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El ambiente en la Patagonia Austral. En: Ganaderìa ovina sustentable en la Patagonia Austral

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Abstract

Una descripción de las principales Unidades de Paisaje y Areas Ecologicas de Santa Cruz y Tierra del Fuego
17
La teconología de manejo extensivo (TME)
Capítulo 2
Capítulo 2
El ambiente
en la
Patagonia
Austral
Los pastizales naturales de la Patagonia Austral cu-
bren una gran diversidad de ambientes, determinados
por el clima y el suelo. La ganadería extensiva no realiza
grandes modificaciones del paisaje y debe adaptarse a
las restricciones que el ambiente impone en cuanto a
productividad anual y susceptibilidad a la degradación
de la vegetación y suelos. A escala regional existen fuer-
tes gradientes climáticos ya que las precipitaciones dis-
minuyen de O a E y de S a N y la temperatura de NE a SO.
También existen diferencias de acuerdo al origen
geológico del sustrato que dio lugar al suelo. A escala
de establecimiento resultan claves los procesos
geomorfológicos, que dieron lugar a unidades de paisa-
je o “sitios de pastoreo”. La posición topográfica y la
pendiente de estas unidades son claves para el balance
entre pérdidas y ganancias de agua desde y hacia otras
unidades en el paisaje. Las unidades también difieren en
tipos de suelos, fertilidad y susceptibilidad a la erosión.
El presente capítulo plantea una posible clasificación
ambiental de la Patagonia Austral y presenta dos mapas
inéditos de Grandes Unidades de Paisaje y de Áreas
Ecológicas. La cartografía de estas unidades se realizó a
escala 1:500.000, sobre un mosaico de imágenes Landsat
TM, aunque aquí se presentan a una escala aproximada
de 1:3.500.000, por razones de espacio. Somos conscien-
tes de que esta escala es útil únicamente para quien ana-
liza la actividad a escala regional. No existe en la actuali-
dad un relevamiento de sitios a escala adecuada a la
planificación de establecimientos, que generalmente se
realiza al 1: 40.000. Es por ello que cada trabajo de plani-
ficación de estancias requiere de la preparación artesanal
de cartografía a partir de imágenes satelitales o fotos
aéreas. El presente capítulo es útil, sin embargo, para
resaltar que una actividad como la ganadería ovina ex-
tensiva se realiza en condiciones ecológicas muy
contrastantes. En el futuro, las medidas de promoción y
las técnicas de monitoreo o control deben reconocer esta
diversidad.
Capítulo 2Capítulo 2
Gabriel Oliva
Liliana González
Pablo Rial
Enrique Livraghi
Foto 2-1: Un contraste de alambrado provocado por el
pastoreo en Ea. Ma. Behety, T. Fuego (G.Oliva)
Oliva, G.; L. González y P. Rial. 2001 El ambiente en la Patagonia Austral. Cap. 2. pp 17-80. En: Ganadería Sustentable en la
Patagonia Austral. Borrelli, P. y G. Oliva Ed. INTA Reg. Pat. Sur. 269 pp.
Introducción
18
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Los tipos climáticos que se muestran en el mapa res-
ponden al comportamiento de la temperatura y la hume-
dad. Existen tres grandes grupos de acuerdo al gradiente
térmico y subdivisiones dentro de ellos respondiendo a la
cantidad de precipitaciones (nivales o pluviales).
Templado: Está representado en una pequeña super-
ficie de la provincia, al E bordeando el Golfo de San Jorge
y al NO, en la zona del Lago Buenos Aires. Las temperatu-
ras medias oscilan entre 12 y 20º y hay diferencias
estacionales bien marcadas. En la zona de la costa se regis-
tran las mayores temperaturas de la provincia y las precipi-
taciones anuales son menores a 300 mm En el NO hay un
gradiente de humedad, que crece hacia la cordillera, de 200
a 800 mm
Templado - frío: Ocupa la mayor parte de la provincia.
Las temperaturas medias oscilan entre 0 y 12º, los veranos
Clima
Figura 2-1: Tipos de clima de Santa Cruz e isotermas medias anuales.
FUENTE:
Mapa de clima: Atlas de la República Argentina.
Isotermas medias anuales: Julio Soto. 2000. Las
condiciones climáticas de la Provincia de Santa
Cruz. El Gran Libro de la Provincia de Santa
Cruz. 2000.
CARTOGRAFIA DIGITAL: Liliana González
19
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-2. Tipos de clima en Santa Cruz e isohietas medias anuales
FUENTE:
Mapa de clima: Atlas de la República Argentina.
Isohietas medias anuales: Julio Soto. 2000. Las
condiciones climáticas de la Provincia de Santa
Cruz. El Gran Libro de la Provincia de Santa
Cruz. 2000.
CARTOGRAFIA DIGITAL: Liliana González
son frescos y los inviernos fríos a muy fríos por invasión de
masas de vientos polares y subpolares. Predomina el vien-
to del O con intensidades importantes. Las temperaturas
medias anuales en el O no superan los 5º, son mayores en
las zonas central y costera que se caracterizan por su aridez.
La humedad es mayor en el O, con precipitaciones (nivales
y pluviales) mayores a 700 mm, los registros pluviométricos
disminuyen hacia la costa, donde no superan los 200 mm
En todo el área es importante el aporte nival en el invierno.
Frío: Está presente en dos pequeños sectores del área
cordillerana, coincidiendo con los hielos continentales. La
temperatura media es inferior a 5º y las precipitaciones
pluviales y nivales superan los 900 mm
20
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
El sector de mesetas es lo que geológicamente se
conoce como Nesocratón del Deseado y Patagonia Aus-
tral Extraandina. Feruglio (1949) describe a esta región
de la siguiente manera: las estribaciones de la Cordillera
bajan gradualmente hacia el este, lo mismo que los plie-
gues que la constituyen, pasando de un modo casi in-
sensible a las altas mesetas subandinas de estructura
tabular. Éstas formaban una faja casi continua a lo largo
de toda la Cordillera, pero a medida que se fue levantan-
do, fueron seccionadas por la erosión de los cursos de
agua que descienden al Atlántico y más tarde las gran-
des lenguas glaciarias que desembocaron en la región
de Mesetas. Hoy en día se presentan como mesetas ais-
ladas y de laderas escarpadas. A partir de estas mese-
tas se baja en general al Atlántico por una serie de
terrazas escalonadas y de superficie llana o suave-
mente ondulada. El fraccionamiento del relieve aumen-
ta por los valles transversales secundarios que se ori-
ginan en la meseta y por las cuencas sin desagüe de
todas dimensiones que se abren en ella. El diferente
grado de disección de esta región determina una gran
variedad de formas de relieve: terrazas de superficie
llana, extensas planicies, grandes y macizas mesetas
aisladas, que se interponen entre los valles
longitudinales y transversales. Las terrazas muy ex-
tensas y uniformes predominan entre los ríos Santa
Cruz y Gallegos, donde la pendiente es más pronun-
ciada. Los límites de esta región están fijados por la
Cordillera Patagónica, en el este con la línea de costa y
el tramo del río Chico y el antiguo Hotel Riera, exten-
diéndose hacia el norte hasta las mesetas del Guenguel
y Senguer en Chubut (Russo y col. 1979)
Grandes unidades de paisaje
Pablo Rial
INTRODUCCION
La presente delimitación de las grandes unidades de
paisaje para la provincia de Santa Cruz se ha realizado en
base a un mosaico de imágenes Landsat TM, resampleado
a un pixel de 100 x 100 metros. Las unidades fueron reco-
nocidas como homogéneas buscando las
discontinuidades del paisaje en lugar de categorías
preestablecidas. La delimitación requirió una interpreta-
ción visual separando áreas por aspectos de color, tono,
textura, patrones geométricos, etc. La información de
suelos de cada unidad de paisaje fue desglosada del
Mapa de Suelos de la Provincia de Santa Cruz (Salazar
Lea Plaza y Godagnone 1985)
RASGOS GENERALES
La provincia de Santa Cruz posee dos sectores
geológica y orográficamente distintos. Un sector
cordillerano, con altitudes que llegan a los 3500 metros
(Cerro Fitz Roy, 3554 m) y otra región, oriental o de mese-
ta, cuyas altitudes gradúan con las de la faja cordillerana
hasta rematar en la costa.
La Cordillera Patagónica se caracteriza por la pre-
sencia de grandes cuencas rodeadas de montañas, de
relieve variado y pintoresco. La acción de los antiguos
glaciares pleistocénicos se evidencia en la forma de los
relieves, en los valles y en el ensanchamiento y
profundización de las cuencas, como así también en
los vastos anfiteatros morénicos, de múltiples arcos
concéntricos. Entre los campos de hielo se elevan por
lo general cadenas, crestas y cúspides rocosas, rodea-
das y hasta completamente envueltas por hielo y nie-
ve. Uno de los caracteres más salientes reside en los
numerosos y profundos valles transversales,
sobreexcavados por los glaciares (Feruglio 1949).
21
El ambiente en la Patagonia Austral
DESCRIPCIÓN: Corresponde a una unidad de pai-
saje de tipo quebrado e irregular, con una gran distribu-
ción areal en la zona centro y centro- este de la provin-
cia, ocupando una superficie total de 2.860.235 ha. Este
paisaje se caracteriza por la ausencia de agua superficial,
salvo en períodos húmedos donde la misma escurre en
forma temporaria. Las rocas son extremadamente duras
en profundidad, mientras que en superficie poseen ca-
racterísticas de deleznabilidad ya que se desmenuzan
fácilmente en porciones menores debido a procesos de
meteorización del material que las componen.
GEOLOGIA: Principalmente se encuentra constitui-
da por rocas efusivas ácidas y sedimentarias de edad
jurásica, más conocidas como Grupo Bahía Laura
(Feruglio 1949) o Formación Baqueró correspondiente a
tobas cineríticas, arcillas y areniscas (Stipanicic 1957).
SUELOS: Estos suelos presentan una secuencia de
horizontes correspondiente a: A1, AC, roca. El horizonte
A1 corresponde a un epipedón mólico de 28 cm de
espesor, de textura franco arenosa y estructura en blo-
ques medios y débiles. El horizonte AC, de 16 cm de
espesor, tiene textura franco arenosa, con estructura en
bloques medios y débiles, su base está en contacto con
la roca. Estos suelos no son salinos ni sódicos.
SERRANIAS
Foto 2-2:
Imagen Landsat
TM de serranías
A1 28 cm de espesor. Franco arenoso con estructura
en bloques medios y débiles
AC 16 cm de espesor. Franco arenoso con estructura
en bloques medios y débiles
ROCA
Haploboroles líticos (MYli)
Perfil modal del suelo
22
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
MESETAS BASALTICAS Y REMOCIÓN EN MASA
DESCRIPCION: La forma de meseta está condiciona-
da por la presencia de bancos duros de naturaleza basáltica
en forma de mantos, rodeados de fuertes pendientes pro-
ducidas por el proceso de remoción en masa de grandes
fragmentos caídos por gravitación. Ocupan en Santa Cruz
un total de 2.088.741 ha. Los depósitos de remoción en
masa que conforman las laderas de estas mesetas ocupan
una superficie de 1.478.345 ha.
GEOLOGIA: Constituyen mesetas de grandes exten-
siones, de composición basáltica y edad terciaria a cuartaria.
Numerosas mesetas de este tipo pueden ser observadas en
todo el territorio provincial, siendo las más conspicuas y de
mayor altura las estructuradas por basaltos de edad
mioceno superior – plioceno inferior, entre ellas se desta-
can las mesetas de los lagos Strobel, Buenos Aires y Cardiel
y todos los afloramientos que se observan en la margen
norte del curso superior del río Chico y en forma de cuerpos
menos continuos que los anteriores los correspondientes a
la zona de Pampa del Asador. Estas estructuras varían sus
altitudes entre 640 a 1900 m s. n. m.
Otras estructuras mesetiformes de composición basáltica
corresponden a los episodios efusivos del plioceno supe-
rior, son mantos basálticos con una gran distribución areal
en el centro de la provincia, al norte del río Chico y sur del
río Deseado, presentan distribución saltuaria pero son muy
frecuentes.
SUELOS: Corresponden a suelos con una secuencia
de horizontes A1, B2t y roca. El A1 tiene entre 5 y 10 cm
de espesor, es de colores claros y bien estructurado en
bloques. El B2t tiene 10 cm de espesor, de textura arcillosa.
Estos suelos no son salinos ni sódicos. Los suelos aso-
ciados a las laderas de las mesetas corresponden a suelos
con una secuencia de horizontes A1, B2 y roca. El A1, de
10 cm de espesor, está estructurado en bloques finos y
débiles, tiene textura franco arcillo arenosa. El B2 es textural
de 20 cm de espesor, con textura arcillosa, estructurado en
bloques finos y débiles.
Foto 2-3: Imagen Landsat TM de la meseta basáltica del Lago Strobel
Perfil modal del suelo
A1 20 cm de espesor. Franco arenoso, con estructura
en bloques.
B2t 10 cm de espesor. Arcilloso con estructura en
bloques.
Roca.
Haplargides borólicos líticos (DBbrli)
en depósitos de remoción en masa
A1 5-10 cm de espesor. Franco arcillo arenoso, con
estructura en bloques finos y débiles.
B2t 20 cm de espesor. Arcilloso con estructura en
bloques medios y débiles.
Roca.
Paleargides borólicos (DEbr) en zonas planas
23
El ambiente en la Patagonia Austral
DESCRIPCION: Son paisajes de carácter
mesetiforme, compuestos por material de origen
sedimentario marino calcáreo, que adquirieron esta for-
ma por encontrarse coronados de bancos duros de
ostras calcificadas como es el caso de la que se en-
cuentra en cercanías de San Julián. Sus laderas se
caracterizan por poseer fuertes pendientes, que en
ocasiones dejan entrever su carácter mantiforme en
cortes realizados en las mismas. Ocupan una superfi-
cie de 2.256.091 ha.
Las laderas se encuentran cortadas por pequeños
cañadones, donde en época de lluvias corre el agua,
produciendo una erosión diferencial de las mismas.
Resaltos en la pendiente que se presentan como esca-
lones responden a procesos de desmoronamientos,
producidos por planos de debilidad o ciertas condi-
ciones de la roca que permiten su saturación con agua
superficial.
GEOLOGIA: Se encuentran constituidas por de-
pósitos del terciario inferior, correspondientes a la For-
mación Patagonia, conformada por areniscas marinas
MESETAS SEDIMENTARIAS
Foto 2-4: Imagen Landsat TM de la meseta sedimentaria al norte del río Santa Cruz
24
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
gruesas a finas y calcáreos de una de las útimas
ingresiones producidas durante este periodo. Sobre
ésta se encuentran sedimentos de origen continental,
que constituyen la Formación Santa Cruz.
