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Características de la enfermedad cerebrovascular extracraneal en el municipio de arroyo naranjo

Authors:
  • National Institute of Angiology and vascular surgery
Revista Cubana de Angiología. 2017;18(2)
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Artículo original
Características de la enfermedad cerebrovascular
extracraneal en el municipio de arroyo naranjo
Characteristics of the extra-cranial cerebrovascular disease
in Arroyo Naranjo municipality
Ivonne Salgado Castillo,I María Eugenia Triana Mantilla,I Luis Enrique
Rodríguez Villalonga,I Yunier Arpajón Peña,II Alejandro Hernández SearaI
I Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular. La Habana. Cuba.
II Facultad de Biología. Universidad de La Habana. La Habana. Cuba.
RESUMEN
Introducción: La enfermedad cerebrovascular extracraneal en Cuba está
subdiagnosticada, de ahí que se desconoce su prevalencia en población general.
Objetivo: Determinar las características de la enfermedad cerebrovascular
extracraneal en el municipio de Arroyo Naranjo.
Métodos: Se realizó estudio descriptivo en las 26 personas diagnosticadas con
enfermedad carotidea de una muestra de 200 individuos obtenida por método
aleatorio simple de los 208 554 residentes del municipio Arroyo Naranjo. La
enfermedad se confirmó por eco-doppler carotideo. Las variables fueron: edad,
sexo, porcentaje de estenosis, localización, tipo de placa, factores de riesgo y
grosor íntima-media carotideo.
Resultados: La prevalencia de la enfermedad fue de 12,5 x 100 000 habitantes,
mayor en las mujeres (10,1) y en los mayores de 60 años (9,1). Se confirmó el
diagnóstico en el 80,8 % de las personas y más del 45 % mostró estenosis no
significativa en ambas carótidas. Predominaron las placas heterogéneas (46,2 %)
localizadas fundamentalmente en: bifurcación carotidea y bulbo. El tabaquismo
(80,8 %), la hipertensión arterial (73,1 %), y la enfermedad arterial periférica
(65,1 %) fueron los factores de riesgo más frecuentes; el 69,2 % presentaba más
de tres factores. Más del 75 % de los mayores de 60 años, independiente del sexo,
tenían valores patológicos del grosor íntima-media carotideo.
Conclusiones: La prevalencia de enfermedad cerebrovascular extracraneal en el
municipio es elevada. Alta incidencia de factores de riesgo. El diagnóstico precoz de
dicha enfermedad en un alto porcentaje permitió remitir a sus áreas de salud a
aquellas personas que requerían de un tratamiento oportuno.
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Palabras clave: Enfermedad cerebrovascular extracraneal; enfermedad carotidea;
factores de riesgo.
ABSTRACT
Introduction: Extracranial cerebrovascular disease is a problem of health
internationally, in Cuba it is sub-diagnostician without knowing its prevalence in the
general population.
Objective: To determine the characteristics of the extracranial cerebrovascular
disease in the Arroyo Naranjo municipality.
Methods: a descriptive study was conducted in 26 people diagnosed with carotid
disease of a sample of 200 people obtained by a simple random method of the 208
554 residents of the municipality of Arroyo Naranjo. The disease was confirmed by
carotid doppler ultrasound. The variables were: age, sex, percent stenosis, location,
type of plate, risk factors and thickness intima-media carotid.
Results: The prevalence of the disease was 12,5 x 100 000 inhabitants, higher in
women (10,1) and older adults (9,1). The diagnosis was confirmed in 80,8 % of
people, where more than 45 percent showed a non-significant stenosis in both
carotid. The types of plates were the heterogeneous (46,2 %) and the echogenic
(38,6 %), located in: carotid bifurcation, bulb, and internal carotid. Smoking (80,8
%), hypertension (73,1 %), and peripheral arterial disease (65,1 %) were the most
frequent risk factors, noting that 69,2 % had more than three factors. More of the
75 % of those older than 60 years, independent of sex, showed pathological values
of the thickness intima-media carotid.
Conclusions: The prevalence of the extracranial cerebrovascular disease in the
municipality is high; and too the incidence of the risk factors. Early diagnosis of the
disease in a high percentage allowed referring to their areas of health to those
persons requiring prompt treatment
Keywords: Extracranial cerebrovascular disease; carotid disease; risk factors.
INTRODUCCIÓN
Los tres grandes grupos de causas de muerte son: 1) enfermedades crónicas no
trasmisibles, 2) enfermedades trasmisibles, 3) por causas externas. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que las primeras se mantienen
como un problema de salud de primer orden en este siglo xxi,1 y pronosticó que
para el 2020 se producirán 61 muertes x 100 000 días perdidos de vida saludable
por concepto de estas enfermedades,2 lo que está en estrecha relación con el
envejecimiento poblacional.2
En Cuba, hubo una tasa de mortalidad en el 2014 por enfermedades crónicas no
trasmisibles de 712,4 defunciones por cada 100 000 habitantes, superior a la del
2013 (680,7 defunciones por 100 000 habitantes) y a las obtenidas en los otros dos
grupos de enfermedades.3 Dentro de las crónicas no trasmisibles las enfermedades
cerebrovasculares se mantienen ocupando el tercer lugar como causa principal de
muerte en todas las edades,1,2 por lo que son consideradas un problema de salud a
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escala mundial, además de ser la primera causa de discapacidad en las personas
mayores; la segunda de demencia entre las cinco causas más importantes de carga
por enfermedad; provoca elevadas tasas de mortalidad intra- y extrahospitalaria, e
influye negativamente en la calidad de vida de las personas que la padecen.1,2
En el Anuario Estadístico de Salud del 20143 se registró un incremento en el
número de defunciones provocado por las enfermedades cerebrovasculares superior
a las del 2013 (9 256 vs. 9 061) con una tasa de mortalidad cruda de 82,3 por 100
000 habitantes, con un ligero incremento de la misma en los hombres con respecto
a las mujeres (83,6 vs. 82,3).
