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La lengua médica en el diálogo Sobre el sacerdocio de Juan Crisóstomo

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Abstract

In the present article we have tried to shed new light on the medical lexicon and therapeutic procedures that can be found in the dialogue De sacerdotio by John Chrysostom. Until now, no such research has been undertaken. In addition, the link between heresy and madness in the dialogue has also been studied.
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO
SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO*
ABSTRACT
In the present article we have tried to shed new light on the medical lexicon
and therapeutic procedures that can be found in the dialogue De sacerdotio
by John Chrysostom. Until now, no such research has been undertaken. In
addition, the link between heresy and madness in the dialogue has also
been studied.
El diálogo Sobre el sacerdocio de Juan Crisóstomo († 407 d. C.)1ofrece
no pocos pasajes donde la presencia de léxico o de símiles de raigambre mé-
dica adquiere gran relevancia. Establece así el autor un claro paralelismo en-
tre el plano espiritual y el físico que le sirve fundamentalmente para ilustrar
mejor su doctrina, comparando las enfermedades y dolencias del cuerpo
con las del alma. Por otra parte, frente a breves alusiones donde se emplea
terminología médica se registran también exposiciones más largas y com-
* El presente trabajo forma parte del Proyecto FFI2017-82151-P, titulado “La medicina
hipocrática y sus continuadores: Estudios filológicos”, financiado por la DGICYT y diri-
gido por Jesús Ángel y Espinós.
1Para el texto griego seguimos la edición de A.M. MALINGREY, Jean Chrysostome. Sur
le sacerdoce (Dialogue et Homélie). Introduction, texte critique, traduction et notes, Paris 1980,
que citamos por la página y por el número de línea no de la página sino de la numeración
continua del capítulo por la que opta la editora. En castellano nos hemos servido funda-
mentalmente de las traducciones de D. RUIZ BUENO, Obras de San Juan Crisóstomo. Obras
ascéticas, Madrid 1958, pp. 604-761 y de J.J. AYÁN CALVO – P. DE NAVASCUÉS BENLLOCH,
Juan Crisóstomo, Diálogo sobre el sacerdocio. Introducción, traducción y notas. Madrid 2002,
reimpr. 2010. En este diálogo se nos narra la estrecha amistad entre Juan y Basilio, amena-
zada por la propuesta de que ambos sean ordenados sacerdotes, propuesta ante la que Juan
se sirve de un engaño para que sea consagrado Basilio como sacerdote mientras que él se li-
bra. El núcleo del diálogo versa sobre la defensa que Juan hace de su proceder, valiéndose
del argumento de la idoneidad de Basilio para el cargo, lo cual redundará en beneficio
propio y de la Iglesia, y del de la incapacidad de Juan para ser ensalzado a tan gran honor.
Ate ne e Ro mA
Anno 2018, nuovA SeRie SecondA, Xii - FASc.1-2
iSSn 0004-6493
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plejas donde las referencias médicas se imbrican en el texto a manera de
ejemplos con valor explicativo para la mejor comprensión por parte del lec-
tor. Así, en el presente trabajo nos disponemos sobre todo a enumerar aque-
llos pasajes donde se aprecia la utilización de una lengua médica empleada
para describir aspectos relacionados con temas espirituales o doctrinales.
Hasta la fecha, el estudio de la medicina y de su léxico en la obra de
Juan Crisóstomo y en los padres de la Iglesia en general no había sido
demasiado tenido en cuenta, si bien esta situación poco a poco ha ido
cambiando en las últimas décadas2. En el caso del Crisóstomo contamos
con la tesis doctoral de Ulrike Bachmann (1984)3y los trabajos bastante
más recientes de Wendy Mayer4; por esta causa, creemos que nuestra
aproximación a este tema en el diálogo Sobre el sacerdocio, probablemente
la obra más leída del autor5, viene a colmar un vacío que todavía no
había sido objeto de ninguna investigación.
2Se suele considerar que la primera gran monografía sobre el tema en los Padres de la
Iglesia, que supuso el hito inicial, la constituye la tesis doctoral de E. MERIDETH, Illness and
Healing in the Early Christian East, Princeton 1999. Publicaciones muy importantes sobre la
materia son también los libros de A. T. CRISLIP, From Monastery to Hospital: Christian Monas-
ticism and the Transformation of Health Care in Late Antiquity, Ann Arbor 2005; de A. DAUN-
TON-FEAR, Healing in the Early Church. The Church’s Ministry of Healing and Exorcism from
the First to the Fifth Century, Milton Keynes 2009 y, sin lugar a dudas, el magistral trabajo
de G.B. FERNGREN, Medicine and Health Care in Early Christianity, Baltimore 2009, donde
de manera clara y concisa se desgranan múltiples aspectos que engloban desde la transmisión
y recepción de la medicina grecolatina por parte de los cristianos hasta las distintas conside-
raciones del proceso morboso por parte de los teólogos cristianos, sin dejar de lado otros as-
pectos como la creación de hospitales y la labor filantrópica de los primeros cristianos.
3U. BACHMANN, Medizinisches in den Schriften des griechischen Kirchenvaters Johannes
Chrysostomos, Tesis doctoral, Düsseldorf 1984.
4W. MAYER, Medicine in transition: Christian adaptation in the later fourth-century East,
en Shifting Genres in Late Antiquity, G. GREATREX – H. ELTON (eds.), Farnham 2015, pp.
11-26 y W. MAYER, Madness in the Works of John Chrysostom: A Snapshot from Late Antiquity,
en The Concept of Madness from Homer to Byzantium: Manifestations and Aspects of Mental
Illness and Disorder, H. PERDICOYIANNI–PALÉOLOGOU (ed.), Amsterdam 2016, pp. 349-373.
5Respecto a la importancia de esta obra, J.J. AYÁN CALVO – P. DE NAVASCUÉS BEN-
LLOCH, op. cit., p. 5, señalan: «No es fácil encontrar una obra que haya tenido una difusión
tan amplia como la que presentamos: Diálogo sobre el sacerdocio de san Juan Crisóstomo.
Difusión y, por consiguiente, influencia desde el principio hasta nuestros días. Dan fe de
ello las referencias de sus contemporáneos (por ejemplo, Jerónimo o Isidoro de Pelusio),
las tempranas traducciones al siríaco y al latín, la abundante cantidad de manuscritos dis-
persos por todo el mundo cristiano, así como la ininterrumpida edición de esta obra, cuya
editio princeps se remonta a Erasmo de Rotterdam (Basilea, 1525). Según un término acu-
ñado en el siglo XIX, esta obra, junto con La fuga de Gregorio Nacianceno y la Regla pas-
toral de Gregorio Magno, forma la ‘trilogía pastoral’ de la antigüedad cristiana.»
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
1. TERMINOLOGÍA Y LÉXICO MÉDICOS
La utilización de terminología relacionada con la medicina a lo largo de
todo el diálogo constituye una constante que demuestra el interés del
Crisóstomo por el tema. En algunos casos aparentemente nos hallamos
ante un recurso estilístico para dotar al texto de una mayor vivacidad re-
tórica aunque en realidad tras las metáforas médicas se suele esconder
normalmente un sentido más profundo dado el gran valor que en general
los Padres de la Iglesia acuerdan a la medicina a partir de la ecuación de
Cristo como salvador y, por lo tanto, médico de almas6.
Así, ante la petición de Basilio a Juan para que ambos vivan juntos
para consagrarse a Dios, el autor emplea a propósito de la idea surgida
un vocabulario claramente relacionado con el parto, como son los verbos
ὠδίνω y ἀποτίκτω:
De sacerdotio I, 2. Malingrey 64-66, 23-26:
Διὰ τοῦτο πρότερον διειργόμενος, ἐπειδή ποτε ἡμᾶς ἔλαβεν εἰς
τὴν αὐτὴν τοῦ βίου κατάστασιν, ἀθρόως ἣν πάλαι ὤδινεν
ἐπιθυμίαν ἀπέτεκε τότε καὶ οὐδὲ τὸ βραχύτατον τῆς ἡμέρας
ἡμᾶς ἀπολιμπάνειν ἠνείχετο μέρος […]
Separado anteriormente por esta causa, cuando me aceptó en su
misma forma de vida, al instante dio a luz el deseo que gestaba
desde hacía tiempo y no soportaba dejarme ni el más mínimo
momento del día […]
6Sobre la presencia de la medicina en las obras teológicas G. FICHTNER, Christus als
Arzt. Ursprünge und Wirkungen eines Motivs, «Frühmittelalterliche Studien» 16 (1982) pp.