SUELOS: Los suelos correspondientes a estos pai-
sajes en la zona de San Julián poseen la siguiente se-
cuencia: A1,B2t y B3. El horizonte A1 es de colores
claros y textura franca, muy provisto de materia orgáni-
ca, con una saturación de bases muy elevada. A partir
de los 20 cm de profundidad aparece el B2 textural,
arcilloso y estructurado en columnas y prismas grue-
sos y fuertes. A los 55 cm de profundidad se encuentra
el B3 que supera los 100 cm de espesor, con textura
franca y sin estructura. Los suelos correspondientes a
las mesetas cercanas al río Santa Cruz, poseen la si-
guiente secuencia:A11, A12 y AC. El horizonte A11 de
14 cm de espesor, de textura franco arenosa con estruc-
tura en bloques finos y débiles con abundante materia
orgánica. El A12 de 21 cm de espesor, de textura franco
arenosa con estructura en bloques gruesos y débiles.
A partir de los 35cm se encuentra un AC de textura
franca sin estructura definida.
A1 20 cm de espesor. Franco, con estructura en blo-
ques.
B2t 35 cm de espesor. Arcilloso, con estructura en
columnas y prismas gruesos.
B3 100cm de espesor. Franco, sin estructura.
Paleargides ustólicos (Deut)
Zona de San Julian áreas planas
A11 14 cm de espesor. Franco arenoso, con estructu-
ra en bloques finos y débiles.
A12 21 cm de espesor. Franco arenoso con estructu-
ra en bloques gruesos y débiles.
AC 65 cm de espesor. Franco, sin estructura defini-
da
Haploboroles énticos (Myen)
Zona del río Santa Cruz en lomas
A1 23 cm de espesor. Arenoso franco con estructura
en bloques finos y débiles
B2 Franco arenoso, con estructura en bloques grue-
sos y fuertes.
C Arenoso franco arenoso, con escaso carbonato de
calcio en la masa.
Cambortides fluvénticos (DGfv)
Zona de San Julián, en faldeos de mesetas
A1 20 cm de espesor. Franco arenoso, con estructura
en bloques medios y moderados.
AC 10 cm de espesor. Franco arenoso y sin estructu-
ra definida
IIC Franco arenoso con rodados patagónicos.
Criortentes típicos (EMtc), zona del río Santa Cruz
para las áreas de laderas
Perfil modal del suelo
Foto 2-5: Meseta sedimentaria y valle del río Coyle (P.Rial)
25
El ambiente en la Patagonia Austral
esta región no transportan la carga usual, si bien per-
manecen con agua gran parte del año el mayor caudal
lo adquieren en época de deshielo. En las laderas de
los valles abundan las formas rocosas agudas como
así también los procesos de desmoronamientos roco-
sos y avalanchas. Los cordones rocosos se caracteri-
zan por ser divisores de aguas, generalmente de bor-
des agudos con fuertes pendientes hacia los valles.
GEOLOGIA: Se encuentra constituida principal-
mente por rocas volcánicas del jurásico medio-supe-
rior, rocas sedimentarias marinas provenientes de
DESCRIPCION: Ambas geoformas han sido agru-
padas en este apartado dado que las mismas confor-
man una unidad, los cordones rocosos como diviso-
res de aguas de los valles intermontanos. Su presen-
cia está restringida a la región cordillerana y ocupan
una superficie de 1.942.372 ha.
En estas zonas es característica la forma de los
valles en V, en ocasiones con la presencia de valles
colgantes, debido a la erosión diferencial de los cur-
sos tributarios con respecto al principal. También abun-
dan las formas lacustres. Las corrientes de agua de
VALLES INTERMONTANOS Y CORDONES ROCOSOS
Foto 2-6: Imagen Landsat TM de valles intermontanos en la zona de
cordillera al oeste del Lago San Martín
26
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
A1 17 cm de espesor. Franco arenoso con estructura
en bloques angulares finos y débiles.
C1 21 cm de espesor. Franco arenoso sin estructura.
A1 Enterrado. Franco arenoso con estructura en
bloques medios y finos.
Eutrandeptes ustólicos (IKut),
en zonas de cordones rocosos
A11 14 cm de espesor. Franco arenoso con estructu-
ra en bloques finos y débiles.
A12 21c m de espesor. Franco arenoso con estructu-
ra en bloques gruesos y débiles.
AC DE 65 cm de espesor. Franco sin estructura defi-
nida.
Haploboroles énticos (Myen),
en zona de valles
Perfil modal del suelo
ingresiones del Pacífico hasta el terciario inferior. Es-
tos materiales luego han sido modelados por la acción
erosiva de los glaciares.
SUELOS: Para la zona de los pisos de valle los
suelos predominantes poseen la siguiente secuencia:
A11, A12 y AC. El horizonte A11, de 14 cm de espesor,
de textura franco arenosa con estructura en bloques
finos y débiles con abundante materia orgánica. El
A12 de 21 cm de espesor, de textura franco arenosa
con estructura en bloques gruesos y débiles. A partir
de los 35 cm se encuentra un AC de textura franca sin
estructura definida. Los correspondientes a zonas de
media pendiente corresponden a la siguiente secuen-
cia: A1,C1, A1e. El horizonte A1 de 17 cm de espesor,
de textura franco arenosa y con estructura en bloques
angulares finos y débiles está bien provisto de mate-
ria orgánica, le sigue el C1 de 31 cm de espesor, de
textura franco arenosa y luego el A1e de 62 cm de
profundidad correspondiente a un horizonte A1 ente-
rrado desarrollado sobre coluvio y de textura franco
arenosa y estructura en bloques medios y finos.
Foto 2-7: Valles intermontanos de la zona del Lago San Martín. Foto P. Rial.
27
El ambiente en la Patagonia Austral
Foto 2-8: Imagen Landsat TM del valle del río Deseado y terrazas asociadas
VALLE RIO DESEADO Y TERRAZAS
DESCRIPCION: El curso del río Deseado se desa-
rrolla en un relieve monótono, horizontal, de pampas o
mesetas interrumpidas hacia el este por cañadones y
depresiones. El valle propiamente dicho posee una serie
de niveles aterrazados que corresponden a la actividad
actual del mismo, con un elevado desnivel con respecto
a los niveles aterrazados más antiguos. El río corre en
forma intermitente con diseño meandroso. En la planicie
de inundación actual del río son numerosos los depósi-
tos de origen eólico.
Las planicies aterrazadas corresponden a 6 niveles
(Feruglio 1949), cuyas altitudes van desde los 65 a los
450 m s. n. m. La disección es notoria en las cercanías del
valle actual y en la costa del Golfo San Jorge, donde
estos niveles aterrazados se encuentran aislados por que
28
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
los atraviesan numerosos cañadones, que solamente aca-
rrean agua en épocas de escorrentía. Estas unidades
ocupan un total de 4.088.691ha.
GEOLOGIA: En general corresponde a un sistema
de niveles aterrazados que descienden hacia el norte y el
sur, pertenecientes a 3 antiguos niveles de drenajes dife-
rentes. El primer nivel corresponde al de Meseta Espino-
sa, rodeado por escarpas. En el sur el segundo nivel, de
menor altura, limitado al norte por un escalón denomina-
do El Cordón, disectado al este por el cañadon Minera-
les, e interrumpido al sur por el actual valle del río. A la
altura de las localidades de Fitz Roy y Jaramillo comienza
el tercer nivel (Pampa Alta). Los niveles aterrazados se
caracterizan por su horizontalidad con paleocauces de
diseño anastomosado en los cuales se alinean peque-
ños bajos de origen eólico (Gonzalez Arzac y col. 1991)
SUELOS: Los suelos del valle presentan la siguien-
te secuencia: A1, AC, C. El horizonte A1 posee un espe-
sor de 10 cm, de textura arenosa franca, sin estructura
definida y moderadamente bien provisto de materia or-
gánica. El horizonte AC de 15 cm de espesor, de textura
arenosa franca, sin estructura definida. El horizonte C de
150 cm, de textura arenosa con abundantes gravas.
En las planicies aterrazadas los suelos poseen el si-
guiente perfil. A2, B21t, B22t, B3x. El horizonte A2 es de
textura franca con estructura laminar, moderadamente
provisto de materia orgánica. El horizonte B2, argílico,
tiene 27 cm de espesor, de textura arcillosa y se encuen-
tra estructurado en bloques subangulares finos. El hori-
A2 9 cm de espesor. Franco con estructura laminar.
B21t Arcilloso, con estructura de bloques
subangulares finos.
B22t Arcilloso, con estructura de bloques
subangulares finos.
B3X Forma un conglomerado con los rodados
patagónicos, cementados con carbonato de calcio.
Natrargides típicos (DDtc), en niveles aterrazados
A1 10 cm de espesor. Arenoso franco, sin estructura.
AC 15 cm de espesor. Arenoso franco y sin estructu-
ra definida.
C DE 125 cm de espesor. Arenoso franco con roda-
dos patagónicos.
Torriortentes típicos (ENtc),
en valle del río Deseado
Perfil modal del suelo
zonte B3 se encuentra cementado con carbonato de cal-
cio formando conglomerados con los rodados
patagónicos.
Foto 2-9: Valle del río Deseado. Foto P.Rial.
29
El ambiente en la Patagonia Austral
Esta unidad está compuesta por material sedimentario,
principalmente grava y arena, conformando grandes mantos
de enormes extensiones, que se caracterizan por un relieve
suave, de escasa pendiente, casi plano y homogéneo.
Hemos separado esta unidad de acuerdo a los valles
que la atraviesan. De esta manera se han diferenciado las
planicies correspondientes a:
1.- Niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y Coyle.
2.- Niveles aterrazados entre los ríos Coyle y Santa Cruz,
incluyendo los correspondientes al río Chalia.
3.- Niveles aterrazados entre los ríos Santa Cruz y
Chico.
DESCRIPCION: Se caracterizan por constituir depó-
sitos aterrazados desde la cordillera hacia el Atlántico,
que a modo de mantos continuos, recubren la mayoría de
las terrazas. Gran número de ellos se encuentran disectados
por cañadones que se forman tras la escorrentía superfi-
cial de lluvias o deshielos esporádicos.
GEOLOGIA: Según Feruglio, estos niveles aluviales
aterrazados datan del Pleistoceno. La actividad erosiva
ha sido insignificante debido a que han quedado secos
NIVELES ATERRAZADOS
luego de la desaparición del último manto glaciario. Estos
niveles aterrazados están fundamentalmente constituidos
por materiales terciarios y mesozoicos, que a menudo pue-
den observarse aflorando en las escarpas y pendientes.
Los terciarios tienen colores grisáceos a pardo grisáceos
y los mesozoicos, más antiguos, colores rosáceos a rosa
violáceos.
Foto 2-10: Imagen
Landsat TM de
planicies aluviales
entre los ríos Gallegos
y Coyle
1. - Niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y Coyle
30
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Para esta región, Feruglio menciona hasta 6 niveles
aterrazados, siendo el primero de ellos el correspondiente
a la Meseta de LaTorre en la zona de Río Turbio y el último
el correspondiente a la margen derecha del río Coyle. Es-
tos niveles aterrazados conforman suaves lomadas, sin
pendientes abruptas y con alturas entre 138 y 167 m s. n.
m., en el caso de los más nuevos. El nivel I (Meseta de la
Torre) llega a 1100 m s. n. m. Estos niveles de planicies
aterrazadas también pueden ser observados en la zona de
Las Horquetas con escasa altura, pendientes muy suaves
y formas redondeadas. Estas unidades ocupan una su-
perficie de 1.208.311ha.
SUELOS: Presentan un horizonte A1 de 10 cm de
potencia, de textura franco arcillo arenoso, estructurado
en bloques finos y débiles muy bien provisto de materia
A1 10 cm de espesor. Franco arcillo arenoso, con
estructura en bloques finos y débiles.
B2t 20 cm de espesor. Arcilloso con estructura en
bloques medios y débiles
ROCA
Paleargides borólicos (Debr)
Perfil modal del suelo
2.- Niveles aterrazados entre los ríos Coyle y Santa Cruz
Foto 2-11: Imagen Landsat TM de la zona de planicies entre
los ríos Coyle y Santa Cruz
superficie de 894.848 ha.
SUELOS: Son suelos con un horizonte A1 de 24 cm
de espesor, de textura franco arenosa, estructurado en
bloques finos y débiles, bien provisto de materia orgáni-
ca. Se continua con un horizonte AC, de 18 cm de espesor,
de textura franco arenosa y sin estructura definida. Termi-
na en un horizonte C de 68 cm de espesor, con gravas
finas y medias. Hacia el sector costero los suelos presen-
tan las siguientes características: secuencia de horizontes
A2, B2t, B31, B32, C1 y IIC2. El horizonte A2 tiene 9 cm de
espesor, es de colores claros y sin estructura definida, la
textura es franco arenosa y está bien provisto de materia
orgánica. El horizonte B2t es de textura franco arcillosa,
estructurado en bloques angulares. El horizonte B3 de
textura franco arcillosa, con carbonato de calcio pulveru-
lento en la masa. Los horizontes C son de textura arenosa
franca y tienen carbonato de calcio en la masa.
Perfil modal del suelo
A1 24 cm de espesor. Franco arenoso estructurado
en bloques finos y débiles.
AC 46 cm de espesor. Franco arenoso sin estructura.
C 68 cm de espesor con grava fina y media
Crioboroles típicos (MXtc)
orgánica. A continuación se define un horizonte B2
textural, arcilloso, estructurado en bloques medios y
débiles, culminando el perfil a los 30 cm abruptamente
por presencia de roca.
Son los niveles aterrazados que se conocen como la
Pampa Alta y que Feruglio describiera como Nivel de la
Pampa Alta-Meseta del Monte León. Corresponden a una
alta planicie disectada que se extiende por el E hasta el
Atlántico, terminando como costa acantilada en Monte
León y hacia el S remata en un frente escarpado de alta
pendiente en la margen norte del río Coyle. Ocupan una
31
El ambiente en la Patagonia Austral
Los niveles aterrazados entre los ríos Santa Cruz
y Chico corresponden a niveles mesetiformes cuya
altitud alcanza los 1250 m s. n. m. Se encuentran
cubiertos por derrames basálticos y en sus bordes,
recortados o disectados por numerosos cañadones
que bajan hacia los ríos. Representan suaves nive-
les con planicies onduladas de escasa pendiente.
