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La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño

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Abstract

La virulente pandémie grippale qui bouleversa le monde entre le début de l’année 1918 et le printemps 1919, n’épargna pratiquement aucunes des provinces d’Espagne. La pandémie, qui se déroula en trois phases, fut particulièrement mortelle au mois d’octobre 1918 dans l’ensemble du pays. Dans la province de Logroño nous retrouvons le même schéma, avec des données de taux de mortalité parmi les plus élevés du pays. Dans cet article je trace le développement de l’épidémie de la ville de Logroño, avec un taux de mortalité de 11,4 ‰, les mesures hygiéniques qui furent adoptées, ainsi que l’impacte démographique subi par la ville. Le tout dans une dynamique de croissante inquiétude envers tout ce qui pouvait se traduire par une amélioration du niveau hygiénique de la ville.
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LA PANDEMIA GRIPAL DE 1918 EN LA CIUDAD DE LOGROÑO*
FRANCISCO JAVIER IRUZUBIETA BARRAGÁN**
RESUMEN
La pandemia de gripe que azotó el mundo entre febrero de 1918 y el
final de la primavera de 1919, no dejó al margen de su virulento ataque a
prácticamente ninguna provincia española. El brote, que se desarrolló en
tres oleadas, alcanzó su punto álgido en el mes de octubre de 1918 con
unas destacables cifras de mortalidad en el conjunto del país. En la pro-
vincia de Logroño se repitió este patrón, resultando la segunda ola epidé-
mica especialmente mortífera lo que le permitió destacar como una de las
más afectadas del país.
En este artículo dibujo el desarrollo de este brote epidémico en la ciu-
dad de Logroño, con una tasa de mortalidad gripal del 11,4 ‰ en 1918, las
medidas de control higiénico que se establecieron y el impacto demográfi-
co que supuso para la ciudad. Todo ello enmarcado en una corriente de
creciente preocupación hacia todo aquello que supusiese un avance en la
situación higiénica de la ciudad.
Palabras clave: gripe, gripe española, Logroño, 1918, epidemia, pande-
mia, mortalidad
La virulente pandémie grippale qui bouleversa le monde entre le début
de l’année 1918 et le printemps 1919, n’épargna pratiquement aucunes des
provinces d’Espagne. La pandémie, qui se déroula en trois phases, fut parti-
culièrement mortelle au mois d’octobre 1918 dans l’ensemble du pays. Dans
la province de Logroño nous retrouvons le même schéma, avec des données
de taux de mortalité parmi les plus élevés du pays.
Dans cet article je trace le développement de l’épidémie de la ville de
Logroño, avec un taux de mortalité de 11,4 ‰, les mesures hygiéniques qui
furent adoptées, ainsi que l’impacte démographique subi par la ville. Le tout
dans une dynamique de croissante inquiétude envers tout ce qui pouvait se
traduire par une amélioration du niveau hygiénique de la ville.
* Registrado el 28 de junio de 2007. Aprobado el 2 de junio de 2008.
** Escuela Universitaria de Enfermería del Servicio Riojano de Salud.
javier.iruzubieta@eue.unirioja.es
1. “[...] es en torno a los años 50 cuando se completa la transición epidemiológica
en España, al abandonarse el viejo patrón caracterizado por una elevada mortalidad
(sobre todo infantil), con las enfermedades infecciosas como principales causas de muer-
te, a favor de un nuevo perfil donde ha descendido mucho la mortalidad y son las enfer-
medades no infecciosas las principales causas de defunción”. Robles González, E., García
Benavides F. y Bernabeu Mestre, J. “La transición sanitaria en España desde 1900 a 1990”,
en Revista Española de Salud Pública, nº 2, 70, p. 221, 1996.
2. Mirón Canelo, J., Alonso Sardón, M., Méndez Pardo, M., López León, I. y Sáenz
González, M. “Mortalidad prematura por enfermedades infecciosas en España, 1908-
1995”, en Revista Panamericana de Salud Pública, 12 (4), pp. 262-263, 2002.
3. Archivo Municipal de Logroño (AML) Índice General de Expedientes (IGE) 434/1
Francisco Javier Iruzubieta Barragán
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Mots clé: grippe, grippe españole, Logroño, 1918, épidémie, pandémie,
mortalité.
Las crisis sanitarias sufridas por la humanidad han dejado impresas unas
dolorosas huellas en el discurrir demográfico de ésta. De entre las crisis
sanitarias destacan aquellas cuya etiología infecciosa ha acompañado a las
sociedades a la par que se desarrollaba una lucha por su control. La peste,
el cólera, el paludismo, la viruela o la gripe han sido algunas de las pato-
logías infecciosas más devastadoras para el ser humano. Los procesos infec-
ciosos han sido los responsables de la mayor parte de la mortalidad total a
lo largo de la historia de la humanidad hasta la década de los años 501del
siglo XX, momento en el que la tendencia cambió de rumbo, con un mayor
protagonismo de los procesos crónicos asociados a una mayor esperanza
de vida y a la acción de nuevos factores etiológicos.
Es indudable la importancia de dos conceptos asociados a la preven-
ción de enfermedades infecciosas como son las vacunas y la higiene. El
impulso, a finales del siglo XIX y principios del XX, de medidas encamina-
das a mejorar aspectos como el saneamiento de las ciudades y de las
viviendas, el control en la potabilidad del agua o la calidad de los alimen-
tos, se completaban con unas mejoras en la asistencia sanitaria de la pobla-
ción2. En Logroño podemos apreciar esta creciente preocupación por la
higiene en el informe que del año 1917 elabora la Inspección Sanitaria de
Desinfección Municipal3y en el que se refleja la disminución de las enfer-
medades infecto-contagiosas entre los años 1913 y 1917.
“[...] prueba ineludible de las mejoras sanitarias con que el Exmo. Ayunta-
miento va dotando a Logroño que ostenta el título de muy higiénica. [...] y si
todavía hay enfermedades que cual la tuberculosis continua estacionada mucho
influye en ello el número considerable de enfermos que acuden de otras pro-
vincias en busca de salud que unos recuperan y otros no tienen la suerte de
encontrar [...]”
