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Análisis de los factores de resiliencia reportados por madres e hijos adolescentes que han experimentado el desplazamiento forzado

Authors:

Abstract

El presente artículo analiza la relación existente entre los factores de resiliencia de 62 madres y los reportados por sus hijos adolescentes entre 12 y 18 años, población que se encuentra en condición de desplazamiento forzado y residen actualmente en la ciudad de Barranquilla. El abordaje metodológico comprendió un diseño no experimental, transeccional de tipo correlacional con dos muestras de estudio. El instrumento utilizado fue la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young, revisada en 1993, para medir cinco factores de resiliencia especificados en confianza en sí mismo, ecuanimidad, perseverancia, satisfacción personal y sentirse bien solo. Dentro de los principales hallazgos se resalta que tanto las madres como los hijos presentan altos niveles de resiliencia, sin embargo los resultados evidencian que no hay una asociación estadísticamente significativa entre los factores de resiliencia de la madre y los factores de resiliencia de los hijos; el factor que presentó mayor nivel de correlación fue el de perseverancia con un 95% con un índice (r: .314).
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REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOLOGÍA: CIENCIA Y TECNOLOGÍA 6(2), 93-105, DICIEMBRE 2013
Análisis de los fActores de resilienciA reportAdos por mAdres e hijos
Adolescentes que hAn experimentAdo el desplAzAmiento forzAdo1
AURA CARDOZO RUSINQUE*, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA**, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ***
CORPORACIÓN UNIVERSIDAD DE LA COSTA, CUC. BARRANQUILLA, COLOMBIA
Recibido: 16 de junio de 2013
Aprobado: 5 de noviembre de 2013
Para citar este artículo:
Cardozo, A., Cortés, O., Cueto, L., Meza, S., & Iglesias, A. (2013). Análisis de los factores de resiliencia reportados por
madres e hijos adolescentes que han experimentado el desplazamiento forzado. Revista Iberoamericana de Psicología:
Ciencia y Tecnología, 6 (2), 93-105.
Resumen
El presente artículo analiza la relación existente entre los factores de resiliencia de 62 madres y los reportados por
sus hijos adolescentes entre 12 y 18 años, población que se encuentra en condición de desplazamiento forzado y
residen actualmente en la ciudad de Barranquilla. El abordaje metodológico comprendió un diseño no experimental,
transeccional de tipo correlacional con dos muestras de estudio. El instrumento utilizado fue la Escala de Resiliencia de
Wagnild y Young, revisada en 1993, para medir cinco factores de resiliencia especificados en confianza en sí mismo,
ecuanimidad, perseverancia, satisfacción personal y sentirse bien solo. Dentro de los principales hallazgos se resalta
que tanto las madres como los hijos presentan altos niveles de resiliencia, sin embargo los resultados evidencian que
no hay una asociación estadísticamente significativa entre los factores de resiliencia de la madre y los factores de
resiliencia de los hijos; el factor que presentó mayor nivel de correlación fue el de perseverancia con un 95% con un
índice (r: .314).
Palabras Clave: Resiliencia, confianza en sí mismo, ecuanimidad, perseverancia, satisfacción personal, sentirse bien
solo, madres y adolescentes, desplazamiento forzado.
AnAlysis of resilience fActors reported by mothers And teens who
hAve experienced forcED DISPLACEMENT
Abstract
This article analyzes the relationship between resilience factors of 62 mothers and their children reported by adolescents
aged 12 to 18 years, people who are in condition of forced displacement located in the city of Barranquilla. The
methodological approach included a non-experimental , correlational type transeccional two study samples. The
instrument used was the Resilience Scale Wagnild and Young, reviewed in 1993, to measure five resilience factors
specified in confidence , equanimity, perseverance , personal satisfaction and feeling good alone. Among the main
findings is emphasized that both the mothers and the children with high levels of resilience, but the results show that
there is a statistically significant association between resilience factors of the mother and resilience factors for children,
the factor associated with higher level of correlation was that of perseverance with 95% with an index (r = .314).
Key words: Resilience, confidence, equanimity, perseverance, personal satisfaction, feeling good single, mothers and
adolescents, forced displacement.
1 Artículo de investigación derivado de tesis de grado para optar el título de Psicología en la Universidad de la Costa, CUC
* Magister en Ciencias Políticas. Doctoranda en Psicología. Docente de tiempo completo de la Facultad de Psicología de la
Corporación Universidad de la Costa, CUC. Email acardozo@cuc.edu.co.
** Doctorante en Psicología. Editor Revista Cultura Educación Sociedad – CES, Facultad de Psicología de la Corporación
Universidad de la Costa, CUC. Email ocortes3@cuc.edu.co
*** Psicólogas Egresadas de la Corporación Universidad de la Costa, CUC.
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
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Introducción
Colombia ha vivido durante los últimos 60 años
en conflicto armado que ha generado un impacto en
la población civil colombiana que se ha visto afecta-
da por este flagelo, por diversas formas de violencia
como amenazas, masacres, asesinatos selectivos, des-
plazamiento forzado, secuestros, tomas de poblacio-
nes enteras, narcotráfico, vacunas (Consultoría para
los Derechos Humanos y el Desplazamiento [COD-
HES], 2011), y otros fenómenos que impactan de ma-
nera significativa a la población tanto a nivel individual
como colectivo, generando una de las situaciones más
complejas y de mayor impacto que ha debido enfren-
tar el país en el transcurso de su historia: el fenóme-
no del desplazamiento forzado, lo que implica una
exposición a un evento traumático y genera efectos
psicosociales con consecuencias en la salud mental,
constituyéndose actualmente en un problema de sa-
lud pública (Cabrera, 2006). La consolidación de esta
problemática se concentra en población rural alejada
de los centros urbanos, afectando sin duda a la po-
blación colombiana de manera integral e irreparable
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
[PNUD], 2003). Esta situación se agrava cuando se
analiza que el desplazamiento forzado desarrolla un
cuestionamiento crítico sobre la cohesión social, de-
jando una serie de inquietudes asociadas al concepto
de seguridad democrática, a pesar de estar definido
como inconstitucional, ya que no permite el goce
efectivo de los derechos de las personas y comunida-
des afectadas (CODHES, 2011).
El conflicto es causado por diversos grupos al margen
de la ley, ya sea de movimientos guerrilleros de izquier-
da o por grupos paramilitares, que al estar inmersos en
el conflicto ideológico-político contra los gobiernos han
dejado inmersa la población en medio del mismo.
Siendo el desplazamiento uno de los problemas
humanitarios de mayor impacto por su magnitud y
complejidad, Colombia ha sido considerado como
uno de los países con más alto índice de desplaza-
dos en el mundo, al lado de Sudán y Sri Lanka, entre
otros (Amnistía Internacional. 2004). Complementa-
riamente, cabe anotar que a partir de las estadísticas
reportadas por el CODHES (2011) se reportó que el
nivel de desplazados ascendía aproximadamente a los
5.000.000 de personas, en el periodo comprendido
entre 1985 y 2010.
Se estima que en los últimos veinte años más de tres
millones de personas han sido desplazadas en Colombia
debido a problemas de orden público, por lo que se ha
constituido en una problemática reconocida en el ám-
bito nacional e internacional, frente a lo cual, el estado
colombiano generó la Ley 387 de 1997, definiendo el
término desplazado como:
Toda persona que se ha visto forzada a migrar den-
tro del territorio Nacional, abandonando su locali-
dad de residencia o actividades económicas habi-
tuales, porque su vida, su integridad física, su se-
guridad o libertad personales han sido vulneradas
o se encuentran directamente amenazadas, oca-
sionadas por: conflicto armado interno, disturbios,
violencia generalizada, violaciones de los derechos
humanos u otras circunstancias que alteren drásti-
camente el orden público. (Congreso de Colombia,
1997, art. 1.).
Las consecuencias de esta situación son devasta-
doras tanto para las personas, grupos familiares, co-
munidades y para la sociedad en general, dado que la
situación del desplazamiento genera múltiples afectos
en la población a nivel psicológico, económico, social,
desarraigo cultural, entre otros (Cabrera, 2006), a lo
que se suma el desarraigo de los lugares de origen;
las personas que han sido obligadas a abandonar sus
hogares repentina o inesperadamente, se ven someti-
dos también a la violación sistemática de los derechos
humanos, empobrecimiento extremo y falta de opor-
tunidades, constituyéndose en una población que ha
sido privada de espacio en su propio país (Amnistía
Internacional, 2004).
