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Marjales mediterráneos como recurso didáctico para el desarrollo de competencias en la Educación Secundaria y Bachillerato. Estudio de biofacies a través de la lupa binocular

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En este trabajo se propone un taller a desarrollar en las etapas educativas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y/o Bachillerato, con objeto de reforzar la competencia científica y medioambiental. Para ello se propone un taller transversal entre varias asignaturas que promuevan el interés de los estudiantes por las zonas húmedas costeras y los organismos microscópicos que habitan en ellas. En este contexto, se propone utilizar como hilo conductor la influencia del mar en estos humedales a través de la presencia de especies de algunos organismos (foraminíferos y ostrácodos) adaptadas a vivir en ambientes con mayor o menor salinidad. El objetivo principal es destacar la importancia de estos espacios, la mayor parte de los cuales están incluidos en alguna figura de protección ambiental, de ámbito europeo, nacional y/o autonómico. Por otro lado, para adquirir la competencia científica se pretende introducir al alumnado en herramientas básicas de interpretación de medios sedimentarios costeros que permitan determinar las variables ambientales más significativas. Para ello, en primer lugar, se ofrece una base teórica en la que se indican los fundamentos sobre los que se basa la interpretación, acompañada de una amplia recopilación de webs de contenido audiovisual y de recursos bibliográficos de libre acceso. En segundo lugar, se propone un taller práctico basado en una experiencia previa desarrollada en el marjal de Almenara, con una diversidad de recursos que permite la interpretación de cambios ambientales dentro de estos espacios y, por tanto, la determinación de las variables responsables
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Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 173
ISSN (edición impresa): 1132-9157 - (edición electrónica): 2385-3484 Pags. 173-185
Marjales mediterráneos como recurso didáctico para el
desarrollo de competencias en la Educación Secundaria
y Bachillerato. Estudio de biofacies a través de la lupa
binocular
Mediterranean marshes as a teaching resource for the
development of skills in Secondary Education. Study of
biofacies through the binocular microscope
Ana María Blázquez1, Jordi Guillem2, María López-Belzunce1,
Ana Rodríguez-Pérez1 y Juan Usera2
1 IMEDMAR-UCV. Instituto de Medio Ambiente y Ciencia Marina. Universidad Católica de Valencia. C/ Guillem de
Castro, 94. 46003. Valencia. E-mailss: ana.blazquez@ucv.es; malobel.belzunce@gmail.com, ana.rodriguez@ucv.es
2 Departamento de Geología. Universitat de València. C/ Doctor Moliner, 50. Burjassot.
E-mails: jorge.guillem@uv.es. juan.usera@uv.es
Resumen En este trabajo se propone un taller a desarrollar en las etapas educativas de la Educación
Secundaria Obligatoria (ESO) y/o Bachillerato, con objeto de reforzar la competencia científica
y medioambiental. Para ello se propone un taller transversal entre varias asignaturas que
promuevan el interés de los estudiantes por las zonas húmedas costeras y los organismos
microscópicos que habitan en ellas. En este contexto, se propone utilizar como hilo conductor
la influencia del mar en estos humedales a través de la presencia de especies de algunos
organismos (foraminíferos y ostrácodos) adaptadas a vivir en ambientes con mayor o menor
salinidad. El objetivo principal es destacar la importancia de estos espacios, la mayor parte de
los cuales están incluidos en alguna figura de protección ambiental, de ámbito europeo, nacional
y/o autonómico. Por otro lado, para adquirir la competencia científica se pretende introducir
al alumnado en herramientas básicas de interpretación de medios sedimentarios costeros
que permitan determinar las variables ambientales más significativas. Para ello, en primer
lugar, se ofrece una base teórica en la que se indican los fundamentos sobre los que se basa la
interpretación, acompañada de una amplia recopilación de webs de contenido audiovisual y de
recursos bibliográficos de libre acceso. En segundo lugar, se propone un taller práctico basado
en una experiencia previa desarrollada en el marjal de Almenara, con una diversidad de recursos
que permite la interpretación de cambios ambientales dentro de estos espacios y, por tanto, la
determinación de las variables responsables.
Palabras clave: Competencia científica, educación Secundaria/Bachillerato, marjales y lagunas costeras,
microorganismos, taller didáctico.
Abstract In this paper a workshop is proposed to be developed in the educational stages of Secondary
Education, in order to acquire scientific and environmental competence. To do this, a cross-
sectional workshop is proposed between several subjects that promote students’ interest in
coastal wetlands and the microscopic organisms that inhabit them. In this context, it is proposed
to use the influence of the sea in these wetlands as a common thread, through the presence of
species of some organisms (foraminifera and ostracods) adapted to living in environments with
greater or lesser salinity. The main objective is to highlight the importance of these environments
most of which are are included in some figure of environmental protection (european, national
or regional level). On the other hand, in order to acquire scientific competence, the aim is to
introduce students to basic tools for interpreting coastal sedimentary environments in order to
determine the most significant environmental variables. To achieve this, first of all, a theoretical
basis is provided, indicating the fundamentals on which interpretation is based, accompanied by
an extensive compilation of websites with audiovisual content and freely accessible bibliographic
resources. Afterwards, a practical workshop is proposed based on a previous experience
developed in the Almenara marsh, which illustrates the process of identifying the relevant
variables and interpreting the main environmental changes.
Keywords: Coastal lagoons and marshes, educational workshop, microorganisms, scientific competence,
secondary education.
Experiencias
e ideas para
el aula
174 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
INTRODUCCIÓN
El taller que se propone introduce al alumnado
de las etapas educativas de la ESO y Bachillerato en
varios temas cruciales para su educación escolar,
social y medioambiental.
En primer lugar, permite trabajar la competencia
científica a través del estudio de organismos adap-
tados a vivir en distintas partes de los humedales
en función de la cercanía al mar. Esto implica el de-
sarrollo de todas las fases de un trabajo científico,
es decir, la recogida de muestras, trabajo de labo-
ratorio (con lupas binoculares), interpretación de
los resultados y difusión de los mismos a través de
diversos canales (web del instituto, presentación en
congresos o participación la Semana Cultural o en
concursos organizados por diversas instituciones
de ámbito nacional, autonómico o municipal). La
competencia científica y la importancia de impulsar
el conocimiento de las Ciencias de la Tierra en estos
ámbitos educativos está ampliamente desarrollado
por diversos autores (Pedrinaci, 2013, 2016, 2017;
Corbí, 2019).
En segundo lugar, se promueve la educación am-
biental y la sensibilización medioambiental a través
de la visita al humedal y del muestreo respetuoso
(sin molestar a la fauna, respetando la vegetación,
sin salirse de las zonas habilitadas para el paso, etc.).
Se puede aprovechar la salida para trabajar durante
la misma sobre la importancia de los espacios pro-
tegidos, el por qué de su existencia y las figuras de
protección actuales a nivel europeo, nacional, auto-
nómico o municipal.
