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Triage hospitalario. Revisión de la literatura y experiencia en México

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Abstract

Es una realidad que la atención de los servicios de urgencias se encuentra comprometida en varios de sus subprocesos, siendo uno de los más afectados y de los principales motivos de queja el retraso en la atención de pacientes que solicitan atención médica. Para enfrentarse a esto algunas instituciones de salud en México han establecido el sistema de Triage, aunque hasta el momento no existe uniformidad para la aplicación del mismo. El objetivo de la presente revisión es realizar un análisis de los sistemas de Triage vigentes y enlistar los avances hasta el momento en el país.
Pren. Méd. Argent.
Junio 2016
Vol. 102 - Nº 4
Pren. Méd. Argent.
Junio 2016
Vol. 102 - Nº 4
233-241
1 Servicio de Ur-
gencias, Hospital Ge-
neral de Subzona 10,
Guanajuato. Instituto
Mexicano del Seguro
Social.
2 Servicio de Ur-
gencias. Hospital Ge-
neral Regional Gua-
najuato. Instituto de
Seguridad Social al
Servicio de los Traba-
jadores del Estado.
3 División de Pro-
yectos Especiales
en Salud. Instituto
Mexicano del Seguro
Social.
Correo electrónico:
aicragmex@gmail.
com
Triage hospitalario.
Revisión de la literatura y experiencia en México
Juan Francisco García-Regalado1; Noe Arellano-Hernández2; Jorge Loría-Castellanos3
Introduccion
Los servicios de emergencia son una par-
te importante de los sistemas de salud y
durante las últimas décadas ha habido un
incremento en el número de pacientes
que solicitan atencion en ellos lo que ha
dado origen al fenómeno conocido como
“sobrecarga (overcrowding)” y es reejo
del desbalance entre la oferta y la de-
manda de los servicios de urgencias, (1-
4) y la escasa capacidad de respuesta por
las unidades de atención primaria. En
paises en vías de desarrollo, como Brazil
y México, los servicios de urgencias en
muchas ocasiones son la puerta de acceso
al sistema de salud. (2) Esta transición de
los servicios de urgencias ha llevado nue-
vos retos para la atención en especial lo
concerniente a la atención inmediata de
las urgencias verdaderas que se encuen-
tran mezcladas con gran cantidad de pa-
cientes que acuden solicitando atención.
La respuesta de los servicios ha sido el
establecimiento del proceso que se cono-
ce como Triage.
La palabra “Triage” es un neologismo
que procede del vocablo francés (trier)
que signica “elegir o seleccionar” y se ha
aceptado para la acción de clasicación
de los enfermos. El primero en utilizar
el término en el ámbito médico fue el
barón Dominique-Jean Larrea (1766-
1842), cirujano militar. En las guerras
napoleonicas creó el transporte en am-
bulancia e introdujo los principios de
la sanidad militar moderna, realizó los
primeros “triages” como un sistema de
clasicación para tratar a los heridos en
el campo de batalla.(5-6) Este sistema de
clasicación en la historia contemporá-
nea se utiliza durante la primera guerra
mundial, en donde los heridos en el cam-
po eran enviados a hospitales en ambu-
lancias motorizadas. Durante la segunda
guerra mundial se crea una división para
actividades de selección y utilización de
hospitales móviles en campo, este siste-
ma se perfecciona durante las guerras de
Corea y Vietnam donde se emplea por
primera vez la evacuación a través de he-
licoptero.(7)
En la actualidad se utiliza en el pro-
ceso para determinar la severidad de los
pacientes y priorizalos de acuerdo a su
urgencia médica.(6) En el ámbito de la
medicina el Triage ha sido usado en los
distintos procesos de atencion, desde el
prehopitalario usado por los SME, el
Triage Miliar y desastres, el hospitalario
para el ingreso de los pacientes y en épo-
cas mas recientes el Triage para el uso de
antivirales en inuenza y aun triage para
admisión de pacientes en las unidades de
terapia intensiva frente a una pandemia
de inuenza (8). Refente al triage de in-
greso hospitalario, el proceso es con la
nalidad de hacer un uso apropiado de
los recursos y el espacio de urgencias ase-
gurando que todos los pacientes que se
presenten tengan acceso a la atención de-
pendiendo de sus necesidades médicas.
La meta del triage es identicar rá-
pidamente las condiciones serias y con
compromiso de vida y ajustarlas para el
área mas apropiada de tratamiento re-
ducienco la congestion en la sala de ur-
gencias.(6). Cuando se visualiza desde el
punto administrativo el proceso de Tria-
ge, permite una gestión del riesgo clíni-
co para poder manejar adecuadamente
y con seguridad los ujos de pacientes
cuando la demanda y las necesidades
clinicas superan los recursos. Debe de
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ser la llave de entrada a una asistecia e-
caz y eciente(4). Actualmente sistemas
como el Medicare y Medicaid Services
han solicitado evaluaciones para medir
el desarrollo de las salas de emergen-
cia en Estados Unidos los cuales inclu-
yen tiempo del arribo del paciente a la
atención por un profesional de salud, la
admisión hospitalaria y diversas inter-
venciones terapueuticas, se espera que en
un futuro estas mediciones determinen
los rangos de cobro de las aseguradoras
y ser un comparativo entre los hospitales.
Una de las formas se ha relizado a través
del Triage, ya que las atenciónes en esas
salas de urgencias inician con ese proce-
dimiento que recoje datos como son la
hora de llegada, el motivo del ingreso,
los signos vitales y una breve historia de
las hospitalizaciones.(9)
Este proceso de clasicación se ha de-
sarrollado de forma formal o informal en
los servicios de urgencias(7) evoluciona-
do desde los sistemas empíricos hasta los
considerados como Triage estructurado.