Dado que la investigación se contextualiza en la
ciudad de Barranquilla, es importante destacar lo que
afirma el Comité internacional de la Cruz Roja y el Pro-
grama Mundial de Alimentos (2007), que por la coyun-
tura que vive esta ciudad, se ha convertido en uno de
los principales receptores de población desplazada,
tanto así que en el año 2005 quedó en el número 14
en el ranking de los centros que reciben a población
desplazada en el país y la región Caribe. Ésta proble-
mática se extiende también a los corregimientos que
hacen parte de ésta ciudad y que han sido testigo de
cómo las personas víctimas de la violencia por grupos
al margen de la ley deben desprenderse de sus tierras
y así mismo de sus costumbres para huir en busca de
un refugio y poder recomenzar a construir su historia.
Éste es el caso del corregimiento de Juan Mina, don-
de existe un asentamiento de población desplazada
llamado Pinar del Río, en éste, para el año 2007 se
calculaba que había cerca de 500 familias de despla-
zados provenientes de diferentes partes del país y para
FACTORES DE RESILIENCIA ENTRE MADRES E HIJOS ADOLESCENTES
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el año 2000 en éste asentamiento habían más de 1000
personas desplazadas que llegaron procedentes de
otros departamentos, según estadísticas de la Funda-
ción Panamericana Para el Desarrollo (FUPAD).
Con el indagar acerca de la relación que se pre-
senta entre los factores de resiliencia presentes en las
madres como en sus hijos adolescentes, se busca te-
ner una visión más amplia acerca del fenómeno de
la resiliencia en el ámbito familiar, como una transmi-
sión entre madre e hijos de estos factores que como
se evidencia en las investigaciones demuestran la ca-
pacidad de las personas que han experimentado el
fenómeno del desplazamiento en su propia vida de
enfrentar positivamente los efectos de la violencia, te-
niendo en cuenta que deben reestructurar su vida a
partir de lo sucedido y el papel fundamental de la ma-
dre dentro del núcleo familiar y en el desarrollo de los
hijos, particularmente en un contexto adverso, donde
la madre asume nuevos roles en el sitio de acogida y
responsabilidades entre los que esta generar bienestar
de quienes conforman su familia. Estos referentes son
consistentes con las aproximaciones de Wolin y Wolin
(1993) en sus estudios sobre el análisis de los factores
de resiliencia en niños y niñas.
Lo anteriormente expuesto requirió operacionalizar
proposiciones que permitieron alcanzar los objetivos
que consistieron en describir los factores resilientes ta-
les como: confianza en sí mismo, ecuanimidad, perse-
verancia, satisfacción personal y sentirse bien solo, tan-
to de la madre como de los hijos adolescentes que fue-
ron víctimas del desplazamiento forzado. En este orden
de ideas, se desarrolló un análisis relacional entre los
factores resilientes de las madres y los reportados por
sus hijos adolescentes para establecer si existía algún
grado de correlación, con lo que se buscó dar respuesta
a la siguiente pregunta problema: ¿Existe correlación de
los factores de resiliencia presentados en la madre con
los de los hijos adolescentes que se encuentran en con-
dición de desplazamiento vinculados a una Institución
Educativa Distrital en el asentamiento Pinar del Río en
la Ciudad de Barranquilla?
Para dar respuesta a este interrogante se empe-
zó por indagar sobre los efectos del desplazamiento,
particularmente en las mujeres, dado que han sido
víctimas de este flagelo y han tenido que enfrentar y
superar situaciones estresantes en sus vidas, que se
suman a este fenómeno, como la discriminación, el
abuso o la violencia sexual y en general el maltrato y
la violación de sus derechos. Se ha demostrado que
la mujer tiende a contar con habilidades personales y
fortalezas internas que le permiten una elaboración y
capacidad de enfrentamiento de los hechos percibi-
dos en la realidad (Bedoya, 2007; Jaramillo, Ospina,
Cabarcas & Humphreys, 2005). Especialmente dado
que su condición de mujer y madre en el contexto
cultural propio de la región, le otorga ciertas carac-
terísticas y atributos que la hacen responsable de la
funcionalidad del hogar.
Frente a estos flagelos del dolor y el sufrimiento hu-
manos, aparece un concepto desde las ciencias huma-
nas que se ha venido estructurando desde las últimas
décadas, denominado como la Resiliencia, que surge
en el marco de la Psicología Positiva, que a partir del
desarrollo de investigaciones ha ayudado a darle una
nueva representación al concepto del ser humano y
su capacidad para asumir las adversidades o hechos
traumáticos. Entre sus principales exponentes se en-
cuentra Norman Garmezy quien en los años 1960 y
1970 investiga el riesgo de psicopatología de un grupo
de niños que tenía patrones de adaptación sorpren-
dentemente.
En los años noventa del siglo XX, comienza un nue-
vo auge de la temática de resiliencia y autores como
Garmezy, Masten y Tellegen (citado por Masten y
Powell, 2003) y Haggerty, Sherrod, Garmezy & Rut-
ter (1993), dan aportes significativos a la temática y
se preocupan por indagar otros aspectos importantes,
por ejemplo, la identificación de cualidades de los ni-
ños resilientes, tales como la autonomía y la confianza
en sí mismos; también llegaron a concluir que la adap-
tación, vista como la habilidad de sobreponerse de
sucesos adversos está más relacionada con factores
externos al niño. Los aportes en la definición y preci-
sión del concepto igualmente la han ofrecido autores
como Rutter, 1993; Park, 1998; Gillham y Seligman,
1999; Davidson, 2002, citados por Lamas-Rojas (2004)
entre otros y se ha definido como la capacidad de los
seres humanos para enfrentar la adversidad, lo cual ha
sido una preocupación para las disciplinas científicas,
especialmente la psicología, que la abordan para pro-
mover el desarrollo humano y social, lo que ha dado
lugar a una nueva perspectiva centrada en la salud, los
recursos y la prevención (Cruz, 2009).
El seno del concepto es la Psicología Positiva, en-
tendida como una perspectiva fortalecedora y optimista
del ser humano que está enfocada en una visión de de-
sarrollo, en la que el sujeto es asumido desde sus capa-
cidades que le posibilitan enfrentar situaciones fuertes
o bien adaptarse y sobreponerse a ellas después de
haberlas experimentado. En cuanto a la salud mental,
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
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desde la psicología se toma este concepto para referir-
se a “la capacidad de los sujetos e incluso de los grupos
sociales de resignificar situaciones adversas a partir de
la creación de posibilidades de salida de las mismas, a
estados, incluso, de mayor bienestar que los previos al
trauma o condición desfavorable” (Ramognini, 2008 ci-
tado por Cruz, 2009 p. 4). A lo que agrega el autor que
la resiliencia es referida a la esperanza ante el dolor y
el sufrimiento, confiando en un mejor futuro. Esta visión
es un hilo conductor para entender que el ser humano
más allá de los efectos negativos que le puedan ser ge-
nerados por un determinado acontecimiento de la vida,
es una persona capaz de sacar provecho de la adversi-
dad, y dar un paso al cambio y a una mejor calidad de
vida. La Resiliencia permite caracterizar a las personas
que a pesar de vivir en condiciones de alto riesgo, se
desarrollan psicológicamente sanos y exitosos (Rutter,
1993). A esto se puede agregar que es la capacidad
humana de sortear las situaciones adversas exitosa y
productivamente.
Desde la perspectiva de Seligman, Rashid y Parks
(2006), la Psicología Positiva considera que incluso las
personas que tienen la mayor carga psicopatológica,
se preocupan por muchas cosas más, además de ali-
viar su sufrimiento. Las personas con problemas bus-
can mayor satisfacción y alegría, pretenden tener vidas
llenas de significado y propósito. La resiliencia es:
Un producto de un proceso dinámico entre factores
protectores y de riesgo que puede ser construido,
desarrollado y promovido desde la familia, la escue-
la y la comunidad, factores de resiliencia como la
aceptación incondicional, la autoestima, la creativi-
dad, los recursos personales, habilidades y destre-
zas, el humor y la capacidad de otorgarle un sentido
al sufrimiento. (Fiorentino, 2008, p.95).
Rutter (1991) sostiene que la resiliencia se caracte-
riza por ser un conjunto de procesos sociales e intrap-
síquicos que permiten tener una vida definida como
«sana» en un medio que no es sano, posibilitando
la adaptación a pesar de haber vivido en un medio
perturbado. Planea que estos procesos se cumplen a
través del tiempo, generando afortunadas combina-
ciones entre las potencialidades de las personas y el
ambiente donde se desarrolla, como el familiar, social
y cultural. Concluye este autor que la resiliencia no es
un atributo que se trae de nacimiento o se adquiere
en su desarrollo, es más bien un proceso que articula
desde el complejo sistema social, en un momento de-
terminado del tiempo (Citado por Fiorentino, 2008).
