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XIII Jornadas Argentinas de Estudios de Población
Salta, 16-18 de septiembre de 2015
LAS CONDUCTAS SEXUALES Y REPRODUCTIVAS DE LOS ADOLESCENTES: LA
INICIACION SEXUAL. RESULTADOS DE LA ENSSyR 2013
Georgina Binstock y Edith Alejandra Pantelides1
CONICET-CENEP
Resumen
El presente trabajo analiza la información recientemente publicada de la Encuesta
Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, realizada en el año 2013 por el INDEC. Esta
encuesta es la primera específica en materia de salud sexual y reproductiva a nivel
nacional, si bien la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del 2005 puede considerarse un
primer antecedente ya que contiene una serie de secciones destinadas a recolectar
información sobre historia reproductiva, la prevención de enfermedades, y el conocimiento
y el uso de métodos anticonceptivos. El paper se focaliza en la iniciación sexual. Más
específicamente se examina la edad a la que las mujeres y los varones tienen su debut
sexual, la relación y edad de la persona con la persona con que se inician, la deseabilidad
del evento, y el uso de anticoncepción. El análisis se hace diferenciando la experiencia de
mujeres y varones de distintas generaciones, lo que permite evaluar cambios
generacionales.
Introducción
El presente trabajo analiza la información recientemente publicada de la Encuesta
Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, realizada en el año 2013 por el INDEC. Esta
encuesta es la primera específica en materia de salud sexual y reproductiva a nivel
nacional, si bien la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del 2005 puede considerarse un
primer antecedente ya que contiene una serie de secciones destinadas a recolectar
información sobre historia reproductiva, la prevención de enfermedades, y el conocimiento
y el uso de métodos anticonceptivos.
1 Centro de Estudios de Población y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
gbinstock@cenep.org.ar y eap@cenep.org.ar
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Una de las ventajas de la ENSSyR 2013 es que incluye a los varones, a quienes se
administra un cuestionario muy similar al de las mujeres, por lo que permite obtener por
primera vez información de carácter representativo nacional urbano sobre muchas
dimensiones vinculadas a la salud sexual y reproductiva.
Este paper se focaliza en la iniciación sexual. Más específicamente se examina la
edad a la que las mujeres y los varones tienen su debut sexual, la relación y edad de la
persona con la persona con que se inician, la deseabilidad del evento, y el uso de
anticoncepción. El análisis se hace diferenciando la experiencia de mujeres y varones de
distintas generaciones, lo que permite evaluar cambios generacionales.
El estudio de la iniciación sexual no es nuevo en la Argentina y diversos estudios se
han focalizado en ella, principalmente a partir de inicios de la década de 1990 (Pantelides y
Cerrutti, 1992; Pantelides, Geldstein e Infesta Dominguez, 1995; Schuffer y Necchi, 1997;
Kornblit y Mendes Diz, 1994; entre otros). Estos estudios, al igual que los posteriores (e.g.
Kornblit, Mendes Diz y Adaszko, 2007; Gogna, Fernández y Zamberlin, 2005; Binstock y
Gogna 2015) han estudiado la la iniciación sexual de distintos grupos de adolescentes o
jóvenes, en situaciones geográficas, de clase o educativas variadas. Pero, hasta la fecha se
carecía de información a nivel nacional tanto para varones como para mujeres.
Uno de los intereses principales para el estudio de la iniciación sexual es que denota
el comienzo de la vida reproductiva y, en el caso de las mujeres, de la ocurrencia de un
embarazo no planificado. El embarazo y maternidad temprana, más allá de su deseabilidad
o no, tiene consecuencias en las trayectorias educativas de las mujeres y, por ende,
condiciona las oportunidades en l futuro. La ocurrencia de un embarazo no planificado y
no deseado puede llevar a las mujeres a la realización de un aborto que, como se sabe es
ilegal en el país y, por ende, llevado a cabo en condiciones riesgosas, particularmente entre
mujeres de bajos recursos que no pueden costear un aborto seguro. Asimismo, la iniciación
y actividad sexual, cuando no va acompañada por el uso constante y sistemático de
preservativo los expone a enfermedades de transmisión sexual.