La implantación y generalización de campañas de vacunación fueron un
paso decisivo, y en algunas patologías definitivo, en el control de los proce-
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4. La Clasificación de Mortalidad, que la Comisión Internacional de Estadísticas esta-
bleció en París en 1900, recogía 179 causas de muerte organizadas en 14 grupos en fun-
ción de las patologías. En el primer grupo, denominado de Orden 1ª para Enfermedades
Generales, aparecía la gripe con el número de nomenclatura 10.
Esta clasificación junto con la EDO, permiten estudiar los brotes epidémicos que
existieron en siglo XX, como los de 1918, 1957 y 1969, pero no es hasta la creación, a
mediados de los años setenta, de los Centros Nacionales de Referencia de la Gripe en
Madrid, Barcelona y Valladolid y, en los años ochenta, del Sistema de Información
Microbiológica, que se pudo caracterizar los virus gripales de cada temporada o se esta-
bleció las relaciones entre los tipos de virus y la intensidad de los brotes epidémicos.
Esta vigilancia del virus de la gripe se completa en los años noventa con el sistema cen-
tinela que, con la participación voluntaria de médicos de familia y pediatras, permite
obtener información individualizada del 76% de la población española. De Mateo, S.,
Larrauri, A. y Mesonero, C. “La vigilancia de la gripe, nuevas soluciones a un viejo pro-
blema”, en Gaceta Sanitaria, 20 (1), pp. 69-70, 2006.
5. “[...] cuando se reunieron los cuatro grandes: Clemenceau, Lloyd George, Vittorio
Orlando y Wilson en la primavera de 1919, el enfrentamiento entre los Europeos y
Wilson parecía irreconciliable hasta que este último contrajo la gripe. Hombre de salud
precaria, el grave ataque que sufrió lo debilitó no sólo físicamente, según observaron sus
allegados, sino también afectó a sus facultades mentales. Nervioso y cansado, cedió a
muchas de las exigencias de los otros jefes de Estado.” Echeverri Dávila, B. La Gripe
Española, la pandemia de 1918-1919. Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid,
1993, p. 40.
6. El virus de la gripe tiene varios nombres, uno de ellos es el término científico de
virus influenza que tiene un origen italiano y que, para algunos, establecería una relación
sos infecciosos. En este sentido debemos destacar que la gripe, incluida en
la lista de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO) en 1904, fue una
de las primeras patologías infecciosas respiratorias sometidas a vigilancia.
Por otra parte, la Clasificación de Mortalidad de la Comisión Internacional de
Estadísticas de 1900 incluía la gripe de una forma destacada4.
De entre las crisis sanitarias destaca la pandemia de gripe que afectó a
la población mundial entre los años 1918 y 1919. Podemos afirmar que fue
la última gran pandemia hasta la llegada del SIDA, aunque existen muchas
diferencias entre ambas crisis entre las que se encuentra la dilación en el
tiempo de ésta última. La gripe disparó las cifras de mortalidad a un nivel
difícilmente asumible por una sociedad europea inmersa en los estertores
de un terrible conflicto que tenía por escenario Europa, la “Gran Guerra”
entre 1914 y 1918. La epidemia, que se prolongó hasta la primavera de
1919, pudo afectar de forma decisiva el desarrollo del Tratado de Versalles
que ponía el punto, pero no final, al conflicto. La delegación norteameri-
cana, que propugnaba una salida airosa que evitara la humillación a la que
los aliados querían someter a Alemania, flaqueó en su intento de defender
sus planteamientos al enfermar en su mayoría de la gripe5.
Tras una cruenta guerra de trincheras, sometido a los gases venenosos,
al frío y al barro, el mundo se arrodillaba ante el implacable azote de un
virus, el influenza6. La muerte ofrecía un nuevo rostro que recorrió el mundo
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entre el frío y la dolencia (influenza da fredo) y, para otros, la influencia de los plane-
tas en las epidemias.
7. Echeverri Dávila, B. La Gripe Española, la pandemia de 1918-1919, Ibidem, pp.
18-21.
8. Las cifras oficiales arrojan unas cifras de mortalidad por gripe de 182.865 falleci-
dos, a este dato habría que sumarle el exceso de mortalidad por otras causas (enferme-
dades del aparato respiratorio, neumonía, bronquitis aguda, bronquitis crónica y tuber-
culosis pulmonar) que podría atribuirse a la gripe, bien por un diagnóstico erróneo o
bien porque el fallecimiento se hubiese visto favorecido por una patología previa de
base. Echeverri Dávila, B. La Gripe Española, la pandemia de 1918-1919, Ibidem, pp.
118-122.
de norte a sur y de este a oeste arrojando unas cifras de mortalidad esca-
lofriantes, se estima que entre 25 y 50 millones de personas fallecieron a lo
largo de las tres olas epidémicas que golpearon el mundo con una inusita-
da virulencia.
El origen de esta pandemia sigue sin aclararse con certeza aunque
todo parece indicar que podamos situarlo en el medio oeste americano o
en Asia7, desbaratando una malintencionada hipótesis, que surgió en la
época, que situaba erróneamente su origen en España y que llevó a deno-
minarla, incluso hoy en día, Gripe Española. La gripe se introduce en la
península, proveniente de Francia, acompañando el tráfico de obreros
españoles y portugueses que suplían a los que iban a la guerra. Los pri-
meros focos fueron declarados oficialmente en Madrid, seguidamente la
epidemia se extendió por Cuenca, Toledo y Salamanca en el mes de mayo
de 1918. Esta primera ola, de escasa gravedad, duró unos dos meses y
afectó también a Extremadura, Andalucía y mitad sur de la Meseta Central.
La segunda ola, de efectos muy virulentos, se fue extendiendo por el resto
del país entre los meses de septiembre y diciembre, dejando al margen de
su virulencia las zonas afectadas en la primera ola gracias al efecto de
inmunización. Por último hubo una tercera ola entre los meses de enero
y junio de 1919.
Los datos de mortalidad establecen unas cifras absolutas de entre
260.000 y 270.000 fallecidos8, casi un 80% concentrados entre septiembre
y diciembre de 1918, el 40% del total sucedieron en el mes de octubre. La
magnitud de los datos de mortalidad contrasta con la ínfima huella que en
el recuerdo dejó esta catástrofe sanitaria en generaciones posteriores,
familiarizadas con la peste negra de la Edad Media o las epidemias de
cólera del siglo XIX, pero amnésicas con respecto a los efectos del virus
gripal. La comparación de las cifras totales de mortalidad de la epidemia
gripal con los de la Guerra Civil también tiene que movernos a la refle-
xión, más de 340.000 fallecidos durante la contienda es decir, a lo largo
de 3 años.