1-18, (p. 7), señala acertadamente: «Die medizinischen Vergleiche in der Theologie werden
umso häufiger, je deutlicher sich in der theologischen Entwicklung die Lehre von der Erlö-
sung, die Soteriologie, die Lehre vom Heilswerk Christi als ein eigenes und zentrales Thema
herauskristallisiert. Dieses Thema wird durch den Vergleich anschaulich gemacht: Christus
als Erlöser ist Christus der Arzt.» No obstante, contrasta el interés por la medicina en general
que demuestran el Crisóstomo y los Padres de la Iglesia con el trato que los enfermos recibían
en los monasterios, así A.T. CRISLIP, op. cit. p. 89 comenta: «Monastics are not only chastised
for failing to care physically for the sick. They are also regularly chastised for stigmatizing
the sick, ridiculing and ostracizing them. […] Monastics also scorned the chronically ill and
crippled as less worthy members of the community, […]. The mentally ill or demon pos-
sessed were sometimes treated similarly. Palladius, writing about AD 420, tells of the abuse
of an allegedly mad, demon possessed woman in the womens monastery of Pachomius. The
other monastics shunned her, not even deigning to share a table with her. They delighted in
humiliating her, pouring table scraps over her and beating her
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Posteriormente, estas dos mismas raíces, si bien en su forma como
sustantivo, aparecerán de nuevo juntas, refiriéndose en este caso al naci-
miento espiritual a través del bautismo, en un contexto donde las alu-
siones al plano genésico son continuas7:
De sacerdotio III, 6. Malingrey 150, 10-12:
Οὗτοι γάρ εἰσιν, οὗτοι οἱ τὰς πνευματικὰς πιστευθέντες ὠδῖνας
καὶ τὸν διὰ τοῦ βαπτίσματος ἐπιτραπέντες τόκον·
Pues son estos; sí, estos a quienes se les han confiado los partos
espirituales y a quienes se les ha encomendado el nacimiento a
través del bautismo.
Por otra parte, el Crisóstomo utiliza a veces la oposición salud / en-
fermedad para hablar de las relaciones humanas y de aspectos no rela-
cionados con la medicina; así, la amistad de Juan y Basilio aparentemente
goza de buena salud, aunque en realidad está enferma, tal y como Basilio
reprocha a Juan:
De sacerdotio I, 4. Malingrey 86, 96-100:
[…] οὐδὲν μέν ποτε ὑποπτεύων τοιοῦτον, ἀλλὰ καὶ πάνυ σε τὰ
πρὸς ἡμᾶς ὑγιαίνειν νομίζων, ἐκ περιουσίας δὲ καὶ ὑγιαίνοντα
θεραπεύειν βουλόμενος· ἐλάνθανον δέ, ὡς ἔοικε, νοσοῦντι τὰ
φάρμακα ἐπιτιθείς, […]
[…] en absoluto sospechaba tal cosa, pues juzgaba que tú te en-
contrabas bien en nuestra relación y que quería curar al que de
sobra estaba sano; no me daba cuenta, al parecer, de que estaba
dando medicinas a un enfermo, […]
Dentro de esta dinámica, la incapacidad del alma de Juan para aceptar
la carga del sacerdocio se asimila a una ἀσθένεια y, de la misma manera,
para la propia consciencia de la debilidad de su alma se emplea el adjetivo
ἀσθενής:
7Así en el mismo pasaje, donde Juan hace a los sacerdotes los responsables del naci-
miento en Cristo, que son más importantes que los padres físicos, οἱ φυσικοὶ γονεῖς (III,
6. Malingrey 154, 41; III, 6. Malingrey 154, 57), se registran varios términos relacionados
con lo genésico como ἀναγεννηθῇ (III, 6. Malingrey 150, 3-4), ἐγέννησαν (III, 6. Ma-
lingrey 150, 16), γεννήσεως (III, 6. Malingrey 152, 17) y παλιγγενεσίας (III, 6. Malingrey
152, 18).
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
De sacerdotio II, 5. Malingrey 118, 13-15:
ἐπειδὴ δὲ ἄχρηστόν με πρὸς τὴν διακονίαν ταύτην ἡ τῆς ψυχῆς
ἀσθένεια καθίστησι, ποῦ ζητήσεως ἄξιον τὸ λεγόμενον;
Ya que la enfermedad de mi alma me hace incapaz para este mi-
nisterio, ¿cómo va a ser digno de examen lo dicho?
De sacerdotio III, 8. Malingrey 160, 29-30:
Οἶδα τὴν ἐμαυτοῦ ψυχήν, τὴν ἀσθενῆ ταύτην καὶ μικράν·
Conozco mi alma, que es enferma y pequeña.
Igualmente, para el alma enferma el Crisóstomo emplea un término
de clara raigambre médica como es el verbo κάμνω, que en su acepción
médica significa, de acuerdo con el Index Hippocraticus, “aegroto”:
De sacerdotio III, 6. Malingrey 154, 46-47:
οὗτοι δὲ καὶ κάμνουσαν καὶ ἀπόλλυσθαι μέλλουσαν τὴν ψυχὴν
πολλάκις ἔσωσαν, [...]
Estos a menudo salvaron un alma enferma y que iba a destruirse,
[...]
Este empleo metafórico sería un tanto intrascendente a no ser que el
verbo, como es el caso, tuviera una abundante tradición médica, espe-
cialmente en su forma participial (κάμνων) que designa frecuente-
mente en el Corpus Hippocraticum al enfermo, como por ejemplo en:
Epidemiae V, 56. Littré85, 238, 17-18 = Smith9192, 14-15 = Jo-
uanna10 25, 14-15:
Πυθοκλῆς τοῖς κάμνουσιν ὕδωρ, γάλα πολλῷ τῷ ὕδατι μιγνὺς
ἐδίδου. (Texto de Jouanna)
Pitocles daba a los enfermos agua y leche mezclada con mucha
agua.
8É. LITTRÉ, Hippocrate. Oeuvres complètes, 10 voll., Paris 1839-61. Al tratarse de la
edición por antonomasia de las obras de Hipócrates no consideramos necesario señalarlo
cada vez que aparezca a lo largo del artículo pues resultaría un tanto redundante.
9W. SMITH,Hippocrates. Vol. VII, Cambridge (Mass.) 1994.
10 J. JOUANNA, Hippocrate. Épidémies V et VII. Tome IV, 3e partie, Paris 2000.
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Morbi III, 15. Littré 7, 138, 16-19 = Potter1134, 7-10 = Jouanna12
(Arch.) 400, 21-24:
Αὕτη ἡ περιπλευμονίη οὐδὲν ἀπολείπει τῶν ἐκ περιπλευμονίης
κακῶν· ἢν οὖν τι τούτων ἀπ τῶν κακῶν, εἰδέναι χρὴ
<τοσοῦδε> δέουσαν τῷ κάμνοντι ἔχειν καὶ τῷ ἰητρῷ
μεταχειρίζεσθαι· (Texto de Jouanna).
Este tipo de perineumonía no carece de ninguna de las dolencias
de la perineumonía. En caso de que falte alguna de estas dolencias,
es preciso saber que es más leve de soportar para el enfermo y de
tratar para el médico.
Asimismo, en el entramado salud / enfermedad el adjetivo ὑγιής será
el empleado para definir a la fe verdadera en un pasaje donde la herejía
es definida mediante términos relacionados con la locura:
De sacerdotio IV, 4. Malingrey 258, 61-63:
Πάλιν οἱ τὴν Σαβελλίου μαινόμενοι μανίαν καὶ οἱ τὰ Ἀρείου
λυττῶντες ἐξ ἀμετρίας ἀμφότεροι τῆς ὑγιοῦς ἐξέπεσαν πίστεως·
A su vez los afectados por la locura de Sabelio y por la rabia de
Arrio tanto los unos como los otros a causa de su desmesura se
han apartado de la fe sana.
Siendo la herejía una afección morbosa, no es de extrañar por consi-
guiente que los seguidores de Valentín y de Marción sufran demencia
(φρενοβλάβεια) y estén enfermos (νοσοῦσι):
De sacerdotio IV, 4. Malingrey 256, 43-47:
Οἷον πειράσομαι γάρ σοι καὶ ἐπὶ παραδείγματος λέγω
ποιῆσαι φανερόν— τὸν ὑπὸ τοῦ Θεοῦ δοθέντα τῷ Μωϋσῇ
νόμον οἱ τὴν Οὐαλεντίνου καὶ Μαρκίωνος διαδεξάμενοι
φρενοβλάβειαν καὶ ὅσοι τὰ αὐτὰ νοσοῦσιν ἐκείνοις τοῦ
καταλόγου τῶν θείων ἐκβάλλουσι γραφῶν·
Así –intentaré aclararte lo que digo con un ejemplo– los que han
adoptado la demencia de Valentín y Marción y cuantos padecen
la misma enfermedad que aquellos, suprimen de las Sagradas
Escrituras la Ley entregada por Dios a Moisés.
