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Origin, domestication and diversification of common beans. advances and perspectives

Authors:
  • Investigador independiente

Abstract

Neolithic revolution took place from 9000 to 5000 years b. C., and at different sites in the world several plants species were domesticated, among them the common bean (Phaseolus vulgaris L). Location of the origin and domestication centers of P. vulgaris is important to identify areas where major sources of populations carrying useful genes for plant breeding exist and because such populations could improve our understanding on the evolution, diversification and conservation of the species. The accumulated knowledge on fossil dates and other morphological, agronomic and genetic traits indicates that the common bean was originated at the Mesoamerican region, and afterwards it was domesticated from 5000 to 2000 years b. C. in two sites in the American continent: Mesoamerica (México and Central America) and the Andean region (South America). The use of new tools based on molecular technologies and genomics have given definitive evidences on the origin, domestication and genetic diversity of P. vulgaris.
Artículo de Revisión Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2): 95 - 104, 2013
Recibido: 13 de Septiembre del 2012
Aceptado: 19 de Marzo del 2013
RESUMEN
Entre los años 9000 y 5000 a. C. en diferentes partes del mundo se
domesticaron diversas especies vegetales, entre ellas el frijol común
(Phaseolus vulgaris L). La importancia de identificar el centro de ori-
gen y de domesticación de una especie como P. vulgaris radica en que
esas áreas son fuente primaria de poblaciones con genes útiles para el
mejoramiento genético y de interés para el entendimiento de la evo-
lución, diversificación y conservación de la especie. El conjunto de
conocimientos recabados hasta hoy, como la edad de los restos fósiles
y las características morfológicas, agronómicas y genéticas, establecen
que el frijol común se originó en Mesoamérica y posteriormente se do-
mesticó entre los 5000 y 2000 años a. C. en dos sitios del continente
Americano: Mesoamérica (México y Centroamérica) y los Andes (Suda-
mérica). A partir del frijol silvestre se formaron dos acervos genéticos
domesticados distintos, Mesoamericano y Andino. El uso de nuevas
herramientas biotecnológicas y genómicas han ofrecido evidencias
definitivas sobre el origen, domesticación y diversidad de P. vulgaris.
Palabras clave: Phaseolus vulgaris, domesticación, acervos genéticos y
razas, centros de origen y diversidad, recursos genéticos.
SUMMARY
Neolithic revolution took place from 9000 to 5000 years b. C., and
at different sites in the world several plants species were domesticated,
among them the common bean (Phaseolus vulgaris L). Location of the
origin and domestication centers of P. vulgaris is important to iden-
tify areas where major sources of populations carrying useful genes
for plant breeding exist and because such populations could improve
our understanding on the evolution, diversification and conservation
of the species. The accumulated knowledge on fossil dates and other
morphological, agronomic and genetic traits indicates that the com-
mon bean was originated at the Mesoamerican region, and afterwards
it was domesticated from 5000 to 2000 years b. C. in two sites in the
American continent: Mesoamerica (México and Central America) and
the Andean region (South America). The use of new tools based on mo-
lecular technologies and genomics have given definitive evidences on
the origin, domestication and genetic diversity of P. vulgaris.
Index words: Phaseolus vulgaris, domestication, gene pools and races,
centers of origin and diversity, genetic resources.
INTRODUCCIÓN
Nuestros antepasados fueron cazadores-recolectores du-
rante más de un millón de años. En el periodo de 3000 a
8000 años a. C. aparecieron las primeras sociedades huma-
nas sedentarias capaces de producir sus alimentos y comen-
zaron a domesticar una gran variedad de plantas y animales
en diferentes regiones del mundo, entre ellas Mesoamérica
y los Andes en el continente Americano (Figura 1) (Smith,
2006; Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarcíaMarín, 2010).
La domesticación de plantas y animales contribuyó a “La
Revolución Neolítica” que marcó un punto importante en
la historia del hombre pues la agricultura se convirtió en la
base de la economía.
La domesticación de plantas es un proceso resultante de
la combinación de la evolución natural y la selección empí-
rica practicada por el hombre, mediante la cual se derivan
los cultivos domesticados a partir de sus progenitores sil-
vestres. En general, se entiende que la domesticación de las
plantas es un proceso dinámico y en curso (Zohary, 1999;
Gepts, 2004), y es de sumo interés identicar los sitios ori-
ginales de domesticación de un cultivo desde el punto de
vista evolutivo, así como de importancia práctica para los
tomejoradores y conservacionistas.
Las domesticaciones múltiples en tiempo y espacio han
sido determinantes claves en la estructura de la diversidad
genética presente en los cultivos actuales. Ejemplos docu-
mentados de domesticaciones múltiples en distintas espe-
cies en el Continente Americano son el chile (Capsicum
sp.) (Pickersgill, 1989), la calabaza (Cucurbita sp.) (Andres,
1990; Smith, 1997; Sanjur et al., 2002) y el frijol (Phaseolus
sp.) (Gepts, 1988; Zizumbo-Villarreal y Colunga-García-
Marín, 2010).
En frijol la domesticación redujo la diversidad genética
por un fenómeno denominado “cuello de botella de la
domesticación, que consiste en la reducción de la diversidad
ORIGEN, DOMESTICACIÓN Y DIVERSIFICACIÓN DEL FRIJOL COMÚN.
AVANCES Y PERSPECTIVAS
ORIGIN, DOMESTICATION AND DIVERSIFICATION OF COMMON BEANS.
ADVANCES AND PERSPECTIVES
Víctor M. Hernández-López1, Ma. Luisa P. Vargas-Vázquez2, José S. Muruaga-Martínez2,
Sanjuana Hernández-Delgado1 y Netzahualcóyotl Mayek-Pérez1*
1Centro de Biotecnología Genómica, Instituto Politécnico Nacional. Blvd. del Maestro esq. Elías Piña s/n, Col. Narciso Mendoza, 88710, Reynosa, Tamaulipas.
2Campo Experimental Valle de México, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. 56230, Chapingo, México.
*Autor para correspondencia (nmayek@ipn.mx)
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ORIGEN Y DOMESTICACIÓN DEL FRIJOL COMÚN Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013
Cucurbita pepo 5000 B.P.
Helianthus annuus 4800 B.P.
Iva annua 4400 B.P.
Cucurbita pepo 10 000 B.P.
Zea mays 9000-7000 B.P.
Phaseolus vulgaris 4400 B.P.
Arachis hypogaea ?
Manihot esculenta 8000 B.P.
Capsicum frutescens 6000 B.P.
Oryza glaberrima 2000 B.P.
Pennisetum typhoides 3000 B.P.
Sorghum bicolor 4000 B.P.
Dioscoreoa alata 7000 B.P.?
Musa sapientum 7000 B.P.
Colocasia esculenta 7000 B.P.?
Euryale ferox 8000 B.P.
Oryza sativa 8000 B.P.
Panicum miliaceum
Setaria italica
8000 B.P.
Triticum aestivum 10 000 B.P
Triticum monococcum spp. monococcum 10 000 B.P.
Hordeum vulgare 10 000 B.P.
Solanum tuberosum 7000 B.P.?
Chenopodium quinoa 5000 B.P.
Maranta arundinacea 8000 B.P.
Dioscorea. tridi 6000 B.P.
Gossypium barbadense 5000 B.P.
Ipomoea batatas 4500 B.P.
Figura 1. Centros independientes de domesticación de plantas y animales reconocidos hasta 2006 (adaptado de Gepts, 2004 y Smith, 2006).
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Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013HERNÁNDEZ, VARGAS, MURUAGA, HERNÁNDEZ Y MAYEK
genética de la población en comparación con su ancestro,
debido al pequeño número de individuos que fundaron las
poblaciones domesticadas (efecto fundador) (Ladizinsky,
1998), y la posterior selección con base en características
particulares que redujeron aún más la diversidad genética
de loci especícos y regiones genómicas circundantes (Papa
et al., 2006).