En tercer lugar, permite trabajar competencias
transversales si se plantea como un proyecto mul-
tidisciplinar entre diversas asignaturas, tales como
Biología, Geología, Informática y Matemáticas. En
un enfoque aún más transversal, en la asignatura
de Ciencias Sociales podría tratarse la evolución de
los marjales y la acción antrópica desarrollada en
ellas desde el siglo XIX, en un contexto de evolución
demográfica, social y económica. Hay multitud de
herramientas en internet, disponibles para todos
los usuarios, a partir de las cuales se puede obte-
ner cartografías, imágenes de satélite e información
ambiental de diversa índole. Entre éstas destacan:
Instituto Cartográfico Valenciano. Visor Carto-
gráfico
Instituto Geográfico Nacional
Sistema de Información Geográfica del Ban-
co de Datos de la Naturaleza. Ministerio para
Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
• Instituto Geológico y Minero de España.
Por último, este trabajo puede fomentar entre
los estudiantes la capacidad para el trabajo coo-
perativo e interdisciplinar, el desarrollo del pensa-
miento crítico y las habilidades y actitudes cientí-
ficas. Además, puede contribuir a incrementar el
sentido de pertenencia a su entorno geográfico y
cultural y profundizar, de ese modo, en el conoci-
miento, la valoración y el compromiso con su cui-
dado.
El curso más adecuado dentro de la ESO sería
ESO, en el “Bloque 3. Ecología y medio ambiente” y el
“Bloque 4. Proyecto de investigación” de la asignatu-
ra de Biología y Geología (Real Decreto 1105/2014, de
26 de diciembre, por el que se establece el currículo
básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del
Bachillerato). En los cursos anteriores se imparte muy
poca ecología, por lo que el taller puede resultar com-
plejo para la madurez del alumnado.
Para de Bachillerato el bloque idóneo para
Biología y Geología sería el “Bloque 4. La biodi-
versidad” y parte del “Bloque 6. Los animales: sus
funciones, y adaptaciones al medio”. Para 2º de Ba-
chillerato, en la asignatura de Biología podría desa-
rrollarse en el “Bloque 4. El mundo de los microorga-
nismos y sus aplicaciones”; en Ciencias de la Tierra:
“Bloque 1. Medio ambiente y fuentes de informa-
ción ambiental”, “Bloque 6. Circulación de materia
y energía en la biosfera”, “Bloque 7. La gestión y
desarrollo sostenible”. También en la asignatura de
Geología: “Bloque 5. Procesos geológicos externos”
y “Bloque 10. Geología de campo”.
PROPUESTA DE SECUENCIACIÓN DEL TALLER
El hilo conductor del taller es determinar la in-
fluencia marina a partir del estudio de la asocia-
ción de microorganismos en ambientes de marjal.
Se propone el uso de foraminíferos porque son un
grupo muy abundante y presente en casi todos los
ambientes salobres y salinos (Colom, 1974). Los fo-
raminíferos han sido utilizados en talleres similares
con una gran aceptación y aplicabilidad en estas
etapas educativas (Arenillas et al., 2000; Calonge
et al., 2001; Caracuel et al., 2004; Corbí et al., 2012,
Corbí, 2019). Como complemento se propone la ob-
servación de otros grupos como los ostrácodos y
gasterópodos, que también son característicos de
estos medios costeros.
Desde el punto de vista didáctico el alumnado
podrá, por un lado, conocer uno de los protozoos
más abundantes a nivel mundial en medios mari-
nos y costeros y aplicarlos para realizar inferencias
ambientales; por otro, practicar con herramientas
básicas en el estudio de las Ciencias de la Tierra,
como son las lupas binoculares y, por último, co-
nocer las lagunas y marjales como uno de los me-
dios sedimentarios costeros más frecuentes en el
Mediterráneo, a través de su recorrido y muestreo
en aquellos espacios recuperados como humedales
en las últimas décadas.
Una propuesta de secuencia del taller puede ser
la siguiente:
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 175
Estas sesiones se pueden repartir entre las dis-
tintas asignaturas implicadas o se pueden desarro-
llar durante la Semana Cultural, sin consumo de ho-
ras dentro del cronograma habitual.
Actividad 1: Se pueden introducir los siguientes
aspectos: a) foraminíferos, b) ostrácodos y gasteró-
podos, c) humedales costeros, d) alimentación hídri-
ca de los humedales.
a) Los foraminíferos son microorganismos que per-
miten determinar parámetros característicos del
agua y del medio en el que viven a partir de la
autoecología de la asociación dominante. Estos
protozoos unicelulares de hábitat marino pre-
sentan una gran variabilidad de especies, algu-
nas de las cuales soportan amplios rangos de
salinidad y temperatura, lo que les ha permitido
adaptarse a la vida en medios sedimentarios cos-
teros. Tienen caparazón calcáreo (formado por
carbonato de calcio segregado por el individuo)
o aglutinado (construido a partir de micropartí-
culas que recogen del fondo) (Colom, 1974). Pre-
sentan un núcleo diferenciado y pseudópodos
que pueden llegar a formar estructuras en forma
de red (reticulópodos), la cual cumple diferentes
funciones: fijación del organismo al sustrato,
captura de alimentos, eliminación de deshechos,
desplazamiento y construcción de la concha. Sus
tamaños en los ambientes costeros varían entre
100 micras y 1 mm y son muy abundantes (1 cm3
puede tener cientos de ejemplares).
Muchos marjales mediterráneos han sido estu-
diados a partir de los foraminíferos; es el caso
del marjal de Torreblanca (Guillem, 2008), el
Delta del Ebro (Alberola et al., 1991), el marjal de
Almenara (Sanjuan y Blázquez, 2017), las Salinas
de Santa Pola (Zaninetti, 1984a, 1984b), así como
otros puntos de la Península Ibérica, como por
ejemplo las rías de Bilbao (Leorri, 2003), Mus-
kiz, Plentzia o Gernika, en el País Vasco (Alday,
2004), las de Santoña y San Vicente de la Bar-
quera, en Cantabria, o las de Marín, Arousa, Fe-
rrol o Vigo o la bahía de Bayona, en Galicia (Diz,
2004). En Portugal se pueden mencionar las
lagunas costeras de Albufeira, Melides y Santo
André y los estuarios del Odiel, el río Piedras y
el Guadiana en Andalucía. Otro lugar de interés
para llevar a cabo una actividad práctica de este
tipo es el Mar Menor, en Murcia, y en estuarios
andaluces y cantábricos.
b) Otros grupos de organismos también son frecuen-
tes en estos medios sedimentarios costeros; es el
caso de los ostrácodos (crustáceos formados por
valvas articuladas también de composición calcá-
rea, con tamaños que varían entre 0,1 y 2 mm), y
gasterópodos (grupo muy diverso de moluscos,
que varía entre 1 y 5 mm de tamaño en aguas sa-
lobres). Estos grupos son de reducido tamaño lo
cual favorece una gran abundancia de organismos
en poca cantidad de sedimento y su presencia
generalizada en los ambientes sedimentarios cos-
teros. Por tanto, es muy fácil encontrarlos en cuer-
pos de agua permanentes y con algo de salinidad,
e incluso en aguas estacionales y dulceacuícolas
(Martínez Ortí, 2003; Guillem, 2008).
c) Respecto al medio sedimentario propuesto, los
marjales y lagunas costeras son muy frecuen-
tes en las costas mediterráneas (Dabrio, 1992;
Rosselló, 1993). Estos medios sedimentarios
forman la mayor parte de los humedales prote-
gidos. Desde el punto de vista morfogenético,
se trata de sistemas inundados con agua salo-
bre que se forman a partir del desarrollo de una
barrera que aísla este espacio de mar abierto
(Fig. 1). Esta barrera puede tener conexiones
con el mar denominadas bocanas o golas, en
torno a las cuales la influencia del medio ma-
rino es máxima (Fig. 2). En el Mediterráneo es-
pañol, los marjales actuales resultan del relleno
natural y antrópico de estos sistemas lagunares
(Rosselló, 1993), ya que son receptores de los
aportes sedimentarios procedentes de medios
continentales que los van colmatando (Fig. 3).