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9. En cualquier caso es reseñable que las cifras de mortalidad gripal en Logroño
fueron importantes en los dos años anteriores a la epidemia, 1916 tuvo una tasa de mor-
talidad de 0,8 ‰, muy similar a la de 1919, y en 1917 la tasa de mortalidad llegó a situar-
se en un destacable 1,4 ‰. Algunos autores llegan a afirmar que 1916 y 1917 podrían
ser considerados como los precursores de la pandemia, aunque este esquema de des-
arrollo de la epidemia no se repite de forma constante en el resto del mundo o incluso
del país, si que parece claro en el caso de Logroño.
10. He analizado los datos de mortalidad por causa, sexo y edad de la ciudad de
Logroño de los años 1916 a 1922. Los datos de incidencia de mortalidad por gripe en los
meses de septiembre es de 0, excepto en el año 1917 en el que aparece un caso de falle-
cimiento y, obviamente, el estudiado año 1918.
11. AML IGE 434/15
1. EL INICIO DEL BROTE
El inicio del brote viral en Logroño se sitúa en el mes de junio de 19189
y configura, junto al mes de julio, la primera onda epidémica que se sus-
tanciaría con la muerte de 9 personas. Esta primera ola epidémica, sin ser
dramática en cuanto al número de casos, no deja de ser una primera alar-
ma que debiera de haber movilizado a las autoridades sanitarias locales en
la adopción de medidas higiénicas preventivas que hubieran paliado la
catástrofe sanitaria que se avecinaba.
La segunda parte de este brote se inicia en el mes de septiembre y arro-
ja cifras muy preocupantes de morbi-mortalidad y que se saldan con 86
casos de gripe, de los que fallecen 12, uno era hospitalizado, 62 seguían en
tratamiento y 11 habían conseguido superar el proceso. Estos parámetros
son notables y más si los comparamos con los meses de septiembre de los
años anteriores y posteriores que cifraban su incidencia en cero10.
Esta situación suscita la correspondiente alarma de los poderes públi-
cos que tratan de articular unas tímidas medidas para controlar lo que, en
esos momentos, tenía todas las características de un brote epidémico. El 18
de septiembre, el Gobernador Civil de la provincia remite un escrito al
alcalde de Logroño en el que le transmite las instrucciones que por tele-
grama había enviado el Ministro de la Gobernación11:
“En vista difusión de la epidemia de grippe en España, ordene V.S. a todos
los alcaldes de esa provincia que reúnan inmediatamente la Junta Municipal de
Sanidad, acuerden las medidas de prevención que correspondan y hagan cumplir
con gran energía sus acuerdos cuanto sea posible evitar la propagación del mal”
El Gobernador Civil de la Provincia, Casimiro Torre Sánchez-Somoza,
establece en una circular del 20 de septiembre una serie de disposiciones
destinadas a evitar la propagación de la epidemia gripal. Entre las medidas
destacan, por su eficacia, la prohibición de aglomeraciones en aquellos
pueblos que hubiesen sido afectados por el virus gripal. Estas restricciones
afectaban a los espectáculos, fiestas, las ferias y mercados que supusiesen
una forma de relación entre los individuos de distintas localidades y, por
lo tanto, una vía propicia para el desarrollo epidémico.
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Imagen nº 1: Carta solicitando la convocatoria de las Juntas Municipales de Sanidad. Fuente:
AML IGE 434/18
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12. Boletín Oficial de la Provincia de Logroño (BOPL) nº 117, 28 de septiembre de
1918. Se ha guardado la grafía original del documento.
13. Las reticencias de la administración a la hora de adoptar medidas parecen estar
presentes en otros lugares como Madrid, tal y como demuestra Porras Gallo, M.I., Un
reto para la sociedad madrileña: la epidemia de gripe de 1918-19, Editorial Complutense,
Madrid, 1997, pp. 72-82.
14. La Rioja, nº 9.551, 22 de septiembre de 1918, p.1.
“En vista de la extensión que ha adquirido en España la epidemia de
Grippe, habiendo invadido ya algún pueblo de esta provincia; y con el objeto
de evitar ó atenuar su propagación, se hace preciso que, por todos los Alcaldes
de los pueblos de esta provincia se adopten, además de las medidas generales
de higiene, las especiales de esta epidemia, teniendo en cuenta que la enfer-
medad gripal se propaga de persona a persona por los productos de las vías
respiratorias y por intermedio del aire, por lo cual su conducta se ajustará a
cumplir las siguientes reglas:
1ª Las ropas de todo enfermo de Grippe deben ser desinfectadas en la estu-
fa o hervidas en agua salada.
2ª Deben evitarse la aglomeración de gentes en locales cerrados, por ser
el principal medio de contagio y propagación de la enfermedad.
3ª El barrido de las calles se hará después de haber sido regadas abun-
dantemente.
4ª Como profilaxis individual, tienen gran importancia, por lo que se reco-
mendarán a los vecinos, los lavados con agua hervida y salada de las primeras
vías respiratorias, nariz y cámara posterior de la boca.
Los Alcaldes prestarán un servicio a sus convecinos haciendo cumplir las
anteriores prescripciones, por lo demás muy fáciles de realizar, logrando de
este modo atenuar y tal vez evitar la propagación de la epidemia.”12
Es evidente que a finales de septiembre la alarma suscitada por el virus
era notable, el Gobernador trataba de impulsar unas medidas que se con-
sideraban eficaces en la lucha epidémica. En cualquier caso, lo más desta-
cable es la fecha de publicación de esta circular que, aunque fechada el 20
de septiembre, no es publicada en el Boletín Oficial de la Provincia hasta
el día 28. Esta medidas llegaban tarde13, entre los días 20 y 25 de septiem-
bre se habían desarrollado las Fiestas de San Mateo en Logroño, con gran
éxito de público como reflejaba la prensa local de la época14. Muchos fue-
ron los visitantes de localidades vecinas que llegaron a Logroño para par-
ticipar de los festejos y, de este modo, convertirse en un eficaz vector de
transmisión gripal. Al igual que en otras localidades como Valladolid (que
también celebraba San Mateo) o Madrid (con San Isidro en pleno brote ini-
cial en mayo), las autoridades prefirieron silenciar la magnitud de unas
cifras que engrosaban los datos de mortalidad y morbilidad, justificándose
en un primer momento en la escasez de los casos y en segundo lugar en
el carácter de benignidad que adoptaba el cuadro clínico. Primó, por parte
de la administración, el evitar el alarmismo en un momento en el que se
pensó que lo lúdico y festivo podía ayudar a minorizar el impacto de la epi-
demia en la memoria colectiva logroñesa.