Características de la ENSSyR2
El objetivo general de esta encuesta consistió en generar información acerca de la
salud sexual y reproductiva de los varones y mujeres en todo el territorio nacional. El
universo de personas a entrevistar estuvo conformado por mujeres de 14 a 49 años y
varones de 14 a 59 años residentes en hogares particulares en centros urbanos de 2 mil y
más habitantes. Se desarrolló en los meses de mayo y junio de 2013. La muestra es
2 La información está basada en el documento Indec (2013).
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representativa a nivel de seis regiones estadísticas Pampeana, Patagónica, Cuyo, Noreste,
Noroeste y el Gran Buenos Aires.
La encuesta consistió en un cuestionario de vivienda y hogar, destinado a registrar
datos sobre condiciones habitacionales, y características demográficas básicas de todas las
personas que conforman el hogar y datos laborales del jefe del hogar. Y de dos
cuestionarios individuales, uno para mujeres y otro para varones, destinados a registrar
datos sociolaborales así como información relevante para caracterizar la salud sexual de las
mujeres y los varones que integran el hogar entrevistado. En este sentido, el cuestionario
tanto de mujeres como de varones contiene información sobre conocimiento, edad de
iniciación sexual, actividad sexual al momento de la encuesta y uso de métodos
anticonceptivos.
Resultados
Edad a la iniciación sexual
Los gráficos 1 y 2 muestran para varones y mujeres respectivamente, la proporción
acumulada de personas sexualmente iniciados al inicio de cada edad. Cada gráfico,
además, incluye la experiencia de las generaciones anteriores, esto es quienes al momento
de la encuesta tenían entre 20 y 29 años, entre 30 y 39 años, y entre 40 y 49 años, lo que
permite, además comparar en qué medida han ocurrido cambios en la edad de iniciación
sexual.
La estimación fue realizada en base a tablas de vida de decremento simple. Para el
caso de los adolescentes entre 14 y 19 años que no habían tenido relaciones sexuales, éstos
fueron truncados a la edad en la que fueron encuestados. En el resto de los grupos de edad
ello no fue necesario dado que el interés estaba centrado en la iniciación sexual durante la
adolescencia.
Los resultados muestran en términos generales un patrón similar en la edad de
iniciación de sexual de los varones en las distintas generaciones. Así, por ejemplo,
alrededor del 20 por ciento se inicia sexualmente antes de los 15 años, y casi el 60 por
ciento antes de los 17. La mayoría (alrededor del 90 por ciento) se ha iniciado sexualmente
para cuando culmina la adolescencia (es decir al cumplir 20 años).
Cabe señalar que se observa una muy leve postergación de la edad de iniciación
sexual en la generación más joven en comparación a las anteriores, si bien es algo
prematuro anticipar si esta tendencia se mantendrá para cuando la generación complete el
tránsito de la adolescencia.
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Gráfico 1. Varones. Proporción acumulada de iniciados sexualmente según grupo de edad
al momento de la encuesta
Nota: Las proporciones están graficadas a edad exacta. Por ende la proporción a edad
exacta (20) se interpreta como a proporción acumulada de iniciadas sexualmente antes de
cumplir 20 años.
Fuente: elaboración propia en base a datos ENSSyR 2013.
En contraposición, en el caso de las mujereslos cambios son más profundos como se
ilustra en el Gráfico 2. Los resultados muestran que cada generación ha ido adelantando su
iniciación sexual comparada a las pautas de la generación que la antecede. Este
adelantamiento de la iniciación sexual entre las generaciones más jóvenes redunda en que
la absoluta mayoría de las mujeres hoy en día se inician sexualmente durante la
adolescencia, comparado con el 50 por ciento o menos en generaciones anteriores.
Cabe destacar que el cambio observado entre la generación más joven (es decir
quienes al momento de la encuesta tienen entre 14 y 19 años) es de una magnitud
importante, si se lo compara con el ritmo constante que se observa entre las generaciones
precedentes, entre las cuales, a diferencia de quienes son hoy adolescentes, sólo una
minoría (alrededor del 10%) responde que se inició sexualmente antes de los 17 años.
