BookPDF Available

Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local.

Authors:
  • Universidad de Cienfuegos, Cuba
  • Universidad de Cienfuegos, Cuba

Abstract

A partir del siglo XX las ciencias sociales han dedicado una atención sin precedentes al espacio geográfico, al considerar que rebasa el aspecto físico-natural para develar su naturaleza social. El fruto de la producción científica apunta a la valorización del territorio como un actor clave en los procesos de desarrollo. La escala local adquiere particular interés para adjetivar al territorio en términos de identidad espacial, así como para hacer uso de los recursos desde una perspectiva de proximidad. En los municipios de la provincia de Cienfuegos se aprecia una insuficiente gestión del espacio geográfico por parte de los actores locales, con incidencia en el aprovechamiento de los recursos endógenos y las potencialidades exógenas en función del desarrollo local. Esto es resultado de diferentes formas de integración de actores e instituciones, y un tratamiento homogéneo del territorio. Una concepción del espacio geográfico como construcción social donde la gestión participativa es una mediación en el desarrollo local constituye el objetivo de la obra. La novedad teórica consiste en la integración de las categorías espacio geográfico, gestión participativa y desarrollo local como basamento para el estudio de las problemáticas sociales. El aporte práctico radica en la caracterización del espacio geográfico de municipios de Cienfuegos, donde se construye una conciencia socioespacial como herramienta de trabajo para los gobiernos.
Diseño de carátula: D.I. Yunisley Bruno Díaz
Edición: D.I. Yunisley Bruno Díaz
Corrección: MSc. Isabel Gutiérrez de la Cruz
Dirección editorial: Dr. C. Jorge Luis León González
Sobre la presente edición:
© Editorial Universo Sur, 2021
© Universidad Metropolitana de Ecuador, 2021
ISBN: 978-959-257-637-7
Podrá reproducirse, de forma parcial o total, siempre que se haga de
forma literal y se mencione la fuente.
Editorial: “Universo Sur”.
Universidad de Cienfuegos. Carretera a Rodas, Km 3 ½.
Cuatro Caminos. Cienfuegos. Cuba.
CP: 59430
5
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
CAPÍTULO I.
ESPACIO GEOGRÁFICO-TERRITORIO
1.1. La dimensión geoespacial
Del análisis de las transformaciones que se producen en el espacio
geográfico, se deriva que las mismas son expresión de intensas y
complejas relaciones globales, de ahí que los lugares son cada vez
más, una parte indisoluble de esta globalidad. Por tanto, la dimensión
geoespacial es mediadora en los procesos relacionados con el
desarrollo, no solo de la época actual, sino en todo momento.
La dimensión geoespacial se encarga del análisis de la distribución
espacial de los fenómenos al articular la localización, la causalidad y
las relaciones geoespaciales. El lugar, el sitio (¿dónde?), constituye
la primera unidad de análisis y desde él comienza a tejerse la
organización del espacio al definirla como única y específica.
Para Íñiguez (2003), la referencia al lugar es siempre imprecisa,
indistintamente se asume como área, región, espacio-población,
unidad poblacional o territorio, sin ningún esclarecimiento conceptual
y asume que “en la referencia imprecisa al lugar, está implícita la
indeterminación de su connotación teórica”. (p. 1)
Por su parte, la causalidad geoespacial se presenta en la búsqueda
de las causas explicativas de los procesos y fenómenos (¿por qué?);
en la identificación y análisis de agentes espaciales (¿quiénes?); en
las formas, en los medios y mecanismos de organización del espacio
geográfico (¿cómo?).
Como agregado de elementos1 físicos y elementos humanos, la
organización del espacio responde a una lógica interna. Es posible
deducir que no es producto de la casualidad ni se realiza de manera
1 Debido a su mención en diferentes partes del texto se establece que la referencia a los elemen-
tos del espacio geográfico tiene en cuenta a los hombres, la producción de bienes y servicios,
la producción de ideas, normas y leyes, las infraestructuras y medio ecológico en constante
interacción.
6
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
aleatoria. Es un espacio integrado de interrelaciones. Los hechos no
aparecen aislados, sino interrelacionados a través de unos movimientos
o flujos, bien visibles o materiales o bien invisibles y no tangibles.
La función del investigador consiste en averiguar ese ordenamiento
y explicarlo, racionalizarlo, así revela las relaciones geoespaciales.
Para ello, debe discernir en función de qué intereses se organiza el
espacio (¿para qué y para quiénes?) y las consecuencias que trae
para los grupos de la sociedad. Es preciso lograr la reconstrucción
de procesos que han dado lugar a la situación espacial (¿cuándo?).
El espacio geográfico se concibe en relación con la vida social y esta,
a partir de las sociedades, las clases sociales, grupos, comunidades
y en definitiva, las formas de existencia concreta de personas y
entidades colectivas (en términos de reciprocidad, interdependencia
y socialización desigual y contradictoria).
El espacio geográfico es complejo y requiere para su interpretación
de al menos tres visiones: biótica, abiótica y antrópica. Aunque es
estimado como reflexión teórica de la geografía, por considerarse
objeto de estudio, para la explicación, interpretación y generalización
se demanda de la visión integradora por su carácter sistémico.
En la dimensión geoespacial están contenidas dos áreas: la
localizacional y la ecológica, se definen dos grandes sistemas que
interactúan entre sí y que conforman el espacio geográfico. Se trata
del sistema espacial, por un lado y del sistema ecológico-ambiental,
por el otro. Por lo tanto, el espacio geográfico es un geosistema o
sistema geoespacial; corroborado por Mateo (2000), quien establece
cinco categorías atenidas a los elementos que lo forman, el grado
de organización del sistema, y el carácter de las relaciones que se
producen entre sus elementos, destacando al geosistema integral
como: “formaciones espaciales complejas, que incluyen como
subsistemas a la naturaleza, la población y la economía: o la naturaleza
y la sociedad con sus diferentes tipos de actividad (productiva, cultural,
recreativa)”. (p. 50)
En la clasificación de geosistema es pertinente tener en cuenta la referencia
a los geoecosistemas que son los que se forman como resultado de las
relaciones entre el medio natural y las actividades humanas.
7
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
1.2. El espacio geográfico: una construcción social
Al adentrarse en el estudio de la categoría espacio geográfico, el primer
efecto que se revela ante el investigador es el de una unidad compleja
y multidimensional con un sinnúmero de configuraciones, resultantes
de la relación sociedad-naturaleza. Se asume de inmediato, que el
espacio geográfico es parte de un conjunto de procesos y no está
aislado de ellos, por lo que resulta necesario exponer los fundamentos
filosóficos, sociológicos, psicológicos y ambientales de una manera
integrada para que no se disuelva esta unidad.
Referido lo anterior, en el sentido de la importancia que ha suscitado
el estudio a profundidad del espacio geográfico por la teoría social
contemporánea, se facilita la comprensión de los diversos acercamientos
al concepto. Para Delgado (2003, p. 13), tales aproximaciones en
ocasiones son coincidentes y en otras, contradictorias, y lo fundamenta
con la advertencia de Foucault de que “los años que corren y los que
vendrán serán los de la revaloración justa del espacio como variable de
primer orden en la estructuración de la sociedad”.
La explicación a tal diversidad de criterios sobre una misma categoría
subyace en el propio nacimiento de las ciencias sociales al amparo
del positivismo y en el surgimiento del imperialismo, en una marcada
tendencia a la diferenciación entre ellas y a la especialización.
Sobre el particular, Wallerstein (2006), considera que para la visión
dominante del mundo, –la de occidente– conviene postular la
irrelevancia del tiempo y del espacio en las condiciones de dominación
de unos países sobre otros y unas clases sobre otras, considerados
como naturales. De esta manera prevalecen la individualidad y la
inmediatez descontextualizadas, al considerar al par categorial como
algo dado y externo y con una marcada tendencia a la inmutabilidad.
La reflexión teórica asociada al espacio geográfico en relación con su
contribución a las ciencias sociales, no acumula una larga data, se
ha ido consolidando de manera gradual un amplio y variado registro
en torno al espacio geográfico, enmarcado de forma acentuada en la
última década del siglo XX, cuando adquirió notoriedad el llamado giro
espacial, solo comparable con la que tuvo en su momento la categoría
tiempo en las ciencias sociales y humanísticas.
8
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El tan de moda giro, hace aparecer en el discurso de las ciencias
sociales, términos como escalas, lugares y no lugares; territorios,
territorialización y desterritorialización, cartografías sociales y
culturales. Pretende mostrarse como algo novedoso que rebasa la
obsoleta preeminencia de enfoques históricos periodizadores en
estudios sociales, en los que según ellos la sociología ha sido ajena
a la cuestión espacial, pero no hacen, en ninguna medida, honor
a la praxis de las escuelas sociológicas alemanas y francesas,
representadas por Durkheim, Simmel y Lefebvre.
El emplazamiento realizado por el geógrafo norteamericano Edward
Williams Soja: de espacializar la narrativa histórica ha sido una de
las fuentes del giro espacial que a criterio de Urán & Soto (2016), ha
tenido gran eco tanto en la geografía como en las ciencias políticas y
en el auge reciente de la sociología del espacio y en buena parte de
los principales debates de las investigaciones del espacio cultural.
Para una mejor comprensión del asunto es necesario adentrarse en el
siglo XIX en el que fue recurrente la práctica de apreciar en el espacio
solo lo material, desligándolo del tiempo. Primero hubo de resolver
el escollo que suponía que este era solo propiedad de la ciencia
geográfica, -a sazón física por tradición-, lo que impedía un examen
más allá de lo tangible, lo visible, lo evidente.
Tal percepción iba en el camino de una característica del espacio,
-la espacialidad- y no del espacio en sí. Como resultado, se iba
configurando la idea de un espacio estático, recipiente, como un
embalaje de la sociedad, en tanto al tiempo se le atribuía el carácter
dinamizador. Dicho paradigma se adentró en buena parte del siglo
XX, hasta que otros horizontes en las ciencias sociales y en el
pensamiento geográfico le hicieron asumir el rol de ciencia puente y
asumir su encargo social.
Es importante apreciar el creciente consenso de que el espacio
geográfico rebasa el aspecto físico-natural para develar su naturaleza
social. Esta se cristaliza en la diversidad de prácticas sociales
(económicas, políticas, culturales) que intervienen en su modelado.
El punto de encuentro está en el vínculo entre la teoría social y el
concepto de espacio, reconocido como dimensión de la experiencia
humana, como representación subjetiva y como objeto y materialidad
social y por lo tanto, como un producto social, como un objeto social,
9
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
vinculado a la naturaleza espacial de la sociedad humana, esto es,
vinculado a la producción, como el espacio construido.
Al abordar el espacio geográfico como construcción social, Santos
(1990), desarrolla un método de análisis del espacio concebido como
un factor de la evolución social, como “instancia de la sociedad,
al mismo nivel que la instancia económica y la instancia cultural-
ideológica” (p. 146), continente y contenido de las demás instancias,
pues la esencia del espacio es social.
En la medida en que prevalece la subordinación de la naturaleza en
su relación con el hombre, implica que el espacio geográfico asuma
diversas formas de ser interpretado según sea su tipo, el tiempo y el
lugar donde esté situado y el grupo humano que lo habite.
Las realizaciones humanas resultantes –según sus intereses- del
aprovechamiento o de la transformación de la naturaleza, las
construcciones, su articulación y ocupación convierten al espacio
geográfico en un espacio social producido por múltiples agentes
colectivos e individuales. Por tanto, “el espacio social es la materialidad
física que la sociedad genera en los procesos de producción y de
relación social”. (Ortega, 2000, p. 512)
Así, se concibe el espacio como objetos geográficos, naturales
o artificiales, más la sociedad y como la sociedad está en
permanente cambio y solo se entiende con su perspectiva histórica
y en su manifestación espacial, no queda otra alternativa que pensar
geográficamente la historia y concebir históricamente la geografía y
asumir el binomio espacio-tiempo como una unidad dialéctica.
Lo enunciado con anterioridad se sustenta en el criterio de que todo
espacio geográfico está organizado como un producto social que a
la vez resulta de la propia producción, por lo que se pueden buscar
las leyes que expliquen esa organización, toda vez que esta responde
a unos intereses y valores. Ese orden es un reflejo de los valores y
contradicciones propias de la sociedad.
En esta dirección es significativo el aporte de Kant al definir a la Tierra
como el hogar del hombre; concepto que en opinión de Rojas (2007),
llegó a constituir una base necesaria para sus estudios filosóficos, esto
representa un avance al presentar al hombre en relación estrecha con su
entorno físico y reconocer la acción de este como uno de los principales
10
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
agentes de cambio, aun cuando él no diferenció entre los procesos
humanos y los naturales en forma específica. Sin embargo, es preciso
aclarar que debido a sus ideas filosóficas, separaba la naturaleza del
hombre y propicia así un estudio descriptivo del fenómeno.
En su línea de pensamiento Kant concibe el espacio como “forma del
conocimiento subjetiva propia de la sensibilidad y el entendimiento,
como un a priori que tienen los hombres en la sensibilidad” (Zubiri,
1996, p. 39). Es comprensible que para él la función del espacio
no se refiere a lo que las cosas son, sino a que se puedan percibir.
Esta apreciación constituye su limitación al concebir el conocimiento
en lo particular, situando una barrera entre el objeto y el sujeto que
no le permite descubrir que el espacio no es una condición para la
percepción de las cosas.
Al afirmar que el espacio geográfico es una creación social se hace
con apego a los paradigmas críticos con base en el materialismo
histórico y la dialéctica materialista en la cual la organización del
espacio geográfico es concebida como la sociedad espacializada.
Es el espacio del hombre emanado de su relación con la naturaleza,
el que, según reconoce Proveyer (2001), “juega un papel central en la
construcción identitaria, en especial el espacio en el que los individuos
reproducen cotidianamente su existencia”. (p. 24)
Se evidencia entonces que toda sociedad está ligada a un espacio
geográfico, el cual es vital para su desarrollo. No existe sociedad
actual o pasada que no se halle asentada en un espacio, que ha
explotado en función de sus costumbres y recursos técnicos, por lo
que la categoría tiene un atributo social, que lo profundiza según el
nivel de las relaciones de la sociedad con este.
Pero “el espacio no participa de la historia como una de las grandes
estatuas inmóviles y mudas” de la alegoría de Foucault en su Arqueología
del saber (Santos, 2000, p. 41), participa como un testimonio activo
cuyo papel en las orientaciones, elecciones, acciones y resultados es
creciente a lo largo de la historia y es que el espacio está lejos de ser
el cuadro neutro, vacío, inmenso, en que la vida transcurre.
En opinión de Séris (1994), “es en el espacio donde se manifiesta de
modo indiscutible ese papel de nudo de problemas y de mediación
generalizada. Aquella unidad sistemática que la integra en el todo
social (en la totalidad de los recursos en un momento dado de la
11
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
historia, sobre un área cultural común) se verifica exactamente sobre
un espacio, ese mismo espacio que, evolucionando y renovándose,
asegura la continuidad histórica”. (p. 95)
En lo cuantitativo, el espacio es geométrico, matemático, extenso,
pero lleno de contradicciones, constituye el reservorio de la sociedad
–en su cualidad de espacio social– por lo que está marcado por las
sensaciones y percepciones que cada individuo posee de él, de sus
imágenes e imaginarios, además, en él se materializa la reproducción
de las relaciones de producción. Al continuar la lógica de Zusman
(2002), solo es posible describir sus particularidades en relación
con su papel en la sociedad y al ser una teoría del espacio, estaría
necesariamente referenciada en una teoría social. Esta visión de
espacio como una construcción social no pone en duda su carácter
material evidente.
Siguiendo la línea anterior, Santos (1990), cuestiona si es posible
asimilar el espacio geográfico a la definición del hecho social, de
Durkheim, quien lo considera como medios de acción materiales o
inmateriales “externos y coercitivos para el actor” (Ritzer, 1993, p.
207), con una existencia propia e independientemente de las formas
individuales de su manifestación.
Para esta concepción, el espacio es la denominada cosa durkheimiana,
existe fuera del individuo y se impone tanto al individuo como a la
sociedad considerada un todo. En su lógica, el espacio es un hecho
social, una realidad objetiva y como resultado histórico, se impone a
los individuos. Estos pueden tener diferentes percepciones del mismo,
lo que es propio de las relaciones entre el sujeto y el objeto. A criterio
del autor, un significado es la percepción individual del espacio y otro
es su objetividad.
Lo anterior puede ser interpretado como una reacción de Durkheim a
la sociología de los líderes fundadores de la nueva ciencia social de
la geografía: los humanistas Friedrich Ratzel y Paul Vidal de la Blache,
quienes establecen una relación causal o al menos la influencia entre
el medio ambiente y las formas sociales.
En este sentido es atinada la observación de Ethington (2005)
de que Durkheim “tiende a desechar el entorno físico como una
variable relevante y a ver el entorno social como la fuente única de
diferenciación” (p. 6). En síntesis, pone la sociedad de un lado y al
12
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
espacio, de otro y parece que nunca llegó a cuestionar la existencia
de alguna relación.
Sin embargo, la perspectiva limitada del espacio externo de la sociedad
complació a muchos seguidores de Durkheim y al respecto, Ethington
(2005), señala: “El campo de la ecología humana estrictamente separó
sociedad y ambiente, para examinar la relación. Y los estudios de la
segregación han tratado al medio ambiente como un abstracto, un
plano sin características”. (p. 51)
Debe quedar claro que el espacio geográfico no es la suma ni la
síntesis de las percepciones de los individuos. Al ser un producto, es
decir, el resultado de una producción, el espacio es un objeto social,
como cualquier otro. Aunque, como cualquier otro objeto social, se
lo pueda ver bajo múltiples interpretaciones, esto no implica que se
aparte de su realidad objetiva. Sobre el particular Santos (1990, p. 144)
manifiesta “como resultado del trabajo humano, el espacio mantiene
su carácter objetivo durante sus propias transformaciones. La base del
conocimiento y de la interpretación de la realidad espacial no puede,
por lo tanto, encontrarse en las sensaciones o en la percepción. Tal
base no tiene sustancia y es falsa. Solamente a través de su propia
producción se llega al conocimiento del espacio”.
Sobre este particular, pero en otra dirección –aunque coincidentes en
el tiempo–se destaca la contribución de Georg Simmel2 a través de
las proyecciones espaciales de las formas sociales. Levine, citado
por Ritzer (1993), subraya cómo en la sociología de Simmel se nota
interés por desarrollar una geometría de las relaciones sociales, en
el que uno de los coeficientes geométricos lo constituye la distancia
y agrega: “Las propiedades de las formas y los significados de los
hechos están en función de las distancias relativas entre los individuos
y otros individuos o hechos”.
En consideración de Ethington (2005), tres de los trabajos de Simmel
exponen el método que desarrolló para investigar la espacialidad
de la sociedad. En La filosofía del dinero de1900, explica cómo los
intercambios mediados por el dinero que se realizan en los mercados
2 El pensamiento de Simmel muestra un enfoque dialéctico que se aprecia en la multicausalidad
y la multidireccionalidad, al integrar hechos y valores y poner énfasis en las relaciones sociales,
en su bregar del presente al pasado y su mirada al futuro, la cual no refleja el optimismo que
ofrece la visión de Marx.
13
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
urbanos, en espacios regionales y globales. Advierte que “el dinero
sirve tanto para crear la distancia que nos separa de los objetos como
para proveernos de los medios para llegar a ellos”. (Ritzer, 1993, p. 320)
Al establecer un paralelo temporal en el análisis de la distancia como
dimensión se distingue lo que a criterio de Ravenet (2002) “es tal vez
la característica más distintiva del espacio” (p. 19): la escala. Para
Ortega (2000), la ubicación en diferentes escalas espacio-temporales
constituye la manifestación de las mediaciones que atraviesan a los
individuos. En este sentido, Santos (2000), analiza el acontecimiento
en una relación dual que combina la escala de origen y su área de
impacto o escala de realización, demuestra cómo los acontecimientos
globales se materializan en escalas regionales o locales.
Por su parte el trabajo La metrópoli y la vida mental, escrito en 1903 es un
retrato de la intersección global de las formas sociales y la conciencia.
La define como un nodo en una red de relaciones de mercado en
expansión con serias implicaciones para la conciencia. Al respecto
Simmel, citado por Wolff (1950), expresa: “El hombre no termina en los
límites de su cuerpo o el área que comprende su actividad inmediata.
Más bien es el alcance de una persona constituida por la suma de los
efectos que emanan temporal y espacialmente de él”. (p. 419)
En El extraño (1908) Simmel explora una forma de interacción social
encontrada hoy en el núcleo de la globalización. Se trata de una persona
espacialmente desprendida de su lugar de nacimiento y socialización
y que reside y actúa de manera permanente con una sociedad que la
mantiene a una distancia emocional.
A lo largo del ensayo el destacado sociólogo plasma el espacio
mediante un juego dialéctico, de cercanía-lejanía en cada relación
humana del extraño. Esta persona no está ni muy lejos ni muy cerca,
pues si estuviera demasiado lejos perdería el contacto con el grupo y si
se acerca mucho perdería su condición de ser un extraño. En relación
con esto último expone: A pesar de estar inorgánicamente adherido
al grupo, el extranjero es, en definitiva, un elemento orgánico del grupo,
cuya unidad incluye la condición específica de este elemento. Y no
sabríamos caracterizar la especificidad de esta posición, sino diciendo
que se compone de cierta proporción de cercanía y distancia”.
(Simmel, 2012, p. 26)
14
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Es que esta persona se ha detenido en un lugar al cual no pertenece,
por derecho de antigüedad, además trae consigo cualidades que
proceden de otro recorte espacial. De ahí que Simmel (2012), al
explicar la combinación de proximidad y alejamiento reconoce que
en la relación con el extranjero se comparten solo las cualidades más
genéricas, en tanto, con las personas con las cuales se tienen vínculos
más orgánicos se comparten rasgos específicos que distinguen de lo
puramente general. Por cercano se entiende el espacio geométrico y
por lejano el espacio emocional.
En sus estudios sobre la movilidad social Pitirim Sorokin (1927), define al
espacio social como el universo de los humanos, el cual es multidimensional,
establece la diferencia del geométrico que es tridimensional. Establece
que la posición de los hombres y los grupos sociales dentro del espacio
social está determinada por puntos de referencia que son creados por
los propios hombres y plantea: “En consecuencia, encontrar la posición
de un hombre o un fenómeno social en el espacio social significa definir
la de él o sus relaciones con otros hombres u otros fenómenos sociales
seleccionados como puntos de referencia. Lo asumido como puntos de
referencia depende de nosotros”. (p. 4)
Según lo referido por Sorokin, es posible encontrar la posición que
ocupa un hombre en el espacio social, al investigar sus relaciones
sociales y considerar los diferentes grupos a los que pertenece, así
como las relaciones que sostiene con sus miembros. Esta reflexión
sustenta el criterio del carácter relacional de los límites espaciales.
Conforme a ello, diferentes individuos en un mismo territorio poseen
distintos criterios de sus límites espaciales.
Al profundizar en la teoría del espacio social de Pierre Bourdieu se
descubren puntos comunes con el esquema de Simmel y con el de
las posiciones de Sorokin. Para Ethington (2005), la topología social
de Bourdieu es el espacio geométrico de las posiciones sociales. El
propio Bourdieu (1990), asume: “se puede representar así al mundo
social en forma de espacio… construido sobre la base de principios
de diferenciación o distribución… Los agentes y grupos de agentes
se definen entonces por sus posiciones relativas en ese espacio. Cada
uno de ellos está acantonado en una posición o una clase precisa de
posiciones vecinas…y aun cuando fuera posible hacerlo mentalmente,
no se pueden ocupar en la realidad dos regiones opuestas del
espacio”. (p. 102)
15
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Como se puede apreciar existe una relación entre la distribución de
los agentes y la distribución de los poderes3 para su localización en el
espacio social. De ahí, que las distancias espaciales sobre el terreno
equivalen a las distancias sociales. Pero Bourdieu al espacio de las
posiciones, le añade el de las disposiciones (habitus), y lo refiere
como el conjunto unitario de modos de ver, actuar, sentir, elegir de
los individuos con una raíz puramente social –moldeados por las
estructuras sociales– que se aprenden y que constituyen su visión del
mundo.
Todo lo anterior apunta a que, un conocimiento adecuado de la teoría
del espacio, pasa por establecer la adecuada relación entre los
puntos ocupados en ese espacio –posiciones– y los puntos de vista
–disposiciones– sobre ese espacio (Bourdieu, 1990).
El análisis de los postulados teóricos de Simmel, Sorokin y Bourdieu
en relación con el espacio geográfico permite profundizar en su
estructura, que a su vez refleja la disposición relativa de los objetos
y las acciones. Establecen el domino dentro del cual –y en parte a
través del cual– se constituyen las relaciones de clase que, en opinión
de Gregory (1995), “no pueden practicarse estructuras sociales sin
estructuras espaciales y viceversa”. (pp. 189-190)
Por consiguiente, las estructuras espaciales enriquecen la realidad
por constituir su forma de organización y le confieren identidad al
espacio. Tal estructura está contenida en los espacios geométricos
–espacios de las dimensiones- y en los espacios físicos –espacios
de las colocaciones- a través de la espaciosidad4. Esta constituye su
fundamento; su esencia es la extensividad. La espaciosidad no puede
verse como algo que produce el espacio, pues la estructura de este la
confieren los cuerpos que se mueven en él.
El espacio geográfico –como construcción social– es una construcción
que resulta de la experiencia, y esta se va enriqueciendo en el decursar
3 Los poderes a los que hace referencia Bourdieu en su obra, lo constituyen el capital económi-
co, el capital cultural (conocimientos, habilidades que se adquieren en la familia o en las institu-
ciones escolares), el social (las relaciones, prestigio, contactos), el capital simbólico (prestigio,
renombre, reconocimientos dados a través de diplomas, certificados que confieren identidad).
4 Los términos espaciosidad y espacialidad aparecen con igual significado en diferentes obras
que abordan el tema de los estudios espaciales, y no se constata un consenso diferenciador
en la definición. Aquí nos acogemos al criterio del filósofo español Xavier Zubiri. Nota del Autor.
16
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
del tiempo. Es así que Zubiri (1996), intuye que “la espaciosidad no
puede considerarse como una construcción de realidades, sino como
una realidad en construcción”. (p. 132)
Para Lefebvre (1974), “la relación del espacio con la sociedad proviene
o tiene relación con varias ciencias: la economía política, la sociología,
la tecnología, pero concierne también al conocimiento general puesto
que el conocimiento hoy implica una capacidad creciente de controlar
el espacio”. (p. 221)
En este punto, la tecnología juega un papel importante a través de la
informática, el control de grandes extensiones puede ser concentrado,
integrado y modelado en un solo punto, aunque pueden quedar a la
vera aspectos tan esenciales y estratégicos como los políticos. Esto
último de una importancia considerable, pues el espacio geográfico
siempre ha sido político y en el momento actual más que nunca cuando
se pretende reducir los desarrollos desiguales.
Sobre la condición política Foucault (2006), establece vínculos entre
el espacio y la soberanía, la disciplina y la seguridad. Estos nexos,
aunque un tanto esquemáticos a primera vista por la naturalidad
en que son expuestos los argumentos, no prescinden de sensatez.
Acompañando su lógica, la soberanía se ejerce en los límites de un
territorio, la disciplina se ejerce sobre el cuerpo de los individuos –
por lo que implica una distribución espacial-, la seguridad, sobre el
conjunto de una población. Explica esta última relación: “algo que
tiene que ver con una naturaleza o mejor, con la interferencia, el enredo
perpetuo de un medio geográfico, climático y físico con la especie
humana, en cuanto esta tiene un cuerpo y un alma, una existencia
física (y) moral”. (p. 44)
1.3. Una definición de espacio geográfico. Líneas de pensamiento
Lo expuesto permite apreciar la frecuencia cada vez mayor en que
especialistas de diferentes ramas del conocimiento se ocupan del
espacio geográfico como categoría de análisis, pues en el devenir
histórico este ha sido interpretado desde disímiles formas. A manera
de ejemplo se citan algunos de los más significativos exponentes y
una síntesis de su mención a la categoría (Blanco, 2002):
17
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Aristóteles: identifica el espacio como el lugar dividido en partes
según límites naturales. Se precisa que por el carácter integral
de su pensamiento, incluye a la población y a la economía en el
estudio de los lugares.
Bernhardus Varenius: concibe el espacio como resultado de la
interrelación de las formas de relieve, redes fluviales y condiciones
climáticas, con la sociedad.
Immanuel Kant: distingue el espacio como contenedor de los
fenómenos que ocurren en él. Reconoce que es mediador en
cualquier análisis pertinente.
Jacques Élisée Reclus: advierte que el espacio geográfico es
resultado de las transformaciones realizadas en la naturaleza a
partir de la interacción de los factores físicos, los hombres y la
sociedad.
Maximilien Sorre: condiciona el espacio accesible a la sociedad.
Jean Tricart: lo equipara con la epidermis de la Tierra.
Olivier Dollfus: lo describe como soporte de unos sistemas de
relaciones, entre elementos físicos y teniendo en cuenta la actuación
de grupos humanos.
Jean-Bernard Racine: lo considera como espacio social que
se proyecta sobre el espacio natural, mediado por el espacio
económico; punto de convergencia, encuentro, influencias de las
condiciones naturales y de sociedades humanas.
Luisa Íñiguez Rojas: lo determina como una síntesis de lugares,
producto de diferencias territoriales y ambientales, donde se
expresan las relaciones entre los componentes y procesos.
Otro tanto ocurre con el tratamiento dado por las ciencias, para su
estudio fraccionan el espacio geográfico, cada una con sus métodos
particulares. Según el criterio de Santos (2000), “para que el espacio
pueda aspirar a ser un ente analítico independiente dentro del
conjunto de las ciencias sociales es indispensable que conceptos
e instrumentos de análisis aparezcan dotados de condiciones de
coherencia y operatividad. Así, demostramos al mismo tiempo su
carácter indispensable y legitimamos el objeto de estudio”. (p. 18)
Es que en las diversas disciplinas sociales las categorías e instrumentos
de análisis son instancias centrales del método. Aquello que se vuelve
18
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
secundario es considerado como dato y de ese modo, es expulsado
del sistema central.
El problema de una nítida conceptualización del espacio geográfico
se resuelve a través de la práctica humana con respecto a él. Dicho
al modo de Harvey (1977), “no existen respuestas filosóficas a las
preguntas filosóficas que surgen acerca de la naturaleza del espacio,
sino que las respuestas residen en la práctica humana” (p. 6). A la
pregunta “¿qué es el espacio?”, él la sustituye por “¿a qué se debe el
hecho de que prácticas humanas diferentes creen y utilicen distintas
conceptualizaciones del espacio?”. (Harvey, 1977)
Aunque el empleo de la dimensión espacial como concepto es nodal
en las ciencias sociales, es la última década del siglo XX la que define
la incorporación de la dimensión espacial en las interpretaciones y
explicaciones de los fenómenos sociales por parte de los teóricos
sociales. Mucho tuvieron que ver los trabajos pioneros en Europa
y América, de Bourdieu, Capel, Castell, Foucault, Harvey, Gregory;
Lefebvre, Massey y Santos (Núñez, 2009). Se destacan en Cuba
los aportes de Íñiguez y Ravenet, relacionados con las asimetrías
espaciales en el desarrollo.
Para Salcedo (1977), el énfasis puesto por las ciencias sociales en la
descripción y explicación de los procesos espaciales de asentamiento
de la población es una de sus líneas más productivas en los últimos
cincuenta años: “El espectacular desarrollo de los estudios sobre
procesos espaciales puede ser entendido fácilmente si se considera
como la reacción o el mecanismo de corrección que las ciencias
sociales proporcionan a uno de los problemas más graves y costosos
que la humanidad tiene planteados en nuestros días: la existencia de
áreas deprimidas en contraste con otras fuertemente desarrolladas”.
(p. 273)
Además, hace referencia a la rapidez con que se desarrollan estas
disciplinas, lo que ha sido posible porque se parte de niveles de
conceptualización y teorización tan menguados, que cualquier
incremento marginal en la cantidad de información disponible
o en técnicas de sistematización de nuevos conocimientos es
proporcionalmente considerable (Salcedo, 1977). Esto puede explicar
la maraña de intentos especulativos a través de los cuales se hace
difícil ver la luz.
19
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Un análisis de las distintas acepciones que el espacio geográfico
ha ido adoptando en función de los diversos paradigmas, sirve de
ilustración para apreciar cómo es percibido desde las distintas líneas
de pensamiento5. (Pillet, 2004)
Espacio concreto
Los partidarios de esta línea proclaman que el espacio es absoluto,
definido como el conjunto de puntos que tienen existencia en sí, pero
independientes de cualquier cosa, o sea, el espacio es concebido
como un receptáculo que contiene cosas, en el que el modo o género
de vida de las personas, sus hábitos, usos y costumbres les permiten
aprovechar los recursos naturales disponibles. La posición asumida
por los seguidores de este paradigma se sitúa en un punto medio
entre el determinismo defendido por la escuela alemana de geografía,
de Friedrich Ratzel y el posibilismo de la escuela francesa de Paul
Vidal de La Blache. Este no concibe la acción trasformadora de la
sociedad sobre el medio natural.
Espacio abstracto
Sus exponentes se definen como nueva geografía con dos aportaciones:
la analítica o teorética6 y la sistémica. La corriente analítica o teorética
intenta convertir la geografía en ciencia nomotética que establece
las leyes que rigen la ordenación espacial a través de la matemática.
Conciben el espacio geográfico como localización (lugar donde se
sitúan los objetos), lo que importa son las relaciones espaciales y no
otras; “la práctica geográfica no trata ni de los fenómenos naturales
ni de fenómenos culturales, sino de fenómenos espaciales” (p. 143).
Al optar por la neutralidad obvian la problemática social al no aportar
soluciones a los problemas sociales, económicos y ambientales.
Por su parte la geografía sistémica contempla el espacio desde una
dimensión geométrica, prescinde de lo físico o lo considera como
algo secundario. Se limitan al reducir el estudio del sistema –región-
5 Para una mejor comprensión se muestra en el anexo 1 una tabla que relaciona el objeto de
estudio desde el paradigma de las ciencias sociales y de la ciencia geográfica.
6 La definición de teorética se hizo para eliminar vínculos con los trabajos empíricos. Esta co-
rriente condenó en la enseñanza el uso de excursiones, clases de práctica de campo, con-
sideró innecesaria la observación de la realidad, sustituyó el campo por el laboratorio donde
serían hechas mediciones matemáticas, gráficos y tablas, procuraba visualizar la problemática
a través de diagramas y diseños.
20
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
a la suma de sus partes integrantes, exageran la importancia de las
formas en detrimento del todo.
De forma general, esta línea de pensamiento realiza un abordaje
localizacional que obedece a la definición de los sistemas de
planificación del estado capitalista, buscan leyes o regularidades
empíricas sobre la forma de patrones espaciales.
Espacio subjetivo
Estudia las reacciones psicológicas del individuo ante el espacio
geográfico y su comportamiento espacial en relación con dicha
experiencia y percepción mental subjetiva. Se basa en el conductismo
o behaviorismo, método psicológico que defiende empleo de
procedimientos experimentales para estudiar el comportamiento
observable -la conducta-, considera el contexto como un conjunto
de estímulos-respuesta. A esta corriente pertenece la geografía de la
percepción, la del comportamiento o behaviorismo, la del tiempo y la
humanística.
La geografía behaviorista centra su estudio en el análisis de modelos
subyacentes al comportamiento espacial; en la toma de decisiones
relacionadas con la utilidad y la elección espacial; en los problemas
derivados de la localización; en los trayectos y distancias interurbanas
y por último, en las estructuras de los mapas mentales.
La geografía de la percepción se basa en la idea de que el
comportamiento humano está influenciado de forma directa por la
percepción. Trabaja los mapas mentales para a través de las imágenes
que guardan los individuos de áreas concretas, buscar las relaciones
con las características sociales y económicas de estos.
La geografía del tiempo o cronogeografía plantea que la díada
espacio- tiempo limita la acción humana, recaba la necesidad de
planificar las actividades del hombre en el tiempo y el espacio, en
lo fundamental, la jornada laboral. Su esfera de análisis se centra en
el espacio cotidiano. Estos estudios tienen un carácter más local y
parten de expresiones relacionadas con la vida pública del hombre
-trabajo y ocio fuera de casa- y la vida privada de la mujer -trabajo en
el hogar y atención familiar.
La geografía humanística enfatiza en la dimensión subjetiva de los
espacios personales, particulares e individuales, centrada en el
21
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
interés por el sujeto, por el individuo ante el medio material o mundo
vivido -el hombre-habitante fijado a un lugar. Considera el mundo en
el que el hombre vive o quisiera vivir, más que el mundo de los hechos
o acciones humanas.
El aporte de los seguidores del paradigma behaviorista consiste en la
recuperación del lugar y del paisaje, un paisaje que contiene su carga
natural y social, histórica y actual. El espacio adquiere el significado
de espacio vivido, donde se consideran los sentimientos espaciales
y las ideas y experiencias de un grupo o pueblo, su imaginación y
preferencias, prioriza al hombre-individuo frente al hombre-masa.
Espacio social
Se fundamenta en la teoría del marxismo. El concepto básico de
esta corriente es el espacio geográfico como espacio del hombre
producido por la organización espacial de la sociedad. Se adscriben
a esta corriente de pensamiento la geografía crítica o radical, la
geografía del paisaje y la geografía ecológica.
El centro de atención de la geografía radical es la relación entre espacio
y poder o más en concreto, el espacio social. Entre sus reflexiones
destaca la preocupación por el estudio de un espacio humano.
La geografía del paisaje concibe el espacio humanizado, donde
la ordenación del territorio se realice a partir de las ventajas que
representan análisis multidisciplinarios o interdisciplinarios, pero sin
que queden reducidos a una yuxtaposición de informes elaborados
por diferentes especialistas.
Los representantes de la geografía ecológica distinguen la geografía
como el estudio de sistemas ambientales7, en una relación naturaleza-
sociedad en espacios físicos concretos. Privilegian la articulación
espacio-temporal de las diferentes categorías de sistemas
ambientales; intentan superar la dicotomía naturaleza-sociedad, se
articula la cuestión ambiental a la creación de espacios; consideran
el espacio geográfico como el sistema de objetos y las acciones que
los condicionan.
7 Los sistemas ambientales se caracterizan por la compleja interacción de los componentes y
elementos de subsistemas naturales, sociales y económicos estructurados horizontal y verti-
calmente, en los que las interacciones poseen un orden jerárquico.
22
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Espacio local globalizado
Esta corriente de pensamiento pretende la conexión entre el espacio
subjetivo y el espacio social -conexión global/local- despertando
el interés y la crítica. Sostiene que el espacio se articula y organiza
en territorios y corresponde al geógrafo analizarlo, comprenderlo y
descifrarlo, por ser el profesional más capacitado para ello.
