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Abstract

La promoción de la salud va más allá de la mera ausencia de enfermedad, implica empoderar a las personas y a las comunidades para que tomen el control de su propia salud, adopten comportamientos saludables y creen entornos que fomenten el bienestar. La presente obra nos llevará en un viaje a través de las diversas facetas de la promoción de la salud, desde iniciativas a nivel comunitario hasta intervenciones digitales, explorando tanto los éxitos como los desafíos que enfrentan los profesionales de la salud y los defensores de la promoción de la salud en todo el mundo.
PROMOCIÓN DE LA SALUD:
EXPERIENCIAS DE
INVESTIGACIÓN
Y PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA
PROMOCIÓN DE LA SALUD:
EXPERIENCIAS DE
INVESTIGACIÓN
Y PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA
Didier Francisco Aké Canul
Marco Esteban Morales Rojas
Sheila Mariela Cohuo Cob
Maricela Balam Gómez
Coordinadores
UADY
UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA
DE YUCATÁN
1a. edición: 2024
© Didier Francisco Aké Canul, Marco Esteban Morales Rojas,
Sheila Mariela Cohuo Cob, Maricela Balam Gómez
© Cromberger Editores e Impresores, S.A. de C.V.
Río Danubio 69, Despacho 1001
Col. Cuauhtémoc, Alcaldía Cuauhtémoc
06500; Ciudad de México
Reservados todos los derechos.
Esta obra ha sido evaluada por pares académicos ciegos que avalan la calidad
académica del trabajo. Esta publicación no podrá ser reproducida total o
parcialmente, incluyendo el diseño de portada, tampoco podrá ser transmitida
ni utilizada por algún medio, ya sea electrónico, mecánico, electromecánico o
de otro tipo sin autorización por escrito del autor.
ISBN: 978-607-5892-15-3 (Cromberger)
Corrección ortográca y de estilo: Adriana Guerrero Tinoco
Diseño de interiores, portada y formación: Aarón González Cabrera
Hecho en México • Made in Mexico
Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (Conahcyt)
Registro Nacional de Instituciones y Empresas Cientícas y Tecnológicas
Registro: 2000845
Dirección de proyecto:
Jose Eduardo Salinas de la Luz
CONTENIDO
PREFACIO ................................................. 9
1. LOS RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
María del Sagrario Vargas Espadas, Amairani Aracelly Ceh Alvarado,
José Eduardo Uicab Cauich
2. INICIATIVA COMUNITARIA PARA FORTALECER
EL SENTIDO DE PERTENENCIA Y LA PARTICIPACIÓN
EN UN GRUPO DE VIVERISTAS DE ATLACOMULCO,
JIUTEPEC, MORELOS ..................................... 25
Mauricio Román Guillermo Hernández, María de la Luz Arenas Monreal,
Elisa Hidalgo Solórzano
3. ANÁLISIS DE CRITERIOS PARA LA
TRANSDISCIPLINARIEDAD DE LA SALUD COMUNITARIA
DESDE INICIATIVAS DE UN PROGRAMA UNIVERSITARIO
DE ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD ....................... 57
Marisol Campos Rivera, Luis Antonio Reyna Martínez
4. USO DE APLICACIONES DE TRANSMISIÓN
COMO ESTRATEGIA DE PROMOCIÓN A LA SALUD
DURANTE LA PANDEMIA POR COVID-19
EN UNA POBLACIÓN MAYA DEL SUR DE YUCATÁN ......... 75
Karla Rossanet Dzul-Rosado, Karla Alejandra Arroyo-Solís,
Yolanda Oliva-Peña, Juan José Arias-León, Luis Emilio Ramón-García,
Jahaziel Obed Martínez-Velásquez, Fernando Puerto-Manzano
y Luisa Lilia Rocha
5. ANÁLISIS EPIDEMIOLÓGICO DE SARS-COV-2
EN ADOLESCENTES CON ANTECEDENTE DE
EMBARAZO EN MÉXICO, DE ABRIL 2020 A MAYO 2022 ...... 101
Jaime Jaquez Pallares
Sergio Jaquez Pallares
6. VIOLENCIA DE GÉNERO Y TIPOS DE VIOLENCIA
EN GRUPOS VULNERABLES .............................. 121
Martha Ofelia Valle Solís, Ramona Armida Medina Barragán,
Daniela Lizbeth Salas Medina, Verónica Benítez Guerrero,
Salvador Ruíz Bernés, Delia Esperanza Sillas González
7. MAPEO Y CARACTERIZACIÓN DE LA RESPUESTA
SOCIAL ORGANIZADA A LA PROBLEMÁTICA
DEL SUICIDIO EN MÉXICO ................................ 139
Rodolfo Moreno Ramírez
8. ENTRE FAMILIARES Y AMIGOS:
UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA DE SU INFLUENCIA
EN EL CONSUMO DE ALCOHOL EN ADOLESCENTES ........ 157
Enedina Quiroga Sánchez, Natalia Calvo Ayuso,
David Bermejo Martínez, Cristian Martin Vázquez,
Rubén García Fernández
9. CONOCIMIENTOS SOBRE LA ENFERMEDAD
Y CONSUMO DE ALCOHOL EN ADULTOS
CON DIAGNÓSTICO DE DIABETES MELLITUS TIPO II ........ 173
Juan Yovani Telumbre Terrero, Lucely Maas Góngora,
Lubia del Carmen Castillo Arcos, Leidy Sofía Javier Rivera
PREFACIO
En un mundo donde las demandas y desafíos para la salud y el bienestar humano
están en constante cambio, la promoción de la salud emerge como un campo
crucial que busca no sólo prevenir enfermedades, sino también fomentar estilos
de vida saludables y mejorar la calidad de vida de las personas en todas las eta-
pas de la vida. Este libro presenta resultados de investigación y se adentra en el
fascinante y complejo terreno de las experiencias relacionadas con la promoción
de la salud, explorando una amplia gama de perspectivas, prácticas y enfoques
innovadores.
La promoción de la salud va más allá de la mera ausencia de enfermedad,
implica empoderar a las personas y a las comunidades para que tomen el con-
trol de su propia salud, adopten comportamientos saludables y creen entornos
que fomenten el bienestar. La presente obra nos llevará en un viaje a través de las
diversas facetas de la promoción de la salud, desde iniciativas a nivel comunita-
rio hasta intervenciones digitales, explorando tanto los éxitos como los desafíos
que enfrentan los profesionales de la salud y los defensores de la promoción de la
salud en todo el mundo.
Una de las áreas clave que abordamos en este libro es la promoción de la salud
en el contexto de los determinantes sociales de la salud. Se reconoce que facto-
res como el acceso a la atención médica, la educación, el empleo, la vivienda y el
medio ambiente desempeñan un papel crucial en la determinación de la salud de
las personas y las comunidades. A través de estudios de casos y análisis detallados,
se explora cómo las intervenciones que abordan estos determinantes sociales pue-
den tener un impacto significativo en la salud y el bienestar.
Asimismo, se reconoce que la promoción de la salud no está exenta de desa-
fíos. Es por ello que en este volumen también exploramos las barreras y limitacio-
nes que enfrentan los profesionales de la salud y los defensores de la promoción
10 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
de la salud, desde la falta de recursos hasta las desigualdades en el acceso a la
atención médica. También se detalla una crítica a las políticas y estrategias actua-
les en el campo de la promoción de la salud, identificando áreas donde se necesi-
tan un mayor enfoque y acción.
A lo largo de esta obra, nos esforzamos por ofrecer una visión equilibrada y
completa de la promoción de la salud, destacando tanto los éxitos como los desa-
fíos que enfrenta este campo en constante evolución. Reconocemos la importan-
cia de aprender de las experiencias pasadas y presentes para informar y mejorar
las prácticas futuras.
En resumen, este libro representa una contribución valiosa al campo en
constante expansión de la promoción de la salud, y ofrece una mirada en pro-
fundidad a las experiencias, perspectivas y prácticas que dan forma a este impor-
tante ámbito de la salud pública. A través de estudios de casos, análisis críticos
y reflexiones personales, esperamos inspirar a los lectores a comprometerse acti-
vamente con la promoción de la salud y a contribuir al crecimiento y desarrollo
continuo de este campo vital y dinámico.
1 LOS RETOS DE LA PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA PARA LA
PROMOCIÓN DE LA SALUD
María del Sagrario Vargas Espadas
Amairani Aracelly Ceh Alvarado
José Eduardo Uicab Cauich
Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Yucatán
Resumen
La participación comunitaria tiene un papel fundamental en el éxito o fracaso
de los programas de salud. Diversos autores coinciden en que la participación
debe integrar a la población en las fases o procesos de implementación para lograr
los objetivos en beneficio de la comunidad. A pesar de los beneficios, los auto-
res coinciden en que se han presentado retos o desafíos antes, durante o después
de la ejecución de los programas de salud, es por ello que este capítulo hace una
reflexión sobre los retos de la participación comunitaria en la promoción de la
salud. En el análisis se identificaron cuatro principales: las relaciones de poder,
la heterogeneidad de los participantes, la participación voluntaria y el contexto
sociopolítico-institucional. Si bien, se nombraron cuatro retos de la participación,
se concluye que los proyectos de salud experimentarán diferentes desafíos según
las circunstancias del país y las características del grupo de intervención.
El enunciado “La salud no es un fenómeno aislado de la realidad comuni-
taria”, es una de las conclusiones de Bronfman y Gleizer (1994) en su análi-
sis sobre la participación comunitaria. Ésta tiene un papel fundamental en el
éxito o fracaso de los programas de salud, pues cuando se cuenta con la comu-
nidad, se identifican de una manera más precisa las necesidades de salud que
resultan de una definición de prioridades que más adelante se transforman en
el diseño e implementación de un programa adecuado a las necesidades senti-
das y expresadas de la población. Entonces, si la salud y la realidad comunitaria
están vinculadas en el quehacer de los proyectos de salud, ¿cuáles son los princi-
pales retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud? Antes
12 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
de responder la interrogante, se iniciará con algunas definiciones del término
comunidad, participación comunitaria, para posteriormente mostrar los retos de
los proyectos y finalizar con su relación con la promoción de la salud.
El concepto de comunidad conlleva varias acepciones de acuerdo con el
contexto o situación particular. Sin embargo, es posible afirmar que el común
denominador de las definiciones es el hecho de compartir una cualidad, una
característica o interés común. Se podría plantear la definición simplemente en
términos relacionales, teniendo en cuenta que cualquier característica que com-
parta un grupo poblacional podría configurar potencialmente una comunidad.
Asimismo, los conocimientos que cada grupo social comparte configuran la cul-
tura y los congregan en comunidades. La pertenencia a una comunidad debe
incluir una conciencia y participación activa para que sea la base de la salud
comunitaria (Correal-Muñoz y Arango-Restrepo, 2014).
Dicha pertenencia a la comunidad coadyuvará a fortalecer la participación
comunitaria, el cual es un término multidimensional (Morales Loyola, 2022).
Diferentes autores mencionan que es un elemento estratégico fundamental para
el desarrollo comunitario de la promoción y la educación para la salud (Gra-
cia-Pérez y Gil-Lacruz, 2018); otros investigadores señalan que es esencial para
la promoción de la salud (Declaración de Yakarta, citado en Martínez et al.,
2021); algunos refieren que es un proceso reflexivo (Morales Loyola, 2022) o que
es necesario desarrollar la participación en los contextos locales con marcadas
diferenciales sociales y que debe caracterizarse por la masividad y la diversidad
(Vázquez et al., 2018); así, la participación comunitaria debe poseer un carácter
masivo, consciente, activo e innovador (Rubán et al., 2019); por último, signi-
fica que la gente debe hacer sugerencias sobre los servicios públicos de la comu-
nidad, las políticas públicas o cualquier aportación que beneficie a los habitantes
(Masuku y Molope, 2020).
A pesar de las distintas definiciones, los autores coinciden en que la participa-
ción comunitaria debe integrar a la población en todos los procesos que se imple-
menten, considerar sus necesidades y que las metas propuestas sean alcanzadas en
beneficio principalmente de la comunidad, así como del grupo ejecutor. De esta
manera, la participación comunitaria propiciará la cohesión y confianza entre la
comunidad (Morales Loyola, 2022), aunque es importante contemplar que pue-
den existir retos durante su implementación. A continuación, se mencionarán
los desafíos de algunas propuestas de participación comunitaria implementadas
en países alrededor del mundo.
1. Los retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud 13
Figura 1
Retos de la participación comunitaria
Relaciones de
poder
Heterogeneidad
de los
participantes
Participación
voluntaria
Contexto
sociopolítico-
institucional
Relaciones de poder
El poder puede ser descrito como la capacidad de una estructura o de un indi-
viduo para influir en la voluntad de las diversas partes interesadas en un asunto
determinado, incluidos los miembros de la comunidad (Han et al., 2014, citado
en Masuku y Molope, 2020, p. 2). Merve et al. (2010, citado en Masuku y
Molope, 2020) afirman que, si los miembros de una comunidad tienen poder,
pueden idear estrategias para reducir la pobreza, el analfabetismo, el desem-
pleo y cualquier otra injusticia que les afecte. Por lo anterior, dependiendo de
los intereses del equipo ejecutor del proyecto de salud, el poder puede influir de
forma negativa o positiva en el desarrollo de éste, por ejemplo, de forma posi-
tiva cuando los participantes asistan a los proyectos y se sientan comprometidos
e incluidos en las acciones de desarrollo para su comunidad. De forma negativa,
cuando no hay coordinación y las acciones se elaboran sin el involucramiento de
los habitantes y, además, compartan las propuestas de intervención para la reso-
lución de los problemas donde la gente no fue requerida.
En otro punto de vista, Brear y Tsotetsi (2022) señalaron que otorgar el
consentimiento voluntario y asentimiento informado que explica por escrito el
proyecto de investigación puede no ser ni informado ni voluntario. Si bien los
documentos son utilizados por los investigadores como una forma de tener la
autorización de las personas —en algunos casos, de sus hijos o hijas— y para
cumplir los requisitos de los comités de ética de las instituciones, las perso-
nas pueden interpretar que la firma del documento los obliga a participar. Por
lo cual, las autoras arguyen que “los enfoques participativos tienen el poten-
cial de descolonizar la ética procedimental y práctica en la creación del conoci-
miento cualitativo” (p. 28) con propuestas innovadoras de investigación donde
los conocimientos de la población sean incorporados en las dinámicas aca-
démicas. La conclusión de los miembros de la comunidad es que el poder y
14 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
la autoridad se utilizan para suprimir o posponer sus necesidades (Masuku y
Molope, 2020).
En algunos casos, los miembros de la comunidad no son considerados para
desarrollar reglamentos o políticas, sino que son “consultados” cuando dichos
lineamientos se terminan. Un ejemplo de ello es el estudio realizado en el muni-
cipio de Mahikeng, en Sudáfrica, que evaluó el impacto de las relaciones de
poder en la participación comunitaria. Sus principales resultados evidenciaron la
falta de participación de la comunidad en los asuntos políticos como consecuen-
cia de que los miembros de la comunidad no son involucrados cuando se desa-
rrollaron marcos legales o políticos. Su participación era posterior a la redacción
y después de la consulta con otras partes interesadas. La acción de no consultar a
la comunidad antes, durante y después de la creación de políticas y las diferencias
de poder contribuyeron al abandono de las disposiciones legislativas en el muni-
cipio (Masuku y Molope, 2020).
Heterogeneidad de los participantes
La heterogeneidad de la población refiere a la diversidad de personas y las per-
cepciones que tienen acerca de los impactos socioculturales, políticos y de salud
relacionados con su comunidad (Jaafar et al., 2017). Dentro de la heteroge-
neidad están los niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres, personas adul-
tas mayores, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual o con
alguna condición de salud. Por lo anterior, Patel, Frederick y Kidd (2018) propo-
nen que dentro de las comunidades se procure el acceso a la atención física de las
personas con enfermedades mentales, quienes al tener un seguimiento oportuno
con apoyo de sus familias y de profesionales de la salud, pueden participar en las
cuestiones de su entorno y no dejar que el estigma perpetúe dentro de la pobla-
ción y los investigadores. Los autores reflexionaron que en ocasiones la pobreza
funge como un factor que impide la participación, ya que los entrevistados no
podían permitirse adquirir alimentos de calidad, dar seguimiento a sus trata-
mientos o comprar los insumos necesarios para alcanzar una mejor calidad de
vida, por consiguiente, sus niveles de energía se ven afectados y no participan
en las actividades comunitarias. En cambio, los participantes que sí contaban
con lo requerido para su atención y además hacían actividad física, describie-
ron que se sentían bien para participar en las actividades de la comunidad y ser
parte de la sociedad. Así, es importante comprender los vínculos entre la salud
física, la comunidad y la salud mental.
1. Los retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud 15
Desde otro punto de vista, Bianchini (2022) explica que “la promoción de
la participación sigue siendo patriarcal” (p. 4), porque las mujeres fungen como
promotoras de la salud. La autora arguye que las mujeres “dan la cara” en la cues-
tión de salud de la comunidad y sus familias, son ellas las que hablan de las enfer-
medades, de los problemas dentro y fuera de casa, y las más involucradas en la
colectividad. Critica también que los sujetos destinatarios de los proyectos siguen
siendo mayormente las mujeres cisgénero de sectores populares, señaladas como
“responsables” de reclamar derechos, acompañar a sus vecinas, gestionar medica-
mentos y fungir como informantes clave durante el desarrollo de los proyectos.
Por otra parte, en Pantai Cenang, isla de Langkwai, Malasia, se estudió la
relación entre las percepciones de los residentes sobre los impactos sociocultura-
les del desarrollo turístico y la participación comunitaria. Los autores concluye-
ron que la participación comunitaria es significativa en el desarrollo turístico, ya
que la sostenibilidad de un destino turístico depende del apoyo y la participación
de las comunidades locales. La heterogeneidad entre los residentes locales y sus
percepciones de los impactos fue un área de oportunidad a considerar para las
actividades de participación, puesto que el sexo, la edad y formas de pensar influ-
yeron en las decisiones comunitarias (Jaafar et al., 2017).
En Argentina, surgió un análisis de las prácticas cotidianas y de espacios de
reflexión compartidos por los residentes del departamento de Terapia Ocupacio-
nal de un hospital monovalente de salud mental en Buenos Aires. En el hospi-
tal se planificó un ciclo de encuentros de Educación Sexual Integral dirigido a
adolescentes que concurren a éste. La planificación del proyecto contempló cua-
tro encuentros, pero solamente se realizó una actividad; los demás acercamien-
tos fueron suspendidos debido a la falta de asistencia de adolescentes (Alurralde
et al., 2022). De la misma manera, en Argentina se hizo un estudio de proceso
de reflexión teórico, político, ético y metodológico vinculado a dos programas de
salud comunitaria: salud ambiental y hábitat y salud, implementados en un hos-
pital general en Buenos Aires. Los programas son parte de las políticas de asis-
tencia y desarrollo territorial de Argentina a nivel municipal, se orientan a la
participación comunitaria en salud de las mujeres de sectores populares urba-
nos. La inquietud de la autora fue indagar cómo los programas se aproximaron o
diferenciaron de las lógicas de participación comunitaria que promovió el Estado
argentino durante el neoliberalismo en la década de 1990.
Se concluyó que las políticas estatales de los noventa fueron implementadas
mayormente por las organizaciones de la sociedad civil, las cuales atendieron el
acceso a la alimentación, la salud, la vivienda, la educación, entre otros asuntos,
16 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
debido a que las funciones del Estado estaban privatizadas y había menores opor-
tunidades de empleo. Por ende, la participación comunitaria recayó en las orga-
nizaciones del tercer sector y en las mujeres para contribuir a incrementar la
calidad de vida de las personas. La autora infirió que los profesionales, al estar
insertos en los programas de salud, pueden elegir entre dos acciones: continuar
con prácticas que no fomentan o promueven los derechos humanos, por ejem-
plo, la salud, o cuestionar las intervenciones del Estado y participar en la modifi-
cación de programas que mejoren la calidad de vida de la población.
Una historia parecida ocurrió en Cuba. A raíz del proyecto de transforma-
ción revolucionaria que inició en el país en 1959, se ejecutaron diversos pro-
gramas y proyectos por parte del Ministerio de Interior donde se identificaron
variadas problemáticas: alcoholismo, prostitución, desvinculación laboral, vio-
lencia de género, entre otras. Los autores centraron su atención en analizar la
participación de los jóvenes de la comunidad de La Tortuga para el desarrollo
social comunitario a partir de la investigación-acción-participativa. En las con-
clusiones, los jóvenes e informantes claves (presidente del Consejo Popular, dele-
gados, presidentes de comités y federaciones de mujeres cubanas, enfermeras de
la comunidad, maestros y pobladores) de la comunidad coincidieron en que los
jóvenes no tienen claro lo que es participar, no tienen preparación para partici-
par activamente, no son conscientes de su papel al interior de la comunidad, hay
poca atención de las organizaciones e instituciones de la comunidad y las carac-
terísticas de las familias son otros factores que obstaculizan la participación de los
jóvenes (Vázquez et al., 2018).
Ante la falta de participación de los adolescentes, los autores reflexionaron
acerca de si los resultados hubiesen sido distintos de haber desarrollado la misma
propuesta en un escenario distinto o con actividades acordes a los intereses y gus-
tos de los jóvenes. Tal vez la implementación por fuera del hospital permitiría la
continuidad y arraigo de los proyectos o actividades planificadas.
Participación voluntaria
Ahora se mencionará el voluntariado como otro de los retos de la participa-
ción. En la India, durante la pandemia por COVID-19, un trabajador social
psiquiátrico implementó una iniciativa de participación comunitaria en el hos-
pital, consistió en confeccionar equipos de protección individual, mascari-
llas y protectores faciales para los profesionales sanitarios que trabajaban en
el hospital; los datos demostraron que el voluntariado es una forma legítima de
1. Los retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud 17
participación comunitaria, utilizando principalmente los principios de organi-
zación comunitaria para mejorar el bienestar de las personas en situación pan-
démica dados los cierres de locales que impidieron el acceso a los materiales
requeridos para los profesionales (Jagannathan et al., 2021).
En México, se realizó un diagnóstico de salud poblacional utilizando el
mapeo comunitario como herramienta para la participación de la población. El
objetivo de usar el mapeo comunitario fue despertar el interés de los habitan-
tes en los temas que conciernen a la comunidad; el diagnóstico se realizó en una
zona rural y en una zona urbana en un municipio del estado de Morelos. Los
resultados mostraron que el mapeo comunitario generó interés para participar
en el diagnóstico de salud y en la zona rural se logró la participación de todos los
grupos poblacionales, solamente en la localidad urbana no se logró efectuar el
mapeo (Arenas-Monreal et al., 2019).
La iniciativa fue una parte primordial para la organización comunitaria en
la institución y la comunidad (Jagannathan et al., 2021). El uso de folletos y
redes sociales generó interés en la población para participar, además de que las
condiciones socioeconómicas y sociales no eran las más adecuadas dada la con-
tingencia por COVID-19. Dicha participación voluntaria ayudó a “mejorar la
autoestima, la confianza en sí mismos y el sentimiento de orgullo de contribuir a
un bien mayor, como lo es una causa social” (Jagannathan et al., 2021, p. 158).
El uso del mapeo comunitario es otra técnica que estimula el interés de las perso-
nas de diferentes edades en las comunidades rurales. Lo contrario sucedió en las
comunidades urbanas, debido a que los grupos de jóvenes y hombres no mostra-
ron interés en involucrarse, tal vez porque no perciben las mismas problemáticas
comunitarias que los habitantes de los espacios rurales o porque sus tiempos son
destinados al trabajo o la escuela. Las autoras arguyen que las localidades urbanas
son un desafío para el logro de la participación porque se mantienen al margen
del tema de salud, por lo que hay que acercarse en sus propios espacios y vincular
sus intereses con la salud (Arenas-Monreal et al., 2019).
Contexto sociopolítico-institucional
En Barcelona, España, un programa orientado a mejorar la salud en los barrios
más desfavorecidos realizó un proceso participativo de consenso para identificar
los problemas más importantes y ayudar a priorizar las intervenciones. Los prin-
cipales resultados fueron que el diagnóstico permitió una mejor comprensión de
la comunidad, sus necesidades, disponibilidad de recursos y activos en salud, el
18 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
pendiente fue continuar la acción comunitaria en las subsecuentes fases del pro-
grama (Colell et al., 2018).
Mientras tanto, en Cuba, se diseñó una estrategia de participación comuni-
taria para la lucha antivectorial y la consiguiente prevención de la propagación
del dengue. El estudio se realizó en dos sectores en Santiago durante el bienio
2014-2015. Los hallazgos arrojaron que el mayor número de integrantes fue-
ron trabajadores, seguidos de las amas de casa. En menor número participaron
los estudiantes y los desocupados, predominaron los líderes informales. El estu-
dio promovió una participación innovadora y activa en el diagnóstico y la bús-
queda de soluciones de los problemas medioambientales y en la negociación y el
intercambio con otros sectores. Los autores consideraron que se debe orientar el
trabajo a incrementar las acciones intersectoriales, puesto que prevalecieron las
intrasectoriales (Rubán Alfaro et al., 2019).
En Colombia, se caracterizó la influencia de la participación comunitaria, la
gobernabilidad y la gobernanza en experiencias de construcción de paz para el
posconflicto desde el departamento de Cauca. En el estudio, se analizó y caracte-
rizó el proceso comunitario llamado Lerma: Territorio de Convivencia y Paz. Las
tres dimensiones de análisis fueron: redes y relaciones de actores, participación e
incidencia de la comunidad en los procesos de toma de decisiones y capacidad de
los actores sociales para transformar su realidad social. La principal problemática
fue confrontar a la comunidad que desde hace más de cuatro décadas se dedica
al cultivo de coca, ya que la posición geográfica y las condiciones climáticas del
corregimiento de Lerma le permitieron producir una variedad de coca de óptima
calidad (Chilito Piamba, 2018).
De igual forma, en Colombia, se analizó la influencia de los determinantes
sociales tanto estructurales como intermedios en el ámbito de la salud y su rela-
ción con el proceso de lactancia materna en adolescentes y mujeres rurales de
una provincia. En las conclusiones resaltó que se ha privilegiado la intervención
y atención estatal en lo urbano más que en lo rural. Los autores identificaron que
la práctica de la lactancia materna se ve altamente afectada en términos negati-
vos por la sobrecarga de tareas domésticas no compartidas (Coronado y Chapa-
rro, 2022).
Se puede observar que en España, Cuba y Colombia, el contexto sociopo-
lítico-institucional permitió la participación de la población en las actividades
comunitarias; cada país tuvo sus dificultades y retos, pero coincidieron en que
sus estudios se enfocan principalmente en el diagnóstico de salud y pocas veces
mencionan los programas que formulan de manera posterior al diagnóstico. Es
1. Los retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud 19
por ello que otro de los retos es involucrar a la población en el seguimiento de
las acciones planteadas. La participación no solamente debe realizarse en la fase
diagnóstica para corroborar o descartar las necesidades identificadas por el grupo
ejecutor, sino que además se “deben fortalecer los lazos entre los diferentes agen-
tes implicados en el territorio” (Colell et al., 2018, p. 398).
Asimismo, es conveniente incluir otras instancias, como las áreas de edu-
cación, desarrollo social, trabajo, economía, medio ambiente, y orientar el tra-
bajo a acciones intersectoriales para promover el esfuerzo colectivo en la solución
de las problemáticas de la comunidad. En el caso de escenarios donde el con-
flicto armado y la violencia sociopolítica generaron consecuencias sociales como
la drogadicción, la “cultura del dinero fácil”, los robos y la agudización de la vio-
lencia común que han formado una “barrera”, la intervención para la elaboración
de proyectos comunitarios debe incluir, además de la participación comunitaria,
a las instituciones de gobierno, los actores que vivieron la situación y los acto-
res que, aunque conocen la historia a través de los relatos, viven las consecuen-
cias. Del mismo modo, es importante orientar los programas de salud hacia las
madres y adolescentes rurales que no se encuentran en un escenario de conflicto,
ampliar la cobertura a estos lugares y no solamente a las instituciones hospitala-
rias, puesto que la prestación de salud está vinculada al derecho humano.
Conclusiones
Los cambios demográficos, las migraciones, el urbanismo, la globalización, el
acceso a la tecnología y fuentes de información y los sistemas de gobierno han
influido sobre la cultura y el comportamiento social de las comunidades (Orga-
nización Panamericana de la Salud, 2017, citado en Ticona Chávez, 2020). Lo
anterior, en conjunto con las distintas problemáticas de las comunidades y el
ritmo de vida, han logrado que el trabajo comunitario tenga más retos que en
otras épocas. En la actualidad, la dinámica de las familias y las personas ha cam-
biado, la población no tiene un trabajo formal y vive al día para subsistir. A esto
se suma la percepción de que algunas autoridades no cumplen sus promesas de
proveer, o incluso se evidencian casos de corrupción, lo que provoca descon-
fianza, desarmonía o conspiraciones hacia los proyectos de salud, cuyo objetivo
es trabajar con las personas (Ticona Chávez, 2020; Mahmood et al., 2023).
Este panorama podría ser desalentador para los profesionales de la salud y
las ciencias sociales durante la planeación, implementación y seguimiento de los
proyectos de salud, puesto que el trabajo en comunidades resultaría complicado,
20 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
particularmente con las áreas empobrecidas de las grandes ciudades. Así que se
recomienda difundir todas las actividades a través de materiales innovadores que
generen interés en la intervención con la comunidad (Mahmood et al., 2023), lo
que contribuirá a gestar una participación comunitaria que fomentará confianza
durante las intervenciones mientras sean eficaces y los miembros de la comuni-
dad colaboren en todos los procesos, debido a que la comunidad sabe de sus pro-
blemas, conoce la disponibilidad de sus recursos (Ticona Chávez, 2020), tiene
poder y puede idear estrategias para reducir la pobreza, el analfabetismo, el des-
empleo y cualquier otra forma de injusticia que le afecte (Merve et al., 2010,
citado en Masuku y Molope, 2020, p. 11).
Es necesario comprender que, aun siendo un escenario difícil, tanto para
las autoridades como para la comunidad, “el trabajo comunitario en salud es
el camino para superar la crisis” (Ticona Chávez, 2020, p. 146). La participa-
ción comunitaria fortalece el sistema de salud en todos los niveles de atención.
La comunidad se convierte en un lugar para manifestar los comportamientos de
salud, conductas de riesgo, las enfermedades o hábitos saludables que desarrollan
las familias; independientemente del nivel socioeconómico, todas las comunida-
des necesitan organizarse (Reiner Hernández et al., 2019; Ticona Chávez, 2020).
Dicho acercamiento establecerá las ideas para las intervenciones y acciones de
promoción de la salud tomando en cuenta los determinantes de la población. En
este sentido, la promoción de la salud se constituye como “un proceso político y
social que abarca las acciones dirigidas a fortalecer las habilidades, las capacidades
de los individuos y a encaminarlas a modificar las condiciones sociales, ambien-
tales y económicas con el objetivo de mitigar su impacto en la salud pública e
individual” (De la Guardia Gutiérrez y Ruvalcaba Ledezma, 2020, p. 86).
Un elemento relevante para la promoción de la salud son los profesionales de
la salud y las ciencias sociales, ellos deben tener la formación preferentemente
con orientación colectiva y comunitaria para que su intervención traspase el
modelo biomédico tradicionalmente enseñado. La intervención de los profesio-
nales debe contemplar las condiciones de salud, los problemas sociales, “las cir-
cunstancias económicas, políticas, culturales y sociales, que se transforman según
su construcción social y cultural en diálogo con la época, pero que se singulariza
de manera inevitable” (Carballeda, 2018, p. 13). Si bien en este análisis se nom-
braron cuatro retos en la participación comunitaria, no significa que todos los
proyectos de salud experimenten situaciones similares, esto dependerá de las cir-
cunstancias de acuerdo con el contexto del país, del grupo de intervención, la
época, los profesionales que desarrollaron el proyecto y la comunidad.
1. Los retos de la participación comunitaria para la promoción de la salud 21
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2 INICIATIVA COMUNITARIA PARA
FORTALECER EL SENTIDO DE
PERTENENCIA Y LA PARTICIPACIÓN
EN UN GRUPO DE VIVERISTAS DE
ATLACOMULCO, JIUTEPEC, MORELOS
Mauricio Román Guillermo Hernández,
María de la Luz Arenas Monreal,
Elisa Hidalgo Solórzano
Instituto Nacional de Salud Pública
Resumen
Introducción: El sentido de pertenencia es la autopercepción subjetiva de ser
parte de una comunidad. Comunidades integradas son capaces de realizar accio-
nes en favor de su entorno y transformar su realidad. Objetivo: Fortalecer el sen-
tido de pertenencia mediante el fomento de la participación comunitaria para
mejorar el entorno de un grupo de viveristas de Jiutepec, Morelos. Materiales y
métodos: Estudio mixto con elementos de investigación-acción-participativa ().
El componente cuantitativo incluyó aplicación y análisis pre y post de tres cuestio-
narios: sociodemográfico, de sentido de pertenencia () y de participación comu-
nitaria (). Los datos fueron analizados en Stata 14.2. El componente cualitativo
incluyó estancia etnográfica, mapeos comunitarios y grupos focales (), los cua-
les fueron audiograbados, transcritos e ingresados para su análisis en el software
Atlas.ti v8. La información fue triangulada entre métodos. Resultados: Población
total de 433 personas, con una muestra de seguimiento por muestreo no proba-
bilístico conformada por 62 personas; 39% mujeres, el resto hombres. Asimismo,
88% es viverista, 70% habla mixteco. El  basal fue 7.9 y de  11.8. Los 
expusieron la relación entre ambiente, salud y prácticas sociales, los mapeos
identificaron sitios de riesgo para la salud, barreras o facilitadores para el desa-
rrollo comunitario. Esta información fue presentada a la población, se debatie-
ron, priorizaron problemas, plantearon propuestas de solución, establecieron plan
de acciones comunitarias que incluyeron la limpieza de apantles, formación de
comité de vigilancia, solicitud para la restauración de calle, se conformó el padrón
de viveristas. Posterior a estas acciones, el  fue de 8.3 y el  de 15.4. Con-
clusiones: En esta población, un intercambio de recursos (como tiempo) es una
26 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
expresión de compromiso que contribuye a la integración comunitaria. Las perso-
nas aumentaron la percepción de su capacidad para influir y tomar decisiones en
un grupo. Esto detonó un clima de disposición individual para resolver proble-
mas comunes que mejoren las condiciones de la comunidad.
Introducción
Esta iniciativa de promoción a la salud surge en el marco del ejercicio académico
del proyecto de titulación de la maestría en Salud Pública de la Escuela de Salud
Pública de México en el Instituto Nacional de Salud Pública (). En la pri-
mera mitad de la formación académica se realizó un diagnóstico de salud pobla-
cional () que incluyó la participación multidisciplinaria de estudiantes del
programa de la maestría. El diagnóstico permitió identificar las condiciones de
vida de las y los habitantes del ejido Atlacomulco, perteneciente al municipio
de Jiutepec, Morelos, zona caracterizada por la presencia de viveros de plantas a
cielo abierto.
El diagnóstico de salud poblacional también expuso un espacio geográfico
donde coexisten la migración, carencias en educación, ocupación, ingreso y
vivienda, a las que se suman un ineficiente servicio público de recolección de
basura, la contaminación del aire por quema de basura, así como la inseguri-
dad social y la descarga de contaminantes en los apantles (canales de agua de
baja profundidad que recorren la zona). Sin embargo, estas condiciones en las
que viven y trabajan las y los pobladores de la zona obedecen a situaciones his-
tóricas que han modelado el presente de la comunidad. Los orígenes del ejido
Atlacomulco datan de 1934, a partir de la instauración de la reforma agraria eji-
dal, los terrenos que eran usados para la producción de caña de azúcar pertene-
cientes a la hacienda de Cortés fueron fraccionados en 77 parcelas y repartidas a
algunos pobladores.
Esta zona forma parte de la cuenca hidrológica que incluye el manantial Cha-
pultepec, cuyas aguas han sido mayormente utilizadas como aguas de riego, con-
duciéndose por la geografía del municipio de Jiutepec a través de apantles. El uso
de estos canales durante la década de 1970 estuvo orientado al cultivo de caña
y arroz. Posterior al sismo de 1985 que causó daños en la Ciudad de México, la
zona de Atlacomulco comenzó a poblarse y se redujeron las tierras de uso agrícola.
En 1992 se publica una reforma al artículo 27 constitucional en la que se
autorizaba el aprovechamiento por terceros de las tierras ejidales y comunales,
la transmisión de los derechos parcelarios, la adquisición del dominio pleno y
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 27
la enajenación de las parcelas (Gómez de Silva, 2016). A partir de esta reforma,
algunos ejidatarios de la zona comenzaron a vender sus parcelas, cuyo suelo dejó
de ser de uso agrícola para convertirse en uso residencial. Este proceso trajo
modificaciones a la vida social y geográfica del ejido Atlacomulco. Sin embargo,
algunos otros ejidatarios no vendieron sus terrenos y continuaron produciendo
plantas, como la rosa de tierra.
A la par, se fue extendiendo la técnica de cultivo en viveros entre los produc-
tores locales, los cuales comenzaron a emplear a trabajadores indígenas migrantes
de Guerrero, quienes en algunos casos rentaron porciones de tierra en las parce-
las y establecieron sus propios viveros (Sánchez, 2015). Pese a los esfuerzos de los
ejidatarios, los espacios de producción en viveros se han ido reduciendo y han
dejado en Atlacomulco —y en específico, en el sur del ejido— una porción de
viveros que sobreviven a la urbanización, ya que la construcción de residencia-
les y unidades habitacionales continúa, y junto con el uso de suelo habitacional,
también han aumentado el número de jardines y salones para eventos sociales,
lugares que coexisten con viveros a cielo abierto, en un área que, para fines de
esta iniciativa, se entiende como zona viverista.
Dicha iniciativa tomó como punto de partida el diagnóstico de salud pobla-
cional para abordar las problemáticas y prácticas comunes entre los residentes
de la localidad, ya que las y los habitantes realizaban acciones individuales para
intentar dar solución a los problemas de la zona, sin embargo, éstas eran ejecu-
tadas de manera aislada, lo cual reflejaba una dinámica de disgregación entre
los pobladores, que si bien identifican las problemáticas que ponen en riesgo su
salud y su seguridad, sus acciones particulares tenían poco impacto en la solución
de los problemas, situación que redundaba en el desánimo y la insostenibilidad
temporal de las acciones individuales.
Ante este clima social y de acuerdo con diversas propuestas teóricas, favore-
cer el sentido de pertenencia resulta en un mecanismo potenciador de la partici-
pación de las personas como un colectivo capaz de orientar actividades en favor
de su entorno, este trabajo representa una alternativa modesta de incidir en los
determinantes sociales de la salud, desde el escenario local, al considerar la inte-
gración de las personas como eje central del empoderamiento y participación de
la comunidad.
Los principios conceptuales que fundamentan esta iniciativa y la ubican en el
campo de estudio de la salud pública y la promoción de la salud desde la perspec-
tiva de las ciencias sociales se definen a partir del concepto de capital social pro-
puesto por Putnam (1993, p. 2), entendido como “las redes, normas y confianza
28 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
sociales que favorecen la cooperación para el beneficio colectivo”. A medida que
estos elementos se encuentran presentes en las sociedades, existen mayores posi-
bilidades de potenciar el progreso local en lo económico, político y social. Pro-
mover la integración de estas redes y normas de conducta entre la población es
una forma de crear capital social que a su vez conduce a una mayor cohesión
social y cooperación para el logro de objetivos comunes, los cuales dependen
de la interconexión de múltiples factores (Durston, 2000; Wakefield y Poland,
2005; Shiell et al., 2020).
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal, 2007), la cohesión social () se entiende como un componente de uni-
ficación evidenciado en el grado de consenso y unión de los miembros de un
grupo social, definido por la percepción de pertenencia a un proyecto o a una
situación en común, puede ser cuantificada a partir de índices que incluyen
aspectos como la confianza, la pertenencia, la identidad y el comportamiento
participativo de las personas (Ibarra et al., 2023).
El sentido de pertenencia es uno de los principales elementos que contribu-
yen a aumentar el grado de  de algunas sociedades, entendido como un com-
ponente subjetivo que está sujeto a la percepción individual de cada uno de los
miembros de una comunidad. McMillan y Chavis (1986) lo definen como sen-
tido de comunidad (), esto es, la percepción subjetiva de una persona de ser
parte de una comunidad caracterizado por la presencia de cuatro componentes:
la afiliación, satisfacción de necesidades, influencia y conexión emocional.
Por comunidad entendemos la integración de un grupo social que comparte
elementos comunes como historia, cultura, intereses, necesidades o problemas,
en un escenario de interacción y relaciones humanas, vinculadas al conocimiento
de quienes la integran; es así como los propios miembros definen una serie de
procesos colectivos que construyen una identidad comunal, a partir de su diná-
mica cotidiana, en la cual se integran, abonan y participan. Esta estructura de
participación es entendida como un proceso mediante el cual las y los indivi-
duos se transforman de acuerdo con sus propias necesidades y las de su comuni-
dad, y adquieren un sentido de responsabilidad respecto a su propio bienestar y
el de la colectividad, al tiempo que mejoran la capacidad para contribuir cons-
ciente y constructivamente al proceso de desarrollo común (Agudelo, 1983;
Aguilar, 2001), el cual puede ser observado como un continuum; de acuerdo con
Zakus (1988), entenderíamos este proceso de participación comunitaria como
un medio para alcanzar un fin, cuyos objetivos pueden estar orientados a la cons-
trucción de salud (Haldane et al., 2019; Russell et al., 2023).
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 29
Restrepo (2002) concibe a la promoción a la salud como
[…] un proceso que dirige sus esfuerzos a actuar sobre los determinantes de la salud
y a crear opciones saludables, para que la población pueda acceder a ellas, de manera
que estas acciones alcancen tanto a grupos de personas y comunidades como a pro-
cesos, condiciones y sistemas que requieren ser modificados en favor de la salud,
mediante estrategias como el fortalecimiento de la participación comunitaria, el
empoderamiento, y la acción política para la formulación de políticas públicas salu-
dables (pp. 35-36).
