BookPDF Available

Hoja Geológica 3969-II, NEUQUÉN, provincias del Neuquén, Río Negro y La Pampa

Authors:

Abstract

RESUMEN La Hoja Geológica 3969-II, Neuquén, abarca parte de la región oriental de la provincia del Neuquén, el sector noroccidental de la provincia de Río Negro y, en su ángulo nordeste, un pequeño sector de la provincia de La Pampa. En su totalidad, se encuentra incluida en la provincia geológica conocida como Cuenca Neuquina. El registro estratigráfico comienza en el Cretácico superior, con las sedimentitas continentales del Grupo Neuquén, cuya edad se extiende entre el Cenomaniano temprano y el Campaniano temprano. El Grupo Neuquén está cubierto en discordancia por sedimentitas de naturaleza continental, litoral y marina del Grupo Malargüe, desarrolladas entre el Campaniano tardío y el Paleoceno l.s., que contienen al límite Cretácico - Paleógeno. Ambos grupos conforman un ciclo sedimentario (Riográndico) que corresponde a una etapa en que la Cuenca Neuquina se comportó como una cuenca de antepaís y experimentó por primera vez una transgresión marina de origen atlántico. Durante el Eoceno, la fase orogénica Incaica causó la deformación de los grupos Neuquén y Malargüe. Con posterioridad, las sedimentitas de la Formación Chichinales denotan depositación en una red de drenaje incipiente, desarrollada durante el Mioceno inferior a medio. En forma parcialmente coetánea en el actual valle del río Colorado se produjo la depositación de la Formación Vaca Mahuida, que contiene en su sección inferior depósitos marinos someros. En discordancia sobre esta unidad y sobre diferentes términos del Grupo Malargüe se apoyan las sedimentitas neógenas de la Formación Barranca de los Loros (Mioceno medio) y de la Formación El Palo (Mioceno superior - Plioceno inferior), que la sucede en discordancia. Los procesos de elevación y consecuente denudación del área resultantes del diastrofismo Diaguítico originaron los depósitos de la Formación Bayo Mesa. En el sector pampeano, la Formación El Sauzal sucede en discordancia a la Formación El Palo. A continuación, ya en el Pleistoceno, tuvo lugar la elaboración de una importante superficie de pedimentación representada por el primer nivel de pedimentos. Episodios posteriores de agradación dieron lugar a la planicie psefítica del Jagüel de Canale. Aparentemente preservada a lo largo del valle del río Neuquén se depositó la Formación Agua de la Caldera. Durante el Pleistoceno, los procesos de modelamiento del paisaje y configuración de la red de drenaje generaron, en forma más o menos concomitante, superficies de pedimentación vinculadas a distintos niveles de base, así como los Depósitos aluviales de Balsa Las Perlas y los diversos niveles de terraza de los grandes ríos que atraviesan la Hoja (Neuquén, Limay, Negro y Colorado). El Holoceno comprende los depósitos de bajos y lagunas, médanos, aluviales y coluviales, y las planicies aluviales y abanicos actuales. La Hoja Neuquén abarca un sector de la Cuenca Neuquina de enorme relevancia en la explotación petrolera, y comprende numerosos yacimientos de petróleo y gas en activo desarrollo. Los recursos mineros se centran en las rocas industriales, consistiendo mayormente en explotaciones de yeso y arcillas bentoníticas. Por otra parte, posee aspectos de gran relevancia paleontológica y estratigráfica dados por las importantes faunas de dinosaurios y otros tetrápodos hallados principalmente en el Grupo Neuquén, así como las microfaunas presentes en el Grupo Malargüe, donde se pone de manifiesto el límite Cretácico - Paleógeno
Boletin Nº 370
Buenos Aires - 2007
Programa Nacional de Cartas Geológicas
de la República Argentina
ISSN 0328-2333
Hoja Geológica 3969-II
Neuquén
Provincias del Neuquén, Río Negro y La Pampa
Micropaleontología: Carolina Náñez
Dinosaurios y otros vertebrados terrestres: Sebastián Apesteguía
Recursos Minerales: Ricardo Caba
Geología del petróleo: Vivian Narciso
Supervisión: Mario Franchi
María F. Rodríguez, Héctor A. Leanza y Matías Salvarredy Aranguren
1:250.000
1:250.000
Grupo Neuquén en la vertiente occidental de la sierra Barrosa.
Programa Nacional de Cartas Geológicas
de la República Argentina
1:250.000
Hoja Geológica 3969-II
Neuquén
Provincias del Neuquén, Río Negro y La Pampa
María F. Rodríguez, Héctor A. Leanza y Matías Salvarredy Aranguren
Micropaleontología: Carolina Náñez
Dinosaurios y otros vertebrados terrestres: Sebastián Apesteguía
Recursos Minerales: Ricardo Caba
Geología del petróleo: Vivian Narciso
Supervisión: Mario Franchi
Normas, dirección y supervisión del Instituto de Geología y Recursos Minerales
SERVICIO GEOLÓGICO MINERO ARGENTINO
INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y RECURSOS MINERALES
Boletín Nº 370
Buenos Aires - 2007
SERVICIO GEOLÓGICO MINERO ARGENTINO
Presidente: Ing. Jorge Mayoral
Secretario Ejecutivo: Lic. Pedro Alcántara
INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y RECURSOS MINERALES
Director: Lic. Roberto F. Page
DIRECCIÓN DE GEOLOGÍA REGIONAL
Director: Lic. José E. Mendía
SEGEMAR
Avenida Julio A. Roca 651 • 10º Piso • Telefax 4349-4450/3115
(C1067ABB) Buenos Aires • República Argentina
www.segemar.gov.ar / info@segemar.gov.ar
Referencia bibliográfica
RODRÍGUEZ, M.F., H.A. LEANZA y M. SALVARREDY ARANGUREN,
2007. Hoja Geológica 3969-II, Neuquén, provincias del Neuquén, Río Negro y
La Pampa. Instituto del Geología y Recursos Minerales. Servicio Geológico
Minero Argentino, Boletín 370, 165 pp. Buenos Aires.
ISSN 0328–2333
Es propiedad del SEGEMAR • Prohibida su reproducción
Ejemplo cita particular
APESTEGUÍA, S., 2007. Dinosaurios y otros vertebrados terrestres. En:
Hoja Geológica 3969-II, Neuquén, provincias del Neuquén, Río Negro y
La Pampa. Instituto del Geología y Recursos Minerales. Servicio
Geológico Minero Argentino, Boletín 370, 165 pp. Buenos Aires.
CONTENIDO
RESUMEN ...................................................................................................... 1
ABSTRACT ...................................................................................................... 2
1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 3
Ubicación de la Hoja y área que abarca ................................................................................ 3
Naturaleza del Trabajo ...................................................................................................... 3
Investigaciones anteriores ...................................................................................................... 3
2. ESTRATIGRAFÍA ...................................................................................................... 4
Relaciones generales ...................................................................................................... 4
2.1. Mesozoico ...................................................................................................... 6
2.1.1. Cretácico superior ...................................................................................................... 6
Grupo Neuquén.................................................................................................. 6
2.1.1.1. Cenomaniano - Turoniano inferior .......................................................................... 8
Subgrupo Río Limay .................................................................................. 8
2.1.1.2. Cenomaniano superior.............................................................................................. 9
Formación Huincul .............................................................................. 9
2.1.1.3. Cenomaniano superior - Turoniano inferior ......................................................... 1 0
Formación Cerro Lisandro ................................................................ 1 0
2.1.1.4. Turoniano superior - Conianciano ......................................................................... 1 2
Subgrupo Río Neuquén............................................................................ 12
2.1.1.5. Turoniano superior - Conianciano inferior ........................................................... 1 2
Formación Portezuelo ........................................................................ 1 2
2.1.1.6. Coniaciano superior ................................................................................................ 16
Formación Plottier.............................................................................. 1 6
2.1.1.7. Santoniano - Campaniano inferior ......................................................................... 1 8
Subgrupo Río Colorado ........................................................................... 1 8
2.1.1.8. Santoniano .................................................................................................... 1 9
Formación Bajo de la Carpa ............................................................. 1 9
2.1.1.9. Campaniano inferior ............................................................................................... 22
Formación Anacleto........................................................................... 22
2.2. Mesozoico - Cenozoico .................................................................................................... 2 4
2.2.1. Cretácico superior - Paleógeno ..................................................................................... 2 4
Grupo Malargüe ...............................................................................................24
2.2.1.1. Campaniano superior - Maastrichtiano inferior.................................................... 25
Formación Allen................................................................................. 2 5
2.2.1.2. Maastrichtiano - Daniano ....................................................................................... 3 2
Formación Jagüel............................................................................... 3 2
2.2.1.3. Daniano .................................................................................................... 3 5
Formación Roca ................................................................................. 3 5
2.2.1.4. Paleoceno l.s. ....................................................................................................39
Formación El Carrizo ........................................................................ 39
2.3. Cenozoico ....................................................................................................41
2.3.1. Paleógeno - Neógeno .................................................................................................... 4 1
2.3.1.1. Oligoceno superior - Mioceno medio ................................................................... 4 1
Formación Vaca Mahuida .................................................................. 4 1
2.3.2. Neógeno ....................................................................................................47
2.3.2.1. Mioceno inferior a medio .......................................................................................47
Formación Chichinales......................................................................47
2.3.2.2. Mioceno medio ....................................................................................................50
Formación Barranca de los Loros .................................................... 50
2.3.2.3. Mioceno superior - Plioceno inferior ....................................................................5 3
Formación El Palo .............................................................................. 53
2.3.3. Neógeno - Cuaternario................................................................................................... 54
2.3.3.1. Plioceno superior - Pleistoceno inferior ................................................................ 5 4
Formación Bayo Mesa .......................................................................54
2.3.4. Cuaternario ....................................................................................................56
2.3.4.1. Pleistoceno ....................................................................................................56
Formación El Sauzal ..........................................................................56