Como se ha podido apreciar existe una prolífera producción científica
con diferentes visiones sobre la categoría espacio geográfico, lo
que no impide cierta coincidencia en el manejo del concepto. Dicha
producción científica- según Ortega (2000)- se puede agrupar en tres
grandes tendencias:
1. Una concepción material del espacio a medio camino entre el
positivismo y los planteamientos humanistas, centra su análisis en la
utilidad y la elección espacial, la localización, los trayectos y distan-
cias interurbanas, así como en la estructura de los mapas mentales.
2. Una concepción del espacio como extensión y ubicación, sigue
cierta tradición kantiana, que considera el espacio como contenedor
o escenario y condicionante en el desarrollo.
3. Una concepción marxista en la que el espacio tiene consisten-
cia real y material como espacio construido. Se integra a la tendencia
que define al espacio como producto social y destaca las prácticas
sociales a partir de su entorno material, con sus distintos elementos
y estructuras, desde las construcciones e infraestructuras hasta los
problemas ambientales.
En armonía con la tercera tendencia, la definición de espacio
geográfico elaborada por Mariana Ravenet (2002), resulta de valor
por sintetizar las ideas de Milton Santos de manera que puedan
ser operacionalizadas. Considera al mismo como: “un conjunto
indisociable, solidario y contradictorio de sistemas de objetos (fijos y
formas) y sistemas de acciones (flujos o funciones) en permanente
interacción, con una organización interna y una estructura donde se
desarrollan ininterrumpidamente procesos y se acumulan tiempos. Es
esencialmente naturaleza modificada y transformada por la acción
humana y por tanto una creación social”. (p. 17)
La definición revela tres núcleos básicos que merecen una
profundización teórica por el aporte que pueden realizar a la
interpretación de la categoría en toda su magnitud:
23
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Un primer núcleo es el referido al conjunto indisociable, solidario y
contradictorio de sistemas de objetos y sistemas de acciones en
permanente interacción.
Un análisis a priori llevaría a pensar en una repetición excesiva de
palabras. No obstante, al profundizar se evidencia que semejante
pleonasmo tiene por finalidad la concepción de espacio como totalidad
armoniosa y responsable, con las contradicciones inherentes a cualquier
combinación formada por sistemas diversos en una dinámica de evolución
constante. De esta forma, no deja resquicio alguno a la individualidad o al
unilateralismo, pues el espacio es el contexto único en el que se realiza la
historia. Se revelan además dos categorías medulares del concepto que
constituyen el soporte de su abordaje metodológico.
Los objetos (fijos o formas) son considerados como todo lo que
existe en la superficie terrestre, resultado de la acción humana, así
como toda la herencia de la historia natural. Quedan incluidos los
objetos naturales o físicos, además de los construidos y fabricados,
los técnicos mecanizados y los cibernéticos. Los fijos constituyen los
instrumentos y muestran el proceso inmediato de trabajo.
Las acciones (flujos o funciones) constituyen el conjunto de
relaciones sociales de producción, incluyen las acciones racionales
instrumentales, racionales valorativas, las tradicionales y las afectivas.
Los flujos son el movimiento, la circulación y como tales explican los
fenómenos de distribución del consumo.
Constituyen características del espacio geográfico: la historicidad, la
totalidad y la escala. La historicidad se sustenta en la asincronía de
tiempos, que las formas y las acciones expresan en el espacio, de
manera más o menos tangible, resulta de los niveles de organización
de la sociedad a través de la historia (Ravenet, 2002).
Esos cambios se derivan de la variación de las interacciones de
elementos que actúan en él. El espacio varía con el tiempo y el que
se observa hoy es fruto de un pasado acumulativo de múltiples
interacciones de elementos naturales y humanos, lo que le impregna
una dinámica en la que el cambio es consustancial al espacio. La
periodización del espacio geográfico es sinónimo de la díada
espacio- tiempo por el carácter inseparable de las categorías, aunque
la realidad demuestre que el tiempo aparece en la práctica separado
del espacio, incluso cuando se afirma lo contrario.
24
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Para Santos la solución de este problema resulta de vital importancia y
en los sesenta formula su primera propuesta, la presenta como “tiempo
espacial” y sugiriere el uso de las “periodizaciones espaciales” como
instrumento apropiado para afrontar el tratamiento del espacio en
términos de tiempo (Panadero, 1999).
La totalidad constituye la visualización en el espacio geográfico de
las complejas redes de organización de las relaciones humanas,
incluye aquellas, producto de las interacciones naturaleza-hombre,
según Ravenet (2002). La totalidad es la unidad, la homogeneidad
que permite que el espacio geográfico se pueda agrupar en unidades
homogéneas de geo-referencia promoviendo la comunicación entre
los individuos y da lugar a las agrupaciones y a las congregaciones.
De esta manera, se produce la individualización de un espacio con
respecto a otro en función de una o más variables que lo dotan de
características propias y diferentes a los demás espacios, apareciendo
la tipología y regionalización del espacio geográfico como propiedad
o cualidad de este.
En estas unidades las relaciones que se dan entre los diferentes
elementos, dotan a ese espacio de una continuidad que sirve de
mediador para las agrupaciones humanas y producen variaciones con
los modos de vida individuales. Una variable puede homogeneizar o
individualizar un espacio con respecto a otro.
El nivel de desarrollo alcanzado por la sociedad contribuye más que
los propios factores naturales al contraste de unos espacios con otros.
De esta forma, espacios similares geomorfológicamente, como los
Andes en Suramérica y los Alpes en Europa, son totalmente diferentes
en cuanto a la accesibilidad.
La escala es tal vez la característica más distintiva del espacio, pues
indica una dinámica pocas veces aprehendida conceptualmente
(Ravenet, 2002). Un elemento o variable geográfica tiene mayor o
menor importancia en dependencia de la escala de estudio empleada;
incluso puede desaparecer del análisis geográfico según la escala
empleada. En un estudio de los asentamientos urbanos de un país,
una ciudad tendría un análisis detallado, pero no es así si se realiza el
estudio del sistema urbano mundial.
25
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Un segundo núcleo derivado de la definición de la categoría es aquel
que declara al espacio geográfico con una organización interna, una
estructura donde se desarrollan ininterrumpidamente procesos y se
acumulan tiempos (rugosidades8).
Al referirse a la organización interna es evidente que se producen
relaciones entre los componentes naturales y los socioeconómicos y
culturales del tipo naturaleza-naturaleza, hombre-hombre y hombre-
naturaleza que van a influir según el grado y nivel de esta organización
u ordenamiento en la diferenciación espacial de mayor o menor rango.
Se contemplan otras dos características que se unen a las ya
mencionadas:
La estructura (tratada anteriormente) que refleja la disposición
relativa de los objetos y las acciones.
Los procesos son los que modifican en el tiempo las anteriores
categorías, entre los que se identifican: la técnica, la acción, los
objetos, la norma y los acontecimientos, la universalidad y la
temporalidad, la idealización y la objetivación, los símbolos y la
ideología (Hernández, 2001).
La dialéctica del espacio se observa en la unidad-contradicción
donde, de una parte los sistemas de objetos condicionan la forma en
que se dan las acciones y de la otra, el sistema de acciones conduce a
la creación de objetos nuevos o se realiza sobre objetos preexistentes
(Hernández, 2001).
Openshaw, citado por Barcellos (2003), considera que los sistemas
de objetos y acciones se articulan vertical y horizontalmente, es que
en el espacio geográfico se manifiestan variables globales de acción
local y otros procesos de pequeña magnitud con resultantes también
locales. Por tanto, cada lugar es al mismo tiempo objeto de una razón
global y de una razón local que conviven dialécticamente en lo que se
ha dado en llamar lo glocal (Basave, 2002).
8 El término es utilizado por Santos para referirse al tiempo histórico, a lo que permanece del
pasado como espacio construido, a restos de divisiones del trabajo pretéritas. Tales huellas
revelan combinaciones únicas para un espacio-tiempo. Dicho vocablo tomado de la geomor-
fología, se aproxima a la expresión huella ecológica propuesta por Manuel Castell al explicar
la persistencia de las formas espaciales ecológicas suscitadas por las estructuras sociales
anteriores.
26
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Es preciso puntualizar que en el espacio geográfico no existe cabida
para la unilateralidad, pues todo en él está articulado. De esta forma
cada nuevo sistema de objetos responde al surgimiento de cada nuevo
sistema de técnicas, en el que existe también un nuevo ordenamiento
de objetos.
En su obra Zubiri (1996) vislumbra que del espacio no está excluida
ninguna de las realidades aparentemente menos espaciales que el
hombre puede producir, señala “una obra de arte por ejemplo, lleva
siempre en definitiva o puede llevar el sello no solo de un hombre sino
de un lugar, de un país, etc. No es lo mismo un cuadro chino que un
cuadro europeo... No hay nada que no esté articulado con el espacio,
y su articulación es coextensiva a lo real”. (p. 18)
El espacio geográfico es acumulación de tiempos, por lo que constituye
la herencia de procesos de ocupación social, y de esta manera deviene
testigo en un momento dado de un modo de producción. De ningún modo
el espacio y el tiempo constituyen dos realidades independientes, sino
un sistema único: el continuum espacio temporal de cuatro dimensiones:
tres espaciales (largo- ancho- alto) y la cuarta es el tiempo.
A consideración de Marx (1974), Hegel, desde una perspectiva
metafísica de la naturaleza, desconoce la díada espacio-tiempo,
arribando al contrasentido de una evolución de la naturaleza en el
espacio al margen del tiempo, factor fundamental de toda evolución”.
(pp. 368- 369)
En la definición de espacio geográfico aparecen delineadas categorías
analíticas internas como paisaje, configuración territorial, división
territorial del trabajo, espacio producido y rugosidades. La técnica, la
acción, la universalidad y la particularidad, los símbolos y la ideología
serían algunos procesos externos al espacio geográfico.
Finalmente, se encuentran las estrategias de desarrollo que se
entremezclan y se superponen, en su pretensión de desarrollo, solo
alcanzan crecimientos cuantitativos que son finitos. No obstante,
Lefebvre (1974), considera que “en el socialismo se encuentran las
condiciones para una correcta producción del espacio, toda vez que
el mismo se define como gestión colectiva del espacio” (p. 225), por lo
que una transformación cualitativa de las fuerzas productivas pasaría
de ser tratada como productora de bienes a productora del espacio.
27
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Lo que se impone como reto para las ciencias sociales es la
comprensión del espacio geográfico para lo cual debe tenerse en
cuenta su significado simbólico y sus complejas influencias sobre
el comportamiento humano, pues está mediado por los procesos
cognoscitivos. Harvey (1977), identifica como una de las ventajas
para desarrollar esta perspectiva del espacio: “que se puedan
combinar las imaginaciones sociológicas y geográficas para alcanzar
un entendimiento adecuado de los procesos sociales en toda su
complejidad para así aspirar a entender el espacio social en todo su
significado”. (pp. 30-31)
1.4. El espacio geográfico en la relación naturaleza-sociedad
El desarrollo de las fuerzas productivas -que para Marx es un
medio para la producción de plusvalía- y de las relaciones sociales
de producción en cada época, es decir, en un tiempo y espacio
determinados, suponen características de la actividad económica
política y cultural, de un determinado desarrollo tecnológico.
Merece un pensamiento esta referencia de Milton Santos (1996): “los
modos de producción se tornan concretos sobre una base territorial
determinada históricamente”. (p. 23) En tal sentido, las formas
espaciales serían el lenguaje de los modos de producción. En una
formación económico social (FES) es donde se localizan y distribuyen
las principales actividades de producción-consumo.
Para los teóricos del espacio, la FES constituye el espacio particular
de desarrollo de la sociedad, en ella está contenido el conjunto de
formas técnicas y organizacionales del proceso productivo, que
corresponden en lo fundamental al modo de producción existente
(relaciones de producción, distribución, intercambio y consumo).
La noción de FES como categoría de la realidad y categoría analítica,
se considera el medio más adecuado para formular una teoría
espacial válida porque naturaleza y espacio son sinónimos, a partir
del momento en que la primera se considera naturaleza transformada
o segunda naturaleza, al decir de Marx.
Por tanto, al articular en ella los conceptos de espacio y tiempo, se
reintegran conocimientos que permiten reconocer una nueva cualidad
a la FES (formación socioespacial), pues sobrepasa las fronteras de
28
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
lo ecológico y abarca la problemática social, desde la perspectiva de
la acumulación histórica, como totalidad que conserva la herencia de
los procesos de ocupación social y atestigua sobre un momento dado
de un modo de producción.
Un tercer núcleo básico del concepto es el que refiere que el espacio
geográfico es esencialmente naturaleza modificada y transformada
por la acción humana y por tanto, una creación social.
Al asumir una posición en que se piensa el espacio geográfico como
formado en lo principal por acciones humanas y objetos creados por
el hombre y se le incorpora la base natural, por definición se está
próximo a la de paisaje social o sistema socio-ambiental, pues este
concepto integra el paisaje natural. Esa definición de espacio se
aproxima a la de medio ambiente, supera así la dicotomía entre la
naturaleza (objeto) y la sociedad (sujeto) y articula lo ambiental al
análisis espacial.
Lo anterior evidencia que las acciones humanas y naturales tienen
una plasmación espacial y por tanto, el espacio se convierte en el
soporte o continente de las múltiples interacciones existentes entre los
elementos naturales y los humanos. Queda entonces como corolario
que no existe sociedad aespacial.
Se destaca entonces que, aunque el espacio se modifique con estas
interacciones, también las condiciona en alguna medida, convirtiéndose
en punto de convergencia, de encuentro, de influencias recíprocas de
las condiciones naturales y de las sociedades humanas, por lo que
debe prestarse atención desde las ciencias sociales al estudio del
hombre en su relación con el lugar en que vive.
En los inicios del análisis espacial “este se centró en la búsqueda
de leyes explicativas del poblamiento, siendo el punto de partida el
medio urbano” (Gómez, 1981, p. 15), no obstante, en la actualidad
esta situación se ha ido extendiendo hacia otras problemáticas mucho
más complejas y contentivas de la primera. Al hacer referencia a la
relación de la naturaleza con la sociedad se piensa en el orden de una
insuficiencia, de una polaridad entre sujeto y objeto, de un problema
que es político y económico e incluso social y cultural.
Desde el punto de vista sociológico, los aportes de los estudios
espaciales se producen en la medida en que se puede indagar en las
29
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
relaciones que establecen los hombres con la naturaleza. Partiendo
del criterio de que el hombre establece relaciones con el medio a
través del legado histórico y de los objetivos fijados por el grupo al que
pertenece, se puede comprender el carácter diverso y heterogéneo
de la sociedad, el dinamismo propio de los lugares. De hecho, el
espacio geográfico como espacio social es naturaleza transformada
por los grupos humanos.
Para Durkheim, en Ortega (2000), el espacio geográfico, es el substrato
social que consiste en la distribución de las formas sociales y en la fisiología
social, o sea la segmentación la interacción y la densidad moral de la
sociedad. Durkheim, ve la diferenciación social en términos puramente
sociales y considera que la sociología debe ser una morfología social
que solo debe preocuparse del estudio del substrato o espacio social
dirigida a determinar y mapear la distribución de los grupos sociales.
No logra percibir y por tanto no confiere importancia al vínculo que se
establece entre los grupos sociales con el espacio que comparten.
Está demostrado que no existe una evolución unilateral de toda la
humanidad, sino que la misma se ha producido de manera fraccionada
y esto obedece a que cada grupo social responde de manera diferente
al espacio geográfico en que se inserta, dejando en este su impronta.
Ni un solo acto planificado de ningún animal ha podido imprimir en la
naturaleza el sello de su voluntad. Solo el hombre ha podido hacerlo”.
(Marx, 1974, p. 75)
En los procesos históricos sociales el espacio siempre ha
desempeñado un doble papel: como medio a dominar y como ámbito
del cual obtener los medios de producción y de reproducción. Desde
la época del surgimiento del hombre, el proceso de interacción de la
naturaleza y la sociedad como dos megasistemas interrelacionados,
se ha convertido en uno de los principales procesos de avance. Este
complicado, contradictorio e irregular proceso, transformó la sociedad,
en el principal factor de desarrollo del planeta.
El punto de partida para entender la interacción entre la naturaleza y la
sociedad es aceptar que los seres humanos en la naturaleza ocupan
una situación doble y contradictoria. Al ser parte de la naturaleza,
al ser una de sus especies biológicas, al mismo tiempo, debido a
la organización social y a la capacidad laboral, los seres humanos
pueden modificarla y transformarla.
30
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Así, a los seres humanos y a la naturaleza, los unen como un todo
íntegro, el trabajo y la organización social. El intercambio de energía,
materia e información, que se lleva a cabo principalmente mediante
la actividad productiva, es una condición necesaria para la existencia
de la sociedad.
El trabajo, la razón y la organización social, sitúan al hombre al nivel más
alto de la evolución. Según los enfoques teóricos marxistas “el proceso
del trabajo, que constituye la base de las relaciones entre el hombre y
la naturaleza determinó el surgimiento de la sociedad, con sus leyes
específicas de formación y desarrollo”. (Córdova, 1985, p. 36)
Aunque es pertinente aclarar que Marx (1974), dejó sentado que si bien
el trabajo se constituía en nexo, este no era la fuente de toda riqueza,
y de este modo distingue con tal preeminencia a la naturaleza, como
la fuente de los valores de uso: “¡que son los que verdaderamente
integran la riqueza material!” (p. 9)
La tecnología es el intermediario en la interacción naturaleza-sociedad.
No obstante, si bien la naturaleza no constituye la causa definitoria del
desarrollo social, ella es el medio natural de partida para la vida social.
La naturaleza influye de manera activa en los procesos productivos
y sociales, puede acelerarlos o retrasarlos. Es imposible sustituir las
leyes de la naturaleza por el trabajo humano.
La interacción con la naturaleza se lleva a cabo en el contexto de
determinadas relaciones sociales, que condicionan el carácter, la
dirección general, la profundidad y la visión cultural en su utilización.
El hombre no cambia las leyes de la naturaleza, pero sí cambia de
forma significativa las condiciones de su manifestación, la interacción
naturaleza-sociedad tiene un carácter complejo, contradictorio,
múltiple e histórico. La organización racional de la actividad productiva
y social exige del conocimiento de las leyes de la naturaleza.
Los lugares en que se asientan los hombres para desarrollar sus vidas
poseen características naturales que imprimen especificidad a las
formas de reproducción social. De esta manera, diferentes espacios
tendrán diferentes requerimientos por parte de los hombres, las
personas instaladas en suelos fértiles tendrán condiciones diferentes
para desarrollar sus modos de vida, que aquellas que se encuentran
instaladas en suelos cenagosos o en áreas costeras para la actividad
pesquera o para la actividad turística.
31
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Si el hombre con la ayuda de la técnica ha conseguido modificar las
potencialidades de los recursos del lugar para el desarrollo de la
producción, aún se mantiene un condicionamiento en alguna de las
dimensiones de las condiciones de vida, asociadas a los componentes
de la naturaleza.
Por considerarse el espacio geográfico un objeto de consumo y
aprehensión por parte de la sociedad, en el mismo se producen
cambios ligados al régimen de propiedad, elementos que
caracterizarán a las poblaciones que lo habitan, pueden llegar
a conocer o descubrir determinadas regularidades contentivas
de su dinámica que permiten poder intervenir en este. De esa
forma, la organización social espacial, desde una visión marxista e
interdisciplinar, ofrece un marco teórico- metodológico de carácter
integrado para comprender a la sociedad.
El sistema de relaciones naturaleza-sociedad analizado desde una
visión dialéctica adquiere un carácter complejo en el que interactúan
formas disímiles de organización de lo material, en la cual sociedad
y naturaleza son contrarios dialécticos, en una relación compleja,
con carácter contradictorio que condiciona el automovimiento y el
desarrollo de la totalidad.
Como resultado de esta relación se erige el espacio geográfico como
dimensión de la experiencia humana, como representación subjetiva y
como objeto y materialidad social, por lo tanto, como producto social,
como objeto social vinculado a la naturaleza espacial de la sociedad
humana, esto es, vinculado a la producción, como espacio construido.
El estado en que se encuentra el sistema de relaciones entre el
hombre y la naturaleza brinda la posibilidad de establecer la tipología
del espacio geográfico. Al tomar en consideración el grado de
dependencia de uno con respecto al otro es posible una clasificación
que varía desde los espacios naturales en los que la acción del hombre
es débil hasta aquellos denominados como espacios modificados o
antropizados (urbanos y rurales) donde su accionar ha sobrepasado
el equilibrio entre ambos.
A lo anterior se debe acotar que por mucho tiempo se ha contemplado
la relación del hombre con el medio, como una relación natural,
cuando en realidad se trata de una relación totalmente artificial en
la que lo natural ha sido recreado a partir de valores sociales que no
32
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
lo han tomado en consideración o se han visto como innecesarios
o inexistentes pretendiendo, por tanto, naturalidad en la relación.
Entre los obstáculos epistemológicos se encuentra la legitimidad del
conocimiento objetivo para garantizar el dominio del hombre sobre la
naturaleza.
Como consecuencia de estas limitaciones existe la falsa idea de que
el ambiente es un elemento pasivo y tolerante, capaz de soportar
todos los cambios que la sociedad realice, es el principal problema,
no la relación de la sociedad con la naturaleza, sino la consideración
misma del ambiente: la exclusión de la sociedad en el concepto de
medio ambiente.
Los sistemas de relaciones espaciales en los diferentes momentos
históricos generan sus propias estructuras conceptuales, que
unidos a formas específicas de producción dan como resultado las
correspondientes estrategias de desarrollo y los procesos de gestión
y manejo del medio ambiente.
Siguiendo una lógica evolutiva de esta relación se aprecia que en
las sociedades primitivas la percepción de la naturaleza es la de una
fuerza poderosa, desconocida, temible, a la cual se debe adoración y
sometimiento para poder sobrevivir, pero en la misma medida en que
evoluciona la capacidad de razonamiento del hombre y aumenta su
experiencia, se siente dueño de la situación hasta el punto de asumir
el papel de amo e intenta esclavizarla, convirtiéndola en una enorme
despensa de satisfacción consumista. Una actitud que el hombre
extiende a sus iguales en muchas ocasiones. “Es esta posición
antropocentrista la que nos hace llamar a la naturaleza nuestro medio
ambiente”. (Durr, 1999), o sea, la naturaleza meramente es una pasiva
palestra general de nuestras acciones.
Es prudente preguntarse: ¿cuál ha sido el tipo de individuo que
se ha convertido en centro? Este no es otro que el engendrado
por sociedades elitistas que asumen la naturaleza, e incluso a sus
semejantes, como vulgares instrumentos de su egoísmo.
Consecuentemente, antes de cuestionar qué tipo de antropocentrismo
ha de ser erradicado, se debe reflexionar: “más que de
antropocentrismo la sociedad humana ha padecido hasta hoy de un
egocentrismo feroz… es la lógica del capital la que estimula a los
ricos a una permanente búsqueda de maximización de la ganancia no
33
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
importa a costa de quien se haga, y por otra parte obliga a los pobres a
ser también egoístas, porque a veces el egoísmo es para ellos la única
posibilidad de supervivencia”. (Fabelo, 1999)
Es curioso apreciar cómo en la medida en que surgieron y perfeccionaron
las sociedades clasistas se fue haciendo más antagónica la relación
naturaleza-sociedad. En las sociedades esclavistas y feudales con
el desarrollo de la agricultura con instrumentos, con el mercado de
trabajo, el surgimiento de la ciudad y el campo, la explotación de los
recursos minerales, se inician las alteraciones de la naturaleza.
A partir del momento en que el modo de producción capitalista
asume la hegemonía en las relaciones económicas y sociales y sobre
el territorio, el espacio deja de ser considerado como un centro de
interés del pensamiento y pasa a ser tratado como un parámetro,
como capital.
Era necesario un cambio de papel del espacio ya que se necesitaba
liberar la fuerza de trabajo para la formación de mercados de trabajo,
lo que conllevó a desarticular las relaciones de dependencia de los
siervos, de los campesinos y de los artesanos del régimen feudal
asentado sobre la tierra.
Desde la Revolución Industrial hasta hoy (siglo XXI) con los
adelantos científico- técnicos y culturales, se define un incremento
de la explotación de los recursos naturales; la producción a gran
escala; la concentración de capitales; el desarrollo del comercio y el
transporte; el consumo energético sin precedentes; la urbanización
descontrolada; la contaminación de los suelos, las aguas y el aire;
la carrera armamentista; el crecimiento acelerado de la brecha entre
ricos y pobres, con adelantos tecnológicos que sustentan el proceso
globalizador y que se resume en la rotura del equilibrio entre el ritmo
de explotación y el de recuperación natural.
Penetrando en el conocimiento de sus limitaciones es que el hombre
es capaz de asumir posiciones en su relación con la naturaleza,
profundizar en su estudio y buscar soluciones a la problemática cada
vez más creciente, partiendo del principio de que él es el único capaz
de degradar su contexto y conocer el daño que causa.
Muchos de los problemas de ética que se presentan hoy solo
encuentran su más profundo esclarecimiento si se examinan dentro de
34
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
un contexto ecológico, por lo que no se puede continuar entendiendo
la idea de que solo los intereses humanos importan moralmente. Por
tanto, “la formación de una conciencia ecológica no puede ni estar ni
ser ajena a este debate”. (Fung, 1999, p. 53)
1.5. La percepción del espacio geográfico
La gnoseología del espacio geográfico se propicia en el hombre a
través de la percepción, esta juega un papel decisivo en la formación
de una imagen del medio real, mediada por la experiencia de las
generaciones precedentes, además, por la psicología personal, la
cultura aprehendida, los códigos comunicacionales, las reflexiones
socioeconómicas y profesionales.
A través de la percepción, el hombre concibe el espacio que es a
la vez físico y social y lo enriquece con su propia experiencia y su
conocimiento “reflejándolo con mayor precisión y profundidad cada
vez”. (Lenin, 1976, p. 180)
Para el geógrafo Max Sorre (1952), el espacio –social-, es un mosaico
de formas, en la cual cada grupo tiende a tener su propio espacio,
como un área homogénea en términos de las percepciones del espacio
por sus habitantes. Este espacio refleja los valores, las preferencias y
las aspiraciones de cada grupo social. Él considera al espacio político
y al espacio económico como dimensiones constituyentes del espacio
social. Entiende que cada estilo de vida tiende a manifestarse en una
forma de hábitat típica, o sea, que cada estilo de vida se inscribe en
una forma típica ambiental, pues cada grupo social tiene su propio
espacio y refleja sus valores, preferencias y motivaciones.
En este proceso se debe tener en cuenta el grado de satisfacción
de las necesidades que le proporciona al hombre sus relaciones con
esta realidad, o sea, “se trata del sentido psicológico de lo reflejado,
su impacto emocional, del significado que la realidad alcanza
para el sujeto en función de sus necesidades y motivos”. (Ibarra &
Vasallo; 2000, p. 11). De ahí, que el reflejo psicológico constituye una
especificidad.
La especificidad del reflejo psicológico- íntegra y compleja- unida a
la aparición de la conciencia hace que la realidad emerja sintetizada
y generalizada, posibilita el reflejo del contexto en que se sitúa y de
su propia subjetividad, lo que propicia confirmar una imagen de sí
35
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
mismo, diferenciada de la realidad y de la de los demás.
Este elemento le propicia al hombre las herramientas con las que
interpreta el espacio geográfico y lo hace suyo. Es su espacio, que lo
integra a partir de sus vivencias, de su experiencia personal, matizado
por la herencia de todos los que anteriormente lo vivieron y se lo
trasmitieron; el espacio geográfico, y la espaciosidad como principio
estructural, adquiere características sui generis, únicas e irrepetibles.
Zubiri (1996), admite queSolo el hombre tiene su espacio”. (p. 188)
De esta forma se va más allá al considerar que el hombre más que
una unidad de sustancia, es una unidad de un único sistema de
sustantividad que es indivisible, es de su competencia ocupar el
espacio, estar definido por él y estar presente en él. De esta forma el
espacio es su espacio, es un principio de interioridad, de algo intimus.
Hall, citado por Gómez (1981), asume tres escalas espaciales en el
hombre:
Espacio de organización fija: referido al que está directamente
relacionado con el espacio geométrico o de libre construcción, se
puede adscribir a la casa.
Espacio de organización semifija: en el que se produce la libre
movilidad y que se identifica con el espacio físico (ubicación). Este
espacio surge como resultado de las relaciones que el hombre
establece con los objetos o fijos.
Espacio de organización informal: donde las escalas adquieren
connotación al referirse a la distancia con respecto a los demás. Es
la libre ostensión, la realidad aprehendida, su acceso a ella a través
de la percepción.
Se está en presencia del momento en que el espacio geográfico se
hace manifiesto, se patentiza en el hombre, es el momento crucial en
el que la realidad se le va a mostrar tal cual es y que puede satisfacer,
superar o no colmar, sus expectativas. El grado de satisfacción de
las expectativas entre otros está en correspondencia con el nivel de
información adquirido sobre este particular. Para Zubiri (1996), la
ostensión es el acceso a la cosa percibida, momento físico de acceso
y no es sinónimo de visión. Según esta dimensión el hombre accede a
la cosa percibida y esta se le hace ver, se da, se hace mostrar.
Sin lugar a dudas, estos espacios se combinan para formar una imagen
36
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
dotada de una identidad, estructura y significación que generan
comportamientos espaciales individuales derivados de la evaluación
que cada cual realiza del contexto en que se desenvuelve. Si se toma
como premisa que probablemente la preocupación más general de
los hombres es su bienestar (Íñiguez, 1996), es comprensible para
todos, la naturaleza de los desplazamientos humanos, por lo tanto, es
necesario adecuar la ordenación de los espacios a las necesidades
del hombre.
Al prestar mayor atención a las relaciones naturaleza-hombre y estas
entre sí, se pueden corregir las variaciones espaciales del bienestar
humano que tienen su sustento en la distribución desigual de los
recursos o condiciones naturales, en el desconocimiento u olvido de
las necesidades de la naturaleza y en los procesos de su asimilación
socioeconómica.
La organización espacial en estos momentos conlleva a profundizar
en el modo en que viven en él los grupos humanos. Debe tenerse
en cuenta la estructura, el comportamiento, percepción, aspectos
sociales y culturales en su más amplio sentido. Considerar que
el hombre es el actor principal en la toma de decisiones implica la
necesidad de estudiar los procesos políticos a través de los cuales
se organiza y se transforma el espacio geográfico, como un resultado
de la creación social. Por su importancia, es imprescindible para
un análisis del ordenamiento espacial el lugar que ocupa el hombre
dentro de ese contexto por ser uno de los elementos constituyentes.
Lo que cada individuo de una sociedad piensa y siente, acerca del
espacio en el que vive, depende de cuál sea el uso que su grupo social
haga de este y de su forma de conocerlo. Esta forma de pensar el
espacio cambia a lo largo de la historia, con los sistemas económicos
y deja en el espacio su huella.
1.6. Del lugar a la globalización. La idea de la identidad
De lo tratado se infiere que el hombre se ha posesionado como
propietario frente a la naturaleza, primera fuente de todos los medios y
objetos de trabajo y esto ha evolucionado hacia una realidad espacial
cada vez más dinámica y cambiante.
Desde finales del siglo XX se han exteriorizado desigualdades
espaciales de todo tipo en el mundo. Un nuevo fenómeno ha recibido
37
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
el calificativo de globalización, Jiménez (2002), lo define como “el
proceso mediante el cual la mundialización de la economía es capaz
de producir cambios e involucrar en su desarrollo a otras instancias del
sistema socioespacial como la política, la cultura y el soporte territorial”
(p. 2), se presenta como fenómeno desafiante, perspectiva, proyecto,
política, sistema (económico, social, espacial), hecho histórico cuya
naturaleza es compleja.
Por consiguiente, cuanto más contenido de ciencia, tecnología e
información se integre en función de la naturaleza tanto más productiva
será esta. Así, se produce un medio técnico- científico- informacional
de manera desigual en las distintas partes del mundo, que dan
lugar a una oposición entre espacios, donde unos se adaptan a las
exigencias de las acciones económicas, políticas y culturales propias
de la globalización y otras que no pueden acceder a las mismas.
Para Santos (1999), el proceso globalizador es “un nuevo medio
técnico-científico-informacional, que busca sustituir al medio natural,
y al propio medio técnico. Un orden técnico sobre el que se asienta
un orden social planetario” (p. 225). Propone a la vez un análisis de
este proceso como fábula, perversidad y como posibilidad abierta al
futuro de una nueva civilización planetaria, en la que se aprecia la
globalización como el estadio supremo de la internacionalización.
Esto provoca una división en la que se basa la regionalización del
mundo, por lo tanto, el espacio geográfico adquiere importancia vital
para poder explicar la producción, el comercio, la política, por lo que es
imposible dejar de reconocer su papel en la conformación del destino
de los países y del mundo. Se corrobora el principio defendido por
Santos de que el lugar es hoy un punto individualizado del acontecer
global. En cada lugar se combinan los acontecimientos externos -hijos
de la globalización- con lo in situ.
Es preciso regresar al carácter indisociable de la díada espacio-
tiempo, pues el continuo evolutivo del espacio geográfico en la
historia, hoy se ve desbordado por la tecnología que, producto del
proceso globalizador adquiere omnipresencia, lo que garantiza a
cada lugar su participación en este fenómeno técnico universal, según
sus características y condiciones. Por tanto, cada lugar dispone de
calidades y cantidades técnicas propias que lo definen y que definen
la vida local porque el trabajo dependerá de estas técnicas.
38
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Esta tecnosfera se constituye en diferenciadora y está integrada a
la sociopsicosfera de cada lugar. Un análisis del espacio geográfico
necesariamente debe tomar en cuenta la presencia técnica y cómo
esta se relaciona con la cotidianidad en todos sus niveles: individual,
comunitaria o social.
En los procesos mediatizadores de la estructuración de la
cotidianidad comunitaria debe hacerse referencia en primer lugar a
la dinámica histórico- social de la sociedad concreta a la que hacen
referencia Alonso, et al. (2004). Una comunidad históricamente
construida es garante de su espacio contenedor y lleva la impronta
de él en su cotidiano, este es definido por el lugar, por lo que la
manera como la gente vive su cotidiano responde también a la
geografía del lugar.
En la actualidad el cotidiano está relacionado con el fenómeno
técnico de cada lugar, lo que hace que se establezcan dos
dimensiones de la cotidianidad: una relacionada con los problemas
globales que se viven al estar pendientes de hechos que suceden
en cualquier latitud y que de manera inmediata llegan a través de los
más disímiles medios de difusión masiva al que se puede denominar
cotidiano globalizado.
La otra dimensión de la cotidianidad es la que se desarrolla a
escala más limitada y más cerca del individuo; tiene que ver con
la realización de sus actividades, con su empleo, su subsistencia,
su posición en la sociedad, la visión de su presente y la del de los
demás, o sea, donde se reproducen como seres sociales y es el
cotidiano territorializado”.
En relación con esta idea es coherente la opinión de Bosque & García
(2003), de que el proceso globalizador ha dado lugar a una ubicuidad
del fenómeno técnico que hace partícipes y mantiene pendientes de
hechos que suceden a escala planetaria a través de los medios con
total inmediatez; no obstante, enfatiza en la necesidad del estudio del
lugar a partir de las características propias de este.
Por ser resultado de la creación social, el espacio geográfico
constituye un elemento central del cotidiano -entendido este como un
dato de análisis- porque siempre está cambiando, lo que le imprime
dinamismo propio, diferente del dinamismo del mundo9.
9 Aparece aquí una asincronía temporal entre la dinámica local y la global, que, a pesar de la
39
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El lugar representa la menor escala, -la localidad- aun cuando en él se
materialicen los efectos de la globalización. El lugar forma parte del
hombre y este le otorga valor desde su percepción porque representa
sus experiencias y aspiraciones; sus características son únicas. Para
Santos (1990), “cada lugar es, en cada momento, un sistema espacial”.
(p. 227)
La comprensión del lugar desborda el conocimiento geográfico
y deviene una realidad a comprender desde las perspectivas de
quienes lo han construido (Ortega, 2000). Con el nuevo paradigma
globalizador, el lugar se presenta como refugio para la sociedad, que
en su práctica cotidiana se encuentra a sí misma frente a la invisibilidad
que supone la no frontera. En opinión de Barreiro (2002) “desde los
lugares se pueden construir historias o trayectorias caracterizadas por
ser espacios de interacción social y de interacción de los actores con
su entorno territorial”. (p. 18)
Es en el lugar –cotidiano compartido entre los diversos individuos
e instituciones- donde cooperación y conflicto son la base de la
vida común. Cada cual ejerce una acción propia, la vida social se
individualiza, la cercanía crea comunidad, la política se territorializa,
en la confrontación entre organización y espontaneidad. Al respecto
Santos, citado por Carpio (20010), asevera que “el lugar es la sede
de la resistencia de la sociedad civil ante el deterioro… debemos
construir relaciones horizontales entre lugares que permitan
encontrar un camino que nos libere de la globalización perversa
que estamos viviendo y nos aproxime a la posibilidad de construir
otra globalización capaz de devolver al hombre su dignidad”. (p.
60)
Cuando se invoca la identidad, existe consenso entre los estudiosos
de las ciencias sociales de que en gran medida esta se encuentra
asociada al espacio geográfico. A lo que se debe adicionar que la
misma guarda estrecha relación con la conformación de los territorios
y su permanencia en el tiempo.
Existen prácticas sociales que son vividas y construidas culturalmente,
más allá de las políticas. Al decir de Hoffmann (2007): “el tiempo, el
espacio y la cultura coinciden para dar sentido a ciertos conjuntos
pujanza que imprime la tecnosfera no es posible lograr la simetría, toda vez que se ahonda y
produce más diferencias, según el comportamiento del acceso a esta.
40
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
sociales y espaciales que gozan de consensos endógenos y exógenos
acerca de sus fronteras y delimitaciones” (p. 437). Tales anuencias
sirven de apoyo y legitiman autonomías territoriales.
1.7. Del espacio geográfico al territorio. Homogeneidad y hetero-
geneidad
Las menciones al territorio tienen un uso bastante ambiguo debido al
sentido incierto que estas revelan. En opinión de Jolly (2012) -quien
cita además a Faure (2009); Muller (2010); Monnet (2010)- el primer
desafío al que se enfrenta una reflexión sobre el territorio es al de una
noción común, sin necesidad de definición para su uso por diferentes
personas en disímiles situaciones. En tanto su estudio desde la ciencia
se inscribe en unas conceptualizaciones totalmente diferentes.