11 P. POTTER, Hippocrates. Vol. VI, Cambridge (Mass.) 1988.
12 J. JOUANNA, Hippocrate. Pour une archéologie de l’école de Cnide, Paris 1974.
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Este trasvase entre el concepto de locura y el de herejía es posible gra-
cias a la unidad entre cuerpo y alma, lo que convierte a los heréticos en
pacientes que pueden ser curados; por lo tanto, los que se desvían de la
doctrina correcta padecen, por así decirlo, de enfermedades mentales,
de ahí la terminología emparentada con la locura13.
No obstante, el término μανία y su adjetivo derivado μανιώδης se
emplean en otros pasajes como cuando se tacha de locos a aquellos que
dudaban de la honradez de Pablo de Tarso, al sospechar un robo por
parte del apóstol, donde el autor despliega toda una serie de palabras re-
lacionadas con la mente como παραπαίων, ἄλογος y ἄνοια:
De sacerdotio VI, 9. Malingrey 334, 20-27:
ἀλλ’ ὅμως καὶ τοσοῦτον ἀφεστηκὼς τῆς πονηρᾶς ταύτης
πράξεως, οὐδὲ οὕτως ἠμέλησε τῆς τῶν πολλῶν ὑπονοίας, καίτοι
λίαν οὔσης ἀλόγου καὶ μανιώδους. Μανία γὰρ ἦν τοιοῦτον
ὑποπτεῦσαί τι περὶ τῆς μακαρίας καὶ θαυμαστῆς ἐκείνης ψυχῆς·
ἀλλ’ ὅμως οὐδὲν ἧττον καὶ ταύτης τῆς ὑποψίας, τῆς οὕτως ἀλόγου
καὶ ἣν οὐδεὶς ἂν μὴ παραπαίων ὑπώπτευσε πόρρωθεν ἀναιρεῖ τὰς
αἰτίας. Καὶ οὐ διέπτυσε τὴν τῶν πολλῶν ἄνοιαν […]
Sin embargo, quien estaba tan alejado de esta malvada acción no
se despreocupó de la sospecha de la gente, por muy absurda y pro-
pia de locos que esta fuera. Pues locura es sospechar tal cosa de
aquella bienaventurada y admirable alma; sin embargo, no en me-
nor medida eliminó de raíz las causas de la sospecha, tan absurda
que nadie habría sospechado a no ser que estuviera delirando. Y
no despreció la insensatez de la gente [...]
En realidad, en este texto también se puede rastrear un cierto com-
ponente doctrinal relacionado con la desviación de la fe, dado que dudar
de una figura fundamental para Juan Crisóstomo como es Pablo es un
atrevimiento rayano en lo herético. Dentro de esta tendencia, no resulta
extraño que el ataque del Maligno, el hereje por antonomasia, sea cali-
ficado de μανιώδης (VI, 13. Malingrey 356, 8) y sea capaz de “paralizar
el alma” (παραλῦσαι ψυχήν, VI, 13. Malingrey 356, 14), término mé-
dico que ya desde el Corpus Hippocraticum y posteriormente Galeno pre-
senta el valor de ser afectado por una parálisis como se puede apreciar, a
modo de ejemplo, en los siguientes pasajes14:
13 Sobre el tema de la locura en Juan Crisóstomo, cf. W. MAYER, Madness, cit.
14 Cf. J.H. KÜHN – U. FLEISCHER, Index Hippocraticus, 4 voll., Göttingen 1986-1989,
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Epidemiae V, 17. Littré 5, 216, 13-17 = Smith15168, 3-9 =
Jouanna16 11, 7-12:
Οὗτος πιὼν τὸ διουρητικὸν δριμὺ ἐς μὲν τὴν κύστιν οὐδὲν
ἐχώρησεν, ἐξήμεσε δὲ συχνὸν πυῶδες καὶ χολήν [...] καὶ
ἐκαίετο ἔνδοθεν, τὸ δὲ ἄλλο σῶμα ψυχρὸν ἐγένετο, καὶ
παρελύθη ὅλος, καπροσδέχεσθαι οὐδὲν ἤθελεν. (Texto de
Jouanna).
Este tras haber bebido el diurético amargo no tuvo ninguna eva-
cuación a la vejiga, sino que vomitó abundante materia purulenta
y bilis [...] y por dentro ardía, pero tenía frío el resto del cuerpo,
se quedó totalmente paralizado y no quería tomar nada.
Epidemiae VI, 8, 11. Littré 5, 348, 6-8 = Manetti–Roselli17 176,
1-3 = Smith18 282, 5-7:
Ἡλικίην μὲν ἡλίκος, καὶ ἡλικίην πρότερον ἢ ὕστερον τοῦ
δέοντος, οἷον εἰ παρελύθη ἐν χειμῶνι καὶ γέροντι τὴν ἡλικίην
ἢ νηπίῳ καὶ θερείης, [...] (Texto de Manetti–Roselli).
Cuál es la edad y, respecto a la edad, si antes o después de lo de-
bido, como por ejemplo si se produjo una parálisis en invierno y,
en lo que respecta a la edad, de viejo o de niño y en verano, [...]
De locis affectis, Kühn19 8, 61, 2-5:
καὶ κατὰ τοῦτο ποτὲ μὲν ἅπαντα τὰ ἐν τοῖς εὐωνύμοις
παραλύεται, τῶν δεξιῶν ἀπαθῶν φυλαττομένων, ἐνίοτε δ’
ἔμπαλιν ἔπαθέ τε καὶ παρελύθη τὰ δεξιὰ μέρη μόνον.
Y por esta causa toda la parte izquierda se paraliza, mientras queda
s.v. παραλύω y P. D. APOSTILIDIS,Ἑρμενευτικὸ λεξικὸ πασῶν τῶν λεξέων τοῦ
Ἱπποκράτους, Athina 1997, s.v. παραλύω, quien define el verbo como καθίσταμαι
ἀπόπληκτος, παράλυτος [...] πάσχω ἀπὸ ἀποπληξία, παράλυση [...] ἐμφανίζω ἀπώλεια
τῆς αἰσθητικότητας καὶ τῆς κινητικότητας ὀργάνου, μέλους, τοῦ ἡμίσεως ἢ καὶ
ὁλόκληρου τοῦ σώματος. A su vez, J. JOUANNA, Hippocrate. Épidémies V et VII, cit., p.
129, n. 7 apostilla: «Le verbe παραλύω, employé essentiellement dans les Épidémies, dé-
signe littéralement un relâchement qui aboutit à la perte du mouvement».
15 Cf. W. SMITH, op. cit.
16 Cf. J. JOUANNA, Hippocrate. Épidémies V et VII, cit.
17 D. MANETTI – A. ROSELLI, Epidemie. Libro sesto. Introduzione, testo critico, commento
e traduzione, Firenze 1982.
18 Cf. W. SMITH, op. cit.
19 C. G. KÜHN, Claudii Galeni opera omnia, 20 voll., Leipzig 1821-1833.
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sin afectar la derecha, a veces por el contrario sufre y queda para-
lizada solo la parte derecha.
Siguiendo con el verbo παραλύω, hallamos una nueva prueba del fluido
paso entre el plano físico y el espiritual o psíquico20, en un pasaje de gran
πάθος donde se narra el temor de Juan a ser elegido sacerdote que lo deja
en un estado de postración semejante a los dementes (παραπλῆγες VI, 12.
Malingrey 348, 86) tras haber sentido cómo se paralizaba su cuerpo, que
no su alma, y cómo el desánimo se hacía dueño de esta:
De sacerdotio VI, 12. Malingrey 348, 73-76:
Ἀπὸ τῆς ἡμέρας ἐκείνης ἐν ᾗ ταύτην ἐνέθηκάς μοι τὴν
ὑποψίαν, πολλάκις ἐκινδύνευσέ μοι παραλυθῆναι τὸ σῶμα
τέλεον, τοσοῦτος μὲν φόβος, τοσαύτη δὲ ἀθυμία21 κατέσχε μου
τὴν ψυχήν.
Desde aquel día en el que me confiaste esta sospecha, a menudo
mi cuerpo corrió el riesgo de quedarse paralizado por completo,
tal miedo, tal desánimo se apoderaron de mi alma.
Volviendo a μανία y derivados, no ha de sorprender que la locura o
furor del Maligno sea mayor que la de ninguna otra fiera:
De sacerdotio VI, 13. Malingrey 358, 45-48:
εἰ δέ τις τὰ ὀργιλώτατα καὶ ἀπηνέστατα τῶν θηρίων ἐκλεξάμενος
20 W. MAYER, Medicine in transition, cit., p. 12, señala que «the interdependence of
psychical and somatic health and the key humoristic notion of health as balance inform
the language and theory of medicine absorbed into one particular strand of Christianised
philosophy».