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Gráfico 2. Mujeres. Proporción acumulada de iniciadas sexualmente según grupo de edad
al momento de la encuesta
Nota: Las proporciones están graficadas a edad exacta. Por ende la proporción a edad
exacta (20) se interpreta como a proporción acumulada de iniciadas sexualmente antes de
cumplir 20 años.
Fuente: elaboración propia en base a datos ENSSyR 2013.
Los únicos datos disponibles con los que se puede comparar esta información son
los provenientes de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS)realizada en el año
2005 por el Ministerio de Salud. En tal ocasión, se indagó únicamente a las mujeres sobre
si se habían iniciado sexualmente, y no se proseguía sobre la edad de iniciación entre
aquellas que respondían afirmativamente. Pero esto permite, al menos, poder comparar la
proporción de adolescentes (a cada edad simple) que indicó en cada relevamiento que ya se
había iniciado sexualmente. Dichos resultados se presentan en el cuadro 1. Las mujeres
que eran adolescentes durante el relevamientos de 2005 son quienes tendrían entre 24 y 28
años aproximadamente durante el relevamiento del año 2013.
Los datos del cuadro 1 que comparan el porcentaje de iniciadas en cada edad
muestran que si bien hay un adelantamiento de la iniciación sexual entre la generación más
joven, lamagnitud o intensidad del cambio sería menor que lo que sugiere los resultados de
la ENSSyR 2013. O, en otras palabras, de haber sido las mismas mujeres quienes fueron
encuestadas en ambos relevamientos, las mujeres jóvenes en el 2013 reportan una edad de
iniciación sexual más elevada que lo que reportaron cuando adolescentes (en el años 2005).
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Cuadro 1. Proporción de mujeres adolescentes sexualmente iniciadas por edad simple.
Edad ENNyS 2005 ENSSyR 2013 Dif %
14-15 años
9.0
11.5
27.9
16 años 25.1 37.8 50.7
17 años
41.9
60.4
44.3
18 años
63.4
61.6
-2.7
19 años
67.9
81.3
19.8
Fuente: elaboración propia en base a datos ENNyS 1995 y ENSSyR 2013.
Por otra parte, los cambios en los comportamientos vinculados a la edad de
iniciación sexual que han experimentado particularmente las mujeres, resulta en una mayor
convergencia en los patrones de varones y mujeres. En la generación más joven, es decir
entre los adolescentes al momento del relevamiento del 2013, si bien los varones muestran
una iniciación algo más precoz que la de las mujeres, las diferencias se han atenuado de
manera significativa comparadas con las generaciones previas.
Diferenciales en la transición a la iniciación sexual
Con el objeto de examinar la influencia de rasgos sociales y demográficos en el riesgo
relativo de iniciarse sexualmente, se estimó un modelo de Cox de riesgos proporcionales.
Este modelo no asume una distribución a priori de la función de riesgo, en este caso de la
iniciación sexual. La muestra contempló a los adolescentes entre 14 y 19 años,
registrándose la edad de iniciación sexual y, aquellos que al momento de la encuesta no lo
habían hecho, fueron truncados a la edad en la que fueron encuestados. Se incluyeron como
variables independientes la región de residencia, dos indicadores vinculados al entorno
social y económico: el tipo de baño del que disponen en el hogar y el nivel de ingresos del
hogar, un indicador bivariado sobre la asistencia escolar, y afiliación religiosa. Se estimó el
mismo modelo separadamente para varones y para mujeres y los resultados se presentan en
el Cuadro 2.
En el caso de los varones, son los de la región cuyana quienes tienen una iniciación
sexual más tardía. En las restantes regiones si bien se observan algunas diferencias (como
por ejemplo que los residentes del Gran Buenos Aires tienen una iniciación más temprana),
las diferencias no son estadísticamente significativas.