Depósitos que cubren el primer nivel de pedimentos .................... 57
Formación Agua de la Caldera ......................................................... 5 7
Depósitos que cubren niveles pedimentados .................................. 60
Depósitos aluviales de Balsa Las Perlas ..........................................61
Depósitos de la planicie psefítica del Jagüel de Canale.................62
Depósitos fluviales antiguos de los ríos Neuquén y Negro...........63
Depósitos fluviales antiguos del río Limay .....................................63
Depósitos fluviales antiguos del río Colorado ................................ 63
2.3.4.2. Holoceno ....................................................................................................64
Depósitos de bajos y lagunas ...........................................................64
Depósitos eólicos ............................................................................... 64
Depósitos fluviales y eólicos ............................................................ 6 4
Depósitos de médanos longitudinales .............................................64
Depósitos coluviales..........................................................................64
Depósitos aluviales actuales y abanicos recientes..........................65
Depósitos de las planicies aluviales actuales de los ríos
Neuquén, Limay, Negro y Colorado ................................................ 65
3. 67ESTRUCTURA ....................................................................................................65
3.1. Unidades morfoestructurales ................................................................................................6 6
3.2. Descripción de las estructuras principales .......................................................................... 67
3.3. Evolución tectónica ....................................................................................................70
4. GEOMORFOLOGÍA .................................................................................................... 7 2
5. HISTORIA GEOLÓGICA .................................................................................................... 8 0
6. MICROPALEONTOLOGÍA .................................................................................................... 8 1
Grupo Neuquén .................................................................................................... 8 2
Grupo Malargüe .................................................................................................... 8 2
Formación Allen ...............................................................................................8 2
Formación Jagüel .............................................................................................84
Formación Roca ............................................................................................... 88
Formación El Carrizo ....................................................................................... 8 8
7. DINOSAURIOS Y OTROS VERTEBRADOS TERRESTRES ............................................ 89
Formación Candeleros ..................................................................................... 8 9
Formación Huincul .......................................................................................... 9 0
Formación Cerro Lisandro .............................................................................. 9 0
Formación Portezuelo ...................................................................................... 9 0
Formación Plottier ............................................................................................ 91
Formación Bajo de la Carpa ............................................................................ 9 1
Formación Anacleto ......................................................................................... 9 3
Formación Allen ...............................................................................................9 7
Formación Jagüel .............................................................................................99
8. RECURSOS MINERALES .................................................................................................... 9 9
8.1. Depósitos de minerales industriales ........................................................................................ 99
Arcillas rojas .................................................................................................... 9 9
Bentonita ................................................................................................. 102
Diatomita ................................................................................................. 114
Yeso ................................................................................................. 115
Arenas, gravas y ripio calcáreo ......................................................................................... 118
Arena silícea ................................................................................................. 1 18
8.2. Depósitos de minerales metalíferos ...................................................................................... 119
Cobre ................................................................................................. 119
9. GEOLOGÍA DEL PETRÓLEO ............................................................................................ 142
Rocas madre ................................................................................................. 142
Rocas reservorio ................................................................................................. 143
Rocas sello ................................................................................................. 146
Migración ................................................................................................. 147
Entrampamientos ................................................................................................. 147
10. SITIOS DE INTERÉS GEOLÓGICOS ............................................................................. 147
Los Barreales ................................................................................................. 147
Sierra Barrosa ................................................................................................. 148
Comarca de Cinco Saltos ................................................................................................. 148
Borde oriental del bajo de Añelo (límite Cretácico - Paleógeno) ................................... 148
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 150
Neuquén 1
RESUMEN
La Hoja Geológica 3969-II, Neuquén, abarca
parte de la región oriental de la provincia del Neuquén,
el sector noroccidental de la provincia de Río Negro
y, en su ángulo nordeste, un pequeño sector de la
provincia de La Pampa. En su totalidad, se encuen-
tra incluida en la provincia geológica conocida como
Cuenca Neuquina.
El registro estratigráfico comienza en el
Cretácico superior, con las sedimentitas continenta-
les del Grupo Neuquén, cuya edad se extiende entre
el Cenomaniano temprano y el Campaniano tempra-
no. El Grupo Neuquén está cubierto en discordancia
por sedimentitas de naturaleza continental, litoral y
marina del Grupo Malargüe, desarrolladas entre el
Campaniano tardío y el Paleoceno l.s., que contie-
nen al límite Cretácico - Paleógeno. Ambos grupos
conforman un ciclo sedimentario (Riográndico) que
corresponde a una etapa en que la Cuenca Neuquina
se comportó como una cuenca de antepaís y experi-
mentó por primera vez una transgresión marina de
origen atlántico.
Durante el Eoceno, la fase orogénica Incaica
causó la deformación de los grupos Neuquén y
Malargüe. Con posterioridad, las sedimentitas de la
Formación Chichinales denotan depositación en una
red de drenaje incipiente, desarrollada durante el
Mioceno inferior a medio. En forma parcialmente
coetánea en el actual valle del río Colorado se pro-
dujo la depositación de la Formación Vaca Mahuida,
que contiene en su sección inferior depósitos mari-
nos someros. En discordancia sobre esta unidad y
sobre diferentes términos del Grupo Malargüe se
apoyan las sedimentitas neógenas de la Formación
Barranca de los Loros (Mioceno medio) y de la For-
mación El Palo (Mioceno superior - Plioceno infe-
rior), que la sucede en discordancia. Los procesos
de elevación y consecuente denudación del área re-
sultantes del diastrofismo Diaguítico originaron los
depósitos de la Formación Bayo Mesa.
En el sector pampeano, la Formación El Sauzal
sucede en discordancia a la Formación El Palo. A
continuación, ya en el Pleistoceno, tuvo lugar la ela-
boración de una importante superficie de
pedimentación representada por el primer nivel de
pedimentos. Episodios posteriores de agradación die-
ron lugar a la planicie psefítica del Jagüel de Canale.
Aparentemente preservada a lo largo del valle del
río Neuquén se depositó la Formación Agua de la
Caldera. Durante el Pleistoceno, los procesos de
modelamiento del paisaje y configuración de la red
de drenaje generaron, en forma más o menos con-
comitante, superficies de pedimentación vinculadas
a distintos niveles de base, así como los Depósitos
aluviales de Balsa Las Perlas y los diversos niveles
de terraza de los grandes ríos que atraviesan la Hoja
(Neuquén, Limay, Negro y Colorado). El Holoceno
comprende los depósitos de bajos y lagunas, médanos,
aluviales y coluviales, y las planicies aluviales y aba-
nicos actuales.
La Hoja Neuquén abarca un sector de la Cuen-
ca Neuquina de enorme relevancia en la explota-
ción petrolera, y comprende numerosos yacimientos
de petróleo y gas en activo desarrollo. Los recursos
mineros se centran en las rocas industriales, consis-
tiendo mayormente en explotaciones de yeso y arci-
llas bentoníticas. Por otra parte, posee aspectos de
gran relevancia paleontológica y estratigráfica da-
dos por las importantes faunas de dinosaurios y otros
tetrápodos hallados principalmente en el Grupo
Neuquén, así como las microfaunas presentes en el
Grupo Malargüe, donde se pone de manifiesto el lí-
mite Cretácico - Paleógeno.
2Hojas Geológicas 3969-II
ABSTRACT
The geological sheet 3969-II, Neuquén, embraces
part of the eastern region of the Neuquén province,
the northwestern area of the Río Negro province,
and in its northeastern corner, a small sector of the
La Pampa province. It is entirely comprised in the
geological province known as the Neuquén basin.
The stratigraphic record begins in the Late
Cretaceous, with continental sedimentary rocks of
the Neuquén Group, whose age spans within the Early
Cenomanian to the Early Campanian. The Neuquen
Group is overlaid in unconformity by marine, littoral
and continental sedimentary rocks of the Malargüe
Group that were deposited during the Late
Campanian to the Paleocene l.s., in which the
Cretaceous/Paleogene boundary is recognized. Both
groups form a sedimentary cycle (Riograndican)
which belongs to a stage in which the Neuquén basin
performed as a foreland basin, and was affected for
the first time by a marine transgression of Atlantic
origin.
During the Eocene, as a result of the Incaican
orogenic phase, the Neuquén and the Malargüe
Groups were deformed. Later on, the sedimentary
rocks of the Chichinales Formation were deposited
in an incipient fluvial drainage system, which was
developed during the Early to Middle Miocene.
Almost simultaneously, the deposition of the Vaca
Mahuida Formation, with shallow marine sedimentary
rocks at its base, took place along the present Colo-
rado river valley. In unconformity over the last unit
and also above others, which form part of the
Malargüe Group, Neogene continental sedimentary
rocks of the Barrancas de los Loros Formation
(Middle to Upper Miocene) and the El Palo
Formation (Upper Miocene – Pliocene) were
deposited. As a result of the uplift process due to the
Diaguitican diastrophism, the area was strongly
denutaded and important aggradational deposits,
namely the Bayo Mesa Formation, were deposited.
In the La Pampa province portion of the
mapped area, the El Sauzal Formation overly in
unconformity the El Palo Formation. Later on,
already in the Pleistocene, the development of an
important surface of pedimentation represented by
Deposits of the First Pediment Level took place.