La adversidad no deriva irrevocablemente de indi-
viduos afectados, se ha mostrado que la conformación
de éstos, depende, no simplemente de factores condi-
cionantes como recursos económicos, el nivel educati-
vo de los padres, la estimulación materna o la disponi-
bilidad de material lúdico, sino, fundamentalmente, de
los mecanismos y las dinámicas que ordenan el modo
como ellos se relacionan (Rutter, 1993).
Uno de los pioneros más sobresalientes en el es-
tudio de la resiliencia es Werner quien a partir de un
estudio epidemiológico social que tuvo lugar en la isla
de Kauai (Hawái), observó cómo niños que se encon-
traban sometidos a condiciones de vida de pobreza,
situaciones de estrés, disolución del vínculo parental,
alcoholismo, abuso, entre otras, lograban sobreponer-
se a las adversidades y constituirse como personas la
posibilidad de un futuro. Como conclusión de esta in-
vestigación se relaciona la resiliencia con la “capaci-
dad de afrontar”, es decir, la posibilidad de enfrentar
efectivamente eventos estresantes, severos y acumu-
lativos, e introduce el concepto de factores de riesgo,
refiriéndose a estos como todo aquello que influye en
el modo de vida de una persona de manera negati-
va o destructiva, por ejemplo, la pobreza, el estrés, la
exposición a peligros, entre otros factores (Werner &
Smith 1992).
Uno de los grandes aportes de Rutter (1993) al con-
cepto de resiliencia es el relativo a factores de riesgo y
de protección; define los factores de riesgo o vulnera-
bilidad como variables que aumentan la probabilidad
de un resultado disfuncional o patológico en un indi-
viduo o grupo; los factores de protección apuntan a
la función de servir de “escudo”, que ciertas variables
cumplen sobre el funcionamiento familiar para man-
tener saludables y competentes a los individuos bajo
condiciones de estrés. Estos factores actúan atenuan-
do o incluso neutralizando el impacto de los factores
de riesgo sobre la trayectoria evolutiva familiar.
Para Fiorentino (2008), la familia es un factor im-
portante en la formación de personas sanas física y
psíquicamente; para esto se requiere que los niños y
adolescentes tengan las necesidades básicas satisfe-
chas, además de expresiones de afecto, contacto fí-
sico, y respeto de sus padres o familiares, se podrá
esperar un desarrollo armónico. Greenspan (1996) ci-
tado por Fiorentino (2008) enumera una serie de con-
diciones familiares que favorecen la resiliencia entre
los niños y jóvenes, como son, una estructura y reglas
claras dentro del hogar, apoyo entre los padres, que la
familia tenga estrategias de afrontamiento eficaces, el
cuidado y crianza efectivas, interacción y apego entre
FACTORES DE RESILIENCIA ENTRE MADRES E HIJOS ADOLESCENTES
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padres e hijos ya que la calidez, el apoyo de los pa-
dres, o por lo menos de uno de ellos protege o mitiga
los efectos nocivos de un medio adverso, que los pa-
dres tengan expectativas positivas sobre el futuro de
sus hijos, responsabilidades compartidas en el hogar,
apoyo en las actividades escolares, redes familiares
fuertemente extendidas y redes de apoyo externas, es
decir relaciones con vecinos y amigos, oportunidades
de desarrollo y responsabilidad y participación de la
familia en actividades extrafamiliares (iglesia, clubes,
escuelas, entre otros).
De acuerdo a diversos autores los factores que forta-
lecen internamente a niños y adolescentes son: un vín-
culo estable (apego seguro) con al menos uno de los pa-
dres u otra persona significativa, el apoyo social, actitud
de comprensión, cuidado y amor por parte de los cuida-
dores, normas claras y relaciones afectivas en el ámbito
escolar, el estímulo de un aprendizaje constructivo a
partir de la exposición a modelos sociales adecuados,
otorgar responsabilidades sociales y exigencias acordes
a la edad y madurez de los niños y jóvenes, recono-
cimiento y oportunidades de desarrollo de destrezas
y competencias cognitivas, afectivas y conductuales,
el desarrollo de estrategias que permitan enfrentar los
problemas, expectativas de autoeficacia, confianza en
sí mismo y un autoconcepto positivo, actitud optimista,
capacidad de otorgar sentido y significado al sufrimien-
to (Fiorentino, 2008). Estos aportes permiten prever
que lo fundamental es darle al niño y al adolescente los
mecanismos básicos que les permita tener expectativas
positivas frente al futuro, facilidad para construir relacio-
nes íntimas y comprometidas, que se muestren activos
y flexibles; que puedan comunicarse abiertamente, con
capacidad para mostrar afecto y relacionarse armonio-
samente con su familia y su comunidad.
Por su parte Gómez (2010), considera que la resi-
liencia, sea que se manifieste a nivel individual o fami-
liar, independientemente de la forma de la familia que
se establezca, resulta fundamental en la educación de
los hijos, implicando la protección en el proceso de
desarrollo, expresado en aspectos como: cubrir sus
necesidades básicas, prepararlos para la vida, apoyar-
los y brindarles afecto y procurarles la búsqueda de la
felicidad. Para la autora, hay una preponderancia sig-
nificativa de la familia en el desarrollo de los soportes
en los hijos lo que se verifica en su existencia como
institución que permanece a lo largo de la historia de
la humanidad.
Desde esta perspectiva también se identifican los
aportes presentados por Deluca, Echols, Law y Ra-
mey (2006) quienes describen a las familias que se
consideran resilientes como las que tienen una uni-
dad familiar donde se crean formas activas, saluda-
bles y sensibles para satisfacer las necesidades de sus
miembros, especialmente los niños, sin que esto vaya
en detrimento de la familia en su totalidad, al contra-
rio sin comprometer la integridad total de la familia
y sin desatender las necesidades y el desarrollo de
cada miembro de la familia como individuos y miem-
bros de la unidad familiar.
En éste orden de ideas, es importante resaltar
que cuando los individuos han pasado por hechos
traumáticos, tienden a desarrollar ciertas capacida-
des y habilidades que conllevan a que aumenten la
confianza en sí mismos y por consiguiente se sien-
tan más capaces de enfrentar nuevas situaciones
adversas (Vázquez & Pérez-Sales, 2003). En las fa-
milias, diversos estudios han demostrado que luego
de enfrentar un hecho traumático como la violen-
cia por conflicto armado o el desplazamiento, sus
miembros tienden a sentirse más unidos, incluso,
pueden tener sentimientos de compasión y empatía
con respecto al dolor de los demás, y de ésta mane-
ra promover conductas de ayuda.
Desde la perspectiva de Walsh (2004), el concepto
de resiliencia familiar se evidencia en los “procesos de
superación y adaptación que tienen lugar en la familia
como unidad funcional”, mediante los cuales se dismi-
nuye el impacto del estrés, posibilitando su capacidad
de la familia de reorganizarse, avanzar y adaptarse, re-
sistiendo las crisis y problemas que puedan persistir en
el tiempo, garantizando la estabilidad y el bienestar de
la familiar, sobre la base de una parentalidad efectiva,
que brinda apoyo y la construcción de relaciones y
vínculos con el resto de la familia y vecindarios. Es-
tas estrategias de la familia las resume el autor de la
siguiente manera: expresiones de interés y amor en
el ámbito de la familia, posibilitando el conocimiento
de las expresiones de las diferentes emociones y vi-
vencias familiares; permitir además la transmisión psi-
cológica de optimismo aprendido desarrollando resis-
tencia a las experiencias fuertes; el compartir tiempo
que permite la enseñanza de habilidades para la vida;
promover la participación activa de los miembros de
la familia en los quehacer de la casa; desarrollar la ca-
pacidad autocritica y aceptar tanto los errores como
las virtudes; desarrollar la capacidad de escucha y ar-
gumentación, la confianza entre los miembros de la
familia y la fortaleza para enfrentar los momentos difí-
ciles con expresiones de apoyo y atención, participar
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
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en los procesos de toma de decisión frente a situaciones
problema y frente a las demandas cotidianas que re-
quieren ayuda y entrenamiento para que se realicen
con éxito.