Hay que señalar que, en el 2014 con respecto al 2013, la provincia de La Habana
casi duplicó el número de fallecidos por esta enfermedad (5 699 vs. 2 150), con
tasas de mortalidad bruta por edades y ajustada de 99 y 44,5 por 100 000
habitantes respectivamente. Estos datos son superiores a los obtenidos en el resto
de las provincias. La amplitud relativa, razón entre la tasa mayor y la menor, fue de
2,1 para las enfermedades cerebrovasculares, lo que expresa la dispersión del valor
de las tasas entre las provincias que será mayor cuando el valor exceda la unidad.3
Los años de vida potencial perdidos por enfermedad cerebrovascular fueron de
3,7 por 1 000 habitantes, similares a lo reportado en el 2013, sin embargo, al hacer
el análisis según sexo con edades entre 1-74 años, el valor registrado fue superior
en los hombres con respecto a las mujeres (4,4 vs. 2,9).3
Si bien las enfermedades cerebrovasculares son más frecuentes en personas de 65
años y más, se observó en los últimos años un aumento alarmante en la aparición
de la misma en niños y adolescentes.4,5
Existen diversas formas de presentación clínica de la enfermedad cerebrovascular
extracraneal: 1) La asintomática, 2) el ataque transitorio de isquemia, 3) el ictus
cerebral agudo o en evolución, y 4) el infarto cerebral previo con déficit residual
mínimo o severo, 5) síntomas isquémicos globales.6,7
La enfermedad cerebrovascular asintomática es aquella donde los síntomas
cerebrales o retinianos no se han manifestado, sin embargo, el daño arterial ya
está presente, ejemplo típico lo constituyen las personas con estenosis carotidea
asintomática.7
Es conocido que la enfermedad cerebrovascular extracraneal adopta también el
nombre de enfermedad carotidea, ambos términos se utilizan indistintamente.
El abordaje del tema es contradictorio, en cuanto a lo que se conoce y se
desconoce sobre la enfermedad carotidea, sobre todo cuando se señala que la
misma es un indicador de isquemia coronaria y causa frecuente de infarto cerebral
entre el 1 y el 3,4 %, riesgo que estará en dependencia del grado de oclusión de la
luz del vaso.7-9 Por tal motivo, en los últimos años se incluyó en los estudios la
medición del grosor íntima media carotideo como un indicador precoz de
aterosclerosis sistémica.10-12
Se conoce desde hace más de 4 000 años que la aterosclerosis es la causa de
muchas enfermedades vasculares. La enfermedad cerebrovascular extracraneal
tiene una base aterosclerótica, con los mismos factores de riesgo clásicos
(dislipidemia, hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, obesidad) de las
otras enfermedades vasculares (corazón y miembros inferiores), solo que el orden
de aparición de uno u otro factor varía en dependencia del tipo de enfermedad
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vascular, de ahí la importancia de su identificación y control en la población de alto
riesgo.13-15
Al tener en cuenta que la enfermedad cerebrovascular extracraneal es una
enfermedad prevenible y previsible, todas las investigaciones que se realicen para
su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento son justificadas.
En Cuba, se desconoce cuál es la prevalencia de la enfermedad cerebrovascular
extracraneal. Son pocos y muy puntuales los estudios realizados que aborden este
problema, y cuyos resultados no son generalizables, por lo que no se puede decir
con certeza cuál es la situación real que presenta el país, por lo que es objetivo de
este trabajo determinar las características de la enfermedad cerebrovascular
extracraneal en el municipio de Arroyo Naranjo.
MÉTODOS
Se realizó un estudio cuasi-experimental, descriptivo, prospectivo y analítico en las
26 personas diagnosticadas con enfermedad carotidea, de una muestra de 200
personas obtenidas por un método aleatorio simple de los 208 554 residentes del
municipio Arroyo Naranjo16 considerando un coeficiente de seguridad de 99,99 %,
una proporción esperada para un error de 3 % y con igual valor de porcentaje para
la precisión o error máximo.
A las personas se les explicó los objetivos e importancia de la investigación, así
como sus derechos si no deseaban continuar en el estudio. Todos firmaron, de
forma voluntaria, el documento referido al consentimiento informado para ser
incluido en la investigación. Se excluyeron los discapacitados mentales.
Diagnóstico de la enfermedad cerebrovascular extracraneal
La enfermedad cerebrovascular extracraneal se diagnosticó, de manera general,
por el examen físico vascular, mediante la exploración de los pulsos carotideos a
nivel del cuello en busca de soplos y o frémitos.
La enfermedad cerebrovascular extracraneal se diagnosticada mediante el eco-
doppler carotideo, en búsqueda de algún grado de estenosis. Se realizó a todas las
personas a las que se les detectó un soplo en proyección de las carótidas, a
aquellas que presentaron algún síntoma neurológico, retiniano o cerebral; a los
hipertensos, a los hombres mayores de 55 años y a las mujeres mayores de 60
años de edad.
Este estudio permitió, en ambas carótidas, la evaluación del tronco braquio-
cefálico, los bulbos y las bifurcaciones carotideas y el origen de las carótidas:
comunes, internas y externas. En cada vaso se informó el tipo de placa y el
porcentaje de estenosis.
Según los resultados del eco doppler carotideo la estenosis fue dividida en:8
- No significativa: si la estenosis era inferior al 50 %
- Significativa: si la estenosis era superior o igual a 50 %
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Además, se realizó la medición del grosor íntima-media carotideo en ambas
carótidas cono el equipo de ultrasonido modo B (Aloka Ultrasound Diagnostic
Equipment SSD-a5), con un transductor lineal de frecuencia mayor de 7,5 MHz. Se
tuvo en cuenta para el estudio el valor de 0,82 mm independiente del sexo y de la
carótida donde se realizó la medición.17
Diagnóstico de la enfermedad arterial periférica
El diagnóstico de la enfermedad arterial periférica se obtuvo, en principio, por la
exploración o palpación de todos los pulsos periféricos (radiales, cubitales,
femorales, poplíteos, tibiales posteriores y pedios) en busca de la ausencia de
alguno de ellos. El diagnóstico se confirmó por los resultados del índice de
presiones tobillo/ brazo (ITB).18
A las personas no diabéticas se les diagnosticó la enfermedad cuando había
ausencia de alguno de los pulsos periféricos y valores del ITB menor de 0,9
mmHg,19 en las diabéticas, los valores del ITB tenían que ser menor de 0,9 o mayor
de 1,2 mmHg.20
Pruebas de laboratorio
Se cuantificaron las concentraciones séricas de colesterol total y de triglicéridos. La
toma de muestra sanguínea se realizó en el horario de la mañana, después de un
ayuno entre 12 y 14 h. Se utilizaron los juegos de reactivos enzimáticos
colorimétricos (HELFA® Diagnósticos) y el analizador bioquímico SELECTRA-ProM.