En este sentido, el factor humano ha jugado un
papel muy relevante ya que tradicionalmente
estos espacios han sido concebidos como un
potencial terreno agrícola y/o como un foco de
enfermedades, lo cual ha justificado la realiza-
ción desde el siglo XIX de planes nacionales y
Fig. 1. Esquema de un
sistema de isla-barrera-
lagoon con imágenes
de lupa binocular de
los sedimentos de los
subambientes más
destacables.
Fig. 2. Imagen de la gola
(bocana) del marjal de
Almenara.
176 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
regionales cuyo objetivo principal era su dese-
cación. Se trataba de vaciar el agua, a través de
canalizaciones hacia el mar, y de importar se-
dimentos (especialmente de canteras) para su
relleno (Obiol, 1993; Roselló, 1993). Tras este
período de transformaciones agrícolas y dese-
caciones promovidas por las administraciones
públicas durante el siglo XIX y mayor parte del
XX, el despertar medioambiental a partir de
los años 90 supuso la recuperación parcial y la
protección de la mayor parte de estos sistemas
(Fig. 4), muchos de los cuales están declarados
como parques naturales, que es, junto a los par-
ques nacionales, la figura de máxima protección
ambiental que tenemos en el territorio nacional.
En la actualidad, la actividad agrícola se desarro-
lla en estos medios costeros de forma habitual,
lo que implica, entre otras cosas, la desconexión
total con el mar abierto, dado lo perjudicial de la
salinidad en el suelo agrícola (Obiol, 1993). Este
hecho ha supuesto el cierre total de las bocanas
existentes a través de compuertas y sistemas
motorizados de expulsión de agua, en caso de
exceso hídrico en el marjal, evitando así arriesgar
el cultivo por el alzado de las compuertas.
La alimentación hídrica de estos sistemas es
básicamente a partir de agua dulce procedente
de surgencias subterráneas (denominados local-
mente ullals), de la escorrentía superficial y sub-
superficial y directamente de las precipitaciones.
El carácter dulceacuícola del marjal se percibe
claramente en las zonas más internas y, por tan-
to, más alejadas de la barrera y de la influencia
marina. Por tanto, en la mayor parte de los mar-
jales mediterráneos la influencia marina se limita
a la zona de contacto entre la barrera y el mar, a
través de dos procesos principales: la filtración
marina y la entrada de agua salada a través de
la barrera durante los episodios de temporales
(Rosselló, 1993).
Actividad 2: Salida de campo
La campaña de muestreo deberá diseñarse en
transectos, uno localizado en una posición lejana de
la influencia del mar, es decir, en la zona más interna
del marjal y otro situado hacia el área más próxima a
la costa, especialmente cercana a la bocana, esto es,
la zona donde se registra la mayor influencia marina.
Este modelo permite comprobar si existe varia-
ción de especies, así como de los índices de riqueza
y diversidad, que podrán calcularse a partir de los
foraminíferos extraídos en distintos puntos del mar-
jal en función de la salinidad. Para el muestreo se
debe arrastrar un muestreador unos 20 cm sobre el
fondo, recuperando los primeros tres centímetros.
Pueden hacerse muestreadores sencillos, como los
que aparecen en la figura 5. Inmediatamente des-
pués deben ser fijadas con formaldehído al 10% que
Fig. 5. Muestreador,
formado por un bote
de boca ancha que se
arrastra por el fondo.
Fig. 3. Imagen del marjal de Almenara, donde se ilustra el humedal actual y la abundancia
de vegetación, típica de los marjales mediterráneos.
Fig. 4. Imagen actual
del marjal de Almenara
donde se observa
la recuperación del
humedal tras su
completa colmatación
y el uso agrícola en los
alrededores. Nótese las
formas rectilíneas que
indican el límite de las
parcelas agrícolas que
han sido vaciadas por las
autoridades ambientales,
lo cual ha supuesto la
liberación del suelo
agrícola y la exposición
del nivel freático.
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 177
permite la conservación de los componentes no mi-
neralizados (Fig. 6).
Actividad 3: Trabajos de laboratorio
Una vez en el laboratorio se lavan las muestras
con tamices de luz 500 y 125 μm (técnica conocida
como levigado), para eliminar respectivamente las
porciones del sedimento más gruesa y fina y, poste-
riormente, se dejan secar. Si no se dispone de estu-
fas de laboratorio pueden usarse para el secado de
las muestras las lámparas de luz roja, muy baratas y
de fácil acceso. Por último, se procede al triaje de los
foraminíferos, es decir, a su observación bajo una
lupa binocular (Fig. 7). Para el triado es necesario
un pincel muy fino (mejor del nº 0), mojado en agua,
ya que los microorganismos se adhieren al pincel y
es fácil extraerlos de la muestra y depositarlos en
el porta-foraminíferos (Phillip, 2011). El número de
individuos a extraer por muestra es variable y de-
pende de qué tipo de estudio quiera hacerse a con-
tinuación. En un taller de este tipo sería suficiente
con 50 caparazones, apoyándose en el trabajo de
Patterson and Fishbein (1989), quienes sugieren
que las especies con más del 50% de la asociación
estarían representadas con este número. A conti-
nuación, los foraminíferos deben ser clasificados
por especies. La clasificación taxonómica se puede
basar especialmente en la World Register of Marine
Species (WoRMS), de acceso rápido, gratuito y fácil.
Por último, se lleva a cabo un recuento del número
de individuos de cada taxón.
Las muestras pueden distribuirse por grupos de
varios estudiantes y finalizar el taller compartiendo
y comparando los resultados de todos los equipos.
Se pueden tomar un par de muestras en la zona más
interna del marjal y otro par en la zona cercana a la
bocana. De esta manera, un grupo de 4 ó 5 estu-
diantes pueden trabajar una muestra; con dos lupas
cada equipo podría triar los 50 ejemplares en una
sesión de clase. La comparación entre las muestras
más continentales y las más costeras permitirá ob-
tener diferencias entre ambos ambientes sedimen-
tarios de forma clara.