Al norte del río Chico estos niveles aterrazados no
tienen el mismo desarrollo que los ya descriptos. Perte-
necen a un relieve de lomadas suaves y redondeadas,
que en ocasiones se presentan aisladas y no poseen
gran extensión areal. Se observan estas formaciones en
el borde austral del Gran Bajo de San Julián. Un segundo
grupo, que posee un alto grado de disección por
cañadones se observa en la región norte de San Julián.
En ocasiones se distingue en las laderas el material que
las constituye.
SUELOS: Para las áreas planas corresponden a sue-
Foto 2-12: Imagen Landsat TM de niveles aterrazados
correspondientes a la zona de los ríos Santa Cruz y Chico
3.- Niveles aterrazados entre los ríos Santa Cruz y Chico
A1 20 cm de espesor. Franco, con estructura en blo-
ques.
B2t 35 cm de espesor. Arcilloso con estructura en
columnas y prismas gruesos.
B3 100 cm de espesor. Franco, sin estructura.
Paleargides ustólicos (Deut),
correspondientes a las zonas planas
A1 28 cm de espesor. Franco arenoso, con estructura
en bloques finos y débiles.
Cca Abundante grava fina y media, cementada por
carbonato de calcio.
Calciustóles arídicos (MLai),
en zonas de lomas suaves
Perfil modal del suelo
los con la siguiente secuencia: A1, B2t y B3. El horizonte
A1 de 20 cm de espesor posee colores claros, textura
franca muy bien provisto de materia orgánica. El hori-
zonte B2t de 35 cm de espesor, textura arcillosa, estruc-
turado en columnas y prismas gruesos y fuertes. El hori-
zonte B3 supera los 100 cm de espesor, de textura franca
y sin estructura. En zonas de lomas suaves el suelo pre-
senta el siguiente perfil A1, Cca. El horizonte A1 es de 28
cm de espesor, de textura franco arenoso, con estructura
en bloques finos y débiles, con abundante carbonato de
calcio y bien provisto de materia orgánica. El horizonte
Cca se caracteriza por gran cantidad de grava fina a me-
dia con abundante carbonato de calcio.
32
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
PLANICIES GLACIARIAS Y GLACILACUSTRES
Foto 2-13: Imagen Landsat TM de la zona de Lago BuenosAires
DESCRIPCION: Los depósitos morénicos se escalo-
nan a lo largo de la vertiente oriental de la Cordillera. Se
componen de varios arcos concéntricos, separados entre
sí por depósitos de aluviones intrermorénicos. El ejemplo
más característicos se observa en la cuenca del Lago Bue-
nos Aires y al este del Lago Pueyrredón, en el área de Bajo
Caracoles (Feruglio 1949).
Estos cordones morénicos ocupan el área inmediata a
las cuencas lacustres. La separación de las morenas inter-
nas de las externas es por demás evidente al Este del Lago
Argentino, donde estos depósitos ocupan el fondo del
trecho superior del valle del río Santa Cruz. Los depósitos
fluvioglaciales que proceden del sistema morénico exte-
rior ocupan terrazas relativamente elevadas, a veces hasta
algunos cientos de metros sobre los valles actuales
(Feruglio 1949).
GEOLOGIA: Corresponden a depósitos originados a
partir del derretimiento de los hielos, episodios en que el
agua disponible acarrea a grandes distancias materiales
gruesos a finos. Generalmente muestran un carácter
aterrazado, principalmente debido a erosión por corrien-
tes posteriores a la original. Están fundamentalmente cons-
tituidos por depósitos de material de tamaño grava y are-
na gruesa.
SUELOS: Los suelos de esta unidad corresponden a
la siguiente secuencia: A1, AC, C. El horizonte A1 de 10
cm de espesor, muy claro de textura arenosa franca, sin
estructura definida y moderadamente bien provisto de
materia orgánica. El horizonte AC de 15 cm de espesor, de
textura arenoso franca, sin estructura definida. El horizon-
te C de textura franca con un 70 por ciento de conglomera-
dos, con 125 cm de espesor. Las planicies lacustres y los
valles asociados a esta unidad poseen suelos con la si-
guiente secuencia: A1 de 24 cm de espesor bien provisto
de materia orgánica, de textura franca. Por debajo apare-
cen capas aluviales con abundante carbonato de calcio.
A1 10 cm de espesor. Arenoso franco, sin estructura
AC 15 cm de espesor. Arenoso franco y sin estructu-
ra definida.
C 125 cm de espesor. Arenoso franco con rodados
patagónicos.
Torriortentes típicos (ENtc)
A1 24 cm de espesor. Franco, estructurado en blo-
ques medios y débiles.
Capas aluviales de 60 cm de espesor con abundante
carbonato de calcio, con rasgos de hidromorfismo.
Fluvacuentes mólicos (EBmo), de
planicies lacustres y valles asociados
Perfil modal del suelo
33
El ambiente en la Patagonia Austral
DESCRIPCION: Estas planicies se extienden desde
la zona de Cancha Carrera, cerca de las nacientes del río
Coyle, hacia el sur en una franja que acompaña el límite
provincial.
Feruglio (1949) describe además para el valle de los
ríos Gallegos y Coyle depósitos morénicos, que llegan
hasta el meridiano de 71º, escalonándose hacia el oeste
en una sucesión continua. El arco más interno se en-
cuentra en la zona de Río Turbio y divide las aguas que
corren hacia ambos océanos. La parte oriental de esta
formación, en la zona de Lago Argentino, ocupa una
depresión ancha y profunda, limitada por mesetas de
laderas escarpadas y continua, hacia el este, en parte de
la cuenca del río Santa Cruz. Esta unidad ocupa una
superficie total de 1.127.352 ha.
Foto 2-14: Imagen Landsat TM correspondiente a la zona de Cordillera Chica Laguna Cóndor
PLANICIES GLACIFLUVIALES
34
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
A11 14 cm de espesor. Franco arenoso, con estructu-
ra en bloques finos y débiles.
A12 21 cm de espesor. Franco arenoso con estructu-
ra en bloques gruesos y débiles.
AC 65 cm de espesor. Franco, sin estructura defini-
da.
Haploboroles énticos (Myen),
correspondientes a las zonas altas
A1 10 cm de espesor. Franco arcilloso arenoso, con
estructura en bloques finos y débiles.
B2t 20 cm de espesor. Arcilloso, con estructura en
bloques medianos y débiles.
Roca
Paleargides borólicos (Debr),
Correspondientes a las zonas bajas y planas
Perfil modal del suelo
Los mantos basálticos que se intercalan con los de-
pósitos de morenas, según Feruglio, corresponden a
eventos volcánicos subglaciales.
GEOLOGIA: Corresponden a depósitos originados
a partir del derretimiento de los hielos. Muestran un ca-
rácter aterrazado, principalmente debido a erosión por
corrientes posteriores a la original.
Están fundamentalmente constituidos por depósitos
de material de tamaño grava y arena gruesa.
SUELOS: En la zona cordillerana y en las nacientes
del río Gallegos los suelos poseen la siguiente secuen-
cia: A11, A12 y AC. El horizonte A11, de 14 cm de espe-
sor, es de textura franco arenosa con estructura en blo-
ques finos y débiles, con abundante materia orgánica. El
A12, de 21 cm de espesor, tiene textura franco arenosa
con estructura en bloques gruesos y débiles. A partir de
los 35cm se encuentra un AC de textura franca sin es-
tructura definida.
En las áreas más bajas y planas predominan suelos
con la siguiente secuencia: un horizonte A1, de 10 cm de
potencia, con textura franco arcillo arenosa, estructura-
do en bloques finos y débiles y muy bien provisto de
materia orgánica. Continua con un horizonte B2 textural,
de textura arcillosa estructurado en bloques medios y
débiles, terminando el perfil a los 30 cm por la presencia
de roca.
35
El ambiente en la Patagonia Austral
VALLE DEL RIO GALLEGOS Y TERRAZAS
DESCRIPCIÓN: Corresponde a un valle con una su-
perficie total de 40611ha, incluyendo los niveles
aterrazados más modernos. Tiene sus nacientes en la
intersección de los ríos Rubens, Penitentes y Turbio a
los 71º 34’ 14” de longitud oeste y 51º 50’ 35” de latitud
sur. Su desarrollo es de carácter meandriforme, con un
alto poder de divagación lateral, que ha dado origen a
niveles aterrazados asimétricos y de carácter impar.
GEOLOGIA: El valle del río Gallegos se desarrolla en
un área de sistemas morénicos suavemente ondulados.
Su perfil asimétrico se debe a que toda el área sur de este
curso ha sido barrida por el hielo en sus repetidos avan-
ces. En la actualidad se encuentra sembrado de depósi-
tos glaciarios, relieves volcánicos bajos y coladas. En
la margen norte se levanta una escarpa que como altipla-
nicie baja paulatinamente desde Meseta de la Torre has-
ta Cabo Buen Tiempo (Feruglio 1949).
SUELOS: Los suelos de este valle poseen la siguien-
te secuencia de horizontes: A1, B2, B3 y C. El horizonte
A1,de 25 cm de espesor, tiene textura arenosa franca y
estructura en bloques finos y débiles. Le sigue el hori-
zonte B2, de 19 cm de espesor, con textura franco areno-
sa. El horizonte B3, de 30 cm de espesor, posee textura
franco arenosa. El horizonte C tiene textura arenosa con
estructura en bloques gruesos y débiles.
Foto 2-15: Imagen Landsat TM de un sector del valle del río Gallegos
A1 25 cm de espesor. Arenoso franco, con estructura
en bloques finos y débiles.
B2 19 cm de espesor. Franco arenoso con estructura
en bloques finos y medios.
B3 30 cm de espesor. Franco arenoso con carbonato
de calcio.
C Arenoso con estructura en bloques finos y débiles.
Haploboroles fluvénticos (MYfv)
Perfil modal del suelo
36
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Foto 2-16: Imagen Landsat TM del valle del río Coyle
DESCRIPCIÓN: El valle del río Coyle ocupa una su-
perficie de 60.332 ha. En su curso superior atraviesa una
zona de sierras y colinas y en la parte media e inferior un
relieve colinado disectado por una red de drenaje bien
definida y de corta extensión.
GEOLOGIA: Estas geoformas están orientadas en
dirección oeste – este, corresponden a antiguos niveles
aterrazados del curso. El material de valle está compues-
to principalmente por sedimentos arenosos gruesos a
arcillosos. Su diseño de carácter anastomosado en la
parte superior, pasa a ser de carácter meandriforme en el
curso medio e inferior.
SUELOS: Los horizontes de este valle se caracteri-
zan por la siguiente secuencia: A1 (A11-A12), IIB1t,
IIB22t, IIB3 y IIC. El horizonte A1, de 20 cm de espesor,
posee textura franco arcillo arenosa, estructura en blo-
ques finos y débiles y está muy bien provisto de materia
orgánica. El horizonte B tiene textura arcillosa y estruc-
VALLE DEL RIO COYLE
A1 20 cm de espesor. Franco arcillo arenoso con
estructura en bloques finos y débiles.
IIB21t Arcilloso con estructura en bloques finos y
débiles.
IIB22t Arcilloso con estructura en bloques finos y
débiles.
IIB23 Arcilloso con estructura en bloques finos y
débiles-
IIC1 con grava fina y media.
Argixeroles borálficos (MQbf)
Perfil modal del suelo
tura en bloques finos y débiles. El horizonte IIC, de más
de 40 cm de profundidad, posee grava fina a media.
Foto 2-17: Valle del
río Coyle. Zona de Las
Horquetas (P.Rial)
37
El ambiente en la Patagonia Austral
A2 9 cm de espesor. Franco arenoso.
B2t Franco arcilloso, con estructura en bloques
subangulares.
B31 Franco arcillo arenoso con carbonato de calcio.
B32 Franco arcillo arenoso con carbonato de calcio.
C1 Arenoso franco con carbonato de calcio en la
masa.
IIC2 Arenoso franco con carbonato de calcio en la
masa.
Natrargides Borólicos (DDbr), zona de terrazas
AC 40 cm de espesor. Arenoso, sin estructura.
210 cm de espesor. Arenoso con gravas finas y me-
dias.
Xeropsamentes típicos (Ewtc), zona de valle
DESCRIPCION: Con una superficie de 148.608 ha el
valle del río Santa Cruz, posee el mayor caudal de la Pro-
vincia. Es un río aún no estabilizado, que posee corriente
muy rápida, cuyo lecho está excavado en roca firme y pro-
fundamente encajado en la meseta, bordeado por terrazas
de superficie llana que se muestran con escarpas de distin-
ta altura.
GEOLOGIA: La amplitud uniforme del valle denota
que el mismo ha sido labrado sobre material homogéneo,
excepto la zona de Cóndor Cliff, donde las mesetas están
cubiertas por basaltos, cuyos escombros producen la de-
fensa de los taludes. Las terrazas están compuestas por
materiales de edad terciaria y sólo los niveles más bajos
están compuestos en su totalidad por material de acarreo
SUELOS: Los suelos del valle se desarrollan sobre acu-
mulaciones arenosas y los horizontes presentan escasos
signos de pedogénesis. El horizonte AC, de 40 cm de espe-
sor, es de textura arenosa y sin estructura definida, a conti-
nuación y hasta los 210 cm de profundidad se observan
distintos mantos de arena que tienen moderada cantidad
de gravas finas y medias.
Los suelos de las terrazas son profundos. Presentan la
siguiente secuencia de horizontes: A2, B2t, B31, B32, C1 y
IIC2. El horizonte A2, de 9 cm de espesor, tiene textura
franco arenosa, sin estructura definida y bien provisto de
materia orgánica. El horizonte B2t es de textura franco arci-
llosa, estructurado en bloques subangulares. Inmediata-
mente por debajo de éste, aparece el B3 de textura franco
Foto 2-18: Imagen Landsat TM del valle del río Santa Cruz
Perfil modal del suelo
arcillo arenosa con carbonato de calcio pulvurulento en la
masa. Los horizontes C son de textura arenoso franca y
tienen carbonato de calcio en la masa.
VALLE DEL RIO SANTA CRUZ Y TERRAZAS ASOCIADAS
38
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Figura 2-3: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje
Elaboró: Pablo Rial
Cartografía digital: Liliana González
39
El ambiente en la Patagonia Austral
Gabriel Oliva
Liliana González
Pablo Rial
Enrique Livraghi
Areas ecológicas de Santa Cruz y
Tierra del Fuego
La clasificación de la tierra en áreas ecológicas inten-
ta agrupar territorios que pueden considerarse, a deter-
minada escala, una combinación particular de suelos, cli-
ma y vegetación. Hemos preparado un mapa con 11uni-
dades que ocupan un rango de superficies muy amplio,
desde los 14 M ha. de la Meseta central y las 611.000 ha.
de la Estepa magallánica húmeda. Estos grandes territo-
rios no son homogéneos, e incluyen una combinación
de unidades de paisaje, suelos y gradientes climáticos
internos. Sin embargo, desde una visión regional, puede
esperarse que los establecimientos de las distintas áreas
presenten características productivas y problemas simi-
lares.