Metodología
Estudio transversal con mediciones pre y post exposición con un diseño de investi-
gación mixto con componentes cuantitativos y cualitativos, se utilizaron elementos
de  (Alcocer, 1999; Espinoza, 2020). Las características de esta metodología per-
mitieron estructurar las actividades en cuatro fases de trabajo: 1)investigación for-
mativa, 2)presentación de resultados 3)acciones, 4)evaluación.
Consideraciones éticas
Este proyecto fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación () del
Instituto Nacional de Salud Pública; consideró durante todas sus fases los prin-
cipios que rigen al . Se garantizó en todo momento el anonimato y la protec-
ción de los datos de las personas participantes. Para establecer un criterio ético y
jurídico de respaldo al intercambio de información, se solicitó a los y las partici-
pantes su consentimiento informado por escrito en cada una de las actividades.
Resultados y discusión
A continuación, se describe de manera cronológica el proceso de desarrollo
de cada fase de la iniciativa, es presentado a modo de resultados, ya que sería
inadmisible desvincular el trabajo de investigación formativa, presentación de
resultados a la comunidad, acciones y evaluación como hechos mecánicos y
requisitorios desarticulados uno de otro. Esta iniciativa considera el desarrollo
de cada una de las fases como parte de los resultados del trabajo en campo, dado
que para las personas participantes el hecho de responder al cuestionario, o des-
plazarse y compartir su tiempo para la ejecución de alguna técnica de investiga-
ción, mostraba lo que en rigor conceptual define la participación comunitaria:
30 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
la movilización de recursos que contribuyan a la identificación de necesidades
colectivas para establecer estrategias con miras a satisfacerlas (Pérez et al., 2016;
Guillermo, 2019; Ayala y Shishid, 2021).
Es por ello por lo que la fase 1) investigación formativa, detalla las consideracio-
nes metodológicas de cada una de las técnicas de investigación empleadas, seguida
de su propuesta de análisis y resultados particulares de cada técnica, al final se des-
cribe el proceso de triangulación de la información producto de esta fase. En la
fase 2) presentación de resultados, se narra el proceso de contacto con la población
y dinámica de trabajo en campo. En la fase 3) acciones, se describen las actividades
participativas realizadas en conjunto con la población. Finalmente, en la fase 4)eva-
luación, se presentan los resultados de la aplicación de los cuestionarios y entrevistas
postiniciativa, los cuales se contrastan con los resultados de las fases 1, 2 y 3.
Esta iniciativa, en congruencia con los principios de la , considera la influen-
cia que tienen las dimensiones ambiental, económica y cultural en la dinámica
social del contexto geográfico donde se desarrolló la iniciativa, escenario que
expresa una tradición de resistencia histórica importante que define las condiciones
en las que actualmente se encuentra la zona. Metodológicamente, resulta impor-
tante considerar y tener en cuenta los aspectos de conformación histórica de la
localidad para intentar comprender las dinámicas sociales que se viven en la rea-
lidad operativa de la planeación, ejecución y evaluación de cualquier iniciativa en
salud social, pero sobre todo, para contextualizar los resultados del trabajo colabo-
rativo, ya que estos no surgen sólo a partir de la presencia de un grupo de trabajo
en una localidad, ni son eventos aislados o ahistóricos, sino que son parte de un
proceso más grande que experimentan las sociedades en las que se pretende incidir.
Fase 1. Investigación formativa
Con la primera visita de reinmersión en la zona viverista, comenzó el registro
etnográfico en el diario de campo, para lo cual se empleó una guía dividida en
dos ejes de observación: territorio y población, esta visita consistió en un vaga-
bundeo realizando observación no participante, se registraron algunas prácticas
y dinámicas sociales que tienen lugar en la zona. Las visitas subsecuentes consis-
tieron en la identificación de porteros, habitantes de la comunidad que pudiesen
desempeñar un rol de enlace entre el equipo de investigación y la comunidad.
Es así como se estableció contacto con el comisario ejidal y dos viveristas que
participaron en la realización del . Los porteros fueron informados sobre
la intención de realizar un trabajo con la población de la zona, también se les
comunicaron las actividades y los tiempos de trabajo de la iniciativa.
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 31
En las siguientes visitas, el proceso de explicitar las intenciones de la presencia
del equipo de investigación en la comunidad fue repetido con todas las personas
con quienes se establecía una conversación, ejercicio que además permitió cons-
truir las bases para generar rapport, entendido a partir de Taylor y Bogdan (1994)
como la relación de confianza estrecha y abierta que se establece con las personas
y propicia un intercambio de información y conocimientos.
Componente cuantitativo
Una vez establecido un escenario de confianza para el libre tránsito en la zona,
dio inicio la aplicación del componente cuantitativo. A partir del , se tenía
registro de un total de 433 personas avecindadas en la zona viverista y distribui-
das en diversos lotes o parcelas; a través de un muestreo no probabilístico, se
recorrieron las parcelas con viveros, se contactaba e invitaba a participar a las per-
sonas presentes en los viveros que cumplieran con los criterios de ser viveristas o
líderes ejidales mayores de 18 años, que su vivienda o lugar de trabajo estuviera
ubicada en la zona viverista y que firmara el consentimiento informado avalado
por el comité de ética del . Por otra parte, un criterio para no participar en el
cuestionario era ser viveristas o líderes ejidales con un tiempo de residencia en la
zona menor de 6 meses.
El proceso de recolección de información consistió en visitar 30 parcelas que
forman parte de la zona viverista, en cada parcela se contactaba a las personas que
vivieran o trabajaran en el lugar y se les invitaba a participar en responder las pre-
guntas del cuestionario; se invitó a más de 100 personas, 62 cumplieron con los
criterios de inclusión mencionados con anterioridad y conformaron la muestra
de seguimiento del estudio.
Antes de iniciar el cuestionario, se les solicitó su consentimiento informado
por escrito, sin embargo, algunos participantes no sabían leer ni escribir, por lo
que fue necesario contar con la presencia de una tercera persona que leyera al o la
participante el contenido de la carta de consentimiento. En algunos casos, hubo
la necesidad de utilizar traductores en la conversación para aplicar la entrevista
del cuestionario, ya que algunas personas hablaban mayoritariamente en su len-
gua materna (mixteco) y muy poco español. La duración promedio para la apli-
cación de todo el cuestionario fue de 25 minutos.
El cuestionario se conformaba por tres bloques de datos: sociodemográficos,
sentido de pertenencia y participación comunitaria. El primer módulo exploró
variables como edad, sexo, escolaridad, ocupación, condición de hablante de
32 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
lengua indígena y lugar de nacimiento. El bloque de sentido de pertenencia fue
tomado del cuestionario de McMillan y Chavis (1986), fue traducido, pilotado y
adaptado culturalmente al contexto geográfico y a las características de la pobla-
ción. Mediante 12 preguntas, exploró cuatro componentes: afiliación, influen-
cia, refuerzo de necesidades y conexión emocional. Para cada pregunta, la opción
de respuesta fue 0 si era “falso” o 1 si era “verdadero”, lo que permitió obtener
puntajes en un rango de 0 a 12.
El bloque de participación comunitaria estuvo basado en la propuesta de
Bichmann, Rifkin y Shrestha (1989), fue pilotado y adaptado a los fines de la ini-
ciativa. Mediante diez preguntas con respuesta de tipo Likert, se exploraron cinco
aspectos: Evaluación de necesidades, Liderazgo, Organización, Administración
y Movilización de recursos. Para cada pregunta, la opción de respuesta fue de
1=nunca, 2=raramente, 3=ocasionalmente, 4=frecuentemente, y 5=siempre.
Los datos de los tres cuestionarios fueron capturados en una base de datos
contenida en el programa Excel 2016. El análisis se realizó con el programa Stata
14.2, se obtuvo estadística descriptiva (como medidas de tendencia central) que
permitió caracterizar a la población de estudio.
Cuestionario sociodemográfico
Respondieron el cuestionario 62 personas con edades que oscilaron entre 18 y
74 años, la edad promedio fue 42 años; 61% era hombre, 88% manifestó que su
principal ocupación es el viverismo, otras ocupaciones reportadas fueron ejida-
tario y trabajo doméstico, este último ejercido principalmente por mujeres. En
promedio, el grado máximo de estudios es de secundaria, la media de escolaridad
es de 5.3 años, menor a lo reportado en los niveles nacional y estatal (9.7 y 9.8,
respectivamente) de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geogra-
fía (Inegi, 2020). Los entrevistados mencionaron que su lugar de trabajo está en
la zona viverista, sin embargo, más de la mitad (54.83%) expresó vivir en colo-
nias cercanas. Otra característica importante es que 72.58% emigró de su lugar
de nacimiento hacia el estado de Morelos en búsqueda de empleo, dicho porcen-
taje corresponde, en su mayoría, a personas provenientes del estado de Guerrero,
lo cual coincide con la trayectoria y motivos de migración planteados por Sán-
chez (2015).
Desde el marco de los determinantes sociales, la salud poblacional es enten-
dida en función del efecto que tienen diversos factores en las condiciones donde
las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen (Fortune et al., 2012).
Para el caso de la zona viverista, las características en infraestructura y servicios
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 33
que prevalecen en la actualidad guardan una relación con el uso del suelo que ha
tenido el territorio desde la fundación de las tierras ejidales, transformando el
paisaje de producción de caña de azúcar y posteriormente de arroz, a plantas de
ornato y actualmente a viveros de plantas de ornato a cielo abierto.
A la par del cambio en el tipo de producción agrícola, se han registrado diver-
sos asentamientos humanos que rodean a la zona, provocando un fenómeno de
urbanización desordenada que se traduce en el acceso inequitativo a servicios bási-
cos para todas y todos los pobladores de la zona, esto evidencia lo que Blanco y
López (2007) definen como distribución diferencial del territorio, que permite
caracterizar espacios geográficos en los que tienen lugar distintas dinámicas entre
grupos sociales, que incluyen el equipamiento urbano, la calidad de las viviendas,
así como las características económicas, sociales y culturales. Los contrastes en el
territorio de la zona viverista son visibles en las condiciones de vida de sus resi-
dentes y se expresan en las características de las viviendas, los servicios de sanea-
miento básico con que cuentan, el tipo de alimentación, el acceso a los servicios
de educación y de salud, la condición indígena y en la disponibilidad de tiempo
para el esparcimiento, entre otros factores, condiciones que reflejan parte del muy
bajo índice de marginación que presenta el municipio de Jiutepec, esto acorde
con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo, 2023). En relación con
la condición de hablantes de lengua indígena, 70% de las y los participantes dijo
ser hablante de una lengua originaria, entre las que predomina la lengua mixteca.
Si bien este territorio es un lugar con características sociodemográficas que
reflejan un complejo entramado social, también representó un espacio suscep-
tible al trabajo colaborativo con la población, guiado por los principios que,
de acuerdo con Montero (2010), rigen la . Sin embargo, este trabajo estuvo
expuesto a desafíos propios del enfoque metodológico, como el manejo del
volumen de información generada y la naturaleza cambiante de las dinámicas
comunitarias. Este tipo de retos también han sido documentados en diferen-
tes territorios, a través de investigaciones que comparten la utilización del enfo-
que de , como el trabajo realizado por Melero y Fleitas (2015), dirigido al
desarrollo comunitario en Cuba; o la investigación de Sallah (2014), quien des-
taca las implicaciones metodológicas de la  en comunidades minoritarias en el
Reino Unido, otros trabajos que vinculan la  en salud describen sus aprendi-
zajes y experiencias en el uso de esta metodología, las cuales sirven como leccio-
nes para futuros trabajos e incluso producen rutas metodológicas que evidencian
la necesidad del trabajo interdisciplinario para intentar atender las necesida-
des y problemas de las comunidades (Ros-Sánchez et al., 2023; Trujillo-Hoyos
et al., 2023). Sin embargo, ante lo complejo que puede resultar enfrentarse a
34 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
condiciones sociales cuya modificación requiere de cambios estructurales a largo
plazo, y pese a lo improbable que esto pueda resultar, la identificación de inequi-
dades sociales y de salud o el trabajo con grupos poblacionales minoritarios es ya
un primer paso para actuar sobre la realidad. El reto para las y los profesionales y
toda persona preocupada por atender estas problemáticas consiste en ir más allá
del discurso e intentar aterrizar a la práctica las palabras que algunos organismos
internacionales suelen citar y difícilmente articular.
Cuestionario de sentido de pertenencia
El rango teórico del sentido de pertenencia comunitario () es de 0 a 12, donde
a mayor puntaje, mayor sentido de pertenencia. En este estudio, el puntaje pro-
medio de  pre iniciativa fue de 7.9. Al analizar cada una de sus dimensiones,
la conexión emocional que hace referencia a la conexión o lazo que los miembros
reconocen existe entre ellos, presentó el mayor puntaje promedio (2.35), seguido
de la afiliación (2.24) que contribuye a definir el sentimiento que tienen las per-
sonas de haber invertido algo de ellos en la comunidad (tiempo, dinero, conoci-
mientos), lo cual les permite identificarse como parte de ella.
La dimensión de refuerzo de necesidades muestra que para la población tam-
bién es importante que existan valores compartidos entre ellos. La influencia fue
la dimensión con menor puntaje, lo cual significa que las personas no consideran
que tengan un poder de influencia en su comunidad, o que puedan ejercer poder
sobre su colectivo. French et al. (2014) mencionan que el entorno construido por
el vecindario puede influir en el sentido de pertenencia comunitario, su estudio
estuvo centrado en valorar el sentido de pertenencia de las personas que viven en
vecindarios amigables para los peatones, encontraron que el sentido de pertenen-
cia comunitaria se asoció positivamente con la caminata que realizan las perso-
nas para tomar el transporte y las percepciones positivas que éstas tienen sobre su
vecindario.
La posibilidad de contar con espacios para realizar una actividad cotidiana,
como caminar para tomar el transporte o llegar a sus lugares de trabajo, son
características del entorno construido que contribuyen a reforzar el sentido de
pertenencia de las personas; de acuerdo con la revisión hecha por Tcymbal et
al. (2020), la modificación del entorno tiene efectos positivos que promueven la
actividad física y contribuyen a la salud.
En el caso de la zona viverista, las condiciones físicas y de delimitación del
territorio de la zona obstaculizan la creación de espacios como banquetas o
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 35
límites peatonales para caminar, así como de sitios de reunión que promuevan la
interacción entre las personas, lo cual pudiera contribuir a la convivencia social
que les permita conocerse unos con otros y poder identificar valores compartidos
o valores contrarios a ellos.
Cuestionario de participación comunitaria
Los componentes o dimensiones del cuestionario de participación comunitaria
en la medición basal mostraron que en la evaluación de necesidades, 66% de las
y los respondientes reconoce carencias en su entorno, pero sólo 4.8% expresó
participar en la identificación de dichas necesidades. Es decir, si bien las perso-
nas saben cuáles son las necesidades o carencias de la zona donde viven o traba-
jan, este conocimiento no se traduce en la expresión de estas necesidades a otras
personas.
En cuanto a la dimensión de liderazgo, 45% de las personas raramente o
nunca conoce a los líderes comunitarios de la zona; en un porcentaje similar
(51.6%) se encuentran las personas que raramente o nunca han realizado pro-
puestas para mejorar la zona. Por su parte, el componente de movilización de
recursos exploró la capacidad de las personas para cooperar con recursos como
tiempo, dinero, conocimientos, entre otros, para mejorar la zona; 35% de las
personas ha cooperado ocasionalmente, mientras que 43.5% raramente o nunca
han hecho algo. Sin embargo, esta experiencia se contrasta con su disposición,
ya que al preguntarles si estarían dispuestos a cooperar con recursos en favor de
la comunidad, 73.7% mencionó que estarían dispuestos a cooperar ocasional o
frecuentemente.
En el componente de gestión, 64.5% de las y los respondientes expresaron
que raramente o nunca habían identificado a personas que realizaran actividades
en beneficio de la comunidad, un porcentaje casi similar (62.9%) mencionó que
raramente participan en tareas que beneficien a la comunidad. En la dimensión
de organización, 48% mencionó que nunca han conocido una forma de organi-
zación comunitaria y 51.6% expresó que nunca ha participado en labores simila-
res de organización en la comunidad viverista.
A partir de estos resultados, se obtuvo un promedio general que estadificó
en 11.8 el grado de participación identificado en la zona, asimismo, por cada
dimensión se obtuvo un promedio que contribuyó al diseño de la figura 1 pro-
puesta por Bichmann, Rifkin y Shrestha (1989) para evaluar la , esta gráfica o
spidergram muestra visualmente que entre más lejanos al centro se encuentren los
36 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
puntos, la participación es mayor, o por lo contrario, si el polígono formado está
más cerca del centro, el grado de participación es menor.
Figura 1
Spidergram de participación en la población viverista,
Atlacomulco, Jiutepec, Morelos, 2019
Evaluación de
necesidades
Liderazgo
Organización
Movilización
de recursos
Gestn
Componente cualitativo
Posterior al análisis cuantitativo y con base en los datos obtenidos del cuestiona-
rio, dio inicio el componente cualitativo con una estancia etnográfica en la zona
viverista, con el objetivo de mantener contacto cotidiano con la población y for-
talecer el rapport. La estancia tuvo una duración de un mes, continuando con
el registro del diario de campo cuya información se complementó con fotogra-
fías y videos del territorio; otras técnicas de corte etnográfico (Velasco y Díaz
de Rada, 2006) empleadas fueron observación participante y no participante.
Bajo un enfoque de etnografía centrada (Muecke, 2005), cuya naturaleza del
conocimiento está en la identificación, contraste y comparación de patrones
en las narrativas, si bien suelen ser breves y limitadas en alcance en compara-
ción con las etnografías antropológicas, su principal característica y fortaleza
está en su orientación comunitaria, que conduce al desarrollo de trabajos en
salud poblacional en contextos específicos; este enfoque contribuyó a un acerca-
miento tangible a la realidad de las y los residentes de la zona viverista, al cono-
cimiento local y a sus prácticas diarias, lo cual permitió establecer horarios de
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 37
trabajo adaptados a las necesidades de la población para la realización de las
siguientes técnicas de recolección de información cualitativa, así como cono-
cer las situaciones y las dinámicas propias que tienen lugar en la zona en hora-
rios vespertinos y nocturnos que también influyen en el comportamiento social
de la comunidad.
Mapeos comunitarios participativos
Los mapeos consistieron en caminatas de exploración y reconocimiento de dife-
rentes áreas de la zona viverista. Al inicio de cada recorrido, se les informó a las
y los participantes el objetivo de los mapeos, el cual estaba centrado en identifi-
car elementos como lugares, servicios y actividades para que las y los residentes
pudieran representar sitios de riesgo para la salud de la población, barreras o faci-
litadores para el desarrollo comunitario, así como aspectos o sitios de la zona que
consideraran favorables.
En los cuatro mapeos participaron un total de 15 personas, 8 mujeres y 7
hombres, todos pertenecientes a la muestra de seguimiento. Las fotografías 1 y 2
documentan esta actividad.
Figura 2. Mapeo A Figura 3. Mapeo B
Foto: Reyes. Foto: Arenas.
Como producto de los recorridos y del análisis realizado en conjunto con la
población, fue posible categorizar las condiciones observadas en los mapeos, las
cuales se describen en la tabla 1.
Tabla 1
Lugares, servicios y actividades identificadas
en la zona viverista, Atlacomulco, Jiutepec, Morelos 2019
Lugares Servicios Actividades
Aspectos negativos Aspectos positivos Aspectos negativos Aspectos positivos Aspectos negativos Aspectos positivos
Callejones sin
pavimentar
Tiraderos de basura
Contaminación
de los canales
(apantles)
Calles sin
banquetas
Intersecciones de
las calles
Jardines de eventos
Cantina
Falta de topes en las
calles
Canales de agua
(apantles)
Sitios de venta de
comidas
Tiendas de abarrotes
Ausencia de drenaje
Falta de alumbrado
público
Carencia de agua
potable (algunas
zonas)
Ausencia de policías
Falta de baños en los
viveros
Tiendas de abarrotes
Venta de plantas
Velocidad de los
vehículos
Lavado de manos en
apantles
Reuniones religiosas
Venta de plantas
Acompañamiento
de niños y niñas a la
escuela
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 39
En cada mapeo se identificaron con mayor frecuencia los elementos nega-
tivos, los cuales guardan relación con las carencias en infraestructura que se
presentan en la zona, como la falta de banquetas, de alumbrado público, cuya
ausencia define parte de las dinámicas y prácticas cotidianas en la comunidad.
Otros aspectos negativos de características estructurales como la falta de agua
potable, de drenaje y recolección de basura agravan la problemática del sanea-
miento básico de la zona. También se identificaron sitios de venta de bebidas
alcohólicas y jardines para eventos como espacios negativos para la comunidad.
Entre los aspectos identificados como positivos, destacan los asociados a ele-
mentos que generan identidad e involucran componentes de fortalecimiento de
relaciones vecinales, como es el caso de los apantles, recurso natural caracterís-
tico de la zona, ya que proveen de agua que mantiene a las plantas en los vive-
ros, que a su vez también fueron identificados como espacios positivos para la
zona. La participación y disposición de las personas coincide con la propuesta de
Arenas- Monreal et al. (2019), quien menciona que esta técnica produce interés
e intenta fortalecer procesos organizativos que deriven en la búsqueda de solu-
ciones a las problemáticas identificadas, y que de acuerdo con Molina-Betancur
etal. (2022), posibilite la promoción de una ciudadanía crítica, reflexiva y pro-
positiva ante su entorno.
Grupos focales
Se realizaron tres grupos focales (), cada uno conformado por entre 4 y 5
viveristas y líderes ejidales, todos pertenecientes a la muestra de seguimiento.
Las características de esta técnica permitieron reunir a distintas personas en un
ambiente de interacción, las y los participantes fueron seleccionados a través de
un muestreo homogéneo teniendo como cualidad compartida su ocupación y
la residencia en la zona viverista. Los grupos fueron audiograbados y posterior-
mente transcritos, previa autorización y consentimiento informado por escrito.
Para su análisis, se empleó el método de microanálisis del interlocutor, propuesto
por Onwuegbuzie, Dickinson, Leech y Zoran (2011). Se crearon categorías de
análisis a partir de las preguntas de la guía de . Se leyeron los textos identi-
ficando las intervenciones o ausencias de los interlocutores en el discurso per-
teneciente a cada categoría; esto permitió identificar categorías emergentes que
tuvieron impacto en la dinámica del discurso colectivo. La tabla 2 ejemplifica
una de las matrices de análisis de los grupos focales por participantes; las catego-
rías emergentes aparecen resaltadas.
40 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Tabla 2
Matriz grupo focal con ejidatarios de la zona viverista
de Atlacomulco, Jiutepec, Morelos, 2019
Categoría Inf. 1 Inf. 2 Inf. 3 Inf. 4
Cambios en la
comunidad
DE C C DE
Cambios en la
producción
DE C C C
Calidad de vida en la
comunidad
C C NA D
Importancia de la zona
viverista
DE NA C C
Zona viverista en riesgo C C C DE
Relaciones vecinales C D C DE
Integración comunitaria C C C D
Organización DE NA C D
Decisiones comunitarias DE C DE DD
Tipos de decisiones C NA DE C
Propuestas para la
comunidad
DE D DE DE
Problemas comunitarios C C C DE
Problemas de salud C C C DE
Viabilidad de las
propuestas
C D D DD
Gestión de las propuestas CCCC
Beneficios de las
propuestas
D D DE D
Nota. Tipología de las intervenciones: C= indicación de consenso (verbal o no verbal).
D= indicación disenso (verbal o no verbal). DE= proporciona declaración sustancial o
ejemplo que sugiere consenso. DD= proporciona declaración sustancial o ejemplo que
sugiere disenso. NA= no indica consenso o disenso (no responde).
Inf.= Informante.
La categoría problemas de salud registró un consenso entre todos los
informantes, quienes en el discurso asocian estas situaciones con dinámicas
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 41
comunitarias diarias que tienen lugar en la zona. El siguiente fragmento eviden-
cia esta relación entre el ambiente, salud y prácticas sociales.
I2- …y sí ha habido gente que se enferma mucho, ¿eh?, y sobre todo los niños, que
ya ve, como dicen, andan en el agua sucia y se andan bañando y les vale si toman
agua de esa o no, uno toma y se enferma luego luego, pero ellos se la toman y se
aguantan.
I4- Yo sí me gustaría que intervinieran en el aspecto de la quema de basura por-
que para mí, sí se me hace un problema muy serio en cuestión de salud, la quema
de plástico, la quema de basura, ahí sí me gustaría que sí, salud interviniera en ese
aspecto, porque no veíamos tantos casos de asma, y ahora cualquier niño tiene asma.
I2- Sí, es que la queman en la noche, estás bien dormido y se te mete.
I4- Tenemos casos de niños con leucemia, o sea, aunque fumigábamos fuertemente
no teníamos problemas de leucemia y ahora hay muchos niños con leucemia… es
por la quema de plástico, a eso le achaco.
I2- Sí, llega hasta los pulmones.
I4- En la mañana respiras y está horrible el ambiente.
M2- ¿Y los residuos que salen precisamente con los que fumigan y fertilizan?
I2- También los queman. ( ejidatarios).
Pese a identificar en el discurso la relación que existe entre el ambiente en
el que viven y trabajan las personas, sus condiciones de salud y sus prácticas
sociales, esto no necesariamente se traduce en alguna acción colectiva específica
orientada a mejorar las condiciones de la zona, sólo se expresa y se manifiesta en
alguna actividad individual y aislada.
Triangulación
Una vez finalizadas las etapas de recolección y análisis individual de cada una de
las técnicas, se realizó una triangulación metodológica entre métodos, en la cual
cada una de las técnicas fue analizada identificando unidades de sentido y patro-
nes de análisis interrelaciónales; se crearon siete categorías transversales: a) ele-
mentos en común, b) participación, c) prácticas comunitarias, d) problemas de
salud, e) problemas sociales, f) sentido de pertenencia, g) propuesta de acciones.
Con este ejercicio concluyó la fase 1 de investigación formativa, lo cual signi-
ficó un importante avance en la sistematización de la información obtenida, ya
que la identificación de estos patrones permitió modificar parte de la dinámica
42 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
operacional planteada por el equipo de investigación, además, sirvieron como
base para la redacción del informe de resultados a la comunidad.
Fase 2. Presentación de resultados
En congruencia con el enfoque de investigación-acción-participativa (), cuya
filosofía no se orienta a investigar a las personas como sujetos ajenos, sino a
investigar con las personas incorporándolas en el análisis de su propia realidad, el
equipo de trabajo propuso realizar una reunión para presentar los resultados de
la fase de investigación formativa, así como para priorizar los principales proble-
mas identificados y proponer sesiones educativas comunitarias que integraran a
las personas participantes de la muestra de seguimiento en reuniones de trabajo
de tipo educacional. La invitación para asistir a la reunión se realizó de manera
personal en los viveros de la zona, y tuvo lugar en un vivero identificado en los
mapeos como un sitio positivo; el horario estuvo adaptado a las actividades labo-
rales de la población viverista (5:00 p. m.).
A la cita asistieron un total de ocho viveristas participantes de la muestra de
seguimiento, sin embargo, estos invitaron a otras personas que también asis-
tieron a la reunión; aun con ellos, el número de asistentes fue menor al espe-
rado. Como muestra de respeto a su asistencia, dio inicio la charla; el equipo
del proyecto presentó los principales problemas detectados en la zona, proble-
mas sociales y de salud, enfatizando su impacto en las prácticas y dinámicas de la
comunidad, también se sugirieron propuestas para atenderlos, incluida la realiza-
ción de sesiones educativas comunitarias.
Además de presentar los resultados, la reunión buscaba generar un ambiente
de intercambio de ideas, enfatizando en el valor del conocimiento popular que
como viveristas tienen sobre la comunidad, al ser el lugar donde viven y traba-
jan. Por ello, se abrió un espacio en el que las y los asistentes debatieron y prio-
rizaron los principales problemas de la comunidad y sus propuestas de solución.
Aunque el propósito del equipo de investigación consistía en la realización de
sesiones educativas, ésta no fue considerada una propuesta viable por las y los
asistentes, quienes argumentaron que sería una actividad que les restaría tiempo
para desempeñar sus tareas laborales. En cambio, propusieron emplear el tiempo
para hacer actividades que ayudaran a solucionar los problemas priorizados a tra-
vés de propuestas concretas. En la tabla 3 se enlistan los problemas y propuestas
que emanaron del consenso colectivo.
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 43
Tabla 3
Problemas y propuestas priorizados con la población de la zona
viverista de Atlacomulco, Jiutepec, Morelos, 2019
# Problemas # Propuestas
1Inseguridad 1 Tomar acuerdos
2Calles abandonadas 2 Oficios para reparación de las
calles
3Baja venta de plantas 3 Limpieza de apantles
4Apantles contaminados 4 Juntar la basura por viveros
5Quema de basura 5 Hacernos visibles como
viveristas
6Velocidad de los carros 6 Solicitar botones de pánico
7Urbanización 7 Comunicación con la policía
8Falta de baños en viveros
Como parte de los acuerdos para atender las propuestas de la población, se con-
vocó a una segunda reunión informativa y de trabajo para invitar a más viveristas y
algunas dependencias municipales a sumarse a las propuestas de trabajo comunita-
rio. Para esta segunda reunión, la invitación estuvo a cargo de las y los asistentes a
la primera sesión, pero se cambió el horario a la 1:00 p. m. Asistieron 34 personas,
el rol de moderador estuvo distribuido entre el equipo del proyecto y los viveris-
tas que asistieron a la primera actividad; se propició un espacio para el intercambio
de ideas y puntos de vista, algunos viveristas asistentes mencionaron no confiar en
las acciones del gobierno municipal, también expresaron su inconformidad ante la
falta de compromiso de otros viveristas que no asisten a las reuniones y sólo se pre-
sentan cuando la invitación es para recibir un apoyo económico.
En congruencia con el orden de propuestas planteadas en la reunión ante-
rior, se establecieron acuerdos: el primero de ellos fue la redacción del oficio para
la solicitud de la restauración de la calle que conecta a la zona viverista con otra
colonia, lo cual ayudaría a reducir el problema de tráfico en el área y que obs-
taculiza la venta de plantas. Este oficio sería firmado por las y los viveristas de
la zona. El segundo acuerdo estuvo orientado al establecimiento de un padrón
de viveristas locales, con la finalidad de definir un grupo de trabajo organizado
que pudiera tener acceso a programas de desarrollo social por parte del gobierno
federal y estatal.
44 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Fase 3. Acciones
Esta fase estuvo ligada a la anterior, ya que después de las reuniones de presen-
tación de resultados y definición de propuestas realizadas por la comunidad,
comenzaron los trabajos encauzados a atender dichos planteamientos. A conti-
nuación, se describen las acciones participativas realizadas en conjunto con la
población viverista.
Acción 1. Limpieza de apantles
Esta acción fue acordada entre el equipo de la iniciativa y algunos viveristas, para
ello se eligieron los apantles que presentaban mayor azolve de hierbas y basura. A
la primera jornada de limpieza asistieron seis viveristas participantes de la mues-
tra de seguimiento, cada uno llevó herramientas para la limpieza; además de hier-
bas, se retiró basura como bolsas, pañales y llantas. Esta acción se replicó en otras
áreas de la comunidad con el objetivo de dar fluidez a los canales de agua que lle-
gan a la zona. Se crearon nuevos grupos de limpieza que incluían a viveristas que
no formaban parte de la muestra de seguimiento; también el comisario ejidal
organizó la limpieza del canal principal. Estos espacios de trabajo sirvieron como
elementos de convención social en los que además de ayudar con la limpieza, las
y los integrantes del equipo de investigación socializaban información referente a
la contaminación de los apantles y su impacto en la salud de la comunidad.
Acción 2. Reducción de quema de basura
Esta acción fue promovida por algunos viveristas, significó atender una práctica
frecuente en la dinámica comunitaria, como prender fuego a los desechos genera-
dos diariamente en los viveros. Sin embargo, hubo quienes expresaron que el pro-
blema no era la quema, sino la ausencia de servicios de recolección de basura.
Por ello, para atender esta problemática compleja, fue necesario realizar diver-
sas actividades orientadas a la negociación y a la sensibilización con la población,
explicar los riesgos a la salud por el uso y quema de botellas de agroquímicos. En
colaboración con algunos participantes de la muestra de seguimiento, se visita-
ron los viveros para organizar faenas de limpieza y recolección de basura, con
el compromiso de que el camión recolector de basura pasaría a recogerla. Para
cumplir con esta tarea, algunos viveristas se reunieron en las oficinas del ayunta-
miento de Jiutepec con líderes municipales y acordaron el recorrido de camiones
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 45
recolectores de basura en la zona de manera periódica, así como la visita de ins-
pectores municipales de ecología y ambiente. Esto contribuyó a la reducción de
quema de basura en la zona, ya que algunos viveristas llevaron sus desechos a
los puntos de recolección del camión, sin embargo, otros viveristas continuaron
quemando basura por las tardes, cuando el humo es imperceptible visualmente.
Acción 3. Actividades de vinculación
Éstas consistieron en diversas conversaciones con propietarios o administradores
de sitios para eventos sociales; con el objetivo de generar un canal de comunica-
ción entre estos espacios y la población, rescatando la importancia del territorio
que comparten, hubo acercamientos con algunos dueños de salones de eventos,
sin embargo, no se concertaron acuerdos en común. El único sitio que mostró
apertura e interés en la comunidad fue el Hotel Huayacán, uno de los principa-
les sitios turísticos del municipio. Sus administradores expresaron preocupación
por las condiciones de la zona y reconocieron la ausencia de atención en algunas
áreas de la administración municipal, se acordó valorar la viabilidad de realizar
algunos trabajos para mejorar el entorno y recuperar espacios públicos de la zona
con recursos del hotel. Por otra parte, también se realizaron mesas de trabajo con
algunos funcionarios municipales en las que participaron algunos viveristas inte-
grantes de la muestra de seguimiento.
Acción 4. Solicitud de restauración de calle
La solicitud de restauración de la calle Segunda Colorines se había realizado con
anterioridad por parte de algunos vecinos de la zona, sin obtener una respuesta
favorable por parte del municipio, a pesar de que ésta representa una vialidad
importante de conexión de la zona viverista con la avenida Jiutepec, lo que con-
tribuiría a fomentar el comercio para la venta de plantas y el vínculo con los
comercios, las escuelas y el centro de salud.
En reuniones con la comunidad, se redactó un oficio en hojas oficiales mem-
bretadas por el ejido Atlacomulco y se invitó a las personas a firmarlo para apoyar
y validar la solicitud, sin embargo, para dar mayor certeza a la petición, algunos
viveristas recorrieron la zona para recolectar más firmas de viveristas, finalmente,
el oficio fue entregado a la oficina de la presidencia municipal y a la oficialía de la
Secretaría de Desarrollo Sustentable, con copia a la dirección de Obras Públicas.
46 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Acción 5. Instauración del padrón de viveristas
Las gestiones realizadas por un grupo de viveristas se consolidó con la propuesta
de creación del padrón de viveristas de la zona de Atlacomulco, primeramente,
se formó el comité representante de la comunidad, el cual solicitó al director
de Desarrollo Agropecuario una reunión para hacerle entrega del inventario del
padrón y validarlo a nivel municipal. El representante de esta dependencia se
comprometió a dar prioridad al sector viverista por su organización oportuna,
además, pidió a los representantes dialogar con la comunidad y elaborar una
petición formal de insumos para el trabajo viverista. Para ello, el propio comité
representante de la zona viverista convocó a una nueva reunión. Asistieron 70
personas, el rol de moderador estuvo a cargo del comité, quienes informaron a
la comunidad acerca de la validación del padrón ante la Dirección de Desarro-
llo Agropecuario; existió un clima de diálogo, los asistentes se mostraron atentos
y externaron sus opiniones respecto al padrón y a los beneficios de su conforma-
ción; algunos viveristas agradecieron al comité el tiempo invertido en los trámi-
tes de gestión.
Figura 4. Reunión comunitaria
Foto: Guillermo.
Fase 4. Evaluación
Esta fase consistió en identificar cambios en el grado de sentido de pertenencia
de las y los participantes de la muestra a manera de seguimiento a partir de las
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 47
actividades participativas desarrolladas. La evaluación estuvo centrada en aplicar
nuevamente el cuestionario de sentido de pertenencia y participación comunita-
ria, así como en la realización de entrevistas semiestructuradas.
Aunque el objetivo de la evaluación era encontrar evidencia cuantitativa en
los cuestionarios y explorar las experiencias de participación a través de la entre-
vista, el trabajo etnográfico permitió registrar cambios comportamentales en las
y los respondientes del cuestionario: se mostraron más accesibles a responder, la
mayoría detuvo un momento sus actividades de trabajo para contestar, esta diná-
mica fue diferente al cuestionario basal en el que las personas se mostraban rea-
cias a éste, es decir, hubo un cambio en la disposición a participar en actividades
que implicaban contribuir con recursos, como su tiempo.
En términos cuantitativos, la segunda aplicación del cuestionario de  mues-
tra un incremento en los promedios de cada dimensión, registrando un promedio
general de 15.4, esto evidencia un aumento en el grado de participación comuni-
taria en la población de 3.6 puntos en comparación con la medición basal.
Figura 5
Spidergram comparativa de participación comunitaria
pre y post iniciativa en la población viverista,
Atlacomulco, Jiutepec, Morelos, 2019
3.2
1.9
1.9
2.7
2.1
3.8
2.7
2.5
3.3
3.1
Evaluación
de necesidades
Liderazgo
Organización
Movilización
de recursos
Gestn
PREPOST
48 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
El gráfico muestra de manera esquemática la diferencia en los promedios
entre ambas mediciones, a través de estos polígonos podemos ubicar cómo
en la segunda medición los promedios se alejaron del centro del diagrama, no
obstante, en algunas áreas la diferencia es relativamente pequeña. Cuantitati-
vamente, estos cambios en los promedios no representan un cambio estadísti-
camente significativo, sin embargo, en la práctica, esta diferencia se refleja en las
conductas de las personas, por ejemplo, en el componente de gestión; previo a las
actividades participativas, las personas raramente se involucraban en las responsabi-
lidades como tareas o actividades en beneficio de la comunidad, mientras que para
el cuestionario post, expresaron involucrarse un poco más de manera ocasional.
En la dimensión de liderazgo, la población mencionó al inicio de la iniciativa
que no conocía a sus líderes comunitarios, posterior a las actividades (como con
la instauración del padrón de viveristas), la población identificaba con facilidad a
los líderes de la zona; otra característica que registró un aumento fue la capacidad
de las personas para realizar propuestas que mejoren a la comunidad. La movili-
zación de recursos fue otra dimensión que evidenció un aumento en el cuestio-
nario post. El número de personas que mencionó haber cooperado con recursos
para favorecer a la comunidad fue mayor, considerando lo anterior, es preciso
reconocer que en esta población la participación comunitaria —entendida como
un continuum que parte de lo pasivo a lo activo (Zakus, 1988)— no fue necesa-
riamente un resultado directo del trabajo de este proyecto, ya que en la comuni-
dad existían formas naturales de participación, sin embargo, no estaban del todo
orientadas a la colectividad y era limitado el sentido de responsabilidad que men-
ciona la Organización Panamericana de la Salud (1978) en su concepto de parti-
cipación comunitaria.
Con base en los resultados del cuestionario de , se exploró el cuestionario
post de sentido de pertenencia, el cual registró un promedio general de 8.3, cifra
que al compararla con el promedio basal de 7.9, refleja un ligero incremento
del sentido de pertenencia de las personas participantes de la muestra de segui-
miento. Sin embargo, a nivel individual, en cada una de las cuatro dimensiones
que integran el  se encontraron variaciones importantes en los promedios en
dos ellas: refuerzo de necesidades e influencia, las cuales mostraron incremen-
tos estadísticamente significativos, pero ante el tamaño de la muestra de segui-
miento es necesario tomar con prudencia metodológica esta significancia, por
otra parte, un hallazgo que destaca es la disminución del promedio en las dimen-
siones de afiliación y conexión emocional, como se muestra en la siguiente tabla
comparativa.
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 49
Figura 6
Factores en contra de la participación
Factores en contra
de la participación Trabajo demanda
tiempo
Desinterés en
el método
Desconfianza en
las autoridades
A la gente nunca le interesa, pláticas,
no estamos acostumbrados a las
pláticas tratándose como de
“vamos a estudiar un poco la
problemática, vamos a estudiar un
poco”, no.
Pues la han dañado tanto, le han
mentido tanto que ya no cree… te
utilizan, los gobernantes te utilizan,
llega el momento que ya no crees.
‘Ira, porque tienen mucho
trabajo, nunca tienen tiempo.
Es decir, al comparar ambas mediciones, es posible identificar que las perso-
nas participantes de la muestra de seguimiento fortalecieron su capacidad para
sentirse parte de una colectividad. El aumento en el promedio de la dimensión
de refuerzo de necesidades muestra que para las personas es importante la presen-
cia de un compromiso colectivo que refuerce la unidad. Dos actividades partici-
pativas desarrolladas que reflejan un compromiso común fueron la limpieza de
los apantles y la búsqueda de la restauración de la calle en la zona viverista.
Por otra parte, en la dimensión de influencia, se observó un aumento en la
percepción de las y los participantes para influir e intervenir en un grupo; se
sienten capaces de influir y de ser escuchados, lo cual puede explicarse a partir de
la conformación del padrón de viveristas, un espacio que reunía a las personas y
les permitía expresar sus dudas, ser escuchados(as), proponer y tomar decisiones
en colectivo.
