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Handbook of COVID-19 for neurologists - Manual COVID-19 para el neurólogo general

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No han trascurrido ni cuatro meses desde que la oficina china de la OMS era informada de la existencia de casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan. Nadie podía imaginar que aquellos pocos casos se iban a trasformar en una pandemia del calibre de la originada por la COVID -19. En tan poco tiempo, el virus se ha propagado a todos los países del globo, infectando hasta la fecha a más de dos millones de personas y provocando el fallecimiento a más de 150.000. Desafortunadamente, nuestro país está siendo uno de los más afectados por esta tragedia, que ha puesto en jaque el orden mundial y en el límite a muchos sistemas de salud, incluido el nuestro. Más de la mitad de la población mundial se ha tenido que recluir en sus casas, la vida cotidiana se ha paralizado en la mayoría de los países y el mundo ha dejado de ser global porque ya no podemos desplazarnos con libertad ni siquiera alrededor de nuestras casas. Era impensable que un mundo que funcionaba a velocidad supersónica pudiera pararse, pero el nuevo coronavirus lo ha frenado súbitamente. El cuadro clínico de la COVID-19 es fundamentalmente respiratorio, pero en muchos casos aparecen síntomas neurológicos como cefalea, anosmia o algias musculares. Además, se están describiendo múltiples perfiles clínicos con afectación del sistema nervioso central y periférico cuya frecuencia y alcance están aún por determinar. Por otra parte, la invasión de los hospitales por enfermos de COVID-19 y las medidas de confinamiento que se han puesto en marcha para evitar la propagación del virus han provocado un cambio absoluto en nuestro modo de trabajo. El desbordamiento de los hospitales ha obligado a que muchos neurólogos se hayan incorporado a la primera línea de lucha frente al virus, trabajando codo con codo con internistas y neumólogos. En la mayoría de los centros, los Servicios de Neurología se han tenido que organizar en equipos independientes para evitar los contagios, y aun así, muchos compañeros se han infectado. Las consultas externas prácticamente se han paralizado, recurriendo a múltiples formas de telemedicina para las que nuestro sistema de salud no estaba preparado. En definitiva, los neurólogos hemos sido sacudidos, como la mayoría de los profesionales sanitarios, por esta terrible tragedia. En la Sociedad Española de Neurología, y desde el inicio del problema en nuestro país, hemos pensado que debíamos proporcionar a nuestros socios información e instrumentos que les ayudaran a combatir mejor la pandemia. En consecuencia, hemos realizado múltiples iniciativas que se describen bien en el capítulo de introducción de este libro, por lo que no las enumeraré. Dentro de estas iniciativas de soporte a nuestros socios ha surgido este libro que, gracias al tesón y el entusiasmo del Dr. David Ezpeleta y el Dr. David Garcia Azorín, ha visto la luz en tiempo récord. Hay que felicitar a ambos, así como a todos los expertos que han colaborado en esta obra, pues han hecho un gran esfuerzo para que estuviera disponible tan pronto, cuando es más necesaria. Todos, editores y autores, han conseguido una obra que va a ser de gran ayuda para el neurólogo clínico y otros profesionales que deben diagnosticar y tratar a pacientes con COVID-19 y síntomas o manifestaciones de índole neurológica. La obra está muy bien distribuida, con un capítulo inicial que describe los coronavirus y los mecanismos de invasión, replicación y transmisión del SARS-CoV-2. El capítulo de epidemiologia analiza desde la prevalencia de la enfermedad a la infección del personal sanitario, pasando por los factores de riesgo de evolución desfavorable y la incidencia de síndromes neurológicos. El dedicado a mecanismos fisiopatogénicos de afectación neurológica es realmente fascinante, con la posibilidad de que el cerebro, además de por vía hematógena, pueda ser invadido por vía transneuronal. Muchos de los datos al respecto provienen de modelos experimentales con otros coronavirus, pero se ha planteado la posibilidad de que incluso algunas de las manifestaciones respiratorias de la COVID-19 podrían estar neuromediadas. Hay otro bloque dedicado a las manifestaciones neurológicas asociadas con otros coronavirus que describe en detalle las relacionadas con las epidemias de SARS-CoV (Severe Acute Respiratory Syndrome-related coronavirus) y MERS (Middle East Respiratory Syndrome), un buen ejemplo de lo que puede esperarse con el SARS-CoV-2. Un capítulo que quiero resaltar especialmente es el dedicado a las manifestaciones neurológicas causadas por el SARS-CoV-2; la razón es que ya se describen aquí datos reales españoles de más de 100 pacientes incluidos en el registro de la Sociedad Española de Neurología. El capítulo dedicado al diagnóstico de la infección y la neuroinfección por SARS-Cov-2 detalla la validez de las diferentes pruebas y test diagnósticos en esta enfermedad. El capítulo siguiente versa sobre el manejo de las principales complicaciones neurológicas, dándose recomendaciones sobre cómo afrontar situaciones frecuentes como las crisis epilépticas, el ictus asociado a COVID-19 y el síndrome confusional. El penúltimo capítulo describe los diferentes fármacos que actualmente se usan en el tratamiento de la COVID-19, e incluye una serie de magníficas tablas que reflejan, de un modo muy visual, las interacciones e incompatibilidades de los diferentes tratamientos por grupos de enfermedades neurológicas con los fármacos que se emplean en la COVID-19. El capítulo final desarrolla, desde la experiencia vivida en las últimas semanas, una serie de profundas reflexiones sobre cómo organizar la asistencia neurológica a todos los niveles ante los cambios condicionados por esta pandemia en el sistema. La obra, pese a su profundidad, es de fácil lectura y estoy seguro de que nos va ayudar enormemente a entender la enfermedad, mejorar la atención a nuestros pacientes y enfrentarnos con mejores armas a esta pandemia.
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Manual COVID-19
para el neurólogo general
Editores
David Ezpeleta
David García Azorín
© 2020 Sociedad Española de Neurología
© 2020 Ediciones SEN
ISBN: 978-84-946708-3-1.
Depósito legal: En trámite
Fuerteventura, 4, ocina 4
28703 - San Sebastián de los Reyes (Madrid)
e-mail: edicionessen@sen.org.es
http://www.edicionessen.es
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Índice
Prólogo .......................................................................................................................... 5
José Miguel Láinez.
CAPÍTULO 1 Breve introducción histórica ...................................................................... 7
David García Azorín, David Ezpeleta.
CAPÍTULO 2 Agente causal: SARS-CoV-2 .................................................................... 12
Javier Carod.
CAPÍTULO 3 Epidemiología de la enfermedad ............................................................. 17
Sara García-Ptazek, Hong Xu.
CAPÍTULO 4 Mecanismos siopatogénicos de afectación neurológica ........................ 23
Eugenia Martínez Hernández, Roser Velasco Fargas.
CAPÍTULO 5 Cuadros clínicos neurológicos asociados a la infección
por otros coronavirus . ............................................................................. 31
Juan Carlos García-Moncó.
CAPÍTULO 6 Cuadros clínicos neurológicos asociados
a la infección por SARS-CoV-2 . ............................................................... 35
Juan Carlos García-Moncó, María Elena Erro,
David García Azorín, David Ezpeleta.
CAPÍTULO 7 Diagnóstico de la infección y la neuroinfección por SARS-CoV-2 ............. 46
Cristina Díez Romero, María Teresa Aldámiz-Echevarría Lois,
Pilar Catalán Alonso, Pilar Miralles Martín.
CAPÍTULO 8 Manejo de las complicaciones neurológicas asociadas
a la infección por SARS-CoV-2 . ............................................................... 54
Santiago Trillo, María Elena Erro.
CAPÍTULO 9 Manejo de neurofármacos en pacientes tratados de COVID-19 ................ 60
Mariana Hernández González-Monje, Ángel Aledo Serrano.
CAPÍTULO 10 Asistencia neurológica durante la pandemia de COVID-19 ....................... 71
Sergio Muñiz Castrillo, Jesús Porta Etessam.
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
María Teresa Aldámiz-Echevarría Lois.
Unidad de Enfermedades Infecciosas,
Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid.
Ángel Aledo Serrano.
Unidad de Epilepsia, Servicio de Neurología,
Hospital Ruber Internacional, Madrid.
Javier Carod.
Neurology Department. Raigmore Hospital.
Inverness, Scotland, United Kingdom.
Pilar Catalán Alonso.
Servicio de Microbiología (Virología),
Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid.
Cristina Díez Romero.
Unidad de Enfermedades Infecciosas,
Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid.
María Elena Erro.
Servicio de Neurología,
Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona.
David Ezpeleta.
Hospital Universitario Quirónsalud Madrid;
Fundación Vianorte Laguna, Madrid;
Hospital San Juan de Dios, Pamplona.
David García Azorín.
Servicio de Neurología.
Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Juan Carlos García Moncó.
Servicio de Neurología.
Hospital Universitario de Basurto, Bilbao.
Sara García-Ptazek.
Division of Clinical Geriatrics, Department of
Neurobiology, Care Sciences and Society,
Karolinska Institutet.
Mariana Hernández González-Monje.
HM CINAC,
HospitalUniversitario HM Puerta del Sur, Madrid.
Eugenia Martínez Hernández.
Servicio de Neurología, Hospital Clínic,
Universidad de Barcelona: Programa de
Neuroinmunología, IDIBAPS (Barcelona): CIBERER.
Pilar Miralles Martín.
Unidad de Enfermedades Infecciosas,
Hospital Universitario Gregorio Marañón, Madrid.
Sergio Muñiz Castrillo.
Centro de Referencia Nacional de Síndromes
Neurológicos Paraneoplásicos y Encefalitis
Autoinmunes, Servicio de Neuro-oncología,
Hôpital Neurologique, Lyon, Francia.
Jesús Porta Etessam.
Servicio de Neurología, Hospital Universitario
Clínico San Carlos, Madrid.
Santiago Trillo.
Servicio de Neurología,
Hospital Universitario La Princesa, Madrid.
Roser Velasco Fargas.
Servicio de Neurología, Hospital Universitari
de Bellvitge-Institut Català d´Oncologia,
Unidad Funcional de Neuro-Oncología, IDIBELL
(L´Hospitalet de Llobregat).
Hong Xu.
Division of Clinical Geriatrics, Department of
Neurobiology, Care Sciences and Society,
Karolinska Institutet.
Autores
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
No han trascurrido ni cuatro meses desde que la ocina china de la OMS era informada de la existencia de
casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan. Nadie podía imaginar que aquellos po-
cos casos se iban a trasformar en una pandemia del calibre de la originada por la COVID -19. En tan poco
tiempo, el virus se ha propagado a todos los países del globo, infectando hasta la fecha a más de dos millo-
nes de personas y provocando el fallecimiento a más de 150.000. Desafortunadamente, nuestro país está
siendo uno de los más afectados por esta tragedia, que ha puesto en jaque el orden mundial y en el límite a
muchos sistemas de salud, incluido el nuestro. Más de la mitad de la población mundial se ha tenido que re-
cluir en sus casas, la vida cotidiana se ha paralizado en la mayoría de los países y el mundo ha dejado de ser
global porque ya no podemos desplazarnos con libertad ni siquiera alrededor de nuestras casas. Era impen-
sable que un mundo que funcionaba a velocidad supersónica pudiera pararse, pero el nuevo coronavirus lo
ha frenado súbitamente.
El cuadro clínico de la COVID-19 es fundamentalmente respiratorio, pero en muchos casos aparecen síntomas
neurológicos como cefalea, anosmia o algias musculares. Además, se están describiendo múltiples perles clí-
nicos con afectación del sistema nervioso central y periférico cuya frecuencia y alcance están aún por determi-
nar. Por otra parte, la invasión de los hospitales por enfermos de COVID-19 y las medidas de connamiento que
se han puesto en marcha para evitar la propagación del virus han provocado un cambio absoluto en nuestro
modo de trabajo. El desbordamiento de los hospitales ha obligado a que muchos neurólogos se hayan incorpo-
rado a la primera línea de lucha frente al virus, trabajando codo con codo con internistas y neumólogos. En la
mayoría de los centros, los Servicios de Neurología se han tenido que organizar en equipos independientes pa-
ra evitar los contagios, y aun así, muchos compañeros se han infectado. Las consultas externas prácticamente
se han paralizado, recurriendo a múltiples formas de telemedicina para las que nuestro sistema de salud no es-
taba preparado. En denitiva, los neurólogos hemos sido sacudidos, como la mayoría de los profesionales sa-
nitarios, por esta terrible tragedia.
En la Sociedad Española de Neurología, y desde el inicio del problema en nuestro país, hemos pensado que debía-
mos proporcionar a nuestros socios información e instrumentos que les ayudaran a combatir mejor la pandemia.
En consecuencia, hemos realizado múltiples iniciativas que se describen bien en el capítulo de introducción de es-
te libro, por lo que no las enumeraré.
Dentro de estas iniciativas de soporte a nuestros socios ha surgido este libro que, gracias al tesón y el entu-
siasmo del Dr. David Ezpeleta y el Dr. David García Azorín, ha visto la luz en tiempo récord. Hay que felicitar a
ambos, así como a todos los expertos que han colaborado en esta obra, pues han hecho un gran esfuerzo para
que estuviera disponible tan pronto, cuando es más necesaria. Todos, editores y autores, han conseguido una
obra que va a ser de gran ayuda para el neurólogo clínico y otros profesionales que deben diagnosticar y tratar
a pacientes con COVID-19 y síntomas o manifestaciones de índole neurológica.
La obra está muy bien distribuida, con un capítulo inicial que describe los coronavirus y los mecanismos
de invasión, replicación y transmisión del SARS-CoV-2. El capítulo de epidemiologia analiza desde la preva-
lencia de la enfermedad a la infección del personal sanitario, pasando por los factores de riesgo de evolu-
ción desfavorable y la incidencia de síndromes neurológicos. El dedicado a mecanismos siopatogénicos de
Prólogo
José Miguel Láinez Andrés.
Presidente de la Sociedad Española de Neurología.
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
afectación neurológica es realmente fascinante, con la posibilidad de que el cerebro, además de por vía he-
matógena, pueda ser invadido por vía transneuronal. Muchos de los datos al respecto provienen de mode-
los experimentales con otros coronavirus, pero se ha planteado la posibilidad de que incluso algunas de las
manifestaciones respiratorias de la COVID-19 podrían estar neuromediadas. Hay otro bloque dedicado a las
manifestaciones neurológicas asociadas con otros coronavirus que describe en detalle las relacionadas con
las epidemias de SARS-CoV (Severe Acute Respiratory Syndrome-related coronavirus) y MERS (Middle East
Respiratory Syndrome), un buen ejemplo de lo que puede esperarse con el SARS-CoV-2.
Un capítulo que quiero resaltar especialmente es el dedicado a las manifestaciones neurológicas causadas
por el SARS-CoV-2; la razón es que ya se describen aquí datos reales españoles de más de 100 pacientes
incluidos en el registro de la Sociedad Española de Neurología. El capítulo dedicado al diagnóstico de la in-
fección y la neuroinfección por SARS-Cov-2 detalla la validez de las diferentes pruebas y test diagnósticos
en esta enfermedad. El capítulo siguiente versa sobre el manejo de las principales complicaciones neuroló-
gicas, dándose recomendaciones sobre cómo afrontar situaciones frecuentes como las crisis epilépticas,
el ictus asociado a COVID-19 y el síndrome confusional. El penúltimo capítulo describe los diferentes fár-
macos que actualmente se usan en el tratamiento de la COVID-19, e incluye una serie de magnícas tablas
que reflejan, de un modo muy visual, las interacciones e incompatibilidades de los diferentes tratamientos
por grupos de enfermedades neurológicas con los fármacos que se emplean en la COVID-19. El capítulo -
nal desarrolla, desde la experiencia vivida en las últimas semanas, una serie de profundas reflexiones sobre
cómo organizar la asistencia neurológica a todos los niveles ante los cambios condicionados por esta pan-
demia en el sistema.
La obra, pese a su profundidad, es de fácil lectura y estoy seguro de que nos va ayudar enormemente a entender
la enfermedad, mejorar la atención a nuestros pacientes y enfrentarnos con mejores armas a esta pandemia.
Son tiempos socialmente complejos y duros para muchas familias, pero debemos trabajar con un rme con-
vencimiento: juntos venceremos.
José Miguel Láinez Andrés.
Presidente de la Sociedad Española de Neurología.
Breve introducción histórica
CAPÍTULO 1
David García Azorín
David Ezpeleta
- 8 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
CAPÍTULO 1
Breve introducción histórica
David García Azorín, David Ezpeleta
Pese a que esta obra pretende ser un texto cientí-
co, el trasfondo es más propio de una tragedia. En el
momento en que se escriben estas líneas, las con-
secuencias sociosanitarias ya son terribles. España
es el país del mundo con más muertes declaradas
por millón de habitantes1, solo superada por los Es-
tados Unidos en el número total de casos2.
Para los neurólogos, esta pandemia también ha su-
puesto un duro revés. La mayoría se ha visto obliga-
da a abandonar y/o adaptar su práctica habitual, y
otros tantos han sido llamados a las para apoyar
a los equipos COVID. Recientemente se acuñaba el
término Neurocooperación y se proponía como uno
de los ejes de la nueva andadura de la Sociedad Es-
pañola de Neurología (SEN)3. No imaginábamos que
la primera muestra de neurocooperación iba a ser la
mostrada por tantos neurólogos que voluntariamen-
te han reforzado los equipos que han hecho frente a
esta situación. Muchos compañeros han sufrido el
impacto del virus en ellos mismos o en sus familia-
res. Este texto está dedicado a todos ellos.
OBJETIVO DE LA OBRA
Además de suponer un antes y un después en nues-
tras vidas, la situación causada por el coronavirus
SARS-CoV-2 ha hecho que todos nos convirtamos de
algún modo en “expertos”. Su presencia constante, la
aparición de información nueva y relevante cada día,
así como la necesidad de dar respuesta a nuestros
pacientes y allegados, han aumentado nuestros co-
nocimientos en escalas logarítmicas, transmisión de
infecciones, epidemiología y salud pública. No es ob-
jetivo de esta obra evaluar las posibles causas que
han originado esta catastróca situación, dar opinio-
nes personales ni criticar las acciones tomadas, sino
construir el relato desde el rigor cientíco, el conoci-
miento y la experiencia disponible hasta la fecha.
El objetivo de esta obra es revisar la enfermedad
causada por el SARS-CoV-2 según la perspectiva del
neurólogo, recorriendo desde la caracterización del
agente infeccioso hasta las estrategias poblaciona-
les para el manejo de pacientes afectados, pasando
por las manifestaciones clínicas, su diagnóstico clí-
nico y microbiológico, el manejo de las complicacio-
nes neurológicas, etc. Para ello, un equipo formado
por algunos de los principales expertos nacionales
e internacionales en neuroinfecciones, infecciones,
microbiología, epidemiología y neurología clínica
han revisado en tiempo récord la evidencia existen-
te hasta la fecha, con la dicultad añadida de que
nunca antes habían proliferado tanto y en tan poco
tiempo las publicaciones sobre un tema especíco.
La construcción de la obra, la continua recepción de
nueva información y la constante comunicación con
los autores ha sido intensa y con frecuencia frené-
tica y emocionante. Si bien el público principal es el
neurólogo general, esperamos que este trabajo sir-
va de referencia y consulta a otras especialidades.
INICIOS
Se cree que el origen de esta historia se ubica en la
hasta hace poco escasamente conocida ciudad chi-
na de Wuhan, ciudad-prefectura y capital de la pro-
vincia de Hubei, cuyo censo de 2018 informaba de
una población de 11.895.000 habitantes4. Wuhan es
la ciudad más poblada de Hubei, provincia con 58
millones de habitantes5. Sita en el centro de China,
constituye un nodo de comunicaciones y tiene espe-
cial importancia desde el punto de vista nanciero,
comercial y educativo.
El 1 de diciembre de 2019 se describió en Wuhan el
primer paciente con síntomas típicos, sin poderse
establecer una clara relación con el mercado de ma-
risco de Wuhan6,7. A posteriori, la prensa China sugi-
rió que el primer caso podría haber ocurrido el 17 de
noviembre en un paciente de 55 años de la provincia
de Hubei8,9. Durante el mes de diciembre se descri-
bió un clúster de casos de neumonía grave de causa
no aclarada. Dos tercios tenían relación epidemioló-
- 9 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
gica con el mercado de marisco de la ciudad de Wu-
han, lo que motivó su clausura el 30 de diciembre
de 201910.
El 31 de diciembre de 2019, la ocina china de la Or-
ganización Mundial de la Salud (OMS) fue informa-
da de la existencia de casos de neumonía de etiolo-
gía desconocida en la ciudad de Wuhan11. Entre el
31 de diciembre y el 3 de enero se comunicó un to-
tal de 44 nuevos pacientes. Durante este periodo, el
agente causal seguía siendo desconocido. El 7 de
enero de 2020 se identicaba un nuevo tipo de co-
ronavirus12. Entre el 11 y 12 de enero de 2020 se
establecía el antecedente epidemiológico de la ex-
posición al mercado de marisco de la ciudad de Wu-
han11, y el 12 de enero de 2020 se secuenciaba el
genoma del nuevo coronavirus, recibiendo el nom-
bre de 2019-nCov13.
Una de las muchas caras visibles de esta trage-
dia ha sido la de Li Weinlang, un oftalmólogo de 34
años, casado, padre de un hijo y con otro en camino,
residente en Wuhan14. El día 30 de diciembre, alertó
por una red social a sus compañeros de facultad del
ingreso de siete pacientes con cuadros de neumo-
nía semejante al cuadro producido por SARS (Se-
vere Acute Respiratory Syndrome), aconsejándoles
tener cautela y extremar las precauciones en caso
de que evaluasen cuadros parecidos. Dicha comu-
nicación se viralizó, como tantas otras en este pe-
riodo, y, a los cuatro días, la policía detuvo a Li y le
acusó de difundir calumnias, siendo la pena por ello
de hasta siete años de prisión. Tras acudir a comi-
saría y rmar una declaración en la que reconocía
su falta y prometía no reincidir, fue puesto en liber-
tad. El día 10 de enero, el propio Li aquejó tos se-
ca, odinofagia, disnea y ebre, siendo ingresado dos
días después. Tras haberse realizado el estudio en
varias ocasiones, el día 30 de enero fue nalmente
positivo. Falleció el día 6 de febrero15-17. En ese mo-
mento se contaban 30.000 personas infectadas y
600 fallecidas17.
El 13 de enero de 2020, el Ministro de Sanidad de
Tailandia informó del primer caso importado de co-
ronavirus desde Wuhan. El 15 de enero, el Ministro
de Sanidad japonés informó del primer caso en el
país nipón y el 20 de enero se conrmaba el primer
caso en Corea12. El 24 de enero de 2020, Lancet pu-
blicó la primera serie de 41 pacientes ingresados
por neumonía por coronavirus. En esta serie, 13/41
(32%) requirieron ingreso en cuidados intensivos y 6
(15%) fallecieron. Se hizo ya mención a la presencia
de síntomas neurológicos como cefalea10.
El primer caso en España se declaró el 31 de enero, un
paciente alemán que ingresó en el hospital de La Go-
mera18. Nueve días después se detectó otro caso en
Palma, y el 24 de febrero el primer caso en la Penínsu-
la Ibérica, una ciudadana italiana residente en Barce-
lona procedente de Milán y luego Bérgamo19. Tras ello,
se sumaron nuevos casos en Madrid, Comunidad Va-
lenciana y el resto del territorio. El 11 de marzo, tras la
expansión a 114 países, la multiplicación por 13 del
número de casos en China y 118.000 personas afec-
tadas, la OMS declaró la pandemia12. En ese momen-
to, el número de casos en España era de 2002, con 47
fallecidos20. Lo ocurrido desde entonces hasta ahora,
es por todos conocido (Figura 1).
Desde la Sociedad Española de Neurología se ha he-
cho un esfuerzo para aportar información actualiza-
da y de calidad a todos los socios. El 17 de marzo de
2020 se puso en marcha el Registro de manifesta-
ciones/complicaciones neurológicas en pacientes
con infección por el virus SARS-CoV-2, que ha ido
nutriéndose de casos aportados por los socios y ha
sido una de las fuentes usadas en la presente obra.
Otra de las aportaciones realizadas por la SEN ha si-
do la propuesta de la anosmia como síntoma de la
enfermedad por coronavirus en forma de recomen-
dación urgente publicada el sábado 21 de marzo21.