Esta clasificación de ecosistemas se nutre de una serie
de trabajos preexistentes. Por ejemplo, tenemos el tem-
prano trabajo de Kalela (1940, citado por Auer 1951). Este
botánico distinguió tres grandes unidades: (1) La estepa
de Stipa, que abarca toda el área central y litoral. (2) La
estepa de Festuca, que abarca una franja occidental y la
parte austral de la provincia hasta el Atlántico y (3) La
región de los bosques. En 1953, el botánico argentino
Angel Cabrera publicó un esquema fitogeográfico del
país. Este trabajo sirvió de base para el conocido mapa
de Alberto Soriano (1956), que en base al mapa de Kalela,
trazó los límites de los distritos florísticos de la Patagonia.
Soriano redibujó los límites del distrito subandino y dis-
tinguió 2 nuevas unidades: el Distrito occidental, en el
NO de la provincia, que resulta una prolongación de una
unidad más extensa en el Chubut y el Distrito del Golfo
San Jorge. El mapa de Soriano puede considerarse la base
de la clasificación actual, pero no distinguía dentro de
las áreas de pastizales de Festuca a la Estepa magallánica,
caracterizada por la dominancia del coirón fueguino
(F.gracillima) en lugar del coirón blanco (F.pallescens)
y con más relaciones florísticas con la estepa fueguina
que con los pastizales subandinos. Juan Anchorena, en
un trabajo inédito de 1978 trazó los límites de la Estepa
magallánica y diferenció también a una extensa zona de
matorrales entre los ríos Coyle y Santa Cruz, como “la
región de la mata negra”. Siete áreas ecológicas, en con-
secuencia se diferenciaban en Santa Cruz en esa carto-
grafía. Posteriormente, un grupo de investigadores de
INTA, UNPA y CAP (Borrelli y col.1987) introdujo algu-
nas modificaciones, distinguiendo dos variantes de la
estepa magallánica: este y oeste (basado en Story, inédi-
to). También incluye como un área nueva al extremo aus-
tral del continente, el Cabo Vírgenes. Tomando como
base este trabajo, Cuadra y Oliva (1994) ajustaron los
límites cartográficos entre unidades trabajando sobre
imagenes satelitarias Landsat MSS en papel y en forma-
to numérico. Agruparon la región de Cabo Virgenes con
la Estepa magallánica húmeda y modificaron los nom-
bres de las unidades de Borrelli y col. (1987) que incluían
denominaciones de comunidades vegetales (Matorral
de mata negra), de accidentes topográficos (Meseta cen-
tral, Golfo San Jorge) y otros que geográficamente eran
incorrectos (Precordillera seca y húmeda). Esta clasifi-
cación fue la base de un Sistema de Soporte de Decisio-
nes (Borrelli y col. 1997), en el cual se analizó por primera
vez la realidad productiva de la ganadería extensiva en
función de áreas ecológicas.
Para el presente trabajo nos hemos basado en la cla-
sificación de Santa Cruz de Cuadra y Oliva (1994),
reinterpretando los límites entre las unidades sobre un
mosaico rectificado de imágenes Landsat TM (Rial y
González 2000). En el caso de Tierra del Fuego,
redibujamos la cartografía de Catalano y Fernández
(1986). Hemos modificado además algunos nombres, para
hacerlos compatibles con otros mapas ecológicos de la
Patagonia y con el uso que se ha impuesto con los años.
40
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Figura 2-4: Mapa de Areas Ecológicas de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Fuente: Gabriel Oliva (Santa Cruz)
Catalano y Fernández (Tierra del Fuego)
Cartografía digital: Liliana González
41
El ambiente en la Patagonia Austral
Estepa
magallánica
seca
Superficie total: 1.17 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 47
Foto 2-19: Estepa magallánica seca en Ea La Carlota (G. Oliva)
42
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Descripción general
Es un extenso pastizal de coirón fueguino. La cober-
tura vegetal oscila entre el 50-70%. Puede presentar al-
gunos arbustos aislados de calafate o mata negra.
El paisaje es plano o levemente ondulado, domina-
do por mesetas sedimentarias del período terciario que
forman niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y
Chico y terrazas glaciales cuaternarias. Existen tam-
bién coladas basálticas provenientes de volcanes rela-
tivamente recientes (Laguna Azul) y relieves fluviales
(valles de los ríos Gallegos y Gallegos Chico). Las me-
setas pueden alcanzar alturas de unos 300 m s.n.m. Son
en general planas y no tienen un drenaje bien definido
hacia el mar.
Las lluvias se canalizan hacia lagunas temporarias
o grandes bajos internos como el de La Leona a través
de una red de pequeños cañadones que desaguan en
cubetas de deflación. Existen también tres grandes va-
lles fluviales que atraviesan la región: corresponden a
los ríos Coyle, Gallegos y Gallegos Chico hacia el sur.
Suelos
Predominan los Aridisoles y Molisoles, con una capa
superior de arena fina con materia orgánica. En profun-
didad las texturas cambian a franco arcillosas y a arcillo-
sas y es frecuente encontrar rodados patagónicos.
El pH varía desde levemente ácido a moderadamente
alcalino. Son pedregosos, existen rodados patagónicos
a lo largo de todo el perfil.
Clima
Existe un gradiente suave de precipitaciones. En el
límite con la región del Matorral de mata negra el
promedio de lluvias es de 170 mm, hacia el sur y el
este por la influencia marina del Atlántico varía entre
200 y 300 mm
Hacia el interior continental se torna más seco
(algo menos de 200 mm). A pesar de que la lluvia se
distribuye a lo largo de todo el año, presenta un máxi-
mo estival, una característica particular en el clima
del sur de Santa Cruz. El promedio anual de tempera-
tura varía de 6 a 7º C.
Vegetación
El coirón fueguino (Festuca gracillima) es domi-
nante, con coberturas de hasta un 50-60% en la este-
pa. El coirón blanco (Festuca pallescens) ocupa
cañadones, bajos y márgenes de lagunas o cubetas
de deflación, que en sus porciones más bajas se cu-
bren con praderas de cola de zorro (Hordeum
comosum). La comunidad vegetal de gramíneas bajas
es más diversa: Poa dusenii, Bromus setifolius,
Rytidosperma virescens y Hordeum comosum.
Los graminoides del género Carex (C.andina y
C.argentina) son importantes como forraje. Entre los
subarbustos la mata torcida enana (Nardophyllum
bryoides) y la manca perro (Nassauvia ulicina) domi-
nan los sitios más degradados. Otros arbustos ena-
nos importantes son Nassauvia fuegiana, Perezia
recurvata y Ephedra frustillata. Es común ver en la
estepa arbustos aislados de calafate (Berberis
buxifolia) o de mata negra (Junielia tridens).
La vegetación ha sido descripta en detalle en el
estudio de Roig y col. (1985) y Boelcke y col. (1985).
Esquemas de la dinámica de los pastizales bajo pasto-
reo han sido publicados por Borrelli y col. (1984 y
1988) y Oliva y Borrelli (1993).
Denominación
La parte continental de la Estepa magallánica ha-
bía sido incluida en el mapa de vegetación de Soria-
43
El ambiente en la Patagonia Austral
no (1956) en el Distrito subandino, mientras que la
porción insular se denominaba Distrito fueguino.
Más adelante, Anchorena (1978) agrupa la región do-
minada por Festuca gracillima a ambos lados del
estrecho con el nombre de “Estepa magallánica”.
La distinción entre la variante seca y húmeda (lla-
madas inicialmente “este” y “oeste”) figura por primera
vez en el mapa de regiones ecológicas de Borrelli (1987),
sobre la base de la descripción de sitios de Story de la
década del 70 (inédito) y el detallado estudio de la
Transecta Botánica de la Patagonia Austral (Boelcke y
col.1985), que destacaban diferencias geomorfológicas
y fitosociológicas entre los ambientes.
Cartografía
El límite con la Estepa magallánica húmeda que se pre-
senta en este trabajo corresponde a la línea divisoria del
Pastizal húmedo de Festuca gracillima con Gamochaeta
nivalis (Geranio-Festucetum gracillimae) con el Pastizal
xérico de Festuca gracillima con Nardophyullum brioides
(Festucetum gracillimae) que aparece en el mapa de Roig
y col. (1985) y que se ha reinterpretado y ampliado a toda
la porción austral sobre el mosaico de imágenes. Hacia el
norte, la región limita con el Matorral de mata negra y se
ha tomado la línea de terrazas fluviales al sur del río Coyle
como frontera.
Figura 2-5: Ubicación espacial del área ecológica Estepa magallánica seca
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
44
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Estepa magallánica seca Superficie (ha) Porcentaje
Niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y Coyle 667.423 56.40
Planicies glacifluviales 335.568 28.36
Mesetas basálticas 69.944 5.91
Terrazas del río Gallegos 25.713 2.17
Remoción en masa 22.085 1.87
Valle del río Chico Sur 16.498 1.39
Valle del río Coyle 14.997 1.27
Valle del río Gallegos 14.900 1.26
Lagos y lagunas 3.457 0.29
Total del ambiente 1.170.585
Figura 2-6: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Estepa magallánica seca
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
45
El ambiente en la Patagonia Austral
Estepa
magállanica
húmeda
Superficie total: 0.39 M ha
Número de establecimientos: 22
Foto 2-20: Estepa magallánica húmeda
46
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Descripción general
Es una estepa graminosa de coirón fueguino
(Festuca gracillima), que se ubica en los extremos SO
y oriental, en la zona de Cabo Vírgenes, de Santa Cruz y
en el norte de Tierra del Fuego. Este pastizal tiene una
fisonomía similar a la Estepa magallánica seca, pero in-
cluye grises arbustales de mata negra fueguina
(Chilliotrichum diffusum) y extensas áreas dominadas
por arbustos rojizos, rasteros de murtilla (Empetrum
rubrum).
El paisaje es suavemente ondulado, desarrollado so-
bre terrazas de origen glacial, planicies glacifluviales y
morenas (que constituyen sedimentos cuaternarios), o
plano, en el caso de las mesetas sedimentarias tercia-
rias. También existen extensos mallines en valles flu-
viales y cañadones.
Clima
El ambiente es subhúmedo y el clima tiene caracterís-
ticas oceánicas, debido a que la porción austral de la
Cordillera de los Andes es más baja y permite la entrada
de los vientos húmedos del Pacífico.
Las precipitaciones oscilan en un rango de 200 a 400
mm, distribuidas durante todo el año en forma de tor-
mentas cortas, frecuentes y poco intensas, que presen-
tan un máximo estival. Las temperaturas medias anuales
oscilan entre los 6,5 y 5,5°C, con mínima diferencia
estacional.
Suelos
Los suelos son predominantemente Molisoles y en
menor medida Aridisoles. Muestran un horizonte A de
textura franco-arenosa, con elevado contenido de ma-
teria orgánica (5 a 10%). Pueden ser ácidos (pH 4 a 6) o
neutros, de acuerdo al material parental. Los horizon-
tes C son areno- gravillosos o bien capas arcillo-areno-
gravillosas compactas.
La textura gruesa y la escasa estructura favorecen
el lavado, por lo que son suelos pobres en bases.
Vegetación
El coirón fueguino (Festuca gracillima) es dominan-
te, acompañado por las gramíneas Agropyron
fuegianum, Deschampsia flexuosa y Rytidosperma
virescens y graminoides del género Carex. Entre los ar-
bustos se destaca la mata negra fueguina (Chilliotrichum
diffusum), que puede formar stands importantes y en
menor medida el calafate (Berberis buxifolia). Existen
también extensas estepas subarbustivas dominadas por
murtilla (Empetrum rubrum), que presentan Baccaris
nivalis, Nassauvia fuegiana, Azorella fuegianum,
Nassauvia abreviata y Perezia recurvata. Son comu-
nes las vegas o mallines que se tiñen de rojo por las
espigas de la cola de zorro (Hordeum publiflorum).
Denominación
Soriano (1956) incluye a la vegetación de este am-
biente en el Distrito fueguino. El nombre ha caído en
desuso, por ser la estepa de Festuca gracillima al
norte del Estrecho una continuación natural de la por-
ción fueguina y no una continuación del pastizal
subandino, dominado por F. pallescens. Es por ello
que a partir de Anchorena (1978) se ha adoptado el
nombre de Estepa magallánica para este ambiente y
como tal figura en los mapas de regiones ecológicas
de Bran (1992). Como ya se ha mencionado, los estu-
dios botánicos de Boelcke y col. (1985) y de Land –
systems de Story y col, (inéditos) llevaron a Borrelli
(1987) a dividir la parte continental de este ambiente
en dos unidades, denominadas este y oeste. Cuadra y
Oliva (1994) y Borrelli y col. (1997) mantuvieron esta
división, con la denominación de “xérica” y “húme-
da”, criterio que se ha mantenido en este trabajo. Para
una descripción mejor de la vegetación de este am-
biente puede consultarse a Roig y col. (1985). Las se-
47
El ambiente en la Patagonia Austral
cuencias de deterioro bajo pastoreo han sido
descriptas por Baetti y col. (1993).
Cartografía
En la cartografía del presente trabajo, el límite con
la Estepa magallánica seca corresponde a una
reinterpretación sobre el mosaico de imágenes del lí-
mite del Pastizal húmedo de Festuca gracillima con
el Pastizal xérico de Festuca gracillima del mapa de
Boelcke y col. (1987).
La región incluye una pequeña porción al SE con
forma de triángulo en el área de Cabo Vírgenes. El área
figura en el mapa de Borrelli y col. (1987) como “Re-
gión de Cabo Vírgenes”, pero autores de trabajos pos-
teriores (Cuadra y Oliva 1994, Borrelli y col.1997) con-
sideraron que la similitud de vegetación y el paisaje
no justifica que se la distinga del resto de la Estepa
magallánica húmeda.
Hacia el oeste, la región limita directamente con el
Complejo andino y se ha tomado como divisoria el
comienzo del bosque. La parte austral del límite (Ea
Rincón de los Morros) no es clara ya que presenta un
área de transición de características similares al
Ecotono fueguino (bosques de ñire en forma de islas
en una matriz de extensos mallines). Dada la escasa
superficie del área, no se la ha distinguido como un
ambiente natural separado.