Además de lo anterior, luego del hecho traumá-
tico, las familias deben buscar nuevas maneras de
reorganizar su estructura y de redefinir los roles que
cada miembro cumple en éstas. Por ejemplo, toman-
do el caso de las familias desplazadas por la violen-
cia, estas deben ahora asumir las nuevas situaciones
que implica llegar a un lugar desconocido (general-
mente llegan del campo a una ciudad), entre estas,
encontrar un medio para sobrevivir, encontrar un lu-
gar donde vivir, y tratar de organizar sus vidas bajo
estas condiciones. Son estas mismas condiciones de
vida, y la forma en que las asumen, lo que determina
que la familia pueda enfrentar con éxito esta nueva
situación; es aquí en donde la madre juega un pa-
pel fundamental en el desarrollo de sus hijos y en la
forma como los motiva para sobreponerse al hecho
traumático (González, 2004).
En ésta misma propuesta de la autora, la mujer, a
través de estrategias como el buen humor, el resolver
problemas conjuntamente y la construcción de nue-
vas redes de apoyo, logra hacerle frente a la situación
traumática y a su vez, logra que sus hijos también
aprehendan estas mismas estrategias y reconstruyan
sus proyectos de vida. En éste sentido, es desde ésta
perspectiva que se incluye la transgeneracionalidad
como uno de los componentes más importantes en el
desarrollo del proceso investigativo.
González (2004), exploró tanto las transformacio-
nes en la estructura y dinámica de las familias des-
plazadas por la violencia, como las habilidades que
desarrollan sus integrantes para enfrentar diferentes
situaciones adversas que se les presentan durante este
proceso. Partiendo de los relatos de las personas en-
trevistadas se buscó identificar acciones e interaccio-
nes en las cuales se pusiera de presente el hecho de
que no son actores pasivos sino agentes que buscan
reconstruir sus proyectos de vida; esto es pertinente
por cuanto se logra encontrar que las personas cuen-
tan con recursos para dar frente a los problemas cau-
sados por el desplazamiento.
En investigaciones realizadas para medir la res-
iliencia, (Saavedra & Villalta, 2008) se describen y
comparan los puntajes generales y los factores de
resiliencia en personas de diferentes edades y géne-
ros. En éste sentido, es pertinente rescatar de esta
investigación que, a pesar de que no demuestra que
existen diferencias significativas entre la capacidad
de resiliencia de mujeres y de hombres, si hay un
punto diferencial en cuanto al perfil que cada uno de
estos muestra en cuanto a los factores que inciden
en la resiliencia. Lo anterior da indicios del papel di-
ferencial que ejerce la mujer en el contexto familiar
y de cómo es el papel que ésta puede cumplir en
cuanto a los procesos de resiliencia familiar.
Método
Tipo de estudio
La investigación de tipo aplicado, se abordó des-
de el enfoque empírico analítico, cuantitativo y de
tipo correlacional, dados los objetivos y alcances de
esta (Hernández, Fernández & Baptista, 1995). La
población objeto de estudio fueron madres e hijos
adolescentes vinculados a una Institución Educativa
Distrital ubicada en el asentamiento de población en
condición de desplazamiento en el barrio Pinar de Río
del corregimiento de Juan Mina de la ciudad de Ba-
rranquilla. Se tomó una muestra representativa de 62
adolescentes y 62 madres, para una totalidad de 124
participantes, seleccionados de forma sistemática, ya
que se tuvieron en cuenta características particulares
de la población como lo es el desplazamiento y que
los hijos fueran adolescentes.
Tanto a madres como a los adolescentes se les apli-
có la Escala de Resiliencia, creada por Wagnild y Young
en 1988 y revisada por los mismos autores en 1993 en
Estados Unidos y que puede ser aplicada en adolescen-
tes y adultos. Esta escala mide los factores de resiliencia
de Ecuanimidad, Sentirse bien solo, Confianza en sí mis-
mo, Perseverancia y Satisfacción personal.
Participantes
Con respecto a la población adolescente, puede
mencionarse que el 50% de ella fue de género feme-
nino y el otro 50% de género masculino; las edades
oscilaron entre los 11 y 18 años de edad con un pro-
medio de 12,63 años. En lo que se refiere al estado
civil de los adolescentes se encontraron resultados
diversos dado que el 95,16% eran solteros, el 3,23%
casados y el 1,61% se encontraban en unión libre
para el momento del estudio. En lo que se refiere a
las madres, las edades oscilaron entre 25 y 51 años
de edad, la edad promedio fue de 39,55 años. Con
respecto al estado civil el 37,10% se encontraba en
FACTORES DE RESILIENCIA ENTRE MADRES E HIJOS ADOLESCENTES
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unión libre, el 38,71% eran casadas, el 20,97% solte-
ras y el 3,23% viudas.
Instrumento
Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (1993).
Esta escale evalúa las siguientes dimensiones de
la resiliencia: Ecuanimidad, Sentirse bien solo, Con-
fianza en sí mismo, Perseverancia, y Satisfacción. Así
mismo, considera una Escala Total. La Escala también
se divide en factores que son: competencia personal
y adaptación de uno mismo y de la vida. Está com-
puesta de 25 ítems que se puntúan en una escala
tipo Likert de 7 puntos, donde 1 es en desacuerdo y
7 un máximo de acuerdo. Los participantes indican
el grado de conformidad con el ítem. Ya que todos
los ítems son calificados positivamente, los más al-
tos puntajes serán indicadores de mayor resiliencia,
el rango de puntaje varía entre 25 y 175 puntos. Esta
escala fue seleccionada en razón de la importancia
de los factores a analizar y la amplitud y profundidad
de los mismos.
Resultados
A continuación se presentan los principales hallaz-
gos derivados de la aplicación de los instrumentos
tanto a madres como a sus hijos adolescentes, que
en términos generales presentan una tendencia a
ser resilientes. Las madres obtuvieron como puntaje
más bajo 127 y el puntaje más alto fue 175, el cual
es el máximo de la escala. En promedio puntuaron
152,3 lo que indica que tienden a ser resilientes. En
este sentido, puede mencionarse que se encontraron
aspectos relevantes orientados a su independencia
como personas y altos grados de responsabilidad en
ésta población, por ejemplo en el factor de confianza
en sí mismo (ver tabla 1).
Además de lo anterior, se sienten capaces de enfren-
tar varias situaciones de manera simultánea y responder
a ellas; esto se evidencia en la posibilidad de mantener
a la familia, criar los hijos y traer recursos económicos
a sus hogares; también, tienen la necesidad de mante-
nerse interesadas en las cosas, en motivarse para lograr
actuar frente a la situación vivida y sostenerse a pesar
de las circunstancias (ver tabla 2).
Tabla 1
Factor de Confianza en sí mismo en las madres
Confianza en sí mismo TD MD D N DA MDA TDA
6. Me siento orgullo-
so de haber logrado
cosas en mi vida.
0 0 0 0 9,7 17,7 72,6
9. Siento que puedo
manejar varias cosas al
mismo tiempo.
0 0 0 8,1 14,5 12,9 64,5
10. Soy decidido. 0 0 0 9,7 6,5 37,1 46,8
13. Puedo enfrentar
las dificultades, por-
que las he experimen-
tado antes.
0 0 0 9,7 12,9 21 56,5
17. El creer en mí
mismo me permite
atravesar tiempos
difíciles.
0 1,6 4,8 0 6,5 16,1 71
18. En caso de emer-
gencia, soy una per-
sona en que se puede
confiar.
0 0 1,6 3,2 9,7 22,6 62,9
24. Tengo suficiente
energía para hacer lo
que debo hacer.
0 0 1,6 0 14,5 24,2 59,7
Tabla 2
Factor de Perseverancia en las madres
Perseverancia TD MD D N DA MDA TDA
1. Cuando planeo
algo, lo realizo.
0 1,6 3,2 8,1 17,7 24,2 45,2
2. Generalmente me
las arreglo de una
manera u otra.
0 0 3,2 3,2 12,9 33,9 46,8
4. Es importante para
mí mantenerme inte-
resado en las cosas.
0 0 0 8,1 3,2 12,9 75,8
14. Tengo
autodisciplina.
0 0 0 12,9 4,8 29 53,2
15. Me mantengo in-
teresado en las cosas.
0 0 0 3,2 8,1 21 67,7
20. Algunas veces me
obligo a hacer cosas
aunque no quiera.
0 8,1 0 8,1 8,1 14,5 61,3
23. Cuando estoy en
una situación difícil,
generalmente encuen-
tro una salida.
0 0 0 4,8 9,7 24,2 61,3
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
100
Es interesante resaltar que a pesar de las condi-
ciones y las circunstancias adversas generadas por el
desplazamiento, las madres se muestran orgullosas
de lo que han hecho; por lo general encuentran algo
de qué reírse, lo cual implica que las madres han asu-
mido ésta experiencia y el proceso de adaptación a
las nuevas condiciones con la capacidad de mante-
ner la risa y el buen humor. Son capaces además de
darle sentido a la vida a pesar de los eventos sucedi-
dos, lo cual posibilita garantizar que actúan frente a
ésta y podrán sortear los problemas que se les pre-
sentan (ver tabla 3).