Esta recomendación recoge lo siguiente: contem-
plar la anosmia aguda y la anosmia aguda aislada
(sin otros síntomas virales, sin mucosidad y sin me-
jor causa que la justique) como posibles síntomas
de la infección COVID-19, aconsejando aislamiento
de 14 días21. Dos días después se estableció con-
tacto con el Ministerio de Sanidad y se facilitó toda
la información disponible en dicha fecha.
Esta obra pretende ser un texto práctico que ayu-
de al neurólogo y otros especialistas a conocer el
virus SARS-CoV-2, sus posibles manifestaciones
neurológicas y cómo manejarlas. Los editores y
autores son conscientes de que, en el mismo mo-
- 10 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
mento de su publicación, parte del contenido habrá
quedado desactualizado, pero esto no es una mala
noticia, sino todo contrario. Se anima a los lectores
a que compartan sus observaciones y emprendan
proyectos de investigación que amplíen el conoci-
miento acerca del virus y sus manifestaciones, do-
tando a la comunidad cientíca de herramientas pa-
ra vencerlo.
REFERENCIAS
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por Covid-19. CincoDías. En: https://cincodias.elpais.com/
cincodias/2020/04/05/economia/1586105852_219127.html.
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worldometers.info/coronavirus/. Con acceso el 8 de abril de
2020.
3. Convocatoria para la presentación de candidaturas para la
renovación de los Comité ad-hoc de Neurocooperación de la
SEN. Sociedad Española de Neurología. En: http://www.sen.es/
noticias-y-actividades/convocatorias-y-actividades-sen/2612-
convocatoria-para-la-presentacion-de-candidaturas-para-la-
renovacion-de-los-comite-ad-hoc-de-neurocooperacion-de-la-
sen. Con acceso el 8 de abril de 2020.
4. Wuhan. Wikipedia. En: https://es.wikipedia.org/wiki/Wuhan. Con
acceso el 8 de abril de 2020.
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market-may-not-be-source-novel-virus-spreading-globally. Con
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- 11 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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on COVID-19 - 11 March 2020. World Health Organization. En:
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s-opening-remarks-at-the-media-brieng-on-covid-19---11-
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acceso el 8 de abril de 2020.
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21. COVID-19: Recomendaciones de la Sociedad Española de
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noticias/covid-19-informacion-para-pacientes/2663-covid-
recomendaciones-de-la-sociedad-espanola-de-neurologia-sen-
en-relacion-con-la-perdida-de-olfato-como-posible-sintoma-
precoz-de-infeccion-por-covid-19. Con acceso el 8 de abril de
2020.
Agente causal: SARS-CoV-2
CAPÍTULO 2
Javier Carod
- 13 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN
Los coronavirus son virus ARN de cadena única, y
son los agentes responsables de al menos una ter-
cera parte de los resfriados comunes e infecciones
respiratorias del tracto superior en el ser humano. El
término coronavirus se debe al peculiar aspecto en
forma de corona de la envoltura del virus, que es vi-
sible por microcopia electrónica (Figura 1).
La familia de los coronavirus causa cuadros respira-
torios, gastrointestinales, hepáticos y neurológicos
en diferentes especies animales y en el ser huma-
no. Se han descrito coronavirus animales especí-
cos que afectan al ganado bovino, porcino y a las
aves de corral, así como a gatos, perros, camellos
y murciélagos1.
Se sabe actualmente que al menos siete tipos de co-
ronavirus son capaces de infectar al ser humano, pero
probablemente estamos aún lejos de conocer todos los
linajes, ya que los coronavirus tienen una notable diver-
sidad genética y una elevada capacidad de recombinar-
se, de ahí que en los últimos años hayan surgido nuevos
coronavirus capaces de infectar al ser humano1.
Los coronavirus pertenecen a la subfamilia Orthoco-
ronavirinae, familia Coronaviridae, orden Nidovirales.
La familia Coronaviridae se clasica en cuatro géne-
ros llamados Alfa-coronavirus, Beta-coronavirus, Del-
ta-coronavirus y Gamma-coronavirus.
El coronavirus 2 asociado al síndrome respiratorio
agudo grave (SARS-CoV-2, del inglés: severe acute
CAPÍTULO 2
Agente causal: SARS-CoV-2
Javier Carod
Figura 1. Estructura del coronavirus y detalle de la proteína de una espícula. Figura creada con BioRender.
- 14 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
La estructura genómica del SARS-CoV-2 comparte
cierta homología en su secuencia genética con otros
beta-coronavirus aislados de murciélagos, lo que su-
giere que estos mamíferos pueden ser los huéspedes
naturales y reservorios3. La secuenciación genómica
completa del SARS-CoV-2 ha conrmado una identi-
dad del 96,2% con el coronavirus RaTG13 del murcié-
lago, de un 89% con el coronavirus ZXC21 del mur-
ciélago y un 82% con el SARS-CoV humano. A fecha
de hoy, los murciélagos se consideran el huésped na-
tural del virus original, y el SARS-CoV-2 pudo haberse
transmitido al ser humano a través de un huésped in-
termedio todavía desconocido, quizás el pangolín.
CARACTERÍSTICAS Y ESTRUCTURA DEL SARS-CoV-2
El SARS-CoV-2 es un beta-coronavirus dotado de en-
voltura, que contiene en su interior una cadena úni-
ca positiva de ARN con nucleocápside. Tiene una
morfología pleomórca, habitualmente redondeada
o elíptica y tiene un diámetro de entre 60 y 140 nm.
Su genoma contiene 29.891 nucleótidos y codica
9.860 aminoácidos4.
El genoma del SARS-CoV-2 contiene elementos es-
pecícos que facilitan la replicación del virus y la for-
mación de la nucleocápside y la proteína S de an-
claje. El genoma tiene un número variable (entre 6 y
11) de marcos abiertos de lectura (ORFs, del inglés:
open reading frame). En genética molecular, el térmi-
no “marco abierto de lectura” se emplea para denir
la secuencia de ARN comprendida entre un codón de
inicio (AUG) de la traducción y un codón de termina-
ción. En los coronavirus, el de mayor tamaño se lla-
ma ORF 1a/b y codica la poliproteína 1ab y 15 o 16
proteínas no estructurales (Figura 2).
Aproximadamente dos tercios del ARN viral del SARS-
CoV-2, que se localiza en el primer ORF (llamado ORF
1a/b), codica 2 poliproteínas (llamadas pp1a y pp1b)
que son escindidas proteolíticamente generando a
su vez 16 proteínas no estructurales y que forman
el complejo transcriptasa replicasa viral. En cambio,
el resto de los ORFs (entre ellos ORF3a, ORF6, ORF7,
ORF8 y ORF9) codican proteínas accesorias y es-
tructurales. La función de las proteínas no estructu-
rales es la de integrar las membranas que se originan
del retículo endoplásmico rugoso en vesículas de do-
ble membrana donde ocurre la replicación vírica y la
respiratory síndrome coronavirus) es el agente res-
ponsable de la grave pandemia actual y causa la en-
fermedad asociada al coronavirus o COVID-19 (del
inglés: coronavirus disease 2019), y pertenece al gé-
nero beta-coronavirus. Este género se divide a su vez
en cinco linajes2.
Previamente a la actual pandemia por SARS-CoV-2,
otros dos coronavirus causaron brotes epidémicos
de un síndrome respiratorio grave en China, Orien-
te Próximo, Arabia Saudí y Corea. El SARS-CoV y
el SARS-MERS (del inglés: Middle East respiratory
síndrome coronavirus) se asociaron con una mortali-
dad del 10% y el 30%, respectivamente.
Sin embargo, los primeros coronavirus se detecta-
ron en los años 60 del siglo XX y son agentes cau-
sales de los refriados comunes e infecciones respi-
ratorias leves en sujetos inmunocompetentes, y de
infecciones de vías respiratorias bajas en sujetos in-
munodeprimidos o con factores de riesgo. Los pri-
meros coronavirus humanos identicados fueron
los beta-coronavirus OC43 y HKU1, y los alfa-coro-
navirus 229E y NL631.
En resumen, además del SARS-CoV-2, los otros seis
coronavirus capaces de infectar al ser humano son
los alfa-coronavirus 229E y NL63, y los beta-corona-
virus HKU1, OC43, SARS-CoV y MERS-CoV.
FILOGENIA, HUÉSPED Y RESERVORIO
Los estudios de análisis logenético y de caracteriza-
ción genómica han mostrado que los murciélagos y
roedores son los huéspedes originarios de los coro-
navirus alfa y beta. En consecuencia, se consideran
virus zoonóticos.
En el caso del SARS-CoV, que fue el primer corona-
virus asociado al brote epidémico de SARS de 2002,
se piensa que los murciélagos Rhinolophus fueron
el reservorio y origen de la replicación viral, ya que se
detectó en ellos anticuerpos positivos anti-SARS-CoV;
en cambio, la civeta se considera el huésped inter-
medio. En el caso del MERS-CoV que causó el bro-
te en Arabia Saudí en 2012, los camélidos parecen
haber sido la fuente zoonótica, y los murciélagos de
las especies Pipistrellus y Perimyotis probablemen-
te el reservorio.
- 15 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
ma convertidora de la angiotensina II (ECA2). Las cé-
lulas de los pulmones que expresan dicho receptor
son la diana principal del SARS-CoV-2, si bien estos
receptores se expresan también en otros tejidos co-
mo el riñón y otros órganos. La proteína S del SARS-
CoV-2 conforma una estructura tridimensional en la
región RBD (del inglés: receptor-binding domain). De
este modo, el residuo de glutamina 394 de dicha re-
gión es reconocido por el residuo lisina 31 del recep-
tor humano de la ECA27.
El ciclo vital del SARS-CoV-2 se inicia una vez la pro-
teína S se liga al receptor celular de la ECA28. Una vez
unida al receptor, se produce un cambio en la confor-
mación de la proteína S que facilita la fusión de la en-
voltura vírica con la membrana celular. De ese modo,
el SARS-CoV-2 libera su ARN en la célula huésped. El
ARN genómico se traduce en poliproteínas helicasas
ppa1a y pp1b, que a su vez se escinden en otras pro-
teínas menores mediante la acción de proteinasas vi-
rales. A continuación, las polimerasas inician la sín-
tesis de ARN mensajeros subgenómicos mediante
transcripción. Diversas proteasas, helicasas y proteí-
nas accesorias son necesarias para facilitar la traduc-
ción y replicación del virus5.
El resto del genoma codica cuatro proteínas estruc-
turales esenciales: la glicoproteína de supercie S, la
proteína de la envoltura E, la proteína M de la membra-
na y la proteína N de la nucleocápside, necesarias para
el ensamblaje y capacidad infecciosa del virus, así co-
mo diversas proteínas accesorias que intereren con la
respuesta inmune. La proteína S es una glicoproteína
situada en la supercie externa del virus que facilita el
anclaje y la entrada del virus a la célula huésped. La pro-
teína S tiene dos subunidades, la subunidad S1 deter-
mina el grado de tropismo celular por el receptor espe-
cico, mientras la que subunidad S2 media el proceso
de fusión de la membrana celular con el virus6.
MECANISMOS DE INVASIÓN Y REPLICACIÓN DEL
SARS-CoV-2
El mecanismo de invasión de las células humanas
se realiza mediante la unión al receptor de la enzi-
Figura 2. Estructura genómica del SARS-CoV-2. Figura creada con BioRender.
- 16 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
sión directa entre seres humanos. Hoy día se acepta
que el contagio entre sujetos asintomáticos ha sido
la principal causa de la enorme extensión y difusión
de la pandemia del SARS-CoV-22.
La transmisión entre seres humanos se produce me-
diante pequeñas gotitas al toser, hablar o respirar, por
contacto directo, así como mediante aerosoles en ha-
bitaciones y espacios cerrados. Esta última forma de
contagio es particularmente relevante para el perso-
nal sanitario que trabaja en unidades de cuidados in-
tensivos y para aquellos profesionales que realizan
broncoscopias, endoscopias o exámenes y pruebas
complementarias a corta distancia del paciente.
La transmisión por fómites también es posible. Es-
tudios experimentales han mostrado que el virus
puede persistir viable durante al menos 3 horas en
aerosoles, 24 horas en cartón y hasta 72 horas en
supercies de plástico o acero inoxidable9. El virus se
un procedimiento de transcripción discontinua que
nalmente se traducen en proteínas víricas. A su vez,
las proteínas víricas y el ARN genómico se ensam-
blan en viriones en el retículo endoplasmático y apa-
rato de Golgi, y, transportados vía vesículas, se libe-
ran fuera de la célula (Figura 3).
Sin embargo, los mecanismos que median la sio-
patogenia de la COVID-19 y la virulencia del SARS-
CoV-2 están todavía lejos de comprenderse por com-
pleto. Las proteínas estructurales y no-estructurales
pueden tener relación con la virulencia del virus, y es-
tas últimas pueden ser capaces de bloquear la res-
puesta inmune innata del huésped4.
TRANSMISIÓN
La hipótesis más aceptada a día de hoy es una trans-
misión inicial de animales a humanos en el merca-
do de alimentos y pescado de Wuhan en diciembre
de 2019. Posteriormente ha sucedido una transmi-
Figura 3. Ciclo de replicación del coronavirus. Figura creada con BioRender.
- 17 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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ha detectado en el tracto gastrointestinal, heces, sa-
liva y orina, rutas de potencial transmisión que nece-
sitan evaluarse en el futuro cercano.
FASES DE LA ENFERMEDAD
El periodo de incubación varía de media entre 3 y 7
días, aunque se han descrito intervalos de tiempo
desde la infección hasta el inicio de los síntomas de
dos semanas. La fase replicativa dura varios días y
en ella se produce una respuesta inmune innata que
es incapaz de contener la replicación del virus. En es-
ta fase replicativa pueden aparecer síntomas leves
consecuencia del efecto citopático directo del virus
y de la respuesta inmune innata. Si el sistema inmu-
ne innato no consigue limitar la propagación del vi-
rus, entonces se sucede una fase de afectación pul-
monar con sintomatología variada, consecuencia del
efecto citopático directo en las células pulmonares.
Posteriormente, se produce una fase en la que ac-
túa la inmunidad adquirida o adaptativa en la que la
carga viral disminuye. Sin embargo, en algunos pa-
cientes se ha observado un aumento de los niveles
de citocinas inflamatorias, con daño tisular y sínto-
mas de deterioro clínico. En la siopatogenia de la
COVID-19 conviene discernir dos aspectos: el SARS y
la “tormenta de citocinas”. En el SARS se ha compro-
bado la existencia de daño citopático directo de los
neumocitos por el virus, así como un daño difuso al-
veolar que incluye membranas hialinas en las formas
más graves. Además, muchos pacientes desarrollan
síntomas de hiperinflamación sistémica grave (tor-
menta de citocinas) que recuerda al síndrome de lin-
fohistiocitosis hematofágica10.
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Epidemiología de la enfermedad
CAPÍTULO 3
Sara García-Ptazek
Hong Xu
- 19 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN Y GENERALIDADES
Coronavirus es una gran familia de virus conocidos
por causar resfriados y enfermedades más graves
como el síndrome respiratorio del Oriente Próximo
(MERS, por sus siglas en inglés) y el síndrome res-
piratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en in-
glés). El SARS-CoV-2 es una nueva cepa de corona-
virus que jamás se había observado en humanos y
que causa la enfermedad COVID-19. Su principal for-
ma de propagación es por gotas de transmisión aé-
rea y por contacto indirecto con secreciones infecta-
das. También puede encontrarse en sangre, heces y
orina. Dado que el virus se ha identicado reciente-
mente, se carece de información precisa acerca de
sus vías de propagación.
A fecha de 9 de abril de 2020, 15 h y 45 min, se ha-
bían reportado 1.536.094 casos pertenecientes a
209 países, con un total de 89.877 muertes. Del total
de casos, 152.446 corresponden a España (Tabla 1).
Los casos nuevos en Hubei han ido disminuyendo,
aunque en otras regiones, incluyendo Europa, la pro-
pagación ha sido exponencial. A ello ha contribuido
la situación de ausencia de inmunidad previa en la
población, siendo todos los ciudadanos potencial-
mente infectables y facilitadores de la propagación,
lo que ha justicado la adopción de medidas de inter-
vención mediante aislamiento domiciliario y distan-
ciamiento social (Figura 1).
Otro factor que modula el número de nuevos casos
en un periodo de tiempo es el ritmo reproductivo bá-
sico (R0), también conocido como ratio reproductiva o
número básico de reproducción. A mayor valor de R0,
mayor velocidad de propagación. La Figura 2 muestra
el R0 de esta y otras enfermedades infecciosas.
INDICADORES CLÍNICOS
Gravedad de los casos
El Centro Chino para el Control y la Prevención de En-
fermedades publicó recientemente las característi-
cas de la primera gran cohorte de casos de COVID-19
en China continental (72.314 casos, actualizados a
11 de febrero de 2020)1. De estos 72.314 casos re-
gistrados, 44.672 (62%) tuvieron conrmación mi-
crobiológica (resultado positivo de la prueba de áci-
do nucleico viral en muestras de frotis de garganta).
El 81% de los casos se clasicó como leves (sin neu-
CAPÍTULO 3
Epidemiología de la enfermedad
Sara García-Ptazek, Hong Xu
País Casos Muertes
Casos
por millón
de habitantes
Muertes por
millón de
habitantes
Mundial 1.536.094 89.877 197 11,5
EEUU 435.167 14.797 1.315 45
España 152.466 15.238 3.261 326
Italia 139.422 17.669 2.306 292
Alemania 113.296 2.349 1.352 28
Francia 112.950 10.869 1.730 167
China 81.865 3.335 57 2
Tabla 1. Pandemia de COVID-19. Casos totales e índices de mortalidad mundiales y en los seis países con más casos. Fuente:
worldometers.info. Dover, Delaware, EEUU (Estados Unidos). Fecha: 9 de abril de 2020.
- 20 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
activos nuevos mueran y eso creará una falsa tasa
baja de mortalidad. Por otro lado, durante las fases
tempranas de una epidemia, solo los más enfermos
solicitan atención médica, lo cual podría aumentar
falsamente la tasa de mortalidad.
Estudiar y determinar la presencia del virus en más
personas ayudaría a detectar más casos leves, lo
que podría disminuir las tasas de mortalidad. Por
contra, si se prima hacer las pruebas diagnósticas a
los pacientes más enfermos, se reducirán los casos
totales y aumentará la tasa de mortalidad. Otros fac-
tores, como la mejora en la atención médica duran-
te la epidemia, pueden reducir la tasa de mortalidad,
mientras que el colapso del sistema de salud en eta-
pas tardías podría asociarse a su aumento.
Una estimación de la mortalidad cuenta las muer-
tes/casos cerrados (muertos y recuperados) a n
de excluir los casos activos que todavía puedan pe-
recer. El cambio de las pautas de análisis a lo largo
de una epidemia también puede dar lugar a cambios
monía y/o neumonía leve), el 14% como graves (dis-
nea, frecuencia respiratoria >30/min, saturación de
oxígeno <93%, etc.) y el 5% restante correspondió a
pacientes críticos (fallo respiratorio, shock séptico
y/o disfunción multiorgánica)1.
Mediana de estancia hospitalaria
Un reciente estudio realizado en 138 pacientes hos-
pitalizados, publicado el 7 de febrero de 2020, ha co-
municado que, en los casos dados de alta con vida,
la mediana de estancia hospitalaria fue de 10 días2.
Tasa de mortalidad
La mortalidad depende naturalmente de la estructu-
ra poblacional (porcentaje de personas mayores, frá-
giles o con comorbilidades), el porcentaje de la po-
blación infectada, la capacidad del sistema de salud
para atender a los enfermos más graves y los fac-
tores biológicos relacionados con la propia enfer-
medad. Es difícil calcular la mortalidad en un brote
agudo dado que muchos casos no están resueltos.
Puede suponerse que una proporción de los casos
Figura 1. Principios de la inmunidad de grupo y el aislamiento domiciliario. Figura creada con BioRender.
- 21 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
pitalario de 7 días, y hasta el síndrome respiratorio
agudo grave de 8 días2. Otro estudio realizado en es-
tos casos reveló que la media de días desde los pri-
meros síntomas hasta la muerte fue de 14 días (ran-
go: 6-41), y tendía a ser más baja en personas de 70
o más años (11,5 días; rango: 6-19) que en menores
de 70 años (20 días; rango: 10-41)4.
Factores de riesgo de mortalidad
Un reciente estudio de cohorte multicéntrico inclu-
yó a 191 pacientes que fallecieron o fueron dados de
alta del Hospital Jinyintan y el Hospital Pulmonar de
Wuhan tras neumonía por SARS-CoV-25. Se analiza-
ron datos demográcos, clínicos, de tratamiento y de
laboratorio (incluyendo muestras de pruebas de ARN
previas). Se hicieron comparaciones entre los pacien-
tes dados de alta y los fallecidos con el objeto de en-
contrar factores de riesgo relacionados con las muer-
tes de los pacientes hospitalizados. El análisis mostró
que los factores de riesgo relacionados con el resul-
tado de muerte fueron: edad (OR=1,10; p=0,0043),
puntuaciones progresivamente elevados en la es-
cala SOFA (Sequential Organ Failure Assessment)
(OR=5,65; p<0,0001), y un dímero-D mayor que 1 μg/L
(OR=18,42; p=0,0033). El estudio también claricó el
sustanciales en las tasas de mortalidad. La mortali-
dad en Wuhan durante la epidemia disminuyó mien-
tras fue aumentando en Italia y España, si contamos
las muertes divididas entre todos los casos (activos
o cerrados). El crucero “Diamond Princess” ofrece la
oportunidad de estudiar la enfermedad en un contex-
to donde se asume que la mayoría de los casos han si-
do detectados. Según worldometers.info a fecha 9 de
abril de 2020, de 712 pacientes infectados, han falleci-
do 11 (1,54%) y 10 pacientes siguen graves o críticos.
Tasa de mortalidad en pacientes
admitidos en el hospital
En el estudio con 138 pacientes hospitalizados por CO-
VID-19, se encontró que el 26% requirió cuidados inten-
sivos y el 4,3% murió, pero algunos pacientes permane-
cían hospitalizados en el momento de la publicación2.
Otro estudio previo encontró que, de 41 pacientes in-
gresados en el hospital, 13 (32%) fueron directamente
a cuidados intensivos y seis (15%) murieron3.
Días desde los primeros síntomas hasta la muerte
En el estudio antes citado se observó que el tiempo
medio desde la aparición de los primeros síntomas
hasta la disnea fue de 5 días, hasta el ingreso hos-
Figura 2. Número básico de reproducción medio (R0) de algunas infecciones virales. El R0 es una medida epidemiológica que des-
cribe la transmisibilidad de agentes infecciosos. R0 mide el número esperado de nuevos casos/contagios que producirá cada
caso individual en una población susceptible durante el periodo infeccioso medio. VIH: virus de la inmunodeciencia humana.
*Transmitido por gotas respiratorias. Figura creada con BioRender.
- 22 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
En otro estudio con 41 pacientes hospitalizados, 13
(32%) ingresaron en UCI, de los que 6 (49%) fallecie-
ron. Los pacientes ingresados en UCI tenían concen-
traciones plasmáticas más elevadas de IL-2, IL-7, IL-
10, MCP1, MIP1A y TNFα en comparación con los no
ingresados en UCI3.
En otro estudio con 52 pacientes ingresados en UCI,
32 (61,5%) murieron en menos de un mes. En com-
paración con los supervivientes, los pacientes que no
sobrevivieron tuvieron mayor edad (64,6 vs 51,9 años),
desarrollaron más distrés respiratorio del adulto (81%
vs 45%) y necesitaron ventilación mecánica invasiva
con mayor frecuencia (59% vs 15%). Se evidenció fa-
llo multiorgánico en la mayoría de los pacientes, con
distrés respiratorio agudo (67%), lesión renal agu-
da (29%), fallo cardiaco (23%) y disfunción hepática
(29%)4. En el estudio multicéntrico mencionado más
arriba, de 191 pacientes, 50 (26%) ingresaron en UCI y,
de estos, 28 (56%) fallecieron5. Los factores de riesgo
relacionados con el resultado de muerte fueron: edad
(OR=1,10; p=0,0043), puntuaciones progresivamente
elevadas en la escala SOFA (OR=5,65; p<0,0001), y un
dímero-D mayor que 1 μg/L (OR=18,42; p=0,0033)5.
En una serie italiana de 1.591 pacientes ingresados
en UCI, la edad media fue de 63 años, con 82% de va-
rones. Al nalizar el estudio, el 58% seguía en UCI, el
16% fue dado alta y el 26% había fallecido8.