7
El nivel de ingresos del hogar, así como la educación del adolescenteinfluyen en la
iniciación sexual. Tanto varones como mujeres que hogares con ingresos medios, así como
quienes asisten al sistema educativo tienen una iniciación sexual más tardía que sus pares
de hogares de ingresos bajos así como quienes están fuera del sistema educativo. Esto es
consistente con la literatura que muestra que la educación es uno de los principales factores
asociados a la edad en que ocurre la iniciación sexual (e.g. Campo-Arias et al, 2004; Welti,
2005; Heilborn et al, 2002; Varela Petito y Fostik, 2011, Singh y Wulf, 1998; Mendes
Tavares et al, 2009).
Cuadro 2. Coeficientes modelo Cox en la transición a la iniciación sexual, por sexo
Exp(Beta) Signif. Exp(Beta) Signif.
Región
(Gran Buenos Aires)
Pampeana
,785 ,157 1,014 ,940
Noroeste
,704 ,038 1,060 ,744
Noreste
,685 ,033 ,884 ,518
Cuyo
,463 ,000 ,814 ,322
Patagónica
,774 ,153 ,938 ,731
Tipo de baño en el hogar
Letrina o baño sin arrastre
1,221 ,122 1,225 ,139
(Baño con arrastre de agua)
Ingresos del hogar
Sin enformación
1,264 ,080 1,225 ,160
Bajos
1,132 ,193 1,270 ,022
(Medios y altos)
Asistencia escolar
(No asiste)
Asiste
,738 ,001 ,515 ,000
Religion
Tiene religion
No tiene religion
1,253 ,017 1,279 ,027
´-2 Log.Likelihood
Chi cuadrado
Grados de libertad
P value
10
10
,000
,000
Variables
Varones
Mujeres
7672,505
6566,967
49,678
85,356
8
El análisis de la influencia de la educación y particularmente de la asistencia escolar
tiene la limitación de que la información de la encuesta no permite su examen de manera de
establecer correctamente el orden temporal. Un estudio reciente, no basado en una muestra
representativa, pero en el que se pudo establecer más adecuadamente el orden temporal
entre asistencia escolar y conductas reproductivas encontró que asistir a la escuela reduce
las chances del debut sexual en un 36 por ciento, neto del contexto de crianza y del nivel y
año de escolaridad al que asisten (Binstock y Gogna, 2015), lo que refuerza la importancia
de la permanencia en el sistema educativo en las conductas reproductivas durante la
adolescencia.
La adherencia a una religión también muestra un efecto positivo tanto entre varones
como entre mujeres en posponer la iniciación sexual. O, en otras palabras, quienes no la
profesan incrementan sus chances de iniciación en un 25 por ciento en el caso de los
varones y el 28 por ciento en el caso de las mujeres. Si bien con importantes matices y
grado de énfasis, la mayoría de las religiones restringen la actividad sexual a edad temprana
y particularmente la que tiene lugar fuera del marco de relaciones conyugales estables. Es
por ello que no sorprende que el sólo hecho de tener una afiliación religiosa se asocie a un
debut sexual más tardío (Cruzeiro et al, 2008)3.
Cabe señalar que la encuesta no dispone de indicadores sobre religiosidad (grado de
práctica religiosa), la que es posible que tenga una influencia adicional a la mera
identificación de pertenencia a una religión determinada, como lo muestra la literatura
(Longmore et al, 2011; Verona, 2010).
Relación con la pareja en la iniciación sexual
La iniciación sexual en un evento completamente disociado del matrimonio y de la
conyugalidad tanto entre varones como entre mujeres, y esto ha sido así en todos los grupos
de edad que abarca la encuesta, evidenciando que la iniciación sexual prematrimonial y las
relaciones sexuales desvinculadas a la reproducción ya han estado vigentes por varias
generaciones.
Sólo una minoría de varones y de mujeres, los que al momento de la encuesta tenían
entre 40 y 49 años (es decir nacidos aproximadamente entre 1964 y 1973), así como las de
las generaciones subsiguientes indicó haberse iniciado al momento del matrimonio.
