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viviendas deshabitadas
Lo que dicen las
sobre el
Landy Sánchez * y
Clara Salazar**
censo de población 2010
Según los datos del INEGI, en 2010 se
registraron 35.2 millones de viviendas
particulares en el país, de las cuales casi cinco
millones fueron declaradas como no habitadas
y poco más de dos millones como temporales.
Esto, después de haberse realizado cinco
visitas consecutivas y obtenido corroboración
de vecinos cercanos sobre el estatus de
dichas unidades. A este 19.9% de viviendas
particulares que no entraron en el ejercicio
censal, se debe añadir las viviendas que, aun
estando ocupadas, no fueron censadas y sobre
cuyo número existe todavía incertidumbre.
Este gran número de viviendas no
censadas nos lleva a reexionar sobre sus
implicaciones para las estadísticas censales
así como en la posibilidad de que esta
información constituya una variable útil
para explicar transformaciones demográcas
y espaciales en México. En este trabajo nos
concentramos en analizar la distribución
espacial a nivel estatal y municipal de las
viviendas deshabitadas. Examinamos cómo
vivienda,
vivienda deshabitada,
distribución espacial,
estimaciones de población
Palabras clave:
se transformó su concentración entre 2005 y
2010, y cómo esa distribución puede afectar
las estimaciones de población total. Asimismo,
exploramos algunas hipótesis explicativas de
la concentración de esas viviendas.
Distribución territorial de las viviendas
deshabitadas
Un primer análisis es cómo se distribuyen
territorialmente las viviendas deshabitadas.1 En
el cuadro 1 se observa que los estados que
presentan la mayor proporción de vivienda
deshabitada se localizan en el norte del
país: Chihuahua, Baja California, Tamaulipas,
Zacatecas y Durango. En contraste, las
entidades con menor proporción de viviendas
deshabitadas son el Distrito Federal,
Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz.
Al comparar esta distribución con 2005, se
observa que los estados que experimentaron
mayor crecimiento de vivienda deshabitada
en términos porcentuales, fueron Quintana
Roo, Baja California y Nuevo León (entre 87.5
67
y 47.3%); seguidos por el Estado de México,
Tamaulipas, Hidalgo y Chihuahua (entre
31.7 y 29.5%). Cabe señalar que el Estado de
México fue la entidad que experimentó el
mayor crecimiento en términos absolutos,
con alrededor de 130 mil nuevas viviendas
deshabitadas entre 2005 y 2010.2
Estas estadísticas muestran una tendencia
creciente en la desocupación de viviendas,
pero también una fuerte heterogeneidad
en los estados, que se hace más evidente al
analizar las estadísticas por municipio. En el
Cuadro 1. México. Evolución de la vivienda por tipo según entidad federativa, 2005-2010
Fuente: Estimaciones propias basadas en las bases de datos ITER para el conteo de población de 2005 y el censo de población de 2010.
mapa 1a. se observa que los municipios donde
se registraron más viviendas deshabitadas en
2010 se localizan por un lado, en las zonas
fronterizas del norte y en la costa noroeste
del Pacíco, pero también se concentran
en la zona centro de México. Sin embargo,
cuando se examina la variación porcentual
en el acervo de viviendas deshabitadas entre
2005 y 2010, el mapa 1b sugiere un patrón más
disperso a lo largo del territorio nacional:
hay un gran número de municipios que
aumentaron en más de 50% sus volúmenes
de vivienda deshabitada. En la parte centro-
Total de
Viviendas
Particulares
Viviendas
Deshabitadas
%
Deshabitadas Viviendas
Total de Viviendas
Particulares
censadas
Viviendas
Deshabitadas
% Cambio
absoluto
Deshabitadas
Cambio
relativo
Deshabitadas
Aguascalientes 360,374 56,875 16 303,201 242,602 48,209 16 8,666 18
Baja California 227,014 34,385 15 176,711 130,069 28,758 16 5,627 20
Baja California 1,131,024 214,705 19 914,615 688,178 128,878 14 85,827 67
Campeche 254,239 25,133 10 224,863 182,251 26,778 12 -1,645 -6
Chiapas 1,267,673 128,078 10 1,081,233 892,406 119,903 11 8,175 7
Chihuahua 1,194,835 229,210 19 1,080,183 815,345 176,987 16 52,223 30
Coahuila 887,999 131,042 15 778,186 616,417 113,288 15 17,754 16
Colima 228,470 33,232 15 197,489 144,373 36,471 18 -3,239 -9
Distrito Federal 2,679,944 211,245 8 2,540,072 2,220,281 205,086 8 6,159 3
Durango 518,688 93,700 18 470,613 353,567 87,516 19 6,184 7
Guanajuato 1,581,231 241,224 15 1,328,444 1,037,503 225,088 17 16,136 7
Guerrero 1,088,575 178,990 16 931,107 691,352 161,430 17 17,560 11