Para determinar el origen y la domesticación de las plan-
tas suelen utilizarse cuatro tipos de evidencias, de acuerdo
con de Candolle (1882) (citado por Gepts, 1999). Éstas son
las arqueológicas (más especícamente arqueobotánicas);
las botánicas (por ejemplo, la distribución de las especies
silvestres o de sus parientes ancestrales); las históricas
(la existencia de registros escritos que documentan la
importancia o existencia del cultivo); y las lingüísticas
(por ejemplo, la existencia de palabras que designen el
cultivo o conceptos relacionados con el cultivo en lenguaje
autóctono).
El género Phaseolus incluye cinco especies domesticadas:
P. vulgaris (frijol común), P. lunatus (frijol lima), P.
acutifolius (frijol tépari), P. coccineus ssp. coccineus (frijol
ayocote) y P. dumosus = P. polyanthus (= P. coccineus ssp.
darwinianus) (frijol de año) (Freytag y Debouck, 2002). Los
primeros trabajos sobre el origen y evolución del frijol se
remontan a Miranda-Colín (1967) y Gentry (1969), quienes
armaron que la forma silvestre de frijol se encuentra en
Mesoamérica. Posteriormente, se han propuesto centros de
origen y domesticación alternativos que trabajos sucesivos
han raticado o recticado (Kwak et al., 2009).
El frijol común comprende dos acervos genéticos, el
Mesoamericano y el Andino, que dieren en sus estructuras
y niveles de diversidad genética, tanto en poblaciones
silvestres como en las domesticadas. La mayor diversidad
del germoplasma Mesoamericano se fundamenta en sus
mayores proporciones del componente de varianza inter-
poblacional y diferenciación genética en el germoplasma
domesticado (Beebe et al., 2000; Beebe et al., 2001; Papa
y Gepts, 2003). En parte esto se debe a que poblaciones
de germoplasma Mesoamericano de P. vulgaris son
simpátricas con otras especies sexualmente compatibles
como P. coccineus, lo que puede provocar hibridación
interespecíca o introgresiva. Otros factores que afectan
los niveles de diversidad son el aislamiento reproductivo
parcial entre acervos genéticos, la homoplasia y la evolución
convergente, aunque permanecen sin estudiarse a fondo
(Papa et al., 2006).
En los últimos años se ha demostrado que la información
generada mediante la aplicación de herramientas de
marcadores moleculares de ADN ha incrementado el
entendimiento sobre la diversidad genética y el proceso
de domesticación del frijol común (Mensack et al., 2010).
El reciente desarrollo de técnicas como los marcadores
microsatélites y de secuencias de etiquetas sencillas en ADN
cloroplástico y mitocondrial, así como la de secuenciación
del genoma, ayudarán en la identicación de las rutas de
migración del frijol en el mundo y permitirán distinguir
el papel evolutivo de la selección, deriva y migración. Al
respecto, se debe tener en cuenta que fuerzas como la
migración y la deriva afectan loci distribuidos a través
del genoma, mientras que la selección sólo afecta loci
especícos debido a la recombinación (Papa et al., 2006;
Bitocchi et al., 2013).
Un concepto adicional podría ser el análisis cariotípico del
frijol, mediante el cual se ha constatado que el genoma de
la especie evoluciona debido a la ocurrencia de inversiones
peri y paracéntricas, traslocaciones y a la pérdida o ganancia
de cromatina, así como por aneuploidía. Recientes avances
indican que el cariotipo de P. vulgaris tiende a la asimetría
y a la reducción del contenido de cromatina total, y que
los altos contenidos de ADN se relacionan con mayor
adaptación de la especie a regiones frías y templadas,
mientras que los bajos contenidos de ADN se asocian
con la adaptación a ambientes secos y cálidos (Mercado-
Ruaro y Delgado-Salinas, 2000). Desafortunadamente, los
estudios citogenéticos en frijol común no son consistentes
y aún falta mucho que estudiar al respecto.
En el presente documento se revisan y discuten los
estudios y trabajos que han contribuido a determinar el
origen, la domesticación y la diversicación del frijol
común, con énfasis en los relativos a arqueología, botánica
sistemática, agronomía, bioquímica y biología molecular.
ENFOQUE ARQUEOLÓGICO
La arqueología es la ciencia que estudia los cambios pro-
ducidos en las sociedades humanas a través de los restos
materiales distribuidos en el espacio y contenidos en el
tiempo. Dicho estudio se basa en el análisis arqueológico,
subdividido a su vez en la prospección, la excavación y el
análisis de gabinete. En laboratorio, una parte importante
es la caracterización del material, su preservación y registro,
así como su datación (Gamble, 2002). Una de las estrategias
actuales y precisas para la datación de restos es el uso de
técnicas como el 14C, cuyos resultados ayudan a entender el
origen y domesticación de las plantas cultivadas. Los restos
más antiguos de P. vulgaris se encontraron en el Continente
Americano, en dos áreas geográcas lejanas: Mesoamérica
y los Andes (Kaplan, 1965; Kaplan et al., 1973).
Mesoamérica fue centro de domesticación de cultivos
importantes: maíz (Zea mays), frijol (P. vulgaris), calabaza
(C. pepo), chile (Capsicum sp.) y caca o (eobroma cacao)
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ORIGEN Y DOMESTICACIÓN DEL FRIJOL COMÚN Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013
(Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarciaMarín, 2010). Ka-
plan (1965) estableció que P. vulgaris se domesticó en el
Valle de Tehuacán, Puebla, México hace aproximadamente
7000 años, probablemente en asociación con el maíz. En las
cuevas ‘El Guitarreo’ y ‘El Callejón’ en Hualyas, Perú se re-
cuperaron restos de P. vulgaris, con características similares
a las formas actuales cultivadas de frijol. Esto indica que
Perú pudo ser uno de los primeros centros de domestica-
ción del frijol. El análisis de los restos de plantas con base
en la prueba del 14C indicó que la edad media del P. vulgaris
domesticado es de 7680 ± 280 años (Kaplan et al., 1973).
El análisis de los vestigios de frijol, maíz y calabaza encon-
trados en cuevas de México (en los Estados de Tamaulipas,
Puebla y Oaxaca) por medio del método del radiocarbono
y el uso de la espectrofotometría de masas con acelerador
(AMS), reveló una edad de la forma domesticada del frijol
más reciente y menor a 2400 años (Figura 2) (Smith, 2001;
Smith, 2005).
La información recuperada de las cuevas permitió for-
mular la hipótesis de que en las tierras altas ocurrió la do-
mesticación de las plantas en Mesoamérica. La evidencia de
que los primeros agricultores se asentaron en tierras bajas
es más difícil de comprobar debido a que las condiciones
climáticas, como humedad alta, no permiten la preserva-
ción de los restos. Pope et al. (2001) analizaron restos ex-
traídos de excavaciones en San Andrés, Tabasco, entre ellas
Tehuacán
Golfo de México
Tamaulipas
Océano Pacíco
Oaxaca
300 km
200 mi
Cultivo Oaxaca 17° Tehuacán 18° 30' Tamaulipas 23° Suroeste 32°
Frijol 2100 2300 1300 2200
Maíz 6300 5500 4300 3500
Calabaza 10 000 7900 6300 3500
Figura 2. Mapa de México que muestra las áreas geográcas de domesticación de frijol común ( ), maíz ( ) y calabaza
(), así como la ubicación aproximada de las cuevas de Ocampo, Tamaulipas; Tehuacán, Puebla y Guilá Naquitz, Mitla,
Oaxaca (Adaptado de Smith, 2001; Smith, 2005; Kwak et al., 2009). El cuadro inferior indica las latitudes de los sitios y las
fechas de domesticación del frijol, maíz y calabaza.
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Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013HERNÁNDEZ, VARGAS, MURUAGA, HERNÁNDEZ Y MAYEK
una semilla de Phaseolus sp. con edad de 2345 ± 50 años a.