Se consideró la presencia de una hiperlipemia cuando los valores de colesterol total
eran mayores o igual a 6,2 mmol/L, de triglicéridos mayores o iguales a 1,7 mmol/L
o la combinación de ambos.21,22
A todos los participantes se les llenó una planilla, a través de una entrevista médica
que incluyó: la edad (años), el sexo (femenino o masculino), el color de piel
(blanca, negra, mestiza), los factores de riesgo vasculares (enfermedad arterial
periférica de miembros inferiores, el tabaquismo, la hipertensión arterial (HTA), la
hiperlipemia, la diabetes mellitus (DM), y el grosor íntima-media carotideo, así
como los resultados del examen de control vascular; de los estudios de laboratorio,
hemodinámica e imagenológico según los criterios para cada una de las
consideraciones.
La existencia del tabaquismo, la HTA y la DM fueron tomadas de esta planilla por la
declaración de las personas.
Análisis estadístico
Se confeccionó una base de datos con todos los resultados para su procesamiento
estadístico. Se calculó la media y la desviación estándar (DS) para las variables
cuantitativas; y las frecuencias absolutas y relativas para las cualitativas. Se calculó
la tasa de prevalencia total de la enfermedad cerebrovascular extracraneal, y la
ajustada según edad y sexo; para esta última se tuvo en cuenta el número total de
hombres y mujeres y para la edad se utilizó la de 60 años como punto de corte,
independientemente del sexo.
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RESULTADOS
La muestra estudiada tenía las características generales siguiente: un predominio
del sexo femenino (80,8 %); del grupo de edades igual o mayor a los 60 años de
edad (73,1 %), y del color de piel blanco (61,5 %). Además presentaban como
factores de riesgo vasculares tabaquismo (80,8 %), hipertensión arterial (73,1 %)
y enfermedad arterial periférica (65,4 %) y se constató que el 69,2 % de las
personas tenían más de tres factores de riesgo concomitando (tabla 1).
La tasa de prevalencia total de enfermedad cerebrovascular extracraneal para el
municipio fue de 12,5 por 100 000 habitantes contribuyendo a este valor la tasa del
sexo femenino que fue superior a la del masculino (10,1 vs. 2,4 por 100 000
habitantes), con una razón de tasa según sexo (F/M) de 4:2. Un resultado similar fue
encontrado para la edad, donde la prevalencia de la enfermedad fue mayor en el grupo
de edades mayor de 60 años (9,1 vs. 3,4 por 100 000 habitantes) (tabla 2).
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En el pesquisaje se constató que el 65,4 % de las personas desconocían que tenían
una enfermedad cerebrovascular extracraneal, y de los que la tenían diagnosticada
pocos recibían atención médica (n= 9; 34,6 %). A la mayoría, no se les detectó en
el examen físico vascular ni ausencia de pulso ni soplo en proyección de las
carótidas, sin embargo, se constató en el 80,8 % de la personas que los resultados
del eco doppler carotideo fueron positivos, además las cinco personas que
resultaron negativa en el estudio ya conocían de su enfermedad y tenían
tratamiento médico, lo que hace pensar que la enfermedad cerebrovascular que
ellos presentaban no era extracraneal (tabla 3).
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Los resultados del eco-Doppler carotideo indicaron que más de 10 % de las
personas tenían una estenosis significativa ( 50 %) en la carótida derecha,
izquierda o en ambas, mientras que hubo una mayor frecuencia de estenosis no
significativas (< 50 %) tanto en la carótida derecha (46,2 %) como en la izquierda
(50 %).
Se encontró, además, que los tipos de placas más frecuentes fueron la ecogénica
(38,6 %) y la heterogénea (46,2 %) y los sitios de localización más frecuente de
ellas fueron: la bifurcación carotidea, el bulbo y la carótida interna con similares
proporciones (tabla 4)
Se halló que los valores promedios del grosor íntima-media carotideo fueron
elevados en la carótida derecha de ambos sexos, sin embargo, en la carótida
izquierda fue mayor en el sexo femenino que en el masculino (1,1 mm vs. 0,79
mm). En los valores patológicos de este parámetro en las personas mayores de 60
años se observó un comportamiento similar al encontrado con el sexo; se apreció
también una elevada frecuencia de personas con tres o más factores de riesgo
vasculares presentes, independientemente del sexo y de la carótida donde se
realizó la medición (tabla 5).
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DISCUSIÓN
La estenosis de la carótida interna ocurre en alrededor del 20 % de todos los
accidentes cerebrovasculares isquémicos, donde se considera sintomática la
estenosis de la carótida en aquellos casos donde hubo una afectación del área
correspondiente en los últimos seis meses.23
En los Estados Unidos de América cada año alrededor de 795 000 personas sufren
de un ictus, y de ellos 600 000 debutan con un primer ataque y 185 000 presentan
ataques recurrentes. Se registra que entre el 15 y el 20 % son el resultado de una
enfermedad oclusiva de la arteria carótida; aproximadamente el 80 % de estos
ictus ocurrieron en pacientes asintomáticos o sin historia de ictus o ataque
isquémico transitorio.8
El haber encontrado una frecuencia mayor de mujeres que hombres (80,5 vs 19,2,
respectivamente) con enfermedad cerebrovascular extracraneal, pudiera ser
explicado en principio, por la discreta tendencia a la feminización poblacional que se
observa en Cuba desde el 2012; el Anuario Estadístico de 20143 registra cifra de
33 432 mujeres más que hombres.