Un buen sistema de clasicación de pa-
cientes debe de cumplir con las propieda-
des de reproductibilidad, utilidad, vali-
dez, concordancia inter-observador y ser
útil para medir el grado de urgencia, te-
ner validez empírica para predecir la gra-
vedad y la evolución de los pacientes y ser
aplicable a todos los servicios de urgen-
cias.(5) (10) El proceso de clasicación
es un proceso dinámico que identica
los pacientes que requieren tratamien-
to inmediato de acuerdo al potencial de
riesgo para la vida del paciente o el grado
del dolor, esto es importante para preve-
nir las complicaciones y para identicar
las causas agudas con riesgo signicante
para la vida de las personas(1)
En el ámbito hospitalario el concep-
to fue introducido en los 70´s debido al
aumento en la población que acudia a
dichos servicios de Estados Unidos con
un elevado porcentaje de patologías no
urgentes, inicialmente con el uso del sis-
tema de tres colores al que posteriormen-
te se le agregó un cuarto. En forma pa-
ralela en Australia en 1933 se consolido
el National Triage Scale for Australian
Emergency Departments (NTS) siendo
la primera escala basada en 5 niveles de
priorización. En el 2000, la NTS se revi-
só y se recomendó como la escala Austra-
liana de Triage (ATS). En la actualidad
existen 5 sistemas, escalas o modelos de
Triage que incluyen: la Escala Cana-
dience de Triage y agudeza (Canadian
Emergency Departement Triage and
Acuity Scale “CTAS”), el sistema Man-
chester de Triage (Manchester Triage
System, MTS), el índice de severidad de
urgencia de 5 niveles de Triage, (Emer-
gency Severity Index 5 level Triage, ESI)
y el modelo andorrano de Triage (Model
andorra de Triage, MAT). (5) A pesar de
estar establecidos y aceptados a nivel in-
ternacional estos 5 modelos, es frecuente
que mucha instituciones desarrollen sus
propios modelos de clasicación de pa-
cientes como el Hospital de Navarra en
Pamplona España (11).
El sistema de clasicación hospitala-
ria desde sus inicios ha sido desarrollado
por enfermería con resultados buenos,
existen sistemas que establecen que debe
de ser realizado por parte de un médico
experimetado en urgencias(4) por lo que
el personal idoneo para su realización
aun es debatible. Entre los que pugnan
porque sea realizado por enferméría se
establece que preferentemente debe te-
nerexperiencia en el departamento de
urgencias y contar con un entrenamiento
especíco para esa actividad. La asigna-
cion del riesgo del paciente es un proceso
complejo de hacer decisiones a través de
varias escalas que se han desarrollado
para ayudar a esa tarea para el personal.
Estas escalas ayudan a optimizar el tiem-
po de espera de acuerdo a la severidad de
la condición clínica de los pacientes, en
orden de tratar los síntomas mas severos
y reducir los impactos negativos en los
pronósticos secundarios al retraso en el
tratamiento. (1)
Se puede decir entonces, que los obje-
tivos de los sistemas de Triage son:
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1) Identicar a los pacientes en situa-
ción de riesgo de vida.
2) Asegurar la priorización en función
de un nivel de clasicación.
3) Decidir el área mas apropiada para la
atención de los pacientes.
4) Disponer información sobre el
proceso asistencial.
5) Mejorar el ujo de pacientes y la con-
gestión del servicio. (4)
La comunidad cientíca internacio-
nal coincide en recomendar a los siste-
mas de urgencias la adopción de escalas
uniformes, válida y estandariadas como
medida para mejorar la calidad de asis-
tencia a los pacientes.(12) Actualmente
los sistemas basados en el grado de ur-
gencia y la complejidad se sustentan so-
bre la disponibilidad de una escala de
5 niveles de priorización en el Triage,
válida, útil y reproducible tal como re-
comiendan las sociedades cientícas de
urgencias y emergencias de Australia,
Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y
España, basados en concenso de exper-
tos y evidencia cientíca sobre el Triage
de urgencias. La mayoría de las escalas
hospitalarias establecen un sistema basa-
do en 5 colores que son: Rojo, Naranja,
Amarillo, Verde y Azul.
Modelos actuales de Triage
Estructur ado
Sistema español de Triage (SET)
Se desarrolla por Gómez Jimenez en
2000 en el Hospital Nostra Senyora de
Meritxell de Andorra y se denomina el
Model Andorrá de triatje (MAT), es
una adaptación del CTAS. Se encuen-
tra basado en categorías sintomáticas con
discriminantes clave y con algoritmos en
formato electrónico. En 2003 es asumido
por la Sociedad Española de Medicina
de Urgencias y Emergencias (SEMES)
como modelo estandar en castellano pa-
ra todo el territorio español y se deno-
minó como “Sistema Español de Triage
(SET).(4)”
Protocolo Manchester (MTS)
Nace durante 1994 para establecer
una nomenclatura común, y desarrollar
una metodología sólida de Triage, así
como permitir la auditoria del méto-
do de Triage estructurado.(4) Clasica
al paciente en 5 niveles de prioridad.