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15. Las cifras oficiales deben ser revisadas al alza (ver cita 28), en el caso del mes
de octubre podríamos atribuir un total de 210 fallecidos por la gripe, lo que supone un
32% más de los datos oficiales.
2. UN MES NEGRO: OCTUBRE DE 1918
El mes de octubre de 1918 se convierte en el más devastador en cuan-
to a los resultados del ataque epidémico, 2.797 personas se ven afectados
por el virus de las cuales 159 oficialmente fallecen a causa de la gripe15. Las
cifras son estremecedoras: el 11,7% de la población logroñesa se ve afec-
tada, de los que fallecería el 7,5%. En este fatídico mes se concentra el
90,6% de la morbilidad y el 69,7% de los casos de mortalidad del total de
la epidemia (ver tabla nº 1).
Las iniciativas municipales se afanan por controlar la epidemia y se
multiplican los llamamientos para establecer unas medidas higiénicas que
permitiesen reducir la evolución de un brote de evolución geométrica. El
Gobernador de la provincia impulsa varias acciones dictadas por el
Ministerio de la Gobernación, la primera trata de enmendar el error de no
haber prohibido concentraciones, como las fiestas mateas, que fueron un
elemento catalizador en la evolución del brote. El error cometido trae como
consecuencia el tomar unas iniciativas de gran calado en la población como
el prohibir las vistas a los cementerios el día 1 de noviembre. Esta medida,
comunicada al Alcalde el 27 de octubre, ya había sido adoptada el 17 de
octubre por los responsables municipales (ver imagen nº 2).
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Grupos de edad 0-1 1-4 5-19 20-39 40-59 >59
sexo V H V H V H V H V H V H
Gripe 3 4 8 15 68 35 8 10 8
Tuberculosis pulmonar 1 4 3 1 1
Bronquitis aguda 6 1 1 4 1 2 2
Bronquitis crónica 1 1 2 2
Neumonía 1 1 1
Otras respiratorias 1
Total 6 1 4 9 8 16 74 39 9 12 5 13
Tabla nº 1
Distribución de los casos de mortalidad por causas respiratorias, sexo
y edad en octubre de 1918 en Logroño
Fuente: AML IGE 434/12. Elaboración propia.
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Imagen nº 2: Comunicaciones de la prohibición de visitar los cementerios el 1 de noviembre.
Fuente: AML IGE 434/14.
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16. Se remite la carta a las siguientes parroquias y conventos: La Redonda, Santiago,
Palacio, San Bartolomé, La Enseñanza, Madre de Dios, Hospital Provincial, Beneficencia,
Agustinas, asilo Santa Justa, Siervas de Jesús, Carmelitas, Adoratrices, Hermanitas Pobres,
Servicio Doméstico, Capilla Evangélica, Capilla de la Cárcel, Hospital Militar, El Cortijo y
Varea. AML IGE 434/14.
17. Echeverri Dávila, B. La Gripe Española, la pandemia de 1918-1919, Ibidem, pp.
187-192.
El ayuntamiento remite una carta al Obispo y curas párrocos de la dió-
cesis16, el 11 de octubre de 1918, informándoles de algunas de las medidas
que les afectaba directamente, la asistencia de los fieles a los actos religio-
sos que se celebraban en las iglesias constituían un caldo de cultivo muy
propicio para la propagación del virus. Se daban una serie de factores
como la concentración de personas de distinta procedencia, en un espacio
cerrado que facilitaba la diseminación de la enfermedad vírica.
“Habiéndose dispuesto como medida general de higiene pública la desin-
fección y airamiento de los locales que encierran centros de reunión y siendo,
a no dudar, los más numerosos los que se verifican en las iglesias por el gran
número de fieles que asisten a las mismas, donde permanecen largo tiempo
atendiendo a las funciones sagradas que se celebran y elevando al Altísimo sus
oraciones, dadas las circunstancias excepcionales porque atravesamos, com-
prenderá S.I. la conveniencia de emplear en las iglesias análogas medidas.
En tal sentir, espero se servirá ordenar que el local de la iglesia que tan dig-
namente rige, sea desinfectado aireado diariamente en forma adecuada al fin de
velar por la salud pública en lo cual estamos todos obviamente interesados.”
3. FINAL DE LA SEGUNDA OLA Y ÚLTIMA OLEADA EPIDÉMICA
Con el mes de noviembre finaliza en Logroño la segunda oleada del
brote epidémico, en ese momento el brote estaba en pleno declive, aun-
que seguían presentándose casos de gripe estos habían disminuido en un
98% con respecto al mes anterior, pero la mortalidad alcanzó el 36,4% de
los casos (16 fallecidos). Estábamos ante una clara disminución del brote
pero en un brusco aumento de su letalidad.
Algunos autores sitúan la tercera ola epidémica de la provincia de
Logroño en el mes de abril de 191917, pero el análisis de los datos nos
permiten adelantar su inicio al menos dos meses. Datos que han posibi-
litado analizar la morbilidad y, de este modo, introducir algunos matices
que los datos de mortalidad no nos facilitaban entender. El mes de febre-
ro registra un espectacular aumento de la incidencia gripal al registrarse
102 casos pero los efectos parecen ser de una escasa letalidad al fallecer
tan solo dos de los enfermos. Ésta es, con mucho, la mayor incidencia de
la enfermedad si exceptuamos el mes de octubre de 1918, pero su benig-
nidad la convierte en una mera antesala del mes de marzo con 23 casos
y 8 fallecimientos y del mes de abril con 5 casos y 3 fallecimientos. El
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La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño
18. Archivo Histórico Provincial de La Rioja (AHPLR) GC 031/03.
19. Iruzubieta Barragán, F.J., La Casa de Socorro de Logroño, origen y desarrollo,
Instituto de Estudios Riojanos, Logroño, 2006, p. 13.
