, estableciendo un índice de
confianza del 95% .
Como complemento al no tratarse
de una distribución normal puesto
que la muestra es reducida, hemos
realizado la prueba estadística no
paramétrica U de Mann-Withney
para obtener una comparación en-
tre el nivel de ansiedad en cada pa-
*
En la tipificación española se ha creí-
do más conveniente obtener las
puntuaciones transformadas en las
escalas de centiles y decatipos. La
puntuación centil indica el tanto por
ciento del grupo normativo al que
un sujeto determinado es superior
en la variable apreciada por el test:
los centiles no forman una escala tí-
pica, sino ordinal, y no pueden em-
plearse para calcular promedios con
los centiles obtenidos en otras va-
riables. Las puntuaciones decatipos
constituyen una escala típica de diez
puntos (media=5,50, desviación=2)
que puede ser fácilmente compren-
dida por el público en general. Se
considera que no presenta ansiedad
si los valores obtenidos están entre
0-4, rasgos moderados de ansiedad
si lo están entre 4-7 y ansiedad muy
marcada cuando están entre 7-10
(valorada en decatipos) .
Primero, se realizó una primera vi-
sita al ingreso con el fin de explicar
a todos los pacientes el propósito
del estudio y pedirles su consen-
timiento para participar en él.
El mismo día de la intervención en
la sala de acogida prequirúrgica, se
les realizó la evaluación de los ni-
veles de ansiedad-rasgo y ansiedad-
estado mediante los cuestionarios
STAI-rasgo y STAI-estado. Asimis-
mo se registró la intervención qui-
rúrgica, la edad, el sexo y el estado
civil de cada paciente.
Posteriormente, una vez finalizada
la intervención quirúrgica y tras pa-
sarles el cuestionario de Aldrete ob-
teniendo una puntuación máxima
al alta de la Unidad de Reanima-
ción Post-Anestésica, se realizó a
todos los pacientes el test de STAI-
estado para valorar el nivel de an-
siedad en ese momento.
Los datos de la encuesta así como
los valores de la escala STAI (an-
siedad-rasgo y ansiedad-estado) se
introdujeron en la base de datos
EXCEL y para su análisis se utilizó
el programa estadístico SPSS para
Windows versión 15.0.
Se han considerado como variables
independientes la edad, el sexo, el
36
42
Navas Monzón, Miriam
* Puesto que se trata de una muestra piloto
relativamente baja, no hemos podido tener
en cuenta el grado de significación obtenido
ya que en numerosas ocasiones el porcen-
taje de frecuencias esperadas inferiores a
5 era superior al 20% y, por lo tanto, no po-
díamos aplicar el Chi-cuadrado al estudio
piloto. Se debe tener en cuenta que esta
prueba será la que se use en el estudio final,
solventando este inconveniente al aumentar
la muestra. Por ello, hemos expuesto los
resultados como tendencias teniendo en
cuenta las frecuencias relativas obtenidas.
43
so con la edad, el sexo, el estado
civil y el servicio de procedencia.
Para analizar el grado de relación
entre la A/R y la A/E en el preope-
ratorio, la A/R y la A/E en el post-
operatorio, y la A/E en el pre y
postoperatorio, se ha utilizado la prue-
ba estadística de Spearman por tratarse
de una distribución no normal.
Los datos de la encuesta así como
los valores de la escala STAI (an-
siedad-rasgo y ansiedad-estado) se
introdujeron en la base de datos
EXCEL y para su análisis se utilizó
el programa estadístico SPSS para
Windows versión 15.0.
RESULTADOS
Del total de pacientes, 21 eran hom-
bres (70%) y 9 mujeres (30%). La
edad media era de 62,67 ± 11,949
años, siendo el rango de 32 a 80
años. En cuanto a la distribución por
edades, el 50% se encontraba entre
los 63 y los 80 años. En concreto:
el 6,6% de los pacientes entre los 30
y los 44 años; el 16,5% entre los 45
y los 54 años; el 26,6% entre los 55
y los 64 años; el 33,2% entre los 65
y los 74 años y, finalmente, el 16,7%
eran pacientes mayores de 75 años.
En relación al estado civil, 23 pa-
cientes estaban casados (76,7%), 4
solteros (13,3%) y 3 viudos (10,0%).
La distribución de servicios fue la
siguiente: 11 pacientes de urología
(36,7%), 14 pacientes de cirugía
general (46,7%) y 5 pacientes de
trauma (16,7%).
La muestra presenta la siguiente
distribución de ansiedad rasgo: el
16,7% no presenta ansiedad, el 50%
presenta ansiedad moderada y el
33,3% ansiedad marcada.
Respecto a la ansiedad estado du-
rante el preoperatorio, la mayoría
de la muestra no presenta ansiedad
(80%) frente al 16,7% que la tiene
moderada y el 3,3% marcada.
Durante el postoperatorio, se ob-
serva una disminución brusca de la
ansiedad marcada quedando nula
(0%) y pasando a ansiedad mode-
rada (20%) manteniéndose el nivel
de no ansiedad en el 80%.
Tras recodificar las variables anteriores
en “no ansiedad” y “sí ansiedad” se-
gún la existencia o no de ansiedad en
cada una de las etapas, los resultados
son los que detallamos a continuación:
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
Gráfico 1.
Mujer
30% Hombre
70%
Sexo
Gráfico 2.
6
5
4
3
2
1
0
Frecuencia
Edad
30 40 50 60 70 80
Gráfico 3.
Casados
76,7%
Solteros
13,3%
Viudos
10%
Estado civil
Gráfico 4.
Urología
15,0
12,5
10,0
7,5
5,0
2,5
0Trauma
Cirugía gral.
Frecuencia
Servicio de procedencia
Gráfico 5.
Ansiedad
moderada
50%
Ansiedad marcada
33,3%
No ansiedad
16,7%
A/R codificado
Gráfico 6.
Ansiedad
moderada
50%
Ansiedad marcada
33,3%
No ansiedad
80%
A/E pre codificado
Gráfico 7.
Ansiedad
moderada
20% No ansiedad
80%
A/E post codificado
Gráfico 9.
Ansiedad
20%
No ansiedad
80%
A/E pre ansiedad si-no
Gráfico 10.
Ansiedad
20% No ansiedad
80%
A/E post ansiedad si-no
Gráfico 8.
Ansiedad
83,3%
No ansiedad
16,7%
A/R ansiedad si-no
Distribución de pacientes sin ansiedad
A/R A/E pre A/E post
Sexo Hombre 0,10 0,76 0,81
Mujer 0,33 0,89 0,78
Estado civil Soltero 0,25 0,75 0,75
Casado 0,13 0,83 0,78
Viudo 0,33 0,67 1,00
Servicio de Urología 0,18 0,55 0,73
procedencia C, General 0,21 1,00 0,86
Traumatología 0,00 0,80 0,80
Navas Monzón, Miriam
44
relación entre el nivel de ansiedad
del paciente quirúrgico y las varia-
bles edad, sexo, estado civil y ser-
vicio de procedencia.
Asimismo, no se puede establecer
una correlación entre los niveles de
la A/R y la A/E en el pre y post-
operatorio, ni entre estos dos últi-
mos. Esto difiere con lo aportado
por Elssas y col 37 que sugieren
un gran aumento de la ansiedad
posterior a la intervención, debido
a que la información no es efectiva
ya que toda ella está dirigida al
procedimiento quirúrgico y anes-
tésico y muy poco a las sensaciones
más relevantes que experimentarán
en el postoperatorio (dolor, náu-
seas, somnolencia…).
Puesto que se trata de un estudio
piloto con una muestra reducida y
una distribución no normal, con-
sideramos que los resultados en el
estudio final pueden variar consi-
derablemente al aumentar la mues-
tra a la totalidad de los pacientes
intervenidos quirúrgicamente du-
rante el período de un año y que
cumplan los requisitos marcados
en los criterios de inclusión y ex-
clusión. En general, el nivel de
ansiedad rasgo ha sido elevado lle-
gando al 83,3%, siendo levemente
superior en el sexo masculino. Se
debe tener en cuenta que este ni-
vel de ansiedad se encuentra re -
lacionado con la personalidad e
individualidad del paciente. Res-
pecto al nivel de ansiedad estado
se han obtenido cifras relativamen-
te bajas (sólo el 20% de la muestra
ha presentado algún tipo de ansie-
dad) tanto en el preoperatorio co-
Según los resultados expuestos en
la tabla superior, las mujeres presen-
tan un menor grado de ansiedad
rasgo y ansiedad estado en el perío-
do preoperatorio. Sin embargo, la
tendencia se invierte en la ansiedad
estado en el período postoperatorio
siendo la diferencia mínima.
Respecto al estado civil, los pacien-
tes viudos obtienen unos valores
menores de ansiedad rasgo y ansie-
dad estado en el postoperatorio;
mientras que los casados obtienen
cifras más bajas de ansiedad estado
en el preoperatorio.
Teniendo en cuenta el servicio de
procedencia, los pacientes interve-
nidos de procesos de cirugía gene-
ral presentan un nivel menor de
ansiedad rasgo y ansiedad estado
tanto en el pre como en el post-
operatorio.
El análisis estadístico de esta mues-
tra mediante la U de Mann With-
ney expone que no hay una rela-
ción significativa entre el grado de
ansiedad y las variables edad, sexo,
estado civil y servicio de proceden-
cia.
Finalmente, tras realizar la prueba
de Spearman, se han obtenido co-
rrelaciones muy bajas entre la A/R
y la A/E en el pre y postoperatorio,
y correlaciones bajas entre la A/E
en el pre y en el postoperatorio.
DISCUSIÓN
Los resultados del estudio piloto
no confirman la existencia de una
n El 16,7% no presenta ansiedad ras-
go frente al 83,3% que sí la presenta.
n Respecto a la ansiedad estado du-
rante el preoperatorio, el 80% de
la muestra no presenta ansiedad
frente al 20% que sí sufre de ella.
n Durante el postoperatorio, se ob-
serva un mantenimiento de los ni-
veles de ansiedad en relación con
el preoperatorio quedando el 80%
de la muestra sin ansiedad frente al
20% que sí la padece.
mo en el postoperatorio. Un nivel
de ansiedad mínimo favorece la re-
cuperación del paciente ya que lo
mantiene en un estado de alerta
idóneo para mantener su equili-
brio interno. Cabe destacar los ba-
jos niveles de ansiedad marcada
que llegan incluso a anularse en el
postoperatorio y que puede consi-
derarse como un factor positivo.
Podemos hablar de tendencias fi-
jándonos en las frecuencias relati-
vas obtenidas tras estudiar cada
variable.
A diferencia de nuestros resultados
en los que la diferencia por sexos
no es significativa y en los que las
mujeres presentan una tendencia
menor a la ansiedad, la bibliografía
describe que el nivel de ansiedad
es más alto en mujeres con una
media de 1,7 puntos de nivel de
ansiedad más que los hombres.
La diferencia es estadísticamente
significativa en estos estudios
(p<0,01) . Se debe tener en cuen-
ta que el número de mujeres de
nuestro estudio piloto fue inferior
al de varones (70%) siendo inversa
la proporción la de los estudios
comparados, lo que puede modi-
ficar los resultados finales no sien-
do similares las muestras de ambos
estudios.
Otra de las variables secundarias a
estudio es el estado civil. No exis-
ten diferencias significativas, pero se
debe comentar que se realizó el es-
tudio a más personas casadas, lo
que puede producir un aumento en
la ansiedad estado de este grupo. A
diferencia de otros estudios , los
resultados obtenidos proporcio-
nan un nivel menor de la ansiedad
en el grupo de pacientes viudos
en la ansiedad rasgo y en la ansie-
dad estado postoperatoria.
Destaca la diferencia de ansiedad
según el servicio de procedencia
puesto que los pacientes interve-
nidos de cirugía general presentan
niveles de ansiedad en el preope-
ratorio inferiores a los de urología
y traumatología. Cabe destacar es-
te hallazgo que contrasta con los
38
19
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Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
resultados hallados en otros es -
tudios en los que no aparecen
diferencias significativas entre las
diversas especialidades quirúrgicas.
Los resultados del presente estudio
piloto no pueden ser extrapolables
a la población general ni compara-
bles a los resultados de otros estu-
dios al tratarse de una prueba
realizada sobre una muestra de re-
ducidas dimensiones.
CONCLUSIONES
Tras la valoración del nivel de an-
siedad en el paciente quirúrgico,
se observa que éste aumenta en
el preoperatorio; aunque se mues-
tran niveles bajos de ansiedad en
general.
No se confirma la existencia de una
relación entre el nivel de ansiedad
del paciente quirúrgico y los posi-
bles factores de riesgo edad, sexo,
estado civil y servicio de proceden-
cia. Por otra parte, no se puede
establecer una relación de depen-
dencia entre los niveles de la ansie-
dad-rasgo, ansiedad-estado en el
preoperatorio y ansiedad-estado en
el postoperatorio.
Los resultados de el presente estu-
dio piloto no pueden ser extrapo-
lables a la población general ni
comparables a los resultados de
otros estudios al tratarse de una
prueba realizada sobre una muestra
de reducidas dimensiones.
Las conclusiones finales nos de-
muestran que el diagnóstico en -
fermero de ansiedad o riesgo de
ansiedad en relación con la inter-
vención quirúrgica se encuentra
presente en un alto porcentaje de
los pacientes que acuden al quiró-
fano. Resulta imprescindible tener
presente a lo largo del proceso
quirúrgico este hecho con el fin de
prevenir y afrontar los posibles
riesgos y complicaciones.
39
45
Navas Monzón, Miriam
46
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ANEXO 1. Consentimiento Informado
ANEXO 2
La escala Estado consta de 20 fra-
ses con las que el sujeto puede des-
cribir cómo se siente “en un
momento particular”, mientras que
la escala Rasgo, también con 20
frases, puede mostrar cómo se sien-
te el sujeto “generalmente”.
Las puntuaciones ansiedad estado
y ansiedad rasgo pueden variar des-
de un mínimo de 0 puntos hasta
un máximo de 60 puntos. Los su-
jetos mismos se evalúan en una es-
cala que va de 0 a 3 puntos en cada
elemento. En cada parte, las cate-
gorías son las siguientes:
STAI A/E STAI A/R
0Nada 0Casi nunca
1Algo 1A veces
2Bastante 2A menudo
3Mucho 3Casi siempre
Algunos elementos (como “Estoy
tenso”) se han redactado de forma
que el punto 3 de la escala señala
un elevado nivel de ansiedad, mien-
tras que otros (como “Me siento
seguro”) el mismo punto 3 indica
bajo nivel de ansiedad. En este sen-
tido, para obtener la puntuación,
el primer tipo de elementos se pon-
deran en el mismo sentido de la es-
cala, mientras que en los segundos
48
Navas Monzón, Miriam
Hoja de información
Estamos realizando un ensayo clínico para evaluar el nivel de ansiedad del paciente quirúrgico
y la relación de éste con factores como la edad, el sexo y el estado civil.
Si decide participar en el estudio le entregaremos un test de valoración de su nivel de ansiedad
habitual y otro de valoración de su nivel de ansiedad en ese mismo instante. Tras la intervención,
se le realizará otro test de ansiedad de estado.
La participación en el estudio no supone ningún riesgo para su salud y tampoco se verá so-
metido a ninguna prueba complementaria por esta situación.
Su participación en el estudio tiene un carácter voluntario, pudiendo retirarse del mismo en
cualquier momento, sin que por ello se altere la relación de asistencia que va a recibir ni se
produzca perjuicio en su tratamiento.
Los datos obtenidos tendrán carácter confidencial y serán tratados en su conjunto, no de
forma individual.
La persona que le atiende podrá contestar a todas sus dudas y preguntas.
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico y la relación de éste
con factores como la edad, el sexo y el estado civil.
Yo........................................................................................................................................................................................................
nHe leído la hoja de información que se me ha entregado.
nHe podido hacer preguntas sobre el estudio.
nHe recibido suficiente información sobre el estudio.
nHe hablado con…
nComprendo que mi participación es voluntaria.
nComprendo que puedo retirarme del estudio:
Cuando quiera.
Sin tener que dar explicaciones.
Sin que esto repercuta en mis cuidados enfermeros.
nPresto libremente mi conformidad para participar en el estudio.
Firma del paciente,
Fecha.............................................................................
Nº Registro................................................................
1
2
3
49
hay que invertir la escala (es decir,
se conceden tres puntos si el sujeto
marca el 0, dos puntos si señala el
1, un punto si el 2, y cero puntos
si se da el 3).