La validez y la conabilidad del MTS
en latinomerica es escasa, Souza en su
revisión del 2015, encontró solo dos
estudios desarrollados en latinoame-
rica sobre la conabilidad y la validez
del MTS en población latinoamerica-
na. Concluye que el MTS es más in-
clusivo signicando un mayor nivel de
priorizacion para los pacientes cuando
se compara con el ESI y el protocolo de
búsqueda/Triage Aleman. Estos resul-
tados, muestran mayor certeza en iden-
ticar pacientes graves con el MTS. La
conabilidad del MTS varia de buena
a muy buena en un estudio de urgen-
cias pediatricas (K=0.65-0.83), otro de
los estudios muestra un indice de 0.8 a
0.81. En comparacion con el Protocolo
Canadiense, el MTS mostró un pro-
medio de acuerdo cuando se considera
la clasificación erronea entre colores
adyacentes (K=0.48) y bueno al consi-
derar la difenrencia entre colores extre-
mos (0.61). Referente al acuerdo inter-
observador (habilidad del MTS para
asignar el mismo nivel de severidad a un
paciente cuando se hace con diferente
enfermera) se encontró un acuerdo en-
tre observadores de 0.4 a 0.81. signi-
cando el la conabilidad del MTS varia
de moderado a perfecto. Referente al
acuerdo intra- observador (la habilidad
de reproducir el MTS para asignar un
nivel de severidad al paciente cuando el
protocolo se usa mas de una ves por el
mismo enfermero para evaluar al mis-
mo paciente si su condicion permane-
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ce estable) se ha observado del 0.65 y
0.85, mostrando una conabilidad casi
perfecta acorde los mismos parámetros.
Souza concluye que la conabilidad del
MTS varia de moderado a casi per-
fecto, siendo mayor cuando el acuerdo
intra-observador se evalua, por lo que
propone una revision de las debilidades
del protocolo que lleven a una diferencia
de clasicación por las enfermeras. En
la práctica clínica contínua, una de las
posibles causas es el desacuerdo en las
deniciones operacionaes que se usan
como discriminadoras para el protoco-
lo, muchos de los cuales son repetidos
y no existe una descripción clara de có-
mo deben de evaluarse. Se concluye que
mucho de ese problema puede deberse
a la forma en la que el protocolo se tra-
duce y se usa en Brazil. Los problemas
frecuentemente encontrados dependen
de la interaccion de la enfermera con el
paciente para identicar correctamente
el síntoma principal del paciente que
dictará el ujograma de desiciones y los
discrimidadores a usar para denir el
riesgo del paciente. (1)
Escala Canadiense de Triage y
Agudeza (CTAS)
Es un algoritmo de Triage en el ser-
vicio de urgencias que desarrollado en
Canadá y aprobado por la Asociación
Canadiense de Médicos de Urgencias,
la Asociación Nacional de Enfermeras
de Emergencias, la Sociedad Pediátrica
Canadiense y la Sociedad de Médicos
rurales de Canadá. La mayoría de los
lugares donde se desarrolla este proto-
colo se encuentran dentro de ese país.
Un meta análisis desarrollado en 2015
sobre la conabilidad del CTAS encon-
tró una K de 0.67 (IC 95% 0.59-0.73).
El acuerdo en del CTAS para adultos
fue de 0.746 (IC 95% 0.67-.80) y de 0.58
(IC 95% 0.37- 0.71) para la versión pe-
diátrica. Los acuerdos inter-observados
e intra-observador fue de 0.708 (IC 95%
0.629-0.773) y casi perfecta 0.8 (IC 955
0.773-0.824) respectivamente. El mis-
mo meta análisis encontró un 42.82% de
las desiciones realizadas como errores del
mismo, sin embargo 25.25% fueron para
sobreestimar a los pacientes y tuvieron
un sustento clínico plausible y la mayo-
ría se encontró entre las clasicaciones
de pacientes con riesgo mas bajo. Estos
resultados muestran que el CTAS tiene
una buena conabilidad que garantiza las
desiciones para catalogar a los pacientes
en sus diferentes categorías y que es un
protocolo que ha demostrado su utilidad
en las salas de urgencias.(10)
Escala australiana de Triage (ATS):
Se desarrolló dos decadas atrás, ca-
taloga a los pacientes en 5 niveles y fue
patentado por el Colegio Australiano
de Medicina de Emergencias y adopta-
do por el Consejo Australiano de Salud.
Se basa en predictores siológicos en el
adulto como es la vía aérea, respiración,
circulación y décit neurológico, y aun-
que se han investigado la validez y su
conabilidad en poblaciones que no sean
las Australianas es poco clara la conabi-
lidad en otros lugares. Un meta-análisis
publicado en 2015 encontró que el co-
eciente de conabilidad fue de 0.428
(IC 95% 0.34-0.509), todos los estudios
presentaron un modelo realizado por en-
fermeras. El acuerdo inter e intra obser-
vador fue 0.29 (IC 95% 0.37-0.46) y 0.75
(IC 95% 0.61-0.84) respectivamente. De
los estudios se encontró que las desicio-
nes erróneas al momento de realizar el
Triage fue de 39.19%, con 20.7% de so-
breestimación en las desiciones. Estos
autores concluyeron que la conabilidad
del protocolo ATS es moderado en las sa-
las de urgencias. Derivado de este mismo
meta análisis, se encontró que 39.19% de
las desciones fueron reconocidas como
decientes, y a pesar que 20.7% de las
desciones sobre estimadron al pacien-
te, el 18.49% subestimaron la gravedad
del paciente y corresponde a niveles I y
II que pudieran poner en riesgo la vida
de los pacientes. Ellos mismos concluyen
que el ATS es bastante aceptable en los
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departamentos de emergencias y que la
conabilidad requiere mas estudios en
diversos paises no solo en Australia.(13)
Experiencia en
Latinoamerica
Existen pocas publicaciones encontra-
das en Latinoamérica respecto a Triage.