C., lo cual indica que la presencia de las primeras plantas
domesticadas no solamente ocurrió en regiones altas sino
que también en zonas de baja altitud, y que también inu-
yeron en la transición de la forma de vida de las primeras
sociedades humanas en Mesoamérica. En resumen, las evi-
dencias y estudios arqueológicos soportan el origen Mesoa-
mericano del frijol.
ENFOQUES MORFOLÓGICO–AGRONÓMICO
Y BIOQUÍMICO
El género Phaseolus incluye especies leguminosas con
alta importancia en el mundo desde el punto de vista ali-
menticio, que se desarrollan en una amplia variedad de
condiciones ambientales: desde los 52° LN hasta los 32° de
LS, en los trópicos húmedo y semiárido, e incluso en regio-
nes con clima frío (Schoonhoven y Voysest, 1991). El análi-
sis de rasgos morfológicos y agronómicos en accesiones do-
mesticadas provenientes de México, Guatemala, Nicaragua,
El Salvador, Honduras, Costa Rica, República Dominicana,
Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Brasil y Argentina,
explicaron los patrones de diversidad y las relaciones ge-
néticas en ese germoplasma y permitieron diferenciar los
acervos genéticos (Singh et al., 1991a).
Las características evaluadas en las accesiones de frijol
domesticado han sido: rasgos de la semilla, rasgos de la eta-
pa vegetativa, del desarrollo oral, fructicación, madurez
siológica y resistencia a enfermedades (Singh et al., 1991a;
Vargas et al., 2006). Las poblaciones domesticadas mues-
tran el “síndrome de la domesticación, que se distingue
por pérdida de la capacidad de dispersión y de la latencia,
arquitectura compacta de la planta, mayor rendimiento de
grano y semilla de mayor tamaño, sincronía y precocidad
de la oración. Estos cambios son debidos a que los alelos
relacionados con el “síndrome de la domesticación” mues-
tran pérdida de función génica (Papa et al., 2006). Los re-
sultados también indican la existencia de dos acervos gené-
ticos en el germoplasma domesticado: el Mesoamericano y
el Andino (Cuadro 1), aunque algunas accesiones del norte
Andino muestran características distintas a los dos grupos
genéticos antes mencionados (Singh et al., 1991a; Singh et
al., 1991b; Islam et al., 2002a).
Los marcadores bioquímicos proveen información en
tiempos más cortos y de características que no son tan in-
uenciadas por el ambiente (Gepts, 1999). Algunas técnicas
bioquímicas utilizadas en el frijol común se han dirigido a
la determinación del tipo de faseolinas, lecitinas, inhibido-
res de α-amilasa, aloenzimas o isoenzimas. El germoplas-
ma silvestre es más diverso que el domesticado en cuanto
Cuadro 1. Diferencias en las características morfológicas y agronómicas de dos centros
de origen y domesticación del frijol común.
Característica Centro de origen y domesticación
Mesoamericano Sur Andino
Forma de la hoja Acorazonada y ovalada Lanceolada y aguda
Pubescencia en las hojas Escasa y corta Densa y larga
Longitud del quinto internudo Corto Largo
Inflorescencia Varios nudos Un solo nudo
Forma de la bráctea Acorazonada y ovalada Lanceolada y triangular
Base del pétalo Rayada Lisa
Posición del ápice de la vaina Placentaria Central
Tamaño de la semilla Pequeña y mediana Grande
Faseolina (%) 037.8 ± 5.90 041.8 ± 6.60
Lecitinas (%) 011.8 ± 3.00 010.5 ± 2.20
Calcio (%) 0.157 ± 0.04 0.144 ± 0.04
Fosforo (%) 0.376 ± 0.06 0.344 ± 0.07
Azufre (%) 0.216 ± 0.03 0.208 ± 0.02
Fierro (%) 053.4 ± 7.80 055.6 ± 7.90
Zinc (%) 035.8 ± 5.00 032.9 ± 5.00
Adaptado de: Singh et al. (1991a), Singh et al. (1991b), Islam et al. (2002a). Los valores indican la media ± la
desviación estándar.
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ORIGEN Y DOMESTICACIÓN DEL FRIJOL COMÚN Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013
a caracteres físico-químicos del grano. Un cambio impor-
tante que ocurrió con la domesticación fue el incremento
sustantivo del tamaño del grano (gigantismo), la reducción
de la dureza y del tiempo de cocción del grano, además de
una marcada reducción en los contenidos de triptófano y
proteínas. En cambio, la semilla del germoplasma silvestre
es más rica en los contenidos de minerales y bra dietética
que el germoplasma domesticado (Acosta-Gallegos et al.,
2007; Peña-Valdivia et al., 2011).
Como se indicó antes, los rasgos morfológicos han
permitido diferenciar tres áreas principales de domesticación
de P. vulgaris: Mesoamérica y Los Andes (Singh et al., 1991a;
Singh et al., 1991b; Islam et al., 2002a). Las características
morfológicas son contrastantes entre grupos y son útiles
para diferenciarlos (Cuadro 1). El acervo Mesoamericano
presenta menor concentración de faseolinas y lecitinas, y
mayor contenido de elementos nutritivos con excepción del
Fe (Cuadro 2). El germoplasma del Norte Andino muestran
rasgos intermedios entre ambos grupos genéticos, aunque
en algunos casos no sucede así (Islam et al., 2002a; Islam et
al., 2002b).
La información de aloenzimas, faseolinas, lecitinas e
inhibidores de α-amilasa permite distinguir entre acervos
Andino y Mesoamericano, y también la variabilidad
adicional del Norte Andino (Koenig y Gepts, 1989; Islam
et al., 2002b). El acervo Mesoamericano muestra mayor
diversidad tanto de aloenzimas como de ciertos tipos de
faseolinas. En contraparte, el Andino muestra diversidad
genética reducida (Koenig y Gepts, 1989; Singh et al.,
1991a; Singh et al., 1991b; Islam et al., 2002a; Islam et al.,
2002b; Chacón et al., 2005). En conclusión, las evidencias
morfo-agronómicas y bioquímicas muestran el origen
Mesoamericano del frijol común así como la presencia
de tres centros de domesticación: Mesoamericano, Norte
Andino y Sur Andino.
ENFOQUE MOLECULAR
El análisis de las tasas evolutivas indica que el clado
Phaseolus tiene una edad máxima de 6 a 8 millones de años
y cada clado del género va de 1 (P. liformis, P. pedicellatus,
P. polystachios; éstas dos últimas especies son las más ricas
genéticamente en el género) a 4 millones de años (grupo
Vulgaris) (Delgado-Salinas et al., 2006). La logenia de
Phaseolus se ha caracterizado con base en el análisis de mar-
cadores “Internal Transcribed Spacer” (ITS) o “Espaciado-
res Internos Transcritos”, morfológicos y citogenéticos. En
este sentido, Phaseolus ha mostrado ser un género mono-
lético con dos linajes, uno que incluye las especies domes-
ticadas P. vulgaris, P. coccineus, P. dumosus y P. acutifolius,
así como P. albescens y P. costaricensis; el otro incluye a P.
lunatus y especies silvestres de Mesoamérica y los Andes
(Delgado-Salinas et al., 1991).
Posteriormente, Delgado-Salinas et al. (2006) ampliaron su
estudio e incluyeron 52 especies de Phaseolus que analizaron
con base en marcadores ITS de ribosomas nucleares y de un
locus plastídico, trnK. Este estudio raticó la formación de
dos linajes o clados en Phaseolus. Uno incluye los grupos
Tuckerheimii, Pauciorus y Pedicellatus, y el otro a los gru-
pos Filiformis, Vulgaris, Leptostachyus, Lunatus y Polysta-
chios. Además, estos autores identicaron cinco especies
enigmáticas’: P. glabellus, P. macrolepis, P. microcarpus, P.
oaxacanus y P. talamancesis, cercanas a Tuckerheimii.