En la elaboración del STAI se han
entremezclado los elementos de
ambos tipos (escala directa y escala
inversa) para soslayar el efecto de
aquiescencia en las respuestas del
sujeto. En la parte A/E hay 10 ele-
mentos de escala directa y otros 10
de escala invertida, mientras que
en la parte A/R, como no se dis-
ponía de suficiente número de ele-
mentos satisfactorios de escala
invertida, sólo se incluyeron 7 de
éstos, y los 13 restantes son de es-
cala directa.
Para evitar que el examinador tenga
que hacer la inversión y recordar a
cuáles elementos afecta esto, se ha
construido una plantilla transparente
que, facilita la tarea de la corrección
y puntuación. Basta colocar la co-
lumna izquierda de la plantilla (se-
ñalada con las letras A/E y el signo
+) sobre el espacio destinado a las
respuestas en la parte A/E y contar
los puntos señalados por el sujeto;
su suma puede trasladarse al recua-
dro impreso en el ángulo superior
derecho del Ejemplar, a la primera
fila y detrás del signo +. A continua-
ción se corre hacia la izquierda la
plantilla, de modo que ahora coin-
cida sobre las respuestas del sujeto
la segunda columna de la plantilla
(A/E y el signo –), y se contarán los
puntos obtenidos por el sujeto; este
valor puede trasladarse al citado re-
cuadro superior, detrás del signo –.
En este momento puede resolverse
la operación indicada (30+ – =) y el
resultado será la puntuación directa
en el STAI Estado.
Si esta operación se realiza con el
dorso del Ejemplar, utilizando las
dos columnas siguientes de la plan-
tilla (A/R+ y A/R–), y sus valores
se trasladan al citado recuadro de
la portada, puede resolverse la ope-
ración indicada (21+ – =) y obtener
la puntuación directa en el STAI
Rasgo.
atender a los distintos puntos que
reciben las alternativas de respuesta
de los elementos, tal como se ha
indicado anteriormente.
Con este proceso se ha tenido en
cuenta el sentido directo o inverso
de las escalas de los elementos. Si
el usuario intentara mecanizar por
su cuenta estas operaciones, debe
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
STAI
AUTOEVALUACIÓN A (E/R)
Apellidos y Nombre.............................................................................................. Edad........................... Sexo ...............
Centro..................................................................................... Curso/Puesto ............................... Estado civil...............
Otros datos......................................................................................................................................... Fecha............................
Instrucciones
A continuación encontrará unas frases que se utilizan corrientemente para describirse uno a
sí mismo. Lea cada frase y señale la puntuación 0 a 3 que indique mejor cómo se SIENTE
UD. AHORA MISMO, en este momento. No hay respuestas buenas ni malas. No emplee de-
masiado tiempo en cada frase y conteste señalando la respuesta que mejor describa su si-
tuación presente.
1. Me siento calmado .....................................................................................................
2. Me siento seguro.........................................................................................................
3. Estoy tenso......................................................................................................................
4. Estoy contrariado ........................................................................................................
5. Me siento cómodo (estoy a gusto) ..................................................................
6. Me siento alterado ......................................................................................................
7. Estoy preocupado ahora por posibles desgracias futuras.................
8. Me siento descansado..............................................................................................
9. Me siento angustiado................................................................................................
10. Me siento confortable...............................................................................................
11. Tengo confianza en mí mismo............................................................................
12. Me siento nervioso.....................................................................................................
13. Estoy desasosegado..................................................................................................
14. Me siento muy “atado” (como oprimido) ....................................................
15. Estoy relajado ................................................................................................................
16. Me siento satisfecho..................................................................................................
17. Estoy preocupado .......................................................................................................
18. Me siento aturdido y sobreexcitado.................................................................
19. Me siento alegre...........................................................................................................
20. En este momento me siento bien......................................................................
COMPRUEBE SI HA CONTESTADO A TODAS LAS FRASES CON UNA SOLA RESPUESTA.
Ahora, vuelva la hoja y lea las instrucciones antes de comenzar a contestar a las frases.
Copyright © 1982, By TEA Ediciones, S.A.; 28036 Madrid - Publicado con permiso - Copyright de C.D. Spielberger.
© 1968, by Consulting Psychologists Press, Inc., Palo Alto, California (USA) - EDITA TEA Ediciones, S.A.; Fray
Bernardino Sahagún, 24. 28036 MADRID. Prohibida la reproducción total o parcial. Todos los derechos reserva-
dos -
Este ejemplar está impreso en tinta azul. Si le presentan otro en tinta negra, es una repoducción ilegal. En
beneficio de la profesión
- Printed in Spain. Impreso en España por Aguirre Campano. Daganzo, 15 dpdo. 28002
MADRID - Depósito legal: M- 35.605 - 1988.
A / E
A / R
Nº 124
A-E
P D = 30 + – =
P D = 21 + – =
0123
0123
0123
0123
0123
0123
0123
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0123
0123
0123
0123
Nada
Algo
Bastante
Mucho
50
Navas Monzón, Miriam
A-R
Instrucciones
A continuación encontrará unas frases que se utilizan corrientemente
para describirse uno a sí mismo. Lea cada frase y señale la pun-
tuación 0 a 3 que indique mejor cómo se SIENTE UD. EN GENERAL,
en la mayoría de las ocasiones. No hay respuestas buenas ni malas.
No emplee demasiado tiempo en cada frase y conteste señalando
lo que mejor describa cómo se siente Ud. generalmente.
21. Me siento bien .....................................................
22. Me canso rápidamente...................................
23. Siento ganas de llorar .....................................
24. Me gustaría
ser tan feliz como otros .................................
25. Pierdo oportunidades
por no decidirme pronto................................
26. Me siento descansado....................................
27. Soy una persona tranquila,
serena y sosegada.............................................
28. Veo que las dificultades se
amontonan y no puedo con ellas.............
29. Me preocupo demasiado
por cosas sin importancia............................
30. Soy feliz....................................................................
31. Suelo tomar las cosas
demasiado seriamente....................................
32. Me falta confianza en mí mismo...............
33. Me siento seguro ...............................................
34. Evito enfrentarme
a las crisis o dificultades...............................
35. Me siento triste (melancólico)...................
36. Estoy satisfecho..................................................
37. Me rondan y molestan
pensamientos sin importancia...................
38. Me afectan tanto los desengaños,
que no puedo olvidarlos................................
39. Soy una persona estable...............................
40. Cuando pienso sobre asuntos
y preocupaciones actuales,
me pongo tenso y agitado............................
COMPRUEBE SI HA CONTESTADO
A TODAS LAS FRASES CON UNA SOLA RESPUESTA.
0123
0123
0123
0123
0123
0123
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0123
0123
0123
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0123
Casi nunca
A veces
A menudo
Casi siempre
Nº 124
ANEXO 4
Aldrete, JA, Kroulik, D. “A postanesthetic recovery score”.
Anesth. Analg
. 1970; 49: 924-934.
51
Nivel de ansiedad del paciente quirúrgico en el preoperatorio y postoperatorio inmediato y factores de riesgo
Tabla 9. Baremos Adolescentes y Adultos, Varones y Mujeres
Puntuaciones directas
Adolescentes Adultos
Varones Mujeres Varones Mujeres
Centiles Estado Rasgo Estado Rasgo Estado Rasgo Estado Rasgo Decatipos
99 47-60 46-60 53-60 49-60 47-60 46-60 54-60 49-60 10
97 45 41 44 43 43 39-40 49 45 9
96 44 40 42-43 42 42 38 48 44 9
95 43 39 41 41 40-41 37 47 43 9
90 38 33 39 36 37 33 41 40 8
89 37 32 38 35 36 32 40 39 8
85 36 30 36 33 33 29 37 37 8
80 34 28 34 31 30 27 34 34 7
77 32 27 33 30 29 26 32 33 7
75 31 26 31 29 28 25 31 32 7
70 28 24 28 27 25 24 29 30 7
65 26 23 26 26 23 23 26 29 6
60 24 22 25 25 21 21 24 27 6
55 22 21 23 23 20 20 23 26 6
50 20 20 22 22 19 19 21 24 6
45 19 19 20 21 18 18 19 23 5
40 17 18 19 20 16 17 18 21 5
35 16 17 18 19 15 16 17 20 5
30 14 16 17 18 - 15 16 18 4
25 13 15 16 17 14 14 15 17 4
23 - - 15 - 13 - 14 - 4
20 12 14 14 16 12 13 13 16 4
15 11 13 13 15 10 11 12 14 3
11 - - 12 14 9 10 11 13 3
10 10 12 11 13 8 9 10 12 3
5 9 11 8 12 6 8 7 11 2
4 8 10 7 11 5 7 6 10 2
1 0-2 0-6 0-4 0-7 0-2 0-4 0-2 0-7 1
N 146 151 169 180 295 318 365 387 N
Media 22,35 21,30 23,28 23,42 20,54 20,19 23,30 24,99 Media
Desv. típica 11,03 8,53 10,56 9,10 10,56 8,89 11,93 10,05 Desv. típica
1. Conciencia
2Completamente consciente [ ]
1Responde si se le llama [ ]
0No responde [ ]
2. Respiración
2Respira profundamente y tose [ ]
1Disnea o respiración limitada [ ]
0Apneico [ ]
3. Circulación
2TA ± 20% de preanestesia [ ]
1TA ± 20-50% de preanestesia [ ]
0TA + 50% de preanestesia [ ]
4. Color
2Rosado [ ]
1Pálido, lívido o moteado [ ]
0Cianótico [ ]
5. Actividad
2Capaz de mover 4 extremidades [ ]
1Capaz de mover 2 extremidades [ ]
0Incapaz de moverse [ ]
Total puntos [ ]
Una puntuación de 10 mantenida en el tiempo indica
que el paciente está en condiciones de ser dado de
alta de la unidad de recuperación postanestésica.
ANEXO 3
Criterios de alta de reanimación postoperatoria. Escala de recuperación postanestésica de Aldrete
52
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 52-56
La bibliografía de la antigüedad ya
refiere la existencia de técnicas de
transplante de tejido y demuestra
que el injerto ya era practicado por
la civilización egipcia (3500 a.C.).
Existen papiros, como el de Ebers
(1500 a.C.), que ya habla de fór-
mulas cosméticas, así como el de
Edwin Smith (2200 a.C.), con in-
tervenciones quirúrgicas y fracturas
faciales. Aunque, la realmente im-
portante, es la civilización hindú,
que en sus libros sagrados de Rig-
Veda y Atharva-Veda (1500 a.C.)
ya describen intervenciones de re-
construcción nasales a partir de col-
gajos tomados de la mejilla o de la
frente, donde Susruta (750 a.C.)
expuso los principios básicos de la
reconstrucción nasal.
Este arte pasó de Egipto e India a
Persia, Arabia, Grecia y Roma.
En ese tiempo ya se aprecia un gran
esfuerzo por parte de los hombres
para tratar heridas y defectos de la
naturaleza. Celsus fue quien reco-
gió todos estos conocimientos en
De Re Médica–, por lo que se le
considera el verdadero precursor de
esta disciplina. (s. 1 a.C.-d.C).
También Galeno (130-210 ), mé-
dico griego emigrado a Roma,
describió cirugías reparadoras me-
diante colgajos (movilizando teji-
dos, y hoy llamados de avance).
Al emperador Justiniano II (700)
ya se le practicó una reconstruc-
ción total de nariz mediante un
colgajo frontal.
Durante la Edad Media todos es-
tos procedimientos quirúrgicos
apenas sufrieron modificaciones.
Y no fue hasta 1414, en Bolonia,
cuando Hugo de Locca llamó la
atención sobre los principios de la
cicatrización, y luego su hijo, Teo-
dorico, preconizó la limpieza cui-
dadosa de las heridas y utilizó los
principios antisépticos de las com-
presas impregnadas en vino, en
contraposición con los principios
de Galeno, quien sostenía que el
MªASUNCIÓN MARTÍN CONDE.
Enfermera de Cirugía Plástica.
Hospital Universitario Miguel Servet.
Zaragoza.
HISTORIA DE
LOS COLGAJOS
Artículos conceptuales
53
pus era necesario para la buena cicatrización de las he-
ridas.
En este mismo siglo, son los hermanos Branca de Ca-
tania los que reintrodujeron el método hindú de re-
construcción nasal y lo modificaron. Pero fue Gasparo
Tagliacozzi (s. XVI), profesor de Anatomía en Bolo-
nia, quien desarrolló trabajos detallados sobre colgajos,
por lo que se le considera el segundo padre de la ciru-
gía plástica después de Celsus.
Tras ésto vuelve a haber otro parón cultural. Y no es
hasta el s. XIX y en EE.UU. cuando Hamilton realiza
los primeros colgajos cruzados de pierna, Multer trans-
plantó un colgajo de la región deltoidea para corregir
una retracción cervical, y Wa r ren practicó el primer
injerto total de piel.
Todo esto fue evolucionando poco a poco, consiguien-
do un gran desarrollo a partir de la 1ª Guerra Mundial,
donde empezaron a surgir nuevas técnicas, destacando
la aparición en escena de Lister y sus fundamentos so-
bre asepsia y antisepsia; así como también Sir Harold
Gillies y Kazanjian padres de muchas técnicas que se
han empleado y todavía se utilizan.
Comienza con ello una nueva era de la cirugía. Y así
como nos referimos a los grandes avances en ella, es
en la plástica y más concretamente en los colgajos y la
microcirugía donde han sido más notables.
Vamos a diferenciar entre injerto y colgajo:
nInjerto: Fragmento de piel desprendido completa-
mente de su área donante y transferido a otra zona,
donde adquiere nueva vascularización.
nColgajo: Tejido vivo, separado de su lecho con el
que mantiene una conexión (pedículo) a través del cual
recibe nutrición una vez transplantado. (En ese pe-
dículo puede haber una arteria, una vena, o varias).
(Ver Foto 1).
CLASIFICACIÓN DE LOS COLGAJOS
Numerosos sistemas se pueden utilizar para clasificarlos,
pero los vamos a distinguir en tres grupos:
Según lugar de cobertura
Colgajo local o de vecindad
Para cubrir defectos en zonas adyacentes.
Avance: El movimiento de la piel se produce en una
sola dirección para ocupar el defecto primario creado
tras la extirpación de la lesión. (Ver Foto 2).
Pívot o rotación: La plastia cubre la zona receptora
por movimientos de rotación sobre un punto (pedícu-
lo). (Ver Foto 3).
Transposición: La zona donante alcanza el defecto
primario saltando piel sana y con movimientos de ro-
tación y/o avance. (Ver Foto 4).
Colgajo a distancia
Para cubrir defectos en zonas lejanas.
Directo: Ej. Piernas cruzadas. (Ver Foto 5).
Tubular: Casi no se emplean hoy por requerir dos
tiempos de intervención quirúrgica e incomodidad
para el paciente. (Ver Foto 6).
Microvascular o libre: Estos se separan completa-
mente y se suturan con microscopio la vena y la arteria.
Aquí se realiza un seguimiento con dopler.
Aporte sanguíneo
Randomizados: No se conocen exactamente los
vasos que lo irrigan (para pequeños colgajos: cara).
(Ver Foto 7).
Axiales: Una arteria conocida irriga el colgajo. (Sirve
para colgajos libres). (Ver Foto 8).
Historia de los colgajos
Foto 1.
COLGAJO (deltopectoral)
INJERTO (espesor parcial)
Foto 2.
Foto 5.
Foto 4.
Foto 3.
Foto 6.
Martín Conde, Mª Asunción
54
Según composición
n Cutáneos: Todo piel.
n Fascial: Fascia.
n Fasciocutáneos: Piel + fascia.
n Muscular: Solo músculo.
n Miocutáneos: Músculo + piel.
n Osteo: Solo hueso.
n Osteocutáneos: Hueso + piel.
n Osteomiocutáneos: (hueso + músculo + piel). Todo
en bloque.
Entre los colgajos tradicionales tenemos:
n Indio. n Piernas cruzadas.
n Locales de cara. n Tubular.
(Ver Fotos 9 y 10). n Libres.
n Mano enterrada.
(Ver Foto 11).
Existen también algunos colgajos con nombre propio
y uso extendido en la actualidad.
TRAM: Es un colgajo músculo cutáneo, basado en
el músculo recto abdominal muy utilizado para recons-
trucción de mamas (puede ser: pediculado o libre) In-
conveniente: riesgo de debilidad en la pared abdominal.
(Ver Foto 12).