La mayoría de las investigaciones son
reportadas en Brazil, posiblemente por-
que el ministerio de Salud de ese país
publicó una ordenanza en 2002 que re-
comendó la implementación del Triage
en las salas de urgencias (2). Para 2015,
61.5% de los estados de Brazil y el distri-
to federal implementaron el Protocolo
de Manchester (1) México reporta dos
artículos sobre experiencia de Triage en
la sala de urgencias. Nuestra búsqueda
no encontró mas artículos reportados en
latinoamérica.
Triage en México
Los estandares de ca lidad para la atención
de los servicios de urgencias en México
sugieren que la valoración de urgencia
sea dentro de los primeros 10 minutos, el
tiempo de duración de Triage sea menor
de cinco minutos, el porcentaje de pa-
cientes que dejen el servicio sin atención
médica menor del 2% del total de consul-
tas. La Norma Ocial Mexicana de los
servicios de urgencias menciona que para
la recepción del paciente en el servicio de
urgencias se requiere que un médico va-
lore y establezca las prioridades de aten-
ción del mismo(14) pero deja un vacio al
momento de establecer un sistema para
la atención de esas necesidades y excluye
del proceso al personal de enfemería. A
pesar que varias de las instituciones de
Salud del país, en especial aquellas que
cuentan con la especialidad de urgencias
médico quirúrgicas, han realizado mo-
delos de Triage empíricos, la realidad es
que la sistematización del proceso cae en
la mayoría de las ocasiones en terrenos
basados en la experiencia de aquel que
aplica el proceso de mejora de calidad sin
existir una verdadera sistematización con
resultados que prometen pero en realidad
dudosos en cuanto a la seguridad para el
paciente a través de los métodos emplea-
dos. La presencia de normativas poco
exibles de las instuciones y la carencia
de insumos que permitan invertir en los
sistemas de Triage establecidos y avala-
dos en forma internacional complican la
aplicación de los modelos internacionales
validados.
De las experiencias realizadas en el
país pocas se encuentran difundidas en
medios cientícos, entre ellas se encuen-
tra la del Hospital Juárez de México que
publicó su experiencia en el desarrollo de
un proceso de Triage en 2006 basado en
las guías de la asociación Canadiense de
Urgencias (CAEP) con un proceso es-
tructurado de 5 niveles de prioridad ba-
sado en signos vitales, escala de dolor y
escala de coma de glasgow(7). Durante el
2006, el Hospital Regional “Lic. Adolfo
López Mateos” del Instituto de Seguri-
dad Social al Servicio de los Trabajores
del Estado (ISSSTE), publica la expe-
riencia con su protocolo de clasicación
de tres colores realizado de manera em-
pírica, reportando una sensibilidad del
mismo del 60.2%.
Durante el 2008, el Centro Nacio-
nal de Excelencia Tecnológica de la
Secretaria de Salud publica la Guía de
Práctica Clínica (GPC) de “Triage Hos-
pitalario de Primer Contacto en Servicios
de Urgencias Adultos para el Segundo y
primer Nivel”(15) y su actualizacion
durante 2010, grupo encabezado por
la Dra. Greta Miranda del Instituto
de Seguridad Social al Servicio de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE). El
objetivo fue homologar los criterios
en el Sistema Nacional de salud para
que todas las instituciones manejen la
misma escala de prioridad procurando
proporcionar atención ecaz, oportuna
y adecuada para limitar el daño, dis-
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minuir las secuelas y acortar el tiempo
de convalescencia. Esta guía aceptada
por la Secretaria de Salud propone el
modelo implementado por el ISSSTE
como referente nacional, sin embargo,
la mayoría de las recomendaciones ver-
tidas en el documento se encuentran
avaladas por la opinión de expertos
(15). El Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS) a pesar de ser participe
del desarrollo de la GPC, dentro de su
normativa contempla otro sistema de
Triage basado en el modelo Andorra-
no de Triage con un sistema de 5 co-
lores para clasicar los pacientes (16).
Esta misma institución durante 2009
implementa el sistema de “Redes de
Urgencias” con la intención de facili-
tar el ujo y atención de los pacientes
en base a su sistema de clasicación y
referencia entre unidades de primero
y segundo nivel, proponiendo como
necesidad básica que todas las unida-
des de esa institución implementen la
normativa de Triage institucional. La
Secretaria de Salud durante el 2012
lanza el proyecto SUMAR (Servicios
de Urgencias que Mejoran la Atención
y Resolución) que propone la imple-
mentacion de un servicio de Triage de
tres niveles abriendo la posiblidad de
ser desarrollado por personal médico
o de enfermería dependiendo la dis-
ponibilidad del personal acorde con
una lista de signos y síntomas motivos
de consulta. Hacia nales del 2014, el
Hospital Juarez de México implementa
el sistema de Triage basado en el siste-
ma Manchester a lo que sigue durante
2015 la fundación del Consejo Mexi-
cano de Triage A.C. tomando como
modelo el sistema Manchester con el
objetivo de estandarizar el proceso de
Triage y establecer una certicación
para el personal en el mismo. Recien-
temente se ha retomado el proyecto
SUMAR tendiente a actualizar tanto
la GPC de Triage como ver la factibili-
dad de su inclusión en la Normatividad
vigente.
Conclusiones
La implementacion de los sistemas de
Triage es una necesidad en los servicios
de urgencias y es un buen parámetro para
indicar sobre la gestión de los mismos.
En la actualidad no existe un siste-
ma aceptado universalmente, y aunque
los sistemas de Triage de 5 colores han
demostrado una aparente mayor utilidad
que los sistemas de tres y cuatro color, la
realidad es que su implementación debe-
rá adecuarse a las necesidades y caracte-
rísticas especícas de cada país; siempre
promoviendo tanto una elevada conabi-
lidad como un buen acuerdo inter e intra
observador.