Lo anterior coincide con el trabajo de Taló, Mannarini y Rochira (2013),
quienes estudiaron la asociación entre el sentido de pertenencia y la participa-
ción comunitaria. Los autores concluyeron que el sentido de pertenencia es sig-
nificativo, positivo y moderadamente fuerte para las formas de participación en
la población adulta y en contextos culturales específicos. Asimismo, mencionan
que en general, cuando las personas participan en acciones cívicas de compro-
miso y en algunas actividades comunitarias, se presentan niveles superiores de
50 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
sentido de pertenencia, lo cual puede contribuir a la construcción de sociedades
con mayor nivel de bienestar (Haim-Litevsky et al., 2023).
Por otra parte, las dimensiones con promedios descendentes también reflejan
la forma en la que se construye el sentido de pertenencia en la comunidad y con-
tribuyen a comprender las acciones y los resultados de la iniciativa. Un promedio
bajo en la dimensión de afiliación indica la falta de un sentimiento de identifica-
ción de las y los encuestados con el resto de las personas, esto sugiere que, aunque
las acciones participativas reúnen a las personas bajo objetivos colectivos comunes
y comparten un mismo fin, las y los asistentes no necesariamente se encuentran
identificados con sus compañeros y compañeras, pero sí con el objetivo común.
En esta línea, la disminución en el promedio en la dimensión de conexión
emocional también refuerza esta hipótesis, ya que al principio, antes de la reali-
zación de las actividades participativas, las personas reconocían la existencia de
un lazo compartido entre ellas, el cual, teóricamente, podría ser la ocupación de
viveristas o el estar en la misma porción geográfica, sin embargo, la identificación
de este lazo se redujo en el cuestionario post, asociado quizá al dinamismo de las
relaciones comunitarias, es decir, si bien las características colectivas producen la
identificación de rasgos compartidos, conocer más a las personas con las que se
comparte este lazo puede también ampliar las diferencias que las hagan identifi-
carse (o no) con sus compañeros y compañeras.
Las dinámicas de participación de las personas en el desarrollo de la iniciativa
fueron distintas, es decir, hubo quienes se involucraron más que otras y otros. A
través de entrevistas semiestructuradas se analizaron los factores y percepciones
individuales que los cuestionarios no alcanzaron a explorar y que pudieron repre-
sentar elementos que debilitaron la participación de las personas, estos factores se
agruparon en categorías de análisis; a continuación, se presentan respaldados con
algunos fragmentos del discurso de las y los participantes.
Pese a la presencia de estas limitantes, también hubo personas que identifi-
caron cambios en las condiciones de la localidad y en la dinámica poblacional a
partir de las acciones participativas desarrolladas en la comunidad, como lo men-
ciona el siguiente fragmento:
Hubo cambios, muchos cambios, por ejemplo, ya no queman tanta basura, vinie-
ron los inspectores de ecología (Informante 10, mujer, 54 años).
Estudios clásicos han definido la participación comunitaria en salud de dife-
rentes maneras, de acuerdo con sus niveles, alcances, formas, funciones, meca-
nismos y modalidades (Ugalde, 1987; Zakus y Lysack, 1998; De Roux, 1993;
2. Iniciativa comunitaria para fortalecer el sentido de pertenencia y la participación 51
Oakley, 1990); no obstante, la mayoría tiene en común su concepción de la
participación asociada a los programas de salud, dejando la participación de la
población en actividades como formación de agentes de salud, consejos de salud
o grupos de autoayuda (Aguilar, 2001), que si bien existen experiencias exitosas
de estos grupos (Sopransi, 2016), su estructura requiere un componente de inte-
gración y pertenencia entre las personas que potencie el mantenimiento de sus
actividades a largo plazo. Es por ello que a pesar del tiempo que ha transcurrido
desde su publicación, el trabajo de Agudelo (1983) continúa vigente respecto a
sus formas de instrumentar la participación comunitaria en salud, aunque tam-
bién propone la formación de promotores y comités de salud, resalta la necesidad
de fortalecer y consolidar las organizaciones comunitarias orientadas al empode-
ramiento comunitario y a la promoción del desarrollo local, conceptos que aún
forman parte de los campos de estudio de la salud pública y no necesariamente
campos de acción, como sugieren los fundamentos de la promoción a la salud, y
el enfoque de trabajo e incidencia de los determinantes sociales de la salud.
Conclusiones
En el marco del ejercicio académico que representó diseñar, implementar y eva-
luar una iniciativa en salud pública desde la promoción de la salud con una óptica
enfocada en impulsar el trabajo colaborativo con y para la población a partir de
los resultados obtenidos, es posible concluir que detonar procesos participati-
vos que integran y organizan a las personas contribuye a fortalecer el sentido de
pertenencia individual y colectivo. Si bien en esta iniciativa el sentido de perte-
nencia comunitario registró un aumento estadístico menor, dicho incremento
muestra que con proyectos de esta naturaleza, que buscan impulsar y consolidar
la acción comunitaria, es posible fortalecer la pertenencia comunitaria y, tal vez,
a largo plazo, recursos económicos y humanos, además de que el aumento podría
sería gradual e incluso sostenido.
Entre la población participante en la muestra de seguimiento, el refuerzo
de necesidades es una dimensión que desempeña un papel esencial en la cons-
trucción del sentido de pertenencia, ya que para las personas es importante la
existencia de un compromiso colectivo que les haga sentir que son parte de un
grupo; una expresión de este compromiso puede ser un intercambio de recursos
en beneficio de la comunidad, recursos como su tiempo, dinero y conocimien-
tos que contribuyan a mejorar las condiciones de la población, esta disposición
se reflejó en la replicación de acciones colectivas en favor de la zona.
52 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
También aumentó la percepción de su capacidad para influir y tomar deci-
siones en un grupo, esta dimensión fortalece de manera significativa el sentido
de pertenencia, ya que las personas se sienten más atraídas por grupos en los que
pueden ejercer influencia, o en este caso, emitir opiniones y ser escuchados(as).
Si bien los resultados cuantitativos y cualitativos presentados representan a la
población muestral en seguimiento, el impacto de las actividades desarrolladas
en la iniciativa no se limitó únicamente a esta población, ya que las dinámicas y
relaciones vecinales se vieron fortalecidas a través del fomento de la comunica-
ción entre las y los residentes de la zona.
La falta de tiempo a causa de la demanda del trabajo, el desinterés de las perso-
nas por el tipo de metodología, y la desconfianza en las autoridades gubernamen-
tales, fueron algunos factores que dificultaron las actividades de participación
comunitaria en esta zona. En la práctica, estos elementos pueden significar retos
que impactan en el ánimo del equipo de investigación, por lo que se sugiere abor-
dar este tipo de trabajos en colaboración con otras y otros profesionales que pue-
den ser afines en la formación o multidisciplinarios, pero preferentemente con
equipos conformados por integrantes cuyos perfiles profesionales o de personali-
dad sumen al ánimo, las ideas y al trabajo en campo, ya que enfrentarse en soli-
tario o con equipos fragmentados ante los desafíos operativos que restringen la
participación comunitaria representa en sí mismo el reto más importante para el
adecuado desarrollo de cualquier iniciativa en promoción a la salud.
Es necesario reconocer que hacer promoción a la salud no constituye sólo
una competencia ligada a las disciplinas de las ciencias de la salud, sino que es un
proceso que vas más allá del fortalecimiento de capacidades y habilidades indi-
viduales; entre sus objetivos está el incidir en la modificación de las condiciones
sociales, ambientales y económicas en las que las personas se desarrollan, lo que
puede llegar a ser un proceso por momentos lento, con resultados no inmediatos,
pero que con base en la integración del conocimiento teórico y práctico aplicado
a la realidad social que viven las poblaciones, muestra que el cambio en las condi-
ciones de vida de las personas es posible.
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3 ANÁLISIS DE CRITERIOS PARA
LA TRANSDISCIPLINARIEDAD DE
LA SALUD COMUNITARIA DESDE
INICIATIVAS DE UN PROGRAMA
UNIVERSITARIO DE ATENCIÓN
PRIMARIA DE SALUD
Marisol Campos Rivera
Luis Antonio Reyna Martínez
Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Resumen
Introducción: Las iniciativas comunitarias en salud abordadas desde la trans-
disciplinariedad han demostrado mayor eficacia cuando se consideran las singu-
laridades culturales, sociales y económicas de las poblaciones. Los profesionales
de la salud en formación tienen un rol importante al incentivar las interaccio-
nes comunitarias con énfasis en atención primaria de la salud y promoción de
la salud. Objetivo: En el presente trabajo se reflexionan los principales resulta-
dos de un proyecto de investigación orientado a comprender la salud comuni-
taria desde las iniciativas de salud llevadas a cabo en un programa universitario
dirigido a desarrollar competencias de atención primaria en estudiantes de Cien-
cias de la Salud en Chetumal, Quintana Roo, México. Metodología: La investi-
gación se basó en una metodología cualitativa, con un enfoque de investigación
acción participativa, etnografía y teoría fundamentada. Se analizaron documen-
tos, informes y relatorías de actividades derivados del proyecto “Atención Prima-
ria de Salud: intervención comunitaria y autocuidado en Diabetes Mellitus Tipo
2”. Resultados: Se reflejó la importancia de la transdisciplinariedad en la aten-
ción primaria y la salud comunitaria, resaltando la importancia de comprender
los criterios fundamentales para esto: fomentar la reflexión crítica; el desarrollo
del factor humano; la capacidad de autonomía; el bienestar y la ética en la forma-
ción de profesionales de la salud, así como la relevancia de la comunicación y la
promoción de la resiliencia, a la par del autocuidado y la perspectiva psicosocial
comunitaria en los espacios formativos. Conclusiones: Se resalta en el enfoque
58 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
transdisciplinario de la Atención Primaria de Salud (), la importancia de la
participación comunitaria y la adaptación a los cambios tecnológicos en la salud,
especialmente relevantes en el contexto digital de la pandemia por COVID-19.
Además, propone un modelo de salud comunitaria participativo y transdiscipli-
nario como una contribución valiosa a la promoción de la salud a nivel global.
Introducción
La Atención Primaria en Salud (), reconocida desde la declaración de Alma-
Ata en 1978 como una atención sanitaria esencial para la prevención y pro-
moción de la salud, ha evolucionado considerablemente a lo largo de los años.
Esta evolución ha sido marcada por el aumento de la transdisciplinariedad, en
la que diferentes disciplinas y saberes confluyen para abordar los desafíos de
la salud comunitaria de manera holística y efectiva (Cuiñas y Graffe, 2023;
Galati, 2023).
La salud comunitaria, entendida como un campo transdisciplinar, emerge
como un pilar fundamental en la promoción de la salud a nivel global. A su vez,
la promoción de la salud comunitaria ha sido reconocida como un elemento
clave en la respuesta a los desafíos sanitarios. La Organización Mundial de la
Salud () enfatiza la necesidad de abordar los determinantes sociales de la
salud para lograr un impacto significativo en la calidad de vida de las poblaciones
(Gutiérrez y Ledezma, 2020).
La promoción de la salud se ha enriquecido con diversas conferencias y decla-
raciones, como la Declaración de Shangai de 2016 y la Carta de Ginebra de
2021, subrayando la relevancia de la  en el contexto de los Objetivos de Desa-
rrollo Sostenible () y la salud universal (Gutiérrez y Ledezma, 2020).
La  desempeña un rol crucial en este contexto, siendo un vehículo para
el empoderamiento —en adelante referido como fortalecimiento— y la partici-
pación de las comunidades en el manejo de su propio bienestar. A nivel nacio-
nal y regional, el enfoque comunitario en la  se ha mostrado eficaz en abordar
las particularidades culturales y socioeconómicas que caracterizan a las comuni-
dades locales. Las iniciativas comunitarias con un enfoque de integralidad son
relevantes en la atención de condiciones de salud como la diabetes mellitus 2
(Villanueva- Borbolla et al., 2020).
La pandemia por COVID-19 evidenció la vulnerabilidad de los sistemas de
salud y la necesidad de fortalecerlos como el nivel más cercano y accesible a las
comunidades. La  implica no sólo la provisión de servicios de salud integrales
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 59
y continuos, sino también la promoción de la salud y la prevención de las enfer-
medades mediante la acción intersectorial y la participación comunitaria (Sirkin
et al., 2023).
En este sentido, desde el ámbito universitario se han llevado a cabo diferentes
esfuerzos por desarrollar competencias comunitarias en estudiantes de ciencias
de la salud. En el caso de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo,
desde 2016 se implementan prácticas comunitarias en el marco del Programa
Universitario de Atención Primaria en Salud (-). Las actividades comunita-
rias de dicho programa se realizan en colonias aledañas a la institución educativa
por estudiantes de Medicina, Enfermería y Farmacia, apoyados por académicos
y administrativos de la institución, de manera que en los procesos de las iniciati-
vas comunitarias confluyen estudiantes y docentes con miembros e instancias de
la comunidad.
En el marco del -, en el periodo de junio de 2019 a junio de 2022,
se desarrolló el proyecto de investigación titulado “Atención Primaria de Salud:
intervención comunitaria y autocuidado en Diabetes Mellitus Tipo 2”, en el que
se concluye que la promoción de un modelo de salud comunitaria transdisci-
plinario y participativo es esencial para abordar los desafíos sanitarios a nivel
internacional, nacional y regional, y representa una contribución valiosa a la pro-
moción de la salud.
En el presente trabajo se reflexionan los principales resultados que llevaron
a la conclusión antes mencionada, en la que se comprende la salud comunitaria
como campo transdisciplinar desde las iniciativas comunitarias llevadas a cabo en
el Programa Universitario de Atención Primaria en Salud.
Metodología
Para el análisis en este trabajo basado en metodología cualitativa, se realizó una
investigación documental retomando los principales productos, documentos,
informes y relatorías de actividades de reflexión de trabajo de campo derivados
del proyecto de investigación antes mencionado que se basó en los siguientes
enfoques:
1. La investigación acción participativa, en tanto que se trató de un proyecto
de investigación que surgió de necesidades identificadas, basado en la participa-
ción de actores clave o grupos de interés (docentes, estudiantes y miembros de
la comunidad), en consideración de los recursos disponibles, así como cultural-
mente adecuado.
60 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
2. La etnografía brindó orientación al trabajo de campo por medio de técni-
cas y perspectiva de reflexividad en cuanto a la interacción entre el sujeto cog-
noscente y los sujetos o actores. Asimismo, se da importancia a los aspectos
sociales, culturales e históricos para la comprensión del contexto y se concibe el
campo como un espacio para reaprenderse y reaprender el mundo.
3. La teoría fundamentada constituyó el sustento técnico para el análisis de
la información, además de brindar algunos principios que guiaron el estudio:
a)muestreo teórico para refinar, elaborar y completar categorías, considerando
lo que emerge de los datos; b)transcurso entre la recolección de datos y el análi-
sis; c)los datos determinan los productos y procesos y no sólo los marcos teóri-
cos preestablecidos.
Resultados y discusión
Iniciativas comunitarias de aps
Se recuperó la información de 773 intervenciones comunitarias llevadas a cabo
en el marco del - de 2017 a 2021, de las que se pudieron sistematizar 647,
es decir, casi 84% de los trabajos.
Se identificaron dos temáticas principales en el conjunto de iniciativas. En
primer lugar, la alimentación adecuada y la educación para la salud en general, rela-
cionada con los temas de la Cartilla Nacional de Salud y las características familiares.
En segundo lugar, la prevención de caídas y, en tercer lugar, el envejecimiento salu-
dable, diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y estrés y burnout; estas dos últimas tomaron
fuerza durante 2021, dada la situación con la pandemia por COVID-19.
Conocer los temas que más se han trabajado permite observar que los estu-
diantes han logrado definir junto con las familias de intervención un enfoque
basado en el fortalecimiento de hábitos saludables, sobre todo relacionado con
la alimentación, pero también han logrado incorporar una visión que contempla
las Cartillas Nacionales de Salud y el análisis de las características individuales y
familiares. Asimismo, es de llamar la atención que los temas relacionados con el
adulto mayor se abordan con frecuencia, lo que nos habla de que son quienes se
encuentran más disponibles en los días y horarios en que se realizan las prácticas
comunitarias. Finalmente, resalta que las intervenciones que se desarrollan desde
la patología en su mayoría son sobre DM2 y que la pandemia trajo consigo un
aumento en la necesidad de abordar la salud mental.
En este sentido, lo encontrado acerca del trabajo con adultos mayores coin-
cide con lo expuesto por Orozco Rocha y González González (2021), ya que se
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 61
reconoce como una población en aumento y en situación de vulnerabilidad que
requiere de una atención especial con miras al futuro. Asimismo, el aumento
en la demanda de servicios de salud mental y la visibilización de la importan-
cia de su atención coincide con el panorama mundial identificado por organis-
mos internacionales (Organización Mundial de la Salud [], 2022), lo que
nos lleva a reconocer la necesidad de fortalecer las competencias de los profesio-
nales de la salud en este aspecto, así como su consideración en las intervenciones
comunitarias para contribuir a la participación y fortalecimiento (Sapag et al.,
2021; Malvárez, 2011).
En cuanto a las características de estas intervenciones, se encontró que la
estrategia de los estudiantes tiende a integrarse con base en pláticas informativas.
Sin embargo, también se documentaron talleres con diversas estrategias innova-
doras que los enriquecieron, las cuales corresponden a áreas temáticas específi-
cas (tabla 1).
Tabla 1. Áreas temáticas y estrategias de intervención
Áreas temáticas Estrategias
Alimentación Horticultura
Preparación de alimentos
Plato del buen comer maya
Actividad física Ejercicio con la familia
Rally familiar
Actividades recreativas para adultos mayores
Planes de entrenamiento
Ejercicio en casa
Ejercicio en silla de ruedas
Salud mental Técnicas para la focalización en emociones de
manera positiva
Afrontamiento del duelo
Técnicas de meditación
Estrategias para el control del estrés
Uso de medicamentos Recolección de medicamentos caducos
Calendario para apego a medicamentos
La organización y análisis de estas intervenciones comunitarias evidenció que
hay experiencias tendientes al fortalecimiento de la comunidad y de la autonomía
de los participantes en el programa, pero también prevalecen formas de trabajo
que muestran dificultad por incorporar estas nociones y en cambio se centran aún
62 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
en el déficit y la enfermedad. Si bien es cierto que, de manera general, las temá-
ticas se han dirigido mayormente a la salud, es importante seguir trabajando en
la adquisición de herramientas y espacios de diálogo sobre el tema del autocui-
dado que incluya una reflexión personal y colectiva que permee en las actividades
comunitarias, lo que contribuye a la participación y fortalecimiento comunitario.
Asimismo, un área de oportunidad identificada en las intervenciones es el
seguimiento a éstas, ya que los equipos de estudiantes con frecuencia trabajan
con familias que anteriormente ya recibieron algún otro equipo. Por tanto, una
recomendación es la búsqueda de mecanismos para dar continuidad a las expe-
riencias, así como la documentación y difusión de estrategias novedosas para su
aprovechamiento en otros contextos.
Esto puede llevarse a cabo vinculando las actividades de investigación con la
actividad de campo, lo que de acuerdo con Campos Rivera et al. (2022), se ali-
nea a los requerimientos de los cuerpos académicos en México y es un aspecto
para considerar en su proceso de consolidación; además, explicitar la contribu-
ción de la comunicación en salud en las intervenciones en , establecer meca-
nismos de comunicación más eficientes con los miembros de la comunidad, y
hacer énfasis en el diálogo de saberes promueve la participación comunitaria, tal
como es referido por Reyna Martínez et al. (2021).
Se destaca que el periodo de sistematización y análisis de las iniciativas coin-
cidió con el confinamiento por la pandemia por COVID-19, por lo que el tra-
bajo comunitario del - se llevó a cabo de forma virtual de marzo de 2020 a
diciembre de 2022, y la alternativa para continuar con las prácticas de los estu-
diantes en esta etapa fue que trabajaran con sus propias familias, por lo que los
equipos realizaban sus acciones con la familia de uno de sus integrantes. Esta
condición de trabajo implicó sus propios desafíos, por lo que un aprendizaje
importante a partir de esto es la necesidad de hacer explícito y fortalecer el enfo-
que digital en las iniciativas de salud.
Esto coincide con la literatura que menciona la importancia de fortalecer
este enfoque, ya que en el futuro próximo será la forma en que los profesionales
de salud atenderán las necesidades de la población (Jasarevic, 2019). Por tanto,
se observa que, aunque el escenario ya no sea el de confinamiento, las competen-
cias en salud digital deben seguir fomentándose en los estudiantes de Ciencias
de la Salud, lo que incluye también su relación con la participación comunitaria.
Esto se suma a lo señalado por Loayza-Effio y Huayta Franco (2022), quienes
mencionan que a partir de la pandemia se volvió necesario cambiar el paradigma
de participación comunitaria y su relación con los sistemas formales de salud.
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 63
La salud comunitaria como campo transdisciplinar
La salud comunitaria, entendida como un campo transdisciplinario, exige pro-
fesionales de la salud con formación integral, capaces de comprender y abordar
la complejidad de los problemas de salud y sus determinantes. Este enfoque pro-
mueve la colaboración interdisciplinaria, la creatividad y la ética en el trabajo con
otros sectores y actores sociales. La transdisciplinariedad en salud busca aproxi-
marse al mundo real, identificando problemas comunes en diferentes disciplinas
y fomentando la integración de conocimientos, métodos y herramientas de dis-
tintas áreas para generar nuevas soluciones (Sauza Jiménez, 2020).
A partir de la reflexión de la actividad de supervisión de prácticas comunita-
rias en , se identificaron criterios para la transdisciplinariedad en  y salud
comunitaria. Esto debido a que los estudiantes realizan intervenciones con diver-
sas temáticas y son asesorados por profesorado de disciplinas como medicina,
psicología y nutrición, que a su vez tienen una trayectoria y expertise en especí-
fico, aunque en su mayoría comparten un enfoque de salud pública y promoción
de la salud. En la tabla 2 se presentan dichos criterios.
Tabla 2. Criterios para la transdisciplinariedad
en aps y salud comunitaria
Reflexión crítica Posibilidad de confrontar, deconstruir y desarrollar
formas de concebir y actuar sobre la salud.
Factor humano Concebir la salud desde el factor humano en un proceso
socio-histórico.
Capacidad y autonomía Capacidad de formular estrategias de acuerdo con
intereses y contexto cultural.
Bienestar Desarrollo del potencial personal.
Ética Como espejo de lo cotidiano, armonización entre el
sentir, decir y hacer.
Comunicación Desarrollo de estrategias contextualizadas y desde las
personas. Diálogo de saberes.
Resiliencia Capacidad de afrontar situaciones diversas y salir adelante.
Perspectiva psicosocial
comunitaria en espacios
formativos
Espacios formativos como escenarios de concientización,
construcción de sentido de comunidad y transformación.
Autocuidado Prácticas de cuidado de sí mismo.
64 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Estos criterios se identificaron en las actividades en comunidad, por tanto,
apoyan en la comprensión de la salud comunitaria y brindan elementos para
reflexionarla como un campo transdisciplinar que favorece la participación y
el fortalecimiento. A continuación, dichos criterios se desarrollan de forma
reflexiva.
Reflexión crítica
Ésta se puede definir como un proceso de análisis, cuestionamiento y transfor-
mación de las propias creencias, valores, supuestos y prácticas en relación con un
determinado contexto o problema. La reflexión crítica implica una actitud de
apertura, curiosidad, humildad y compromiso, que permite reconocer la comple-
jidad y la diversidad de las realidades sociales, así como las implicaciones éticas y
políticas de las acciones profesionales.
La reflexión crítica es un criterio transversal que atraviesa las disciplinas invo-
lucradas en la , ya que a través de ésta se confrontan, deconstruyen y desarro-
llan formas de concebir y actuar sobre la salud. Permite cuestionar los paradigmas
dominantes que reducen la salud a un asunto individual, biológico y técnico, y
que ignoran los determinantes sociales, culturales, ambientales y políticos que
influyen en el bienestar de las personas y las comunidades. También permite
reconocer y valorar los saberes, experiencias y necesidades de las poblaciones, así
como las potencialidades y limitaciones de los servicios de salud para establecer
relaciones de diálogo, colaboración y corresponsabilidad que favorezcan la parti-
cipación comunitaria y la acción intersectorial en la promoción de la salud.
Fomentar la reflexión crítica en la formación de estudiantes de Ciencias de la
Salud es necesario para desarrollar competencias de  y promoción de la salud.
Estas competencias se refieren a la capacidad de los profesionales de la salud para
brindar una atención integral y continua, que responda a las necesidades y expec-
tativas de las comunidades, y que contribuya a mejorar su calidad de vida y a
reducir las inequidades en salud. En este sentido, el enfoque emancipador de la
promoción de la salud menciona que la reflexión crítica es un requisito indispen-
sable para que sus intervenciones conlleven efectivamente un beneficio para las
personas (Chapela, 2007).
Fomentar la reflexión crítica en estudiantes de Ciencias de la Salud es esen-
cial para desarrollar competencias en  y promoción de la salud, respondiendo
a las necesidades y expectativas de las comunidades y contribuyendo a mejorar
su calidad de vida y reducir las inequidades en salud (Shin et al., 2023). Implica
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 65
el desarrollo de habilidades cognitivas, afectivas y prácticas para analizar crítica-
mente la realidad social y sanitaria, cuestionar prejuicios y supuestos, aprender
de la experiencia, integrar conocimientos teóricos y prácticos, y colaborar con
otros profesionales y sectores.
La promoción de la reflexión crítica es un requisito indispensable para que las
intervenciones en salud tengan un impacto positivo y transformador en la socie-
dad (Evans-Agnew et al., 2022). Por tanto, es fundamental integrar la reflexión
crítica en la formación de los futuros profesionales de la salud para asegurar una
atención integral y humanizada que aborde las complejidades de las realidades
individuales y colectivas.
Factor humano
El factor humano en el contexto de la salud se refiere a un conjunto de caracterís-
ticas, actitudes y comportamientos de las personas involucradas en los procesos
de salud. Este es un elemento crucial en la , ya que impacta significativamente
en la calidad de las relaciones interpersonales y, por ende, en la eficacia de los ser-
vicios de salud. Este factor es un proceso sociohistórico que se construye y trans-
forma en función de los contextos sociales, culturales, políticos y económicos
(Campos Rivera et al., 2020).
El factor humano atraviesa todas las disciplinas involucradas en la , ejer-
ciendo un papel fundamental en el establecimiento de relaciones basadas en la
confianza, el respeto, la comunicación y la empatía. Esto es esencial para reco-
nocer y atender las necesidades y expectativas de las personas y las comunidades,
promoviendo su participación y fortalecimiento en los procesos de salud (Parush
et al., 2020).
El desarrollo del factor humano durante la formación de estudiantes de Cien-
cias de la Salud es clave para que comprendan mejor el contexto social, cultu-
ral, político y económico en el que se desarrollan las personas y las comunidades.
Esto permite identificar los determinantes sociales de la salud y las desigualdades
que implican, y proponer estrategias de promoción de la salud y de acción inter-
sectorial sustentada para abordarlos (Ruggiero, 2022).
En conclusión, el factor humano es esencial para una atención sanitaria efec-
tiva y equitativa. Requiere un enfoque integral que incluya la formación en
habilidades sociales y emocionales, la promoción de relaciones interpersonales
saludables y la adopción de políticas y prácticas que fomenten la colaboración y
el fortalecimiento comunitario.
66 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Capacidad y autonomía
Se enfoca en la habilidad de las comunidades para tomar decisiones informa-
das y actuar libremente. Fomentar la capacidad y autonomía implica reconocer
y ejercer los derechos humanos, promoviendo la participación de las comunida-
des en su salud (Sauza Jiménez, 2020). Estos criterios fomentan que las personas
y comunidades sean agentes activos en su salud, involucrándose en la identifica-
ción de necesidades, la elaboración y ejecución de planes de acción, y la partici-
pación en actividades de promoción de la salud (Stephens et al., 2022).
El desarrollo de la capacidad y autonomía en estudiantes de Ciencias de la
Salud es crucial. Promueve el respeto a la diversidad cultural y los derechos de las
comunidades, fomentando la participación y fortalecimiento en los procesos de
salud (Bravo, 2022). Esta formación estimula el aprendizaje continuo y la mejora
profesional, elementos fundamentales para una atención sanitaria efectiva y sen-
sible a las diferencias culturales (Schmidt et al., 2023).
Bienestar
El bienestar, definido como un estado de satisfacción y plenitud alcanzado al
desarrollar el potencial individual y colectivo, es un concepto fundamental en la
salud. Se entiende no sólo como felicidad, sino también como el equilibrio entre
las dimensiones física, mental, emocional, social y espiritual de la salud. Este
enfoque holístico reconoce la importancia de los derechos humanos, la dignidad
y la libertad en la promoción de la salud (Vázquez et al., 2009).
La pandemia por COVID-19 ha resaltado la importancia de considerar el
bienestar social y de salud en poblaciones clínicamente vulnerables, eviden-
ciando la necesidad de diseñar abordajes integrales y holísticos en la atención
sanitaria (Gessa y Price, 2021). Investigaciones recientes han explorado el bien-
estar digital en el comportamiento de la información sanitaria, destacando cómo
el uso activo o pasivo de la tecnología influye en la salud y el manejo de enferme-
dades (Dewitz, 2022). También se ha examinado la relevancia de la promoción
del bienestar emocional y físico en la educación general y profesional (Eisenstadt
etal., 2021).
En resumen, el bienestar en la salud es un concepto multifacético que requiere
un enfoque integral y holístico, enfatizando la importancia de la promoción de la
salud mental y física, el respeto por los derechos humanos y la incorporación de
estos principios en la formación de los profesionales de la salud.
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 67
Ética
La ética, definida como la reflexión crítica sobre valores, normas y principios que
guían la conducta humana, es esencial en la salud, tanto a nivel individual como
colectivo. Este enfoque ético es crucial para fundamentar y justificar decisiones y
acciones ante dilemas morales cotidianos (Antoniou et al., 2020). Campos Rivera
et al. (2020) refieren la importancia de hacer explícita la relación ética en el tra-
bajo comunitario haciendo énfasis en espacios formativos, ya que esto permite
encaminar las acciones cotidianas a la promoción de transformaciones sociales.
Investigaciones recientes han explorado la ética en contextos de salud pública,
como la pandemia por COVID-19, destacando cómo el razonamiento moral
influye en el comportamiento de la población frente a medidas de salud pública
(McGuire et al., 2023). Además, se ha examinado el impacto de la ética en la toma
de decisiones para la priorización de recursos sanitarios (Denburg etal., 2020).
La ética es un criterio transversal en las disciplinas involucradas en la , per-
mitiendo cuestionar y transformar condiciones sociales, económicas, políticas y
culturales que generan inequidades en salud. Es fundamental en la formación de
estudiantes de Ciencias de la Salud, promoviendo el desarrollo de habilidades
técnicas, humanas y conceptuales para brindar una atención de calidad, segura y
pertinente, respetando la diversidad cultural, los derechos y decisiones de las per-
sonas y comunidades.
Comunicación
La comunicación en la salud se define como el proceso de intercambio de infor-
mación, ideas, sentimientos y significados, esencial para el desarrollo de estra-
tegias efectivas de . Es fundamental para la comprensión, interpretación y
retroalimentación de mensajes, así como para la construcción de relaciones e
identidades (Oxman et al., 2022).
El desarrollo de estrategias de comunicación contextualizadas es transversal
en las disciplinas de la , enfocándose en la aplicación planificada y sistemá-
tica de medios de comunicación para abordar las necesidades y expectativas de
las personas y las comunidades (Beleno, 2022). Esto incluye la promoción de la
salud y la protección de los derechos humanos.
Desarrollar el concepto de comunicación permite a los estudiantes de Cien-
cias de la Salud comprender la salud como un proceso que implica interacción,
colaboración y coordinación entre los diferentes actores sociales, que comparten
68 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
valores, normas, objetivos e intereses comunes. También permite desarrollar
habilidades técnicas, humanas y conceptuales para comunicarse de manera efec-
tiva, asertiva y empática con las personas y las comunidades, así como con otros
profesionales, sectores y actores sociales. Asimismo, se reconoce la importancia
de la comunicación en salud para el impulso de la reflexión crítica y procesos
de participación a través del diálogo de saberes en experiencias de intervención
comunitaria de  (Reyna Martínez et al., 2021).
Es clave para el intercambio efectivo de información y para el desarrollo de
relaciones interpersonales. La comunicación en salud debe ser contextualizada y
centrada en las personas, promoviendo el diálogo y la participación comunitaria
(Reyna Martínez et al., 2021).
Resiliencia
La resiliencia, definida como la capacidad de adaptarse y superar situaciones
adversas, es fundamental en el ámbito de la salud. Implica el uso de recursos
internos y externos para mantener o recuperar el equilibrio psicológico, afrontar
desafíos y oportunidades, y aprender de la experiencia para mejorar la calidad de
vida (Babić et al., 2020).
En la práctica de la , la resiliencia es un criterio transversal que permite
a personas y comunidades convertirse en agentes activos en su salud, compren-
diendo y utilizando sus fortalezas y oportunidades para desarrollar y ejecutar pla-
nes de acción en pro de la salud (Grimm et al., 2021).
El concepto de resiliencia es crucial para los estudiantes de Ciencias de la
Salud, ya que les permite comprender la salud como un proceso dinámico que
involucra el desarrollo del potencial individual y comunitario, así como conside-
rar perspectivas culturales en la comprensión de respuestas positivas a la adversi-
dad (Meili y Maercker, 2019).
Perspectiva psicosocial comunitaria en espacios formativos
Esta dimensión aborda la importancia de considerar el contexto social y psico-
lógico en la educación. Bajo esta perspectiva, se reconoce que el aprendizaje no
sólo ocurre a nivel individual, sino también en un contexto comunitario y social,
donde los estudiantes interactúan y se influencian mutuamente. Esta aproxima-
ción tiene implicaciones significativas en la forma en que se estructuran y se lle-
van a cabo los procesos educativos.
3. Análisis de criterios para la transdisciplinariedad de la salud comunitaria 69
La investigación de Bell y Sealey-Ruiz (2023) destaca la necesidad de cons-
truir espacios educativos que reflejen y respeten la diversidad cultural y social de
los estudiantes. Este enfoque pone de manifiesto la importancia de crear entor-
nos de aprendizaje que sean inclusivos y que promuevan la igualdad y la justi-
cia social.
La perspectiva psicosocial comunitaria en los espacios formativos es esencial
para una educación integral y efectiva. Esta perspectiva enfatiza la importancia
de considerar los contextos sociales y culturales en los que se desarrollan los estu-
diantes, así como el papel de la tecnología y el entorno físico en el proceso educa-
tivo (Campos Rivera et al., 2020).
Autocuidado
Nos referimos al conjunto de prácticas cotidianas que las personas realizan para
mantener su bienestar y salud. El autocuidado se relaciona con la capacidad de
reflexionar sobre las propias necesidades y tomar decisiones conscientes para cui-
darse a sí mismo. Bajo esta perspectiva, se enfatiza la importancia de la autono-
mía y la agencia individual en el proceso de autocuidado, lo que implica que cada
persona es responsable de su propio bienestar y debe estar informada y capaci-
tada para gestionar su salud (Campos Rivera, 2018).
El autocuidado es fundamental en la formación de estudiantes de Ciencias
de la Salud, ya que promueve competencias clave para la atención primaria efec-
tiva. Estas competencias incluyen la capacidad de autorreflexión, autorregula-
ción, autodeterminación y autoeducación. Al desarrollar estas habilidades, los
estudiantes pueden asumir comportamientos responsables ante la salud y aplicar
conocimientos de manera práctica, lo que resulta en una mejor calidad de aten-
ción para las personas (Pupo Cejas et al., 2021).
Además, el autocuidado ayuda a los futuros profesionales de la salud a mane-
jar su propio bienestar, lo cual es esencial para poder cuidar efectivamente de
otros. La educación en autocuidado debe ser integrada en los currículos univer-
sitarios para fomentar la implicación subjetiva y la adopción de actitudes y valo-
res positivos hacia la salud.
Conclusiones
Este trabajo aporta valiosas perspectivas en la promoción y gestión de la salud
comunitaria, desde la visión integral y transdisciplinaria de la , destacando
70 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
su importancia en las estrategias de promoción de la salud. Este trabajo refleja
la importancia de la transdisciplinariedad en salud, la necesidad de fomentar la
reflexión crítica, el desarrollo del factor humano, y la ética en la formación de
profesionales de la salud. Se destaca la relevancia de la comunicación en salud, la
promoción de la resiliencia y la perspectiva psicosocial comunitaria en los espa-
cios formativos.
Para futuras investigaciones en el área de , es crucial continuar explorando
y desarrollando enfoques transdisciplinarios que integren más efectivamente las
diversas áreas de la salud y otros sectores. Sería beneficioso centrarse en el fortale-
cimiento de las competencias digitales en la salud, especialmente a raíz de la pan-
demia por COVID-19, que ha cambiado la manera en que los profesionales de
la salud interactúan con las comunidades. Además, es importante considerar el
bienestar digital en la gestión de la información sanitaria y el impacto de la tec-
nología en la salud.
Otra área de interés para futuras investigaciones es la promoción del autocui-
dado y la autonomía en la salud, resaltando la importancia de la participación y
fortalecimiento comunitario. Estos aspectos son fundamentales para mejorar la
calidad de vida y reducir las desigualdades en salud. Finalmente, sería provechoso
investigar más a fondo cómo los diferentes factores socioculturales, históricos,
políticos y económicos afectan la salud comunitaria y cómo se pueden desarro-
llar estrategias de  más inclusivas y sensibles a estas diferencias.
En conclusión, se resalta la importancia de aplicar un enfoque integral en la
, donde la transdisciplinariedad, la participación comunitaria y la atención a
los determinantes sociales de la salud son fundamentales para una atención sani-
taria efectiva y equitativa.
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4 USO DE APLICACIONES DE
TRANSMISIÓN COMO ESTRATEGIA
DE PROMOCIÓN A LA SALUD
DURANTE LA PANDEMIA POR
COVID-19 EN UNA POBLACIÓN MAYA
DEL SUR DE YUCATÁN
Karla Rossanet Dzul-Rosado,1 Karla Alejandra Arroyo-Solís,1
Yolanda Oliva-Peña,2 Juan José Arias-León,3 Luis Emilio Ramón-
García,1 Jahaziel Obed Martínez-Velásquez,1 Fernando Puerto-
Manzano1 y Luisa Lilia Rocha4
1Laboratorio de Enfermedades Emergentes y Reemergentes, Centro de
Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, Universidad Autónoma
de Yucatán, Mérida, México.
2Laboratorio de Medicina Social, Centro de Investigaciones Regionales
“Dr. Hideyo Noguchi”, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida,
México.
3Unidad interinstitucional de Investigación Clínica y Epidemiológica,
Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Yucatán, México.
4Departamento de Farmacobiología, Centro de Investigación y Estudios
Avanzados, Ciudad de México, México.
Resumen
Introducción: En la última década, hemos sido testigos de cambios vertiginosos
en los patrones de consumo mediático, con las redes sociales emergiendo como
cimientos vitales de la comunicación, imponiendo una urgencia imperante en la
interacción y la participación, ya que en este siglo los medios tradicionales han
dejado de influir de manera significativa en las comunidades rurales como Teabo,
Yucatán. En este panorama, la divulgación a través de aplicaciones de transmisión
como pódcasts y spots se erige como una necesidad apremiante para compren-
der y bordear plenamente esta revolución mediática, adaptándonos, finalmente,
a esta revolución en la comunicación, encontrando un nicho que atacar con las
debidas bases de una metodología científica en una comunidad mayoritariamente
76 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
maya parlante. Objetivo: Diseñar aplicaciones de trasmisión (pódcast y spots)
para la promoción de la salud en idioma maya durante la pandemia por COVID-
19, para una población maya del sur de Yucatán. Metodología: Estudio de
investigación- acción colaborativa de enfoque cualitativo, de tipo observacional
e interpretativo, mediante entrevistas semiestructuradas y observación enfocada,
realizado en el municipio de Teabo, Yucatán, durante junio-diciembre de 2020.
Resultados: Se diseñaron dos tipos de aplicaciones de trasmisión (pódcast y spots)
en apoyo a la prevención e información sobre COVID-19 para la población en
general. Pódcast sobre la COVID-19 y medidas preventivas (con duración de 10
min) y cuatro spots (duración 1 min c/u) sobre importancia del uso de: i) gel anti-
bacterial, ii) jabón y lavado de manos, iii) cubrebocas, y iv) cal. Fueron difundi-
dos masivamente por perifoneo, radio y medios de comunicación social como
Facebook y WhatsApp. Dada la aplicación a población abierta, no fue posible
medir la aceptación de una forma exhaustiva; sin embargo, se exploró con pobla-
ción al azar, de forma cualitativa y se registró que los spots y pódcast desarrollados
en este trabajo obtuvieron aceptación y respuestas positivas por parte de los habi-
tantes al conocer su opinión en entrevistas cara a cara. Conclusión: Los pódcast
y spots diseñados en idioma maya fueron formas de comunicación horizontales
para la difusión masiva de información confiable, de fácil acceso a la población y
fundamental para potenciar las capacidades de autocuidado durante la pandemia
por la COVID-19, diseñados en trabajo colaborativo de estudiantes universita-
rios, profesorado y personas clave de la comunidad, lo que contribuye a fortalecer
capacidades locales y un mayor impacto en la transmisión de la información a la
población maya hablante.
Palabras clave: pódcast, spot, población, maya
Introducción
El abordaje de este trabajo se enfocó en la línea de acción para el fortalecimiento
de entornos saludables, con el objetivo de facilitar la participación y el empo-
deramiento de la comunidad para el autocuidado durante la pandemia por
COVID-19.
Epidemiología de la COVID-19
La pandemia por COVID-19, enfermedad ocasionada por el virus SARS-CoV-2,
ha tenido un impacto significativo en la salud pública, la economía global y la
vida cotidiana de las personas, y ha generado desafíos en la atención médica y
la investigación científica. A tres años del inicio de la pandemia, se han repor-
tado a nivel mundial más de 676 millones de casos y 6.8 millones de defunciones
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 77
(Johns Hopkins, 2021). En México, los casos ascendieron a 7.6 millones y las
defunciones a 334 mil, mientras que en Yucatán se notificaron 145 mil y 7 mil,
respectivamente (Gobierno de México, 2023).