DIEP: También para mama, solo cutáneo y libre y
de perforantes abdominales (habitualmente libre). Pa-
recido al Tram, pero no necesita coger el músculo recto
abdominal. Más difícil y laborioso pero con menos se-
cuelas para la paciente. (Ver Foto 13).
SGAP: También para mama. Coge piel del glúteo
irrigada por arterias perforantes (arteria glútea supe-
rior). –Libre–. (Ver Foto 14).
Son varias las características que influyen en la elección
de un colgajo cutáneo, como:
Elasticidad de la piel, textura, delgadez, color, presencia
o no de pelo y su relación con el área a reconstruir.
Dimensiones del pedículo. (Cuanto más diámetro
tengan los vasos que se van a transferir, las posibilidades
del fallo disminuyen).
Posición del paciente para la toma de ese colgajo.
(El hecho de no tener que cambiarlo de posición, acor-
ta el tiempo quirúrgico, bajando la morbilidad).
Defecto dejado en el área donante. (Es un aspecto
que se discute con el paciente y en algunos casos puede
ser determinante en la elección).
Posibilidad de llevar un tejido adicional (hueso, músculo,
tendón, nervio) y eso determina que colgajo se va a usar.
Tradicionalmente, el diseño de los colgajos se basaba
en la relación long-anch, habitualmente la regla era
1
2
3
4
5
Foto 9.
Foto 8.
Foto 7.
Foto 10.
Historia de los colgajos
(2x1) variando desde (5x1) en la cara hasta (1x1) en
extremidades inferiores. Se apoyaba en observaciones
empíricas y llegaron a convertirse en un canon.
En 1970 Milton le dio la puntilla a la simplicidad de
la relación long-anch. Se demostró que la mayor anch
de un colgajo no siempre aumentaba la posible vitalidad
del mismo.
Por otra parte en 1965 Bakanjian publicó el colgajo
–deltopectoral– que revolucionó la reconstrucción de
cabeza, cuello y también reintrodujo el colgajo de con-
cepto arterial.
En 1972 McGregor y Jackson idearon el colgajo in-
guinal nutrido por la arteria iliaca circunfleja superficial
y se clasificaron los colgajos “Randomizados” (alea-
torios) y “Axiales”.
Entre 1975 y 1985. El empleo del microscopio y de
los colgajos miocutáneos, cambió el panorama.
Actualmente, los principios básicos se han alterado:
n El aporte sanguíneo es el criterio fundamental para
el diseño del colgajo y no la relación aritmética.
n El microscopio ha reemplazado al “Tubo” como mé-
todo dominante para transferir a distancia.
nLa minimización de la z. donante ha mejorado la
morbilidad.
Cuando un paciente ingresa en un centro hospitalario para
ser intervenido por c. plástica y realizarle un –colgajo– re-
quiere de un tratamiento o cuidados por parte de enfer-
mería, como son: El preoperatorio y Post-operatorio.
PROTOCOLO DE
CUIDADOS PREQUIRÚRGICOS
Comprobar que tenemos el preoperatorio completo:
(A. sangre – ECG – Rx – H. anestesia – Grupo San-
guíneo s/p – pulsera identificativa y preguntar por po-
sibles alergias y patologías asociadas.
Preocuparnos de que tanto el paciente como su fa-
milia, estén informados por el médico, de todo el pro-
ceso quirúrgico.
Que su aseo personal sea óptimo para la intervención
y no porte: joyas, esmaltes, ni dentaduras postizas.
El día anterior s/p rasurar z. operatoria y si la lesión
está en c. cabelludo, rasurar 3 cm alrededor de ella.
Control de constantes.
En caso de existir lesión, cubrir con “apósito vaseli-
nado – antibiótico” + compresa + vendaje.
Aclararle dudas que pudiera tener e informarle de
que se le mantendrá en ayunas.
Coger vía venosa y administrar tratamiento pautado
(profilaxis ATB).
1
2
3
4
5
6
7
8
55
PROTOCOLO DE
CUIDADOS POST-QUIRÚRGICOS
Recibir al paciente procedente del despertar por la
enfermera que tenga asignada.
En la habitación se pedirá a la familia que espere mientras
revisamos: sueros – drenajes – vendajes (para que no com-
priman) – s.vesical s/lleva y colocación del paciente en la
cama, evitando apoyo sobre zona de la intervención.
Informaremos a los familiares más directos de los
cuidados de enfermería con respecto al paciente y les
pediremos que en las primeras horas, tenga pocas visitas
para evitarle un stress ya que esto podría producir una
segregación de adrenalina, haciendo sufrir al colgajo
y provocando una vasoconstricción de las arterias.
Vigilar constantes por turno y nivel de dolor, ya que
éste provoca vasoconstricción y en ocasiones es prefe-
rible utilizar la “bomba de analgesia”.
Insistir en la necesidad de –reposo absoluto– para
conseguir un alto porcentaje de éxito en el colgajo y
no lesionar la zona donante. Administrando también
la heparina de BPM que tuviera pautada y/o antiagre-
gantes s/p en colgajos libres.
Vigilar: coloración, temperatura (tanto del paciente
como de la habitación para evitar la vasoconstricción)
sensibilidad y buena irrigación de la arteria mediante
el “Dopler” (aparato para control de latido arterial).
Este control se realizará dentro de las primeras 48 ho-
ras. Y será horario ya que las trombosis o espasmos ar-
teriales o venosos necesitan diagnóstico inmediato y a
veces una reintervención a tiempo puede salvar el col-
gajo, porque si la vascularización es deficiente, éste se
necrosará, a no ser que aumente el flujo sanguíneo.
Mantener un correcto aporte de nutrientes proteicos,
así como de líquidos.
Valorar aspecto de la herida: la cicatrización o posible
aparición de edema o hematoma porque ésto impediría
la entrada de sangre arterial y originar trombosis venosa.
Estimular la movilidad con control de la posición de las
extremidades para favorecer la circulación arterial y venosa.
Retirar drenajes cuando ya no sangren, siguiendo
ordenes médicas.
BIBLIOGRAFÍA
n www.cirugiaplastica.com
n www.tecnologiahechapalabra.com
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
56
Martín Conde, Mª Asunción
Foto 11.
Foto 12.
Foto 13.
Foto 14.
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 57-65
57
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LAS
INTERVENCIONES ASISTENCIALES
Y EDUCACIONALES EN NUTRICIÓN
Y DIETÉTICA, DE LAS ENFERMERAS
Con esta exposición se pretende
visualizar cómo las funciones
asistenciales y educacionales que las
enfermeras llevan a cabo diariamente,
están basadas en la evidencia
científica. diseñadas y avaladas por
comités de expertos, compuestos por
enfermeras pioneras que han sentado
cátedra, conformado doctrinas
modelos y teorías; y para que se
compruebe cómo todo ello lo aplica
la enfermera a la educación y
asistencia nutricional cotidiana.
MªLOURDES DE TORRES AURED.
Enfermera de Nutrición y Dietética.
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
MERCEDES LÓPEZ-PARDO MARTÍNEZ.
Enfermera de Nutrición y Dietética.
Hospital Universitario “Reina Sofía”. Córdoba.
ANA DOMÍNGUEZ MAESO.
Enfermera de Nutrición y Dietética.
Hospital Ciudad de Jaén.
CRISTINA DE TORRES OLSON.
Escuela Universitaria de Ciencias
de la Salud. Zaragoza.
Correspondencia
Marilourdes de Torres Aured
marilourdes@ono.com
Artículos conceptuales
RESUMEN
Las enfermeras pueden demostrar que saben por qué
hacen lo que hacen ya que la Teoría les brinda autonomía
profesional porque orienta las funciones asistenciales,
docentes e investigadoras. De ahí la importancia de las
intervenciones enfermeras en el equipo pluriprofesional
que aumenta gracias al conocimiento teórico y práctico,
porque los métodos desarrollados científicamente tienen
más posibilidades de ofrecer buenos resultados.
Con este trabajo se pretende dar a conocer al resto de
profesionales, la terminología y la filosofía de la ciencia
enfermera con que se realizan las funciones, así como los
procesos de desarrollo de los razonamientos lógicos en la
aplicación de las intervenciones nutricionales.
Los Cuidados de las enfermeras en Nutrición son asistir,
informar, formar, educar, asesorar y adiestrar, desde el
aspecto bio-psico-social del paciente y con un desarrollo
estructurado en diferentes etapas. Tras el diagnóstico
nutricional y educativo la enfermera, pauta el adies-
tramiento del paciente, ofreciendo atención integral y eva-
luación continua de resultados. Todo ello con actitud cien-
tífica, abierta, constante, personalizada y con empatía.
En los equipos pluriprofesionales, las enfermeras son res-
ponsables de proporcionar los cuidados y conocimientos
necesarios para atender y educar a las personas en distin-
tas etapas del ciclo vital Los hábitos alimentarios son un
factor determinante del estado de salud de la población,
porque se configuran en la infancia y se desarrollan y
asientan a lo largo de la vida del sujeto, pudiendo influir
sobre ellos a través de programas educativos que refuercen
las pautas de conducta alimentaria adecuadas.
Haciendo un breve recorrido por las teorías desarrolladas
por las grandes pensadoras enfermeras, nos encontramos
continuas referencias a los cuidados nutricionales.
de Torres Aured, Mª Lourdes; López-Pardo Martínez, Mercedes; Domínguez Maeso, Ana; de Torres Olson, Cristina
58
Estos aspectos de las intervenciones enfermeras consisten
en diseñar una Metodología con arreglo a la
Enfermería Basada en la Evidencia, para que la
enfermera reconozca los datos presentados y tenga fácil
acceso a la formación. Analizar los estudios elegidos sobre
los Cuidados es fundamental para, integrar datos,
monitorizar resultados, tabular las características y
aplicar las conclusiones.
Formar a las enfermeras en la aplicación de las
técnicas de escucha-transmisión, provoca sinergia al
compartir con el equipo objetivos comunes, desde el
buen hacer profesional; actuando con empatía siempre
DESDE, CON, POR y PARA el paciente.
PALABRAS CLAVES
n Metodología de cuidados enfermeros.
n Adiestramiento nutricional.
n Equipo pluriprofesional.
n Gestión de Cuidados.
n Atención integral.
n Formación Continuada.
n Metodología docente.
n Sinergia.
ABREVIATURAS
n Proceso de Atención de Enfermería (PAE).
n Clasificación de Intervenciones Enfermeras (CIE).
n Clasificación de Resultados Enfermeros (CRE).
n Enfermería Basada en la Evidencia (EBE).
n Atención Primaria (AP). Atención Especializada (AE).
n Unidad de Nutrición y Dietética (UND).
n Nutrición Artificial (NA).
n Nutrición Artificial Domiciliaria (NAD).
INTRODUCCIÓN
La OMS dentro del marco Salud XXI, dice que “para
el año 2015 todos los grupos de población deberán ha-
ber adoptado unos modelos de vida más sanos y propone
acciones que faciliten las elecciones saludables en relación
con la nu trición y el ejercicio físico” . En España toda
la población tiene asignada una enfermera con atención
directa al paciente y familia, así como a grupos de po-
blación y ésta es una primera puerta de entrada general
14
Como Objetivos generales de las intervenciones
enfermeras están conseguir un estado nutricional
correcto promoviendo una conducta que fomente la
salud a través de la nutrición.
La Clasificación de las Intervenciones Enfermeras,
según la Enfermería Basada en la Evidencia está
desarrollada de acuerdo a:
nActividad de Cuidados.
nIntervención a considerar.
nIntervenciones alternativas.
nValoración del posible resultado.
nValoración de los posibles efectos.
nValoración de los posibles riesgos.
Al desarrollarlas, las enfermeras realizan
todas las actividades necesarias para:
nValorar las necesidades nutricionales en las
diferentes etapas de los ciclos vitales.
nValorar las necesidades nutricionales en el periodo
de enfermedad.
nEnseñar a nutrirse de forma equilibrada.
nAdecuar una alimentación e hidratación correcta a
sus circunstancias.
nAyudar a la adquisición del Índice de Masa
Corporal correcto.
nAdiestrar para un tránsito seguro de líquidos y sólidos.
nPreparación y administración del soporte
nutricional artificial.
nSeguimiento nutricional completo y continuado.
nEvaluación total y parcial de resultados.
nPreparación para el alta hospitalaria.
La importancia de la Formación Continua al resto de
las enfermeras de Atención Primaria y en el hospital
queda patente en el equipo pluriprofesional y por eso se
deben diseñar metodológicamente las materias a
desarrollar.
Los Objetivos de formación
que tiene la enfermera de nutrición son:
Proporcionar los conocimientos y habilidades
necesarias para que la enfermera de base de AP y de
hospitalización, solvente los problemas nutricionales
del usuario-paciente.
Enseñar a resolver con el paciente, situaciones
prácticas y problemas de salud, relacionados con la
alimentación-nutrición.
Aportar a los equipos pluri-profesionales, los
beneficios de nuestras intervenciones y conocimientos
como Expertos en Cuidados.
Adaptar las materias del programa de formación a la
estructura del Proceso de Atención de Enfermería (PAE).
1
2
3
4
Figura 1.
Proceso de Atención de Enfermería.
GestiónDiagnóstico
PAE
Visión
Holística
del Individuo
Teoría y práctica de las intervenciones asistenciales y educacionales en nutrición y dietética, de las enfermeras
las enfermeras son responsables de
proporcionar los cuidados y cono-
cimientos necesarios para atender
y educar a las personas en distintas
etapas del ciclo vital.
Dentro de las necesidades básicas
del individuo, la alimentación e hi-
dratación son prioritarias en el cui-
dado integral razonado, científico
y profesional; ya que al analizar las
causas de mortalidad en nuestro
país, encontramos que ocho de ca-
da diez están relacionados con la
alimentación y la ingesta de alcohol.
Al aplicar el proceso, enfermero se
buscan los siguientes objetivos:
Como
objetivos generales
n Conseguir un estado nutricional
correcto.
n Promover una conducta que fo-
mente la salud a través de la nutrición.
n Asegurar el conocimiento del ré-
gimen terapéutico nutricional.
n Promover los auto cuidados.
Como objetivos específicos
n Valorar las necesidades nutricio-
nales en las diferentes etapas de los
ciclos vitales.
n Valorar las necesidades nutricio-
nales en el periodo de enfermedad.
n Enseñar a nutrirse de forma equi-
librada.
n Adecuar una alimentación e hi-
dratación correcta a sus circuns-
tancias.
n Ayudar a la adquisición del Índi-
ce de Masa Corporal correcto.
n Adiestrar para un tránsito seguro
de líquidos y sólidos.
n Preparación y administración del
soporte nutricional artificial.
n Seguimiento nutricional comple-
to y continuado.
n Evaluación total y parcial de re-
sultados.
n Preparación para el alta hospitalaria.
b
29
4
a
15145
ción de los cuidados de Enfermería,
compuesto de cinco pasos: valora-
ción, diagnóstico, planificación, eje-
cución y evaluación. Como todo
método, el PAE configura un nú-
mero de pasos sucesivos que se re-
lacionan entre sí. Aunque el estudio
de cada uno de ellos se hace por se-
parado, en la puesta en práctica las
etapas se superponen con sinergia.
La valoración enfermera detecta
el déficit de conocimientos en nu -
trición o el deseo de mejorar los
mismos. La enfermera realiza el
diagnóstico educativo y pauta el
adiestramiento del paciente, ofre-
ciendo atención integral y evaluación
continuada de resultados. Todo ello
con actitud científica, constante, ne-
gociadora, empática y enérgica.
OBJETIVOS
Objetivos de
cuidados nutricionales
Los hábitos alimentarios son un
factor determinante del estado de
salud de la población, porque se
configuran en la infancia y se desa-
rrollan y asientan a lo largo de la
vida del sujeto, pudiendo influir
sobre ellos a través de programas
educativos que refuercen pautas de
conducta alimentaria adecuadas.
En los equipos pluriprofesionales,
1
145
al sistema sanitario de referencia;
por lo que una política educativa en
alimentación desde las Consultas de
Enfermería, debe proporcionarles
los suficientes elementos de juicio.
La Enfermería a lo largo del tiempo
se ha desarrollado como ciencia y
como profesión, pero todo cambio,
y aún más toda consolidación, debe
ir respaldada por un método que
aporte fiabilidad y le dé sentido a la
práctica haciéndola útil y funcional.
Florence Nightingale (conside-
rada la primera enfermera de la era
moderna) fue la primera persona
que dedicándose a atender pacien-
tes, promulgó unas normativas de
higiene y de salud al estructurar los
primeros conceptos de ventilación,
calor, luz, limpieza, ruido y dieta.