Para la implementación de esos siste-
mas se ha demostrado adecuada aplicabi-
lidad por parte del personal de enferme-
ría que en los sistemas actuales del país
pudiera ser una respuesta ante la situa-
ción de los servicios de urgencias.
Finalmente, la implementación de
los sistemas ha demostrado variabilidad
si se aplica fuera de la zona geográca
donde inicialmente se utilizó por lo que
existen grandes áreas de oportunidad en
México para la implementación de los
servicios y estudios sobre su utilidad en
nuestro médio.
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Servicio de Admisión Contínua o
Urgencias en Unidades Mëdicas de
Tercer Nivel. 2010 p. Anexo 6:1–15.
Resumen
Es una realidad que la atención de los
servicios de urgencias se encuentra
comprometida en varios de sus subpro-
cesos, siendo uno de los más afectados
y de los principales motivos de queja el
retraso en la atención de pacientes que
solicitan atención médica. Para enfren-
tarse a esto algunas instituciones de sa-
lud en México han establecido el siste-
ma de Triage, aunque hasta el momento
no existe uniformidad para la aplicación
del mismo. El objetivo de la presente re-
visión es realizar un análisis de los sis-
temas de Triage vigentes y enlistar los
avances hasta el momento en el país.
Summary
It is a fact that the attention of the emer-
gency services is compromised in several of
its threads, one of the most aected and the
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LA PRENSA MÉDICA ARGENTINA
Triage hospitalario
V.102/Nº4
main grievances income patients seeking
outpatient care. Although some health in-
stitutions in Mexico have established Tri-
age system to deal with this, so far there is
no uniformity to the application. e aim
of this review is to analyze the current
Triage systems and list the progress so far
in the country.
RPM Nº 4-2016.indd 240 6/21/16 1:38 PM
... Lo que consiste en llevar a cabo procedimientos sencillos, siendo estos rápidos y repetitivos a cada uno de los usuarios que solicitan atención médica. Y por tanto se comprende que el Triage es una toma de decisión grave y que es realizada de manera incompleta, con pre-sión emocional, pacientes con múltiples patologías y con recursos limitados 6 . ...
... Es importante mencionar que dentro del proceso de priorización para la atención en las áreas de urgencias se encuentra el dar acogida al paciente para asignar prioridad y área de tratamiento dentro de los servicios de urgencias basados en el cuadro clínico y semaforización como parte de los protocolos del Triage en las unidades hospitalarias 6 ; por lo tanto los profesionales de enfermería saben que se debe de realizar esta actividad dentro del proceso de atención, lo que les permite categorizar el nivel de urgencia determinando con ello que emplea la máxima prioridad en la área de atención. Los resultados mostraron como parte del proceso de priorización en la atención que el 80% (n=40) ve como prioridad saber llevar a cabo una evaluación de la vía aérea, ventilación y circulación, encontrando que un 20%(n=10) no ve prioritario sa-Esta obra se encuentra protegida por una Licencia de Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 internacional http://revistasaludycuidado.uaemex.mx/ ...
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Introducción: El Triage consiste en clasificar a los heridos según la gravedad que presenten; de acuerdo con el pronóstico vital y con el plan terapéutico. Objetivos: Evaluar el nivel de conocimiento sobre el Triage de los profesionales de enfermería y la atención que brindan al paciente en las áreas de urgencias. Metodología: Estudio con enfoque cuantitativo, descriptivo-transversal. La muestra estratificada se compuso por 50 profesionales de enfermería de los estratos urgencias, choque y consultorios. Se realizó un cuestionario de 51 ítems en línea, se llevó a cabo un proceso de análisis estadístico SPSS y síntesis de la información. Resultados: Dentro de la enfermería profesional se encontró que el 90% (n=45) son Licenciados en enfermería, tienen un nivel alto de conocimientos sobre Triage, la edad promedio de los profesionales de enfermería es de 28 años, así como el estado de salud del paciente determina la asignación del área de atención para brindar cuidados. Discusión: El nivel de conocimientos de los profesionales de enfermería en las áreas de urgencias es un nivel alto; y tiene gran relación con el nivel de conocimiento sobre Triage en la atención a los pacientes dentro del área de urgencias; es de resaltar que esta investigación midió el conocimiento sobre Triage por enfermería. Conclusiones: Se evaluó el nivel de conocimientos sobre Triage en la atención en las áreas de urgencias; se logró encontrar que el conocimiento sobre Triage es una puerta de entrada para los profesionales en la atención hospitalaria y una mejora en los servicios de salud; que su conocimiento fundamentará su saber y les permitirá enfrentar diversas situaciones para brindar una atención de calidad.
... Los pacientes estratificados como infección leve pueden ser tratados de manera ambulatoria y se debe priorizar los casos que ameritan un tratamiento intrahospitalario. [5][6][7] Adicionalmente, para el triaje respiratorio, se sugiere utilizar escalas para identificar la gravedad y el riesgo de mortalidad en paciente con sospecha de infección que permitan a los médicos valorar tempranamente a los pacientes críticamente enfermos, algunas de las más utilizadas son NEWS 2, qCSI, CRB 65, qSOFA, entre otras. [8][9][10] Éstas permiten a los médicos valorar en forma temprana a los pacientes críticamente enfermos. ...
... triage como sistema de clasificación hospitalaria ha sido desarrollado por enfermería con resultados buenos, existen instituciones que establecen que debe ser realizado por un médico experimentado en urgencias hospitalario por lo que el personal idóneo para su realización aun es debatible. (García-Regalado 2016;Soler 2010) ...