Figura 2-7: Ubicación espacial del área ecológica Estepa magallánica húmeda
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
48
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Estepa magallánica húmeda Superficie (ha) Porcentaje
Planicies glacifluviales 387.168 62.64
Niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y Coyle 218.025 35.27
Remoción en masa 707 0.11
Mesetas basálticas 519 0.08
Valle del río Coyle 184 0.03
Lagos y lagunas 5.115 0.83
Total del ambiente 611.718
Figura 2-8: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Estepa magallánica húmeda
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
49
El ambiente en la Patagonia Austral
Estepa
arbustiva
del Golfo
San Jorge
Superficie total: 0.65 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 92
Foto 2-21. Estepa Arbustiva del Golfo San Jorge (EEA S. Cruz).
50
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Para una descripción más detallada de la vegetación
se puede recurrir a Cabrera (1976) o a León y col. (1998).
El área ha recibido poca atención en cuanto al estu-
dio de los efectos del pastoreo y no se cuenta con catá-
logos de estados y transiciones.
Denominación
La vegetación del área se diferencia marcadamente
desde el punto de vista fisonómico y florístico de la re-
gión de la Meseta central, que la circunda. Soriano (1956)
la reconoce como “Distrito Florístico del Golfo San Jor-
ge”. Anchorena (1978) la denomina “Región ecológica
de la costa”.
Los trabajos posteriores rescatan la denominación
original de Soriano (1956) y en los mapas de Borrelli y
col. (1987) y Bran (1992) figura como “Región del Golfo
San Jorge” o simplemente “Región del Golfo”. Cuadra y
Oliva (1994) la denominaron “Matorral xerófilo mixto del
Golfo San Jorge”. Borrelli y col. (1997) la llaman “Estepa
Arbustiva del Golfo San Jorge”, denominación que se
ha mantenido en este trabajo.
Cartografía
Soriano (1956) describe la región como “una faja que
sigue la curvatura del golfo desde Cabo Raso en Chubut,
hasta la Punta Casamayor en Santa Cruz”.
La región figura en los mapas posteriores de áreas
ecológicas (Anchorena 1978, Borrelli y col. 1987, Bran
1992) sin muchas variantes.
Los mapas de Cuadra y Oliva (1994) y el que se pre-
senta en este trabajo han sido elaborados sobre la base
de imágenes satelitales, donde los matorrales se destacan
claramente y se diferencian de los mapas anteriores por-
que delimitan una franja estrecha y tortuosa que se pro-
longa más al sur de la Punta Casamayor (a la altura de la
localidad de Fitz Roy) y llega hasta la Punta Medanosa, al
sur de Puerto Deseado, e incluyen una porción de mato-
rral mediterráneo en la zona de Cerro Moro.
Descripción general
Es un área de arbustales altos, de 3 metros o más, que
se desarrolla en las costas del Golfo San Jorge en un
paisaje ondulado, surcado por cañadones y valles que
desembocan en el mar. El substrato corresponde a rocas
sedimentarias marinas terciarias, depósitos
indiferenciados y rodados patagónicos, con alturas de
entre 0 y 300 m s.n.m.
Suelos
Los suelos son Aridisoles someros, pedregosos, po-
bres en materiales finos y materia orgánica, de pH neu-
tro. La salinidad es moderada o alta.
Clima
El clima es Templado frío costero, con temperaturas
medias anuales cercanas a 10º C, las más altas de Santa
Cruz. Las precipitaciones son aproximadamente de 200
mm anuales y se concentran en el invierno.
Vegetación
Entre las especies dominantes se encuentran los
grandes arbustos de malaspina (Trevoa patagonica),
duraznillo (Coliguaja integerrima), neneo (Mulinum
spinosum), Verbena alatocarpa, Ephedra ochreata,
yaoyin (Lycium chilense) y mata amarilla
(Anartrophyllum rigidum).
Entre las gramíneas se destacan los coirones amar-
gos (Stipa humilis) y huecú (Festuca argentina). Pre-
senta una gran cantidad de anuales como Vulpia sp.,
Erodium cicutarium ó Lepidium sp. Estas pequeñas plan-
tas pueden cubrir el suelo luego de las lluvias de prima-
vera, una característica poco común en la vegetación de
la Patagonia Austral.
51
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-9: Ubicación espacial del área ecológica Estepa Arbustiva del Golfo San Jorge
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
52
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Figura 2-10: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Estepa Arbustiva del Golfo San Jorge
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
Estepa arbustiva del Golfo San Jorge
Superficie (ha) Porcentaje
Terrazas del río Deseado 651909 100
53
El ambiente en la Patagonia Austral
Superficie total: 2.83 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 127
Matorral
de mata negra
Foto 2-22: Matorral de mata negra (EEA Santa Cruz)
54
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
fueguino (Festuca gracillima). También son muy co-
munes los coirones amargos (Stipa speciosa, Stipa
chrysophylla). En el estrato de las gramíneas bajas en-
contramos coirón poa (Poa dusenii), coirón enano (Stipa
ibari), coirón pluma (Stipa neai), Festuca pyrogea y
Rytidosperma virescens. Una descripción de la vegeta-
ción puede hallarse en Roig y col. (1985). La reacción de
estos arbustales al pastoreo no ha sido bien establecida
y se carece de esquemas de estados y transiciones del
ambiente.
Denominación
Desde el punto de vista florístico Soriano (1956)
incluyó a la región de la mata negra en el Distrito Cen-
tral, aunque reconoce que el límite entre éste y el Distri-
to subandino en el sur (que sería ahora la Estepa
magallánica) es impreciso. Menciona también que en el
área de contacto se producen ingresiones de elementos
del Distrito Central como la mata negra en la estepa. En
un mapa más reciente, León y col. (1998) consideraron
también a la vegetación del Matorral de mata negra como
una subunidad del Distrito Central. Los mapas de
Anchorena (1978) y Bran (1992) han tomado un criterio
similar. Sin embargo y a pesar de la similitud florística,
la fisonomía de estas terrazas y mesetas elevadas cu-
biertas de matorrales es singular. Borrelli y col. (1987)
las diferenciaron como una región ecológica y la deno-
minaron “Matorral de mata negra”. La cartografía de
Cuadra y Oliva (1994) y de Borrelli y col. (1997) mantie-
ne esta denominación.
Cartografía
Nuestra cartografía ha tomado como límite austral
de la región a las terrazas fluviales al sur del río Coyle.
Hacia el norte la región llega hasta el límite de las
terrazas de la margen sur del valle del río Santa Cruz.
Hacia el norte de este río existe un área de mesetas
basálticas, que ya habían sido incluidas en el mapa de
Cuadra y Oliva (1994). Hacia el oeste el ambiente se
prolonga como una delgada cuña que llega hasta el
límite internacional y continúa en Chile, en el norte
del PN Torres del Payne.
Descripción general
Es una estepa arbustiva de porte medio, de unos 70
cm de altura, dominada en un 60 - 70 % por la mata negra
(Junielia tridens), en algunos casos en forma continua
y en otros en forma de mosaicos de estepa graminosa de
coirones amargos o coirón blanco. Ocupa mesetas y te-
rrazas que llegan desde el nivel del mar hasta los 900 m
s.n.m. al norte del río Santa Cruz y entre éste y el río
Coyle.
El paisaje es en general plano, sobre depósitos
aterrazados, mesetas sedimentarias marinas terciarias cu-
biertas de rodados patagónicos, derrames basálticos ter-
ciarios o cuaternarios de origen volcánico, áreas de coli-
nas costeras, valles fluviales y cañadones.
Suelos
Son predominantemente Aridisoles y Molisoles de
textura arenosa y buen drenaje por presentar abundan-
tes rodados en todo el perfil.
Clima
El clima es Frío árido de meseta y costero, con tempe-
raturas medias anuales entre 8,5 y 6,5 ºC. Las lluvias
anuales oscilan entre los 150 y 200 mm y presentan un
máximo invernal.
Vegetación
La mata negra (Junielia tridens) es absolutamente
dominante y puede cubrir el 70% del suelo, pero otros
arbustos como la mata torcida (Nardophyllum
obtusifolium) y el calafate (Berberis heterophylla) pue-
den enriquecer el estrato. Hay arbustos enanos como
colapiche (Nassauvia glomerulosa), manca perro
(Nassauvia ulicina), té pampa (Satureja darwinii),
Nassauvia darwinii y Ephedra frustillata. En el estrato
de las gramíneas medianas el coirón blanco (Festuca
pallescens) es dominante hacia el norte, pero en las in-
mediaciones del río Coyle es reemplazado por el coirón
55
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-11: Ubicación espacial del área ecológica Matorral de mata negra
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
56
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Matorral de mata negra Superficie Porcentaje
Mesetas sedimentarias 1.330.332 46.85
Niveles aterrazados entre los rí os Santa Cruz y Coyle 806.646 28.41
Niveles aterrazados entre los ríos Gallegos y Coyle 256.432 9.03
Planicies glacifluviales 218.961 7.71
Remoción en masa 84.655 2.98
Mesetas basálticas 70.547 2.48
Valle del río Coyle 45.151 1.59
Niveles aterrazados entre los rios Santa Cruz y Chico 11.851 0.42
Valles intermontanos 4.011 0.14
Terrazas del río Santa Cruz 137 0.00
Planicies glaciarias 64 0.00
Valle del río Santa Cruz 80.00
Lagos y lagunas 5.496 0.19
Total del ambiente 2.834.291
Figura 2- 12: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Matorral de mata negra
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
57
El ambiente en la Patagonia Austral
Superficie total: 14.33 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 609
Meseta
Central
Foto 2-23: Meseta Central (EEA Santa Cruz)
58
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Vegetación
La colapiche (Nassauvia glomerulosa), un pequeño
arbusto rastrero, es dominante y característico en las
estepas subarbustivas que cubren la mayor parte del
área. En la etapa final de la degradación son llamadas
“eriales”.
Los coirones amargos de Stipa speciosa y el coirón
pluma (Stipa neai) son todavía importantes en áreas
poco degradadas. En zonas de acumulación de arenas
se intercalan otros coirones amargos, indicadores de de-
gradación (Stipa humilis, Stipa chrysophylla) y el coirón
enano (Stipa ibari). El coirón blanco (Festuca
pallescens) subsiste en mesetas sedimentarias y
basálticas altas.
El coirón poa (Poa dusenii) y Carex argentina son
especies forrajeras importantes. Es también común ver
arbustales bajos de mata negra (Junielia tridens) en las
mesetas basálticas y siguiendo las redes de drenaje sub-
terráneo en las estepas.
Los cañadones presentan arbustales de mata amari-
lla (Anartrophyllum rigidum), molle (Schinus
polygamus) y calafate (Berberis heterophylla). Entre los
subarbustos, la manca perro (Nassauvia ulicina) y la
uña de gato (Chuquiraga aurea) son comunes en zonas
degradadas con suelos arcillosos y abundantes pavi-
mentos de erosión. El neneo enano (Mulinum
microphyllum) y la Ephedra frustillata son también
arbustos enanos importantes.
Una buena descripción de la vegetación de la Me-
seta Central puede encontrarse en Movia y col. (1987).
El análisis de los procesos de desertificación en este
ambiente se puede consultar en los trabajos de Bertiller
(1993) y Oliva y col. (1995), que cartografiaron la seve-
ridad del proceso en 2,5 millones de hectáreas en la
zona comprendida entre San Julián y Gobernador
Gregores.
Denominación
Soriano (1956) incluyó a la región dentro del Distrito
Central, Subdistrito Santacrucense. La denominación de
“Meseta Central” corresponde al trabajo de Anchorena
(1978) y el nombre se ha mantenido en los trabajos de
Borrelli y col. (1987) y Bran (1992). Cuadra y Oliva (1994)
denominaron al área como “Complejo árido de la meseta
Descripción general
Es una extensa y diversa región en el centro- norte de
Santa Cruz, que en general se presenta como una estepa
de arbustos enanos, rastreros, de muy baja cobertura
vegetal (20 o 30%), con arbustos de porte mayor siguien-
do las líneas de escorrentía y grandes áreas cubiertas de
pavimento de erosión en un relieve plano, de planicies
aluviales de rodados patagónicos y mesetas
sedimentarias.
Sin embargo, el área incluye también zonas de serra-
nías sobre rocas efusivas ácidas mesozoicas, mesetas
basálticas sobre derrames volcánicos terciarios y
cuaternarios y extensas depresiones excavadas en
substratos poco consolidados como el Gran Bajo de
San Julián.
Los paisajes resultantes son variados: planicies de
rodados, valles fluviales y cañadones, serranías roco-
sas, peneplanicies, bajos, mesetas volcánicas y áreas de
desmoronamientos. La vegetación asociada incluye
arbustales en el fondo de cañadones, verdaderos de-
siertos de efímeras y áreas de coironales.
Clima
El clima predominante es el Frío Arido de Meseta,
con promedios térmicos de 10 a 8º C de noreste a su-
doeste. Las precipitaciones en general están por debajo
de los 150 mm, una delgada franja costera recibe lluvias
algo superiores a los 200 mm anuales. La distribución
muestra una concentración invernal.
Suelos
Son en general Aridisoles de textura franco-arenosa
a franco-arcillosa, con bajos contenidos de materia or-
gánica. Muchos de ellos están profundamente degrada-
dos por el sobrepastoreo. En estos casos los horizontes
arcillosos subsuperficiales quedan expuestos y se cu-
bren de pequeños guijarros por efectos del
congelamiento y descongelamiento.
Estas superficies constituyen los “pavimentos de ero-
sión”. La altimetría en este ambiente natural oscila entre
0 y 1500 m s.n.m.
59
El ambiente en la Patagonia Austral
central”, para resaltar la variedad de paisajes que lo com-
ponen. Borrelli y col. (1997) dividieron la región de acuer-
do a la isohieta de 200 mm tomada de De Fina (1968) en
dos unidades: Meseta central costera y Meseta central
mediterránea.
Nuestra cartografía ha dejado de lado esta divi-
sión ya que se entiende que si bien resulta importan-
te en la caracterización de los establecimientos gana-
deros no refleja una clara diferenciación ecológica
entre las unidades. Se ha conservado la denomina-
ción sintética de “Meseta central”, que se ha impues-
to por el uso.
