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COVID-19 POST-AGUDA O PROLONGADA: TRATAMIENTO CON IVERMECTINA DE PACIENTES CON SINTOMAS PERSISTENTES

Authors:
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Abstract

INTRODUCCIÓN: Se estima que entre el 10 al 45% de las personas que se enferman de COVID-19 presentará síntomas después de la etapa aguda de la enfermedad y que estos persistirán durante semanas, desarrollando lo que se denomina Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19. No existe consenso, ni hay una publicación sobre un tratamiento específico y efectivo para estos casos. El conocimiento es escaso en cuanto a su etiopatogenia. MATERIAL Y MÉTODOS: En el presente estudio se incluyeron a 33 pacientes que presentaban Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19 y que se encontraban entre las semanas 4 a 12 desde la fecha de inicio de síntomas. Se excluyeron del estudio a los pacientes cuyos síntomas principales eran del sistema muscular, como fatiga por debilidad muscular, disminución de la fuerza muscular y mialgia (dolor muscular). Se siguió el siguiente protocolo: en los casos con síntomas leves se administró Ivermectina a una dosis de 0.2 mg. por kilo de peso corporal por día durante 2 días. Si los pacientes aún presentaban síntomas después de las 2 dosis, se administraron 2 días más de tratamiento con Ivermectina a la misma dosis. Para los casos con síntomas moderados, se prescribió una dosis de 0,4 mg por kilogramo de peso corporal durante 2 días, y luego se continuó con 0,2 mg por kilogramo de peso corporal durante 2 días más. Si un paciente continuaba teniendo síntomas después del cuarto día de tratamiento, se indicó más dosis de Ivermectina, continuando con más días mientras se observe mejoría clínica y hasta que ya no hubiese respuesta de mejora clínica con el tratamiento. RESULTADOS: 33 pacientes adultos con Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19 que fueron tratados con Ivermectina. En el 94% de los 33 pacientes se observó una mejoría clínica en algún grado (parcial o total) después de 2 dosis de Ivermectina. Y se observó una mejoría total (sin síntomas) en el 87.9% de los pacientes después de las 2 dosis diarias de Ivermectina. En el 12.1% cuyos síntomas no se habían resuelto por completo después de las 2 primeras dosis, se administraron dosis adicionales de tratamiento con Ivermectina de acuerdo con el protocolo, y se observó una resolución clínica total de los síntomas se observó en el 94% de los casos. CONCLUSIÓN: El resultado del presente estudio demuestra que se observa mejoría clínica en un alto porcentaje de los pacientes con Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19 que son tratados con Ivermectina. Dado el elevado número de pacientes con Síntomas Persistentes y la respuesta clínica favorable tras recibir un tratamiento específico, recomendamos que se realicen nuevos estudios clínicos sobre el uso de la Ivermectina y de otros medicamentos para reducir y eliminar la carga viral en estos casos.
COVID-19 POST-AGUDA O PROLONGADA: TRATAMIENTO CON
IVERMECTINA PARA PACIENTES CON SINTOMAS PERSISTENTES O
POST-AGUDOS
Aguirre-Chang, Gustavo; Castillo Saavedra, Eduardo; Yui Cerna, Manuel; Trujillo
Figueredo, Aurora; Córdova Masías, José A. Reseach Gate. 11 de Julio 2020.
RESUMEN:
INTRODUCCIÓN: Se estima que entre el 10 al 45% de las personas que se enferman de
COVID-19 presentará síntomas después de la etapa aguda de la enfermedad y que estos
persistirán durante semanas, desarrollando lo que se denomina Síntomas Persistentes o
Post-Agudos de COVID-19. No existe consenso, ni hay una publicación sobre un
tratamiento específico y efectivo para estos casos. El conocimiento es escaso en cuanto
a su etiopatogenia.
MATERIAL Y MÉTODOS: En el presente estudio se incluyeron a 33 pacientes que
presentaban Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19 y que se encontraban
entre las semanas 4 a 12 desde la fecha de inicio de síntomas. Se excluyeron del estudio
a los pacientes cuyos síntomas principales eran del sistema muscular, como fatiga por
debilidad muscular, disminución de la fuerza muscular y mialgia (dolor muscular).
Se siguió el siguiente protocolo: en los casos con síntomas leves se administró
Ivermectina a una dosis de 0.2 mg. por kilo de peso corporal por día durante 2 días. Si los
pacientes aún presentaban síntomas después de las 2 dosis, se administraron 2 días más
de tratamiento con Ivermectina a la misma dosis. Para los casos con síntomas
moderados, se prescribió una dosis de 0,4 mg por kilogramo de peso corporal durante 2
días, y luego se continuó con 0,2 mg por kilogramo de peso corporal durante 2 días más.