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EL TRIAGE HOSPITALARIO EN LOS SERVICIOS DE EMERGENCIA DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE SALUD DE LIMA. 2016 Vásquez Alva, Rolando RESUMEN Objetivo: Describir y analizar la situación que presenta el triage Hospitalario en los servicios de Emergencia de los Establecimientos de salud de Lima.2016 Metodología: Se realizó un estudio de tipo cuantitativo, descriptivo, y con diseño observacional, obteniéndose variables de 22 establecimientos de salud de Lima de enero a julio 2017, a través del investigador y el jefe del servicio y/o encargado de cada área de triage. Se describieron variables según frecuencia de presentación y características del área de triage de Emergencia de los establecimientos de salud de Lima. Se empleó el término Triage. Resultados. - Se estudiaron 22 establecimientos de Salud. 63.6% tenía por categorización el nivel III-I, 22.7% el nivel II-2 y 4.5% el nivel IIE y 9.1% el nivel II-I. Promedio de tiempo de funcionamiento del triage 8.61 años. Funcionaban 24 horas en 60% de establecimientos y de lunes a domingo en 72.7% de ellos. Se usaron 4 prioridades en 54.5%, 5 prioridades en 27.3%, y 3 prioridades en 4.5%. El triage en 68.2% está a cargo del profesional médico y 31.8% de enfermería. Hubo 13.63% (3 establecimientos) realizado por técnicos de enfermería. La programación médica fue total en 33.3% de casos y parcial en 66.6%. 26.7% de establecimientos informaron que el médico de triage tiene especialidad. Enfermería tuvo 85.7% especialidad. En 86.4% se informó a familiares o pacientes sobre la situación de salud y 63.6% fue informado sobre tiempos de espera. 18.2% manejó indicadores de calidad y 9% realizó retriage. 68.2% de establecimientos usaron escalas de triage y 86.4% del personal tenían conocimiento de las mismas. 81.8% de establecimientos tenía normativa interna sobre triage y 77.3% del personal conocería las mismas. 90.91% de establecimientos informan que no realizan investigación sobre triage. Las dimensiones establecidas y su puntaje correspondiente fueron Implementación 0.68, Recursos Humanos 0.52, Calidad 0.52, Clasificación 0.77, Normativo 0.82, Investigación 0.09, En análisis de escalamiento multidimensional no se observa ningún patrón en los aspectos relacionados al triage en los servicios de emergencia de los hospitales del sector. Conclusiones. - Existe una inadecuada implementación de las áreas de triage de los servicios de Emergencia de los establecimientos de salud de Lima en el 2016. Palabras clave. - Triage Hospital Emergencia THE TRIAGE HOSPITAL IN THE EMERGENCY ROOM OF THE HEALTH CARE CENTERS OF LIMA. 2016 Vásquez Alva, Rolando ABSTRACT Objective: Describe and analyze the situation presented by the hospital triage in the Emergency Services of the health care centers of the Lima.2016 Methodology: A quantitative, descriptive and observational design study was conducted, obtaining variables from 22 health care centers in Lima between January to July 2017, through the researcher and the head of the service and / or in charge of each triage area. Variables were described according to frequency of presentation and characteristics of the Emergency triage area of health care centers from Lima. The term Triage was used. Results.- 22 health care centers were studied. 63,6% had categorization level III-I, 22.7% level II-2 and 4.5% level IIE and 9.1% level II-I. They have a start time of triage in their emergency services an average of 8.61 years. They operated 24 hours in 60% of health care centers and from Monday to Sunday in 72.7% of them. Four priorities were used in 54.5%, 5 priorities in 27.3%, and 3 priorities in 4.5%. The priority used is 4 in 54.5%, 5 priorities in 27.3%, and 3 priorities in 4.5%. The triage in 68.2% is in charge of the medical professional and 31.8% of nursing. There were 13.63% (3 care centers) performed by nursing technicians. The medical programming was total in 33.3% of cases and partial in 66.6%. 26.7% of the care centers reported that the triage doctor has a specialty. Nursing had 85.7% specialty. In 86.4%, family or patients are informed about the health situation and 63.6% were informed about waiting times. 18.2% handle quality indicators and 9% performed retriage.68.2% of health center care used triage scales and 86.4% of the personnel had knowledge of them. 81.8% of care centers reported internal regulations on triage and that 77.3% of the staff would know about them. 90.91% of care centers report that they do not research about triage. The established dimensions and their corresponding score were Implementation 0.68, Human Resources 0.52, Quality 0.52, Classification 0.77, Normative 0.82, Research 0.09, In multidimensional scaling analysis no pattern is observed in the aspects related to triage in the emergency services of the hospitals of the sector. Conclusions.- There is an inadequate implementation of the triage areas of the Emergency services of health care centers in Lima in 2016 Keywords.- Triage Emergency Hospital A TRIAGEM HOSPITALAR NOS SERVIÇOS DE EMERGÊNCIA DOS ESTABELECIMENTOS DE SAÚDE DE LIMA. 2016 Vásquez Alva, Rolando RESUMO Objetivo: Descrever e analisar a situação apresentada pela triagem hospitalar nos Serviços de Emergência dos Estabelecimentos de Saúde de Lima.2016 Metodologia: Foi realizado um estudo quantitativo, descritivo e observacional do delineamento, obtendo-se variáveis de 22 centros de saúde em Lima de janeiro a julho de 2017, por meio do pesquisador e do chefe do serviço e / ou responsável por cada área de triagem. Variáveis foram descritas como frequência de ocorrência e as características dos estabelecimentos da área de triagem de emergência de saúde de Lima. O termo Triagem foi usado. Resultados.- 22 unidades de saúde foram estudadas. 63,6% tinham nível de categorização III-I, 22,7% nível II-2 e 4,5% nível IIE e 9,1% nível II-I. Tempo médio de operação da triagem de 8,61 anos. Eles operavam 24 horas em 60% dos estabelecimentos e de segunda a domingo em 72,7% deles. Quatro prioridades foram utilizadas em 54,5%, 5 prioridades em 27,3% e 3 prioridades em 4,5%. A triagem em 68,2% ficou a cargo do profissional médico e 31,8% da enfermagem. Foram 13,63% (3 estabelecimentos) realizados por técnicos de enfermagem. A programação médica foi total em 33,3% dos casos e parcial em 66,6%. 26,7% dos estabelecimentos relataram que o médico da triagem possui especialidade. A enfermagem teve especialidade de 85,7%. Em 86,4% dos familiares ou pacientes foram informados sobre a situação de saúde e 63,6% foram informados sobre os tempos de espera. 18,2% lidaram com indicadores de qualidade e 9% realizaram retriagem. 68,2% dos estabelecimentos utilizaram escalas de triagem e 86,4% dos funcionários tinham conhecimento dos mesmos. 81,8% dos estabelecimentos dispunham de regulamentação interna sobre triagem e 77,3% dos funcionários os conheciam. 90,91% dos estabelecimentos relatam que não realizam pesquisas sobre triagem. As dimensões estabelecidas e seu escore correspondente foram: Implementação 0,68, Recursos Humanos 0,52, Qualidade 0,52, Classificação 0,77, Regulação 0,82, Investigação 0,09, Na análise de escalonamento multidimensional não se observa nenhum padrão nos aspectos relacionados à triagem nos serviços de emergência dos hospitais do setor. Conclusões.- Há uma implementação inadequada das áreas de triagem dos serviços de emergência das unidades de saúde em Lima em 2016. Palavras chave. - Emergência Hospitalar Triagem