El comportamiento de la enfermedad carotidea según sexo es contradictorio, no
obstante, los hallazgos de este estudio están en correspondencia con Torres
Damas,24 Llanes Barrios,25 Ramos Morales 26 y otros, quienes informan en sus
respectivas investigaciones un predominio del sexo femenino, sin embargo, no
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ocurre lo mismo con aquellos que señalan que la enfermedad es más frecuente en
los hombres.8,27
En este trabajo se encontró que el 73,1 % de las personas con enfermedad
carotidea eran mayores de 60 años, lo que está en correspondencia con los
resultados recogidos en la literatura respecto. a la edad.4,5,27
Es indiscutible el impacto que tiene la edad en el inicio y progresión de las
enfermedades de origen aterosclerótico, y de su reconocimiento como un factor de
riesgo independiente y no modificable.28 En el caso de la enfermedad carotidea, al
igual que el resto de las enfermedades ateroscleróticas, su presencia y severidad
aumenta con la edad desde 3 por 100 000 habitantes en la tercera y cuarta década
de la vida, hasta 300 por 100 000 en la octava y novena, donde los eventos
suceden con mayor frecuencia después de los 65 años de edad.29
Otra posible explicación a este resultado es el hecho de que la población cubana se
hace cada vez más anciana; en el 2014, el 19 % de las personas tenía 60 años y
más de edad.3
Es conocido que la estimación de la prevalencia va a estar en dependencia de la
población estudiada, del área geográfica de pertenencia, de los grupos étnicos y de
la forma como se expresa la misma, y en este sentido resulta difícil contrastarla con
los hallazgos de otros autores.
La tasa de prevalencia total de enfermedad cerebrovascular extracraneal encontrada en
esta investigación se puede considerar alta (12,5 por 100 000 habitantes), a cuyo valor
contribuyeron la tasa de las mujeres (10,1 por 100 000 habitantes) y la de los adultos
mayores (9,1 por 100 000 habitantes). También fueron elevadas las prevalencias
porcentuales con valores de 18,2% (total); 80,8% (mujeres) y 73,1% (60 y más años).
Los valores de las tasas x 100 000 habitantes son difíciles de contrastar con otros
autores ya que generalmente se registra la prevalencia en porcentaje, no obstante,
cuando se tuvo en cuenta esta forma de expresión, también se observaron valores
superiores de prevalencia.
Taussky30 y otros señalan que la prevalencia de estenosis arterial carotidea
asintomática puede oscilar entre 2 y 9 % en población general; que se incrementa
(5-9 %), independientemente del sexo, en los pacientes mayores de 65 años con
una estenosis arterial carotidea asintomática mayor o igual al 50 % y que puede
incrementarse cuando existen lesiones ateroscleróticas en otras localizaciones
arteriales; el 45 % de los pacientes con enfermedad arterial periférica presentan
una estenosis arterial carotidea asintomática.
A pesar del último planteamiento de estos autores las prevalencias halladas en el
estudio siguen elevadas, aunque hay que destacar que el 65,4 % de los nuevos
diagnosticados tenían, como factor de riesgo vascular, una enfermedad arterial
periférica; pero también la tasa de prevalencia total de 18,2 % fue superior a las
encontradas por otros autores quienes en sus casuísticas hallan cifras que oscilan
entre el 10 y el 15 %.24,31,32
Otra posible explicación al aumento de la prevalencia es que este trabajo se realizó
en personas supuestamente sanas, que desconocían que tenían enfermedad
carotidea, ya que fueron diagnosticadas por vez primera, por tal motivo se
remitieron a sus áreas de salud para el control de los factores de riesgo y la
indicación de un tratamiento adecuado.
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Es conocido que la aterosclerosis en la arteria carótida es la fuente más común de
émbolos que viajan hacia el cerebro causando infartos a este nivel. El alto grado de
estenosis a nivel de carótida interna es un factor de riesgo para el desarrollo de los
acontecimientos cerebrovasculares. Thapar33 y otros señalan que, en la gran
mayoría de los casos, la estenosis de la arteria carótida está ocasionada por la
aterosclerosis en su bifurcación y que la frecuencia de una estenosis superior al 50
% en la arteria carótida interna se eleva el 0,5 % en personas con edades
comprendidas entre los 50 y 59 años y al 10 % en las mayores de 80 años.
Durante el examen vascular periférico solo se encontró una persona con soplo en la
carótida derecha, y dos con ausencia de pulso, uno en la carótida derecha y otro
bilateral, por lo que este método no fue de gran utilidad, aunque la auscultación de
un soplo carotideo y la palpación de los pulsos en proyección de las carótidas son
partes del examen físico de rutina para un presunto diagnóstico de una enfermedad
carotidea, sin embargo, su utilidad estará en dependencia de la severidad del grado
de estenosis.8
Para el diagnóstico de la enfermedad mostraron más utilidad los resultados del eco-
doppler, ya que a pesar de lo encontrado en el examen vascular se pudo confirmar
el diagnóstico en el 80,8 % de las personas, muchas de ellas con una estenosis no
significativa en las carótidas derecha, izquierda o en ambas; con tipo de placa
heterogénea y ecogénica situadas indistintamente en la bifurcación carotidea, en el
bulbo o en la carótida interna, resultados que están en correspondencia con lo que
señala la literatura.9,23,34
Es conocido que el tabaquismo es el factor de riesgo independiente, prevenible y
modificable que más muertes causa a nivel mundial 1,2 y es señalado que guarda
una estrecha relación con la enfermedad carotidea, aunque se desconoce el
mecanismo fisiopatológico y la fuerza de esa asociación.35
El hábito de fumar (80,8 %), la hipertensión arterial (73,1 %) y la enfermedad
arterial periférica (65,4 %) fueron los factores de riesgo vasculares más frecuentes
observados en este trabajo, lo que está en correspondencia con lo publicado por
otros autores, pero no con el lugar de importancia que ocupa cada uno por su
elevada frecuencia.24,27,32,35,36
Es conocido que el grosor íntima-media carotideo es identificado como un marcador
ultrasonográfico precoz de aterosclerosis subclínica y sistémica.14,15 En la población
con un riesgo vascular intermedio para la enfermedad carotidea, la medición del
grosor íntima-media carotideo agrega información adicional y sustancial sobre los
factores de riesgo tradicionales.37
El haber encontrado que los adultos mayores, independientemente del sexo,
presentaban valores anómalos del grosor íntima-medio carotideo, más aún cuando
estaban presentes más de tres factores de riesgo, informa del peligro al que están
expuestos de que la enfermedad cerebrovascular extracraneal progrese y se
produzca un ictus o un accidente transitorio isquémico, aunque las investigaciones
que miden la incidencia o la asociación del grosor íntima-media carotideo con el
ictus, o que comparen este marcador con los factores de riesgo convencionales son
pocos, ya que la mayoría de los estudios publicados son referidos a la enfermedad
cardiovascular.38-41 Además se ha comunicado que no hay diferencias (p<0,05)
entre los valores medios de los grosores íntima-media carotideos de las carótidas
derecha e izquierda, aunque sí entre hombres y mujeres, con un incremento del
valor de 0,006 mm por cada año vivido.17,42
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Se concluye que la prevalencia de la enfermedad cerebrovascular extracraneal en el
municipio de Arroyo Naranjo es elevada, mayor en las mujeres y en los mayores de
60 años; alta incidencia de factores de riesgo. El diagnóstico precoz de dicha
enfermedad permitió remitir a sus áreas de salud a aquellas personas que
requerían de un tratamiento oportuno.