Labrada (2008), y Pérez (2010), también hacen mención al carácter
polisémico del término territorio y a su sentido en relación con las
dimensiones de la realidad social desde la que se le vincula (políticas
públicas, procesos económicos, movimientos sociales) por lo que su
significado puede variar según la disciplina científica.
Sin embargo, son comunes las referencias a espacios de poder,
apropiación o dominio. Un ejemplo de ello es Haesbaert (2011),
quien concibe el territorio como el resultado de un proceso de
territorialización que implica un dominio (aspecto económico-político)
y una apropiación (aspecto simbólico-cultural) de los espacios por
parte de los grupos humanos.
Geiger y Correia de Andrade, citados por Montañez & Delgado (1998),
incluyen los límites de soberanía, propiedad, apropiación, disciplina,
vigilancia y jurisdicción y transmiten idea de cerramiento. En su opinión
el concepto de territorio está relacionado con la idea de dominio o
gestión dentro de un espacio determinado; se relaciona con la idea de
poder público, estatal o privado en todas las escalas.
Es concluyente destacar que la idea de territorio no puede estar
limitada al espacio que nos rodea y a sus características físicas
(valles, montañas, ríos, clima), es producto de la historia de sucesivas
sociedades. El concepto de territorio va más allá de una concepción
de espacio geográfico como contenedor de objetos (naturales y
artificiales), es una construcción permanente y nunca acabada,
41
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
cambiante y contradictoria sobre los procesos de ocupación y
apropiación de dicho espacio.
Este punto de vista coincide con la representación de territorio como
resultado de un proceso de construcción social, política y también
simbólico, asumida por Chiara (2004). En esta línea, los procesos de
concertación comprendidos en la gestión pública van construyendo
política y simbólicamente una territorialidad de referencia.
En el territorio se mezclan las huellas de la naturaleza, más o menos
transformada según sea el caso; las herencias de las distintas
comunidades y organizaciones sociales; las múltiples producciones
de los individuos, grupos, empresas, Estados. En él se materializan los
procesos espaciales contemporáneos y su aspecto visible se aprecia
en los diferentes paisajes. En cada lugar particular se concretan las
lógicas más generales de la producción económica y social y lo hacen
de acuerdo con sus respectivas normas y pautas de organización
socio-política y cultural.
Se enfatiza en que cualquier definición de territorio tiene sus bases
en la geopolítica, en la medida en que las relaciones de poder son
consustanciales al territorio, se diferencia del espacio en que, si bien
ambos están delimitados, en el primero sus límites son impuestos
desde el poder, mientras que el segundo es el resultado de una
construcción social.
De esta manera, se puede afirmar que el territorio surge de las
relaciones y vínculos del espacio y el dominio. Marcar límites ha sido
una de las maneras mediante las cuales los individuos y los grupos
sociales han ejercido el sentido de la territorialidad.
Cuando se trata del “conjunto de prácticas y sus expresiones
materiales y simbólicas capaces de garantizar la apropiación y
permanencia de un determinado territorio por un determinado
agente, grupo social o Estado” (Montañez & Delgado, 1998, p. 124),
se asocia con la territorialidad. La idea de identidad y afectividad
espacial se asocia con la apropiación, la territorialidad constituye
un valor fundamentado en la subjetividad humana, el territorio es el
área, el objeto material.
Tal apreciación armoniza con la definición de identidad, ofrecida por
Zgymunt Bauman (2004), en el sentido de que las personas se hacen
42
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
sobre quiénes son -pertenencia- y lo que tiene sentido para ellas –
identificación-, es predominante lo primero. La pertenencia a un lugar
se produce por la apropiación del mismo, la permanencia se da por
la identificación.
La identidad con el territorio, su uso y apropiación adquieren
importancia en la vida social. Este proceso de relación tiene lugar a
través del trabajo, del conjunto de las actividades materiales e ideales
mediante las cuales hombres y mujeres intercambian con el contexto
que habitan para hacerlo su territorio. Pero no todos los territorios son
iguales ni un mismo territorio se aborda y se piensa de igual manera.
Sobre él se dan distintos procesos sociales, económicos, políticos y
culturales: distintas territorialidades.
La territorialidad expresa el ejercicio de control, dominio, apropiación
e identificación de territorios, determinados mediante procesos
contradictorios en los que se materializan relaciones reales, vivencias y
experiencias de sujetos concretos en relación con sus subjetividades.
La territorialidad se asocia con apropiación y esta, con identidad y
afectividad espacial, que al combinarse definen territorios apropiados
de derecho, de hecho y afectivamente.
La superficie de la Tierra está recubierta de territorios que se
sobreponen o se complementan, se derivan en diversas formas de
percepción, valoración y apropiación, es decir, de territorialidades
que se manifiestan cambiantes y conflictivas. Las lealtades al
territorio nacen del grado de territorialidad y en un espacio se pueden
yuxtaponer varias lealtades a distintos actores territoriales.
El territorio es el lugar estructurado y organizado en su espacialidad
por medio de relaciones entre los seres humanos y los demás
elementos que contiene. En opinión de Sosa (2012), esta estructura
y organización es el resultado de un proceso dual en el que factores,
como la configuración del paisaje, influyen en la distribución
espacial de las actividades humanas e influyen en la apropiación y
transformación del espacio geográfico, del mismo modo en que las
transformaciones históricas que realizan los grupos humanos, se
explican en sus necesidades e intereses.
Esta idea es ratificada por Olivier Dollfus, citado por Sosa (2012),
quien sostiene que la acción humana también tiende a transformar
43
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
el medio natural al apropiarse de un territorio y reivindicar el acceso,
control y uso de las condiciones de producción de vida. Para dicho
autor, los recursos naturales de un espacio determinado tienen valor
únicamente en función de una sociedad, de una época y de unas
técnicas de producción determinadas. Es la utilización de esas
técnicas de producción la que tendería a modificar los relieves y por
consiguiente, los espacios geográficos, con lo cual se concreta la
construcción geográfica por la práctica humana.
Dos conceptos introducidos por Santos (1996), argumentan la
complejidad de las relaciones entre espacio geográfico y territorio.
De una parte, las horizontalidades, que representan la relación o
dependencia entre espacios contiguos, desde el punto de vista
productivo, de consumo, de distribución o de interacción entre grupos
sociales; por otro lado, las verticalidades, que manifiestan procesos
llegados de otros niveles del sistema político-administrativo, incluso
de origen internacional, se instalan con relativa independencia del
funcionamiento socioeconómico.
Las interrelaciones se establecen sin continuidad espacial, de forma
general responden a asignaciones de carácter nacional o regional, que
aseguran el funcionamiento global de la sociedad y de la economía.
Las divisiones territoriales determinan unidades de responsabilidad y
de poder y por lo general, están dotadas de niveles de subordinación
o jerarquías.
La división territorial genera desigualdades de oportunidades de
creación de riquezas e influye en las condiciones de vida de las
personas que en ella habitan, lo cual no significa que las determinen.
Siempre existen entre ellos y en su interior, diferencias naturales,
ambientales, económicas, socioculturales, demográficas y otras, así
como las diferencias en la actuación de los que gestan y controlan los
procesos de reproducción social en ellos.
Las divisiones territoriales más conocidas en un país son aquellas
definidas para ejercer la gestión político-administrativa, de gobierno
o sectorial. De la misma forma, las organizaciones de la sociedad
civil delimitan territorios para su actuación. Unido a ello, está el hecho
de que la vida de las personas transcurre en múltiples espacios: los
de residencia, de traslado hacia/desde el trabajo o el estudio, de
permanencia en estas actividades y eventualmente existen diferentes
44
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
espacios donde se procura de servicios, de visitas a familiares y
amigos, de recreación y ocio, reuniones y otros.
De esta forma, los grupos sociales crean y delimitan espacios, por
ejemplo: los barrios, los asentamientos, las comunidades con relativa
homogeneidad interna, que no siempre son coincidentes con unidades
políticas, administrativas o sectoriales. La resultante es una asincronía
de fijos y flujos, o sea que, tanto objetos o formas como acciones de
diferentes tipos y antigüedad, coexisten.
Como delimitación de poder político o administrativo, el territorio es
una unidad más o menos estable, al menos en sus unidades superiores
(provincias, municipios), lo cual se incrementa en dependencia de
la antigüedad de estas demarcaciones, debido a la posibilidad de
incremento de flujos culturales.
Sin embargo, las divisiones espaciales y subespaciales son
dinámicas tanto en sus sistemas de objetos –fijos-, en sus sistemas de
acciones -flujos-, como en la estructura y los procesos que deciden
la organización espacial. La ampliación o reducción y los límites de
estas siempre son resultantes de procesos sociales.
Para una eficiente conducción política y administrativa es imprescindible
tomar en consideración, en el proceso de gobernabilidad, la existencia
al interior del territorio, de la heterogeneidad espacial –subespacios.
Su calificación según potencialidades productivas, necesidades y
hasta aspiraciones de los grupos y organizaciones sociales que en él
se desenvuelven, se convierte en información prioritaria en el ejercicio
de la equidad y en la búsqueda de la eficiencia y la efectividad de los
procesos sociales. Entre ellos está la participación en aras de promover
los saberes colectivos en un aprovechamiento de las potencialidades
del territorio.
Lo anterior propicia una nueva reflexión acerca del territorio. El mismo
no es un recorte de área vacío, contiene determinadas condiciones
y recursos naturales y humanos, base productiva e infraestructura;
posee población, con sus atributos como estructura de edades,
composición de las familias, educación, valores y otros muchos, en
una permanente dinámica de interacciones internas y externas.
45
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
CAPÍTULO II.
LA GESTIÓN PARTICIPATIVA Y EL DESARROLLO
LOCAL
2.1. Una aproximación a los procesos participativos
Es creciente el consenso de que el progreso humano se reconoce
íntimamente relacionado con la participación de las personas en
la vida social. Para Espejo (2009), “el problema- en la base- reside
en permitir la actividad creadora en esta frontera entre las personas
y la organización social” (p. 53). Esto implica una determinada
independencia para tomar decisiones y tener la experiencia de poder
modificar la realidad que los rodea.
El desarrollo humano está ligado a la autonomía y a la capacidad de
participación en la vida de los territorios donde las personas residen.
En realidad, hay dos direcciones en las que es menester indagar:
la dirección psicológica y la dirección de la acción en el mundo
social. Esta última puede entenderse como participación ciudadana,
a la que se adscribe la presente investigación. Se trata del grado
de compromiso que una persona puede tener al presentársele la
posibilidad de hacerse responsable de un aspecto (o varios) de la
situación de su territorio (Espejo, 2009).
A la época Renacimiento en occidente se remonta la idea de recurrir
a la participación de los habitantes en el proceso de ordenamiento de
los espacios construidos, a través de las primeras manifestaciones de
un discurso específico sobre la arquitectura y la ciudad10. Comenta
Lulle (2005), que desde entonces esta preocupación es recurrente,
pero a partir de las décadas del sesenta y setenta del siglo XX
vuelve a expresarse en los discursos teóricos de la arquitectura
y del urbanismo, en discursos más políticos que se derivan de los
10 De lo que se trata es de establecer un diálogo entre el arquitecto y su cliente, el futuro usuario
de la casa, edificio, palacio o espacios públicos que se están realizando y caracterizar social-
mente a los habitantes, con el fin de responder lo mejor posible a sus necesidades, deseos y
usos.
46
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
principios de la auto-gestión o que se inscriben en un contexto de
luchas urbanas11. Se infiere entonces que los rudimentos de los
procesos participativos desde sus orígenes han estado relacionados
con cuestiones de hábitat.
Al considerar la participación como una de las grandes expresiones
del compromiso ciudadano, Sabariegos (2009), la define como “la
interacción de unos individuos con otros en situaciones y procesos
más o menos estructurados y que desarrollan una actividad con fines
significativos dentro del sistema social”. (p. 32)
Para Alonso y Jara (2016), categorialmente, la participación es el
involucramiento activo, individual o colectivo, de las personas como
sujetos de la actividad. Estos autores llaman la atención sobre el
tratamiento de la categoría participación centrado en sus formas de
manifestación empírica, subvaloran la conceptualización a la cual
proponen prestar una mayor atención ajustada a su esencia. Tales
prácticas tienen coherencia con las necesidades de refuncionalización
de lo dominante, esas son sus reglas de juego, las que se extienden a
categorías como desarrollo y democracia.
Al abordar la participación, Rebellato y Giménez (1997), conceden
importancia al contenido simbólico de las acciones y saberes
producidos por los agrupamientos humanos. Consideran que esos
símbolos constituyen una tradición cultural, organizativa y participativa.
En la esencia de la participación ciudadana está contenida la identidad
con el territorio, lo que da un lugar preponderante a los criterios de
quienes habitan el lugar.
Alertan que las formas de participar tienen una pre-existencia a los
agentes externos que arriban a las comunidades para intervenir en
esa realidad social diferente a la suya con el propósito de impulsar
acciones participativas. De tal manera se confirma lo expresado con
antelación de que el espacio geográfico es acumulación de tiempos,
lo que se traduce en experiencias de quienes lo producen a diario.
Estos autores (Rebellato y Giménez, 1997) estiman que una concepción
integral de la participación debe contener al menos tres de los sentidos
que connota el término: formar parte, tener parte y tomar parte. Se
11 Refiere el autor que los debates que generó el tema durante este período fueron a veces
polémicos, por lo que acota que era el poder de los sabios cuestionado por el derecho de los
profanos.
47
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
hace imprescindible agregar la condición en que se produce este
involucramiento, como sujeto, medio u objeto de la actividad.
Al formar parte de algo, las personas están teniendo sentido de
pertenencia, al sentirse incluidos, comienza un compromiso individual
con la actividad. Al asumir responsabilidades se materializaría la
inclusión, lo que permitiría la colaboración con los demás, el intercambio
de experiencias y la confrontación de ideas. De ahí la importancia que
para la participación implica tener parte. La participación es plena
cuando se toma parte en las acciones para mejorar o cambiar las
condiciones del lugar y para ello se pone a prueba la capacidad
de análisis de los individuos al determinar y priorizar los principales
problemas que les afectan y la racionalidad en el uso de los recursos
a su disposición.
Una aproximación a la participación como proceso debe considerar
los factores que influyen en la misma. Del Río (2002), enuncia los
siguientes:
Estructurales (estructura socio-económica): carácter de las
relaciones de producción.
Institucionales: mecanismos políticos y jurídicos relacionados con
el ordenamiento institucional de las relaciones sociales.
Individuales: (características de los sujetos), motivaciones e
intereses; conocimiento para ejercer la participación; compromiso
con el proyecto social; nivel de instrucción, cultura política, cívica
y participativa. Incluye factores socio-demográficos como edad,
sexo, ocupación.
A ello añade la existencia de condiciones en la que se produce el proceso
de participación (Delo, 2002):
Personales: saber participar, querer participar.
Procesuales: disponer de información, ejercer la reflexión individual
y colectiva y realizar la decisión necesaria.
Sociales: estructurales (contexto socio-económico, incluye
indicadores como edad, sexo, raza, religión, ocupación, escolaridad,
residencia, índice de urbanización y de industrialización), políticas
(características del sistema político, calidad y estilo del liderazgo),
48
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
casuales (se relaciona con indicadores coyunturales como guerras,
crisis, conmociones).
Resulta de interés la relación de exigencias o requerimientos para la
consecución del proceso participativo. Es relevante la opinión de los
autores Caballero & Yordi (2004), quienes consideran las siguientes:
Organizarse de forma adecuada para expresar lo que se piensa y
tomar decisiones.
Concebir la comunidad como sujeto del desarrollo.
Desarrollar la creatividad (no homogeneizar las formas de
participación).
Partir de las necesidades e intereses de la comunidad, de sus reales
posibilidades y problemas identificados por la propia población,
sus obstáculos y sus características.
Brindar posibilidades de distinguir responsabilidades, aprendizaje,
información adecuada y oportuna, en correspondencia con las
necesidades y aspiraciones de cada colectividad.
Comprender para resolver: la realidad debe conocerse para
encontrar la solución eficaz a cada problemática definida o
necesidad manifiesta.
Capacitar: la población debe aprender a participar.
Participar de forma continua e informada, no es sinónimo de
masividad permanente.
Tiempo y dedicación, capacidad, condiciones, posibilidades y
motivaciones, como fenómeno humano.
Ser constructiva, popular y abarcadora de múltiples intereses,
capaz de convertirse en un mecanismo efectivo de socialización
para convencer y motivar a todos los sectores de una localidad.
Autores como Molina (1989); Limia (2007); Ander Egg (2003); Caballero
& Yordy (2004), citados por Alonso y Jara (2016), han coincidido en
establecer una tipología de la participación, según algunos principios
de clasificación, entre los cuales se destacan:
Según la forma en que se produce: incluye la participación directa,
cuando todos intervienen y la participación indirecta, cuando se
designan representantes.
49
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Según la forma en que se integra la población al proceso: abarca
la participación como información, cuando la actividad consiste
en comunicar a los implicados sobre planes y/o resultados. Esta
forma de participar es pasiva para la totalidad de los participantes.
Contraria a la anterior es la participación como ejecución, en la que los
implicados se involucran en los planes previamente elaborados. La
participación como asesoría o consulta se fundamenta en la consulta
a los beneficiarios sobre los planes, aunque no elaborados por ellos,
se pueden registrar sus criterios e incorporarse o no al proyecto. La
participación como decisión involucra a los implicados en todas las
fases del proyecto, desde su génesis, con capacidad para decidir.
Según la forma en que se produce en una perspectiva societal: se
establece la universalista y la particularista. En la primera todos
concurren a la participación desde una condición social común (en
Cuba, ser cubanos); en el segundo caso se establece una distinción en
la condición desde la cual ocurre (obreros, campesinos, intelectuales).
Según los niveles en que ocurre la participación. Se distinguen
diferentes tipos:
Participación como oferta-invitación: los involucrados toman parte
en la ejecución de las decisiones tomadas por otros. De lo que se
infiere el calificativo de pseudo-participación, el objetivo es atraer
a las personas para que materialicen lo que es de interés del que
convoca, se reconoce como una forma de manipulación.
Participación como consulta: se estimula a las personas a que
expresen sus criterios acerca de lo que se ha planificado.
Participación como delegación: se cede a las personas involucradas
la gestión de algunas acciones.
Participación como influencia: capacidad y posibilidad que tienen
algunas organizaciones para ejercer influencia mediante propuestas
o presión acerca de lo que se debe hacer. En los casos en que
las decisiones se tomen de manera conjunta y la ejecución de las
acciones es compartida, se está en presencia de la co-gestión o
trabajo común. Para el éxito de la misma es necesario establecer
mecanismos de co-decisión.
Autogestión: forma superior de consumar la participación, cada
involucrado intervine de manera directa en la toma de decisiones,
50
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
debe considerar las líneas generales que ha establecido de conjunto
el resto de los participantes; se trata de gestionar de manera
individual, siguiendo las normas, para no afectar los intereses del
resto del grupo y de la sociedad en su conjunto.
Otras clasificaciones establecen una distancia entre las llamadas
participación real y participación formal. La primera de ellas es
activa y consciente y genera compromiso, los individuos expresan
sus aspiraciones y necesidades. La segunda va más al plano de
las apariencias o se da por ejercida, está contenida en el sistema
normativo.
Lo que antecede pone en evidencia que la participación como actividad
humana es compleja, al estar presente en las relaciones sociales de
todo tipo y al comportarse de manera particular en cada una de ellas.
De esta diversidad de manifestaciones se origina una diversidad de
interpretaciones. Ganuza (2007), advierte que el campo semántico asociado
a la participación plantea ciertos problemas al limitar expresamente el uso
que se puede hacer de ella. La decodificación conceptual insiste en los
mecanismos de representación y la multiplicidad12. Así, la contribución
y la movilización sustituyen al compromiso considerado por Sanabria
(2001), como su forma más genuina.
La participación más que un método específico invoca una actitud
según la cual los individuos persiguen un propósito planteado con
antelación, esto genera escenarios inciertos y poco claros en el campo
de la política y el conocimiento. “Ni todos los individuos tienen un mismo
conocimiento para abordar problemáticas complejas ni todos ellos
disponen de suficiente competencia para decidir convenientemente,
ni tampoco está claro que reunidos todos los individuos pueda llevarse
a cabo una acción racional”. (Sanabria, 2001, p. 65)
La participación como método de intervención queda menguada,
se transforma poco a poco en un concepto derivado de la
representación. En esto tiene que ver el desconocimiento que sobre
materia de participación tienen los actores locales, lo que propicia que
prevalezcan modelos (anti) participativos con rasgos de hegemonismo
y en oportunidades, autoritarios; con institucionalización excesiva
por parte de los decisores; según Sanabria (2001), “hacen que la
comunidad se libre de la responsabilidad que le corresponde en la
solución de sus propios problemas”. (p. 93)
12 Aquí el vocablo se utiliza más como sinónimo de abundancia que de diversidad.
51
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Cuando se habla de participación, no solo se apela a la presencia
de los agentes activos, sino también al ordenamiento de un espacio
relacional sin el cual aquellos no podrían concurrir activamente, ni
establecer los límites de los problemas, ni pensar sus consecuencias o
el curso de las acciones. La participación como metodología conduce
a la sociología a pensar en las consecuencias y no solo en las causas
de los fenómenos sociales, lo cual implica asumir la autonomía y
reflexividad de los agentes, aparte de su concurrencia activa.
Pensar las consecuencias implica considerar la acción que se
realiza, supone partir de la idea de que la acción social siempre tiene
consecuencias y que, por tanto, su conocimiento requiere de un
esfuerzo encaminado a valorar los efectos de dichas acciones. Es por
ello que Ganuza (2007), plantea que: “no se trata… solo de recoger
datos y analizarlos posteriormente, sino recogerlos, devolverlos y crear
un espacio de reflexión entre los agentes implicados. Al afrontar un
problema desde la lógica participativa no se pretende, así, buscar el
equilibrio entre las múltiples y diferentes preferencias de los individuos
desde una perspectiva cualificada, que en un plano práctico conlleva
entender que la mejor forma de articulación social es la negociación
de intereses, y que… ha sugerido para muchos la necesidad de
multiplicar los espacios representativos, en detrimento de espacios
deliberativos y participativos”. (pp. 65-66)
El problema desde las metodologías participativas se plantea a partir de
un espacio público –relacional- sobre el que hay que tomar decisiones,
según la heterogeneidad de los agentes que conforman dicho espacio,
es decir, hay que plantear cuáles son los problemas efectivos de ese
espacio relacional desde el punto de vista de los agentes implicados.
Pero la solución del problema no estriba en habilitar el espacio, pues en
los individuos pueden existir resistencias y bloqueos psicológicos que
pueden llevar a cerrar las avenidas posibles de participación.
Es necesario un acompañamiento que ayude a las personas
en esta etapa de su desarrollo. No es que se trate de un proceso
terapéutico (en algunos casos puede serlo), más bien de uno
educacional intencionado. Para ello la cooperación, que está ligada
a la participación a través de la interacción social y asumida “como
forma de la actividad coordinada de los actores con arreglo a un plan
(Alonso, 2004, p. 10), se delinea como un proceso de aprendizaje de
los actores que cooperan.
52
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Al examinar los procesos interactivos que se llevan a cabo en un
espacio relacional de cooperación, se constata un proceso de
aprendizaje que no es reconocido como tal por ser de tipo informal.
El aprendizaje informal juega un rol importante en la vida de los
individuos, de las organizaciones y de la comunidad. La gente
va a reuniones, participa en actividades asociativas, pregunta
a especialistas, busca información, realiza contactos y en ese
aprender, adquiere habilidades.
Esta interacción es productiva y ocurre un aprendizaje. Por eso, las
acciones realizadas en cooperación generan y acumulan, además
de resultados específicos, procesos de aprendizaje. Los indicadores
de este aprendizaje serán los resultados de los planes realizados en
común, a partir de la interacción social.
Para materializar la participación es necesario que se realice en torno a
un proyecto de la localidad o puede ser intencionado por especialistas
y consensuado con los actores. El asunto de la participación no es
un tema exclusivo de la reflexión comunitaria, influye en todos los
niveles organizativos de la sociedad. La inteligencia colectiva13, como
instancia necesaria para comprender el desempeño de los colectivos
humanos, no puede desvincularse de la noción de participación y esta,
a la vez, resulta útil para tratar de entender la gestión participativa
(Chaparro & Fernández, 2013).
La participación en proyectos no debe ser entendida como
igualitaria. Según Alonso y Jara (2016), debe estar condicionada por
la aportación de cada sujeto implicado, a partir de sus motivaciones,
conocimiento y compromiso con el proyecto social. De esta forma,
se cuida la sobre-participación de unos, en detrimento de la menor
implicación de otros. En este tema, Ada Guzón, citada por Alonso
& Bell (2013), opina que el conocimiento de causa, que poseen los
actores del territorio municipal acerca de la realidad socioeconómica,
posibilita que de estos surjan las ideas de cómo transformarla para
incrementar su bienestar.
13 Los autores citan un estudio de la revista Science de octubre de 2010 que concluye que la
inteligencia colectiva facilita un grado medio de habilidad social de los miembros, una par-
ticipación más distribuida dentro del equipo y la inclusión de un mayor número de mujeres.
En esta perspectiva el desempeño de los colectivos humanos no puede desvincularse de la
participación.
53
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
2.2. La gestión participativa del espacio geográfico
La acepción tradicional del concepto gestión para Ramírez (2005)
se relaciona con el de administración y significa “hacer diligencias
conducentes al logro de unos objetivos” (p. 14). Villamayor & Lamas
(1998), señalan que entre los significados de la gestión está el del
carácter cultural del gestus, en un sentido activo. La gestión es una
suerte de acción artística, en cuanto es creativa (y no repetitiva o
estructurada por recetas), tiende a la gestación de procesos colectivos,
con los otros -y no a pesar de los otros y de lo existente o contra los
otros.
En una perspectiva más neutral, estos últimos autores opinan que
gestionar es una acción integral, entendida como un proceso de
trabajo y organización en el que se coordinan diferentes miradas,
perspectivas y esfuerzos, para avanzar de modo eficaz hacia objetivos
asumidos institucionalmente y se desea que se adopten de manera
participativa y democrática.
En esta línea, gestionar implica una articulación de procesos y
resultados y también co-responsabilidad y co-gestión en la toma de
decisiones. Este enfoque toma distancia de la visión administrativa
tradicional y se ajusta más al discurso sociológico en la medida en
que enfatiza en la participación.
La gestión participativa es un término que proviene de la administración
y tiene sus orígenes en el desmoronamiento del paradigma de la
administración clásica -fordismo y taylorismo - es sustentado por
las grandes potencias económicas de occidente a mediados de la
década de los ochenta del siglo XX. Pérez (2006), la describe como
un modelo de mejora organizativa basado en el aprovechamiento
de los canales de comunicación ascendente”, pondera el papel
facilitador y evaluador de la dirección para aplicar las iniciativas de
mejora recibidas mediante estos canales.
Como “una forma de administrar que reorganiza el trabajo reunificando
el decidir con el hacer y desarrolla relaciones sociales de colaboración,
confianza, responsabilidad, lealtad y compromiso con las metas de la
organización”, así la conciben Hermel; Sekiou & Lawler, citados por
Estévez & Arbazúa (2003). De lo que se acota que la gestión implica
la ejecución de acciones para llegar a un resultado.
54
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Se denota el desarrollo de las relaciones sociales en el concepto; para
abordar la gestión participativa desde la mirada de las relaciones
humanas, implica un acercamiento a la cosmovisión del propio ser;
adentrarse desde lo ontológico, implica del mismo modo, comprender
las manifestaciones axiológicas que están intrínsecas dentro del ser
humano, producto de su contexto sociocultural.
Lo manifestado hasta este punto permite llegar a un consenso
–tomando como base lo que ha sido recalcado por diversos
especialistas-, este consiste en considerar que, la gestión participativa
más que constituirse en un modelo14, se conforma como un proceso
de mediación que enlaza múltiples niveles de poder individual y social
y de negociación de significados sobre lo que se debe hacer, por qué
y para quién.
La gestión participativa es ejercida por un colectivo que puede actuar
en mayor o menor grado de simetría\asimetría y delegación, lo que
trae una carga potencial de conflicto de intereses entre actores
y entre escalas de poder. La misma se convierte en un campo de
conocimientos y prácticas, híbrido y contradictorio. La cooperación no
excluye competición y la competitividad presupone alianzas y pactos
para alcanzar metas comunes.
La gestión participativa pretende aprovechar la creatividad presente
en todos los niveles de la organización y concretarla en innovación, es
decir, en una mejora de los procesos o del rendimiento de los recursos
que signifique una ventaja competitiva. La gestión participativa se
fundamenta en una buena política de comunicación interna, que
estructure y canalice el conjunto de mensajes que se intercambian los
diferentes agentes colectivos o individuales que forman parte de la
misma organización.
Asumir la gestión participativa no significa recurrir a un nuevo
tipo de participación, sino gestionar desde la participación. Es la
obtención de un resultado a partir del involucramiento activo de
aquellos agentes locales que poseen la experiencia sobre el objeto
en particular.
14 Se asume el criterio de modelo como representación de las características esenciales del
objeto, como reflejo mediatizado de la realidad, como construcción teórica que sirve para in-
terpretar o representar la realidad o una parte de la realidad, citado por Rojas (2017), coincide
con varios autores.
55
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Cuando la gestión participativa se produce sobre la unidad de
diferenciación espacial de rango menor –la localidad15– es interpretada
como gestión local la cual emana de la unidad entre la sociedad
civil local, integrada por las diferentes formas de organización de la
localidad y organizaciones no gubernamentales para el desarrollo
(ONGs) y entidades locales del Estado, integradas a su vez por el
gobierno municipal y otras funciones del Estado con representación
local (Valencia, 1998).
La municipalidad como gobierno local orienta a la gestión participativa
local, liderando en su territorio las acciones que precipiten el cambio, da
especial énfasis a la sostenibilidad de la economía local, al desarrollo
sostenible de la sociedad local y a la sustentabilidad medioambiental
(Valencia, 1998).
En opinión de Llona (2001), la gestión participativa local comprende el
saber hacer de las municipalidades y las organizaciones locales. Este
es un proceso dinámico, en el que diferentes actores locales, públicos
y privados articulan sus intereses alrededor de un objetivo común, el
plan integral de desarrollo o estrategia municipal de desarrollo local,
en el caso específico de Cuba.
Desde esta perspectiva, la gestión participativa local juega un papel
fundamental en la redefinición de políticas de desarrollo social a este
nivel territorial, que reclaman el fortalecimiento de la descentralización
y la participación social como bases para poder aplicar políticas
económicamente eficientes (Palma, 2006). Mediante la planificación local
participativa, como proceso de gestión, es posible integrar el pensamiento
de la comunidad local, entendida en el nivel orgánico como individual.
La gestión participativa local es un ámbito para el desarrollo de una
nueva cultura política y social. No es un producto, es un proceso que
genera relaciones democráticas, equitativas, continuas y vivenciales;
crea espacios de diálogo y trabajo entre todos los que integran una
comunidad; afirma a la democracia al promover una cultura política
local de participación, concertación y gobernabilidad; potencia
procesos en los que la comunidad desarrolla una cultura social propia
y auténtica, además, participativa, creativa y de futuro.
15 El sentido de localidad, desde esta visión, representa instancias de menor concentración de
población que la ciudad, como los llamados pueblos y comarcas, o en el caso específico de
Cuba en los Consejos Populares.
56
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
La gestión del territorio comprende el aprovechamiento de las
potencialidades humanas, físicas, espaciales, económicas y sociales del
territorio, que posibiliten cambios en la manera de abordar el desarrollo
local. Estos cambios implican que los actores que tienen influencia allí
pasen de la planeación de sus organizaciones, en busca de oportunidades
particulares en el territorio, a una planeación que genere oportunidades
de crecimiento de las organizaciones.
Se trata de alcanzar que las organizaciones se orienten en función de una
planeación integrada que rebase la visión parcelar, por la territorial.
Ello compromete, por tanto, asumir una perspectiva ética que conlleve
a un cambio cultural, que ha de ser impulsado de manera pedagógica,
estructural, coherente, consistente y consciente, de forma dialógica
con las organizaciones del territorio.
Gestionar el territorio es gestionar el espacio –geográfico– apropiado,
que se cimienta en la contribución de las personas que poseen
un vínculo –entendido este como conocimiento, experiencia,
identificación, sentido de pertenencia- con el territorio, ya sea desde
la convivencia o desde la administración. Se parte del principio de
que los individuos poseen algún conocimiento del lugar que habitan,
al cual han arribado, al menos por la experiencia empírica que trasmite
la permanencia.
Una definición coherente describiría la gestión participativa
del espacio geográfico como un proceso de articulación de
experiencias e intereses de los actores locales en la identificación
de potencialidades y limitaciones espaciales para elaborar y
acompañar estrategias de desarrollo local. En correspondencia
con lo argumentado, es posible considerar la gestión participativa
del espacio geográfico como una mediación necesaria para la
producción del espacio.
2.3. La caracterización del espacio geográfico. Una herramienta
para la gestión participativa
Cada actividad realizada por el hombre tiene resonancia espacial
y ocurre en una escala determinada que obedece al desarrollo
económico, político y social. En relación con la escala se distinguen
tres niveles de diferenciación espacial: global (macro), regional (meso)
y local (micro), los cuales se encuentran articulados.
57
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
La diferenciación espacial también se produce, según el grado de
antropización que posea la región. Se utiliza la clasificación de Mateo
(2000), para diferenciarlos.
Espacios naturales
Se refieren a la parte de la superficie terrestre, en la que los componentes
individuales de la naturaleza se encuentran en relación estrecha unos
con otros y que, como un todo, interactúan con las partes vecinas
de la esfera cósmica y de la sociedad humana. Es preciso aclarar
que el elevado grado de antropización a escala planetaria hace difícil
reconocer estos en la actualidad.
Sociales o transformados
Son los llamados geoecosistemas. La definición de espacio asumida
en el presente trabajo se ajusta a esta clasificación, la cual está próxima
a la de paisaje social o la de sistema socio-ambiental y se articula
con los conceptos de paisaje natural y geosistema. En primer lugar,
porque el espacio geográfico, definido por Santos (1996), constituye
un nivel de organización de la complejidad superior, que incluye en
sí, al paisaje natural. Según el grado de organización de la unidad
espacial y su localización estas pueden ser a su vez consideradas
como espacios urbanos o rurales.
Por último, se distinguen las prácticas espaciales que hacen referencia
a los medios efectivos a través de los cuales se lleva a cabo la gestión
del territorio, o sea, “la administración y control de la organización
espacial en su existencia y reproducción”. (Mateo, 2000, p. 74)
Las prácticas espaciales resultan de:
1. La conciencia que el hombre tiene de la diferenciación espacial, en par-
te esta se sustenta en las prácticas espaciales propias de cada tipo de
sociedad y de sus posibilidades técnicas disponibles en cada momento,
lo cual les da significados distintos a la naturaleza y a la organización
espacial ya previamente diferenciada. Esto trae como consecuencia
la heterogeneidad de la organización espacial, tan necesaria de cono-
cer para lograr la diferenciación de los procesos de intervención en las
comunidades.
2. Los diversos proyectos, derivados de cada tipo de sociedad, son engen-
drados para viabilizar la existencia y la reproducción de una actividad
58
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
o de una empresa, de una cultura específica, étnica o religiosa o de la
sociedad como un todo.
Es necesario reconocer y comprender entre las prácticas espaciales
realizadas por el hombre la selectividad espacial para la localización
de los diferentes objetos. La fragmentación o aglutinación espacial
son propias de actividades de control sobre el espacio, tanto por
necesidad de accesibilidad como por delimitación areal de poder
(territorialización del espacio).
Otra de las prácticas espaciales realizadas por el hombre es la
anticipación espacial, se da por la localización de una actividad en un
lugar dado, antes de que sean satisfechas las condiciones favorables.
La anticipación espacial significa reservar territorios o garantizar
para el futuro próximo, el control de una determinada organización
espacial, se garantizan así las posibilidades de ampliar el espacio de
actuación y de reproducción de sus condiciones. De relevancia es la
práctica de la marginalización del espacio, pues el valor atribuido a
un lugar puede variar a lo largo del tiempo. Razones de orden política,
económica o cultural pueden alterar su importancia y en un momento
se deja a un lado o marginaliza el valor de un lugar.
En un diagnóstico del contexto territorial es cardinal analizar las
relaciones que se establecen entre el espacio físico y la sociedad las que,
por un lado, personifican al municipio en sí mismo y por otro, permiten
diferenciar a su interior las distintas formas en que los grupos sociales se
apropian del espacio geográfico en el proceso de su producción. Es el
punto de partida para la jerarquización de las necesidades derivadas de
la evaluación realizada y para dar un orden de prioridad a las acciones
para el desarrollo local.
Lo expresado conduce a comprender el contexto territorial como
interrelación de variables para el análisis de un territorio y en tal sentido,
son las ideas de Leff (2005); y Ther (2006), citados por Sosa (2012).
De los Ríos (2012), lo define así: “territorio específico caracterizado
o contextualizado según dos dimensiones y sus variables. Una
dimensión física y espacial… y la dimensión socioeconómica”. (p.
29)
Tales opiniones coinciden en la integración de variables y no en el
análisis individual de cada una y sostiene lo expresado por Santos
(1996), de que “el contexto implica el movimiento del todo… Solamente
59
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
a través del movimiento del conjunto, es decir, del todo o del contexto,
podremos valorar correctamente cada parte y analizarla, para, en
seguida, reconocer concretamente ese todo”. (p. 15)
La caracterización del espacio geográfico tiene por objetivo –según
las necesidades del proceso de intervención- modelar el contexto
territorial al vincular los ámbitos natural, económico, social y ambiental
para de esta forma revelar las necesidades y los recursos humanos
y materiales a manera de potencialidades. Con esta herramienta de
trabajo, los actores de gobierno y los líderes locales poseen una visión
espacial integrada que les facilita un tratamiento individualizado de
los diferentes espacios, para diseñar las acciones estratégicas para
el desarrollo local.
Para la contextualización territorial se ha propuesto un plan tipo
que relaciona las dimensiones y variables esenciales del espacio
geográfico. La misma proporciona la flexibilidad requerida para
adaptarse al tipo de programa o proyecto concreto que se ha
de ejecutar, por lo que está lejos de agotar las posibilidades de
investigación de un territorio. El criterio del equipo responsable de
realizarla la adecuará a las circunstancias y al logro de los objetivos
propuestos, por lo que el acopio de información puede variar según
los intereses y necesidades demandados.
A manera de orientaciones metodológicas se profundiza en los
componentes del plan tipo, se parte del presupuesto de que toda
metodología debe hacer emerger lo concreto, lo empírico y para ello
se requiere que las variables de análisis sean lo explícitas y manifiesten
las relaciones que ellas establecen entre sí. Se fundamentan las
variables y se sitúa un ejemplo de la caracterización correspondiente
a los municipios de Aguada de Pasajeros, Cruces y Cumanayagua
(Anexos 2, 3 y 4).