INCIDENCIA DE SÍNTOMAS Y SÍNDROMES
NEUROLÓGICOS EN LA COVID-19
Todavía no es posible estimar la proporción de pacien-
tes con COVID-19 que presentan síntomas y síndro-
mes neurológicos clásicos diferenciables. En general,
los trabajos publicados, o son anécdotas clínicas, o
son series de pacientes graves donde las manifesta-
ciones y complicaciones neurológicas fueron un obje-
tivo secundario o pasaron desapercibidas.
No obstante, existe un estudio con datos bien clasi-
cados que constituye un buen punto de partida. En
una serie china con 214 casos conrmados, el 36,4%
(78/214) de los pacientes presentó síntomas neuro-
lógicos que se clasicaron en centrales (25%), peri-
féricos (9%) y musculares (11%). Los síntomas cen-
trales más frecuentes fueron: mareo/vértigo (17%) y
dolor de cabeza (13%). Los síntomas periféricos más
tiempo de aparición de distintas complicaciones co-
mo sepsis, distrés respiratorio agudo, fallo cardiaco
agudo, lesión renal aguda e infecciones secundarias5.
Infecciones en el personal sanitario
El 11 de febrero, el 3,8% (1716 de 44.672) del perso-
nal médico en China se había infectado con el nuevo
coronavirus (casos conrmados). De estos, el 63%
estaba en Wuhan (1080 de 1716) y el 14,8% se cla-
sicó como casos graves o críticos (247 de 1668),
muriendo 5 personas1. En España, a fecha de 6 de
abril de 2020, había registrados 19.400 contagios en
el personal sanitario, el 14,4% de todos los casos6.
Las causas de este triste récord son bien conocidas.
Mortalidad en el personal médico
Durante la revisión de esta obra se publicó en me-
dRxiv.org un preprint que, antes del resumen, inclu-
una sinopsis lapidaria: Physicians from all medi-
cal specialties have died from COVID-19, but these
fatalities are potentially preventable7. Los autores hi-
cieron una búsqueda en Google el 5 de abril de 2020,
recogiendo información sobre 198 médicos que ha-
bían fallecido por COVID-19. La edad media fue de
63,4 años (rango: 28-90), 90% varones. Las especiali-
dades más afectadas fueron urgencias, neumología,
medicina interna y anestesia. El país más represen-
tado fue Italia, con 79 médicos fallecidos. Los auto-
res concluyen que la principal causa es la falta de
equipos de protección individual, que es previsible
que estas cifras aumenten a medida que la pande-
mia progrese, y que debe evitarse que los médicos de
más edad estén en primera línea7.
Mortalidad en pacientes ingresados en la Unidad de
Cuidados Intensivos
Hasta el 10 de febrero de 2020, el primer estudio ci-
tado había contabilizado 44.762 casos conrmados
de COVID-19, de los que 2.087 (5%) eran casos crí-
ticos que necesitaban soporte ventilatorio invasivo
o no invasivo y 1.023 habían muerto (2,4% del total,
49% de los críticos)1.
En el estudio con 138 pacientes hospitalizados2, 36
(26%) requirieron ingreso en UCI debido a complica-
ciones como: síndrome de distrés respiratorio agu-
do (61,6%), arritmia (44,4%) y shock (30,6%). El 41,7%
recibió ventilación no invasiva y el 47,2% invasiva2.
- 23 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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frecuentes fueron: hipogeusia (6%) e hiposmia (5%).
El 41% de los casos correspondió a pacientes graves,
que tuvieron síntomas neurológicos con mayor fre-
cuencia: ictus (6% de los pacientes graves vs 1% de
los leves; p<0,05), bajo nivel de consciencia (15% vs
2%; p<0,001) y daño muscular (19% vs 5%; p<0,001)9.
CONCLUSIONES
La pandemia por COVID-19 supone un reto sanitario
de alcance mundial. Es difícil estimar con precisión
su mortalidad, muy variable entre países. Las mani-
festaciones neurológicas son diversas y posiblemen-
te frecuentes, pero se necesitan estudios que deter-
minen con precisión su incidencia, así como de las
posibles complicaciones neurológicas postinfeccio-
sas. Otra área de interés es determinar cómo afecta
la enfermedad COVID-19 al manejo y pronóstico de
otras enfermedades neurológicas.
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Mecanismos fisiopatogénicos
de afectación neurológica
CAPÍTULO 4
Eugenia Martínez Hernández
Roser Velasco Fargas
- 25 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN
Los mecanismos patogénicos relacionados con las
complicaciones neurológicas que presentan los pa-
cientes con COVID-19 son actualmente desconocidos.
De igual manera que en otras infecciones virales, los
síndromes neurológicos asociados al SARS-CoV-2 po-
drían producirse por infección directa del sistema ner-
vioso, por una encefalopatía tóxica aguda asociada a
la infección sistémica grave, o más tarde en forma de
lesiones desmielinizantes post-infecciosas1,2. Además,
los pacientes graves con COVID-19 a menudo mues-
tran niveles elevados de dímero D, trombopenia y da-
tos patológicos de microangiopatía, lo que puede hacer
que sean propensos a ictus por diferentes mecanis-
mos, como la cascada inflamatoria asociada a la infec-
ción o las alteraciones hemodinámicas3,4. Al igual que
otros virus respiratorios, la infección por COVID-19 po-
dría ser un factor precipitante de ictus, algo que debe-
ría conrmarse en futuros estudios epidemiológicos5.
MECANISMOS DE ENCEFALOPATÍA
El grado de afectación neurológica en las infecciones
virales puede ser variable. Por un lado, la encefalopa-
tía aguda constituye una disfunción cerebral reversible
como consecuencia de la toxemia sistémica, los tras-
tornos metabólicos y la hipoxemia, mientras que la en-
cefalitis viral se asocia con lesiones inflamatorias pa-
renquimatosas causadas por el virus, que se detecta
en líquido cefalorraquídeo o en tejido6. Los pacientes
con COVID-19 sufren a menudo hipoxia severa y, como
consecuencia, se puede producir daño neurológico en
forma de disminución del nivel de consciencia o coma.
Debido a la alteración en el intercambio alveolar de ga-
ses por la infección, el edema y la inflamación pulmo-
nar, se produce hipoxia en el sistema nervioso central,
las mitocondrias de las células cerebrales aumentan
el metabolismo anaerobio y la acumulación de ácido
láctico produce vasodilatación, edema celular e inters-
ticial, obstrucción del flujo sanguíneo, isquemia y con-
gestión tisular, desarrollando, si no se detiene la hipoxia,
un aumento de la presión intracraneal7.
INFLAMACIÓN RELACIONADA
CON LA INFECCIÓN VIRAL
La afectación neurológica puede estar mediada tam-
bién por procesos inflamatorios subyacentes a la infec-
ción viral8. Como consecuencia de la neumonía grave,
un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica pue-
de conducir a fallo multiorgánico y podría ocasionar
daño inmunológico a nivel neuronal9. La infección por
SARS-CoV-2 se ha asociado con la aparición de un sín-
drome de liberación masiva de citoquinas (o tormenta
de citoquinas) que puede alterar la permeabilidad vas-
cular, producir coagulopatía y un efecto proinflamato-
rio que, a nivel del sistema nervioso central y en los ca-
sos más graves, conlleva a la aparición edema cerebral.
Esta encefalopatía ha cobrado relevancia recientemen-
te al considerarse el mecanismo asociado a la neuro-
toxicidad que presentan los pacientes sometidos a te-
rapia celular con linfocitos T con receptor de antígeno
quimérico (CAR-T)10. En la COVID-19, la ebre alta y las
citopenias son reflejo de este grave síndrome hiperin-
flamatorio, y los niveles elevados de IL-6 y ferritina son
predictores de un curso fatal11. La liberación masiva
de citoquinas, quimioquinas y otras señales inflamato-
rias produce una rotura de la barrera hematoencefáli-
ca (BHE) que a su vez amplica el proceso, pues activa
los receptores Toll-like de la microglía y los astrocitos
(inmunidad innata) promoviendo la neuroinflamación
y alterando la homeostasis. El daño cerebral funcional
asociado con este proceso neuroinflamatorio podría
explicar la aparición de síntomas cognitivos y conduc-
tuales en los pacientes, como ocurre en ancianos con
cuadros confusionales provocados por infecciones12,13.
Es posible que la infección por SARS-CoV-2 desencade-
ne astrogliosis reactiva y activación de la microglía. Los
virus neurotrópicos, como algunos coronavirus, son ca-
paces de activar macrófagos, microglía y astrocitos e
inducir un estado pro-inflamatorio14 (Figura 1). De he-
cho, cultivos primarios de células gliales infectados con
coronavirus secretan factores como IL-6, IL-12, IL-15 y
TNFα conduciendo a un estado de inflamación crónica,
responsable del daño cerebral15.
CAPÍTULO 4
Mecanismos fisiopatogénicos de afectación neurológica
Eugenia Martínez Hernández, Roser Velasco Fargas
- 26 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
ronaviridae, previos al SARS-CoV-2, se conoce desde
hace más de tres décadas con la observación de la
presencia de coronavirus en muestras de pacientes
con esclerosis múltiple21. Su inoculación intranasal,
intravenosa o intracerebral ha servido para el desa-
rrollo de modelos experimentales22. Ratones infecta-
dos con el coronavirus murino desarrollan encefalitis
aguda leve y enfermedades desmielinizantes cróni-
cas, siendo un modelo animal para el estudio de en-
fermedades desmielinizantes inmunomediadas por
virus23. Su papel neuropatogénico ha sido demostra-
do en estudios in vivo con HCoV-OC43, que puede
causar encefalitis en ratones24.
Datos en humanos
En la literatura existen evidencias de la capacidad de
algunos coronavirus de producir infección del SNC
en los humanos, identicándose partículas de SARS-
CoV en el cerebro de pacientes infectados25,26. De for-
ma similar, se han reportado casos de encefalitis o
encefalomielitis aguda diseminada en los que se ha
identicado el RNA del HCoV-OC43 en el LCR o conr-
mado por biopsia cerebral27,28. Más recientemente, se
ha identicado este coronavirus como causante del
12% de las encefalitis agudas pediátricas29. En conse-
LA HIPÓTESIS DEL TRONCO ENCEFÁLICO
La afectación primaria del tronco encefálico se ha suge-
rido como uno de los posibles mecanismos asociados
a la insuciencia respiratoria severa que presentan al-
gunos pacientes con COVID-1916-18. Esta teoría se basa
en la analogía entre SARS-CoV y SARS-CoV-2, en la ob-
servación clínica de que muchos pacientes que requie-
ren intubación orotraqueal no pueden respirar espon-
táneamente y en el predominio de la muerte neuronal
en los centros cardio-respiratorios del bulbo en compa-
ración con otras localizaciones del cerebro en los mo-
delos experimentales de SARS-CoV19,20. Varios autores
han sugerido que la insuciencia respiratoria, principal
causa de muerte en los pacientes con COVID-19 grave,
pudiera tener un componente central y deberse, en par-
te, a una lesión primaria de las neuronas del centro res-
piratorio en el tronco del encéfalo17,18.
POTENCIAL NEUROINVASIVO
Modelos animales
Las infecciones del sistema nervioso central (SNC)
son una complicación de algunos virus respiratorios,
incluidos los coronavirus. El perl neuroinvasivo de la
mayoría de los pertenecientes al grupo de los betaco-
Figura 1. Respuesta inmunitaria en el SNC a la infección por coronavirus. Figura creada con BioRender.
- 27 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
en ratón20,24. La propagación del virus entre neuronas
por transporte axonal se ha demostrado en un mode-
lo experimental con el coronavirus humano OC4335.
Para algunos autores, la vía transneuronal a través de
la vía olfatoria podría relacionarse con la temprana
afectación en muchos pacientes en forma de anos-
mia, síntoma reconocido como biomarcador clínico
precoz de la infección por COVID-19 que puede pre-
ceder al cuadro clínico completo o presentarse aisla-
damente en formas muy leves o paucisintomáticas31.
El mecanismo siopatológico es desconocido, pero
se están considerando diferentes hipótesis para expli-
car este síntoma, común a otras infecciones virales
de vías respiratorias superiores. La mayor parte de la
cavidad nasal humana está revestida por una muco-
sa no sensorial secretora de moco, salvo en la zona
superior del tabique nasal (lámina cribosa del etmoi-
des) donde encontramos el neuroepitelio especiali-
zado que alberga las neuronas sensitivas olfatorias.
Son neuronas bipolares, cuyas dendritas se proyectan
hacia el epitelio olfatorio, nalizando en un engrosa-
miento con cilios quimiosensores que expresan los re-
ceptores odoríferos, y un único axón que se extiende
hasta el bulbo olfatorio, situado en la parte inferior del
cuencia, varios autores han sugerido la posibilidad de
que SARS-CoV-2 pueda causar encefalitis17,19,30,31. Esta
teoría ha cobrado relevancia después de reportarse la
presencia de SARS-CoV-2 en el LCR de pacientes me-
diante técnicas de secuenciación genómica, aunque
también se ha visto cuestionada en base a la expe-
riencia clínica disponible hasta ahora16,32,33.
Vías de neuroinvasión
Como otros virus, los coronavirus acceden al SNC a
través de dos vías: la hematógena y la transneuro-
nal15,19,24,34 (Figura 2). Aunque la capacidad neuroin-
vasiva de SARS-CoV-2 se desconoce, la vía hemató-
gena podría estar facilitada por la disrupción de la
barrera hematoencefálica asociada a la tormenta de
citoquinas, el enlentecimiento de la microcirculación
a nivel capilar o la infección de las células mieloides y
posterior diseminación al SNC19. Por otro lado, los vi-
rus pueden infectar las neuronas periféricas y migrar
a través de ellas hasta el SNC. Varios virus, como el
VHS-1 o el virus de la gripe han demostrado su capa-
cidad de llegar al SNC a través de la vía olfatoria15,34.
La inoculación transnasal de SARS-CoV ha demos-
trado la diseminación del virus al encéfalo, tronco en-
cefálico y médula espinal en modelos de infección
Figura 2. Potenciales vías de neuroinvasión del SARS-CoV-2. Figura creada con BioRender.
- 28 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
identicado su expresión en el córtex, ganglios de la
base, hipotálamo y tronco encefálico19,47. Aunque no
existen evidencias sobre si el SARS-CoV-2 puede in-
fectar las neuronas sensoriales olfativas, sí existen da-
tos de que puede infectar las células epiteliales o de
soporte del neuroepitelio olfatorio, que expresan ECA2
y TMRPRSS248. Si bien cualquier célula que expre-
se ECA2 estaría en riesgo de infectarse por el SARS-
CoV-2, la escisión de la proteína S por la proteasa del
huésped TMPRSS2 es un paso crítico para inducir la
fusión de membrana y la internalización viral por en-
docitosis con ACE2 en el epitelio pulmonar, hecho que
aún se desconoce en el SNC18.
De forma intuitiva, y quizás precipitada, la sobreexpre-
sión de ECA2 en algunos órganos o tejidos ha emergi-
do como un potencial factor de riesgo asociado a la in-
fección y la gravedad de la COVID-19. Diversos modelos
animales han demostrado que los tratamientos cróni-
cos con fármacos inhibidores de la ECA, bloqueadores
del receptor de angiotensina, estatinas y otros como
pioglitazona, liraglutida, ibuprofeno y la nicotina incre-
mentan la expresión periférica de ECA2 como respues-
ta adaptativa a la supresión crónica de este receptor,
lo que podría asociarse con una enfermedad más gra-
ve y mortal, aunque los datos actuales en este aspecto
resultan contradictorios y no son concluyentes18,49,50. A
nivel cerebrovascular, una potencial sobreexpresión de
ECA2 en el endotelio capilar cerebral podría favorecer
la interacción con la proteína S del virus SARS-CoV-2 y
ACE2, aumentando el riesgo de ictus, una complicación
ya descrita con otros coronavirus como SARS-CoV y
MERS-CoV4,16,51,52. Por otro lado, la pérdida de expresión
de ECA2 por la muerte neuronal en los centros respira-
torios podría alterar el sistema nervioso autónomo y el
control de la respiración, contribuyendo a la insucien-
cia respiratoria de origen central, la desregulación de la
presión arterial y el barorreflejo, induciendo un predo-
minio simpático con elevación de las cifras tensionales
y favoreciendo la aparición de ictus hemorrágico4,18. Se
necesitan más estudios que puedan dilucidar el rol pa-
togénico de ECA2 a nivel sistémico y neurológico en la
pandemia por SARS-CoV-2.
MECANISMOS DE DAÑO MUSCULAR
El músculo es otro de los tejidos afectados en la CO-
VID-19, siendo las mialgias y la hipercekaemia fre-
cuentes. Los estudios patológicos de músculo es-
lóbulo frontal, formando el nervio olfatorio o par cra-
neal I. Las alteraciones de la olfacción habitualmente
se clasican en conductivas, debido a una alteración
física en la transmisión del estímulo al epitelio olfato-
rio, o neurosensoriales, debido a la lesión de estructu-
ras nerviosas. La anosmia postviral es una de las cau-
sas más frecuentes de pérdida de olfato en adultos
(40%) y se considera una de las principales causas de
anosmia neurosensorial. Aunque la patogénesis exac-
ta de la anosmia no está clara, se ha documentado
la presencia de partículas de virus en las células del
epitelio olfatorio, y el mecanismo lesivo sería por in-
vasión y posterior destrucción de dichas células36. Es-
tudios con biopsia del neuroepitelio olfatorio demues-
tran su regeneración y/o degeneración “irregular”, con
disminución en el número de dendritas y presencia de
inclusiones intracitoplasmáticas en las células recep-
toras37. A diferencia de otras neuronas, las neuronas
olfativas tienen una vida media estimada de solo se-
manas o pocos meses, y las células madre de la capa
basal del epitelio olfatorio están en continua división.
Este hecho podría explicar la potencial reversibilidad
de la anosmia en los pacientes convalecientes de CO-
VID-19. Sin embargo, actualmente se desconoce si el
SARS-CoV-2 puede infectar las neuronas sensoriales
olfativas humanas.
Neurotropismo de los coronavirus:
proteína S viral, ACE2 y TMRPRSS2
El neurotropismo de los coronavirus depende de la in-
teracción entre la proteína S (Spike protein) del virus y
el receptor de la célula huésped en el sistema nervio-
so, siendo éste un paso crítico en la infección y la repli-
cación viral38. Al igual que en el SARS-CoV, el receptor
funcional del SARS-CoV-2 es la enzima convertidora
de la angiotensina 2 (ECA2), enzima que siológica-
mente contrarresta el sistema renina angiotensina re-
gulando la presión arterial y la homeostasis del volu-
men sanguíneo, y que está implicada en el síndrome
del distrés respiratorio del SARS-CoV38-43. ECA2 se ha
postulado como uno de los factores relacionados con
la infectividad del SARS-CoV-2, cuya mayor virulen-
cia podría deberse a una mayor anidad de la proteí-
na S por ECA2 (x10-20) en comparación con el SARS-
CoV19,41,42,44. La expresión de ECA2 en el organismo es
amplia y existe evidencia de su presencia en neuronas
y células gliales en modelos animales45,46. En el cere-
bro humano, mediante estudios de microarrays, se ha
- 29 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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quelético de pacientes con SARS-CoV pusieron de
maniesto la presencia de necrosis y atroa26,53. En
general, estos hallazgos se han relacionado con mio-
patía del enfermo crítico y miopatía esteroidea aso-
ciadas al cuadro clínico del SARS. Sin embargo, en
modelos animales, la activación de ECA2 induce al-
teraciones del músculo esquelético y reduce la capa-
cidad de ejercicio, con disfunción mitocondrial y del
número de bras oxidativas que se maniesta tem-
prano, con posterior atroa muscular54. Si la expre-
sión de ECA2 en el músculo esquelético contribuye a
la miopatía y esta a la insuciencia respiratoria aso-
ciada a COVID-19, está aún por investigar.
NECESIDAD DE DATOS NECRÓPSICOS
Una de las principales limitaciones actuales para in-
vestigar las bases siopatológicas de los síntomas
y signos neurológicos en la infección por SARS-
CoV-2 es la práctica inexistencia de datos patológi-
cos o de autopsia, lo que probablemente se debe a
las restricciones impuestas en muchos centros pa-
ra realizar autopsias por motivos asistenciales o de
seguridad55. En el caso del SARS-CoV, cuya similitud
genética con el SARS-CoV-2 es del 80%, las autop-
sias han evidenciado edema cerebral, vasodilatación
meníngea, inltración de monocitos y linfocitos en la
pared vascular, daño isquémico neuronal y desmieli-
nización secundaria26. Los datos patológicos o post-
mortem disponibles de pacientes con COVID-19 se
limitan a tejido pulmonar, cardíaco y hepático, sin in-
cluir muestras del SNC4,56. Hay datos de una serie de
50 pacientes del Hospital Policlínico de Milán pen-
dientes de publicación. La obtención y estudio de
muestras del SNC y la mucosa olfatoria contribuirán
a dilucidar los mecanismos asociados a las compli-
caciones neurológicas por SARS-CoV-2.
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Cuadros clínicos neurológicos
asociados a la infección por
otros coronavirus
CAPÍTULO 5
Juan Carlos García-Moncó
- 33 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
pacientes con una polineuropatía axonal que apare-
ció 3-4 semanas después del inicio del SARS y me-
joró durante el seguimiento. Dos pacientes presen-
taron una miopatía y otros tres una rabdomiólisis.
Estos cuadros fueron clasicados dentro del espec-
tro de la enfermedad neuromuscular del enfermo
crítico, si bien la contribución del daño viral no se
pudo excluir. Cinco pacientes presentaron un ictus
de grandes arterias cerebrales, pudiendo haber con-
tribuido el estado de hipercoagulabilidad asociado a
la infección, el uso de inmunoglobulinas intraveno-
sas, el shock cardiogénico y séptico, así como una
posible vasculitis1.
En un brote de SARS ocurrido en 2002, con 138
pacientes sospechosos de infección de los que
69 eran sanitarios, los problemas neurológicos
más frecuentes fueron: mialgias (61%), cefalea
(56%), aumento de CK (32%) y mareo-inestabili-
dad (43%)2.
INTRODUCCIÓN
La actual pandemia de SARS-CoV-2 se asocia con
numerosos síntomas y complicaciones de orden
neurológico. Sin embargo, su diversidad, frecuencia y
grado de causalidad es algo que está por determinar,
así como la posibilidad de síndromes postinfeccio-
sos cuya relevancia y alcance tardaremos algo más
en conocer. En el actual marco de incertidumbre clí-
nica, disponer de series de complicaciones neuroló-
gicas en relación con las epidemias precedentes por
coronavirus adquiere una especial importancia, pues
ejemplican qué podemos esperar de la COVID-19.
EPIDEMIA DE SARS-CoV DE 2002
Durante esta epidemia, se describieron diversas ma-
nifestaciones del sistema nervioso central y periféri-
co que se resumen en la Tabla 1.
En un estudio realizado en Taiwán, que incluyó a 664
pacientes con probable SARS, se describieron tres
CAPÍTULO 5
Cuadros clínicos neurológicos asociados a la infección
por otros coronavirus
Juan Carlos García-Moncó
Manifestación neurológica Comentarios
Polineuropatía axonal 3 pacientes de una serie de 664, a las 3-4 semanas del inicio del SARS1
1 paciente 22 días después del inicio de los síntomas3
Miopatía 2 pacientes de una serie de 6641
Rabdomiólisis 3 pacientes de una serie de 6641
Aumento de CK 32% de una serie de 138 pacientes2
Mialgias 61% de una serie de 138 pacientes2
Cefalea 56% de una serie de 138 pacientes2
Mareo, inestabilidad 43% de una serie de 138 pacientes2
Anosmia aguda 1 paciente, 3 semanas después del inicio del SARS5
Crisis convulsiva 1 paciente grave, a los 22 días del inicio del SARS7
Síndrome de fatiga crónica 22 pacientes (21 sanitarios), posterior al SARS, discapacitante6
Tabla 1. Manifestaciones neurológicas en el SARS de 2002.
- 34 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
También se ha descrito un cuadro de fatiga crónica,
alteración del sueño, mialgias y depresión en 22 pa-
cientes de Toronto, 21 de ellos trabajadores sanita-
rios que no pudieron volver a su trabajo habitual6. El
cuadro se solapaba con el síndrome de bromialgia.