Tabla 3
Factor de Satisfacción personal en las madres
Satisfacción personal TD MD D N DA MDA TDA
16. Por lo general
encuentro algo de
qué reírme.
0 0 3,2 1,6 9,7 11,3 74,2
21. Mi vida tiene
sentido.
0 0 0 4,8 14,5 14,5 66,1
22. No me lamento
de las cosas por las
que no puedo hacer
nada.
0 4,8 11,3 12,9 24,2 21 25,8
25. Acepto que hay
personas a las que
yo no les agrado.
4,8 0 0 4,8 25,8 22,6 41,9
Tabla 4
Factor de Ecuanimidad en madres
Ecuanimidad TD MD D N DA MDA TDA
7. Usualmente veo
las cosas a largo
plazo.
1,6 0 0 3,2 21 24,2 50
8. Soy amigo de mí
mismo.
0 1,6 1,6 0 16,1 46,8 33,9
11. Rara vez me
pregunto cuál es la
finalidad de todo.
0 0 3,2 53,2 19,4 12,9 11,3
12. Me tomo las
cosas una por una.
0 0 0 54,8 21 12,9 11,3
Sin embargo, a pesar de todos los aspectos posi-
tivos que dan cuenta de los altos niveles de resilien-
cia en las madres, estas presentan dificultades para el
restablecimiento en las nuevas condiciones y para la
adaptación a éstas, debido a que generalmente llegan
a asentarse en lugares de extrema pobreza; además,
tienen dificultades para asumir y comprender las cosas
que pasan en su vida (ver tablas 4 y 5).
Tabla 5
Factor de Sentirse bien solo en madres
Sentirse bien solo TD MD D N DA MDA TDA
7. Usualmente veo
las cosas a largo
plazo.
1,6 0 0 17,7 24,2 21 35,5
5. Puedo estar solo
si tengo que hacerlo.
0 0 4,8 9,7 12,9 14,5 58,1
19. Por lo general
puedo ver una
situación de varias
maneras.
0 0 1,6 1,6 14,5 50 32,3
En lo que respecta a los adolescentes, obtuvieron
como puntaje más bajo 87 y el puntaje más alto fue
175, el cuál es el máximo de la escala. En promedio
puntuaron 127,7 indicando que también se encuen-
tran en un grado positivo de resiliencia.
Estos resultados orientan a que los adolescentes
tienen planes y buscan llevarlos a cabo, lo que podría
relacionarse con el interés de cumplir metas y objeti-
vos; además intentan mantener el interés para poder
desarrollar sus proyectos.
A pesar de su corta edad, logran expresarse satisfe-
chos con lo que han realizado lo cual implica su propia
capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias de
vida después de la experiencia del desplazamiento.
Además, sortean dificultades y asumen responsabilida-
des desde corta edad, lo anterior se pudo evidenciar
en el proceso de recolección de información dado
que muchos de estos adolescentes no solo están vin-
culados al sistema educativo, sino que además deben
realizar trabajos informales para ayudar al sostenimien-
to de sus familias (ver tabla 6).
Al igual que las madres, el buen humor la risa
y la alegría son parte importante de la vida de los
adolescentes entrevistados. Evidencian además la
capacidad de creer en sí mismos y de darle sentido
a la vida a pesar de las dificultades o la adversidad,
siendo éste mismo aspecto significativo en las ma-
dres (ver tabla 7).
FACTORES DE RESILIENCIA ENTRE MADRES E HIJOS ADOLESCENTES
101
Tabla 6
Factor de Confianza en sí mismo en los adolescentes
Confianza en sí mismo TD MD D N DA MDA TDA
6. Me siento orgullo-
so de haber logrado
cosas en mi vida.
4,8 1,6 0 4,8 9,7 6,5 72,6
9. Siento que puedo
manejar varias cosas
al mismo tiempo.
50 3,2 0 17,7 3,2 4,8 21
10. Soy decidido. 11,3 0 1,6 19,4 9,7 6,5 51,6
13. Puedo enfrentar
las dificultades,
porque las he experi-
mentado antes.
25,8 1,6 6,5 12,9 6,5 9,7 37,1
17. El creer en mí
mismo me permite
atravesar tiempos
difíciles.
11,3 3,2 3,2 12,9 4,8 11,3 53,2
18. En caso de
emergencia, Soy una
persona en que se
puede confiar.
14,5 0 1,6 4,8 6,5 8,1 64,5
24. Tengo suficiente
energía para hacer lo
que debo hacer.
9,7 0 4,8 9,7 8,1 6,5 61,3
Tabla 7
Factor de Satisfacción personal en los adolescentes.
Satisfacción personal TD MD D N DA MDA TDA
16. Por lo general
encuentro algo de
qué reírme.
3,2 1,6 1,6 12,9 1,6 8,1 71
21. Mi vida tiene
sentido.
8,1 0 3,2 6,5 11,3 3,2 67,7
22. No me lamento
de las cosas por las
que no puedo hacer
nada.
32,3 4,8 1,6 14,5 6,5 12,9 27,4
25. Acepto que hay
personas a las que
yo no les agrado.
19,4 0 1,6 9,7 3,2 9,7 56,5
A pesar de todos los aspectos positivos que se men-
cionaron anteriormente, se encontraron áreas en las
que se presentan dificultades, por ejemplo, su visión de
futuro se presenta bastante débil, lo que podría impli-
car que básicamente se trazan metas y objetivos a muy
corto plazo. En éste sentido, aunque siguen sus planes,
presentan dificultades para dar respuesta a situaciones
disminuyendo la capacidad de arreglárselas frente a
estas. Por último, presentan dificultades para manejar
varias situaciones al mismo tiempo; esto es un resultado
esperado para las edades que tienen (ver tabla 8).
Tabla 8
Factor de Ecuanimidad en los adolescentes
Ecuanimidad TD MD D N DA MDA TDA
7. Usualmente veo
las cosas a largo
plazo.
25,8 3,2 1,6 19,4 12,9 4,8 32,3
8. Soy amigo de mí
mismo.
27,4 8,1 3,2 3,2 4,8 6,5 46,8
11. Rara vez me
pregunto cuál es la
finalidad de todo.
14,5 4,8 4,8 25,8 6,5 8,1 35,5
12. Me tomo las
cosas una por una.
11,3 3,2 8,1 4,8 9,7 6,5 56,5
En lo que respecta a la correlación de los factores de
resiliencia de las madres y adolescentes, los resultados
que arroja la investigación se orientan a que no existe
correlación estadísticamente significativa entre estos as-
pectos; lo anterior se puede observar en la tabla 9.
Tabla 9
Coeficiente de correlación de Spearman Resiliencia entre
Madres e Hijos
(T) WyY
ADOLESCENTE
(T) WyY
ADOLESCENTE
Rho de Spearman
(T) WyY
ADOLESCENTE
Coeficiente de
correlación 1,000 ,209
Sig. (bilateral) . ,103
N 62 62
(T) WyY
ADOLESCENTE
Coeficiente de
correlación ,209 1,000
Sig. (bilateral) ,103 .
N 62 62
Cabe resaltar que el único factor en donde se esta-
bleció una correlación directamente proporcional entre
las puntuaciones de los adolescentes y las madres fue
el de perseverancia, en un porcentaje del 95% con un
índice (r: .314), como se puede observar en la tabla 10.
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
102
Tabla 10
Coeficiente de correlación de Spearman Perseverancia entre
Madres e Hijos
Correlaciones
AD
Perseverancia
MA
Perseverancia
Rho de Spearman
AD
Perseverancia
Coeficiente de
correlación 1,000 ,314
Sig. (bilateral) . ,013
N 62 62
MA
Perseverancia
Coeficiente de
correlación ,314 1,000
Sig. (bilateral) ,013 .
N 62 62
En términos generales se identificaron hallazgos sig-
nificativos a nivel correlacional y en este sentido la re-
lación entre la resiliencia de las madres y la resiliencia
de los hijos, en tanto en ambas poblaciones hay una
presentación significativa de los factores resilientes,
sin embargo en la comparación de cada factor sólo se
presenta correlación estadísticamente significativa en
el factor de perseverancia (r: .314).