La diversidad genética de los frijoles silvestre y cultivado
se ha estudiado mediante marcadores moleculares de ADN,
como el ADN polimórco amplicado al azar (RAPDs),
polimorsmos en la longitud de los fragmentos amplica-
dos (AFLPs), secuencias de ADN, microsatélites o secuen-
cias simples repetidas (SSRs) o polimorsmos en la longi-
tud de los fragmentos de restricción (RFLPs) (Mensack et
al., 2010). Todos o al menos la mayoría de estos marcadores
Cuadro 2. Comparación de marcadores bioquímicos y moleculares mostrados por los acervos
genéticos de P. vulgaris.
Característica Centro de origen y domesticación
Mesoamericano Andino
FaseolinaB, M, S, Sb, Sd C, Ca, CH, H, Ko, Pa, T, To
Lectinas M, Po K, T, V, Pr, 312
Inhibidor de α-amilasa A3, A7 A1
Aloenzima Lap-3100, Me100, Rbcs100, Skdh10103 Lap-3103, Me98, Rbcs98, Skdh10100
ADN cloroplástico B, H, J, K, N, O C, D, E, F
El Cuadro incluye información adaptada de las fuentes que se indican a continuación para cada característica. Faseolinas: las
letras indican la presencia de tipos especícos de faseolinas, de acuerdo con el sistema propuesto por Lareo et al. (1993) y descri-
to por Singh et al. (1991a y 1991b); lectinas e inhibidores de α-amilasa: de acuerdo con los métodos y sistema de identicación
propuesto por Islam et al. (2002a y 2002b); aloenzimas: de acuerdo con los sistemas enzimáticos y la clasicación de aloenzimas
de Koenig y Gepts (1989); ADN cloroplástico: las letras indican la presencia de patrones de restricción especícos obtenidos
mediante el corte del ADN cloroplástico con enzimas de restricción en regiones especícas (Chacón et al., 2005).
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Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013HERNÁNDEZ, VARGAS, MURUAGA, HERNÁNDEZ Y MAYEK
pueden diferenciar claramente al germoplasma de P. v u l -
garis en dos centros de origen y domesticación (Cuadro 2)
(Debouck, 1986; Koenig y Gepts, 1989; Singh et al., 1991a,
1991b; Sonnante et al., 1994; Islam et al., 2002a, 2002b; Cha-
cón et al., 2005; Rossi et al., 2009); algunos otros estudios
con marcadores moleculares sugieren un tercer centro de
origen y domesticación de la especie, denominado el Norte
Andino (Islam et al., 2002b).
El origen del frijol común es Mesoamericano y a partir
del “cuello de botella de la domesticación, concepto des-
crito anteriormente, se formó el acervo Andino antes de la
domesticación, que por migración se llevó a Sudamérica
(Bitocchi et al., 2012). La discrepancia entre un origen o
dos o más se debe a que en unos trabajos previos los in-
vestigadores analizaron una faseolina tipo I y supusieron
que las logenias de especies y de genes son idénticas. En el
frijol esta relación logenética no se cumple debido a que la
distribución actual de la faseolina podría no reejar su dis-
tribución ancestral, o bien a que la faseolina tipo I podría
haberse extinguido en Mesoamérica o estar aún presente
pero no en el germoplasma analizado a la fecha. Además,
en la actualidad se conoce la compleja estructuración gené-
tica y geográca del germoplasma Mesoamericano de frijol
distribuido en el centro de México a través del eje neovolcá-
nico transversal, cuna de la diversidad genética de P. vulga-
ris (Bitocchi et al., 2012).
La diversidad genética se redujo con la domesticación y
esta reducción fue mayor en el germoplasma Mesoamerica-
no que en el Andino, como resultado del “cuello de botella
ocurrido antes de la domesticación en los Andes (Rossi et
al., 2009; Bitocchi et al., 2012). El análisis de germoplasma
silvestre y domesticado del acervo Mesoamericano indica
un solo evento de domesticación asociado con la región
de la cuenca de los ríos Lerma-Santiago en Jalisco, México
(Kwak et al., 2009; Mamidi et al., 2011), y otro distinto de la
cuenca del Río Balsas donde se ubicó el centro de domesti-
cación del maíz (Matsuoka et al., 2002).
Según Kwak et al. (2009), aunque los maíces y frijoles
silvestres crecían juntos la domesticación ocurrió en sitios
distintos para cada especie, y fue tiempo después que se
reunieron en un solo sistema de cultivo. Se ha estimado
que la población “cuello de botella efectiva” fue de aproxi-
madamente 50 % de la población base en cada acervo ge-
nético, y que dicho “cuello” ocurrió entre los 8200 y 8500
años y entre los 6300 a 7000 años en los acervos Mesoa-
mericano y Andino, respectivamente; de ahí que el mayor
desequilibrio de ligamiento sea en el primer acervo (Ma-
midi et al., 2011). Estos resultados sugieren también que las
futuras investigaciones deben re-enfocarse al germoplasma
del centro-occidente de México.
Contrario al reporte de Kwak et al. (2009), los de Bi-
tocchi et al. (2012; 2013) proponen que la domesticación
del frijol común en el acervo Mesoamericano no ocurrió
en el occidente de México sino en el Valle de Oaxaca,
y que el del Acervo Andino fue entre el sur de Bolivia
y el norte de Argentina en Sudamérica. Estas propuestas
dieren también con la de Chacón et al. (2005) quienes
sugirieron como centro de domesticación en Sudamérica
a Perú, y con la de Beebe et al. (2001) quienes propusieron
al norte de Argentina y el este de Bolivia. Los resultados de
Bitocchi et al. (2012; 2013) coinciden con lo sugerido por
Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarcíaMarín (2010), en el
sentido de que el área primaria de domesticación del frijol
es similar a la del maíz, y que ambas especies ya domestica-
das se movieron con la migración humana a lo largo de los
ríos de México.
El análisis conjunto transcriptómico, proteómico y me-
tabolómico de P. vulgaris pudo diferenciar claramente al
germoplasma con base en sus centros de domesticación; in-
cluso, el análisis metabolómico pudo generar huellas gené-
ticas únicas en el germoplasma analizado, de modo que las
modernas estrategias “ómicas” se vislumbran como herra-
mientas baratas y fácilmente escalables para analizar e iden-
ticar germoplasma por alto valor agronómico o nutricio,
así como para la caracterización de la diversidad genética
(Mensack et al., 2010).
Resultados recientes apuntan a raticar el origen Mesoa-
mericano y Sudamericano de P. vulgaris, que dieron lugar
a los acervos genéticos actualmente conocidos. La domes-
ticación ocurrió en forma independiente en cada región a
partir del acervo local.
DISCUSIÓN
La transición de la caza y la recolección como forma de
vida a la economía basada en la producción de alimentos
vía la agricultura, tanto en Mesoamérica como en los Andes,
fue un proceso de desarrollo largo y complejo (Zizumbo-
Villarreal y Colunga-GarcíaMarín, 2010), que involucró la
adopción y domesticación de diferentes plantas en regiones
con ambientes diversos para solucionar los problemas de
alimentación y adaptación al ambiente local (Smith, 2006).
La determinación exacta de la edad de los restos de plantas
cultivadas que aparecieron por primera vez en los registros
arqueológicos en áreas y regiones diferentes del mundo, re-
presentan una base esencial para el entendimiento de esta
transición (Smith, 2005).
El análisis de muestras de las primeras plantas domesti-
cadas con el método convencional de análisis de radiocar-
bono de restos vegetales de las cuevas de Oaxaca, Puebla
y Tamaulipas en México, y de Hualyas en Perú, indican
102
ORIGEN Y DOMESTICACIÓN DEL FRIJOL COMÚN Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013
que la domesticación de P. vulgaris ocurrió alrededor de
5000 años a. C. (Kaplan, 1965; Kaplan et al., 1973; Smith,
2001). El nuevo análisis con AMS indica que, en realidad,
la domesticación fue más reciente en Mesoamérica (Smith,
2005).