COVID-19 y poblaciones indígenas
A lo largo de la historia, las comunidades indígenas han enfrentado obstácu-
los significativos para acceder a los servicios de atención médica y han padecido
una discriminación arraigada debido a su origen étnico, idioma y circunstan-
cias de vida (Meneses-Navarro et al., 2020). En México, para 2020, la pobla-
ción total en hogares indígenas era de 11,800,247 personas, lo que equivale a
9.4% de la población total del país; 51.1% de la población en hogares indí-
genas eran mujeres y 48.9% hombres; tan sólo en la península de Yucatán, la
población indígena es de 10.5%, siendo el mismo porcentaje para maya hablan-
tes (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2022). Datos sobre
el impacto de la COVID-19 en las poblaciones indígenas demuestran que las
desigualdades, como la pobreza y la extrema pobreza, la falta de suministro de
agua potable y servicios básicos de vivienda, el rezago educativo y la falta de
acceso a servicios de salud y seguridad social, son significativamente diferentes
en comparación con la población en general (Cortez-Gómez et al., 2020; Díaz
de León-Martínez et al., 2020).
Durante la pandemia por la COVID-19, la población indígena se vio afec-
tada severamente en diferentes ámbitos. Por una parte, la tasa de letalidad entre
los hablantes de lenguas indígenas fue mayor (18.8%) que la registrada en la
población general (11.8%) e incluso se vio duplicada en determinadas comor-
bilidades (Cortez-Gómez et al., 2020). Por otra parte, debido a la amenaza de la
COVID-19, se implementaron medidas sanitarias que incluyeron la suspensión
de clases presenciales, migrando a la educación virtual, guardando distanciamiento
social, confinamiento en casa y cierre de negocios. Estas medidas perjudicaron en
mayor medida a las comunidades con un menor conocimiento de las tecnologías
de comunicación y que tuvieron que adaptarse rápidamente a este cambio.
Usuarios de internet en México
y comunicación en salud
En México, se calcula que los usuarios de internet superaron los 79.1 millo-
nes en 2017, con una tendencia ascendente desde 2006 (Castro-Onofre y
78 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Charvel-Orozco, 2021), lo que se traduce como un medio potencial para fines de
promoción y educación sobre salud a través de estrategias basadas en las Tecno-
logías de la Información y la Comunicación (). Éstas constituyen una oportu-
nidad para mejorar la variedad de procesos relacionados con la salud. El amplio
campo de aplicaciones de las  en el ámbito de la salud se conoce como salud
electrónica (o e-Salud) (Castro-Onofre y Charvel-Orozco, 2021).
La e-Salud busca mejorar los flujos de información a través de los medios
electrónicos para apoyar los servicios de salud y la gestión de los sistemas sanita-
rios (World Health Organization, 2015).
El poder y el ingreso, al estar interrelacionados, son cruciales para deter-
minar el estado de salud (Wilkinson, 1992) y deben ser considerados en los
proyectos de promoción de la salud, ya que las personas que ocupan espa-
cios comunitarios tienen normas, objetivos y valores muy diferentes (Larsen y
Manderson, 2009).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (), la comunicación
en salud abarca el estudio y el uso de estrategias de comunicación para informar
e influenciar decisiones individuales y comunitarias que mejoren la salud (Cas-
tro-Onofre y Charvel-Orozco, 2021).
El uso de sitios web puede brindar educación y apoyo a quienes padecen
enfermedades, estas tecnologías incluyen medios interactivos, cursos en línea,
asistentes de voz de chatbots impulsados por inteligencia artificial y videojue-
gos. Estos son especialmente frecuentes en libros, videos, medios audibles como
pódcasts, blogs y artículos impresos, e internet autónomo. Los blogs pueden
vincular e incorporar funciones avanzadas, como cuestionarios, streaming de
video y pódcast (Peek et al., 2015). Entre las tecnologías utilizadas en campos
relacionados con la salud, el pódcast viene ganando relevancia en los procesos
educativos (Milligan et al., 2021).
¿Qué son las aplicaciones de transmisión?
Spots y pódcast como estrategias de promoción
a la salud durante la pandemia por la COVID-19
Se conoce como app streaming (aplicaciones de transmisión) a la transmisión
continua e interrumpida de audio o video a través de internet, donde ésta se
transmite desde una máquina que funge como servidor y hay una o varias máqui-
nas que actúan como clientes (Ramírez Criollo y Montoya Alvarado, 2021). Las
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 79
aplicaciones de transmisión facilitan la interacción a distancia, ya sea de forma
sincrónica o asincrónica (Saborío Taylor, 2018).
La red nos ofrece diversas herramientas como el pódcast y los spots que agi-
lizan la recepción de información sobre cualquier tema de manera sencilla, el
cual puede reproducirse y realizarse de forma gratuita por cualquier persona que
tenga algún dispositivo con acceso a internet.
Los spots constan de un mensaje audiovisual que está integrado por un men-
saje acústico y otro óptico. El mensaje acústico es un discurso textual leído por
un narrador, que se yuxtapone a un conjunto de imágenes, mientras que la
música en la que se apoya es reforzada por frases que conforman el eslogan, el
cual es un breve texto que da fuerza a las imágenes. Todo ello, por lo general,
debe presentarse en un intervalo de 30 segundos (Kuschick, 2013). Además, per-
miten satisfacer objetivos de comunicación bien definidos y resultan útiles en las
actuales estrategias de los anunciantes, así, una campaña basada en spots propor-
ciona al anunciante frecuencia de impacto y cobertura, objetivos básicos en un
plan de medios (Sharp et al., 2009).
El pódcast es un recurso de audio en línea al que se accede a través de com-
putadora, teléfono móvil y reproductores de audio, capaz de recopilar informa-
ción diversa, como conferencias, entrevistas y comentarios (Mallin et al., 2014).
Es una herramienta pensada actualmente para distribuir todo tipo de contenido
interesante ante el público en archivo de audio y video (en menor medida) que
permite al usuario escucharlo en cualquier momento y descargarlo para que éste
pueda ser escuchado con libertad al no tener conexión a internet (offline), y versa
sobre cualquier tema de nuestro interés (Saborío Taylor, 2018). El podcasting
constituye un ejemplo de una herramienta de comunicación disponible para la
distribución de material de audio que puede ser aplicable en entornos educativos
virtuales. Las  constituyen una oportunidad para mejorar la variedad de pro-
cesos relacionados con la salud.
Utilizar los pódcasts como recurso educativo tiene algunas ventajas: bajo
coste, fácil acceso mediante smartphone, disponibilidad en cualquier momento
y lugar, posibilidad ilimitada de repeticiones, lenguaje accesible y adecuación a
la realidad del público al que va dirigido (Leite et al., 2022). En el contexto de
la comunicación científica, los pódcast están ganando importancia (MacKenzie,
2019), por lo que es necesario continuar la investigación sobre la implementa-
ción de estas tecnologías, así como su evaluación respectiva, desarrollando los
abordajes conceptuales y metodológicos pertinentes para informar sobre el tema
a los tomadores de decisiones (Serrano, 2020).
80 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Promoción a la salud empleando aplicaciones
de transmisión: pódcast y spots
La salud pública está centrada en dos ejes de estudio, el primero aborda las condi-
ciones de salud de la población y el segundo se concentra en los sistemas de salud
como “respuesta social organizada” a estas condiciones (Díaz de León-Martínez
et al., 2020), para este precepto es importante la mejora continua de la calidad
de los procesos preventivos y de promoción de la salud (Díaz de León-Martínez
et al., 2020).
El concepto de eficiencia está relacionado con el análisis costo-beneficio de
un sistema de vigilancia. Para que la vigilancia digital produzca beneficios, debe
superar los sesgos discutidos anteriormente y proporcionar un seguimiento mejo-
rado de los problemas de salud. Para que estos sistemas sean rentables, requieren
programas automatizados para gestionar y analizar los datos. Dado que este tipo
de  apenas se está implementando específicamente en el área de la salud, aún
encontramos algunas áreas de oportunidad que, cuando logremos automatizar-
las, serán de gran ayuda para la adecuada atención de nuestros pacientes con el
objetivo de llegar a zonas donde no existe un apropiado manejo de ciertas pato-
logías (Aiello et al., 2020).
Una adecuada valoración médica con sistemas automatizados puede reque-
rir fondos iniciales sustanciales y un mantenimiento regular para evitar que los
algoritmos se vuelvan obsoletos. Si se revoca el acceso, los recursos invertidos
en la creación del sistema de vigilancia digital se convierten en una inversión
poco eficiente. Además, los algoritmos propietarios para detectar brotes tam-
bién pueden ser revocados en cualquier momento y pueden no ser reprodu-
cibles. Una alternativa que evita la revocación del acceso a las plataformas es
establecer mandatos legales que permitan el acceso o permitir a los usuarios
controlar sus datos, lo cual limita al principio la sostenibilidad per sé de estas
herramientas y la forma en la que brindamos la atención médica a quienes lo
necesitan (Aiello et al., 2020).
Experiencias en otras comunidades indígenas
de México o el mundo del uso de pódcast
y spots para promoción de la salud
Las  están transformando la sociedad de modo que actualmente se habla de
la Sociedad de la Información y el Conocimiento, caracterizándose por gestión
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 81
de la información, cambio en las relaciones culturales, económicas y sociales, así
como en la forma de pensar de los individuos. Hoy en día, en el mundo inte-
ractivo en que vivimos, los sitios web, los foros, los blogs, contenido audiovisual
como son los pódcast y spots, inclusive los libros en formato electrónico, además
de ser de carácter informativo, cumplen el rol educativo, ya que se convierten en
materiales de apoyo que impactan indirectamente en la educación, mostrando
a la sociedad un reflejo del mundo a través de mensajes que circulan por este
nuevo universo de comunicación (Vázquez-García et al., 2021).
En México, se empiezan a integrar diferentes métodos de comunicación diri-
gidos a las comunidades, algunas de ellas con distintos dialectos o lenguas, como
en el estado de Yucatán, ya que una gran parte de la población es maya hablante
y actualmente el uso de la lengua maya en páginas web oficiales de las autorida-
des de México continúa siendo muy limitado, por lo que las comunicaciones en
salud generadas que se han revisado en este proyecto apoyan el acceso universal al
conocimiento en favor de la población maya hablante o bilingüe, y la promoción
a la salud ante la pandemia, medidas que, si son apropiadas, pueden represen-
tar beneficios a largo plazo en la salud en general. Además, en algunos mensajes,
se incita a la solidaridad y a la no discriminación de los enfermos por medio del
apoyo comunitario (Conde-Ferráez et al., 2022).
En los últimos años, el internet se ha convertido en la principal fuente de
información relacionada con la salud, tanto para profesionales como para per-
sonas sin conocimientos especializados, y este proceso se ha acelerado aún más
debido a la pandemia por COVID-19. Existen numerosas plataformas dispo-
nibles para la comunicación de salud en línea que varían considerablemente en
la cantidad y calidad de la información transferible, en el tiempo o la inversión
financiera necesarios para crearlas, y las posibilidades de utilización del conte-
nido generado (Horváth et al., 2022). En el contexto contemporáneo de predo-
minancia en la búsqueda de información sobre salud en plataformas digitales,
los pódcast se erigen como una pieza fundamental para la promoción de la salud
durante la pandemia. Su accesibilidad a nivel global, adaptabilidad en formato
y capacidad para abordar la educación continua y la salud mental los posiciona
como una herramienta crucial. Como hemos revisado en diferentes artículos y
trabajos de investigación, tanto a nivel internacional como nacional y regional,
los pódcast trascienden limitaciones geográficas y lingüísticas, proporcionando
una conexión excepcional con la audiencia, desempeñando así un papel esencial
en la diseminación de información precisa y el suministro de respaldo emocional
en periodos de crisis sanitaria.
82 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
En este contexto, el objetivo del trabajo fue diseñar aplicaciones de trasmi-
sión para la promoción de la salud en idioma maya durante la pandemia por
COVID-19 para una población maya del sur de Yucatán.
Materiales y métodos
Lugar de estudio
La población de Teabo, Yucatán, está compuesta por 6,921 habitantes y se con-
sidera que 99% de la población es maya (Inegi, 2021). En la comunidad, hay
niveles bajos de educación y niveles altos de inseguridad laboral. Las prácti-
cas culturales y los modos de vida están determinados en gran medida por la
agricultura y la milpa, un sistema sociocultural y técnico tradicionalmente uti-
lizado en el sistema agrícola de las comunidades rurales de Yucatán (roza y
quema) (Jouault, 2019). Está conformado por un policultivo; la especie princi-
pal es el maíz, acompañado principalmente de diferentes especies de frijol, cala-
baza, chile y tomate. La comunidad también se dedica al cultivo de cítricos, la
cría de ganado bovino y la artesanía realizada por mujeres sobre tela como cos-
tura y bordado de ropa.
Diseño del estudio
Estudio de investigación-acción colaborativa de enfoque cualitativo, de tipo
observacional e interpretativo, mediante entrevistas semiestructuradas y obser-
vación enfocada, realizado en el municipio de Teabo, Yucatán, durante junio-
diciembre de 2020.
Participantes y criterios de elegibilidad
Se incluyeron informantes comunitarios clave, médicos, promotoras comu-
nitarias, personal de salud local y autoridades municipales. Informantes que
a)tuvieron participación previa en el proyecto de intervención comunitaria,
indicando una relación de confianza entre el participante y el equipo de inves-
tigación; b) cumplieron con las medidas de prevención, y c) no presentaron
infección por el virus SARS-CoV-2 para prevenir el contagio. Los participan-
tes fueron reclutados por promotoras comunitarias a través de contacto directo
y vía WhatsApp con disposición de smartphone y conexión a internet. A su vez,
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 83
se integró un equipo multidisciplinario de estudiantes y profesorado universi-
tario para un abordaje integral y colaborativo en el diseño y divulgación que,
junto con los actores clave de la comunidad, se trabajó para implementar las
estrategias educativas.
Desarrollo y divulgación de videos
de prevención primaria de salud
Se desarrolló en dos fases:
Fase I. Investigación que comprendió:
a) Identificación de informantes clave, recopilación de datos y procesamiento
de datos, e integración del equipo colaborativo, y
b) Diseño de aplicaciones de transmisión.
Fase II. Acción educativa que comprendió:
a) Creación de los espacios educativos virtuales y
b) Divulgación a la comunidad mediante los espacios virtuales y otros
gestionados.
I. Investigación
a) Identificación de informantes clave, recopilación de datos y procesamiento de datos.
Se entrevistó a tres médicos tradicionales, dos personas del centro de salud y dos
personas jóvenes que se identificaron como actores con actitudes negativas frente
a la enfermedad de la COVID-19. La entrevista semiestructurada tenía como
objeto identificar conocimientos, percepciones y actitudes frente a la epidemia,
así como posibles acciones que realizan o la forma en que contribuyen para la
prevención-contención de la epidemia. Cabe señalar que las entrevistas se realiza-
ron mediante videoconferencia, previo consentimiento informado en maya, con
el apoyo de una traductora local. Se procesaron los datos desde un enfoque inter-
pretativo, al tiempo que se solicitó su punto de vista acerca de los usos y costum-
bres para la divulgación a la población y de los tópicos que desde su percepción
constituían un problema para la contención y prevención de los contagios por el
SARS-CoV-2.
84 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
b) Diseño de aplicaciones de transmisión para la promoción de la salud comu-
nitaria. Se formó un equipo de trabajo colaborativo entre estudiantes y pro-
fesores universitarios y actores clave comunitarios a fin de crear los espacios
virtuales necesarios y las gestiones indispensables de otros medios locales, así
como el diseño e implementación de las estrategias educativas para la promo-
ción del autocuidado en la pandemia. Una vez integrado el grupo, se proce-
dió a:
i. Identificación de sectores de la población con mayor vulnerabilidad ante
la infodemia o falta de acceso a información confiable y accesible a toda
población, incluyendo los maya parlantes.
ii. Identificación de saberes y recursos locales disponibles para la atención
y la prevención del contagio por el virus SARS-CoV-2. Cabe señalar
que, basados en los conocimientos y prácticas de cuidado observadas
entre los distintos grupos de la comunidad (niños, jóvenes adultos y
adultos mayores), así como la revisión bibliográfica, constituyeron el
insumo para la elaboración de los contenidos de las aplicaciones de
transmisión.
iii. Traducción y adaptación de los contenidos del español a la lengua y cul-
tura maya.
iv. Grabación de los contenidos apoyados en un locutor profesional bilin-
güe (español-maya).
v. Localización y uso de los espacios públicos y necesidad de materiales de
divulgación accesible a todo tipo de población.
vi. Identificación de los medios de comunicación más utilizados por la
población para divulgar información; se utilizaron los medios que per-
mitían llegar a mayor cantidad de personas sin poner en riesgo la salud
de los habitantes y de los integrantes que las implementarían.
vii. Gestión con autoridades locales para conformar otros espacios para la
divulgación, así como el conocimiento y visto bueno de la implementa-
ción general.
II. Acción educativa
a) Creación de los espacios educativos virtuales
Se diseñaron las aplicaciones de transmisión, spots (4) y un pódcast, los cua-
les fueron resguardados en una plataforma de internet de almacenamiento
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 85
de datos virtual; fueron obtenidos los códigos QR (véase figura 1) y enlaces
correspondientes.
b) Divulgación
Los enlaces fueron compartidos por la radio local, Facebook, WhatsApp y
perifoneo con diversas temporalidades por cada estrategia, que en conjunto abar-
caron seis meses de transmisiones.
Aspectos éticos de la investigación-acción
El Comité de Ética en Investigación del Centro Regional de Investigación “Dr.
Hideyo Noguchi” aprobó las declaraciones éticas de este trabajo como meta
del proyecto registrado con el número CIE-12-2020. El estudio se realizó con-
forme a lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General de Salud en Mate-
ria de Investigación, de ahora en adelante “Reglamento” (Secretaría de Salud
1987, modificado en 2014), donde en todos los apartados del artículo 14 se
exige cumplir los lineamientos éticos mínimos, incluyendo el consentimiento
informado y por escrito de los participantes. De igual manera, como marca
el artículo 16 del Reglamento, que habla sobre la confidencialidad, se prote-
gerá la privacidad de cada uno de los participantes y de los datos proporciona-
dos por ellos, no se vinculará la identidad de alguno de ellos y los resultados no
serán utilizados para perjuicio alguno. Además, como establece el artículo 120
del Reglamento, se aclarará a los participantes que los resultados se publicarán
en revistas científicas, congresos o cualquier evento académico, única y exclusi-
vamente con fines educativos y científicos, cuidando que se respete siempre la
confidencialidad a que tienen derecho los sujetos de investigación. Asimismo,
se cumplen los principios éticos de la Asamblea Médica Mundial de Helsinki
(modificado en Brasil, octubre de 2013) y del Código Internacional de Ética
Médica (modificado en Sudáfrica, octubre de 2006), así como lo estable-
cido en las disposiciones y lineamientos de la Comisión Nacional de Bioética
(Conbioética) 2016, con los principios de beneficencia, no maleficencia, jus-
ticia y autonomía. Dada la epidemia vigente, además, se protegió la seguridad
y salud de los participantes y de los investigadores realizando las entrevistas y
el proceso de recolección de datos mediante videoconferencias y encuentros en
espacios públicos siguiendo las medidas de sana distancia recomendadas por las
autoridades sanitarias.
86 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Resultados y discusión
Los resultados de la investigación de campo al momento del estudio (junio de
2020) indicaron que la comunidad había reiniciado el retorno presencial gradual
por motivos de trabajo y comerciales.
En la información derivada de las entrevistas con informantes clave, se refería
apego a las medidas sanitarias entre la población como la sana distancia y el uso de
cubrebocas, sin embargo, estos fueron confeccionados por la población con tela
con bordados típicos que no permitía hacer un filtro adecuado del aire. Al mismo
tiempo, se registró la presencia de discriminación y estigma hacia el contagio del
virus, lo que llevó a los enfermos y a sus familiares e integrantes de la localidad a
no declarar la enfermedad. También fue posible advertir en ciertos sectores de la
población una actitud de negación de la enfermedad, que llevaba a ignorar medi-
das de control y resguardo, principalmente en personas jóvenes y en personas de
la tercera edad. Sobre este último punto, se escucharon expresiones de increduli-
dad sobre posibles casos, ya que si fuera eso, “ya se hubieran muerto”. Se presentó
una exacerbación de la letalidad por la COVID-19, lo que parece comprensible
porque las campañas fueron de miedo y no de concientización, sensibilización y
apoyo. La diversidad de síntomas puede llevar a la incredulidad de ser portador
del virus. Asimismo, negaban estar enfermos por el miedo a la discriminación y
la estigmatización, más que por la propia letalidad. Al mismo tiempo, se registró
que las actitudes de discriminación se prolongaron por semanas debido al desco-
nocimiento general acerca de la enfermedad, los síntomas, letalidad, transmisión
y cuarentena declarada.
En cuanto a lo colectivo y los usos de los espacios públicos, se registró que la
vida comunitaria se desarrollaba en todos los espacios públicos, pero con restric-
ciones. Asimismo, la migración pendular se continuó realizando, principalmente
por trabajo, lo que llevaba a las familias a utilizar el servicio público de trans-
porte con frecuencia. La población de escasos recursos se veía limitada al uso del
jabón para el lavado de manos de manera frecuente. Asimismo, se documentó
que en algunos espacios no se utilizaba el gel antibacterial en el acceso a inmue-
bles y servicios, como en los tricitaxis —que sirven para el traslado local— y en
el mercado, mientras que en otros espacios públicos, como la tienda de abarro-
tes, tortillerías, iglesia y oficinas del municipio, sí se utilizaba como medida de
control.
De igual forma, se registró la medición de percepción del riesgo y la pre-
vención de contagio con el virus SARS-CoV-2 en áreas públicas por parte de la
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 87
población, a partir de lo cual se puede apreciar que el agente de contagio se ubica
en el medio ambiente en torno a hogares con la enfermedad y la creencia sobre
frutas infectadas, como se aprecia en los discursos siguientes:
1. No pasar cerca de la casa de alguien que se sabe o sospecha que tiene la
COVID-19, esto con el fin de no arriesgarse al contagio.
2. Se comentó que las personas que atendían un negocio de abarrotes fueron
contagiadas a partir de haber recibido fruta (de un conocido repartidor
local). En la práctica, esta percepción de los vecinos afectó la economía
familiar del repartidor cuando los clientes dejaron de consumir en su
tienda.
3. A pesar de los dos puntos anteriores, es importante comentar que la per-
cepción de riesgo no aplicaba para otras actividades sociales, como reunio-
nes familiares.
Desarrollo de aplicaciones de transmisión
como estrategia de promoción a la salud
para la contención-mitigación comunitarias
Se diseñaron dos aplicaciones de trasmisión (pódcast y spots) en apoyo a la pre-
vención e información sobre la COVID-19 para la población en general, así
como su divulgación comunitaria con un enfoque situado y sectorial conforme a
la situación detectada, además de las formas y los medios señalados por los parti-
cipantes, como los pertinentes en la comunidad.
En cuanto al pódcast sobre la COVID-19 y medidas preventivas, éste tiene
una duración de 10 minutos y los tópicos abordados fueron los siguientes:
Coronavirus 19
¿SABES ESTORNUDAR CORRECTAMENTE? (¿A WOJEL WÁAJ
JE’ESIN TU BEEL?)
PARA EVITAR CONTAGIOS, SIGUE ESTAS RECOMENDACIO-
NES (TI’AL MA’ U PÁAK’AL TI TEECHE’ K’A’ABÉET A BEETIK LE
BA’ALO’OBA)
RECOMENDACIONES PARA PERSONAS CON INFECCIÓN POR
COVID 19 (BA’AXO’OB K’A’ABÉET U BEETIK LE MÁAXO’OB YAAN
LE K’OJA’ANI TI’ LE COVID-19º’)
VIGILA TUS SÍNTOMAS (U KANÁANTIK U K’OJA’ANIL COVID)
88 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
RECOMENDACIONES PARA QUIENES VIVEN CON PERSONAS
CON COVID-19 (BA’AX K’A’ABÉET U BEETIK MÁAXO’OB KAJAK-
BALO’OB YÉETEL MÁAKO’OB YAA TI’ COVID-19º’)
RECOMENDACIONES PARA REALIZAR LAS COMPRAS (BA’AX
K’A’ABÉET A BEETIK WAJ YAAN A JÓOK’OL MAAN)
¿CÓMO CUIDAR LA HIGIENE DE MIS ALIMENTOS ANTE
LA CONTINGENCIA? (¿BIX JE’EL U PÁAJTAL A KALÁANTIK LE
BA’ALO’OB UTI’AL JAANTBILO’ ICHU K’IINIL LE K’OJA’ANIL
CORONAVIRUSO’?)
REFRIGERACIÓN Y CONGELACIÓN (U SÍISKUUNSA’AL YÉETEL
U CONGELARTA’AL)
EVITA LA CONTAMINACIÓN (JECH CONTAMINAR)
VENTILA EL ÁREA QUE LIMPIASTE (JE’ LE KUCHIL TUX
TS’OKAÁN A CHO’OK)
MANEJO DE RESIDUOS DOMÉSTICOS DURANTE LA EPIDE-
MIA DE COVID-19 (BIX GE’EL A MAACHIK U YALA’ BA’ALO’OB
ICHIL LE K’OJA’ANILA)
SI NO PRESENTAS SÍNTOMAS NI ESTÁS EN CUARENTENA
(WÁAJ MINA’ANTECH BIX U YE’ESIKUBAAJ LE K’OJA’ANILA MIX
TA KALAMKABA TA OTOCH)
SI EN CASA HAY ALGUNA PERSONA QUE PRESENTE SÍNTO-
MAS (WA TA OTOCH YAN JUNTUL MÁAKO KU YE’ESIKUHAJ LE
K’OJA’ANILO)
¿QUÉ HACER SI VIVO CON ALGUIEN CON SOSPECHA O
CONFIRMACIÓN DE COVID-19? (¿BA’AX K’A’ABE’ET A BETIK
WA KAJAKBALO’OB YÉETEL MA’AK KIN TUUKULTIK YAAN TI LE
K’OJA’ANILA WA TSU YAALA TI YAN TI LE KOJA’ANIL TI?)
¿POR QUÉ ES NECESARIO ACUDIR AL MÉDICO CUANDO
TENGO SÍNTOMAS DE INFECCIÓN RESPIRATORIA? (¿BAXTEN
K’ABÉET’ IN BIN NALE TS’AK YAJ KAN U YE’ESIKUBA’AJ U TALAMI
A CH’A’ IIK?)
En 2019 se realizó un estudio llamado ADVANCE (Advocates for Digi-
tal, Visual, Audio, and Networked Clinical Education), una encuesta pre-
post de productores clínicos sobre la utilización de blogs y pódcasts antes y
durante la primera ola de la pandemia por COVID-19, donde se concluyó
que la educación médica de acceso abierto y gratuito puede desempeñar un
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 89
papel importante en la traducción rápida del conocimiento (Boreskie et al.,
2022). En el contexto de la comunicación científica, los pódcast están ganando
importancia (MacKenzie, 2019).
Con respecto a los spots, fueron desarrollados cuatro y los tópicos aborda-
dos fueron el uso del gel antibacterial, jabón y lavado de manos, cubrebocas e
importancia de la cal como desinfectante. Cada spot contó con una duración de
1 minuto con la información correspondiente (tabla 1).
Tabla 1. Información contenida en el spot
sobre el uso e importancia de la cal como desinfectante
Uso e importancia de la cal como desinfectante
Español Lengua maya
El uso de la cal como bactericida es parte
del patrimonio cultural tradicional de
todos los pueblos.
U meyajtal e ta´an jel bix juntul nuukul ku
kíimsaj ík´ee baxoob.
E ta´an k´aj óoltan xan jel bix patrimonio
cultural U tial mejen kajoob.
Para fines prácticos, una cucharadita de
cal para 1 litro de agua es suficiente para
desinfectar sin riesgo de toxicidad.
Tial u pajtal u meyajteché, ch´a junp´el
cucharaí ta´an; la´al ti junp´el litro já, tial
beyó má xan u úuchultech k´aas.
El empleo de cal en solución acuosa
saturada para desinfectar verduras y frutas
que crecen en contacto con el suelo,
como los rábanos.
E ta´ano u pajtal u k´abeetatech tial a
kíinsik ik´e a o´och verdurao, bey u ich
che´ob ku a´antal ti lu´um, jel bix e
rabanoo.
El líquido que se mantiene encima del
agua puede usarse tanto para un lavado
previo como para la inmersión durante
30 minutos.
U jail e ta´ano u pajtal u p´ataal tial a
p´oik wa baax, taak tial a kímsik ík´el,
paat ich 30 minutos.
De igual manera, como parte de la
promoción a la salud e higiene personal,
el uso de cal con agua como desinfectante
de alimentos, latas e incluso la suela de los
zapatos, puede prevenir el COVID-19.
Bey xan, ku aalik toon u najil ts´aake, u
meyalta e ta´ano, jach taj maloob tial a
kanantik a o´och verduras, latas, bey xan
nuukul tuux ka ximbal k´uuch kech ta
wootoch u tial má p´ak´al e covid 19´o.
Recuerda. La cal también te puede ayudar
a desinfectar tus pies.
K´a´as tuun, e ta´ano u pajtal u k´abeetal
tial a pe´echak kun okol kech ti juntu naj.
Los momentos inmediatos a la ocurrencia de un desastre o emergencia
sanitaria, como la de la COVID-19, se caracterizan por generar confusión e
90 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
incertidumbre, tanto por parte de la población de las comunidades como por las
autoridades locales y estatales. Una situación de desastre, emergencia o catástrofe
provoca crisis, el miedo puede generar distintos comportamientos en las perso-
nas que pueden transformarse en pánico colectivo. La producción y circulación
oportuna y transparente de información contribuye a generar confianza y credi-
bilidad. La rapidez y claridad en la transmisión de mensajes en esos momentos
es vital. Autoridades nacionales, organismos internacionales, organizaciones de
acción humanitaria, población afectada y medios de comunicación son algunos
de los actores que demandarán datos, cifras, informes y análisis de la situación
en los primeros momentos de crisis (Arroyo-Barrantes, 2009). Para este trabajo,
los medios para la divulgación masiva fueron perifoneo, la radio, Facebook y
WhatsApp.
Perifoneo. Es uno de los medios auditivos más efectivos y de fácil uso de lle-
gada al público y a los miembros de una comunidad. El perifoneo puede ser
móvil o estático; en el móvil, se emplean altavoces o cornetas instaladas sobre un
vehículo para ir recorriendo los lugares mientras se emite el mensaje, y en el está-
tico se coloca un megáfono en un lugar en alto para que la mayoría de las perso-
nas logren escuchar, y de igual manera que el móvil, a través de un micrófono se
transmite el mensaje (Ramos Conde, 2020).
Lo obtenido en esta experiencia indicó ser efectivo como estrategia en un
plano transversal a los habitantes de la comunidad. Esta actividad tuvo una
periodicidad de una vez por semana durante seis meses (julio-diciembre 2020),
tal como se ha documentado para otras experiencias, por ejemplo, la difusión de
alertas tempranas en comunidades de Tabasco (Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales [Semarnat], 2018).
La radio, también conocida como radiocomunicación, es una tecnología
de comunicación a distancia a través de la emisión de ondas electromagnéti-
cas que transportan señales de audio, recuperables mediante un aparato recep-
tor, conocido como radiorreceptor o simplemente radio. Las ondas que utiliza
se denominan hertzianas. La radio fue la primera tecnología que permitió trans-
mitir sonidos (como música o la voz humana) a lo largo de grandes distancias
(TeamVOX, 2020).
En este proyecto, los spots y pódcast fueron divulgados por la emisora de radio
XEPET-AM, una estación de radio comunitaria indígena que transmite en espa-
ñol y maya yucateco desde Peto, en el estado mexicano de Yucatán. Está a cargo
del Sistema de Radiodifusión Cultural Indigenista de la Comisión Nacional para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Esto permitió que los habitantes tuvieran
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 91
información en su lengua materna en lenguaje coloquial con base científica,
minimizando las noticias falsas.
Investigaciones han evaluado el alcance de programas de radio sobre planifi-
cación familiar y salud en lugares como Malawi y su efecto sobre el uso del con-
dón y la discusión sobre planificación familiar. Los resultados han mostrado que
estos programas de radio llegan a una audiencia amplia: 8 de los 12 programas
fueron escuchados por al menos la mitad de los encuestados, aunque el alcance
sobre las mujeres fue menos efectivo que sobre los hombres. Para ambos sexos,
se encontró que los programas de radio tenían un impacto significativo en la
discusión sobre planificación familiar con la pareja. Sin embargo, el efecto de
los programas sobre el uso del condón fue limitado. Se encontró una asociación
positiva con el uso de condón alguna vez, pero no se encontró asociación con el
uso de condón en la última relación sexual. Este impacto limitado sugiere que
dichas campañas de comunicación por radio deben basarse en investigaciones
que identifiquen las limitaciones específicas del uso actual del condón (Meekers
et al., 2007).
Facebook es una red social lanzada en 2004, permite a los usuarios conec-
tarse en línea con “amigos” (es decir, familiares, amigos reales, colegas y/o perso-
nas que no conocen), intercambiar ideas y compartir recursos (videos, imágenes,
música). La función “Me gusta” de Facebook permite a los usuarios interactuar
con las publicaciones de sus “amigos”. Al recibir “Me gusta” en Facebook, los
usuarios sienten que cuentan con el apoyo de sus “amigos” en línea. La popu-
laridad de Facebook ha atraído investigaciones fundamentales sobre la natura-
leza de su uso en relación con el bienestar de las personas, como la autoestima, el
apoyo emocional y la conexión social. Esto ha ocurrido en pequeña escala entre
poblaciones jóvenes: por ejemplo, un estudio en el que participaron 70 estu-
diantes universitarios encontró que aquellos con baja autoestima pasaban mucho
tiempo en Facebook (Limniou et al., 2022). Otro ejemplo es visible en perso-
nas con enfermedades mentales graves, quienes recurren cada vez más a las redes
sociales populares, incluidas Facebook, Twitter o YouTube para compartir sus
experiencias de enfermedad o buscar consejo de otras personas con condicio-
nes de salud similares. Esta forma emergente de comunicación entre comuni-
dades en línea autoformadas de pacientes e individuos con diversos problemas
de salud, se conoce como apoyo entre pares; es una realidad que no se debe des-
estimar, al tiempo que es un recurso potencial para crear comunidades activas e
informadas, de promoción a la salud y la prevención para las diversas áreas de la
salud humana. Actualmente, las conexiones en línea entre pares entre personas
92 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
con enfermedades mentales graves podrían impulsar los esfuerzos para promover
el bienestar físico y mental en este grupo (Naslund, 2016), así como las lecciones
de la pandemia, y estos esfuerzos realizados para la contención de la infección del
virus SARS-CoV-2 nos impulsan a trabajar en esta línea.
Durante la pandemia global del año 2020, las redes sociales se han convertido
en un aliado, pero también en una amenaza potencial. Grandes volúmenes de
información comprimidos en un periodo corto pueden hacer que los profesiona-
les sanitarios se sientan abrumados al intentar discernir los hechos del ruido. Una
limitación importante de las redes sociales actualmente es la capacidad de difun-
dir con rapidez información falsa que puede confundir y distraer. La sociedad
depende de científicos y médicos capacitados para que sean líderes en la entrega
al público de información basada en hechos. Por tal razón, en tiempos de crisis es
importante ser líderes en la conversación de las redes sociales para guiar informa-
ción y conocimientos correctos y útiles a las masas que buscan respuestas (Vene-
gas Vera et al., 2020).
Buscando una vía de comunicación que brindara información de con-
fianza y veraz sobre el virus SARS-CoV-2 y la COVID-19 al alcance de la
población, se generó una cuenta de Facebook (https://www.facebook.com/
groups/1184487568583507) para la divulgación de videos realizados por exper-
tos en el área de la salud, efemérides, infografías de temas emergentes a demanda
epidemiológica de la comunidad, actividades culturales a distancia, así como los
spots y pódcast desarrollados en este trabajo, obteniendo aceptación y respuestas
positivas por parte de los habitantes, sin embargo, es importante comentar que
aunque existen pocas interacciones en las publicaciones, durante el contacto cara
a cara fue posible saber la opinión de la población.
Los grupos cerrados de Facebook se convirtieron en una herramienta para la
educación durante la pandemia por COVID-19 mientras se mantenían las pau-
tas de distanciamiento social entre los grupos de profesionales y la población
abierta (Curtice y Choo, 2020; Docimo et al., 2021; Lima et al., 2022; Ntontis
et al., 2022; Williams et al., 2022).
WhatsApp es uno de los medios de comunicación social más usado actual-
mente (Arimetrics, 2021). Las redes sociales se han convertido en una importante
red de comunicación, negocios, marketing, promociones y entretenimiento. Las
redes sociales superan muchos desafíos relacionados con la interacción tradicio-
nal (interacción cara a cara) en comunicación, relaciones, intercambio de expe-
riencias, visibilidad, autoeducación y conexión en tiempo real (Fox et al., 2021).
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 93
Además, las redes sociales tienen muchos beneficios, incluida una difusión más
rápida de información, conectividad en cualquier momento y lugar, mejora de
las relaciones sociales y culturales y la capacidad de aprender y explorar nuevos y
potenciadores crecimientos empresariales (Ahmadzadeh y Chan, 2017; Al-Ansi
et al., 2023; Simonson, 2017). Algunos estudios han revelado que Facebook,
WhatsApp e Instagram son las redes sociales más dominantes utilizadas entre los
adolescentes en regiones como el Medio Oriente (Al-Ansi et al., 2023).
Uno de los medios de comunicación social mayormente empleado en la
comunidad de Teabo, Yucatán, fue precisamente el WhatsApp, esto permitió
compartir con los habitantes, en más de una ocasión, los spots y pódcast, y ellos a
su vez a otras personas con base en la demanda en salud particular dentro y fuera
de la comunidad empleando la técnica de bola de nieve.
Abordajes sobre salud mental realizados por nuestro grupo de trabajo en
Teabo, Yucatán, han documentado el uso del WhatsApp obteniendo resultados
positivos durante una intervención sobre salud mental on line, la primera imple-
mentada en la población indígena latinoamericana. Estudios futuros podrían
considerar el desarrollo de intervenciones similares para otras comunidades indí-
genas en América Latina (Domínguez-Rodríguez et al., 2023).
Se ha demostrado que el uso de las redes sociales aumenta en situaciones
de desastres naturales y otras crisis, como lo ocurrido durante la pandemia por
COVID-19. Es crucial que la comunidad científica comprenda cómo funcio-
nan las redes sociales para mejorar nuestras capacidades y crear una comunidad
más resiliente. A través de la comunicación en las redes sociales, la comunidad
científica puede colaborar en todo el mundo de una manera más rápida con los
hallazgos más importantes acerca de una enfermedad, con un menor tiempo de
transición del conocimiento a otros proveedores de atención médica (PS). Esto
resulta de gran importancia para coordinar la investigación y el conocimiento en
una época de incertidumbre y noticias falsas proteccionistas.
Es necesario realizar una evaluación rigurosa del impacto, incluidos ensa-
yos controlados aleatorios, de las intervenciones de los medios de comunicación
sobre el conocimiento y la adopción de prácticas sobre salud. Las intervenciones
deberían adaptarse mejor a las características culturales y sociodemográficas de
las poblaciones destinatarias, mientras que el acceso a los recursos debería seguir
siendo una prioridad y mejorarse cuando sea posible (Safieh et al., 2019).
94 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Figura 1. QR de las aplicaciones de trasmisión desarrolladas
A) Pódcast sobre la COVID-19 y medidas preventivas, B) Spots sobre el uso del: B1) gel
antibacterial, B2) jabón y lavado de manos, B3) cubrebocas y B4) cal.
Conclusión
Elementos como las costumbres, tradiciones, lengua madre, escritura y lectura,
hasta el acceso a los medios de comunicación, educación y aprendizaje, ocasio-
nan desigualdad de oportunidades entre los pacientes de las áreas rurales. Con-
siderar estos factores es importante para el diseño de mensajes que tengan un
impacto en la comunidad, a partir del diseño de estrategias situadas que invo-
lucren a los participantes y sean realizadas por los medios y en las formas que
los habitantes utilizan para difundir mensajes, sin olvidar que el uso de las redes
sociales en el contexto de pandemia fue fundamental para acercar a las personas
y brindarles la información.
El diseño y difusión de las aplicaciones de transmisión durante el confina-
miento por la COVID-19 fue fundamental para minimizar los contagios, infor-
mar a la comunidad y reforzar la promoción de la salud con elementos de uso
cotidiano, como la cal. Se sugiere continuar con los mensajes e incorporar nue-
vos de acuerdo con las necesidades y dinámica social en co-creación con la comu-
nidad, buscando aumentar la educación sanitaria y la autonomía a través de la
educación masiva.
4. Uso de aplicaciones de transmisión como estrategia de promoción a la salud 95
Los dos tipos de aplicaciones de trasmisión (pódcast y spots) diseñados y
difundidos en este trabajo se visualizan como estrategias de promoción de la
salud durante la pandemia por COVID-19 en poblaciones maya hablantes, con
excelentes respuestas que se recomienda utilizar como plataforma de educación a
la salud focalizadas por sector de la población, de acuerdo con las edades y la fre-
cuencia de uso de cada espacio como escenarios que fomenten la participación
en el diseño y la promoción de los materiales y foros educativos, de preferencia,
realizados en maya y español para atender a todos los grupos de la comunidad,
enfatizando en un abordaje de autocuidado y empoderamiento comunitario.