21 Según W. MAYER, Madness, cit., p. 349, n. 2, el término ἀθυμία en Juan Crisóstomo
podría corresponder a nuestra actual depresión, ligada a veces a la epilepsia y que responde
a causas naturales. Por otra parte, MAYER, op. cit. 2016, p. 358, a propósito del tratado A
Estagirio, un monje supuestamente poseído, señala: «This is further clarified in his advice
to the epileptic monk Stagirius. While he initially appears to admit a daemonic aetiology
for Stagirius’ despair (ἀθυμία) as well as his epilepsy, John soon overturns this supposition.
To the question: how can one free a person from depression, unless one first frees the per-
son from the daemon that animates it (τοῦ κινοῦντος αὐτὴν δαίμονος), he replies that it
is not the daemon that animates the despair, but the latter that makes the daemon stronger.
Indeed, as he goes on to argue, it is the excess of despair that is the fundamental problem,
not the daemon, since the daemon exercises its control through this imbalance. Take away
the despair and the daemon can no longer cause any harm».
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ἀντιτιθέναι θέλοι τῇ τούτου μανίᾳ, πραότατα ὄντα καὶ
ἡμερώτατα εὑρήσει τῇ παραβολῇ, τοσοῦτον οὗτος πνεῖ θυμόν,
ταῖς ἡμετέραις προσβάλλων ψυχαῖς.
Y si alguien, tras elegir las más furiosas y terribles de entre las fie-
ras, quisiera contraponerlas a la locura de este, hallará al compa-
rarlas que son muy pacíficas y mansas, tal es la ira que respira
cuando se lanza contra nuestras almas.
Una prueba del interés que despierta en el Crisóstomo la terminología
sobre el tema de la locura y de las afecciones de la mente lo encontramos
en el primer capítulo del tercer libro, donde Juan se defiende de la acu-
sación de orgullo (ἀπόνοια)22 por haber desdeñado el encargo de orde-
narse sacerdote, cuando en realidad hubiera sido una locura aceptarlo.
Así, todo el texto está sazonado de una sucesión de términos relacionados
con el plano mental enfermo como son ἄνοια (III, 1. Malingrey 136,
11), παραπαίω (III, 1. Malingrey 136, 15), παραπληξία (III, 1. Malin-
grey 136, 16), φρενῶν ἔκστασις23 (III, 1. Malingrey 136, 19-20) y, fi-
nalmente, μαίνομαι (III, 1. Malingrey 22):
De sacerdotio III, 1. Malingrey 136, 14-22:
Καὶ πῶς οὐκ ἄτοπον τοὺς μὲν τὰ μικρὰ διαπτύοντας ὡς
παραπαίοντας αἰτιᾶσθαι, τοὺς δὲ ἐπὶ τῶν ἄγαν ὑπερεχόντων
τοῦτο ποιοῦντας τῶν μὲν τῆς παραπληξίας γκλημάτων
ἐξαιρεῖν, ταῖς δὲ τῆς ὑπερηφανίας ὑποβάλλειν αἰτίαις; Ὥσπερ
ἂν εἴ τις τὸν ἀγέλης βοῶν καταφρονοῦντα καὶ μὴ βουλόμενον
εἶναι βουκόλον, εἰς ὑπερηφανίαν μὲν οὐδαμῶς, εἰς δὲ φρενῶν
ἔκστασιν αἰτιώμενος, τὸν ἁπάσης τῆς οἰκουμένης τὴν
βασιλείαν καὶ τὸ γενέσθαι κύριον τῶν ἁπανταχοῦ στρατοπέδων
μὴ δεχόμενον ἀντὶ τοῦ μαίνεσθαι τετυφῶσθαι φαίη.
22 La traducción del término ἀπόνοια resulta siempre compleja, así A.M. MALINGREY,
Jean Chrysostome, cit., p. 115, n. 4, matiza: «Le mot ἀπόνοια indique un dérèglement de
l’esprit; selon le contexte, il peut signifier soit orgueil (par exemple, In Matth. hom. LXV,
6, PG 58, 626: ἐξ ἀπονοίας ἥμαρτεν ὁ πρῶτος ἄνθρωπος), soit découragement et dés-
espoir.»
23 Cf. De sacerdotio III 4. Malingrey 146, 46-47, donde encontramos el participio
ἐξεστηκώς con un significado similar a φρενῶν ἔκστασις y que podríamos traducir como
“fuera de sí”. Su marcado significado médico queda patente por su coordinación con
μαινόμενος: Ταύτης οὖν τῆς φρικωδεστάτης τελετῆς τίς μὴ μαινόμενος μηδὲ
ἐξεστηκὼς ὑπερφρονῆσαι δυνήσεται; [¿Quién a no ser que esté loco o fuera de sí podrá
despreciar esta celebración que inspira temor (sc. la eucaristía)?].
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
Y ¿cómo no es absurdo acusar a los que desdeñan las cuestiones
pequeñas de estar desvariando y exonerar a los que hacen lo mis -
mo respecto a cuestiones muy importantes de las acusaciones de
locura y acusarlos de orgullo? Sería como si se acusase no de or-
gullo sino de demencia al que desprecia un rebaño de bueyes y
no quiere ser boyero, y se dijera que en lugar de estar loco está
lleno de soberbia el que no acepta el reino sobre todo el mundo
habitado y convertirse en señor de todos los ejércitos.
Retornando a la fluida ósmosis que se advierte entre lo físico y lo es-
piritual, advertimos que esta es constante; así la Iglesia es comparada con
un cuerpo humano en el que los fieles son sus miembros y Cristo su ca-
beza con lo que Juan Crisóstomo se está sirviendo de un léxico anató-
mico para describir una realidad trascendente:
De sacerdotio III, 6. Malingrey 150, 12-14:
διὰ τούτων ἐνδυόμεθα τὸν Χριστὸν καὶ συνθαπτόμεθα τῷ υἱῷ
τοῦ Θεοῦ, μέλη γινόμεθα τῆς μακαρίας ἐκείνης κεφαλῆς, [...]
Por estos nos revestimos de Cristo y somos enterrados con el hijo
de Dios, y llegamos a ser miembros de aquella bienaventurada ca-
beza, [...]
La cabeza de la Iglesia, encarnada en quienes eligen y designan a los
nuevos sacerdotes en el texto que a continuación ofrecemos, ha de estar
fuerte para rechazar los vapores nocivos (ἀτμοὺς πονηρούς24) que pro-
vienen del resto del cuerpo, en caso contrario enfermará gravemente
(ἀσθενεστέρα) y todo el cuerpo morirá. Así, los males de la Iglesia están
en la jerarquía superior al seleccionar mal a los futuros sacerdotes, pues
la cabeza ha de ser la parte más firme para controlar el resto del organis-
mo. Por otra parte, cabe destacar que en el presente pasaje los problemas
no surgen sino que nacen (τίκτεσθαι):
24 La cabeza como receptáculo de los vapores del resto del cuerpo es un concepto hi-
pocrático que se atestigua en De Glandulis 7. Littré 8, 562, 1-3 = Joly 117, 9-11: καὶ ἅμα
ἀναπέμπει τὸ σῶμα ἀτμοὺς ἐς τὴν κεφαλὴν παντοίους ἄνω, οὓς αὖτις ἡ κεφαλὴ ὀπίσω
ἀφίησιν· (Y a la vez el cuerpo envía vapores de todo tipo hacia arriba, hacia la cabeza, los
cuales la cabeza devuelve de nuevo.) Texto de R. JOLY, Hippocrate. Des lieux dans l’homme.
Du système des glandes. Des fistules. Des hémorroïdes. De la vision. Des chairs. De la dentition.
Tome XIII, Paris 1978.
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 113
De sacerdotio III, 10. Malingrey 166, 22-23 y 25-31:
Ἢ πόθεν, εἰπέ μοι, νομίζεις τὰς τοσαύτας ἐν ταῖς Ἐκκλησίαις
τίκτεσθαι ταραχάς; [...] Τὴν γὰρ κεφαλὴν ἰσχυροτάτην εἶναι
ἐχρῆν, ἵνα τοὺς ἐκ τοῦ λοιποῦ σώματος κάτωθεν πεμπομένους
ἀτμοὺς πονηροὺς διοικεῖν καὶ εἰς τὸ δέον καθιστᾶν δύνηται,
ὅταν δὲ καθ’ ἑαυτὴν ἀσθενὴς οὖσα τύχῃ, τὰς νοσοποιοὺς
ἐκείνας προσβολὰς ἀποκρούσασθαι μὴ δυναμένη, αὐτή τε
ἀσθενεστέρα μᾶλλον ἤπερ ἐστὶ καθίσταται καὶ τὸ λοιπὸν μεθ’
ἑαυτῆς προσαπόλλυσι σῶμα.
¿De dónde, dime, crees que nacen tantos trastornos en las Iglesias?
[...] La cabeza tendría que ser muy firme para gobernar los vapores
nocivos que parten del resto del cuerpo desde abajo y para que
pueda contenerlos como es debido, pero cuando la propia cabeza
se encuentra enferma y no puede rechazar aquellos ataques que
generan enfermedades, enferma más de lo que está y destruye con-
sigo el resto del cuerpo.