Figura 2-13: Ubicación espacial del área ecológica Meseta Central
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas
nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
60
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Meseta Central Superficie has) Porcentaje
Serranías 2.755.466 19.41
Terrazas del río Deseado 2.634.787 18.56
Mesetas basálticas 1.519.520 10.70
Niveles aterrazados del río Chico 1.512.471 10.65
Mesetas sedimentarias 1.304.518 9.19
Niveles aterrazados de los ríos Santa Cruz y Chico 1.278.089 9.00
Remoción en masa 1.103.877 7.77
Planicies glacilacustres 726.006 5.11
Valles intermontanos 266.759 1.88
Terrazas del río Chico 246.793 1.74
Planicies glaciarias 235.483 1.66
Valle del río Chico 131.196 0.92
Terrazas del río Santa Cruz 129.973 0.92
Valle del río Deseado 118.684 0.84
Gran Bajo de San Julián 96.996 0.68
Niveles aterrazados entre los ríos Santa Cruz y Coyle 59.996 0.42
Valle del río Chalía 59.933 0.42
Valle del río Santa Cruz 18.269 0.13
Lagos y lagunas 130.928 0.92
Total del ambiente 14.329.744
Figura 2-14: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Meseta Central
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
61
El ambiente en la Patagonia Austral
Superficie total: 1.38 M ha.
Número de establecimientos ganaderos: 31
Sierras y
mesetas
occidentales
Foto 2-24: Sierras y mesetas occidentales
62
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Vegetación
Estas estepas están dominadas por arbustos de
neneo (Mulinum spinosum), mata mora (Senecio
filaginoides) y mamuel choique (Adesmia campestris),
una especie que resulta muy característica del ambien-
te. Los espacios entre arbustos son ocupados por
coirones amargos (Stipa speciosa y Stipa humilis) y
coirón poa (Poa ligularis). Otras gramíneas de impor-
tancia forrajera son: Poa lanuginosa, cebadilla
patagónica (Bromus pictus) y cebada patagónica
(Hordeum comosum).
La vegetación ha sido descripta por Soriano (1956)
y por Cabrera (1971). Golluscio (1982), Fernández y
Paruelo (1993) y Bonvisutto y otros (1993) presentan
interesantes catálogos de estados y transiciones de
este ambiente. La ecología de esta región ha sido inten-
samente estudiada por los equipos de la cátedra de
Ecología de la UBA, liderados en un principio por el Ing.
Alberto Soriano, que hacían base en el Campo Experi-
mental Río Mayo, en Chubut. A pesar de ser en general
de importancia teórica, muchos de estos trabajos tienen
implicancias para el manejo de este ecosistema.
Denominación
Se ha tomado el nombre de esta unidad de la des-
cripción de Bran y Somlo (1994), ya que esta denomina-
ción está ampliamente aceptada en toda la Patagonia.
Anteriormente había sido denominada como “Distrito
occidental” (Borrelli y otros 1987), “Estepa occidental”
(Borrelli y otros 1997) y Estepa arbustiva graminosa
del NO (Cuadra y Oliva 1994).
Cartografía
El límite de la unidad no resulta claro ya que se basa
en diferencias florísticas que no se destacan en las imá-
genes satelitales y debería ser relevado intensamente a
campo. En la cartografía presentada se han reinterpretado
sobre el mosaico Landsat TM los límites de Cuadra y
Oliva (1994).
Descripción general
Es una estepa arbustiva abierta, con manchones de
coirones intercalados, que se diferencia fisonómica y
florísticamente de la Meseta central. Constituye una es-
trecha cuña en el noroeste de la provincia que se conti-
núa con mayor extensión en una faja occidental en
Chubut, Río Negro y Neuquén.
Predominan en el área las planicies de rodados
patagónicos y los paisajes ondulados sobre depósitos
glaciarios (especialmente en el oeste), aunque existen
también áreas de serranías sobre rocas efusivas ácidas
mesozoicas, mesetas volcánicas sobre rocas básicas ter-
ciarias y cuaternarias y mesetas sedimentarias marinas
mesozoicas.
Suelos
Los suelos son Aridisoles y Entisoles variados, pero
el rasgo común de todos ellos es un horizonte superfi-
cial de textura arenosa. Tienen además una proporción
importante (40% o más) de gravas y rodados en todo el
perfil y un estrato calcáreo bien marcado a los 40 cm de
profundidad (Fernández y Paruelo 1993).
Clima
La temperatura media anual es de 8,5 a 9,5° C. Las
precipitaciones son escasas, entre 100 y 200 mm anua-
les. El régimen de lluvias es netamente mediterráneo ya
que entre otoño e invierno se concentran los dos tercios
de la precipitación. Climáticamente el área se sitúa den-
tro del clima Frío árido de meseta. La altimetría oscila
entre 300 y 900 m s.n.m.
63
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-15: Ubicación espacial del área ecológica Sierras y mesetas occidentales
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
64
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Sierras y mesetas occidentales Sup. (ha) Porcentaje
Terrazas del río Deseado 561683 41.63
Planicies glacilacustres 502248 37.22
Terrazas del río Guenguel 119797 8.88
Serranías 91351 6.77
Remoción en masa 16278 1.21
Valle del río Guenguel 14451 1.07
Cordones rocosos 14253 1.06
Valle del río Deseado 9940 0.74
Mesetas basálticas 8783 0.65
Lagos y lagunas 39186 2.90
Total del ambiente 1377970
Figura 2-16: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Sierras y Mesetas Occidentales
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
65
El ambiente en la Patagonia Austral
Superficie total: 2.18 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 114
Pastizal
subandino
Foto 2-25: Pastizal subandino (EEA Santa Cruz)
66
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Descripción general
Es una estepa graminosa dominada por el coirón blan-
co (Festuca pallescens), que fue definida como “un terri-
torio suavemente ondulado cubierto por un mar de
gramíneas hasta donde alcanza la vista” (Soriano 1956).
Forma una estrecha franja discontinua entre la regiones
Meseta central, Sierras y mesetas occidentales y Matorral
de mata negra por el este y el Complejo andino, por el
oeste, aunque en partes se continúa hasta el límite con
Chile. Ocupa las laderas orientales de los Andes y las
mesetas elevadas y frías (como Los Escarchados). Los
relieves ondulados dominantes son de origen glacial y
glacifluvial, aunque la región abarca también mesetas vol-
cánicas y desmoronamientos asociados, valles fluviales,
cañadones, áreas plegadas (cerros y mesetas), valles de
fractura y bloques elevados. La altimetría es muy variable,
desde los 300 a los 2000 o más m s.n.m.., pero los niveles
más frecuentes son entre 300 a 500 m s.n.m.
Clima
Las precipitaciones presentan un gradiente marca-
do, 200 mm anuales en el este y 300 - 400 mm hacia el
oeste, en las áreas de contacto con los bosques del
Complejo andino. Las lluvias están distribuidas en for-
ma proporcional a lo largo de todo el año. Los promedios
de temperatura anual de 7 a 8 ºC, varían de acuerdo a la
altura sobre el nivel del mar. Las áreas más elevadas es-
tán cubiertas de nieve la mayor parte del año.
Suelos
Los suelos se cuentan entre los más ricos de la
Patagonia: Aridisoles, Inceptisoles, Entisoles y
Molisoles, que en general son arenosos o franco-are-
nosos, enriquecidos en ocasiones con capas de ceni-
zas volcánicas. Tienen un elevado contenido de mate-
ria orgánica y no muestran problemas de salinidad ni
de alcalinidad. Suelen desarrollarse sobre depósitos de
sedimentos no consolidados glaciarios y son suscep-
tibles a la erosión, dando lugar a extensos médanos.
Vegetación
El coirón blanco (Festuca pallescens) es dominante
y suele estar acompañado por el huecú (Festuca argen-
tina), un coirón más robusto que suele ser tóxico para
los animales. Son también comunes coirones amargos
(Stipa chrysophylla) y coirón poa (Poa dusenii). Entre
los arbustos se destacan las matas semiesféricas de
neneo (Mulinum spinosum), calafate (Berberis
buxifolia), mata negra (Verbena tridens), mata mora
(Senecio filagionides) y mata torcida (Nardophyllum
obtusifolium).
Para una descripción de la vegetación puede
consultarse el trabajo de Bertiller y Defossé (1993). Del
Valle y col. (1995) analizan su estado de degradación en
el sector correspondiente a la frontera Santa Cruz -
Chubut.
Cartografía
En el mapa fitogeográfico de la Patagonia de Soria-
no (1956) se muestra una estrecha faja denominada
«Distrito subandino» para el teritorio del Chubut, pero
en Santa Cruz el área del Distrito Central llega hasta los
Andes. Anchorena (1978) la distingue por primera vez
como una estrecha franja continua que denomina
Precordillera. Borrelli y col. (1987) la denominan
Precordillera seca. Este mapa y el de Bran (1992) mues-
tran que la región se interrumpe al norte de Santa Cruz.
Cuadra y Oliva (1994) la denominan Pastizal subandino
semiárido y subhúmedo y la cartografían como una faja
que ocupa desde la cabecera de los grandes lagos Ar-
gentino, Viedma y San Martín hasta el bosque. Al norte
del Lago Posadas la región se interrumpe, con un in-
greso de la Meseta Central hasta el límite con Chile. El
área se continúa en la Meseta del Lago Buenos Aires,
al sur de Perito Moreno y hacia el norte de esta locali-
dad hasta el límite con Chubut. En el presente trabajo
hemos reelaborado los límites del área en base al traba-
jo de Cuadra y Oliva (1994) y tomamos la denominación
de Pastizal subandino ya que la denominación de
Precordillera no es correcta desde el punto de vista
geográfico.
67
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-17: Ubicación espacial del área ecológica Pastizal subandino
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial:
localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
68
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Pastizal subandino Superficie Porcentaje
Valles intermontanos 680933 31.18
Mesetas basálticas 462420 21.18
Remoción en masa 296208 13.56
Planicies glacilacustres 168484 7.72
Planicies glaciarias 131721 6.03
Cordones rocosos 87078 3.99
Mesetas sedimentarias 54392 2.49
Terrazas del río Guenguel 18195 0.83
Niveles aterrazados entre
los rios Santa Cruz y Coyle 17807 0.82
Planicies glacifluviales 13629 0.62
Serranías 13420 0.61
Valle del río Chico 8662 0.40
Valle del río Chalía 3198 0.15
Hielos continentales 241 0.01
Valle del río Guenguel 167 0.01
Lagos y lagunas 222750 10.20
Total del ambiente 2179305
Figura 2-18: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Pastizal subandino
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
69
El ambiente en la Patagonia Austral
Foto 2-26: Complejo andino (G.Oliva)
Superficie total: 1.76 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 47
Complejo
andino
70
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Descripción general
Este ambiente se presenta como un mosaico de bosques
subantárticos de Nothofagus en laderas y valles con prade-
ras y semidesiertos de altura por encima de la línea de bos-
ques y verdaderos desiertos de roca cubiertos por hielos
eternos. Los valles transversales, excavados por los glaciares,
dan lugar a profundos lagos que reciben el aporte de ríos y
glaciares. Los valles longitudinales se cubren de nieves eter-
nas, formando los casquetes de hielo continental. El ambien-
te no constituye una franja continua ya que se interrumpe en
gran parte del límite argentino- chileno por ingresiones del
pastizal subandino y de la Meseta central.
El Complejo andino se elevó y plegó durante el pe-
ríodo Terciario, por el efecto del choque contra la placa
Pacífica durante la deriva continental. El plegamiento ha
expuesto una variedad de substratos: rocas metamórficas
paleozoicas, rocas efusivas ácidas mesozoicas, rocas
intrusivas ácidas mesozoicas, rocas sedimentarias con-
tinentales mesozoicas y depósitos cuaternarios
(glaciarios y aluviales). Los paisajes resultantes son va-
riados: bloques elevados, pliegues discontinuos, exten-
sos valles glaciarios, aunque también existen planicies
con rodados y sedimentos glacifluviales, glacilacustres
y glaciarios (Cuadra y Oliva 1994).
Suelos
Son Molisoles e Inceptisoles, en su mayoría de tex-
tura franco-arenosa. El pH suele ser ligeramente ácido y
pueden contener ceniza volcánica.
Clima
El clima es Frío húmedo, con temperaturas entre 8 y
5,5º C y las precipitaciones tienen un fuerte gradiente
este-oeste, desde los 300 a más de 1000 mm anuales.
Vegetación
En las áreas más secas, de transición hacia los Pasti-
zales subandinos, domina el bosque bajo de ñire
(Nothofagus antarctica). En sitios más húmedos prevale-
ce la lenga (Nothofagus pumilio), generalmente de mayor
porte, aunque domina también los bosques achaparrados
por el peso de la nieve en el límite altitudinal. En los bos-
ques bajos, con precipitaciones cercanas a los 1000 mm
se encuentra también el guindo o coihue de Magallanes
(Nothofagus betuloides) y el canelo (Drymis winteri).
Entre los arbustos se destacan el notro (Embothrium
coccineum), que en muchos lugares toma porte arbóreo,
la chaura (Pernettia mucronata), la siete camisas
(Escallonia rubra) y la fucsia (Fuchsia magellanica).
Los claros en el bosque, valles y costas lacustres se cu-
bren de densas praderas de Poa pratensis, Deschampsia
sp. y Agrostis sp., se suelen incorporar especies introdu-
cidas como el trébol (Trifolium repens) y el llantén
(Plantago lanceolata). Las laderas y altas cumbres se
cubren de pastizales de coirón blanco (Festuca
pallescens). En sitios más elevados se desarrolla la tundra
andina, con murtilla (Empetrum rubrum) y chaura enana
(Pernettya pumila). Una descripción de la vegetación y
de los procesos de degradación del área se pueden obte-
ner en la Transecta Botánica de la Patagonia Austral (Roig
y col. 1985).
Cartografía
Esta compleja región ha sido denominada Cordillera por
Anchorena (1978) y cartografiada como una estrecha faja
contínua. Borrelli y col. (1987) la consignan con el nombre de
Precordillera húmeda y la presentan como una región
interrrumpida al norte del Lago Posadas. En el mapa de Bran
(1992) la región aparece con el nombre de Cordillera, mucho
más reducida y acotada a la zona de los PN Los Glaciares. En
el mapa de Cuadra y Oliva (1994) la región se denominaba
Complejo húmedo y subhúmedo de cordillera. Nuestra car-
tografía muestra a la región como una faja discontínua, que
incluye dos pequeños reductos en El Portezuelo-Pallavicini
y Monte Zeballos al norte. Luego, una franja contínua desde
Lago Posadas hasta el sur del Lago Argentino. Por último,
una ingresión de la región ecológica en la zona de Río Turbio
y sur de la Meseta La Torre. Hemos tomado el nombre simpli-
ficado de Complejo andino.