Cuando se trata de determinar la asociación
de foraminíferos vivos en el momento de la reco-
gida de muestras se utilizan procedimientos de
tinción. Uno de ellos, el método de Walton (1952),
que consiste en tratar las muestras con el coloran-
te Rosa de Bengala (diluido al 1% y durante 1 h),
tiñe las proteínas de la célula, lo que permite dife-
renciar entre organismos teñidos (vivos en el mo-
mento de la recolección) de los no teñidos (muer-
tos). Posteriormente, se lavan (sobre un tamiz)
para eliminar el exceso de colorante. El método
dista de ser perfecto ya que también puede teñir
cualquier otro resto orgánico con proteínas que se
encontrasen en el interior de una concha (e.g. res-
tos de algas) por lo que deben considerarse como
vivos sólo los individuos que presenten una fuerte
tinción de color rosa intenso en una o varias de
las cámaras del caparazón. Este procedimiento es
útil si se llevan a cabo estudios estacionales con
muestreos periódicos a lo largo de un intervalo de
tiempo prolongado o si se quieren comparar las
asociaciones de individuos vivos (biocenosis) con
las asociaciones de conchas vacías (llamadas ta-
natocenosis). Al tratarse de sistemas relativamen-
te cerrados la composición de unas y otras suele
ser bastante similar.
Actividad 4: Trabajos de gabinete
a) Cálculo de índices
Respecto a los índices matemáticos propuestos,
la riqueza y diversidad ecológica de cada muestra se
calculan a partir del recuento de caparazones y su
clasificación taxonómica. Esta actividad puede ser
opcional y depender de la participación en el taller
de la asignatura de Matemáticas o incluso de Infor-
mática, ya que los cálculos también pueden realizar-
se en el aula de informática.
Existen muchos métodos e índices estadísticos
que permiten evaluar la diversidad. Se proponen
aquí los siguientes:
La riqueza específica de Margalef (DMg) (Mar-
galef, 1982) es una medida utilizada en ecolo-
gía para estimar la diversidad de una comuni-
dad en función de la distribución numérica de
los individuos de las diferentes especies y del
número de individuos totales en cada muestra.
S es el número de especies y N el número de
individuos en la muestra.
DMg= S - 1
lnN
Fig. 6. Fijación de la muestra con formol o alcohol (etanol)
tras ser recogida o en el laboratorio. Fig. 7. Imagen de los
materiales en fase de
estudio, como placa
de separación (izq.) e
imagen de sedimentos
típicos de marjal a
través del microscopio
binocular (der.)
178 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
El índice de diversidad de Shannon (H’) (Shan-
non-Wiener, 1949), deriva de la teoría de la
información y asume que la diversidad o infor-
mación de un sistema natural puede estimarse
de forma análoga a la información que contie-
ne cualquier mensaje. Pi es la proporción de la
especie i-ésima en la muestra.
H’=–∑pilnpi
Los resultados de estos índices calculados en
cada una de las muestras permitirán la com-
paración numérica de las muestras localizadas
a distintas distancias del nivel del mar, lo que
apoyará la comparativa en cuanto a las especies
o taxones encontrados.
A nivel estadístico, también se puede deter-
minar a qué tipo de orden pertenece cada es-
pecie a través de la WoRMS; contabilizando el
número de caparazones puede calcularse la
representación de cada orden. Por estudios
previos (Guillem, 2008; Sanjuan y Blázquez,
2017) se sabe que el orden Rotaliida (capara-
zón calcítico hialino) se sitúa en torno al 85%
de los caparazones, el orden Miliolida (capara-
zón calcítico opaco) supone en torno al 10%,
mientras que el orden Lituolida (caparazón
aglutinado) solo está representado por el 5%
de los caparazones recolectados. En las áreas
más internas es más dominante el orden Ro-
taliida mientras que el Miliolida es más fre-
cuente en las muestras con mayor influencia
marina.
b) Interpretación de biofacies
Esta interpretación puede realizarse bien a tra-
vés de la presencia de una o varias especies, bien
apoyándose en los índices de riqueza y diversidad. A
partir de experiencias previas (Sanjuan y Blázquez,
2017) (ver más abajo) en este tipo de ambientes se
pueden encontrar dos tipos de biofacies, que carac-
terizan a cada uno de los transectos.
La biofacies más continental (Biofacies A) es-
taría formada por una asociación de especies eu-
rihalinas (toleran amplios rangos de salinidad),
tales como: Ammonia tepida (Cushman), Cribroel-
phidium excavatum (Williamson), Trochammina
inflata (Montagu), Entzia macrescens (Brady), Pa-
raphysalidia paralica Guillem y Usera. Su diversi-
dad y riqueza son más bajas que las del transecto
más costero. En las zonas internas del marjal sue-
len aparecer entre 4 y 8 especies distintas en cada
muestra (Sanjuan y Blázquez, 2017). El índice esta-
dístico de riqueza de Margalef se sitúa en torno a 1,
mientras que los índices de diversidad de Shannon
se sitúan entre 0 y 1 (Sanjuan y Blázquez, 2017).
Los requerimientos autoecológicos de estas espe-
cies figuran en la Tabla I.
El resto de la biofacies está formado por ostrá-
codos (crustáceos) como Cyprideis torosa (Jones),
que soporta amplios rangos de salinidad, y cuando
la salinidad es más baja son frecuentes las especies
Ilyocypris gibba (Ramdhor) o las del género Cando-
na. Respecto a los gasterópodos son frecuentes es-
pecies del género Hydrobia y Melanopsis, cuyas exi-
gencias autoecológicas también son muy amplias.
Fig. 8. Localización de las muestras en el marjal de Almenara. M1-M8 se consideran
muestras con poca conexión marina. M9 y M10 se localizan en el canal (gola) que
comunica la zona húmeda con el mar abierto. La comunicación con el mar a través del
canal está regulada por compuertas.
Fig. 9. Representación de los índices de diversidad de Shannon y de riqueza de Margalef
obtenidos en las muestras del marjal de Almenara.
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 179
Especie Autoecología Foto de la especie
Ammonia tepida Suele ser ubicua en todos los marjales mediterráneos y en
toda la superfi cie inundada. Puede sobrevivir en un amplio
rango de temperaturas (0–35 ºC) y de salinidad (<1‰ a
>90‰) (Colom, 1974; Murray, 1991)
Descripción taxonómica: concha calcárea hialina bicon-
vexa o planoconvexa de desarrollo trocoespiral bajo.
Contorno redondeado o levemente lobulado. Abertura
umbilical-interiomarginal. Lado espiral evoluto (que deja
ver las vueltas anteriores) con suturas levemente arquea-
das y unas 6-9 cámaras en la última vuelta. Lado umbilical
involuto con un ombligo parcialmente cubierto por una se-
rie de proyecciones de la pared umbilical de las cámaras.
Cribroelphidium
excavatum
Suele ser ubicua en todos los marjales mediterráneos y
en toda la superfi cie inundada. Tolera un amplio rango de
temperatura y salinidad y puede hallarse en aguas tan-
to hipohalinas como hiperhalinas (Colom 1974; Murray,
1991).
Descripción taxonómica: concha calcárea hialina de desa-
rrollo planoespiral involuto con 8-10 cámaras en la última
vuelta. Contorno redondeado. Suturas rectas, deprimidas
y cubiertas en parte por puentes suturales que conectan
cámaras contiguas.