La educación para la salud con enfoque de investigación-acción colabora-
tiva, hasta el momento, no es común como práctica o política pública del sec-
tor salud; los recursos y estrategias educativas son planteadas generalmente desde
la centralidad y bajo una óptica estrictamente biomédica, por tanto, sin contex-
tualización, por lo que se deja fuera la participación de la comunidad, que sólo
es invitada a implementar programas preestablecidos. La experiencia muestra la
importancia de la investigación-acción colaborativa y el desarrollo situado y en la
lengua de origen, en un esfuerzo de creación colectiva de distintos actores, estu-
diantes, maestros y comunidad para generar propuestas innovadoras, al tiempo
que recuperan los modos y fortalecen las capacidades locales, que hoy día son
necesarias para el fortalecimiento de las comunidades en busca de la autonomía,
abriendo espacios de diálogo y generación de propuestas para mejorar la cali-
dad de vida y las capacidades para la atención de contingencias desde un enfoque
situado y participativo.
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5 ANÁLISIS EPIDEMIOLÓGICO DE
SARS-COV-2 EN ADOLESCENTES
CON ANTECEDENTE DE
EMBARAZO EN MÉXICO,
DE ABRIL 2020 A MAYO 2022
Jaime Jaquez Pallares
Sergio Jaquez Pallares
Sector privado
Resumen
El embarazo en la adolescencia constituye un problema de origen multifactorial
que amplía las brechas sociales y de género entre la población; es un problema
que ocasiona más de 70,000 muertes por complicaciones asociadas al embarazo.
Las mujeres embarazadas que padecen la enfermedad aguda de COVID-19 tie-
nen tres veces mayor probabilidad de requerir una atención en el medio hospita-
lario, asimismo, existe un aumento de hasta 70% de riesgo de muerte. Respecto
a la metodología del presente estudio, se utilizó la base de datos abiertos de la
Dirección General de Epidemiología sobre los casos asociados a COVID-19, de
abril de 2020 a mayo de 2022. Se trató de un estudio observacional, retrospec-
tivo y transversal. Se estudió a todas las mujeres adolescentes de 10 a 19 años
con SARS-CoV-2 que acudieron a las unidades de salud en México. Se realizó
un análisis descriptivo de los datos, obteniendo medidas de tendencia central y
medidas de dispersión, con un análisis bivariado y multivariado, prueba t, cálculo
de la razón de momios y fracción atribuible. Se identificó que el embarazo ado-
lescente presentó mayor incidencia al aumentar el rango de edad, asimismo, un
incremento de casos en los estados con mayor densidad de población; la mayoría
de las atenciones médicas se brindó en las unidades de la Secretaría de Salud. Se
determinó que los principales factores de riesgo de complicación en las adolescen-
tes con SARS-CoV-2 con embarazo fueron ser indígena, padecer diabetes, hiper-
tensión y otras condiciones de salud. Se identificaron las principales variables de
agravamiento en las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas, siendo éstas ser
hospitalizadas, el riesgo de intubación y desarrollar neumonía. Respecto al cálculo
de la fracción atribuible en adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas, la hos-
pitalización correspondió a 86%, ser indígena a 74%, tener otras comorbilidades
102 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
a 65%, el desarrollo de neumonía a 64%, la hipertensión a 62% y el antecedente
de diabetes a 58 por ciento.
Introducción
El embarazo adolescente es un tema importante que afecta a la salud pública en
México. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
en 2019, se registraron más de 340,000 nacimientos de madres adolescentes en
el país.
México se ubica en el primer lugar en embarazo adolescente entre los países
que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-
micos (), con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil ado-
lescentes de 15 a 19 años (Inegi, 2021).
Asimismo, entre los años 2011 y 2020 se registró un promedio de nacimien-
tos diarios de 6,239, de los cuales 1,137 fueron de adolescentes menores de 20
años. Estimaciones de la Secretaría General del Consejo Nacional de Población
(Conapo), con base en Estadísticas Vitales de Natalidad, señalan que la tasa de
fecundidad forzada entre las adolescentes de 12 a 14 años en 2021 es de 2.7 naci-
mientos por cada mil niñas (Conapo, 2021). Las adolescentes contribuyeron con
369,004 al total de 2,133,951 nacimientos ocurridos en 2020, los cuales repre-
sentan 17.3% del total de nacimientos.
Aunado a estas cifras, las complicaciones durante el embarazo y el parto
representan la segunda causa de muerte entre las mujeres de 15 a 19 años; ade-
más, experimentar un embarazo en la adolescencia duplica el riesgo de muerte
materna en menores de 19 años y lo cuadruplica en menores de 15 años, como
consecuencia, cuanto menor sea la madre, el riesgo para el recién nacido se incre-
menta (Instituto Nacional de Salud Pública [], 2021).
En tal sentido, el embarazo adolescente se sitúa como uno de los principales
desafíos sociales, económicos, políticos y de salud pública, que adicionalmente
requiere de tiempo para que las acciones emprendidas en su contención y dismi-
nución generen efectos positivos.
El riesgo de embarazo en la adolescencia se ve agravado por la pandemia por
COVID-19, la cual ha generado impactos negativos en la salud reproductiva y
sexual de las adolescentes. Dichos impactos incluyen dificultades en el acceso a
servicios de salud sexual y reproductiva, interrupción de programas de educa-
ción sexual en las escuelas y limitaciones en el acceso a métodos anticonceptivos
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe [Cepal], 2020).
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 103
Aunado a esta situación, la emergencia sanitaria por la pandemia del virus
SARS-CoV-2, que causa la enfermedad de COVID-19, tiene la posibilidad de
incrementar el riesgo de padecimientos, complicaciones y muerte en las adoles-
centes embarazadas, como se ha evidenciado a través de la historia natural de la
enfermedad para la población en general.
Objetivo general
Determinar un análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con
antecedente de embarazo y no embarazo, en México, de abril de 2020 a mayo de
2022, mediante el análisis de la base de datos abiertos de la Dirección General de
Epidemiología sobre los casos asociados a COVID-19.
Objetivos específicos
Calcular la proporción de los factores de riesgo y comorbilidades presentadas por
las adolescentes con SARS-CoV-2 con antecedente de embarazo y no embarazo
que acudieron a la unidad de atención en salud desde abril de 2020 a mayo de
2022 en México.
Identificar la proporción de las principales variables de agravamiento o com-
plicación presentadas en las adolescentes con SARS-CoV-2 con antecedente de
embarazo y no embarazo, de abril de 2020 a mayo de 2022 en México.
Calcular la Razón de Momios u Odds Ratio de las principales complicaciones
presentadas en las adolescentes con SARS-CoV-2 con antecedente de embarazo y
no embarazo, de abril de 2020 a mayo de 2022 en México.
Calcular la fracción atribuible de las principales complicaciones presentadas
en las adolescentes con SARS-CoV-2 con antecedente de embarazo y no emba-
razo, de abril de 2020 a mayo de 2022 en México.
Marco teórico
A nivel mundial, cada año, 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproxi-
madamente 1 millón de menores de 15 años presentarán un embarazo, la mayo-
ría de estos en países de bajo y mediano ingreso (Organización Mundial de la
Salud [], 2022).
Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de
muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años en todo el mundo, ocasionando
más de 70,000 decesos al año (, 2021).
104 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
El embarazo en la adolescencia
Menéndez Guerrero et al. (2012) definen al embarazo adolescente como aquel
que se produce en una mujer entre el comienzo de la edad fértil y el final de
la etapa adolescente; actualmente, el embarazo en la adolescencia constituye un
problema de origen multifactorial que amplía las brechas sociales y de género,
alterando el proyecto de vida y el entorno familiar con importantes repercusio-
nes negativas en la salud, así como en el desarrollo psicosocial de la adolescente
(Secretaría de Salud, 2016).
Según información del Conapo de México, se calcula que, durante el confi-
namiento de 2020 causado por la pandemia por coronavirus, los embarazos ado-
lescentes aumentaron en cerca de 12%. De acuerdo con las cifras oficiales, entre
2020 y 2021, los embarazos adolescentes llegaron a un total de 191,948, un
aumento de 22,000 frente a los datos de 2019 (Consejo Nacional de Población
[Conapo], 2020),
La pandemia por SARS-CoV-2
El 11 de marzo de 2020, el director general de la , el Dr. Tedros Adha-
nom, declara como pandemia al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (
México, 2020). De tal forma, de acuerdo con estadísticas de la Universidad
Johns Hopkins, a la fecha, se han registrado 525,727,344 casos confirmados
a nivel mundial, así como 6,277,663 muertes. Al 23 de mayo de 2022, en
México, hay 5,760,620 casos confirmados y 324,763 muertes (Johns Hopkins
University, 2022).
La situación de las embarazadas ante la COVID-19 en la región de las Amé-
ricas, en específico sobre la notificación de casos y defunciones, fue publicada
por el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproduc-
tiva (/); así, los países que presentan mayor Razón de Muerte Materna
() en la región de las Américas fueron México (10.5), Perú (10.3), Bolivia
10.1 y República Dominicana (9.2) (Comité Nacional para la Vigilancia Epide-
miológica [Conave], 2021).
Martich, en 2020, señaló que “en el contexto actual de crisis sanitaria por
COVID-19, identifico al menos dos puntos clave con relación de la pandemia
con un probable aumento del embarazo adolescente en la región de las Américas:
menor acceso a métodos anticonceptivos y la exposición a situaciones de violen-
cia de género” (Martich, 2020, párr. 3).
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 105
El embarazo y las complicaciones por la COVID-19
El embarazo se considera un estado de inmunosupresión parcial que, asociado
a los cambios fisiológicos y mecánicos, hacen susceptible a la mujer a distin-
tas infecciones virales. Más allá del impacto de la infección por SARS-CoV-2
en una embarazada, existen preocupaciones relacionadas con el posible efecto
sobre el resultado fetal y neonatal, por tanto, la pandemia por COVID-19
puede tener implicaciones serias en esta población (Córdoba-Vives y Fonseca-
Peñaranda, 2020).
Las mujeres embarazadas que presentan la enfermedad aguda de COVID-19
tienen tres veces mayor probabilidad de requerir una atención en el medio hos-
pitalario, específicamente en cuidados intensivos, así como necesitar ventila-
ción suplementaria, a diferencia de la población en general. Asimismo, existe un
aumento de hasta 70% de riesgo de muerte (Domínguez Pérez et al., 2020).
Existe una asociación entre la severidad del cuadro de COVID-19 y la pre-
sencia de comorbilidades maternas como diabetes gestacional, hipertensión y
obesidad (Mauricio y La Rosa, 2021).
Mauricio y La Rosa (2021) también describen que más de 90% de mujeres
embarazadas evolucionan de forma leve y un bajo porcentaje (2%) evoluciona
de una forma más grave, llegando a requerir el ingreso a las unidades de cuida-
dos intensivos, ocasionando muertes; existe un bajo porcentaje de prematuridad,
rotura de membranas y la mortalidad perinatal llega a ser relativamente baja, asi-
mismo, no se ha demostrado transmisión vertical de la enfermedad.
Existe una relación en cuanto a parto pretérmino y atención de parto vía
abdominal en mujeres que cursan con la enfermedad de COVID-19, así como
un aumento progresivo de cesáreas con cuadros severos de COVID-19 traducida
en complicaciones neonatales y transmisión vertical de la enfermedad (Cupul-
Uicab et al., 2021).
Conforme con el Sistema de Vigilancia de Enfermedades Respiratorias
(), con fecha de corte al 31 de diciembre de 2020, se asentaron un total
de 31,253 casos de mujeres embarazadas y en puerperio con la infección por
SARS-CoV-2 (Secretaría de Salud, 2021a). En lo que va de 2021, 33.6% (10,504)
de las pacientes sospechosas notificadas a , han dado resultado positivo al
virus SARS-CoV-2, identificándose en este grupo 203 defunciones maternas por
COVID-19, lo que significa una letalidad de 1.93% (Conave, 2021).
Las entidades federativas con la Razón de Mortalidad Materna más eleva-
das durante 2020 fueron: Tabasco (28.9), Quintana Roo (27.3), Baja California
106 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
(26.1) y Sinaloa (23.4). La Razón de Muerte Materna por SARS-CoV-2 fue
de 10.5 x 100,000 Razón de Nacidos Vivos y representó 21.7% de las muer-
tes maternas reportadas a la semana epidemiológica 53 de 2020 (Conave, 2021).
En las adolescentes menores de 15 años, el riesgo de morir por causas relaciona-
das con el embarazo es hasta tres veces mayor que en mujeres mayores de 20 años
(Fondo de Población de las Naciones Unidas [], 2014).
En 2019 se registraron 695 muertes maternas en el país, de las cuales 66
(9.5%) corresponden a menores de 20 años; según el informe semanal de notifi-
cación inmediata de muerte materna de la Secretaría de Salud (2022), las princi-
pales causas de defunciones por grupo de edad y año fueron:
2019: hemorragia obstétrica, enfermedad hipertensiva, edema y proteinu-
ria en el embarazo, el parto y el puerperio y aborto.
2020: COVID-19 confirmado, COVID-19 sin virus identificado, enfer-
medad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el parto y el
puerperio, hemorragia obstétrica, complicaciones del embarazo, parto y
puerperio.
2021: COVID-19 confirmado, COVID-19 sin virus identificado, edema,
proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, el parto y el puerpe-
rio, hemorragia obstétrica.
2022: enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, el
parto y el puerperio, hemorragia obstétrica, COVID-19 virus identificado.
Metodología
Se realizó un estudio observacional, retrospectivo y transversal para analizar los
datos registrados por la Dirección General de Epidemiología () de la Secreta-
ría de Salud acerca de los casos estudiados para la detección de SARS-CoV-2. La
base de datos contiene la información de los casos registrados de abril de 2020 a
mayo de 2022. La información procede de los casos que cumplen con la defini-
ción operacional de caso probable y se detectan a través del , que comenzó
a funcionar a partir del 5 de abril de 2020 (Secretaría de Salud, 2021a).
La plataforma  opera a través de las unidades de salud monitoras de
enfermedades respiratorias (, antes ), conformadas por 475 unida-
des distribuidas en todos los estados de México (Secretaría de Salud, 2022). En
dichas unidades se realiza el monitoreo de SARS-CoV-2, influenza y otros virus
respiratorios y fue ahí donde se realizó muestreo al 10% de los casos ambulatorios
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 107
y al 100% de las personas que presentaron infección respiratoria aguda grave y
que fueron hospitalizadas. En la plataforma  se registra la información clí-
nica de cada caso, completando la información comprendida en el estudio epide-
miológico de caso probable de enfermedad respiratoria.
Diseño de la investigación y su clasificación
La unidad de análisis fueron las mujeres adolescentes de 10 a 19 años con
SARS-CoV-2 que acudieron a las unidades de salud, que también constituyó
el criterio de selección. El criterio de eliminación se aplicó en mujeres con y sin
embarazo de 10 a 19 años con información incompleta mayor a 50 por ciento.
Para el análisis de la información, se realizó la descarga de la base de datos
abiertos de la Dirección General de Epidemiología sobre los casos asociados a
SARS-CoV-2 y se limpiaron los datos en el programa Excel 2019, posterior-
mente, se exportaron al programa Epi Info versión 7.2, en el cual se realizó el
análisis estadístico.
Análisis de datos
Se realizó un análisis descriptivo de los datos para las variables cualitativas:
medidas de frecuencia (absoluta y porcentual), y para las variables cuantitati-
vas: medidas de tendencia central (media) y medidas de dispersión (rango). Se
valoró la distribución de las características sociodemográficas y de las condicio-
nes clínicas. Se realizó un análisis bivariado y multivariado, para ver diferencias
entre los grupos se realizaron estadísticos de prueba t y se calculó la Razón de
Momios u Odds Ratio y la fracción atribuible.
Tipos de variables
La base se integró por 25 variables, 19,154 observaciones y un total de 478,850
datos. Tipo de variables: 2 variables nominal politómica, 22 variables nominal
dicotómica y 1 variable continua discreta. Se analizaron los factores de riesgo y
las variables de agravamiento en las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas
y no embarazadas, la prueba de chi cuadrada, así como la significancia estadís-
tica. Asimismo, se emplearon las variables para el cálculo de la Razón de Momios
() u Odds Ratio () con un intervalo de confianza de 95%, con la finalidad
de calcular la posibilidad de complicación entre las adolescentes embarazadas y
108 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
no embarazadas con SARS-CoV-2. Para determinar la carga de complicación de
cada una de las variables, se realizó el cálculo de la fracción atribuible.
Resultados y discusión
Se analizó la base de datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología
sobre adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas y no embarazadas, durante
abril de 2020 a mayo de 2022, obteniendo un total de 19,154 observaciones.
Para el análisis descriptivo de la población de adolescentes con SARS-CoV-2,
se observó que el rango de edad encontrado fue desde los 10 hasta los 19 años,
con una media de edad de 15 años. Se observaron en la edad de 10 años a
825 casos (4.31%), de 11 años a 912 casos (4.76%), de 12 años a 1,062 casos
(5.54%), de 13 años a 1,259 casos (6.57%), de 14 años a 1,440 casos (7.52%),
de 15 años a 1,711 casos (8.93%), de 16 años a 2,038 casos (10.64%), de 17
años a 2,508 casos (13.09%), de 18 años a 3,161 casos (16.50%) y de 19 años a
4,238 casos (22.13%), se presentó una mayor incidencia de casos en las adoles-
centes mayores de 15 años (figura 1).
Figura 1. Frecuencias de casos de las adolescentes con SARS-CoV-2
por edad en México, de abril de 2020 a mayo de 2022
Fuente: Base de datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología sobre los casos
de SARS-CoV-2 en adolescentes de 10 a 19 años, de abril de 2020 a mayo de 2022.
En el análisis de los datos se encontró, respecto a la solicitud de atención
médica en las diferentes instituciones de salud en México, que la Secretaría de
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 109
Salud tuvo la mayor cantidad de atenciones con 15,780 casos (82.4%), el 
con 2,029 casos (10.6%), instituciones privadas con 410 casos (2.1%), el 
con 370 casos (1.9%), servicios médicos estatales con 244 casos (1.3%), el 
Bienestar con 108 casos (0.6%), Semar con 59 casos (0.31%), Pemex con 59
casos (0.31%), Sedena con 58 casos (0.30%),  con 22 casos (0.1%), servi-
cios médicos municipales con 10 casos (0.1%), servicio universitario con 5 casos
(0.03%) y no se identificaron casos en la Cruz Roja (figura 2).
Figura 2. Distribución de casos por institución de salud
de las adolescentes con SARS-CoV-2 por edad en México,
de abril de 2020 a mayo de 2022
15780
2029
410
370
244
108
59
59
58
22
10
5
0
0200040006000800010000 1200014000 1600018000
SSA
IMSS
Privada
ISSSTE
Estatal
IMSS-Bienestar
SEMAR
PEMEX
SEDENA
DIF
Municipal
Universitario
Cruz Roja
Dependencia
Fuente: Base de datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología sobre los casos
de SARS-CoV-2 en adolescentes de 10 a 19 años, de abril de 2020 a mayo de 2022.
En el análisis de los datos se encontró que las cinco entidades con mayor
número de casos fueron: Ciudad de México con 5,506 casos (28.75%), Gua-
najuato con 1,626 (8.49%) casos, Estado de México con 1,498 casos (7.82%),
Nuevo León con 1,069 casos (5.58%) y Sonora con 879 casos (4.59%); las enti-
dades que presentaron menor número de casos fueron: Colima con 78 casos
(0.41%) y Nayarit con 54 casos (0.28%).
Respecto a las variables sociodemográficas, se analizó la variable emba-
razo en las adolescentes con SARS-CoV-2, encontrando un total de 522 casos
(2.75%) en adolescentes embarazadas y 18,151 casos (99.06%) en adolescentes
110 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
no embarazadas. También se analizó la variable ser o no indígena, con 173 casos
(0.94%) en adolescentes indígenas y 18,151 casos (99.06%) en adolescentes no
indígenas. De acuerdo con la variable nacionalidad, se determinó un total de 167
casos (0.87%) en adolescentes extranjeras y 18,987 casos (99.13%) en adoles-
centes mexicanas. La base de datos incluye la variable tabaquismo con 331 casos
(1.73%) de adolescentes que consumen tabaco y 18,782 casos (98.027) de ado-
lescentes que no consumen tabaco.
Se realizó el análisis de las adolescentes que requirieron procedimientos y
atención especial debido a las complicaciones por SARS-CoV-2, encontrando un
total de 964 casos (5.03%) de pacientes hospitalizadas, 63 casos (12.65%) requi-
rieron intubación; 104 casos (11.06%) ingresaron a la unidad de cuidados inten-
sivos y 558 casos (2.91%) tuvieron neumonía.
Se realizó el análisis de las defunciones en las adolescentes con SARS-CoV-2,
encontrando un total de 110 (0.57%) defunciones de adolescentes.
Se realizó un análisis bivariado y multivariado de los datos comparando cada
una de las variables de riesgo contra las variables de adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas y no embarazadas; en primer lugar, se analizó la variable ser o no ser
indígena, de las cuales fueron 17 casos (9.83%) de adolescentes indígenas embara-
zadas y 156 casos (90.17%) de adolescentes no indígenas embarazadas (90.17%),
con un total de 173 casos de adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas. De igual
forma, fueron 490 (2.72%) de adolescentes indígenas no embarazadas y 17,535
(97.28%) adolescentes no indígenas no embarazadas, que en total fueron 18,025
adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas. Respecto a la variable de diabe-
tes, se encontró a 10 (6.33%) adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas y 148
(93.67%) adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas; asimismo, 510 (2.71%)
adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas diabéticas y 18,803 (97.29%)
de adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazada no diabéticas, con un total de
19,313 casos. Respecto a la variable de hipertensión, se evaluaron un total de 101
embarazadas adolescentes de las cuales 7 (6.93%) eran hipertensas y 94 (93.07%)
no cursan con hipertensión, además, un total de 18,874 no estaban embaraza-
das, de las cuales 513 (2.72%) eran hipertensas y 18,361 (97.28%) no cursan con
hipertensión del total de adolescentes no embarazadas.
Respecto a la variable tener o no obesidad, se encontró a un total de 1,055
embarazadas adolescentes, de las cuales 21 (1.99%) adolescentes embarazadas
tenían obesidad y 1,034 (98.01%) no presentaban obesidad. Un total de 17,923
no estaban embarazadas, de las cuales 499 (2.78%) no embarazadas presentaron
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 111
obesidad y 17,424 (97.22%) adolescentes no embarazadas no presentaron obe-
sidad. Respecto a la variable , se encontró a un total de 13 embarazadas
adolescentes, de las cuales 1 (7.69%) adolescente embarazada tenía  y 12
(92.31%) no presentaban . Un total de 18,964 no estaban embarazadas,
de las cuales 519 (2.74%) presentaron  y 18,445 (97.26%) adolescentes no
embarazadas no tenían . Sobre la variable de asma, se encontró a un total
de 18 embarazadas adolescentes, de las cuales 18 (3.00%) adolescentes embara-
zadas tenían asma y 583 (97.00%) no presentaban asma. Asimismo, un total de
18,373 no estaban embarazadas, de las cuales 502 (2.73%) presentaron asma y
17,871 (97.27%) adolescentes no embarazadas no tenían asma.
Sobre la variable de enfermedad cardiaca, se encontró a un total de 102 emba-
razadas adolescentes, de las cuales 3 (2.94%) adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas tenían enfermedad cardiaca y 99 (97.06%) no la presentaban. Asi-
mismo, un total de 18,874 no estaban embarazadas, de las cuales 517 (2.74%) y
18,357 (97.26%) de adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas no presen-
taron enfermedad cardiaca. Sobre la variable de inmunosupresión, se encontró
a un total de 153 embarazadas adolescentes, de las cuales 5 (3.27%) adolescen-
tes con SARS-CoV-2 embarazadas tenían inmunosupresión y 148 (96.73%)
no la presentaban. Un total de 18,819 no estaban embarazadas, de las cua-
les 514 (2.73%) tenían inmunosupresión y 18,305 (97.27%) de adolescentes
con SARS-CoV-2 no embarazadas no presentaban inmunosupresión. Respecto
a insuficiencia renal, se encontró a un total de 75 embarazadas adolescentes,
ningún caso se presentó en adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas y 75
(100%) no la presentaban. Un total de 18,898 no estaban embarazadas, de las
cuales 520 (2.75%) tenían insuficiencia renal y 18,378 (97.20%) de adolescentes
con SARS-CoV-2 no embarazadas no presentaron insuficiencia renal.
Respecto a otras condiciones de salud, se encontró a un total de 242 emba-
razadas adolescentes, de las cuales 18 (7.44%) adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas las presentaban y 224 (92.33%) no las presentaban. Un total de
18,707 no estaban embarazadas, de las cuales 499 (2.67%) presentaban otras
condiciones de salud y 18,208 (97.33%) de adolescentes con SARS-CoV-2 no
embarazadas no presentaron otras condiciones de salud. Sobre tabaquismo, se
contabilizó a un total de 330 embarazadas adolescentes, de las cuales 12 (3.64%)
adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas tenían el antecedente de taba-
quismo y 318 (96.36%) no lo presentaban. Asimismo, un total de 18,343 no
estaban embarazadas, de las cuales 208 (2.72%) sí presentaban antecedentes y
18,135 (97.28%) de adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas no presen-
taron tabaquismo como antecedente.
112 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Tabla 1. Principales factores de riesgo para las adolescentes
con SARS-CoV-2 embarazadas y no embarazadas en México,
de abril de 2020 a mayo de 2022
Variable
Adolescentes con COVID-19
Valor pEmbarazadas No Embarazadas
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Indígena 17 9.83 490 2.72 0.0000
No 156 90.17 17535 97.28
Total 173 100.00 18025 100.00
Diabetes 10 6.33 510 2.71 0.0055
No 148 93.67 18803 97.29
Total 158 100.00 19313 100.00
Hipertensión 7 6.93 513 2.72 0.0097
No 94 93.07 18361 97.28
Total 101 100.00 18874 100.00
Obesidad 21 1.99 499 2.78 0.1249
No 1034 98.01 17424 97.22
Total 1055 100.00 17923 100.00
 1 7.69 519 2.74 0.2739
No 12 92.31 18445 97.26
Total 13 100.00 18964 100.00
Asma 18 3.00 502 2.73 0.6979
No 583 97.00 17871 97.27
Total 601 100.00 18373 100.00
Enfermedad
Cardíaca
3 2.94 517 2.74 0.9008
No 99 97.06 18357 97.26
Total 102 100.00 18874 100.00
Inmunosupresión 5 3.27 514 2.73 0.6852
No 148 96.73 18305 97.27
Total 153 100.00 18819 100.00
Insuficiencia
Renal
0 0.00 520 2.75 0.1452
No 75 100.00 18378 97.20
Total 75 100.00 18898 99.95
Otras
Condiciones
Salud
18 7.44 499 2.67 0.0000
No 224 92.56 18208 97.33
Total 242 100.00 18707 100.00
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 113
Variable
Adolescentes con COVID-19
Valor pEmbarazadas No Embarazadas
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Tabaquismo 12 3.64 208 2.72 0.3148
No 318 96.36 18135 97.28
Total 330 100.00 18343 100.00
p Chi2 Mantel-Haenszel.
Fuente: Base de datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología sobre los casos
de SARS-CoV-2 en adolescentes de 10 a 19 años, de abril de 2020 a mayo de 2022.
Tabla 2. Análisis de variables de agravamiento
de las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas
y no embarazadas en México, de abril de 2020 a mayo de 2022
Variable
Adolescentes con COVID-19
Valor pEmbarazadas No Embarazadas
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Tipo de
Paciente
Hospitalizado 132 13.92 390 2.16 0.0000
Ambulatorio 816 86.08 17666 97.84
Total 948 100.00 18056 100.00
Defunción 4 3.64 518 2.74 0.5670
No 106 96.36 18376 97.26
Total 110 100.00 18894 100.00
Intubación 6 6.52 125 15.02 0.0266
No 86 93.48 707 84.98
Total 92 100.00 832 100.00
UCI 12 11.76 119 14.48 0.4591
No 90 88.24 703 85.52
Total 102 100.00 822 100.00
Neumonía 39 7.03 483 2.62 0.0000
No 516 92.97 17966 97.38
Total 555 100.00 18449 100.00
p Chi2 Mantel-Haenszel
Fuente: Base de datos abiertos de la Dirección General de Epidemiología sobre los casos
de SARS-CoV-2 en adolescentes de 10 a 19 años, de abril 2020 a mayo 2022.
Asimismo, se calcula la Razón de Momios () u Odds Ratio () con un
intervalo de confianza del 95% para estimar los factores de riesgo que tienen las
114 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
adolescentes con SARS-CoV-2 y antecedente o no de embarazo para el agrava-
miento de la enfermedad por COVID-19.
Respecto a la hospitalización en las adolescentes con SARS-CoV-2 embaraza-
das, se observó una diferencia en la distribución de casos, al tener una chi cua-
drada de 466.6060, con una significancia de p = 0.0000, una  o  = 7.3275
 95% (5.9427 - 9.0350). Lo anterior quiere decir que las adolescentes con
SARS-CoV-2 embarazadas hospitalizadas, tienen 7.3 veces más posibilidades de
complicaciones en comparación con las adolescentes no embarazadas con SARS-
CoV-2 hospitalizadas.
Sobre la diabetes en las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas, se
observó una diferencia en la distribución de caso, al tener una chi cuadrada de
7.6990, con una significancia de p = 0.0055, una  o  = 2.4255  95%
(1.2708 - 4.6296), lo que quiere decir que las adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas con Diabetes Mellitus tienen 2.4 veces más posibilidad de compli-
cación en comparación con las adolescentes no embarazadas con SARS-CoV-2
con Diabetes Mellitus.
En cuanto a ser indígena en las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas,
se observó una diferencia en la distribución de caso, al tener una chi cuadrada de
31.9649, con una significancia de p = 0.0000, una  o  = 3.8997  95%
(2.3451 - 6.4850), lo que quiere decir que las adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas indígenas tienen 3.8 veces más posibilidad de complicación en
comparación con las adolescentes no embarazadas con SARS-CoV-2 indígenas.
En lo que toca a la hipertensión en las adolescentes con SARS-CoV-2 emba-
razadas, se observó una diferencia en la distribución de caso, al tener una chi cua-
drada de 6.6887, con una significancia de p = 0.0097, una  o  = 2.6653 
95% (1.2305 - 5.7732), lo que quiere decir que las adolescentes embarazadas
con COVID-19 hipertensas tienen 2.6 veces más posibilidad de complicación en
comparación con las adolescentes no embarazadas con SARS-CoV-2 hipertensas.
Sobre la neumonía en las adolescentes con SARS-CoV-2 embarazadas, se
observó una diferencia en la distribución de caso, al tener una chi cuadrada de
39.2056, con una significancia de p = 0.0000, una  o  = 2.8114  95%
(2.0054 - 3.9412), lo que quiere decir que las adolescentes con SARS-CoV-2 con
neumonía tienen 2.8 veces más posibilidad de complicación en comparación con
las adolescentes con SARS-CoV-2 no embarazadas con neumonía.
En cuanto a la presencia de otras comorbilidades en las adolescentes con
SARS-CoV-2 embarazadas, se observó una diferencia en la distribución de caso,
al tener una chi cuadrada de 20.4861, con una significancia de p = 0.0000, una
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 115
 o  = 2.9322  95% (1.7993 - 4.7783), lo que quiere decir que las ado-
lescentes con SARS-CoV-2 embarazadas con otras comorbilidades, tienen 2.9
veces más posibilidad de complicación en comparación con las adolescentes con
SARS-CoV-2 no embarazadas con otras comorbilidades.
Fracción atribuible
Se realiza el cálculo de la fracción atribuible de las variables en las que se encon-
tró significancia, hallando lo siguiente:
Hospitalizaciones: (7.32-1) / 7.32 = 0.86
La fracción atribuible de hospitalizaciones en adolescentes embarazadas
con SARS-CoV-2 corresponde al 86%.
Diabetes Mellitus: (2.4255-1) / 2.4255= 0.5877
La fracción atribuible de Diabetes Mellitus en adolescentes embarazadas
con SARS-CoV-2 corresponde al 58%.
Indígena: (3.8997-1) / 3.8997= 0.7435
La fracción atribuible en indígenas adolescentes embarazadas con
SARS-CoV-2 corresponde al 74%.
Hipertensión: (2.6653-1) / 2.6653= 0.6248
La fracción atribuible de hipertensión en adolescentes embarazadas con
SARS-CoV-2 corresponde al 62%.
Neumonía: (2.8114-1) / 2.8114= 0.6443
La fracción atribuible de neumonía en adolescentes embarazadas con
SARS-CoV-2 corresponde al 64%.
Otras comorbilidades: (2.9322-1) / 2.9322= 0.6589
La fracción atribuible a otras comorbilidades en adolescentes embarazadas
con SARS-CoV-2 corresponde al 65%.
Conclusiones
Es primordial el estudio de las adolescentes con SARS-CoV-2 con antecedente
de embarazo, buscando identificar los factores de riesgo o comorbilidades, ya que
estos predisponen el desarrollo de complicaciones.
116 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Se identificó que el embarazo adolescente presentó mayor incidencia al
aumentar el rango de edad con 4,238 casos (22.13%) en adolescentes de 19 años,
asimismo, un incremento de casos en entidades con más densidad de población,
como la Ciudad de México con 5,506 casos (28.75%), y en las unidades de la
Secretaría de Salud se brindó la mayoría de las atenciones médicas, con 15,780
casos (82.38%).
Se determinó que los principales factores de riesgo de complicación en las
adolescentes con SARS-CoV-2 con embarazo que presentaron significancia esta-
dística fueron: ser indígena con p = 0.0000, padecer diabetes con p = 0.0050,
hipertensión con p = 0.0097 y otras condiciones de salud con p = 0.0000.
Se identificaron las principales variables de agravamiento en las adolescentes
con SARS-CoV-2 embarazadas que presentaron significancia estadística, a saber:
ser hospitalizado con p = 0.0000, el riesgo de intubación con p = 0.0266 y desa-
rrollar neumonía con p = 0.0000.
Respecto al cálculo de la fracción atribuible en adolescentes con SARS-CoV-2
embarazadas, la hospitalización corresponde a 86%, el antecedente de ser indí-
gena es de 74%, tener otras comorbilidades 65%, el desarrollo de neumonía
64%, la hipertensión 62% y el antecedente de diabetes corresponde a 58 por
ciento.
Recomendaciones
Es fundamental promover la salud y brindar información y servicios adecua-
dos a las adolescentes en México. Algunas acciones que se pueden implementar
incluyen:
Prevención del embarazo adolescente: priorizar acciones de prevención del
embarazo adolescente debido al riesgo de complicaciones en esa etapa de la
vida y a la posibilidad del incremento de complicaciones causadas por la infec-
ción con SARS-CoV-2, por lo que es fundamental fortalecer los programas de
educación sexual en las escuelas, asegurando que los adolescentes reciban infor-
mación precisa y completa sobre salud sexual y reproductiva, así como preven-
ción de infecciones de transmisión sexual.
Acceso a métodos anticonceptivos: es importante garantizar el acceso gratuito
y confidencial a métodos anticonceptivos para las y los adolescentes, incluyendo
anticonceptivos de emergencia, condones y métodos de largo plazo como los dis-
positivos intrauterinos () y los implantes hormonales.
5. Análisis epidemiológico de SARS-CoV-2 en adolescentes con antecedente de embarazo 117
Campañas de promoción: se debe promover la importancia de la prevención
del embarazo en la adolescencia a través de campañas de concientización y sensi-
bilización dirigidas a los adolescentes, sus familias y la sociedad en general.
Atención integral a las adolescentes embarazadas: es esencial garantizar una
atención integral y de calidad a las adolescentes embarazadas, incluyendo ser-
vicios de atención prenatal, atención al parto seguro y acceso a servicios post-
natales. Identificar los factores de riesgo y comorbilidades en las adolescentes
con SARS-CoV-2 embarazadas en las primeras visitas de atención en salud, con
la finalidad de disminuir el desarrollo de complicaciones y agravamiento por
COVID-19.
Apoyo psicosocial: las adolescentes embarazadas necesitan apoyo emocional
y psicosocial durante todo el proceso. Es importante contar con programas que
brinden atención psicológica y social a estas adolescentes y sus familias.
Campañas preventivas: continuar con las campañas de difusión de las medi-
das preventivas contra el SARS-CoV-2, así como la aplicación de vacunas anti
COVID-19 que disminuyen el riesgo de complicaciones.
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6 VIOLENCIA DE GÉNERO
Y TIPOS DE VIOLENCIA
EN GRUPOS VULNERABLES
Martha Ofelia Valle Solís
Ramona Armida Medina Barragán
Daniela Lizbeth Salas Medina
Verónica Benítez Guerrero
Salvador Ruíz Bernés
Delia Esperanza Sillas González
Universidad Autónoma de Nayarit
Resumen
Introducción: La violencia de género es un problema muy considerable que
se caracteriza por ser un fenómeno invisible, que afecta todas las clases socia-
les, edades, ideologías políticas y religiosas, además, tiene consecuencias negati-
vas en la salud de las víctimas. Objetivo: Identificar las violencias de género y
tipos en los grupos vulnerables de un Fraccionamiento de Tepic, Nayarit. Mate-
riales y método: Estudio cuantitativo, descriptivo y transversal. Se utilizó una
encuesta para trabajar con 50 adolescentes y jóvenes, los cuales fueron selecciona-
dos mediante un muestreo no probabilístico. Resultados: Se encontró que 78%
(39) de los estudiados ha sufrido violencia en algún momento de su vida, 64% de
manera frecuente. Los tipos de violencia que han sufrido son: empujones, insul-
tos u ofensas, rasguños/cachetadas, alguna lesión o fracturas, las han dejado sin
comer, las dejaron sin dinero, aislamiento de su familia, las obligaron a tener rela-
ciones sexuales o a hacer cosas que no les gustan (novio, pareja o esposo), la for-
zaron a un encuentro sexual (desconocido) y las molestan o acosan sexualmente.
Entre los factores que han vivido respecto a la violencia de género mencionaron
el machismo, la violencia intrafamiliar, la desigualdad en los puestos laborales,
menos oportunidades de trabajo, exclusión en grupos familiares, violaciones y
abuso de poder. Conclusiones: La violencia se observa en diversos países y socie-
dades, constituye un problema de salud que no distingue sexo, edad, riqueza,
religión o raza, estatus social o económico. Es necesario ejecutar programas de
educación para la salud donde se promueva y promocionen comportamientos
seguros en todos los grupos sociales.
Palabras claves: violencia, violencia de género, grupos vulnerables
122 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Introducción
La violencia o el uso de la fuerza para conseguir un objetivo, especialmente para
dominar a alguien o imponer algo, es un comportamiento muy común en todas
las sociedades. Por supuesto, si se utiliza legalmente o de forma estandarizada
en competiciones deportivas, por supuesto tendrá resultados derivados legítimos.
Pero el concepto importante de violencia aquí es el que conlleva una posición
dominante que se impone a alguien por la fuerza, en violación de la ley y en con-
tra de la voluntad y la libertad de la víctima. La palabra violencia proviene del
latín violenceĭa. La Organización Mundial de la Salud () define la violencia
como el uso deliberado de la fuerza o el poder, ya sea amenazado o real, dirigido
contra uno mismo, otra persona, grupo o comunidad, que resulta o puede resul-
tar en lesiones, muerte, trastornos mentales o discapacidades del desarrollo o pri-
vación de la libertad (, 2022).
Por otro lado, el aspecto de la intención plena es especialmente importante.
Es un acto deliberado que se realiza a sabiendas e intencionalmente con el pro-
pósito de causar algún daño a la víctima. La naturaleza intencional del compor-
tamiento excluye los incidentes no intencionales de esta definición e incluye el
uso de la agresión para resolver desacuerdos. Es por lo anterior que la violencia se
manifiesta no sólo en situaciones de conflicto, como la guerra, sino también en
la resolución de problemas cotidianos y sencillos en los ámbitos personal, fami-
liar, deportivo o laboral. Por tanto, la definición incluye la violencia interperso-
nal, así como el comportamiento suicida y los conflictos armados. La violencia
existe en todos los países y sociedades independientemente del género, la edad, la
riqueza, la religión o la raza, y permea en todos los grupos sociales sin excepción
(Rettberg, 2020).
Según Nicolás Maquiavelo, uno de los teóricos políticos más famosos del
Renacimiento y creador del concepto de “razón de Estado”, la violencia es algo
inherente al ser humano. Establece que “el fin justifica los medios”. La violen-
cia de género es un problema de salud pública que se caracteriza por ser un fenó-
meno invisible, que afecta todas las clases sociales, edades, ideologías políticas y
religiosas, además, tiene consecuencias negativas en la salud de las víctimas, por
ende, es un problema social y de derechos humanos que repercute de manera
importante en la salud y bienestar, de donde se derivan problemas psicológicos y
psicosomáticos (Maquiavelo, 2023).
La violencia contra la mujer (VcM) es la manifestación más brutal y extrema
de la desigualdad entre hombres y mujeres que existe en nuestra sociedad. Con
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 123
algunos matices en cuanto al significado, la VcM también se denomina como
violencia en la pareja, violencia conyugal o violencia de género (), entre otras
muchas variaciones de violencia. El término género alude no sólo a las diferencias
biológicas entre sexos, sino también a las diferencias sociales y culturales atribui-
das a las personas en función de su sexo. La intención del término es distinguir
el sexo anatómico del género social. Se trata de una palabra heredada del término
gender que, en el ámbito anglosajón, empieza a utilizarse como concepto filosó-
fico en torno a los años de 1970. Asimismo, es un problema grave que afecta al
individuo, la familia, la comunidad, los sistemas de salud y al Estado, siendo una
de las manifestaciones más claras de desigualdad, subordinación y de las relacio-
nes de poder de los hombres sobre las mujeres (Fraisse, 2003).
La población vulnerable es quien más sufre, ya que tienen menos oportuni-
dades de sobresalir y la sociedad se aprovecha de ello. En estos grupos se pue-
den encontrar las madres solteras, adultos mayores, niños, mujeres, personas con
alguna discapacidad, entre otros. Esto se debe al pensamiento de la sociedad, ya
que ésta en sí genera varios conceptos erróneos sobre lo que son los grupos vul-
nerables. A menudo, se observa que existen factores asociados a la violencia de
género, como son el machismo, violencia intrafamiliar, desigualdad en los pues-
tos laborales, menos oportunidades de trabajo, exclusión en grupos familiares,
violaciones, violencias obstétricas y abusos de poder (Rodríguez, 2019).