Conflictos de intereses
Los autores declaran que no hay conflicto de intereses económicos, laborales,
étnicos ni personales, relacionados con este artículo.
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Recibido: 11 de enero de 2017.
Aceptado: 9 de marzo de 2017.
María Eugenia Triana Mantilla. Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular.
Calzada del Cerro 1551, esquina Domínguez. Cerro. La Habana. Correo electrónico:
triana@infomed.sld.cu
... (7) Los resultados de la tabla 1 se corresponden con la literatura consultada, se encontró que la enfermedad cerebrovascular, según Mendieta, (3,8,9) se incrementa dramáticamente con la edad, sobre todo por encima de los 70 años y con una ligera preponderancia en hombres, el sexo masculino eleva a más de cinco veces el riesgo de sufrir una enfermedad cerebrovascular, similar a la edad mayor o igual a 70 años, ambos de forma significativa. En un estudio realizado por Ríos, (10,11,12) el sexo masculino alcanzó mayor porcentaje que el sexo femenino, coincidió con Pérez y Salgado (11,12) que reflejan que la incidencia de ACV es aproximadamente 1,9 % mayor en los hombres que en las mujeres. Berenguer (13) encontró que el sexo masculino fue el más afectado, en todas las formas. ...
... (7) Los resultados de la tabla 1 se corresponden con la literatura consultada, se encontró que la enfermedad cerebrovascular, según Mendieta, (3,8,9) se incrementa dramáticamente con la edad, sobre todo por encima de los 70 años y con una ligera preponderancia en hombres, el sexo masculino eleva a más de cinco veces el riesgo de sufrir una enfermedad cerebrovascular, similar a la edad mayor o igual a 70 años, ambos de forma significativa. En un estudio realizado por Ríos, (10,11,12) el sexo masculino alcanzó mayor porcentaje que el sexo femenino, coincidió con Pérez y Salgado (11,12) que reflejan que la incidencia de ACV es aproximadamente 1,9 % mayor en los hombres que en las mujeres. Berenguer (13) encontró que el sexo masculino fue el más afectado, en todas las formas. ...
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Introducción: En Consolación del Sur la enfermedad cerebrovascular constituye la tercera causa de muerte así como para el resto del país, lo que denota una afectación considerable en gran parte de la población. Objetivo: Caracterizar los factores de riesgo de la enfermedad cerebrovascular en pacientes de 60 años y más. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal y prospectivo en el Consejo Popular de “Alonso Rojasˮ perteneciente al Policlínico “5 de Septiembreˮ en el período comprendido entre octubre de 2015 y septiembre de 2019. El universo y la muestra estuvieron constituido por 41 pacientes con el diagnóstico de enfermedad cerebrovascular, los cuales cumplieron con los criterios establecidos en la investigación. Se emplearon métodos de nivel teórico, empírico y procedimientos estadísticos. Resultados: Se analizó el comportamiento de las variables edad, color de la piel, sexo, obesidad, sedentarismo, antecedentes de la enfermedad cerebrovascular, alcoholismo, tabaquismo, hipertensión arterial, tipo de enfermedad cerebrovascular, tipo de discapacidad y grado de validismo. Conclusiones: La enfermedad cerebrovascular se encuentra en pacientes con más de 60 años, con predominio del sexo masculino de tipo isquémico en la raza blanca, cuyo principal factor de riesgo fue el sedentarismo, tiene como secuelas invalidantes, trastornos de la memoria y la parálisis de los miembros inferiores, con un grado de validismo II.
... (20) El tabaquismo, responsable de al menos 25 grupos de enfermedades relevantes para la salud pública, y una de las principales causas de muertes innecesariamente prematuras y sanitariamente evitables en Europa, (21) es una adicción letal y un latente problema cardiovascular, factor de riesgo para las enfermedades arteriales periféricas. (13,15) Además, en este estudio se encontró un alto porcentaje de tabaquismo, con mayor predominio en el sexo masculino, dato que concuerda con lo señalado por Torres (13) y Salgado y otros; (22) en tanto, Cala y otros (15) encontraron cifras bajas. ...
... (30) La suma de los factores de riesgo ateroscleróticos se asocia a la aparición de eventos cardiovasculares mayores y de enfermedades vasculares en cualquier parte del árbol arterial, pero esta situación es muy diferente de un país a otro e, incluso, con niveles similares de desarrollo. (1) La presencia de tres o más factores de riesgo concomitando está en correspondencia con lo notificado por Torres, (13) Núñez y otros, (14) Salgado y otros, (22) y De la Torre y otros. (24) Estos autores solo difieren en el orden de importancia de cada uno. ...