New aggradation episodes resulted in the formation
of the Jagüel de Canale psefitic plain. Apparently
preserved only along the Neuquén river valley, the
Agua de la Caldera Formation was deposited.
During the Pleistocene, landscape modelling
processes and development of the actual drainage
fluvial system, resulted in the more or less
concomitant elaboration of pedimentation surfaces
related with different base levels, as well as the
alluvial deposits of Balsa Las Perlas, and diverse
terraces of the great rivers present in the mapped
region (Neuquén, Limay, Negro y Colorado). The
Holocene comprises lowland and lagoonal deposits,
dunes, colluvial and alluvial deposits, as well as
alluvial plains and actual fans.
The Neuquen sheet embraces a sector of the
Neuquén basin of great relevance in the oil
exploitation, in which several oil and gas fields are
actually operating in a very active way. The mineral
resources are mainly related with the production of
industrial minerals, mostly consisting in the
exploitation of gypsum and bentonitic clays. The
mapped area posses aspects of great paleontological
and stratigraphical relevance given by important
dinosaurs and other tetrapod faunas mostly from the
Neuquén Group, as well as the presence of
significant microfaunas in the Malargüe Group, in
which the Cretaceous/Paleogene boundary is
recorded.
Neuquén 3
1. INTRODUCCIÓN
UBICACIÓN DE LA HOJA Y ÁREA QUE ABARCA
La Hoja 3969-II, Neuquén, se extiende entre los
paralelos 38° y 39° de latitud sur y los meridianos
67° 30' y 69° de longitud oeste. Abarca una impor-
tante porción de la región oriental de la provincia del
Neuquén, el sector noroccidental de la provincia de
Río Negro y, en su ángulo nordeste, un pequeño sector
de la provincia de La Pampa (Fig. 1). Así delimita-
da, la región estudiada posee una superficie de 14.494
km2. Comprende las bases topográficas de la Se-
cretaría de Minería a escala 1: 100.000 correspon-
dientes a las Hojas 34d, Cuenca del Añelo; 34e, Pie-
dras Blancas; 35d, Cutral Có; 35e, Neuquén y 35f,
Jagüel de los Milicos. A nivel de provincias geológicas,
la Hoja está comprendida en la región oriental de la
Cuenca Neuquina.
NATURALEZA DEL TRABAJO
El trabajo consistió en un levantamiento geológico
expeditivo con recolección de muestras y confec-
ción de perfiles en las áreas más significativas. Se
contó con imágenes satelitales LANDSAT amplia-
das a escala 1: 250.000. Las imágenes sirvieron como
orientación para realizar las tareas de campo. Una
vez confirmados, los datos geológicos fueron volca-
dos en la base topográfica de la Hoja IGM 3969-II,
Neuquén, a escala 1: 250.000.
Las campañas se efectuaron durante los me-
ses de noviembre de 2001, mayo de 2002 y junio de
2003. En esta última, se contó con la colaboración
del geólogo Martín Cervera, en ese entonces be-
cario del SEGEMAR y del geólogo Alberto Garri-
do (Museo Carmen Funes, Plaza Huincul). Este
último aportó conocimientos y experiencia que fue-
ron de vital importancia para el tratamiento del
Grupo Neuquén.
INVESTIGACIONES ANTERIORES
Existe abundante bibliografía, publicada e in-
édita, referente a las unidades aflorantes en la Hoja,
en particular al Grupo Neuquén. Entre los antece-
dentes más significativos, ya sea por su carácter
de estudios pioneros o por los aportes que realiza-
Figura 1. Mapa de ubicación.
69°
69°
67°30'
67°30'
38°
38°
39°
39°
R
í
o
N
e
u
q
u
é
n
Rim
íoa
L
y
Río
S
a
ldo
a
A
o
.
P
i
c
ú
nf
L
e
u
ú
Salina Grande o
Gran Salitral
Salitral
de la Perra
Lag. La
Dulce
Embalse
Casa de Piedra
L. Pellegrini
Emb.
Los Barreales Emb.
Mari Menuco
Emb. Ezequiel
Ramos Mexía
Salinas de
Trapalcó
Ao
.
C
hn
i
a
Mue
rt
a
R
í
o
C
o
lr
o
a
d
o
Rí
o
N
e
g
r
o
0 50 100 km
40
40
40
151
237
237
152
152
40
6
6
7
6
7
17
17
17
20
8
20
22
22
25 de Mayo
Catriel
Rincón de
los Sauces
Chos
Malal
Las
Lajas
Zapala
Limay Mahuida
Añelo
Va. El Chocón
Gdor.
Duval
Chimpay
Chelforó
Co.
Policía
Trica Có
El Cuy
Picún Leufú
Plottier
Senillosa
Plaza
Huincul
Cutral-Có
Cinco Saltos
Cipolletti
Gral.
Roca
Villa Regina
Allen
Ing.
Huergo
Chichinales
NEUQUÉN
MENDOZA
LAPAMPA
RÍONEGRO
RÍONEGRO
NEUQUÉN
Cnia. Chica
Puelén
4Hojas Geológicas 3969-II
ron, pueden citarse los de Doering (1882),
Bodenbender (1892), Keidel (1917, 1925),
Burckhardt (1902), Wichmann (1916, 1924, 1927a,
1927b, 1927c, 1934), Windhausen (1914, 1922),
Schiller (1922), Roll (1939), Herrero Ducloux (1939,
1946, 1947), Groeber (1945, 1956, 1959), De La
Motta (1952), de Ferraríis (1968), Cazau y Uliana
(1973); Digregorio (1972), Ramos (1981),
Digregorio y Uliana (1980), Legarreta y Gulisano
(1989) y más recientemente, Leanza y Hugo (2001).
Los relevamientos geológicos regionales previos
incluyen los trabajos de Ardolino et al. (1996) en el
departamento Añelo, Danderfer y Vera (1992) en
el departamento Confluencia (ambos en la provin-
cia del Neuquén) y Uliana (1979) en la región
noroccidental de la provincia de Río Negro.
2. ESTRATIGRAFÍA
RELACIONES GENERALES
La Hoja 3969-II, Neuquén, se enmarca en la
Cuenca Neuquina, también conocida como
Engolfamiento Neuquino (Bracaccini, 1970), que
comprende al sector extraandino de la provincia del
Neuquén, sur de Mendoza, noroeste de Río Negro y
sur de La Pampa. En la superficie de la citada Hoja,
las unidades más antiguas aflorantes corresponden
al Grupo Neuquén, que aflora fundamentalmente en
su mitad occidental, disponiéndose en forma
subhorizontal, con una suave pendiente regional ha-
cia el sureste. Se han reconocido los términos me-
dios y superiores del Subgrupo Río Limay (forma-
ciones Huincul y Cerro Lisandro), el Subgrupo Río
Neuquén (formaciones Portezuelo y Plottier) y el
Subgrupo Río Colorado (formaciones Bajo de la
Carpa y Anacleto).
Las sedimentitas cretácico-paleógenas del Gru-
po Malargüe cubren al Grupo Neuquén mediante una
discordancia, conocida como Huantráiquica, cuya
mejor exposición se encuentra en las inmediaciones
del lago Pellegrini. Estos depósitos a su vez exhiben
una suave inclinación regional, resultado de la de-
formación del relleno sedimentario de la cuenca du-
rante los movimientos andinos. El Grupo Malargüe,
integrado por las formaciones Allen, Jagüel, Roca y
El Carrizo, presenta buenos afloramientos en la re-
gión centro-oriental de la Hoja.
Por encima de las unidades cretácico-
paleógenas se disponen en discordancia
sedimentitas continentales de naturaleza epi- y
piroclástica asignadas a la Formación Chichinales
(Mioceno inferior a medio), con afloramientos re-
ducidos en algunas localidades del sector central
de la Hoja. En la región nororiental, la unidad que
se sobrepone en discordancia a diferentes térmi-
nos del Grupo Malargüe es la Formación Vaca
Mahuida, marina a continental (Oligoceno superior
- Mioceno).
Las formaciones Barranca de los Loros y El Palo
conforman sendos episodios de sedimentación con-
tinental ocurridos durante el Neógeno y ambas cu-
bren en forma discordante -con espesores irregula-
res debido a la existencia de un acusado relieve pre-
vio en el caso de la Formación Barranca de los Lo-
ros- a las unidades más antiguas. Estas formaciones
están también restringidas al sector rionegrino y
pampeano de la Hoja.
La Formación Bayo Mesa (Plioceno supe-
rior – Pleistoceno) constituye un importante ni-
vel de agradación que alcanza las mayores altu-
ras topográficas de la región; sus afloramientos
más occidentales se encuentran en la sierra Ba-
rrosa y en el cerro Senillosa, donde cubren en
discordancia al Grupo Neuquén, y a partir de la
sierra Blanca se extienden ampliamente hacia la
zona centro - oriental de la Hoja, donde la uni-
dad se apoya en discordancia sobre la Forma-
ción El Palo.
La Formación El Sauzal, con afloramientos de
extensión limitada, representa un evento de sedimen-
tación continental desarrollado en el Pleistoceno in-
ferior, no observándose sus relaciones con otras uni-
dades dentro del área de estudio.
Con una distribución aparentemente restringi-
da al valle del río Neuquén, las sedimentitas con-
tinentales de la Formación Agua de la Caldera
(Pleistoceno) cubren en discordancia a diferentes
términos del Grupo Neuquén; el volcanismo acti-
vo en regiones cercanas (Auca Mahuida) produjo
un significativo aporte piroclástico en estos depó-
sitos.