Discusión
Si bien no se encontró una correlación significativa
de factores de resiliencia entre madres y sus hijos ado-
lescentes, cabe resaltar el aporte de autores que enfa-
tizan acerca de la importancia del rol de la madre; por
ejemplo, los aportes investigativos que hace González
(2004) acerca de la madre como una figura facilitadora
en la constitución de lazos afectivos, evidenciándose
lo anterior dentro de los resultados dado que hay una
relación entre los resultados de los factores de resilien-
cia entre madres y sus hijos adolescentes, en los fac-
tores de confianza en sí mismo, satisfacción personal
y perseverancia. Aunque hay que tener en cuenta que
esto puede variar dependiendo de la constitución del
núcleo familiar y de los estilos de interacciones particu-
lares para cada familia, es importante resaltar que se ve
reflejado en las diferentes formas de interacción de los
adolescentes como la espontaneidad, el dinamismo o
en algunos casos retraimiento y aislamiento.
Existen algunas condiciones significativas que pue-
den abonar a la comprensión de esta falta de asocia-
ción entre la resiliencia de las madres con sus hijos
adolescentes, entre las que se pueden mencionar el
hecho de que no todas las familias de la población
objeto de estudio vivieron la experiencia del despla-
zamiento de la misma manera, puesto que algunos
fueron desplazados desde hace varios años y en otros
casos son los padres o los abuelos los que vivieron el
desplazamiento.
Los adolescentes tienden a desarrollar más posibi-
lidades de adaptación, las cuales son más complejas y
difíciles para sus madres, ya que no sólo deben afron-
tar la experiencia traumática, sino que deben dar fren-
te y asumir responsabilidades para la manutención de
su familia y en muchas ocasiones sin el apoyo de los
padres, por abandono o muerte de estos, obligándo-
los a asumir nuevos roles.
En el caso de la adolescencia, reconocida como una
etapa difícil del ciclo vital, es importante resaltar que
dichos factores positivos o negativos se pueden ver
alterados debido a características propias de la edad,
evidenciándose en las crisis evolutivas planteadas por
Erikson (1987), en su teoría del desarrollo psicosocial;
en ella muestra el ciclo vital desde varios estadios que
están comprendidos desde el inicio de la vida hasta
más de los 50 años; en este caso es importante hacer
énfasis en la adolescencia comprendida entre los 12
y 20 años de edad, en la cual, como lo menciona el
autor, se presenta la crisis de identidad vs confusión
de la identidad, donde juegan un papel relevante las
relaciones sociales significativas, ya sea entre grupo de
iguales o en otros grupos modelos de liderazgo.
Teniendo en cuenta esta teoría, estos jóvenes aún
están en un proceso de cambios normales para la
edad, y agregándole a esto algunas variables como el
nivel educativo o factores como la violencia, el despla-
zamiento, la pobreza entre otros, puede decirse que
todavía se encuentran en el proceso de desarrollo de
su identidad y de su carácter. Estas situaciones que
han vivido les ha ayudado para formarse una imagen
del mundo y de sí mismos que se refleja en su forma
de actuar y de enfrentar las situaciones.
Más allá de que la madre sea resiliente y cumpla un
papel fundamental dentro del núcleo familiar; se puede
observar que existen unos patrones sociales, familiares
e intrínsecos propios de cada ciclo vital, que influyen
de manera decisiva en la percepción y concepción que
se tiene de la vida y de la manera en la que se afrontan
las situaciones difíciles que pueden variar teniendo en
cuenta las particularidades del núcleo familiar, social y
contextual de un momento determinado.
En este orden de ideas, los hallazgos sobre la resi-
liencia identificados en las madres, permiten afirmar que
ellas pueden acceder a otras posibilidades de integración
FACTORES DE RESILIENCIA ENTRE MADRES E HIJOS ADOLESCENTES
103
social; reafirmado en la propuesta de la investigación de
González (2004), la mujer tiene una serie de oportunida-
des específicas en lo referente a la inserción del mercado
laboral, principalmente en oficios domésticos, constitu-
yendo una fuente de empleo en la ciudad.
Este referente teórico produce un conflicto en los
roles de género dentro del núcleo familiar, siendo la
madre, quien sobresale supliendo las necesidades
económicas, afectivas, emocionales y sociales de sus
hijos y familias (González, 2004); el buen humor, la
comunicación y la constancia de la madre dentro de
la familia son variables que benefician la unidad. Sin
embargo, como se mencionó anteriormente, el im-
pacto de todos estos aspectos positivos pueden va-
riar con respecto a la influencia que pueden llegar a
tener en los hijos adolescentes debido a característi-
cas propias de la edad o bien a la influencia de fac-
tores intrínsecos y extrínsecos del núcleo familiar, lo
cual se puede manifestar en el hecho de que no hay
correlación de los factores de Resiliencia presentados
en madres e hijos.
En la población de estudio se observaron condicio-
nes económicas bastante desfavorables, la mayoría de
las madres tienen empleos indirectos, otras son amas
de casa y tienen un nivel educativo muy bajo. Con
respecto a las condiciones de alimentación, el centro
educativo de la zona brinda alimentos a los jóvenes,
resultando esto en una gran ayuda para estas familias.
Teniendo en cuenta lo anterior se observa que aunque
estas condiciones son importantes para el desarrollo
de capacidades resilientes, durante las sesiones de apli-
cación de la escala se pudo observar que las madres
estaban al pendiente de los hijos; por otra parte en
los adolescentes se observó agresividad tanto con los
compañeros, como con sus superiores, violación de
las normas, el mal uso de palabras, comportamientos
inapropiados, lo que puede llevar a pensar que dichas
actitudes son producto primeramente de conflictos so-
ciales o familiares.
Las conductas observadas en esta población son di-
ferentes a las halladas por Murphy y Moriarty en 1976
(citados por Rutter, 1987), quienes observaron carac-
terísticas en jóvenes resilientes, tales como el carisma
social, la habilidad para relacionarse bien con otros, la
capacidad de experimentar y expresar diversas emo-
ciones; mientras que en estos adolescentes las caracte-
rísticas fueron más de agresividad y poca colaboración,
esto puede justificar que el entorno, las condiciones
sociales, económicas, familiares, personales, juegan un
papel relevante en la resiliencia.
Se observó que algunos padres, hermanos o los
mismos adolescentes ya han tenido problemas con la
ley y han sido procesados por la misma. También cabe
resaltar que la mayoría de las familias son extensas
y por tanto, las normas dentro del hogar pueden ser
llevadas de diversas formas y por diferentes personas
como los abuelos, primos mayores, tíos, entre otros.
Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla (1997), mencio-
nan que son estas mismas condiciones insanas de po-
breza las que van a ir generando factores protectores
ante la adversidad, es decir que estos mismos hechos
negativos pueden verse como ganancia en el nivel de
capacidades de afrontamiento y cambio en la medi-
da que la persona vaya descubriendo e incorporando
dichos mecanismos para no dejarse llevar por las si-
tuaciones traumáticas, sino sacar provecho de estas y
mejorar sus condiciones y estilo de vida.
Ahora bien, Werner y Smith (1992), confirman que
las condiciones desfavorables, no propiamente for-
man seres humanos insanos, sino personas capaces de
tener un futuro sano, y con ello no se está afirmando
que toda persona que viva situaciones traumáticas va
a generar medios que le ayuden a afrontar un cambio
de manera adecuada; puede que algunas personas
desarrollen conductas inapropiadas o comunes den-
tro del contexto donde se desenvuelvan, este hecho
dependerá además de la personalidad del individuo,
de si existe alguna presión en el contexto, del contexto
familiar y social, entre otras.
Rutter, Werner y Smith, 1992 (citados por Kotlia-
renco et al., 1997), proponen la existencia de un con-
junto de factores implicados en el desarrollo de la Re-
siliencia: a) atributos de los propios niños, b) aspectos
de sus familias, y c) características de sus entornos so-
ciales más amplios. Con lo anterior se puede ver que
estos autores nos proponen una interacción entre lo
biológico y lo propiamente externo, siendo uno com-
plemento del otro.
Según los resultados obtenidos, puede observarse
que las madres tienen mayores capacidades resilientes
que sus hijos adolescentes, sin embargo los resultados
son cercanos. De igual forma no se halló correlación
entre los factores de resiliencia de madre e hijo ado-
lescente de la misma familia, esto puede justificarse
desde la visión de Wolin y Wolin (1993), con respecto
al tema de Resiliencia quienes presentan un análisis de
siete factores o siete resiliencias, como lo han llamado,
basado en las etapas del ciclo vital. El primer círculo de
la resiliencia se centra en la infancia o niñez, el segun-
do en la adolescencia y el tercero en la adultez.
AURA CARDOZO RUSINQUE, OMAR FERNANDO CORTÉS PEÑA, LAURA CUETO MONROY,
SANDRA MEZA MONTALVO, ARELIS IGLESIAS DE LA HOZ
104
Estos factores son introspección, independencia,
capacidad de iniciativa, capacidad de interacción,
creatividad, ideología personal y sentido del humor.