3En el caso de la encuesta, si bien no se muestra en cuadros, la mayoría de quienes reportan
profesar una religión son mayoritariamente católicos.
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La mayoría de las mujeres (entre el 85 y 90 por ciento), indicó que quiso tener su
debut sexual en el momento en que ocurrió, y no se observan diferencias marcadas entre las
generaciones. Entre un 2 y 4 por ciento declaró que su iniciación sexual fue forzada, y
entre un 8 y 11 por ciento adicional que hubiera preferido tenerla más tarde que en el
momento en que ocurrió.
En cuanto al tipo de relación con la pareja, la mayoría de las mujeres indicaron que
su debut sexual fue con el novio (84%) y las restantes mencionan que fue con un amigo,
vecino o conocido (Gráfico 3). Sólo una minoría indicó que el debut sexual ocurrió con una
mujer (entre el 1 y 3 por ciento).
Las circunstancias del debut sexual de los varones difieren al de las mujeres. La
iniciación sexual en el marco de un noviazgo es también la situación más frecuente entre
los varones si bien la magnitud es significativamente menos relevante que en el caso de las
mujeres, ya que entre el 46 y 55 por ciento indica que su debut sexual fue con la novia.
Entre un 4 y 7 por ciento de los varones indican que se iniciaron sexualmente con otro
varón, generalmente con un novio o un amigo o conocido. Por otra parte, también se
observan diferencias en el tipo de relación con la mujer con quien se inician sexualmente,
así como cambios generacionales, ya que cobra mayor relevancia el debut sexual con
amigas, vecinas o conocidas (entre 38 y 45 por ciento). .
Todos estos resultados son presentados en el Gráfico 4donde también se evidencian
cambios generacionales y culturales en relación a la frecuencia con que la iniciación sexual
ocurre con desconocidas o trabajadoras sexuales (de casi el 20% entre los que tienen entre
50 y 59 años a menos del 2% entre los de 15 a 19 años).
Gráfico 3. Mujeres iniciadas sexualmente con varones. Relación con la persona con la que
se inició sexualmente, por edad actual.
10
Gráfico 4. Varones iniciados con mujeres. Relación con la persona con la que se inició
sexualmente, por edad actual.
Un aspecto que llama la atención y al que resulta dificultoso dar aquí respuesta, es
el de las diferencias entre varones y mujeres en cuanto a la proporción que indica iniciarse
con una novia (o novio) en contraposición con una amiga o conocida (o amigo, vecino o
conocido en el caso de las mujeres). Más específicamente, poder distinguir sivarones y
mujeres difieren en el tipo de relación que tienen con su primera pareja sexual, o si las
diferencias radican en cómo unos y otras definen y conciben una misma relación. En otras
palabras, si las mujeres suelen identificar a su pareja sexual como novio mientras éste
define a su pareja como “amiga o conocida”. Esto sin duda requeriría un estudio con datos
más específicos que supera los límites de este trabajo.4
4En una investigación realizada a principios de la década de 1990 entre adolescentes del
AMBA se observa esta diferencia en la iniciación sexual con el novio/a entre varones y
mujeres (Pantelides, Geldstein e Infesta Dominguez, 195). En el estudio de Binstock y
Gogna focalizado en mujeres de cuatro provincias (2015) se observa una misma proporción
de adolescentes (80%) que indicaron haberse iniciado sexualmente con un novio.
Adicionalmente a este grupo de adolescentes se les preguntó sobre el lapso del noviazgo
hasta la iniciación sexual, revelando que las relaciones no son duraderas (16% un mes o
menos, y 21% entre 2 y 3 meses), lo cual podría ser que su compañero definiera la relación
de manera diferente.
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Deseabilidad del debut sexual
Los primeros estudios llevados a cabo sobre las conductas reproductivas en la
adolescencia y particularmente la iniciación sexual mostraban que esta ocurria
principalmente a instancias de la decisión del varón (70%), mientras que para una minoría
era una decisión conjunta de la pareja (22%) (Pantelides y Cerrutti, 1992). Estudios
recientes sugieren un cambio profundo en dicho patrón ya que la mayoría de las
adolescentes indica que su debut sexual fue una decisión tomada en conjunto con la pareja
(85%) mientras que para alrededor del 13% la pareja “la convenció”.