Las unidades estratigráficas más jóvenes son los
depósitos cuaternarios representados por mantos de
rodados correspondientes a niveles de agradación
posteriores a la Formación Bayo Mesa, sedimentos
fluviales aterrazados, depósitos aluviales,
pedemontanos, eólicos y de bajos y lagunas, cuyo
desarrollo superficial en conjunto cubre buena parte
de la Hoja.
En el cuadro 1 se consigna la síntesis
estratigráfica de la Hoja 3969-II, Neuquén, con la
identificación numérica de las distintas unidades
estratigráficas reconocidas en el mapa.
Neuquén 5
Cuadro 1. Síntesis estratigráfica de la Hoja 3969-II, Neuquén.
ERA
SIST.
SERIE PISO UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS LITOLOGÍA
FASES
DIASTRÓ-
FICAS
Formación Huincul (1) Areniscas, fangolitas,
conglomerados
Formación Cerro
Lisandro (2)
Subgrupo Río
Limay (pars.)
GRUPO NEUQUÉN
Fangolitas, areniscas
Formación Portezuelo
(4)
Formación Plottier (5)
Subgrupo Río
Neuquén (3)
Fangolitas, areniscas
Areniscas, fangolitas
Formación Anacleto (8)
Formación Bajo de la
Carpa (7)
Subgrupo Río
Colorado (6)
Fangolitas, areniscas
Areniscas, fangolitas,
conglomerados
Formación El Carrizo
(12)
Formación Roca (11)
Formación Jagüel (10)
Formación Allen (9)
GRUPO
MALARGÜE
Pelitas, areniscas
Calizas, arcilitas, margas, yeso
Limolitas, arcilitas
Areniscas, arcilitas bentoníticas,
yeso, calizas
Formación Vaca
Mahuida (13)
Formación Chichinales
(14)
Areniscas, pelitas, tufitas,
conglomerados, calizas, yeso
Tobas, tufitas, arcilitas, limolitas,
areniscas
Formación El Palo (16)
Formación Barranca de los Loros (15) Fangolitas, tufitas, areniscas
Depósitos que cubren el primer nivel de
pedimentos (19)
Formación El Sauzal (18)
Formación Bayo Mesa (17) Conglomerados, areniscas
gruesas
Gravas, arenas
Areniscas, limolitas,
conglomerados, arcilitas
Areniscas, fangolitas, tufitas,
calizas
Depósitos eólicos, fluviales y de médanos
longitudinales del bajo de Añelo (45 a 47)
Depósitos de bajos y lagunas (44)
Depósitos fluviales antiguos del río Colorado
(Niveles I a V) (38 a 43)
Depósitos fluviales antiguos del río Limay (37)
Depósitos fluviales antiguos de los ríos Neuquén
y Negro (I a VIII) (28 a 36)
Depósitos aluviales de Balsa Las Perlas (26) Areniscas, conglomerados
Conglomerados, gravas, arenas
Gravas, arenas, pelitas
Limos, arcillas, arenas, sales
Arenas, limos
Depósitos de la planicie psefítica del Jagüel de
Canale (27) Gravas, arenas, limos
Gravas, arenas
Depósitos de las planicies aluviales actuales de
los ríos Limay, Neuquén, Negro y Colorado (50)
Depósitos aluviales actuales y abanicos
recientes (49)
Depósitos coluviales (48) Gravas, bloques, arenas, limos
Gravas, arenas, limos, arcillas
Gravas, arenas, limos, arcillas
Depósitos que cubren niveles pedimentados
(21 a 25)
Formación Agua de la Caldera (20) Areniscas, conglomerados,
limolitas, tufitas, arcilitas
Areniscas, conglomerados
Cenomaniano
Turoniano
Santoniano
Coniaciano
Campaniano
Maastrichtiano
Daniano
SUPERIOR
CRETÁCICO
PAL EOCEN O
OLIGOCENO
Inferior
Medio
Superior
Superior
MIOCENO
Inferior
Superior
PLIOCENO
PLEISTOCENO HOLOCENO
CUATERNARIO
CENOZOICO
MESOZOICO
Huantráiquica
Incaica
Quéchuica
Diaguítica
6Hojas Geológicas 3969-II
2.1. MESOZOICO
2.1.1. CRETÁCICO SUPERIOR
GRUPO NEUQUÉN (1 A 8)
Antecedentes
El Grupo Neuquén constituye una de las unida-
des más características de la Cuenca Neuquina y
los principales asomos que lo conforman, incluyen-
do localidades tipo, se encuentran en el sector occi-
dental de la Hoja.
Doering (1882) fue el primer autor en referirse
con algún detalle a estas sedimentitas, a las que de-
nominó Piso Pehuenche. Más tarde Roth (1898,
1899) las designó como Formaciones de Areniscas
Rojas y Formación con Dinosaurios. Otras designa-
ciones fueron introducidas por Wilckens (1906), quien
las llamó Formación Guaranítica, en tanto que
Ameghino (1906) las reunió con depósitos aflorantes
en otras regiones en las Areniscas Abigarradas.
Windhausen (1914) realizó observaciones y des-
cripciones en la región entre el río Neuquén y el vol-
cán Auca Mahuida; en ese trabajo propuso una pri-
mera subdivisión de las Areniscas Abigarradas.
Keidel (1917) consideró oportuno abandonar la de-
nominación de Ameghino (1906), que incorporaba
estratos de diversas litologías y edades, cambiándo-
la por Estratos con Dinosaurios, en atención al con-
tenido fósil de estas sedimentitas.
Estudios posteriores (Keidel, 1925; Wichmann,
1927a) procuraron establecer con mayor precisión
las características litológicas, límites y subdivisión de
los Estratos con Dinosaurios. El último autor, en su
análisis de las unidades aflorantes a lo largo del río
Neuquén, efectuó una subdivisión de estas capas en
diversos “grupos” que los señaló de A hasta I, de
arriba hacia abajo y en sentido ascendente por el
valle. El Grupo A corresponde aproximadamente con
la actual Formación Allen, base del Grupo Malargüe.
El Grupo Neuquén está comprendido en los grupos
B a F, en tanto que las unidades G a I de Wichmann
incluyen al actual Grupo Bajada del Agrio
(sedimentitas huitrinianas y rayosianas).
El avance de la exploración petrolera y la reali-
zación de levantamientos geológicos de detalle im-
pusieron la necesidad de resolver los problemas
nomenclaturales y estratigráficos que presentaban
estas capas. Roll (en Fossa Mancini et al., 1938)
introdujo el término Formación del Neuquén o
Neuquen Schichten. En trabajos posteriores de Roll
(1939, 1941) y Herrero Ducloux (1939, 1946, 1947)
se estableció la subdivisión clásica de la Formación
del Neuquén que, con algunas modificaciones, con-
tinúa vigente. Estos autores distinguieron, en orden
ascendente, los “grupos” de Candeleros, Huincul,
Cerro Lisandro, Portezuelo, Plottier, Bajo de la Car-
pa, Anacleto y Allen.
De Ferraríis (1968) dio categoría de Grupo a la
Formación del Neuquén, formalizó una división en
dos formaciones (Río Limay y Río Neuquén), inte-
gradas por los miembros ya establecidos por Roll y
Herrero Ducloux y reconoció dos subciclos de relle-
no en la cuenca. La denominación formal de Grupo
Neuquén fue utilizada por primera vez por Stipanicic
et al. (1968).
El esquema de de Ferraríis (1968) fue parcial-
mente modificado por Cazau y Uliana (1973), quie-
nes hicieron una subdivisión en cuatro formaciones
y siete miembros. De base a techo son: Formación
Río Limay (Miembros Candeleros, Huincul y Cerro
Lisandro), Formación Río Neuquén (Miembros
Portezuelo y Plottier), Formación Río Colorado
(Miembros Bajo de la Carpa y Anacleto) y Forma-
ción Allen.
En algunos trabajos concernientes a la región al
sur de Auca Mahuida (Padula, 1951; Holmberg, 1964)
se había separado a la Formación Allen del Grupo
Neuquén, sobre la base de consideraciones
estratigráficas y paleontológicas. Uliana (1973, 1979)
también separó a la Formación Allen del Grupo
Neuquén y la interpretó, en cambio, como la unidad
basal del ciclo sedimentario cretácico-paleógeno re-
presentado por el Grupo Malargüe. Este criterio fue
seguido posteriormente por Digregorio (1978),
Uliana y Dellapé (1981) y Ramos (1981) y es el que
se acepta actualmente.
Ramos (1981) elevó al rango de Formación a
los distintos miembros y al de Subgrupo a las tres
formaciones constitutivas del Grupo Neuquén, en
razón de que eran unidades estratigráficas perfec-
tamente diferenciables y mapeables a escala 1:
200.000. Estos cambios fueron aplicados por algu-
nos autores, como es nuestro caso, en tanto que otros
prefirieron mantener la subdivisión en formaciones
y miembros.
En épocas más recientes, Legarreta y Gulisano
(1989) realizaron un análisis estratigráfico secuencial
del relleno sedimentario de la Cuenca Neuquina en-
tre el Triásico superior y el Paleoceno. Reconocie-
ron tres supersecuencias limitadas por
discontinuidades estratigráficas importantes que co-
inciden aproximadamente con los ciclos Cuyano,
Neuquén 7
Ándico y Riográndico de Groeber. La Superse-
cuencia Superior comprende los depósitos referidos
a los grupos Neuquén y Malargüe. Estos autores
otorgaron a la discontinuidad basal de esta
supersecuencia (Discordancia Intersenoniana) una
edad de 94 Ma, algo más joven que la asignada por
Orchuela y Ploszkiewicz (1984). Dentro de la Se-
cuencia Neuquén, Legarreta y Gulisano (1989) de-
finieron 8 secuencias depositacionales, que progre-
sivamente traslapan una sobre otra y amplían así el
área de depositación. En líneas generales, cada una
de ellas exhibe un neto dominio de psamitas y psefitas
en posiciones próximas al borde de cuenca, en tanto
que en posiciones más cercanas al depocentro las
discontinuidades no son tan evidentes dado el pre-
dominio de pelitas en la litología.