Trochammina
infl ata
Especie infaunal de ambientes salobres, estuarinos y de
marjal, aparece en sustratos limoarcillosos y con altos
aportes de materia orgánica. Tolera un amplio rango de
temperatura y salinidad y puede hallarse en aguas tan-
to hipohalinas como hiperhalinas (Colom, 1974; Murray,
1991)
Descripción taxonómica: concha constituida por partícu-
las sedimentarias de pequeño tamaño aglutinadas sobre
base orgánica y de color marrón. Desarrollo trocoespiral
con 5-7 cámaras muy globosas en la última vuelta. Om-
bligo abierto y profundo y contorno redondeado a lobu-
lado. Abertura interiomarginal arqueada bordeada por un
pequeño labio.
Paraphysalidia
paralica
Esta especie se ha hallado en lagos, lagunas costeras e
incluso en cuevas y cenotes, en aguas de salinidad varia-
ble entre oligohalinas (0,5–5‰) y polihalinas (18–30‰)
(Guillem y Usera, 2012)
Descripción taxonómica: pequeña concha calcárea hialina
de contorno reniforme (o en forma de “8”). Siempre forma-
da por tres cámaras, la mayor de las cuales se dispone en
oposición a las otras dos. Abertura interiomarginal en la
base de la última cámara.
Tabla I. Autoecología y
descripción taxonómica
de las especies de la
Biofacies A. Fotografías
al microscopio
electrónico de estas
especies pueden
encontrarse en Guillem
(2008).
180 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
En la Tabla II se indican las especies de ostrácodos y
gasterópodos más frecuentes.
La biofacies más costera (Biofacies B), suele
estar formada también por especies eurihalinas,
aunque en mayor número. Es frecuente encontrar
la asociación formada por Ammonia tepida (Cus-
hman), Cribroelphidium excavatum (Williamson),
Trichohyalus aguayoi (Bermúdez), Haynesina ger-
manica (Ehrenberg), P. paralica Guillem y Usera
Pseudolachlanella eburnea (d’Orbigny). Las espe-
cies A. tepida y C. excavatum suelen ser ubicuas
en todos los marjales mediterráneos y en toda la
superfi cie inundada. Las exigencias autoecológicas
de estas especies fi guran en la Tabla III. A. tepida,
C. excavatum, P. paralica ya han sido descritas an-
teriormente.
Especie Autoecología Foto de la especie
Entzia
macrescens
Especie infaunal de ambientes salobres, estuarinos y de mar-
jal, aparece en sustratos limoarcillosos y con altos aportes de
materia orgánica. Tolera un amplio rango de temperatura y
salinidad y puede hallarse en aguas tanto hipohalinas como
hiperhalinas (Colom, 1974; Murray, 1991)
Descripción taxonómica: concha constituida por partículas
sedimentarias de pequeño tamaño aglutinados sobre base
orgánica y de color marrón y comprimida lateralmente. De-
sarrollo trocoespiral bajo con 7-8 cámaras subtrapezoidales
alargadas en la última vuelta. Contorno redondeado a ovala-
do. Pequeña abertura interiomarginal ecuatorial. Puede haber
aberturas secundarias en la cara apertural de la última cáma-
ra.
Tabla I. (cont.)
Autoecología y
descripción taxonómica
de las especies de la
Biofacies A. Fotografías
al microscopio
electrónico de estas
especies pueden
encontrarse en Guillem
(2008).
Especie Autoecología Foto de la especie
Cyprideis torosa Esta especie vive en casi todo tipo de aguas hasta de una sa-
linidad del 30 por mil, aunque prefi ere las mesohalinas (5-30
‰ de salinidad). Habita a profundidades entre 0 y 30 m. Es
muy euritérmica (soporta amplios rangos de temperatura) y
no está ligada a un tipo de fondo especial. Su hábitat más co-
mún son los medios lagunares o en la desembocadura de los
ríos. Se piensa que la presencia de protuberancias en su capa-
razón (ondulaciones), depende de la salinidad del agua y que
su formación se produce por una adaptación del organismo
al peso específi co del agua dulce o salobre. En consecuencia,
los ejemplares provistos de protuberancias habitan principal-
mente en las aguas oligohalinas (<5‰ de salinidad), mien-
tras que las formas lisas aparecen sobre todo en las mesoha-
linas (Mateu, 1989).
Ilyocypris gibba Esta especie vive en aguas dulces u oligohalinas de salinidad
no superior al 3 por mil, sobre fondos limosos o fangosos en
aguas poco profundas. El tamaño de las protuberancias de su
caparazón, está también ligado a la salinidad del medio, como
en Cyprideis torosa (Mateu, 1989).
Candona sp. Las especies de este género tienen una gran resistencia vital
pudiendo sobrevivir en zonas donde el agua se ha evaporado.
No obstante, es sobre todo euritérmica. La especie pasa el in-
vierno en estado larvario, produciéndose dos generaciones,
una en primavera y otra en otoño. Se encuentra en aguas oli-
gohalinas y mesohalinas (Mateu, 1989).
Tabla II. Autoecología
de las especies
de ostrácodos y
gasterópodos.
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 181
Especie Autoecología Foto de la especie
Hydrobia sp. Las especies de este género tienen individuos masculinos y
femeninos. La mayoría de ellas viven en agua dulce, ya sean
ríos, lagos, etc., aunque algunas se encuentran en aguas sa-
lobres, incluso en las proximidades de los ambientes marinos
costeros. Su alimentación es a base de algas pluri o unicelula-
res y detritos (Martínez Ortí, 2003).
Melanopsis sp. Las especies de este género habitan aguas dulces en ríos,
estanques, arroyos, etc. Aunque pueden soportar salinidades
altas y períodos de desecación, son muy sensibles a las bajas
temperaturas, encontrándose en la mayoría de los casos en
aguas con temperaturas superiores a los 13° C. Es frecuente
en las surgencias de aguas termales de régimen léntico.
Habita sobre sustratos fi jos y duros y también sobre fondos
cenagosos o en la vegetación parcialmente sumergida (Mar-
tínez Ortí, 2003).
Tabla II.(cont.)
Autoecología de las
especies de ostrácodos y
gasterópodos.
Especie Autoecología Foto de la especie
Trichohyalus
aguayoi
Especie infaunal, eurihalina y detritívora, de aguas cálidas
y sustratos limoarcillosos, típica en albuferas y marjales del
Mediterráneo. Es característica en fondos someros y de poca
energía y aguas salobres con sedimentos de grano no y
abundantes restos vegetales. Tolera un amplio rango de sa-
linidad, habiéndose hallado tanto en aguas salobres como en
lagos hipersalinos (Usera et al., 2002).
Descripción taxonómica: concha calcárea hialina planocon-
vexa de desarrollo trocoespiral. Contorno ligeramente lobu-
lado. Abertura interiomarginal umbilical. Lado espiral evoluto
(que deja ver las vueltas anteriores) densamente perforado
con 8-11 cámaras alargadas en la última vuelta. Suturas depri-
midas curvadas. Lado umbilical involuto (no deja ver las vuel-
tas anteriores) y cubierto por una placa vesicular calcárea.