La antropomorfización que se atestigua en la Iglesia también aparece
respecto al alma, por eso no es extraño que al igual que puede enfermar,
como ya se ha señalado, esta tenga ojos cuya vista se pueda nublar y errar
en su juicio:
De sacerdotio III, 10. Malingrey 176, 159-160:
Καθάπερ γὰρ ἔν τινι νυκτομαχίᾳ σκοτωθεὶς ὁ τῆς ψυχῆς
ὀφθαλμὸς οὐχ εὑρίσκει διακρῖναι τοὺς φίλους τῶν πολεμίων,
[...]
Como en un combate nocturno, en la oscuridad el ojo del alma
no consigue distinguir a los amigos de los enemigos, [...]
Advertimos, por lo tanto, cómo a menudo el Crisóstomo aplica el lé-
xico médico y las metáforas anatómicas a otras realidades expandiendo
de esta manera su campo semántico primigenio.
2. PROCEDIMIENTOS MÉDICOS
Crisóstomo gusta de ilustrar sus textos con indicaciones relativas a di-
versas prácticas médicas; entre estas destaca muy en especial la referencia
a la praxis quirúrgica de hacer una incisión y/o cauterizar, que parecen
ser casi los únicos remedios conocidos por el autor25. La prescripción de
realizar estas dos acciones o bien, con más frecuencia, de elegir la apli-
cación de una de ellas sobre el paciente, tiene tradición hipocrática, ya
que se registra, por ejemplo, en los tratados Enfermedades I-III y Afec-
ciones internas como podemos apreciar en los siguientes pasajes:
De morbis I, 57. Littré 7, 90, 7-9 = Jouanna26 197, 8-10:
ἢν δὲ μὴ ῥαγῇ —ἐνίοισι γὰρ τῷ χρόνῳ ἀφίσταται ὡς τὸ
πλευρὸν καὶ ἐξοιδίσκεται—, τοῦτον χρὴ, ἢν τοιοῦτο γένηται,
τάμνειν ἢ καῦσαι. (Texto de Jouanna).
Y si no hace erupción (sc. el pus) –pues a algunos con el tiempo
se les desplaza hacia el costado y se hincha–, es preciso que a este,
si tal cosa ocurre, se le haga una incisión o se le cauterice.
De affectionibus interioribus, 9. Littré 7, 188, 8-10 = Potter27 100,
9-10:
τοῦτον, ὁκόταν οὕτως ἔχῃ, ὅκου ἂν ἀποσημήνῃ, τάμνειν
καίειν. (Texto de Potter).
A este, cuando se encuentre así, hacer una incisión o cauterizar
donde surja la señal.
De la misma manera, en Galeno encontramos referencias a esta tera-
pia en varios pasajes entre los que podemos citar los siguientes textos:
Thrasybulos sive utrum medicinae sit an gymnasticae hygieine,
Kühn28 5, 855, 9-13 = Helmreich29 68, 15-20:
ὡσαύτως δ’ οὐδὲ ποίησις ἢ γένεσις ἢ ἐπανόρθωσις ὑγιείας ἐστὶ
25 Según U. BACHMANN, op. cit., p. 70: «Die chirurgische Tätigkeit besteht im we-
sentlichen aus Schneiden und Brennen (τέμνειν, καίειν). Diese Therapiemethoden werden
entweder primär eingesetzt, wenn es sich um schwere Krankheiten handelt, oder sekundär,
wenn eine Wunde auf das Auflegen von Heilmitteln nicht anspricht und größer wird (PG
48,665; PG 53,277) [...]. Geschnitten wird auch bei Geschwüren, die stark eitern (PG
48,1030). Wenn das Leiden auch dann noch nicht weicht, nachdem der Arzt jede Art von
Behandlung versucht hat, auch das Brennen und Schneiden, ist dies ein Zeichen von Un-
heilbarkeit (PG 56,17).»
26 J. JOUANNA, Hippocrate. Maladies II. Tome X, 2ème partie, Paris 1983.
27 Cf. P. POTTER, op. cit.
28 Cf. G. KÜHN, op. cit.
29 Cf. G. HELMREICH – J. MARQUARDT – I. MÜLLER, Claudii Galeni Pergameni scripta
minora, vol. 3, Leipzig 1893 (reimpr. Amsterdam 1967).
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 115
116
τὸ τέλος τῆς ἰατρικῆς ἀλλὰ ταῦτα μὲν ἐνέργειά τις ἥ γε
καθόλου τοῦ τεχνίτου, καθάπερ αἱ κατμέρος σαν ἐν τῷ
τέμνειν καὶ καίειν καὶ κατατείνειν ἄρθρα καὶ κῶλα καὶ
διαπλάττειν καὶ ἐπιδεῖν [...] (Texto de Helmreich)
Igualmente ni la consecución, ni la generación, ni la mejora de la
salud son la finalidad de la medicina, sino que estas son una ac-
ción que, en general, es propia del artífice, como lo eran las ac-
ciones particulares consistentes en hacer una incisión y cauterizar,
extender las articulaciones y miembros, colocarlos en posición
correcta y vendarlos [...]
In Hippocratis aphorismos commentarii vii, Kühn30 18a, 60, 1-3:
τῆς δ’ ἐκ τοῦ τεμεῖν κακαῦσαι μόνῳ καρκίνῳ γινομένῳ
ἐστὶν ἰάματα, συμβουλεύει μὴ προσάγεσθαι κατὰ τοὺς
κρυπτοὺς καρκίνους.
Aconseja no aplicar a los cánceres ocultos la terapia a partir de
hacer una incisión y cauterizar, que son los remedios para el cán-
cer cuando aparece solo.
En el diálogo De sacerdotio, en un largo pasaje médico (IV, 3, 1-20)
donde se explica que el cuerpo espiritual se deteriora más rápidamente
que el físico y es de más difícil curación31, el Crisóstomo enumera los
diferentes remedios para el cuerpo humano, y señala que incluso a veces
la naturaleza de los aires32 o dormir pueden curar, mientras que en el
plano religioso, el remedio es la enseñanza a través de la palabra (ἡ διὰ
30 Cf. G. KÜHN, op. cit.
31 La idea de que la medicina del alma es más compleja que la del cuerpo aparece no
pocas veces en el autor y se ha de poner en relación con la primacía de la primera praxis
médica sobre la segunda, si bien no por eso esta ha de ser desdeñada. A este propósito, U.
BACHMANN, op. cit., pp. 74-75 señala: «Es gibt eine ganze Reihe von Heilmethoden, die
an sich für die Krankheiten der Seele gedacht sind, denen aber auch heilsame Wirkung
auf die Leiden des Körpers zugesprochen werden. Diese spezifisch kirchlich-religiösen
‘Pharmaka’ [...] existieren für Chrysostomos neben denen der hippokratischen Medizin.
Obwohl auch für ihn die kirchlichen Mittel die eigentliche Medizin’ sind, da sie primär
der Gesundheit der Seele dienen, ist er weit davon entfernt, nur diese als Heilmittel für
den Körper zuzulassen.»
32 La alusión a los aires como causa de la posible curación (φύσις δὲ ἀέρων πολλάκις
ἤρκεσε μόνη πρὸς τὴν τοῦ κάμνοντος ὑγίειαν, IV, 3. Malingrey 248, 8-9) parece testi-
moniar el conocimiento por parte del Crisóstomo de la doctrina hipocrática según la cual
el medio y el clima influyen sobre la salud y la complexión del ser humano y cuyo texto
fundacional es el tratado Aires, aguas y lugares.
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
τοῦ λόγου διδασκαλία, IV, 3. Malingrey 250, 12-1333) y es un sustituto
de la medicina, del fuego y del hierro34en alusión a los procedimientos
de cauterización e incisión, procedimientos que se citan inmediatamente
después ya no de manera más o menos velada sino manifiesta (καῦσαι
… καὶ τεμεῖν, IV, 3. Malingrey 250, 15):
De sacerdotio IV, 3. Malingrey 250, 10-16:
Ἐνταῦθα δὲ οὐδὲν τούτων ἐπινοῆσαι ἔστιν, ἀλλὰ μία τις μετὰ
τὰ ἔργα δέδοται μηχανὴ καὶ θεραπείας ὁδός, ἡ διὰ τοῦ λόγου
διδασκαλία. Τοῦτο ὄργανον, τοῦτο τροφή, τοῦτο ἀέρων κρᾶσις
ἀρίστη· τοῦτο ἀντὶ φαρμάκου, τοῦτο ἀντὶ πυρός, τοῦτο ἀντὶ
σιδήρου· κἂν καῦσαι δέῃ καὶ τεμεῖν, τούτῳ χρήσασθαι ἀνάγκη·
En este caso no podemos pensar en nada de eso, sino que además
de las obras se ofrece un único remedio y camino de curación: la
enseñanza a través de la palabra. Esta es el instrumento, esta el
alimento, esta el mejor clima. Esta reemplaza el medicamento,
esta reemplaza el fuego, esta reemplaza el hierro. Y en caso de que
sea preciso cauterizar y hacer una incisión, es preciso servirse de
este procedimiento.