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Introducción: La diabetes mellitus tipo 2 se asocia con un alto riesgo cardiovascular. Los pacientes que la padecen triplican el riesgo de mortalidad cardiovascular y duplican el de mortalidad total, en comparación con los no diabéticos. La enfermedad cardiovascular constituye la principal causa de morbimortalidad de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Los factores de riesgo y las enfermedades consecuentes de la aterosclerosis son prevenibles, mediante estrategias de prevención dirigidas a su control y un estilo de vida que promueva la salud desde edades tempranas. Objetivo: Describir las características clínico-epidemiológicas y demográficas, y los factores de riesgo aterogénico asociados a los pacientes atendidos en consulta de pie diabético del Hospital “León Becerra Camacho” de Ecuador. Métodos: Estudio observacional descriptivo en los servicios de consulta externa con diagnóstico de pie diabético en el Hospital “León Becerra Camacho”. El período de estudio fue febrero-agosto de 2017. Se tuvieron en cuenta los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y los factores de riesgo presentes. Los resultados se expresaron en tablas con frecuencias absolutas y relativas. Resultados: Se encontró un predominio del sexo masculino, de la sexta década de la vida, del área urbana y de los factores de riesgo: hipertensión arterial, hábito de fumar, sedentarismo y alcoholismo, así como comorbilidades: cardiopatía isquémica y macroangiopatía diabética. La amputación mayor tuvo menor proporción. Conclusiones: Los factores de riesgo de mayor incidencia encontrados fueron: hipertensión arterial, hábito de fumar, dislipidemia y alcoholismo; así como la asociación de más de tres factores de riesgo.
... No obstante, existen otras investigaciones donde los resultados divergen, con un predominio del sexo femenino. (14,15,16) Los pacientes hemipléjicos por ACV isquémico fueron diagnosticados según la Medicina tradicional china, y los mayores porcientos en ambos grupos correspondieron a: deficiencia ...
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Introducción: las enfermedades cerebrovasculares son afecciones por pérdida funcional transitoria o permanente de una parte del sistema nervioso central, generalmente son de instalación súbita, causadas por: oclusiones arteriales, trombos, émbolos o por rotura de una arteria encefálica. Objetivo: determinar los resultados terapéuticos de la aplicación de la craneopuntura y acupuntura somática en pacientes hemipléjicos con diagnóstico de accidente cerebrovascular isquémico. Métodos: se realizó una investigación cuasi-experimental y prospectiva en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Cmdte. Manuel Fajardo Rivero, Santa Clara, en el período de octubre 2015 a septiembre 2018. La población estuvo constituida por los pacientes ingresados en los servicios de Medicina Interna y Medicina Tradicional. Se conformaron dos grupos: estudio y control (17 pacientes en cada uno). Se realizó una entrevista médica a los pacientes, se aplicó el índice de Barthel y se confeccionó la historia clínica tradicional. Ambos grupos recibieron tratamiento fisioterapéutico y al grupo estudio se le añadió la craneopuntura y la acupuntura somática. Resultados: predominaron los pacientes del sexo masculino y el grupo etario de 70 a 79 años. La deficiencia de yin del riñón prevaleció en la muestra estudiada; se evidenció un mayor número de pacientes autónomos frágiles en el grupo estudio, en el cual, un 52,9 % presentó una evolución de la capacidad funcional satisfactorio, acompañada de un tiempo terapéutico corto. Conclusiones: los pacientes hemipléjicos por accidente cerebrovascular isquémico tratados con craneopuntura y acupuntura somática, mostraron resultados terapéuticos favorables, en comparación con el grupo que no recibió este tratamiento.
... No obstante, existen otras investigaciones donde los resultados divergen, con un predominio del sexo femenino. (14,15,16) Los pacientes hemipléjicos por ACV isquémico fueron diagnosticados según la Medicina tradicional china, y los mayores porcientos en ambos grupos correspondieron a: deficiencia ...
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Las enfermedades cerebrovasculares son afecciones por pérdida funcional transitoria o permanente de una parte del sistema nervioso central, generalmente son de instalación súbita, causadas por: oclusiones arteriales, trombos, émbolos o por rotura de una arteria encefálica. Objetivo: determinar los resultados terapéuticos de la aplicación de la craneopuntura y acupuntura somática en pacientes hemipléjicos con diagnóstico de accidente cerebrovascular isquémico. Métodos: se realizó una investigación cuasi-experimental y prospectiva en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Cmdte. Manuel Fajardo Rivero, Santa Clara, en el período de octubre 2015 a septiembre 2018. La población estuvo constituida por los pacientes ingresados en los servicios de Medicina Interna y Medicina Tradicional. Se conformaron dos grupos: estudio y control (17 pacientes en cada uno). Se realizó una entrevista médica a los pacientes, se aplicó el índice de Barthel y se confeccionó la historia clínica tradicional. Ambos grupos recibieron tratamiento fisioterapéutico y al grupo estudio se le añadió la craneopuntura y la acupuntura somática. Resultados: predominaron los pacientes del sexo masculino y el grupo etario de 70 a 79 años. La deficiencia de yin del riñón prevaleció en la muestra estudiada; se evidenció un mayor número de pacientes autónomos frágiles en el grupo estudio, en el cual, un 52,9 % presentó una evolución de la capacidad funcional satisfactorio, acompañada de un tiempo terapéutico corto. Conclusiones: los pacientes hemipléjicos por accidente cerebrovascular isquémico tratados con craneopuntura y acupuntura somática, mostraron resultados terapéuticos favorables, en comparación con el grupo que no recibió este tratamiento.
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The brain is the most sensitive organ in the body. Distinction that requires for its operation the constant supply of oxygen and nutrients, because they are elements that keep it alive and active. With the aim of characterizing patients with cerebrovascular disease in the medical offices of the family 9, 10 and 11 of Polyclinic 13 March in Bayamo, from January to July 2019, a descriptive and retrospective study was conducted, of cross-sectional of 17 patients with cerebrovascular disease. The primary data were extracted from the medical records and records of the practices and embossed in a form prepared for purpose and a database is made in Excel Microsoft 2010. Among the variables of interest were age, sex, personal history, classification, health area and sequel. In relation, depending on the sex of patients with cerebrovascular disease, a predominance in the female sex was appreciated 9 (52.94%) and the most affected age group was 78-92(41.18%), among the associated personal history, 94.11% of patients had hypertension, 76.47% had the ischemic type. 41.18% of patients with cerebrovascular disease belong to the health area of CMF 9. 41.18% of patients had right hemiplegia as a sequel, either alone or with another involvement. The main characteristics of CVD patients were mostly females over 70 years of age, hypertensive, suffered the type of ischemic accidents and have as right hemiplegia sequelae.