Haynesina
germanica
Especie infaunal, libre, eurihalina (0 a 30‰) y euritérmica (-2
a 32°C). Frecuente en estuarios y marjales en sustratos limo-
sos y limoarcillosos con un contenido variable en materia or-
gánica. En mar abierto es frecuente asociada a la presencia de
Posidonia oceanica, aunque no de forma constante; en cam-
bio es muy dominante en ambientes salobres y asociados a
limos y arcillas (Colom, 1974; Murray, 1991).
Descripción taxonómica: concha calcárea hialina de desarro-
llo planispiral involuto y biumbilicada (con ombligo en ambos
lados). Contorno redondeado o alargado. Abertura interiomar-
ginal arqueada parcialmente oculta por pústulas y situada en
la base de la cara apertural de la última cámara. Áreas umbili-
cales deprimidas y con pústulas.
Tabla III. Autoecología y
descripción taxonómica
de las especies de la
Biofacies B. Fotografías
al microscopio
electrónico de estas
especies pueden
encontrarse en Guillem
(2008).
182 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
En las zonas más costeras del marjal suelen
aparecer en torno a 25 especies en el área de mayor
influencia marina, cerca de la bocana. El índice de
riqueza de Margalef oscila entre 1 y 5, mientras que
el índice de diversidad de Shannon se sitúa entre 1 y
3 (Sanjuan y Blázquez, 2017).
La salinidad es uno de los principales factores
ambientales que pueden determinarse a partir del
análisis de biofacies. El aumento de salinidad indica
una mayor conexión con el mar, mientras que el do-
minio del agua dulce revela un mayor control de los
afloramientos subterráneos y de la escorrentía su-
perficial (precipitaciones directas o desbordamien-
tos de los cauces cercanos al marjal).
Para acabar, si se quisiera determinar qué es-
pecies viven en el marjal en el momento de la reco-
lección, los organismos con el citoplasma teñido se
aprecian claramente bajo la lupa binocular en las es-
pecies con conchas calcíticas hialinas (transparen-
tes). No obstante, al tratarse de un sistema cerrado
la asociación teñida (biocenosis) es bastante coinci-
dente con la asociación no teñida (tanatocenosis),
según se desprende de estudios previos (Sanjuan y
Blázquez, 2017).
A modo de resumen, en el diagrama de la figura
10 pueden apreciarse las distintas fases del taller.
Como se ha comentado, si las muestras son pro-
cesadas por grupos distintos de estudiantes una se-
sión final de puesta en común permitirá extraer las
conclusiones del taller por el conjunto de la clase.
La Tabla V contiene información complementaria
sobre los foraminíferos, de acceso libre y gratuito,
que permitirá realizar el taller de forma didáctica y
atractiva.
DETERMINACIÓN DE FACTORES
AMBIENTALES A TRAVÉS DE UN ESTUDIO
PREVIO
El marjal de Almenara fue objeto de estudio en
el 2017 por Sanjuan y Blázquez, cuyos resultados en
cuanto a la asociación de foraminíferos se indican
en la Tabla IV. Los organismos encontrados son muy
similares a los estudiados por Guillem (2008) en
el marjal de Torreblanca. El área recuperada como
marjal se representa en la figura 8, donde se loca-
lizan las muestras extraídas siguiendo un transecto
perpendicular a la costa.
Especie Autoecología Foto de la especie
Pseudolachla-
nella
eburnea
Especie epifaunal, eurihalina y euritópica presente en mar-
jales y estuarios. Coloniza sustratos duros y se ha reconoci-
do como autóctona de sedimentos de marjal, se desarrollan
significativamente en la fracción de tamaño arena. Tolera
amplios rangos de salinidad y temperatura (Colom, 1974; Mu-
rray, 1991).
Descripción taxonómica: concha calcárea aporcelanada lisa
y no perforada, de desarrollo inicial tipo quinqueloculina”.
Dos cámaras visibles en la última vuelta. Contorno alargado
y abertura en forma de arco y posición terminal en la última
cámara.
Rosalina medi-
terranensis
Especie de hábitat marino muy frecuente en el Mediterráneo.
Se asocia a ambientes de influencia marina. Ha sido muy cita-
da como epifita de Posidonia oceanica (Colom, 1974)
Descripción taxonómica: concha calcárea hialina de desarro-
llo trocoespiral, planoconvexa o incluso cóncavo-convexa. Cá-
maras alabeadas en forma casi de media luna separadas por
suturas curvadas hacia atrás en la cara espiral y subtriangula-
res en el lado umbilical. Apertura interiomarginal extraumbili-
cal. El lado espiral puede recordar a T. aguayoi pero carece de
la placa vesicular umbilical.
Tabla III. (cont.)
Autoecología y
descripción taxonómica
de las especies de la
Biofacies B. Fotografías
al microscopio
electrónico de estas
especies pueden
encontrarse en Guillem
(2008).
Fig. 10. Fases del taller.
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2) – 183
La asociación dominante en el marjal de Alme-
nara está formada por Ammonia tepida, Paraphysa-
lidia paralica, Trichohyalus aguayoi, Trochammina
inflata, Entzia macrescens, Haynesina germanica,
Pseudothurammina limnetis, Pseudolachlanella
eburnea, Bolivina pseudoplicata y Rosalina medi-
terranensis. Las dos últimas podrían servir como
ejemplo de especies asociadas a zonas de influen-
cia marina. El orden dominante es el Rotaliida, aun-
que se aprecia el aumento del orden Miliolida en las
muestras localizadas en la bocana.
Respecto a los índices de riqueza y diversidad,
las muestras M9 y M10 (localizadas en la gola), pre-
sentan una mayor diversidad de especies y un ma-
yor número de individuos que las recogidas hacia el
interior, pese al cierre antrópico de la bocana (Fig.
9). En las muestras más interiores (M1-M8) puede
observarse la dominancia del agua oligohalina (<5
de salinidad), aunque la presencia de forami-
níferos como Rosalina mediterranensis indicaría
el aumento de la salinidad (Tabla IV). Como puede
apreciarse en esta figura, la diversidad y riqueza de
foraminíferos aumenta progresivamente hacia posi-
ciones más cercanas a la costa, especialmente en la
estación M9, localizada en el canal. Esto se constata
con el análisis estadístico de grupos que indica la
zonación del marjal en dos subambientes principa-
les: uno el propio de marjal y otro en el canal-gola.
Spp Order M1 M2 M3 M4 M5 M6 M7 M8 M9 M10 Total %
Ammonia tepida Rotaliida 204 76 336 10 268 3234 4256 916 294 785 12 23 31522 53.6
Bolivina pseudoplicata Rotaliida 1 7 7 321 36 1.2
Haynesina germanica Rotaliida 9 16 1 4 323 370 12 123 4.3
Entzia macrescens Lituolida 7 8 7 7 1 30 1.0
Pseudolachlanella eburnea Miliolida 5 1 1 17 14 35 73 2.5
Paraphysalidia paralica Rotaliida 55 6286 925 16 38 231 610 16 237 110 514 18.1
Pseudothurammina limnetis Lituolida 9 38 2 49 1.7
Rosalina mediterranensis Rotaliida 4 11 7 137 759 2.0
Trichohyalus aguayoi Rotaliida 31 3 11 9 22 5 8 124 483 221 7.7
Trochammina inflata Lituolida 2 7 2 6 10 27 1.0
Nº de especies por muestra 9 4 4 10 5 7 8 11 28 21 34 100
Nº de individuos por muestra 314 301 381 309 302 323 50 297 310 251 2838 100
Tabla IV. Número de
individuos y especies
de foraminíferos
bentónicos estudiados
en el marjal de Almenara
cuya representación
es >1%. El número de
foraminíferos teñidos
está indicado en color
rojo.