Igualmente, para ejemplificar la complejidad de la enfermedad hu-
mana y la necesidad de que el paciente ayude en su salud35, el Crisósto-
33 El uso de la palabra como remedio curativo no parece tener antecedentes hipocráticos,
aunque sí platónicos, tal y como señala P. LAÍN ENTRALGO, La curación por la palabra en la
Antigüedad clásica, Madrid 1958, p. 232: «Como varias veces he dicho, los textos hipocráticos
de carácter psicoterapéutico apuntan a fines excesivamente generales, inespecíficos: ganar la
confianza del enfermo y mantener en buen nivel el tono de su ánimo. De ahí no pasó el mé-
dico de la Grecia antigua. [...] Poco más tarde, en fecha seguramente anterior a muchos de
los escritos hipocráticos, Platón elaboró toda una genial doctrina acerca de la acción psíquica
y somática de la palabra; por tanto, acerca de la psicoterapia verbal.» Se podría recordar a
este respecto el fr. 31 B 112 Diels–Kranz de Empédocles cuando afirma que los pacientes
siempre están deseosos de escuchar una εὐηκέα βάξιν como cura a sus padecimientos.
34 En esta línea de la palabra como remedio, no deja de ser reseñable que, en De sacer-
dotio II, 3. Malingrey 112, 70-72, el Crisóstomo, al referirse a las palabras sanadoras del
sacerdote que el paciente no acepta, las defina como “palabras que cortan como hierro”,
“les discours [...] qui font l’effet d’un bistouri” según Malingrey: ἄν τε τοὺς σιδήρου δίκην
τέμνοντας λόγους παραπέμψηται, προσέθηκε διὰ τῆς καταφρονήσεως τραῦμα ἕτερον
[...]. (En caso de que rechace las palabras que cortan como hierro, añade en su desprecio
otra herida [...].)
35 La necesidad de que el paciente coadyuve en la propia curación corresponde a un pen-
samiento anclado en lo más profundo de la deontología médica hipocrática, dado que en el
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 117
118
mo de nuevo hace alusión entre los medios curativos a ambos procedi-
mientos y a la imposibilidad de aplicarlos a la fuerza, como se puede ha-
cer con el ganado; de la misma manera, el sacerdote no puede obligar a
la sanación espiritual36:
De sacerdotio II, 3. Malingrey 110, 42-43, 50-53 y 55-57:
Τὰς δὲ τῶν ἀνθρώπων ἀρρωστίας πρῶτον μὲν οὐκ ἔστιν
ἀνθρώπῳ ῥᾴδιον δεῖν· [...] στι μὲν γὰρ καὶ ἐνταῦθα καὶ
δῆσαι καὶ τροφῆς ἀπεῖρξαι καὶ καῦσαι καὶ τεμεῖν· ἀλλ’
ἐξουσία τοῦ δέξασθαι τὴν ἰατρείαν οὐκ ἐν τῷ προσάγοντι τὸ
φάρμακον, ἀλλ’ ἐν τῷ κάμνοντι κεῖται. [...] Μάλιστα μὲν γὰρ
ἁπάντων χριστιανοῖς οὐκ ἐφεῖται πρὸς βίαν ἐπανορθοῦν τὰ τῶν
ἁμαρτανόντων πταίσματα.
En primer lugar, no le es fácil al hombre conocer las enfermeda-
des humanas. [...] Es posible en este caso (sc. con el ganado) atar,
privar de la alimentación, cauterizar y hacer una incisión. Pero
el poder de aceptar la curación no está en quien suministra el
fármaco, sino que reside en el enfermo. [...] Y sobre todo no está
permitido a los cristianos enmendar a la fuerza las faltas de quie-
nes pecan.
ideario del asclepíada hipocrático el enfermo no desempeña un papel pasivo, pues este ha de
luchar junto con el médico, artífice de la τέχνη ἰατρικ, para derrotar a la enfermedad, que
es el tercer actante en el trinomio del proceso morboso a ojos del médico hipocrático. Esta
formulación queda palmariamente expresada en un pasaje teórico del tratado Epidemias I,
5. Littré 2, 636, 1-4 = Kühlewein 1, 190, 3-6 = Jones 1, 164, 8-11: ἡ τέχνη διὰ τριῶν, τὸ
νόσημα καὶ ὁ νοσέων καὶἰητρός· ὁ ἰητρὸς ὑπηρέτης τῆς τέχνης· ὑπεναντιοῦσθαι τῷ
νοσήματι τὸν νοσέοντα μετὰ τοῦ ἰητροῦ. (El arte consta de tres partes: la enfermedad, el
enfermo y el médico. El médico es el servidor del arte. El enfermo ha de enfrentarse a la en-
fermedad con ayuda del médico. Texto de Kühlewein). Según LAÍN ENTRALGO, op. cit. p.
226, en la medicina hipocrática la activa colaboración del enfermo ha de consistir «en confiar
firmemente en la suficiencia del médico que le atiende, lo cual exige que sea real el saber téc-
nico del terapeuta y, a la vez, que la persona de éste sepa demostrarlo con dignidad y tacto.»
Las ediciones citadas corresponden a H. KÜHLEWEIN, Hippocratis opera quae feruntur omnia,
2 voll., Leipzig 1894-1902 y a W. H. S. JONES – E. T. WITHINGTON, Hippocrates, 4 voll.,
Cambridge (Mass.) – London 1923-1931.
36 Cf. De sacerdotio II, 3. Malingrey 112, 73-74: γὰρ καταναγκάζων καὶ ἄκοντα
θεραπεῦσαι δυνάμενος οὐκ ἔστι. (Pues no hay quien pueda curar bajo coacción a quien
no quiere.) Anteriormente, en II, 3. Malingrey 110, 34-41, Juan Crisóstomo ha estado
hablando de la mayor facilidad existente para curar al ganado, dado que este puede ser
atendido a la fuerza sin que medie ningún consentimiento; al igual que en el caso de los
humanos, entre las terapias a aplicar se ha apelado a cortar y a cauterizar.
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
Sin embargo, no siempre ambas prescripciones quirúrgicas van juntas
formando una pareja y a veces solo se indica la posibilidad de hacer una
incisión de acuerdo con determinadas condiciones como es la mesura y
la precisión. En un pasaje (II, 4) cuyo tema principal es la dificultad
(δυσκολία) y los riesgos del sacerdocio, el Crisóstomo apunta a la nece-
sidad de curar bien al paciente y pone el ejemplo de practicar bien la in-
cisión, sin exceso ni defecto, bajo el riesgo de que si se hace mal el
enfermo rehúse la medicación y cualquier otro procedimiento terapéu-
tico; así pues, en este texto se retoma el tema de la incisión pero con ma-
tices, no relacionándolo con la cauterización sino haciendo hincapié en
la práctica médica correcta:
De sacerdotio II, 4. Malingrey 112-114, 1-8:
Καὶ γὰρ ἂν πραότερον προσενεχθῇς τῷ πολλῆς ἀποτομίας
δεομένῳ καὶ μὴ δῷς βαθεῖαν τὴν πληγὴν τῷ τοιαύτης χρείαν
ἔχοντι, τὸ μὲν περιέκοψας, τὸ δὲ ἀφῆκας τοῦ τραύματος· κἂν
ἀφειδῶς τὴν ὀφειλομένην ἐπαγάγῃς τομήν, πολλάκις ἀπογνοὺς
πρὸς τὰς ἀλγηδόνας ἐκεῖνος, ἀθρόως ἅπαντα ῥίψας καὶ τὸ
φάρμακον καὶ τὸν ἐπίδεσμον, φέρων ἑαυτὸν κατεκρήμνισε, [...]
Y si te comportas con dulzura con el que necesita una gran inci-
sión y no haces la herida profunda a quien tiene necesidad de ella,
cortas parte del mal pero dejas la otra. Pero en caso de que hagas
sin cuidado el corte necesario, a menudo tras desesperarse aquel
por el dolor y arrojar todo, tanto el medicamento como el ven-
daje, dejándose llevar se precipita al abismo, [...]
Este argumento a propósito de la ἀκρίβεια necesaria al hacer una in-
cisión lo encontramos de nuevo en III, 14, encaminado a no enfadar al
paciente con una mala praxis:
De sacerdotio III, 14. Malingrey 222-224, 63-66:
Ὧν γὰρ ἂν ἁμάρτῃ μετὰ τὴν τοιαύτην θεραπείαν ἐκεῖνος,
κοινωνεῖ τῆς ἐφ’ ἑκάστῳ τούτων ὀργῆς ὁ μὴ καλῶς τὸ τραῦμα
τεμὼν ἰατρός.