Chapter
In this paper, it is proposed an APK that works in conjunction with an emergency triage system that may help both patients and doctors using IoT. The classification system implemented on this work reads the data provided by the user (oxygen saturation, hearth rate) on the app, this will be processed, as the results are given in real time and classified on an emergency color system (green, yellow, orange and red) the doctor would be notified instantly, allow him to be up to date with its patient’s condition and help him get a better analysis and have a mor exact diagnose, this being beneficial for both patient and doctor.
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Castellanos, primer urgenciólogo en ingresar a la Academia Mexicana de Cirugía, se dio a la tarea de recabar los puntos de vista de destacadas personalidades de la medicina de urgencia en México. Los colaboradores reflexionan sobre que se ha logrado en estos primeros 30 años y cuales serían algunos de los caminas a seguir. Seguramente este texto será de referencia para al personal que desarrolla actividades asistenciales, docentes, gerenciales o de investigación en los servicios de urgencias.
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Background: Although the Canadian Triage and Acuity Scale (CTAS) have been developed since two decades ago, the reliability of the CTAS has not been questioned comparing to moderating variable. Aims: The study was to provide a meta-analytic review of the reliability of the CTAS in order to reveal to what extent the CTAS is reliable. Materials and methods: Electronic databases were searched to March 2014. Only studies were included that had reported samples size, reliability coefficients, adequate description of the CTAS reliability assessment. The guidelines for reporting reliability and agreement studies (GRRAS) were used. Two reviewers independently examined abstracts and extracted data. The effect size was obtained by the z-transformation of reliability coefficients. Data were pooled with random-effects models and meta-regression was done based on method of moments estimator. Results: Fourteen studies were included. Pooled coefficient for the CTAS was substantial 0.672 (CI 95%: 0.599-0.735). Mistriage is less than 50%. Agreement upon the adult version, among nurse-physician and near countries is higher than pediatrics version, other raters and farther countries, respectively. Conclusion: The CTAS showed acceptable level of overall reliability in the emergency department but need more development to reach almost perfect agreement.
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BACKGROUND: Although the Australasian Triage Scale (ATS) has been developed two decades ago, its reliability has not been defined; therefore, we present a meta-analysis of the reliability of the ATS in order to reveal to what extent the ATS is reliable. DATA SOURCES: Electronic databases were searched to March 2014. The included studies were those that reported samples size, reliability coefficients, and adequate description of the ATS reliability assessment. The guidelines for reporting reliability and agreement studies (GRRAS) were used. Two reviewers independently examined abstracts and extracted data. The effect size was obtained by the z-transformation of reliability coefficients. Data were pooled with random-effects models, and meta-regression was done based on the method of moment's estimator. RESULTS: Six studies were included in this study at last. Pooled coefficient for the ATS was substantial 0.428 (95%CI 0.340–0.509). The rate of mis-triage was less than fifty percent. The agreement upon the adult version is higher than the pediatric version. CONCLUSION: The ATS has shown an acceptable level of overall reliability in the emergency department, but it needs more development to reach an almost perfect agreement.
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The Centers for Medicare and Medicaid Services (CMS) requires reporting of multiple time-sensitive metrics. Most facilities use triage time as the time of arrival. Little is known about how long patients wait prior to triage. As reimbursement to the hospital may be tied to these metrics, it is essential to accurately record the time of arrival. Our objective was to quantify the time spent waiting to be triaged for patients arriving to the emergency department (ED). We conducted this study in an urban, academic, tertiary care center with approximately 54,000 annual ED visits. All patients arriving to the ED from November 1, 2012, to October 1, 2013, were enrolled. If patients didn't go directly to a bed or triage, an observer greeted patients as they entered the ED and recorded the time of arrival. The triage time was recorded as normal. We calculated the difference between the arrival time and triage time. There were 50,576 patient visits during the study period. Of these, 7,795 (15.4%) patients did not go directly to a bed or triage. For patients who waited for triage, median time from arrival to triage was 11 minutes (IQR 5-19, range 1-105). When stratified by the number of new patients who arrived in the ED in the previous hour, the percentage of greeted patients who waited more than 10 minutes for triage was: 0-5 new patients - 12.4%; 6-10 new patients - 48.8%; 11-15 new patients - 64.4%; 16+ new patients - 68%. Patients often waited more than 10 minutes to be triaged. As the number of patients registered in the previous hour increased, the percentage of patients who waited more than 10 minutes for triage increased significantly. During times of peak volume, 8.5% of all patients arriving to the ED waited more than 10 minutes for triage. This wait is not accounted for in the normal reporting of ED throughput times and metrics.