Hidalgo 886,003 152,339 17 725,293 552,144 117,079 16 35,260 30
Jalisco 2,288,177 358,453 16 1,992,485 1,539,317 317,941 16 40,512 13
México 4,434,698 538,220 12 3,788,055 3,104,746 408,667 11 129,553 32
Michoacán 1,399,791 238,951 17 1,223,115 898,296 233,784 19 5,167 2
Morelos 641,616 99,339 15 546,282 387,366 90,531 17 8,808 10
Nayarit 382,781 63,315 17 324,479 240,949 58,166 18 5,149 9
Nuevo León 1,509,866 230,677 15 1,228,288 997,042 156,652 13 74,025 47
Oaxaca 1,224,151 168,179 14 1,046,531 793,689 156,981 15 11,198 7
Puebla 1,717,345 239,612 14 1,482,695 1,181,763 203,957 14 35,655 17
Querétaro 569,470 83,895 15 452,331 350,411 70,646 16 13,249 19
Quintana Roo 470,217 78,295 17 340,490 250,811 41,752 12 36,543 88
San Luis Potosí 778,894 109,551 14 691,620 552,867 103,501 15 6,050 6
Sinaloa 895,712 136,994 15 806,334 623,417 138,633 17 -1,639 -1
Sonora 898,928 140,219 16 789,654 600,514 130,004 16 10,215 8
Tabasco 654,372 69,701 11 549,556 468,401 58,149 11 11,552 20
Tamaulipas 1,135,418 211,746 19 996,125 769,196 161,528 16 50,218 31
Tlaxcala 334,520 43,081 13 286,983 231,604 39,645 14 3,436 9
Veracruz 2,398,856 288,556 12 2,121,655 1,763,700 258,988 12 29,568 11
Yucatán 634,360 78,097 12 543,940 427,875 66,919 12 11,178 17
Zacatecas 494,288 90,767 18 449,377 323,086 99,372 22 -8,605 -9
Total Nacional 35,169,529 4,997,806 14 30,412,005 24,071,538 4,271,287 14 726,519 17
Viviendas
Particulares
Viviendas
Deshabitadas
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sur del país, especialmente en la parte baja
de Oaxaca y Chiapas, emergen municipios
con incrementos extremos en el nivel
desocupación de las viviendas.
Parcialmente, este patrón responde a que los
municipios en estas regiones tienen menos
habitantes y, en consecuencia, son más
sensibles a pequeñas variaciones del parque
habitacional. Ello también apunta a marcadas
diferencias en cuanto al nivel de urbanización:
95% de los municipios que duplicaron
sus viviendas deshabitadas tienen alta
concentración de población rural. Más aun, el
análisis por tamaño de localidad muestra que
17.4% de las viviendas de localidades de 250
o menos habitantes están desocupadas y, esa
proporción tiende a decrecer con el aumento
en el tamaño de la localidad, hasta alcanzar su
mínimo en las más grandes (1 millón o más).
Si bien las cifras anteriores podrían hablar de
despoblamiento en contextos rurales (Carton
de Grammont, 2007), también podrían
apuntar a una menor cobertura censal, dado
el aislamiento geográco de las localidades
pequeñas (Hernández, 2004). Distinguir entre
el cambio poblacional efectivo y un problema
de cobertura censal es virtualmente imposible
con datos agregados y sin resultados del
ejercicio de postenumeración. Podemos
ilustrar, sin embargo, con un ejercicio
concreto, cómo la declaración de vivienda
deshabitada podría cambiar las estimaciones
de población y el tamaño de localidad.
Siguiendo el procedimiento del INEGI para
viviendas no especicadas, imputamos un
tamaño de 3 miembros en cada vivienda
deshabitada en Oaxaca, donde se localizan 46
de los 88 municipios en que la proporción de
viviendas deshabitadas aumentó más de 200%
entre 2005 y 2010. Los resultados muestran
cómo la vivienda deshabitada podría afectar
más los volúmenes de población de las
localidades pequeñas, mientras que su peso
sería menor en las de tamaño medio (véase
el anexo). Si nos preguntamos cuál habría
sido la población total de haberse mantenido
la misma proporción de vivienda deshabitada
que en 2005, se observa también que las
localidades pequeñas serían las más afectadas,
mientras muchas categorías medianas incluso
ganarían población. Sin embargo, el impacto
más importante es en el tamaño mismo de las
localidades,que serían transferidas a un rango
superior, lo que modicaría el peso relativo
de las categorías más pequeñas. Este hecho
es relevante en tanto que diversas políticas
sociales y de dotación de infraestructura se
denen en función del tamaño de la localidad.
Descifrando la distribución de las viviendas
deshabitadas
Además de que la declaración de vivienda
deshabitada impacta las cifras de población y
puede evidenciar problemas de cobertura censal,
su distribución geográca podría también
reejar movilidades territoriales asociadas
a procesos demográcos y sociales, como la
reestructuración económica, la violencia o la
aplicación de una política habitacional dirigida
a fomentar la producción de vivienda nueva.