El médico que no hace bien la incisión en la herida comparte la
ira a propósito de cada uno de los errores que aquel (sc. el pacien-
te) cometa tras semejante tratamiento.
El mismo tema sobre la necesidad de dar los pasos adecuados, en el
presente caso coser una herida, lo hallamos de nuevo en II, 4, en un
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 119
120
texto que, en la línea de la máxima primum non nocere, ejemplifica la
idoneidad de imponer las penas espirituales de manera cabal y de acuer-
do con las capacidades del pecador, penas que de manera un tanto sor-
presiva propone que pueden ser incluso inferiores a las que merecen
porque si no se puede dar el caso de que no las soporten y el remedio
sea peor que la enfermedad y que esta vaya a peor37, por eso se ha de co-
nocer la disposición (προαίρεσις) de los pecadores; estaríamos, así pues,
ante un enfoque que podríamos denominar casi psicológico del tema:
De sacerdotio II, 4. Malingrey 114, 12-16:
Οὐ γὰρ ἁπλῶς πρὸς τὸ τῶν ἁμαρτημάτων μέτρον δεῖ καὶ τὴν
ἐπιτιμίαν ἐπάγειν, λλὰ καὶ τῆς τῶν ἁμαρτανόντων
στοχάζεσθαι προαιρέσεως, μή ποτε άψαι τὸ διερρωγὸς
βουλόμενος χεῖρον τὸ σχίσμα ποιήσῃς καὶ ἀνορθῶσαι τὸ
καταπεπτωκὸς σπουδάζων μείζονα ἐργάσῃ τὴν πτῶσιν.
Pues no hay que imponer la pena solamente según la medida de
los pecados, sino que hay que tener en cuenta la disposición de
los pecadores, para que al querer coser el desgarro no hagas una
herida peor y al intentar poner en pie lo que se ha caído no pro-
voques una caída mayor.
Esta necesidad de mesura y de un cierto posibilismo muy pragmático,
alejado de posturas radicales, está ejemplificada de manera magistral en
las líneas inmediatamente posteriores (II, 4. Malingrey 114, 16-23), que
se refieren a los ἀσθενεῖς, donde se hace evidente una relación con la
enfermedad moral más que física. A los disolutos hay que apartarlos poco
a poco del mal, y conformarse quizá con que la curación no sea plena,
pero eso es mejor que actuar de manera brusca y no conseguir ni siquiera
una leve mejoría38. El corolario al que se llega (II, 4. Malingrey 114, 23-
37 Esta misma doctrina la encontramos, por ejemplo, formulada en el capítulo final
del renombrado tratado hipocrático Sobre la enfermedad sagrada que en realidad actúa co-
mo una especie de resumen de los postulados principales. Cf. De morbo sacro 18. Littré 6,
394, 19 - 396, 1-2 = Jones 2, 182, 16-18 = Grensemann 88, 22-23: Χρὴ γὰρ καὶ ἐν ταύτῃ
τῇ νούσῳ καὶ ἐν τῇσιν ἄλλῃσιν ἁπάσῃσιν μὴ αὔξειν τὰ νοσήματα, [...] (En esta enfer-
medad como en todas las demás es preciso no incrementar las dolencias, [...]). El texto
corresponde a la edición de H. GRENSEMANN, Die hippokratische Schrift “Über die heilige
Krankheit”, Berlin 1968.
38 J. JOUANNA, op. cit. 1992, p. 484, reseña la necesidad de aplicar los remedios ade-
cuados y de manera mesurada que se atestigua en el Corpus Hippocraticum: «Tout en s’op-
posant à la maladie, le médecin doit savoir doser le degré de changement à opérer dans le
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
28) demuestra una cierta finura psicológica: una vez que el alma se ha
visto forzada a avergonzarse sin interiorizar su culpa, esta cae en la
ἀναλγησία; es decir, si el paciente se ve ridiculizado por echarle en cara
los pecados, su contumacia se reafirma y ya es imposible la curación:
De sacerdotio II, 4. Malingrey 114, 23-28:
Ψυχὴ γὰρ ἐπειδὰν ἅπαξ ἀπερυθριᾶσαι βιασθῇ, εἰς ἀναλγησίαν
ἐκπίπτει, καὶ οὔτε προσηνέσιν εἴκει λόγοις λοιπόν, οὔτε
ἀπειλαῖς κάμπτεται, οὐκ εὐεργεσίαις προτρέπεται, ἀλλὰ γίνεται
πολὺ χείρων τῆς πόλεως ἐκείνης ἣν ὁ προφήτης κακίζων
ἔλεγεν· «Ὄψις πόρνης ἐγένετό σοι, ἀπηναισχύντησας πρὸς
πάντας.»
Pues el alma, cuando se la obliga a avergonzarse, cae en la insen-
sibilidad y en lo sucesivo ya no cede a las palabras dulces, ni se
doblega ante las amenazas, ni se deja persuadir por las buenas ac-
ciones, sino que se hace peor que la ciudad aquella de la nos ha-
blaba el profeta entre reproches: “Has llegado a tener aspecto de
prostituta, te has portado como una desvergonzada ante todos.39
Una prescripción similar sobre la conveniencia de actuar de manera
mesurada y de acuerdo con las características de las heridas aparece tam-
bién en un texto de las homilías a la Primera carta a los Corintios de Juan
Crisóstomo, lo cual demuestra que nos encontramos ante una idea cara
al autor, no exenta de un cierto pragmatismo40:
In Epistulam I ad Corinthios, PG 61, 228, 47-53:
[...] καὶ ἰατρὸς ὢν ἄριστος καταλλήλως τοῖς τραύμασι τὴν
corps et saisir le moment approprié de le faire, s’il veut rétablir la santé sans causer de dom-
mage. […] Il faut administrer au corps ni trop ni trop peu, ni trop tôt ni trop tard. Inter-
venir comme il faut et au moment où il faut est sans doute ce qu’il y a de plus difficile
dans l’art». Otro factor a tener siempre en cuenta ha de ser la oportunidad o momento
adecuado (καιρός) en el que actuar; esta noción forma parte de una de las máximas más
renombradas de la colección hipocrática como es el inicio del primer aforismo: Aphorismi,
Littré 4, 458, 1-2= Jones 4, 98, 1-3: βίος βραχύς, ἡ δὲ τέχνη μακρή, ὁ δὲ καιρὸς ὀξύς,
ἡ δὲ πεῖρα σφαλερή, ἡ δὲ κρίσις χαλεπή. (La vida es breve, el arte largo, la ocasión fugaz,
el experimento engañoso y el juicio difícil.) Texto de JONES, op. cit.
39 Cf. VT, Je. 3, 3.
40 Cf. U. BACHMANN, op. cit., p. 71: «Bei der Ausführung der Operation muß der Arzt
darauf achten, daß der Schnitt richtig geführt wird, nicht zu tief, aber auch nicht zu ober-
flächlich, sondern der Wunde angemessen».
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 121
122
τομὴν ἐπάγει, οὔτε τὰ βαθείας δεόμενα πληγῆς ἐξ ἐπιπολῆς
τέμνων· [...] οὔτε τὰ προσηνεστέρων χρῄζοντα τῶν φαρμάκων
σιδήρῳ παραδιδούς.
[...] y el mejor médico hace la incisión conforme a las heridas, sin
cortar superficialmente lo que necesita una herida profunda [...]
y sin confiar al hierro lo que necesita de remedios más suaves.
La necesidad de no incurrir en errores en la curación se traslada tam-
bién del plano físico al moral y al igual que las heridas se pueden enconar
por un mal tratamiento, las pasiones del alma pueden agravarse si no se
las trata con esmero:
De sacerdotio VI, 8. Malingrey 332, 28-31:
Καὶ γὰρ τὰ τοῦ σώματος τραύματα προστριβόμενα δυσίατα
γίνεται, καὶ τὰ τῆς ψυχῆς πάθη κνιζόμενα καὶ παροξυνόμενα
μᾶλλον ἀγριαίνεσθαι πέφυκε καὶ τοὺς ἔχοντας αὐτὰ πλείονα
ἁμαρτάνειν βιάζεται·
Pues las heridas del cuerpo se hacen más difíciles de curar si se las
irrita y las pasiones del alma si se las molesta y exacerba tienden
por naturaleza a hacerse más violentas y obligan a quienes las tie-
nen a pecar en mayor grado.
En suma, se aprecia cómo el autor se sirve de la praxis quirúrgica,
consistente fundamentalmente en realizar una incisión y/o en cauterizar,
para a partir de ella establecer correlaciones entre el cuidado del cuerpo
y del alma, y proponer las medidas a adoptar, basadas sobre todo en la
mesura.