Los Cuidados de las enfermeras en
Nutrición son asistir, informar, for-
mar, educar, asesorar y adiestrar,
desde el aspecto bio-psico-social
del paciente y con un desarrollo es-
tructurado en diferentes etapas.
Por todo ello el presente y el futuro
de la Enfermería pasa por el cui-
dado integral al paciente, su familia
y la comunidad; teniendo como ob-
jetivo principal conseguir que las
personas logren el mayor nivel de
autocuidados mejorando sus hábitos
de vida. Una de sus principales tareas
es y será la educación, identificación
de necesidades, la información pro-
fesional y personalizada y la gestión
de cuidados nutricionales.
Los problemas de salud con los
que se enfrenta Enfermería, impli-
can la necesidad de una sistemati-
zación científica que comienza
desde el mismo momento en que
éstos se observan, ya se trate del
ambiente hospitalario, comunitario,
docente, institucional o nacional.
La aplicación del método científico
en la práctica asistencial enfermera,
es el método conocido como Pro-
ceso de Atención de Enfermería. Es-
te método permite a las enfermeras
prestar cuidados de una forma ra-
cional, lógica y sistemática. Es un
sistema de planificación en la ejecu-
3
76
59
de Torres Aured, Mª Lourdes; López-Pardo Martínez, Mercedes; Domínguez Maeso, Ana; de Torres Olson, Cristina
60
Estas etapas ayudan a facilitar la
adaptación del individuo al proceso
(nutricional en este caso).
Según los modelos conceptuales de
Evelyn Adam : “La enfermería tiene
una función propia, aunque com-
parta ciertas funciones con otros
profesionales. La enfermera debe te-
ner un modelo conceptual en los
cuidados a fin de obtener una iden-
tidad profesional concreta y afirmarse
como colega de los otros miembros
del equipo pluriprofesional”.
Basándose en algunos de los mo-
delos conceptuales, todas las Inter-
venciones enfermeras en nutrición
se adaptan para conseguir que sea
capaz de mantener y/o restaurar
la independencia del usuario/pa-
ciente para la satisfacción de las ne-
cesidades fundamentales. Por ello
todos los objetivos se aplican con
una determinada metodología :
n Enseñanza de macro y micro nu-
trientes.
n Composición de los alimentos y
equivalencia por grupos.
n Manejo de los grupos de alimentos.
n Hidratación.
n Adiestramiento del ritmo de in-
gestas.
n Control del ejercicio físico.
n Adecuación y manejo de las fo-
bias y las filias alimentarias.
Para Hildegard Peplau todas las
intervenciones enfermeras son una
combinación de: la aplicación de los
principios del aprendizaje social, el
concepto de motivación humana y
el del desarrollo de la personalidad.
Uniendo con lo dicho sobre ella
anteriormente, F. Nightingale
al introducir la dieta en sus normati-
vas de atención al paciente, decía que
la enfermera no sólo debía estimar la
ración alimenticia sino la puntualidad
de las comidas, la adecuación de las
mismas y su efecto sobre los pacien-
tes. Decía que para el seguimiento
alimenticio es imprescindible “la edu-
cación, la observación, el ingenio y
la perseverancia”. Por eso insistía tam-
1514
1312
76
11
Tendencias
de las teorías de enfermería
Victoria Henderson define la
Enfermería en términos funciona-
les: “La función propia de la En-
fermería es asistir al individuo, sano
o enfermo, en la realización de
aquellas actividades que contribu-
yen a la salud o a su recuperación
(o a la muerte pacífica), que éste
realizaría sin ayuda si tuviera la
fuerza, la voluntad o el cono-
cimiento necesarios. Y hacerlo de
tal manera que lo ayude a ganar in-
dependencia a la mayor brevedad
posible”. Ella define catorce nece-
sidades básicas del individuo, que
comprenden los componentes de
los Cuidados de Enfermería; y den-
tro de ellas la número dos es “Co-
mer y beber adecuadamente”.
Calixta Roy agrupa las etapas
del Proceso de Atención y de
Cuidados enfermeros en cinco ele-
mentos, a los que añadimos los sub-
siguientes contenidos.
Valoración de los hechos: In-
troducción al tema y valoración del
paciente en tratamiento.
Diagnóstico enfermero: Manejo
inefectivo del régimen terapéutico,
déficit de conocimientos, alteracio-
nes en la nutrición por exceso o
por defecto.
Planificación de los cuidados:
Características de la dieto terapia
prescrita, conocimiento de las com-
plicaciones potenciales, cálculo de
las dosis de fármacos y nutrientes.
Ejecución de las actividades:
Educación sanitaria, control de la
nutrición básica, administración de
fármacos conociendo las indicacio-
nes, prevención de posibles efectos
tóxicos o conociendo los posibles
efectos tóxicos.
Evaluación de los resultados:
Control de los efectos deseados y
no deseados, evaluación del cum-
plimiento terapéutico y del estado
nutricional.
2
3
1098
1
4
5
21
Objetivos de formación
Proporcionar los conocimientos
y habilidades necesarias para que
la enfermera de base de AP y de
hospitalización, solvente los pro-
blemas nutricionales del usuario-
paciente.
Enseñar a resolver con el pacien-
te, situaciones prácticas y proble-
mas de salud, relacionados con la
alimentación-nutrición.
Aportar a los equipos pluri-pro-
fesionales, los beneficios de nues-
tras intervenciones y conocimientos
como Expertos en Cuidados.
Adaptar las materias del progra-
ma de formación a la estructura del
Proceso de Atención de Enfermería
(PAE).
DESARROLLO
Los primeros estudios sobre la En-
fermería en los años 1950 se ocu-
paron de la filosofía, la definición
y el fundamento metodológico de
la Enfermería. La comunicación in-
terpersonal fue objeto de gran in-
terés durante la década de 1960.
A finales de esos años, la atención
de los investigadores se desplazó
hacia la Enfermería como ciencia.
A partir de 1980 la Enfermería se
ha afianzado en la satisfacción de
las necesidades del individuo como
ciencia, como arte, como comuni-
cación y como humanismo.
El termino anglosajón “nurse” con
el que se designa a la enfermera, de-
riva de dos palabras latinas “nutriré”
alimentar y “nutrix” mujer que ali-
menta (lactancia).
Haciendo un breve recorrido por
las teorías desarrolladas por las
grandes pensadoras enfermeras, nos
encontramos continuas referencias
a los cuidados nutricionales.
2
3
4
1
2
Figura 2. Pirámide
de la Teoría de las Necesidades.
Autorrealización
Fisiológicas básicas
Seguridad
Sociales
Auto-
estima
Teoría y práctica de las intervenciones asistenciales y educacionales en nutrición y dietética, de las enfermeras
tir pocos ensayos clínicos enferme-
ros de nutrición. También nos en-
contramos con un sesgo de
población elegida por patologías y
no por sintomatología o cuidados.
Resulta muy conveniente conocer
la existencia de resultados negativos
que no han sido publicados, para
no caer en los mismos errores.
A la hora de buscar o aplicar estu-
dios de EBE hay que diferenciar
entre:
n Revisiones narrativas basadas en
la opinión.
n Revisiones sistemáticas basadas
en la evidencia.
Lo más eficaz es poder encontrar
estudios descriptivos con calidad
que satisfagan las necesidades asis-
tenciales y educacionales de los en-
fermeros, de la población sana y de
la población enferma.
Abraham Maslow en su teoría de
la motivación y de la personalidad
humana señala: “La presente teoría
se debe considerar como un progra-
ma indicativo para ulteriores inves-
tigaciones y debe sustentarse, o
desmoronarse, no tanto a partir de
los hechos conocidos o las evidencias
presentadas, como desde las inves-
tigaciones que quedan por hacer”.
Maslow desarrolla así su Teoría de
las Necesidades: Las fisiológicas bá-
sicas (alimentos, agua, aire, excre-
ción) son las fundamentales a cubrir.
Después le siguen la de seguridad
26
26
principal conseguir que las personas
logren el mayor nivel de autocuida-
dos. Una de sus principales tareas es
y será la educación, identificación de
necesidades, la información profe-
sional y personalizada y la gestión de
cuidados.
Enfermería Basada en la Evidencia
Madeleine Leininger presenta los
Cuidados de Enfermería como el
foco intelectual más unificador, do-
minante y central; porque son va-
riados y complejos dado que
incluyen conceptos relacionados
con conductas, procesos, necesida-
des, consecuencias, conflictos y la-
gunas en la práctica universal.
Presentar el uso consciente, explí-
cito y juicioso de esos datos regis-
trados, como eficacia para la toma
de decisiones, va unido y contra-
puesto a las opiniones; la tradición;
la experiencia; las suposiciones; los
reparos que se pueden plantear el
paciente o la enfermera.
Para homologar estos aspectos de
las actuaciones, se diseña una Me-
todología que reconozca los datos
presentados y tenga fácil acceso a
la formación, ya que analizar los es-
tudios elegidos sobre los Cuidados
es fundamental para integrar datos
y monitorizar los resultados. Una
vez tabuladas las características do-
centes, se aplican las conclusiones.
Es conveniente contactar con otros
investigadores para ampliar las po-
sibilidades de trabajar en sinergia.
Al analizar estos estudios podemos
no encontrar ninguna evidencia y
entonces se deben revisar todos los
Protocolos de Investigación, o ge-
nerar nosotros la evidencia. Si por
el contrario encontramos una evi-
dencia hay que aplicar los resulta-
dos y comenzar la evaluación.
En el acceso a la evidencia nos en-
contramos con dificultades prima-
rias como barreras de idioma, o
poca cantidad de información, o
mala calidad de los estudios, o exis-
24
bién “en la enfermería de salud” la
prevención de las enfermedades, in-
cluía una dieta alimenticia que la en-
fermera debía adecuar y enseñar.
Insistía en que la salud se mantenía
gracias a la prevención de la enfer-
medad por vía de los factores de salud
ambiental y una dieta adecuada (toda
una visionaria para su tiempo).
Para ello instruye en cómo incluir
todos los grupos de alimentos, en
proporciones y frecuencias, adap-
tando lo que las Guías alimentarias
recomiendan.
Marco conceptual actual
La necesidad de un marco concep-
tual está asociada a la práctica pro-
fesional de una disciplina; por lo que
las enfermeras necesitan un sistema
lo más fiable posible de comunica-
ción para poder interaccionar en el
equipo de trabajo sanitario.
En 1973 se crea la NANDA (North
American Nursing Diagnoses As-
sociation) a partir de este momento
se han realizado grandes avances
en el terreno de la unificación del
lenguaje profesional. Pocos años
más tarde este proyecto se comple-
ta con la clasificación de las inter-
venciones enfermeras (NIC) y por
último la de los resultados (NOC).
La implantación de una metodo-
logía propia y un lenguaje común
permite a los enfermeros/as acce-
der a la investigación en el área de
cuidados.
La Enfermería Basada en la Evi-
dencia, consolida el ejercicio pro-
fesional poniendo énfasis en la
efectividad de los procedimientos
cuidadores. Porque aplicando la
EBE, se busca demostrar el papel
que desempeña el conocimiento
científico enfermero.
Por todo ello el presente y el futuro
de la Enfermería pasa por el cui-
dado integral al paciente, su familia
y la comunidad, basándose en la evi-
dencia científica y con la mayor efi-
cacia; teniendo como objetivo
3
61
de Torres Aured, Mª Lourdes; López-Pardo Martínez, Mercedes; Domínguez Maeso, Ana; de Torres Olson, Cristina
62
y realiza el seguimiento de las die-
tas hospitalarias. Es la responsable
del diseño de las recomendaciones
para uso domiciliario. Asimismo en
muchos casos es la encargada de
gestionar el seguimiento y moni-
torización del circuito alimentario
del hospital, con la colaboración
del servicio de hostelería.
En la clínica es la responsable de que
se realice un plan de cuidados en el
que estén contemplados los cuida-
dos nutricionales sobre todo en caso
de prescripción de Nutrición Arti-
ficial siendo la encargada del entre-
namiento de los pacientes y/o las
familias de los candidatos a este tipo
de soporte, enseñándoles el uso y
mantenimiento de todo el material
y fórmulas nutricionales y de los cui-
dados de las vías de acceso antes de
que el, paciente abandone el hospi-
tal. Para asegurar la eficacia de la
NAD, es necesario un protocolo de
monitorización y seguimiento del
paciente que garantice la continui-
dad de cuidados en el que están im-
plicadas las enfermeras de la UND,
las enfermeras de hospitalización y
las de AP formadas en este tipo de
soportes nutricionales. En todo caso
se debe garantizar que el paciente
reciba un informe de continuidad
de cuidados .
En las consultas externas interactúa
con la consulta médica especializa-
da de diagnóstico y tratamiento
nutricional, liderando las consultas
de enfermería de las UND como
educadora nutricional y coordinan-
do la nutrición a domicilio. Estas
consultas de enfermería son el es-
labón que enlaza los cuidados en-
fermeros entre el hospital y AP.
Dentro de los Programas de For-
mación Continuada, la enfermera
de Nutrición es la responsable de
organizar las redes de aprendizaje
y coordina el diseño de acciones
formativas con la enfermería de
hospitalización en materia de ali-
mentación-nutrición. Asimismo
con las enfermeras de AP organiza
Programas similares .
30
23
como los Diagnósticos enfermeros
de nutrición y el Proceso de Aten-
ción Enfermera, se hace desde una
visión holística del paciente.
La enfermera
de Atención Primaria
La enfermera de Atención Primaria
procura mejorar el nivel de cono-
cimientos de la población, referente
a la elección adecuada de alimentos,
las características de una dieta equi-
librada y los riesgos del consumo ha-
bitual de alimentos considerados
poco saludables. En caso de enfer-
medad el manejo de las texturas en
el caso de disfagia o el seguimiento
del cumplimiento de la dieta pres-
crita a los pacientes crónicos como
hipertensos, obesos o diabéticos.
En este campo el adiestramiento
de los cuidadores de pacientes frá-
giles o dependientes cobra especial
interés. En muchos casos estos pa-
cientes tienen prescrito soporte
nutricional artificial lo que hace im-
prescindible un asesoramiento y
evaluación continua.
La enfermera aplica las técnicas de
escucha-transmisión, según la base
del sujeto emisor y del sujeto re-
ceptor y fomenta la Cultura ali-
mentaria en la educación para la
Salud con habilidades de comuni-
cación que generan confianza y re-
laciones humanas personales y/o
grupales con determinación emo-
cional y de valores.
La evaluación sobre comprensión,
aprendizaje y aplicación de técnicas
de adiestramiento, ha de ser fre-
cuente y pautada regularmente.
La enfermera de la UND
En el medio hospitalario la enfer-
mera de la UND es el profesional
enfermero de referencia en materia
de nutrición. Se ocupa del cuidado
nutricional del paciente hospitali-
zado aplicando el Código de dietas.
La enfermera de la UND colabora
en la elaboración, cumplimentación
23
2
14
1
17
(protección), la de aceptación so-
cial (amor, amistad, afecto, perte-
nencia, camaradería), de autoestima
(reconocimiento, autovalía, ego, éxi-
to, prestigio). Todas ellas son de-
nominadas como Necesidades del
déficit. La última de autorrealiza-
ción (auto cumplimiento, de lo que
uno es capaz) es a la que se le en-
clava en Necesidad de ser.
Al respecto de las necesidades fisio-
lógicas Maslow creía, apoyado en
sus investigaciones, que éstas eran
de hecho necesidades individuales.
Ponía como ejemplo que la falta de
Vit. C conduciría a esta persona a
buscar específicamente aquellos ali-
mentos que proveían de Vit. C co-
mo es el zumo de naranja. En ese
aspecto es donde esta teoría con-
ductual sirve en muchas ocasiones
en la aplicación de los cuidados de
enfermería. El individuo puede cu-
brir sus necesidades con la ayuda de
la enfermera o con su encauzamien-
to en la consecución de autoayuda.
Con un desarrollo estructurado de
los Cuidados nutricionales, se facilita
el aprendizaje y simplifica la ardua
tarea del adiestramiento del usuario
en el equilibrio nutricional. La im-
plementación en la cobertura de to-
das estas necesidades por parte de la
enfermera, se destaca en los cuidados
de los pacientes con cirugía bariátri-
ca y en la atención de los Tras-
tornos de la Conducta Alimentaria.