Desde el punto de vista de la estratigrafía clási-
ca, los términos areno-conglomerádicos de cada
Subgrupo o Formación del Grupo Neuquén se pre-
sentan en los tramos inferiores, en tanto que las uni-
dades pelíticas ocupan posiciones estratigráficas más
altas, conformando tres ciclos claramente
distinguibles en el relleno de la cuenca.
Garrido (2000) efectuó un estudio detallado de
los depósitos del Grupo Neuquén en el área vecina a
Plaza Huincul, con énfasis en el análisis de facies y
en la interpretación de paleoambientes deposita-
cionales.
Distribución areal
El Grupo Neuquén tiene amplia distribución en
el ámbito de la Hoja, particularmente en el sector
neuquino (occidental). Los potentes estratos rojos
que lo caracterizan se reconocen en la extensa re-
gión comprendida entre el valle del río Limay por el
sur y el límite norte de la Hoja, donde se presentan
en las elevaciones situadas al norte de la ruta 22
(Barda González, cerro Challacó, cerro Senillosa,
cerro Lisandro, barda de Plottier), en la sierra Ba-
rrosa (Foto 1), en la periferia de los embalses Los
Barreales (Foto 2) y Mari Menuco, en el bajo de
Añelo y en el valle del río Neuquén. Hacia el este,
aflora hasta la longitud de la ciudad de Neuquén,
para reaparecer los términos superiores en las proxi-
midades del lago Pellegrini y en algunos puntos a lo
1
2
Foto 1. Afloramientos del Grupo Neuquén en el flanco occidental de la sierra Barrosa. Los niveles inferiores en primer plano
corresponden a la Formación Cerro Lisandro; las areniscas que forman los paredones bajos a la izquierda de la foto pertenecen
a la Formación Portezuelo; la Formación Plottier tiene poca expresión morfológica y la parte superior de la barda constituye la
Formación Bajo de la Carpa. Foto 2. Aspecto del Grupo Neuquén en los Mogotes Colorados, embalse Los Barreales. Los cerros
están constituidos por las formaciones Huincul, Cerro Lisandro y Portezuelo.
8Hojas Geológicas 3969-II
largo del valle del río Negro, bordeando las terrazas
frente a las localidades de Fernández Oro y Allen.
Asimismo, pequeños afloramientos de sus tramos
cuspidales se han reconocido sobre la margen
pampeana del río Colorado, en las proximidades de
Colonia Chica.
En la gran mayoría de las áreas referidas, las
unidades integrantes del Grupo son claramente
distinguibles; sólo en algunos sectores, y en razón
de los límites transicionales entre ellas o por pro-
blemas de escala, se hizo necesario mapear algu-
nas formaciones en conjunto; esto sucede particu-
larmente con las formaciones Portezuelo y Plottier
y con el par Bajo de la Carpa - Anacleto. Sin em-
bargo, en los párrafos subsiguientes se las trata por
separado.
La única unidad del Grupo Neuquén que no aflora
dentro de los límites de la Hoja es la Formación Can-
deleros, base del Subgrupo Río Limay.
Edad
La depositación de las capas rojas del Grupo
Neuquén comienza luego de la denominada Fase
Miránica Principal (Stipanicic y Rodrigo, 1970) de
los movimientos Patagonídicos. Esta fase diastrófica
está expresada en la discordancia Intercretácica o
Intersenoniana, que Orchuela y Ploszkiewicz, (1984)
equipararon temporalmente a la discontinuidad de
carácter global ubicada por Vail y Todd (1980) en
los 97 ± 3 Ma (Cenomaniano temprano). Por su parte,
Legarreta y Gulisano (1989) situaron a la discordan-
cia Intersenoniana en los 94 Ma. El límite superior
del Grupo está determinado por la discordancia
Huantráiquica, datada en los 74 ± 3 Ma (Leanza,
1999; Leanza y Hugo, 2001). Esta discontinuidad lo
separa del Grupo Malargüe, cuya edad máxima se
ha establecido entre el Campaniano medio y el
Maastrichtiano temprano (Heredia y Salgado, 1999;
Parras, 1999).
Recientemente, Corbella et al. (2004) prove-
yeron una edad radimétrica obtenida en un nivel de
toba blanca, estratigráficamente situado en la par-
te inferior de la Formación Huincul, aflorante en el
cerro Policía, en la provincia de Río Negro. La
muestra arrojó una edad de 88 ± 3,9 Ma, próxima
al límite Turoniano - Coniaciano. Este único dato
sugiere que las formaciones Huincul y Cerro
Lisandro serían algo más jóvenes de lo previamen-
te supuesto, pero no implica una edad menor para
la infrayacente Formación Candeleros (Corbella et
al., 2004).
Por otra parte, estudios paleontológicos sobre
vertebrados de la Formación Bajo de la Carpa
(Bonaparte, 1991) sugieren una edad santoniana para
esta unidad.
Datos paleomagnéticos aportados por Dingus
et al. (2000) en la localidad bautizada por
dinosaurólogos como Auca Mahuevo, indican una
edad campaniana temprana o media temprana para
los niveles portadores de huevos fósiles de
titanosaurios, situados estratigráficamente en
fangolitas de la Formación Río Colorado (en este
trabajo, Formación Anacleto).
Los datos expuestos permiten asignar una edad
campaniana temprana para los términos cuspidales
del Grupo Neuquén, representados por las fangolitas
de la Formación Anacleto. Así, la depositación de
las sedimentitas del Grupo Neuquén insumió un lap-
so de aproximadamente 23 millones de años, entre
el Cenomaniano temprano y el Campaniano temprano
(Leanza, 1999).
2.1.1.1. Cenomaniano - Turoniano inferior
SUBGRUPO RÍO LIMAY
Antecedentes
La denominación Formación Río Limay fue in-
troducida por de Ferraríis (1968), quien la propuso
para incluir a los miembros Candeleros, Huincul y
Lisandro; este agrupamiento fue aceptado por
Cazau y Uliana (1973) y mantenido en trabajos pos-
teriores. Cabe aclarar que Roll (1939) y Herrero
Ducloux (1946, 1947) habían utilizado un nombre
parecido (Grupos del Río Limay) para referirse a
sedimentitas continentales que están por debajo de
la discordancia Miránica Principal o Intersenoniana,
y que actualmente se integran al Grupo Fortín
Nogueira, perteneciente al Ciclo Ándico (Hugo y
Leanza, 2001a).
La categorización de las tres formaciones que
conforman el Grupo Neuquén como subgrupos y la
elevación a formaciones de los miembros que las
constituyen corresponde a Ramos (1981).
El Subgrupo Río Limay en el ámbito de la Hoja
Neuquén está representado por las unidades media
y superior que lo componen: formaciones Huincul y
Cerro Lisandro, y aflora esencialmente en su sector
occidental.
La edad del Subgrupo Río Limay estaría com-
prendida entre el Cenomaniano temprano y el
Turoniano temprano (Leanza y Hugo, 1997, 2001).
Neuquén 9
2.1.1.2. Cenomaniano superior
Formación Huincul (1)
Areniscas, fangolitas, conglomerados
Antecedentes
Esta unidad fue reconocida por Keidel (en
Wichmann, 1927c). Su localidad tipo está en las in-
mediaciones de Plaza Huincul, donde se encuentran
los afloramientos de areniscas amarillentas resisten-
tes que la caracterizan. Entre las referencias más
importantes relativas a la Formación Huincul, cabe
citar a Roll (1939, 1941), Herrero Ducloux (1946),
Di Paola y Marchese (1970), Marchese (1971),
Digregorio (1972), Cazau y Uliana (1973), Ramos
(1981) y Leanza y Hugo (1997, 2001).
Distribución areal
La Formación Huincul aflora en las inmediacio-
nes de Challacó al norte de la ruta 22, en la margen
derecha del río Limay (borde suroccidental de la
Hoja), en el tramo inferior del cañadón Mesa, que
desagua en el embalse Los Barreales al oeste de la
sierra Barrosa, en las inmediaciones del dique
Portezuelo Grande y en la periferia del bajo de Añelo.
En varios de esos sectores, los afloramientos están
parcialmente cubiertos por depósitos cuaternarios,
por lo que tienen escasa expresión en imagen
satelital.
Litología
La Formación Huincul se caracteriza por las
areniscas de colores claros, que varían del gris al
amarillento, bien consolidadas, en estratos gruesos.
Las areniscas son en general de grano medio a grueso
y muy micáceas. En las proximidades del cerro Gran-
de de Challacó (38° 52’ 15” S, 68° 55’ 25” O) se
reconoció la parte superior de esta unidad, en con-
tacto con la suprayacente Formación Cerro Lisandro.
En este sector, la formación se compone de arenis-
cas medianas a gruesas muy consolidadas, en estra-
tos tabulares, con estructuras de corte y relleno de
grandes dimensiones, estratificación cruzada en ar-
tesa de gran escala y climbing ripples hacia el tope
de los cuerpos arenosos. Las areniscas son micáceas
y presentan concreciones ferruginosas dispersas.