1. Localización geográfica: primera variable de análisis de la caracteriza-
ción. Se realiza de forma descriptiva, se indican límites geográficos y
aspectos relacionados con la división político- administrativa (DPA) al
ubicar el territorio (municipio o asentamiento humano) en un contexto
más amplio, se considera la relación de este con el entorno mediato e
inmediato. Se confeccionan mapas, planos o croquis, según las posibi-
lidades materiales. Cuando se trata de subespacios, la participación de
los pobladores es fundamental para desarrollar la cartografía social en la
60
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
identificación y ubicación de fijos espaciales, se hace uso de la memoria
colectiva.
2. Marco histórico: este tipo de estudio facilita la ubicación del recorte es-
pacial en el tiempo, tal como la localización geográfica lo hace en el
espacio. Al establecer la complementariedad del comportamiento asin-
crónico y sincrónico de las variables del espacio en el contexto espa-
cio-temporal, se pueden obtener respuestas al proceso de ocupación y
producción del espacio. Para un orden lógico de la variable se sugieren
las siguientes ideas:
Surgimiento del territorio.
Origen del topónimo.
Circunstancias en que se originó el territorio.
Poblamiento del territorio. Causas.
Periodización histórica del territorio.
Correspondencia entre las reseñas proporcionadas por los
habitantes con los informes hallados en documentos oficiales.
Sitios de interés, personalidades y hechos históricos del
territorio.
3. Componentes naturales: su importancia estriba en que estos representan
la naturaleza por lo que están presentes en todo sistema de relaciones
que se procure establecer. Comprende los siguientes:
Geología. Posibilita conocer los diferentes tipos de rocas en
relación con los procesos de formación de los suelos, existencia
de yacimientos minerales y la posible ocurrencia de procesos
geológicos (actividad sísmica y volcánica, deslizamientos de
tierra). El conocimiento del basamento geológico es esencial en
la localización de las acciones productivas y sociales y se aprecia
en la agricultura, la ganadería, la industria, las construcciones y
el turismo, entre otras. La defensa civil necesita conocerlo para
elaborar los planes de prevención de catástrofes y desastres.
Relieve. Permite describir el tipo de relieve predominante en la
comunidad. El relieve influye de manera directa en el origen,
distribución y uso de los suelos e indirectamente se refleja por
intermedio de las consecuencias climáticas que entrañan la altura,
61
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
al influir en la temperatura y por la exposición de los suelos a
los vientos (húmedos o secos). De esta forma el tipo de relieve
condiciona la vida en los asentamientos, tanto en lo productivo como
en lo social, al determinar la distribución de los tipos de cultivo, la
localización de industrias, el tipo de transporte, la movilidad, salud
y recreación entre otras actividades.
Clima. De este componente se estudia el comportamiento de
las variables (temperatura, precipitaciones, presión atmosférica
y vientos, humedad del aire y nubosidad). Conviene conocer la
influencia que ejercen diferentes eventos meteorológicos (ciclones,
frentes fríos, inundaciones, penetraciones del mar) por los efectos
que ocasionan. Es importante el estudio del clima por lo que
representa para la naturaleza, la sociedad y la economía.
Aguas. Deben estudiarse las superficiales (ríos, lagos y pantanos),
aguas subterráneas, las oceánicas (mares y océanos) y su relación
con las actividades productivas, sociales y de consumo.
Suelos. Conviene estudiar la superficie territorial y su utilización,
los suelos disponibles para fines agrícolas, capacidad de uso de
suelos, tipos de suelos, características físicas y químicas y tipos de
erosión (natural o antrópica).
Flora y vegetación. Se presta una mayor atención a la vegetación
que es obra de la naturaleza, se hace énfasis en las especies
autóctonas, su inventario, distribución espacial, endemismo,
especies en amenazas de extinción, el uso de las plantas con
diversos fines por parte de los pobladores. Aquellas especies que
son el resultado de la acción del hombre deben identificarse para
conocer el grado de incidencia en la biodiversidad.
Mundo animal. No se debe realizar un levantamiento de todas las
especies existentes, sino de aquellas de algún interés alimentario,
productivo, sociocultural o perjudicial al hombre y a la economía.
Se debe prestar especial atención al endemismo y a las especies
amenazadas para su conservación.
4. Población: la caracterización sociodemográfica reviste importancia
para el análisis estructural del territorio, debe considerar entre sus indi-
cadores: totales de población, densidad, crecimiento, composición, la
distribución según edades y sexo, mortalidad (general, materna, infan-
til), fecundidad, nacimientos, nupcialidad (matrimonios y divorcios), la
62
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
morbilidad, esperanza de vida, las migraciones, distribución espacial de
la población (urbana y rural), la población como fuerza de trabajo (activa,
económicamente activa, balance de recursos laborales, coeficiente de
dependencia). Este indicador se enriquece con aspectos socioculturales
como costumbres, religión, folklore, tradiciones, características étnicas y
lingüísticas.
5. Recursos y potencialidades: los factores económicos, como recursos ac-
tuales o potenciales, se reflejan en una serie de elementos agrupados en
tres sectores, el primario se corresponde con las actividades que desa-
rrollan poca o ninguna manipulación de los recursos naturales (industrias
extractivas, agricultura, ganadería, pesca, bosques); el secundario, inte-
grado por las industrias de transformación de materias primas en produc-
tos de consumo (alimentaria, confecciones, materiales de construcción,
química entre otras); el terciario está conformado por la esfera de los
servicios, entre ellos, el transporte (pasajeros y carga), comunicaciones
(correos, telégrafos, teléfonos, radiotelefonía, radiotelegrafía y televisión),
comercio, banca y seguros, entre otros.
6. Estado medioambiental: es susceptible de medición en cualquier mo-
mento de la intervención; se debe conocer no solo el deterioro de los
componentes naturales, se debe prestar especial atención a los compo-
nentes socioeconómicos y culturales, al papel del hombre como compo-
nente y a la promoción de la educación ambiental.
En la caracterización del espacio geográfico, los sistemas de
información geográficos (SIG) constituyen un eje que atraviesa todas
las variables, ya que permite realizar lecturas complejas de mapas de
gran utilidad para identificar y establecer el sistema de relaciones que
se conforman al interior del territorio.
Se precisa que la caracterización del espacio geográfico ofrece las
posibilidades de ejercitar la participación y la cooperación por parte
de las personas que habitan los asentamientos. Se convierte en una
dirección para el crecimiento de la identidad territorial, pues a través
de la identificación de las necesidades y potencialidades se produce
un intercambio solidario entre las personas, es su proyecto.
En la medida en que se caracteriza el contexto territorial, se desata
la comunicación, cada cual es depositario de saberes, van desde la
percepción hasta la herencia de sus antecesores. Es el momento en
63
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
que aflora el orgullo de habitar el lugar, en el que al unísono se influye y
se reciben influencias y se arriba a un grado de simetría de la relación
social con el territorio.
2.4. La dimensión geoespacial del desarrollo local
Cuando se realiza un estudio sobre el desarrollo, el primer escollo es
la falta de claridad acerca de su definición, resultado de una confusión
etimológica y filosófica de este término, matizado en lo fundamental por
el elemento económico; su sentido originario de proceso, de devenir, de
movimiento en un tiempo y en un espacio, se ve forzado a expresarse
con un sentido utilitario dentro de un campo económico que se erige
sobre una posición filosófica que privilegia el tener sobre el ser.
La problemática conceptual del desarrollo comienza por reconocer
que existe una compleja interrelación de hechos que son interpretados
y explicados en términos de desigualdades: riqueza y pobreza,
aceleración o estancamiento, adelanto o retraso en relación con
otros países/regiones/territorios, aprovechamiento de potencialidades
productivas, mayor o menor dependencia económica, cultural, política
y tecnológica.
A criterio de Boisier (2001), “el desarrollo es la utopía por excelencia.
En un sentido metafórico es el miltoniano16 paraíso perdido de la
humanidad, nunca alcanzable ni recuperable debido a su naturaleza
asintótica al eje de su propia realización”. (pp. 5-6)
Tal vez esta naturaleza utópica ha propiciado la polisemia en torno al
vocablo, en la actualidad se asiste a un sinnúmero de desarrollos que
reclaman identidad propia en relación con los adjetivos usados en su
acompañamiento: desarrollo territorial, desarrollo regional, desarrollo
local, desarrollo endógeno, desarrollo sustentable, desarrollo humano
(incluso combinación de varios adjetivos), todos devenidos de los
nuevos enfoques emergentes, tratan de situar parches allí donde la
fragmentación positivista y opresora hizo sus mayores daños.
A través del tiempo ha prevalecido el criterio de reducir el desarrollo al
crecimiento económico; si bien este es condición necesaria, no resulta
suficiente para que se pueda materializar aquel.
16 Se refiere al poeta y ensayista inglés John Milton -1608-1674- célebre por su poema épico El
paraíso perdido, considerado un clásico de la literatura inglesa.
64
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
No obstante, Boisier (1997), expresa: “no resulta posible concebir el
desarrollo sino como un proceso más bien de dimensiones cualitativas
basado en un proceso cuantitativo”. Esta declaración condiciona
el entendimiento del grado de desarrollo alcanzado en cualquier
contexto, a la explicación ante todo del crecimiento y establece que
cualquier situación que implique una mejoría social sin crecimiento
es solo transitoria y autofágica”. (p. 9)
Para aportar claridad al conflicto epistemológico y filosófico acerca de
la definición, se debe entender el desarrollo como multidimensional y
dinámico. En esta línea se adscribe Méndez & Lloret (2004), quienes
opinan que “el desarrollo debe abarcar más que la expansión de
riquezas y los ingresos, por lo que el objetivo esencial debe estar en
el ser humano”. (p. 3)
En el desarrollo se integran los cambios que se suceden en
los planos económico, político, social, ambiental, tecnológico y
territorial, se asocian a procesos y al crecimiento de la producción,
el progreso técnico, distribución del poder, distribución del ingreso,
de las oportunidades individuales y colectivas, la preservación de los
recursos y del medio ambiente en general y la organización territorial
de la sociedad.
Debe acotarse que el desarrollo si bien tiene sus fundamentos en
la sociedad, necesita ser contextualizado en términos espaciales
y temporales, uno de los rasgos más sobresalientes de las últimas
décadas del siglo XX, es la emergencia de la dimensión espacial
como un referente fundamental de la economía y la política tanto
a escala nacional como mundial. A tales efectos Moncayo (2001)
ironiza: “cuando a la par con el fin de la historia se llegó a anunciar el
fin de la geografía, para significar que la globalización estaba tornando
irrelevantes las distancias, el hecho es que, muy por el contrario, las
variables espaciales en lo que tienen que ver con la localización de la
producción, los flujos de comercio y los aspectos socio-políticos del
desarrollo, son cada vez más determinantes”. (p. 9)
Los nuevos enfoques consideran que el territorio es un sujeto colectivo
activo, con personalidad propia, como recurso específico del desarrollo,
con un valor intrínseco, capaz de añadir valor a las actividades que en
él se desenvuelven en un ambiente de cooperación y concertación,
siempre que se mantenga la integridad de los intereses territoriales en
los procesos de cambio estructural.
65
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Mazurek (2005) es del criterio que “una perspectiva sobre el territorio
no sirve para nada (fuera de una delimitación política obsoleta en
el contexto actual de la globalización) si no está relacionado con la
cuestión del desarrollo y en particular, del desarrollo local”. (p. 6)
El territorio con sus capacidades, fortalezas y debilidades se convierte
en un factor clave para el desarrollo de la sociedad; su propia historia,
sus valores, su cultura, su educación y su estructura institucional
pueden ser activadores y accionar a favor del crecimiento o también
pueden demorarlo por no anticipar y enfrentar los cambios y las
oportunidades.
Siguiendo el criterio de Llanos (2010), en el contexto de la globalización,
el concepto de territorio adquiere nuevos contenidos, pues las relaciones
sociales desbordan las fronteras locales, regionales, -incluso del país-
para entrelazarse con otros procesos que ocurren en el mundo.
Se ha definido un nuevo escenario global que marca pautas de
productividad y de competitividad a nivel mundial, pero a la vez
potencia las individualidades territoriales, permite a cada ciudad
o región buscar y definir su lugar en el mundo. Un efecto de la
globalización lo constituyen los tiempos simultáneos que le confieren
una mayor connotación a la relación espacial, la fragmentación del
espacio.
Al adquirir la forma de territorio este no requiere de la contigüidad
característica de las regiones que forman parte de un estado, sino
que el territorio puede no tener la vecindad de las regiones. Para
Santos (2010), citado por Llanos (2010), “el territorio hoy puede estar
formado por lugares contiguos y por lugares en red. Son todavía los
mismos lugares que forman las redes y que constituyen el espacio
trivial. Son los mismos lugares, los mismos puntos, pero conteniendo
simultáneamente funcionalizaciones diferentes, quizá divergentes y
opuestas”. (p. 214)
Lo anterior se refiere a las nuevas realidades en que se produce
la interacción social en los territorios. Montañez & Delgado (1998),
consideran que se debe prestar atención a las redes sociales, la
transnacionalización, globalización y la fragmentación. Es posible
constatar la proliferación de elementos culturales que se expanden más
allá de sus lugares de origen, en una creciente transnacionalización.
66
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
La interrogante es si tales patrones extirparán los procesos culturales
identitarios de los territorios o si se disolverán. Al respecto García
Canclini, citado por Gómez (2007), opina que los patrones de identidad
cultural deben pensarse asociados a los procesos de interculturalidad,
ya que los procesos culturales son atravesados por la globalización
que influye, modifica y/o moldea la identidad grupal.
La relación entre lo global y lo local permite otorgar mayor relevancia
a los territorios, considerando a estos no solo en términos geográficos
sino como los espacios en que las distintas instituciones y agentes
participan y se interrelacionan con el objetivo de lograr una mejor
calidad de vida para su población.
Sobre este particular, Espina (2001), hace referencia al enfoque
reduccionista-economicista, que coloca el énfasis en lo espacial y en
el territorio como eslabón de réplica de lo nacional, minimiza el papel
de las sociedades y de los actores locales y sus potencialidades
de autotransformación. Cita a Albuquerque (1995), en relación con
el imperativo de que las nuevas circunstancias de desarrollo de las
sociedades locales imponen a las ciencias sociales y a la política, en
cuanto al desplazamiento de la generalizada concepción de territorio
como soporte o contenedor de las actividades económicas, hacia
el concepto de territorio como factor de desarrollo, como actores
territoriales socialmente organizados.
El territorio ha pasado a convertirse en uno de los referentes
conceptuales que explican las transformaciones del espacio en la
actual era de la globalización y de la posmodernidad. Con él, los
conceptos de lugar, local o paisaje, se han adaptado más rápido a
los reclamos del conocimiento científico que busca comprender y
explicar los acontecimientos que en forma vertiginosa se presentan a
los hombres y mujeres del mundo actual (Llanos, 2010).
Desde el inicio el concepto de desarrollo local ha sido objeto de
discusión en la comunidad científica y ha provocado diferentes
interpretaciones. La polémica es notoria en la combinación de los dos
términos que lo integran. De una parte, está el desarrollo, de significado
cualitativo y por lo común, entendido como crecimiento económico; la
noción de local alude a una parte del espacio, lo puntual, la menor
escala en una estructura más amplia.
67
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En cuanto al desarrollo local, existen puntos de vista diferentes sobre
el peso de lo local en la definición, no pocos lo consideran un vacío
epistémico. Al profundizar en la contradicción aflora una antigua
discusión acerca del rol que juega lo local en la estructuración de
la sociedad, aunque la noción de desarrollo local sea más reciente.
Sin embargo, García Pleyán, citado por Guzón (2008), opina que
el adjetivo local no se refiere tanto a que se trata del desarrollo de
un territorio o de una zona específica, sino más bien que se trata de
un desarrollo de origen endógeno, con cierta autonomía, es decir, un
desarrollo que está basado en las potencialidades, en cierto modo, un
autodesarrollo”. (p. 153)
Desde 1980 Sachs hablaba de la imposibilidad de separarlos en
la realidad que se estaba creando, expone que “el desarrollo no se
puede manifestar más que ahí en donde están y viven las gentes, es
decir, localmente”. (Juárez, 2013, p. 10)
A criterio de Klein (2005) esta discusión posee un matiz científico. En
este ámbito, a fines del siglo XIX y a principios del siglo XX, tiene
lugar un debate provocado por la construcción de la sociedad
moderna y la confrontación entre una concepción que da prioridad
a la institucionalidad nacional y otra que defiende las estructuras y
los valores de base comunitaria: la oposición entre la Gemeinschaft
y la Gesellschaft de Ferdinand Tönnies en Alemania, y entre la
macrosociología de Emile Durkheim y la geografía localista de Paul
Vidal de la Blache en Francia. A la crítica durkheimiana, Vidal responde:
“La geografía es la ciencia de los lugares -science des lieux- y no la de
los hombres”. (pp. 26-27)
Por lugar, Vidal de la Blache entiende una región definida como una
unidad territorial cuyos componentes físicos y humanos son específicos
y distintivos, interrelacionados a través de lo que él designa como
géneros de vida, -genres de vie-. Admite que la naturaleza crea la
región y los hombres la forman (Blanco, 2002). Se debe conocer que
el pensamiento vidaliano es con apego al posibilismo, de ahí que
reconozca límites a la trasformación.
En opinión de Coraggio (1996), precisar lo local, no termina de
resolver el problema del desarrollo local, considera que la cuestión
central no radica en el significado in sí, sino en el sentido del
desarrollo. En su argumento hace alusión a las virtudes de lo local
68
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
como idealización de una vida superior, como ámbito más eficiente
de la organización de ciertas relaciones: la de representación
política, la de la comunidad, la de la convivencia, como escala más
eficaz para actuar y operar ciertos efectos. En un segundo análisis
advierte que el desarrollo no es solo en el componente humano:
sino también la competitividad de la economía local en el mundo
global, la democratización, la gobernabilidad y la sustentabilidad
medioambiental, tienen que ser objetivos compartidos para el
conjunto de la ciudad, de la localidad o de la región de que estemos
hablando”. (Coraggio, 1996, p. 11)
Por su parte Klein (2005), considera prudente esclarecer el término
local y lo aparta de cualquier referencia corológica, ya que, si así
fuera, toda forma de desarrollo sería local, puesto que toda acción se
lleva a cabo en un lugar determinado.
En su explicación señala que las acciones de desarrollo pueden ser
caracterizadas como desarrollo local cuando generan o refuerzan
dinámicas sistémicas de escala local. Solo en esta perspectiva es
que se hace referencia activa al lugar, como marco instituyente de
arreglos sociales, de estructuraciones sociales cuyo origen se debe a
la pertenencia territorial de los actores.
Para el referido autor existe una convergencia de teorías y modelos
en el desarrollo local y sus orígenes disciplinarios son distintos, por lo
que plantean métodos diversos, que en ciertos casos se contraponen;
lo que actúa como elemento unificador en el campo del desarrollo
local son los cuestionamientos sobre los orígenes, los actores, las
modalidades y los objetivos de las acciones de desarrollo y concluye:
“Para que se pueda hablar de desarrollo local, las acciones de
desarrollo deben ser llevadas a cabo por actores locales”. (Klein,
2005, p. 27)
En opinión de Juárez (2013), lo local, alusivo al desarrollo es una
dimensión que supera la territorialidad geográfica, y es relevante en la
medida en que afecta a un esp acio de convivencia en el que se construyen
las relaciones humanas. Más adelante cita a Dollfus quien interpreta el
ámbito local: “lo que caracteriza a un lugar y cada lugar se define por
su posición en el planeta, su situación en relación con otros lugares
con los que establece relaciones… implica el espacio en el que se vive
más permanentemente, donde se duerme, donde se trabaja, donde
69
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
se frecuenta a los allegados, el espacio de lo cotidiano, de vecindad,
formado por lugares utilizados y frecuentados a diario. Asimismo, es
uno de los niveles de participación en la vida del ciudadano”. (p. 12)
Como se puede inferir, constituye un esfuerzo difícil la determinación
del término por lo impreciso que resulta. Para ello se debe regresar a la
dinámica de las escalas. En tal sentido, Íñiguez (2006), esclarece que,
sin acudir a precisiones, una primera aproximación lleva a considerarlo
como “una unidad territorial político-administrativa como provincia o
municipio, una circunscripción o unidades espaciales como barrios o
asentamientos”. (p. 95)
Resulta ilustrativa la definición de matria de González y González,
citado por Venegas (2010), para referirse al terruño, cuyos límites
situaba como “toda el área que pudiese alcanzar a la redonda la vista,
si nos situamos en el piso superior del campanario de la iglesia del
pueblo”. (p. 35)
Cuétara López define la localidad como aquel territorio que permite la
realización de observaciones durante las actividades de aprendizaje
de los alumnos, ya sea en los alrededores de la escuela o en un área
aproximada de un kilómetro y que tenga como centro la escuela.
El pedagogo alemán Joaquín de Hergning (1791-1866), fue el
primero en definir el concepto de localidad como el territorio situado
en la vecindad de la escuela. Aunque dos siglos antes Juan Amos
Comenius se refirió al término, por lo que la ciencia pedagógica está
en el centro de la definición.
Desde la dimensión cultural existen criterios para definir lo local. En
el vínculo arte-contexto, Orozco (2007), considera que lo local refiere
un tipo de identidad social que se realiza en el entorno inmediato,
conocido como localidad e identificado también con el término de
ciudad y refiere que lo local es “ese territorio chico, más pequeño que
lo regional, reconocido como distinto a otros, con límites y fronteras
claras, con un nombre y un referente colectivo. Un territorio que
representa una comunidad de intereses”. (p. 13)
En Cuba el municipio es el primer eslabón de gobierno, representado
por las asambleas municipales, otras divisiones inframunicipales –
barrios, circunscripciones y consejos populares- no cuentan con el
poder que tiene el municipio.
70
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En este sentido, Guzón (2008) admite: “en el municipio comienza
el espacio local, el espacio de lo cotidiano, de las relaciones
interpersonales, de la diversidad, donde se produce y reproduce la
vida y donde se alcanzan o no los niveles de satisfacción de individuos
y grupos”. El conocimiento que poseen los distintos actores locales
sobre su realidad social y económica posibilita que de ellos surjan
ideas acerca de cómo transformarla para incrementar su bienestar.
Puntualizando el significado de lo local para el caso específico de
Cuba, Limia (2007), esclarece que el término local no es un sustituto del
concepto de comunidad, sino indicativo de determinadas instancias
de la organización política del país, de la organización jerárquica de
la toma de decisiones, en lo esencial, estatales.
Por tanto, no posee indeterminación ni imprecisión de ningún tipo para
la acción práctica transformadora, que es de lo que se trata a estos
efectos. Sus límites geográficos, poblacionales, recursos, funciones,
atribuciones, están fijados por la ley y el ordenamiento constitucional
de la nación.
Para Cuba, lo local está dado por las escalas municipal y provincial,
donde ocurren procesos que tienen consecuencias importantes para
sus estructuras al promover el desarrollo en las dimensiones políticas,
económicas y sociales. Desde esta perspectiva se acerca a la idea
de Coraggio, citado por Chiara (2004), de que lo local no apela
necesariamente a una escala micro -barrial o vecinal- sino a aquella
que se constituye en un territorio configurado por la historia de relación
entre los actores y por las cuestiones que los ponen en relación.
Una de las novedades que, sin ningún género de dudas, ha ocurrido
durante los últimos treinta años en la profundización del conocimiento
de las leyes que gobiernan las relaciones entre el territorio, la economía
y la sociedad, es la incorporación del nivel local del espacio geográfico
al estudio de esta problemática.
En la década de los noventa del siglo XX se produce una recuperación de
la noción universal del desarrollo, en consideración de Núñez & Castro
(2006), se inserta la comprensión de lo local como ámbito estratégico
y legítimo del mismo, “como espacio de alternativas proveedoras
de inserción social digna, con relación al acceso al bienestar y en
conexión con niveles de agregación de mayor generalidad” (p. 154 )
y por la necesidad de una recuperación de la dimensión geoespacial
71
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
del desarrollo y de entrelazamiento sinérgico entre la escala microlocal
y otras de mayor generalidad, regional, nacional, internacional, global.
Para muchos especialistas, la introducción del nivel local como
instancia de análisis del desarrollo tiene su origen en los efectos con
que la crisis económica de los setenta del siglo XX marcó algunos
territorios, con una amplia reestructuración del espacio productivo.
A esto se añade una serie de factores asociados a la recuperación de
la dimensión geoespacial del desarrollo, entre los que se citan:
La relevancia que como escenario de cambio ha adquirido el
territorio en la globalización económica neoliberal
La expansión de la perspectiva crítica de la diversidad como
elemento esencial del desarrollo
La compresión de este como proceso de emergencia y
empoderamiento de actores tradicionalmente excluidos y el avance
de un discurso antiestatista, tanto de corte neoliberal mercantilista
como localista.
La concepción de desarrollo local tiene sus cimientos en la propia
concepción de desarrollo extendida por Touraine, citado por Juárez
(2013), al concluir la Segunda Guerra Mundial, aplicándolo a la historia.
Desde una visión histórica este lo concibe como una posible solución
en algunos países desarrollados con visibles asimetrías espaciales-
hiperindustrialización/regresión, por lo que su uso estuvo ligado como
categoría de análisis válida para los procesos industriales.
No obstante, la mayoría de los autores sitúa este momento en el
contexto de las transformaciones que ocurren en las sociedades
europeas en las décadas del setenta y del ochenta del siglo XX, con
consolidación en los noventa, marcadas por diversos factores, se
destacan entre ellos:
Crisis del Estado de Bienestar General
Paternalista, se extiende durante los años posteriores a la crisis del
29 al 33 producto del keynesianismo. El territorio es lanzado como
recurso específico y actor principal del desarrollo económico debido
al fracaso de la política de los Estados de Bienestar General. Esta
práctica surge desde arriba y desde abajo, en opinión de Romero
(2006). Desde arriba surge “por la imposibilidad de los estados –nación
72
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
de promover el desarrollo y el bienestar fuera de los grandes centros
urbanos y entonces utilizan la hipocresía de la descentralización -de
ningún recurso- y la autonomía -para ninguna decisión”.
Desde abajo surge “debido a las pobrezas y patologías reales de las
localidades, cuando son asumidas conscientemente por sus moradores
y generan propuestas de solución con los recursos disponibles
-aunque muchas veces son soluciones transitorias e incompletas”.
Crisis del modelo fordista de producción en masa, de la gran
empresa y de la producción a gran escala
Se da paso a formas de producción más eficientes y más flexibles.
Aydalot (1983); y de Mattos (1988), citados por Klein (2005), consideran
que la evidencia de la crisis del fordismo le da credibilidad y validez
a esta visión del desarrollo, que se denomina, a partir de entonces
desarrollo local, en la cual priman lo local y la sociedad civil, sin
que esto signifique que lo local y los procesos de descentralización
constituyan una panacea.
Crisis del modelo de desarrollo concentración/difusión
Había tenido sus orígenes en la teoría del desarrollo polarizado o de
los polos de crecimiento en los años 50, el desarrollo es liderado por
las grandes empresas que generan las desigualdades territoriales o
asimetrías regionales.
Introducción del neoliberalismo como concepción hegemónica a
nivel mundial
Preconiza el fortalecimiento de los niveles inferiores de gobierno, el
papel regulador del mercado, la democratización de las sociedades y
mínima intervención del Estado.
Cuestionamiento de las teorías del desarrollo
Cuestiona sobre todo el término desarrollo como sinónimo de
crecimiento, desde las ciencias sociales en particular.
Introducción de la microelectrónica
Abre la posibilidad de vincular las diferentes fases de los procesos
económicos en la misma unidad de tiempo real.
Renovación rápida de productos y procesos productivos
73
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Aceleran los ritmos de obsolescencia técnica y amortización de los
activos físicos.
Auge de los movimientos sociales, comunidades, de la sociedad
civil
Reclaman la implicación y control de los procesos de desarrollo, entre
otros.
Este escenario internacional es vital en la aparición de iniciativas y
conceptualización sobre el desarrollo local en el proceso de cambio
del modelo desarrollista y de emergencia del concepto de desarrollo,
tanto en Europa como en América, donde las experiencias en esta
materia han propiciado los siguientes elementos positivos:
1. La valorización del territorio y sus recursos endógenos.
2. La descentralización, constituye una herramienta indispensable
en el proceso.
3. La integración productiva y social de los diferentes sectores que
confluyen en el territorio como una necesidad.
4. La sedimentación y enraizamiento del sistema económico e ins-
titucional en el territorio.
5. Participación y movilización de los actores locales, incluidos en
ellos los gobiernos locales, instituciones, sistema productivo, ciuda-
danía en los procesos de desarrollo a escala local -desde el diseño
hasta la implementación y evaluación.
6. Introducción de ingredientes al desarrollo como las dimensio-
nes: capital intangible o sociocultural (tradiciones, historia, patrimo-
nio), capital humano, capital social.
7. Innovación creativa desde los gobiernos e instituciones en ge-
neral como de la ciudadanía y el sistema empresarial.
8. Impulso y estímulo a las pequeñas y medianas empresas y coo-
perativas dentro de la economía local.
9. Conjugación acertada de los recursos endógenos de la comuni-
dad local con los exógenos, en los que se articulen el nivel nacional,
regional y local.
El enfoque del desarrollo desde el nivel local al inicio tuvo no pocos
74
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
críticos que vieron una diversidad de imprecisiones en el orden
conceptual, se puede afirmar que estuvo marcada por la confusión.
Guimarães (1997), citado por Boisier (2001) especifica que el modelo
de desarrollo local constituía una práctica sin teoría, lo detalla así: “El
término desarrollo económico local describe una práctica sin mucho
apuntalamiento teórico: una práctica que beneficiaría, pero realmente,
en la actualidad no se encuentra una teoría sustantiva aplicable y
comprensible”. (p. 8)
Boisier (2001), advierte sobre al menos tres matrices de origen del
concepto.
Primera matriz de origen
El desarrollo local es la expresión de una lógica de regulación horizontal
que refleja la dialéctica centro/periferia, una lógica dominante en la
fase pre-industrial del capitalismo, pero que sigue vigente, aunque sin
ser ya dominante.
Esta es la lógica de aplicación en América Latina, donde coexiste la
antigua regulación horizontal con la vertical, propia del funcionalismo
introducido por la industrialización y la modernización.
Segunda matriz de origen
El desarrollo local es considerado, sobre todo en Europa, como una
respuesta a la crisis macroeconómica y al ajuste, incluido el ajuste
político supra-nacional implícito en la conformación de la Unión
Europea; casi todos los autores de esa región ubican el desarrollo
local en esta perspectiva.
Tercera matriz de origen
El desarrollo local es estimulado en todo el mundo por la globalización
y por la dialéctica global/local que esta conlleva.
Como se infiere, hay tres racionalidades que pueden operar detrás del
concepto de desarrollo local y no pocos errores prácticos provienen
de una mala combinación de instrumentos y de tipo de racionalidad.
Boisier también cita a Arocena (1997), uno de los autores latinoamericanos
más importantes en este campo, quien asume una postura próxima a
la tercera matriz de origen al ubicar el desarrollo local en la dialéctica
global/local: “el desarrollo local no es pensable si no se inscribe en la
75
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
racionalidad globalizante de los mercados, pero tampoco es viable si
no se plantea sus raíces en las diferencias identitarias que lo harán un
proceso habitado por el ser humano”. (p. 9)
La primera década del siglo XXI permite una visión más optimista en
cuanto a la producción teórica en materia de desarrollo local. Autores
como Sanchís (1999); Barreiro (2002); Albuquerque (2001); Cotorruelo
(2001); Carpio (2001); Coraggio (2002); Carrasco (2004); Izquierdo
(2005); Alonso (2013), en sus definiciones han considerado, aspectos
como estrategia territorial, procesos de transformación (dinamizadores),
sociedad local, potencial endógeno, recursos estratégicos exógenos,
participación activa de la comunidad, crecimiento económico, social,
político y ambiental.
Barreiro (2002); y Méndez (2004) coinciden al plantear que no existe un
único modelo de desarrollo local. No es la ejecución de acciones que
responden a un modelo ideal o racional; al respecto Méndez (2004),
ilustra con elementos teóricos que son comunes17 a una la mayoría de
los modelos de éxito existentes en la actualidad. A continuación, se
citan algunos:
Las estrategias de desarrollo local tienen como objetivo el
desarrollo y la reestructuración del sistema productivo, aumento de
la capacidad de creación de empresa, generación de empleo y
mejora del nivel de vida de la población.
Los agentes de las políticas de desarrollo local son las autoridades
públicas, los empresarios y actores socioeconómicos locales.
Pese al carácter esencialmente endógeno del desarrollo local,
reconocen que los recursos externos juegan un papel importante
en la dinamización del área.
[…] como elemento diferencial importante, se reconoce que la
coordinación y/o descoordinación de las acciones de todos los
actores -internacionales, nacionales o locales- se produce en el
17 Al repasar elementos teóricos sintetizados de estrategias de desarrollo local aparece como re-
gularidad el sobredimensionamiento de lo económico en detrimento de lo social, aunque este
último sea pensado en términos de incremento de niveles de vida de asentamientos humanos.
En Cuba la praxis revela que aquellas acciones en las estrategias de desarrollo local dirigidas
a lo social llevan el indicativo de fondo perdido, se opta por el financiamiento de la colabora-
ción internacional para llevarlas a vías de ejecución.
76
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
territorio y por tanto, la visión estratégica desde lo local es relevante
para el desarrollo económico y social nacional y supranacional.
Basado en los elementos aportados es posible entender el desarrollo
local como un proceso de transformación, resultado de una acción
de los actores o agentes de la sociedad local que influyen con
sus decisiones en el desarrollo de un territorio determinado. Estas
decisiones no solo se toman a escala local, existen decisiones tomadas
en otra escala (a nivel nacional o internacional) que tienen influencia
en el desarrollo de un territorio dado. Barreiro (2002), sostiene: “La
preeminencia de las decisiones de los actores locales, por sobre otras
decisiones que no responden a los intereses locales, es lo que define
un proceso de desarrollo local”. (p.1)
Según lo expuesto, es de interés compartir la propuesta de Cotorruelo
(2001), para una definición de desarrollo local, quien lo asume como:
una estrategia territorial competitiva basada en el aprovechamiento
pleno del potencial de utilidad endógeno con la adecuada inserción
de impulsos y recursos estratégicos exógenos. El desarrollo local tiene
un carácter pluridimensional e integrado y supone la implantación de
un proceso sistemático y sostenible a largo plazo de dinamización del
territorio y la sociedad local, mediante la participación protagonista y
corresponsable de los principales actores socioeconómicos y políticos
locales”. (p. 3)
El discurso teórico que ofrece el concepto seleccionado dicta pautas.
Posee puntos cercanos a Coraggio (2003), quien manifiesta que al
pensar el desarrollo local debe hacerse como un proceso endógeno,
abierto a un mundo global, que de ninguna manera debe ser
enclaustrado y remarca “es desde adentro y abajo (no desde afuera
y arriba) y en confrontación o negociación fuerte con las fuerzas
externas, que el desarrollo (local) va a surgir”. (p. 8)
A la aseveración se añade que la cultura de los expertos debe ser
superada. El desarrollo local requiere ser fundado en la combinación
de procesos y recursos endógenos y redes de articulación horizontal
para ser potenciado y de esta forma evitar el localismo. El desarrollo
local por su complejidad demanda aproximaciones interdisciplinarias,
entre niveles (estado, provincia, municipio) y entre organizaciones
políticas y la sociedad.
77
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
CAPÍTULO III.
LA GESTIÓN PARTICIPATIVA DEL ESPACIO
GEOGRÁFICO EN CIENFUEGOS
3.1. Una mirada global a la problemática
La localidad constituye el lugar donde la acción y el pensamiento
social entran en contacto, es el entorno de relaciones ligadas al
comportamiento humano en la vida diaria, cada sujeto afronta
instancias mediadoras que van desde la familia, el poder y las
instituciones –administrativas, jurídicas, culturales-, que enmarcan
su cotidiano. La existencia de estas mediaciones sitúa al individuo,
como agente, en un conjunto de marcos sociales que se manifiestan
en escalas espacio-temporales diversas.
Desde los lugares se pueden construir historias o trayectorias
caracterizadas por ser espacios de interacción social y de interacción
de los actores con su realidad territorial. En estas condiciones se
produce el desarrollo local, referido a una localidad, a un recorte
espacial determinado, donde se promueven procesos de cambio
para el mejoramiento del bienestar colectivo. En dicho proceso se
comparten objetivos y visiones a largo plazo en un escenario cotidiano
que facilitan las concertaciones y alianzas entre actores, así como la
planificación y gestión participativa (Díaz, 2006).
La interrelación de actores contribuye a la conformación de
estrategias de desarrollo local. En esa dinámica local, los diferentes
actores tienen la posibilidad de realizarse, formarse, participar en
la toma de decisiones, beneficiarse de las diferentes estrategias
generadas y obtener su bienestar. Los proyectos de desarrollo
local constituyen la materialización de la gestión participativa de los
actores del territorio.
Por otra parte, el desarrollo local como proceso orientado por
sus actores, es una acción de transformación del territorio en una
determinada dirección y esto es un proceso permanente, no un proceso
78
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
con una meta final de desarrollo. A tales efectos Barreiro (2002), acota
que “se trata de un proceso incremental y no predefinido”. (p. 13)
El proceso de producción del espacio geográfico en el mundo actual
se alinea con la globalización de lo cual resulta en un ordenamiento
homogeneizante en el que se repiten los modelos urbanos sin reparo
en la cultura o la historia de los lugares.
Bailly & Scariati, citados por Ortega (2000), reconocen que “la
cultura de la mundialización acentúa esta homogeneización con las
mismas revistas en los quioscos, la misma música en los lugares
públicos, la misma comida en los fast food” (p. 507). No obstante, este
espacio perpetúa la inestabilidad debido a las presiones técnicas,
económicas, sociales y políticas que operan en un mundo de enormes
desigualdades, en el cual la apropiación recuerda la usurpación.
Estudios realizados por Íñiguez & Ravenet (2002), acerca de la
realidad cubana en su dinámica territorial y espacial, apuntan a la
emergencia de asimetrías que resultan de “la sobreimposición de
las desigualdades heredadas y de las construidas en el proceso
revolucionario”. (p. 179)
El panorama tiende a considerar la heterogeneidad espacial al interior
de los territorios, donde se integren los líderes locales y los actores
de gobierno para la gestión participativa del espacio. Tal proceso
contempla las prácticas autóctonas, las alianzas interterritoriales,
el necesario equilibrio entre lo endógeno y lo exógeno, así como el
impulso a aquellos territorios cuya fragilidad no les permita en un corto
período identificar sus potencialidades.