En las madres por su desarrollo cognitivo, y capacidad
de afrontamiento dada la experiencias vividas, es po-
sible que ya hayan adquirido cada uno de los factores
y sean significativos para ellas. Por otro lado, algunos
adolescentes han tenido que cambiar su rol de niños
para convertirse en proveedores dentro del hogar,
descuidando de alguna manera el estudio y creciendo
mentalmente de forma insana. Estos tienen una rutina
diaria de ir a estudiar y luego salir a trabajar; motivos
por los cuales no pueden realizar otras actividades
propias de su edad o etapa de desarrollo, como que-
darse a un partido de futbol con los amigos o conver-
sar con estos luego de las clases. Esto permite llegar a
la conclusión de que factores externos como las ex-
periencias vividas, la etapa del ciclo vital y el contexto
son fundamentales en el desarrollo de una mayor o
menor capacidad de resiliencia.
La mujer también tiene que asumir la responsabili-
dad de constituirse como la cabeza del hogar y como
no hay fuentes de empleo en la economía formal, en-
cuentra en trabajos informales la manera de sobrevivir
y por tanto necesita de la ayuda de estos hijos ya sea
para laborar dentro o fuera del hogar.
Estos elementos también generan reflexiones aso-
ciadas con el papel que tendría la resilencia en el rela-
ción con el afrontamiento de los trastornos afectivos,
los cuales no son fácilmente identificados en su estado
inicial y tienden a reportarse cuando ya han pasado a
una sintomatología mayor, tal como lo plantean Abe-
llo y Cortés (2012).
Por último es importante mencionar que de acuer-
do a los resultados de la investigación, no existe una
correlación estadísticamente significativa entre los fac-
tores de resiliencia de la madre con respecto a los de
su hijo adolescente en condición de desplazamiento;
el único factor en el que presentó correlación fue el
de perseverancia. Sin embargo se evidenciaron altos
niveles de resiliencia tanto en madres como en ado-
lescentes, lo que da cuenta de la necesidad de seguir
indagando en el tema de la transgeneracionalidad de
la resiliencia y a partir de los nuevos estudios, desarro-
llar programas que propendan por el fortalecimiento
de factores de resiliencia a fin de contribuir a la calidad
de vida del ser humano.
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... Diversos autores han propuesto que los factores centrales de esta capacidad son el autoconocimiento, la capacidad de simbolizar el dolor y la disponibilidad de un entorno contenedor o protector (Cyrulnik, 1999), además de autonomía y confianza. Esto se refiere no sólo al funcionamiento interno del sujeto, sino a sus grupos sociales (Rusinque et al., 2013), donde los eventos adversos, no sólo los que ocurren en la familia sino en los entornos comunitarios, podrían generar impacto en la construcción de la capacidad de resistir (Vega-Arce y Núñez-Ulloa, 2017). ...
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Los eventos adversos en la infancia representan una serie de experiencias vividas por los niños y niñas que causan un deterioro o alguna modificación importante en cualquier esfera de su vida, especialmente en la salud mental, donde se compromete el bienestar y la resiliencia, y aumenta el riesgo de síntomas psiquiátricos, el riesgo de suicidio, el abuso de sustancias psicoactivas, las conductas contrarias a la convivencia, específicamente la vinculación a pandillas. El objetivo de la presente investigación es relacionar los eventos adversos en la infancia, el nivel de desesperanza y la capacidad de resiliencia de un grupo de jóvenes vinculados a pandillas en la ciudad de Manizales, Caldas. Estudio con metodología mixta, donde, en el componente cuantitativo se buscó correlacionar dichas variables. A nivel cualitativo se realizó un grupo focal con seis participantes, con un posterior análisis temático. Como resultados se encontraron niveles bajos de desesperanza, altos de resiliencia y una media de 3,25 eventos adversos en la infancia por cada joven, con correlación negativa entre resiliencia y desesperanza, y correlación positiva entre desesperanza y eventos adversos en la infancia. Dentro de los eventos adversos con mayor prevalencia se encontró el estrato socioeconómico bajo, exposición a violencia en la comunidad, separación de los padres o encarcelamiento de un familiar. En el análisis del grupo focal se encontraron categorías que reafirmaron los hallazgos cuantitativos, con la percepción de la ruptura familiar, de la violencia en la comunidad y de las dificultades económicas como mayor impacto; además de la forma de resistir dichas dificultades socioeconómicas a través de su territorio y de tener una visión del futuro. Análisis como el anterior, plantean como prioridad, más allá de atenciones psicosociales, mejorar las condiciones de vida en la niñez y la juventud.
... Ahora bien, la resiliencia hace referencia a la capacidad del ser humano para afrontar experiencias traumáticas e incluso extraer un beneficio de las mismas (Cardozo et al., 2013;Vera, Carbelo, & Vecina, 2006). Incluye dos as- pectos relevantes: resistir el suceso y rehacerse del mismo (Bonanno & Kaltman, 2001;Bonanno, Field, Kovacevic, & Kaltman, 2002). ...
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Experimentar acoso relacional, referido a conceptos tales como hostigamiento, obsesión o violación psicológica, tiene importantes efectos en diferentes aspectos de la vida de las víctimas, por lo que esta investigación tuvo como objetivos validar dos escalas para medir los síntomas y la resiliencia ante dicho acoso, y examinar asimismo las diferencias por sexo y por la relación que la víctima tiene con el acosador. Los resultados indican la obtención de medidas válidas y confiables para ambas variables. Por un lado, se agrupan ciertos síntomas psicológicos (emocionales, de ansiedad, mentales, sociales y espirituales), y por otro los síntomas en el estilo de vida (económicos, conductuales y autodestructivos). En el caso de la resiliencia, esta fue unidimensional. En cuanto a diferencias encontradas, las mujeres manifestaron una mayor intensidad en algunos de sus síntomas, así como en la resiliencia espiritual. También se observó que los efectos del acoso se experimentan más vivamente entre más cercana es la relación con el acosador. Así, resulta evidente la importancia de la contribución metodológica de esta investigación, basada en el desarrollo de medidas válidas, y el conocimiento teórico obtenido de la experiencia del acoso para así mejorar la orientación y el tratamiento al respecto.
... Ahora bien, la resiliencia hace referencia a la capacidad del ser humano para afrontar experiencias traumáticas e incluso extraer un beneficio de las mismas (Cardozo et al., 2013;Vera, Carbelo, & Vecina, 2006). Incluye dos aspectos relevantes: resistir el suceso y rehacerse del mismo (Bonanno & Kaltman, 2001;Bonanno, Field, Kovacevic, & Kaltman, 2002). ...
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Los respondedores de emergencias son la primera línea de apoyo para la atención de las complejidades que implica cualquier desastre. Sin embargo, los respondedores se someten a un gran estrés emocional, adversidad y riesgos laborales durante las emergencias con potenciales efectos sobre su salud mental. No solo existe un vacío institucional de la atención de la salud mental de los respondedores, sino que su salud mental debe configurarse como una condición específica de su formación. Se plantea este ejercicio como respuesta al vacío institucional de la atención de la salud mental de los respondedores de emergencias. El objetivo de este capítulo es predecir los factores de resiliencia ante eventos estresantes según los estilos de afrontamiento presentes en un grupo de bomberos voluntarios del departamento del Quindío (Colombia). Se empleó un método cuantitativo, descriptivo-correlacional con alcance predictivo. La población objeto fueron los bomberos voluntarios del departamento del Quindío, la muestra se eligió mediante un muestreo no probabilístico de tipo intencional (n = 35). Se aplicó una ficha de caracterización, la escala de estrategias Coping modificada (EEC-M) y la escala de resiliencia (EA). Sentirse bien es predicho por la autonomía (R² = 0.83, β = 1.030, p = .00), búsqueda de apoyo social (R² = 0.83, β = .979, p = .00) y la reevaluación positiva (R² = 0.83, β = .403, p = .02). Se encontró que la búsqueda de apoyo social es influenciada por la ciudad de residencia (F (3, 168) = 4.098, p = .03), el estado civil (F (2, 242) = 5.878, p = .02), antecedentes médicos (F (1, 376) = 9.135, p = .01). Percepción de apoyo familiar (F (2, 311) = 7.557, p = .01), síntomas de ansiedad (F (1, 378) = 9.178, p = .01) y la ideación suicida (F (1, 251) = 6.117, p = .03). Se concluye que las estrategias de afrontamiento predicen en determinada proporción la resiliencia. La resiliencia es un factor fundamental en la formación integral de los bomberos voluntarios.