Las investigaciones realizadas coinciden en identicar el
origen del frijol en Mesoamérica, concretamente en Méxi-
co, desde Jalisco hasta Oaxaca, y de ahí la especie migró a
Sudamérica. El aislamiento geográco dio lugar a dos acer-
vos genéticos: el Andino y el Mesoamericano. Los estudios
con enfoques arqueológicos, morfológico-agronómicos,
bioquímicos y moleculares ofrecen evidencias diferentes y,
aparentemente, inconsistentes (Kaplan, 1965; Kaplan et al.,
1973; Smith, 2001). Esto se atribuye a que no se han hallado
nuevos restos arqueológicos que estudiar, en ocasiones de-
bido al estudio de colecciones incompletas de germoplasma
o a una estrategia incorrecta de estudio; por ejemplo, en el
caso de los marcadores moleculares de ADN es importante
considerar la tasa de mutación en los cálculos de los años
transcurridos (Bitocchi et al., 2012).
En las últimas décadas los estudios arqueológicos jaron
su atención en Mesoamérica debido a su amplia riqueza
cultural y a la importancia del frijol en la dieta de los habi-
tantes de la región (Smith, 1997; Avendaño-Arrazate et al.,
2004; Smith, 2005). Los análisis de los restos de plantas de
las cuevas de Oaxaca, Puebla y Tamaulipas han permitido
postular al frijol común como la última de las tres plantas
de mayor importancia (maíz, calabaza, frijol) en ser domes-
ticadas en Mesoamérica (Smith, 2005), y que ello tuvo un
efecto aditivo en el tiempo y espacio sobre el maíz y la cala-
baza, pues contribuyó sustancialmente y de manera positi-
va en la dieta y la economía agrícola regional (Smith, 2001).
Los nuevos métodos de determinación de la edad de res-
tos de plantas indican tiempos de domesticación menores
que los del radiocarbono convencional. Las diferencias
entre métodos abre el debate respecto a la calendarización,
contexto y causas que originaron la domesticación de P. v ul -
garis en Mesoamérica y los Andes, y remarcan la necesidad
de más excavaciones en las cuevas de los primeros agricul-
tores y los valles de ríos donde se puedan encontrar fósiles
de plantas (Smith, 1997). En el contexto arqueológico es li-
mitada la cantidad de información actualmente disponible
para explicar el inicio de la domesticación de plantas y por
consiguiente el origen de la agricultura.
Con base en el análisis de rasgos fenotípicos también se
han discernido dos áreas geográcas de domesticación de
P. vulgaris: Mesoamérica y Los Andes (Singh et al., 1991a;
Singh et al., 1991b; Islam et al., 2002a). El grano del acervo
Mesoamericano presenta menor concentración de faseo-
linas y lecitinas, pero mayor contenido de elementos nu-
tritivos con excepción del Fe. En cambio, el germoplasma
del Norte Andino muestra rasgos intermedios entre ambos
acervos genéticos (Islam et al., 2002a; Islam et al., 2002b).
Dado que las accesiones criollas de los Andes por lo gene-
ral muestran semillas grandes, podría suponerse que la baja
concentración de los nutrimentos se debe a la dilución den-
tro del almidón al momento del llenado del grano (Islam
et al., 2002a). Es decir, los resultados permiten sugerir que
el Norte Andino corresponde a una zona de transición y
de mezcla genética entre los acervos Andino y Mesoame-
ricano.
Mediante el uso de los marcadores bioquímicos y mole-
culares también se han distinguido dos grupos genéticos
para P. vulgaris, al igual que con el enfoque morfológico-
agronómico (Rossi et al., 2009); y también sugieren al Nor-
te Andino como un tercer centro de domesticación (Koenig
y Gepts, 1989; Singh et al., 1991a; Singh et al., 1991b; Islam
et al., 2002a; Islam et al., 2002b; Chacón et al., 2005). Los
datos de aloenzimas, faseolinas, lecitinas e inhibidores de
α-amilasa, diferencian el acervo Andino del Mesoamerica-
no, y detectan variabilidad adicional en el Norte Andino
que no se encuentra en los dos sitios anteriores (Koenig y
Gepts, 1989; Islam et al., 2002b).
El acervo Mesoamericano muestra mayor diversidad de
aloenzimas y de ciertos tipos de faseolinas. En contraparte,
el acervo Andino muestra baja diversidad genética (Koenig
y Gepts, 1989; Singh et al., 1991a; Singh et al., 1991b; Islam
et al., 2002a; Islam et al., 2002b; Chacón et al., 2005). La
diferencia entre estos dos acervos se atribuye a la autopoli-
nización en frijol, que limita el movimiento de genes entre
poblaciones y que se traduce en el incremento de la dife-
renciación genética entre acervos genéticos, así como al ya
descrito efecto de “cuello de botella” de la domesticación.
Otro factor importante en la diferenciación es el aisla-
miento geográco que propicia la adaptación a condiciones
ambientales especícas (Koenig y Gepts, 1989). Algunas
accesiones del Norte Andino muestran una base genética
distinta a los dos acervos ya establecidos, pues por ejemplo
presenta los tipos de faseolinas CH, S, T, L; lecitinas 312, Pr,
B y K; e inhibidores de α-amilasa (A4, A5 y A6) (Islam et al.,
2002a; Islam et al., 2002b). El tipo de faseolina CH del norte
Andino es distintivo de las accesiones de Colombia.
Las poblaciones silvestres del norte Andino muestran ale-
los únicos que están ausentes en los dos acervos genéticos
principales (Gepts y Bliss, 1985), como la faseolina CH en
accesiones silvestres y cultivadas de Colombia. La propues-
ta de un centro en el Norte Andino se refuerza al detectarse
la presencia de lectinas e inhibidores de α-amilasa atípicos
de los dos principales acervos genéticos, junto con rasgos
morfológicos característicos entre los grupos de accesiones
103
Rev. Fitotec. Mex. Vol. 36 (2) 2013HERNÁNDEZ, VARGAS, MURUAGA, HERNÁNDEZ Y MAYEK
estudiadas (Islam et al., 2002a; Islam et al., 2002b). El Norte
Andino presenta las faseolinas tipos CH y C en las acce-
siones silvestres, pero solo la CH en las domesticadas y en
baja frecuencia, lo que indica restricciones en el proceso de
domesticación el que a su vez dio origen a niveles limitados
de diversidad genética.
El Norte Andino comprende el noreste de Colombia, al
Ecuador y al norte de Perú (Koenig, y Gepts, 1989; Singh et
al., 1991a; Singh et al., 1991b; Islam et al., 2002a; Islam et al.,
2002b). Las accesiones domesticadas provenientes del Nor-
te Andino reejan la introgresión de ambos acervos genéti-
cos a partir de los cuales se hizo la domesticación local. La
introgresión del material genético de los acervos genéticos
principales provocó que la integridad del germoplasma del
Norte Andino se haya reducido drásticamente, de modo
que solo permite considerar a esta región como una zona
de transición (Islam et al., 2002a; Islam et al., 2002b).
El análisis evolutivo de frijol mediante herramientas mo-
leculares (Rossi et al., 2009; Kwak y Gepts, 2009; Kwak et al.,
2009; Mensack et al., 2010; Nanni et al., 2011; Mamidi et al.,
2011; Bitocchi et al., 2012; 2013) enfatizan el origen Mesoa-
mericano de P. vulgaris, y que de ahí se extendió posterior-
mente al resto del Continente Americano, para luego ser
domesticado tanto en Mesoamérica como en Sudamérica.
Esto se contrapone a las evidencias bioquímicas anterior-
mente expuestas, particularmente las referentes a los tipos
de faseolina que son determinantes de tres regiones geográ-
cas distintas de origen. Es decir, la distribución actual de la
faseolina no reeja su distribución ancestral, ya sea porque
la faseolina tipo I se extinguió en Mesoamérica o porque
solamente sigue presente en germoplasma no analizado a
la fecha. Otra evidencia indica que el locus de la faseolina
está ligado al gen del tamaño de la semilla, por lo que la dis-
tribución de la faseolina en el germoplasma domesticado
pudo haber sido afectada por la selección articial durante
la domesticación (Kwak y Gepts, 2009).