Aun cuando el propósito de este trabajo no
es dar cuenta de estos fenómenos, explorar
algunas hipótesis sobre ellos ofrece elementos
que contribuyen a sopesar la robustez de los
datos censales que aquí se discuten.
Las entidades con mayor variación absoluta
y porcentual en vivienda deshabitada en este
periodo experimentaron impactos importantes
del ajuste económico, particularmente a partir
de la crisis internacional de 2008. Chihuahua,
Baja California e Hidalgo duplicaron sus tasas
de desempleo entre 2008 y 2009, mientras
Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas registraron
menores aunque también importantes
69
Mapa 1a.México. Proporción de viviendas deshabitadas por municipio, 2010
Fuente: Elaboración propia a partir del conteo de población de 2005 y el censo de población de 2010.
Proporción
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Mapa 1b. México. Variación en el acervo de viviendas deshabitadas por municipio, 2005-2010
Fuente: Elaboración propia a partir del conteo de población de 2005 y el censo de población de 2010.
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crecimientos en el desempleo, lo que los
ubicó entre los estados con las tasas más altas
del país en 2010. Esto pudo haber incentivado
la migración interna e internacional, lo que
pudo haber tenido un impacto en el aumento
de las viviendas deshabitadas.
Asimismo, los datos de migración internacional
para 2010 a nivel de los municipios (Giorguli
y Gutiérrez, 2011) sugieren una fuerte
asociación estadística con el volumen de
viviendas desocupadas. La relación es válida
tanto para el indicador de emigración como
para el de remesas. El primero sugiere que las
viviendas deshabitadas podrían ser resultado
de la movilidad de población y el consecuente
abandono de las casas; el segundo, que hay
inversión en construcción de viviendas que
todavía no se ocupan.
A la migración y el consecuente incremento
de viviendas desocupadas puede también
haber contribuido la violencia imperante
en ciertas regiones del país: encontramos
una relación positiva entre las viviendas
deshabitadas y el número de homicidios
registrados en el periodo 2000-2009. Baja
California, que presentó el segundo aumento
(después de Quintana Roo) relativo de
viviendas desocupadas entre 2005 y 2010,
registró también la tasa de homicidio más
alta en el primer decenio del siglo; Chihuahua
y Tamaulipas, aunque en menor proporción,
observaron un comportamiento similar
(INEGI, 2010). En cambio, en Zacatecas y
Durango se advierte que, pese a las altas tasas
de homicidio, el aumento en la migración de
retorno ha sido capaz de contrarrestar los
efectos de la violencia sobre la desocupación
de vivienda (Giorguli y Gutiérrez, 2011).
Por otro lado, los datos sobre viviendas
desocupadas refuerzan algunas hipótesis
referentes a que la política federal de
vivienda ha generado una sobreoferta de
vivienda nueva que contribuye al acervo de la
deshabitada. En 2009 se otorgó un total de
881 958 créditos para vivienda, de los cuales
72.3% se destinó a la adquisición de vivienda
(CIDOC y SHF, 2010) la mayoría nueva. La
encuesta de satisfacción residencial realizada
por la Sociedad Hipotecaria Federal en 2010,
dirigida a evaluar las viviendas adquiridas
a través de las sociedades nancieras de
objeto limitado (sofoles), la banca, el Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo de
Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado
72
(Fovissste), indica que 24.5% de las viviendas
de la muestra se encontraba deshabitado
(SHF, 2010). Además, datos de la Comisión
Nacional de Vivienda (Conavi) sugieren
que los tres estados con la mayor variación
absoluta de vivienda deshabitada entre 2005
y 2010 fueron receptores de 18% del total de
los créditos durante el periodo 2007-2009
(Nuevo León, Baja California y el Estado de
México). Nuestros hallazgos convergen con
otras aseveraciones que señalan que 80% de
los créditos otorgados para vivienda entre
2006 y 2010 se encuentran en los municipios
con mayor nivel de vivienda deshabitada
(BBVA, 2011).
En conjunto, los elementos señalados
sugieren que a lo largo del territorio distintos
procesos sociodemográcos dan cuenta de
los volúmenes de vivienda deshabitada y su
cambio en el periodo analizado. Esta primera
exploración apunta también a que el peso de
los distintos procesos varía entre regiones y
entre los contextos rurales y urbanos.
*El Colegio de México, Centro de Estudios Demográficos,
Urbanos y Ambientales, lsanchez@colmex.mx
**El Colegio de México, Centro de Estudios Demográficos,
Urbanos y Ambientales, csalazar@colmex.mx
Notas
1Análisis a partir de los principales resultados por localidad del
censo de población de 2010 y del conteo de población de 2005.
2La información de viviendas deshabitadas por localidad no está
públicamente disponible para el censo de 2000.
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