Estos estratos arenosos alternan con niveles de no
más de 1 m de espesor de fangolitas verdosas, gri-
ses y rojizas, laminadas. En todo el espesor aflorante
de la Formación Huincul (aproximadamente 80 m) se
identificaron cuatro niveles de fangolitas (Foto 3).
También se reconocieron potentes bancos de
areniscas grises entrecruzadas seguidos por paque-
tes algo más finos de color rojo ladrillo en la base
de los Mogotes Colorados, en el embalse Los
Barreales. Estas areniscas están cubiertas en for-
ma concordante por las fangolitas rojas de la For-
mación Cerro Lisandro; el tope resistente de los
mogotes está constituido por estratos arenosos ro-
jizos de la Formación Portezuelo. El tramo inferior
del cañadón Mesa, al sur de los Mogotes Colora-
dos, está labrado en niveles de areniscas amarillas
y grises de la Formación Huincul, con un espesor
aflorante de 40 metros.
Danderfer y Vera (1992) detallaron areniscas
cuarzosas de grano medio moderadamente selec-
cionadas, con niveles de conglomerados polimícticos
con rodados de 2 a 10 cm de diámetro; la coloración
amarillo blanquecina es distintiva. Hacia la parte
superior de la unidad mencionaron intercalaciones
de arcilitas rojas y verde claras con yeso y cristales
de pirita en las cercanías del cerro Grande de
Challacó.
Según Di Paola (1973) entre los fragmentos
líticos de las areniscas se observan fragmentos de
sedimentitas cuarzo-cloríticas, chert y plutonitas
ácidas, en tanto que las arcillas siempre presentan
una proporción del 10 al 30 % de caolinita.
Las características de la Formación Huincul son
bastante homogéneas en el área analizada; Ardolino
et al. (1996) describieron para la región situada al
este de Paso de los Indios, sobre el valle del río
Neuquén, una sección inferior compuesta por po-
tentes estratos arenosos amarillentos con bancos
conglomerádicos y una sección superior en la que
alternan areniscas y margas arenosas coloradas, con
areniscas coloradas y blanquecinas de grano fino en
el tope. Estos autores caracterizaron a las areniscas
de la Formación Huincul como de baja madurez
composicional y textural.
Paleontología
El contenido paleontológico de la Formación
Huincul comprende frecuentes restos de troncos
silicificados y huesos grandes de dinosaurios, en ge-
neral con evidencias de transporte (Cazau y Uliana,
1973). No existen registros de importancia dentro de
los límites de la Hoja. Sin embargo, en afloramientos
de la Formación Huincul situados en la localidad de
Tambo Las Overas (Hoja Picún Leufú) se produjo el
10 Hojas Geológicas 3969-II
hallazgo de Argentinosaurus huinculensis Bonaparte
y Coria, un saurópodo titanosaurio excepcionalmente
grande, considerado el mayor del mundo. Otros ha-
llazgos corresponden a dinosaurios terópodos afines
a Giganotosaurus carolinii (Coria y Currie, 1997) y
abelisáuridos como Ilokelesia aguadagrandensis
(Coria y Salgado, 2000), así como placas de tortugas
y dientes de cocodrilos.
Ambiente
El ambiente de depositación de la Formación
Huincul fue netamente fluvial. Las facies arenosas
presentan estructuras tractivas de alto régimen de
flujo y estructuras de corte y relleno. La alternancia
con areniscas finas y fangolitas laminadas refleja
variaciones en la energía de los cursos. Asimismo,
se evidencian cambios en la energía del ambiente de
base a techo de la unidad, con una tendencia gene-
ral grano y estratodecreciente. Ramos (1981) pun-
tualizó el cambio en las condiciones climáticas con
relación a las que prevalecieron durante la
depositación de la infrayacente Formación Cande-
leros. En este sentido, la precipitación de cemento
calcítico, la formación de caolinita y el reemplazo de
zeolitas indican condiciones de pH más alcalino, en
un clima más cálido y árido.
Garrido (2000) propuso dos modelos
paleoambientales para las formaciones Candeleros
y Huincul en su conjunto: sistema fluvial de tipo en-
trelazado gravo-arenoso, reconocible en general en
afloramientos más occidentales y en las vecindades
de la Dorsal de Huincul, y sistema fluvial entrelaza-
do arenoso con desarrollo de macroformas de tipo
sand flat y barras linguoides, de menor energía que
el anterior, identificado en afloramientos orientales
de ambas unidades.
Relaciones estratigráficas
La base de la Formación Huincul no aflora en el
área de estudio; pero la relación de yacencia con la
Formación Candeleros es concordante. Asimismo,
el pasaje hacia la suprayacente Formación Cerro
Lisandro es transicional, y convencionalmente se
establece el contacto donde la desaparición de los
niveles psamíticos deja lugar a una neta preponde-
rancia de fangolitas. El espesor determinado para la
Formación Huincul en proximidades del cerro Gran-
de de Challacó es de 80 metros. Distintos autores
establecieron que los espesores máximos de esta
unidad pueden alcanzar los 250 metros (Roll, 1939;
Leanza y Hugo, 1997). Para la comarca de los
Chihuidos Norte, Ramos (1981) consignó espesores
variables entre 195 m y 230 m, en tanto que Ardolino
et al. (1996) indicaron que el espesor de la unidad
dentro del departamento Añelo es bastante unifor-
me y cercano a los 200 metros.
Edad y correlaciones
Sobre la base de consideraciones generales acer-
ca de la edad y desarrollo estratigráfico del Grupo
Neuquén, Leanza y Hugo (1997, 2001) y Leanza,
1999) asignaron una edad cenomaniana tardía a la
Formación Huincul.
Legarreta y Gulisano (1989) homologaron al
Subgrupo Río Limay las tres secuencias
depositacionales inferiores de la Mesosecuencia
Neuquén; las discontinuidades que las limitan están
datadas en 94 Ma -base del Grupo Neuquén- 93 y
91 Ma. Las discontinuidades coinciden con la apari-
ción de depósitos areno-conglomerádicos que hacia
el depocentro se interdigitan con fangolitas. Así, los
clásticos más gruesos que podrían equipararse con
la Formación Candeleros (“facies Candeleros”) es-
tarían comprendidos entre los 94 y 91 Ma, en tanto
que el mayor desarrollo de psamitas (“facies
Huincul”) correspondería al lapso 93 a 91 Ma.
2.1.1.3. Cenomaniano superior - Turoniano
inferior
Formación Cerro Lisandro (2)
Fangolitas, areniscas
Antecedentes
La Formación Cerro Lisandro tiene su locali-
dad tipo en el cerro Lisandro, situado al norte de la
ruta 22, 5 km al noroeste de Senillosa. La denomi-
nación fue introducida por Herrero Ducloux (en
Fossa Mancini et al., 1938). Con posterioridad,
Herrero Ducloux (1939, 1946, 1947) y Roll (1939,
1941) describieron y definieron la unidad, en tanto
que Di Paola y Marchese (1970), Marchese (1971),
Digregorio (1972), Cazau y Uliana (1973), Ramos
(1981), Danderfer y Vera (1992), Ardolino et al.
(1996), Leanza y Hugo (1997, 2001) y Garrido
(2000) se ocuparon de aspectos estratigráficos,
litológicos y genéticos de la misma. Más reciente-
mente, Giusiano y Pettinari (1999) abordaron as-
pectos geológicos y mineralógicos de la Formación
Cerro Lisandro.
Neuquén 11
Esta entidad constituye el tramo cuspidal del pri-
mer gran ciclo de sedimentación del Grupo Neuquén
(Subgrupo Río Limay).
Distribución areal
La Formación Cerro Lisandro se encuentra bien
expuesta en el sector suroccidental de la Hoja. Aflora
al norte de la ruta 22, desde algo al este de la locali-
dad tipo, formando una orla casi continua que bor-
dea por el sur a las elevaciones de los cerros Senillosa
y Challacó y a la Barda González, y por el oeste a la
sierra Barrosa. También hay asomos de esta unidad
en la costa occidental del embalse Los Barreales,
en los Mogotes Colorados y en el borde sur del bajo
de Añelo. En líneas generales, los afloramientos de
la Formación Cerro Lisandro son algo más amplios
y están situados hacia el este con respecto a los aso-
mos de la Formación Huincul.
Litología
La Formación Cerro Lisandro se compone esen-
cialmente de fangolitas de color rojo ladrillo, con ni-
veles arenosos grises a amarillentos que se interca-
lan en la secuencia. En la localidad tipo se hallaron
fangolitas rojas bien estratificadas que alternan con
bandas verdosas a blanquecinas; los estratos indivi-
duales pueden ser muy espesos (hasta 20 m según
Cazau y Uliana, 1973). Las capas son lateralmente
continuas. Las fangolitas son macizas; resulta difícil
apreciar las estructuras sedimentarias debido a la
naturaleza friable de las rocas que se presentan muy
autocubiertas en afloramiento. Hacia la parte supe-
rior de la unidad, aparecen intercalaciones
areniscosas coherentes en estratos del orden de 1 m
de espesor, con estratificación entrecruzada; el co-
lor predominante es amarillo o gris claro. El espesor
total de la unidad en la localidad tipo es de 50 m (no
se observa el contacto basal con la Formación
Huincul, Foto 4).