Es así como la violencia de género es un problema que afecta a personas en
todos los países del mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas (),
se trata de “una de las más devastadoras violaciones de los derechos humanos”
(Naciones Unidas, 1992).
Las estimaciones más precisas sobre la prevalencia de la violencia de pareja
y la violencia sexual son las obtenidas mediante encuestas poblacionales basa-
das en el testimonio de las supervivientes. Según un análisis de los datos sobre la
prevalencia de este problema en 161 países y zonas entre 2000 y 2018, realizado
en 2018 por la  en nombre del Grupo de Trabajo interinstitucional de las
Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, en todo el mundo, casi una
de cada tres mujeres (30%) ha sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o
violencia sexual por alguien que no era su pareja o ambas ( Mujeres, 2018).
La mayoría de víctimas de la violencia de género son niñas y mujeres. No obs-
tante, en algunas regiones y países, estas agresiones no son reconocidas como tales,
ya que forman parte de las dinámicas sociales con las que los hombres imponen su
dominio en sociedad. Esto tiene repercusiones en la salud física, mental y social de
las personas ( Mujeres, 2018).
124 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
En México, muchas personas se encuentran en situación de vulnerabilidad
y discriminación, ya que sus derechos se encuentran vulnerables al no recibir
la atención necesaria o porque el Estado y sus agentes transgreden sus derechos
directa o indirectamente, derivado de una condición particular. Otro problema
que se presenta es que la sociedad ignora o desconoce la gravedad de la situación
en que se encuentran ciertos grupos de la población, lo cual agrava el fenómeno
(Méndez, 2024).
En los últimos años, se ha visto una creciente conciencia social sobre la vio-
lencia de género en México. Entre otros factores, esto se debe al aumento consis-
tente en los niveles de violencia familiar y violencia sexual a lo largo del país, así
como la innegable prevalencia del crimen de feminicidio, esto es, el asesinato de
una mujer por razones de género (Contreras et al., 2021).
Es importante señalar que mientras los homicidios masculinos tienden a ser
vinculados a las tendencias del crimen organizado, las muertes de mujeres están
asociadas con la violencia de la pareja íntima. A diferencia del predominio
de las armas de fuego en los homicidios masculinos, la mayoría de los feminici-
dios se cometen por otros medios. Con 13%, la proporción de víctimas de femi-
nicidio menores de 18 años es mucho más alta que la de homicidios de hombres
(Institute for Economics and Peace, 2023).
A través de los datos del Sistema Nacional de Seguridad y Protección Ciuda-
dana, se ubica a Nayarit en el segundo lugar con el menor índice de delitos de
violencia contra las mujeres. Esto contempla lo que son feminicidios, trata de per-
sonas, violaciones y, por supuesto, la violencia familiar, que es donde se registra un
número importante de casos. A pesar de que la violencia de género a nivel estatal
no es alta, cada una de las personas que la sufrió tuvo secuelas en su salud, tanto
físicas, psicológicas como sociales; la violencia no es un tema que se deba tomar
a la ligera, ya que los daños y secuelas ocasionadas, la mayoría de las veces, termi-
nan en suicidio.
La violencia y el abuso no sólo afectan a la persona involucrada, sino también
a sus hijos, familiares y comunidades. Dichos efectos incluyen daño a la salud de
la persona, posibles perjuicios a largo plazo en los niños y deterioro en las comu-
nidades, como la pérdida de trabajo y la falta de hogar.
La violencia contra la mujer: de cuestión privada
a problema social
Hasta hace menos de un siglo, se consideraba normal —o, por lo menos, se tole-
raba con indiferencia en el mundo occidental— el ejercicio de la violencia contra
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 125
las mujeres en el ámbito conyugal. Se trataba de un derecho del varón. La indi-
ferencia y la desatención permitían que los hombres se sintiesen legitimados para
maltratar y someter a las mujeres. Era un comportamiento perfectamente arrai-
gado en la mentalidad no sólo de los hombres, sino también de las mujeres, y
que tenía sus anclajes en las costumbres, la cultura, las tradiciones y la religión.
No es que no existiesen las normas, incluso legales, culturales y los preceptos reli-
giosos, pero eso era retórica vana, flatus vocis: el maltrato de los hombres hacia las
mujeres estaba considerado, de facto, como algo propio de la esfera privada de la
familia y, por tanto, no estaba regulado por la ley (Caballero Pradas, 2021).
Precisamente, ese carácter privado de la violencia conyugal ha propiciado que
se considerara durante siglos, en primer lugar, que era algo normal, un derecho
del marido; y, en segundo lugar, algo que desgraciadamente sucedía en algunos
hogares, pero que formaba parte de la vida privada de las parejas y en lo que,
como consecuencia, no había que intervenir. La situación en Occidente no era
entonces muy distinta a la de hoy en día en otras culturas: una miopía hipó-
crita que predica públicamente el respeto, pero que se niega a aplicarlo en la
práctica (Caballero Pradas, 2021).
Por otro lado, históricamente, el redescubrimiento del individuo como un
ente distinto de la familia, la tribu o el genus fue un proceso muy lento que tomó
más de un milenio. La entidad jurídica y moral de cada ser humano diferenciado
de su grupo de pertenencia tardó siglos en reflejarse en la legislación y la costum-
bre. Esto tuvo también consecuencias para el estatus jurídico de las mujeres, que
eran consideradas parte del ámbito privado de cada grupo. La distinción pública/
privada ha servido así de fundamento para amparar la , ya que ésta se daba en
el espacio íntimo del hogar y era éste —representado por el hombre como cabeza
de familia— el sujeto de derecho y tomador absoluto de decisiones. La privaci-
dad ha sido una fuente de opresión para las mujeres maltratadas y ha contribuido
a perpetuar su subordinación dentro de la familia. La noción de privacidad mari-
tal ha permitido, alentado y reforzado a lo largo del tiempo la VcM, y ha sido el
obstáculo ideológico más importante en la consecución de cambios y reformas
legales para luchar contra la  (Bosch Fiol y Ferrer Pérez, 2000).
Hoy en día, la consideración de la supuesta privacidad de la  es uno de
los factores que subyacen al hecho de que las víctimas no denuncien y de que
éste continúe siendo un problema “oculto” cuyas cifras reales son casi impo-
sibles de conocer. Sin embargo, el avance del protagonismo del individuo (en
contraposición a la visión colectivista del grupo) y la paulatina y creciente con-
cienciación y sensibilización social, han permitido que esta percepción se vaya
126 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
transformando. Paralelamente, el Estado ha ido adoptando un papel protago-
nista para definir con más precisión el maltrato en el ámbito jurídico, defender
a las víctimas y castigar a los agresores. Ya no es un delito invisible, sino que está
empezando a producir un rechazo colectivo y una evidente alarma social. Sin
embargo, y a pesar de los avances conseguidos en materia de legislación y sensi-
bilización, la  sigue siendo considerada por una gran parte de la sociedad occi-
dental como un asunto personal que debe resolverse en privado y fuera de la
jurisdicción pública, lo que dificulta su erradicación.
Proceso de visibilización de la vg en el mundo
A pesar de que la violencia contra las mujeres no es un fenómeno nuevo, sí es
reciente su consideración como problema social en los países del mundo occi-
dental. Para que una cuestión adquiera la clasificación de problema social, debe
ser considerada injusta por un grupo que tenga una cierta influencia social. Y
el hecho es que, hasta avanzado el siglo , pocas voces y con poca influencia
habían denunciado la injusticia y discriminación que conlleva la VcM. Encon-
tramos un antecedente ya en el siglo . Coincidiendo con la Revolución fran-
cesa, Priscilla Wakefield (1789) llamaba la atención sobre la necesidad de la
independencia e individualidad de las mujeres, e instaba a que tuvieran acceso a
la educación. En el siglo , John Stuart Mill afirmaba que el dominio del hom-
bre sobre la mujer era la más profundamente arraigada de todas las injusticias
(Mill, 1869).
La Revolución francesa (1789) y las demás revoluciones liberal-burguesas
tuvieron como objetivo, en contraposición al antiguo régimen, el logro de la
igualdad jurídica y de las libertades y derechos políticos para los hombres, pero
no para las mujeres, que seguían estando sometidas a sus maridos. A partir de
aquel momento, en Europa Occidental y Norteamérica se inició el movimiento
feminista, que luchó por la igualdad de la mujer. El principal objetivo del movi-
miento de las mujeres fue la consecución del derecho al voto (Bosch Fiol y Ferrer
Pérez, 2000).
El papel desempeñado por el movimiento feminista ha sido clave para com-
prender el cambio en la consideración social de la VcM de cuestión privada a pro-
blema social y para lograr la redefinición de la VcM. Este movimiento ha sido el
motor de cambios sociales encaminados a transformar los roles sociales para con-
seguir la igualdad de género, eliminar la dominación y violencia de los varones
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 127
sobre las mujeres y, en gran medida, ha sido el responsable de la evolución y trans-
formación de los códigos culturales dominantes (Amorós et al., 2005).
Al otro lado del mundo, en Estados Unidos, en 1848, se produjo en Nueva
York el primer gran encuentro de activistas, en el que las principales organiza-
doras, Elizabeth Cady Stanton y Lucrecia Mott impulsaron y redactaron el pri-
mer documento colectivo en defensa de la Declaración de Seneca Falls sobre los
derechos de la mujer, que aludía a la situación de sometimiento legal de la mujer
respecto del hombre, a las limitaciones de los derechos legales de las mujeres en
Estados Unidos, sin capacidad de voto, sin capacidad para crear leyes, sin dere-
cho a la propiedad y bienes de la mujer casada, y reclamaban una mejora de la
situación legal de las mujeres con base en los derechos que, en teoría, tenían
desde la Declaración de Independencia. Pero el gran impacto social conseguido
por el movimiento feminista no habría sido un éxito de no ir acompañado por
cambios profundos en el ordenamiento jurídico encaminados a eliminar la dis-
criminación por sexo y a garantizar la igualdad de hombres y mujeres en todos
los ámbitos de la sociedad. La influencia del movimiento feminista ha favorecido
importantes logros en términos de igualdad de derechos entre hombres y mujeres
en gran parte del mundo occidental. Su repercusión ha sido determinante en la
legislación contra la . El proceso de obtención de los derechos sociales y políti-
cos de las mujeres ha sido largo y complejo (, 1967).
Durante gran parte de la década de 1850 hubo grandes manifestaciones recla-
mando libertad económica para las mujeres. De manera paralela, surgieron orga-
nizaciones que lucharon por el derecho al voto femenino, como la Liga de la
Mujer Sindical, Liga del Consumidor Final y la Unión Cristiana de la Mujer.
Las feministas del siglo  y la denominada “primera ola del feminismo
(1850-1950) consideraban la “brutalidad masculina” como una cuestión can-
dente, y fueron ellas quienes iniciaron la lucha por el reconocimiento de este
problema, así como por la instauración de reformas legales y por el estableci-
miento de medidas de apoyo para la víctimas (Osborne, 2009).
Posteriormente, la denominada “segunda ola feminista”, que hace referencia
a un periodo de actividad feminista que comenzó en Estados Unidos a princi-
pios de la década de 1960 y que se prolongó hasta finales del decenio de 1980,
supuso el desarrollo de un proceso de denuncia, discusión, visibilización y toma
de conciencia de la  que posibilitó la consideración de la VcM como problema
social, no como una cuestión privada. Además del movimiento feminista, distin-
tos organismos e instituciones internacionales han ejercido un papel destacado
128 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
en este camino por visibilizar la  mediante declaraciones, actuaciones y legisla-
ción que recogemos a continuación.
Un primer paso lo dio la  en 1966 a través de la ratificación del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y del Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos, al prohibir la discriminación por razón
de sexo, que es el primer paso para eliminar la subordinación cultural y legal de
la mujer al varón. Así, en el artículo 2 de la Parte II reza:
Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los
derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posi-
ción económica, nacimiento o cualquier otra condición social (Naciones Unidas Dere-
chos Humanos, 1966).
También en 1966, en Estados Unidos, se puso en marcha la Organización
Nacional de Mujeres (en inglés, National Organization for Women, ), la
mayor organización feminista estadounidense y una de las más antiguas de la his-
toria, que pasó a promover en el Congreso leyes a favor de la igualdad de la mujer.
En 1967, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declara-
ción sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer, que es una declara-
ción de derechos humanos dedicada a los derechos de las mujeres. Afirma que la
discriminación contra la mujer es “fundamentalmente injusta y constituye una
ofensa a la dignidad humana”, exhorta a la abolición de las leyes y costumbres
que discriminen a la mujer, promulga el reconocimiento de la igualdad ante la
ley, e insta a los Estados a ratificar y aplicar los instrumentos de derechos huma-
nos de las Naciones Unidas contra la discriminación. Asimismo, enfatiza la edu-
cación pública para eliminar los prejuicios contra las mujeres, y llama a que éstas
disfruten de plenos derechos electorales, incluido el derecho al voto y el dere-
cho a buscar y ocupar cargos públicos; además, requiere la igualdad de derechos
en el lugar de trabajo, incluida la no discriminación en el empleo, igualdad de
remuneración por trabajo de igual valor y licencia de maternidad pagada. Esta
Declaración incluyó la erradicación de la autoridad marital por considerarla una
manifestación de discriminación de la mujer que los Estados firmantes estaban
obligados a eliminar. La Declaración fue, además, un importante precursor de la
llamada Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación con-
tra la mujer, celebrada en 1979, y que es jurídicamente vinculante.
En los años setenta, la VcM ya comenzó a denunciarse de forma específica
como problema. En Inglaterra, y posteriormente en Estados Unidos, surgió el
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 129
denominado Movimiento de mujeres maltratadas, que involucró cada vez a más
mujeres en la lucha contra la violencia y en las cuestiones relacionadas con la
desigualdad de género. Este movimiento estableció en 1971 el primer centro de
atención a mujeres en Hounslow (Gran Bretaña) y fue abriendo centros simi-
lares en otros países, como el de St. Paul, Minnesota (..) en 1973, o el de
Holanda en 1974. Estos centros no sólo ofrecían refugio a las víctimas de vio-
lencia doméstica, sino que también atendían lesiones físicas y emocionales, y
prestaban ayuda en relación con las necesidades de servicios jurídicos, sociales
y médicos. Este movimiento estableció también la primera línea telefónica de
emergencia para violaciones, que se creó en Washington, D. C.
Otro hito fue la reunión denominada Tribunal Internacional de Delitos
contra la Mujer, celebrada en Bruselas en marzo de 1976, donde se discutie-
ron múltiples temas relacionados con la VcM. Entre las conclusiones, se reco-
gió el reconocimiento de la violación como una forma de perpetuar el poder de
los hombres sobre las mujeres, aunque la violación sea un acto individual de vio-
lencia masculina. Se propusieron en esta reunión diferentes formas de acción,
incluyendo manifestaciones masivas, creación de organismos de ayuda a las víc-
timas y cambios en la legislación relativa a la . Durante los meses posteriores
a su celebración, algunas de estas acciones comenzaron a desarrollarse en varios
países europeos como Italia, Gran Bretaña o Francia, dando lugar no sólo a cam-
bios legislativos, sino también a modificaciones en la concienciación sobre el sig-
nificado y la gravedad de la VcM y sobre la impunidad de la que este delito había
disfrutado históricamente.
En 1979, Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer (, por sus siglas en inglés), que
entró en vigor como tratado internacional el 3 de septiembre de 1981. Se trata
del instrumento internacional más extenso sobre los derechos de la mujer y en
el que, aunque la VcM no se aborda de modo específico, muchas de sus cláusu-
las anti-discriminación suponen, de hecho, una protección ante este tipo espe-
cífico de violencia. Entre los tratados internacionales de derechos humanos, la
Convención ocupa un importante lugar por incorporar la mitad femenina de
la humanidad a la esfera de los derechos humanos en sus distintas manifestacio-
nes. El espíritu de la Convención tiene su génesis en los objetivos de la , esto
es, reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el
valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
La Convención define el significado de la igualdad e indica cómo lograrla esta-
bleciendo no sólo una declaración internacional de derechos para la mujer, sino
130 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
también un programa de acción para que los Estados garanticen el goce de esos
derechos. En su preámbulo, reconoce explícitamente que “las mujeres siguen
siendo objeto de importantes discriminaciones” y subraya que esa discrimina-
ción viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad
humana. Según el artículo 1, por discriminación se entiende “toda distinción,
exclusión o restricción basada en el sexo (...) en las esferas política, económica,
social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”. En su artículo 3, la Convención
afirma positivamente el principio de igualdad al pedir a los Estados que tomen
“todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para asegurar el
pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio
y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de
condiciones con el hombre” (, 1979).
En 1980, el Consejo de Acción Europea para la Igualdad entre Hombres y
Mujeres señaló que la violencia física, tanto sexual como doméstica, debería ser
motivo de acción legal para los Estados miembros (Bosch Fiol y Ferrer Pérez,
2000). A partir de la segunda mitad de los años ochenta, aumentó la presión de
las feministas europeas hacia los gobiernos de sus países para que reformaran las
leyes sobre violencia doméstica y sexual y para que crearan o ampliaran las redes
de casas de acogida y los mecanismos de atención a las víctimas (Anderson y
Zinsser, 1988).
En 1985, en la celebración de la III Conferencia Internacional sobre las Muje-
res celebrada en Nairobi, la VcM emergió como un verdadero problema para la
comunidad internacional. Sin embargo, el reconocimiento de la  como fenó-
meno estructural, tal como lo denomina Osborne (2009), no se produjo sino
hasta la década de los noventa del siglo pasado. En junio de 1992, el Comité para
la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, que es el órgano de exper-
tos independientes que supervisa la aplicación y ejecución de la Convención sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979,
incluyó formalmente la  como discriminación por razón de género. La Reco-
mendación general número 19, adoptada en el XI periodo de sesiones del Comité,
trata en su totalidad de la violencia contra la mujer y de las medidas a tomar para
eliminarla (Naciones Unidas, 1992).
Otros organismos internacionales han trabajado en la misma línea. En el II
Congreso Mundial por los Derechos Humanos, celebrado en Viena en 1993, se
reconoció la violencia contra las mujeres en la esfera privada como una violación
de los derechos humanos; se estableció que la promoción de los derechos econó-
micos, sociales y culturales de las mujeres es un tema crítico en la defensa de sus
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 131
derechos y se declaró que los derechos de las mujeres son “parte inseparable, inte-
gral e inalienable de los derechos humanos universales”. El mismo año, la Asam-
blea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación
de la Violencia contra la Mujer, que constituyó un pilar esencial al afirmar que
“la violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos
y las libertades fundamentales e impide total o parcialmente a la mujer gozar de
dichos derechos y libertades” (p. 1). Esta Declaración establece una de las defini-
ciones de VcM más universalmente aceptadas y tomada como punto de referen-
cia por la mayoría de organismos que analizan esta cuestión.
En 1995, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Pekín,
afirmó que la eliminación de la violencia contra la mujer es esencial para la
igualdad, el desarrollo y la paz. Su Plataforma de Acción acordó eliminar todas
las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas. Sin embargo, este
proceso de reconocimiento de la  como problema social no estaría completo
si no se concretara en unas políticas preventivas y punitivas para su erradicación.
En este sentido, la Declaración de la  recoge otro principio esencial, como es
la responsabilidad directa del Estado en la erradicación de la violencia contra la
mujer. De esta manera, el Artículo 4 establece que los Estados deben aplicar por
todos los medios apropiados y sin demora una política encaminada a eliminar
la violencia contra la mujer, para lo que deberán asumir las obligaciones relacio-
nadas con la prevención y la investigación (Organización de las Naciones Uni-
das, 1979).
Por lo anterior, el objetivo general del presente estudio fue identificar las
violencias de género y tipos en los grupos vulnerables del Fraccionamiento Las
Cumbres, de Tepic, Nayarit.
Metodología
Se trata de un estudio con enfoque cuantitativo, de carácter descriptivo y con
temporalidad transversal con el objetivo de identificar los factores relacionados
con la violencia de género y de tipo transversal, ya que la recolecta de datos se
hará en un determinado periodo. La población de estudio fueron 250 personas
de un fraccionamiento habitacional de una zona urbana en Nayarit.
Se utilizó un muestreo no probabilístico con una selección por convenien-
cia y se trabajó con 50 personas que cumplieron los criterios establecidos. Previa
ejecución de la investigación, se solicitó a las autoridades el permiso correspon-
diente, y posteriormente, se continuó con la selección de la muestra, se reunió a
132 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
los participantes en el aula de clases los días establecidos para la colecta de datos,
en este lugar, se les explicó el objetivo del proyecto y en qué consistiría su par-
ticipación, asimismo, en ese momento se les aclararon las dudas que se presen-
taron, posterior a ello se hizo entrega del consentimiento informado donde los
participantes firmaron su participación voluntaria.
Una vez recabados los permisos, se procedió a hacer entrega del cuestiona-
rio, que constó de tres apartados: el primero evalúa datos sociodemográficos, el
segundo el nivel de conocimiento y el tercero los factores relacionados; se con-
forma de 30 preguntas con respuestas dicotómicas (sí/no), es un instrumento
validado por sus autores, que reportan un alfa de Cronbach de 0.89.
Para el procesamiento de la información se diseñó una base de datos en Excel,
en el análisis se hizo uso de estadística descriptiva (frecuencias y porcentajes).
Para la realización del estudio se tomó en cuenta lo descrito en la Ley General
de Salud, con base en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de
Investigación para la salud.
Resultados
Los resultados muestran que 78% (39) de los entrevistados han sufrido violencia
en algún momento de su vida (tabla 1), de los cuales, 64% la ha vivido frecuen-
temente (tabla 2). En cuanto al tipo de violencia que han sufrido, 50 partici-
pantes refieren empujones, 38 insultos u ofensas, 29 rasguños/cachetadas, 38
refieren que han sufrido alguna lesión o fracturas, a 38 las han dejado sin comer,
a 32 las dejaron sin dinero, 47 mencionan que las aislaron de su familia, a 5 las
obligaron a tener relaciones sexuales o a hacer cosas que no les gustan (novio,
pareja o esposo), a 7 las forzaron a un encuentro sexual (desconocido) y 29 decla-
raron que las molestan o acosan sexualmente (tabla 3).
Tabla 1. ¿Ha sufrido violencia en algún momento de su vida?
En el pasado, durante la infancia o recientemente
(últimos 12 meses)
Respuestas Frecuencia Porcentaje
39 78
No 11 22
Total 50 100
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 133
Tabla 2. ¿En qué momento de su vida considera
que vivió algún tipo de violencia?
Respuestas Frecuencia Porcentaje
En la infancia 10 20
Hace algunos años 8 |6
Frecuentemente 32 64
Total 50 100
Tabla 3. ¿Qué tipo de violencia ha sufrido o sufrió?
Respuestas Frecuencia
Insultos u ofensas (daño verbal) 38
Rasguños/cachetadas 29
Empujones 50
La lesionó, cortó e hizo sangrar, fracturó 38
La dejaron sin comer 38
La dejaron sin dinero 32
La aislaron de su familia 47
La obligaron a tener relaciones sexuales o a hacer
cosas que no le gustan (novio, pareja o esposo).
5
La forzaron a un encuentro sexual (desconocido) 7
La molestan o acosan sexualmente 29
Referente a si su pareja o expareja consume o consumía alcohol, 84% (42)
menciona que sí (tabla 4) y lo hacía todos los días (tabla 5), haciendo mención
de que ellas mismas consumían alcohol también (tabla 6). Al cuestionarles si se
consideran una mujer feliz, 62% (31) dice que no (tabla 7).
Tabla 4. ¿Su pareja o expareja consume/consumía alcohol?
Respuestas Frecuencia Porcentaje
42 84
No 8 16
Total 50 100
134 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Tabla 5. ¿Con qué frecuencia su pareja
o expareja consume/consumía alcohol?
Respuestas Frecuencia Porcentaje
Todos los días 42 84
Sólo fines de semana 8 16
Total 50 100
Tabla 6. ¿Usted consume regularmente
o ha consumido alguna vez alcohol?
Respuestas Frecuencia Porcentaje
50 100
No 0 0
Total 50 100
Tabla 7. ¿Se considera una mujer feliz?
Respuestas Frecuencia Porcentaje
19 38
No 31 62
Total 50 100
Finalmente, al cuestionarlas sobre los factores que han vivido respecto a la
violencia de género, mencionaron el machismo, la violencia intrafamiliar, la des-
igualdad en los puestos laborales, menos oportunidades de trabajo, exclusión en
grupos familiares, violaciones y abuso de poder (tabla 8).
Tabla 8. Mencione cuál de los siguiente factores
ha vivido como violencia
Respuestas Frecuencia
Machismo 48
Violencia intrafamiliar 39
Desigualdad en los puestos laborales 47
Menos oportunidades de trabajo 37
Exclusión en grupos familiares 29
Violaciones 27
Abuso de poder 34
6. Violencia de género y tipos de violencia en grupos vulnerables 135
Discusión
Los resultados de la investigación coinciden con el estudio de Flores-Torres et al.
(2017), donde mencionan que la violencia contra la mujer se ha convertido en una
amenaza para la salud pública mundial. Cerca de 40% de las mujeres informa-
ron haber estado expuestas a la violencia en el pasado. La prevalencia de la violen-
cia sexual a lo largo de la vida fue de 7.1% y la prevalencia de la violencia física fue
de 23.5% (7.7% informó tanto de violencia sexual como física). En relación con
las mujeres sin antecedentes de violencia, la exposición a la violencia se asoció con
un mayor grosor de la íntima-media (diferencia porcentual media ajustada = 2.4%;
intervalo de confianza del 95%: 0.5, 4.3) y aterosclerosis subclínica (razón de posi-
bilidades ajustada = 1.60; confianza de 95% intervalo 1.10, 2.32). La asociación
fue más fuerte para la exposición a la violencia física, especialmente por asalto o
asalto físico por parte de un extraño (% de diferencia media ajustada = 4.6%; inter-
valo de confianza del 95%: 1.8, 7.5 y razón de posibilidades de aterosclerosis caro-
tídea subclínica = 2.06; intervalo de confianza del 95% 1.22, 3.49).
Los resultados fueron similares al estudio de Ambriz-Mora et al. (2015),
donde la edad promedio fue de 40.6 ± 13.8 años y 120 (40.4%) mujeres repor-
taron : 47 (15.8%) violencia psicológica; 31 (10.4%) violencia sexual y 77
(25.9%) física, y en 19 (6.4%) fueron acciones que pusieron en peligro la vida
de las mujeres. La causa más común de violencia doméstica que refirieron las
mujeres fue que su pareja se había puesto celoso o sospechaba de sus amistades
(37.4%). Asimismo, 22 (7.4%) de las mujeres que padecen violencia doméstica
refirieron que sí habían buscado ayuda.
Por otra parte, los resultados se asocian con lo reportado por Esther Castella-
nos Torres (2020), quien, al analizar la situación de las mujeres con discapacidad
en relación con la violencia de género, encontró que éstas experimentan múltiples
situaciones de desigualdad por el hecho de ser mujeres, pero también por su situa-
ción de discapacidad. Los resultados fueron similares a los del estudio de Vázquez
Ramos et al. (2021), que desde el metaanálisis concluyen que el tema de género en
México es un neologismo, puesto que, en la actualidad, las sociedades han vivido
cambios radicales en los que el rol de la mujer pasó de ser “lo otro” al protagónico.
Conclusiones
La violencia de género es un problema de salud pública que se debe prevenir
haciendo uso de intervenciones que permitan evitar los daños a la población que
136 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
lo vive, específicamente durante la adolescencia. Los resultados serán de gran uti-
lidad para mejorar el conocimiento general del problema de la violencia de gé-
nero entre los adolescentes y jóvenes que viven situaciones de vulnerabilidad y
elevar la sensibilidad y garantizar los resultados de las medidas diseñadas e imple-
mentadas para combatir este fenómeno. Las intervenciones para asegurar la
igualdad y prevenir la violencia de género deben partir del conocimiento previo
de las opiniones, creencias y valores interiorizados por los adolescentes y jóvenes
en cuanto a la posición en la sociedad de masculinos y femeninas.
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7 MAPEO Y CARACTERIZACIÓN
DE LA RESPUESTA SOCIAL
ORGANIZADA A LA
PROBLEMÁTICA DEL SUICIDIO
EN MÉXICO
Rodolfo Moreno Ramírez
Centro Especializado en Investigacion y Educación Superior
Resumen
Introducción: Ante la complejidad del fenómeno del suicidio, se han desplegado
recomendaciones puntuales para su abordaje, siendo una de ellas trabajar desde
una perspectiva multidisciplinar, esto con la finalidad de sumar esfuerzos desde
todos los frentes posibles. Dicho lo anterior, la Respuesta Social Organizada ()
es una de las aristas que permiten reconocer qué se está realizando desde este sec-
tor. Objetivo: La presente investigación busca reconocer cómo se caracteriza la
 ante la problemática del suicidio en el país. Metodología: Para poder llevar
a cabo este proyecto, se optó por aplicar una metodología de mapeo basado en la
metodología PRISMA, la cual se adaptó a los alcances y características del objeto
de estudio, por ello el proceso de búsqueda por diversas plataformas de internet
(Google, Facebook e Instagram) se realizó en dos momentos: el primero de enero
a abril de 2022 y el segundo de junio a septiembre de 2022; posterior a la reco-
lección de la información, se procedió a caracterizar lo encontrado. Principales
hallazgos: Inicialmente, se obtuvieron 148 posibles respuestas que, posterior a
aplicar los criterios de inclusión y exclusión, terminaron siendo 36 . De las
respuestas encontradas, 50% están vinculadas al sector social, 36% al sector edu-
cativo y 14% al sector clínico, de igual manera, 92% de las  se orientaban a
tareas de prevención, 28% a intervención y 17% en postvención; mientras que
86% enmarcaba tareas de prevención universal en salud pública, 33% en pre-
vención selectiva y 39% en prevención indicada. Conclusiones: Se pudo ubicar
la falta de incorporación o identificación de mayores  en el país dado que las
existentes son pocas para la magnitud del problema. Incluso, el número de 
no responde a las tasas de suicidio en las entidades, ya que tener una alta tasa de
suicidio no necesariamente implica una cantidad de  suficiente para atender
el problema. Por otro lado, se destaca el relevante papel del Estado para mediar e
140 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
incentivar la participación comunitaria otorgando facilitades y un esquema que
permita su permanencia social.
Introducción
El presente proyecto se enlaza con la línea de acción de fortalecer la gobernanza
y la acción intersectorial, así como abordar los determinantes sociales de la salud,
y es que, de acuerdo con el último documento publicado por la Organización
Panamericana de la Salud (, 2021), en el trabajo de la prevención del suici-
dio como problema de salud pública, es indispensable la colaboración de todos
los sectores de la sociedad, dado que es imprescindible tomar acción basada en
la contribución cercana de todo el gobierno y toda la sociedad, incluyendo, por
tanto, a los grupos no gubernamentales y comunitarios.
Así pues, el problema del suicidio se puede ubicar desde la presencia del origen
de la humanidad, no obstante, la manera de observarlo, entenderlo y atenderlo ha
tenido una transformación paulatina y no total a lo largo de la historia y con sus res-
pectivas variaciones de acuerdo con el contexto geográfico, por ejemplo, se podría
partir desde las conductas de autosacrificio en la cultura prehispánica, pasando por
los dilemas filosóficos y sociológicos en la Antigüedad, donde comienza a estig-
matizarse la muerte por suicidio y con ello posteriormente la Edad Media, con sus
castigos extremos para quienes optaban por tal decisión. No es sino hasta la época
moderna cuando se comienza a cuestionar el entendimiento del hecho, el cual se
postulaba que no podía basarse en concepciones de posesión demoniaca, sino por
una decisión o hasta una enfermedad mental (Guerrero, 2019).
Ante esta serie de acontecimientos, comienzan a gestarse diversos criterios
que a nivel cultural eran aceptados por la población, generándose juicios de valor
erróneos hacia las personas que se quitaban la vida, a quienes lo intentaban y a
sus familias (Pérez, 2005); así, con el desarrollo de las sociedades, estos mitos han
ido trasladándose a través del tiempo y pueden verse aun en la actualidad.
Es en ese punto donde este trabajo aporta una línea de acción muy precisa
para la promoción de la salud, y es que ante el desconocimiento de lo existente
en el panorama comunitario, resulta necesario en primer lugar ubicar qué es lo
que existe basado en el esfuerzo y respuestas generadas desde el sector poblacio-
nal, para que sólo así, en un segundo momento, se puedan reconocer las acciones
realizadas y analizar su posible impacto sobre el problema en cuestión. Es preci-
samente aquí donde radica la gran relevancia del tema, y es que en el panorama
gubernamental mexicano se está caminando con un primer programa nacional
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 141
para la prevención del suicidio (Secretaría de Salud, 2022), con base en el cual se
han desplegado acciones a través de los estados, pero dejando muchas veces de
lado la participación comunitaria desde un sentido de actor principal.
Por ello, este primer ejercicio marca la ruta para visibilizar lo que hay, lo que
se está haciendo y entonces acercar la acción hacia aquella recomendación pun-
tual de la : tejer una colaboración entre gobierno y sociedad. Sólo así, desde
una perspectiva multisectorial e integral, se pueden reunir diversas perspectivas
que dan voz a elementos que posiblemente se dejaban de atender y que no per-
mitían una prevención eficaz.
Para poder concretar la meta de disminución de las muertes por suicidio, toda
estrategia tiene que reforzar el liderazgo, la asociación y aptitud institucional para
mejorar la capacidad que tienen los servicios de salud, a la par de desarrollar la
resiliencia de la comunidad y el apoyo social que permita el fortalecimiento de
la vigilancia y la generación de evidencia de buenas prácticas. Todo lo anterior
se esboza desde múltiples niveles que surgen de la parte gubernamental, pero
también de instituciones como organizaciones no gubernamentales, educativas,
empresas, centros de investigación, grupos comunitarios, voluntariado, familias,
asociaciones civiles, entre otras (Ministry of Health & Family Welfare, 2022).
De esta manera, las denominadas Respuestas Sociales Organizadas () son
una forma en la que la comunidad, a partir de sus recursos, se organiza para tra-
tar de resolver o atender un problema que les aqueja (Macías et al., 2012), en
este caso, el suicidio. Ante esto, las acciones generadas a partir de los actores de
la comunidad fungen un papel medular que contribuye a la respuesta de las enti-
dades públicas y tradicionales que han resultado ser insuficientes para la atención
del suicidio. Por ello, el reconocimiento de las acciones generadas por la pobla-
ción en general dan la pauta de la ubicación de un camino más de trabajo para la
prevención del suicidio en el país.
Metodología
El presente trabajo de investigación se sustenta desde el paradigma cuantitativo
con un diseño y alcance no experimental, descriptivo y transversal. Debido a la
naturaleza del estudio para la recolección de información, se realizó una bús-
queda basada en la metodología PRISMA en diversas plataformas digitales como
Facebook, Instagram y en Google, para esto, se tomaron como referencia los
siguientes términos de búsqueda: “Prevención del suicidio AND México”, “Pre-
vención del suicidio AND Estado de la República”, “Respuesta social AND Sui-
cidio en México”, “Respuesta Social AND Suicidio en Estado de la República”.
142 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
La búsqueda se realizó en dos momentos, el primero de los meses de enero a
abril de 2022, el segundo de junio a septiembre de 2022; durante estos meses se
estuvieron incorporando por medio de los resultados de búsqueda aquellas res-
puestas que cumplían con los siguientes criterios para ser consideradas como
respuestas sociales organizadas:
a) Ser un grupo formal o no formal, pero sin adscripción a una institución
gubernamental.
b) Ser una respuesta situada en el contexto mexicano.
c) Mantenerse activa en la actualidad.
d) Las acciones relacionadas con la suicidología deben tener una permanen-
cia en su quehacer, es decir, no ser actividades aisladas.
Se excluyó de este mapeo:
a) Ser un grupo formal o no formal cuyas acciones se realizan en colabora-
ción con una entidad gubernamental o que su carácter de existencia sea
una institución pública.
b) Ser una respuesta cuyas bases de operaciones estén fuera del territorio
mexicano.
c) Mantenerse inactivo por más de un año, es decir, sin documentar algún
tipo de publicación orientada a acciones de cualquier nivel en suicidología.
d) Instituciones que solamente de manera aislada (por ejemplo, cada año
en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio) organizan actividades
frente al tema.
Una vez localizadas las , se les caracterizó con base en un libro de catego-
rías prediseñado. Posterior a la generación de la tabla de categorización y opera-
cionalización de éstas, se procedió a generar un mapa que ubica gráficamente las
 respecto a la problemática del suicidio en el país, el mapa permite localizar de
forma geográfica el número de respuestas que a su vez se desplegaron en una serie
de tablas que de manera descriptiva dan una primera caracterización del problema.
Uno de los mayores retos en el proceso de búsqueda es que no toda la infor-
mación podía ser localizada directamente en las plataformas digitales, por lo cual,
para una segunda etapa de caracterización, se contactó el 1 de febrero de 2023
a todas las ; en dicha comunicación se les enviaba un aviso de privacidad
explicándoseles el motivo del mensaje y en qué consistía la investigación, pos-
teriormente, si así lo permitían, podría establecerse contacto por videollamada,
llamada telefónica, WhatsApp o por correo electrónico. En este contacto se ter-
minarían de completar aquellos datos que no estaban visibles en la plataforma
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 143
y que permitirían caracterizar la respuesta, por tanto, las preguntas que se diri-
gieron a las respuestas fueron variadas, algunas de ellas oscilaban en cuál era la
estructura institucional, si estaban registrados como asociación civil, si eran un
grupo informal, cuáles eran las principales actividades que realizaban, entre otros
datos. Para este punto, se dieron quince días para obtener respuesta, en los pri-
meros cinco días se obtuvieron 15 respuestas, posteriormente, al día 10, se volvió
a enviar correo o mensaje, obteniendo 5 respuestas más. Pasados los 15 días, se
volvió a contactar por diversos medios, no obstante, no fue posible contactar con
6 . Una vez terminada la etapa de contacto, se procedió a organizar la infor-
mación en una base de datos construida en Microsoft Excel, que permitía esta-
blecer las categorías que a su vez dieron lugar a los mapas, tablas y figuras que se
presentan en el siguiente apartado.
Figura 1. Esquema de proceso de búsqueda
de respuestas sociales organizadas
Búsqueda en diversos medios y plataformas electrónicas: Google, Facebook e Instagram.
(n= 274 posibles respuestas sociales organizadas) en el periodo enero a sepembre 2022. Términos de búsqueda:
"Prevención AND México"; "Prevención del suicidio AND Estado de la República"; "Respuesta social AND Suicidio en
xico"; "Respuesta Social AND Suicidio en Estado de la República"
Registros después de aplicar criterios de inclusión
en permanencia y vigencia
(n= 148 posibles respuestas sociales organizadas)
Registros después de aplicar criterios
de rigurosidad y revisión de pares
(n= 81 posibles respuestas sociales organizadas)
Registros después de aplicar
un segundo barrido individual
(n= 49 posibles respuestas sociales organizadas)
Segmentación por sectores
de las respuestas y caracterización
(n= 36 posibles respuestas sociales organizadas)
Registros excluidos
(n= 13 registros)
Registros excluidos
(n= 32 registros)
Registros excluidos
(n= 46 registros)
Registros excluidos
(n= 126 registros)
Sector:
Educavo (n=13; 36%)
Clínico (n=5; 14%)
Social/comunitario (n=18; 50%)
Niveles de suicidología:
Prevención (92%)
Intervención (28%)
Postvención (17%)
Nivel de prevención en salud pública:
Universal (86%)
Secundaria (33%)
Terciaria (39%)
144 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Resultados y discusión
Principales hallazgos
Una de las preguntas medulares de este trabajo fue: ¿Cómo se distribuye la res-
puesta social organizada a la problemática suicida en el país y cuál es la rela-
ción con la tasa de suicidio por entidad?, por lo cual se presenta la tabla 1, que
hace un comparativo de cada una de las variables indagadas por el investigador,
alineándolas por entidad federativa, es decir, el número de , el número de
muertes por suicidio y la tasa de muertes por suicidio por cada 100 mil habitan-
tes. De igual manera, en la figura 2 se pueden observar mapas de la República
mexicana que retratan la frecuencia de  a partir de los diferentes niveles de
acción en suicidología.
Tabla 1. Estados de la República mexicana y número de respuestas
sociales organizadas comparadas con las tasas de suicidio del país
Estado de la
República
Número de
respuestas sociales
organizadas
Número de
muertes por
suicidio en 2022
Tasa de muertes
por suicidio en
2022 por cada 100
mil habitantes
Aguascalientes 5 155 10.3
Baja California 2 95 2.3
Baja California Sur 0 67 7.7
Campeche 4 92 9.3
Chiapas 3 265 4.6
Chihuahua 1 528 13.9
Ciudad de México 5 277 3.0
Coahuila 1 302 9.2
Colima 0 60 7.5
Durango 0 153 8.1
Guanajuato 1 495 7.6
Guerrero 0 88 2.5
Hidalgo 1 123 3.9
Jalisco 2 656 7.7
Estado de México 2 987 5.7
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 145
Estado de la
República
Número de
respuestas sociales
organizadas
Número de
muertes por
suicidio en 2022
Tasa de muertes
por suicidio en
2022 por cada 100
mil habitantes
Michoacán 0 293 5.9
Morelos 0 138 6.8
Nayarit 1 142 11.2
Nuevo León 2 424 7.0
Oaxaca 0 166 3.9
Puebla 1 289 4.3
Querétaro 0 240 9.8
Quintana Roo 1 155 8.0
San Luis Potosí 0 270 9.2
Sinaloa 0 175 5.4
Sonora 0 279 9.3
Tabasco 0 156 6.3
Tamaulipas 0 217 6.0
Tlaxcala 1 72 4.9
Veracruz 0 256 3.1
Yucatán 3 366 15.4
Zacatecas 0 126 7.6
Nota: la información correspondiente a las muertes por suicidio y la tasa de mortalidad
por suicidio corresponde a un informe del Inegi publicado en septiembre de 2023 con
cifras de 2022.