Se sospechó invasión directa del sistema nervioso
en una paciente de 32 años infectada por SARS-
CoV que presentó una crisis convulsiva a los 22
días del inicio de los síntomas. Fue un caso gra-
ve, precisando intubación desde el día 7. Se detec-
tó ARN viral en LCR mediante RT-PCR7. El líquido,
por lo demás (recuento celular, glucosa y proteí-
nas) fue normal. La RM craneal y el electroence-
falograma (EEG) también fueron normales. Estaba
embarazada de 26 semanas y se le pudo practicar
una cesárea al 7º día de enfermedad.
En un estudio de 18 autopsias de pacientes falleci-
dos por SARS, 8 de ellos conrmados en vida me-
diante RT-PCR, los autores encontraron secuencias
genómicas virales mediante hibridación in situ en
neuronas cerebrales del hipotálamo y el córtex cere-
bral, además de en otros órganos afectados por la in-
fección, especialmente en el epitelio pulmonar, el te-
jido más afectado8.
EPIDEMIA DE MERS-CoV DE 2012
Algunos pacientes con MERS desarrollaron manifes-
taciones neurológicas, pero tampoco fueron domi-
nantes en el espectro de la enfermedad (Tabla 2).
Una paciente con SARS grave desarrolló una poli-
neuropatía axonal en miembros inferiores 22 días
después del inicio de los síntomas y tras haber
permanecido intubada durante 12 días3. Se recuperó
casi por completo en dos meses. El cuadro se inter-
pretó como una neuropatía del enfermo crítico con
una posible contribución de la infección viral median-
te mecanismos inmunomediados.
En cuanto a la afectación muscular observada en
un buen número de pacientes durante la epidemia
de SARS-CoV 2002, el examen post mortem de los
músculos de 8 pacientes fallecidos por la enferme-
dad demostró cambios miopáticos con necrosis fo-
cal de los miocitos en 4 de ellos, pero sin presencia
viral por microscopía electrónica o cultivo viral4. El
daño muscular podría ser de causa multifactorial,
incluyendo mecanismos inmunes, además de cam-
bios de miopatía del enfermo crítico y secundarios al
uso de esteroides.
Una paciente de 27 años presentó una anosmia agu-
da 3 semanas después del inicio de los síntomas5.
La anosmia persistió durante 2 años. La resonancia
magnética (RM) craneal fue normal y el cuadro se in-
terpretó como una neuropatía olfatoria. Sin embar-
go, y a la luz del conocimiento actual, el origen más
probable del síntoma estaría en la mucosa olfatoria
sin afectación estrictamente neural, pues no se ha
detectado la presencia del receptor al que se une el
virus SARS-CoV en las neuronas olfatorias.
Manifestación neurológica Comentarios (referencias)
Síndrome confusional 26% de una serie de 70 pacientes9
Cefalea 13% de una serie de 70 pacientes9
Mialgias 20% de una serie de 70 pacientes9
Crisis epilépticas 9% de una serie de 70 pacientes9
Hemorragia intracerebral masiva 1 paciente sin factores predisponentes10
Miopatía (miositis) 1 paciente, con anatomía patológica13
Alteración de consciencia, ataxia y/o focalidad motora, con lesiones difusas
en la RM cerebral 3 pacientes12
Encefalitis de Bickerstaff con Guillain-Barré, miopatía del enfermo crítico y
neuropatía tóxico-infecciosa
4 pacientes de una serie de 23, a las 2-3
semanas del inicio de la enfermedad12
Tabla 2. Manifestaciones neurológicas en el MERS de 2012.
- 35 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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En un estudio retrospectivo de 70 pacientes infecta-
dos por MERS-Cov, 10 de ellos sanitarios, 18 (26%)
presentaron cuadro confusional, 9 (13%) cefalea, 14
(20%) mialgias y 6 (9%) crisis epilépticas9.
Se ha descrito una hemorragia intracraneal masiva
con herniación de las amígdalas cerebelosas en un
paciente de 42 años y MERS grave con distrés respi-
ratorio y diabetes insípida, sin evidencia de aneuris-
ma u otro factor favorecedor de la hemorragia aparte
de la propia infección10.
Se han descrito tres pacientes con una combinación
de alteración de la consciencia (desde el cuadro con-
fusional al coma), ataxia y focalidad motora11. La RM
cerebral mostró lesiones hiperintensas en secuen-
cias T2 en la sustancia blanca y la región subcorti-
cal de los lóbulos frontales, temporales y parietales,
ganglios de la base y cuerpo calloso. Ninguna de las
lesiones captaba contraste. Dos de los pacientes fa-
llecieron. El LCR fue normal en 2 de ellos y la RT-PCR
para el virus negativa. Uno de los casos era consis-
tente con el diagnóstico de encefalitis aguda disemi-
nada (ADEM).
En una serie coreana de 23 pacientes, 4 tuvieron ma-
nifestaciones neurológicas: encefalitis de Bickersta-
ff solapada con síndrome de Guillain-Barré, debilidad
del paciente crítico y neuropatías tóxico-infeccio-
sas12. Las complicaciones aparecieron a las 2-3 se-
manas del inicio de la enfermedad respiratoria, sugi-
riendo mecanismos inmunomediados.
En cuanto a la anatomía patológica, la autopsia de
una paciente de 33 años con linfoma de células T
que falleció por MERS no mostró alteraciones histo-
patológicas en el cerebro. En el músculo se observa-
ron cambios de miositis, atroa de bras musculares
y partículas virales a nivel ultraestructural13.
Cuadros clínicos neurológicos
asociados a la infección por
SARS-CoV-2
CAPÍTULO 6
Juan Carlos García-Moncó
María Elena Erro
David García Azorín
David Ezpeleta
- 37 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS EN LAS
SERIES GENERALES DE PACIENTES
El brote de infección por coronavirus originado recien-
temente en China representa la tercera epidemia por
este tipo de virus en el siglo XXI, sobrepasando en nú-
mero de afectados a las conocidas como SARS (Seve-
re Acute Respiratory Syndrome) y el MERS (Middle East
Respiratory Syndrome) y cuyas manifestaciones neu-
rológicas se han detallado en el capítulo anterior.
Si bien ha quedado claro que las manifestaciones prin-
cipales de esta pandemia son respiratorias, principal-
mente tos seca y disnea, es posible que otros aspectos
de menor gravedad hayan sido pasados por alto en las
descripciones iniciales. La evaluación de pacientes con
enfermedad menos grave puede poner de maniesto
otras manifestaciones clínicas que puedan completar
el espectro clínico de esta pandemia viral.
En este capítulo se revisan las manifestaciones clíni-
cas descritas hasta la fecha de dar por concluida la
redacción de esta obra (primera semana de abril de
2020). Para ello se han utilizado dos vías: 1.- Análisis
de todas las series clínicas en las que se describen pa-
cientes con COVID-19, prestando atención a la descrip-
ción de los problemas neurológicos; b) Búsqueda en
PubMed empleando los términos (“novel coronavirus”
OR “SARS-CoV-2” OR “COVID-19” AND “neuro*”).
La Tabla 1 resume los datos obtenidos de las series
generales de pacientes con COVID-19 y sus principa-
les manifestaciones neurológicas. La Tabla 2 mues-
tra dichos datos agrupados y resumidos. Cabe reseñar
que son series de pacientes con patología respiratoria
y atendidos por especialistas no neurólogos, por lo que
las manifestaciones neurológicas pueden estar infra-
rrepresentadas y posiblemente se hayan comunicado
solo las más llamativas. Puede observarse que las dos
manifestaciones neurológicas más frecuentes descri-
tas en este contexto son la cefalea y las mialgias. La
cefalea se describe entre un 6% y un 23% de los pacien-
tes, sin descripción de sus características. Las mialgias
están presentes entre un 11% y un 34% de los pacien-
tes en las diferentes series. Solamente hay descrita una
crisis epiléptica, un 9,4% de los pacientes en una serie
presentaba mareo no especíco (dizziness) y un 9% de
pacientes en otra serie tuvo confusión.
Como dato adicional, un 80% de los profesionales que
visten un equipo de protección individual sufre una cefa-
lea de novo inducida por el equipamiento1, lo que sugiere
una relación con la cefalea por presión externa (gafas de
buceo, etc.), recogida en la Clasicación Internacional de
las Cefaleas de la International Headache Society.
Desde el inicio de la pandemia actual de SARS-CoV-2 se
han realizado descripciones de anosmia en un número
creciente de pacientes que requerirán una valoración de-
tallada posterior2. En la epidemia del SARS-CoV de 2003,
se describió una paciente de 27 años que desarrolló una
anosmia 3 semanas después del inicio de los síntomas,
con una RM cerebral normal, y que fue interpretada co-
mo una neuropatía olfatoria aislada3. En la pandemia ac-
tual, Mao et al. describen anosmia en un 5,1% y ageu-
sia en 5,6 de una serie de 214 pacientes4, y en una serie
italiana de 320 pacientes, un 19,4% presentaba anos-
mia-ageusia5. Ante estos hallazgos y la experiencia de
países como Corea del Sur, China e Italia, en los que se
menciona que hasta un tercio de los pacientes pueden
presentar anosmia, la Sociedad Española de Neurología
decidió lanzar una alerta en los casos de anosmia aguda
y anosmia aguda aislada y contemplarla como uno de
los síntomas de la infección por COVID-19, recomendan-
do un aislamiento de 2 semanas. En un estudio europeo
en 12 hospitales con 417 pacientes leves-moderados lle-
vado a cabo por especialistas de otorrinolaringología, un
85,6% tenía alteración del olfato y un 88% del gusto de
acuerdo con un cuestionario estandarizado6.
CAPÍTULO 6
Cuadros clínicos neurológicos asociados
a la infección por SARS-CoV-2
Juan Carlos García-Moncó, María Elena Erro, David García Azorín, David Ezpeleta
- 38 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Autor y fecha de
publicación (2020) Hallazgos clínicos Comentarios
Zhu N, et al.26
25 de enero
Paciente 1: 49 años, mujer. Sin antecedentes
relevantes. Tos, fiebre y dolor torácico.
Neumonía. Sobrevivió
Paciente 2: 61 años, varón. Fiebre y tos, distrés
respiratorio, falleció
Paciente 3: 32 años, varón. Sobrevivió. No hay
información clínica
Descripción inicial de la enfermedad
Tres adultos desarrollan neumonía
grave e ingresan en un hospital en
Wuhan el 27 de diciembre de 2019
Huang C, et al.27
28 de enero
Tos (76%)
Mialgias o fatiga (44%)
Expectoración (28%)
Cefalea (8%)
Hemoptisis (5%)
Diarrea (3%)
Serie inicial de 41 pacientes de Wu-
han con COVID-19 confirmada por
RT-PCR
Li Q, et al.28
30 de enero
Estudio epidemiológico
No proporciona datos clínicos
Los primeros 425 pacientes con
neumonía confirmada en Wuhan
Wang D, et al.29
7 de febrero
Fiebre (98,6%)
Fatiga (69,6%)
Tos seca (59,4%)
Anorexia (39,9%)
Mialgias (34,8%)
Disnea (31,2%)
Expectoración (26,8%)
Dolor garganta (17,4%)
Diarrea (10,1%)
Náuseas (10,1%)
Mareo (dizziness) (9,4%)
Cefalea (6,5%)
Vómitos (3,6%)
Dolor abdominal (2,2%)
Serie retrospectiva de un único
centro
138 pacientes con neumonía
por SARS-CoV-2 ingresados
consecutivamente en el hospital
Zhongnan de Wuhan
Chang D, et al.30
8 de febrero
Tos (46,3%)
Congestión de la vía aérea superior (61,5%)
Mialgias (23,1%)
Cefalea (23,1%)
13 pacientes ingresados en 3
hospitales diferentes de Pekin
Continúa en página siguiente.
Tabla 1. Manifestaciones clínicas generales y neurológicas de las principales series de pacientes hasta nales de marzo de 2020.
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Autor y fecha de
publicación (2020) Hallazgos clínicos Comentarios
Chen N, et al.31
15 de febrero
Fiebre (83%)
Tos (82%)
Disnea (31%)
Mialgias (11%)
Confusión (9%)
Cefalea (8%)
Dolor de garganta (5%)
Rinorrea (4%)
Dolor torácico (2%)
Diarrea (2%)
Náusea y vómitos (1%)
Estudio retrospectivo de un solo
centro
99 pacientes con neumonía y
COVID-19 en Wuhan
Guan WJ, et al.32
28 de febrero
Fiebre al ingreso (43,8%)
Fiebre durante el ingreso (88,7%)
Tos (67,8%)
Expectoración (33,7%)
Fatiga (38,1%)
Mialgias o artralgias (14,9%)
Cefalea (13,6%)
Datos de 1.099 pacientes con
COVID-19 confirmada de 552
hospitales de 30 provincias de China
(hasta el 29 de enero de 2020)
Young BB, et al.33
3 de marzo
Fiebre (72%)
Tos (83%)
Dolor de garganta (61%)
Disnea (11%)
Rinorrea (6%)
Diarrea (17%)
Primera serie de Singapur, de 18
pacientes
No describen problemas
neurológicos
Holshue ML, et al.34
5 de marzo
35 años, varón, en el estado de Washington
Había visitado a su familia en Wuhan
previamente
Tos y sensación febril durante 4 días
37,2ºC, placa inicial de tórax normal
Neumonía el 9º día
Curado en 12 días
El primer paciente en los Estados
Unidos
Pongpirul WA, et al. 35
12 de marzo
51 años, varón, taxista
Fiebre, tos y mialgias
Disnea
Placa de tórax anormal
Sobrevivió
Taxista infectado con SARS-CoV-2
en Tailandia, contagiado
potencialmente por turistas chinos
No parece haber contagiado a otras
personas
Continúa en página siguiente.
Tabla 1. Manifestaciones clínicas generales y neurológicas de las principales series de pacientes hasta nales de marzo de 2020.
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Autor y fecha de
publicación (2020) Hallazgos clínicos Comentarios
Liu YC, et al.36
12 de marzo
52 años, mujer
Fiebre y mialgias
Sin tos ni disnea
Placa de tórax anormal
El marido fue positivo para el virus, con
síntomas similares al mismo tiempo
Paciente número 5 en Taiwán
Ingresó recién llegada de Wuhan
Contagió a su marido
Wu C, et al.37
14 de marzo
Fiebre (93,5%)
Tos seca (81,1%)
Tos productiva (41,3%)
Disnea (39,8%)
Fatiga, mialgias (32,3%)
201 pacientes con neumonía
COVID-19 confirmada, ingresados en
el hospital Jinyintan de Wuahn entre
el 25 de diciembre de 2019 y el 26
de enero de 2020
Factores de riesgo: edad avanzada,
neutrofilia y disfunción de órganos y
de la coagulación
10 casos están incluidos también en
la serie previa de Huang C, et al.27 y
Chen N, et al31
Arentz M, et al.38
20 de marzo
Tos (47,6%)
Disnea (76,2%)
Fiebre (52,4%)
Intervalo de Tª: 35,3-39,2 ºC
Durante el ingreso, 1 crisis epiléptica (4,8%)
Mortalidad (52,4%)
Primera descripción de 21 pacientes
críticos infectados con SARS-CoV-2
en los Estados Unidos
Tasa elevada de miocardiopatía
Tabla 1. Manifestaciones clínicas generales y neurológicas de las principales series de pacientes hasta nales de marzo de 2020.
Tabla 2. Resumen de las manifestaciones neurológicas asociadas a SARS-CoV-2 descritas en las series generales de pacientes.
Los porcentajes representan un agregado de las series publicadas26-38.
Manifestación neurológica Porcentaje promedio
Mialgias
Descritas en 6 series 27%
Cefalea
Descrita en 5 series 12%
Mareo (dizziness)
En 1 serie de 138 pacientes, Wuhan 9%
Estado confusional
En 1 serie de 99 pacientes, Wuhan 9%
Crisis epilépticas
En 1 paciente, primera serie de 21 pacientes de EEUU 5%
- 41 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Salvo una comunicación aislada (vide infra), no hay
evidencias de encefalitis o meningitis por SARS-
CoV-2, o al menos no parece ser una complicación di-
recta frecuente de este virus. Sí existen datos, por el
momento anecdóticos, de análisis del LCR en 2 pa-
cientes y de cerebro post-mortem en otros 2 en Wu-
han, siendo todas las muestras negativas por RT-PCR
para el virus de la COVID-19 (comunicación de Jero-
me Chin en el Neuroinfectious Group of the AAN). La
sociedad inglesa de encefalitis anunció en su página
web el caso de un varón de 56 años con COVID-19 al
que se le detectó el virus en el LCR mediante RT-PCR.
El paciente evolucionó favorablemente, pero no hay
otros datos clínicos. En nuestra propia experiencia,
hemos analizado 3 LCR de pacientes con COVID-19 y
manifestaciones neurológicas, y en todos los casos el
LCR fue analíticamente normal y la RT-PCR para el vi-
rus negativa. Con fecha de 25 de marzo de 2020, se ha
descrito en formato previo a su publicación el caso de
una paciente de 24 años, japonesa, que presentó una
pérdida de consciencia seguida de crisis epilépticas
en el 9º día de un cuadro febril10. Tenía evidencia de
afectación pulmonar en la TC torácica y en la RM cra-
neal se observó una pequeña hiperintensidad en la re-
gión temporal mesial derecha (DWI y FLAIR). Presen-
taba rigidez de nuca y la punción lumbar mostró un
LCR a presión (>320 mm H20) y una leve pleocitosis de
12 células mononucleares/μL. La RT-PCR para SARS-
CoV-2, negativa en la muestra nasofaríngea, fue posi-
tiva en el LCR. Se trata del primer y único caso por el
momento de meningoencefalitis en el contexto de una
infección por SARS-CoV-2. Queda por aclarar si la ima-
gen de la RM fue secundaria a la infección o a las cri-
sis epilépticas que presentó la paciente.
Con fecha de 31 de marzo del 2020, se ha comunica-
do una encefalitis necrotizante con afectación talá-
mica bilateral en una paciente en la sexta década de
la vida con clínica respiratoria de 3 días y frotis naso-
faríngeo positivo para SARS-CoV-2. No hay datos del
LCR y no se hizo RT-PCR en el mismo. Sugieren que
la complicación puede estar en relación con la tor-
menta de citocinas que ocurre en muchos casos de
COVID-19. Se ha comunicado como un caso presun-
tamente asociado a COVID-1911.
El 15 de abril de 2020 se publicó una carta al di-
rector con datos de manifestaciones neurológicas
Es preciso mencionar que la anosmia no es espe-
cíca de esta infección. En una serie de 143 pa-
cientes consecutivos con alteraciones del olfato,
87 de ellos habían tenido una infección previa de
tipo gripal, cuadro conocido en inglés como hypo-
geusia-hyposmia post-influenza-like, con una inci-
dencia estimada en Estados Unidos de 1 por cada
400 habitantes7. Su aparición en tiempos de pande-
mia es lo que puede orientar al diagnóstico de CO-
VID-19, sin olvidar que coincide con época de al-
ta tasa de gripe. Un estudio muy reciente y aún no
publicado informa de que las neuronas olfatorias
no expresan el gen de ACE2 (el receptor del virus),
mientras que las células mucosas del epitelio olfa-
torio y respiratorio sí lo hacen, lo que puede tener
un papel patogénico en la anosmia por COVID-198.
No sería, por tanto, una anosmia neurosensorial, si-
no que se afectarían las células estromales de sus-
tento de la mucosa olfatoria, cuya lesión alteraría el
entorno de las terminaciones nerviosas y su normal
funcionamiento.
Una reciente serie de 214 pacientes ingresados en
3 hospitales de Wuhan con COVID-19 confirmado
informa de alteraciones neurológicas en el 36,8%
de los pacientes, que dividen en tres categorías:
a.- síntomas del sistema nervioso central (cefalea,
mareo, alteración de la consciencia, ataxia, ictus, y
epilepsia); b.- afectación del sistema nervioso pe-
riférico (hipogeusia, hiposmia, síntomas visuales,
neuralgias); y c.- síntomas musculoesqueléticos.
Los síntomas neurológicos fueron más frecuentes
en los pacientes con enfermedad grave en compa-
ración con aquellos con sintomatología leve4.
Se ha comunicado en medRxiv (plataforma con tra-
bajos en preprint, todavía no revisados por pares ni
publicados) el caso de un paciente de 66 años con
paraparesia fláccida con nivel sensitivo T-10 e in-
continencia esfinteriana tras 5 días con fiebre ele-
vada (39 ºC) y RT-PCR positiva para SARS-CoV-29.
Fue trasladado a la UCI con evidencia de neumonía
viral. Se le trató con ganciclovir, lopinavir/ritonavir,
moxifloxacino, dexametasona e inmunoglobulinas
humanas intravenosas. El diagnóstico final, clíni-
co, pues no se realizó RM medular ni estudio del
LCR, fue mielitis aguda postinfecciosa en el seno
de COVID-19.
- 42 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
EXPERIENCIA PRELIMINAR EN ITALIA
En una comunicación a Neurology Today, un grupo de
neurólogos italianos advierte sobre la posibilidad de
encontrar cuadros neurológicos poco denidos en pa-
cientes con COVID-1913. Su experiencia, con más de
80.000 contagios en su país en el momento del repor-
te, es que se observa un aumento del número de ic-
tus, quizá en relación con trastornos de la coagulación
en el seno de la infección viral. Además, el Dr. Pezzini,
de Brescia, comenta que, en una unidad de 18 camas
de Neurología para pacientes con COVID-19, han ob-
servado crisis, delirios y síndromes no especícos que
pueden parecerse a encefalitis, aunque sin conrma-
ción. La relación causal con la infección (primaria o se-
cundaria) queda por esclarecer. El Dr. Padovani, tam-
bién de Brescia, sugiere que las manifestaciones más
frecuentes esperables en estos pacientes serán cefa-
leas, confusión, alteraciones del gusto y olfato, mial-
gias y debilidad. Tal como se ha mencionado, muchos
de estos síntomas pueden estar provocados por la in-
fección sistémica, sin relación directa con el virus.
EVIDENCIAS ANATOMOPATOLÓGICAS Y
EXPERIMENTALES DE AFECTACIÓN NEUROLÓGICA
Tal como se recoge en el capítulo anterior, la infec-
ción del sistema nervioso por el SARS-CoV 2002 se
observó a nivel anatomopatológico en algunos cere-
bros de pacientes y de animales de experimentación,
con presencia de partículas virales en tálamo y tron-
co cerebral de estos últimos14. No existen datos ex-
perimentales ni de anatomía patológica en el SARS-
CoV-2 en el momento de escribir este capítulo, por lo
que se presentan las evidencias del SARS-CoV y del
MERS. La similitud entre estos virus lleva a pensar
que pueden compartir mecanismos similares.
Modelo en animales de experimentación
Algunos estudios antiguos ya habían descrito una
anidad de determinados coronavirus (MHV-A59)
por los ganglios de la base en el ratón, lo que llevó
a estudiar y encontrar anticuerpos frente a este co-
ronavirus en pacientes con enfermedad de Parkin-
son15. Sin embargo, por el momento no se han comu-
nicado pacientes con movimientos anormales.
En un reciente modelo de ratón transgénico que ex-
presa el receptor del virus del MERS (DDP4), los rato-
nes inoculados vía intranasal desarrollaban una infec-
en una serie de 58 pacientes ingresados en UCI por
síndrome de distrés respiratorio agudo debido a CO-
VID-19, con conrmación por RT-PCR en todos los
casos. Se observaron síntomas o signos neuroló-
gicos en el 84%, con la siguiente distribución: con-
fusión (26/40, 65%), agitación (40/58, 69%), signos
del tracto corticoespinal (39/58, 67%) y síndrome di-
sejecutivo (14/39, 36%). En la RM craneal se obser-
vó realce leptomeníngeo (8/13), alteraciones de la
perfusión (11/11) e ictus isquémico (3/13). El LCR
se analizó en 7 pacientes, con RT-PCR para SARS-
CoV-2 negativa en todos los casos39.