20. Las igualas eran un pago directo, en metálico o en especie, que la población
asignada realizaba a un médico o practicante. Esto permitía por una parte que, los sani-
tarios completaran las, en ocasiones, exiguas retribuciones que percibían de la adminis-
tración, y por otra, que la población tuviese cubiertos aspectos asistenciales no facilita-
dos por el sistema sanitario (ampliación de horarios de consulta, atención continuada,
mejores materiales, más pruebas, etc.).
impacto de esta tercera ola fue claramente inferior y se convirtió en el
exponente del declive de una pandemia sin precedentes en las historia
de la ciudad.
4. RECURSOS ASISTENCIALES
Si algo puso de relieve esta epidemia fue la falta de recursos de los que
las autoridades disponían para hacer frente a una crisis de esta magnitud.
El Ayuntamiento contaba con el grupo de sanitarios de la Asistencia Pública
Domiciliaria compuesta por tres practicantes y cuatro médicos y el Servicio
de Inspección sanitaria de Desinfección Municipal a cargo de D. Benito
Ortiz de Lanzagorta. Estos recursos se completaban con el Hospital
Provincial que gestionaba la Diputación Provincial. En el momento álgido
de la epidemia, que podríamos acotar en la primera quincena del mes de
octubre, la Junta Provincial de Beneficencia remite un escrito al Presidente
del Colegio de Médicos de la provincia ordenando que permanezcan en
sus puestos todos los médicos18, en esos momentos unos 30 médicos ejer-
cían en la capital.
Los enfermos de gripe eran atendidos en sus domicilios y ahí perma-
necían si el entorno de la vivienda ofrecía las suficientes garantías de higie-
ne para un correcto restablecimiento. Ésta era una práctica muy habitual, el
domicilio se convertía en el espacio en el que discurría la enfermedad, con
los cuidados del entorno familiar que era completado puntualmente por los
servicios del médico o practicante. La hospitalización se planteaba en situa-
ciones de pobreza, en el que la vivienda carecía de elementos mínimos que
posibilitaran la curación del enfermo. El hospital se caracterizaba por ser
un signo de pobreza y beneficencia19.
El virus de la gripe no conocía de clases sociales y su virulencia fue
implacable con todos los habitantes de la ciudad. Si bien es cierto que las
clases con mayores posibilidades económicas pudieron disfrutar de una
mejor atención sanitaria al poder recurrir a una asistencia sanitaria privada
gracias a un extendido sistema de igualas20, lo cual, unido a una mejor ali-
mentación y viviendas más saludables, permitió que el impacto de la gripe
fuera más benigno.
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21. AML IGE 434/14.
La administración era consciente del importante papel que desempe-
ñaba la alimentación en el restablecimiento de los enfermos, al evitar algu-
nas de las complicaciones asociadas al proceso gripal, y en la prevención
del episodio infeccioso, al mejorar la capacidad física del individuo y su
resistencia inmunológica ante el virus. El 8 de octubre, el Alcalde D.Emilio
Francés y Ortiz de Elguea, dicta un bando para mejorar el abastecimiento
de leche a los ciudadanos de Logroño al subvencionarla y facilitar de este
modo su acceso a la población más necesitada21:
“HAGO SABER: Que profundamente preocupado con todo cuanto se rela-
ciona con materia de subsistencias y muy singularmente con artículos como la
leche, que a la vez que sirve de base de sustentación se aplica como agente
terapéutico en las enfermedades reinantes, dando lugar a que por su excesiva
demanda se eleve el precio en términos de que para muchas familias puede
constituir una dificultad insuperable, he logrado contando con la plausible
generosidad de los fabricantes de pastillas de café, constituir un depósito dia-
rio de unos doscientos litros, que se facilitarán en la “Gota de Leche” a razón
de 0,25 pesetas el medio litro, a las familias necesitadas, para sus enfermos, por
medio del correspondiente vale del facultativo que los asista.
Recomiendo a los señores Médicos usen con la debida discreción de esta
facultad, a fin de que el artículo de que se trata se destine sólo en los casos
precisos y a las familias verdaderamente necesitadas.
Al propio tiempo, me permito acudir a la filantropía del vecindario, para que
ponga a la disposición de la Alcaldía donativos de dicha especie, imponiéndose
con altruismo alguna privación, absteniéndose de consumirla cuando no sea de
rigurosa necesidad, como acontece con el desayuno fácilmente sustituible.
Y por último, espero de los industriales de dicho artículo, que por razones
de piedad hacia sus conciudadanos, procuren no abusar de la situación, en
obsequio de todos.”
En el bando se aprecia el problema de abastecimiento de leche que
sufría la ciudad. Se remitió una copia de este a todos los facultativos comu-
nicándoles que podían facilitar recetas de leche a su clientela necesitada,
estas eran canjeadas por vales de medio litro de leche al precio de 0,25
pesetas que era retirado en la Gota de Leche.
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Tabla nº 2
Situación sanitaria de los enfermos de gripe en la 2ª ola del brote
Septiembre Octubre Noviembre
Curados 11 450 21
Fallecidos 12 159 16
Hospitalizados 1 10 0
Domicilio 62 2.178 7
Fuente: AML IGE 434/12. Elaboración propia.
La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño
22. AML IGE 434/15.
23. AML IGE 434/15.
En el momento de mayor incidencia del brote gripal que, en el caso de
Logroño, coincidió con el mes de octubre, fueron hospitalizadas 10 perso-
nas frente a las 2.178 que fueron atendidas en su domicilio. Es evidente que
el carácter provincial del hospital implicó que enfermos aquejados de gripe
y procedentes de los pueblos de la provincia fueran atendidos en el centro
sanitario. Esta situación provocó una saturación de las camas hospitalarias
y la necesidad de buscar una alternativa que permitiera seguir atendiendo
a la población que precisaba ser hospitalizada como recoge el comunica-
do remitido, por la Diputación Provincial al Alcalde, el 19 de octubre de
191822:
“Reunidos en el día de hoy los Sres. Diputados visitadores de los
Establecimientos provinciales de Beneficencia y los demás residentes en la
Capital con el médico Sr. Infante y Administrador del Hospital Provincial, con
objeto de tratar sobre la imposibilidad de admitir más enfermos en el Hospital
por el gran número de ellos que ingresan en el mismo, se acordó rogar a V.E.
se sirva hacer presente del Excelentísimo Ayuntamiento de su presidencia de
habilitar, por cuenta del municipio y mientras duren estas circunstancias, un
local con las camas necesarias y en el cual serán admitidos los enfermos de esta
ciudad atacados de la grippe.