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Introducción: los accidentes cerebrovasculares pueden cursar de forma silente o expresarse clínicamente como un evento agudo de déficit neurológico con secuelas permanentes. Objetivo: caracterizar los factores epidemiológicos asociados a los accidentes cerebrovasculares en el municipio San Juan y Martínez, durante el período noviembre 2017 a mayo 2018. Métodos: se realizó un estudio observacional, descriptiva y transversal. El universo estuvo constituido por los 706 pacientes diagnosticados con accidente vascular encefálico en el período estudiado. La muestra quedó integrada por 200 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión establecidos en la investigación. Resultados: según grupos de edades y sexo, el 62 % pertenecían al sexo masculino y la edad que predominó fue de 70 a 79 años, el 43 % de los pacientes eran fumadores, el 55 % tenían antecedentes patológicos personales de accidentes cerebrovasculares, en el 97 % de los casos se presentó un accidente cerebrovascular isquémico y entre las enfermedades asociadas, predominó la hipertensión arterial en el 43.1 % de los pacientes. Conclusiones: la prevención de los accidentes cerebrovasculares está en el mantenimiento de hábitos y estilos de vida saludables y con factores de bajo riesgo. Se asocia con un menor riesgo de múltiples enfermedades crónicas y también puede ser beneficioso en la prevención de los accidentes cerebrovasculares, en especial de tipo isquémico.
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Although atherosclerosis starts in early life, evidence on risk factors and atherosclerosis in individuals aged <45 years is scarce. Therefore, we studied the relationship between risk factors, common carotid intima-media thickness (CIMT), and first-time cardiovascular events in adults aged <45 years. Our study population consisted of 3067 adults aged <45 years free from symptomatic cardiovascular disease at baseline, derived from 6 cohorts that are part of the USE-IMT initiative, an individual participant data meta-analysis of general-population-based cohort studies evaluating CIMT measurements. Information on risk factors, CIMT measurements, and follow-up of the combined end point (first-time myocardial infarction or stroke) was obtained. We assessed the relationship between risk factors and CIMT and the relationship between CIMT and first-time myocardial infarction or stroke using a multivariable linear mixed-effects model and a Cox proportional-hazards model, respectively. During a follow-up of 16.3 years, 55 first-time myocardial infarctions or strokes occurred. Median CIMT was 0.63 mm. Of the risk factors under study, age, sex, diastolic blood pressure, body mass index, total cholesterol, and high-density lipoprotein cholesterol related to CIMT. Furthermore, CIMT related to first-time myocardial infarction or stroke with a hazard ratio of 1.40 per SD increase in CIMT, independent of risk factors (95% confidence interval, 1.11-1.76). CIMT may be a valuable marker for cardiovascular risk in adults aged <45 years who are not yet eligible for standard cardiovascular risk screening. This is especially relevant in those with an increased, unfavorable risk factor burden.
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Background: Smoking has been found to be associated with carotid atherosclerotic disease. Since smoking is an important public health problem, because it may be an essential risk factor for carotid artery plaques. Therefore the researchers tried to explore the powerful of this association, the researchers investigated smokers as unique suspected risk factor for carotid plaques beside the age. Methods: In observational cross-sectional study, 31 smokers with mean age of 56, were studied by B-mode ultrasound. Carotid arteries for all participants were examined by using 7MHrz linear transducer. Both saggital and transverse views were applied to evaluate the right and left common carotid arteries. Results: The frequency of carotid plaque was 35.5%. 54.5 % of these occurred in population group that smoke > 20 cigarettes per day. All plaques were presented in population of age above 53 years old. There was association between smoking frequency and age with the increases of plaque size. Conclusion and recommendations: The study suggested that there is a significant association between carotid plaques and smoking in Saudi smokers. In addition it showed that 2 Carotid Plaques in Saudi Smokers carotid plaque may present at age of 54 years old in smokers. The researchers recommended that further studies were needed. Moreover intensive health promotion against smoking in the KSA. represents an essential issue.
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Background: The burden of ischaemic and haemorrhagic stroke varies between regions and over time. With differences in prognosis, prevalence of risk factors, and treatment strategies, knowledge of stroke pathological type is important for targeted region-specific health-care planning for stroke and could inform priorities for type-specific prevention strategies. We used data from the Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study 2010 (GBD 2010) to estimate the global and regional burden of first-ever ischaemic and haemorrhagic stroke during 1990–2010. Methods: We searched Medline, Embase, LILACS, Scopus, PubMed, Science Direct, Global Health Database, the WHO library, and regional databases from 1990 to 2012 to identify relevant studies published between 1990 and 2010. We applied the GBD 2010 analytical technique (DisMod-MR) to calculate regional and country-specific estimates for ischaemic and haemorrhagic stroke incidence, mortality, mortality-to-incidence ratio, and disability-adjusted life-years (DALYs) lost, by age group (aged
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Introduction: atherosclerosis is considered to be a chronic vascular disease that affects certain blood circulation areas and it manifests as great atherosclerotic crisis such as cerebrovascular insufficiency of extracranial origin. Objective: to describe the possibility of occurrence of cerebrovascular insufficiency of extracranial origin in a population screening and to identify risk factors and their association with the risk of becoming sick. Methods: a descriptive cross-sectional study was conducted in a sample of 171 supposedly healthy patients aged 55-year old and more, regardless of sex, from the population assisted by the "Captain Roberto Fleites" polyclinics in Santa Clara in 2010. A survey was made, a peripheral vascular examination was performed mainly in the neck vessels and the atherosclerotic risk factors were then assessed. Results: females predominated (61.4 %) and the most relevant risk factor was high blood pressure (57.3 %). In 14.6% of cases, the more frequent symptoms were dizziness, headache, unstable gait and carotid murmur. Conclusions: a significant section of the population presents with high risk of occurrence of cerebrovascular insufficiency of extracranial origin. This requires a global strategy of treatments for the prevention of the disease in order to reduce its incidence rates.