En las últimas semanas se han publicado algunos
casos aislados y pequeñas series de síndrome de
Guillain-Barré o variantes. El primer caso corres-
ponde a una paciente de 61 años procedente de
Wuhan, sin síntomas generales, pero con RT-PCR
nasofaríngea positiva. El LCR mostró disociación
albuminocitológica y no se hizo RT-PCR. La rela-
ción causal no quedó establecida y los autores ar-
guyen un perfil parainfeccioso más que postinfec-
cioso12. El siguiente caso corresponde a un varón
iraní de 65 años. Dos semanas antes de la hospi-
talización tuvo un cuadro de tos y fiebre. La RT-
PCR en muestra nasofaríngea fue positiva, y la TC
torácica característica. El patrón neurofisiológi-
co fue axonal. No se realizó estudio del LCR por-
que el paciente no dio su consentimiento. Los au-
tores comentan que no se sabe si en la COVID-19
se producen anticuerpos contra gangliósidos es-
pecíficos40. Los siguientes dos casos son españo-
les. El primero corresponde a un varón de 50 años
que tuvo anosmia, ageusia, oftalmoparesia, ataxia,
arreflexia, disociación albuminocitológica y anti-
cuerpos IgG anti-GD1b positivos (síndrome de Mi-
ller-Fisher). El segundo caso fue un varón de 39
años con ageusia, parálisis de ambos nervios ab-
ducens, arreflexia y disociación albuminocitológi-
ca (polineuritis craneal). La RT-PCR fue positiva en
muestra orofaríngea y negativa en el LCR de am-
bos casos41. Finalmente, se dispone de datos de
una serie italiana con cinco casos de síndrome
de Guillain-Barré. Los anticuerpos antigangliósido
fueron negativos en los tres pacientes en que se
analizaron. Tres tuvieron un fenotipo axonal y dos
desmielinizante. La RT-PCR en LCR fue negativa en
todos los casos42.
- 43 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
cuencias genómicas del virus mediante hibridación
in situ en neuronas cerebrales del hipotálamo y del
rtex cerebral, además de en otros órganos afec-
tos por la infección, aunque el epitelio pulmonar fue
el tejido más afectado por el virus22.
En el estudio necrópsico de un paciente, el culti-
vo de tejido cerebral mostró la presencia de un vi-
rus encapsulado consistente con coronavirus me-
diante microscopía electrónica de transmisión, y la
RT-PCR de dicho cultivo fue positiva para el virus
SARS-CoV23.
Tal como se ha comentado en el capítulo 4 de es-
ta obra, se está a la espera de la publicación de al
menos 50 autopsias de casos COVID-19 del Hos-
pital Policlínico de Milán, pues se incluyó la obten-
ción de muestras cerebrales y de mucosa olfatoria
en algún caso.
HALLAZGOS DEL REGISTRO DE LA
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NEUROLOGÍA
El 17 de marzo de 2020, la Sociedad Española de
Neurología puso en marcha un registro para noti-
car manifestaciones y complicaciones neurológi-
cas en pacientes con infección por el virus SARS-
CoV-2 (COVID-19). El objetivo principal inmediato
de este registro es aportar información al neurólo-
go clínico que le ayude a sospechar la posibilidad de
una infección por SARS-CoV-2 en escenarios de de-
but menos habituales que el respiratorio.
Hasta el 12 de abril se han recibido datos de 103 ca-
sos pertenecientes a 12 Comunidades Autónomas.
Se han analizado los 92 casos que tienen datos
completos, noticándose 131 eventos neurológi-
cos correspondientes a 16 categorías de síndromes
neurológicos. Un 60% de los casos son hombres. La
edad media es de 62,5 años (29-88).
La manifestación neurológica más frecuente es,
hasta la fecha, el síndrome confusional o encefa-
lopatía leve-moderada (28,3%), seguido del infarto
cerebral (22,8%), la anosmia/hiposmia (19,6%) y la
cefalea (14,1%). En 7 casos (7,6%) se noticó una
encefalopatía grave o coma. Se han noticado 11
casos de crisis epilépticas (12%), 4 de ellos (4,3%)
con estatus y 6 de ellos sin antecedentes de cri-
ción letal con elevada carga viral en pulmones (a los
2 días) y cerebro (a los 6 días). La afectación cerebral
era más marcada en tálamo y tronco del encéfalo16.
En un modelo de ratón transgénico que expresa el re-
ceptor humano del SARS-CoV (ECA2), el animal de-
sarrolla una infección letal tras la inoculación de una
cepa humana del virus SARS-CoV por vía intranasal.
La infección comienza en el epitelio de la vía aérea
con afectación posterior del alveolo y diseminación
al cerebro. La infección se acompaña de expresión
incrementada de citoquinas inflamatorias en el pul-
món y el cerebro, constituyendo un interesante mo-
delo para el estudio de la enfermedad humana17.
Empleando el mismo modelo, los autores de otro es-
tudio demuestran que el virus SARS-CoV parece pe-
netrar a través del bulbo olfatorio (el área más pre-
cozmente infectada) y se extiende a áreas cerebrales
relacionadas (corteza piriforme e infralímbica, gan-
glios basales y rafe medio mesencefálico). Todas es-
tas regiones tienen conexiones de primer o segun-
do orden con el bulbo olfatorio. La distribución del
virus sugiere una diseminación transneuronal tras la
entrada por vía olfatoria, y se propone que la disfun-
ción neuronal, particularmente de las neuronas de
los centros cardiorrespiratorios del bulbo, sea la cau-
sa probable de la muerte del animal, dado que un pe-
queño inóculo viral da lugar a una infección letal a pe-
sar de que la infección pulmonar es escasa18.
Es importante recordar nuevamente que, en humanos,
no se ha demostrado expresión del receptor ACE2 en
el parénquima cerebral, sino solamente en el endote-
lio de sus vasos19. Y a nivel del epitelio olfatorio, no se-
rían las neuronas olfatorias las que expresan el recep-
tor, sino las células estromales de sustento20.
Resultados de autopsias
Utilizando un anticuerpo monoclonal frente a la nu-
cleoproteína del SARS-CoV, el cerebro de varios pa-
cientes fallecidos por la enfermedad mostraba una
tinción moderada en las neuronas cerebrales (el estu-
dio no especica la zona), sin tinción en el cerebelo21.
En un estudio de 18 autopsias de pacientes falle-
cidos por SARS-CoV (8 de ellos conrmados en vi-
da mediante RT-PCR), los autores encontraron se-
- 44 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
sancio (36%), disnea (36%), mialgias (24,4%) y de-
bilidad (22,1%). Los síndromes COVID-19 más fre-
cuentes (≥20% de los casos) fueron: neumonía
(64,3%) y síndrome gripal/catarral leve (39,3%). En
cuanto al diagnóstico de la infección COVID-19,
en el 78,4% de los casos se hizo por test rápido
o RT-PCR y en el 21,6% restante de forma clínica.
La causalidad del síndrome neurológico por el CO-
VID-19 a criterio del neurólogo informante fue la
siguiente: casual/coincidente: 28%; probable: 68%;
cierta: 7%. Se realizó estudio del LCR en 27 pacien-
tes, con RT-PCR de SARS-CoV-2 negativa siempre
que se determinó.
Comentarios en relación con el registro
La cefalea posiblemente se produzca en el contexto
del síndrome gripal. Es casi el único síntoma neuroló-
gico también descrito en las series generales. El he-
cho de que los casos estén reportados por neurólo-
gos puede explicar una mayor frecuencia que en las
series generales.
La encefalopatía puede ser muy frecuente como com-
plicación secundaria en pacientes ancianos con in-
flamación sistémica, trastornos de la coagulación, hi-
poxemia, polifarmacia y otros factores. Aun así, en
algunos casos será necesario descartar una implica-
ción directa del virus.
Las crisis epilépticas probablemente sean, en buena
parte, complicaciones secundarias, y conviene recor-
dar que determinados pacientes pueden presentar
síncopes convulsivos secundarios a la hipoxemia ce-
rebral. Es probable que, como en la gripe A y B, haya
pacientes que presenten crisis en el seno de la infec-
ción sin evidencia de encefalitis.
La incidencia de ictus en la enfermedad COVID-19
queda por determinar, pero parece alta. En un buen
número de casos puede ser una coincidencia, pues
en este contexto epidemiológico y en población de
edad avanzada no es extraño que algunos pacientes
con ictus tengan COVID-19, incluso nosocomial. En
determinados casos, el estado protrombótico-pro-
inflamatorio ocasionado por la infección podría te-
ner un claro papel24. Por otro lado, es necesario tener
cautela antes de diagnosticar un ictus en un pacien-
te con ebre y alteración neurológica en el seno de la
sis. Se destaca la comunicación de 2 casos de en-
cefalitis (2,2%), una bitemporal mesial y otra de ti-
po ADEM (acute disseminated encephalomyelitis),
y de 7 casos (7,6%) de polirradiculoneuropatía. Ade-
más, se registraron dos casos de parálisis aguda
de ambos oculomotores externos y una parálisis
facial bilateral. El resto de la casuística puede con-
sultarse en la Tabla 3.
Los síntomas COVID-19 más frecuentes (≥20% de
los casos) fueron: fiebre (76,7%), tos (54,7%), can-
Síndrome neurológico n (%)
Confusión ligera/moderada 26 (28,3%)
Infarto cerebral 21 (22,8%)
Anosmia/hiposmia 18 (19,6%)
Cefalea 13 (14,1%)
Crisis epilépticas 11 (12%)
Encefalopatía grave/coma 7 (7,6%)
Polirradiculoneuropatía 7 (7,6%)
Estado epiléptico 4 (4,3%)
Ataxia 4 (4,3%)
Hemorragia cerebral 4 (4,3%)
Neuropatía oculomotora 3 (3,3%)
Encefalitis 2 (2,2%)
Rabdomiólisis 2 (2,1%)
Movimientos anormales 1 (1,1%)
Otros síndromes de nervios craneales 1 (1,1%)
Otros 7 (7,6%)
Disautonomía -
Mielopatía -
Neuropatía óptica -
Neuropatía vestibular -
Plexopatía -
Radiculopatía -
Síndrome meníngeo -
Tabla 3. Manifestaciones neurológicas asociadas a la
COVID-19. Registro de manifestaciones/complicaciones
neurológicas en pacientes con infección por el virus SARS-
CoV-2 (COVID-19) de la Sociedad Española de Neurología
a fecha de 12 de abril de 2020. Se han analizado los 92
casos que tienen datos completos, noticándose 131
eventos neurológicos correspondientes a 16 categorías de
síndromes neurológicos. Los porcentajes se han calculado
respecto al número de casos.
- 45 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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pandemia, pues ambos podrían corresponder a sín-
tomas de COVID-19.
La encefalitis de tipo ADEM podría corresponder a un
mecanismo postinfeccioso, y la límbica podría tener
relación con el virus SARS-CoV-2 de manera similar
a la descrita con el virus HHV-6A25. Habría que cono-
cer el resultado de la RT-PCR en LCR, el estado de in-
munidad de estos pacientes, así como su evolución.
Finalmente, los dos casos con parálisis aguda de los
oculomotores externos podrían representar un sín-
drome de Miller-Fisher-like postinfeccioso o ser una
mera coincidencia. Sin embargo, los 7 casos de po-
lirradiculoneuropatía reportados hasta la fecha en el
registro de la SEN hacen que la primera posibilidad
cobre fuerza.
CONCLUSIONES
La frecuencia y características de las manifestacio-
nes neurológicas de la enfermedad COVID-19 no es-
tán bien establecidas en el momento actual. Las se-
ries generales de pacientes respiratorios describen
cefalea, mialgias y astenia como las más frecuen-
tes, pero hay un claro sesgo de reporte. La anosmia
aguda en el contexto de la pandemia parece ser un
indicador de la infección. La encefalopatía, las crisis
epilépticas y los ictus aparecen con frecuencia cre-
ciente en los diferentes registros, incluido el de la
SEN, y se piensa que generalmente se trata de ma-
nifestaciones secundarias a la infección sistémica,
pero este punto debe aclararse en el futuro cerca-
no. La encefalitis viral clásica parece muy poco fre-
cuente. Se han descrito casos aislados de polirradi-
culopatía y otras manifestaciones cuya frecuencia
real está por denir. Finalmente, procede recordar
que los pacientes neurológicos siguen presentan-
do las enfermedades habituales, que estas pueden
malinterpretarse en el seno de una COVID-19 o que-
dar enmascaradas por la misma.
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Diagnóstico de la infección y la
neuroinfección por SARS-CoV-2
CAPÍTULO 7
Cristina Díez Romero
María Teresa Aldámiz-Echevarría Lois
Pilar Catalán Alonso
Pilar Miralles Martín
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN
POR SARS-CoV-2
INTRODUCCIÓN
Desde la década de 1960 se sabe que algunos coro-
navirus pueden afectar al ser humano. Algunas cepas
como HCoV-OC43, HCoV-HKU1, HCoV-229E y HCoV-
NL63 son responsables de infecciones que cursan
habitualmente como cuadros respiratorios leves con
patrón estacional. En los últimos años se han identi-
cado dos nuevas especies con capacidad infectiva
en humanos y, a diferencia de las conocidas, con po-
tencial agresividad: el virus SARS-CoV en 2002-2003
productor del Síndrome Respiratorio Agudo Grave
(SARS)1 y el MERS-CoV en 2012, productor del Síndro-
me Respiratorio de Oriente Próximo (MERS)2.
El 31 de diciembre de 2019 se comunicaron en Chi-
na varios casos de neumonía de etiología descono-
cida. Identicado al poco el agente causal, se trata-
ba de un nuevo coronavirus que ha sido denominado
SARS-CoV-2. Este virus causa diversas manifesta-
ciones clínicas englobadas bajo el término COVID-19,
que incluyen cuadros respiratorios que varían desde
el resfriado común hasta neumonías graves con sín-
drome de distrés respiratorio, shock séptico y fallo
multiorgánico. Los cuadros graves están especial-
mente asociados a edad avanzada y comorbilidades
tales como diabetes e hipertensión arterial, así como
a estados de inmunodepresión3-5. Progresivamente
se van describiendo otras manifestaciones clínicas
diferentes de las respiratorias, como las neurológi-
cas, objeto general de esta obra.
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
La infección por SARS-CoV-2 puede manifestarse
con distintos cuadros clínicos de diferente gravedad
(Tabla 1). Por ello, ante un caso sospechoso de CO-
VID-19, es preciso clasicar la gravedad de la infección
en el paciente6. Un ejemplo de escala a utilizar para es-
ta clasicación es la que se muestra en la Tabla 2, aun-
que puede armarse que estas escalas nunca sustitui-
rán al juicio del clínico. En esta labor de estraticación
de la gravedad y por ende de riesgo de mala evolución,
es esencial prestar especial atención a la presencia de
insuciencia respiratoria (SaO2 < 90% con aire ambien-
te) y/o la mecánica ventilatoria (frecuencia respiratoria
30/min, utilización de musculatura accesoria, etc.).
Además, se recogerán en la anamnesis las comorbi-
lidades del paciente, con especial mención a aque-
llas que pueden impactar en la evolución de la enfer-
medad7. La identicación temprana de aquellos casos
con manifestaciones graves permite la rápida instau-
ración de tratamientos de apoyo y el ingreso o deriva-
ción a las unidades de cuidados intensivos8.
Pruebas complementarias
En caso de cuadro clínico banal y ante la sospecha
de una infección no complicada, si el paciente no pre-
senta alteraciones en los signos vitales, no precisa,
inicialmente, de pruebas complementarias. En pre-
sencia de clínica respiratoria sí es conveniente rea-
lizar una prueba de imagen torácica (radiografía o
TC-torácico) para descartar afectación pulmonar.
En caso de neumonía las recomendaciones son las
siguientes:
Realización de cultivos de muestras de vías res-
piratorias que ayuden a descartar otras causas
de infección, coinfección o sobreinfección, co-
mo PCR para virus respiratorios comunes (in-
cluida la gripe) o cultivos bacterianos y/o fúngi-
cos. En áreas epidemiológicas con alta densidad
de nuevos casos o en caso de contacto directo
con algún infectado, si además el cuadro clínico
y la afectación radiológica resultan compatibles,
pueden obviarse estos estudios.
CAPÍTULO 7
Diagnóstico de la infección y
la neuroinfección por SARS-CoV-2
Cristina Díez Romero, María Teresa Aldámiz-Echevarría Lois, Pilar Catalán Alonso, Pilar Miralles Martín
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
pecha insuciencia respiratoria, gasometría ar-
terial y lactato.
Si al paciente es preciso realizarle una radiogra-
fía de tórax, se aconseja el uso de un aparato
portátil para evitar traslados. El aparato deberá
estar protegido por plásticos desechables y la-
vado posteriormente con una solución de hipo-
clorito de sodio al 1% o del desinfectante apro-
bado para supercies en cada centro.
La indicación de TAC torácico debe individualizarse.
Descartar otras posibles infecciones subyacen-
tes como VIH, hepatitis, HTLV, etc.
Valoración analítica completa que permita eva-
luar la posible disfunción de otros órganos, la
presencia de sepsis secundaria y, particular-
mente, la instauración de una respuesta infla-
matoria asociada al virus: hemograma y he-
mostasia que incluya dímero-D, bioquímica con
función renal, hepática, ferritina y, si se dispone
en el centro, niveles de IL-6. Si además se sos-
Nivel de gravedad Descripción
Enfermedad no complicada Cursa con síntomas locales en vías respiratorias altas y puede cursar con síntomas
inespecíficos como fiebre, dolor muscular o síntomas atípicos en ancianos
Neumonía leve Confirmada con radiografía de tórax y sin signos de gravedad. SaO2 aire ambiente >90%.
CURB65 ≤1
Neumonía grave Fallo de ≥1 órgano o SaO2 aire ambiente <90% O frecuencia respiratoria ≥30/min
Distrés respiratorio Hallazgos clínicos, radiográficos infiltrados bilaterales + déficit de oxigenación:
Leve: 200 mmHg <PaO2/FiO2 ≤300
Moderado: 100 mmHg <PaO2/FiO2 ≤200
Grave: PaO2/FiO2 ≤100 mmHg
Si PaO2 no disponible SaO2/FiO2 ≤315
Sepsis Definida como disfunción orgánica y que puede ser identificada como un cambio agudo
en la escala SOFA >2 puntos
Un quick SOFA (qSOFA) con 2 de las siguientes 3 variables clínicas puede identificar
a pacientes graves: Glasgow 13 o inferior, presión sistólica de 100 mmHg o inferior y
frecuencia respiratoria de 22/min o superior
La insuficiencia orgánica puede manifestarse con las siguientes alteraciones:
Estado confusional agudo
Insuficiencia respiratoria
Reducción en el volumen de diuresis
Taquicardia
Coagulopatía
Acidosis metabólica
Elevación del lactato
Shock séptico Hipotensión arterial que persiste tras volumen de resucitación y que requiere
vasopresores para mantener PAM ≥65 mmHg y lactato ≥2mmol/L (18 mg/dL) en
ausencia de hipovolemia
Tabla 1. Niveles de gravedad de las infecciones respiratorias y sus deniciones6.
- 50 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Es más sensible y especíca que los otros méto-
dos hasta ahora disponibles.
Los laboratorios de microbiología clínica dispo-
nen de la infraestructura necesaria para su rea-
lización.
La OMS recomendó que se realizara la detección
por RT-PCR de dos o más genes del SARS-CoV-2
para aumentar la sensibilidad y la especificidad
del diagnóstico. De esta manera, un caso se con-
sideraría como positivo cuando detectara dos ge-
nes distintos del virus, y probable cuando solo se
detectara uno. En caso de realizarse la detección
de los dos genes de forma secuencial, si hubiere
escasez de reactivos y con objeto de aumentar la
rapidez diagnóstica y teniendo en cuenta la ele-
vada carga de enfermedad del proceso en nues-
tro medio, se debería hacer la prueba confirma-
toria solo cuando la situación clínica lo requiera
o los resultados del primer estudio fuesen dudo-
sos. En caso de alta sospecha clínica y un resul-
tado negativo por RT-PCR, se recomienda repetir
la prueba de otro exudado nasofaríngeo y, si es
posible, obtener una muestra del tracto respira-
torio inferior.
Los falsos positivos de la RT-PCR se evitan con per-
sonal experimentado en técnicas moleculares. El
procedimiento consta de tres partes. En primer lu-
gar, la inactivación del virus en campana de flujo la-
minar. A continuación, la extracción del ARN y nal-
mente la amplicación del genoma viral. Lo ideal es
que estos dos últimos procesos estén automatiza-
dos para disminuir errores y aumentar la rapidez
diagnóstica. Ya se dispone de sistemas rápidos de
RT-PCR (menos de una hora) que permiten un diag-
nóstico rápido y able.
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
Este apartado está basado directamente en las re-
comendaciones institucionales que hace la SEIMC
(Sociedad Española de Enfermedades Infeccio-
sas y Microbiología Clínica) al respecto en su Do-
cumento de posicionamiento sobre el diagnósti-
co microbiólogo de COVID-19, de 25 de marzo de
20209. Los ensayos microbiológicos más utiliza-
dos actualmente son:
Pruebas basadas en la detección de ácidos nu-
cleicos.
Pruebas basadas en la detección de antígeno viral.
Pruebas basadas en la detección de anticuerpos
IgM y/o IgG.
Detección de ácidos nucleicos
Actualmente es posible detectar el ARN viral de dos
formas: reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR)
y detección de ARN por amplicación isotérmica.
RT-PCR
La detección del ARN del SARS-CoV-2 en la muestra
del paciente por RT-PCR es la técnica más útil para
el diagnóstico de este proceso. Debe considerarse el
procedimiento de elección y de referencia por los si-
guientes motivos:
Detecta la presencia del virus en muestras na-
sofaríngeas desde los primeros momentos de
la infección. También pueden utilizarse otras
muestras del tracto respiratorio inferior, como el
aspirado endotraqueal, el broncoaspirado y el la-
vado broncoalveolar.
Permite estudiar a un gran número de pacien-
tes por la posible automatización de los proce-
dimientos.
Tabla 2. Sistema de puntuación CURB-65 para la neumonía comunitaria.
Parámetro Descripción Puntos
CConfusión/desorientación 1
UUrea (BUN ≥ 20 mg/dL) 1
RFrecuencia respiratoria (Respiratory rate) ≥ 30/min 1
BTension arterial (Blood pressure) (TAS < 90 o TAD < 60 mmHg) 1
65 Edad ≥ 65 años 1
- 51 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
se con sangre total, incluso con punción capilar y con
suero. Las desventajas son una sensibilidad y espe-
cicidad peores que las otras técnicas diagnósticas.
En caso de negatividad en un paciente con sospecha
clínica de infección reciente o pasada, habría que de-
terminar la presencia de anticuerpos con otras técni-
cas serológicas.
ELISA y CLIA
Los ELISA y CLIA son técnicas habituales en los la-
boratorios de serología. Cada día aparecen nuevos
test aprobados por las autoridades europeas y ame-
ricanas para la detección de anticuerpos totales, IgG
e IgM frente al SARS-CoV-2 con estas tecnologías.
Estos test tienen mayor sensibilidad y especicidad
que las técnicas rápidas. Suelen ser técnicas muy
automatizadas, pero que requieren de personal cuali-
cado para su realización, además de equipos técni-
cos adecuados. El tiempo en la obtención del resulta-
do también es mayor que con los test rápidos.
• Ventajas. Podrían complementar a los estudios
de RT-PCR cuando estos son negativos en los
pacientes con clínica de COVID-19, o debido a
que por el curso de la enfermedad ya no exis-
te carga viral apreciable en las muestras de vías
respiratorias superiores y resulta un riesgo obte-
ner muestras del tracto respiratorio inferior.
• Desventajas. La dinámica de respuesta IgM e
IgG es incierta y variable en el curso de la enfer-
medad, lo que hace que un resultado negativo
de IgM e IgG no excluya que el paciente esté in-
fectado por SARS-CoV-2, especialmente en pa-
cientes inmunodeprimidos.
APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS CITADAS
Actualmente, la RT-PCR sigue siendo la prueba de
elección en el diagnóstico de la infección aguda por
SARS-CoV-2. La detección de ARN o de antígeno del
virus en muestras respiratorias proporciona un diag-
nóstico especíco en la fase inicial de la enfermedad.
No obstante, queda por dilucidar el papel que debe
tener la detección de antígeno en ausencia de una
prueba comercial de elevada sensibilidad. Un aspec-
to importante a tener en cuenta es la buena obten-
ción de la muestra nasofaríngea, pues de ello depen-
de el diagnóstico microbiológico correcto.
Amplificación isotérmica de ácidos nucleicos
La FDA acaba de aprobar el test ID NOWTM COVID-19.
Permite obtener un resultado positivo en 5 minutos
y negativo en 13. Se trata de una tecnología de de-
tección de ácidos nucleicos ampliamente utilizada
en nuestro medio en epidemias de influenza/VRS. La
sensibilidad con influenza es menor que una RT-PCR,
pero la rapidez en la obtención de resultados la hace
una técnica muy utilizada en los ámbitos de atención
clínica. Pronto se utilizará en España y se podrá eva-
luar su sensibilidad y especicidad.