Si un paciente continuaba teniendo síntomas después del cuarto día de tratamiento, se
indicó más dosis de Ivermectina, continuando con más días mientras se observe mejoría
clínica y hasta que ya no hubiese respuesta de mejora clínica con el tratamiento.
RESULTADOS: 33 pacientes adultos con Síntomas Persistentes o Post-Agudos de
COVID-19 que fueron tratados con Ivermectina. En el 94% de los 33 pacientes se observó
una mejoría clínica en algún grado (parcial o total) después de 2 dosis de Ivermectina. Y
se observó una mejoría total (sin síntomas) en el 87.9% de los pacientes después de las
2 dosis diarias de Ivermectina. En el 12.1% cuyos síntomas no se habían resuelto por
completo después de las 2 primeras dosis, se administraron dosis adicionales de
tratamiento con Ivermectina de acuerdo con el protocolo, y se observó una resolución
clínica total de los síntomas se observó en el 94% de los casos.
CONCLUSIÓN: El resultado del presente estudio demuestra que se observa mejoría
clínica en un alto porcentaje de los pacientes con Síntomas Persistentes o Post-Agudos
de COVID-19 que son tratados con Ivermectina.
Dado el elevado número de pacientes con Síntomas Persistentes y la respuesta clínica
favorable tras recibir un tratamiento específico, recomendamos que se realicen nuevos
estudios clínicos sobre el uso de la Ivermectina y de otros medicamentos para reducir y
eliminar la carga viral en estos casos.
Palabras Clave: Long hauler, Long COVID, COVID Long term, Síntomas Persistentes de COVID,
Síndrome Post-COVID, COVID de Larga Duración, COVID-19 Persistente, COVID Post-aguda,
COVID-19 Crónica, Fatiga Post-viral, Ivermectina.
... It is estimated that between 10 to 40% of people who get sick from COVID-19 will present Persistent Symptoms after the acute stage of COVID (26,27), developing what we call Prolonged or Persistent or Sub-Acute COVID. In these cases, it is not pertinent to request a Molecular Test by means of a sample of the nasal or pharyngeal mucosa, and if it is performed, it cannot be concluded that the person does not have the presence of the virus, it can only be stated that it is absent in that localized area of the nose and pharynx. ...
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SUMMARY: . The objective of this paper is to clarify and inform readers in regards to the limitation of Molecular Tests (PCR) that are being carried out routinely using samples of secretions from the nose and oropharynx of a patient. These tests do not detect presence of the virus in the lungs as well as in extrapulmonary locations such as the intestines and heart, where the SARS CoV-2 virus is frequently located in patients who progress to Severe cases of Acute COVID. Same applies to those who have clinical diagnosis of Persistent or Post-Acute Symptoms of COVID-19, a high percentage of whom have been found to have a persistent infection by the SARS CoV-2 virus that frequently affects multiple organs. A negative molecular test using sample of secretions from the mucosa of the nose and oropharynx does not confirm that the virus is no longer present in the body, because the test analyzes only secretions at this level, not other parts of the body or the intracellular presence of the virus. In these cases, one cannot say that a patient has fully recovered from the COVID-19 disease, and that if they have symptoms, these are sequelae.
... En el caso de la COVID-19, este planteamiento está sustentado en las múltiples evidencias que indican persistencia del virus en los intestinos, corazón y otros órganos después de la etapa Post-aguda de la COVID-19 (4 a 27). En un estudio realizado con 33 pacientes con síntomas persistentes de COVID-19, identificamos que la mayor parte presentó una buena respuesta al tratamiento para reducir la carga y la replicación viral (33), por lo que, se trataría de una enfermedad producida por la presencia del SARS CoV-2 en múltiples órganos. En los casos que, responden de forma significativa al tratamiento contra la carga viral, las hemos denominado COVID-19 Persistente (34), en alusión a que se trataría de una infección persistente por el virus SARS CoV-2. ...