La encuesta ENSSyR 2013 no indaga sobre quién tomó la iniciativa en la iniciación
sexual sino sobre su deseabilidad en el momento que ocurrió. Más específicamente la
pregunta era: “Cuando tuvo su primera relación sexual usted …. quería tenerla en ese
momento; quería tenerla más adelante; no quería tenerla/fue forzada?”.
La absoluta mayoría de los respondentes declara que cuando tuvo su primera
relación sexual quería tenerla en ese momento. Dicha proporción es algo más alta entre los
varones que entre las mujeres, y como muestra el gráfico 5 las diferencias entre
generaciones no son muy pronunciadas.
Gráfico 5. Mujeres y varones que se iniciaron sexualmente durante la adolescencia.
Porcentaje que indicó que quería tener la relación en el momento que ocurrió, por sexo y
edad actual.
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Entre el 3 y 4 por ciento de las mujeres indicó que en su debut sexual fue obligada o
forzada.
En el caso de las adolescentes se examinó la deseabilidad de la iniciación en
relación al tipo de pareja, encontrándose que quienes se iniciaron con el novio declararon
con mayor frecuencia que querían tener su primera relación sexual en el momento que
ocurrió (90%) en comparación a quienes se iniciaron con un amigo/conocido o vecino
(78%) (no se muestra en cuadros)
Edad de la pareja en la iniciación sexual
El cuadro 3 presenta la diferencia de edad con la primer pareja sexual para aquellas
mujeres y varones que declararon haberse iniciado sexualmente con el novio o la novia, así
como quienes declararon haberlo hecho con un amigo/a o conocido/a, que son las dos
categorías principales en cuanto a la relación con la pareja. Por lo tanto, se excluye a
quienes se iniciaron con un desconocido o desconocida, con alguien del mismo sexo, y a
aquellas mujeres que declararon que su debut sexual fue forzado. Los resultados se
presentan de acuerdo a la edad de los entrevistados al momento de la encuesta, lo que
permite identificar si han ocurrido cambios generacionales.
Como se viera previamente, la absoluta mayoría de las mujeres declara iniciarse
sexualmente con un novio. De ellas entre el 52 y 73 por ciento lo hicieron con un varón de
edad similar (entre 2 años menos y dos años más), mientras que entre el 85 y 89 por ciento
de los varones tuvieron parejas de esas edades cercanas.
Si bien en ambos sexos y todas las edades una pareja sexual (definida como
“novio/a”) que los supere en 10 o más años es infrecuente, esto es más notable entre los
varones, entre quienes se observan frecuencias cercanas o iguales a cero.
Entre las mujeres, cuando la pareja en la iniciación sexual fue un amigo o vecino la
diferencia de edad con el varón es, en promedio, mayor que cuando se trataba de un novio,
sobre todo entre las entrevistadas entre 14 y 19 años. Entre los varones la situación es
menos clara: los que tienen entre 14 y 19 años declararon haberse iniciado con una mujer
muy cercana a la propia mientras. A partir de dicha edad, particularmente entre quienes se
inician con amigas o conocidas, aumenta la proporción de quienes se inician con mujeres
que tienen al menos 3 años más que ellos.
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Cuadro 3. Mujeres y varones que declararon que se iniciaron sexualmente con un amigo(a)
o con el novia(o). Diferencia de edad con la primera pareja sexual, según tipo de relación
con la pareja y sexo del respondente.