Cazau y Uliana (1973) destacaron la coloración
rojo apagada de las fangolitas de la Formación Ce-
rro Lisandro como una característica distintiva, así
como el paisaje típico de lomadas redondeadas que
conforman. Estos autores señalaron que las fangolitas
son micáceas, con minerales de arcillas moderada-
mente expansibles, en tanto que las areniscas son
cuarzosas en su composición; indicaron para la uni-
dad un espesor variable entre 70 y 150 metros.
Por su parte, Giusiano y Pettinari (1999) en la
localidad del cerro Lisandro resaltaron ciertas dife-
rencias composicionales entre las fangolitas rojas y
las grises; las primeras poseen un 30% de arcilla,
64% de limo y 18% de arena, en tanto que las se-
gundas tienen 50% de arcilla, 38% de limo y 21% de
arena. Los argilominerales determinados por estos
autores son interestratificado (illita/esmectita),
caolinita, clorita y como acompañantes, cuarzo y
feldespato.
En el pie occidental de la sierra Barrosa, la For-
mación Cerro Lisandro se compone de arcilitas de
color rojo morado, muy cubiertas, que alternan con
niveles amarillentos (Fig. 2). Las pelitas son maci-
zas, consolidadas, con manchas de color verde claro
por alteración. Están groseramente estratificadas en
niveles de unos 2 m de espesor en los que se reco-
noce una ligera tendencia granodecreciente, desde
limolitas en la base a arcilitas en el techo de cada
estrato. Hacia arriba intercalan areniscas medianas
de color rojo ladrillo oscuro; los niveles arenosos tie-
nen una geometría lenticular muy extendida, con lo
que presentan cierta continuidad lateral. Las arenis-
cas son micáceas, los granos son angulosos, con
escasa matriz y cemento ferruginoso. Se observa-
ron concreciones esferoidales pequeñas (0,5 cm de
diámetro) y planchas pequeñas de yeso, éstas últi-
mas hacia la base de los estratos. Las estructuras
sedimentarias predominantes son estratificación cru-
zada planar y laminación horizontal hacia el techo.
Las intercalaciones arenosas son esporádicas en la
parte inferior de la unidad, pero hacia el tercio supe-
rior las fangolitas pierden espesor a expensas de las
areniscas. La sección fangolítica inferior ronda los
110 m, en tanto que la parte superior alcanza los 60
m de espesor. El límite con la Formación Portezuelo
se ubica en el contacto entre el último paquete espe-
so de fangolitas rojo ladrillo (10 m) y el primer banco
de areniscas amarillentas con estratificación cruza-
da planar de gran escala (Foto 5). El espesor total
aflorante de la Formación Cerro Lisandro en la sie-
rra Barrosa alcanza los 174 metros.
En el ámbito del valle del río Neuquén y del bajo
de Añelo, Ardolino et al. (1996) refirieron la exis-
tencia de asomos de escasa expresión, visibles en
algunos cortes naturales, constituidos por pelitas ro-
jas macizas con algunas intercalaciones de arenis-
cas blanquecinas. En el valle del arroyo Carranza
(que desemboca en el ángulo noroeste de la Hoja
Neuquén), los afloramientos están representados por
una alternancia de limolitas violáceas, escasas
arcilitas y bancos de areniscas gruesas grisáceas; la
sucesión en total tiene 120 m de espesor (Holmberg,
1964). Cabe destacar que esta sucesión fue incluida
12 Hojas Geológicas 3969-II
por Ramos (1981) en la Formación Cerro Lisandro.
Por su parte, Ardolino et al. (1996) mapearon juntas
a las formaciones Huincul y Cerro Lisandro que
afloran en este sector, dada la gran similitud litológica
entre ambas.
Paleontología
Existen muy escasas referencias al contenido
paleontológico de la Formación Cerro Lisandro.
Cazau y Uliana (1973) señalaron el hallazgo de hue-
sos de reptiles (cocodrilos y tortugas) y bivalvos de
agua dulce en la sección media a superior de la uni-
dad, aunque no se han encontrado datos más espe-
cíficos relativos a la localización del material, ni se
cuenta con descripciones.
Garrido (2000) mencionó el descubrimiento de
dientes, placas y restos esqueletales de cocodrilos,
placas de tortugas, dientes de dinosaurios terópodos
y abundantes fragmentos óseos no determinados.
Ambiente
El predominio de fangolitas en los depósitos
de la Formación Cerro Lisandro sugiere un am-
biente fluvial de baja energía; las intercalaciones
arenosas reflejan la acción esporádica de corrien-
tes más fuertes, que hacia el techo de la unidad
adquieren mayor relevancia. El contenido
paleontológico refleja condiciones húmedas, en
ambientes de lagunas o pantanos, bajo clima cáli-
do (Leanza y Hugo, 2001).
Relaciones estratigráficas
La Formación Cerro Lisandro sucede en con-
cordancia a la Formación Huincul, y pasa
transicionalmente a la Formación Portezuelo, unidad
basal del Subgrupo Río Neuquén. El contacto entre
estas últimas unidades puede observarse muy bien
en el perfil de la sierra Barrosa, donde se lo ubica en
la base de un espeso estrato de areniscas amarillen-
tas con estratificación entrecruzada, a partir del cual
la sucesión es dominantemente arenosa.
Edad y correlaciones
Siguiendo los criterios previamente expuestos
para la Formación Huincul, la Formación Cerro
Lisandro se ubica en el Cenomaniano tardío -
Turoniano temprano (Leanza, 1999; Leanza y Hugo,
2001).
2.1.1.4. Turoniano superior - Coniaciano
SUBGRUPO RÍO NEUQUÉN (3)
Areniscas, fangolitas
Antecedentes
La denominación -en el sentido que se le otorga
actualmente- fue introducida por Cazau y Uliana
(1973), quienes propusieron a la Formación Río
Neuquén para incluir a los miembros Portezuelo y
Plottier. Esta denominación se vio así restringida con
relación a las subdivisiones estratigráficas de Herre-
ro Ducloux (1946), quien consideraba dentro de los
Grupos del Río Neuquén a todas las unidades com-
prendidas entre la base de la Formación Huincul y la
transgresión del Cretácico tardío, y de de Ferraríis
(1968), cuya Formación Río Neuquén incluía a los
“grupos” Portezuelo, Plottier, Bajo de la Carpa,
Anacleto y Allen. Ramos (1981) elevó a Subgrupo la
Formación Río Neuquén de Cazau y Uliana (1973).
Las sedimentitas correspondientes al Subgrupo
Río Neuquén están bien expuestas en el sector
suroccidental de la Hoja, particularmente en la sie-
rra Barrosa y en las bardas situadas al norte de la
ruta 22, donde las formaciones Portezuelo y Plottier
son claramente reconocibles. Esto no sucede con
los afloramientos que bordean a los embalses Los
Barreales y Mari Menuco al sur del Cordón Loma
de la Lata, comarcas en las que fueron carteadas
complexivamente como Subgrupo Río Neuquén.
El ciclo sedimentario que dio origen al Subgrupo
Río Neuquén tuvo lugar entre el Turoniano tardío y
el Coniaciano tardío (Leanza, 1999; Leanza y Hugo,
2001).
2.1.1.5. Turoniano superior - Coniaciano infe-
rior
Formación Portezuelo (4)
Areniscas, fangolitas
Antecedentes
La Formación Portezuelo fue originalmente es-
tablecida por Keidel (en Wichmann, 1927c); el nom-
bre deriva de la sierra del Portezuelo, situada unos
20 km al oeste de la ciudad de Plaza Huincul, donde
se estableció el perfil tipo. Los principales antece-
dentes sobre esta unidad son los trabajos clásicos de
Roll (1939, 1941) y Herrero Ducloux (1946), así
como los de Cazau y Uliana (1973) y Ramos (1981).
Neuquén 13
En el sector del bajo de Añelo, Holmberg (1964)
mapeó los depósitos correspondientes a esta unidad
dentro de su Grupo del Rincón Grande; asimismo
Padula (1951) incorporó los afloramientos de la For-
mación Portezuelo en su Grupo San Roque, al sur
del volcán Auca Mahuida y en el borde sur del bajo
de Añelo (véase Ardolino et al., 1996). Referencias
más recientes a la Formación Portezuelo en el ám-
bito del departamento Confluencia pueden verse en
Danderfer y Vera (1992); Leanza y Hugo (2001)
sintetizaron las características generales de la uni-
dad en la porción sur de la Cuenca Neuquina y
Sánchez et al. (2005) analizaron los paleoambientes
de sedimentación de esta unidad en la comarca del
embalse Los Barreales.
Distribución areal
Los afloramientos de la Formación Portezuelo
en la Hoja Neuquén son extensos y distintivos. Se
encuentran formando una orla continua en las ele-
vaciones situadas al norte de la ruta 22, particular-
mente en los cerros Challacó y Senillosa; se prolon-
gan hacia el oeste constituyendo el cuerpo principal
de la Barda González, y hacia el norte se manifies-
tan en el flanco occidental de la sierra Barrosa.
Esta unidad también aflora en el borde occiden-
tal del embalse Los Barreales, forma el tope de los
Mogotes Colorados y continúa hasta el dique
Portezuelo Grande. Los asomos se extienden tam-
bién rodeando al embalse Los Barreales y compo-
nen el área emergida que lo separa del embalse Mari
Menuco. La Formación Portezuelo también está
expuesta en la margen norte del valle del río Neuquén
y en los bordes nororiental y sur del bajo de Añelo.
Litología
La Formación Portezuelo está constituida
mayoritariamente de areniscas amarillentas, grises
y castaño rojizas, con intercalaciones de poco espe-
sor de fangolitas de color rojo ladrillo claro. Las are-
niscas son coherentes y forman resaltos y relieves
positivos en el paisaje.