De las 32 entidades federativas, 17 cuentan por lo menos con una , es
decir, 53% del territorio nacional. Si se analiza desde la perspectiva de la sui-
cidología, 92% de sus acciones se vinculan a un nivel de prevención, 28% en
nivel de intervención y 17% en postvención. Por otro lado, visto desde la pre-
vención en salud pública, 86% de las respuestas realiza acciones orientadas a pre-
vención universal, 33% a prevención selectiva y 39% a prevención indicada. En
relación con su estructura, 81% de las  cuentan con página web propia o tie-
nen un enlace en la página institucional de donde se desprende la , mientras
que 89% tiene cuenta o página de Facebook y 88% cuenta con un número tele-
fónico de contacto.
146 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Figura 2. rso vinculadas a cada nivel de acción
en suicidología dentro de la República mexicana
Nota: las variaciones de color se relacionan a una mayor intensidad y mayor frecuencia de
 vinculadas a los diferentes niveles de acción en suicidología.
Así pues, como parte de una forma de agrupar estas respuestas, se creó una
propuesta que tiene como resultado que 50% de las  están vinculadas al sector
social, 36% al educativo y 14% al clínico. De todas éstas, 33% son asociaciones
civiles, 25% universidades públicas, 22% organizaciones no gubernamentales,
8% centros de capacitación, 6% universidades privadas y 6% clínicas privadas.
No obstante, 47% de las entidades federativas no cuenta con , en el resto de
los estados que sí tienen , el servicio que se oferta no es totalmente gratuito
en todos ellos, es decir, 36% de éstas no pide un recurso económico para brindar
su servicio, siendo generalmente este tipo de respuestas orientadas a la investiga-
ción, supervivientes o servicio clínico en instituciones públicas.
Discusiones
La complejidad del problema propició la generación de una metodología ad hoc
a las necesidades y objetivos de este proyecto, dado que no existen anteceden-
tes de este tipo de estudios publicados en México; así, ante lo encontrado en el
panorama internacional, se hacen los siguientes análisis que pudieran tener cier-
tas limitaciones. Por ejemplo, la estrategia de búsqueda limita el hallazgo sólo a
aquello publicado en el país, por ende, lo que se presenta como resultados no
es necesariamente el único material en existencia, ya que puede haber acciones
que se realicen desde el anonimato o sin configurarse en algún tipo de divulga-
ción. Así pues, esta investigación posiblemente hubiera tenido resultados dife-
rentes si únicamente se hubiera centrado en información oficial, en bases de
datos vinculadas al sector público mercantil u otras plataformas o fuentes simila-
res, no obstante, la finalidad, como se ha trazado a lo largo de todo el proyecto,
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 147
es que esta búsqueda retrate lo que las personas del sector social pueden encon-
trar a su alcance en las diversas plataformas y redes de mayor accesibilidad en la
actualidad.
Así también, los datos no se encuentran en una etapa finalizada que fuera ina-
movible, pues por naturaleza, lo encontrado en este proyecto puede cambiar en
unos meses o años, es decir, la  es cambiante, puesto que algunas respuestas
pueden iniciar como un grupo formal y posteriormente configurarse como una
asociación civil, o por lo contrario, algunas instituciones formales pudieran llegar
a su disolución. De igual manera, las acciones desplegadas por las respuestas ya
existentes pudieran servir de ejemplo para la mayor consolidación de nuevas res-
puestas sociales organizadas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi, 2023), México tiene una media nacional de 6.4 muertes por suicidio
por cada 100 mil habitantes, así también, 60% de los estados de la República
se encuentran por encima de la media. Así pues, dentro de los primeros cinco
estados con mayor tasa de mortalidad por suicidio se encuentran: Yucatán, Chi-
huahua, Nayarit, Aguascalientes y Querétaro, teniendo tasas de 15.4, 13.9, 11.2,
10.3 y 9.8, respectivamente. Este dato es relevante dado que las tasas represen-
tan un promedio de casi el doble en algunos casos y en otros más del doble de la
media nacional.
Al tenor de lo planteado, el estado de Yucatán, que tiene el reporte de la tasa
más alta, cuenta sólo con tres , caso diferente a Aguascalientes, que tiene la
mayor cantidad de  entre los estados, aclarando que ello no implica que este
número sea suficiente para dar una respuesta total al problema del suicidio en
la entidad. Por otro lado, en Chihuahua y Nayarit se encontró sólo una , y
Querétaro no registró ninguna.
Ahora bien, en relación con los estados con menores tasas de suicidio, en
donde figuran Baja California, Guerrero, Ciudad de México, Veracruz e Hidalgo
con tasas de 2.3, 2.5, 3, 3.1 y 3.9, respectivamente, en Baja California se encon-
traron dos , una en Hidalgo y ninguna en Veracruz y Guerrero, situación que
contrasta con lo hallado para la Ciudad de México, donde se ubicaron cinco ,
que representa el mayor número de respuestas, que de igual manera, ante la mag-
nitud poblacional de la ciudad, no responde de manera total al problema del sui-
cidio. En cuanto a los demás estados, en cerca de 47% de ellos no se encontraron
 y el promedio en las entidades en que sí se encontraron es de uno.
Por ello, ante la complejidad del problema del suicidio, la World Health Orga-
nization (, 2014; 2018) refiere que la respuesta no puede recaer en un solo
148 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
sector, y que si bien este proyecto doctoral no niega los esfuerzos del Programa
Nacional para la Prevención del Suicidio (Secretaría de Salud, 2022) —cuyos
informes indican que hay acciones en función en todos los Estados—, el incor-
porar los esfuerzos emanados desde la población atendería la visión multisecto-
rial e integral que pudiera permitir acciones sustentadas en salud pública.
Un sistema que permite caracterizar el tipo de  es por medio del nivel de
acción en suicidología, que en investigaciones similares, como la de Arnautovska
et al. (2010) en Queensland, Australia, con una población de 5.185 millones de
personas, encontraron que de la muestra de 66 organizaciones vinculadas a lle-
var acciones en atención a la conducta suicida, la mayoría de ellas (86.7%) cen-
traba sus programas en un nivel de prevención, en un segundo punto (75.5%)
en el nivel de intervención y 46.9% se orientaba a la atención continua; cabe
señalar que para este apartado no se exponían datos de postvención. Dicho esto,
hay una coincidencia en los datos encontrados en la presente investigación en
relación con el nivel de prevención, el cual apareció en 92% de las respuestas;
no obstante, una diferencia importante es que en este proyecto sólo se encon-
tró 28% de las acciones de  vinculadas a un nivel de intervención, lo que deja
como reflexión que si bien es importante fomentar factores de protección, dis-
minuir factores de riesgo e implementar adecuaciones y acciones antes de que se
genere un intento de suicidio (, 2014; 2018; , 2021), resulta indispensa-
ble atender a las personas que ya han sido identificadas con algún tipo de riesgo
suicida, y es ahí donde se tiene el reto de disminuir la brecha de atención, ya
que se ha encontrado que por lo menos 78.1% de las personas tienen dificultad
para acceder al tratamiento oportuno de trastornos mentales y conducta suicida
(Kohn, 2013), lo que representa por lo menos 20% de años vividos con discapa-
cidad (Díaz-Castro et al., 2019).
No obstante, dentro de las  que se encontraron en el país, de entre aque-
llas que brindan intervención en conducta suicida, sólo tres ofrecen atención
gratuita y están situadas dentro de universidades públicas, mientras que las res-
puestas vinculadas meramente al sector clínico se ofrecen con algún tipo de
costo, lo cual, si bien aporta a brindar mayor cantidad de oferta ante un servicio,
deja de lado a aquellas personas que no cuentan con recursos económicos para
solventar el tratamiento.
Por otro lado, la postvención se encontró en 17% de las , situándose como
un nivel importante de atender y prestar atención dado que, según los últimos
datos de muertes por suicidio en México, se tiene una estimación de 8,239 dece-
sos, que de acuerdo con las estimaciones estadísticas representan un promedio
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 149
de 205,975 intentos de suicidio y un estimado de más de 1,112,265 personas
afectadas por las muertes por suicidio; ante este panorama, se podría decir que
realizar postvención es sinónimo de prevenir, ya que el trabajar desde este nivel
permitiría reducir la probabilidad de que personas en riesgo no sean identificadas
a tiempo y con ello brindar el acompañamiento correspondiente cuando fuera
necesario. Así pues, otro punto de concordancia con la investigación de Arnau-
tovska et al. (2010) es que las respuestas tenían en sus programas direcciones que
les hacían situarse en diversos niveles de acción, dando a entender que las res-
puestas en su naturaleza pueden ser integrales y a su vez aportar desde diferentes
segmentos a la complejidad del suicidio.
Ahora bien, salvo el caso de la Ciudad de México, donde si bien existen cen-
tros que ofrecen algo muy similar, la población objetivo es muy grande; las diver-
sas  identificadas en los estados no se contraponen en sus objetivos dentro de
las entidades, es decir, en aquellos Estados donde se identificó más de una , la
presencia de varias contribuye a generar acciones en diferentes contextos y pobla-
ciones, así también algunas de ellas colaboran para sumar esfuerzos en el trabajo
ante la conducta suicida, por ejemplo, en Aguascalientes, donde tres respuestas
vinculadas a una universidad pública permiten abarcar una diversidad de aristas
por trabajar; en Campeche existe vinculación universitaria para la generación de
proyectos de investigación en suicidio, y en Yucatán, cuyos miembros de dos 
se conjuntaron para crear una Asociación Civil que suma esfuerzos.
Ahora bien, acentuando el nivel de acción de las  y las tasas de mortalidad
por suicidio, en Chihuahua, que ocupa uno de los primeros lugares en muer-
tes por suicidio, se encontró sólo una  y ésta, a pesar de pertenecer al sector
clínico, se ocupa de hacer labores de prevención e intervención y su actuación
representa un costo a usuarios. Por otro lado, Yucatán tiene dos  vinculadas a
prevención y una a postvención, donde el servicio se oferta de manera gratuita,
pero está limitado a un número específico de personas.
En el caso de Aguascalientes, cuatro de las cinco respuestas basan sus princi-
pales actividades en la prevención, sin embargo, existe una respuesta vinculada a
la intervención con costo y además con tratamiento residencial en conducta sui-
cida, el único caso encontrado en el país, mientras que, por otro lado, también
está el servicio de intervención vinculado en una universidad pública sin costo
alguno.
En relación con los alcances en prevención, la  (2016) expone que exis-
ten diversos factores de riesgo asociados al suicidio que pueden ser atendidos
desde distintos niveles, por ejemplo, desde lo universal con las políticas públicas,
150 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
el acceso a la atención de salud, la concientización sobre el tema. Por otro lado,
la prevención selectiva con actividades como capacitación de guardianes o inter-
venciones en grupos individuales y en la prevención indicada, el seguimiento y
apoyo comunitario, la evaluación y manejo de la conducta suicida y trastornos
mentales.
Dicho esto, en el presente proyecto se encontró que en todas las entidades
federativas donde se ubicaron  había acciones orientadas a prevención uni-
versal con actividades de sensibilización, alfabetización en suicidio, investigación
científica, formación en salud mental y suicidio a profesionales de la salud, así
como población general. En el caso de la prevención selectiva, se identificaron
la formación en guardianes y capacitación a sectores específicos de la población,
mientras que en la prevención indicada se presentan la evaluación y tratamiento
de la conducta suicida, trastornos mentales, atención a supervivientes y grupos
de ayuda mutua.
Así pues, una forma que permitió dar una caracterización a los resultados a
manera de propuesta es clasificarlos en sectores que por sus características, fines y
descripciones, pudieran ser orientados a un sector clínico, educativo y social. De
esta manera, se pudo observar que 50% de las  estaban orientadas al sector
social, 36% al educativo y 14% al clínico, esto continúa dejando pendientes las
reflexiones sobre los alcances y tareas, donde si bien se ha hablado de la impor-
tancia de la prevención como eje fundamental y que esto coincide con las polí-
ticas actuales en salud mental en el país (Diario Oficial de la Federación [],
2022), no se puede dejar de ver que la parte clínica sigue quedando con una
presencia menor, y si a esto se le suma la brecha que existe para acceder a servi-
cios de salud (Gobierno de México, 2020), la atención a personas con conducta
suicida y/o trastornos mentales asociados al riesgo suicida continúa siendo uno
de los mayores pendientes por trabajar, dado que incluso las  vinculadas al
servicio de atención psicoterapéutica o psiquiatra ostentan un costo que se sigue
configurando como una de las principales aristas que limitan el acceso a los ser-
vicios de ayuda.
Por otro lado, uno de los ejes medulares del programa nacional para la pre-
vención del suicidio es la formación del capital humano en el tema de especiali-
zación en conducta suicida (Secretaría de Salud, 2022), pues de nada sirve que se
genere el acceso al servicio de salud si no se garantiza una atención basada en la
evidencia y de elevada calidad; en esta sintonía se encontraron diversas  vin-
culadas al sector educativo, en este caso, resaltan las actividades de capacitación,
investigación científica y alfabetización en suicidio, no obstante, dentro de estas
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 151
actividades hay variabilidad en cuanto a costos, hay algunas respuestas que pro-
mueven formación profesional sin costo de una manera más informal, mien-
tras que, por otro lado, hay otras que otorgan documentos con valor curricular
en cursos, diplomados o hasta maestrías con validez oficial ante la Secretaría de
Educación Pública.
Cabe señalar que en esto sólo se describe la actividad, no obstante, resultaría
indispensable la evaluación curricular y adecuación a las realidades del contexto
para ver el impacto de lo que la formación representa. El gobierno de México ha
lanzado la estrategia de capacitar por medio de un diplomado de especialización
en suicidio a todo el sector público del país, sin embargo, no todas las personas
pueden acceder a esa formación, lo que deja abierta la posibilidad para que el
sector educativo promueva su formación con el riesgo de no saber la calidad con
la cual está caracterizada su oferta.
Teniendo de referencia el estudio de Arnautovska et al. (2010), otro aspecto
de clasificación de las respuestas vinculadas a la prevención del suicidio fueron
los grupos objetivos, los autores encontraron especificaciones concretas que vin-
culaban 43.6% directamente a uno o más grupos de riesgo, 36.6% indirecta-
mente a un grupo de riesgo y 19.8% combinaron enfoques y poblaciones de
riesgo. Algunos ejemplos de grupos dirigidos eran a estudiantes, personas con
riesgo suicida, personas , guardianes, entre otros.
Por su parte, en la presente investigación, la diversificación de poblaciones
objetivo se relacionaba según el sector de la , por ejemplo, para el sector clí-
nico se encontró que las respuestas podrían ir hacia población general, adultos o
sobrevivientes a un intento o muerte por suicidio; por otro lado, el sector educa-
tivo tenía sus poblaciones objetivo hacia población en general o estudiantes uni-
versitarios; mientras que en el sector social las respuestas describían direccionar
sus servicios a una mayor diferenciación, como población general, niños, niñas y
adolescentes, juventudes, adultos y sobrevivientes a un intento o muerte por sui-
cidio. Para poder determinar esto, se procedió a lo que textualmente promovían
las respuestas en sus diversos canales de información.
Otro aspecto que Arnautovska y colaboradores analizaron fue la configu-
ración del programa, es decir, su clasificación oscilaba entre las respuestas que
estaban basadas en la comunidad, las vinculadas a ser una clínica, departamen-
tos de emergencia, escuelas o lugares de trabajo. Siguiendo este orden de ideas,
en la presente investigación, de manera general, la estructura de asociación civil
resultó con mayor frecuencia en las respuestas, no obstante, en el sector clínico
resaltaba la clínica privada con 40%, la Asociación Civil con 40%, y con 20%
152 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
la universidad pública. En el sector educativo, las  se configuraban en 54%
en las universidades públicas, 33% en centros de capacitación y 13% en univer-
sidades privadas, mientras que en el sector social 56% correspondía a asociacio-
nes civiles y 44% a organizaciones no gubernamentales. Estos tipos de estructura
conllevan diversas limitantes o beneficios, por un lado, una estructura de tipo
formal y legal como la Asociación Civil, que puede acceder a beneficios fiscales
que en ocasiones permiten la permanencia en sus actividades, aunque también
dependerá del tipo de personal que lo integra y objetivos de ésta, permitiendo o
dificultando el permanecer vigente en sus alcances.
Por otro lado, las universidades públicas tienden a recibir financiamiento
público que depende de la organización al interior de cada una de ellas, exis-
tiendo la posibilidad de asignar recursos específicos a programas y acciones vin-
culadas al tema de suicidio, como en el caso de Aguascalientes, Jalisco y el Estado
de México, diferente del caso de las universidades privadas y centros de capaci-
tación, cuyo sistema administrativo-financiero no depende de recurso público,
sino de la recaudación, voluntad y alianzas estratégicas al interior y exterior de la
respuesta. En el caso de las organizaciones no gubernamentales, éstas tienden a
tener la mayor cantidad de retos, pues al depender muchas veces de estructuras
humanas de tipo voluntario o que no reciben algún tipo de sueldo, la generación
y alcance de sus actividades tiende a ser más limitada.
Ahora bien, en la presente investigación, se realiza la identificación de las 
con base en las principales actividades realizadas, alcances de los niveles de acción
en suicidiología, de prevención, entre otros factores. Sin embargo, no se analiza
la base, sustento, modelo teórico, evaluación o impacto que tienen estas acciones
en la comunidad; por un lado, se podría inferir que todo aporta hacia la preven-
ción del suicidio, pero la evidencia indica, con base en recomendaciones (,
2014; , 2016; 2021), que toda acción tiene que ser medida para poder deter-
minar su impacto positivo y alejarnos de una posible iatrogenia, ya que pueden
existir buenas voluntades, pero eso no es suficiente cuando de atender un pro-
blema de salud pública se refiere. Ante ello, estos resultados son una parte de
reconocimiento hacia lo que se hace, incluso desde muchos años atrás, todavía
antes de que los inicios de un programa nacional para la prevención del suicidio
en México existiesen.
El reconocimiento de estas  habla sobre el interés que existe por aportar
al tema de la conducta suicida bajo diversos parámetros, al tiempo que permite
visibilizar el trabajo que en muchas ocasiones la comunidad realiza ante la insu-
ficiencia del Estado por dar respuesta al problema, por ello, ante un programa
7. Mapeo y caracterización de la respuesta social organizada 153
nacional incipiente, esta información coadyuva hacia el reconocimiento de los
retos que implica el quehacer con y para la comunidad, y es que las recomen-
daciones internacionales hablan de la incorporación del capital social, pero éste
tiene que venir acompañado de una organización coordinada con las y los exper-
tos en el tema, dado que el abordaje integral y multisectorial enriquece la res-
puesta al problema y permite identificar los caminos recorridos y las prácticas
que han resultado positivas para la comunidad. Con esto no se pretende reco-
mendar que el Estado controle el quehacer comunitario ni que se apropie de
sus espacios de acción, sino más bien que se proporcionen las vías para acceder
al conocimiento científico, a la capacitación, la orientación, retroalimentación y
acompañamiento cercano que permitan acceder a los datos e información sobre
el quehacer como respuestas sociales organizadas.
Conclusiones
Este mapeo deja ver el trabajo que aún falta incentivar desde la perspectiva mul-
tisectorial; la incorporación del sector poblacional en la respuesta al problema
complejo del suicidio resulta indiscutible, situar la relevancia que tiene el creci-
miento constante de las tasas de muerte por suicidio y las pocas respuestas o nulas
en algunos estados de la República evidencian que aún es insuficiente. También
queda a reflexión cómo muchas acciones se orientan hacia la prevención como
nivel de acción en suicidiología, un elemento indiscutiblemente importante de
atender, pero también deja en evidencia las pocas respuestas provenientes desde
el sector clínico y la falta de mayor diversidad en cuanto a acciones en postven-
ción se refiere.
Por otro lado, el tipo de estructura en la que está conformada la  conlleva
a generarle mayores o menores probabilidades de que sus actividades se manten-
gan vigentes o puedan tener un mayor alcance, ya que, por lo general, el tipo
de estructura determina los mecanismos de sustentabilidad y financiamiento del
quehacer propio de la , que si bien la diversidad de respuestas apunta a que
varias de ellas llevan a generar costos en sus servicios, también realizan activida-
des que muchas veces no son costeadas y pueden generar un desgaste y debilita-
miento dentro de la estructura organizacional cuando la variable tiempo se hace
mayor.
Este mapeo genera una fotografía del país desde las acciones que activamente
han decidido llevar a cabo diversos sectores desde la comunidad, sin embargo,
queda pendiente el análisis respecto al impacto y cómo es que llevan a cabo sus
154 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
actividades, ya que generar una respuesta, por sí solo, no es garantía de que se
atiende el problema de la mejor manera, para ello es necesario profundizar en
su análisis. De igual manera, es necesario evidenciar las limitantes del proyecto
en el cual se sitúa, principalmente que las respuestas incorporadas son las que de
una u otra manera han publicitado su quehacer en diversas plataformas vincula-
das al internet, dejando la posibilidad de existencia de más respuestas, pero que
no se tengan documentadas desde la web. No obstante, lo anteriormente pre-
sentado contribuye a enriquecer al actual Programa Nacional de Prevención del
Suicidio, al exponer las acciones que se ejecutan desde la comunidad para que
puedan incorporarse como ese eslabón faltante para dar una respuesta integral y
multifactorial al complejo problema del suicidio en el país.
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8 ENTRE FAMILIARES Y AMIGOS:
UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
DE SU INFLUENCIA EN EL
CONSUMO DE ALCOHOL
EN ADOLESCENTES
Enedina Quiroga Sánchez
Natalia Calvo Ayuso
David Bermejo Martínez
Cristian Martin Vázquez
Rubén García Fernández
Universidad de León España
Resumen
Introducción: El aumento significativo del consumo de alcohol entre los ado-
lescentes ha emergido como una preocupación crítica para la salud pública.
Este fenómeno no sólo está asociado a las consecuencias negativas del alcohol,
sino también a la rápida adopción de este comportamiento por parte de los
adolescentes. Múltiples factores de riesgo y protección, anclados en el entorno
familiar y las relaciones sociales del adolescente, influyen en este patrón de
consumo. Objetivo: Examinar la influencia del entorno familiar y de iguales
en el consumo de alcohol de los adolescentes españoles. Metodología: Bús-
queda bibliográfica entre los meses de mayo a octubre de 2023. Resultados: La
literatura revisada destaca la importancia crucial de las relaciones con el grupo
de iguales en el inicio del consumo de alcohol, mientras que la familia desem-
peña un papel decisivo en la consolidación de este comportamiento como un
hábito arraigado. En este contexto, la prevención del consumo y abuso de alco-
hol adquiere una dimensión esencial desde la perspectiva de la promoción de
la salud, siendo fundamental en el proceso de socialización que comienza en la
infancia. La activa participación de la familia se revela como un componente
clave en esta estrategia preventiva, destacando la necesidad de no limitarse exclu-
sivamente al individuo. Conclusiones: Abordar este problema desde la infancia,
involucrando a la familia de manera activa, se presenta como una estrategia efec-
tiva para mitigar los riesgos asociados al consumo de alcohol en la adolescencia
158 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
y fomentar un desarrollo saludable. La activa participación familiar y la conside-
ración de factores sociales emergen como pilares fundamentales para abordar efi-
cazmente este desafío de salud pública.
Introducción y justificación
La actualidad refleja un creciente consumo de alcohol entre adolescentes, atri-
buible a su fácil disponibilidad y a su estatus como droga legal (Substance Abuse
and Mental Health Services Administration and Center for Behavioral Health
Statistics and Quality, 2021). Este fenómeno ha generado preocupación al cono-
cerse que la edad promedio de inicio en el consumo es de 14.0 años y el impacto
significativo que tiene en la salud pública. Si bien, es cierto que, la edad de inicio
se ha ido retrasando en la última década, desde los 13.7 años de 2010 hasta los
14.0 actuales, sigue representando una edad de inicio demasiado precoz (Minis-
terio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2022).
Esta revisión analiza las variables psicosociales que influyen en el consumo
de alcohol en adolescentes, destacando el entorno familiar y el grupo de iguales.
Tras la revisión de la literatura seleccionada, se proponen estrategias de educa-
ción para la salud y de intervención enfermera para prevenir el abuso en el con-
sumo de alcohol.
La adolescencia, una fase de transición, se caracteriza por cambios nota-
bles a nivel biológico, psicológico y social, lo que la convierte en un periodo de
mayor susceptibilidad al desarrollo de conductas de alto riesgo. Durante esta
etapa, el consumo de alcohol a menudo replica patrones de comportamiento
propios de los adultos (Acosta Madueño y Padrós Blázquez, 2023; Morales et
al., 2019). La teoría del Aprendizaje Social de Bandura destaca la influencia de
los modelos parentales en la adopción de actitudes hacia el alcohol (Cleveland
et al., 2014).
La Organización Mundial de la Salud () considera al alcohol como una
droga, dadas sus propiedades adictivas, la tolerancia y los síntomas de abstinen-
cia. Sin embargo, en lo relativo al consumo moderado de ciertas bebidas alco-
hólicas, como el vino, para la sociedad sigue estando vinculado con el patrón
saludable de dieta mediterránea y de su efecto cardioprotector (World Health
Organization, 2018).
El alcoholismo se caracteriza por la dependencia física y psicológica, con
consecuencias negativas en la salud biopsicosocial (American Psychiatric Asso-
ciation, 2023; , s. f.). La  define la salud como “un estado de completo
8. Entre familiares y amigos 159
bienestar físico, mental y social del individuo” (Del Toro Kondeff et al., 2019),
y el alcoholismo representa su opuesto, con altas tasas de mortalidad (Jokinen
et al., 2021).
El consumo de alcohol en la población joven tiene numerosas consecuen-
cias negativas, incluyendo problemas afectivos, síntomas depresivos, problemas
hepáticos, sexo no planificado, intoxicación etílica aguda, accidentes de tráfico,
problemas escolares, comportamientos delictivos y consumo de otras sustancias
(Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2022).
La influencia de los padres y los compañeros en la percepción del alcohol
es significativa, incluso cuando los padres expresan su desaprobación. El acceso
de los jóvenes al alcohol ha aumentado, con un inicio típico entre los 11 y 16
años, y una prevalencia más alta entre estudiantes de 14 a 18 años (Couceiro
et al., 2020).
El consumo de alcohol en adolescentes, que a menudo se produce en entor-
nos visibles para los compañeros, como discotecas, bares y en el llamado “bote-
llón” (entendido como la reunión de personas donde se da el consumo de alcohol)
(Simón Saiz et al., 2020; Visser et al., 2013), es influenciado por varios factores
intrínsecos y extrínsecos, incluyendo la búsqueda de diversión, la baja autoestima,
la presión de los compañeros y la imitación de conductas (Couceiro et al., 2020).
Además, es importante destacar que los patrones de consumo están evolucionando
en el contexto español.
Se ha observado un aumento en el patrón de consumo de alto riesgo conocido
como binge drinking, caracterizado por el consumo de grandes cantidades de alco-
hol en un corto periodo, en comparación con años anteriores. Así, 15.4% de la
población informa haber participado en esta práctica en los últimos 30 días, cifra
superior a la registrada en 2020. Este tipo de consumo de alto riesgo se concentra
especialmente en el grupo de edad de 20 a 24 años. Por otro lado, el consumo en el
contexto del “botellón” parece haber experimentado una disminución en compa-
ración con años anteriores: 7.4% de la población reporta haber participado en esta
actividad en el último año, en contraste con 9.9% de 2020. Estos datos su brayan la
importancia de comprender y abordar los factores que influyen en el consumo de
alcohol entre los adolescentes en un contexto en constante cambio.
La educación y el ambiente familiar son cruciales en la formación de acti-
tudes hacia el alcohol (Acosta Madueño y Padrós Blázquez, 2023), así, los esti-
los parentales autoritarios, democráticos, indulgentes y negligentes influyen en
el comportamiento de los adolescentes (Schuler et al., 2019). En esta línea, los
160 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
padres que abusan de sustancias pueden transmitir actitudes negativas hacia el
alcohol (Jokinen et al., 2021).
La relación familiar afectuosa, la comunicación abierta y la promoción de
la autoestima son factores protectores que disminuyen el consumo de alcohol
(Sahed y Jourdain, 2020). Los compañeros consumidores, la baja autoestima y
las conductas delictivas son factores de riesgo en la relación con el grupo de igua-
les (Morales et al., 2019).
La imagen positiva del alcohol y la presión del grupo son influencias signifi-
cativas en el consumo (Sahed y Jourdain, 2020). La necesidad de encajar en el
grupo y cumplir con los estándares culturales de masculinidad también puede
llevar a un mayor abuso de alcohol en algunos adolescentes (Schuler et al., 2019;
Shek et al., 2020).
En resumen, el grupo de iguales desempeña un papel fundamental en el ini-
cio del consumo de alcohol, mientras que la relación familiar influye en la con-
solidación de este hábito. Se requieren estrategias de educación para la salud
centradas en el entorno familiar y social para prevenir el consumo abusivo. La
familia desempeña un papel crucial en la formación de actitudes hacia el alcohol,
y el sistema familiar es un ámbito social primordial para la prevención (Shek et
al., 2020; Van Ryzin et al., 2012).
Enfocándonos en el fortalecimiento de la gobernanza y la colaboración inter-
sectorial, así como en la atención a los determinantes sociales de la salud, esta
revisión resalta la importancia de diseñar estrategias integrales para prevenir el
consumo de alcohol en adolescentes. La activa participación familiar y la consi-
deración de factores sociales emergen como pilares fundamentales para abordar
eficazmente este desafío de salud pública (Chen et al., 2019).
A partir de las consideraciones previas, el propósito central de esta revisión
bibliográfica es examinar la influencia del entorno familiar y de iguales en el
consumo de alcohol de los adolescentes. Este estudio busca, además, explorar la
relación entre los factores sociales y el consumo de alcohol en el contexto ado-
lescente, con el objetivo de comprender a fondo esta conexión. La consecución
de estos objetivos marcará el desarrollo de las futuras estrategias educativas para
la salud que apunten a prevenir el consumo excesivo de alcohol entre los adoles-
centes. Además, ayudará a focalizar las intervenciones enfermeras en el entorno
familiar y social que influye en el desarrollo de los adolescentes, promoviendo así
enfoques integrales para abordar la problemática del consumo de alcohol en esta
población.
8. Entre familiares y amigos 161
Metodología
Se realizó una amplia búsqueda bibliográfica entre los meses de mayo a octubre
de 2023 con el fin de identificar aquellos estudios con mayor relevancia sobre
la influencia parental y social en el consumo de alcohol en los adolescentes en
España, y la planificación de estrategias orientadas a prevenir dicho consumo,
utilizando como palabras clave: “alcoholism, abusive alcohol consumption, ado-
lescence, drug family participation, family prevention, peer influence”.
Se confeccionó una estrategia de búsqueda mediante la combinación estraté-
gica de los operadores booleanos AND y OR, descriptores indexados en Mesh y
en DeCs, términos libres y tesauros específicos.
Con el propósito de alcanzar los objetivos establecidos, se llevó a cabo una
exhaustiva búsqueda en diversas bases de datos, incluyendo Pubmed, Scopus,
Biblioteca Cochrane Plus y Wiley Online Library. Se utilizaron el inglés y el cas-
tellano como idiomas de búsqueda. El periodo de revisión abarcó desde 2010
hasta marzo de 2020, los últimos diez años, con la intención de excluir el factor
COVID-19 y focalizarnos en la información más reciente y relevante. La excep-
cionalidad de la situación posterior a marzo de 2020, marcada por la evitación
del COVID-19, puede alterar el patrón de consumo habitual.
También se realizó una búsqueda inversa a través de la revisión de la biblio-
grafía de los artículos encontrados con anterioridad y la obtención de informa-
ción directa desde las páginas web de la Organización Mundial de la Salud y el
Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías. Se completó este pro-
ceso con una búsqueda en Google académico con los descriptores utilizados
con el fin de verificar si había algún documento que no se hubiese incluido con
anterioridad.
Para el proceso de búsqueda, se establecieron una serie de criterios, tanto de
inclusión como de exclusión. De esta manera, se consideraron aptos para esta
revisión y fueron susceptibles de inclusión aquellos estudios que abordaban la
incidencia o prevalencia del consumo de alcohol en la población adolescente.
Además, se incluyeron investigaciones relacionadas con la prevención del con-
sumo de sustancias en adolescentes. Finalmente, se limitó la búsqueda a estu-
dios en las áreas de enfermería, medicina, psicología y trabajo social. Por otro
lado, se consideró como criterio de exclusión que fueran investigaciones relacio-
nadas con la temática de estudio donde la muestra no estuviera compuesta por
adolescentes.
162 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Tras varias búsquedas y una selección concisa e íntegra de los artículos, abar-
camos 45 que fueron de interés mutuo con nuestra revisión. Segundas lecturas
nos permitieron descartar trabajos según los criterios establecidos, es decir, aque-
llos que no se ajustaban a los cánones marcados en nuestros objetivos. Con un
total de 14 artículos y bibliografía anexa a estos, planteamos y ratificamos nues-
tros objetivos. Se utilizó el gestor bibliográfico Mendeley con el fin de facilitar la
gestión bibliográfica, permitiéndonos de este modo una organización más senci-
lla de la información.
Resultados y discusión
El consumo de sustancias ha evolucionado hacia un serio problema de salud
pública en la sociedad actual, siendo el inicio temprano durante la adolescen-
cia un desafío crítico en los esfuerzos preventivos. El propósito de esta revisión
es analizar el consumo de alcohol en la población adolescente, enfocándose en
la interrelación entre factores de riesgo en el ámbito personal del adolescente,
incluyendo su entorno familiar y social. Dentro del ámbito familiar, se examina
el impacto del consumo de alcohol por parte de los padres, la estructura familiar
y el funcionamiento de la unidad familiar. En el ámbito social, se profundiza en
la relación entre los adolescentes, el consumo de sustancias dentro de su grupo de
iguales y las conductas antisociales que contribuyen a entornos propicios para el
consumo de sustancias (Guttmannova et al., 2012).
Analizando de manera más detallada cada uno de los contextos, en la influen-
cia familiar, se evidencia que los progenitores actúan como modelos de compor-
tamiento para sus hijos (tabla 1). Los patrones de consumo de alcohol por parte
de los padres son adoptados por los hijos como conductas normales, incluso
cuando algunas de ellas son inapropiadas (Fosco et al., 2012). Se han encontrado
indicios de la heredabilidad del alcoholismo, con una transmisión aproximada
de 50% en hijos cuyos padres eran consumidores nocivos de alcohol. Además, la
exposición prenatal a esta sustancia se ha vinculado estrechamente con diversos
trastornos en la edad adulta (Schlauch et al., 2013).
Tabla 1. Evidencias de la influencia familiar en el consumo de alcohol
y modelos de comportamientos en adolescentes
Título, autor y fecha Tipo de estudio
y muestra Variables Instrumento de
medida Hallazgos relevantes
An adaptive approach to
family-centered intervention in
schools: linking intervention
engagement to academic
outcomes in middle and high
school (Stormshak et al., 2009)
Longitudinal,
998 adolescentes
de 11 a 17 años.
Nota media escolar,
absentismo escolar, presencia
paterna, uso de sustancias en
adolescentes, participación
de amigos desviados y
conflicto familiar.
Family Check-Up
(), Drinker’s
Check-Up y análisis
.
Intervenciones centradas en la
familia con impacto positivo
no sólo en el consumo de
sustancias, sino también en la
asistencia y logros académicos.
Do physical abuse, depression,
and parental substance use
influence patterns of substance
use among child welfare
involved youth? (Snyder y
Smith, 2015)
Longitudinal,
822 adolescentes
de 11 a 17 años.
Uso de sustancias, depresión
infantil, abuso físico y de
sustancias por parte de
los padres, demografía y
convivencia con uno o
ambos progenitores.
Encuesta Nacional
del Niño y
del Bienestar
Adolescente II
( II), - y
cuestionario sobre
depresión infantil
().
Jóvenes que experimentaron
factores estresantes durante
la infancia y adolescencia
están predispuestos a
mayor consumo de alcohol.
Convivencia con ambos
progenitores actúa como factor
de protección.
Examining explanatory
mechanisms of the effects of
early alcohol use on young
adult alcohol dependence
(Guttmanova et al., 2012)
Longitudinal,
808 participantes
desde los 10 a los
33 años.
Inicio temprano en consumo
de alcohol, funcionamiento
familiar y uso de bebidas
alcohólicas por parte de los
padres.
Diagnostic Interview
Schedule ().
Exposición temprana al
consumo de alcohol por parte
de los padres vinculada a
posible dependencia alcohólica
en adolescencia y etapa adulta.
Título, autor y fecha Tipo de estudio
y muestra Variables Instrumento de
medida Hallazgos relevantes
Family relationships and
parental monitoring during
middle school as predictors
of early adolescent problem
behavior (Fosco et al., 2012)
Longitudinal,
179 adolescentes.
Dinámica parental, conexión
paterno-filial, conflicto entre
hermanos y presencia de
problemas conductuales del
adolescente.
Encuesta
protocolizada
del Instituto de
Investigación de
Oregón.
Relaciones familiares estrechas
y con apoyo reducen el riesgo
de consumo de sustancias y
problemas de comportamiento
en jóvenes.
Family structure, family
processes, and adolescent
smoking and drinking (Brown
et al., 2011)
Transversal,
13,282
estudiantes de 7º
y 12º grados.
Hábito tabáquico, consumo
de alcohol, estructura
familiar, socialización y
modelado maternal.
Encuesta Adolescent
to Adult Health
(AddHealth).
Convivir con ambos
progenitores actúa como
factor de protección, mientras
que hijos de madres solteras
o familias reconstituidas
presentan mayor consumo.
Perspectives on children’s
experiences in families with
parental substance misuse and
child protection interventions
(O’Connor et al., 2014)
Transversal, 27
familias afectadas
por consumo de
sustancias.
Variables sociodemográficas,
violencia y negligencia en el
seno familiar.
Family Environment
Scale (),
General Health
Questionnaire
(-12), Maudsley
Addiction Profile.
Consumo parental de
sustancias asociado a aumento
de violencia doméstica y
negligencia hacia los hijos,
con impacto en el consumo de
sustancias.
The moderating effect of family
involvement on substance use
risk factors in adolescents with
severe emotional and behavioral
challenges (Schlauch et al.,
2013)
Longitudinal,
4,786
adolescentes de
11 a 18 años
y sus padres o
tutores.
Variables sociodemográficas,
antecedentes familiares
de abuso de sustancias
e internalización y
externalización de problemas
del adolescente.
Escala  y
cuestionario
 para evaluar
problemas de
comportamiento.
Cuestionario -
para evaluar uso de
sustancias.
Participación familiar
asociada a menor consumo
de sustancias y problemas
de comportamiento en
adolescentes.
8. Entre familiares y amigos 165
En cuanto a la estructura familiar, un análisis más detallado revela diferentes
hábitos y comportamientos. Los adolescentes provenientes de familias monopa-
rentales o reconstituidas muestran un consumo de alcohol 1.5 veces mayor que
aquellos criados por ambos progenitores biológicos casados. Estos últimos pre-
sentan 75% menos de probabilidad de consumir diversas sustancias (Schlauch et
al., 2013). Al examinar las figuras parentales por separado, se destaca la influen-
cia clave de la figura materna en el consumo de sustancias. Los núcleos familiares
con madres consumidoras de alcohol están asociados a una mayor probabili-
dad de que sus hijos adolescentes consuman la sustancia. Por otro lado, aquellas
familias donde las madres no consumían alcohol o lo hacían de manera esporá-
dica, sin alcanzar niveles nocivos, estaban relacionadas con un menor riesgo de
consumo de sustancias por parte de sus hijos (Van Ryzin y Dishion, 2014).
En resumen, los principales comportamientos de riesgo están mayormente
vinculados a familias con madres solteras, familias reconstituidas o aquellas con
ambos progenitores donde el apoyo materno es débil.
En relación con el funcionamiento familiar, diversas características negativas
influyen en el adolescente, aumentando el riesgo de consumo de alcohol. Entre
éstas, se destacan la negligencia parental, el abuso de sustancias por parte de los
padres, la violencia doméstica, la ansiedad, la privación socioeconómica y el des-
empleo parental (Meisel y Colder, 2015). La asociación entre el conflicto paren-
tal y el recurso al consumo de alcohol por parte del adolescente conlleva, en la
mayoría de los casos, a un bajo rendimiento académico. Además, se asocia con
una variedad de comportamientos de riesgo para la salud del adolescente, como
el abuso de otras sustancias (policonsumo), actividad sexual precoz y sin protec-
ción, depresión, violencia y actos vandálicos (Guttmannova et al., 2012).
En cuanto al apoyo familiar, se ha comprobado que la creación de víncu-
los emocionales satisfactorios entre padres e hijos, caracterizados por el apoyo,
afecto, comunicación abierta y promoción de la autonomía, favorecen un desa-
rrollo positivo en el adolescente. Relaciones familiares estrechas, participación
en actividades familiares, vigilancia y reglas sobre el uso de sustancias reducen el
riesgo de consumo de alcohol en los adolescentes. Además, están asociadas con
una menor incidencia de depresión, intentos de suicidio y un mayor éxito acadé-
mico (Snyder y Smith, 2015; O´ Connor et al., 2014).
En conclusión, la familia puede actuar tanto como un factor de riesgo como
de protección, desempeñando un papel central en la prevención del consumo de
alcohol y otras conductas de riesgo. Los resultados de la revisión de la literatura
sugieren que las intervenciones deben centrarse en el conjunto familiar en lugar
166 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
de sólo en el individuo. Ignorar el impacto del consumo en la familia podría des-
cartar una potencial fuente de apoyo (Guttmannova et al., 2012).