Detección de antígenos
Los antígenos son componentes del virus, generalmen-
te proteínas, y suelen detectarse en los primeros días
de la infección cuando el virus se está replicando en la
nasofaringe. Hay pocos estudios publicados que de-
muestren la sensibilidad y especicidad de la detección
de antígeno de SARS-CoV-2 en frotis nasofaríngeo10.
Hasta la fecha, los test de detección de antígeno pro-
bados en nuestro medio no han aportado una sensibili-
dad adecuada para su uso rutinario. Probablemente, en
poco tiempo se dispondrá de mejores test que puedan
ofrecer un diagnóstico más rápido y sensible.
Detección de anticuerpos
La detección de anticuerpos IgG e IgM generados
frente al SARS-CoV-2 está adquiriendo cada vez más
interés tanto en el diagnóstico de la enfermedad co-
mo en estudios epidemiológicos en la población ge-
neral. Los trabajos realizados indican que, al igual
que en otras infecciones virales, las IgM pueden ser
detectadas a partir del séptimo día de la infección y
las IgG a las dos semanas (Figura 1)11-14. Aunque se
dispone de pocas publicaciones, tanto la OMS co-
mo la FDA abogan por su utilización en el diagnósti-
co microbiológico de la COVID-19. Se dispone ya de
tres tipos de técnicas para la realización de anticuer-
pos: inmunocromatografía (lateral-flow), ELISA (en-
zimoinmunoensayo) y CLIA (quimioluminiscencia).
Inmunocromatografía
Las inmunocromatografías son los denominados
test serológicos rápidos y tienen grandes ventajas.
Pueden hacerse en cualquier lugar, ya que no se ne-
cesita personal cualicado ni requiere de maquinaria
especial para su realización e interpretación. El resul-
tado se obtiene en pocos minutos. Pueden realizar-
- 52 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Las técnicas serológicas rápidas pueden ser muy
útiles en lugares donde no se disponga de un labo-
ratorio de Microbiología ni de personal cualicado,
como residencias de ancianos o en Atención Prima-
ria. Las técnicas de ELISA y CLIA, por su mayor sen-
sibilidad y especicidad, van a ser las determina-
ciones de referencia que aporten información en el
diagnóstico de infección reciente y pasada.
TRANSPORTE DE MUESTRAS
El transporte de las muestras respiratorias, así co-
mo el de las muestras para analíticas de rutina (he-
mograma, bioquímica, orina, etc.), se realizará de la
forma habitual, aplicando las precauciones estándar.
Dado que en el transporte se pueden producir gol-
pes o derramamientos, todas las muestras clínicas
que se envíen fuera del hospital deberán ser tratadas
como potencialmente infecciosas y se considerarán
de categoría B, debiendo ser transportadas en triple
Entre las pruebas serológicas, la detección de
IgM/IgG tiene insuficiente sensibilidad y especifi-
cidad para ser utilizada como prueba diagnóstica
en la fase aguda. La dinámica de respuesta IgM
e IgG es incierta y variable en el curso de la en-
fermedad, especialmente en sus fases precoces,
y una negatividad con alta sospecha clínica debe
confirmarse con RT-PCR. Se han propuesto diver-
sos esquemas que facilitan la interpretación de
los resultados (Figura 1).
Las técnicas de detección de anticuerpos tienen
además otro papel: poder detectar anticuerpos en
la población que ya ha superado la enfermedad y,
por tanto, detectar personas supuestamente inmu-
nes, pacientes recuperados a los que se les puede
extraer plasma para tratamiento de nuevos casos,
estudios de seroprevalencia y estudios de respues-
ta vacunal, cuando existan estas vacunas.
Figura 1. Interpretación serológica a lo largo de las fases de la enfermedad. En caso de recidiva se observaría el mismo patrón
que en la “fase posterior”. Esta interpretación serológica es la más probable, pero existe mucha variabilidad dependiendo
del paciente y de su situación clínica, debiéndose, en caso de duda, consultar con un microbiólogo y/o especialista en
Enfermedades Infecciosas. Figura creada con BioRender.
- 53 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
deberían ser también adecuadas para su realización
en LCR. Debería también hacerse detección de an-
ticuerpos intratecales. Si se obtuviesen biopsias, se
realizaría la RT-PCR en el mismo tejido, además de
estudios inmunohistoquímicos. Finalmente, sería
conveniente el almacenamiento de muestras (LRC,
suero e incluso tejido) para estudios posteriores a n
de constituir una base sólida de conocimiento.
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actuación frente a casos de infección por el nuevo
coronavirus (SARS-CoV-2)12. Las muestras respira-
torias deben trasladarse siempre cumpliendo la nor-
mativa, aunque sea dentro del hospital.
DIAGNÓSTICO DE LA NEUROINFECCIÓN
POR SARS-CoV-2
INTRODUCCIÓN
Ante un paciente con alta sospecha o conrmación
de COVID-19 que presente clínica neurológica aso-
ciada debe realizarse una exploración neurológica
completa, además de aquellas pruebas complemen-
tarias indicadas en función de la clínica del paciente.
Cuando se considere necesario descartar una neuro-
infección, se realizará un análisis de LCR que incluya
un estudio de la producción de inmunoglobulinas en
suero y LCR, marcadores de inflamación si estuvie-
ran disponibles y pruebas microbiológicas.
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO
El proceso diagnóstico ante un cuadro clínico res-
piratorio está bien denido, con RT-PCR en mues-
tra nasofaríngea o del tracto respiratorio inferior.
No pasa lo mismo cuando hay una afectación neu-
rológica que exige descartar una neuroinvasión, co-
mo por ejemplo una encefalitis. En estos casos, el
estudio microbiológico que demuestre o descarte la
infección por SARS-CoV-2, sin olvidar los virus más
habituales como el herpes, es obligatorio. Se cono-
ce que otros coronavirus, tanto en humanos como
en animales, pueden afectar directamente al siste-
ma nervioso central, habiéndose detectado el virus
en LCR15-18, en biopsias, y pudiéndose demostrar la
producción intratecal de anticuerpos19. Similares es-
trategias deben emprenderse en caso de COVID-19
cuando la sospecha de neuroinfección así lo exija.
Deberían obtenerse sueros de fase aguda y conva-
leciente para estudios serológicos cuando se dis-
ponga de técnicas sensibles. El LCR debe estudiarse
desde diversos ámbitos. En lo que respecta al labora-
torio de virología, se realizaría una PCR multiplex pa-
ra descartar patógenos frecuentes y también una RT-
PCR de SARS-CoV-2. En principio, las técnicas PCR
actualmente utilizadas en muestras nasofaríngeas
- 54 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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Manejo de las complicaciones
neurológicas asociadas a la
infección por SARS-CoV-2
CAPÍTULO 8
Santiago Trillo
María Elena Erro
- 56 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN
Dada la fase en que nos encontramos sobre el cono-
cimiento de este nuevo virus, existe un elevado grado
de incertidumbre a la hora de poder establecer rela-
ciones de causalidad en los distintos procesos neu-
rológicos que pueden aparecer en los pacientes con
infección por SARS-CoV-2. No obstante, es razonable
pensar que muchos de estos procesos serán conse-
cuencia de la situación general del paciente, bien de-
rivados de su gravedad clínica y situación sistémica,
bien de los tratamientos empleados frente al virus.
Muchas de las manifestaciones neurológicas cuya
aparición puede esperarse en pacientes con COVID-19
se han discutido en los capítulos correspondientes. Si
bien el registro COVID-19 de la Sociedad Española de
Neurología apenas lleva 1 mes en marcha y la biblio-
grafía al respecto es obviamente escasa, el abanico
de síntomas y manifestaciones neurológicas de la CO-
VID-19 es cada vez más amplio y nítido. Este capítulo
desarrolla algunos de los grandes síndromes que des-
tacan por su frecuencia y gravedad, sin olvidar los po-
tenciales efectos adversos neurológicos de los fárma-
cos que se utilizan a fecha de hoy para el tratamiento
de la infección por SARS-CoV-2.
CRISIS EPILÉPTICAS
Que se sepa, la epilepsia no implica un mayor riesgo
de presentar una enfermedad COVID-19 más grave.
Tampoco se ha identicado que exista un aumento
del riesgo de empeoramiento de las crisis epilépticas
por efecto primario de la infección por el virus.
En el registro de manifestaciones/complicaciones
neurológicas en pacientes con infección por el virus
SARS-CoV-2 de la Sociedad Española de Neurología
ya se han recogido varios casos de crisis epilépticas
en pacientes sin antecedentes de epilepsia, confor-
mándose una posibilidad sindrómica a vigilar de cer-
ca y denir mejor en el futuro. La ebre podría favo-
recer la aparición de crisis epilépticas en pacientes
COVID-19 y algún factor predisponente previo. La hi-
poxia y las alteraciones hidroelectrolíticas o metabóli-
cas en un contexto de fallo multiorgánico podrían ser
también causa de encefalopatía y crisis epilépticas.
Pese a que en el momento actual apenas hay repor-
tes, debe considerarse la posibilidad de una encefali-
tis asociada a la infección por SARS-CoV-2 en pacien-
tes infectados que sufran crisis epilépticas, siempre y
cuando el contexto clínico lo haga plausible y no exis-
tan otras causas1. De manera similar a otros virus con
capacidad de invadir el sistema nervioso, como el vi-
rus herpes o los enterovirus, los virus respiratorios tie-
nen potencial de causar encefalitis, bien en pacientes
inmunodeprimidos produciendo daño neuronal direc-
to, bien en forma de encefalitis inflamatoria postinfec-
ciosa de base autoinmune en individuos susceptibles.
Los medicamentos utilizados en el tratamiento de la
COVID-19 presentan un riesgo elevado de potencia-
les interacciones con antiepilépticos, dada la tenden-
cia de estos últimos a interaccionar con otros me-
dicamentos por su capacidad inductora e inhibidora
del metabolismo. Por ello, es vital revisar sus interac-
ciones a la hora de añadir o ajustar el tratamiento
con un antiepiléptico.
Los siguientes antiepilépticos podrían presentar un es-
caso riesgo de interacciones en pacientes con infec-
ción por este virus: pregabalina, gabapentina, topira-
mato, zonisamida, levetiracetam y lacosamida. Con
lacosamida es preciso monitorizar el intervalo QT, ya
que varios de los medicamentos utilizados como tra-
tamiento de la infección vírica también tienen riesgo de
alargamiento del QT. El tratamiento con ácido valproi-
co solamente tendría interacción con lopinavir/ritona-
vir, aumentando la exposición a dicho fármaco2.
CAPÍTULO 8
Manejo de las complicaciones neurológicas
asociadas a la infección por SARS-CoV-2
Santiago Trillo, María Elena Erro
- 57 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
cumentado de peor evolución precoz atribuible a la
infección. Respecto a la atención de los pacientes
con COVID-19 candidatos a trombectomía, cabe ha-
cer las siguientes consideraciones:
1. El personal que va a realizar el procedimiento
de revascularización debe extremar las precau-
ciones con el uso de equipos de protección indi-
vidual para reducir el riesgo de transmisión de
la infección por gotas y contacto con secrecio-
nes. Es de vital importancia preavisar al equipo
que va a realizar el procedimiento con la mayor
antelación posible. Dado que las plantillas que
conforman los equipos capacitados para reali-
zar estos procedimientos suelen ser reducidas,
el impacto de la infección en ellas podría poner
en riesgo la atención continuada al ictus, espe-
cialmente en aquellas comunidades con menos
recursos. Tras realizar el procedimiento se pro-
cederá a la adecuada desinfección del material
que no sea desechable y con el que haya podido
estar en contacto el paciente.
2. Dada la situación epidemiológica actual, con
una disponibilidad cada vez menor de respirado-
res y de camas en unidades de cuidados intensi-
vos y reanimación, es necesario reevaluar la in-
dicación de realizar intubación orotraqueal para
el procedimiento de trombectomía, optando por
realizarla con el paciente consciente o con seda-
ción siempre que sea posible.
3. En casos extremos y especialmente en pacien-
tes de edad avanzada, puede ser preciso, se-
gún criterios de justicia distributiva, indicar in-
tubación orotraqueal para el procedimiento de
trombectomía solamente cuando estimemos
que la evolución neurológica tras el procedi-
miento será lo sucientemente buena y rápida
como para poder permitir una extubación pre-
coz. Esta consideración es aplicable tanto a pa-
cientes con ictus y COVID-19 como a pacientes
que no sufran la infección.
Actualmente no existe evidencia cientíca que apo-
ye restringir las indicaciones de tratamiento endo-
vascular, más allá de las internacionalmente reco-
nocidas, en pacientes que no requieran intubación
ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR
La enfermedad cerebrovascular podría ser un factor
de riesgo relevante para sufrir la infección, y especial-
mente para que el curso de esta sea más agresivo,
según lo reflejado en los primeros artículos publica-
dos al respecto3-5. Si esta asociación entre enferme-
dad cerebrovascular y una posible mayor mortalidad
de la infección por SARS-CoV-2 es causal o solamen-
te es producto de un factor de confusión relaciona-
do con el envejecimiento, está por demostrar. En mu-
chos casos, el acceso de los pacientes con síntomas
neurológicos de instauración súbita se ha visto im-
pedido por el colapso de los servicios de emergen-
cias extrahospitalarios y hospitalarios o por el miedo
al contagio, con reticencia a consultar en pacientes
con síntomas de menor gravedad. Por otro lado, se
está observando un posible aumento del riesgo de
ictus como consecuencia del estado proinflamatorio
que se asocia a la COVID-19, de modo que esta po-
sibilidad debe tenerse presente desde el mismo mo-
mento en que se atiende al paciente en la puerta.
El protocolo diagnóstico del ictus en fase aguda po-
dría modicarse durante el periodo de pandemia con
el objeto de aumentar la sensibilidad diagnóstica de
la infección por SARS-CoV-2 en pacientes evaluados
como código ictus. Estudios recientes sugieren una
mayor sensibilidad de la tomografía computadoriza-
da (TC) de tórax en comparación con la RT-PCR en es-
tadios iniciales de la infección6. La ampliación del pro-
tocolo neurovascular del código ictus (TC y angio-TC)
con un estudio de las bases pulmonares sobre la mar-
cha supondría un mínimo aumento de radiación y po-
dría diagnosticar a pacientes con ictus y COVID-19 no
conocida, permitiendo adoptar las protecciones perti-
nentes en el manejo inmediato del paciente.
En los pacientes con ictus y COVID-19, el tratamien-
to con trombólisis intravenosa debe regirse por los mis-
mos criterios que en los pacientes sin la infección. No
obstante, debido a la posibilidad de afectación sistémi-
ca grave con alteraciones plaquetarias y de la coagula-
ción, antes de iniciar el tratamiento trombolítico deben
descartarse dichas alteraciones con especial atención.
La trombectomía mecánica también debe regirse por
los criterios y recomendaciones de las guías nacio-
nales e internacionales, sin que exista un riesgo do-
- 58 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
forma habitual al inicio de la enfermedad, bien porque
sus síntomas y signos quedan en parte enmascarados
dentro del síndrome febril o cuando la sintomatología
respiratoria presenta una mayor gravedad. No obstan-
te, resulta razonable suponer que el SCA sea una com-
plicación frecuente a lo largo de la evolución de esta
enfermedad, máxime teniendo en cuenta la gravedad
de esta y que es bien conocido que afecta de forma
más incisiva a los pacientes más ancianos, que a su
vez son más proclives a sufrir confusión. Por todo ello,
desde la OMS se ha recomendado una especial vigilan-
cia y tratamiento de este síndrome8.
El tratamiento sintomático del SCA se realizará, en
general, con los medicamentos habituales, siendo
preciso en muchos casos reducir la dosis para evi-
tar un efecto depresor del sistema nervioso central
con el uso concomitante de fármacos que se meta-
bolicen vía citocromo P450 y sean inhibidores poten-
tes de la enzima CYP3A4, como lopinavir/ritonavir.
La utilización conjunta de quetiapina con lopinavir/ri-
tonavir está contraindicada por este motivo2.
En algunos protocolos, el fármaco recomenda-
do es tiaprida. Si se usa con otros medicamentos
que puedan alargar el intervalo QT, como hidroxi-
cloroquina o cloroquina, es preciso realizar una
monitorización estrecha de ECG. Se ha publicado
recientemente online una guía sobre el manejo far-
macológico de síntomas psicóticos en personas
mayores que reciben tratamiento antiviral por CO-
VID-19, un documento de gran ayuda a la hora de
escoger fármacos y dosis en este contexto que se
recomienda consultar9.
COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS ATRIBUIBLES
AL TRATAMIENTO DE LA COVID-19
Los efectos secundarios neurológicos de los medica-
mentos empleados en el tratamiento de la infección por
COVID-19 son escasos y se resumen en la Tabla 1. Es
importante recordar el riesgo de empeoramiento de
los síntomas miasténicos con cloroquina, contraindi-
cada en estos pacientes12,16. En relación con hidroxi-
cloroquina, no está contraindicada según su cha
técnica, pero se recomienda administrar con precau-
ción11. El capítulo siguiente, dedicado enteramente al
manejo de neurofármacos en pacientes tratados de
COVID-19, abunda en todos estos aspectos.
orotraqueal. Una restricción de dicho tratamiento
en estos pacientes no contribuiría a una menor so-
brecarga de las UCI, ya que estos pacientes habi-
tualmente no requieren cuidados críticos. Tampo-
co se reduciría la carga global de hospitalización, ya
que dada la gravedad clínica de estos casos la re-
querirían igualmente. Lo que sí que parece eviden-
te es que dicha restricción sí que empeoraría el pro-
nóstico de estos casos.
Recientemente se ha investigado sobre la utilidad del
tratamiento anticoagulante durante la fase subaguda
de la COVID-19, a tenor del estado protrombótico que
presentan algunos casos de infección grave. El trata-
miento con enoxaparina a dosis de 40-60 mg cada 24
horas podría ser efectivo para prevenir eventos trom-
bóticos y reducir la mortalidad en aquellos pacientes
con criterios de coagulopatía inducida por sepsis7. La
identicación de los pacientes que podrían beneciar-
se de un tratamiento anticoagulante, especialmente a
dosis más altas, requiere futuros estudios.
Dada la polimedicación que reciben los pacientes
con COVID-19 y su riesgo de efectos secundarios, es
imprescindible evitar interacciones entre dichos tra-
tamientos y los indicados en la prevención secunda-
ria del ictus, especialmente anticoagulantes, antia-
gregantes y estatinas. En particular, debe evitarse el
uso de estatinas por el riesgo de producir efectos se-
cundarios en combinación con lopinavir/ritonavir, re-
comendándose su discontinuación mientras dure di-
cho tratamiento2.
Finalmente, una estrategia útil para reducir el riesgo
de contagio, especialmente en poblaciones de ries-
go, que ya se ha planteado en algunas Comunidades
Autónomas, es la retirada temporal de la necesidad
de visado de inspección para el tratamiento con an-
ticoagulantes de acción directa. Con ello, se reduci-
rían los contactos y la necesidad de desplazamiento
para realizar controles de INR en los pacientes con -
brilación auricular no valvular que reciben tratamien-
to con antagonistas de la vitamina K.
SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO
El síndrome confusional agudo (SCA) no se ha descrito
como una presentación frecuente de la infección por el
virus SARS-CoV-2, bien sea porque no se produce de
- 59 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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characteristics of 138 hospitalized patients with 2019 novel
Tipo de medicamento Nombre Frecuentes y poco frecuentes Raras
Antipalúdicos Hidroxicloroquina Cefalea, nerviosismo, psicosis,
disminución de agudeza visual
Crisis epilépticas, nistagmo,
retinopatía, ataxia
Cloroquina Cefalea, discromatopsia,
confusión, mareo, hipotonía,
insomnio, nerviosismo,
parestesias, somnolencia
Crisis epilépticas, hipotonía,
psicosis, neuropatía
Inhibidores de la
proteasa
Lopinavir-Ritonavir Disgeusia, parestesias
peribucales y periféricas,
cefalea, mareo, neuropatía
periférica
Insomnio, ansiedad, confusión,
trastornos de la atención,
síncope, crisis epilépticas
Inhibidor de la ARN
polimerasa
Remdesivir
Interferones Interferón β-1b Cefalea, parestesias, ansiedad,
depresión
Crisis epilépticas
Anticuerpo monoclonal
anti receptor de
interleucina-6 (IL-6)
Tocilizumab Cefalea, mareo Neuropatía, mareo, hipoestesia,
parestesia, temblores,
somnolencia, encefalopatía,
ictus, convulsiones
Anticuerpo monoclonal
anti receptor de
interleucina-1 (IL-1)
Anakinra Cefalea
Tabla 1. Resumen de los principales efectos secundarios neurológicos atribuidos a cada uno de los medicamentos actualmente
utilizados en la infección por SARS-CoV-210-15.
- 60 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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y Productos Sanitarios. Ministerio de Sanidad. Gobierno de
España. Última revisión: julio de 2016. En https://cima.aemps.
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Manejo de neurofármacos en
pacientes tratados de COVID-19
CAPÍTULO 9
Mariana Hernández González-Monje
Ángel Aledo Serrano
- 62 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN
Los fármacos actualmente utilizados en el trata-
miento de la COVID-19 se fundamentan en la expe-
riencia de otros países, generalmente series de ca-
sos y pequeños ensayos clínicos, o en la intuición
guiada por plausibilidad biológica. A fecha de hoy, el
tratamiento de la enfermedad por SARS-CoV-2 está
condicionado por los siguientes factores:
1. La mayoría de los tratamientos empleados ca-
recen de estudios que garanticen su ecacia y
seguridad.
2. Existen varios ensayos clínicos en curso o en
fase de diseño, por lo que la evidencia dispo-
nible es limitada y dinámica, haciendo que las
recomendaciones puedan ser modificadas en
base a sus resultados.
3. Los fármacos recomendados no están autoriza-
dos para esta indicación. Debido a esto, debe so-
licitarse consentimiento al paciente, y ello debe
quedar recogido en la historia clínica.
4. Por la situación epidemiológica y el elevado núme-
ro de casos, la disponibilidad de algunos fármacos
puede verse comprometida por la demanda.
5. Dada la posibilidad de interacciones farmacológi-
cas, se recomienda revisar las combinaciones te-
rapéuticas antes de iniciar cualquier tratamiento.
TRATAMIENTOS EMPLEADOS EN LA COVID-19
Los fármacos actualmente recomendados y utili-
zados para el tratamiento de esta infección buscan
la combinación del efecto en distintas dianas tera-
péuticas. Se aconseja revisar los documentos ela-
borados por el Ministerio de Sanidad para el mane-
jo y tratamiento de los pacientes con infección por
SARS-CoV-2, en constante actualización1. La mayo-
ría de los protocolos2-6 establecen la indicación de
tratamiento en caso de que:
1. El paciente tenga algún factor de riesgo de base:
neumopatía, inmunosupresión, cáncer, cardio-
patía o diabetes mellitus, principalmente.
2. El paciente tenga afectación pulmonar objetiva-
da en radiografía o TC de tórax.
3. El paciente tenga síntomas clínicos de gravedad
al menos moderada, como hipoxemia y/o dicul-
tad respiratoria y/o parámetros analíticos de mal
pronóstico, como elevación de dímero-D, linfope-
nia, elevación de proteína C reactiva, elevación de
ferritina, elevación de lactato, elevación de enzi-
mas hepáticas o elevación de interleucina-6.
Se cree que la enfermedad cursa en dos fases prin-
cipales: una de infección viral, donde la terapia anti-
viral tendría la mayor ecacia, y una segunda fase de
respuesta inflamatoria sistémica, que justicaría el
inicio de tratamientos dirigidos a este escenario7. Se
recomienda, en cualquier caso, consultar el protoco-
lo local vigente por la ausencia de consenso nacional
respecto a cuándo y qué tratamiento emplear.
Se detallan a continuación los mecanismos de ac-
ción, pautas de administración, efectos secunda-
rios y precauciones de uso de los fármacos actual-
mente utilizados en el tratamiento de la infección
por SARS-CoV-2. Al nal del capítulo, se presenta
de forma tabulada y visual las posibles interaccio-
nes entre los fármacos utilizados en los principales
grupos de enfermedades neurológicas y los fárma-
cos utilizados en el tratamiento de la infección por
SARS-CoV-2 (Tablas 1 a 10).
CAPÍTULO 9
Manejo de neurofármacos en pacientes
tratados de COVID-19
Mariana Hernández González-Monje, Ángel Aledo Serrano
- 63 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
limitada y los primeros ensayos, en combinación con
azitromicina, han mostrado únicamente resultados
positivos en cuanto a eliminación del virus11.