Ruego a V.E. se sirva hacerla con la premura que el caso requiere y hasta
en la sesión del día de hoy si fuera posible.”
En este comunicado, no solamente se refleja la carencia de camas hospi-
talarias, si no que también la urgente necesidad de buscar una solución inme-
diata. Estamos a mediados de octubre, momento álgido de la epidemia gri-
pal, sin embrago 6 días después la situación parece cambiar y la Comisión de
Beneficencia y Sanidad municipal contesta al Diputado Provincial Daniel
Menchaca encargado de la evaluación de la situación del Hospital Provincial
durante la epidemia:
[...] de las noticias por estos medios llegadas a la Comisión se saca la con-
soladora creencia de que el temido peligro se ha alejado por ahora, [...] a causa
también de haber disminuido el número de peticiones de ingreso en el hospi-
tal por efecto, sin duda, de haber menguado la extensión y la intensidad de la
epidemia gripal.
[...] esta Comisión, en sus vivos deseos de evitar el peligro hoy por fortu-
na conjurado, es de que el Exmo. Ayuntamiento, en caso necesario, ofrezca a
la Exma. Diputación Provincial locales adecuados, donde esta corporación
pueda instalar las acmas necesarias, teniendo así en los locales ofrecidos una
prolongación del Hospital Provincial. Y para mayor ayuda, cree así mismo la
Comisión que el Exmo. Ayuntamiento haría bien en contribuir con alguna can-
tidad a los gastos originados por la instalación de las camas en dichos locales
[...]23
Otro elemento importante en la gestión de esta crisis sanitaria, fue el
establecimiento de medidas relacionadas con una de las vías de penetra-
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24. La epidemia gripal se propagó por el país siguiendo la estela de las vías férreas
con los movimientos de población que, llegados de Europa, penetraron en la península.
Echeverri Dávila, B. La Gripe Española, la pandemia de 1918-1919, Ibidem, pp. 89-90.
25. AML IGE 434/12.
26. La esterilización de prendas se realizaba con lejía, una cámara química o con estufa.
27. AML IGE 434/12-16.
ción del virus, el ferrocarril24. Desde el Gobierno de la Provincia se pide al
ayuntamiento el establecer un puesto sanitario de vigilancia donde sean exa-
minados los individuos que puedan llegar enfermos de gripe y, de este
modo, establecer las oportunas medidas profilácticas. El ayuntamiento debía
de proveer de personal y material adecuado con la colaboración de la com-
pañía ferroviaria.
El Laboratorio Municipal desempeñó un destacable papel en el control
de la epidemia. En la tabla nº 3 podemos apreciar las desinfecciones que
llevaron a cabo a lo largo del brote epidémico tanto por enfermedad como
por saneamiento. Se realizaba una labor de desinfección en lugares públi-
cos como la plaza de toros, la cárcel, las escuelas (ver imagen nº 3), el
matadero, la plaza del Coso, el Teatro Bretón, el cementerio o el asilo noc-
turno. Se intensificaron muy especialmente las labores de desinfección en
los centros educativos en el mes de noviembre de 1918, momento en el
que se iniciaba con retraso el curso académico25. Junto con las desinfeccio-
nes se realizaban fumigaciones sulfurosas o de formalina para sanear
viviendas o locales en el que hubiese un riesgo infeccioso y se esteriliza-
ban26 o quemaban las prendas de los enfermos o fallecidos por la infección.
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Tabla nº 3
Distribución de las acciones de desinfección del laboratorio municipal
durante el brote epidémico
1ª Ola 2ª Ola 3ª Ola
junio julio septiembre octubre noviembre febrero marzo abril
por enfermedad 13 12 78 490 31 34 41 62
por saneamiento 4 8 6 50 4 18 12 16
Total 17 20 84 540 35 52 53 78
Fuente: AML27. Elaboración propia.
Desde el Laboratorio Municipal se realizaba una importante actividad de
inspección y control sanitario de los urinarios públicos y del alcantarillado. Los
urinarios eran limpiados y desinfectados diariamente con cloruro y cal y, en
cuanto al alcantarillado, eran desinfectados los sumideros con cloruro diaria-
mente cuando la frecuencia habitual era de una desinfección cada dos días.
La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño
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Imagen nº 3: Solicitud de desinfección de la Escuela Normal. Fuente: AML IGE 434/15.
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28. He considerado como patologías respiratorias la tuberculosis pulmonar, la bron-
quitis aguda y la bronquitis crónica. No he tenido en cuenta el diagnóstico de neumonía
al no apreciar ningún cambio en el patrón epidemiológico para el periodo 1916-1922.
Echeverri, en su aproximación a las cifras reales de mortalidad gripal, tiene en cuenta
las patologías respiratorias, pero incluye también procesos como las diarreas y enteritis en
menores de 1año (los niños debilitados tienen menos defensas contra las infecciones) o las
debilidades congénitas segundarias a partos prematuros (la gripe en los últimos meses del
embarazo podía ocasionar abortos o partos prematuros). Esto le permite incrementar la cifra
oficial de 182.865 fallecidos a una cantidad más cercana a la realidad de 272.951 fallecidos.
Echeverri Dávila, B. La Gripe Española, la pandemia de 1918-1919, Ibidem, p. 120.
29. La cifra de mortalidad gripal en la ciudad de Logroño es sensiblemente superior
a la media española que es sitúa en el 6,97‰ para el año 1918. Porras Gallo, M.I., Un
reto para la sociedad madrileña: la epidemia de gripe de 1918-19, Ibidem, p. 56.