De manera global se podría indicar que a través de los
años los resultados y conclusiones relativos al tópico que se
ha revisado, analizado y discutido en este trabajo, han sufri-
do modicaciones y adecuaciones, particularmente porque
en algunos casos el espectro de germoplasma que se analiza
no es lo más amplio y representativo posible, las técnicas de
análisis se han perfeccionado y, por ende, ahora son más
precisas en la identicación, asociación o clasicación del
germoplasma de Phaseolus estudiado. Todavía Chacón-
Sánchez (2009) se refería al proceso evolutivo y de domes-
ticación del frijol en los términos y con los conocimientos
hasta ese momento publicados, que aquí hemos revisado.
Como también lo hemos visto, los trabajos posteriores a
ese año han “identicado” regiones alternativas de domes-
ticación, pero los resultados varían en función del sistema
de análisis o del germoplasma analizado en cada caso. Pau-
latinamente el mejoramiento o renamiento de las nuevas
técnicas de análisis de germoplasma, particularmente las
genómicas y otras “ómicas” presentes y futuras, serán he-
rramientas útiles en el estudio de la genética y genómica de
la diversidad y la diversicación del género Phaseolus.
CONCLUSIONES
Las evidencias aportadas por estudios con enfoques ar-
queológico, morfológico-agronómico, bioquímico y mole-
cular, indican que el frijol tiene su centro de origen en la
región de Mesoamérica, particularmente en el occidente y
sur de México (desde Jalisco hasta Oaxaca), y que hubo dos
centros de domesticación: uno primario (Mesoamérica) y
otro secundario (Sur Andino). Las evidencias actuales no
permiten discernir claramente al Norte Andino como un
centro de domesticación adicional.
AGRADECIMIENTOS
Al CONACYT, al programa PIFI del IPN y a Universia
Santander-ECOES, por las becas para los estudios de Maes-
tría en Ciencias en Biotecnología Genómica en el CBG-IPN
del primer autor. Al FOMIX-Gobierno del Estado de Vera-
cruz (clave 94070), al Fondo de Ciencia Básica del CONA-
CYT (proyecto no. 181756) y al Instituto Politécnico Nacio-
nal (SIP 20080666), por el financiamiento otorgado para el
desarrollo del proyecto.
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... En cambio, en poblaciones pequeñas, el tiempo de coalescencia es menor, ya que los haplotipos pueden estar más cercanamente relacionados (Rogers, 2002;Hernández-Baños, 2007). ...
... Éstas tienen diferentes efectos sobre la variación genética: la mutación aumenta la variación, la deriva génica y la endogamia la disminuyen, la selección y el flujo génico pueden aumentarla o disminuirla según el contexto (Hedrick, 2005). Dado que la evolución es el cambio acumulativo en la composición genética de una población, los procesos mencionados contribuyen a la evolución (Hartl y Clark, 1997, Martínez, 2013. ...
Thesis
Cucurbita pepo belongs to the genus Cucurbita with 22 taxa commonly known as "pumpkins". Cucurbita is the species with the highest economic and cultural importance in the world. It is part of the Mexican “milpa” and it is a plant genetic resource. Mesoamerica is its center of origin and domestication. Cucurbita pepo has three recognized subspecies. The subspecies fraterna, texana, which includes var. ovifera and var. ozarkana and finally the domesticated pepo, which is cultivated worldwide. The aim of the present study is to increase our knowledge on the evolutionary history of C. pepo, through a phylogeographic approach. DNA was extracted from the three subspecies and five commercial varieties and archaeological sequences obtained from the literature of these subsp. With a total of 338 accessions, two chloroplast regions (psbD-trnT, psbJ-petA), and one region of the mitochondria trnL-trnF were amplified. We found 11 total haplotypes, with a single haplotype shared between the subsp. pepo and fraterna. The highest variation is found in in the wild taxon subspecie. fraterna Hd = 0.512 and π =0.00006, while the domesticated taxon subsp. pepo showed lower genetic variation Hd = 0.305 and π =0.00065. In contrast, in the trnL-F marker we found very low genetic variation with a total of Hd = 0.142 and π = 0.00108. Most genetic diversity and genetic pools were found in the central-western area of our country, which suggest that the center of diversification of this species may be found in this area. The time of divergence between the two lineages that constitute C. pepo, one endemic to the USA (subsp. texana) and another endemic to Mexico (subsp. pepo and fraterna), was 1.54 Ma (0.18- 6.43 95% HDP), which supports the existence of two independent domestication events.
... The results are consistent with another research, where it was observed that dark-colored seeds present the lowest luminosity and chromaticity [3]. Therefore, the dimensions collected from the P. vulgaris accessions (Table 2) could be considered within the ranges established for the bean races that have been reported to be domesticated in Mesoamerica [12]. ...
... The results are consistent with another research, where it was observed that dark-colored seeds present the lowest luminosity and chromaticity [3]. Therefore, the dimensions collected from the P. vulgaris accessions ( Table 2) could be considered within the ranges established for the bean races that have been reported to be domesticated in Mesoamerica [12]. ...
... Along with the purple color of the seed coat, it could be assumed that the accessions collected were more similar to the Andean germplasm, such as P. lunatus, which might be since the Mayan region encompasses other Central American countries [12,13]. This indicated that the different species of beans consumed in Chiapas were cultivated and spread throughout the Mayan territory. ...
Article
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Beans (Phaseolus spp.) are one of the most important legumes for their nutritional value and health benefits in many world regions. In addition to Phaseolus vulgaris, there are four additional species that are cultivated in many regions of the world and are a source of food for human consumption: P. lunatus, P. coccineus, P. polyanthus, and P. acutifolius. In this work, phenolic compounds, antioxidant activity, and anti-nutritional compounds of 18 bean accessions, corresponding to four different species of the genus Phaseolus, were analyzed. In addition, their physical characteristics, proximate composition, and amino acid content were determined in order to compare their phytochemical composition and nutritional value. The species closest to each other in terms of essential amino acid content were P. polyanthus with P. vulgaris and P. lunatus with P. coccineus. Furthermore, there was a strong positive correlation between antioxidant activity and flavonoids, anthocyanins, and lectins with all the accessions collected. Significant differences in the content of phenolic compounds were found among the bean species studied. Therefore, in addition to P. vulgaris, other species such as P. coccineus and P. lunatus have high biological and antioxidant potential that could be beneficial to human health when consumed as nutraceutical foods.
... Common bean (P. vulgaris L.) comprises two gene pools, Mesoamerican and Andean, which differ in their structures and levels of genetic diversity, both in wild and domesticated populations [54]. The results show significant differences between the gene pool groups (p < 0.05) in the content of five of the six major FA (Table 3). ...
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Dry bean (Phaseolus vulgaris L.) is a crop of high nutritional interest widespread throughout the world. This research had two objectives. On the one hand, the development and validation of an analytical method to quantify fatty acids in dry beans based on the extraction and derivatization in a single step and later quantification by gas chromatography. On the other, its application to characterize the fatty acid content in a diversity panel consisting of 172 lines. The method was successfully validated in terms of accuracy, precision and robustness. Among the 14 fatty acids that constitute the fatty acid profile of dry bean, the most quantitatively important were linolenic acid, the major fatty acid in all cases, with an average value of 6.7 mg/g, followed by linoleic acid (3.9 mg/g), palmitic acid (2.9 mg/g) and oleic acid (1.5 mg/g). The concentrations of fatty acids in dry bean were influenced by the gene pool, with the Mesoamerican gene pool showing a higher content of palmitic, stearic, linoleic and linolenic acids and the Andean gene pool a higher level of cis-vaccenic acid. Also, the expression of fatty acid content showed high heritability. The information generated constitutes a robust database of interest in food technology, nutrition and breeding programs.