La problemática, el proceso y el estudio relacionado con la categoría
de desarrollo local en Cuba tiene sus antecedentes en la crisis de
los años noventa del siglo XX, que provocó la desarticulación del
entramado productivo, desequilibrios territoriales, las desigualdades
resultantes de la apertura al capital extranjero y la afluencia de turistas
foráneos.
Un avance lo constituye la Constitución de la República de 2019, que
en su artículo 168 define al municipio como la sociedad local. Para
Guzón, citada por Pérez & Díaz (2015), uno de los referentes para
potenciar la escala local fue el Grupo Ministerial de Trabajo Comunitario
Integrado (GMTCI) que funcionó durante la etapa 1995-1998.
79
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El siglo XXI ha sido de despegue para el desarrollo local, –en la medida
en que ha aumentado la descentralización hacia los territorios– a
partir del despliegue de proyectos locales conducidos por los
Consejos de la Administración Municipal (CAM) y el establecimiento
de la contribución territorial para el desarrollo local. No obstante,
se identifican barreras que ralentizan el avance en los territorios
del desarrollo local, se destaca: falta de autonomía, dificultades en
la preparación de cuadros y directivos, resistencia al cambio, falta
de información y pobre participación ciudadana (Méndez, 2000;
Figueras, 2009; Guzón, 2010).
La provincia de Cienfuegos se caracteriza por poseer un desarrollo
monocéntrico que acentuó las disparidades durante el período 1987-
2001, reforzando la centralidad de la ciudad cabecera provincial
(Becerra, 2003). Sufre de un proceso de concentración de la población
y despoblamiento de las áreas rurales lo que limita las posibilidades
de sustentar proyectos económicos viables en las zonas rurales.
Una centralizada preparación de cuadros, unida –en no pocos casos-
a los efectos del asistencialismo, propicia que las problemáticas en
los territorios sean tratadas de forma homogénea, sin diferenciar
el mosaico de subespacios a su interior. Tal fenómeno provoca la
incapacidad de desarrollar procesos participativos que permitan un
mejor conocimiento de los procesos de producción del espacio en los
cuales se integren los actores locales y las instituciones del territorio.
Se adiciona una pobre articulación intra-regional e interregional,
provocado en gran medida por la reproducción de la realidad
nacional en la provincia y esta, a la vez, irradia a su interior. Las
alianzas o concertaciones entre vecinos poseen poca visibilidad en
los diagnósticos elaborados en los municipios.
Los antecedentes teóricos de base se hallan en la producción
científica sobre la comprensión espacial de la interacción social que
desde el siglo XIX analizan aspectos como la identidad asociada a la
pertenencia y la identificación; en esa línea se encuentran los trabajos
de Simmel con las proyecciones espaciales de las formas sociales,
continuada por Sorokin con el espacio de las posiciones y Bourdieu
con la topología del espacio. Sus reflexiones permiten la comprensión
de las desarticulaciones espaciales asociadas a los desplazamientos
poblacionales.
80
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Las ideas de Vidal de la Blache, Lefebvre, Santos y Harvey sobre
estructura, producción del espacio y del espacio geográfico como
espacio social, facilitan la interpretación de la contradicción entre
homogeneidad territorial y la heterogeneidad espacial y el continuum
espacial que contribuye a establecer las alianzas o concertaciones
intra e interregionales. A su vez, el estudio del tiempo espacial
y sus rugosidades propicia los procesos de intervención en los
asentamientos humanos respetando su lógica histórica.
Del contexto nacional son ineludibles los aportes de las investigadoras
Íñiguez y Ravenet que introducen como elemento novedoso, el uso de
la teoría del espacio geográfico en las investigaciones sociológicas;
resaltan su utilidad para la práctica social, contribuye al desarrollo
de políticas sociales acordes a la heterogeneidad de los procesos
sociales actuales. En la misma línea se inscribe la sistematización
de la teoría del espacio geográfico realizada por Iglesias (2008,
2017, 2018) en relación con el desarrollo comunitario local, esta vez
retomada desde la gestión participativa para el desarrollo local de
un territorio.
En cuanto a la gestión participativa, se revisan contribuciones de
Anthony Giddens y José Sabariegos acerca de la apropiación del
territorio, las identidades sociales y la integración de los individuos
al contexto territorial; de Rebellato & Giménez, se aborda el
contenido simbólico de las acciones y los saberes producidos por los
agrupamientos humanos y de manera conjunta, la obra de Espejo,
Alonso y García acerca de la comunicación, los procesos participativos
y la gestión del conocimiento.
En el ámbito nacional son referentes, los aportes de Miguel Limia,
Giselda Sanabria y de los investigadores del Centro de Estudios
Comunitarios (CEC) en temas como lo local y lo comunitario en la
construcción del proyecto social cubano, la participación social y
comunitaria y el autodesarrollo comunitario.
Otro de los núcleos básicos sin lugar a dudas lo constituye la
producción científica enfocada al desarrollo local para lo cual se
profundiza en la obra de Coraggio, Cotorruelo, Boisier y Barreiro en
relación con la integración de los actores locales e instituciones en los
territorios y de este como agente para la trasformación. En Cuba se
destacan Maira Espina, Elier Méndez y Ada Guzón, quienes abordan
81
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
la territorialización de las desigualdades, la autonomía de los territorios
y los indicadores del desarrollo local.
El análisis bibliográfico acerca de estas categorías (espacio geográfico-
gestión participativa-desarrollo local) confirma en algunos casos un
análisis individualizado de las mismas. En otros se logra la integración
de algunas de ellas, como es el caso de la relación territorio-desarrollo
local. Sin embargo, no se ha podido referenciar alguna investigación
que las integre por lo que se procedió a su realización.
Un repaso de los antecedentes empíricos del estado de la gestión
participativa del espacio geográfico para el desarrollo local en
municipios de la provincia de Cienfuegos establece una conexión con
el Grupo de Gestión Universitaria del Conocimiento y la Innovación
para el Desarrollo (GUCID) de la Universidad de Cienfuegos. En el
año 2014, a instancias de GUCID, los municipios de la provincia
socializaron sus prioridades en materia de desarrollo local, se
propiciaron investigaciones exploratorias que arrojaron varios
resultados preliminares.
Una de las incongruencias más frecuentes en los territorios seleccionados
fue la no perdurabilidad en el tiempo de los proyectos. Los razonamientos
de decisores y responsables de proyectos de un lado y de beneficiarios
del otro, fueron contradictorias, lo que apunta a varias causas. Una causa
está relacionada con la exclusión de los ciudadanos de las acciones que
se suceden en materia de desarrollo local. Los decisores entienden la
importancia de la participación, pero desconocen cómo operar con ella,
prevalece el carácter movilizativo de la misma.
Otro razonamiento se vincula con las emergencias con que se ejerce
la función de gobierno en los territorios, lo que obliga a conocer
las insuficiencias a través de los planteamientos emanados de las
asambleas de rendición de cuentas del delegado a sus electores, en
muchas ocasiones son tan generales que homogenizan la situación
más allá de la localidad.
Además, se constata una tenue apropiación del espacio por parte de
los pobladores, cuya interacción es para su uso en la supervivencia
inmediata. Las desventajas sociales de los asentamientos –intra e
intermunicipal– y la movilidad poblacional (migraciones) determinan
una carencia de identidad espacial que impide visualizar cómo los
grupos humanos producen el espacio.
82
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Lo anterior conduce a una insuficiente gestión participativa del
espacio geográfico por parte de los pobladores de los asentamientos
y del gobierno lo cual influye en el aprovechamiento de los recursos
endógenos para el desarrollo local.
3.2. Visión desde la política y la ciencia
Documentos de la política social y económica de Cuba
Una aproximación al espacio geográfico aparece en las Tesis y
Resoluciones, en específico, Sobre las directivas para el desarrollo
económico y social en el quinquenio 1976-1980, del I Congreso del
Partido Comunista de Cuba (1976). En tal sentido se hace alusión a
ciudades y localidades rurales.
En materia de producción del espacio las Tesis y Resoluciones, Sobre
la Plataforma Programática del Partido (1976), procuran equilibrar el
desarrollo de los territorios al establecer una lógica que integra las
fuentes de materias primas, fuerza de trabajo, vías de comunicación,
zonas de concentración de consumidores, concentraciones
demográficas (históricas o recientes), facilidades portuarias y fuentes
de abasto de agua. La DPA de 1976 siguió el criterio relacional de
área-población-geografía e historia-desarrollo económico y social
perspectivo de cada zona del país.
En el II Congreso del PCC, la Resolución sobre el sistema de dirección
y planificación de la economía (1981) instó a prestar especial atención
al desarrollo de la planificación territorial. Señaló la necesidad de
perfeccionar el funcionamiento de los Órganos Locales del Poder
Popular (OLPP), para una mejor gestión económica y socioestatal de
sus respectivos territorios.
Este aspecto se retomó en las Tesis y Resoluciones sobre los
lineamientos económicos y sociales para el quinquenio 1986-1990
del III Congreso del PCC (1986), precisa el papel de municipios,
provincias y de los Organismos de la Administración Central del
Estado (OACE), en las direcciones ramales de la economía, sin
descuidar el perfeccionamiento de las relaciones económico-sociales
en los marcos de un territorio, en especial, en las actividades de
subordinación local.
83
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El documento insta a conferir mayor poder a la gestión de los
gobiernos locales y atenuar la dirección vertical arriba/abajo. Expresa
la necesaria nivelación de los territorios, la planificación desde el
territorio, reconoce que es en él donde se conocen las potencialidades
para el desarrollo. En esta declaración están contenidos antecedentes
del desarrollo local, no obstante, quedó pendiente en la prospectiva
de desarrollo de los territorios la nivelación paulatina del desarrollo
económico.
La Resolución sobre el perfeccionamiento de la organización y
funcionamiento de los órganos del Poder Popular del IV Congreso del
PCC (1991) establece la personalidad jurídica propia del municipio,
precisa el alcance en relación con las entidades radicadas en su
territorio que son de otra subordinación y las que están directamente
subordinadas. Asimismo, significa a la circunscripción como la célula
básica de toda la estructura del poder popular. La resolución sobre el
desarrollo económico del país llama al equilibrio entre las decisiones
nacionales y las que se deben adoptar en los territorios, aspecto este
aún sin solución.
A partir de la demanda de alimentos, en la Resolución Económica
del V Congreso del PCC (1997), hubo una mirada más intensa a los
territorios, orienta que todos los diseños de producción/distribución/
comercialización en cuanto al acopio de alimentos del agro debían ser
planificados en el territorio. De esta forma se pone en manos de los
territorios sus destinos de sobrevivencia. Es importante la observación
a promover el desarrollo desde abajo al ponderar las características
económicas y tecnológicas particulares y cambiantes de cada entidad
y territorio a lo que se debería agregar el recurso humano como objeto
y sujeto de ese desarrollo.
Positiva resulta la incentivación al estudio de la historia de Cuba y de la
localidad para mantener viva la identidad territorial en los Objetivos de
trabajo del PCC (2012) –particularmente el número 64-, aprobados en
la Primera Conferencia Nacional como parte del VI Congreso del PCC.
En la actualidad en la malla curricular18 no está presente el estudio de
la historia de la localidad.
18 En la Educación Superior la enseñanza de la Historia de Cuba, se recibe por vía curricular para
carreras más afines y mediante ayudas pedagógicas para el resto de los estudiantes -estrate-
gias curriculares-. En ninguno de los casos se trabaja la historia local, los CUM pudieran ser
protagonistas en los territorios.
84
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En cuanto al proceso de reorganización, compactación y regionalización
de los servicios de salud a partir de las necesidades de cada provincia
y municipio que aparece en el lineamiento 155, -VI Congreso-, la
experiencia de su aplicación en el macizo de Guamuhaya constituye
una de las causas que argumentan el éxodo de los pobladores de la
montaña. En la actualización de los Lineamientos para la etapa 2016-
2021 (2017) del VII Congreso del PCC, aparece una ligera modificación
en el lineamiento 129, se insta a que este proceso se realice con la
calidad necesaria.
El lineamiento 17 del propio documento actualiza aspectos
relacionados con el territorio, se estimula a aumentar la autonomía de
los municipios como instancia fundamental, que los fortalezca y que
se reduzcan las principales desproporciones entre estos al aprovechar
sus potencialidades, lo cual es una referencia directa al desarrollo
local. En la conceptualización del modelo económico y social cubano
de desarrollo socialista (2017) del VII Congreso del PCC se refuerza
la idea al describir las fortalezas y oportunidades de Cuba al aludir a
la escala local.
En relación con la educación se hace referencia a los ajustes en
la capacidad de la red escolar y el personal, en específico en la
educación primaria en correspondencia desarrollo económico/
sociodemográfico/asentamientos, se incluye atención especial al Plan
Turquino en el lineamiento 123.
Resulta alentadora la propuesta contenida en el lineamiento 157,
de desarrollar políticas integrales para estimular la incorporación,
permanencia y estabilidad de la fuerza laboral en el campo, en
especial de jóvenes y mujeres. Esta tiene en cuenta las distintas
ruralidades al incluir las zonas montañosas y costeras, lo que puede
contribuir a mitigar el actual éxodo rural, es aconsejable un estudio de
la organización espacial19 que particularice tales políticas.
Desde el I Congreso del PCC se declara la participación como una conquista
de la obra de la Revolución y se reconoce a las organizaciones de masas
como las vías generadoras del contacto dialógico entre pueblo y gobierno
en ambas direcciones. Asimismo, se reconoce que existe ausencia de
19 Es fundamental entender e interpretar la organización del espacio geográfico, definido en sus
elementos históricos, socioculturales y económicos para evitar la aplicación de políticas homo-
geneizantes desajustadas de las realidades que los definen.
85
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
hábitos en el uso y manejo de los derechos y mecanismos establecidos
para la participación de las masas.
Las emergencias que en ocasiones han estado presentes en la
planificación económica del país, unido a los exiguos aprendizajes
de quienes deben guiar el proceso, han incidido en que la realidad
haya sido diferente. En tanto, el ejercicio de esa conquista en pocos
momentos ha rebasado la representación, entre otras razones porque
los mecanismos han sido tan formales que se han asumido como
movilización.
En la Resolución sobre el perfeccionamiento de los Órganos del Poder
Popular (1981) del II Congreso del PCC se precisa la necesidad del
esfuerzo por erradicar el formalismo en los procesos de rendición
de cuenta de los delegados ante sus electores y lograr que sea un
mecanismo de incorporación de la población a la gestión gubernativa
del Estado. Esta valoración de los primeros cinco años de la experiencia
aún en la actualidad está pendiente de solución.
Los informes de rendición de cuentas son la principal vía de obtención
de información utilizada por los gobiernos locales, es cuestionable
que las necesidades reales de los asentamientos se puedan develar
mediante este mecanismo. En los territorios investigados, las
problemáticas enunciadas por los decisores coinciden, esto revela la
formalidad en la participación y los limitados canales de comunicación
que se emplean.
El III Congreso del PCC en las Tesis y Resoluciones sobre el
perfeccionamiento del sistema de dirección y planificación de la economía
(1986), señala el interés por el fortalecimiento de la dirección local. Para
ello, sugirió la concepción democrática de dirección, fundamentada en
la discusión colectiva y en la toma de decisiones que se deriven de
ella, insistiendo en la gestión participativa. Esto último, se profundiza en
el IV Congreso del PCC -Resolución sobre el perfeccionamiento de la
organización y funcionamiento de los Órganos del Poder Popular-, se
valora que la participación crea sólidos argumentos en las masas, a su
vez genera compromiso, comprensión y apoyo a la política.
La Resolución Económica del V Congreso del PCC (1997), manifiesta
la necesidad de realizar análisis casuísticos en temas sobre
participación colectiva, reconoce así la autonomía de los territorios.
En los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la
86
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Revolución (2011) del VI Congreso del PCC se recurre al conocimiento
de los territorios en aspectos como la agricultura suburbana (85 y
205), la producción de materiales de construcción (233), fomento del
turismo (262, 263, 264). Corresponde a los gobiernos sumar a los
líderes locales a participar en la identificación de las estrategias de
desarrollo, reconocer su experiencia en la producción del espacio.
En la Conceptualización del modelo económico y social cubano de
desarrollo socialista (2017), emanada del VII Congreso del PCC, en
las principales transformaciones que fundamentan la actualización
del Modelo -5- se establece el desarrollo de capacidades para una
participación más plena y decisiva, se estimula la creatividad, para
que el ciudadano se involucre en la solución de los problemas de sus
territorios.
Una forma de incentivar la creatividad en la población es hacerla
partícipe de los proyectos de desarrollo local (PDL), desde su
gestación. Es la oportunidad del intercambio con los pobladores
sobre sus criterios acerca de una mejor gestión de los recursos y
potencialidades, de los proyectos de desarrollo local (PDL) que son
factibles para hacer avanzar el desarrollo local y de las alianzas con
otros territorios. Al promover la gestión integrada para la protección
del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales se
está gestionando el espacio geográfico y el proyecto puede ser el fin
común para llevar a cabo este empeño.
El desarrollo local comienza a vislumbrarse en la Resolución sobre los
Órganos de Poder Popular, I Congreso del PCC, referida al nacimiento
de los Órganos Locales del Poder Popular. Se alude al equilibrio
centralización/autonomía de las empresas, eslabones intermedios y
de los OLPP. Estimula la iniciativa local y soluciones locales en temas
agropecuarios. No obstante, la materialización de estas políticas ha
sido sustituida por una verticalización en asuntos de planificación,
dirección y administración, ha adquirido tal concreción que subyace
en la inercia de los actores de gobierno ante la toma de decisiones.
El término desarrollo local aparece por vez primera en la Resolución
económica del V Congreso del PCC, se declara el papel que debe
asumir la economía territorial a partir de sus recursos, cultura y
tradición, en armonía con los objetivos más generales del país; se
alude al desarrollo sustentable en aspectos relacionados con la
protección del medio ambiente.
87
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Con la aparición de nuevas formas productivas -trabajadores por
cuenta propia - se hizo necesario una mayor autonomía de los gobiernos
locales y un nuevo modelo de gestión económica que se explicita en
los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la
Revolución del VI Congreso del PCC. Debe considerarse que, en la
mayoría de los casos, los trabajadores por cuenta propia desarrollan
sus actividades al interior de los municipios. Se promovieron los
PDL, en especial los relacionados con la producción de alimentos,
para el autoabastecimiento de los territorios, bajo el principio de la
autosustentabilidad financiera y de la gestión por entidades locales.
En el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030,
derivado del VII Congreso del PCC, se aborda la distribución territorial
de las fuerzas productivas; el desarrollo de ciudades modernas;
zonas rurales y montañosas prósperas, ordenadas y sostenibles; la
reducción de la disparidad urbano-rural e interregional en el acceso a
servicios y oportunidades; la diferenciación económica y social entre
territorios y entre segmentos de la población.
El principio posee un reto sociodemográfico, relacionado con la
movilidad poblacional que ejerce fuerte influencia entre espacios
rurales y urbanos intra e intermunicipales, acrecentado en el macizo,
y agravado por los desbalances territoriales en el desarrollo y por las
contradicciones territoriales/sectoriales. No obstante, la propuesta
para su mitigación pasa por la promoción de un desarrollo territorial e
inclusivo.
A través de las Líneas prioritarias para el desarrollo integral territorial
(DIT) de Cienfuegos (2016), se asume la relevancia de lo local, así
como el papel del gobierno local y el municipio en relación con el
desarrollo. Propone utilizar los conocimientos de las instituciones,
municipios y personas vinculadas al desarrollo y fortalecer el liderazgo
de los gobiernos locales.
El documento reconoce la disparidad interna entre los grados de
desarrollo alcanzados históricamente por los municipios de la provincia.
Indica el tránsito de una administración territorial orientada a ofertar
y garantizar servicios, dependiente del presupuesto, directivas y
decisiones exógenas, a gobiernos territoriales gestores del desarrollo
económico y social participativo, incluyente y sostenible de la
comunidad local. Reconoce la importancia de la Plataforma Articulada
88
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
para el Desarrollo Integral de los Territorios (PADIT), sustentada en
el concepto de que el DIT es el proceso de transformación y avance
sostenible de un territorio que tiene como finalidad el bienestar de la
sociedad local.
En la articulación del sistema local de gestión de conocimientos y la
innovación en el territorio, prioriza el desarrollo de competencias para
la construcción de PDL y apoya el establecimiento de observatorios del
desarrollo para la gestión integrada del conocimiento y la innovación.
Propone la creación de grupos coordinadores de PDL que impulsen
una cultura de autogestión para elaborar estrategias, programas y la
gestión de PDL.
Considera pertinente generar herramientas y metodologías para
propiciar que los proyectos contemplen los aspectos económicos,
ambientales y de infraestructura específicos del asentamiento,
con la participación comunitaria de los pobladores. Enfatiza en el
desarrollo de la actividad turística, para aprovechar a través de
nuevas modalidades el potencial de recursos endógenos y atractivos
turísticos locales.
Promueve emprendimientos locales que incluyen encadenamientos
productivos y de servicios. Esta acción puede dinamizar el sector rural
y los municipios en general, por sus potencialidades asociadas a la
historia, la cultura y las tradiciones locales, la naturaleza, el turismo
rural y otras modalidades en las que el protagonismo local puede
articularse con los grandes destinos turísticos a que apuesta la nación.
En los objetivos estratégicos la Estrategia Ambiental de Cienfuegos
(2016-2020) considera la localidad como el escenario donde se debe
incentivar la seguridad alimentaria, el uso racional de los suelos,
las aguas, la biodiversidad y las energías renovables a partir de la
aplicación de la ciencia, la innovación tecnológica y el desarrollo
de proyectos. Insta a fortalecer el papel del municipio, elemento
principal en el sistema de dirección territorial del país y su autonomía
económica. Señala como uno de los principios en que se sustenta
la gestión y la política ambiental cubana, la participación activa de
todos los actores sobre la base de la concertación, la cooperación y
la corresponsabilidad.
Reclama desarrollar mecanismos de articulación social que fortalezcan
las prácticas comunitarias sustentables y garanticen la participación
89
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
de la población en los procesos de decisiones sobre la gestión de
los recursos naturales. En la estrategia se concibe el desarrollo de
manera general, centrado en su sostenibilidad, sin aludir al desarrollo
local.
El recorrido por los documentos de la política demuestra la evolución
de las ideas en relación con el protagonismo de los territorios y su
necesaria autonomía en los destinos de su desarrollo. No obstante, la
planificación sectorial aún no ha logrado el equilibrio con la planificación
del territorio, provoca que los verticalismos homogeneizantes
perpetúen las desigualdades territoriales.
De igual modo la participación ha estado presente, se profundiza en
la importancia de la misma para la toma de decisiones en la gestión
cotidiana de gobierno. Una excesiva confianza en los mecanismos
de dirección y planificación como promotores de conciencia en
los cuadros y dirigentes para promover la participación condujo al
formalismo y a complejizar mediante estructuras burocráticas la
gestión de gobierno.
El panorama actual demanda tener en cuenta las particularidades
económicas, culturales y tradiciones de cada territorio, mayor
integración de los intereses territoriales en el diseño y la gestión de
las políticas públicas. Urge considerar las iniciativas que surjan y
prioricen aquellas actividades que ofrezcan soluciones al desarrollo
con una visión integradora.
Programas y proyectos de desarrollo local
La gestión universitaria del conocimiento y la innovación para el
desarrollo (GUCID), programa ramal del Ministerio de Educación
Superior, tiene entre sus propósitos movilizar el conocimiento e impulsar
la innovación, en función de la elevación de la calidad de vida, el
cuidado al medio ambiente y el impulso de procesos productivos para
la economía municipal.
La Universidad de Cienfuegos a través de GUCID ha estado presente
desde los Centros Municipales de Educación Superior (CUM).
Aguada de Pasajeros formó parte de los veintidós territorios del país
seleccionados como piloto en el inicio de la experiencia en el año
2006.
90
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El proyecto Fortalecimiento de las Capacidades Municipales para el
Desarrollo Local (PRODEL) cofinanciado por la Agencia Suiza para
la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE) se extendió a veintiséis
municipios cubanos. En el municipio de Aguada de Pasajeros tuvo
presencia desde el 2011. Se enfocó en fomentar el aumento de la
producción agrícola sostenible y la generación de energía renovable
mediante soluciones locales. Promovió la capacitación de actores
locales -gobierno-líderes locales-, para gestionar estrategias y
proyectos de desarrollo local.
El Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL), cofinanciado
por COSUDE, radica en seis municipios de la provincia de
Cienfuegos y promueve un proceso descentralizado y participativo
de innovación agropecuaria con énfasis en lo local. Es rectorado por
la Universidad de Cienfuegos desde la tercera fase del proyecto en
el 2013, corresponde a los CUM la coordinación de las acciones en
cada municipio.
El PIAL refuerza el liderazgo del gobierno municipal como el actor
local con mayor capacidad para materializar sus experiencias. Genera
el intercambio y aprendizaje en los municipios, con la participación
de actores claves municipales a través de procesos y dinámicas
participativas; impulsa el diálogo entre los agricultores con liderazgo
para asimilar e incorporar los saberes locales a fin de transformar el
conocimiento en valor económico, social y ecológico.
El proyecto Implementación de Estrategias para la Gestión Local del
Hábitat a escala municipal (HÁBITAT II), cofinanciado por COSUDE,
abarca las provincias de Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus.
Los municipios de Cumanayagua y Aguada de Pasajeros lo integran
desde el año 2013. El propósito del proyecto es mejorar el hábitat
local, con énfasis en grupos en desventaja. Genera capacidades en
los gobiernos municipales para la gestión estratégica y participativa
del hábitat local y en actores no estatales para la puesta en marcha
de emprendimientos económicos propios. En cada municipio facilita
la aplicación de una Acción Demostrativa Local (ADL), que constituye
expresión de la localidad.
Es importante la propuesta de modelo de gestión de PADIT basada
en tres dimensiones: vertical -articular objetivos y/o intereses de los
niveles nacional y local; horizontal -promover desarrollo de redes y
vínculos inter-territorial e inter-sectorial; interactoral -facilitar relaciones
91
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
entre el sector público y nuevos actores económico-productivos que
emergen en la actual coyuntura.
También PADIT impulsa la gestación de proyectos locales que
pongan en valor potencialidades endógenas, respondan a dinámicas
y necesidades diferenciadas de la población de dichos territorios.
El efecto deseado es el de mejorar la gestión del desarrollo
socioeconómico y cultural con énfasis en jóvenes y mujeres.
Resulta ilustrativa la relación del Centro de Intercambio y Referencia-
Iniciativas Comunitarias (CIERIC) con el grupo Teatro de los
Elementos, del proyecto Jovero Verde. Arte en el campo, del municipio
de Cumanayagua, se funda en 1998. Sus acciones han estado
encaminadas a la gestión sostenible de procesos culturales y artísticos
a través de la participación de artistas, promotores socioculturales e
instituciones, vinculados al trabajo comunitario; promueve la dimensión
cultural del desarrollo comunitario en la localidad.
La productora de artículos para el mercado y la exportación (PAMEX)
pertenece a la Empresa de Industrias Locales de Cienfuegos desde
el año 2011, genera PDL para la reanimación de la industria local,
la selección y variedad de las producciones obedece a demandas
locales. En el municipio de Cumanayagua mediante el empleo de
personas discapacitadas han surtido el mercado de producciones
especializadas destinadas al Plan Turquino.
El proyecto Modelo integrado de desarrollo socioeconómico y
cultural-ambiental para asentamientos poblacionales de la montaña,
fue desarrollado por la Universidad de Cienfuegos en el período
2002-2007, se estableció en asentamientos rurales del macizo
de Guamuhaya, con base en El Mamey, se destinó a fortalecer la
autogestión del gobierno local a través de un modelo de desarrollo
ambiental local.
Entre sus acciones estuvo dinamizar la participación y la autogestión
de los montañeses para rescatar y prestigiar la gestión agrícola, con
énfasis en la tradición cafetalera. Desarrolló capacitaciones para el
manejo, control y mejoramiento de los recursos del ecosistema.
El proyecto Mejoramiento alimentario y cafetalero–ambiental de
comunidades de montaña, de la Universidad de Cienfuegos, período
2009-2014, se instaló en el asentamiento Crucecitas del macizo de
92
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Guamuhaya y dedicó sus esfuerzos a la autogestión de gobierno para
mejorar la calidad de vida de los pobladores.
El proyecto colaboró con estrategias participativas de gestión
ambiental y propició una gestión sociocultural educativa planificada
desde la escuela, incluía en el currículo la historia y las practicas
socioculturales del macizo. Alertó a los decisores que la localidad
con rico y variado patrimonio tangible e intangible, no era razonada
por sus pobladores, debido a impactos migratorios y el debilitamiento
de la identidad cultural, lo que generaba y genera, una falta de
correspondencia entre el desarrollo social y su aporte económico.
El proyecto Gestión del patrimonio geológico y paleontológico de
La Rioja, municipio de Cruces, Cienfuegos, tiene su asiento en la
Universidad de Cienfuegos, período 2016-2019. Está destinado a la
integración de los valores naturales, paleontológicos y socioculturales
para una propuesta de turismo científico que tribute al desarrollo local.
Para el logro de sus objetivos se propone involucrar a líderes locales
a través de acciones participativas responsables, como alternativas
para el mejoramiento de la calidad de vida desde el emprendimiento.
El Sistema de acciones para mejorar la gestión del desarrollo local en
asentamientos poblacionales del municipio Cruces, de la provincia de
Cienfuegos, de la Universidad de Cienfuegos, período 2017-2020, se
dirige a la autogestión coherente de prácticas ambientales, científico-
tecnológicas y culturales para el desarrollo en asentamientos de
Potrerillo, Mal Tiempo y La Pedrera. Enfatiza en la creación de rutas
de turismo histórico- cultural, asociado a recursos locales.
Los programas y proyectos analizados poseen acciones destinadas
a la formación de capacidades entre gobiernos y líderes locales para
desde la participación, gestionar el territorio, en la mayoría de los casos
transcurre en capacitaciones teóricas que no aportan a la integración
de componentes por estar desajustadas de las realidades.
Los proyectos han sido diseñados desde instancias ajenas a los
territorios donde se ejecutan, por lo que deben enfrentar la indiferencia
de destinatarios, quienes no se reconocen ellos ni a su territorio en las
acciones, la participación es concebida a partir de acciones diseñadas
y no desde la gestación del proyecto. Todo lo anterior permite demostrar
que, la gestación de proyectos de desarrollo local al margen de sus
posibles beneficiarios, limita su sostenibilidad en el tiempo.
93
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
3.3. El escenario de intervención
Cualquier estudio territorial es precedido de cierto conocimiento
del escenario, aun cuando exista la limitación propia de la dinámica
de las transformaciones que se producen en la sociedad. Estas
modificaciones permitirán lecturas complejas que develen cómo ha
sido producido el espacio en una línea de tiempo.
El territorio cienfueguero
La provincia de Cienfuegos se encuentra ubicada al sur de la región
central de Cuba. Ocupa una extensión superficial de 4 188,61 km2
–duodécima por su territorio- y está constituida por ocho municipios,
su capital provincial es el municipio homónimo. Limita al Norte con las
provincias de Matanzas y Villa Clara; al Este con Villa Clara y Sancti
Spíritus; al Sur con el Mar Caribe y al Oeste con Matanzas.
Cienfuegos se convierte en provincia desde la división político
administrativa del año 1976. Anteriormente, entre los años 1963-1975,
la mayor parte del actual territorio conformaba la región administrativa
de igual nombre perteneciente a la entonces provincia de Las Villas.
Es ineludible destacar la condición de región histórica detentada por
Cienfuegos desde el siglo XIX y su influencia, -en principio económica-
sobre una parte de los territorios que componen la provincia. En opinión
de Hernán Venegas (2010, p. 56), el papel de la villa de Cienfuegos,
como centro jerarquizante de la vida en la región, se debe reconocer
en cualquier estudio de ese carácter.
Desde una perspectiva paisajística, en el territorio se suceden las
llanuras interiores, la premontaña, el macizo de Guamuhaya y la faja
costera. Existe un importante desarrollo fluvial, con catorce cuencas
principales, tres de ellas de interés provincial (Damují, Caunao y
Arimao) y una de interés nacional (Hanabanilla).
La población de la provincia en el 2018 era de 406 751habitantes
(Cuba. Oficina Nacional de Estadísticas e Información, 2019, p. 11)
para una densidad de 97,1 hab/km2, - inferior a la media nacional de
102,3 hab/km2- distribuidos en 268 asentamientos humanos, de los
cuales 41 son urbanos y 227 rurales, organizados en setenta y seis
consejos populares.
La base económica de la provincia se sustenta en la agroindustria,
94
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
con un potencial de suelos productivos y un desarrollo industrial
vinculado al puerto en las ramas alimentaria y química. El 67 % de las
industrias está concentrado en el municipio de Cienfuegos y de este,
el 87% se ubica en las tres zonas industriales de la ciudad cabecera.
Tal desequilibrio en el desarrollo propicia que la estructuración del
sistema de asentamientos humanos tenga carácter monocéntrico
ligado al desarrollo industrial vinculado al puerto.
La provincia de Cienfuegos es poseedora de una valiosa experiencia
en el desarrollo local que se remonta a finales de la década de los
noventa del pasado siglo. En este momento se inicia un proceso de
aproximación a la gestión local del desarrollo, el cual ha permitido
institucionalizar experiencias y asimilar la concepción de la gestión de
desarrollo del territorio; ha permitido que se disponga de experiencias
para la coordinación horizontal de estrategias de desarrollo local y en la
ejecución de PDL, con la cooperación internacional y con las diversas
formas de financiamiento interno que hoy se dispone; ha contribuido
el acompañamiento realizado por el Centro de Desarrollo Local y
Comunitario (CEDEL), a través de capacitaciones y de proyectos en
el fortalecimiento de los gobiernos municipales para acometer los
procesos de desarrollo local.
En la primera década del siglo XXI comienza la actividad de proyectos
en el territorio. Para ese entonces, solo funcionaba el Programa de
Desarrollo Humano Local (PDHL), empezó a partir del año 2006,
con el financiamiento de la cooperación bilateral y de organismos
internacionales y de cooperación multilateral, además del apoyo de
la colaboración descentralizada de fundaciones de Francia y España.
En Cruces se realizaron diversas acciones en asentamientos rurales
en desventaja.
A partir del 2010 se produce un incremento en la implementación
de los proyectos de desarrollo local; en el 2014 el Consejo de la
Administración Provincial aprueba cuatro proyectos; en el año 2015
se crean los grupos coordinadores de proyectos para el desarrollo
local, como ente asesor de los Consejos de Administración Municipal
permite mayor autonomía para decidir en sus estrategias de desarrollo
local; permite concebir el desarrollo como un proceso que articula
horizontalidades y verticalidades en la toma de decisiones y entre
proyectos locales; establece sinergias con programas y proyectos
nacionales: PDHL, PRODEL, PADIT, PIAL, HÁBITAT II.
95
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Un ejemplo de grupo constituido con resultados favorables es el
Centro de Desarrollo Local de Aguada de Pasajeros, en el que se
integra todo el sistema de ciencia del municipio en función del fomento
de proyectos de desarrollo local. En esta etapa se aprueban veinte
proyectos con financiamiento diverso.
La Plataforma articulada para el desarrollo integral de los territorios
(PADIT) forma parte del Programa Marco, acordado por el Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo y por el Ministerio del Comercio
Exterior y la Inversión Extranjera, con financiamiento de la Agencia
Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE). En Cienfuegos
PADIT se asienta en el municipio cabecera y en Abreus, no obstante,
acciona en todo el territorio.
En el año 2016 se inicia su primera fase, se establecen treinta y tres
proyectos; en el año 2017 se aprueban treinta y un proyectos, por
primera vez más de una veintena son aprobados por los Consejos de
la Administración Municipal; en 2018 comienza la segunda etapa de
PADIT y se aprueban cincuenta y ocho proyectos. Las variantes de
financiamiento se han ido diversificando y llegan a la veintena.
La red de Centros Municipales de Educación Superior (CUM),
rectorada por la Universidad de Cienfuegos a través de la Gestión
universitaria del conocimiento y la innovación para el desarrollo
(GUCID), ha sido un acompañante de los gobiernos en las acciones
de desarrollo local. Sus aportes han estado dirigidos al programa
agroalimentario, mejoramiento fitosanitario, estudios sobre la
fluctuación laboral en la agricultura, estudios sobre la juventud y la
mujer, estudios socioculturales, manejo integrado de zonas costeras,
estudios sobre el ecosistema de montaña, entre otros. La provincia,
además, ha establecido vínculos con instituciones universitarias y de
investigación de las provincias vecinas y del resto del país.
Pese a lo señalado, en el territorio existe un grupo de problemáticas
que ralentizan la gestión del desarrollo local. Una dificultad que
tiene origen histórico es la relacionada con el monocentrismo y la
persistencia de una asimetría estructural.
La disparidad interna entre los grados de desarrollo alcanzados por los
municipios se refleja en aspectos de la dinámica demográfica como
la sostenida contracción de la natalidad, con énfasis en espacios
rurales, envejecimiento y la movilidad poblacional intramunicipal
96
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
(rural-urbana) e intermunicipal -capital provincial y otras ciudades-.
Esto influye en la fluctuación de fuerza laboral en el sector rural en
municipios donde la base económica es agrícola en su totalidad, con
excepción del municipio cabecera. A esto se une la diferenciación
territorial municipal.
Para dinamizar los territorios se requiere de la articulación de estrategias
de encadenamientos productivos y de servicios potenciados a través
de proyectos de desarrollo local en los que se integre lo urbano y lo
rural; los proyectos deben promover la vinculación entre municipios
a través de alianzas intra e interterritoriales, aprovechando las
potencialidades de territorios vecinos.
El logro de lo anterior está supeditado al fortalecimiento de los gobiernos
municipales para que, desde la autogestión y la descentralización,
puedan emplear al máximo sus recursos locales. Para ello es
esencial redescubrir el municipio en su totalidad, lo que pasa por la
comunicación con quienes habitan y producen ese espacio.
La selección de los municipios
Siempre que se acomete un estudio, de cualquier índole, en aras de
economizar el tiempo y los recursos se procede a la búsqueda de
elementos representativos, que contengan en sí mismos la totalidad.
La calificación de los municipios de Aguada de Pasajeros, Cruces
y Cumanayagua como representativos para evaluar las condiciones
que presenta la gestión participativa del espacio geográfico para el
desarrollo local en municipios de Cienfuegos emergió de la información
brindada por decisores provinciales acerca de las realidades en la
elaboración y ejecución de estrategias municipales de desarrollo local
y proyectos de desarrollo local y de la caracterización del espacio
geográfico.
Los argumentos que respaldan dicha elección son:
1. Los municipios no coincide con la cabecera provincial donde la produc-
ción del espacio es única en el territorio cienfueguero20.