Se recomienda consultar
la versión digital.
Recurso didáctico y acceso Breve descripción del recurso
Región de Murcia digital.
https://www.regmurcia.com/servlet/s.
Sl?sit=c,365,m,108&r=ReP-30570-DETALLE_REPORTAJES
Reportaje que contiene información general sobre los
foraminíferos y numerosas imágenes de diferentes
especies y muestras.
https://www.paradais-sphynx.com/ciencias-naturales/fora-
miniferos.htm
Artículo que recopila las características, tipos, formas
de vida y reproducción de los foraminíferos.
Club aragonés de buceo deportivo y científico.
https://zco1999.wordpress.com/2010/03/15/foraminiferos-
los-legionarios-del-oceano-invisible/
Artículo con información general de los foraminíferos
con imágenes de distintas especies y gráficos.
Atlas de petrología sedimentaria.
https://webs.ucm.es/info/petrosed/rc/com/ejemplos_ce_
fo.html
Imágenes de secciones de diferentes especies de
foraminíferos.
https://www.youtube.com/watch?v=0gaMGPAae8I Vídeo explicativo de una investigación basada en el
estudio de los foraminíferos.
Museo virtual de paleontología de la Universidad de Huelva.
https://www.uhu.es/museovirtualpaleontologia/galerias/
invertebrados/foraminiferos.html
Fichas de diferentes especies de foraminíferos en las
que se encuentran imágenes de los mismos así como
su clasificación taxonómica.
Club aragonés de buceo deportivo y científico.
https://zco1999.wordpress.com/2011/10/20/los-ostracodos-
los-todoterreno-de-los-ecosistemas-acuaticos/
Artículo con información general de los ostrácodos,
imágenes de diferentes especies y vídeos explicati-
vos.
Enciclopedia animal.
https://www.todoservivo.com/artropodos/crustaceos/
ostracodos/
Información acerca de las características, clasificación
y alimentación de los ostrácodos.
Catálogo ilustrado de foraminíferos.
https://foraminifera.eu/
Catálogo de foraminíferos.
http://paleopolis.rediris.es/ Glosario ilustrado sobre foraminíferos
(en inglés).
Tabla V. Recursos
didácticos disponibles
en internet sobre
foraminíferos.
184 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2021 (29.2)
CONSIDERACIONES FINALES
El taller planteado permite introducir al alumna-
do en las Ciencias de la Tierra desde una perspectiva
multidisciplinar, ya que puede abordarse desde va-
rias asignaturas, como Geología, Biología, Informá-
tica, Matemáticas, etc., e incluso desde las Ciencias
Sociales trabajando cartografías y estudios econó-
micos y demográficos de carácter histórico. Esta
actividad es potencialmente divulgativa y puede de-
sarrollarse en el marco de la Semana Cultural de un
instituto. Mediante estos estudios el alumnado se
aproxima de manera didáctica y atractiva al estudio
de uno de los grupos de protozoos (foraminíferos)
más abundantes y de mayor/mejor distribución por
mares y costas, tanto en la actualidad como a lo lar-
go de la historia de la Tierra. Estos organismos apor-
tan información muy relevante de índole ambiental,
lo que les hace especialmente interesantes en es-
tudios paleoambientales. A través de este taller se
pueden trabajar la competencia científica con los
estudiantes de Educación Secundaria y Bachillerato,
así como la sensibilización a temas medioambienta-
les, al tiempo que se fomenta el trabajo cooperativo
y el conocimiento del entorno próximo.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se ha realizado en el marco del gru-
po de investigación “Geomorfología costera y Medio
Ambiente”, adscrito a la Universidad Católica de
Valencia. El punto inicial de esta investigación parte
del muestreo y análisis de las litofacies y biofacies
de marjales valencianas, entre las que destacan los
marjales de Almenara y del Moro, en la provincia de
Castellón. Los autores agradecen al Dr. Hugo Corbí
la invitación a participar en este monográfico, así
como la orientación y seguimiento del trabajo. Agra-
decen también las valiosas orientaciones de los tres
revisores que evaluaron el trabajo.
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Este artículo fue recibido el día 30 de enero de 2021 y
aceptado definitivamente para su publicación el 3 de
marzo de 2021.
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La tanatocenosis de foraminíferos arenáceos del Puerto de los Alfaques (Tarragona), obtenidas de 17 muestras superficiales del fondo de la ensenada, parecen estar controladas en sus asociaciones por un proceso tafonómico que conduce a grandes diferencias con la biocenosis. Se estudian en este trabajo los posibles factores que podrían ser causa de tales diferencias.
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Observar determinados sedimentos bajo el microscopio nos permite contemplar una gran variedad de microfósiles cuyo estudio es clave para conocer la historia de la Tierra y de la vida. En este artículo se propone desarrollar un taller de micropaleontología en los laboratorios de ciencias experimentales dentro de la enseñanza de las ciencias de la Tierra en la ESO.
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This research aims to characterize the distribution and taxonomy of the current foraminifera in the Almenara marsh. For this, two transects have been made perpendicular to the coast where 10 samples have been taken: one, with 8 stations located in the Almenara marsh and another with 2 points located in the gola channel of Casablanca, which connects the marsh environment with the sea. We studied 2838 foraminifera, which have been separated by biocenosis and tanatocenosis, classified in 36 species, of which Ammonia tepida (Linne), Paraphysalidia paralica (Guillem and Usera) and Trichoyalus aguayoi (Bermúdez) are dominant. Biocenosis represents 4.8% of the total foraminifera. The ecological indices (Shannon-Wiever, Margalef’s richness) show a greater diversity in the channel samples than in the marsh, and an increasing diversity indexes are observed from the continental positions towards the sea. On the other hand, in this work are mentioned species like Paraphysalidia paralica and Psedothurammina limnetis (Scott and Medioli), hardly described in the Mediterranean
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Currently some controversy exists in the micropaleontological community concerning the statistically correct number of counts required for quantitative examinations, particularly with respect to the effect of variations in the number ofspedes between samples and the significance of varying fractional abundances on the reliability of results, This analysis of the various statistical methods used to determine the number of required counts has shown that the number of species has no relationship to the number of counts required to measure accurately fractional abundances, As part of the study, logarithmic contours plotting percentage abundance against the total number of specimens, which provide abundance errors at a 95 percent confidence level, have been generated. The plot is displayed logarithmically to emphasize the significance of rare microfossil elements that dominate most assemblages, and which are important in many paleoenvironmental studies. Based on the plot, it is recommended that researchers utilize counts of at least 50 for indicator species having a fractional abundance of approximately 50 percent or greater; 300 counts for species which comprise approximately 10 percent of a sample; 500-1,000 counts for species that make up 5 percent of a sample; and counts of several thousand for defining species that comprise 1 percent ofa sample. It is important to note, however, that where similar biofacies are involved, higher counts are required to accurately distinguish them. It is also recommended that researchers include fractional error abundances with their estimated abundances to provide an indication of their accuracy.