Efectos secundarios. Pérdida del apetito y peso, náu-
seas, diarrea.
Precauciones.
• Puede prolongar el intervalo QT.
• Debe separarse su uso del de antiácidos.
Debe emplearse con especial cuidado en insu-
ciencia renal grave, insuciencia hepática grave
y diabetes.
Puede interaccionar con digoxina, betabloquea-
dores y antipsicóticos (muy importante vigilar la
prolongación del intervalo QT).
Hidroxicloroquina
Mecanismo de acción. Inhibe la entrada del virus en las
células al aumentar el pH endosómico necesario para
la fusión virus/célula, además de interferir en la glico-
silación de los receptores celulares del SARS-CoV-28,9.
Tiene dos potenciales benecios: antiviral10 y antiifla-
matorio, pues inhibe la producción de citocinas por los
macrófagos como el IFN, TNF, IL-6 e IL-1. Sus posibles
mecanismos de acción se muestran en la Figura 1.
Pauta de administración. El primer día se debe ad-
ministrar 400 mg cada 12 horas y, en adelante, 200
mg cada 12 horas durante al menos 4 días, variando
la duración del tratamiento entre 4 y 7 días según el
protocolo2-6. Por el momento, la evidencia clínica es
Figura 1. Mecanismos de acción propuestos de cloroquina e hidroxicloroquina. Figura creada con BioRender.
- 64 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Remdesevir
Mecanismo de acción. Inhibe la RNA polimerasa vi-
ral, evitando que el virus se multiplique por replicación
en las células infectadas (Figura 2). Tiene actividad
antiviral de amplio espectro contra coronavirus8,15. Es
superior a lopinavir/ritonavir16. En algunos protocolos,
por su escasa disponibilidad, se reserva para pacien-
tes de especial gravedad o pacientes ingresados en
cuidados intensivos2-6.
Pauta de administración. Su gran desventaja es la ad-
ministración intravenosa. Dosis inicial: 200 mg/IV/día;
dosis de mantenimiento: 100 mg/IV/día durante 9 días.
Efectos secundarios. Hipotensión durante la infusión.
No tiene interacciones medicamentosas conocidas.
Precauciones.
No debe emplearse en pacientes con hepatopa-
tía grave (Child C o superior, con enzimas hepáti-
cas elevadas 5 veces por encima del límite de la
normalidad o en pacientes con ltrado glomeru-
lar menor a 30).
Azitromicina
Consta en algunos protocolos debido a datos preli-
minares como terapia adyuvante. Puede prevenir la
sobreinfección bacteriana. Los macrólidos pueden
tener propiedades inmunomoduladoras, por lo que
pueden emplearse como terapias adyuvantes10,11.
Mecanismo de acción. Este fármaco puede tener pro-
piedades inmunomoduladoras en los trastornos infla-
matorios pulmonares mediante los siguientes meca-
nismos: reducción de la quimiotaxis de los neutrólos
a los pulmones mediante la inhibición de citoquinas, in-
hibición de la hipersecreción de moco, disminución de
la producción de especies reactivas de oxígeno, acele-
ración de la apoptosis de los neutrólos, y bloqueo de la
activación de los factores de transcripción nuclear11,17.
Pauta de administración. La mayoría de las pautas
recomiendan la administración de 250-500 mg de
azitromicina al día, durante 3-5 días, asociada a hi-
droxicloroquina2-6.
Lopinavir/ritonavir
La evidencia de efectividad clínica es limitada, y
los primeros ensayos publicados han tenido resul-
tados negativos12.
Mecanismo de acción. Inhibidor de la proteasa for-
mulado junto con un inhibidor del metabolismo del
mismo por la CYP3A4. El coronavirus codica dos
cisteínas proteasas. Ha demostrado ser ecaz en el
tratamiento in vitro y en modelos animales contra el
SARS-CoV y el MERS-CoV13,14. Tiene sinergia de ac-
ción con el Interferón beta 1b.
Pauta de administración. Comprimidos de Lopina-
vir/ritonavir 200/50 mg. La dosis es 400/100mg (2
comprimidos) cada 12 horas vía oral. La duración
será individualizada, generalmente comprendida
entre un mínimo de 5 días y un máximo de 14 días,
siendo la más habitual de 7 días2-6.
Efectos secundarios. Frecuentes: diarrea, náu-
seas, vómitos, hipertrigliceridemia e hipercoleste-
rolemia. Infrecuentes: pancreatitis, prolongación
del intervalo QT.
Precauciones.
Destaca por el gran número de interacciones
medicamentosas (Tablas 1 a 10).
• Contraindicaciones: a) con medicamentos alta-
mente dependientes de la isoenzima CYP3A4
para su aclaramiento debido a que las concen-
traciones plasmáticas elevadas se asocian a
reacciones graves y/o mortales; b) con induc-
tores potentes del CYP3A, donde concentracio-
nes plasmáticas de lopinavir signicativamente
reducidas pueden asociarse con la posibilidad
de una pérdida de ecacia virológica.
Puede prolongar el intervalo QT. Se recomien-
da su determinación previa a la administra-
ción mediante ECG, teniendo especial precau-
ción en caso de que el intervalo QTc sea >460
ms en varones y >440 ms en mujeres. Esto es
aún más relevante cuando se usa con otros
fármacos que prolongan el QT, como la hi-
droxicloroquina.
- 65 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
respiratorio del adulto (SDRA) establecido de mode-
rado a grave18. No existen estudios aleatorizados19.
Se recomienda considerar su uso en la segunda
fase de la enfermedad, en pacientes que más allá
del 8º día de sintomatología presenten empeora-
miento respiratorio marcado, clínico o radiológico
y/o empeoramiento analítico con parámetros que
sugieran respuesta inflamatoria, tales como eleva-
ción de proteína C reactiva, ferritina, IL-6, LDH, au-
mento de dímero-D y/o empeoramiento de la lin-
fopenia2-6.
Mecanismo de acción. Acción antiinflamatoria e in-
munodepresora vía interacción con receptores cito-
plasmáticos intracelulares especícos.
Efectos secundarios. Los más frecuentes son ma-
lestar gastrointestinal (náuseas, dolor abdominal,
vómitos, diarrea, meteorismo) y elevación de enzi-
mas hepáticas.
Precauciones.
Riesgo de arritmias cardíacas (prolongación del
intervalo QT, especialmente en asociación con
hidroxicloroquina).
Corticoides
Son útiles en administración temprana, reduciendo
la duración de la ventilación mecánica y la mortali-
dad general en pacientes con síndrome de distrés
Figura 2. Mecanismo de acción de remdesivir. Figura creada con BioRender.
- 66 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
diográco o analítico signicativo (elevación de dí-
mero-D o ferritina).
Solo se recomienda su uso en pacientes ingresados
con situación clínica grave. Suele reservarse para
pacientes con neumonía grave con necesidad de al-
tos flujos de oxígeno o ventilación, fallo multiorgá-
nico, síndrome de respuesta inflamatoria sistémica
grave o empeoramiento analítico, con elevación de
IL-6 por encima de los valores del laboratorio de re-
ferencia (en general >40 pg/mL) y/o elevación de dí-
mero-D (>400 ng/mL o en progresivo aumento). Co-
mo posible referencia también se ha empleado la
ferritina, recomendándose en pacientes con cifras
>1.000 ng/mL22.
Como el resto de fármacos utilizados, no ha recibido
la aprobación de la autoridad sanitaria para esta in-
dicación en ningún país, y en la actualidad, no existe
evidencia clínica sólida con respecto a la seguridad y
la ecacia en el tratamiento de SARS-CoV-2.
Mecanismo de acción. Agente inmunosupresor que
inhibe la señalización mediada por IL-6 al unirse com-
petitivamente a los receptores de IL-6, tanto solubles
como unidos a la membrana. La IL-6 es una citoqui-
na proinflamatoria que interviene en diversos proce-
sos siológicos como la activación de las células T
o la inducción de la secreción de inmunoglobulinas.
Pauta de administración. Se administran dos dosis
separadas por 12 horas. El intervalo sería de 12 ho-
ras y el planteamiento de una tercera dosis a las 16-
24 h se haría si: o persistencia de ebre, o empeora-
miento de parámetros analíticos: proteína C reactiva,
dímero-D o IL-6. En pacientes ≥70 kg: primera dosis:
600 mg; segunda dosis: 600 mg. En pacientes <70
kg: primera dosis: 600 mg; segunda dosis: 400 mg.
Efectos secundarios y precauciones.
Es recomendable la determinación de IL-6 pre-
via y tras 24 horas de la última administración.
No debe administrarse en pacientes con fallo
hepático (transaminasas por encima de 5 ve-
ces el límite), neutropenia (<500/µL), plaque-
topenia (<50.000/µL), diverticulitis o patología
abdominal aguda, infecciones cutáneas o in-
munosupresión grave.
Pauta de administración. Se ha propuesto su uso
en forma de pulsos o mini-bolos de 250-1000 mg de
metilprednisolona, durante 3-5 días.
Efectos secundarios. Pueden provocar a corto pla-
zo alteraciones del metabolismo de la glucosa y/o
de la presión arterial, insomnio, agitación e inclu-
so psicosis.
Precauciones.
Deben evitarse en pacientes que tengan sínto-
mas sugestivos de un proceso bacteriano o fún-
gico concomitante.
Interferones
Se usan en algunos protocolos debido a datos pre-
liminares como terapia adyuvante en pacientes con
afectación respiratoria y empeoramiento clínico, ra-
diográco o analítico signicativo (elevación de dí-
mero-D o ferritina)20.
Mecanismo de acción. Los interferones son citoqui-
nas producidas y secretadas por las células ante vi-
rus o sus fragmentos. Tienen actividad antivírica e
inmunorreguladora. Son muy activos contra SARS-
CoV y MERS-CoV16,21.
Pauta de administración. Interferón beta-1b: 250 µg/48
h vía SC durante 14 días. Interferón alfa-2b nebulizado:
utilizado en China, no comercializado en España.
Efectos secundarios. Fiebre, cefalea, hipertonía, mias-
tenia, rash cutáneo, náuseas, diarrea, linfopenia, leu-
copenia, reacción local, debilidad, artralgias y síndro-
me pseudogripal.
Precauciones.
Su uso debe evitarse en pacientes con enferme-
dad psiquiátrica grave.
Tocilizumab
Es un fármaco en investigación. Se ha planteado
como posible tratamiento en pacientes graves con
afectación respiratoria y empeoramiento clínico, ra-
- 67 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
sa, se ha elaborado una serie de tablas de interac-
ciones por grupos de enfermedades neurológicas
y fármacos usando las siguientes fuentes: CO-
VID-19 drug interactions, University of Liverpool24;
Drug Interactions Checker25; y Liga Internacional
Contra la Epilepsia (ILAE)26. La Tabla 1 indica las
abreviaturas de los fármacos y las leyendas de los
iconos utilizados en las tablas. Las Tablas 2 a 10
detallan las potenciales interacciones entre fárma-
cos por grupos de enfermedades neurológicas. Se
destaca en color aquellas combinaciones de fár-
macos con interacción mayor o contraindicación
que no deben coadministrarse.
Finalmente, se recomienda consultar el documento:
Manejo farmacológico de trastornos psicóticos en
personas mayores con tratamiento de la infección
por COVID19: interacciones y recomendaciones tera-
péuticas, recientemente publicado online27.
Tratamiento anticoagulante
La terapia anticoagulante tiene un doble objetivo: pre-
venir la enfermedad tromboembólica venosa y mini-
mizar las complicaciones protrombóticas asociadas
a la COVID-19. Su empleo como prolaxis de la enfer-
medad tromboembólica venosa se recomienda des-
de el ingreso en UCI, con dosis ajustada al peso23.
En aquellos pacientes con alto riesgo de trombosis,
denido como infección grave con elevación marca-
da de proteína C reactiva (>150 mg/dL), dímero-D (3-
6 veces el límite normal), IL-6 >40 pg/mL, linfopenia
grave (<800/µL) y/o ferritina elevada (>1000 ng/mL),
se recomienda el empleo de heparina de bajo peso
molecular a dosis anticoagulante.
Es importante tener presente la posibilidad de trom-
boembolismo pulmonar, que en estos pacientes ad-
quiere una especial complejidad diagnóstica. Debe-
rá sospecharse en pacientes con empeoramiento o
persistencia de la insuciencia respiratoria, taquicar-
dia, hipotensión y/o clínica sugestiva de trombosis
venosa profunda. En dichos casos, está indicado un
estudio angio-TC de las venas pulmonares.
INTERACCIONES ENTRE NEUROFÁRMACOS
Y TRATAMIENTOS DE LA COVID-19
Las principales interacciones se derivan del uso de
antirretrovirales. Con el objeto de facilitar el mane-
jo de neurofármacos en pacientes que reciben o
van a recibir tratamiento por COVID-19 y vicever-
Abreviaturas de los fármacos Leyenda de los iconos
LPV/r - lopinavir/ritonavir
RDV - remdesevir
HCLQ - hidroxicloroquina
CLQ - cloroquina
AZT - azitromicina
IFN-b - interferón-beta
TCZ - tocilizumab
Disminución potencial del fármaco COVID
‐Aumento potencial del fármaco COVID
‐Disminución potencial de la comedicación
‐Aumento potencial de la comedicación
‐Sin efecto significativo
Uno o ambos fármacos podrían alargar el QT o el PR
Tabla 1. Abreviaturas de los fármacos y leyendas de los iconos utilizados en las tablas.
- 68 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
AAS
Diclofenaco
Ibuprofeno
Metamizol
Naproxeno
Paracetamol
Sumatriptan
Tabla 2. Fármacos usados en el tratamiento sintomático de las cefaleas.
Tabla 3. Fármacos usados en el tratamiento preventivo de las cefaleas.
Tabla 4. Fármacos usados en el tratamiento de las demencias.
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Amitriptilina
Lamotrigina
Metoprolol
Mirtazapina
Nortriptilina
Propranolol
Toxina botulínica
Topiramato
Valproico
Venlafaxina
Verapamilo
Zonisamida
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Donepezilo
Haloperidol
Memantina
Olanzapina
Quetiapina
Risperidona
Rivastigmina
Trazodona
- 69 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Brivaracetam
Carbamazepina
Cannabidiol
Cenobamato
Clonazepam
Clobazam
Eslicarbazepina
Etosuximida
Fenitoína
Fenobarbital
Gabapentina
Lacosamida
Lamotrigina
Levetiracetam
Lorazepam
Oxcarbazepina
Perampanel
Pregabalina
Primidona
Rufinamida
Sultiame
Topiramato
Valproico
Vigabatrina
Zonisamida
Tabla 5. Fármacos usados en el tratamiento de las epilepsias.
Tabla 6. Fármacos usados en el tratamiento de las enfermedades neuromusculares.
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Azatioprina
Ciclosporina
Metotrexate
Micofenolato
Piridostigmina
Prednisona
Tacrolimus
- 70 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Amantadina
Apomorfina
Entacapona
Levodopa
Opicapona
Pramipexol
Rasagilina
Ropirinol
Rotigotina
Safinamida
Trihexifenidilo
Tabla 7. Fármacos usados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Tabla 8. Fármacos usados en el temblor esencial.
Tabla 9. Fármacos usados en la enfermedad cerebrovascular.
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Alprazolam
Atenolol
Clonazepam
Gabapentina
Nimodipino
Pregabalina
Primidona
Propranolol
Sotalol
Topiramato
Zonisamida
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Acenocumarol
Apixaban
AAS
Clopidogrel
Dabigatran
Edoxaban
Enoxaparina
Fondaparinux
Heparina
Prasugrel
Rivaroxaban
Ticagrelor
- 71 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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Agents. 2020;105949.
Fármaco LPV/r RDV HCLQ CLQ AZT IFN-b TCZ
Glatiramero
Alemtuzumab
Carbamazepina
Cladribina
Dimetilfumarato
Fampridina
Fingolimod
Interferón
Baclofeno
Natalizumab
Mirabegrón
Mitoxantrona
Ocrelizumab
Oxcarbazepina
Oxibutinina
Rituximab
Tizanidina
Teriflunomida
Tolterodina
Tabla 10. Fármacos usados en la esclerosis múltiple y otras enfermedades desmielinizantes.
- 72 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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Asistencia neurológica durante
la pandemia de COVID-19
CAPÍTULO 10
Sergio Muñiz Castrillo
Jesús Porta Etessam
- 74 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
INTRODUCCIÓN: PREVISIÓN Y FORMACIÓN
La pandemia de COVID-19 no solamente supone
un reto para la salud pública por el elevado núme-
ro de casos que requieren atención urgente, hos-
pitalización, o incluso ingreso en unidades de cui-
dados intensivos, sino también desde el punto de
vista de la gestión del más importante de los recur-
sos de la Sanidad, el personal sanitario. Además,
incluso en una situación de emergencia como en
la que nos encontramos, debería poder asegurar-
se una atención adecuada tanto de pacientes cró-
nicos como de aquellos con enfermedades agudas
no relacionadas con la pandemia pero que requie-
ren igualmente una valoración urgente y, en mu-
chas ocasiones, hospitalización. Todo ello debe
lógicamente adaptarse a la situación actual me-
diante la búsqueda de soluciones lo más seguras
y eficientes posibles. La neurología se caracteri-
za precisamente por abarcar un elevado número
de enfermedades crónicas, así como otros padeci-
mientos que, de no recibir un apropiado tratamien-
to urgente, acarrean una elevada morbimortalidad.
En consecuencia, es imprescindible preservar, en
la medida de lo posible, una actividad asistencial
que permita el seguimiento y la valoración de es-
tos pacientes.
La previsión y la formación son evidentemente las
dos medidas más eficaces para conseguir mante-
ner una atención neurológica adecuada durante
una situación de emergencia como la actual1,2. La
primera hubiese permitido reorganizar progresiva-
mente el tratamiento de los pacientes ambulato-
rios, priorizando la asistencia física en aquellos en
los que la exploración neurológica es fundamen-
tal para tomar decisiones diagnóstico-terapéuti-
cas, y la telemática en los pacientes en los que la
entrevista es suficiente. Algunos hospitales espa-
ñoles todavía funcionan con historias en papel, por
lo que esta pandemia debería suponer el motivo
definitivo para la informatización de las mismas y
de la generalización del acceso remoto para los fa-
cultativos. Así mismo, una adecuada previsión hu-
biese hecho posible abastecerse de todos los ma-
teriales necesarios para la seguridad del personal
sanitario y su formación en cómo utilizarlos, pues
algunos de ellos, como los equipos de protección
individual, no son, evidentemente, de uso habitual
en neurología1,2. Finalmente, previsión y formación
hubiesen facilitado la inclusión de neurólogos en
equipos de tratamiento COVID-19, en caso de ne-
cesidad1,3. La formación en enfermedades infec-
ciosas y en el paciente crítico no forman parte del
itinerario formativo obligatorio de los residentes
de neurología, hecho sobre el que deberíamos re-
flexionar tras esta situación.
ATENCIÓN NEUROLÓGICA URGENTE
La asistencia urgente de pacientes neurológicos
debe asegurarse de forma continuada durante toda
la epidemia, especialmente de aquellas enferme-
dades con morbimortalidad elevada como las ce-
rebrovasculares o las infecciones del sistema ner-
vioso central1,2,4. En vista de la situación actual en
determinadas regiones de España, como Madrid o
Cataluña, y en momentos de pico epidémico, se de-
berán tomar las medidas necesarias de prevención,
considerando a todos los pacientes como poten-
cialmente infectados. Los protocolos de actuación
se ajustarán en función de la sospecha/conrma-
ción de infección por SARS-CoV-2 y del perl del
paciente (edad, comorbilidades, situación respira-
toria). De este modo, en pacientes sin sospecha de
infección, los protocolos se aplicarán como viene
siendo habitual1. En pacientes con sospecha o con-
rmación de COVID-19, se extremarán las medidas
de prevención y se priorizarán aquellos de menor
edad, sin factores de riesgo y buena función res-
CAPÍTULO 10
Asistencia neurológica durante la pandemia
de COVID-19
Sergio Muñiz Castrillo, Jesús Porta Etessam
- 75 -
MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
ATENCIÓN NEUROLÓGICA AMBULATORIA
La atención a pacientes ambulatorios debe redu-
cirse al mínimo indispensable, fomentando la te-
lemedicina1,2,7. Ello supone no solo una reducción
del riesgo de contagio de los pacientes al no acu-
dir a centros sanitarios, sino también del propio
personal. Debe tenerse en cuenta que, debido a la
prevalencia de las enfermedades neurodegenera-
tivas, una cuantiosa proporción de los pacientes
atendidos en las consultas de neurología presen-
tan un riesgo elevado de complicaciones en ca-
so de infección por COVID-19 debido a su edad.
Por otro lado, un adecuado seguimiento de los pa-
cientes crónicos permite que exista una continui-
dad en la atención y especialmente en los trata-
mientos, evitando visitas innecesarias a urgencias
e incluso hospitalizaciones1,2,6. Se debe facilitar
que el seguimiento telefónico sea realizado por un
neurólogo que conozca previamente al paciente
y que está familiarizado con su enfermedad y los
tratamientos que recibe. Estas mismas consultas
neurológicas se pueden aprovechar para identifi-
car precozmente síntomas que sugieran una in-
fección COVID-19 y aconsejar a los pacientes en
función de su perfil y comorbilidad. En este sen-
tido, la Sociedad Española de Neurología ha reali-
zado y publicado numerosos folletos informativos
para pacientes con distintas enfermedades neu-
rológicas, así como recomendaciones dirigidas a
los facultativos8,9.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Y PROCEDIMIENTOS
Durante la pandemia se debe limitar lo máximo po-
sible las pruebas complementarias (radiológicas,
neurosonología, electroencefalograma y electro-
miografía)1,6. En caso de ser necesarias y de dispo-
ner de material suciente, es recomendable utilizar
un dispositivo para pacientes infectados o poten-
cialmente infectados. Es recomendable evitar pro-
cedimientos (por ejemplo, inltraciones de toxina
botulínica, bloqueos anestésicos) que no sean es-
trictamente necesarios6,7. Si es preciso, el personal
con experiencia revisará las solicitudes para selec-
cionar aquellas que deban llevarse a cabo1. Estas
medidas, al igual que la suspensión de las consul-
tas presenciales, reducen el riesgo de contagio de
los pacientes y del personal sanitario10.
piratoria. En pacientes con sospecha/conrmación
de COVID-19 se considera fundamental la interven-
ción de un equipo multidisciplinar (médicos inter-
nistas, neumólogos, intensivistas) que permita ob-
tener una valoración adecuada de la situación de
salud del paciente y su pronóstico funcional y vital1.
Así mismo, es importante tener en cuenta las reper-
cusiones que puede tener la infección por COVID-19
en las enfermedades neurológicas convencionales,
tales como un aumento del riesgo hemorrágico en
el tratamiento del ictus isquémico debido a alte-
raciones de la coagulación provocadas por la CO-
VID-19, insuciencia respiratoria en pacientes con
enfermedades neuromusculares o de la unión neu-
romuscular, o afectación de mayor gravedad en pa-
cientes inmunodeprimidos5,6.
ATENCIÓN NEUROLÓGICA
EN HOSPITALIZACIÓN
La atención hospitalaria puede dividirse en los si-
guientes grupos: pacientes neurológicos sin infec-
ción COVID-19, pacientes neurológicos con infec-
ción COVID-19, y pacientes con infección COVID-19
que desarrollan de forma secundaria problemas
neurológicos1,3. El primer grupo de pacientes ingre-
sará en el servicio de neurología convencional, e
idealmente debería ser atendido por un equipo dife-
rente al que trata con enfermos COVID-19 para mi-
nimizar el riesgo de contagio intrahospitalario. Los
pacientes neurológicos con infección COVID-19 se-
rán admitidos preferentemente en los servicios de
neurología, siempre y cuando la situación sistémi-
ca y especialmente respiratoria lo permita, pero de-
berán recibir un seguimiento estrecho por parte de
otros facultativos (medicina interna/neumología)
para detectar precozmente los signos o síntomas
que pudiesen indicar un empeoramiento de la infec-
ción. Finalmente, es de esperar que muchos pacien-
tes cuyo motivo de ingreso original fue la infección
COVID-19 desarrollen durante el mismo diferentes
problemas neurológicos, relacionados directa o in-
directamente con la infección1–3,6. Además, muchos
pacientes requieren ingreso en UCI que, sin ser ge-
neralmente muy prolongados, pueden derivarse en
múltiples complicaciones incluidas las neurológi-
cas. Todo ello hace necesaria la inclusión de neuró-
logos en los equipos multidisciplinares que trabajen
de forma coordinada1,3.