20 Entre las razones puede citarse el predominio del espacio urbano, absorbe la mayor cantidad
de habitantes en la menor unidad de área. Su base económica es esencialmente industrial, con
un puerto marítimo que afianza su desarrollo.
97
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
2. La base económica está sustentada en la agricultura, las experiencias en
la producción del espacio y las prácticas socioculturales se hacen más
diáfanas.
3. Los límites territoriales con otras provincias, esto aporta una dinámica
diferente a las relaciones sociales que ocasiona que las fronteras se
desdibujen.
4. Creciente movilidad poblacional -rural-urbana- trae aparejada la desapa-
rición de asentamientos rurales.
5. El municipio de Aguada de Pasajeros es pionero en proyectos de desa-
rrollo local.
6. Cruces es calificado como el municipio más deprimido del territorio.
7. Cumanayagua, ha sido considerado como el territorio más complejo por
la variedad de paisajes.
3.4. La problemática en los municipios
Para arribar a la valoración de las condiciones en que se produce la
gestión participativa del espacio geográfico para el desarrollo local
en cada escenario seleccionado se realizó una inferencia de los
resultados obtenidos. La observación científica de tipo participante
aportó elementos sobre el ambiente social que se genera en los
escenarios. Las entrevistas individuales y grupales permitieron obtener
información de actores de gobierno, jefes de PDL y líderes locales.
Municipio Aguada de Pasajeros
El territorio exhibe avances en la implementación de los PDL. Tal
reconocimiento lo comparten por igual los líderes locales, los actores
de gobierno, jefes de proyectos nacionales y territoriales y los
especialistas provinciales, ha contribuido la voluntad de su gobierno
de unirse a proyectos que aportan experiencias y financiamientos
para el desarrollo local.
Constituye un hito la selección de Aguada de Pasajeros entre los
veintidós territorios del país iniciadores de la experiencia de GUCID
en el 2006. El CEDEL colaboró con herramientas para el diagnóstico y
el proceso de planificación. El resultado principal es el diagnóstico del
98
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
territorio que facilita el conocimiento de las potencialidades locales,
las barreras que limitaban su crecimiento y las demandas locales.
PRODEL impulsó el diseño de una estrategia de desarrollo local
que propició la actualización del plan de ordenamiento municipal.
El proyecto HÁBITAT II ha realizado acciones de capacitación en
procesos participativos en consejos populares de Real Campiña y de
Perseverancia, contribuyó a la participación efectiva con la creación
de comités vecinales en asentamientos rurales donde sus habitantes
deciden el destino de recursos situados por el proyecto. Tales acciones
constituyen fortalezas, aun cuando no han sido originadas en el
territorio y alertan sobre la efectividad de estructuras preexistentes.
La creación de un Centro de Desarrollo Local por el gobierno municipal
permite la integración de todos los elementos que gestionan la ciencia
en el municipio. Entre sus propósitos se encuentra conocer y apoyar
las demandas de la población a través de procesos participativos.
El centro establece su rol colaborativo en el desarrollo local, pero
corresponde a los destinatarios elaborar los proyectos de desarrollo
local. En opinión de líderes locales, fuera de los integrantes del centro
falta experiencia en la calificación y acompañamiento a los proyectos
de desarrollo local.
El municipio ha sido un facilitador de las acciones de PIAL, debido a
la relación estrecha entre el CUM y el gobierno. Este último promueve
y financia la feria de innovación agropecuaria local que se realiza
todos los años para mostrar los avances del territorio en la esfera
agropecuaria.
Ha sido un factor importante la ubicación geográfica que lo convierte
en puerta de entrada a la provincia en el eje oeste-este. La proximidad
a vías de comunicación de primer nivel en el país (Autopista Nacional,
Carretera Central, Ferrocarril Central, Vial), facilita el intercambio
social, económico y la gestión del conocimiento.
Uno de los malestares percibidos entre los especialistas del Centro de
Desarrollo Local es que se realizan frecuentes visitas al municipio por
parte de investigadores y decisores de otros territorios para constatar
las experiencias en desarrollo local, sin intercambiar los resultados, ni
se mencionan las instancias del territorio en eventos o publicaciones
científicas.
99
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En el territorio se ha aprovechado la caracterización ofrecida por
el consejo popular, ha permitido establecer las prioridades para
desarrollar proyectos en asentamientos urbanos y rurales. Sirve de
ayuda que los líderes locales y los actores del gobierno son oriundos
del territorio, conocen de primera mano cómo piensan los aguadenses.
Dicha caracterización establece las particularidades de cada
asentamiento humano, reconoce la heterogeneidad espacial, aunque,
el espacio geográfico no está contenido en toda su magnitud en los
proyectos de desarrollo local y en el discurso de actores de gobierno
y de líderes locales no se aprecia nitidez en su tratamiento.
Los actores de gobierno afirman que las prioridades del municipio
están contenidas en la Estrategia Municipal de Desarrollo Local,
enriquecida por las experiencias aportadas por los presidentes
de consejos populares a partir de las demandas de la población.
Enfatizan en problemas sociales como pérdida de valores en lo relativo
a la identidad, aún no encuentran la salida apropiada; la movilidad
rural/urbana agudiza los problemas relacionados con el hábitat, al
desarticular el ordenamiento urbano, sobre todo en el sector periférico
del asentamiento de la cabecera municipal.
El gobierno local le concede importancia a trabajar junto a los líderes
locales para la gestión del espacio geográfico, por el conocimiento
que estos poseen del lugar donde transcurre su cotidianidad y enfatiza
en la inclusión de la historia local en las caracterizaciones del espacio
geográfico. Entre ambos existe consenso en cuanto a la definición de
lo local.
Los actores de gobierno acotan que en esa categoría está comprendido
todo lo que el gobierno puede manejar, lo que no es balance nacional.
Los líderes locales por su parte lo perciben como todo el potencial
dentro del territorio que puede ser utilizable para beneficiar a los
aguadenses de una u otra forma. En ambos casos predomina un
pensamiento reduccionista y economicista.
El territorio avanza en las alianzas con los vecinos, teniendo en cuenta
las fortalezas y carencias de las partes. Con Abreus y con el municipio
de Calimete, de la vecina provincia de Matanza, les une la producción
de arroz y madera, así como los históricos intercambios entre sus
pobladores.
100
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Los especialistas, desde el Centro de Desarrollo Local, establecen
diferencias entre proyectos empresariales y comunitarios, relegan la
gestión participativa a estos últimos, desconocen que la comunidad
es un vínculo social simétrico, se puede localizar en una empresa y
a los trabajadores les corresponde la gestión económica como está
contenido en las Tesis y Resoluciones sobre la Plataforma Programática
del PCC en su Primer Congreso.
Los actores de gobierno están conscientes de que la participación aún
no es una regularidad en el municipio y que la gestión participativa,
genera responsabilidad y sentido de pertenencia. Admiten que con
la elaboración de la EMDL se eleva la autoestima de los pobladores.
Asumen que se teoriza de manera excesiva, pero no se capacita desde
la praxis para promover procesos participativos en los asentamientos.
Además, no todos los delegados tienen la preparación ni la experiencia
de los presidentes de consejos populares.
Se distinguen como procesos participativos: la rendición de cuentas
del delegado y los diagnósticos aplicados como parte de los proyectos.
La participación directa de los locales en la identificación de sus
necesidades es sustituida por la interpretación de planteamientos
que realizan los grupos de trabajo del municipio, quienes cumplen
funciones de gobierno, por lo que la participación se sustituye por la
representación.
Por otra parte, los líderes locales no poseen una idea clara acerca de
la gestión participativa. Contemplan como factor fundamental para la
perdurabilidad de los proyectos en el tiempo, el empeño de quienes lo
dirigen, sin reconocer la implicación de los beneficiarios. El proyecto
HÁBITAT II satisfizo con una ADL una demanda del poblado cabecera
para mejorar las condiciones del parque central, la cual fue ejecutada
por trabajadores contratados, sin el apoyo de los beneficiarios.
Existen prácticas que demuestran que las personas se sienten
estimuladas al gestionar el espacio desde la participación. Los
trabajadores de la UEB silvícola de Aguada producen carbón dedicado
a la exportación. Ellos combinan las especies que deben plantar con
el tipo de suelo y las exigencias del cliente. El resultado redunda en el
incremento de los ingresos financieros, la sostenibilidad de la materia
prima y la protección del medio ambiente.
101
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En las Cooperativas de Créditos y Servicios, Conrado Benítez y Juan
Manuel Márquez, transcurre desde el 2017 el proyecto internacional
Vía Láctea, gestionado por el INCA, tiene como propósito el incremento
de la producción de leche de ganado vacuno. Los asociados han
entrado al proyecto por voluntad propia y han recibido capacitación
relacionada con la alimentación del ganado y además, maquinarias
para la producción de pienso compuesto. Los rendimientos
productivos permiten abastecer los asentamientos del municipio y
enviar excedentes al Combinado Lácteo de Cumanayagua. Según los
asociados, la experiencia natural que emana de la práctica cotidiana,
unida a la científica, ha propiciado los incrementos.
Lo expuesto acerca de Aguada de Pasajeros demuestra que el
municipio exhibe avances en el desarrollo local. Los resultados se
sustentan en el compromiso de su gobierno para integrar líderes
locales y gestores de la ciencia, en función del desarrollo, en la
elaboración de la EMDL, la gestión de PDL y en el reconocimiento
de sus debilidades. Comprender la participación como proceso y no
como emergencia, permite gestar y gestionar PDL sustentables.
Municipio Cruces
Entre los actores de gobierno, los líderes locales, jefes de proyectos
y especialistas provinciales existe correspondencia de criterios al
evaluar a Cruces como el territorio de menor crecimiento. Entre la
diversidad de argumentos se comentan aquellos que son regularidad.
El municipio crucense es el de menor extensión territorial de la
provincia a partir la DPA del año 1976, reducido en la del año 2011.
La historia de Cruces está ligada a la producción de azúcar, junto al
vecino Ranchuelo formó parte de la vanguardia del recobrado en la
década de los ochenta del siglo XX. Con el proceso de reconversión de
la industria azucarera perdió sus centrales, talleres y la infraestructura
ferroviaria, lo que provocó un reordenamiento de la estructura
económica para la cual la fuerza laboral no era competente. Una parte
de la superficie cultivable era ocupada en el cultivo de la caña de
azúcar, de ahí que sea el más desforestado de la provincia.
La escasez de agua, presente en el poblado cabecera y en
asentamientos aledaños, no permite el funcionamiento continuo
de las industrias productoras de alimentos y de materiales de la
construcción. En materia de dinámica demográfica, un doble éxodo
102
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
de pobladores (rural-urbano, urbano-urbano), en busca de ofertas
laborales atractivas y acordes a su preparación, provocan un saldo
migratorio negativo.
Entre los líderes locales subyace la idea de que las personas que han
dirigido el municipio en los últimos tiempos, no poseen un adecuado
conocimiento del territorio, plantean que nadie puede tener sentido de
pertenencia de algo de lo cual no se forma parte. En las intervenciones
establecen comparaciones que ponen en desventaja el momento que
vive el territorio. El desconocimiento, independiente de la motivación,
puede influir en el aprovechamiento óptimo de los recursos, de ahí
que muestren incertidumbre acerca del desarrollo.
Con respecto al patrimonio paleontológico y arqueológico de los
asentamientos de Cruces y de Potrerillo se han invitado a especialistas
nacionales y extranjeros, quienes han realizado el trabajo de campo
de conjunto con los locales, pero han publicado las experiencias a
título personal.
Al mismo tiempo, se reclama retomar las conmemoraciones de alto
significado local y nacional cuya tradición ha desaparecido (Batalla
de Mal Tiempo). Se advierte que en su imaginario estas costumbres
constituyen valores latentes. En el recorrido por el municipio se
constata desatención al patrimonio y a sitios históricos emblemáticos,
de alcance nacional y no se socializan. Es importante el rescate de la
historia en un territorio donde los procesos migratorios amenazan con
borrar la memoria histórica.
En el diálogo con los actores de gobierno se nota un desconocimiento
acerca de las necesidades y potencialidades del territorio, obvian
algunas que lo caracterizan más allá de sus fronteras: producción
de granos o los yacimientos fosilíferos de loma La Rioja y Potrerillo.
En los análisis se asume la localidad (poblado de Cruces) como el
territorio. Al asumir como local al municipio, todos sus asentamientos
cuentan, por lo que debe superarse la contradicción homogeneidad/
heterogeneidad.
Mediante la integración de las potencialidades de los sub-espacios, el
territorio es considerado en su totalidad. Se identifican futuras alianzas
con Cumanayagua en la producción y conservación de alimentos y
en el patrimonio paleontológico de la zona de Lomitas, próxima a
Potrerillo; con los municipios de Palmira y de Lajas, en cultivos varios,
103
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
agricultura cañera y en la actividad de las religiones afrocubanas. La
ausencia de concertaciones con Ranchuelo en la provincia de Villa
Clara, refleja que los líderes locales no han sido convocados, pues las
alianzas entre ambos son históricas, al punto de que las fronteras se
desvanecen para las personas.
En la fase de diagnóstico para la elaboración de la EMDL las
respuestas de los actores de gobierno se condicionan al futuro. No
hubo contribución de los líderes locales al diagnóstico y no se planificó
para las subsiguientes etapas. Los actores de gobierno emplean
como caracterización del municipio la estrategia ambiental del CITMA
para el período 2016-2020, en la cual el territorio es valorado desde la
dimensión ambiental y el mapa del territorio está desactualizado.
Las carencias expuestas llevan a fracasar en la localización de objetos
económicos y sociales. Tal es el caso de una industria productora de
bloques para la construcción que debió ser reubicada en el municipio de
Palmira debido a la escasez de agua que sufre la cabecera municipal;
en el poblado de Potrerillo el gobierno dispuso un vertedero próximo
al río Caunao y muchos de los desperdicios ingresan a la corriente
fluvial. En esas acciones se aprecia una gestión del espacio alejada
del conocimiento científico y de la participación, lo cual se agrava con
el desconocimiento de los límites de los consejos populares por parte
de sus presidentes.
En este sentido, el gobierno es consciente de la importancia de la
capacitación a las personas que ejercen funciones de gobierno en
cuanto a la caracterización del recorte espacial de su actuación;
consideran necesario el entrenamiento en procesos participativos
como una herramienta de gran valor que permitiría que las personas
se involucren en los PDL.
No se distingue un trabajo integrado entre el CUM y el gobierno
municipal, en función del desarrollo local. Cruces es el único
municipio de la provincia que no posee un acuerdo con el gobierno
para la constitución de un centro gestor del conocimiento en función
del desarrollo local. Ambas partes se censuran, se denota falta de
comunicación, lo que influye en la gestión de la ciencia en el territorio.
Por su parte PIAL señala la falta de interés por parte de las autoridades
y del apoyo del CUM.
La realidad apunta a la falta de integración entre actores, instituciones
104
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
y proyectos en el territorio, implica que un eje articulador para el
desarrollo local como PIAL resulte desconocido por productores
de asentamientos rurales. Los resultados son palpables en malas
prácticas agroforestales, la sobreexplotación de los suelos y la
acumulación de desechos contaminantes.
Los líderes locales aseguran que ha faltado convocatoria por parte
del gobierno a los pobladores para escuchar sus experiencias lo que
induce a la desmotivación a involucrarse en PDL por considerar que
son concebidos como tareas por los actores de gobierno. Estos últimos
declaran que, por los resultados esperados, estos no tienen por qué
olvidarse en el tiempo. Desde esta visión poco objetiva, la aspiración
es concebida como hecho consumado. La realidad expresada por los
beneficiarios es que no existe proyecto que haya dejado su huella en
el territorio.
Esta situación se remonta al año 2006 cuando Cruces a través
del Programa de desarrollo humano local ejecutó una docena de
proyectos con fondos de la cooperación internacional. El impacto en
la calidad de vida de los asentamientos rurales fue limitado, dado por
el desinterés de los pobladores quienes no se sentían beneficiarios
de acciones inconsultas. Los actores de gobierno alegan que las
poblaciones rurales son conformistas. Tales opiniones estereotipadas
demuestran esquematismos en el ejercicio del gobierno y falta de
comunicación y de consulta a las personas acerca de las prioridades
en los asentamientos.
El coordinador del grupo de trabajo provincial de desarrollo integral
declara que el municipio ha decrecido en la actividad de proyectos,
pues solo identificó dos posibles PDL para el año 2018. Ambos en
el sector de la gastronomía y los servicios, con la reanimación de
antiguas instalaciones, esta vez arrendadas a los cuentapropistas.
En las condiciones expuestas, el coordinador del grupo de desarrollo
local del territorio refiere que desde el gobierno se han identificado
potencialidades que pueden generar futuros PDL. Se han priorizado
aquellas que a corto plazo puedan producir ingresos al territorio y que
les permita invertir en obras sociales.
El rescate de oficios de arraigo como la ebanistería y la cerámica,
asociado a fuentes de materias primas propias del territorio, puede
beneficiar a pobladores de los asentamientos de Cruces, Potrerillo, Mal
105
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Tiempo y Malezas. En el sector agrícola se han diseñado tres polos
productivos: El Peñasco-La Piedra, Malezas y el cinturón hortícola
Marta Abreu-La Joba, se aprovechan los suelos, la cercanía al canal
magistral Paso Bonitos-Cruces y la tradición de los productores.
Desde el año 2017 funcionan dos proyectos encaminados a estimular
la creatividad en asentamientos humanos del municipio de Cruces
a través de procesos participativos, ambos de la Universidad de
Cienfuegos.
El proyecto Sistema de acciones para mejorar la gestión del desarrollo
local en asentamientos poblacionales del municipio Cruces tiene
como objetivo la autogestión coherente de prácticas y procesos
socioculturales asociados a la protección del medio ambiente. Enfatiza
en la creación de rutas de turismo histórico-cultural, se aprovechan los
recursos locales.
El proyecto Gestión del patrimonio geológico y paleontológico de La
Rioja, municipio de Cruces, se dirige a la integración de los valores
naturales, paleontológicos y socioculturales para una propuesta
de turismo científico que tribute al desarrollo local. Para el logro de
sus objetivos, involucra a los líderes locales a través de acciones
participativas responsables, como alternativas para el mejoramiento
de la calidad de vida desde el emprendimiento.
Las razones expuestas corroboran la idea inicial del poco avance
de Cruces en los procesos de desarrollo local. La modificación
de su estructura productiva intensificó los procesos migratorios.
La inestabilidad de gobiernos, por lo general, importados y
desconocedores del territorio, no ha logrado integrar a líderes locales
e instituciones en la identificación de potencialidades, se reproducen
esquematismos en la gestión del desarrollo. El resultado ha sido la
poca comunicación y la falta de convocatoria a procesos participativos,
esto provoca malestar en sus pobladores, quienes sienten la falta de
reconocimiento social y del territorio, otrora próspero. No es posible
que perduren PDL donde sus beneficiarios no estén reflejados.
Municipio Cumanayagua
El territorio es evaluado por especialistas provinciales y actores locales
como el más complejo de Cienfuegos. Entre las razones que avalan
dicha denominación se halla la de ser el más extenso de la provincia,
la atipicidad de sustentar tres ecosistemas: la premontaña, el macizo
106
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
de Guamuhaya y el sector costero, estos dos considerados frágiles,
además se entremezclan el gobierno y el Plan Turquino21.
Otro argumento está en el imaginario popular que califica a Cumanayagua
como un pueblo de migrantes, en la misma medida en que unos la han
ocupado, otros se han marchado, el saldo migratorio históricamente ha
sido negativo. Tal comportamiento de la variable demográfica deja como
resultado una población desligada de las prácticas socioculturales
identitarias con un escaso conocimiento del territorio.
Entre los líderes locales y especialistas del municipio se constata un
conocimiento espacial avalado por la permanencia y experiencia en
responsabilidades asociadas a la planificación y el ordenamiento del
territorio. No ocurre igual con los actores de gobierno, en mayor medida
refieren sus argumentos al macizo y por extensión al Plan Turquino, lo
que denota la prioridad que representa y la falta de conocimiento.
Se impone la capacitación y la consulta a los pobladores en los
asentamientos para aprender a tratar la diversidad de subespacios;
al trabajar para las emergencias del cotidiano, se pasa por alto el
desarrollo perspectivo.
Por otra parte, los líderes locales coinciden en que los diferentes
ecosistemas, condicionan diferentes ruralidades que deben ser
gestionadas de manera particular. En el municipio conviven la ruralidad
de la premontaña, de la montaña y de la costa y todas son objeto de un
ordenamiento espacial diferente.
Existe consenso en que el macizo, nombrado indistintamente
Escambray o Turquino, es el ecosistema más complejo. Ocupa la
mayor área, con un 61%, posee la mayoría de los asentamientos
humanos, con 30 en zonas cafetaleras. Comparte fronteras con cuatro
municipios: Manicaragua, Fomento, Sancti Spíritus y Trinidad, de las
provincias (Villa Clara y Sancti Spíritus), aunque se percibe desde la
experiencia y la interacción práctica con el espacio de sus pobladores.
El macizo no es un espacio homogéneo de asentamientos humanos.
Los especialistas que han ejecutado sus proyectos, establecen una
diferenciación que les permite agruparlos en norte y sur.
21 El Plan Turquino-Manatí: programa integral fundado el dos de junio de 1987, sirve de soporte
a la estrategia de la defensa del país, al impulsar el desarrollo político, social y económico de
los diferentes territorios de montaña sobre la base de la autosustentabilidad como principio
del desarrollo.
107
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En los asentamientos del sur se produjo un mayor impacto de la
Lucha Contra Bandidos y concluida esta, muchas familias fueron
trasladas por disimiles causas, lo que mermó la identidad y debilitó el
sistema productivo. Mientras que, en el norte, la base campesina y de
productores individuales, se mantuvo más sólida y sostenida.
La realidad actual del macizo pasa por un éxodo continuo de sus
pobladores, para lo cual los actores de gobierno no poseen todas
las interpretaciones. Es relevante el desconocimiento espacial, la
ausencia de participación en la toma de decisiones y la contradicción
sectorial/territorial en la aplicación de los Lineamientos de la política
económica y social del Partido y la Revolución en las esferas de
educación y salud.
La concentración de estudiantes de primaria en escuelas internas en
asentamientos distantes y la lejanía de los servicios especializados de salud
constituyen causas argumentadas del desplazamiento de los pobladores.
A ello se une la verticalización en la aplicación del reordenamiento
cafetalero y ganadero en el período 2004-2006 que no tuvo en cuenta los
criterios de los montañeses.
Debido al poblamiento que ha tenido el macizo en los últimos tiempos
y la aplicación de políticas en aras de mejorar las condiciones
socioeconómicas, se han importado y reproducido patrones
socioculturales de contextos urbanos. Esto ha motivado que en los
asentamientos se comiencen a imitar modelos exógenos, por lo que
ha decaído el interés por las prácticas tradicionales y ha provocado
apatía hacia lo que no sea lo tecnológicamente novedoso.
Una experiencia positiva en el macizo consistió en el levantamiento
de los hechos históricos, prácticas socioculturales y figuras relevantes
que devino en un manual utilizado en escuelas primarias en la última
década del siglo XX, como parte de las acciones de un proyecto de
desarrollo local.
Un ejemplo de tratamiento homogéneo a los asentamientos y a
sus pobladores es la opinión de los actores de gobierno acerca
del consenso en la prioridad para resolver sus problemas. No se
esclarece si al referirse al asentamiento lo hacen por sus pobladores
o por quienes lo dirigen. Sustentan la idea en la retroalimentación que
recibe el gobierno a través de la participación de la población en los
programas diseñados por la radioemisora municipal.
108
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Los líderes locales refieren que el gobierno ha presentado
irregularidades en la estabilidad de sus cuadros y se reflejó en los
asentamientos, los presidentes de consejos populares sienten
escepticismo. En cuanto a la participación, la consideran muy pobre y
lo atribuyen al desconocimiento de todas las partes. Opinan que, si el
grupo o una parte, no posee consenso de cómo concebir el desarrollo,
no es posible que alguien pueda venir desde afuera a decir qué tienen
que hacer y cómo hacerlo.
Los integrantes del grupo de desarrollo local del municipio -especialistas
y actores del gobierno, al trabajar en la fase de diagnóstico para la
elaboración de la EMDL, reconocen que es necesaria la participación
del pueblo en la toma de decisiones en materia de desarrollo local;
elogian el acompañamiento de HÁBITAT II en las capacitaciones
para fortalecer la capacidad del gobierno, pero no se convoca a los
pobladores a participar, denota comportamientos esquemáticos y
resistentes al cambio. Debe considerarse que la participación, como
proceso, requiere de entrega, intercambio, consenso y precisa de
tiempo; la indicación está respaldada por la inmediatez porque emana
de la autoridad, es preferida en el esquema emergente en que se
ejerce el gobierno en los territorios.
Los presidentes de consejos populares opinan que en cada
asentamiento se deben hacer los diagnósticos participativos con el
delegado, crece esta figura, la población los considera en la función
mediadora ante el gobierno. Admiten que hubo momentos en que el
gobierno frenó el interés de la gente por participar y los emprendedores
se encuentran sin apoyo. Aún se recurre al criterio de especialistas
y no a la experiencia de los pobladores. No obstante, se identifican
potencialidades que abarcan varios asentamientos y los aportes que
pueden realizar al desarrollo local.
En el imaginario de muchas personas –en asentamientos urbanos-
subsiste la idea de que el campesino no tiene cultura para entender
los mensajes por lo que estos deben aligerarse, niegan los avances
educacionales del país. Es necesario respetar la experiencia que da
la praxis, el campesino gestiona su espacio y ha desarrollado una
relación casi cosmogónica con los astros, animales y plantas. Los
campesinos identifican indicadores cualitativos en el paisaje y realizan
prácticas sostenibles.
109
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En el discurso de los decisores subyace que la población no ha
agradecido los beneficios aportados por los proyectos; no comprenden
que se han aplicado iguales recetas en espacios diferentes, sin dar
participación a las personas, por lo que se han perdido los recursos
invertidos.
Para el coordinador del grupo de trabajo de desarrollo integral en
la provincia, el municipio marcha en la retaguardia en el desarrollo
local, aunque posee suficientes potencialidades para estar en la
vanguardia. Es de la opinión que el territorio ha tenido influencia
exógena22, la autogestión está limitada, se le une el debilitamiento
sufrido por las estructuras de gobierno en los últimos tiempos, solo
estaba funcionando un proyecto propio del municipio.
Las personas, sobre todo del macizo, expresan desmotivación debido
a que se han iniciado proyectos y al tiempo desaparecen o solo
llegan a la explicación, no pocas veces se han impuesto proyectos
no consensuados con los beneficiarios. Los líderes consideran que el
proyecto debe nacer en el asentamiento, es allí donde están quienes
conocen de primera mano sus necesidades.
Se reconoce la autoridad del CUM en el territorio y su colaboración
con el gobierno en la capacitación de los actores locales en procesos
participativos y se ha priorizado el rescate de la historia local. En
otras etapas la Universidad de Cienfuegos desarrolló proyectos,
sus integrantes convivieron en los asentamientos, razones de índole
material han limitado tales intercambios.
Los proyectos Conectando paisajes y HÁBITAT II han establecido
concertaciones entre las provincias que administran el macizo de
Guamuhaya y rebasan los límites provinciales. Hay acuerdo en que la
proyección de alianzas, en el caso del macizo- debe tener en cuenta
los vínculos históricos con Manicaragua, Fomento y Trinidad.
Un tratamiento interterritorial lo ha dado HÁBITAT II en la mesa de
concertación (Fomento-Trinidad-Manicaragua-Cumanayagua) para
22 Jesús Manuel Rey Novoa, coordinador del grupo de trabajo de desarrollo integral en Cienfue-
gos y de PADIT-Cienfuegos, argumenta que Cumanayagua ha tenido influencia exógena que
data desde el capitalismo. Cuando hubo producción de café, fue debido a la entrada de los
magnates azucareros, aparece en la historia económica de Cienfuegos. En la actualidad el
Plan Turquino se encarga de resolver problemas en cuanto al abastecimiento a la población.
110
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
gestionar de manera integral acciones en el macizo. El resultado ha
sido una ADL que favorece los asentamientos de los municipios23.
El tratamiento a la ADL de la ciudad cabecera, reanimación de la
plaza, provocó insatisfacción en los ciudadanos, pues no fueron
considerados.
El proyecto Jovero verde. Arte en el campo, propio del territorio,
apuesta porque el teatro puede contribuir de forma inmediata a que las
personas sean críticas de su realidad. Ubicado en el asentamiento El
Jovero, otrora asiento de canarios y sus descendientes, más próximo
en el tiempo un frustrado proyecto ganadero, hoy está direccionado al
rescate de la tierra y de las tradiciones socioculturales de quienes lo
habitaron con anterioridad.
Los organizadores del proyecto con el apoyo de PADIT han ampliado su
espectro hacia nuevas acciones para mostrar un producto sociocultural
al turismo, gestionado por los pobladores del asentamiento, para ello
aprovechan el conocimiento de los lugareños. Al vivir la cotidianidad
del asentamiento les permite que en sus obras de teatro reproduzcan
ese cotidiano y que los lugareños se identifiquen con lo que ocurre
en la escena, forman una conciencia crítica. Los destinatarios del
proyecto son la premontaña y la montaña, han recibido beneficios por
ser este lugar el epicentro de la mayoría de las acciones culturales,
involucra al talento local y a reconocidas figuras de la plástica y el
teatro.
El territorio cumanayagüense, caracterizado por su complejidad,
presenta variedad de potencialidades que le permite gestar proyectos
en función del desarrollo; se le suma el conocimiento del territorio por
parte de los líderes locales y las acciones desarrollas por el CUM.
Sin embargo, existe una débil gestión del desarrollo que posee una
base histórica, reproducida por la inestabilidad de las estructuras de
gobierno, la importación de cuadros, el tratamiento esquemático de los
procesos participativos, la fuerte corriente migratoria rural-urbana y el
tratamiento homogéneo. Estos elementos confirman el estancamiento
del territorio en materia de desarrollo.
La acción demostrativa local consistió en dotar de un módulo de herramientas a las brigadas,
denominadas Peón Caminero, brindan mantenimiento a los caminos por donde transitan las
arrias de mulo para el traslado del café. El trazado de estos caminos obedece a la interacción
práctica y no a los límites de los municipios.
111
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
3.5. Condiciones en que se produce la gestión participativa del
espacio geográfico en Cienfuegos
La contrastación del análisis individual de las condiciones que presenta
la gestión participativa del espacio geográfico para el desarrollo local
en cada municipio determina las siguientes regularidades:
Desarrollo monocéntrico del territorio
La disparidad interna entre los grados de desarrollo alcanzado por
los municipios de la provincia es reconocida por los decisores, sin
embargo, el mayor financiamiento en función del desarrollo es
destinado al municipio cabecera.
Lo anterior corrobora lo consignado por Hernán (2003, 2010) en los
estudios sobre el desarrollo de las regiones históricas en Cuba, esta
diferencia tiene su génesis en el siglo XIX debido al protagonismo
alcanzado por la entonces villa de Cienfuegos en la región, a la cual
se amalgaman las que resultan durante el proceso revolucionario.
Tales asimetrías socioespaciales en el desarrollo coinciden con los
denominados espacios luminosos y espacios opacos, descritos y
empleados por Santos (1990, 2000); Íñiguez y Ravenet (1999, 2002,
2006, 2008), para distinguir los espacios económicamente favorecidos/
desfavorecidos, dinámicos/vulnerables, que han ganado/perdido el
interés de nuevos actores económicos.
Los resultados investigativos de Becerra (2003), al inicio del siglo XXI
apuntan al incremento de las diferencias espaciales en los grados de
desarrollo al interior de la región. Cruces se perfila como el de mayores
divergencias en relación con el municipio capital; Cumanayagua y
Aguada de Pasajeros, con desarrollo medio alto.
El panorama actual ha sufrido pocas modificaciones, Cruces es
el municipio con menos avances en materia de desarrollo local;
Cumanayagua, con extraordinarias potencialidades, posee una
limitada autogestión; Aguada de Pasajeros es el que más avances ha
experimentado en el desarrollo local.
La ubicación geográfica en la articulación intra e interregional
Una visión sistémica del desarrollo local lleva implícita las
concertaciones o alianzas que constituyen una forma de vincular los
112
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
diferentes territorios tanto intra como interregionales en el mesoespacio.
La localización de tales municipios en la periferia del territorio genera
un elemento potenciador de las alianzas interregionales.
Tal como lo prescribe Harvey (2014), las fronteras territoriales, a los
efectos de la producción del espacio, se presentan indeterminadas,
perforadas de forma constante por los individuos, que de manera
coherente mantienen los flujos entrecruzados. Es el sujeto, quien
conecta territorios en su cotidianidad, lleva elementos de uno a otro
y viceversa. Se corrobora lo planteado por Santos (1990, 2000), el
espacio es construido históricamente. El estudio del tiempo espacial
es facilitador del proceso, para lo cual deben tenerse en cuenta las
horizontalidades espaciales, referida a los dominios de continuidad
de los lugares vecinos.
La ubicación geográfica de Aguada de Pasajeros, como se dijo
con anterioridad, es la puerta de entrada a la provincia y el eje
comunicacional oeste. Es el municipio más alejado de la ciudad de
Cienfuegos y el más cercano a la capital del país, está ligado histórica
y económicamente a la provincia de Matanzas.
Cumanayagua, a través del Circuito Sur se encuentra en el eje
comunicacional este con la ciudad de Trinidad, la enlaza con la capital
del país. En la década del sesenta del siglo XX, existió un vínculo
administrativo con los municipios de Manicaragua y Fomento, por
conformar la región histórica del Escambray, con centro en Trinidad;
tales relaciones forman parte de las prácticas sociales de los
habitantes del macizo quienes desdibujan las fronteras en su cotidiano.
En este territorio los proyectos Conectando paisajes y Hábitat II han
establecido concertaciones entre las tres provincias que administran
el macizo, rebasan el pensamiento territorial.
Cruces, localizado en el eje comunicacional centro norte con la ciudad
de Santa Clara, permite buena conexión por transporte automotor
y ferroviario entre ambas provincias, requiere especial urgencia en
cuanto a infraestructura vial. Con el municipio de Ranchuelo, provincia
de Villa Clara con centros económicos y científico-técnicos, no se
visualizan asociaciones por parte de los actores de gobierno.
La movilidad poblacional constituye un reto sociodemográfico
El crecimiento de la población, -predominantemente mecánico-,
113
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
ejerce influencia en las asimetrías entre espacios rurales y urbanos
-intra e intermunicipales-. A partir de la década del noventa del siglo
XX un fenómeno demográfico relevante lo constituye la concentración
de la población en los espacios urbanos, con el consiguiente
despoblamiento de espacios rurales, con énfasis en la población rural
dispersa.
En los tres municipios el crecimiento natural de la población se
comporta con valores negativos, de ahí que la movilidad ha ocupado
su lugar, los espacios rurales resultan desfavorecidos, en tanto los
espacios urbanos, lejos de recibir beneficios han visto alterado su
ordenamiento.
En los municipios objeto de la investigación, con una base económica
agrícola, se ha visto mermado su crecimiento económico, en
unos casos por la carencia de fuerza laboral, lo que restringe las
perspectivas de desarrollar proyectos económicos perdurables y en
otros, por los programas de repoblación, a veces los arribantes son
desconocedores de las prácticas espaciales propias.
En tales espacios se ha acrecentado la pérdida de la identidad
territorial, toda vez que los arribantes son portadores de referentes
territoriales múltiples, pero no pertenecen por antigüedad. Este nuevo
lugar de residencia es solo el espacio geométrico referido por Simmel
(2012), por lo que su espacio de las emociones ha quedado en la
lejanía de su lugar de origen. En estos espacios es apropiada la
denominación de desterritorialización, como significado de extrañeza,
asociada a su vez a la desculturización (Santos, 2000).
Con la movilidad el individuo intercambia una cultura heredada, por
otra que le es lejana, se enfrenta a un espacio al cual no ha contribuido,
por eso le resulta ahistórico y ajeno. Giddens (1997), expone que
una nueva forma de interacción social es portadora de lo diverso y
pudiera favorecer una integración, al considerar la multiplicidad de
encuentros en los que el individuo se ve envuelto; lo que acontece se
aviene más a la idea de Montañez & Delgado (1998); y Bauman (2004),
estos individuos aún no se han apropiado del espacio y tampoco se
identificado con él.
Constituyen ejemplos de lo anterior, los asentamientos humanos
construidos para repoblar el macizo cumanayagüense, hoy se
encuentran en alto grado de abandono, incluida la mengua de la
114
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
producción del principal renglón productivo, generador del paisaje
cultural, El Cafetal.
La proliferación de asentamientos humanos periféricos en el poblado
de Aguada de Pasajeros (que han obviado el ordenamiento territorial)
ha establecido una ruralidad deformada, acumulan necesidades de
servicios básicos y colapsan los existentes. El asentamiento humano
de La Pedrera en Cruces es un ejemplo fallido de ocupación del
espacio, un grupo heterogéneo de personas fueron trasladadas allí
por diferentes causas, se convirtió en un espacio opaco.
En el territorio crucense se percibe desconocimiento de potencialidades
territoriales, y quienes poseen el encargo social de la enseñanza de las
generaciones más jóvenes son partícipes de esa ignorancia por lo que
la comunicación se ve truncada, de ahí que las celebraciones de las
tradiciones históricas y culturales hayan decaído; los desplazamientos
–individuales y familiares- hacia el conjunto monumental que recuerda
la Batalla de Mal Tiempo, han perdido motivación y se arguye por parte
de los actores de gobierno, las dificultades materiales, fundamentadas
en el transporte. El desconocimiento y la desmotivación inciden en la
pérdida de la identidad territorial.
Necesidad del desarrollo local inclusivo que respete heterogeneidad
espacial
La complejidad de relaciones espacio-territorio se materializa en sus
horizontalidades y verticalidades. Las primeras tienen que ver con la
sucesión y yuxtaposición de subespacios diferentes; las verticalidades
establecen el vínculo con lo regional o lo global (Santos, 1996).
Se produce también lo que Sánchez (1991), califica de enfrentamiento
dialéctico en el proceso de interacción sociedad vs espacio físico
–diversos en su situación, geomorfología, clima o biogeografía-
las características diferenciales en él comprenden actuaciones y
utilizaciones diferenciadas, incluso para alcanzar objetivos similares,
contraria a la idea de imposición del espacio a los individuos, según la
teoría del hecho social de Durkheim. Tal complejidad territorial, unida
a las contradicciones territoriales/sectoriales, debe formar parte de la
agenda de los actores de gobierno para mitigar los desbalances en el
ordenamiento y el desarrollo.