71
El ambiente en la Patagonia Austral
Figura 2-19: Ubicación espacial del área ecológica Complejo andino
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades,
rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
72
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Complejo andino Superficie Porcentaje
Valles intermontanos 503286 29.05
Hielos continentales 479652 27.69
Cordones rocosos 381942 22.05
Planicies glacifluviales 151726 8.76
Planicies glacilacustres 69997 4.04
Terrazas entre los ríos Gallegos y Coyle 53725 3.10
Planicies glaciarias 1953 0.11
Remoción en masa 1233 0.07
Lagos y lagunas 115427 6.66
Total del ambiente 1758941
Figura 2-20: Unidades de paisaje comprendidas en el área ecológica Complejo andino
Fuente:
Cartas Topográficas del IGM Escala 1:100000
Rial, Pablo: Mapa de Grandes Unidades de Paisaje.
Oliva, Gabriel: Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
73
El ambiente en la Patagonia Austral
Descripción general
Esta unidad de vegetación que
ocupa el norte de Tierra del Fuego es
equivalente a la Estepa magallánica
húmeda en su porción continental.
Fisonómicamente es una estepa
graminosa de coirón fueguino
(Festuca gracillima) con áreas do-
minadas por mata negra fueguina
(Chilliotrichum diffusum) y otras en
las cuales existen arbustos rojizos,
rastreros de murtilla (Empetrum
rubrum). Existen también praderas de
pastos cortos que se alternan con los
coironales en forma de mosaico.
El paisaje es ondulado, desarro-
llado sobre terrazas de origen glacial,
planicies glacifluviales y morenas
cuaternarias. También hay áreas planas sobre sustratos
de mesetas sedimentarias terciarias. Los mallines se de-
sarrollan en forma dendrítica y ocupan un 5-10% de la
superficie.
Clima
Es semiárido, con precipitaciones de entre 270 y 400
mm, distribuidas durante todo el año. Las temperaturas
medias anuales son de alrededor de 5,4 °C. La amplitud
térmica es escasa, con medias estivales de 10 °C e
invernales de O°C. No existe un período completamente
libre de heladas. Las nevadas son frecuentes, aunque de
menor intensidad y persistencia en relación a las demás
áreas ecológicas de Tierra del Fuego
.
Superficie total: 418.000 ha
Número de establecimientos ganaderos: 13
Estepa magallánica
fueguina
Foto 2-27: Estepa magallánica fueguina y valle Río Chico ( E.Livragi)
Suelos
Los suelos son en general Molisoles con un hori-
zonte A de textura franco-arenosa, con 5 a 10% de mate-
ria orgánica. Collantes y col. (1989) estudiaron estos
suelos y establecieron que los sustratos cuaternarios
como las planicies fluvioglaciales, morenas y terrazas
marinas dan lugar a suelos oligotróficos ácidos (pH 4 a
6) con baja saturación de bases como Ca++ y altos con-
tenidos de aluminio. Los paisajes terciarios dan lugar a
suelos eutróficos con pH >6, elevadas concentraciones
de bases y bajos niveles de aluminio. En una posición
intermedia están los suelos mesotróficos desarrollados
sobre morenas. Los horizontes C son areno- gravillosos
o bien capas arcillo-areno-gravillosas compactas.
74
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Vegetación
El coirón fueguino (Festuca gracillima) es dominan-
te, con una cobertura de hasta 70%, acompañado por las
gramíneas del complejo Poa rigidifolia, Deschampsia
flexuosa, Ritidosperma virescens y graminoides del gé-
nero Carex, con una cobertura vegetal total superior al
90%. En áreas muy impactadas por la hacienda los coiro-
Figura 2-21: Ubicación espacial del área ecológica Estepa
magallánica fueguina.
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades, rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
nes son reemplazados en forma total o en parches por
praderas de pastos cortos dominados por Poa pratensis,
una gramínea introducida que se beneficia con la
compactación y la elevada fertilidad inducida por los
animales (Posse y col. 2000).
Las laderas de exposición sur y los suelos de menor
compactación suelen estar dominados por matorrales de
mata negra fueguina (Chilliotrichum diffusum) acompa-
ñada de calafate (Berberis buxifolia) y parrilla (Ribes
magellanicum), con un estrato bajo de coirón fueguino
y el arbusto enano Azorella trifurcata. Existen también
murtillares en suelos ácidos, dominados por Empetrum
rubrum asociada con Baccaris nivalis, Nassauvia
fuegiana, Azorella fuegianum, Nassauvia abreviata y
Perezia recurvata. Las vegas o mallines están domina-
das por graminoides (Juncus y Carex sp) y gramíneas
como Poa pratensis. Los bajos están dominados por
cola de zorro (Hordeum publiflorum). El uso contínuo
de los cuadros suele derivar en la sobreutilización de las
vegas, que se compactan y se cubren de plantas rastre-
ras poco palatables como la Caltha saggitata.
Denominación
Soriano (1956) denominó a este ambiente como Dis-
trito fueguino. Como ya se discutió en el caso de la Este-
pa magallánica húmeda, a partir del trabajo de Anchorena
(1978) se ha adoptado el nombre de Estepa magallánica
para este ambiente y así figura en el mapa de regiones
ecológicas de Bran 1992. En el mapa de Borrelli y col.
(1987) se denominó Estepa magallánica variante oeste.
Este ambiente ha sido extensamente estudiado desde el
punto de vista florístico y edáfico en los trabajos de
Collantes y col. (1989). Particularmente interesante des-
de el punto de vista de la producción es un trabajo re-
ciente de Cingolani y col. (1998), en donde se analizan
datos de 30 años de producción animal por potrero y se
los relaciona con los diferentes paisajes de la Estepa
magallánica fueguina. Las secuencias de deterioro bajo
pastoreo hacia murtillares y pastos cortos han sido
descriptas por Baetti y col. (1993). Los sistemas de par-
ches de pastos cortos que se generan en las estepas
bajo uso intenso han sido descriptos por Posse y col.
(2000) .
Cartografía
La cartografía del presente trabajo ha sido redibujada
a partir del mapa de Catalano y Fernández (1987).
75
El ambiente en la Patagonia Austral
Foto 2-28: Ecotono fueguino (G.Oliva)
Descripción general
Es una unidad ecológica que representa una transi-
ción entre la Estepa magallánica y el Complejo andino.
A diferencia de lo que ocurre en la patagonia continen-
tal, donde el límite entre bosque y patizal es abrupto, en
la Isla de Tierra del Fuego se produce un ecosistema de
transición muy particular, en forma de bosques aislados
de ñire (Nothofagus antartica) que se alternan con áreas
de estepa húmeda de coirón fueguino (Festuca
gracillima) y extensos mallines o vegas de ciperáceas
que en zonas más deprimidas dan lugar a turberas.
Clima
Es subhúmedo oceánico, con precipitaciones de en-
Superficie total: 466.400 ha
Número de establecimientos ganaderos: 35
Ecotono fueguino
temperaturas medias anuales son de alrededor de 4 °C.
Las nevadas son frecuentes y persistentes a lo largo del
la producción ganadera.
Suelos
Los suelos desarrollados en paisajes colinados son
profundos (más de un metro), bien provistos de materia
orgánica (6-12%), no tienen alcalinidad ni salinidad y en
general están bien drenados. Las texturas son francas o
franco-arenosas con una matriz de gravas finas. Los sue-
los de planicies aluviales son similares, pero muestran
texturas franco-arcillo-arenosa. En los paisajes
aterrazados de los ríos Ewan y Fuego se encuentran sue-
76
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Figura 2-22: Ubicación espacial del área ecológica Ecotono fueguino.
Fuente:
Administración General de Vialidad Provincial: localidades,
rutas nacionales y provinciales.
Dirección de Estadística y Censos: cartografía censal 1991.
Oliva, Gabriel. Mapa de Areas Ecológicas.
Cartografía digital: Liliana González
los desarrollados sobre mantos de gravas fluviales con
escaso desarrollo, mal drenados pero con buena provi-
sión de materia orgánica (12%), con una profundidad de
unos 35 cm y textura franca. Los suelos de mallines son
profundos, de naturaleza turbosa, muy bien provistos de
materia orgánica (36%), ácidos y con baja saturación de
bases. En la mayoría de los casos, existen capas de turba
superficial. La textura en profundidad es franco arcillosa,
con drenaje muy malo y rasgos de hidromorfismo muy
definidos.
Vegetación
Los bosques están dominados por ñire (Nothofagus
antarctica), una especie que tiene plasticidad suficiente
para ocupar desde el límite árido del bosque hasta áreas
de vega inundada y turbales, ambientes que la lenga y el
guindo no pueden colonizar. Los árboles rara vez superan
los 6 m de altura y tienen troncos retorcidos y ramosos.
Muchas especies de porte arbustivo están asociadas a
este sistema, entre ellas el calafate (Berberis buxifolia), la
mata negra fueguina (Chiliotrichum diffusum) y la parrilla
(Ribes magellanicum). Estos bosques abiertos dán lugar
a un estrato herbáceo de gran importancia forrajera, domi-
nado por gramíneas como Poa pratensis, Phleum sp.,
Agropyron magellanicum, Hordeum sp., Trisetum sp, etc.
y hierbas como el cacho de cabra (Osmorriza chilensis) o
el Galium aparine . Existen áreas intervenidas en donde
se han introducido forrajeras como Festuca rubra, pasto
ovillo (Dactilys glomerata), pasto miel (Holcus lanatus)
y tréboles (Trifolium repens). En las áreas con napa freática
cercana a la superficie se desarrollan vegas que en apa-
riencia son similares a las de la estepa, pero que están
dominadas por ciperáceas del género Carex como
C.magellanica, C.microglochin y C.macloviana. En las
áreas inundadas se desarrollan turberas de Sphagnum,
un musgo que va avanzando desde los márgenes de las
pequeñas lagunas y se acumula en capas sucesivas de
materia orgánica sin descomponer, la turba. En los par-
ches abiertos de este mosaico y en campos altos se desa-
rrollan coironales húmedos de F.gracillima que suelen
presentar una proporción importante de murtilla y plantas
en cojín como Bolax gummifera.
Denominación
Moore (1983) menciona a esta región como Ecotone
Zone. Catalano y Fernández (1986) la denominan
Ecotono. Borrelli y col. (1997) la diferencian en tres
subzonas.
Cartografía
La cartografía se redibujó a partir del mapa de Catalano
y Fernández (1987). Existe un mapa posterior incluído en
Borrelli y col. (1997) que se realizó en base a un mapa de la
Subsecretaría de RRNN de T. Fuego, que divide al ecotono
en tres subregiones. A nuestro criterio, esta division sería
excesiva para la escala del presente trabajo.
77
El ambiente en la Patagonia Austral
Foto 2-29: Complejo andino fueguino, en primer plano una veranada ( E.Livraghi)
Superficie total: 1.2 M ha
Número de establecimientos ganaderos: 20
Complejo andino
fueguino
Atlántico. Los principales cuerpos de agua dulce de
Tierra del Fuego están en el área, con los lagos Yehuín,
Chepelmut, Escondido y Fagnano o Kami. Apenas un
17.8% del área (221.000 ha) está incluída en estableci-
mientos en producción. La actividad ganadera princi-
pal es la bovina, que se realiza en las veranadas y en la
costa del Canal de Beagle, del Atlántico y del Lago
Fagnano. La industria maderera es la principal activi-
dad económica del área, a partir de la explotación de la
lenga y en menor medida, del guindo
Descripción general
Coincide con el Complejo andino de Santa Cruz, aun-
que los cordones montañosos no sobrepasan los 1500
m y toman una dirección general es de NO - SE. Incluye
la región de serranías y valles glaciarios, integrados por
las sierras de Valdivieso, Sorondo, Lucio Lopez, Alvear,
Beauvoir, Nogueras; modeladas por la acción glaciaria
del pleistoceno. Los valles de origen glaciario -
glacifluvial se distribuyen en todo el paisaje serrano,
desembocando sobre el Canal de Beagle, el Pacífico y el
78
Capítulo 2
Capítulo 2
Ganadería ovina sustentable en la Patagonia Austral
Figura 2-23: Ubicación espacial del área ecológica Complejo andino fueguino.
Clima
Húmedo, con 540 mm de precipitación en Ushuaia.
La temperatura media anual es de 5.4 C, con medias del
mes mas frío de 0,9 C (julio) y del mes mas cálido (enero)
de 9,5 C. La influencia marítima en la zona del Canal de
Beagle y en las costas del Atlántico moderan la tempera-
tura.
Suelos
En las áreas donde el relieve y los sedimentos glaciales
premiten un drenaje razonable se forman podsoles y
suelos castaños forestales ácidos. Gran parte de la región
sin embargo, tiene substaratos de rocas ígneas que se
degradan lentamente y dan lugar a suelos someros,
pobres en nutrientes, ácidos y saturados de agua. Estos
suelos soportan vegetación de tundra o turbera. A
mayores alturas el congelamiento genera fracturas en
las rocas y acumulaciones de materiales gruesos, desde
arena hasta fragmentos de roca. En estos sitios los suelos
son litosoles de poco desarrollo, aunque en valles y
turberas incorporan algo de humus superficial, que los
convierte en regosoles inmaduros.
Vegetación
Compuesta por un mosaico de bosques de Nothofagus
pumilio (lenga), N.antartica (ñire) y N. betuloides (guin-
do) en laderas y valles con praderas y semidesiertos de altu-
ra y desiertos de roca cubiertos por hielos eternos. El límite
altitudinal del bosque desciende hasta los 600 mts a esta
latitud. El área incluye, a diferencia del Complejo Andio
de Santa Cruz, extensas áreas de turberas, lagunas y
zonas bajas que acumulan materia orgánica no descom-
puesta de musgos del género Sphagnum. Los bosques
siempreverdes de Nothofagus betuloides están mucho
mejor representados que en el continente.
Denominación
Esta unidad aparece con el nombre de Cordillera en
el mapa de Anchorena (1978). Catalano y Fernandez
(1986) y Bran (1992) mantienen la denominación. El nom-
bre de Complejo Andino fue introducido por Cuadra y
Oliva (1994) para el área cordillerana de Santa Cruz, y
como tal figura en el trabajo de Borrelli y col. (1997).
Hemos tomado ese nombre, unificando las denomina-
ciones del área andina a ambos lados del Estrecho.
Cartografía
El mapa del presente trabajo se redibujó a partir de la
cartografía de Catalano y Fernández (1987) sin apoyo de
imágenes satelitales.