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Macrovascular diseases with altered blood supply to the feet are a major cause of lower limb amputation in diabetics. This report deals with the relationship between the probability of presenting foot lesions and the above-knee/arm pressure index in the legs of diabetic patients. Five-hundred and twenty-one NIDDM (844 limbs) were examined by means of quantitative Doppler. The probability of foot lesions decreased as an exponential function of increasing pressure ratio for low pressure index (r = 0.90), and increased as an exponential function for high pressure ratio (r = 0.95). Diabetic macroangiopathy is described as a function of three different factors: ischaemia, calcification and neuropathy. We propose a simple haemodynamic classification of diabetic macroangiopathy and conclude that it could be useful for clinical and experimental researches.
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Peripheral arterial disease (PAD) is usually taken to mean arterial occlusive disease because of arteriosclerosis, impeding the blood flow to the lower extremity. Of course, it is important to keep in mind that a broader definition of PAD would include all noncoronary arterial disease, including carotid artery disease. Furthermore, there are many disorders that can cause arterial occlusive disease other than arteriosclerosis although it is by far the most common. These disorders can be due to pathobiology intrinsic to the vessel wall, as in vasculitis, thromboangiitis obliterans, or fibromuscular dysplasia; or secondary to extrinsic pathology as in compression syndromes, such as popliteal artery entrapment. Embolic disease (such as that due to atheroembolism from a diseased aorta, or cardiogenic thrombus) or dissection of the aorta, may cause occlusion of peripheral arteries. In addition, the broad scope of PADs includes nonocclusive arterial disease, such as aneurysms, traumatic or congenital arteriovenous fistulas or malformations, and vascular tumors. However, for the purposes of this compendium, we focus on atherosclerotic arterial occlusive disease that impairs blood flow to the lower extremities. Defined in this way, PAD is the most common disease that is most commonly overlooked. Although it is unusual for PAD to manifest in those aged 65 years, and ≈20% of individuals aged >80 years.1 Regrettably, most of these individuals are not diagnosed, as documented in the PARTNERS (PAD Awareness, Risk, and Treatment: New Resources for Survival) screening study.2 As a consequence, individuals with PAD are less likely than those with coronary artery disease to receive optimal medical therapy (OMT). This is a tragic situation because OMT saves life and limb. In their comprehensive and lucid review of medical therapy, Creager and Bonaca 3 point out …
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New data on the epidemiology of peripheral artery disease (PAD) are available, and they should be integrated with previous data. We provide an updated, integrated overview of the epidemiology of PAD, a focused literature review was conducted on the epidemiology of PAD. The PAD results were grouped into symptoms, diagnosis, prevalence, and incidence both in the United States and globally, risk factors, progression, coprevalence with other atherosclerotic disease, and association with incident cardiovascular morbidity and mortality. The most common symptom of PAD is intermittent claudication, but noninvasive measures, such as the ankle-brachial index, show that asymptomatic PAD is several times more common in the population than intermittent claudication. PAD prevalence and incidence are both sharply age-related, rising >10% among patients in their 60s and 70s. With aging of the global population, it seems likely that PAD will be increasingly common in the future. Prevalence seems to be higher among men than women for more severe or symptomatic disease. The major risk factors for PAD are similar to those for coronary and cerebrovascular disease, with some differences in the relative importance of factors. Smoking is a particularly strong risk factor for PAD, as is diabetes mellitus, and several newer risk markers have shown independent associations with PAD. PAD is strongly associated with concomitant coronary and cerebrovascular diseases. After adjustment for known cardiovascular disease risk factors, PAD is associated with an increased risk of incident coronary and cerebrovascular disease morbidity and mortality. © 2015 American Heart Association, Inc.
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Dyslipidemia is defined as elevated fasting blood levels of total cholesterol (TC), and its primary lipoprotein carrier—low-density lipoprotein (LDL), triglycerides (TG), or reduced high-density lipoprotein (HDL), alone, or in combination (mixed dyslipidemia). Dyslipidemia is well known to be associated with cardiovascular disease (CVD) risk. All patients with dyslipidemia should initiate therapeutic lifestyle changes to target lifestyle-related factors such as physical inactivity, dietary habits, and obesity. The combination of a proper dietary plan and regular aerobic exercise has been reported to lower TC, LDL-C, and TG by 7% to 18%, while increasing HDL-C by 2% to 18%. Numerous pharmacological therapies are available and aggressive therapy using a HMG-CoA reductase (3-hydroxy-3-methyl-glutaryl coenzyme A reductase) inhibitor (statins) should be initiated if lifestyle therapy is not enough to achieve optimal lipid levels with a primary target of lowering LDL-C levels. Aggressive treatment of dyslipidemia with maximal dosage of statin drugs have been reported to reduce LDL-C by 30% to 60%. If mixed dyslipidemia is present, a combination therapy with statin, niacin, cholestyramine, or fibrates should be initiated to reduce the risk of CVD events. These strategies have been shown to reduce CVD risk and optimize LDL-C levels in primary and secondary prevention of CVD.
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Although atherosclerosis starts in early life, evidence on risk factors and atherosclerosis in individuals aged <45 years is scarce. Therefore, we studied the relationship between risk factors, common carotid intima-media thickness (CIMT), and first-time cardiovascular events in adults aged <45 years. Our study population consisted of 3067 adults aged <45 years free from symptomatic cardiovascular disease at baseline, derived from 6 cohorts that are part of the USE-IMT initiative, an individual participant data meta-analysis of general-population-based cohort studies evaluating CIMT measurements. Information on risk factors, CIMT measurements, and follow-up of the combined end point (first-time myocardial infarction or stroke) was obtained. We assessed the relationship between risk factors and CIMT and the relationship between CIMT and first-time myocardial infarction or stroke using a multivariable linear mixed-effects model and a Cox proportional-hazards model, respectively. During a follow-up of 16.3 years, 55 first-time myocardial infarctions or strokes occurred. Median CIMT was 0.63 mm. Of the risk factors under study, age, sex, diastolic blood pressure, body mass index, total cholesterol, and high-density lipoprotein cholesterol related to CIMT. Furthermore, CIMT related to first-time myocardial infarction or stroke with a hazard ratio of 1.40 per SD increase in CIMT, independent of risk factors (95% confidence interval, 1.11-1.76). CIMT may be a valuable marker for cardiovascular risk in adults aged <45 years who are not yet eligible for standard cardiovascular risk screening. This is especially relevant in those with an increased, unfavor-able risk factor burden. © 2015 American Heart Association, Inc.