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MANUAL COVID-19 PARA EL NEURÓLOGO GENERAL
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... Por otra parte, se ha observado que a nivel neurológico el COVID-19 afectaría la deglución y respiración a nivel central, lo que agravaría la disfagia de origen mecánica, es decir, como secuela de la IOT (Ezpeleta et al., 2020). Además, un estudio de serie de casos reportó que los sobrevivientes de la patología presentarían alteración en la protección de la vía aérea, en donde además la polineuropatía propia de la enfermedad contribuiría al deterioro de la función deglutoria y laríngea (Dziewas et al., 2021). ...
... Lo anterior sugiere que las dificultades deglutorias presentadas por los sujetos con COVID-19 que participaron en este estudio fueron similares a las de los sujetos sin esta patología. Estos resultados contrastan con la evidencia previa sobre las consecuencias negativas del COVID-19 en el proceso deglutorio (Dziewas et al., 2021;Ezpeleta et al., 2020;Fernández et al., 2020;Ghannouchi et al., 2020;Martin-Martinez et al., 2021;Osbeck Sandblom et al., 2021;Yang et al., 2020), así como, la experiencia de reportada por clínicos en relación con la dificultad de la rehabilitación deglutoria de los pacientes infectados con el virus, las que sugieren una mayor severidad de la disfagia post EOT en paciente con COVID-19 en relación a los pacientes sin esta enfermedad. Sin embargo, los estudios previos en sujetos con COVID-19 que han reportado dificultades deglutorias en estos pacientes no incluyeron una muestra de pacientes con IOT sin esta enfermedad (Dziewas et al., 2021;Ezpeleta et al., 2020;Fernández et al., 2020;Ghannouchi et al., 2020;Martin-Martinez et al., 2021;Osbeck Sandblom et al., 2021;Yang et al., 2020). ...
... Estos resultados contrastan con la evidencia previa sobre las consecuencias negativas del COVID-19 en el proceso deglutorio (Dziewas et al., 2021;Ezpeleta et al., 2020;Fernández et al., 2020;Ghannouchi et al., 2020;Martin-Martinez et al., 2021;Osbeck Sandblom et al., 2021;Yang et al., 2020), así como, la experiencia de reportada por clínicos en relación con la dificultad de la rehabilitación deglutoria de los pacientes infectados con el virus, las que sugieren una mayor severidad de la disfagia post EOT en paciente con COVID-19 en relación a los pacientes sin esta enfermedad. Sin embargo, los estudios previos en sujetos con COVID-19 que han reportado dificultades deglutorias en estos pacientes no incluyeron una muestra de pacientes con IOT sin esta enfermedad (Dziewas et al., 2021;Ezpeleta et al., 2020;Fernández et al., 2020;Ghannouchi et al., 2020;Martin-Martinez et al., 2021;Osbeck Sandblom et al., 2021;Yang et al., 2020). En cambio, el presente estudio incluyó a pacientes con y sin la patología en un periodo determinado lo que no permitió comparar las poblaciones. ...
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Estudios previos han caracterizado la disfagia en pacientes críticos hospitalizados que requieren intubación y ventilación mecánica invasiva. A raíz de la pandemia COVID-19 es necesario conocer las características deglutorias de pacientes diagnosticados con la enfermedad para su manejo. El objetivo de este estudio es analizar las características deglutorias de pacientes críticos extubados con y sin diagnóstico de COVID-19. Se llevó a cabo un estudio de cohorte retrospectivo con una muestra a conveniencia de 43 sujetos mayores de 15 años, ingresados al Hospital San Juan de Dios (Santiago, Chile) entre el 01 de junio y el 31 de agosto de 2020, intubados con o sin diagnóstico de COVID-19. Del total de sujetos, 22 padecieron de COVID-19 quienes estuvieron significativamente más días intubados que aquellos sin la patología (p=0,002). Inmediatamente posterior a la extubación orotraqueal, más del 90% de la muestra presentó disfagia. No hubo diferencia significativa en el nivel FILS ni asociación significativa en el grado de severidad de la disfagia entre sujetos con y sin COVID-19. Tampoco hubo diferencia significativa en el nivel FILS entre los grupos a los 10 días post-extubación. El nivel FILS a los 10 días aumentó significativamente en aquellos sujetos con COVID-19 (p=0,016) y sin COVID-19 (p=0,004). En la muestra, el nivel FILS y grado de severidad de la disfagia de los pacientes con y sin COVID-19 no mostraron diferencias estadísticas, siendo alto el porcentaje de disfagia en ambos grupos, lo que se podría asociar a la intubación orotraqueal y al tubo orotraqueal. Es necesaria la incorporación del fonoaudiólogo dentro de los equipos de Unidades de Pacientes Críticos para el manejo de los pacientes con COVID-19 y disfagia. Además, se recomienda continuar con más estudios en el área.
... Aunque los informes reportan que los niños generalmente parecen tener una infección leve, se han descrito casos con manifestaciones neurológicas como crisis focales no motoras, encefalitis, miositis inflamatoria o polineuropatía. 101,102 En adultos, más de un tercio de los pacientes han referido manifestaciones de SNC como cefalea, mareos, somnolencia, anosmia y ageusia, incluso EVC como complicación de la tormenta de citosinas y otros como su primera manifestación clínica. 103 Estudios de neuroimagen han demostrado eventos vasculares isquémicos, trombosis, lesiones desmielinizantes, edema cerebral, siendo escasas las autopsias realizadas en las cuales han identificado edema cerebral, degeneración de la microglia y neuronal. ...
... 104 La cefalea es una de las manifestaciones más frecuentes en los pacientes; sin embargo, al integrarla dentro de las manifestaciones neurológicas, sólo la reportan entre 6-23% sin características específicas, puede estar presente en cuadros clínicos leves o ser parte de las manifestaciones por neuroinfección. 101,103,105 La enfermedad vascular cerebral se presenta en 2-3% de los pacientes críticos de mediana edad y ancianos con factores de riesgo asociados como hipertensión arterial, hiperlipidemia, diabetes mellitus o antecedente de enfermedad vascular cerebral. 103,106,107 Se han reportado en pacientes pediátricos cuadros de encefalitis asociados a convulsiones farmacorresistentes, con evidencia de actividad delta frontal intermitente ocasionada por actividad citotóxica viral o por proceso inflamatorio autoinmune. ...
... Mayoritariamente, los coronavirus son causantes del resfriado común; sin embargo, el SARS-CoV-2 es altamente virulento y tiene la capacidad de bloquear la respuesta inmune del individuo susceptible, provocando una crisis sanitaria a nivel mundial en 2020 y 2021. (1) Según la OMS, la mayor prevalencia de casos leves se presentó en el grupo etario de la adolescencia, dato epidemiológico que resulta interesante por una tasa de contagio elevada pero en la escala de gravedad más baja. (2) Hasta abril de 2022, en el mundo se reportaron más de 500 millones de casos COVID-19 (con mayor incidencia en Estados Unidos, la India y el Brasil), alrededor de 7 millones de muertes y más de 11 mil millones de dosis de vacunas anti COVID-19 administradas. ...
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Objective: to characterize COVID-19 clinically and epidemiologically in adolescents diagnosed in the Chota Province, Cajamarca region, Peru, between April 14, 2020 and September 30, 2021. Material and methods: A non-experimental, descriptive, cross-sectional study was developed, taking data from 254 adolescents diagnosed with COVID-19 in the context above. Results: The following epidemiological characteristics predominated: age group of 15 to 17 years (68.9%), female gender (65%), and residence in an urban sector (65.7%); while among the clinics, they were home isolation (96.1%), not requiring hospitalization for treatment (84.1%), hospitalization time from 1 to 7 days (85.2%), manifestation of symptoms (72, 8%) and favorable evolution (85.8%). Conclusion: Most participants presented symptoms, highlighting cough, headache, general malaise, sore throat, and fever.
... 1 Otros estudios también consideran los ojos como vía de entrada para el virus, pero la incidencia en estos casos es menor, por consiguiente las medidas de protección se han enfocado en el uso de cubrebocas y en la higiene de manos, además de las medidas de confinamiento cuando se detecta el virus en el infectado. 2,3 Con respecto a los pacientes afectados por la enfermedad, la causa de muerte más relacionada al COVID-19 es la insuficiencia respiratoria severa, la cual alcanza entre las personas de la tercera edad un porcentaje de 14% a 20%. Las comorbilidades asociadas que incrementan el riesgo de muerte son las enfermedades cardiovascula- En contraste, los pacientes pediátricos infectados por el SARS-CoV-2 muestran valores mínimos tanto en sintomatología como en mortalidad en comparación con los adultos. ...
... Los pacientes con COVID-19 que con más frecuencia desarrollan síntomas neuropsiquiátricos son aquellos con una afectación respiratoria previa grave 1 . Dentro de estas manifestaciones, la más frecuente es el síndrome confusional agudo o delirium (28%) 6 . ...
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Resumen Objetivo: El delirium es la complicación neuropsiquiátrica más frecuente en pacientes con afectación grave por COVID-19. Presentamos un caso atípico desde el punto de vista clínico y fenomenológico y reflexionamos sobre los mecanismos etiológicos implicados. Caso clínico: Varón de 55 años, médico en activo, ingresado en la unidad de hospitalización convencional y estable clínicamente tras un ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos por neumonía por coronavirus 19 grave. Presenta un delirium atípico con alteraciones mnésicas y de lenguaje muy significativas, que se miden psicométricamente, mientras mantiene un buen nivel atencional y de alerta. El resto de las pruebas complementarias realizadas son normales o poco concluyentes. Resultados: La evolución durante el ingreso es buena y la recuperación completa al mes del alta hospitalaria. Conclusiones: La presentación atípica y la evolución clínica de este cuadro de delirium permiten plantear el papel neuroinvasivo directo del coronavirus-19 en este caso.
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El Covid-19, considerado como una emergencia de salud pública a nivel planetario por los estragos que genera en la población, es sin duda hoy, un factor inmanente al deterioro de la salud mental. El presente artículo tiene como objetivo determinar la incidencia del Covid-19 en la salud mental de los moradores de la Ciudadela el Florón # 5 del cantón Portoviejo. La metodología corresponde a un diseño de campo de tipo descriptivo de corte transversal, apoyada en el método deductivo – inductivo. Los datos obtenidos a través del análisis de las categorías consideradas en el test SF-36 son de naturaleza cuantitativa. Para el estudio, se tomó una muestra representativa de 274 habitantes en edades comprendidas entre 20 y 49 años quienes fueron seleccionados mediante muestreo no probabilístico bola de nieve y respondieron el cuestionario a través de la plataforma google form. Entre los resultados más relevantes se destacan las limitaciones en la salud para el desarrollo de las actividades normales, presencia de molestias físicas y problemas emocionales. Estos datos fueron contrastados con otras investigaciones en este campo, los mismos que permitieron determinar que el Covid- 19 ha provocado en la población objeto de estudio, problemas de carácter físico y emocional, lo que ha perjudicado sus relaciones en el contexto familiar y social, así como también el estado de la salud mental. Palabras clave: Covid-19, coronavirus, pandemia, salud mental, Portoviejo.
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Untersuchungen am Gehirn waren schon immer ein fester Bestandteil der Wissenschaft. Hinweise darauf reichen bis in die Zeit der Ägypter zurück, die Spuren von Trepanationen im Schädel hinterließen, die sie durchführten, um den Patienten von seinen Problemen zu "befreien", eine Praxis, die bis zur Entwicklung der Medizin als Wissenschaft beibehalten wurde (Collado-Vazquez & Carrillo, 2014). Die ersten anatomisch-deskriptiven Studien an postmortalen Gehirnen erlaubten die Differenzierung von Hirnlappen, Furchen und Spalten auf der Ebene der Hirnrinde und die Identifizierung subkortikaler Strukturen, die trotz der geringen Größe einiger Gehirne sichtbar waren. Die Entwicklung des Mikroskops ermöglichte die Entdeckung der Histologie, auch als mikroskopische Anatomie bekannt, wodurch man schließlich beginnt, die Zellen des Gehirns zu studieren, um sie später zu klassifizieren und die Regionen zu bestimmen, in denen sie am häufigsten auftreten. Dank von Verfärbungen und Kontrasten, wie z.B. mit Goldchlorid oder Silberchromat ist es gelungen, die Struktur der Schichten sowie die Formen der sich in den Schichten befindenden Neuronen zu skizzieren. Mit elektronischen Mikroskopen, die eine fünftausendmal höhere Auflösung als optische Mikroskope haben, ist es heute möglich, Mitochondrien, den Golgi-Apparat und andere innere Strukturen von Neuronen sowie Proteinen zu beobachten (@rafaelsolana2, 2020) (siehe Abbildung 1).
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Kognitive Prozesse sind diejenigen, die es uns ermöglichen, sensorische Informationen, sowohl externe als auch interne, zu behandeln, sie wahrzunehmen und zu analysieren, eine angemessene Antwort zu geben, ein Prozess, der komplizierter wird, wenn andere Prozesse wie Gedächtnis, Aufmerksamkeit, Emotionen oder Lernen einbezogen werden. Jeder dieser Prozesse wird von der Neuropsychologie untersucht. Je nach Trauma oder Krankheit, die analysiert wird, gibt es also Störungen, die einen größeren Einfluss auf die Aufmerksamkeit haben, wie die Aufmerksamkeitsdefizitstörung mit oder ohne Hyperaktivität oder andere, die hauptsächlich im Gedächtnis betroffen sind (Alzheimer-Krankheit). Es ist wichtig, sie zu erforschen, um die Entwicklung des oder der betroffenen Prozesse zu beobachten, was Aufschluss über die Evolution der Krankheit oder des Traumas geben. Es sind die kognitiven Prozesse, die dem Gehirn "Sinn geben" und ihm erlauben, sich zu entwickeln, indem es sich je nach Aufgabe auf verschiedene Verarbeitungsbereiche spezialisiert, die alle von einem einzigartigen und nicht reproduzierbaren Gehirn unterstützt werden, das von der Beziehung zwischen Genetik und Umwelt geprägt ist. Die Grundlagen dieser sind bekannt, sowohl die der Sinne als auch die der Wege, die diese bei der Übermittlung der Informationen an das Gehirn einschlagen, und innerhalb desselben die Strukturen, die je nach dem Sinn, aus dem sie stammen, in ihre Analyse eingreifen. Informationen, die verarbeitet und aufbereitet werden, wenn sie den Wahrnehmungsfilter überwinden und ins Bewusstsein gelangen, im Arbeitsgedächtnis nachbearbeitet werden können, Informationen, die bereits in den
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Bevor wir uns eingehend mit den neuropsychologischen Auswirkungen von COVID-19 befassen, müssen wir diese Arbeit im Rahmen einer Pandemie kontextualisieren, die global und ohne Beispiel in der modernen Geschichte ist, und nachdem der Virus die Bevölkerung betroffen hat, alle unsere Gesundheitssysteme in Schach gehalten hat. Obwohl ihre Folgen in China, wo sie ihren Anfang hatte, zu sehen waren, begannen die Regierungen erst zu handeln, als sie selbst die ersten Fälle in ihrem eigenen Gebiet zählten. Eine Chronologie, die zu Beginn des Jahres anfing und die immer mehr Länder betrifft, wobei die ersten importierten Fälle von Bürgern aus betroffenen Gebieten stammen, die das Virus unwissentlich in die ganze Welt verbreitet haben. Dies ist eine Situation, in der die Regierungen verschiedene Maßnahmen ergriffen haben, aber in den meisten Fällen ging es darum, einen großen Teil der Bevölkerung einzusperren, um die Möglichkeit einer Ausbreitung des Virus zu verringern, so dass zwischen den Folgen für die von COVID-19 Betroffenen und denjenigen unterschieden werden muss, die-manchmal monatelang-in ihren Häusern eingesperrt waren.
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Objective To report two patients infected with severe acute respiratory syndrome coronavirus-2 (SARS-CoV-2) who acutely presented with Miller Fisher syndrome and polyneuritis cranialis, respectively. Methods Patient data were obtained from medical records from the University Hospital “Príncipe de Asturias”, Alcalá de Henares, Madrid, Spain and from the University Hospital “12 de Octubre”, Madrid, Spain. Results The first patient was a 50-year-old man who presented with anosmia, ageusia, right internuclear ophthalmoparesis, right fascicular oculomotor palsy, ataxia, areflexia, albuminocytologic dissociation and positive testing for GD1b-IgG antibodies. Five days before, he had developed a cough, malaise, headache, low back pain, and a fever. The second patient was a 39-year-old man who presented with ageusia, bilateral abducens palsy, areflexia and albuminocytologic dissociation. Three days before, he had developed diarrhea, a low-grade fever, and a poor general condition. The oropharyngeal swab test for coronavirus disease 2019 (COVID-19) by qualitative real-time reverse-transcriptase–polymerase-chain-reaction assay was positive in both patients and negative in the cerebrospinal fluid. The first patient was treated with intravenous immunoglobulin and the second, with acetaminophen. Two weeks later, both patients made a complete neurological recovery, except for residual anosmia and ageusia in the first case. Conclusions Our two cases highlight the rare occurrence of Miller Fisher syndrome and polyneuritis cranialis during the COVID-2 pandemic. Neurological manifestations may occur because of an aberrant immune response to COVID-19. The full clinical spectrum of neurological symptoms in patients with COVID-19 remains to be characterized.
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Importance The outbreak of coronavirus disease 2019 (COVID-19) in Wuhan, China, is serious and has the potential to become an epidemic worldwide. Several studies have described typical clinical manifestations including fever, cough, diarrhea, and fatigue. However, to our knowledge, it has not been reported that patients with COVID-19 had any neurologic manifestations. Objective To study the neurologic manifestations of patients with COVID-19. Design, Setting, and Participants This is a retrospective, observational case series. Data were collected from January 16, 2020, to February 19, 2020, at 3 designated special care centers for COVID-19 (Main District, West Branch, and Tumor Center) of the Union Hospital of Huazhong University of Science and Technology in Wuhan, China. The study included 214 consecutive hospitalized patients with laboratory-confirmed diagnosis of severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 infection. Main Outcomes and Measures Clinical data were extracted from electronic medical records, and data of all neurologic symptoms were checked by 2 trained neurologists. Neurologic manifestations fell into 3 categories: central nervous system manifestations (dizziness, headache, impaired consciousness, acute cerebrovascular disease, ataxia, and seizure), peripheral nervous system manifestations (taste impairment, smell impairment, vision impairment, and nerve pain), and skeletal muscular injury manifestations. Results Of 214 patients (mean [SD] age, 52.7 [15.5] years; 87 men [40.7%]) with COVID-19, 126 patients (58.9%) had nonsevere infection and 88 patients (41.1%) had severe infection according to their respiratory status. Overall, 78 patients (36.4%) had neurologic manifestations. Compared with patients with nonsevere infection, patients with severe infection were older, had more underlying disorders, especially hypertension, and showed fewer typical symptoms of COVID-19, such as fever and cough. Patients with more severe infection had neurologic manifestations, such as acute cerebrovascular diseases (5 [5.7%] vs 1 [0.8%]), impaired consciousness (13 [14.8%] vs 3 [2.4%]), and skeletal muscle injury (17 [19.3%] vs 6 [4.8%]). Conclusions and Relevance Patients with COVID-19 commonly have neurologic manifestations. During the epidemic period of COVID-19, when seeing patients with neurologic manifestations, clinicians should suspect severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 infection as a differential diagnosis to avoid delayed diagnosis or misdiagnosis and lose the chance to treat and prevent further transmission.
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Objective To investigate the occurrence of olfactory and gustatory dysfunctions in patients with laboratory-confirmed COVID-19 infection.Methods Patients with laboratory-confirmed COVID-19 infection were recruited from 12 European hospitals. The following epidemiological and clinical outcomes have been studied: age, sex, ethnicity, comorbidities, and general and otolaryngological symptoms. Patients completed olfactory and gustatory questionnaires based on the smell and taste component of the National Health and Nutrition Examination Survey, and the short version of the Questionnaire of Olfactory Disorders-Negative Statements (sQOD-NS).ResultsA total of 417 mild-to-moderate COVID-19 patients completed the study (263 females). The most prevalent general symptoms consisted of cough, myalgia, and loss of appetite. Face pain and nasal obstruction were the most disease-related otolaryngological symptoms. 85.6% and 88.0% of patients reported olfactory and gustatory dysfunctions, respectively. There was a significant association between both disorders (p < 0.001). Olfactory dysfunction (OD) appeared before the other symptoms in 11.8% of cases. The sQO-NS scores were significantly lower in patients with anosmia compared with normosmic or hyposmic individuals (p = 0.001). Among the 18.2% of patients without nasal obstruction or rhinorrhea, 79.7% were hyposmic or anosmic. The early olfactory recovery rate was 44.0%. Females were significantly more affected by olfactory and gustatory dysfunctions than males (p = 0.001).Conclusion Olfactory and gustatory disorders are prevalent symptoms in European COVID-19 patients, who may not have nasal symptoms. The sudden anosmia or ageusia need to be recognized by the international scientific community as important symptoms of the COVID-19 infection.
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Novel coronavirus (SARS-Coronavirus-2:SARS-CoV-2) which emerged in Wuhan, China, has spread to multiple countries rapidly. We report the first case of meningitis associated with SARS-CoV-2 who was brought in by ambulance due to a convulsion accompanied by unconsciousness. He had never been to any foreign countries. He felt generalized fatigue and fever (day 1). He saw doctors nearby twice (day2 and 5) and was prescribed Laninamivir and antipyretic agents, His family visited his home and found that he was unconsciousness and lying on the floor in his vomit. He was immediately transported to this hospital by ambulance (day 9). Under emergency transport, he had transient generalized seizures that lasted about a minute. He had obvious neck stiffness. The specific SARS-CoV-2 RNA was not detected in the nasopharyngeal swab but was detected in a CSF. Anti- HSV 1 and varicella-zoster IgM antibodies were not detected in serum samples. A brain MRI showed hyperintensity along the wall of right lateral ventricle and hyperintense signal changes in the right mesial temporal lobe and hippocampus, suggesting the possibility of SARS-CoV-2 meningitis. This case warns the physicians of patients who have CNS symptoms.
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The emerging outbreak of coronavirus disease 2019 (COVID-19) caused by the severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) continues to spread all over the world. Agents or vaccines of proven efficacy to treat or prevent human coronavirus infection are in urgent need and are being investigated vigorously worldwide. This review summarizes the current evidence of potential therapeutic agents, such as lopinavir/ritonavir, remdesivir, favipiravir, chloroquine, hydroxychloroquine, interferon, ribavirin, tocilizumab and sarilumab. More clinical trials are being conducted for further confirmation of the efficacy and safety of these agents in treating COVID-19.
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Introduction COVID-19 may predispose to both venous and arterial thromboembolism due to excessive inflammation, hypoxia, immobilisation and diffuse intravascular coagulation. Reports on the incidence of thrombotic complications are however not available. Methods We evaluated the incidence of the composite outcome of symptomatic acute pulmonary embolism (PE), deep-vein thrombosis, ischemic stroke, myocardial infarction or systemic arterial embolism in all COVID-19 patients admitted to the ICU of 2 Dutch university hospitals and 1 Dutch teaching hospital. Results We studied 184 ICU patients with proven COVID-19 pneumonia of whom 23 died (13%), 22 were discharged alive (12%) and 139 (76%) were still on the ICU on April 5th 2020. All patients received at least standard doses thromboprophylaxis. The cumulative incidence of the composite outcome was 31% (95%CI 20-41), of which CTPA and/or ultrasonography confirmed VTE in 27% (95%CI 17-37%) and arterial thrombotic events in 3.7% (95%CI 0-8.2%). PE was the most frequent thrombotic complication (n = 25, 81%). Age (adjusted hazard ratio (aHR) 1.05/per year, 95%CI 1.004-1.01) and coagulopathy, defined as spontaneous prolongation of the prothrombin time > 3 s or activated partial thromboplastin time > 5 s (aHR 4.1, 95%CI 1.9-9.1), were independent predictors of thrombotic complications. Conclusion The 31% incidence of thrombotic complications in ICU patients with COVID-19 infections is remarkably high. Our findings reinforce the recommendation to strictly apply pharmacological thrombosis prophylaxis in all COVID-19 patients admitted to the ICU, and are strongly suggestive of increasing the prophylaxis towards high-prophylactic doses, even in the absence of randomized evidence.