115
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En el ejercicio de sus funciones los actores de gobierno aplican un
tratamiento homogéneo al territorio, esto indica falta de conocimiento y
preparación. Tal carencia se acentúa en los casos de decisores que no
son oriundos. Una solución a esta limitación transita por la interacción
con las poblaciones en los asentamientos para aprender a tratar
diferencias al interior del municipio; se trabaja para las emergencias de
la cotidianidad y pasan por alto el desarrollo sustentable perspectivo.
En menor medida esta insuficiencia se observa en los líderes
locales, mientras que ambos acusan imprecisiones acerca de lo que
consideran local. Al asumir como local al municipio, se debe resolver
la contradicción homogeneidad / heterogeneidad.
La caracterización del espacio geográfico como herramienta para la
toma de decisiones –con apoyo de los SIG- facilita la percepción de la
individualidad del lugar. Sin embargo, solo el municipio de Aguada de
Pasajeros cuenta con este instrumento que ha sido elaborado desde
la realidad de sus consejos populares, con énfasis en la historia local.
En los restantes municipios la estrategia ambiental del CITMA se utiliza
cuando está elaborada para uso sectorial. En el caso específico de
Cruces, se hace más difícil por carecer de mapas actualizados de los
consejos populares.
La falta de autonomía de los territorios multiplica la contradicción
territorial/sectorial, verticalidad impuesta de manera igualitaria y
que atraviesa los subespacios del/o territorios. La aplicación de
los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la
Revolución en los sectores de salud y educación y el reordenamiento
cafetalero y ganadero en el macizo de Guamuhaya cumanayagüense
tienen consecuencias negativas, motivaron el éxodo de pobladores
y aún continúa. Tales prácticas denotan un pobre conocimiento
espacial por parte de los actores de gobierno, así como la ausencia
de participación en la toma de decisiones.
La aplicación de políticas sociales para mejorar las condiciones de
vida de los asentamientos humanos en las regiones montañosas del
país, ha estimulado en el macizo la importación y reproducción de
patrones socioculturales de contextos urbanos, se han rechazado
prácticas tradicionales, se han imitado modelos foráneos, se eluden
agrupaciones teatrales nacidas en el contexto montañoso.
116
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Significación de los procesos participativos para el desarrollo local
Un proyecto de desarrollo local concebido de manera participativa
se convierte en el proyecto de la comunidad o del municipio y no del
gobierno municipal. Pero para tener la experiencia de poder modificar
la realidad que los rodea, el conjunto de actores sociales requiere de
una determinada autonomía en la toma de decisiones.
La pobre participación ciudadana es uno de los problemas de la
realidad cubana reflejada en los territorios investigados. La solución
debe enfocarse a permitir la actividad creadora que a juicio de Espejo
(2009), se halla entre las personas y los actores de gobierno.
En el parecer de los decisores –referido a la integración de los
diferentes actores- subyace el criterio de que sin homogeneidad no
puede haber desarrollo, pero es necesario en la gestión participativa
del espacio geográfico para el desarrollo local, la integración de los
que tributan al mismo, no debe estar pensado en la búsqueda de una
igualdad o de una unanimidad a ultranza que frene la diversidad de
criterios.
Un análisis enfocado en los actores debe poner en el centro de la
reflexión al sistema de relaciones que estos generan, que se modifica
en el tiempo y los condiciona. Lo citado es coherente con la opinión
de Chiara (2004), de que los actores no definen de forma aislada su
acción pública, no tienen una homogénea capacidad de acción en
el ámbito público, ni permanecen constantes a lo largo del tiempo.
La gestión es construcción colectiva, no debe acallar la negación
de conflictos, ni lo heterogéneo debe ser la concreción social de la
urdimbre de diferencias articuladas.
Lo anterior mueve a la reflexión de que a los gobiernos municipales
corresponde buscar el equilibrio entre todos los actores locales lo
cual requiere de sensibilidad para develar lo útil de lo diverso. Urge,
revertir la ausencia de jóvenes entre los líderes locales en los territorios.
La gestión participativa del espacio geográfico puede contribuir
al proceso de maduración y desarrollo de este sector, además de
reforzar su identidad hacia el territorio.
Es una regularidad en los territorios la ausencia de procesos
participativos para la gestión del desarrollo local. Los actores de
gobiernos son conscientes de la necesidad de promover procesos
participativos, pero reconocen no estar preparados para enfrentar este
117
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
reto; los líderes locales asumen que el desconocimiento es de ambas
partes y eso genera escepticismo acerca de lo que se propone; se
demanda de que la comunicación asuma el papel que le corresponde
en la construcción de una ciudadanía activa (González, 2008).
Aunque los programas PADIT y GUCID y proyectos internacionales
(PRODEL, PIAL y HÁBITAT II), desarrollan capacitaciones a los
gobiernos municipales relacionados con los procesos participativos,
los actores de gobierno refieren que predomina el componente teórico
sobre la aplicación en escenarios reales.
La diversidad de canales de comunicación entre los actores de
gobierno y los ciudadanos en los municipios es limitada y se
circunscribe a programas de participación de las emisoras de
radio y a las rendiciones de cuenta del delegado. Ambas formas
de participación son de naturaleza reactiva o coyuntural; el tipo de
participación que se requiere es la sustantiva o como proceso. Se
obvia el papel que deben asumir las organizaciones políticas, sociales
y de masas en este sentido
Constituye una experiencia positiva la instalación del Centro de
Desarrollo Local, iniciativa del gobierno municipal en Aguada de
Pasajeros, un centro de creación de capacidades para implementar
PDL, involucra a los actores locales que gestionan la ciencia en el
territorio y establece sinergias entre los programas y PDL que están
presentes en el territorio.
Las EMDL: columna vertebral de las que se derivan los PDL
La ausencia de estrategias de desarrollo local e insuficiencias en la
identificación de prioridades constituye una barrera que ralentiza el
avance del desarrollo local en los territorios, descrita por Guzón como
regularidad nacional y que arraiga en los territorios investigados.
Las EMDL, como proceso participativo de los actores locales de un
territorio y como herramienta de trabajo para los gobiernos municipales,
miden su efectividad en la utilidad para responder a los intereses de los
usuarios (Llona, 2001; Guzón, 2006). Por tanto, las EMDL deben gestarse
en los consejos populares para garantizar que cada individuo dispuesto
a aportar pueda hacerlo y la asamblea de circunscripción es una vía
para su consecución. En ella, es posible iniciar mediante un proceso de
gestión participativa, el diagnóstico de necesidades y potencialidades,
pues se produce en el recorte espacial de rango inferior: el lugar.
118
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
En los municipios investigados, las EMDL se encuentran en diferentes
fases de ejecución. Aguada de Pasajeros posee su EMDL, enriquecida
por las experiencias aportadas por los presidentes de consejos
populares a partir de las demandas de la población; en Cumanayagua
y Cruces no se rebasa la fase de diagnóstico, en los asentamientos
predomina la opinión de especialistas del territorio y foráneos, sobre
la participación de la población.
Se necesitan personas que deseen trabajar en función del desarrollo
local, deben estimular al gobierno a realizar ejercicios participativos
y actualizaciones de estrategias, pero no deben asumir roles de
evaluadores o controladores. Los territorios reciben por la academia,
en lo fundamental, procesos de capacitación teórica que poco
aportan a los gobiernos a modificar los sistemas de trabajo basados
en las emergencias cotidianas. En el imaginario de los actores locales
se vislumbran como nuevos conquistadores; los PDL no llegan al
municipio de manera articulada, sino desde la idea de especialistas,
por eso no son sustentables en el tiempo.
Perdurabilidad en el tiempo de los PDL
A través de los proyectos se materializan un sinnúmero de acciones
contenidas en las EMDL. La provincia de Cienfuegos acumula
experiencias en los PDL, con una amplia representación de
organizaciones internacionales, del país y del territorio, desde el año
2016 se han multiplicado con la entrada de PADIT.
Contrario a lo anterior, no existe un balance favorable en la distribución
territorial de los PDL en cantidad y en los beneficios para los pobladores.
De los cincuenta y ocho PDL que funcionaban en la provincia en el bienio
2017-2018, el municipio cabecera era destinatario de veinticuatro, el
42% del total. La situación más favorable entre los municipios escenarios
de la investigación la poseía Aguada de Pasajeros, ocupaba la segunda
posición en la provincia, con diez proyectos (ocho destinados a la
producción de alimentos, ganadería y materiales de la construcción,
uno sociocultural y otro de investigación-desarrollo-innovación (I+D+i);
Cruces poseía dos PDL para reanimar la gastronomía; Cumanayagua
contaba con uno sociocultural.
Un elemento que incide en el referido desbalance es el desconocimiento
por parte de los gobiernos municipales de las diversas formas de
financiamiento para los PDL; la legislación existe desde el 2011, desde
119
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
la instancia provincial se identificaron veinte fuentes de financiamiento
o alternativas de cofinanciar PDL.
Es preocupante que ningún municipio de la provincia haya elaborado
proyectos medioambientales, al considerar las recomendaciones
contenidas en la estrategia ambiental del CITMA para el período 2016-
2020. En su tercer objetivo estratégico convoca al desarrollo de proyectos
desde la localidad al territorio para incentivar y contribuir a la búsqueda
de la seguridad alimentaria, al uso racional de los suelos, las aguas, la
biodiversidad y las energías renovables a partir de la aplicación de la
ciencia y la innovación tecnológica. Solo los proyectos institucionales y
Jovero Verde en Cumanayagua contienen esta dimensión.
Los actores de gobierno son del criterio que los PDL económicos –
priorizados- no son compatibles con los procesos participativos,
argumentan que obedecen a presupuestos, necesidades y demandas
de las empresas. Así, se elude lo contenido en los documentos rectores
de la política que, en secuencia, han insistido en la participación
de los trabajadores en los destinos productivos de las empresas.
Por otra parte, los PDL sociales son calificados a fondo perdido o
asistencialistas, porque según ellos, son los que admiten procesos
participativos.
El argumento es reduccionista al relegar la comunidad –tan
preconizada en el discurso oficial- a los asentamientos humanos, se
le concede una existencia a priori y se desconoce su génesis en el
vínculo social simétrico de la relación. La exclusión pasa por alto que
los ejes fundamentales para la gestación de una comunidad son la
participación y la cooperación y su concreción se refleja en el proyecto
elaborado por sus miembros (Alonso, 2004), en los subespacios de
actuación. Al excluir las mediaciones que integran al individuo se
singulariza lo local.
Al no resolverse la contradicción homogeneidad/heterogeneidad se
produce un tratamiento estandarizado de los asentamientos humanos,
que en la ejecución de PDL resultan ajenos en buena medida a
aspiraciones, capacidades y visión de sus beneficiarios. Estos proyectos
suelen ser dirigidos por profesionales especializados con una visión
sesgada de la realidad y son impuestos, como critica Alonso (2004), sin
importar las diferencias entre un escenario y otro, en forma de recetas
curativas para cualquiera, sea cual sea el problema existente.
120
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
El desarrollo local necesita ser pensado desde nuevas visiones. Para los
actores de gobierno la no perdurabilidad de los PDL está relacionada
con la falta de motivación de los beneficiarios. En tanto, los líderes
locales cuestionan la falta de apoyo a los emprendedores, la escasa
consulta a los beneficiarios, el recurrir al criterio de especialistas y no
a la experiencia de quienes habitan y producen el espacio.
La garantía de la sostenibilidad de los PDL se incrementa en la medida
en que los actores sociales se involucran y comprometen en todo el
ciclo del proyecto y comparten decisiones y control, garantizando
el mantenimiento de los mismos. Es oportuno el criterio de Barreiro
(2002), de que los proyectos realizados en cooperación, generan
y acumulan, además de sus resultados específicos, procesos de
aprendizaje. Este tipo de interacción social es una interacción de
aprendizaje que construye comunidad, dándole su identidad en el
nuevo contexto.
Constituyen ejemplos de gestión participativa, las acciones de
HÁBITAT II en la conformación de los comités vecinales, en Aguada
de Pasajeros y la mesa de concertación en el macizo de Guamuhaya,
esta última concebida desde la producción del espacio en un
ecosistema frágil diseccionado en cinco territorios. La intervención de
PIAL direcciona la capacitación en espacios rurales y ha propiciado
los procesos de participación.
Construcción de capacidades para el desarrollo local
El desarrollo local presupone fortalecer el territorio y unido a ello, la
sociedad local. Estos presupuestos requieren consolidar la autonomía
territorial que les permita emprender un estilo propio de desarrollo
y a la vez que la población se identifique con su territorio. Es por
ello que Rebellato & Giménez (1997), puntualizan que las ideas de
protagonismo y autonomía se asocian a la de participación, a la
reivindicación de los derechos de la gente a influir en los asuntos
vinculados a sus condiciones de vida.
Lo anterior lleva a la idea de que el desarrollo local tiene como
palanca impulsora el despliegue de las capacidades del lugar, tanto
materiales como intelectuales. Para el logro de tal propósito, los
actores de gobierno deben retroalimentarse de las experiencias de
quienes producen el espacio.
121
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
Una muestra de ello es el PDL Jovero Verde: Arte en el campo, del
municipio de Cumanayagua que ha conjugado las experiencias
de los lugareños en la producción agropecuaria, en las prácticas
socioculturales y la protección del medio ambiente. Se reconocen
también las capacitaciones de PIAL cuyos resultados son expuestos
en ferias de innovación en Aguada de Pasajeros y Cumanayagua.
De igual forma, los ganaderos aguadenses agradecen las acciones de
capacitación del PDL Vía Láctea. Estos ejemplos fortalecen la visión
de García Pleyán, citado por Guzón (2008), de que la capacitación
brinda a los actores una fuerza o seguridad a nivel individual que
contribuye a la confianza para asumir los retos que les impone el
desarrollo de sus territorios.
Desde los coordinadores de GUCID existe la convicción del enfoque
multidisciplinar del desarrollo local. Aprecian que el primer impacto
del desarrollo tiene que ser en lo social y para ello la universidad
debe repensar la extensión universitaria como un proceso sustantivo
dirigido a buscar soluciones a las problemáticas que afectan a los
asentamientos humanos.
En los escenarios de la investigación los actores reconocen la
integración de los CUM y los gobiernos municipales en la elaboración
de las EMDL. Ponderan el papel de la universidad en la capacitación
y el acompañamiento de los actores del territorio. Una muestra de lo
anterior son los centros de gestión del conocimiento en los municipios
a partir de un acuerdo conjunto entre los CUM y los gobiernos, que en
el caso de Cruces no se había podido materializar.
La universidad a través de sus procesos sustantivos prepara a
los estudiantes de pregrado y con el postgrado para gestionar el
conocimiento en sus territorios. Desde los centros de estudios de la
universidad se gestionan los PDL por parte de los líderes científicos e
involucran a estudiantes, potencian aquellas áreas donde hay ciencia
constituida. Sin embargo, al interior de la universidad no se ha logrado
un trabajo integrado entre las diferentes áreas del conocimiento, se
propician respuestas parciales a las necesidades de los territorios.
3.6. Una puntualización necesaria
La categoría espacio geográfico concibe la estructura y el
funcionamiento de la sociedad en su condicionamiento espacio-
122
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
temporal, razón por la cual espacio y tiempo se constituyen en recursos
teóricos metodológicos fundamentales para abordar su estudio. Su
carácter transdisciplinar propicia la reconstrucción de conocimientos
desde la sociología y los integra, de manera compleja con significados
geoambientales, psicológicos e históricos.
Pensar el espacio como una construcción social, lo reconoce como
el hogar del hombre, el producto de un modelado social, cuya
organización y dinámica está marcada por las actuales relaciones
económico-sociales y socio-ambientales, pero donde pervivan las
huellas de otras formaciones sociales o sistemas de producción. El
espacio humano se reconoce en cualquier período histórico como el
resultado de la producción. El acto de producir, es asimismo, un acto
de producir espacio.
Mediante la participación, el ciudadano común y los grupos sociales,
-devenidos actores locales- adquieren la capacidad para involucrarse
e influir en los procesos de toma de decisiones. El papel que cumplen
los actores en el desarrollo local no es una acción aislada llevada
adelante por un individuo o un grupo, son iniciativas generadas y
procesadas en un sistema de negociación permanente entre los
diversos actores que forman una sociedad local.
Una mayor diversidad y compatibilidad en los usos sobre el territorio
es posible al implicar a los actores locales en el diseño y la toma de
decisiones sobre el recorte espacial que forma parte de su cotidianidad.
Esto surge a través de las múltiples visiones que aportan los distintos
agentes y favorece una mayor aceptación y perdurabilidad de las
acciones y propuestas.
La gestión participativa del espacio geográfico para el desarrollo local
es un proceso sistémico que contribuye a fortalecer el tejido social y a
crear identidad, en el que se integran el saber hacer de los gobiernos
y el de los líderes locales alrededor de un objetivo común: aprovechar
las potencialidades humanas, físicas, espaciales, económicas y
sociales del propio territorio. Cuando el sistema funciona, -resuelve
los problemas de la localidad- genera credibilidad en las personas,
otorga mayor legitimidad y hace más eficiente la gobernabilidad local.
Los enfoques actuales reconocen la delimitación del espacio como un
elemento fundamental a tener en cuenta en la definición de desarrollo
local. Esta visión alerta sobre la complejidad del tratamiento de la
123
Espacio geográfico, procesos participativos y desarrollo local. Su
gestión en municipios de Cienfuegos
diversidad –de subespacios- respetando la integridad de los intereses
territoriales.
La perspectiva del desarrollo local tiene sus raíces en la sustentabilidad
espacial, por lo que debe construirse una configuración espacial
centrada en mejorar el lugar donde la sociedad vive su cotidiano.
Debe estimular y diversificar la economía, crear empleos, mejorar
la calidad de vida, mediante el aprovechamiento eficiente de los
recursos endógenos y las posibilidades exógenas, en el que tengan
representación las iniciativas y el dinamismo de los asentamientos
humanos. Conviene considerar los elementos ambientales, culturales,
sociales e institucionales que configuran la dimensión humana del
territorio.
La EMDL es la columna vertebral que articula los procesos de desarrollo
mediante el empleo eficiente de los factores internos (materiales y
humanos) y las posibilidades que brinda el entorno inmediato, en
el proceso de cambio. En tanto es concebida para el bienestar de
los asentamientos, debe ser sustentada en la inteligencia colectiva
generada por los actores locales sobre la base de las potencialidades,
en función de satisfacer necesidades. Los PDL resultan el sentido
práctico de las acciones estratégicas y la expresión materializada de
la gestión participativa del espacio geográfico.
La caracterización del espacio geográfico de los municipios de
Cienfuegos aportó al conocimiento de las condiciones preliminares
para interpretar el estado de la gestión participativa del espacio
geográfico para el desarrollo local. Contextualizó cada territorio al
establecer la relación diferenciación/integración.
La gestión participativa del espacio geográfico para el desarrollo local
se produce de manera particular en los municipios estudiados, de la
provincia de Cienfuegos. Se evidencian diferentes abordajes de los
procesos relacionados con el desarrollo local basados en las formas
de integración de los actores locales e instituciones de los territorios,
en el tratamiento homogéneo a los asentamientos humanos, en la
incapacidad de los gobiernos para generar procesos participativos y
en la disparidad en los grados de desarrollo alcanzados históricamente
por los municipios.
Aguada de Pasajeros es el territorio de mayores avances en los
procesos de desarrollo local. El Centro de Desarrollo Local ha dotado al
gobierno de una EMDL consensuada en los asentamientos humanos.
Su ubicación geográfica facilita la apropiación de experiencias de
instituciones de prestigios y de los proyectos de desarrollo local que
han fortalecido al territorio.
Cruces es el territorio que menos avanza en los procesos de desarrollo
local. Con un espacio disminuido en las últimas DPA y una estructura
económica modificada, sufre un intenso proceso migratorio. Un período
irregular de gobiernos municipales mermó la gestión participativa y la
integración de los actores locales e instituciones.
Cumanayagua, a la zaga en los procesos de desarrollo local, presenta
la mayor complejidad espacial de la provincia. Sus tres ecosistemas
representan tres ruralidades diferentes. El macizo de Guamuhaya,
compartido el gobierno con dos provincias y el Plan Turquino, es un
mosaico heterogéneo de asentamientos, que precisan de políticas
sociales y económicas que contengan el éxodo y propicien la gestión
participativa de los montañeses.
Referencias bibliográficas
Albuquerque, F. (2001). La importancia del enfoque del desarrollo económico
local. En, O. Madoery, y A. Vázquez Barquero, (eds.), Transformaciones
globales, Instituciones y Políticas de desarrollo local. Homo Sapiens.
Aliste, E., & Núñez. (2015). Las fronteras del discurso geográfico: el tiempo y
el espacio en la investigación social. Chungara, Revista de Antropología
Chilena, 47(2), 287-301.
Alonso, A. M., & Bell, R. E. (2013). Desarrollo territorial a escala local. Editorial
UH.
Alonso, J., & Jara, D. (2016). Participación diferenciada en proyectos de de-
sarrollo. (Ponencia). Simposio Internacional CIPS 2016 en el marco de
la Convención Internacional sobre Ciencia, Tecnología e Innovación. La
Habana, Cuba.
Alonso, J., Pérez, A., Rivero, R., Romero, E., & Riera, C. M. (2004). El autode-
sarrollo comunitario. Crítica a las mediaciones recurrentes para la emanci-
pación humana. Feijoo.
Barcellos, Ch. (2003). Unidades y escalas en los análisis espaciales. (Ponen-
cia). II Seminario Nacional “Espacios y Salud: lugar, salud y enfermedad”.
La Habana, Cuba.
Barreiro, F. (2002). Desarrollo desde el territorio. (A propósito del desarrollo
local). http://\\Backups\mrene\biblioteca\IIGOV-DOCUMENTOS\Desarro-
llodesdeelterritorio archivos\docu0019.html
Basave, J., Dabat, A., Moreno, C., Rivera Ríos, M. A., & Rodríguez, F. (2002).
Globalización y alternativas incluyentes para el siglo XXI. Grupo editorial
Miguel A. Porrua.
Bauman, Z. (2004). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica de Ar-
gentina S. A.
Becerra, F. A. (2003). Evolución del desarrollo socio-económico a escala terri-
torial: el caso de la provincia Cienfuegos. (Tesis Doctoral). Universidad de
Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez.
Blanco, B. (2002). Teoría y evolución del pensamiento geográfico. Félix Va-
rela.
Boisier, S. (1997). El vuelo de una cometa. Una metáfora para una teoría del
desarrollo territorial. Revista eure, 18(69), 7-29.
Boisier, S. (2001). Desarrollo (local): ¿De qué estamos hablando? En, O. Ma-
doery, y A. Vázquez Barquero (eds.), Transformaciones globales, Institu-
ciones y Políticas de desarrollo local. Homo Sapiens.
Bosque, J., & García, A. (2003). Milton de Almeida Santos (1926-2001). Ana-
les de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid, 23, 9 - 19.
Bourdieu, P. (1990). Sociología y cultura. Grijalbo.
Caballero, M. T., & Yordy, M. J. (2004). El trabajo comunitario: alternativa cuba-
na para el desarrollo social. Ediciones Ácana y Universidad de Camagüey.
Carpio, J. (2001). Desarrollo local para un nuevo desarrollo rural. Interações.
Revista Internacional de Desenvolvimento Local, 2 (3), 57-66.
Carrasco, A. F. (2004). Sistemática para el desarrollo económico local. (Po-
nencia). Encuentro Internacional Desarrollo Local en un Mundo Global.
www.eumed.net/eve/
Chaparro, R. J., & Fernández, O. (2013). Aproximación al episteme de la
gestión participativa comunitaria. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias
Sociales y Jurídicas, 40(4).
Chiara, M. (2004). La gestión local. Eslabón perdido de las políticas sociales
orientadas al desarrollo local. Civitas: Revista de Ciencias Sociales, 4(2),
353-367.
Coraggio, J. L. (1996). La agenda del desarrollo local. (Ponencia). Seminario
sobre “Desarrollo local, democracia y ciudadanía”. Montevideo, Uruguay.
Coraggio, J. L. (2002). La relevancia del desarrollo regional en un mundo
globalizado. http://europa.eu/scadplus/lrg/es/lvb/g24231.htm
Coraggio, J. L. (2003). Las políticas públicas participativas: ¿Obstáculo o
requisito para el desarrollo local? (Ponencia). II Seminario Nacional “For-
taleciendo la relación estado-sociedad civil para el desarrollo local”. CE-
NOC-CEDES-UNGS.
Córdova, M. (1985). Selección de Lecturas de Geografía Política y Económi-
ca de Cuba. Parte II. Universidad de La Habana.
Cotorruelo, R. (2001). Aspectos estratégicos del desarrollo local. En, A. Váz-
quez Barquero y O. Madonay (Eds.) Transformaciones globales, institucio-
nes y políticas de desarrollo local. (pp. 1-20). Ediciones Homo Sapiens.
Cuba. Asamblea Provincial del Poder Popular de Cienfuegos. (2016). Líneas
prioritarias para el desarrollo integral territorial (DIT) de Cienfuegos. APPP.
Cuba. Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. (2016). Estrategia
Ambiental de Cienfuegos (2016-2020). Delegación provincial del CITMA
en Cienfuegos.
De la Pezuela, J. (1863). Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la
isla de Cuba. Obra en 3 tomos. Imprenta del establecimiento de Mellado.
De los Ríos, M. (2012). Contextos territoriales y proyectos territoriales de re-
vitalización. Los instrumentos de planificación como una necesidad para
la implementación de la política pública de revitalización de los territorios.
(Tesis de Maestría). Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.
Del Río, M. (2002). La participación popular en el proceso de toma de deci-
siones públicas en el ámbito local comunitario en Cuba. Su régimen jurídi-
co. (Tesis doctoral). Universidad de La Habana.
Delgado, O. (2003). Debates sobre el espacio en la geografía contemporá-
nea. Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos.
Díaz, J. C., & Ascoli, J. F. (2006). Reflexiones sobre el desarrollo local y regio-
nal. URL-KFW.
Durr, H. (1999). ¿Podemos identificar un mundo sustentable, equitativo y apto
para vivir?. En, C. Delgado, Cuba Verde. En busca de un modelo para la
sustentabilidad en el siglo XXI. José Martí.
Espejo, R. (2009). Desarrollo humano y participación comunitaria: algunas
reflexiones desde el enfoque gestáltico de Paul Goodman. Polis, Revista
de la Universidad Bolivariana, 8, (23), 43-62.
Espina, M. P. (2001). Territorialización de las desigualdades y desarrollo local.
Reflexiones a partir de la reforma económica cubana. (Ponencia). Semi-
nario Internacional “ONGs, Gobernanza y Desarrollo en América Latina y el
Caribe”. Montevideo, Uruguay.
Estévez, R. & Abarzúa, E. (2003). Alianza estratégica: gestión participativa.
Conceptualización y aplicación. Tecnología, Organización, Personas. Con-
sultores S.A.
Ethington, P. J. (2005). Georg Simmel y la cuestión de la espacialidad. Trayec-
torias, 7(19), 46-58.
Fabelo, J. (1999). ¿Qué tipo de antropocentrismo ha de ser erradicado? En,
C. Delgado, “Cuba Verde. En busca de un modelo para la sustentabilidad
en el siglo XXI”. José Martí.
Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio, población. Curso en el College de
France: 1977-1978 (1ª ed.). Fondo de Cultura Económica.
Fung, T. (1999). Medio ambiente y conciencias plurales. En, C. Delgado,
“Cuba Verde. En busca de un modelo para la sustentabilidad en el siglo
XXI”. José Martí.
Ganuza, E. (2007). La participación en la sociología: elementos para una
praxis sociológica. Política y Sociedad, 44(1), 55-71.
Gómez, J. (1981). Espacio y paisaje, temas constantes de discusión e inves-
tigaciones geográficas. Universidad de Deusto. Lurralde: inv. espac., 4,
13-26.
González, L. J. (2008). Explorar la participación: paradigmas teóricos y pro-
yectos políticos. Perfiles de la cultura cubana. Revista del Instituto Cubano
de Investigación Cultural Juan Marinello, (6).
González, M. (2006). Gestión ambiental de los impactos del turismo en espa-
cios geográficos sensibles. Ediciones Abya- Yala.
Gregory, D., Martin, R., & Smith, G. (1995). Geografía humana. Sociedad,
Espacio y Ciencia Social. Río de Janeiro.
Guzón, A. (2008). Desarrollo local en Cuba: Retos y perspectivas. https://
pdftoword-converter.online/enter/?url=https://docplayer.es/64952068-De-
sarrollo-local-en-cuba-retos-y-perspectivas-compiladora-ada-guzon-cam-
porredondo.html
Guzón, A. (2010). Estrategias municipales para el desarrollo. Universitas
Forum, 2, (1). http://hdrnet.org/573/1/Guzon_UFvol2n1.pdf
Haesbaert, R. (2011). El mito de la desterritorialización: del “fin de los terri-
torios” a la multiterritorialidad. Marcelo Canosa (trad.). Siglo XXI Editores.
Harvey, D. (1977). Urbanismo y desigualdad social. Siglo XXI editores.
Harvey, D. (2014). La condición de la posmodernidad. Investigación sobre los
orígenes del cambio cultural. Amorrortu editores.
Hernández, C. (2001). Estructura y dinámica de las interrelaciones en el es-
pacio geográfico. Economía, Sociedad y Territorio, 3(10), 379-385.
Hoffmann, O. (2007). Identidad-espacio: relaciones ambiguas. CIESAS-IRD.
Ibarra, L., & Vasallo, N. (2000). Selección de Lecturas sobre Introducción a
la Psicología. Curso de Formación de Trabajadores Sociales. Santa Clara.
Iglesias, G, Alonso, J., & Martínez, M. (2017). La producción del espacio,
territorio y gestión participativa. Revista Investigación, Tecnología e Inno-
vación, 9.
Iglesias, G. (2008). La categoría espacio geográfico en la metodología para el
autodesarrollo comunitario. (Tesis de Maestría). Universidad Central Marta
Abreu de Las Villas.
Iglesias, G. (2018). Gestión participativa del espacio geográfico para el de-
sarrollo local en municipios de Cienfuegos. (Tesis Doctoral). Universidad
Central Marta Abreu de Las Villas.
Iglesias, G., & Alonso, J. (2017). Espacio geográfico, participación y gesta-
ción de proyectos de desarrollo local. Revista Universidad y Sociedad, 9
(5), 319-327.
Íñiguez, L. (1996). Lo socioambiental y el bienestar humano. Revista Cubana
de Salud Pública, 22(1), 13-14.
Íñiguez, L. (2002). Precedencias y efectos de los procesos de la década del
90 en las desigualdades sociales en Cuba. Anales de Geografía de la
Univ. Complutense, 22, 157-185.
Íñiguez, L. (2003). Geografía y salud en Cuba: tendencias y prioridades. http://
bvs.sld.cu/revistas/spu/vol29_4_03/spu02403.htm#cargo#cargo
Íñiguez, L., & Ravenet, M. (2006). Heterogeneidad territorial y desarrollo local.
Reflexiones sobre el contexto cubano. En, A. Guzón (comp.). Desarrollo
Local en Cuba. Retos y perspectivas. Editorial Academia.
Izquierdo. V. (2005). Manual para agentes de desarrollo rural. Mundi-prensa.
Jiménez, L. (2002). La geografía del cambio global. Universidad Nacional de
Colombia.
Jolly, J. F. (2012). La interdeterminación entre territorio, territorialidad y terri-
torialización de las políticas públicas: hacia una nueva propuesta de es-
quema para el análisis de las políticas públicas en el territorio. (Ponencia).
XVII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la
Administración Pública. Cartagena, Colombia.
Juárez, G. (2013). Revisión del concepto de desarrollo local desde una pers-
pectiva territorial. Revista Líder, 23, 9-28.
Klein, J. L. (2005). Iniciativa local y desarrollo: respuesta social a la globaliza-
ción neoliberal. Santiago de Chile. Revista eure, 31(94), 25-39.
Labrada, C. M. (2008). Desarrollo local. Un estudio de caso en el municipio
“Rafael Freyre, provincia de Holguín. (Tesis Doctoral). Universidad de La
Habana.
Lefebvre, H. (1974). La producción del espacio. Papers. Revista de Sociolo-
gía, 3, 219‐229.
Lenin, V. (1976). Materialismo y empirocriticismo. Obras Escogidas en 12 to-
mos. Tomo IV. Progreso.
Limia, M. (2007). Lo local y lo comunitario en la construcción del socialismo
del siglo XXI en Cuba. Intervención en VIII Taller Internacional “Comuni-
dades: Historia y desarrollo y Foro Mundial Familia, Desarrollo Humano y
Diversidad”. Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central
“Martha Abreu” de Las Villas y la Asociación Mundial de Educación Es-
pecial, 27-29.
Llanos-Hernández, L. (2010). El concepto del territorio y la investigación en
las ciencias sociales. Universidad Autónoma Chapingo. Agricultura, so-
ciedad y desarrollo.
Llona, M. (2001). Gestión local participativa: del barrio a la ciudad. Desco.
Lulle, T. (2005). La participación ciudadana en la gestión local. Lecciones de
una experiencia de control fiscal cívico en Bogotá. En, V. Gouëset, L. M.
Cuervo, Th. Lulle, H. Coing, “Hacer metrópoli. La región urbana de Bogotá
de cara al siglo XXI”. Universidad Externado de Colombia.
Marx, C., & Engels, F. (1974). Obras escogidas. Tomo III. Progreso.
Mateo, J. (2000). Geografía de los paisajes. 1ra parte. Paisajes Naturales.
Universidad de La Habana.
Mazurek, H. (2005). Redefinir el territorio para definir una constitución. (Po-
nencia). I Encuentro Internacional sobre Territorialidad y Política: “Territoria-
lidades, Autonomías y Ciudadanías” GTZ - DFID-Ministerio de Participa-
ción Popular 9, 10 y 11 de diciembre, 2005.
Méndez, E. (2000). Desarrollo local y territorial en Cuba. Revista Comercio
Exterior. Banco Nacional de Comercio Exterior. S.N.C. México, 3, 239-250.
Méndez, E., & Lloret, M. C. (2004). Desarrollo humano a nivel territorial en
Cuba. Período 1985-2001. Observatorio de la economía latinoamericana,
29.
Moncayo, E. (2001). Evolución de los paradigmas y modelos interpretativos
del desarrollo territorial. Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planifi-
cación Económica y Social - ILPES Santiago de Chile, CEPAL, Serie Ges-
tión pública 13
Montañez, G., & Delgado, O. (1998). Espacio, territorio y región: conceptos
básicos para un proyecto nacional. Universidad Nacional de Colombia.
Cuadernos de Geografía, 7(1-2), 120-134.
Núñez, A. (2009). De la alienación, al derecho a la ciudad. Una lectura (po-
sible) sobre Henri Lefebvre. Revista Theomai, Estudios sobre Sociedad y
Desarrollo 20.
Núñez, J., & Castro, F. (2006). Universidad, innovación y sociedad: experien-
cias de la Universidad de La Habana. Revista de Ciências da Adminis-
tração, 7(13).
Orozco, I. (2007). La representación de lo local en la plástica bayamesa.
(1990-2005). (Tesis Doctoral). Universidad de Oriente.
Ortega, J. (2000). Los horizontes de la Geografía. Teoría de la Geografía. Ariel.
Palma, A. (2006). Desarrollo social y la gestión local. Agenda pública, 10.
Panadero, M. (1999). La dimensión temporal en la conformación del espacio
geográfico (Leyendo a Milton Santos). Geocrítica Scripta Vetera. Universi-
dad de Castilla La Mancha.
Partido Comunista de Cuba. (2011). Lineamientos de la Política Económica
y Social del Partido y la Revolución. http://www.pcc.cu/sites/default/les/
documentos/2020-07/lineamientos-politica-partido-cuba.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1976). Plataforma Programática del Partido Co-
munista de Cuba. En Tesis y Resoluciones. Primer Congreso. http://www.
pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/sobre-la-platafor-
ma-programatica-del-partido.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1976). Sobre las directivas para el desarrollo
económico y social en el quinquenio 1976-1980. Primer Congreso. http://
www.pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/sobre-las-direc-
tivas-para-el-desarrollo-economico-y-social-en-el-quinquenio-1976-1980.
pdf
Partido Comunista de Cuba. (1981). Sobre el perfeccionamiento de los Órga-
nos del Poder Popular. Resoluciones aprobadas por el II Congreso. http://
www.pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/resoluciones_
sobre_el_perfeccionamiento_de_los_organos_del_poder_popular.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1981). Sobre el sistema de dirección y planifi-
cación de la economía. Resoluciones aprobadas por el II Congreso. http://
www.pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/202007/resoluciones_so-
bre_el_sistema_de_direccion_y_planicacion_de_la_economia.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1986). Resoluciones sobre los lineamientos eco-
nómicos y sociales para el quinquenio 1986-1990. Resoluciones aproba-
das por el Tercer Congreso del Partido Comunista de Cuba. http://www.pcc.
cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/resolucion_sobre_los_li-
neamientos_economicos_y_sociales_para_el_quinquenio_1986-1990.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1991). Resolución sobre el perfeccionamiento
de la organización y funcionamiento de los Órganos del Poder Popular.
http://www.pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/resolu-
cion_poder_popular_0.pdf
Partido Comunista de Cuba. (1997). Resolución Económica del V Congreso
del PCC. http://www.pcc.cu/sites/default/les/tesis-resoluciones/2020-07/
resolucion_economica_v_congreso.pdf
Partido Comunista de Cuba. (2012). Objetivos de Trabajo del Partido Comu-
nista de Cuba aprobados por la Primera Conferencia Nacional. http://www.
pcc.cu/sites/default/les/documentos/2020-07/objetivos_de_la_conferen-
cia.pdf
Partido Comunista de Cuba. (2017). Conceptualización del Modelo Económi-
co y Social Cubano de Desarrollo Socialista, Documentos del 7mo. Con-
greso del Partido. Editora Política.
Partido Comunista de Cuba. (2017). Lineamientos de la Política Económica
y Social del Partido y la Revolución (2016-2021), Documentos del 7mo.
Congreso del Partido. Editora Política.
Partido Comunista de Cuba. (2017). Plan Nacional de Desarrollo Económico
y Social hasta 2030, Documentos del 7mo. Congreso del Partido. Editora
Política.
Pérez, A. (2010). Desarrollo local: estudio sobre las condiciones del gobierno
para generar desarrollo local en el municipio de Manicaragua, provincia
de Villa Clara. (Tesis Doctoral). Universidad Central “Marta Abreu” de Las
Villas.
Pérez, J. (2006). La gestión participativa. Fundació per a la motivació dels
recursos humans. http://www.factorhuma.org
Pérez, L., & Díaz, O. J. (2015). ¿Qué municipio queremos? Respuesta para
Cuba en clave de descentralización y desarrollo local. Editorial UH.
Pérez, N. (2005). Selección de lecturas de geografía médica. Pueblo y Edu-
cación.