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As a consequence of the Flandrian transgression, numerous littoral lakes were formed since roughly 6000 BP in the western Mediterranean coast. This kind of environment is colonized, among other groups, by specialized forms of foraminifera. Some species arose in the Upper Tertiary, some others in the Pleistocene and others are exclusively Holocene. Two kinds of environment are proposed in the colonization: one with very low salinity waters where agglutinated test species prevail and another one with brackish waters, dominated by calcareous test species. In addition, Trichohyalus aguayoi can be considered as an acmezone within the Holocene. We propose a cenozone formed by the following assemblage: Arenoparrella mexicana, Haplophragmoides manilaensis, Jadammina macrescens, Labrospira jeffreysii, Miliammina earlandi, Trochammina inflata, Metarotaliella simplex, Miliolinella eburnea and Physalidia ? sp.
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RESUMEN En este trabajo se aborda el estudio de los foraminíferos de la albufera de Torreblanca desde un triple punto de vista: taxonómico, ecológico y tafonómico. Se estudió el contenido en foraminíferos de 46 muestras, cada una de ellas con un volumen fijo de 3 cm3 de sedimento. Las muestras fueron recogidas por raspado superficial en 9 puntos de muestreo situados en las lagunas de aguas salobres permanentes, originadas por la extracción industrial de turba en el sector norte del Prat de Cabanes-Torreblanca. En dos de estos puntos se realizó un muestreo mensual a lo largo del año 1993, mientras que de los restantes se recogieron muestras en los meses de enero, mayo y agosto. Paralelamente se llevó a cabo la medición de una serie de parámetros físico-químicos en el agua de las lagunas entre los que se incluyó la temperatura, salinidad, alcalinidad, el pH y el contenido en oxígeno y diversos iones. El método de tinción con rosa de Bengala permitió separar las asociaciones formadas por foraminíferos vivos en el momento del muestreo (biocenosis) de aquellas constituidas por foraminíferos muertos o caparazones vacíos (tanatocenosis). Se han encontrado en total 18 especies de foraminíferos repartidas en 6 órdenes distintos, algunas de las cuales (Disconorbis bulbosus, Laminononion tumidum, Turrispirillina sp. o aff. Physalidia sp.) no se han citado con anterioridad en ambientes restringidos. Los foraminíferos de caparazón calcáreo hialino son predominantes, en particular Trichohyalus aguayoi y D. bulbosus y en menor medida Spirillina vivipara, aff. Physalidia sp. y Ammonia beccarii var. tepida. Como es frecuente en ambientes parálicos, las asociaciones de foraminíferos se caracterizan por una densidad muy variable, una baja diversidad y la abundancia de ejemplares de tamaño reducido y de especies pequeñas. Tanto el estrecho rango de variación de los parámetros ambientales entre las distintas estaciones de muestreo como el amplio rango de tolerancia de los foraminíferos de ambientes restringidos impiden la delimitación de subambientes en el área de estudio a partir de las asociaciones de foraminíferos y explican el, en general, bajo nivel de correlación entre éstas y dichas variables ambientales. Los datos son compatibles con un modelo según el cual las distintas especies no compiten entre sí si no que reaccionan de forma conjunta ante un mismo factor, fluctuando de manera aperiódica y asincrónica con las mismas especies de agregados vecinos. Las distintas técnicas estadísticas empleadas (análisis cluster, de componentes principales, y de correlación) permiten diferenciar dos asociaciones de especies: la primera asociación podría estar ligada a una mayor influencia continental e incluye especies relacionadas con ambientes de marjal alto o medio, como T. aguayoi, Trochammina inflata, Jadammina macrescens y Haplophragmoides wilberti; la segunda asociación podría estar ligada a una mayor influencia marina e incluye especies relacionadas con ambientes de marjal bajo, como A. beccarii var. tepida, Elphidium sp. y Miliammina fusca. Los procesos tafonómicos que actúan sobre los caparazones de foraminíferos y que se han puesto de manifiesto son: distorsión tafonómica, que da lugar a alteraciones de tipo mecánico, precipitado de CaCO3 sobre la superficie de las conchas calcáreas, rellenos sedimentarios y de pirita, bioerosión, crecimientos cristalinos y encostramientos biogénicos. El entorno geológico, constituido mayoritariamente por materiales calcáreos determina las condiciones físico-químicas del agua de las lagunas (pH básico y alta alcalinidad), que favorecen la conservación de las conchas de CaCO3, mientras que existe un proceso de destrucción diferencial de las conchas de pared aglutinada sobre base orgánica. La alta afinidad entre biocenosis y tanatocenosis es la esperable en ambientes restringidos como las lagunas costeras con un bajo hidrodinamismo, en las que la mezcla de caparazones de procedencias distintas o el transporte no son factores importantes. __________________________________________________________________________________________________ The benthic foraminifera of the Cabanes-Torreblanca coastal lagoon (Comunitat Valenciana, Spain) have been studied following taxonomical, ecological and taphonomical approaches. Nine sampling localities were chosen in the northern sector of the brackish lagoon. In seven of them, three seasonal surface samplings were carried out (January, May and August), whereas in the two remaining sites, sampling was done monthly through the year 1993. Additionally, different environmental variables (temperature, salinity, alkalinity, pH, oxygen and ionic content) were analyzed. The Rose Bengal staining method allowed the distinction between the living and dead assemblages. Eighteen species have been identified, some of which (Disconorbis bulbosus, Laminononion tumidum, Turrispirillina sp. or aff. Physalidia sp.) not previously recorded in restricted environments. The calcareous foraminifera are dominant, in particular Trichohyalus aguayoi and D. bulbosus and, to a lesser extent Spirillina vivipara, aff. Physalidia sp. and Ammonia beccarii var. tepida. As usual in paralic environments, highly variable density, low diversity and abundance of small-sized forms characterize the assemblages. Both the environmental homogeneity in the lagoon and the characteristic wide tolerance range of the foraminifera from restricted environments prevent the distinction of sub-environments within the study area based on foraminiferal assemblages, and explain the low correlation between environmental variables and foraminifers. Nevertheless, the different statistical techniques employed (cluster analysis, PCA, correlation) reveal two main assemblages. The first one might be linked to a greater continental influence and includes high or middle marsh species like T. aguayoi, Trochammina inflata, Jadammina macrescens and Haplophragmoides wilberti, whereas the second one might be related to the marine influence and comprises low marsh species like A. beccarii var. tepida, Elphidium sp. and Miliammina fusca. The main taphonomic processes identified are mechanical alterations, deposits of CaCO3 crusts on calcareous shells, sedimentary and pyrite infillings, bioerosion, crystalline growths and biogenic encrustations. The geological setting, mainly constituted by calcareous limestones, determines the low pH and the high alkalinity of the lagoon water, thus preventing CaCO3 dissolution and preserving calcareous shells. The affinity between living and dead assemblages is high, as expected in low energy environments in which transport and shell mixing are not important factors.