Edad actual y Edad del varón
respecto a la edad de la mujer Amigo/vecino Novio Amiga/vecina Novia
14 a 19 años
Al menos 3 años menos 0.0 0.0 12.9 12.3
Entre 2 años menos y 2 más 40.0 73.5 82.3 85.9
3 a 5 años más 29.6 20.3 0.6 0.2
6 a 9 años más 24.4 4.2 0.6 0.0
10 o más años más 4.7 1.2 0.0 0.0
Sin información 1.3 0.8 3.7 1.7
20 a 29 años
Al menos 3 años menos 0.0 0.0 25.6 6.9
Entre 2 años menos y 2 más 46.9 58.1 66.9 89.2
3 a 5 años más 25.3 24.9 0.4 2.3
6 a 9 años más 10.1 10.3 0.0 0.0
10 o más años más 8.1 4.3 0.0 0.0
Sin información 9.6 2.4 7.1 1.7
30 a 39 años
Al menos 3 años menos 0.0 0.0 29.6 8.5
Entre 2 años menos y 2 más 51.0 56.8 60.8 82.4
3 a 5 años más 22.9 29.0 0.6 4.2
6 a 9 años más 11.8 8.2 0.0 0.5
10 o más años más 4.2 3.0 0.0 0.0
Sin información 10.1 3.1 8.9 4.4
40 a 49 años
Al menos 3 años menos 0.0 0.0 29.7 8.5
Entre 2 años menos y 2 más 29.6 52.4 61.2 84.6
3 a 5 años más 50.4 29.0 2.4 3.4
6 a 9 años más 6.8 13.3 0.0 0.4
10 o más años más 9.4 3.8 0.0 0.0
Sin información 3.9 1.5 6.7 3.2
Mujeres
Varo nes
Nota: se basa en aquellos que declararon iniciación sexual con pareja de sexo opuesto. La
categoría amiga(o)/vecina incluye también conocido(a). Porcentajes calculados en base a
los resultados expandidos.
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Uso de MAC en la iniciación sexual
Indudablemente, uno de los rasgos en los que ha habido importantes avances y
cambios en las conductas vinculadas a la salud sexual y reproductiva es el uso de métodos
anticonceptivos en la iniciación sexual, como lo reflejan las respuestas tanto de las mujeres
como de los varones. El uso de anticoncepción crece sostenidamente conforme a la edad, lo
cual indica cambios generacionales importantes. Asimismo, y como evidencia el gráfico 4,
tanto las proporciones como los incrementos en el uso de generación en generación son
similares entre varones y entre mujeres. Así, mientras la mitad de las mujeres y varones
entre 40 y 49 años se cuidaron en su iniciación sexual, la proporción entre las generaciones
más jóvenes asciende al 85-90 por ciento.
Como ya se dijera, no se dispone de relevamientos representativos y nacionales que
permitan comparar estos resultados adecuadamente. Sin embargo, este incremento en el uso
es consistente con los resultados de los distintos estudios (con distinto nivel de alcance
geográfico, o si están o no escolarizados, restringido a varones o a mujeres, o a
adolescentes puérperas, etc.) se han ido realizando durante las últimas dos décadas y media
confluyen en un incremento en el uso de anticoncepción.
Gráfico6. Mujeres y varones sexualmente iniciados. Porcentaje que usó algún método
anticonceptivo en la iniciación sexual por sexo y edad al momento de la entrevista
Nota: se excluye a las mujeres que indicaron que su iniciación sexual fue forzada
15
La ENNyS no indagó el tipo de método anticonceptivo usado en la iniciación sexual
de manera abierta para que espontáneamente se indicara el o los métodos utilizados, sino
que se preguntó específicamente por el uso de seis diferentes métodos. Consecuentemente,
los encuestados podían contestar positivamente por el uso de más de un método. Los
métodos indagados fueron, en orden de mención: 1) preservativo; 2) diafragma; 3) pastillas,
inyectable o implante; 4) DIU; 5) Retiro; y 6) Otro método.
En ambos sexos, el preservativo es, por amplia diferencia, el método anticonceptivo
utilizado con mayor frecuencia en el debut sexual. Como evidencia el Gráfico 7, el 90 por
ciento de las mujeres y de los varones que usaron algún método, independientemente de su
edad actual así lo indica. La única excepción son las mujeres que al momento de la
encuesta tienen entre 40 y 49 años con una proporción algo menor (que igual supera el
70%).
Gráfico 7. Mujeres y varones que usaron métodos anticonceptivos en su iniciación sexual.