La comunidad científica coincide en
que una dieta equilibrada , una bue-
na hidratación y movimiento, son
los pilares de la salud a cualquier
edad. Para llevar a cabo esta máxima
nutricional, la enfermera aplica teo-
rías y modelos para satisfacción de
estas necesidades básicas con empatía
y de manera personalizada.
Intervenciones enfermeras
aplicadas a la Nutrición
Es muy fácil adecuar este conjunto
de teorías y aplicarlo al adiestramien-
to nutricional; ya que tanto la Ges-
tión de cuidados nutricionales,
2827
14
26
Teoría y práctica de las intervenciones asistenciales y educacionales en nutrición y dietética, de las enfermeras
solución.
Por eso las Etapas cognitivas para
elaborar un Protocolo deben de-
sarrollarse dando prioridad a la
Atención Integral debida a pacien-
tes, familia y comunidad con la for-
mulación de una estrategia, la
búsqueda de la mejor evidencia,
una valoración crítica y con la eva-
luación de la decisión.
Cualquier contingencia extraordi-
naria y/o urgente se puede resolver
con eficacia, eficiencia y efectividad,
únicamente cuando los cuidados
están protocolizados .
Formación Continuada
La importancia de la Formación
Continuada queda patente cuando
en el equipo pluriprofesional puede
plantearse qué hace la enfermera
de Nutrición para formar al resto
de las enfermeras, en AP y en el
hospital. La aplicación de las gran-
des teorías y evidencias, han de ir
unidas a teorías de pequeño y me-
dio alcance y así poder orientar el
ejercicio profesional, adaptando
teorías de varias disciplinas profe-
sionales. La Enfermería se ha be-
neficiado de teorías pertenecientes
a otras disciplinas, a la vez que la
enfermería está beneficiando con
sus teorías a otras disciplinas. Au-
nando este conjunto de beneficios
inter disciplinares, se debe:
nDefinir los objetivos a conseguir.
nEspecificar los criterios a seguir.
nElaborar un Protocolo educacional.
nDiseñar el plan de actuación do-
cente.
Como primer Planteamiento de
Trabajo para garantizar la forma-
ción de enfermeras en nutrición,
se diseña un patrón de materias ele-
gidas :
Equilibrio Nutricional: Dieté-
tica, Dietoterapia, Requerimientos
Nutricionales, Bro matología.
Valoración Nutricional: Mal-
nutrición, Nutrición Enteral, Nu-
trición Parenteral.
16
235
1
2
4
30
“disfagia”, sin ser muy importante
que ésta provenga de un cáncer de
esófago o de una ELA).
n Integración de Creencias.
n Integración de Valores.
n Formación científica.
n Experiencia asistencial y docente.
Al gestionar las intervenciones en-
fermeras es importante fomentar
las habilidades de comunicación
en la consulta de enfermería y en
hospitalización. Habilidades que
además de comunicación fluida y
capacidad docente, deben de sus-
tentarse en una sólida formación
científica, una información detalla-
da y una actitud abierta y tenaz.
Técnica de
escucha-transmisión
En la relación enfermera-paciente,
tanto en AP como en AE, es im-
portante contar con las capacidades
comunicativas de ambos sujetos:
Sujeto emisor.
nLo que se quiere decir.
nLo que se sabe decir.
nLo que se dice.
Sujeto receptor.
nLo que se oye.
nLo que se escucha.
nLo que se comprende.
nLo que se aprende.
nLo que se retiene.
nLo que se acepta.
nLo que se practica.
Para comprobar que la estrategia
de adiestramiento de cada uno de
los pasos del receptor comporta un
buen proceso protocolizado, debe
hacerse una evaluación continuada.
Protocolización de los
cuidados en nutrición
H. Peplau identifica cuatro fases
en la relación enfermera-paciente:
orientación,
identificación,
aprovechamiento,
A
B
1312
1
2
3
22
Intervenciones comunes
en AP y AE
Las situaciones específicas sobre las
que actúa la enfermera, tanto en
Atención Primaria como en Aten-
ción Especializada son:
Problemas de Malnutrición:
Identifica, registra, controla y co-
rrige.
Salud Nutricional: Protocoliza
cuidados y educación, informa y
adiestra, registra, monitoriza y eva-
lúa.
Gestión de cuidados: Diseña el
plan estratégico, administra los
recursos materiales, distribuye los
recursos humanos, aplica los cui-
dados enfermeros a la alimenta-
ción-nutrición .
Y todo esto aplicando el mar-
co conceptual adaptado NANDA
(Asociación Americana de Diag-
nósticos de Enfermería):
n Clasificación de intervenciones
enfermeras (CIE).
n Clasificación de resultados enfer-
meros (CRE).
Descripción de algunas
de las actividades principales
Gestión de Cuidados
Dorothea Orem , escribe: “Los
sistemas de Enfermería se forman
cuando las enfermeras utilizan su
capacidad para prescribir, planificar
y proporcionar cuidados a los pa-
cientes (individual o en grupos) lle-
vando a cabo acciones separadas y
sistemas de acción. Estas interven-
ciones o sistemas regulan el valor
y el ejercicio de aptitudes indivi-
duales para comprometerse y
afrontar los requisitos terapéuticos
de auto-cuidados del individuo”.
La cronología que se impone es:
n Descripción del Proceso a seguir.
n Reflexión (Diferencias entre sín-
tomas y patologías. Ej: La inter-
vención enfermera será sobre la
3
31
191817
2120
53
1
2
63
de Torres Aured, Mª Lourdes; López-Pardo Martínez, Mercedes; Domínguez Maeso, Ana; de Torres Olson, Cristina
64
nDefine y corrige los desajustes en
el balance hídrico .
nDesarrolla los diagnósticos de en-
fermería y los aplica a la nutrición
y alimentación.
nConoce los hábitos sociales y
prácticas religiosas, para manejar
déficit, fobias y filias alimentarias.
nColabora en la valoración del es-
tado nutricional; en la detección,
tratamiento y prevención de la Mal-
nutrición, así como en las conse-
cuencias y factores que la agravan.
nInforma, educa, adiestra y realiza
los cuidados nutricionales y el se-
guimiento asistencial al paciente.
nMonitoriza al paciente con NA,
durante la hospitalización y en el
domicilio según un Protocolo es-
tablecido, asegurando una admi-
nistración eficaz y una mejora en
su calidad de vida.
nOrganiza, coordina y participa en
la formación y asistencia para con-
seguir una alimentación saludable
de colectividades, de colegios, de
trabajadores sanitarios, de estudian-
tes de disciplinas varias, etc.
nAtiende las demandas formativas
institucionales y las propias del
equipo de enfermería.
nRealiza y/o colabora en estudios
de investigación, para mejorar las
diferentes actividades tanto propias
como del equipo, teniendo como
herramienta la Enfermería Basada
en la Evidencia.
¿Y cuáles son esos supuestos bene-
ficios que aportan las enfermeras
como Expertos de Cuidados?
nSinergia al compartir con el equi-
po objetivos comunes, desde el
buen hacer profesional.
nActuar siempre desde, con, por
ypara el paciente.
29
Una atención integral e integrada con
valores de excelencia en los cuidados
nutricionales, hace que el producto
enfermero resulte eficaz, eficiente y
efectivo.
Incorporar a la asistencia nutri-
cional diaria, todas las evidencias
halladas y registrarlas.
El área de Enfermería en los cui-
dados de salud adapta la cober-
tura de todas las necesidades del
individuo, comenzando por la más
básica que es la de estar adecuada-
mente nutrido. El resto de necesi-
dades son una proyección y un
complemento de la primera y eso
hace que los cuidados nutricionales
se proporcionen atendiendo inte-
gralmente al usuario en todas sus
necesidades físicas, emocionales,
afectivas y sociales; adiestrando en
el manejo de las fobias y las filias
respecto de algunos alimentos en
aras de conseguir una dieta equili-
brada . Esto conlleva un alto gra-
do de complejidad y formación
para la enfermera que exige más
que nunca la identificación y com-
prensión de todos los elementos
del PAE porque los cuidados y
su manera de gestionarlos requie-
ren una estrategia protocolizada.
Madelaine Leinninger dice que el
estudio y la clasificación sistemática
de las Creencias, los Valores y los
Conocimientos del individuo, se
encauzan en los cuidados de enfer-
mería con un lenguaje local, expe-
riencias, creencias y sistemas de
valores, consensuados con el usuario.
La enfermera en AP y en AE inda-
ga en la naturaleza de los cuidados
basándose en el razonamiento ló-
gico, a la vez que emplea métodos
empíricos en su desarrollo. Por
ello gestiona funciones que le son
propias y protocoliza y monitoriza
las intervenciones enfermeras en
nutrición, aportando una atención
bio-psico-social en sinergia con el
paciente :
nValora necesidades nutricionales
e hídricas en las diferentes etapas
del ciclo vital y en situaciones fisio-
lógicas especiales.
nValora las necesidades de hidra-
tación interna y externa de los in-
dividuos a su cargo .
14
98
24
11
1453
29
29
b
21
Hay un tercer apartado que se im-
parte como formación comple-
mentaria a la nutricional:
Gestión de cuidados: Diagnós-
ticos Enfermeros, Estra tegias de
Gestión, Relaciones Interpersona-
les, Comunicación, Planteamientos
de Investigación.
Los Objetivos de formación que
tiene la enfermera de nutrición son:
nProporcionar los conocimientos
y habilidades necesarias para que
la enfermera de base de AP y de
hospitalización, solvente todos los
problemas nutricionales que tenga
el usuario-paciente.
nEnseñar a resolver con el pacien-
te, situaciones prácticas y proble-
mas de salud, relacionados con la
alimentación-nutrición.
nAportar a los equipos pluri-pro-
fesionales, los beneficios de nues-
tras intervenciones y conocimientos
como Expertos en Cuidados.
CONCLUSIONES
Este artículo pretende realizar un
análisis cualitativo que aporte las
claves históricas y metodológicas
de los cuidados enfermeros en
nutrición. Esperamos mostrar los
beneficios pluriprofesionales y es-
pecialmente para el paciente de la
integración de la actividad asisten-
cial diaria de la enfermera en el
equipo interprofesional.
Los beneficios principales son:
nEvidencia científica.
nExperiencia clínica.
nExperiencia docente.
nRecursos reales y posibles.
nContexto de Atención.
nPriorizar los tipos de Cuidados.
Desarrollar todos estos apartados
conlleva:
Incrementar la investigación en-
fermera en técnicas y cuidados.
a
3
5
Teoría y práctica de las intervenciones asistenciales y educacionales en nutrición y dietética, de las enfermeras
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dados sin Curación; pero nunca
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24
65
66
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 66-67
EL ETHOS QUE CUIDA
TEXTO EXTRAÍDO POR
MONTÓN SERRANO, A.M.
Hospital Clínico Universitario
“Lozano Blesa”. Zaragoza.
Leído en…
Leonardo Boff, teólogo de la liberación, brasileño de
70 años, franciscano, autor de más de 40 libros, dejó
los hábitos del sacerdocio, pero no la Iglesia. Ha sido
y sigue siendo una voz fundamental entre los po-
bres . Es muy interesante leer su bibliografía y notar
su presencia en esta vida .
2
1
67
Cuando amamos, cuidamos, y cuando cuidamos, ama-
mos. Por eso el ethos que ama se completa con el ethos
que cuida. El “cuidado” constituye la categoría central
del nuevo paradigma de civilización que trata de emer-
ger en todo el mundo. La falta de cuidado en el trato
dado a la naturaleza y a los recursos escasos, la ausencia
de cuidado en referencia al poder de la tecnociencia
que construyó armas de destrucción en masa y de de-
vastación de la biosfera y de la propia sobrevivencia de
la especie humana, nos está llevando a un impase sin
precedentes. O cuidamos o pereceremos. El cuidado
asume una doble función de prevención de daños fu-
turos y de regeneración de daños pasados. El cuidado
posee ese don: refuerza la vida, atiende a las condiciones
físico-químicas, ecológicas, sociales y espirituales que
permiten la reproducción de la vida, y de su ulterior
evolución. Lo correspondiente al cuidado, en términos
políticos es la «sostenibilidad» que apunta a encontrar
el justo equilibrio entre el beneficio racional de las vir-
tualidades de la Tierra y su preservación para nosotros
y las generaciones futuras. Tal vez aduciendo la fábula
del cuidado, conservada por Higino (+17dc.), biblio-
tecario de César Augusto, entendamos mejor el signi-
ficado del ethos que cuida.
«Cierto día, Cuidado tomó un pedazo de barro y lo
moldeó con la forma del ser humano. Apareció Júpiter
y, a pedido de Cuidado, le insufló espíritu. Cuidado
quiso darle un nombre, pero Júpiter se lo prohibió,
pues quería ponerle nombre él mismo. Comenzó una
discusión entre ambos. En ésas, apareció la Tierra, ale-
gando que el barro era parte de su cuerpo, y que por
eso, tenía derecho de escoger el nombre. La discusión
se complicó, aparentemente sin solución. Entonces,
todos aceptaron llamar a Saturno, el viejo Dios ances-
tral, para ser el árbitro. Este decidió la siguiente sen-
tencia, considerada justa: «Tú, Júpiter, que le diste el
espíritu, recibirás su espíritu, de vuelta, cuando esta
criatura muera. Tú, Tierra, que le has dado el cuerpo,
recibirás su cuerpo, de vuelta, cuando esta criatura
muera. Y tú, Cuidado, que fuiste el primero en moldear
la criatura, la acompañarás todo el tiempo que viva. Y
como no ha habido acuerdo sobre el nombre, decido
yo: se llamará «hombre», que viene de «humus», que
significa tierra fértil».
Esta fábula está llena de lecciones. El cuidado es ante-
rior al espíritu infundido por Júpiter y anterior al cuerpo
prestado por la Tierra. La concepción cuerpo-espíritu
no es, por tanto, original. Original es el cuidado «que
fue el primero que moldeó al ser humano». El Cuidado
lo hizo con «cuidado», con celo y devoción, o sea, con
una actitud amorosa. Él es anterior, el «a priori» on-
tológico que permite que el ser humano surja. Esas di-
mensiones entran en la constitución del ser humano.
Sin ellas no es humano. Por eso se dice que el «cuidado
acompañará al ser humano todo el tiempo que viva».
Todo lo que haga con cuidado estará bien hecho.
El ethos que cuida y ama es terapéutico y liberador.
Sana llagas, despeja el futuro y crea esperanzas. Con
razón dice el psicoanalista Rollo May: «en la actual
confusión de episodios racionalistas y técnicos, perde-
mos de vista al ser humano. Debemos volver humil-
demente al simple cuidado. El mito del cuidado, solo
él, nos permite resistir al cinismo y a la apatía, dolencias
psicológicas de nuestro tiempo».
El Ethos que cuida
EL ETHOS QUE CUIDA
(2003-07-26)
3
LEONARDO BOFF,
TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
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68
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 68-70
Leído en…
FIDEL DELGADO
Psicólogo Clínico. Especialista en Psicología Hospitalaria
Saber cuidarse para poder cuidar
69
Delgado, Fidel
70
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 71-74
PROTOCOLO
DE ACTUACIÓN
DE ENFERMERÍA
EN LA INTERVENCIÓN
DE CATARATA
RESUMEN
La intervención de catarata es un proceso médico
complejo que consiste en la extracción del cristalino y
su sustitución por una lente artificial, con el fin de
recuperar la visión. Enfermería tiene sin duda una
gran responsabilidad a la hora de preparar, adecuar y
asistir esta técnica, pues es nuestra responsabilidad
preparar el quirófano y el material necesario para la
intervención, así como la comprobación de que los
aparatos del mismo funcionen correctamente, sin
olvidarnos de conseguir que el paciente se encuentre en
todo momento tranquilo y bien asistido. En este
artículo se describe la preparación y realización de esta
técnica por parte del personal de enfermería, se hace
una revisión de los materiales necesarios, así como del
personal, procedimiento y preparación del paciente.
PALABRAS CLAVE
Catarata, visión borrosa,
visión doble, cristalino, ceguera.
ABSTRACT
The intervention of cataract is a medical complex
process that consists of the extraction of the crystalline
one and his substitution for an artificial lens, in order
to recover the vision. Infirmary has undoubtedly a
great responsibility at the moment of preparing,
adapting and to represent this technology, since it is
our responsibility to prepare the operating room and
the material necessary for the intervention, as well as
the checking of which the devices of the same one work
correctly, without forgetting to obtain that the patient
is at all time calm and assisted good. In this article
there is described the preparation and accomplishment
of this technology on the part of the personnel of
infirmary, there is done a review of the necessary
materials, as well as of the personnel, procedure and
preparation of the patient.