79
El ambiente en la Patagonia Austral
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Capítulo 2
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... El agua es un recurso crítico, dado que la región no cuenta con cursos de agua o lagunas permanentes, sino que la fuente principal la conforman los manantiales y mallines, que son humedales formados en sectores donde aflora el nivel freático (Mazzoni y Vázquez 2004). En este trabajo, serán analizadas las dataciones del sector interior del macizo caracterizado por la presencia de mesetas y serranías (Oliva et al. 2001), donde se ubica nuestra región de estudio. El litoral marino forma parte del macizo y presenta diferencias en lo que respecta a sus características ecológicas y arqueológicas, por lo que no será incluido en este análisis. ...
... Se incluye en el dominio de la Patagonia extraandina, donde las precipitaciones anuales están por debajo de los 200 mm y la temperatura promedio es de 8-10 °C. Esto permite clasificarlo como un sector semiárido y templado-frío en el que se desarrolla una vegetación de estepa arbustiva/graminosa (Oliva et al. 2001;Mancini et al. 2012 ...
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Uno de los temas recurrentes en la arqueología de la Patagonia es el del marco cronológico de las ocupaciones humanas en base a dataciones absolutas y relativas de diferentes tipos de contextos. En este trabajo se presentan los resultados de la recopilación y análisis crítico de la información radiocarbónica disponible de sitios arqueológicos del Macizo del Deseado, provincia de Santa Cruz, Argentina, a partir de la calibración y posterior cálculo de la suma de probabilidades de las mismas. Mediante estos análisis, se reconocen continuidades y discontinuidades cronológicas y se discuten sus implicancias para el desarrollo de futuras investigaciones arqueológicas y paleoambientales en esta región.
... Las cuencas de los ríos Gallegos y Chico delimitan las porciones septentrional y meridional del CVPA, respectivamente. Entre ellas, un amplio espacio intermedio cuenta con la laguna Potrok Aike, fuente de agua permanente que provee la secuencia climática de referencia más importante para la región de Pali Aike y otros espacios próximos (Zolitschka et al. 2013 y referencias allí citadas); variadas lagunas de carácter estacional y menores dimensiones que Potrok Aike, completan el paisaje hídrico del interfluvio (Oliva et al. 2001;Panza y Sacomani 2015). ...
... Esta información fue luego incorporada a cada uno de los tramos de la matriz de circulación a partir de su solapamiento con un cierto tipo de sustrato geológico, para finalmente estimar un valor de costo de circulación en km/h por trayecto que comunicara un DA y su respectiva FA. Cabe señalar que otras clasificaciones, como los tipos de suelo (IGN 2021) y las comunidades vegetales (Oliva et al. 2001) presentan una baja diversidad dentro del área, por lo que se desestimó su influencia sobre las variaciones locales en los costos del traslado humano. ...
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La roca de grano fino oscura tipo Potrok Aike (RGFO PKA) fue la más utilizada por los cazadores-recolectores para confeccionar artefactos en el campo volcánico Pali Aike (CVPA), Patagonia meridional. A pesar de la importancia regional del recurso lítico, su distribución natural se restringe principalmente al interfluvio Gallegos-Chico, por lo que es un sector clave para comprender las estrategias de obtención y uso de la materia prima. En este trabajo se evalúa la existencia de variaciones en el aprovisionamiento directo de la RGFO PKA en una porción del interfluvio. Para ello elaboramos una propuesta metodológica que incluye análisis de redes y otros procedimientos estadísticos con el fin de jerarquizar las fuentes del área de estudio a partir de las variaciones en los tiempos de viaje y la probabilidad de éxito en la obtención de la roca. Los resultados alcanzados permiten establecer implicancias variables en las decisiones tecnológicas y los modos de uso del espacio para los distintos sectores del área de estudio. Esta propuesta tiene el potencial de ser replicada en escalas mayores y para otras materias primas líticas.
... El área de estudio se encuentra al sureste de Patagonia argentina (Figura 1), en la región ecológica de Estepa Magallánica Seca (EMS; Oliva, González y Rial, 2001), incluida en la provincia fitogeográfica Patagónica (Cabrera, 1976). La región ocupa 1.17 M ha de mesetas sedimentarias terciarias, terrazas glaciares cuaternarias y coladas basálticas. ...
... Las pasturas en Fg se utilizaron en el periodo mayo-octubre y las de Mv durante enero-mayo, con descanso el resto profundidad. El clima es marítimo con temperaturas medias anuales de 6 a 7 °C y las precipitaciones varían desde 170 mm anuales en el extremo más seco y 300 mm en el más húmedo (Oliva et al., 2001). ...
... (Figure 2): Strobel Plateau, Guitarra Plateau, Asador Plateau and Pampa del Asador (Cerro Pampa). Climate is cold-arid with an average temperature between 0° and 12° C and prevailing strong winds from the west (Oliva et al. 2001). Annual rainfall fluctuates between 200 and 400 mm and occurs mainly in winter. ...
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Stone structures called parapetos are a highlighted feature of the archaeological record in central-western Santa Cruz, Patagonia. More than 500 have been registered so far with varied sizes and shapes and clustered in different amounts. They are located in basaltic plateaus, over 700 masl. These hunter-gatherer structures are believed to be mainly related to hunting activities though some sites have revealed a more general function. Radiocarbon dates reveal that they are a typical Late Holocene technology. This work discusses the characteristics of lithic materials recovered in these particular sites with a specific spatial and temporal distribution in Patagonia. We evaluate the existence of variability in lithic artefacts related to stone structures recovered in different areas: Pampa del Asador (Cerro Pampa), Guitarra Plateau, Asador Plateau and the Strobel Plateau. Diverse types of hunting blind sites have been included: isolated structures and grouped ones located in different topographic and ecological contexts. Materials were recovered from inner and outer surfaces of structures as well as from stratigraphic contexts. The sample includes tools, debitage and cores; more than 10000 lithic artefacts are included. Results show that there are similarities in the characteristics of artefacts discarded in parapetos from different areas. However, variability in the type and characteristics of artefacts in each assemblage could account for a wider array of activities being carried out in parapetos from the northern sector of the region under study. Thus, strategies for occupying highlands during the Late Holocene differed. The evidence discussed summarises more than 20 years of on-going investigations in the region. It provides exceptional information based on systematic analysis of a significant sample of lithic artefacts in hunting blinds.
... Stable oxygen isotope values (δ 18 O) show variation that we interpret as corresponding primarily to seasonal changes in temperature and moisture in an environment with a highly seasonal pattern of temperature and precipitation (36). Alternative sources of variation, such as the consumption of isotopically enriched standing water, cannot be ruled out but are difficult to quantify. ...
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The introduction of domestic horses transformed Indigenous societies across the grasslands of Argentina, leading to the emergence of specialized horse cultures across the Southern Cone. However, the dynamics of this introduction are poorly chronicled by historic records. Here, we apply archaeozoological and biomolecular techniques to horse remains from the site of Chorrillo Grande 1 in southern Argentina. Osteological and taphonomic analyses suggest that horses were pastorally managed and used for food by Aónikenk/Tehuelche hunter-gatherers before the onset of permanent European settlement, as early as the mid-17th century. DNA-based sex identifications suggest consumption of both male and female horses, while ceramic residue also shows use of guanaco products. Sequential isotope analyses on horse dentition reveal an origin in southern Patagonia and movement of these animals between the Río Coig and Río Gallegos basins. These results reinforce emerging evidence for rapid Indigenous-mediated dispersal of horses in the Americas and demonstrate that horses catalyzed rapid economic and social transformations.
... También existen parches dispersos de calafate (Berberis microphylla). El área puede ser enmarcada en el área ecológica de la Meseta Central (Oliva et al., 2001). ...
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La meseta del Portezuelo está localizada en un sector estratégico para la movilidad de los grupos humanos en el centro-oeste de la provincia de Santa Cruz. La disponibilidad de recursos líticos, hídricos, menor carga nívea en invierno y proximidad a vías de circulación podrían haber incidido en su proceso de poblamiento. En este trabajo se presentan los resultados de los primeros relevamientos arqueológicos realizados en la meseta propiamente dicha y sus bordes este y oeste. Se establece una caracterización general del registro arqueológico considerando frecuencia y particularidades de sitios, materiales asociados y recursos líticos. Se evidencia un patrón similar de procesamiento de obsidiana negra entre los diferentes sectores. Asimismo, se observa variabilidad en posibles actividades realizadas y uso de otras materias primas líticas.
... The pasture and grassland are located on a low plain in a physiographic environment of 323 ha in the Meseta Landscape Unit terraced with proglacial boulders (17) . The climate of the area is cold and arid, with an average annual rainfall regime of less than 200 mm, with slight summer trends, and mean annual temperatures that range between 6 and 7 °C (18)(19) . The soil of both forage resources (Taxonomic Classification: Haplustol lithic, sandy loam fine (17) ) presents a loamy-sandy texture, with surface values of 0-15 cm and a depth of 15-30 cm. ...
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The aim of this work was to show the relationship of the productivity of a pasture and grassland, the living and dead material, and the foliar elongation of wheatgrass with the soil moisture and the thermal sum in Southern Patagonia (Argentina). During the years 2015/16 (Year 1) and 2016/17 (Year 2), in closures excluded from grazing, the plant height, the accumulated aerial biomass (AAB) and the daily growth rate (DGR) of a mixed pasture and grassland were determined monthly from October to February. The forage harvested from the pasture was characterized in live (LM) and dead material (DM), and the live AAB was calculated. In selected wheatgrass plants, the leaf elongation rate (LER) was determined. Soil moisture (SM) was measured and the thermal sum (TS) was calculated. The AAB was analyzed using a factorial arrangement in a completely randomized design. The results were subjected to ANVA with repeated measures analysis and the means were adjusted with the Tukey-Kramer test. DGR, LM, and LER were related to SM and TS by multiple regression analysis. In both Year 1 and Year 2 and same months the AAB of the pasture exceeded the forage accumulated by the grassland. The LM and the LER varied according to the changes in the SM, and the TS explained the variations of the parameters described, which should be considered when developing future management strategies in this type of pasture.
... Ambiente del área de estudio El COSC, Patagonia Argentina (Figura 1), se caracteriza por ser un ambiente frío con marcada estacionalidad y precipitaciones anuales menores a 200 mm (Oliva et al. 2001). Estas condiciones generan desafíos a la supervivencia debido a la baja diversidad de recursos vegetales y animales (Goñi 2010). ...
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Resumen Este estudio contribuye al entendimiento de la interrelación entre cambio ambiental, modificaciones en las estrategias de subsistencia y movilidad de grupos cazadores-recolectores, y la incorporación de nuevas tecnologías de captura y procesamiento de recursos durante el Holoceno tardío en el centro-oeste de Santa Cruz, Patagonia meridional, Argentina. Se presentan valores inéditos de δ ¹³ C sobre apatita y valores de δ ¹⁵ N y δ ¹³ C sobre colágeno de 42 individuos recuperados en estructuras de entierros con diferentes cronologías. Se utilizó el concepto de nicho isotópico para entender las continuidades y/o cambios de la dieta cazadora-recolectora. Se evaluó si hubo variaciones temporales y sexuales entre los nichos isotópicos de los individuos con patrones diferentes de organización social y económica en momentos previos y posteriores a los 900 años aP. Los resultados indican cambios en la dieta en los últimos 1.000 años, lo que se plasmó en valores más bajos en δ ¹³ C apa de los individuos enterrados en los chenques tardíos y, en particular, en las mujeres. De esta manera, la información paleodietaria apoya la hipótesis de modificaciones en el nicho isotópico a través del tiempo.
Article
In this paper we carried out a sequential extraction of lipids and collagen and obtained carbon and nitrogen stable isotope values of archaeological and modern bone samples of native ungulates from the Argentine Patagonia (Lama guanicoe, Pudu puda, Hippocamelus bisulcus) and Northwest (Lama sp., Vicugna vicugna). Collagen and lipids are biomolecules with exceptional survival rates in archaeological bone matrixes and provide complementary information about diet. We studied 28 ungulate specimens and obtained bulk δ13C values (δ13Clip, δ13Ccoll) and δ15N values to evaluate protein diet, whole diet, and offsets between values from lipids and collagen (Δ13Clip-coll). Results showed greater variability in the offsets of the different ungulate species than previously reported for terrestrial herbivores. This variability could be attributed to differences in body mass, particular niche adaptations, seasonal metabolic stress, diet change, and/ or human-ungulate interactions in each case. This study sheds light on the potential of paired lipid-collagen stable isotope values for interpreting paleodiet dynamics and unraveling individual life histories.
Thesis
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Las enfermedades infecciosas fueron señaladas como la causa principal de muerte en las sociedades pasadas. Sin embargo, hasta el momento son escasos los conocimientos acerca del modo en que afectaron a las poblaciones humanas del sur de Sudamérica. Por este motivo, el objetivo de la presente tesis es explorar cuál fue el impacto y variabilidad de las enfermedades infecciosas en poblaciones cazadoras-recolectoras de Patagonia Austral durante el Holoceno Tardío, a partir de evidencias paleo patológicas en restos humanos y las posibles vinculaciones a sus contextos económicos y culturales. Se realizaron análisis macroscópicos en 64 individuos adultos y sub adultos procedentes de las tres subregiones que componen Patagonia Austral: Santa Cruz/Magallanes, norte de Tierra del Fuego y sur de Tierra del fuego. A partir de marcos teóricos-metodológicos actuales, se evaluaron los diferentes aspectos asociados a procesos infecciosos y proliferativos en el esqueleto (reacciones periósticas proliferativas y exostosis auditiva externa) y en la cavidad bucal (lesiones periapicales y periodontitis). Además, los resultados de la cavidad bucal fueron comparados con aquellos obtenidos para la región de Cuyo. Como resultado de esta investigación, se registraron lesiones diagnósticas y altamente compatibles con infecciones óseas en el esqueleto post craneal de ocho individuos, delos cuales cuatro de ellos presentaron lesiones compatibles con osteomielitis y dos con tuberculosis (un sub adulto y un adulto).Además, se observaron individuos afectados por infecciones auditivas (69%), y por procesos infecciosos de la cavidad bucal (43%: lesiones periapicales; 36%: periodontitis). Los análisis sobre enfermedades infecciosas realizados en la presente tesis permitieron obtener información complementaria a otros hallazgos previos y discutir aproximaciones tomadas en décadas pasadas con metodologías que en la actualidad han sido reemplazadas. Finalmente, dependiendo de las patologías tratadas los resultados presentados sugieren que las evidencias de procesos infecciosos en el esqueleto y la cavidad bucal afectaron a un alto porcentaje de individuos de la muestra analizada de cazadores-recolectores en la región de Patagonia Austral.