Porcentaje que usó preservativo por sexo y grupo de edad al momento de la encuesta.
Los otros métodos fueron mencionados con mucha menor frecuencia, y fueron muy
pocos quienes indicaron el uso de más de un método en el debut sexual.
El método que sigue en importancia son las pastillas. Si bien la pregunta incluía
simultáneamente pastillas, inyectables o implantes, es altamente probable que quienes
contestaron positivamente a esta categoría se refiera a las pastillas anticonceptivas dado que
se trata del debut sexual. Se trata de entre el 5 y 10 por ciento de los varones y de alrededor
16
del 11 por ciento de las mujeres que al momento de la encuesta tenían entre 14 y 39 año y
del 22 por ciento de quienes tenían entre 40 y 49 años.
El método de retiro fue mencionado por una ínfima minoría, con valores entre el
entre el 0.5 y 3.5 por ciento. Finalmente métodos tales como el DIU o el diafragma, fueron
raramente mencionados, lo cual es esperable dado que se trata del debut sexual.
Conclusiones
El presente trabajo analizó la información de la Encuesta Nacional de Salud Sexual
Reproductiva relevada por INDEC en el año 2013 en lo que refiere a la iniciación sexual.
La ENNyS 2013 constituye el primer relevamiento a nivel nacional de mujeres y varones
en que se indaga por la edad a la iniciación sexual. La encuesta, que se relevó entre mujeres
de 14 a 49 años y varones de 14 a 54 años permite el estudio de los cambios
generacionales en la edad y características del debut sexual.
Los principales resultados muestran que la iniciación sexual es un evento que, en
ambos sexos ocurre disociado de una unión conyugal y este patrón ha estado vigente en
todas las generaciones incluidas en el estudio. La mayoría tanto de mujeres como de
varones se inicia con una novia/o si bien entre los varones también es importante el número
de quienes se inician con amigas.
La mayoría de los varones se inicia en la adolescencia, y algo más de la mitad lo
hace antes de cumplir los 16 años. No se observan cambios generacionales en cuanto al
timing en el que esto sucede. En donde sí se observan cambios es en la relación con la
pareja con que ocurre. Entre las generaciones más grandes (quienes al momento de la
encuesta tienen entre 40 y 49 años y particularmente 50 y 59 años) hay una proporción no
despreciable que se inicia con una trabajadora sexual o desconocida, lo que va perdiendo
importancia y es prácticamente inexistente entre los más jóvenes, la mayoría de los cuales
se inicia con una novia o con una amiga.
En el caso de las mujeres, en cambio, los resultados sugieren un importante
adelantamiento de la iniciación sexual de la generación más joven en comparación a sus
antecesoras. Análisis complementarios y en base a los estudios previos en la temática, sin
embargo, apuntan a que la magnitud de esta aceleración ha sido menos importante que lo
que estos resultados sugieren. Esto sería porque las mujeres más grandes tienden a reportar
una edad algo más elevada a la real.
El patrón de iniciación sexual más temprana por parte de los varones en
comparación con las mujeres se ha ido matizando y hoy en día se observa una convergencia
en el timing del debut sexual.
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Los análisis multivariados muestran la importancia de la asistencia escolar, el
contexto económico de crianza y la pertenencia a una religión en la iniciación.
Consistentemente con estudios previos se muestran un incremento importante en el
uso de anticoncepción en la iniciación sexual. La mayoría de la generación más joven
indica que ha usado anticoncepción la que, al igual que en las demás generaciones, es
principalmente el preservativo.
El incremento en el uso de anticoncepción en la iniciación no parece condecirse con
la resistencia a la baja de la fecundidad adolescente, particularmente de embarazos no
planificados que siguen ocurriendo con mucha frecuencia. Sin duda pareciera que en el uso
de anticoncepción en la iniciación, así como en relaciones posteriores (que si bien no se
muestra en este trabajo es de un nivel muy alto entre los adolescentes de acuerdo a esta
misma encuesta) persiste una falta de un uso apropiado y sistemático en todas las relaciones
sexuales.
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