KEY WORDS
Cataract, blurry vision,
double vision, crystalline, blindness.
Protocolos de actuación
LUIS FERNANDO MANCHÓN LÓPEZ.
Enfermero de Qirófano. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
MARÍA CRISTINA SERRANO BERITENS.
Enfermera de Quirófano. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Contacto
Luis Fernando Manchón López.
Pilar Gascón, 1, 3º C. 50014 Zaragoza.
María Cristina Serrano Beritens.
Illueca, 4, 6º D. 50008 Zaragoza.
71
Fotografías tomadas en la Unidad Quirúrgica del Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, 2008.
72
Manchón López, Luis Fernando; Serrano Beritens, María Cristina
n Que se dañe o se desplace la len-
te artificial.
n Desprendimiento de retina.
n Inflamación.
n Que se nuble la córnea.
n Ceguera.
PREPARACIÓN
DE QUIRÓFANO
La realización de la cirugía hace
necesario equipar el quirófano con
los instrumentos necesarios para el
cuidado del enfermo.
n Mesa quirúrgica.
n Torre de anestesia: aunque la
intervención se realiza con anestesia
local debemos preparar todo lo ne-
cesario para intubar al paciente en
caso de complicación: mascarilla fa-
cial Nº 4 si es mujer y del Nº 5 si
es hombre, laringoscopio, tubo de
guedel, tubo endotraqueal y el as-
pirador.
n Monitor: siempre hay que mo-
nitorizar al paciente para controlar
el ECG, la saturación de oxígeno
y la frecuencia cardiaca.
n Medicación necesaria: dormi-
cum (para sedar al paciente) y
atropina (por si hubiese alguna va-
riación de la frecuencia).
n Microscopio: consiste en un sis-
tema binocular de aumento con un
pedal con el que trabajan que se
coloca a la izquierda de la silla del
oftalmólogo.
n Faco inffiniti: aparato que tiene
componentes para vibración ultra-
sónica, irrigación y aspiración, que
permite realizar la extracción ex-
tracapsular a través de una incisión
muy pequeña en el limbo corneal.
Todas sus funciones se controlan a
través de un pedal que se coloca a
la derecha de la silla del oftalmó-
logo.
n Silla.
n Mesa instrumental.
INTRODUCCIÓN
La operación de cataratas consiste
en la extracción de la parte del cris-
talino que esta opacificada para de-
volver la visión al ojo. En general
se entiende a su sustitución por una
lente artificial que se coloca en el
mismo sitio que el cristalino origi-
nal (lente intraocular).
El tipo más frecuente de catarata
se relaciona con la edad avanzada
aunque también puede aparecer en
niños o ser hereditaria. Existen
otras causas relacionadas con: agre-
siones externas, traumatismos, aso-
ciadas a enfermedades generales
(diabetes…), radiaciones ultravio-
letas o abuso de fármacos.
SÍNTOMAS
n Visión borrosa.
n Deslumbramiento ante luces in-
tensas o cambios de luminosidad.
n Los colores se van desvanecien-
do, se ven de manera diferente.
n Visión doble con un solo ojo.
n Cambios frecuentes en la gradua-
ción de sus gafas.
n Una mejoría temporal de la vista
en personas que necesitan gafas pa-
ra ver de cerca.
RESULTADO Y
COMPLICACIONES
El resultado de la cirugía es ópti-
mo. Tiene muy pocos riesgos; el
periodo de convalecencia y el dolor
son mínimos y la mejoría de la vi-
sión es notable. Las posibles com-
plicaciones de la operación de
cataratas son:
n Tensión elevada del ojo.
n Infección.
PREPARACIÓN
DEL CAMPO ANATÓMICO
n En el lugar de acogida del pa-
ciente se le dilata la pupila con co-
lirios de Atropina, Fenilefrina y
Tropicamida. Para administrar go-
tas oculares hay que lavarse las ma-
nos; identificar el medicamento,
ojo y paciente correspondiente al
procedimiento; inclinar la cabeza
hacia atrás, que mire hacia arriba.
Colocar la gota en la cara interna
del párpado inferior; secar con sua-
vidad el exceso de líquido; y en ca-
da paciente usar un nuevo frasco.
Se le toman las constantes y se le
transmite un ambiente tranquilo y
relajado, pudiendo administrase al-
guna benzodiacepina si se precisa.
n Una vez en quirófano se coloca
la cabeza apoyada en un rodete, se
sujeta a la mesa quirúrgica con una
cinta adhesiva sobre la frente para
evitar la movilidad y proporcionan-
do siempre confort al paciente.
n Se anestesia el ojo con colirio
anestésico y se desinfecta con coli-
rio de povidona oftálmica; los pár-
pados y zonas periorbitaria con
povidona yodada que se pincela
desde la parte central progresando
a la periferia de párpado y cejas, se
hace siempre con el ojo cerrado pa-
ra evitar que la solución antiséptica
entre en el ojo.
n Se mantiene cerrado el ojo que
no vaya a ser intervenido con un
adhesivo.
n La cobertura con paños estériles
y el paño perforado producen “sen-
sación de asfixia”. Para evitarlo, se
aporta oxígeno por un fino tubo
de plástico, que acoplamos a un
dispositivo que depositamos en el
pecho del paciente.
n Se cubre con paños estériles de-
bajo de la cabeza, el cuerpo, la cara
y el ojo sano.
n El ojo a intervenir se rodea con
paño fenestrado y se debe mante-
ner el ojo irrigado durante toda la
intervención. (Ver Foto 1).
73
Protocolo de actuación de enfermería en la intervención de catarata
MATERIAL NECESARIO
Material
n Caja de instrumental faco.
n Campo.
n Paquete de gasas.
n Suero fisiológico de 100 cc.
n Jeringas luer de 2, 5 y 10 cc,
aguja de cargar.
n Cuchilletes de 30º y 3.0º.
n Cistotomo, cánulas desechables.
n Duovisc (viscolástico).
n Equipo de infiniti.
n Pieza de mano.
n Aspirador.
n Cargador de lente.
n Cartucho de lente.
n Capuchón azul y goma de vacío.
n Aguja (recta o Flared).
n Llave.
n Apósito blando y protector rígido.
n Suero Fisiológico de 500 cc con
Adrenalina.
Si es preciso
n Caja de catarata.
n Nylon 10/0.
n Acetilcolina.
n Tinte azul.
n Retractores.
DISTRIBUCIÓN
DE LA MESA
En la parte superior
y de izquierda a derecha:
n Blefarostato y tijera.
n Pinza universal y cuchillete fino
(30º).
n Anestesia (en jeringa de 2 cc,
un cm de suero y uno de Lidocaina
al 2%).
n Visco amarillo (purgar la cánula).
n Pinza de lente y cuchillete angu-
lado (3.0º).
n Cistotomo (en jeringa de 5 cc
con suero).
n Pinza de capsulorhexis.
n Tennant (Nucleus Manipulator).
n Espátula y aspirador.
n Visco blanco (purgar cánula).
n Cargador de lente.
PASOS DE LA CIRUGÍA
n Preparar al paciente (monitorizar,
colocar gotas de anestésico y beta-
dine, pintar zona externa con el ojo
cerrado, ya que el betadine sin di-
luir es irritante).
n Preparar el aparato de faco, poner
funda de mesa de mayo, colocar el
cartucho y unir los extremos, la cir-
culante conecta el gotero al suero
fisiológico de 500 cc con Adrena-
lina y purga el sistema.
n Se monta la pieza de mano con
la aguja (Flared o recta), y el capu-
chón azul, y se conecta a los extre-
mos del sistema una vez purgado.
n Se llena la goma de vacío con
suero fisiológico del sistema y se
introduce la pieza de mano para
realizar el test de pieza de mano.
n Colocar campo quirúrgico (con
la tijera cortan el campo de plástico
y ponen el blefarostato).
n El oftalmólogo se coloca el mi-
croscopio y después se cambia de
guantes.
n Realizan el corte fino con cuchi-
llo de 30º y sujetando el ojo con
la pinza universal.
n Por el corte fino introducen el
anestésico (lidocaína al 1%) y el vis-
co amarillo.
n Realizan corte ancho con cuchi-
llo angulado y sujetando el ojo con
pinza de lente.
n Rasgan la cápsula del cristalino
(la rexis) con el cistotomo.
Foto 3.
Foto 4.
Foto 2.
Foto 1.
74
Manchón López, Luis Fernando; Serrano Beritens, María Cristina
carga la lente en el cargador, pre-
viamente preparado con suero en
el interior y visco para envolver la
lente.
n Introducen la lente.
n Hiperhidratan la esclera con la
jeringa de 5 cc y la cánula fina.
n Antes de la oclusión del ojo se
aplica colirio de Betadine y colirio
antibiótico Oftalmowell.
n Ocluimos el ojo con el parche of-
tálmico y con un protector rígido.
REGISTRO Y ACTIVIDADES
DE ENFERMERÍA TRAS LA
OPERACIÓN DE CATARATA
Se debe registrar la actividad reali-
zada, la hora, el profesional que la
ha llevado a cabo y material im-
plantado, así como las recomenda-
ciones que creamos necesarias: es
imprescindible el reposo, el enfer-
mo debe yacer tranquilo según la
prescripción del médico, los esfuer-
zos o movimientos de cabeza de-
ben suprimirse lo más posible;
dosificación de colirios antibióticos;
los esfuerzos (defecación, tos, es-
tornudos, etc.) deben ser evitados
a raíz del peligro que suponen y ci-
tación para revisión tras la inter-
vención quirúrgica.
Debemos comprobar que el mate-
rial utilizado es desechado en los
contenedores a tal fin o es proce-
sado (limpieza y desinfección ade-
cuada) si es reutilizable.
Nos aseguraremos además de que
la habitación donde se ha rea -
lizado la actividad queda en las
debidas condiciones de orden y
seguridad.
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n Mollwich, F; Verbeck, B. Of-
talmología para enfermeras. Sal-
vat editores. S.A. 1982.
n Catálogo General Oftalmología.
Ethicón-Oftalmología.
n Con la pinza de cápsulorhexis
quitan un círculo de la cápsula del
cristalino. Mientras tanto cambia-
mos el cistotomo de la jeringa de
5 cc y ponemos una cánula fina.
n Con la jeringa de 5 y la cánula
hidratan entre el cristalino y su cáp-
sula para desprenderlo.
n Trabajan con la pieza de mano y
el Tennant, y cuando quedan po-
cos restos de cristalino pasan al as-
pirador y la espátula. Momento en
el que se echa la lente al campo.
n Preparan el campo con visco
blanco para alojar la lente dentro
de la cápsula del cristalino, ahora
vacía. Mientras, la instrumentista
Foto 6.
Foto 7.
Foto 8.
Foto 9.
Foto 5.
75
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 75-80
VALORACIÓN DEL
IMPACTO SOCIO-SANITARIO
DE LA INCONTINENCIA URINARIA
EN EL ANCIANO A TRAVÉS
DE UN CASO CLÍNICO:
MEDIDAS PREVENTIVAS
E HIGIÉNICAS DESDE UNA
FACETA ENFERMERA
Protocolos de actuación
RAÚL JUÁREZ VELA.
Diplomado en Enfermería
por la Universidad de Salamanca.
Experto Universitario en
Gestión de Servicios Sanitarios y
Gestión de Servicios de Enfermería
por la Universidad “Alfonso X El Sabio”.
Centro de Salud de Luna (Zaragoza).
Atención Primaria Sector I.
MARÍA ISABEL ROMO SANZ.
Diplomada en Enfermería.
Profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería
y Fisioterapia de la Universidad de Salamanca.
Centro de Salud de Pizarrales. Sanidad de Castilla León
(Sacyl). Salamanca.
CRISTINA FALCES OLIVEROS.
Diplomada en Biblioteconomía y Documentación.
Profesora Titular de Bibliotecas y Archivos de SEAS.
Fundación San Valero. Zaragoza.
76
Juárez Vela, Raúl; Romo Sanz, María Isabel; Falces Oliveros, Cristina
INTRODUCCIÓN
n La Incontinencia Urinaria (IU) es la manifestación
clínica más frecuente, en relación con la patología del
tracto Urinario Inferior que se presenta en el anciano.
n Se define, como la pérdida involuntaria de orina, lo
cual origina un problema higiénico, psíquico y/o social,
para la persona que lo sufre pudiendo desarrollar una
limitación de su actividad y relación, siendo además
un problema demostrable objetivamente .
n La prevalencia de la Incontinencia Urinaria variará
en relación con el nivel asistencial que estudiemos. Se
estima que un 10-20 % de los ancianos en régimen ex-
trahospitalario (Comunitario) presentan Incontinencia
Urinaria, elevándose a un 35-40 % en las Unidades de
Agudos, y un 50-60 % en Residencias.
n La IU repercute negativamente sobre muchos as-
pectos de la vida del anciano, como en el aspecto físico
con la aparición de úlceras perineales, infecciones y
sepsis. En el aspecto psíquico, existe una mayor ten-
dencia al aislamiento, a la depresión, lo cual condiciona
un mayor grado de dependencia y en el ámbito socio-
económico supone un mayor número de ingresos hos-
pitalarios, aumentando el riesgo de complicaciones y
el coste económico.
n La valoración del anciano incontinente debe iniciarse
con una completa anamnesis, para continuar con una
exhaustiva exploración física, estudios complementarios
(analíticas, radiología, etc.), datos, que permitirán al
profesional de enfermería una atención integral e in-
tegrada del paciente con esta patología.
OBJETIVOS
Evaluar el impacto socio-sanitario de la Incontinencia
Urinaria en el Anciano, siguiendo un método científi-
co.
Objetivar las posibles complicaciones físico-psíquicas
que repercuten negativamente en la vida del anciano.
Valorar los distintos requisitos necesarios para man-
tener la continencia urinaria.
Establecer las medidas preventivas e higiénicas nece-
sarias para asegurar una completa calidad de vida en el
anciano.
MATERIAL Y MÉTODOS
n El criterio de inclusión del paciente que presentamos
se sigue según la taxonomía NANDA/NIC/NOC en
Cuidados de Enfermería en el Anciano con alteraciones
urinarias.
3
1
2
3
4
n Se hace una valoración individualizada del paciente,
tanto de las características de la incontinencia como
de las repercusiones que ésta produce en el anciano y
en su entorno.
n Se objetiva y cuantifica el tipo de IU, así como la in-
tensidad, frecuencia de los episodios, acontecimientos
desencadenantes, y síntomas y enfermedades conco-
mitantes.
n Se utiliza así mismo registros de incontinencia,
conocidos como diarios miccionales o registros de fre-
cuencias que nos orientaran sobre la intensidad, ur-
gencia, desencadenantes, horario, etc.
CONCLUSIONES
n La utilización de las diversas medidas preventivas, y
la protocolización de las acciones enfermeras que pro-
ponemos, conlleva a la evaluación socio- sanitaria de
la problemática que la IU provoca en el anciano, así
como a establecer las medidas higiénicas-sanitarias en-
caminadas a la no aparición de complicaciones físicas
y psíquicas.
PALABRAS CLAVES
KEY WORDS
Incontinencia, Medidas Preventivas e Higiénicas,
Complicaciones.
LA HISTORIA CLÍNICA
Y PLANES DE CUIDADOS
n La historia clínica, como conjunto de documentos
que contienen los datos, valoraciones, e informacio-
nes de cualquier índole sobre la situación y la evo -
lución clínica de un paciente a lo largo del proceso
asistencial , es un instrumento o herramienta básica
del personal de Enfermería, donde se constatan las
actuaciones y las reflexiones realizadas en el ejercicio
Enfermero.
n Las nuevas tecnologías de la información han per-
mitido, que la historia clínica del estudio que a conti-
nuación presentamos, quede vinculada al programa
de gestión de historias clínicas OMI-AP, para una ges-
tión integral e integrada del paciente que recibe los
cuidados de Enfermería en la Incontinencia Urinaria.
1
77
Valoración del impacto socio-sanitario de la Incontinencia Urinaria en el anciano a través de un caso clínico:
medidas preventivas e higiénicas desde una faceta enfermera
Situación Contextual
n El caso clínico que a continuación presentamos es el
de un paciente de 78 años de edad, encamado desde
el 2006 y con una demencia tipo Alzheimer de 5 años
de evolución.
n Cumple criterios de inclusión en el protocolo de In-
movilizados debido a:
Pasar la mayor parte de su tiempo en la cama (sólo
puede abandonarla con la ayuda de otras personas).
