Los graves problemas socioambientales globales evidencian que se confronta una profunda crisis civilizatoria. El incremento notable de eventos ambientales extremos colocan en gran vulnerabilidad a centenares de millones de habitantes del planeta. La creciente explotación de recursos, su transformación y uso, y la contaminación que genera, agravan la degradación de la biosfera. En consecuencia, son necesarios cambios en la producción de la tecnociencia y de los patrones de desarrollo. Es imprescindible transformar modos de vida, producción y consumo. En América Latina, problemas acuciantes como los persistentes niveles de pobreza y exclusión, el deterioro ambiental y una estructura industrial con escasa capacidad tecnológica demandan transformar la estructura económica y muchos de los patrones de consumo imperantes. Un conocimiento adecuadamente producido jugará un papel fundamental en las posibilidades de superar estos problemas y avanzar hacia modos de vida más sustentables. Las universidades, y de forma más general, las instituciones de educación superior (IES) deben contribuir con estas necesarias transformaciones. La orientación que se dé al desarrollo de la tecnociencia será clave en la definición de nuevas trayectorias sociotecnológicas. La generación, transferencia y uso de conocimientos, concebidos dentro de los postulados de la sustentabilidad, serán fundamentales para la transición.