Para finalizar este apartado, podríamos señalar un pasaje del presente
diálogo donde el Crisóstomo apela también a la propia experiencia del
médico para ilustrar el texto, lo cual demuestra de nuevo la querencia
del autor por los asuntos médicos. Así, en una larga exposición cargada
de referencias médicas (I, 7. Malingrey 94, 8-44), el autor hace un elogio
del engaño (ἀπάτη)41 que, en algunas ocasiones, ha de llevar a cabo el
médico para salvar la oposición del enfermo:
41 Este elogio no es sino una autojustificación del proceder de Juan cuando este, tras
haber decidido renunciar a ocupar el cargo sacerdotal, no le dice nada a su amigo Basilio,
razón por la que este último acepta el encargo pensando que Juan también se convertiría
en sacerdote junto con él. Estos hechos son descritos en De sacerdotio I, 3.
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
De sacerdotio I, 7. Malingrey 94, 6-12:
Ὅτι γὰρ οὐ τοῖς ἀπατῶσι μόνον, ἀλλὰ καὶ τοῖς ἀπατωμένοις
τοῦτο χρήσιμον, προσελθών τινι τῶν ἰατρῶν ἐρώτησον πῶς
ἀπαλλάττουσι τῆς νόσου τοὺς κάμνοντας, καὶ ἀκούσῃ παρ’
αὐτῶν ὅτι οὐκ ἀρκοῦνται τῇ τέχνῃ μόνῃ, ἀλλ’ ἔστιν ὅπου καὶ
τὴν ἀπάτην παραλαβόντες καὶ τὴν παρ’ αὐτῆς βοήθειαν
καταμίξαντες, οὕτως πὶ τὴν ὑγίειαν τοὺς σθενοῦντας
ἐπανήγαγον.
Que esto es útil no solo a los que engañan, sino también a los en-
gañados, tras acercarte a un médico pregúntale cómo libran de la
enfermedad a los pacientes, y escucharás de ellos que no se con-
tentan solo con su arte sino que a veces tras servirse del engaño y
tras mezclarlo con la ayuda que este conlleva condujeron de esta
manera a los enfermos a la salud.
Por consiguiente y para ilustrar esta doctrina, el autor narra un largo
caso clínico de un paciente aquejado de fiebre que tiene unas inmensas
ganas de beber vino, lo cual sería contraproducente para su salud pues le
podría llevar a la demencia (παραπληξία, I, 7. Malingrey 94, 24); así pues,
el médico coge una jarra sacada del horno, la sumerge en vino pero la saca
vacía y la llena de agua por lo que conserva el aroma a vino; acto seguido
ordena que la habitación se quede a oscuras y le da el agua con olor a vino
al paciente, que sucumbe al engaño y bebe con ansia el agua. El pasaje se
cierra con unas observaciones sobre la utilidad del engaño en las que el
autor equipara de nuevo el cuidado de los cuerpos con el de las almas:
De sacerdotio I, 7. Malingrey 96, 39-44:
Εἶδες τῆς ἀπάτης τὸ κέρδος; Καὶ εἰ πάντας βούλοιτό τις τῶν
ἰατρῶν καταλέγειν τοὺς δόλους, εἰς ἄπειρον ἐκπεσεῖται μῆκος
ὁ λόγος. Οὐ μόνον δὲ τοὺς τὰ σώματα θεραπεύοντας, ἀλλὰ καὶ
τοὺς τῶν ψυχικῶν νοσημάτων ἐπιμελομένους εὕροι τις ἂν
συνεχῶς τούτῳ κεχρημένους τῷ φαρμάκῳ.
¿Has visto el beneficio del engaño? Y si alguien quisiera enumerar
las astucias de los médicos, el discurso se alargaría hasta el infinito.
Descubriría que no solo se sirven de este medicamento continua-
mente quienes cuidan de los cuerpos, sino también los que se
preocupan de las enfermedades del alma.
Al ser el engaño del médico de cuerpos similar al que emplean aque-
llos que se ocupan de las enfermedades de las almas, el autor acaba este
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 123
124
pasaje acudiendo a Pablo de Tarso y a sus estratagemas en el cuidado es-
piritual (I, 7. Malingrey 96, 44-98, 49). A su vez, este empleo de la men-
tira como praxis médica aparece en otros escritores cristianos como por
ejemplo Clemente de Alejandría42:
Stromata VII, 9, 53, 2 = GCS4317, 39:
ἀληθῆ τε γὰρ φρονεῖ ἅμα καὶ ἀληθεύει, πλὴν εἰ μή ποτε ἐν
θεραπείας μέρει, καθάπερ ἰατρὸς πρὸς νοσοῦντας ἐπὶ σωτηρίᾳ
τῶν καμνόντων, ψεύσεται ἢ ψεῦδος ἐρεῖ [...].
Pues él (sc. el maestro) razona la verdad y dice la verdad, excepto
si alguna vez en lugar de un tratamiento, como el médico respecto
a los enfermos por la salvación de los pacientes, miente o dice
mentira [...].
3. A MANERA DE CONCLUSIÓN
En el presente estudio no hemos pretendido sino exponer un panorama
de los empleos más destacados de la utilización de términos y prácticas
médicas que se atestiguan en el tratado Sobre el sacerdocio de Juan Cri-
sóstomo. Su profusión y abundancia nos lleva a pensar que nos encon-
tramos no ante un simple topos literario, con la intención de añadir un
colorido retórico al texto, sino más bien ante un entramado conceptual
donde la medicina del cuerpo sirve de referente para la del alma.
La utilización de algunos procedimientos médicos, como el relativo
a la incisión y a la cauterización44, que se registra también en el Corpus
Hippocraticum, parece indicar que el Crisóstomo estaba informado a
propósito de la literatura médica griega. La misma conclusión parecen
arrojar los pasajes que se refieren, aunque sea de manera tangencial, a la
importancia del clima45 y a la cabeza como centro que gobierna los va-
pores del cuerpo46.
Asimismo, resulta digno de reseña el uso de terminología relacionada
con la locura al hablar de aspectos heréticos o contrarios a la doctrina,
42 Cf. A.M. MALINGREY, op. cit., p. 95, n. 3.
43 Cf. L. FRÜCHTEL – O. STÄHLIN – U. TREU,Clemens Alexandrinus, voll. 2 – 3, Die
griechischen christlichen Schriftsteller 52(15), 17, Berlin 1960-1970.
44 Cf. De sacerdotio II, 3. Malingrey 110, 50-53, y IV, 3. Malingrey 250, 10-16.
45 Cf. De sacerdotio IV, 3. Malingrey 250, 10-16.
46 Cf. De sacerdotio III, 10. Malingrey 166, 25-31.
J. ÁNGEL Y ESPINÓS
lo cual testimonia la creencia de que la desviación de la ortodoxia era
considerada como una enfermedad y, por lo tanto, podía ser curada47.
En suma, creemos haber aportado una visión de conjunto sobre un
aspecto que hasta la fecha no había sido objeto de investigación, a pesar
de que el diálogo Sobre el sacerdocio sea una de las piezas más famosas de
Juan Crisóstomo.
Universidad Complutense de Madrid
j.a.espinos@gmail.com
47 Cf. De sacerdotio IV, 4. Malingrey 256, 43-47, y IV, 4. Malingrey 258, 61-63.
LA LENGUA MÉDICA EN EL DIÁLOGO SOBRE EL SACERDOCIO
DE JUAN CRISÓSTOMO 125
Article
Full-text available
El artículo recoge un estudio de la homilía de san Juan Crisóstomo «Contra los juegos circenses y el teatro» a partir del texto de la Patrologia Graeca 56, 263-270. En primer lugar, contextualizamos la homilía (Constantinopla, año 399) y abordamos el tema principal que predomina en ella: la corrupción que acarrea la asistencia a los espectáculos paganos y, peor aún, si por ellos se abandona la asamblea y el culto cristianos. Luego, analizamos retóricamente la estructura de la homilía y desgranamos todos los argumentos tratados al hilo de su sermón. A continuación, ofrecemos el texto griego de la homilía con una traducción española en paralelo. Acompaña, seguidamente, una simple guía de lectura. Por último, aventuramos una reflexión a modo de actualización.
  • L Cf
  • Früchtel -O
  • Stählin -U
  • Clemens Treu
  • Alexandrinus
Cf. L. FRÜCHTEL -O. STÄHLIN -U. TREU, Clemens Alexandrinus, voll. 2 -3, Die griechischen christlichen Schriftsteller 52(15), 17, Berlin 1960-1970.
Leipzig 1893 (reimpr
  • G Cf
  • Helmreich -J
  • Marquardt -I
  • Müller
Cf. G. HELMREICH -J. MARQUARDT -I. MÜLLER, Claudii Galeni Pergameni scripta minora, vol. 3, Leipzig 1893 (reimpr. Amsterdam 1967).