Ser una persona con dificultad importante para des-
plazarse, al presentar un problema físico y psíquico.
La Captación
n La captación ha sido realizada, por el personal de
Enfermería a partir del análisis de las necesidades como:
La demanda familiar de cuidados de Enfermería para
la Incontinencia Urinaria.
De las actividades de los miembros del equipo (con-
sulta médica, y avisos domiciliarios).
De los Informes derivados de la Atención Especia-
lizada: Altas hospitalarias y revisiones.
La Primera Visita Realizada
n La primera visita realizada al paciente, ha sido por la
Enfermera debido al hecho de que la naturaleza del
problema demandado por el paciente eran cuidados
de enfermería para la Incontinencia.
n Se ha realizado una valoración integral del paciente
y su entorno, abriendo los registros pertinentes para
la inclusión en el protocolo de IU e inmovilizados, así
como la asignación de los servicios demandados.
n Los datos de la Anamnesis son:
2
3
1
2
1
2
3
2
1
Patrón de Percepción
y Mantenimiento de la Salud
Antecedentes Personales y Familiares
n Padres muertos.
n Hermanos: 2. Vivo 1. Muerto 1.
n Cónyuge: Sano. Actualmente es la que se ocupa de
su cuidado.
Antecedentes Personales y Estado relativo de Salud
n Antecedentes Patológicos. Neumonía por aspira-
ción, Úlceras por Decúbito.
n Estado relativo de Salud. Mal estado general. Cons-
ciente. No responde a estímulos orales. Encamado en
posición semifetal con palidez de piel y mucosas. Hi-
poventilación en tratamiento con oxígenoterapia.
Patrón de Percepción
y Mantenimiento de la Salud
La Alimentación
n El paciente es totalmente dependiente de su cónyuge
para su alimentación. Alimentación enteral por sonda
nasogástrica. Se le aportan complementos dietéticos
así como comidas y batidos hiperproteicos.
n No tiene reflejo de deglución. Incapaz para usar cual-
quier instrumento.
n En la escala de detección para la malnutrición se le
asigna la siguiente puntuación:
La escala clasifica la puntuación con un grupo de riesgo:
0-2: Bien; 3-5: Riesgo Moderado; 6 ó Más: Alto Riesgo.
La clasificación que hacemos para este paciente es de
Alto Riesgo.
3.a
3.b
2
Imagen 1.
PROBLEMA NUTRICIONAL PUNTUACIÓN
Tiene enfermedad que le ha hecho cambiar
la cantidad de alimento que come Del 0 al 2: 2
Realiza menos de dos comidas al día Del 0 al 3: 0
Come pocas frutas, verduras y lácteos Del 0 al 2: 0
Toma 3 vasos de vino, cerveza o licor al día Del 0 al 2: 0
Tiene problemas en la boca o en
la dentadura que le causen dificultad al comer Del 0 al 2: 2
En ocasiones le falta en dinero
para comprar lo que necesita Del 0 al 2: 0
Come solo la mayor parte del tiempo Del 0 al 1: 0
Toma mas de tres fármacos prescritos al día Del 0 al 1: 1
Sin pretenderlo ha perdido o ganado
5 kilos en los últimos 6 meses Del 0 al 2: 2
En ocasiones es incapaz físicamente de comprar,
cocinar o alimentarse por sí mismo Del 0 al 2: 2
78
Juárez Vela, Raúl; Romo Sanz, María Isabel; Falces Oliveros, Cristina
n El ritmo intestinal está alterado. El paciente no con-
trola los esfínteres. Hay periodos de estreñimiento a
los cuales se le suman periodos de diarrea, en muchas
de las ocasiones como efecto secundario a la antibio-
terapia. Se le aporta documentación y consejos sobre
alimentación:
Urinaria
Valoración del
Sistema Genitourinario del Paciente
n Se debe
n Incontinencia total de esfínter urinario. Sondaje
vesical permanente con sonda vesical de silicona. Fre-
cuencia, color y cantidad relativamente normal. Uro-
patía obstructiva por supuesto cáncer de próstata.
n En la escala de valoración funcional (EVA), los
ítems correspondientes al patrón de eliminación son
los siguientes:
3.c
n En la escala de Barthel, la puntuación para los pa-
trones anteriormente indicados son los siguientes:
Patrón de Actividad y Ejercicio
Actividades de la vida diaria
n El paciente no deambula ni realiza ninguna actividad
de la vida diaria.
n En la escala de Barber, tiene una puntuación de 6.
Patrón Cognitivo / Perceptivo y Mental
3.d
3.e
Imagen 2.
Imagen 4.
Imagen 3.
Imagen 5.
Imagen 6.
Aseo-Higiene
Descripción Puntos
No puede realizarlo por sí mismo 3
Eliminación Intestinal y Vesical
Descripción Puntos
Siempre incontinente, con compresas y ayuda 3
Siempre incontinente sondaje y ayuda 3
PUNTUACIÓN DE LOS BLOQUES
Dependencia total - Suplencia 9
79
Valoración del impacto socio-sanitario de la Incontinencia Urinaria en el anciano a través de un caso clínico:
medidas preventivas e higiénicas desde una faceta enfermera
Los Planes de Cuidados
n Los planes de cuidados que corresponden a la historia
clínica, son los que se agrupan dentro del programa
OMI-AP, para gestión de historias clínicas.
Plan de cuidados
de Enfermería en la Exploración
Podemos diferenciar dos tipos de cuidados Enfermeros:
Cuidados Generales
n Identificar tratamientos adyuvantes que puedan tener
incidencias sobre la aparición o deterioro de las lesiones
del paciente con Incontinencia Urinaria.
n Instaurar medidas, ayudas mecánicas o personales
para mitigar la IU.
Los Diagnósticos de Enfermería
n La esencia de la Enfermería es el cuidado integral del
ser humano, siendo el núcleo de actuación las Nece-
sidades Humanas Básicas y las metas de nuestros cui-
dados la autonomía y el bienestar.
n Debido al hecho de que un diagnóstico de enfermería
es un juicio clínico sobre las respuestas de un individuo,
familia o comunidad a problemas de saludes reales o po-
tenciales, y que ellos proporcionan la base para seleccionar
las intervenciones (cuidados) destinados a conseguir los
resultados que el enfermero estime, en la investigación
que presentamos hemos valorado, los problemas urinarios
más frecuentes en el anciano tales como: La retención e
incontinencia urinaria, así también se ha valorado la al-
teración de los patrones urinarios, frecuencia, la urgencia
miccional, la poliuria y la supresión urinaria.
n Las causas y los diagnósticos médicos más frecuentes
de estos problemas son:
Una obstrucción en la vía urinaria por crecimiento
tumoral, inflamación, trauma local y cálculos.
4
4.a
a
Crecimiento Tumoral, sin producir obstrucción total.
Cálculos en cualquier localización del tracto urinario.
Infección sólo o secundaria a patología concomitante
del anciano.
Patología sistémica.
n En el caso de Enfermería, podríamos establecer los
siguientes diagnósticos:
Cuidados Específicos
n La actuación/plan de Enfermería, para el cuidado
de la IU en nuestro caso es:
Objetivos para el cuidador
(Criterios de resultados)
Actividades de Enfermería para la Incontinencia
(Criterios de Procesos)
c
e
b
d
A
B
Oído Vista Gusto Tacto Olfato
Reacciona a los Aunque ve Debido a que la Reacciona No se puede
Capacidades cambios bruscos a las personas Alimentación es enteral a la textura valorar este ítem
Sensoriales en la Audición no fija la mirada por SNG este ítem de los tejidos debido a su
(Susurrar - Gritar) no es valorable estado mental
Lenguaje Memoria
El paciente dice Demencia tipo Alzheimer.
Funciones palabras aisladas. No se realiza el cuestionario de Pfeiffer al no proceder debido a la patología que tiene.
Cognitivas No es capaz Tampoco se realiza en examen Cognoscitivo de Lobo2(ver imagen 16)
de articular frases. por el grado de Alzheimer, el cual hace que no sea valorable
Conocimientos El paciente tiene estudios elementales y Primarios según su cónyuge.
Rol y Relaciones Vive con su mujer. Actualmente su cónyuge tiene contratado un servicio de ayuda a domicilio
debido a que por su edad no puede físicamente con su marido.
NANDA 0016 Deterioro de la eliminación urinaria
NANDA 0023 Retención urinaria
NANDA 0021 Incontinencia urinaria total
NANDA 0020 Incontinencia urinaria de funcional
NANDA 0017 Incontinencia urinaria de estrés
NANDA 0018 Incontinencia urinaria refleja
NANDA 0019 Incontinencia urinaria de urgencia
NANDA 0022 Riesgo de incontinencia urinaria de urgencia
nEl cuidador, identificará los factores que favorezcan la aparición
de la Incontinencia Urinaria, la forma de prevenirla y como re-
ducir estos factores.
nEl cuidador identificará los signos y los síntomas que preceden
a la aparición de las mismas
nEl cuidador expresará querer participar en el plan de cuidados
1. Establecer un horario regular
y ayudar a que el paciente lo mantenga. sigue
80
Autores del estudio a publicar
Actividades de Enfermería para Prevenir
las Complicaciones Genitourinarias
Las Conclusiones: La Importancia de Enfermería
n La IU es un problema infravalorado, e infratratado que
repercute en la calidad de vida de las personas. En muchos
casos, el Enfermero, mediante la historia clínica, la en-
trevista de Enfermería, y los test que hemos propuesto
en esta investigación, puede llegar al diagnóstico de de-
terioro de la eliminación urinaria (Nanda 0016).
n En muchas ocasiones la instauración de medidas pre-
ventivas e higiénicas desde la consulta de Enfermería,
conllevará a un tratamiento rehabilitador que junto
C
con el tratamiento medico o la derivación al especialista
(neurólogo, urólogo, ginecólogo, etc.) supondrá el
tratamiento de un problema que en la mayoría de las
veces continua siendo una entidad oculta.
BIBLIOGRAFÍA
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2002 reguladora de la Historia Clínica. BOE de
15/11/2002, nº 274.
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grama de Atención Domiciliaria. Ed. Gerencia de
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Médicos, SA. Madrid, 1996.
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of lower urinary function. Report from the Standar-
disation sub-committee of the International Continence
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index in female urinary incontinence and its imple-
mentation in an epidemiological survey”. Rev. Epi-
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BMJ 1993; 306(6881):832-4. 6. Cot. Yago, JM.
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hospitales”. Revista AEFH 1988; XII(4): 267-278.
14. http://web.usal.es/~acardoso/
2. Regular la Ingestión de líquidos.
3. Aumentar la actividad física.
4. Valorar al paciente en busca de causas agudas
de incontinencia, como infección, retención o delirio.
5. Asegurarse que el paciente conoce la situación del retrete,
si fuese necesario colocar en la puerta un dibujo con retrete
para ayudar al paciente a localizarlo.
6. Valorar la presencia de claves no verbales
que señalen la necesidad de orinar.
7. Valorar el modelo de evacuación del paciente y usar
la información para planificar un esquema de evacuación.
8. Después de orinar comprobar que esté seca la zona
perianal, para ayudar a conservar la integridad cutánea.
9. Valorar el tipo de incontinencia,
descartar infección y ver si es tratable.
10. Iniciar la reeducación vesical.
11. Asegurar que dispone de un entorno adecuado para su micción.
12. Aplicar medidas higiénicas para evitar lesiones en la piel.
13. Aplicar dispositivos absorbentes para el control de la incontinencia.
14. Enseñar al cuidador las medidas generales y específicas
encaminadas a prevenir la IU.
15. Usar vestidos fáciles de poner y quitar, también quitar
los botones y poner cierres y cremalleras.
16. Usar agua y jabón neutro para la higiene perineal.
El papel higiénico no se usará.
17. Realizar revisiones periódicas para el control de posibles proble-
mas: control de densidad de orina, sedimento y coprocultivos.
El problema más acuciante con respecto a las complicaciones ge-
nitourinarias es la incontinencia, así como el vaciado vesical in-
completo, ya que pueden favorecer las infecciones urinarias y la
formación de cálculos. Es importante:
1. Mantener una adecuada posición en la micción y condiciones
de intimidad.
2. Si existe vaciado incompleto recomendar contraer voluntaria-
mente la pared abdominal o ejercer presión manual sobre ella.
3. En caso de incontinencia realizar ejercicios de entrenamiento del
detrusor como los ejercicios de Kegel (empezar a orinar y dejar
de hacerlo varias veces a lo largo de una evacuación normal).
continua
Cuidando la salud. Vol. 8. Año 2008. 81-82
81
LOS CRITERIOS DE CALIDAD
EDITORIAL
LATINDEX
EN EL MARCO
DE LA EVALUACIÓN DE LA REVISTA
ESPAÑOLA cuidando la salud,
EDITADA POR EL COLEGIO OFICIAL DE
ENFERMERÍA DE ZARAGOZA
CONCEPTO DE
AUDITORÍA DE SISTEMAS
La palabra auditoría viene del latín
auditorius y de ésta proviene audi-
tor, que tiene la virtud de oír y
revisar cuentas, pero debe estar en-
caminado a un objetivo específico
que es el de evaluar la eficiencia y
eficacia con que se está operando
para que, por medio del seña-
lamiento de cursos alternativos de
acción, se tomen decisiones que
permitan corregir los errores, en
caso de que existan, o bien mejorar
la forma de actuación.
Se trata de conocer la situación
actual, buscar una mejor relación
costo-beneficio, incrementar la sa-
tisfacción de los usuarios y asegurar
una mayor confiabilidad de la in-
formación.
Hemos tomado los criterios de ca-
lidad editorial LATINDEX, creado
en 1995, siendo aceptado como
valido por las revistas más presti-
giosas. De los treinta y tres ítem
que tiene cumplimos treinta
ítem. De los tres que no cumpli-
mos, se dan dos como incumplidos
permanentemente ya que todos co-
nocemos el coste de una auditoría
externa y la falta de colaboración
sin ánimo de lucro. Con respecto
al tercero nos proponemos realizar
la mejora a corto plazo.
Como observamos en la tabla pos-
terior cumplimos con los ítem que
Actualidad
MARTÍNEZ LOZANO, F.
LONGARES LONGARES, A.C.
MONTÓN SERRANO, A.
DE GREGORIO ARIZA, G.
establecimos, lo que se aprecia es
la escasez de trabajos (cumpliendo
las Normas de Vancouver) que el
cuerpo de enfermería remite al Co-
legio para poder completar la re-
vista con éxito anualmente e ir
aumentando la calidad de su pre-
sencia en España.
Tras este estudio retrospectivo, nos
proponemos evaluar la revista sis-
temáticamente con los treinta tres
ítem que recomienda LATINDEX.
También debemos informaros que
tras superar numerosas dificultades
hemos logrado que esta revista sea
publicada próximamente en for-
mato digital y sirva como refe-
rente científico a la comunidad
internacional enfermera.
PARÁMETROS RELATIVOS A LA REVISTA
CRITERIO 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Mención: cuerpo editorial SI SI SI SI SI SI SI
Artículos originales 3 2 2 5 3 3 3
Artículos Conceptuales y Técnicos: Artículos de revisión… 4 5 2 3 2 2 5
Leído en… 0 3 2 1 1 1 1
Protocolos de Actuación 1 1 1 0 2 3 1
Actualidad: Artículos breves, Casos clínicos… 2 3 2 2 0 2 2
Antigüedad mínima de un año Si Si Si Si Si Si Si
Identificación de los autores Si Si Si Si Si Si Si
Lugar de edición Si Si Si Si Si Si Si
Entidad editora Si Si Si Si Si Si Si
Mención del Director Si Si Si Si Si Si Si
Mención de la dirección de la revista Si Si Si Si Si Si Si
Páginas de presentación (Cubierta/portada) Si Si Si Si Si Si Si
Mención de periodicidad Si Si Si Si Si Si Si
Tabla de contenido Si Si Si Si Si Si Si
Membrete bibliográfico al inicio del artículo Si Si Si Si Si Si Si
Membrete bibliográfico en cada página Si Si Si Si Si Si Si
Miembros del Comité editorial Si Si Si Si Si Si Si
Afiliación Institucional: miembros del Comité editorial Si Si Si Si Si Si Si
Afiliación de los autores Si Si Si Si Si Si Si
Fecha de recepción de los trabajos Si Si Si Si Si Si Si
ISSN Si Si Si Si Si Si Si
Definición de la revista Si Si Si Si Si Si Si
Sistema de arbitraje Si Si Si Si Si Si Si
Evaluadores externos No No No No No No No
Autores externos Si Si Si Si Si Si Si
Apertura editorial No No No No No No No
Servicios de información: Indización… Si Si Si Si Si Si Si
Cumplimiento de la periodicidad Si Si Si Si Si Si Si
Contenido original Si Si Si Si Si Si Si
Instrucciones a los autores Si Si Si Si Si Si Si
Elaboración de las referencias bibliográficas No No No No No No No
Exigencia de originalidad Si Si Si Si Si Si Si
Resumen Si Si Si Si Si Si Si
Resumen en dos idiomas Si Si Si Si Si Si Si
Palabras clave Si Si Si Si Si Si Si
Palabras clave en dos idiomas Si Si Si Si Si Si Si
Nº de trabajos presentados 13 20 5 11 6 6 2 5 4
Nº de trabajos publicados 10 14 9 11 8 11 12
Son los establecidos en las Normas de Publicación de la revista Se incluye el Premio Científico de San Juan de Dios: 1er. Premio y Accésit
1
2
2
21
82
Martínez Lozano, F; Longares Longares, A.C.; Montón Serrano, A.; de Gregorio Ariza, G.