En un segundo plano, al analizar la influencia social, se evidencia que el con-
sumo de alcohol en la adolescencia refleja, en varias dimensiones, una forma de
adaptarse a la sociedad al adherirse a ciertas conductas rituales arraigadas en el
grupo, consideradas como normativas de manera implícita (McDonough et al.,
2016). Frecuentemente, los adolescentes alinean sus opiniones y comportamien-
tos con los de sus pares con el fin de ser aceptados en el grupo (Goldberg- Looney
et al., 2016).
La literatura revisada señala dos motivaciones comunes, aunque no exclu-
sivas, que sustentan gran parte de nuestra revisión: el consumo de alcohol está
impulsado por el deseo de experimentar un mejor estado emocional en busca de
diversión y desinhibición (recompensa interna) y la búsqueda de una mayor apro-
bación social (recompensa externa). Esta última se manifiesta en la percepción
externa de que los adolescentes bebedores son más admirados, populares y respe-
tados por el resto del grupo (Franken et al., 2016; Romo-Avilés et al., 2016).
Además, se ha observado que la influencia social varía según la edad, el sexo
y la raza del adolescente. Por ejemplo, los hombres de raza blanca en las prime-
ras etapas de la adolescencia son más influenciables socialmente que aquellos más
cercanos a la adultez. En cambio, en los hombres adolescentes de raza negra, se
aprecia una mayor influencia familiar que social (Rowan, 2016).
En relación con el sexo femenino, se ha registrado un aumento en el consumo
de alcohol en las últimas décadas, principalmente justificado por la presión del
grupo, aunque no llega a los niveles del sexo masculino (Rowan, 2016). La varia-
ble de la edad tiene una gran influencia en el acceso a la compra de bebidas alco-
hólicas. La mayoría de los adolescentes comienzan el consumo antes de los 18
años, la edad legal para el consumo en España, lo que genera conexiones entre
grupos que incluyen mayores de edad, otorgando un estatus más adulto o solici-
tando a estos la compra de bebidas alcohólicas (Romo-Avilés et al., 2016).
Un aspecto relevante es la variación en los escenarios de consumo, pasando de
bares, pubs y celebraciones familiares, a concentrarse en parques y plazas durante
los fines de semana para realizar el denominado “botellón”. El consumo de alco-
hol en espacios públicos se convierte en un elemento clave para la socialización,
donde un mayor consumo se traduce en una mayor popularidad (Romo-Avilés
et al., 2016; Rowan, 2016).
En resumen, y tomando en consideración lo expuesto anteriormente, se des-
taca que el consumo de alcohol durante la adolescencia implica una serie de
8. Entre familiares y amigos 167
cambios psicosociales. Entre estos cambios, se incluye la ruptura de amistades
que rechazan el consumo, ya sea debido a un menor desarrollo puberal o a la
negativa ante dicha conducta.
Conclusiones
En resumen, esta revisión bibliográfica arroja luz sobre la problemática del con-
sumo de alcohol en la población adolescente, resaltando su relevancia en el con-
texto de la salud pública. El consumo de alcohol durante la adolescencia conlleva
riesgos significativos para la salud física, mental y social, y está estrechamente
vinculado al consumo abusivo en la edad adulta. Resulta preocupante que, a
pesar de la abundante información disponible sobre las consecuencias negativas
del uso de sustancias, el consumo persista y comience a edades más tempranas
debido a la vulnerabilidad a la que están expuestos los adolescentes.
La revisión abordó diversas variables, destacando el papel crucial del entorno
familiar en la orientación del comportamiento adolescente respecto al alcohol.
El consumo de alcohol por parte de los padres se asocia con una actitud posi-
tiva hacia la sustancia y se considera un factor de riesgo, mientras que las familias
que fomentan relaciones basadas en el afecto, el apoyo y la supervisión adecuada
actúan como factores protectores. Además, la influencia social desempeña un
papel destacado, ya que el grupo de iguales puede influir en el inicio del con-
sumo de sustancias.
En consecuencia, la adolescencia emerge como una etapa compleja que
requiere la atención de profesionales de diversos campos para concienciar a los
jóvenes sobre las graves consecuencias del consumo y abuso de alcohol. Desde
una perspectiva crítica y basándonos en los cuidados de enfermería, justificar la
prevención del consumo de alcohol se posiciona como una estrategia esencial
para la promoción de la salud. Esta prevención debe iniciarse desde la infancia,
implicando activamente al entorno familiar.
En relación con las estrategias de prevención e intervención enfermera, el
alcohol, siendo una droga legal y socialmente aceptada, presenta desafíos en su
abordaje preventivo. Los programas preventivos realizados en la escuela con la
colaboración del personal sanitario son valorados positivamente por los adoles-
centes, destacando la importancia de la colaboración entre el personal sanitario
y los docentes. Identificamos tres niveles de actuación en la prevención: educa-
ción sanitaria para informar a los jóvenes sobre los riesgos del alcohol, actuacio-
nes preventivas en el seno familiar que involucran a toda la familia, y actividades
168 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
orientadas a modificar el ocio y tiempo libre de los adolescentes. Las interven-
ciones preventivas deben ser realistas, objetivas y basadas en evidencia científica,
con los profesionales de atención primaria ocupando una posición óptima para
llevar a cabo esta labor.
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Visser, L., de Winter, A. F., Veenstra, R., Verhulst, F. C. y Reijneveld, S. A.
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parents’ perceptions of friends during adolescence modify peer influence?
The TRAILS study. Addictive Behaviors, 38(12), 2841-2846. https://doi.
org/10.1016/j.addbeh.2013.08.013
World Health Organization. (2018). Global status report on alcohol and health
2018. . https://www.who.int/publications/i/item/9789241565639
9 CONOCIMIENTOS SOBRE LA
ENFERMEDAD Y CONSUMO DE
ALCOHOL EN ADULTOS CON
DIAGNÓSTICO DE DIABETES
MELLITUS TIPO II
Juan Yovani Telumbre Terrero
Lucely Maas Góngora
Lubia del Carmen Castillo Arcos
Leidy Sofía Javier Rivera
Universidad Autónoma del Carmen
Resumen
Introducción: Las enfermedades no transmisibles representan un problema de
salud pública, al ser caracterizadas como de larga duración y con implicaciones
individuales y colectivas, además de ser el resultado de una combinación de múl-
tiples factores. Objetivo: Determinar la relación de los conocimientos sobre la
enfermedad y consumo de alcohol en pacientes con diagnóstico de diabetes melli-
tus tipo II. Metodología: Estudio cuantitativo de tipo correlacional llevado a
cabo en 236 adultos con diagnóstico de diabetes mellitus tipo II de Ciudad del
Carmen, Campeche, a través de un muestreo no probabilístico a conveniencia. Se
utilizó el cuestionario conocimiento de diabetes mellitus y el , la captura y
análisis se llevaron a cabo en el programa estadístico  V23. Resultados: 58%
corresponde al género femenino, 52.2% vive con su esposa o esposo, 56% trabaja
actualmente, 30.5% cuenta con secundaria y 60.2% profesa una religión. Asi-
mismo, 39.7% presenta conocimientos malos o inadecuados en diabetes, por tipo
de consumo predomina un consumo sensato con 27.9%; se identificó una rela-
ción de los conocimientos en diabetes (rs = 0.409, p= .001) con el consumo de
alcohol . Conclusiones: Se destaca la importancia de analizar los factores
que pudieran determinar el consumo de alcohol en personas con diabetes melli-
tus y que pudieran determinar su estilo y calidad de vida.
Palabras clave: diabetes mellitus, consumo de alcohol, conocimientos
174 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Introducción
Actualmente, las Enfermedades No Transmisibles () se caracterizan por ser de
larga duración y con implicaciones a corto, mediano y largo plazos en el indivi-
duo y su familia, las cuales se deben a la combinación de factores genéticos, fisio-
lógicos, ambientales y de comportamiento (Ramos et al., 2014). Actualmente,
las  son causantes de 74% de las muertes, se consideran la principal causa de
muerte y discapacidad a nivel mundial; las cuatro enfermedades que represen-
tan 80% de todas las muertes prematuras son las enfermedades cardiovasculares,
los cánceres, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes (Organización
Mundial de la Salud [], 2022).
En América Latina y el Caribe, las  causan cada año casi cuatro de cada
cinco defunciones (79%), además, es inevitable que esta cifra aumente en los
próximos decenios como consecuencia del crecimiento y el envejecimiento de la
población, la urbanización, la exposición a los factores de riesgo y hábitos poco
saludables (Organización Panamericana de la Salud [], 2020).
El caso de México no difiere mucho de estas cifras, a nivel nacional, la dia-
betes mellitus tipo II () es la segunda causa de muerte y primera de disca-
pacidad, tanto en hombres como en mujeres (Instituto Nacional de Estadística
y Geografía [Inegi], 2023). Se debe considerar que la  trae consigo impor-
tantes repercusiones sociales y económicas para la familia, como la pérdida del
empleo por incapacidad o por muerte prematura de uno de sus miembros; para
las instituciones de salud, los costos directos por atención primaria representan
45% del monto destinado al manejo de la  y los costos indirectos (por mor-
talidad prematura o incapacidad) representan el restante 55% (Ayala-Moreno et
al., 2020).
Se ha identificado que el consumo de tabaco y alcohol, la inactividad física y
los malos hábitos alimenticios aumentan el riesgo de complicaciones de la 
que restan calidad de vida, como la insuficiencia renal, amputaciones y afectacio-
nes visuales, principalmente (, 2023). En población adulta mexicana, la pre-
valencia del consumo de alcohol es de 55.5%, es mayor en hombres (67.3%)
que en mujeres (44.6%), el consumo excesivo de alcohol en los últimos 12 meses
fue de 40.4%, así, 19.2% de la población adulta reportó consumo de alcohol
con frecuencia mensual, y en relación con la escolaridad, existió mayor preva-
lencia en aquellos con mayor grado de estudios, y el nivel socioeconómico alto
fue un factor para un mayor consumo excesivo en comparación con el nivel bajo
(Ramírez-Toscano et al., 2023). Se debe puntualizar que el consumo de alcohol
9. Conocimientos sobre la enfermedad y consumo de alcohol en adultos 175
es un factor de riesgo para un gran número de enfermedades, incluidas la ,
y es el sexto factor de riesgo de muerte y discapacidad en el país (Institute for
Health Metrics and Evaluation [], 2023).
Además, se deben considerar los determinantes sociales del país y de la región
que son fundamentales y dan lugar a los resultados en materia de salud de las
regiones, la  (2023) los define como las “circunstancias en que las personas
nacen, creen, trabajan, viven y envejecen”, considerando los factores ambientales,
biológicos, conductuales, sociales, económicos, laborales, culturales y servicios
de salud, lo anterior da como resultado las grandes diferencias para dar respuesta
a estas problemáticas (De la Guardia y Ruvalcaba, 2020). En particular, la 
implica una patología de gran complejidad, en donde interactúan distintos fac-
tores sociodemográficos y comportamentales (Heredia y Gallegos Cabriales,
2022). Ante este panorama, se hace evidente que una forma de controlar las 
es centrarse en reducir los factores de riesgo y fortalecer los factores de protec-
ción ante dichas enfermedades (De Dienheim-Barriguete et al., 2020), los cuales
se encuentran en el entorno individual, familiar y social, ligadas a la baja per-
cepción de riesgo, al desconocimiento de las enfermedades y a los estilos de vida
inadecuados (Vega-Angarita, 2020).
En este sentido, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades ha
sido un eje fundamental en la política de salud pública en México para la reduc-
ción de la carga de las  y con ello contribuir a mejorar la calidad de vida en el
país (Secretaría de Salud, 2018).
La promoción de la salud brinda a las personas las herramientas que necesitan
para controlar mejor los factores que afectan su salud y mejorarla, esto ayuda a
combatir las enfermedades transmisibles y no transmisibles, así como otros peli-
gros sanitarios (De La Guardia y Ruvalcaba, 2020). Dado que los factores deter-
minantes de la salud son su objetivo principal, la promoción de la salud incluye,
por tanto, acciones dirigidas a mejorar las capacidades de las personas, así como
las dirigidas a cambiar las condiciones sociales, ambientales y económicas para
dar a las personas un mayor control sobre los factores que determinan su salud
(Heidemann, 2020; Isidro-Olán et al., 2022).
En esta investigación se plantea estimar la relación de los conocimientos sobre
la  y el consumo de alcohol en este grupo poblacional, lo que es de gran
relevancia, ya que como se observa, aborda dos problemáticas complejas relacio-
nadas con la salud; este ejercicio científico pretende aportar información con-
fiable que sirva de base para el abordaje de este grupo con intervenciones con
mayor posibilidad de éxito.
176 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Objetivo
General
Determinar la relación de los conocimientos sobre la enfermedad y con-
sumo de alcohol en pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus tipo II.
Específicos
Describir las características sociodemográficas de los participantes.
Describir los conocimientos en diabetes en adultos de los participantes.
Estimar la prevalencia y tipo de consumo de alcohol en adultos con diag-
nóstico de diabetes mellitus tipo II.
Metodología
Diseño de estudio
Se realizó un estudio cuantitativo (Rodríguez y Cabrera, 2007) de tipo descrip-
tivo correlacional (Sousa et al., 2007), dado que se pretende describir los conoci-
mientos en  y el consumo de alcohol en esta población, así como la posible
relación que pudiera existir entre las variables de estudio.
Población, muestreo y muestra
La población estuvo conformada por adultos con diagnóstico de  de Ciu-
dad del Carmen, Campeche, México, que acudieron a recibir atención en una
institución de salud pública durante el periodo de mayo a junio de 2023. Se
realizó un muestreo no probabilístico (Hernández-González, 2021) por con-
veniencia, dada la facilidad y disponibilidad de los participantes en un tiempo
determinado, por lo que se contó con la participación de 236 adultos con diag-
nóstico de  que decidieron contribuir de manera voluntaria en el estudio;
los sujetos de estudio presentaron un rango de edad de entre 37 y 88 años.
Instrumentos de medición
Como instrumento de medición se utilizó una cédula de datos personales
diseñada ad hoc para los fines de la investigación, donde se abordan aspectos
9. Conocimientos sobre la enfermedad y consumo de alcohol en adultos 177
personales y sociodemográficos de los participantes, como sexo, trabajo, estado
civil, escolaridad y religión.
En función de las variables de interés, se hizo uso del Cuestionario de Conoci-
mientos en Diabetes (Uribe y Abarca, 2021), versión en español, el cual consta de
24 reactivos que se agrupan en tres dimensiones: conocimientos básicos sobre la
enfermedad (10 preguntas), control de la glucemia (7 preguntas) y prevención
de complicaciones (7 preguntas). Cuenta con una escala de respuesta de sí, no y
no sé; para fines de esta investigación, se consideró adecuada la respuesta cuando
se contestaba apropiadamente el reactivo, en caso contrario, era incorrecta. Para
una mejor interpretación, se consideró un conocimiento adecuado con una pun-
tuación de 19 a 24 puntos, intermedio de 13 a 18, e inadecuado de 12 o menos
puntos (Guerrero-Pacheco et al., 2017), esta escala ha reportado una consistencia
interna de α= .78 y .85, así como validez de constructo en población mexicana
(Saldaña et al., 2007) y de Perú (Vilchez-Cornejo et al., 2020).
Para la medición del consumo de alcohol, se utilizó la Prueba de Identifica-
ción de Trastornos por Uso de Alcohol [] (Higgins-Biddle y Babor, 2018)
que evalúa el tipo de consumo de alcohol en los últimos 12 meses y los posibles
problemas que pudieran surgir a partir del consumo de alcohol por medio de
10 preguntas de opción múltiple, los reactivos del 1 al 3 abordan la frecuencia y
cantidad del consumo de alcohol, los reactivos del 4 al 6 exploran la posibilidad
de que exista dependencia y los reactivos del 7 al 10 se refieren a un consumo
dañino de alcohol. Se puede obtener una puntuación general de 0 a 40, donde
puntuaciones de 0-3 se consideran un consumo sensato, de 4 a 7 puntos con-
sumo dependiente y de 8 a más puntos consumo dañino (Lange et al., 2019).
En función de la confiablidad de la prueba, demuestra una sensibilidad y especi-
ficidad aceptables, lo que permite utilizar el  como medio de detección de
trastornos por consumo de alcohol, los cuales reportan un alfa de Cronbach de
.78 en población adulta (Reinert y Allen, 2002).
Procedimiento de recolección de la información
El procedimiento de recolección de la información se llevó a cabo de forma pre-
sencial, en un primer momento se contó con la aprobación del Comité de Inves-
tigación y Ética del Departamento de Investigación y Posgrado de la Universidad
Autónoma del Carmen bajo el registro FCS/1ERP2023/02. Seguidamente, se
realizó una visita a la institución de salud donde las personas asisten a la consulta
178 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
para informar sobre los fines de la investigación y solicitar la autorización corres-
pondiente. Una vez autorizado, se realizó el abordaje de los participantes en la
sala de espera, se les explicó el objetivo de la investigación, en caso de aceptar,
se hizo entrega de un consentimiento informado (Cañete et al., 2012) y de las
escalas, se estuvo al pendiente de cualquier duda o inquietud. Al finalizar el lle-
nado de los instrumentos, se agradeció la participación y se brindó información
sobre los cuidados ante la enfermedad y el consumo de alcohol, además, se hizo
entrega de un tríptico.
Aspectos éticos
Cabe señalar que en todo momento se respetó la integridad y confidenciali-
dad de los participantes, tal como lo señala el Reglamento de la Ley General de
Salud en Materia de Investigación para la Salud (Secretaría de Salud, 2013b),
que indica que en cualquier investigación donde el ser humano sea sujeto de
estudio, deberán prevalecer el criterio del respeto a su dignidad y la protección
de sus derechos y bienestar, además de proteger la privacidad del individuo
sujeto de investigación, identificándolo sólo cuando los resultados lo requieran
y éste lo autorice.
Además de considerar los estipulado en la Norma Oficial Mexicana
NOM-012-SSA3-2012, que define los elementos mínimos que deben cum-
plir de manera obligatoria los investigadores que realizan esta actividad en seres
humanos, apegándose de manera obligatoria a las disposiciones que establece
el marco jurídico-sanitario mexicano y a los principios científicos y éticos que
justifican la investigación médica en consonancia con los instrumentos inter-
nacionales universalmente aceptados y los criterios que en la materia emita la
Comisión Nacional de Bioética.
Análisis de la información
La captura y análisis de la información se llevaron a cabo a través del programa
 versión 23.0 para Windows, se hizo uso de la estadística (Calvache et al.,
2006) descriptiva (medidas de tendencia central y de dispersión) e inferencial
(correlación de Sperman) en función de los resultados de la Prueba de Normali-
dad de Kolmogorov-Smirnov.
9. Conocimientos sobre la enfermedad y consumo de alcohol en adultos 179
Resultados
Datos personales
En función de los datos sociodemográficos, se identificó una media de edad de
54.10 años (= 11.22, 37-88), 58% corresponde al género femenino, 56% tra-
baja actualmente, 52.2% vive con su esposa o esposo, 22.7% con sus hijos y
13.5% vive solo. Además, 30.5% cuenta con secundaria y 22.2% con carrera
profesional; 60.2% profesa una religión.
Características de salud
Por lo que respecta al estado de salud, los sujetos llevan con la enfermedad en pro-
medio 8.87 años (= 5.2, 1-26), además, 93.7% manifestó llevar tratamiento,
91.8% asiste al médico y 20.8% presenta complicaciones. Así también, 55.6%
realiza dieta para el control de su enfermedad, pero 61.8% no hace ejercicio.
Conocimientos en diabetes
Por lo que respecta a los conocimientos en , de manera general, se identi-
ficó que 39.10% presenta conocimientos inadecuados y 33.8% conocimientos
adecuados. Al analizar por dimensiones, se destaca que 46.2% presenta conoci-
mientos básicos adecuados, 47% conocimientos inadecuados en el control de la
glucemia, y 44.7% conocimientos regulares en la prevención de complicaciones
(tabla 1).
Tabla 1. Conocimientos en dmtii
Conocimientos Inadecuados Regulares Adecuados
f%f%f%
Conocimientos de forma
general
92 39.1 64 27.1 80 33.8
Básicos sobre la enfermedad 33 14.3 93 39.5 110 46.2
Control de la glucemia 111 47 42 18 83 35
Prevención de
complicaciones
29 12.1 105 44.7 102 43.2
Nota: f= frecuencia, %= porcentaje, n= 236.
180 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Consumo de alcohol
En relación con el consumo de alcohol, los hallazgos muestran que 70.5% ha
consumido alcohol alguna vez en la vida, 50.2% en el último año, 36.7% en el
último mes y 25.1% en la última semana de la aplicación de la encuesta. Inicia-
ron el consumo en promedio a los 18.12 años (= 2.93, 10-25) y consumen
5.77 (= 3.2, 1-18) bebidas en una sola ocasión de consumo de alcohol. Al
interpretar las puntuaciones del  (tabla 2) en aquellas personas que refirie-
ron el consumo de alcohol en el último año, se estimó que 37.5% de los parti-
cipantes presenta consumo dañino, al analizar por sexo, los hombres presentan
mayormente un consumo dañino (54.7%) y las mujeres un consumo sensato
(41.2%).
Conocimientos en diabetes y consumo de alcohol
Por lo que respecta al objetivo de esta investigación, se identificó una relación
negativa de los conocimientos en diabetes con el consumo de alcohol de acuerdo
con el  (rs= -0.409, p= .001), lo que pudiera indicar que a menor conoci-
miento, mayor será el consumo de alcohol.
Tabla 2. Tipo de consumo de alcohol
según el audit global y por sexo
Tipo de consumo Total Hombre Mujer
f % f % f %
Consumo sensato 34 27.9 18 15.1 50 41.2
Consumo dependiente 42 34.6 37 30.2 47 39.2
Consumo dañino 45 37.5 66 54.7 24 19.6
Nota: f= frecuencia, %= porcentaje, n= 121 (personas que consumieron alcohol en el
último año).
Discusión
Se destaca que la población en estudio obtuvo una media de 54 años en pro-
medio, siendo mayor a lo reportado por Becerra-Partida et al. (2019), quienes
señalan una edad promedio de 51 años en pacientes que acuden a una Unidad
de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social en Guadalajara,
9. Conocimientos sobre la enfermedad y consumo de alcohol en adultos 181
Jalisco, México. En este sentido, se destaca que la edad promedio para desarro-
llar este padecimiento oscila entre los 30 a 59 años, sin embargo, el porcentaje
de personas diagnosticadas es mayor en el grupo de edad de 60 años o más, y
el de personas no diagnosticadas es mayor en el grupo de 40 a 59 años, lo que
indica en términos generales una mayor concentración en el grupo de personas
adultas mayores (Basto-Abreu et al., 2023).
Los resultados del estudio revelaron que predominó el sexo femenino, lo que
concuerda con lo reportado por Catalán et al. (2019) en una investigación reali-
zada en personas con  en cuatro comunidades del estado de Oaxaca, México.
Asimismo, es similar a lo reportado por Sánchez-Migallón (2020) en una inves-
tigación realizada en un centro de salud de España, donde 49.7% son varones y
51.3% mujeres con presencia de  que acuden a recibir atención médica.
En este sentido, los datos evidencian que las mujeres tienen mayor partici-
pación e iniciativa en actividades relacionadas con la salud, lo que les permite
tomar decisiones asertivas y responsables, además de identificar los factores de
riesgo y de protección que pudieran determinar la presencia o ausencia de alguna
enfermedad o alguna complicación (Bravo et al., 2018). Bajo esta misma línea,
se debe considerar el estado civil de las personas, especialmente aspectos ligados
a la dinámica familiar, dado que desempeña un papel importante en la toma de
decisiones y el cuidado personal, además de ser un factor decisivo para el auto-
cuidado (López-Uribe y Carachure-Abarca, 2021).
Por otra parte, 60.2% de los participantes profesa una religión, lo que con-
cuerda con Muñoz et al. (2015) al señalar que el uso de la espiritualidad y reli-
giosidad como medio de soporte y terapéutica pudieran mostrar resultados
favorables en el control y manejo de las enfermedades. Se ha evidenciado que,
en enfermedades crónicas, las creencias y el afrontamiento religioso permiten
un ajuste psicológico manifestado a través de un optimismo y esperanza para la
construcción de planes a corto, mediano y largo plazos, lo que permitiría una
mejora en la calidad de vida de las personas (Ramírez et al., 2022).
Asimismo, se encontró que los participantes tienen en promedio 8.87 años
con la enfermedad, lo que concuerda con Catalán et al. (2019), quienes indican
que los participantes manifestaron tener 8 años con el diagnóstico en comuni-
dades de Jamiltepec, San Lorenzo, Pinotepa Nacional y Huaxpaltepec, Oaxaca,
México. Así también, investigadores de Bucaramanga, Colombia (Rincón-
Romero et al., 2017), reportan una media de 10 años con el diagnóstico, con un
valor mínimo de 5 y máximo de 15 años, lo que pudiera estar relacionado con la
propia historia natural de la enfermedad.
182 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
Resulta importante que los profesionales de la salud y el sistema sanitario se
concentren en el ámbito de la atención primaria y de la comunidad donde se han
de desarrollar acciones de prevención, así como en la implementación de mecanis-
mos de seguimiento y control de los pacientes diagnosticados de  (López-
García et al., 2019). Se identificó que un alto porcentaje lleva el tratamiento y asiste
a las consultas, lo que concuerda con López-Uribe y Carachure-Abarca (2021), fac-
tor que evidencia que un diagnóstico oportuno es de vital importancia para iniciar
con el tratamiento y poder mantener un control del padecimiento. En consonan-
cia con lo anterior, Rincón-Romero et al. (2017) señalan la importancia de reali-
zar un abordaje integral desde la atención primaria de la salud, con la finalidad de
evaluar los factores que pudieran condicionar el estado de salud y la importancia
del fomento y adopción de estilos de vida saludables y sostenibles, que le permitan
adquirir las habilidades y competencia en el control de la enfermedad.
De manera puntual, 20.8% de los sujetos presenta complicaciones, lo que
difiere con lo reportado por Ovalle-Luna et al. (2019), al identificar que casi
un tercio de los sujetos de este estudio tenía una complicación aguda o cró-
nica de la diabetes y que, adicionalmente, 4.6% contaba con el diagnóstico de
otra comorbilidad. No obstante, Medina-Chávez et al. (2022) reportaron que el
pie diabético fue la complicación microvascular más frecuente (17%) y que las
amputaciones van en aumento de manera anual, además, la enfermedad renal
crónica fue diagnosticada en 7.7% de los pacientes y la prevalencia de retinopatía
diabética fue de 4.4 por ciento.
En este sentido, se debe concebir que las complicaciones que esta patología
presume pueden ser interpretadas como escenarios delicados, lo que genera un
alto número de ingresos a los hospitales y un alto impacto económico al sistema
de salud, por lo que resulta trascendental el estudio de la historia natural para un
abordaje integral (Jumbo et al., 2020).
De acuerdo con los conocimientos en diabetes en los adultos participantes,
se encontró que un porcentaje significativo presenta conocimiento inadecuado
de manera general, lo anterior concuerda con López-Uribe y Carachure-Abarca
(2021), pero difiere de lo reportado por López-Vaesquen et al. (2021), al seña-
lar que el nivel de conocimiento es bueno (58.4%) en los pacientes evaluados
del Hospital Materno Infantil de Loma Pyta en el periodo agosto-setiembre de
2019. Estas variaciones pudieran estar asociadas a las barreras socioeconómicas
de los sujetos, como edad, sexo, ocupación, nivel educativo y disponibilidad para
realizar cambios, pero también al acceso al conocimiento transmitido por el per-
sonal de salud (Farías-Vílchez y Ruíz, 2021).
9. Conocimientos sobre la enfermedad y consumo de alcohol en adultos 183
En relación con las dimensiones, se destacó que casi la mitad de la muestra
presenta conocimientos básicos adecuados, estos resultados son similares a los
encontrados por Casanova (2017). De igual manera, presentaron conocimiento
inadecuado en el control de la glicemia y conocimientos regulares en la preven-
ción de complicaciones en un porcentaje significativo, lo que difiere de los resul-
tados encontrados por Gómez-Encino et al. (2015), quienes refieren que los
conocimientos fueron adecuados en control glucémico y prevención de compli-
caciones en un alto porcentaje de los participantes.
Estos hallazgos permiten observar la importancia de que las personas tengan
conocimientos adecuados relacionados con su padecimiento, ya que les permi-
tirá tener mejor calidad de vida y aplicar medidas preventivas que contrarresten
complicaciones (Quintero-Medrano et al., 2018). Por tanto, se deben desarrollar
estrategias e intervenciones de apoyo educativo considerando en todo momento
las características sociodemográficas, las necesidades individualidades y las metas
terapéuticas de la población objetivo (Oviedo et al., 2019).
En cuanto a la prevalencia, se encontró un gran porcentaje (cerca de 75%) que
ha consumido alcohol alguna vez en su vida y en el último año, y de acuerdo con
las puntuaciones del , se presentó mayor consumo dañino en los varones,
datos que concuerdan con Garbey et al. (2018) al identificar que el consumo de
alcohol en personas con la enfermedad es alto, especialmente en los varones, ade-
más de estar asociado con la progresión de complicaciones de la diabetes y aumen-
tar el riesgo de hipoglucemia diferida. Bajo esta misma línea, Hechavarría Naranjo
et al. (2019) puntualizan que el consumo de alcohol por las personas con 
dificulta el control de los niveles de glucosa, por tanto, se presenta una falta de
adherencia al tratamiento, ocasionando descompensación metabólica aguda, ade-
más de hipoglucemias tardías posterior a 36 horas después de haber bebido.
En relación con el objetivo principal, que fue determinar la relación de los
conocimientos sobre la enfermedad y el consumo de alcohol en pacientes con
diagnóstico de , se mostró que a menor conocimiento, mayor será el con-
sumo de alcohol, estos resultados concuerdan con Rincón-Romero et al. (2017)
y López-Vaesken et al. (2021) al identificar que la mala adherencia de conduc-
tas de autocuidado, dentro de ellas el consumo de alcohol, se asocia a un menor
control de la enfermedad, lo que se traduce en complicaciones a corto plazo. Por
tanto, la falta de conocimiento sobre la enfermedad y el consumo de alcohol son
factores de riesgo que determinan el estilo y la calidad de vida de las personas.
Farías-Vílchez y Ruíz (2021) externan que la ignorancia o desconocimiento en
materia de diabetes es un factor determinante para la aparición de complicaciones
184 Promoción de la salud: experiencias de investigación y participación comunitaria
agudas y crónicas, invalidez y muerte prematura en pacientes diabéticos, por lo que
se debe fomentar la educación en salud haciendo uso de todos los medios posibles
para mantenerse cada día más informado en materia de diabetes.
Conclusión
Los hallazgos de la presente investigación permiten en un primer momento con-
textualizar la problemática de la  y las implicaciones clínicas que determi-
nan su evolución, donde los conocimientos que las personas adquieren sobre la
enfermedad deberían ser un punto clave para evitar daños neurológicos, renales,
retinopatías y amputaciones a una edad temprana, así como permitir un abordaje
integral de la persona.
En un segundo momento se visualiza la magnitud del consumo de alcohol,
considerado un problema de salud pública con implicaciones en la salud indivi-
dual y colectiva de las personas; los resultados muestran un alto consumo de alco-
hol que pudiera condicionar la aparición de posibles complicaciones en relación
con la  y, por ende, una reducción en la calidad de vida de las personas.
Es así que el estudio de estas variables permite evidenciar la situación actual
de la población y constituye un área de interés para que los profesionales de la
salud diseñen, ejecuten y evalúen intervenciones que permitan un abordaje holís-
tico de la persona a través de un equipo inter y multidisciplinar, con el obje-
tivo claro de evitar la aparición de la enfermedad en individuos sanos a través
del fomento de estilos de vida saludable. Y para las personas con un diagnóstico,
dotarlas de las herramientas necesarias que les permitan hacer frente a la enfer-
medad y las posibles complicaciones, por medio de estrategias educativas indivi-
duales y colectivas.
Es importante mencionar que las limitaciones de la investigación pudieran
estar asociadas a la medición de las variables que pueden ser modificadas por
múltiples aspectos en las cuales los sujetos nacen, crecen, se reproducen y mue-
ren. Se debe considerar también que los adultos pudieran presentar cambios en
los conocimientos sobre su enfermedad en función de las complicaciones que
pudieran presentar, elemento que no fue considerado en esta investigación.
Referencias
Ayala-Moreno, M. D. R., Mancilla-Rendón, M. E., Lozano-Arizmendi, M.
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rfmh.v20i2.2902
Promoción de la salud:
experiencias de investigación
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Introduction: The COVID-19 pandemic has had a direct impact on mental health. International organisations have emphasised the vulnerability of indigenous people. Digital Mental Health approaches deliver online therapy as an evidence-based, effective, and accessible treatment option for common mental health problems. However, the evidence regarding these approaches is limited in indigenous populations. The objective of this study is to describe the design, development, and evaluation of the efficacy of a self-applied online intervention regarding the psychological symptoms of depression, anxiety, and fear of COVID-19 in a sample of the Maya population. Method: A prospective longitudinal quantitative study was designed, where a single group was measured before and after receiving the online intervention. This study took place from April to September 2021 and consisted of six sessions delivered via WhatsApp in Spanish and Mayan. Results: The initial assessment was implemented with 82 participants who were evaluated using the Patient Health Questionnaire, Scale for Generalised Anxiety Disorder and the Fear of COVID-19 Scale; 18 participants remained in the intervention for the post-assessment. Statistical differences were observed in PRE and POST measures of depression and anxiety, but not in fear of COVID-19. Conclusions: This study produced positive results for the first online mental health intervention implemented in the Latin American indigenous population. Future studies might consider developing similar interventions for other indigenous communities in Latin America.
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Objetivo. Caracterizar los patrones de consumo (actual y excesivo) de alcohol en adolescentes y adultos mexicanos. Material y métodos. Se analizó información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (Ensanut Continua 2022) representativa a nivel nacional y regional. Se estimaron las prevalencias de consumo de alcohol actual y consumo excesivo de alcohol en los últimos 12 meses y 30 días. Resultados. En adolescentes, las prevalencias de consumo actual de alcohol, excesivo en los últimos 12 meses y 30 días fueron de 20.6, 13.9 y 5.2%. En adultos, las prevalencias de consumo actual de alcohol, excesivo en los últimos 12 meses y 30 días fueron 55.5, 40.4 y 19.1%. Las prevalencias fueron mayores en hombres que en mujeres, con diferencias significativas en adultos. En adolescentes, las prevalencias fueron mayores a mayor edad, nivel socioeconómico y en aquellos sin estudios. En adultos, las prevalencias fueron mayores a menor edad, mayor nivel socioeconómico y escolaridad, y en áreas metropolitanas. Conclusión. Estos resultados muestran la necesidad de fortalecer las acciones de implementación, seguimiento y protección ofrecidas por la estrategia SAFER para prevenir y reducir el consumo nocivo de alcohol en adolescentes y adultos.
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Social Media Influencers (SMIs) refer to content creators, entertainment and art vloggers, online gamers, online streamers and any other activities related to social media. SMIs have gained significant portion of media today replacing tradition media and increasingly interacting in education, economy and entertainment world. The aim of this study is to investigate the influence of SMIs on adolescents' behavior including intellectual, social, ethical and healthy aspects from the adolescents' perception and perspectives in Middle East countries. Online survey included 27 items was structured and distributed in five Middle East countries. By using convenience sampling, 1612 adolescents (aged 12–22) have completed the questionnaire. Results revealed that SMIs have positive significant impact on adolescents' intellectual aspect while this impact was also significant but negative with different degrees on social, ethical health aspects of adolescents in Middle East countries. Results also revealed that Facebook, what's app and Instagram were the most dominants social media platforms used among adolescents in Middle East countries. This study yields major theoretical contribution as it explores the SMIs influence on adolescents in Middle East and building examination tool based on characteristics and culture of Middle East region.
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The association between well-being, sense of belonging, connectedness to community, and meaningful participation in daily life occupations was theoretically proved and demonstrated in several health conditions or specific age groups. This study aimed to investigate an interplay between well-being, sense of belonging, and connectedness, and meaningful participation in a range of daily life occupations among healthy adults of working age in Israel. Participants (N = 121; age: M = 30.8, SD = 10.1; women: N = 94, 77.7%) completed standard instruments to evaluate the main constructs through an internet survey. A variety of communities, that the participants reported to belong to, were not different in the sense of belonging and connectedness, participation dimensions, and well-being. An association was found between sense of belonging and connectedness, the participation subjective dimension, and well-being (0.18 < rp < 0.47, p < 0.05). Sense of belonging explained in a significant way the variance in well-being (F(3) = 14.7, p < 0.001; R2 = 0.274) and was found to be a mediator between participation and well-being (1.86 < Sobel test < 2.39, p < 0.05). The study provides empirical support to the interrelationship between meaningful participation, sense of belonging and connectedness, and well-being in a healthy population. Participation in a range of meaningful activities that contribute to the sense of belonging and connectedness as a universal concept could further promote well-being.
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En este artículo se analiza la relación entre la cohesión social y la satisfacción con la colonia, un indicador del bienestar de los residentes. Usando datos de una encuesta aplicada a habitantes de dos colonias en Monterrey, Nuevo León, calculamos un índice de cohesión social considerando una serie de atributos del medio ambiente social (confianza vecinal, participación vecinal, comportamiento participativo e identidad vecinal) para relacionarlo con el grado de satisfacción con su colonia. Estimamos diferentes especificaciones por probit y probit ordenado. Encontramos evidencia de que la cohesión social tiene una relación positiva y estadísticamente significativa con el grado de satisfacción con la colonia. Este resultado contribuye no sólo a la literatura relacionada, sino a validar los programas sociales y la política pública cuyo objetivo es aumentar el bienestar de los ciudadanos a través de acciones encaminadas a mejorar la cohesión social.
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Objective: to construe and validate a podcast for teen sexual and reproductive health education. Method: a methodological study was conducted based on Freire’s perspective. The podcast was construed based on the Knowledge about Sexuality Questionnaire applied to 60 adolescents and an integrative literature review. Eleven experts conducted the validation process. Internal consistency was evaluated using Item-level Content Validity Index ≥0.78 and Cronbach’s alpha ≥0.700. Results: four podcast episodes were produced with the adolescents’ participation using the radio play format, addressing sex and sexuality, contraceptive methods, human immunodeficiency virus (HIV) and Acquired Immunodeficiency Syndrome (AIDS) and other sexually transmitted infections. The podcast episodes last between 8 and 11 minutes and was validated with Item-level Content Validity Index = 0.87 and Cronbach’s alpha = 0.951. Conclusion: the podcast was validated for teen sexual and reproductive health education and constitutes a tool for health professional practices, particularly nurses, as well as autonomous use by adolescents.
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Antecedentes: la resiliencia en un recurso psicológico relacionado con mejoras significativas en la salud de personas con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) y se vincula con el afrontamiento religioso y la espiritualidad y menores índices de estrés. Objetivos: analizar la relación entre el estrés percibido y la resiliencia, así como los efectos directos e indirectos y totales de espiritualidad y afrontamiento religioso mediante un modelo de mediación hipotetizado en personas con DMT2. Método: estudio transversal con un total de 216 participantes, el 41.2% son hombres y el 58.8% mujeres, con rango de edad de 30 a 78 años (M = 56.63, DE = 11.27). Se utilizó la Escala de Estrés Percibido (PSS-14), Escala de Espiritualidad (SS), Inventario de Estrategias de Afrontamiento Religioso (IEAR) y el Cuestionario de Resiliencia. Resultados: el afrontamiento religioso media la relación entre estrés y resiliencia al presentar un efecto indirecto significativo (β = -.05, EE = .02, IC 95% (-.09, -.01)), mientras que la espiritualidad no es un predictor significativo en la asociación (β = .03, EE = .03, IC 95% (-.09, .03)). Conclusiones: se encuentra evidencia acerca del efecto de mediación que posee la variable afrontamiento religioso entre el estrés percibido y la resiliencia, así como de la relación que mantiene la espiritualidad con la resiliencia en personas con DMT2.
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Introducción: Las lenguas indígenas son utilizadas por instancias públicas en comunicaciones sobre la emergencia COVID-19 aunque los materiales disponibles aún son limitados, y en ocasiones no son accesibles. Objetivo: Generar comunicaciones en salud acordes a la realidad del grupo indígena más numeroso de México: el pueblo maya. Metodología: Se conformó un equipo multidisciplinario de trabajo, se realizó una búsqueda de materiales oficiales y un sondeo en comunidades mayas, para identificar las necesidades de información. Se realizó la adecuación lingüística y considerando las condiciones socioculturales. Resultados: Los productos se realizaron con audio en maya, pues la mayoría de los mayahablantes no lee en su lengua. Se elaboraron tres videos y un programa de seis episodios de podcasts en formato digital y de radio tradicional. Incluyen información general de salud y temáticas que han tenido limitada cobertura en lengua maya. Conclusión: Con las comunicaciones generadas, se espera contribuir a una mayor equidad en la información en el marco de COVID-19 y a visibilizar la importancia de la lengua maya para los mensajes de salud.
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At the onset of the COVID-19 pandemic, thousands of mutual aid groups were established on social media and operated as platforms through which people could offer or request social support. Considering the importance of Facebook mutual aid groups during the early stages of the COVID-19 pandemic in the United Kingdom but also the lack of empirical research regarding the trajectories and types of social support rendered available through the groups, our aims in this paper are threefold; first, to examine the trajectory of social support-related activity during the period between March–December 2020; second, to compare offers and requests of support during the peaks of the first and second waves; third to provide a rich analysis of the types of social support that were offered or requested through the online mutual aid groups. Quantitative findings suggest that online social support activity declined soon after the peak of the first pandemic wave and, at least in Facebook mutual aid groups, did not reach the levels observed during the first wave. Also, the number of offers of support during the first wave was higher compared to offers during the second wave, and similar was the case for requests for support. Additionally, offers for support were higher compared to requests for support during both the first and second waves. Finally, qualitative analysis showed that people used the Facebook mutual aid groups to offer and request various types of practical, emotional, and informational support. Limitations as well as implications of our study are considered.