Proveyer, C. (2001). La identidad femenina y la violencia doméstica. Un acer-
camiento sociológico a su estudio. (Tesis Doctoral). Universidad de La
Habana.
Ramírez, C. (2005). Fundamentos de administración. Textos Universitarios.
Ravenet, M. (2002). Espacio y territorio en los estudios sociológicos en Cuba.
(Tesis Doctoral). Universidad de La Habana.
Rebellato, J. L., & Giménez, L. (1997). Ética de la autonomía. Roca Viva.
Ritzer, G. (1993). Teoría sociológica clásica. McGraw-Hill.
Rojas, A. (2017). Modelo del proceso de formación de formadores para el
desarrollo local: estrategia para su implementación en el municipio Conso-
lación del Sur (Tesis Doctoral). Universidad de La Habana.
Rojas, T. (2007). Los aportes de Kant a la Geografía. Terra Nueva Etapa, 23(34),
11-33.
Romero, E. (2006). Los sentidos utópicos del desarrollo local. El desarrollo
comunitario en Cuba. Conferencia impartida en el curso de Sociología del
Desarrollo, Maestría en Desarrollo Comunitario. Universidad Central Marta
Abreu de Las Villas.
Sabariegos, J. (2009). Participación social: planteamiento y evaluación de
un modelo estructural a partir de variables observadas. Revista Obets, 3,
31-41
Salcedo, J. (1977). Del concepto de espacio social. Universidad de Lancas-
ter, Revista Teorema, 257-275
Sanabria, G. (2001). Participación social y comunitaria. Reflexiones. Rev. Cu-
bana Salud Pública, 27 (2), 89-95.
Sanchís, J. R. (1999). Las estrategias de desarrollo local. Aproximación me-
todológica desde una perspectiva socioeconómica e integral. Revista de
Dirección, Organización y Administración de Empresas, 2, 147-160.
Santos, M. (1990). Por una geografía nueva. Espasa Calpe.
Santos, M. (1996). Metamorfosis del espacio habitado. Oikos-tau.
Santos, M. (2000). La naturaleza del espacio. Técnica y tiempo. Razón y emo-
ción. Editorial Ariel, S. A.
Séris, J. P. (1994). La technique. Presses Universitaires de France.
Simmel, G., Schütz, A., Elías, N., & Cacciari, M. (2012). El extranjero. Sociolo-
gía del extraño. Editorial Sequitur.
Sorokin, P. (1927). Social Mobility. Harper & Brothers.
Sorre, M. (1952). Les fondements de la geographie humaine. Editorial Ar-
mand Colin.
Sosa, M. (2012). ¿Cómo entender el territorio? Editorial Cara Parens.
Urán, O. A. & Soto, M. (2016). George Simmel: sus aportes a una sociología
del espacio y su desconocimiento en el famoso “giro espacial”. Notas de
Avance. Universidad de Antioquia.
Valencia, H. (1998). Gestión local participativa, estratégica y concertada:
construyendo el cambio y la sostenibilidad en el nivel local. Revista Ciu-
dad Alternativa, 13, 97-103.
Venegas, H. (2010). Metodología de la investigación en historia regional y
local. Editorial Búho.
Villamayor, C., & Lamas, E. (1998). Gestión de la radio comunitaria y ciuda-
dana, Quito. AMARC.
Wallerstein, I. (2006). Análisis de sistemas-mundo. Una introducción. Siglo
XXI Editores.
Wolff, K. H (ed.). (1950). The Sociology of Georg Simmel. Illinois. The Free
Press.
Zubiri, X. (1996). Espacio. Tiempo. Materia. Alianza Editorial, S.A.
Zusman, P. (2002). Milton Santos. Su legado histórico y existencial (1926-
2001). Documentos de Análisis Geográfico, 40, 205-219.
ANEXOS
Anexo 1. Tabla que relaciona el objeto de estudio desde el paradigma de
las ciencias sociales y de la ciencia geográfica.
Anexo 2. De Nuestra Señora de Belén a Aguada de Pasajeros.
El municipio de Aguada de Pasajeros se encuentra ubicado en la
porción oeste de la provincia de Cienfuegos. Su extensión superficial
es de 655,57 km2, - segundo de la provincia-, la cabecera municipal
es el pueblo –de primer orden- del mismo nombre. Al Norte limita con
el municipio de Los Arabos, provincia de Matanzas; al Este con los
de Rodas y Abreus; al Sur con los municipios Abreus y Ciénaga de
Zapata, provincia de Matanzas y al Oeste con este último y Calimete,
provincia de Matanzas.
Los orígenes del territorio se remontan al año 1770 donde se conoce
de una comarca llamada Nuestra Señora de Belén. En el lugar existía
un pozo de agua cristalina utilizado por los viajeros que pasaban
por el lugar para saciar la sed. A mediados de la segunda mitad del
siglo XIX, llega al lugar Don Gervasio Tió, quien establece una fonda
y posada a orillas del Caimito del Hanábana24; se constituye en el
núcleo primario del futuro poblado, que en el año 1862 queda fundado
como aldea, la cual incluía en aquel entonces la Ciénaga de Zapata,
de ahí la tradición maderera.
En 1870 se funda Real Campiña. En septiembre de 1895 las fuerzas
españolas fueron derrotadas por los mambises en la batalla conocida
como Combate de Galeón, hoy distante a escasos dos kilómetros de la
cabecera municipal. El 26 de diciembre de ese mismo año, al paso de
la invasión de Oriente a Occidente, Máximo Gómez y Antonio Maceo
cruzan este territorio por el lugar conocido como El Indio. En los inicios
del siglo XX, aparece Covadonga en 1904, debe su nacimiento a la
construcción del central que le dio nombre y hoy se conoce como
Antonio Sánchez.
Tres años después se construye el ingenio Perseverancia, identificado
también como 1º de Mayo. El 19 de julio de 1919 el Congreso de la
República aprueba la creación del municipio con barrios segregados
de Cienfuegos y pasa a formar parte de la provincia de Santa Clara,
luego de la Constitución de 1940 tomó el nombre de Las Villas. En
los años de protesta contra la dictadura de Machado lo visitan Julio
Antonio Mella y Gustavo Aldereguía.
Entre 1935 y 1950 al aumentar las actividades revolucionarias, llega
hasta aquí Jesús Menéndez Larrondo. Posterior al triunfo de la
Revolución, en abril de 1961, se agrupó en el poblado de Covadonga
parte de la tropa que se enfrentó a los mercenarios que desembarcaron
24 En este lugar vivió el Héroe Nacional José Martí entre los meses de abril a diciembre de 1862,
a la edad de nueve años.
por Playa Girón. A partir de la DPA de 1976, Aguada de Pasajeros se
convierte en municipio de la provincia de Cienfuegos.
El territorio se asienta mayoritariamente en la llanura de Cienfuegos y
su porción norte en la llanura de Manacas. Estas características del
relieve constituyen una potencialidad para aplicar cualquier tecnología
de mecanización y riego agrícola. No presenta red hidrográfica bien
desarrollada, seccionada por corrientes superficiales que fluyen en
dirección norte-sur, se sumergen en la Ciénaga de Zapata. El río
Hanábana es el de mayor importancia, ocupa más del 50% de la
cuenca en el municipio, constituye el mayor potencial acuífero de la
provincia de Cienfuegos. Casi el 80 % del agua que se utiliza para
el riego del arroz procede del manto subterráneo de la cuenca del
Hanábana.
Los suelos -en su mayoría con un alto contenido de hierro y carbonatos-,
son aptos para la agricultura y la ganadería en un 83,5%. El mayor
volumen de estas áreas se dedica a la ganadería, caña y cultivos
varios.
La población, según datos de 2016 asciende a 32 192 habitantes para
una densidad de 49,1 hab/km2, la población urbana es de 89,07%, está
distribuida en diecinueve asentamientos humanos de los cuales solo
cuatro son urbanos. Cuenta con seis consejos populares -uno urbano
y el resto mixto-: Libertad, Federal, Perseverancia, Real Campiña,
Torula y Managuaco, con tres circunscripciones independientes.
Los sectores económicos fundamentales son el agropecuario, el
industrial y los servicios. La actividad agropecuaria está representada
en la caña de azúcar, cultivos varios, ganadería vacuna y el arroz. Este
último es el cultivo temporal que ocupa la mayor cantidad de superficie
cultivable, es un símbolo identitario del territorio. El desarrollo agrícola
ha quedado plasmado en su escudo, creado en 1921, tiene forma de
cuadrilonga, integrado por tres cuarteles que reflejan renglones de
la economía del territorio desde aquellos tiempos: arroz, azúcar y la
industria maderera.
En la industria, el central azucarero Antonio Sánchez, constituye el
encadenamiento productivo donde se produce levadura torula, ron y
alcoholes finos. En la zona de Real Campiña existe un yacimiento de
caliza recristalizada que se explota de forma industrial. Funcionan un
taller de reparación de maquinarias agrícolas y centros de producción
de materiales de la construcción con vínculos con productores
privados.
Dos importantes viales influyen en el municipio: la autopista nacional
atraviesa su porción norte y el Circuito Sur lo cruza por su centro. Al
estar situado en ese eje axial lo sitúa en una posición ventajosa entre la
capital del país, su capital provincial y varias ciudades vecinas, posee
un gran potencial científico y económico; el centenar de kilómetros de
vías férreas del ramal Sur del Ferrocarril Central enlaza al municipio
con poblados de la provincia, de la vecina provincia de Matanzas y la
capital del país.
El territorio acumula una experiencia de trabajo en proyectos de
desarrollo local. Este fue seleccionado como municipio piloto por
contar con experiencias con respecto a la capacidad de elaboración
de proyectos que impulsan el DL desde diferentes aristas y por tener
como centro, la gestión del conocimiento y la innovación. Además,
posee desde el año 2004 una estrategia de DL, impulsada desde la
Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP), con integración de la
ciencia y el trabajo coordinado con los diferentes actores locales.
Varios programas de DL han anclado en el territorio, entre los que
se destacan: Fortalecimiento de las capacidades municipales para
el desarrollo local (PRODEL); Implementación de estrategias para la
gestión local del hábitat a escala municipal (HÁBITAT II); Proyecto de
innovación agropecuaria local (PIAL), todos estos con la colaboración
extranjera, recibe beneficios indirectos de la Plataforma articulada
para el desarrollo integral de los territorios (PADIT Cienfuegos).
Anexo 3. Del hato Las Cruces a Cruces.
El municipio de Cruces se encuentra ubicado al noreste de la provincia
de Cienfuegos. Su pueblo –de primer orden-, cabecera municipal
ostenta igual nombre. Posee una extensión superficial de 193,35 km2,
determina que sea el más pequeño. Limita al Norte con el municipio
Lajas; al Este con Ranchuelo, provincia de Villa Clara; al Sur con
Cumanayagua y al Oeste con Palmira.
Según documentos de la historia local, el hato Las Cruces fue
mercedado a Sancti Spíritus el 25 de junio de 1593, a la cual perteneció
hasta 1724, año en que pasó a formar parte de la jurisdicción de Villa
Clara. En el año 1830 fue traspasada a la jurisdicción de Cienfuegos25
debido al rápido crecimiento de esta.
Para esta época se tiene conocimiento de la existencia del caserío de
Potrerillo que formaba parte de San Juan de los Yeras26 en la jurisdicción
de Villa Clara. De la Pezuela (1863, t. IV, p. 271) lo describe compuesto
de edificios construidos de diferentes materiales y una población de
113 habitantes blancos y cuatro libres de color, por la misma fuente se
conoce de la presencia de Mal Tiempo calificado como un pequeño
caserío perteneciente a Camarones27 y en el camino al hato de Las
Cruces (1863 t. III, p. 71)
En el año 1852 el territorio se identificaba como Sabana de Ibarra y en
1879, se convierte en término municipal de la provincia de Santa Clara
bajo la actual denominación. Para esa época su población ascendía
a 3 141 habitantes -1225 esclavos-. Su nombre se asocia al paso del
ferrocarril Cienfuegos–Santa Clara, que motivó el establecimiento de
una unidad de servicios para esa obra, principal fuente de empleo
para los pobladores del caserío Las Cruces
Sin dudas la actividad ferroviaria inició un período de transformaciones
y desarrollo al constituir un enlace entre las costas norte y sur. A ello se
une la industria azucarera con nueve ingenios. De la Pezuela (1863, t.
II, p. 161) describe a Cruces como:
Tercera parada del ferro-carril de Cienfuegos a Villa-Clara, es el cual
entronca el ramal de Sagua la Grande. No tiene más edificios que el
25 En el propio documento aparece que este límite jurisdiccional se estableció a partir de la línea
recta entre San Marcos –caserío al norte del municipio de Lajas- y Siguanea o Ciguanea, que
según De la Pezuela en su descripción de la jurisdicción de Cienfuegos, estaba localizado
en el macizo de Guamuhaya, cerca del río San Juan, servía de frontera con la jurisdicción de
Trinidad.
26 En la actualidad es un poblado del municipio de Ranchuelo, provincia de Villa Clara.
27
Se refiere al actual poblado de San Fernando de Camarones en el municipio de Palmira.
de la estación, almacenes y demás dependencias necesarias para el
servicio a la vía. Su vecindario no podemos fijarlo por estar sujeto á las
variaciones que hace necesarias su movimiento comercial. 28
El haber sido establecido por su estratégica posición geográfica, -sin
considerar sus condiciones naturales- hizo que el poblado tuviese
que enfrentar la carencia de agua desde sus inicios. Para atenuar
esta situación se construyeron pozos que elevaban el agua mediante
molinos. La proliferación de los mismos hizo que desde finales del
siglo XIX el poblado fuera conocido como El pueblo de los molinos.
El hecho histórico más relevante de esa etapa ocurrió en la última
guerra por la independencia del colonialismo español, conocido como
la Batalla de Mal Tiempo, acaecida el 15 de diciembre de 1895. El
lugar fue declarado monumento nacional.
En el aspecto físico, el territorio se establece casi en su totalidad
sobre una llanura con pequeñas ondulaciones que tiene su mayor
elevación en loma de La Rioja29 (137,6 MSNM). Cruces carece de
corrientes caudalosas de agua, la red fluvial de mayor importancia
es el río Caunao que lo atraviesa por su porción meridional. En el
lugar conocido como La Bija, en mitad del camino entre Mal Tiempo y
Potrerillo, existen manantiales de aguas termales de valor medicinal,
sin facilidades adecuadas de explotación.
Los suelos son en su mayoría de tipo carbonatado aptos para todos
los cultivos, los que predominan al norte y este; existen suelos
acumulativos en las márgenes del río Caunao, en óptimas condiciones,
debido al mal manejo recibido en los últimos años manifiestan procesos
degradativos. La superficie boscosa está contraída.
Con una población de 30 357 habitantes en el año 2016, posee
una densidad de 157 hab/km2, -solo superada por el municipio de
Cienfuegos-, su población urbana alcanza el 71,2%. El territorio
acoge veintitrés asentamientos humanos, de los cuales solo dos son
urbanos. Posee cinco consejos populares: San José, Las Nubes, Isla
de Pinos -urbanos-, Potrerillo -mixto- y El No-Chicharrones –rural-;
tres asentamientos son independientes: Martha Abreus, Mal Tiempo y
Paradero de Camarones, atendidos por el gobierno municipal. Estos
asentamientos poseían status de consejo popular, condición que no
cumplen por la contracción de su población.
28 Se respeta la ortografía del documento original.
29 Próximo a esta elevación, así como en el poblado de Potrerillo son numerosos los afloramien-
tos fosilíferos de origen marino con edad cretácica considerados una potencialidad para el
desarrollo local a partir de su explotación turística.
Posee una economía basada en la agricultura, la industria y los
servicios. Los principales renglones son la caña de azúcar, los cultivos
varios, granos y la actividad avícola. La industria está representada
con la producción de tabaco, calzado y materiales de la construcción.
Con vocación azucarera desde sus orígenes, con la reconversión
de los centrales, perdió los dos asentados en su territorio -Martha
Abreu y Mal Tiempo-, perdió, los recursos humanos que trabajaban
en los centrales en áreas aledañas, incluido el vecino municipio de
Ranchuelo, de Villa Clara; los suelos destinados al cultivo de la caña de
azúcar, no lo son para otros cultivos que necesitan mayor humedad, la
sobreexplotación en condiciones de secano acelera su degradación.
Cruces es atravesado por la carretera Cienfuegos-Santa Clara por su
porción norte y está unido a otras vías (218 km), que lo comunican con
los municipios de Lajas y Cumanayagua. La vía ferroviaria Cienfuegos-
Santa Clara discurre paralela a la carretera homónima. Existe un ramal
a Mal Tiempo -llamado Andreíta por el antiguo nombre del ingenio
azucarero- se ha tratado de preservar por el valor estratégico que
representa como patio de operaciones ferroviarias. La comunicación
por este medio de transporte con Cumanayagua ha sido desactivada.
El desarrollo local en el municipio se aprecia en acciones de PIAL
en la capacitación de productores agrícolas. Se beneficia de forma
indirecta de PADIT-Cienfuegos. Otros dos proyectos de desarrollo local
de la Universidad de Cienfuegos realizan actividades en localidades
crucenses.
El proyecto Gestión del patrimonio geológico, paleontológico de La
Rioja, de Cruces, destinado a identificar los valores patrimoniales
paleontológicos y su gestión como recurso factible de socializar
a partir de su categorización como elemento natural destacado. El
proyecto Sistema de acciones para mejorar la gestión del desarrollo
local en asentamientos humanos del municipio tiene como objetivo
implementar acciones que propicien la participación y el despliegue
de la iniciativa de actores locales en la gestión del desarrollo en los
principales asentamientos humanos.
Anexo 4. De Santa Cruz de Cumanayagua a Cumanayagua.
El municipio de Cumanayagua se encuentra ubicado en el sector
oriental de la provincia. Es el mayor de los territorios cienfuegueros con
una extensión de 1 089,25 km2, representa casi la tercera parte de la
provincia. Por el Norte posee fronteras con Cruces; al Este limita con
Manicaragua, provincia de Villa Clara y Trinidad, provincia de Sancti
Spiritus; al Sur con el Mar Caribe; al Oeste con Palmira y Cienfuegos.
Su cabecera municipal es la ciudad de Cumanayagua, de tercer orden.
No se sabe con exactitud cuándo se convirtió en zona habitada, las
evidencias muestran que estaba poblada por amerindios nativos
cuando los españoles llegaron a América en 1492. El nombre
Cumanayagua proviene de algún idioma originario. Se estableció
como villa el 3 de mayo de 1804, como San Felipe de Cumanayagua.
Por real decreto de 9 de julio de 1878 se establece una capitanía
pedánea con alcaldía de barrio, de la jurisdicción de Cienfuegos
y toma el nombre de Santa Cruz de Cumanayagua. De la Pezuela
describe la aldea de la siguiente forma:
Caserío bastante antiguo en… terreno quebrado y á la izquierda de
los ríos Arimao y Hanabanilla, proveyéndose el vecindario de las
excelentes aguas de esta última corriente. … forma una sola ca-
lle, siendo su único edificio notable, la antigua iglesia parroquial…
(1863, t. II, p. 229)
Para esta fecha la villa de Cumanayagua contaba con menos de un
centenar de habitantes y con disponibilidad de dos tiendas mixtas,
cuatro hornos de pan, una taberna y una herrería. Se encontraba bajo su
competencia la aldea de La Sierra (la Sierrita) con casi un centenar de
habitantes entre blancos, libres de color y esclavos. (De la Pezuela, 1863,
t. IV, p. 553)
En la aldea de Arimao -contiguo a la ribera del río- residía el capitán
pedáneo y una población que superaba las 200 personas, además de
varias tiendas mixtas, hornos de pan, botica –farmacia-, zapaterías y
almacenes de víveres (ibídem, t. I, p. 42). La extensión de sus dominios
llegaba hasta San Antón (asentamiento del municipio de Cienfuegos),
era un caserío con centenar de pobladores, tienda mixta y panadería.
En los inicios de la etapa revolucionaria, una parte del territorio
cumanayagüense -macizo de Guamuhaya- fue escenario de la Lucha
Contra Bandidos, conocida como Limpia del Escambray.
En 1963 Santa Cruz de Cumanayagua obtuvo categoría de municipio,
recupera su nombre original, Cumanayagua, pasó a formar parte de la
región Escambray, la de mayor extensión de la provincia de Las Villas,
aglutinaba el macizo de Guamuhaya, con capital en Trinidad. A partir
de 1976 se integra a la provincia de Cienfuegos.
El territorio es desde el punto de vista físico, el de mayor complejidad
de la provincia. Agrupa a tres unidades del relieve: al norte las alturas
de Santa Clara, al oeste la llanura de Cienfuegos y la mayor parte
de su territorio pertenece a las montañas de Trinidad; se definen al
menos tres paisajes: la premontaña, el macizo montañoso y el sector
costero, estos últimos calificados como ecosistemas frágiles. El sector
del macizo de Guamuhaya30 ocupa una extensión de 400 km2, ahí
se encuentra su punto culminante, pico San Juan -1 140 MSNM; el
ecosistema costero abarca 42 km.
Entre las cuencas fluviales importantes se localizan: Hanabanilla, de
interés nacional, compartida con Villa Clara; Arimao -más extensa- con
grandes reservas de arena; Yaguanabo y San Juan. En el territorio se
ubica parte del canal magistral de riego y abasto Paso Bonito-Cruces.
En las zonas bajas predominan suelos poco productivos; hacia el
macizo abundan suelos productivos, con grado de erosión por mal
manejo.
En el año 2016 la población de Cumanayagua alcanza los 48 910
habitantes, solo superada por el municipio de Cienfuegos; por
su densidad que es de 44,9 hab/km2, ocupa el último lugar de la
provincia, a lo cual contribuye el macizo que alcanza 16,2 hab/km2.
La población está distribuida en setenta y un asentamientos, ocho
son urbanos, cerca de la mitad de los rurales están en el macizo;
posee doce consejos populares, dos son urbanos, uno suburbano y
nueve rurales; solo existen tres en la montaña, debido al éxodo hacia
la ciudad por causas multifactoriales.
Los sectores económicos fundamentales son el agropecuario y
el industrial. En la actividad agropecuaria, el café ocupa un lugar
30 Guamuhaya, es el nombre de ascendencia aborigen de uno de los tres más relevantes maci-
zos montañosos del archipiélago cubano. Está formado por las Alturas de Trinidad –oeste- y las
Alturas de Sancti Spíritus –este-, seccionadas por el río Agabama. Ubicada hacia el centro–sur
de la isla, tiene una extensión aproximada de 1 200 km2, con una población de 32 000 habitan-
tes de los que más del 70% viven concentrados en 90 asentamientos humanos. Su punto más
elevado es el pico San Juan con 1 156 MSNM, promediando sus elevaciones 450 MSNM. Esta
región se encuentra administrada por tres provincias -Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spiritus-,
y cinco municipios -Cumanayagua, Manicaragua, Trinidad, Fomento, Sancti Spiritus-, ninguno
de los cuales es totalmente montañoso, interactuando en ellos lo urbano y las áreas menos ur-
banizadas en el llano, en todos los casos, unidos a una historia productiva, de lucha, violencia
y migraciones con matices diferentes, pero con muchos rasgos comunes.
destacado, es el principal renglón del macizo, los treinta asentamientos
de la montaña están asociados al café, en la premontaña el área está
dedicada al cultivo de cítricos, cultivos varios, silvicultura y ganado
vacuno. La industria posee su principal exponente en la empresa de
productos lácteos Escambray.
Existen establecimientos de tabaco torcido y producción de materiales
de la construcción. Una actividad en desarrollo es el turismo, por las
potencialidades que brinda la diversidad de paisajes, se pueden
combinar diversas modalidades, cuenta con unidades de alojamiento
en Yaguanabo, Guajimico y Finca La Vega.
A lo largo del sector costero discurre el circuito sur Matanzas-
Cienfuegos- Sancti Spiritus, vía de interés nacional. La cabecera
municipal se conecta a esta vía a través del tramo Las Moscas-
Cumanayagua. El macizo es atravesado por el sur por la carretera
Circuito Sur- La Sierrita-San Blas-Topes de Collantes y por el
norte mediante Minas-Crucecitas-El Nicho-Cuatro Vientos; posee
comunicación con Cruces, con Manicaragua, este último de intenso
intercambio por razones históricas.
El municipio ha sido beneficiado por proyectos de desarrollo local de
alcance nacional, como PIAL, HÁBITAT II, recibe beneficios indirectos
de PADIT-Cienfuegos, todos estos con la colaboración extranjera.
Durante una década en el macizo se destacaron los proyectos Modelo
integrado de desarrollo socioeconómico y cultural-ambiental para
asentamientos poblacionales de la montaña -Proyecto Escambray-
y Mejoramiento alimentario y cafetalero–ambiental de comunidades
de montaña. -Proyecto Crucecitas II-. En la actualidad funciona el
proyecto sociocultural Jovero Verde. Arte en el campo con sede en el
asentamiento El Jovero, incluye el grupo de teatro de Los Elementos,
se ha extendido a la producción agropecuaria en pequeña escala y al
desarrollo del turismo de naturaleza.
ÍNDICE
Capítulo I. Espacio geográfico-territorio ......................................5
1.1. La dimensión geoespacial ............................................................5
1.2. El espacio geográfico: una construcción social .............................7
1.3. Una definición de espacio geográfico. Líneas de pensamiento ..16
1.4. El espacio geográfico en la relación naturaleza-sociedad ........27
1.5. La percepción del espacio geográfico .......................................34
1.6. Del lugar a la globalización. La idea de la identidad ...................36
1.7. Del espacio geográfico al territorio. Homogeneidad y
heterogeneidad ................................................................................. 40
Capítulo II. La gestión participativa y el desarrollo local ...........45
2.1. Una aproximación a los procesos participativos ..........................45
2.2. La gestión participativa del espacio geográfico ..........................53
2.3. La caracterización del espacio geográfico. Una herramienta para
la gestión participativa .......................................................................56
2.4. La dimensión geoespacial del desarrollo local ...........................63
Capítulo III. La gestión participativa del espacio geográfico en
Cienfuegos.................................................................................77
3.1. Una mirada global a la problemática .........................................77
3.2. Visión desde la política y la ciencia ........................................... 82
3.3. El escenario de intervención .......................................................93
3.4. La problemática en los municipios ..............................................97
3.5. Condiciones en que se produce la gestión participativa del
espacio geográfico en Cienfuegos ..................................................111
3.6. Una puntualización necesaria ...................................................121
Referencias bibliográficas .............................................................. 125
Anexos ....................................................................................135
Gerardo Iglesias Montero:
Licenciado en Educación (especialidad
Geografía) (ISP Félix Varela, 1981). Master
en Desarrollo Comunitario (Universidad
Central Marta Abreu, de Las Villas,
2008). Doctor en Ciencias Sociológicas
(Universidad Central Marta Abreu,
de Las Villas, 2018). Profesor Auxiliar
e Investigador del Departamento de
Comunicación Social de la Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad de
Cienfuegos. Investiga y publica sobre
espacio geográfico y territorio, desarrollo
local, participación y comunicación para el
desarrollo.
Joaquín Alonso Freyre:
Licenciado en Sociología (Universidad de
La Habana, 1978) Entrenamiento en Teoría
Socio-Política (Universidad de Moscú,
1984-1985). Doctor en Ciencias Filosóficas
(1996). Profesor Titular y Consultante de
la Universidad Central Marta Abreu, de
Las Villas; líder de la línea científica de
prioridad universitaria Hábitat y Desarrollo
Comunitario; coordinador del Programa
de Doctorado en Desarrollo Comunitario:
liderazgo, gobernabilidad, participación y
prácticas culturales.
Marisol Isabel Martínez Iglesias:
Licenciada en Educación (especialidad
Español-Literatura, Universidad
de Cienfuegos, 1994). Doctora en
Ciencias Pedagógicas (Universidad de
Cienfuegos, 2008). Profesora Titular,
Jefa de Departamento de Comunicación
Social, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Cienfuegos. Investiga y
publica en estudios de comunicación para
el desarrollo.
A partir del siglo XX las ciencias sociales han dedicado
una atención sin precedentes al espacio geográfico, al
considerar que rebasa el aspecto físico-natural para develar
su naturaleza social. El fruto de la producción científica
apunta a la valorización del territorio como un actor clave en
los procesos de desarrollo. La escala local adquiere particular
interés para adjetivar al territorio en términos de identidad
espacial, así como para hacer uso de los recursos desde una
perspectiva de proximidad. En los municipios de la provincia
de Cienfuegos se aprecia una insuficiente gestión del espacio
geográfico por parte de los actores locales, con incidencia
en el aprovechamiento de los recursos endógenos y las
potencialidades exógenas en función del desarrollo local. Esto
es resultado de diferentes formas de integración de actores e
instituciones, y un tratamiento homogéneo del territorio. Una
concepción del espacio geográfico como construcción social
donde la gestión participativa es una mediación en el desarrollo
local constituye el objetivo de la obra. La novedad teórica
consiste en la integración de las categorías espacio geográfico,
gestión participativa y desarrollo local como basamento para el
estudio de las problemáticas sociales. El aporte práctico radica
en la caracterización del espacio geográfico de municipios de
Cienfuegos, donde se construye una conciencia socioespacial
como herramienta de trabajo para los gobiernos.
... Estas se conciben para los niveles de nación, provincia, municipio y en el combinado, se elabora un plan de acción que responde a ellas, sin embargo, este sistema piramidal fractura ISSN: 1996-2452RNPS: 2148Revista PODIUM, septiembre-diciembre 202318 (3) En el proceso de gestión, se requiere de una participación activa de profesores y comunitarios, por lo que se hace necesario tener en cuenta las experiencias de vida de la población y de las estructuras de la comunidad para el logro de los objetivos planteados por la investigación. Sobre este particular, se pronuncian autores como (Odriozola y Rodríguez, 2020; Sánchez et al., 2020;Iglesias, 2021;Díaz, 2021;Díaz-Canel, 2021y Álvarez. et al., 2022. ...
Article
Full-text available
The Sports Complexes are base institutions of the Cuban Sports System. Its location corresponds to the territorial demarcation of the Popular Councils. As part of their social responsibility, they must contribute to the quality of life of the population. The objective of this article was to design a methodology that is based on a theoretical conception characterized by a transformative approach, for the improvement of the participatory dynamics in the management of the Community Physical Activity (AFC in Spanish) subsystem in the sports complexes. Its importance lies in the application of a methodology to improve the participatory dynamics in this area, validated from experimentation in the sports complex, as a basic structure of the sports system of the National Institute of Sports, Physical Education and Recreation (INDER). Empirical methods were used such as: document review, data collection, survey, interview, participant observation, awareness workshop and pre-experiment. For its application, two units of analysis were used: one intended to evaluate the management process with two dimensions and another to evaluate the participatory dynamics with two dimensions, all of them with their indicators and measurement instruments. The results obtained show fissures and insufficiencies in the management of the participatory dynamics of the AFC subsystem, however, the implementation of the methodology provides diagnostic instruments for the work of managers and teachers, with a view to evaluating the management in an integral way in the complex. The technical staff and the management structure of the sport complex consider the instruments are pertinent that allow diagnosing the participatory dynamics in the subsystem of reference, which reveal the essence of community participation, the causes that limit this process, its results and the criteria related to the results. themes, forms and those involved in community participation, depending on the management of the sport complex.
Book
Full-text available
Cuba verde es un libro que resultó tener larga vida. Sobrevinieron otras ediciones y reimpresiones y se usó ampliamente en la educación superior cubana. Fue una agradable sorpresa, en medio de tan abundante, fluida y rica bibliografía sobre la problemática ambiental. Es un libro que tiene significado personal para mí. Cada libro lo tiene para su autor, pero esta es una obra colectiva, donde mi contribución al conocimiento es muy pequeña. Sin embargo, editar el volumen, concebir su estructura, fue un recorrido vital y significó un cambio personal profundo. El recorrido estuvo lleno de sorpresas y enseñanzas. Más de una vez estuvo al borde de abortarse, por el volumen de páginas, los elevados costos y los limitados recursos económicos para lograrlo. Algunos detalles significaron todo un reto, desde obtener una foto de cada autor, algo lleno de obstáculos y resistencias por entonces, hasta decisiones más delicadas de inclusión, y organización de los textos. Pero no estuve solo en ese empeño, pues me acompañaron muchos colegas y amigos, algunos autores, otros profesionales interesados en el tema y que comprendieron la necesidad de un libro como este. Además, estuve acompañado y conducido de cerca por la mano de René Marie Parry-Hausenstein (1922-2015), una mujer amiga de Cuba, autora del libro The political name of love (2007) un monumento a la solidaridad con Cuba y de Cuba. Era ya entonces una persona de avanzada edad y exigía a cada paso del proceso de organización y luego del editorial calidad. Sabía de todos los obstáculos por el período especial, pero no toleraba las justificaciones al amparo de las dificultades. Para ella, la tarea humana consistía en superarlas. Su demanda a veces no era comprendida por mí y por otros, pero la enseñanza fue fundamental en mi vida profesional, pues aprendí a escuchar, perseverar, cuidar los detalles, no ceder si no se presentan argumentos consistentes, y no decaer aunque el mundo se venga abajo y la tarea parezca imposible. En la actualidad han cambiado muchos términos en materia ambiental y hemos ganado en precisión conceptual. El paradigma del desarrollo sostenible ha tomado la delantera y es hegemónico. Esto tiene muchas aristas positivas y negativas, pues está lejos de ser un paradigma perfecto. Ya es menor en los textos la presencia del lenguaje tan sexista de entonces. Y seguramente a todo esto habría que añadir otros muchos detalles. No nos referimos en la actualidad a un problema «ecológico», sino «ambiental», y los más radicales consideramos que es una crisis «cultural civilizatoria» asociada al capital y su hegemonía, que cobra formas de «crisis de la humanidad» (Morin) incapaz de atender sus problemas fundamentales. Uno de esos problemas es sin dudas el ambiental. También aparecieron problemas nuevos, vinculados a la cuarta revolución industrial y la bioética global. Unida al pensamiento ambientalista la bioética ambiental marca nuevos derroteros para comprender la transición en que nos encontramos. Estamos pasando casi sin darnos cuenta, de buscar soluciones a problemas presistentes y problemas emergentes de primera generación, heredados de los setentas y todavía no resueltos, a otros más recientes: problemas emergentes de segunda generación. Estos últimos aseguran la entrada de la humanidad en una etapa nueva y más delicada con respecto al balance de los conocimientos y su uso social para el bien común. Y no obstante los cambios, Cuba verde mantiene su actualidad como texto pionero en la colaboración de científicos de ciencias sociales, naturales y la ciudadanía, en la inclusión de aportes que vienen de todos los campos, científicos y no científicos, por el llamado a la construcción de modelos amigables con el ambiente, desde perspectivas epistemológicas abiertas a la diversidad y al diálogo humano.
Book
Full-text available
El trabajo expone algunas experiencias y fundamentos teóricos concretos para aproximarse a la elaboración de una teoría cubana sobre el trabajo comunitario, en correspondencia con las características sui géneris del proyecto social nacional. Los autores muestran la combinación entre la teoría y la prestación de servicios científico–técnicos con la aplicación consecuente del enfoque metodológico de investigación-acción-participación-solución, porque la población participa tanto en la determinación de sus problemas como en su solución, en los procesos de transformación comunitaria. Por ello, esta obra resultará de interés a quien pretenda profundizar en la comprensión y en la constatación de experiencias en el desarrollo y trabajo comunitarios. Los autores de los diferentes ensayos han sido elegidos en virtud de sus investigaciones terminadas o en curso, a fin de garantizar la excelencia y actualidad de esta compilación. Años tratando esas cuestiones fundamentan los planteamientos particulares. Sobre esta base los autores hacen esta primera propuesta en común. Los contenidos que aquí se exponen (en los que se ha respetado el criterio y valoración de cada autor) son empleados en la docencia de pregrado y postgrado de la Universidad de Camagüey. Esperamos que el uso de los contenidos que se presentan, sean de utilidad para todos los que de una manera u otra influyen en el desarrollo de la comunidad y, de esta forma, contribuyan a elevar la calidad de vida de la población y por ende al ascenso cultural de la sociedad hacia un futuro mejor.
Article
Full-text available
The interest in space has been a central and classic issue in studies in geography, which have organized their knowledge from different perspectives in relation to social research. Thus, on the one hand it has postulated a direct link with the natural sciences and, on the other hand, it has developed more humanistic approaches that have understood it as a social science. In this context, during the twentieth century, the issue of time has emerged as a key element for a geography whose rationality is closely associated with other branches of the human and social sciences, such as anthropology, sociology, history and philosophy. Thus, the boundaries of geographic discourse are open to new understandings of spatiality and, among them, the need emerges to deal with space from its temporal context that defines its temporal and socio-cultural significance, going beyond the discipline of geography as such. In this way, geographical hermeneutics, as well as space textuality, is projected as a link and a proposal when thinking about current geography and its various challenges in the field of social sciences and humanities, and taking up the challenge of new knowledge associated with contingency and future issues.
Article
Full-text available
The approach to the episteme of community participatory management, develops in the Social Production Unit (UPS) Seed Mucura INIA, located in the Zamora district of the Aragua State, under the critical-interpretive Socio emerging paradigm, and governed by the qualitative methodology supported in the phenomenological-hermeneutic method, whose purpose is to interpret to understand the experience of two significant subjects, focusing on the socio-cultural context, valuing their perspectives, knowledge, ideas and idiosyncrasies, among other human dimensions of the aforementioned subjects within the object studied phenomenon; using the techniques of participant observation, in-depth interview type life story and document review, heading into the nearest way to the reality studied through interpretation.The analysis and knowledge legitimation of significant subjects, recorded in the in-depth interviews will be conducted under the epistemic and methodological orientations Beautiful 2001, contemplating reality as a source of theory, contained in three levels or moments, which are described the route validation. Categories emerge around participatory management as the reality experienced by the subject, which they will test these categories considered theoretical, which will be matched with existing theories.
Article
Full-text available
Una de las cuestiones significativas de la sociología es la participación social. Tal participación se lleva a cabo a través de la interacción entre personas con un objetivo en común. Lo importante no es conocer ese objetivo sino los impulsos que llevan a cada una de las personas a integrarse en un conjunto. Estos impulsos a los que llamaremos variables, estarán relacionados entre sí a veces de manera directa, y otras veces de manera indirecta. En el presente trabajo se tratará de explicar la participación social a través de unas variables escogidas para tal efecto. Tales variables objeto del estudio serán la educación, la clase social, la religión y la ideología.
Article
The environmental subject is integrated to the most urgent themes that at the present days make the humanity feel worried. Its evolution towards a more complete interpretation, gathering both physical impairments and social environmental degradation, suggests an approximation to the theme from the historical-geographical platform from where it arises, as well as the deciphering of its indissoluble links with human welfare.