No se edita revista No se edita revista
No se edita revista No se edita revista
Contenido
científico
1. http://resh.cindoc.csic.es/ (acceso 20-01-2009).
2. http://bibliosevilla.blogspot.com/2007/04/criterios-
de-calidad-editorial-latindex.html (acceso 20-1-2009).
3. Directorio LATINDEX. Disponible en:
www.latindex.unam.mx/ (acceso 20-01-09).
4. Difusión y Calidad Editorial de las Revistas Es-
pañolas de Humanidades y Ciencias Sociales y
Jurídicas. http://dice.cindoc.csic.es/criterios_
latindex_ electronicas.php (acceso 20-01-09).
5. Román Román, A; Vázquez Valero, M; Urdín
Camino, C. Los criterios de calidad editorial LA-
TINDEX en el marco de la evaluación de las revistas
españolas de humanidades y ciencias sociales.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?Codi-
go=286699 (acceso 20-01-2009).
BIBLIOGRAFÍA
83
Actualidad
riales como para poder de-
sarrollar una de nuestras
principales funciones:
Cui-
dar al paciente integral -
mente
. Y la comunicación
libre que más nos sorpren-
dió por su creatividad fue la
de Antonio Orduña con
“Comunicación de necesi-
dades en el paciente larin-
guectomizado”
donde ha
diseñado un pictograma pa-
ra facilitar la comunicación
con estos pacientes.
Hubo varias participaciones
de la enfermería aragonesa,
con tema tan sugestivos co-
mo:
n
“Importancia de la co-
rrecta utilización de la llave
de tres vías en vía venosa
periférica de perfusión in-
termitente (vía seca)”
,
n
“Afecta a la calidad asis-
tencial del paciente de ciru-
gía ORL que el personal
sanitario sufra el síndrome
de burnout”
,
n
“Sistemas de mejora y
estandarización de cuida-
dos”
.
El pasado mes de Octubre
se celebró en Tarragona el
VII Congreso de ORL sien-
do de gran interés a nivel
profesional y humano. To-
das y cada una de las co-
municaciones, ponencias y
posters, fueron de gran in-
terés profesional, siendo
algunas de ellas eminente-
mente prácticas.
Podríamos destacar la grata
conferencia inaugural de
Joseph Mª García Rambla
sobre los cuidados psicoló-
gicos en el paciente onco-
lógico de cabeza y cuello,
nos hizo recordar lo im -
portante que para estos
pacientes es el apoyo y
comprensión de su enfer-
medad y no solo tratarle
profesionalmente.
También la ponencia de
Juan J. Sánchez “Magnet
en hospital USA”, tuvo un
impacto enorme, a la par
que nos hizo soñar con la
posibilidad de que en nues-
tro país, en algún momento,
podamos trabajar con los
recursos humanos y mate-
Cada vez somos más los
enfermeros que participa-
mos en las áreas de trabajo
de las distintas asociacio-
nes que representan las
especialidades quirúrgicas,
y esto quedó constatado
en el 41 Congreso Nacional
de la SEPAR, que se ce -
lebró en Tenerife del 30
de Mayo al 2 de Junio de
2008 y cuya área de Enfer-
mería y Fisioterapia ha
sido una de las que han ex-
perimentado un mayor cre-
cimiento en número de
comunicaciones.
Las comunicaciones pre-
sentadas por parte de
enfermería durante este
evento fueron de una cali-
dad excelente.
La representación de Ara-
gón fue defendida por dos
poster que tuvieron gran
aceptación por parte de los
asistentes a su discusión.
Ambos realizados por en-
fermeros del Hospital Uni-
versitario Miguel Servet, de
los servicios de Cirugía To-
rácica y de Neumología,
cuyos títulos fueron
n
“¿Afecta a la calidad
asistencial del paciente del
servicio de Cirugía Torácica
que el personal sanitario
sufra el síndrome de Burn -
out?”
que tuvo una gran
aceptación por lo novedoso
del tema en la SEPAR,
n y
“Adiestramiento en el
uso de inhaladores: resul-
tados de un programa de
mejora de calidad en enfer-
mería”
que supuso una re-
ferencia clara de la base de
nuestro futuro profesional,
integrando la calidad como
marco conceptual.
Desde aquí queremos
animar a la enfermería ara-
gonesa a desarrollar comu-
nicaciones que ratifiquen
cada día la profesionalidad,
independencia y seriedad
con la que llevamos traba-
jando durante muchos
años.
VII Congreso Nacional
de Enfermería en
Otorrinolaringología
41º Congreso
Nacional
SEPAR
Sociedad Española de
Neumología y C. Torácica
CARRIQUIRI MILIÁN, C.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
ANGUAS GRACIA, A.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
FRACA CARDIEL, J.C.
Mutua de Accidentes de Zaragoza.
MARTÍNEZ LOZANO, F.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
ANGUAS GRACIA, A.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
CARRIQUIRI MILIAN, C.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
FRACA CARDIEL; J.C.
Mutua de Accidentes de Zaragoza.
MARTÍNEZ LOZANO, F.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
n
XVI
Congreso
Nacional de
Hospitales
Organiza:
SEDISA y ANDE.
Lugar:
Cáceres.
Fecha:
2-5 de junio de 2009.
Plazo de recepción
de resúmenes:
6 de febrero de 2009.
Más información:
www.16congreso
hospitales.org
n
XXI
Congreso
Nacional de
Enfermería
Vascular
“Encauzando
el Futuro”
Lugar:
Valencia .
Fecha:
18-20 de junio de 2009.
Fecha límite de
recepción de resúmenes:
23 de marzo de 2009.
Más información:
www.aeev.net
n
XIII
Congreso
de la Sociedad
Cubana
de Enfermería
“Gestión
del Cuidado.
Un Desafío
en Busca de
la Excelencia”
Lugar:
La Habana, Cuba.
Fecha:
Del 29 de junio
al 3 de julio de 2009.
Más información:
www.enfermeria.sdl.cu,
migdalia@palco.cu
n
IX Congreso Nacional
de Enfermería
de la Infancia
“El Cuidado
de la Infancia y
Adolescencia como
Garantía de la Salud”
Lugar:
Santander.
Fecha:
27-28 de mayo de 2009.
Más información:
www.enfancia2009.com
n
V Congreso
Nacional de
Enfermería
Sociosanitaria
“Cuidamos el Futuro”
Organiza:
Sociedad Española de
Enfermería Sociosanitaria,
Gerencia Atención
Primaria Albacete y
Servicio de Salud de
Castilla la Mancha.
Lugar:
Albacete.
Fecha:
27-29 de mayo de 2009.
Fecha límite de pósters:
hasta el 30 de abril.
Más información:
www.enfermeria
sociosanitaria.com
n
VII Jornadas
de Trabajo de
la Asociación
Española de
Nomenclatura,
Taxonomía y
Diagnósticos
de Enfermería
Organiza:
AENTDE.
Lugar:
Murcia.
Fecha:
8-9 de mayo de 2009.
Más información:
Departamento de
Comunicación del Colegio
Oficial de Enfermería de
Murcia. 968 295 811
84
Actualidad
Congresos, Cursos y Jornadas
n
Programa
de Agentes
Jóvenes en
Educación
para la Salud
Tú Puedes
Ser Agente
de Salud”
Lugar:
Buitrago de Lozoya,
Madrid.
Fecha:
7-11 de julio de 2009.
Más información:
www.fundadeps.org
n
Máster
en Bioética
Organiza:
Universidad
de Navarra.
Curso 2009-2010.
Fechas de inscripción:
15/1/09-15/5/2009.
Más información:
mbioetica@unav.es
www.unav.es/mbioetica
n
VI
Congreso
Nacional de
Enfermería
y Atención
Primaria
“Del
Conocimiento...
a los Cuidados”
Organiza:
SEAPA.
Lugar:
Oviedo.
Fecha:
1-3 de octubre de 2009.
Más información:
www.congreso
faecap2009.com
n
Saberes culturales
en un mundo
globalizado.
IX Reunión
Internacional
“Investigación
cualitativa en salud”.
IV Seminario
Internacional
“Cuidado cultural
de la salud”.
Lugar: Granada.
Fecha: 19-20 de
noviembre de 2009.
Plazo de presentación
de comunicaciones:
15 de julio de 2009.
Plazo de
inscripción reducida:
30 de septiembre de 2009.
Más información:
www.index-f.com,
secretaria@
ciberindex.com
958 293 304
Cursos.
Primer Auxilio en
Montaña y Zonas Hostiles.
Intervención en
Accidentes de Tráfico.
Auxilio Avanzado en
Montaña y Zonas Hostiles.
Cartografía, Orientación
y Manejo Básico del GPS.
Información e
inscripciones:
Ulloa de Salvamento
Escuela de Formación
Teléfonos
981 884 420 - 654 600 044
Fax 981 884 420
E-mail: info@
ulloadesalvamento.com
www.ulloa
desalvamento.com
Tomás Bretón, 48, pral.
Edificio Torresol. 50005 Zaragoza
976 356 492
976 559 774
enfermeria@ocez.net (Zaragoza)
:
enfermeria2@ocez.net (Calatayud)
BIBLIOTECA
Biblioteca informatizada con 3.400 volúmenes
y 4.300 revistas especializadas.
ACTOS SOCIALES E INSTITUCIONALES
Celebración de la festividad del Patrón, San Juan de Dios.
Juramento Deontológico de Nuevos Colegiados
y entrega de Insignias de Plata de la Organización Colegial.
Homenaje a los compañeros jubilados
con entrega de placas conmemorativas.
Apoyo y ayuda, previa aprobación por Junta de Gobierno,
a los actos de Bodas de Oro y Plata de las distintas promociones.
Organización del Día de la Familia de la Enfermería
BECAS Y AYUDAS
Convocatoria anual de Becas y Ayudas
a la Formación Continuada.
Ayudas para asistencia a Congresos, Jornadas y Seminarios,
siempre que se presenten ponencias, comunicaciones o posters
y hayan sido aceptadas por la organización.
Subvenciones para Congresos, Jornadas y Eventos relacionados
con la Enfermería.
Será necesario aportar la documentación con la que se participa
en el mismo:
Justificar la inscripción.
Justificar la asistencia.
Solicitarlo por escrito dirigido al Presidente.
PREMIOS
Convocatoria anual del Premio Científico de Enfermería,
del Premio de Investigación Enfermera «D. Ángel Andía Leza»,
los Accésit y la Medalla de Oro al Mérito Profesional.
Convocatoria anual del Concurso de Fotografía
«Puerta del Carmen».
Convocatoria anual del Concurso de Narrativa Corta y Cuentos.
INFORMACIÓN
Página web del Colegio www.ocez.net actualizada
regularmente con toda la información de actividades
y servicios del Colegio.
Direcciones de correo electrónico:
enfermeria@ocez.net (Zaragoza)
enfermeria2@ocez.net (Calatayud).
Revista científica Cuidando la Salud, de publicación anual.
Revista Noticias de Enfermería de información general
y periodicidad bimestral, que también se encuentra integrada
en la página web www.ocez.net.
Información personalizada, a domicilio,
de todas las actividades que se realizan en el Colegio,
docentes, sociales o institucionales.
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b
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servicios colegiales
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Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza
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Article
Full-text available
The aim was to validate a simple severity index of female urinary incontinence for subsequent use in an epidemiological survey. The index was created by multiplying the reported frequency (four levels) by the amount of leakage (two levels). The resulting index value (1-8) was further categorised into slight (1-2), moderate (3-4), and severe (6-8). It was validated against a 48 hour "pad weighing" test. Thereafter, an anonymous postal questionnaire survey was performed and the index was used to assess the severity of the leakage. A question about the impact of incontinence was also included. The outpatient clinic of the Department of Gynaecology and Obstetrics, Trondheim University Hospital and the rural community of Rissa, Norway. Altogether 116 incontinent women referred to the clinic by their GP and all 2366 adult women living in Rissa. The difference in median pad weights between moderate and slight incontinence was 9g/24h (95% confidence interval 0-27). The corresponding difference between severe and moderate incontinence was 17g/24h (95% CI 5-30). In the epidemiological survey 29.4% reported urinary incontinence (response rate 77%). The prevalence tended to be highest in middle life and old age. Forty six per cent were classified as slight, 27% moderate, and 27% severe. There was a strong correlation between severity and impact (R = 0.59, p < 0.001). The severity index may be a useful tool for assessing the severity of female urinary incontinence in epidemiological surveys. It is confirmed that urinary incontinence is very prevalent in adult women, but most should not be regarded as potential patients.
Article
This report deals with recommendations on terminology related to neurophysiological investigations of the lower urinary tract with particular reference to electromyography, nerve pathway studies and sensory testing. These standards are proposed to facilitate comparison of results by investigators who use these investigations. It is recommended that the acknowledgement of these standards in written publications be indicated by a footnote to the section Materials and methods or its equivalent: Methods, definitions and units conform to the standards proposed by the International Continence Society, except where specifically noted.
Article
Urinary incontinence is a problem affecting a significant proportion of the elderly population. It has substantial medical, psychological, social and economic implications. It is to be regarded as a symptom with multifactorial causes. A useful clinical classification of urinary incontinence is by its pathophysiology. A summary of clinical approach, specified investigations and management principles for the condition is outlined.
Article
To investigate the prevalence of urinary incontinence among people living at home, their responses to it, and its emotional and social effects. Random sample of 4007 adults interviewed in their own homes. Random sample of 178 constituency sampling points throughout Great Britain. 1883 men, 2124 women aged 30 and over. Responses to questionnaire. 6.6% (125) men and 14.0% (297) women had been incontinent of urine at some time--2.8% (52) men and 7.5% (159) women in the previous two months and 61% (124) of these for more than four years. 52% (108) had consulted their general practitioner at the onset of incontinence and a further 31% (65) later. Doctors commonly took a urine sample (163, 54%), referred the patient to a specialist (127, 42%), and prescribed tablets (109, 36%); only 22% (66) carried out an abdominal, rectal, or vaginal examination. Patients were not embarrassed in seeing their doctor and most thought they were treated sympathetically. 60% (265) of all those affected were concerned or worried about their incontinence, and in almost half incontinence limited their daily social activities. More people with incontinence seem to be consulting their doctors about it than has been found in previous studies, but the procedures carried out by general practitioners still seem to be suboptimal. Urinary incontinence has a profound effect on the day to day lives of most of those who suffer from it.
Guía Metodológica de Enfermería
  • Gerencia Atención Primaria
GERENCIA ATENCIÓN PRIMARIA. Guía Metodológica de Enfermería. Ed. Gerencia de Atención Primaria de Salamanca. 2003.
vuelva la hoja y lea las instrucciones antes de comenzar a contestar a las frases
  • Ahora
Ahora, vuelva la hoja y lea las instrucciones antes de comenzar a contestar a las frases.
Ley 41/ 2002 reguladora de la Historia Clínica
  • Boletín Oficial
  • Del Estado
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO. Ley 41/ 2002 reguladora de la Historia Clínica. BOE de 15/11/2002, nº 274.
Factores de Riesgo en la Patología Geriátrica
  • Rivera Casado
  • J M Gil Gregorio
RIVERA CASADO, J.M.; GIL GREGORIO, P. Factores de Riesgo en la Patología Geriátrica. Ed. Médicos, SA. Madrid, 1996.