30. AML IGE 434/5-9-12-16-17-19-22.
5. IMPACTO DEMOGRÁFICO: MORBI-MORTALIDAD GRIPAL
Los datos de mortalidad gripal de 1918 y 1919 han sido rectificados al
alza al tener en cuenta los excesos de mortalidad asociadas a las patologías
respiratorias no gripales con respecto al patrón de normalidad observado
entre los años 1916 y 192228. De este modo la mortalidad gripal en 1918 se
elevaría hasta el 11,4‰ y la de 1919 pasaría a ser del 1,49‰, frente a los
datos oficiales de 8,69‰ y 0,88‰ que vemos en la tabla nº 4 para 191829 y
1919 respectivamente. Podemos afirmar que, por una parte, existe un diag-
nóstico de patología gripal infravalorado que se percibe en los meses de
septiembre y octubre de 1918 y que aumenta artificialmente las cifras de
mortalidad de las patologías respiratorias no gripales. Por otra parte, la
infección gripal resulta especialmente virulenta en la población que padecía
algún problema respiratorio anterior, esto lleva acarreado una mortalidad
que, aunque fuera asignada en su momento a problemas no gripales, pode-
mos atribuir a la epidemia de gripe por ser, probablemente, el factor des-
encadenante del fallecimiento de los individuos. Con estas premisas podrí-
amos afirmar que la cifra absoluta de mortalidad gripal, de 229 fallecidos,
que arrojan las estadísticas oficiales para la ciudad de Logroño pasarían a ser
unos más realistas 309 fallecidos entre junio de 1918 y abril de 1919.
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Tabla nº 4
Evolución de la mortalidad expresada en ‰ (1916-1922)
Fuente: AML30. Elaboración propia.
1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922
Gripe 0,79 1,38 8,69 0,88 0,5 0,29 0,54
Tuberculosis respirat. 2,47 2,38 2,72 2,76 1,96 2,38 2,38
Bronquitis aguda 1,34 1,63 3,43 1,71 1,46 1,17 1,96
Bronquitis crónica 1,3 1,17 1,5 1,04 0,84 1,34 0,71
La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño
31. AML IGE 434/12-16.
32. AML IGE 434/5-9-12-16-17-19-22.
Nos encontramos con una situación similar en cuanto a una infravalora-
ción del diagnóstico gripe en los datos de morbilidad, sin embargo, el ajus-
te de las tasas de morbilidad, a la realidad que se estaba dando, exige de un
estudio más detenido de la información disponible. En la tabla nº 5 se refle-
jan los datos oficiales que reafirman lo comentado con respecto a la con-
centración de casos en el mes de octubre de 1918, con una espectacular inci-
dencia del 117‰. Gran parte de esta se produjo en la primera quincena del
mes, lo que implica un mayor impacto por la concentración de casos.
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Tabla nº 5
Evolución de la morbilidad gripal
Fuente: AM31L. Elaboración propia.
Tabla nº 6
Evolución de los casos totales de mortalidad gripal por grupos de edad
Fuente: AML32. Elaboración propia.
0-1 1-4 5-19 20-39 40-59 >60
1916 19 20 15 50 32 53
1917 22 22 21 34 30 59
1918 34 39 49 171 64 64
1919 22 22 21 53 33 46
1920 28 27 18 45 21 41
1921 22 12 20 46 27 47
1922 29 34 16 53 37 52
nº absolutos
1918 1919 1918 1919
Enero 2 5 0,08 0,21
Febrero 4 102 0,17 4,26
Marzo 4 23 0,17 0,96
Abril 0 5 0 0,21
Mayo 1 1 0,04 0,04
Junio 5 0 0,21 0
Julio 4 0 0,17 0
Agosto 1 0 0,04 0
Septiembre 86 0 3,59 0
Octubre 2.797 0 117 0
Noviembre 44 1 1,84 0,04
Diciembre 0 1 0 0,04
Total 2.948 138 123 5,77
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33. Huertas, R. “Política sanitaria: de la Dictadura de Primo de Rivera a la IIª República”,
en Revista Española de Salud Pública, 74, p. 35, 2000.
34. Tan solo existe una referencia muy genérica de la epidemia de gripe de 1918 en
Logroño y su provincia en Bernad Pérez, G. “Logroño duplica su población (1900-1940”), en
Bermejo Martín, F. (coord.) Historia de la Ciudad de Logroño, Edad Contemporánea, tomo V,
p. 147.
Uno de los aspectos destacables de esta epidemia gripal fueron los gru-
pos de edades afectados por el brote. Como norma general debemos afir-
mar que los individuos más vulnerables a los procesos infecciosos son los
niños, cuyo sistema inmunológico no ha madurado todavía, y los ancianos,
que arrastran un deterioro fisiológico asociado a la edad. Sin embargo, una
de las características del proceso gripal de 1918 fue la especial crudeza de
su impacto en los grupos de población joven de entre 20 y 39 años. Esta
situación se repite por todo el mundo y en Logroño podemos advertir con
claridad esta situación al analizar los datos de la tabla nº 6, la gripe incidió
de forma especial en el grupo de población joven y sana que constituía la
parte esencial de la población activa de la ciudad. Esta situación, que se
hizo especialmente patente en el mes de octubre de 1918, trajo evidentes
consecuencias económicas con la reducción de la actividad en la ciudad.
6. CONCLUSIONES
El estudio de la evolución de la pandemia gripal de 1918 en la ciudad
de Logroño, nos permite establecer que su evolución fue similar a la de
otras latitudes. Una evolución en tres olas epidémicas, con un impacto muy
importante en la segunda, una elevada incidencia en los grupos de edad de
20 a 39 años y con una mortalidad gripal de 8,69‰ en 1918 (11,4‰ aproxi-
mación a los datos reales de la epidemia) muy superior a la media española.
La gestión de la administración fue a remolque de los acontecimientos
al impulsar medidas que, aunque pudiéramos etiquetar de eficaces, fueron
adoptadas con cierto retraso. De la información estudiada podemos intuir
que esta deficiente gestión pudiera ser una de las causas del impacto de la
gripe en la primera quincena del mes de octubre. Esta falta de organiza-
ción, unida a unas deficientes infraestructuras sanitarias, fue equiparable a
la situación que se vivió en el resto del país y sirvió para sensibilizar a las
autoridades sanitarias, políticas y a la opinión pública en general, de las
penosas condiciones sanitarias del momento33.
Este trabajo abre la puerta a una profundización en algunas de las cla-
ves de esta epidemia gripal como son la evolución de la morbilidad, la des-
cripción de su impacto económico en la ciudad o cómo se comportó en el
ámbito de los cuarteles militares, un lugar con características propicias para
la propagación del virus. Por otra parte, creo necesario enmarcar este estu-
dio en una investigación más ambiciosa que establezca el comportamiento
de la epidemia en el conjunto de la provincia34.