... El centro de origen de frijol ha sido determinado por muestras de semillas de más de 8000 años de antigüedad en México, esto se ve reflejado en su variabilidad endógena que presenta 70 especies en el país de las más de 150 que existen (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, 2020), sin embargo, a pesar de que su origen es en México, existen dos centros de domesticación, los cuales son el andino (sur américa) y el mesoamericano (México), dando así dos procesos evolutivos por selección diferentes los cuales dependieron de las necesidades o gustos de las poblaciones en dicha época (Bitocchi et al., 2013) reflejándose en diferencias morfológicas y bioquímicas entre los mesoamericanos y los andinos (Hernández-López et al., 2013). ...
Thesis
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Genetic modification is a tool that has made it possible to improve different products in the food industry. For instance, by improving different cultivars so that they have better agronomic characteristics and in the pharmaceutical industry in the production of recombinant proteins for therapeutic purposes in the treatment of different diseases. In this work, a contribution is made in both areas. First, by means of the genetic modification of tobacco (Nicotiana tabacum) and common bean (Phaseolus vulgaris) using the magnetofection method to carry out the introduction of exogenous DNA to plants. We used this method in tobacco as a model plant through the introduction of the nptII gene that confers resistance to kanamycin and in the common bean a characterization was carried out, regarding the sensitivity of the embryos to the selection antibiotic, so this method can be applied in future studies. Second, an approach to the expression of the CRISPR / Cas9 system within the tobacco chloroplast was proposed. Using an Intercistronic Expression Element (IEE) that allows the expression of guide RNA (gRNA) within the chloroplast preventing the latter from being translated. The construction of vectors was carried out with the previously exposed system with homologous recombination sites and guides directed to the psbA and gfp genes expressed in chloroplast, leaving the bases to use them in later works. Third, vector construction and plant bombardment were performed to characterize tags (3xFLAG, c-myc and HA) for the detection and purification of proteins in chloroplast by means of a comparative analysis to determine their viability in future studies. The results presented here provide the basis for future studies of genetic modification for the improvement of species of agronomic interest, studies of function and gene regulation in tobacco chloroplast using the CRISPR / Cas9 system, and production of recombinant proteins of pharmaceutical interest in chloroplast of tobacco.
... The Mesoamerican region, and especially Mexico, is considered the centre of origin and diversification of beans (Phaseolus spp.), cultivated and wild (Hernández-López et al. 2013;Bitocchi et al. 2012Bitocchi et al. , 2017. Common beans are currently grown in various regions and conditions, from 0-3000 m a.s.l., mainly by small producers in Central America, Africa, and Asia, representing 77% of world production. ...
... Archaeological and genetic evidence have led to conclude that Mexico is the centre of origin, diversification and domestication of common beans (Bitocchi et al., 2012;Duranti, 2006). South-central Mexico is considered as the world's biodiversity hotspot of common beans since this region contains the largest genetic diversity of this legume (Hernández-López et al., 2013). Thus, beans grown in Mexico possess diverse physical and chemical properties. ...
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Common bean consumption is associated with the prevention of chronic diseases and these effects are partially attributed to their polyphenol content. In this study, the bioaccessibility and anti-inflammatory activity of polyphenols from six Mexican cultivars of beans (Phaseolus vulgaris) varying in their seed colour, was evaluated. In all cultivars, digestion of starch and protein released significantly more polyphenols compared to soaking, cooking and methanol extraction. Pink cultivar ‘Marcela’ showed the highest total and bioaccessible polyphenol content (>50 mg GAE per gram dry bean). Black cultivar ‘Negro Jamapa’ showed a moderate anti-inflammatory effect, reducing mRNA levels of IL6, IL1β and iNOS by up to 20%. In contrast, cultivars ‘Marcela’ and yellow ‘Azufrado’ induced mRNA expression of IL1β, IL6, and HO-1, thus inducing both pro- and anti-oxidation pathways. Results indicate that enzymatic digestion promotes the bioaccessibility of common bean polyphenols and bean cultivars can elicit both anti- and pro-inflammatory responses in macrophages.
... According to Hancock [5], legume domestication occurred around 10,000 years ago and occurred simultaneously in different regions of the world. The domestication of the common bean (Phaseolus vulgaris L.) occurred in Mesoamerica [6], while that of the faba bean and chickpea originated in Asia [4]. ...
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The common bean (Phaseolous vulgaris L.) is a grain legume functionally characterized by its capacity for symbiotic of biological nitrogen fixation. As such, it does not demand the application of synthetic nitrogenous fertilizer and can offer environmental benefits as part of holistic cropping systems. While common bean commodities are highly nutritious, commercial cultivation of this crop is declining in already-industrialized countries. However, recent interest of consumers towards diets that benefit environmental and personal health has rekindled commercial interest in legumes, including the common bean. The aim of this protocol is to identify agronomic practices that are capable of increasing the yield and quality of the common bean for use as food. To address this research question, published literature will be screened for inclusion on the basis of defined eligibility criteria to ensure data sources are selected in an objective and consistent manner. Consistency checks will be carried out for the title, abstract and full texts of the literature collated. The output is expected to be a summary of the knowledge available to maximize the productivity and quality of the common bean as food. This anticipated synthesis will be of utility for a wide range of value-chain stakeholders from farmers and consumers, to research scientists and policy makers.
... A variety of archaeobotanical, biochemical, morphological, genetic and molecular evidence highlights Mexico as the origin center, and region of the domestication and diversification of Phaseolus vulgaris L., mainly with regard to the Mesoamerican gene pools, which continues to evolve under domestication Bitocchi et al. 2012;Hernández-López et al. 2013;Gepts 2014). Wild forms linked to the cultivated species such as P. dumosus Macfad. ...
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Common beans (Phaseolus vulgaris L.) representing a major plant protein source in human nutrition are grown, traded and consumed on almost all continents. It is an important nutrient source for over 300 million people in parts of Eastern Africa and Latin America, representing 65% of total protein consumed, 32% of energy and a major source of micronutrients (iron, zinc, thiamin and folic acid). From 2014 to 2016, beans were grown worldwide in 125 countries, together producing more than 27 million tonnes. Three major producing countries (Myanmar, India and Brazil) account for almost 45% of the total dry bean production and over 52% of the total harvested area in 2014-2016. Per capita bean consumption is higher in Latin American and particularly in the main dry bean production areas in Africa, projected at 31.4 kg per year. This chapter presents global data on production, trade (export, import and value) and consumption at a country level to illustrate the current socioeconomics of common bean worldwide and demonstrate possible trends for the coming years.
Chapter
Common beans are highly consumed worldwide; this legume has multiple colors and shapes and presents high protein content, carbohydrates, dietary fiber, minerals, and vitamins. Common beans also contain several bioactive components attracting consumer's attention in recent years due to their multiple benefits to human health. These bioactive components can be mainly classified under phenolic compounds (phenolic acid, flavonoids, anthocyanins, and tannins), carbohydrates, phytosterols, saponins, carotenoids, tocopherols, proteins, and peptides. Moreover, scientific evidence indicates that these bioactive components can regulate different metabolic pathways, including lipid and carbohydrate metabolism. Thus, bioactive components have been reported to modulate some inflammatory markers (tumor necrosis factor‐alpha [TNF‐α] and interleukins [IL‐6]), carbohydrate‐degrading enzymes (α‐amylase and α‐glucosidase), enzymes involved in fatty acid or cholesterol biosynthesis (acyl‐CoA synthase long‐chain fatty acid isoform 4 [ACSL4], acyl‐CoA dehydrogenase for long‐chain fatty acids [ACADL]), fatty acid translocase (CD36), and carnitine palmitoyltransferase 1 (CPT1)), as well as satiety‐related hormones. Therefore, common bean bioactive components exert great potential to modulate molecular markers related to noncommunicable diseases and can be used as adjuvants to prevent and treat obesity and type 2 diabetes (T2D). This chapter reviews the potential of common bean bioactive components to modulate obesity and T2D molecular markers.