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Cap 4. Evaluación de la amenaza por avenidas torrenciales en el departamento de Antioquia a escala de cuenca. Las avenidas torrenciales son eventos altamente destructivos y frecuentes en ambientes tropicales y terrenos montañosos como Colombia, donde es común la presencia de asentamientos humanos ubicados sobre abanicos torrenciales. Esta combinación de factores crea un escenario crítico, donde las avenidas torrenciales son amenazas naturales que deben entenderse adecuadamente e incorporarse en los planes de ordenamiento territorial. El presente estudio propone una metodología para la priorización de cuencas con susceptibilidad y amenaza ante avenidas torrenciales, con un enfoque regional que permite comprender y caracterizar dichos eventos. La susceptibilidad de más de 3,000 cuencas del departamento de Antioquia es caracterizada a través de factores como morfometría, análisis de estabilidad de laderas y probabilidades de ocurrencia de la precipitación como factor detonante. Los resultados muestran que cerca de la mitad de las cuencas son de carácter torrencial, y que el 11% de ellas se encuentra en la categoría más alta de amenaza. Estas cuencas críticas deben priorizarse para realizar estudios a mayor detalle, que permitan definir con precisión las potenciales áreas de afectación y el nivel de riesgo asociado para los elementos expuestos.
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El objetivo del estudio fue estudiar la relación entre resiliencia y habilidades sociales, participaron 212 estudiantes de cuatro colegios de gestión estatal de nivel secundario pertenecientes al distrito San Luis de Shuaro, ubicado en la selva central peruana; ellos estudian en diferentes grados, del primero hasta quinto grado de secundaria, sus edades oscilan entre los 11 y 20 años, el 52% hombres. Los instrumentos que se utilizaron fueron la Escala de Resiliencia para Adolescentes de Prado y Del Águila (2003) y la Lista de Chequeo de Habilidades Sociales de Goldstein, estandarizada por Tomás y Lescano (2003). Se encontró que la resiliencia correlaciona positivamente con las dimensiones de la lista de chequeo de las habilidades sociales, específicamente se obtuvo correlaciones altas con las dimensiones: habilidades frente al estrés, habilidades de comunicación, habilidades de planificación, habilidades alternativas a la violencia y habilidades relacionadas a los sentimientos. Al comparar los resultados por sexo, se encontraron también, diferencias significativas en las habilidades de planificación, puntuando más alto las mujeres.
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ABSTRACTIn this article the author explores the structural and dynamic transformations within displaced families, as well as the abilities its members develop for dealing with various adverse situations they face during this process. Based on testimonies from the people interviewed, the author searches for actions and interactions where it is evident that they are not passive actors, but individuals trying to reconstruct their lives.This was done with the purpose of motivating any attention given to this population to be rooted in their particular necessities as well as the strengths they have to face adversity.
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El propósito de esta investigación fue construir y validar una escala que mide trastornos afectivos. La muestra piloto estuvo conformada por 100 sujetos de la Corporación Universidad de la Costa (Barranquilla, Colombia): 81% mujeres y 19% hombres, con edades entre 18 y 44 años. Inicialmente, la escala contenía en la Subescala de Depresión los ítems 1-57 y en la Subescala de Manía los ítems 58-93. La escala final cuenta con la evaluación de síntomas depresivos (ítems 1-47); la segunda de ellas busca evaluar, a su vez, síntomas de corte maniaco (ítems 52-80). Los síntomas contemplados en los ítems 48 al 51 y 81 al 85, respectivamente, buscan evaluar intensidad y cronicidad de una manera más específica. El procesamiento estadístico de los datos se realizó con el software SPSS. Se estimaron los índices Alfa de Cronbach obtenidos en la Subescala de Depresión (α: 0.942) y en la Subescala de Manía (α: 0.834). Adicionalmente se estimaron los niveles de correlación ítem - escala y se desarrolló un análisis factorial para profundizar en la valoración de la validez del constructo. Igualmente se generaron rangos de clasificación de los puntajes obtenidos; para identificar el nivel de Manía o Depresión de los sujetos, cada una de la subescalas evalúa rangos de nivel bajo, medio y alto. En el caso de la Subescala de Depresión, se pudo identificar que los rangos de clasificación están a un nivel bajo para el 81% de los casos y medio para el 19%. En la Subescala de Manía, los rangos de clasificación están a un nivel bajo para el 82% de los casos y medio para el 18%, los cuales son consistentes con la naturaleza de la muestra piloto, que fue de corte no clínica.
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RESUMEN Objetivo Determinar relación de resiliencia y espiritualidad en mujeres mal-tratadas, con la aflicción, la frecuencia e intensidad del maltrato y la severi-dad de las lesiones recibidas. Material y Métodos Muestra de 199 mujeres consultantes en Comisarías de Familia de Medellín, Colombia. Se utilizan escalas de Resiliencia, Pers-pectiva Espiritual, Listado de síntomas de distrés y Tácticas de conflictos. Se realizó análisis de consistencia interna, correlación y análisis de compo-nentes principales de carácter exploratorio. Resultados Las escalas mostraron consistencia interna. La resiliencia mostró correlación con la espiritualidad (r=0.22, p=0.0015) y negativamente con el total de síntomas positivos de aflicción (PST) (r=-0.39, p=<0.0001), el índice global de severidad (GSI) (r=-0.30, p=<0.0001) y las 9 dimensiones de síntomas de la SCL-90R. Conclusiones Los instrumentos utilizados son confiables y validos para medir las variables analizadas. Mujeres con más altos niveles de resiliencia reportaron altos niveles de espiritualidad y menor número de síntomas posi-tivos de aflicción y menos aflicción. Palabras Clave: Adaptación psicológica, espiritualidad, dolor, conflicto, maltrato conyugal (fuente: DeCS, BIREME).
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El concepto de resiliencia ha generado, en las últimas décadas, gran atención y numerosas investigaciones en el ámbito de las Ciencias Sociales y Humanas. Se reconoce como valiosa esta perspectiva por sus posibles aplicaciones en el campo de la salud, prevención y de la educación, así como un aporte teórico para la elaboración de estrategias a desarrollar desde el ámbito familiar, escolar y comunitario orientados a recuperar la salud, la dignidad y la condición humana de niños y adolescentes inmersos en situaciones de adversidad. Se enfatiza la resiliencia como producto de un proceso dinámico entre factores protectores y de riesgo que puede ser construido, desarrollado y promovido desde la familia, la escuela y la comunidad. El objetivo es desarrollar estilos efectivos de afrontamiento a las situaciones difíciles. Se destaca la importancia de estimular, en la familia y en la escuela, factores de resiliencia como la aceptación incondicional, la autoestima, la creatividad, los recursos personales, habilidades y destrezas, el humor y la capacidad de otorgarle un sentido al sufrimiento. Tambi én se señala la importancia del sistema social de apoyo y las redes solidarias comunitarias para enfrentar la adversidad y salir fortalecido.
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A randomized crossover trial of a new form of pediatric rehabilitation was conducted with 18 children with hemiparesis. Half were randomly assigned to receive pediatric constraint-induced therapy involving constraint of the functional upper extremity and intensive therapy with the hemiparetic upper extremity. Controls received conventional physical and occupational therapy and then were crossed over to receive pediatric constraint-induced therapy. Pediatric constraint-induced therapy produced significantly greater gains than conventional rehabilitation services.
una mirada a la población desplazada en ocho ciudades de Colombia: respuesta institucional local, condiciones de vida y recomendaciones para su atención. Bogotá, Colombia. recuperado de: http:// puj-portal.javeriana Ley 387 de 1997
  • Comité Internacional De La Cruz Roja
  • Programa Mundial De Alimentos
Comité internacional de la Cruz roja, & Programa mundial de Alimentos. (2007). una mirada a la población desplazada en ocho ciudades de Colombia: respuesta institucional local, condiciones de vida y recomendaciones para su atención. Bogotá, Colombia. recuperado de: http:// puj-portal.javeriana.edu.co/portal/page/portal/Facul- tad%20de%20medicina/1documentos/vidas_movi- les/resumen_general032007.pdf Congreso de Colombia. (1997). Ley 387 de 1997. Bogotá, Colombia: diario oficial no. 43.091, de 24 de julio de 1997. recuperado de http://www.secretariasenado.gov. co/senado/basedoc/ley/1997/ley_0387_1997.html
The resilient self: how survivors of troubled families rise above adversity
  • S Wolin
  • Wolin
Wolin, s., & Wolin, s. (1993). The resilient self: how survivors of troubled families rise above adversity. nueva york: villard Books.