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La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño
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... Otros autores han tratado también el asunto realizando estudios de tipo local o comarcal centrándose en ciudades como Madrid (Porras, 1994;Oeppen et al., 2010), Logroño (Iruzubieta, 2008), Oviedo, Gijón o Avilés (Álvarez et al., 2008). La complejidad de trabajar con los extensos datos de los registros civiles a una escala macro, ha llevado a los diversos autores que se han adentrado en 4 el tema a partir de estas fuentes a focalizar su investigación en espacios más concretos y abordables. ...
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RESUMEN: El presente trabajo aborda desde un análisis propio de la metodología cuantitativa la incidencia de la gripe española en las localidades de la Campiña Sur de Badajoz. Para la realización del artículo se ha recurrido a un exhaustivo examen de la documentación primaria contenida en los registros civiles de diferentes pueblos que nos han aportado una muestra significativa y con el necesario nivel de confianza como para poder hacer extensivos los resultados a las de todo el partido judicial de Llerena. Se parte de un estudio general de lo que supuso la epidemia a nivel mundial y de un análisis de la cuestión a través de la historiografía existente para, tras plantear las hipótesis previas, pasar a analizar su desarrollo y consecuencias sobre las poblaciones objeto de investigación. ABSTRACT: The present work approaches from an own analysis of the quantitative methodology the incidence of the Spanish flu in the localities of the Campiña Sur de Badajoz. For the realization of the article has been used a thorough examination of the primary documentation contained in the civil registries of different peoples that have given us a significant sample and with the necessary level of confidence to be able to extend the results to those of all the judicial party of Llerena. It is based on a general study of what the global epidemic entailed and an analysis of the issue through existing historiography in order to analyze its development and its consequences on the populations under investigation after proposing the previous hypotheses.
... Otros autores han tratado también el asunto realizando estudios de tipo local o comarcal centrándose en ciudades como Madrid (Porras, 1994;Oeppen et al., 2010), Logroño (Iruzubieta, 2008), Oviedo, Gijón o Avilés (Álvarez et al., 2008). La complejidad de trabajar con los extensos datos de los registros civiles a una escala macro, ha llevado a los diversos autores que se han adentrado en el tema a partir de estas fuentes a focalizar su investigación en espacios más concretos y abordables. ...
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Resumen. El presente trabajo aborda desde un análisis propio de la metodología cuantitativa la incidencia de la gripe española en las localidades de la Campiña Sur de Badajoz. Para la realización del artículo se ha recurrido a un exhaustivo examen de la documentación primaria contenida en los registros civiles de diferentes pueblos que nos han aportado una muestra significativa y con el necesario nivel de confianza como para poder hacer extensivos los resultados a las de todo el partido judicial de Llerena. Se parte de un estudio general de lo que supuso la epidemia a nivel mundial y de un análisis de la cuestión a través de la historiografía existente para, tras plantear las hipótesis previas, pasar a analizar su desarrollo y consecuencias sobre las poblaciones objeto de investigación. Abstract The present paper approaches from an analysis of the quantitative methodology the incidence of the Spanish flu in the localities of the countryside south of Badajoz. For the realization of the article has resorted to an exhaustive review of the primary documentation contained in the civil registries of different peoples who have made a significant sample, with the necessary level of trust to be able to extend the results to those of the judicial district of Llerena. It is part of a general survey of what was the global epidemic and an analysis of the question through the existing historiography, raising the prior hypotheses, go to analyze its development and consequences on populations of investigation.
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Objetivos. Las enfermedades infecciosas han sido tradicionalmente una de las principales causas de muerte en los países desarrollados. Los objetivos del presente trabajo consistieron en cuantificar la importancia de las enfermedades infecciosas como causa de muerte prematura en España entre 1908 y 1995, y conocer la frecuencia y distribución de las enfermedades infecciosas con mayor impacto sobre la mortalidad prematura. Métodos. El estudio se realizó a partir de los datos de mortalidad por causas infecciosas publicados por el Instituto Nacional de Estadística en el Movimiento Natural de la Población para el período en estudio. Se utilizan como indicadores de mortalidad prematura los años de vida potencial perdidos (AVPP), la tasa bruta de AVPP por 1 000 habitantes y el porcentaje y la media de AVPP. Resultados. Entre 1908 y 1995, el número y la tasa de AVPP por causas infecciosas experimentaron una evolución claramente descendente. El descenso fue más acusado a partir de los años 50 y se observó en todos los grupos de edad. La tuberculosis fue la primera causa de muerte prematura desde principios de siglo hasta los años 70. A partir de esta fecha toman el relevo las neumonías y el sida. Conclusiones. El impacto de las enfermedades infecciosas como determinantes de muerte prematura en España ha descendido a lo largo del siglo XX, sobre todo a partir de los años 70.
Article
The pandemic potential of influenza has made this disease the principal target of both national and international surveillance systems. The intrinsic characteristics of sentinel networks enable them to integrate epidemiological and virological information of a high incidence disease such as influenza, so helping in the early detection and characterization of the circulating influenza viruses and in evaluating their spread capacity in the population.A sentinel network, which covers 75% of the population, was created in Spain more than ten years ago. This provides a new approach to human influenza surveillance based on the individualized reporting of each case and the linkage of clinical, epidemiological and virological data. This system has contributed to a more accurate evaluation of influenza activity in Spain.In spite of the limitations of this sentinel system, which mainly derive from the lack of representativeness that any surveillance system based on population samples can encounter, it provides data which have proved useful for the follow-up and control of influenza. Rapid information transmission is one of the main advantages of the system, allowing its integration in the international disease surveillance networks and improving the timeliness of both information spread and formulation of recommendations.
Un reto para la sociedad madrileña: la epidemia de gripe de 1918-19
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Porras Gallo, M.I., Un reto para la sociedad madrileña: la epidemia de gripe de 1918-19, Editorial Complutense, Madrid, 1997.
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  • J Barona Vilar
  • E Perdiguero Gil
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Bernabeu Mestre, J., Barona Vilar, J., Perdiguero Gil, E. y Robles González, E. "La Historia social a través de la enfermedad y sus manifestaciones: mortalidad y morbilidad", en Pérez-Fuentes Hernández, P. (coord.)
Logroño duplica su población
  • Bernad Pérez
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Bernad Pérez, G. " Logroño duplica su población (1900-1940 " ), en Bermejo Martín, F. (coord.) Historia de la Ciudad de Logroño, Edad Contemporánea, tomo V, p. 147.
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