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Con el objeto de conocer el comportamiento de tres cultivares de frijol ejotero, bajo un clima de transición templado a seco y durante el ciclo de cultivo invierno-primavera, se sembraron los genotipos Strike, Valentino y Saporo de crecimiento determinado en Tepanco de López, Puebla a una densidad de 12.5 plantas m-2, con una fertilización de 150-90-60 de NPK. Para conocer la relación cultivo-ambiente, se realizó el estudio del comportamiento ecofisiológico de los genotipos, bajo un diseño de bloques al azar. Los tratamientos fueron los cultivares de frijol ejotero y las variables de respuesta: el número de vainas, rendimiento, color y forma de la vaina, unidades de calor y evapotranspiración. Para tener un mejor control del experimento, se monitorearon las normales climatológicas, temperatura máxima, mínima y precipitación durante el ciclo de cultivo, con ayuda de una estación meteorológica automatizada. Los resultados indican que la evapotranspiración máxima fue de 166.54 mm alcanzando los tres cultivares la madurez comercial a los 1,192 °C día-1. El mayor rendimiento de ejote, correspondió al cultivar Strike, por ser el mejor adaptado a las condiciones ecológicas del clima de transición. De este estudio se concluye, que Strike es un genotipo recomendable a los productores de la zona de estudio.
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En este artículo se revisan los aportes que diversos autores, contemporáneos y posteriores a Darwin, han realizado al estudio del origen de las plantas domesticadas, en especial al tema del origen geográfico de los cultivos. Posteriormente se revisa cómo la evidencia arqueológica junto con la evidencia genética han ayudado a comprender el origen de tres de los cultivos americanos más antiguos e importantes en épocas precolombinas y en épocas actuales: el maíz, el fríjol común y el fríjol Lima. Estos cultivos presentan patrones contrastantes de domesticación, mientras el maíz es producto de un solo evento de domesticación, el fríjol común y el fríjol Lima son cada uno de ellos resultado de domesticaciones múltiples e independientes. Se discute la relevancia del fenómeno de las domesticaciones múltiples en nuestra comprensión del origen del síndrome de la domesticación y los aportes que la disciplina Evolución de Cultivos, junto con otras disciplinas, puede realizar para un mejor entendimiento de los procesos de adaptación en las poblaciones naturales y para acelerar el mejoramiento y la adopción de nuevos cultivos al servicio de la humanidad. Palabras claves: arqueología, genética, domesticación, evolución de cultivos, fitogeografía ABSTRACT In the present article, the main contributions that Darwin and other scholars, contemporary and posterior to him, made on the subject of plant domestication, in special the geography of crop origins, are reviewed. The article also reviews recent studies where the archaeological and genetic evidence have complemented each other to give a better understanding of the origin of three of the oldest and most important pre-Columbian and current crops: maize, common bean and Lima bean. These crops are examples of contrasting domestication patterns: a single domestication event in the case of maize and multiple and independent domestication events in the case of the common and Lima bean. Finally, the relevance of the phenomenon of multiple domestication in the study of the origin of the domestication syndrome is discussed along with the contribution that the discipline known as Crop Evolution can make in advancing our knowledge about adaptation processes in wild populations and the future of genetic improvement and adoption of new crops relevant for human welfare. Key words: archaeology, genetics, domestication, crop evolution, phytogeography
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En este artículo se revisan los aportes que diversos autores, contemporáneos y posteriores a Darwin, han realizado sobre el estudio del origen de las plantas domesticadas, en especial al tema del origen geográfico de los cultivos. Posteriormente se revisa cómo la evidencia arqueológica junto con la evidencia genética han ayudado a comprender el origen de tres de los cultivos americanos más antiguos e importantes en épocas precolombinas y actuales: el maíz, el fríjol común y el fríjol Lima. Estos cultivos presentan patrones contrastantes de domesticación, mientras el maíz es producto de un solo evento de domesticación, el fríjol común y el fríjol Lima son cada uno de ellos resultado de domesticaciones múltiples e independientes. Se discute la relevancia del fenómeno de las domesti- caciones múltiples en nuestra comprensión del origen del síndrome de domesticación y los aportes que la disciplina conocida como evolución de cultivos, junto con otras disciplinas, puede realizar para un mejor entendimiento de los procesos de adaptación en las poblaciones naturales y para acelerar el mejoramiento y la adopción de nuevos cultivos al servicio de la humanidad.
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Allozyme analysis was performed on 83 wild Phaseolus vulgaris accessions, representing a wide geographical distribution from Mesoamerica to Argentina, to determine levels of genetic diversity and geographic patterns of variability at nine polymorphic isozyme loci. The collection can be divided into two major groups, one consisting of accessions from Mexico, Central America, Colombia and Peru, and the other consisting of accessions from Peru and Argentina. One accession from northern Peru is distinct from the two major groups, and may delineate a transition zone between the two divergent groups. The level of genetic diversity within wild P. vulgaris (Ht=0.132) is comparable with those found in other Phaseolus species. There was no significant within-accession gene diversity (Hs=0.006); however, there is a moderate level of genetic diversity (Dst=0.126) between accessions. Our results are consistent with previous studies on the genetic diversity of wild P. vulgaris using phaseolin, the major seed storage protein of beans.
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M13 DNA fingerprinting was used to determine evolutionary changes that occurred in Latin American germ plasm and USA cultivars of commonbean (Phaseolus vulgaris L.) during domestication. Linkage mapping experiments showed that M13-related sequences in the common-bean genome were either located at the distal ends of linkage groups or that they were unlinked to each other or to any previously mapped markers. Levels of polymorphism observed by hybridization with M13 (1 probe-enzyme combination) were comparable to those observed by hybridization with single-copy random PstI genomic probes (36 enzyme-probe combinations) but were higher than those observed for isozymes (10 loci). Results indicated that the wild ancestor had diverged into two taxa, one distributed in Middle America (Mexico, Central America, and Colombia) and the other in the Andes (Peru and Argentina); they also suggested separate domestications in the two areas leading to two cultivated gene pools. Domestication in both areas led to pronounced reductions in diversity in cultivated descendants in Middle America and the Andes. The marked lack of polymorphism within commercial classes of USA cultivars suggests that the dispersal of cultivars from the centers of origin and subsequent breeding of improved cultivars led to high levels of genetic uniformity. To our knowledge, this is the first crop for which this reduction in diversity has been documented with a single type of marker in lineages that span the evolution between wild ancestor and advanced cultivars.
Chapter
Speciation is a process by which new species are formed. However, before dealing with speciation in general and speciation under domestication in particular, it is important to clarify what a species is.
Chapter
In his landmark treatise “L’Origine des Plantes Cultivées”, de CANDOLLE (1882) suggested that botanical, archaeological, historical, and linguistic data can provide evidence on the area of domestication of crop plants. These types of data are still considered at the present time by crop evolutionists (e.g., PICKERSGILL, 1977).
Article
The species of Phaseolus were exhaustively sampled for both ITS/5.8S DNA sequence and non-molecular data. With all related New World genera designated as outgroups, a phylogenetic analysis of combined data reveals a strongly supported monophyletic Phaseolus. Other well supported relationships include nine monophyletic species clades within Phaseolus, designated as the P. vulgaris, P. filiformis, P. lunatus, P. polystachios, P. leptostachyus, P. pauciflorus, P. tuerckheimii, and P. pedicellatus groups, and P. microcarpus. Only the last of these is monotypic and consistently resolved in a sensitivity analysis as the earliest branch in the Phaseolus clade, though with poor bootstrap support. The five most commonly domesticated species in the genus arise from within the P. vulgaris and P. lunatus groups. The "gene pools" traditionally recognized for the domesticated species P. vulgaris and P. lunatus are not detected with ITS sequence variation. This is in spite of a very high degree of inter- and intra-specific ITS sequence divergence in Phaseolus.