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RESUMEN: El objetivo del presente documento es aclarar y dar a conocer la limitación de las pruebas moleculares (PCR) que se vienen realizando de forma rutinaria utilizando muestras de secreciones de la nariz y orofaríngea del paciente. Estas pruebas no detectan la presencia de virus en los pulmones ni en localizaciones extrapulmonares tales como intestinos y corazón, lugares donde se localiza el virus SARS CoV-2 con frecuencia en los pacientes que progresan a casos Severos de COVID Agudo, así como en aquellos pacientes que tienen el diagnóstico clínico de Síntomas Persistentes o Post-Agudos de COVID-19, en quienes se ha encontrado en un porcentaje elevado que presentan una infección persistente por el SARS CoV-2 y que con frecuencia afecta a múltiples órganos. Una prueba molecular negativa, que utiliza una muestra de secreciones de la mucosa de la nariz y la orofaringe no confirma que el virus ya no esté presente en el cuerpo porque analiza solo secreciones a este nivel, no evalúa otras partes del cuerpo ni la presencia intracelular del virus. En estos casos, no se puede afirmar que una persona se ha recuperado por completo de la enfermedad del COVID-19, y que si tiene síntomas estos son secuelas.
... Se estima que entre el 10 al 40% de las personas que se enferman de COVID-19 presentará Síntomas Persistentes posteriores a la etapa aguda del COVID (26,27), desarrollando lo que denominamos COVID Prolongado o Persistente o Sub-Agudo. En estos casos no es pertinente solicitarles se realice una Prueba Molecular mediante muestra de mucosa nasal o faríngea, y si se le realiza, no se puede concluir que la persona no tiene presencia del virus, solo se puede afirmar que está ausente en esa área localizada de la nariz y la faringe. ...
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COVID-19: PROFILAXIS POST-EXPOSICIÓN CON IVERMECTINA EN CONTACTOS. En Domicilios, Centros Laborales, Residencia de Ancianos, Centros Penitenciarios y Otros. RESUMEN: La Profilaxis Post-Exposición (PPE) tiene como objetivo evitar el desarrollo de la infección y la enfermedad tras la exposición a un agente infeccioso. La PPE está indicada por la OMS, OPS, la HHS de EEUU y otras organizaciones reconocidas, para la Infección por HIV, y también se le indica en otras enfermedades infecciosas como las Hepatitis B y C, la TBC y la Sarna. En el caso de la COVID-19, la PPE está indicada para los Contactos de las personas con el diagnóstico de infección por SARS CoV-2. La identificación de los Contactos de la persona infectada se realiza principalmente en su Lugar de Residencia y Centro de Trabajo, de corresponder, se realiza además en su Centro de Estudios, Medios de trasporte que utilizó y otros lugares donde permaneció. Se recomienda también la PPE en el caso del Contacto con personas sospechosas de COVID-19. El lugar de Residencia puede tratarse de un lugar donde viven varias personas, tales como las Residencias de Ancianos, Centros Penitenciarios, Centros de Internamiento de Larga Estancia, Hospitales, entre otros. En estos lugares muchas veces se justifica realizar una PPE a gran escala, sobre todo si son varios los que se encuentran ya enfermos en el lugar. En base a la experiencia local y las publicaciones existentes se propone un Esquema general de PPE que consiste en una dosis al día de 0.2 mg. por kilo de peso por 2 días. Se indica una tercera dosis (3 días) en los Contactos varones de 45 a 70 años de edad, y se indica 4 dosis en 4 días seguidos en los varones mayores de 70 años, y en la(s) persona(s) que asume(n) la función de “Cuidador(a)”. Se recomienda la inclusión del Ácido Acetilsalicílico (AAS) en el Esquema de la PPE en los varones mayores de 45 años y en las “Personas de Mayor Riesgo” de enfermarse gravemente, a dosis de 1 pastilla de 100mg. después del almuerzo por 6 a 10 días. Los Contactos deben permanecer en observación por si inician a presentar síntomas característicos de COVID-19, en cuyo caso deben pasar a dosis terapéuticas de Ivermectina. Se debe tener un especial cuidado en las personas adultas mayores postradas o con movilidad reducida en quienes los controles de salud deben ser más exhaustivos y frecuentes.
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In December 2019, an outbreak of a new coronavirus (SARS-CoV-2) was reported in Hubei province in China. The disease has since spread worldwide and the World Health Organization declared it a pandemic on 11 March 2020. We describe the case of a 65-year-old woman who clinically recovered from COVID-19 but showed persistent infection with SARS-CoV-2 for 51 days. Learning points: A case of persistent infection with SARS-CoV-2 is described.Some tests may pick up viral RNA fragments, giving a false positive result.The quarantining of infected patients to limit possible SARS-CoV-2 spread is important.
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Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 was isolated from feces of a patient in China with coronavirus disease who died. Confirmation of infectious virus in feces affirms the potential for fecal-oral or fecal-respiratory transmission and warrants further study.