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Objective: To ascertain the evaluation of nurses and nursing students on organisational changes for the establishment of a triage system for primary care emergencies. Design: Focus group qualitative study. Location: Primary Care. Participants: Primary health care nurses and third year nursing students. Method: Two groups were formed, one of seven nurses from city, rural and SUAP healthcare centres and a second group made up of five third year nursing students. A video recording was made of the meetings and later a process of analysis and synthesis of the information was carried out. Results: There was agreement between both groups on the feasibility of this task and, in general, they considered themselves sufficiently qualified to perform it. Likewise, importance was given to the fact that responsibility for deciding who should attend to a patient needing immediate care, and when, should not fall on the administrative area. In the nursing group, special emphasis was placed on the fact that this project would not be viable with current workloads and, for this reason, they put forward the need to increase the workforce or to bring in organisational changes. The students showed interest in taking on this kind of task, although they would wish for greater specific training in their academic curriculum. They considered definition of tasks and regulation of activities to be fundamental. Conclusions: Qualified nurses at work in primary care and nursing students nearing the end of their training agree on the feasibility of implementing a triage system for patients requiring immediate attention at a healthcare centre.
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Background. The objective of this investigation is to study the usefulness, validity and reproducibility of the reception, attendance and classification of emergency cases employed by nurses in the emergency department of a tertiary hospital (Hospital de Navarra, Pamplona, Spain) (RACHN). Material and methods. By studying the proportion of emergencies classified according to our triage system (reception, attendance and classification [recepción, acogida y clasificación] at the Hospital de Navarra, RACHN), we carried out a transversal descriptive study between 3rd November and 17th November 2003 to evaluate the concordance between the level of severity assigned by a nurse using the RACHN triage system and that determined by a senior doctor. In addition, we evaluated the discrepancy between the degree of severity assigned by a nurse using the triage system and the level of severity determined by a senior doctor and that between the request for complementary tests by the nurse with the opinion of a senior doctor. Results. During the study period, 85.3% of the emergency cases were assigned severity levels using the 4 level scale RACHN triage system. The kappa index for severity assigned by the nurse was 0.76 (95%CI: 0.66-0.86) and that of the senior doctor, 0.71 (95% CI: 0.60-0.81). The discrepancy in severity was 26.1%. The request for complementary tests by the nurse proved correct in 95.2% of the cases, as determined by the senior doctor. Conclusion. The RACHN triage system depends primarily on the protocol established by the nurse that carries out triage. We have found a good degree of concordance between triage carried out by the nurse using the RACHN and that determined by the doctor. We believe the discrepancy can be reduced by establishing a five level scale of severity and by carrying out periodic reviews of the RACHN.
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«Triage» is a process that enables us to manage clinical risk in order to safely and suitably handle patient flows when demand and clinical needs exceed resources. At present, triage systems that are employed are structured according to five levels of priority. Levels are allocated according to the concept that what is urgent is not always serious and that what is serious is not always urgent. This makes it possible to classify patients according to «degree of urgency», so that the more urgent patients will be attended to first and the rest will be re-evaluated until they are seen by the doctor. The Spanish triage system (SET) and the Manchester triage system (MTS) are the two standardised systems most implemented in our country. We also discuss the system of triage devised in Navarre - integrated in the computerised clinical history- and used in the hospital network of Navarre. All are multidisciplinary systems based on the reasons and urgency of consultation, but not on diagnoses, and are carried out by nursing staff with medical support when required. In addition, they all include monitoring of the quality of the accident and emergency service itself, and can be applied in the outpatient field.
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Introduction Culture of emergency room blood samples is common practice, but open to controversy. As compared to other emergency tests, blood collection requires twice as much time and needs a refined technique to avoid contamination, and the study has no immediate diagnostic utility. Methods This prospective study includes consecutive adult patients with positive emergency room blood cultures. We analyzed the diagnostic sensitivity and contamination rate of the cultures and the etiology, clinical features and prognosis of the bacteremias encountered. Results During the study period, 5.2 blood cultures were indicated per 1000 patients attended in the emergency room. The diagnostic yield (positive blood cultures/total cultures) was 20% and the contamination rate (contaminated blood cultures/total cultures) was 1%. The incidence of bacteriemia was 0.99 episodes per 1000 patients attended in the emergency room and 10.3 episode per 1000 hospitalized patients. Gram-negative bacteria predominated (57%). Sepsis was the most frequent clinical manifestation (50%), followed by severe sepsis (40%) and septic shock (10%). Mortality was 22%. Diabetes mellitus and severe sepsis/septic shock were independent factors associated with mortality. Conclusions Diagnostic performance and quality of emergency room blood cultures was high. The predominant etiology was gram-negative bacteria. Patients had a severe clinical presentation. Diabetes mellitus and severe sepsis and/or septic shock were independent prognostic factors of mortality.
  • Del Triage Clínico En El Servicio De Urgencias Adultos
del Triage clínico en el Servicio de Urgencias Adultos del HRLALM del ISSSTE. Arch Med Urg Mex 2011;3(3):93–8.