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Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS‐CoV‐2) infection causing coronavirus disease 2019 (COVID‐19) has spread worldwide. Whether antibodies are important for the adaptive immune responses against SARS‐CoV‐2 infection needs to be determined. Here, 26 cases of COVID‐19 in Jinan, China, were examined and shown to be mild or with common clinical symptoms and no case of severe symptoms was found among these patients. Strikingly, a subset of these patients had SRAS‐CoV‐2 and virus‐specific IgG coexist for an unexpectedly long time, with two cases for up to 50 days. One COVID‐19 patient who did not produce any SARS‐CoV‐2‐bound IgG successfully cleared SARS‐CoV‐2 after 46 days of illness, revealing that without antibody‐mediated adaptive immunity, innate immunity alone may still be powerful enough to eliminate SARS‐CoV‐2. This report may provide a basis for further analysis of both innate and adaptive immunity in SARS‐CoV‐2 clearance, especially in non‐severe cases. This article is protected by copyright. All rights reserved.
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Background: An outbreak of coronavirus disease 2019 (COVID-19) is becoming a public health emergency. Data are limited on the duration and host factors related to viral shedding. Methods: In this retrospective study, risk factors associated with severe acute respiratory coronavirus 2 (SARS-CoV-2) RNA shedding were evaluated in a cohort of 113 symptomatic patients from two hospitals outside Wuhan. Results: The median duration of SARS-CoV-2 RNA detection was 17 days (Interquartile Range [IQR], 13-22 days) as measured from illness onset. When comparing patients with early (<15 days) and late viral RNA clearance (≥15 days after illness onset), prolonged SARS-CoV-2 RNA shedding was associated with male sex (p=0.009), old age (p=0.033), concomitated with hypertension (p=0.009), delayed admission to hospital after illness onset (p=0.001), severe illness at admission (p=0.049), invasive mechanical ventilation (p=0.006), and corticosteroid treatment (p=0.025). Patients with longer SARS-CoV-2 RNA shedding duration had slower recovery of body temperature (p<0.001) and focal absorption on radiograph images (p<0.001) than patients with early SARS-CoV-2 RNA clearance. Male sex (odds ratio [OR], 3.24 [95% CI, 1.31-8.02]), delayed hospital admission (OR, 1.30 [95% CI, 1.10-1.54]), and invasive mechanical ventilation (OR, 9.88 [95% CI, 1.11-88.02]) were independent risk factors for prolonged SARS-CoV-2 RNA shedding. Conclusions: Male sex, delayed admission to hospital after illness onset, and invasive mechanical ventilation were associated with prolonged SARS-CoV-2 RNA shedding. Hospital admission and general treatments should be started as soon as possible in symptomatic COVID-19 patients, especially male patients.
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For survivors of severe COVID-19 disease, having defeated the virus is just the beginning of an uncharted recovery path. What follows after the acute phase of SARS-CoV-2 infection depends on the extension and severity of viral attacks in different cell types and organs. Despite the ridiculously large number of papers that have flooded scientific journals and preprint-hosting websites, a clear clinical picture of COVID-19 aftermath is vague at best. Without larger prospective observational studies that are only now being started, clinicians can retrieve information just from case reports and or small studies. This is the time to understand how COVID-19 goes forward and what consequences survivors may expect to experience. To this aim, a multidisciplinary post-acute care service involving several specialists has been established at the Fondazione Policlinico Universitario A. Gemelli IRCSS (Rome, Italy). Although COVID-19 is an infectious disease primarily affecting the lung, its multi-organ involvement requires an interdisciplinary approach encompassing virtually all branches of internal medicine and geriatrics. In particular, during the post-acute phase, the geriatrician may serve as the case manager of a multidisciplinary team. The aim of this article is to describe the importance of the interdisciplinary approach––coordinated by geriatrician––to cope the potential post-acute care needs of recovered COVID-19 patients.
Article
Novel coronavirus disease (COVID-19) caused by severe acute respiratory syndrome-coronavirus-2 (SARS-CoV-2) has become a public health emergency of international concern. This was first noted in Wuhan, Hubei Province, China, and since then has become widespread globally. We report a 71-year-old woman with documented viral shedding (based on reverse transcription-polymerase chain reaction (RT-PCR) testing) of SARS-CoV-2 for 60 days from the onset of symptoms (55 days from her first positive test and 36 days after complete resolution of symptoms). This is to our knowledge the longest duration of viral shedding reported to date. This case demonstrates that viral shedding after COVID-19 diagnosis can be prolonged.