En el extremo occidental de la barda de Plottier,
la unidad está integrada por areniscas medianas a
finas de colores amarillo blanquecino y grisáceo, que
alternan con niveles de pelitas rojo ladrillo a mora-
das. Las areniscas presentan estructuras de corriente
poco discernibles en afloramiento debido a la
friabilidad de las rocas, en tanto que las facies pelíticas
son macizas y fragmentosas (Foto 6).
En el perfil de la sierra Barrosa, las areniscas de
la Formación Portezuelo se apoyan en concordancia
sobre la Formación Cerro Lisandro. Se observa un
paquete arenoso basal de 3,5 m de espesor, con geo-
metría lenticular y estratificación cruzada en artesa;
las areniscas son medianas a gruesas, poco consoli-
dadas, con buena selección; los clastos están
subredondeados y composicionalmente predomina el
cuarzo, fragmentos líticos y micas. Este paquete cul-
mina en una costra de color castaño oscuro, que se
interpreta como resultado de procesos de edafización
(Foto 5). La secuencia continúa en forma bastante
monótona, alternando estratos arenosos de entre 3 y
5 m de espesor con características similares al ya
descripto y niveles fangolíticos que no superan los 10
m de espesor. Las estructuras de corriente en las are-
niscas son de gran escala, comienzan como artesas y
hacia el techo de las capas pasan a estratificación
cruzada planar. Son frecuentes las estructuras
edáficas como pedotúbulos y costras en los estratos
arenosos. Las capas pelíticas son macizas o débil-
mente laminadas, y presentan en los techos marcas
de raíces y decoloración, como evidencia también de
formación incipiente de suelos. En niveles arenosos
cuspidales de la Formación Portezuelo se advirtieron
numerosas estructuras biogénicas con predominio de
excavaciones horizontales meniscadas (Foto 7).
En líneas generales, la Formación Portezuelo en
la sierra Barrosa presenta una tendencia
estratocreciente; el espesor total observado para la
unidad es de 63 metros (Fig. 2).
En los Mogotes Colorados, la misma conforma
la parte cuspidal de las elevaciones y se compone
de gruesos paquetes de areniscas rojizas con estra-
tificación entrecruzada; las intercalaciones
fangolíticas son poco frecuentes y de poco espesor.
En la margen sur del río Neuquén la Formación
Portezuelo está ampliamente expuesta en el cordón
del Cerro Colorado y en el área de los yacimientos
Loma de la Lata y Aguada Toledo, con sus caracte-
rísticas típicas.
En el borde sur del bajo de Añelo, Ardolino et al.
(1996) destacaron el carácter atípico de los afloramien-
tos de la unidad, integrados por areniscas gruesas y
sabulíticas de color rojo, interestratificadas con arenis-
cas medianas a gruesas de color verde y pelitas rojas a
chocolate. Este conjunto da un aspecto escalonado al
paisaje. Un aspecto similar muestran los afloramientos
de la Formación Portezuelo en Aguada San Roque y
Rincón Grande, cuyo extremo austral entra en la Hoja
Neuquén. Para esta región, el espesor de esta unidad
alcanza los 250 m (Ardolino et al., 1996).
14 Hojas Geológicas 3969-II
pafamag c
Formación
HUINCUL
0m
80m
40m
Formación
B. MESA
Formación
ANACLETO
F.
ALLEN
Formación BAJO DE LA CARPA
Formación
PLOTTIER
Formación
PORTEZUELO
Formación CERRO LISANDRO
REFERENCIAS
Conglomerado
Arenisca conglomerádica
Arenisca
Pelita
Estratificación cruzada en artesa
Estr. cruzada en artesa (pequeña escala)
Laminación horizontal
Estr. cruzada planar
Paleosuelos
Icnofósiles
Bivalvos, placas de tortugas
i fil d l l fl id l d l i l d d
Figura 2. Perfil del Grupo Neuquén en el flanco occidental de la sierra Barrosa, entre el cañadón Mesa y Aguada Toledo.
Neuquén 15
Paleontología
La Formación Portezuelo posee un interesante
contenido paleontológico, fundamentalmente restos
de dinosaurios terópodos con características
avianas: Patagonikus puertai y Unenlagia
comahuensis, descriptos por Novas (1997). Tam-
bién se conocen troncos y ramas de coníferas y
restos de cocodrilos pertenecientes a Peirosaurus
tommini Price y Lomasuchus palpebrosus proce-
dentes del área del embalse Los Barreales
(Gasparini, 1982; Gasparini et al., 1991). Cazau y
Uliana (1973) mencionaron también bivalvos de
agua dulce.
En el sector de Loma de la Lata, sobre la costa
del embalse Los Barreales, existe un importante
yacimiento paleontológico actualmente en excava-
ción. Los primeros resultados del trabajo de recu-
peración involucran a restos muy completos de un
titanosáurido (Futalongkosaurus dukei), así como
restos de terópodos, cocodrilos, placas de tortugas,
peces y restos de plantas que incluyen troncos y
hojas de angiospermas y gimnospermas. Estos
materiales se encuentran expuestos en el sitio de
excavación, pero aún no han sido estudiados en su
totalidad. Todos los fósiles han sido recuperados
del tramo superior de la Formación Portezuelo, po-
cos metros antes del contacto transicional con la
Formación Plottier.
En el perfil de la sierra Barrosa, las estructu-
ras biogénicas reconocidas en el techo de la For-
mación Portezuelo son atribuibles a los
icnogéneros Taenidium? y Palaeophycus. La
asociación de trazas es monótona pero son muy
abundantes. Las excavaciones horizontales
meniscadas referidas a Taenidium? isp tienen un
diámetro de 2 cm, en tanto que la longitud de las
estructuras individuales puede alcanzar 1 metro.
Por otro lado, las galerías de Paleophycus isp son
mucho menores y muestran un patrón de distribu-
ción irregular. No se hallaron estructuras simila-
res en otros niveles dentro de la unidad, pero no
se descarta que estén presentes dado el carácter
monótono y repetitivo de la sucesión.
Ambiente
La Formación Portezuelo se compone de depó-
sitos de origen fluvial, con dominio de litologías
psamíticas en el sector oriental de la cuenca y ma-
yor proporción de pelitas hacia el oeste, en posicio-
nes más centrales (Cazau y Uliana, 1973). La insta-
lación de un sistema fluvial con estas características
señala un rejuvenecimiento del sector oriental, don-
de se desarrolló una amplia bajada en cuya parte
distal se depositaban las facies pelíticas en una ex-
tensa llanura aluvial (Ramos, 1981). Por su parte,
Danderfer y Vera (1992) interpretaron el ambiente
como un sistema fluvial anastomosado, que grada
progresivamente a sedimentos de llanura aluvial.
Leanza y Hugo (1997, 2001) señalaron, sobre la
base del registro fósil de la unidad, condiciones de
clima templado - cálido; por otra parte, los frecuen-
tes intervalos con rasgos de edafización indican con-
diciones estables durante lapsos relativamente pro-
longados.
Garrido (2000) interpretó para esta unidad un típi-
co sistema fluvial meandriforme de carga arenosa.
El registro icnológico en el cuerpo arenoso
cuspidal de la Formación Portezuelo indica condi-
ciones subácueas someras, de energía moderada a
baja, que posibilitaron la buena preservación de las
estructuras biogénicas.
En un estudio reciente realizado en aflora-
mientos del tramo superior de esta unidad en el
lago Los Barreales, Sánchez et al. (2005) recons-
truyeron, sobre la base del análisis de litofacies,
sistemas de canales fluviales entrelazados gravo-
sos y de carga mixta de baja y alta sinuosidad,
controlados por variaciones de largo plazo en la
descarga, así como por fluctuaciones en el nivel
de base, responsables de la arquitectura fluvial a
gran escala.
Relaciones estratigráficas
La Formación Portezuelo sucede en concordan-
cia a la Formación Cerro Lisandro. Cazau y Uliana
(1973) indicaron, por otro lado, que el contacto entre
la Formación Portezuelo y la Formación Plottier es
interdigitado; así, este límite sería de naturaleza
diacrónica, tornándose más joven hacia los bordes
de cuenca; no así el límite inferior, donde la brusca
aparición del complejo arenoso de la Formación
Portezuelo en un área extensa guardaría mayor pa-
ralelismo con las líneas de tiempo (Cazau y Uliana,
1973).
Edad y correlaciones
La edad de la Formación Portezuelo, sobre la
base de sus relaciones estratigráficas, fue estableci-
da en el Turoniano tardío - Coniaciano temprano por
Leanza y Hugo (2001).
16 Hojas Geológicas 3969-II
2.1.1.6. Coniaciano superior
Formación Plottier (5)
Fangolitas y areniscas
Antecedentes
La denominación de la unidad fue introducida
por Herrero Ducloux (en Fossa Mancini et al., 1938)
y descripta en trabajos posteriores por Herrero
Ducloux (1939, 1946, 1947) y Roll (1939, 1941). En
el área de la Hoja Neuquén, existen referencias a la
misma en Cazau y Uliana (1973), Ramos (1981),
Danderfer y Vera (1992), Ardolino et al. (1996) y
Garrido (2000).
La localidad tipo se estableció en la barda situa-
da al norte de la localidad de Plottier, 15 km al oeste
de la ciudad de Neuquén, sobre la margen izquierda
del valle del río Limay.
Distribución areal
La Formación Plottier se reconoce fundamen-
talmente en el sector suroccidental de la Hoja, don-
de se encuentran las mejores exposiciones. Desde
la localidad tipo aflora de manera más o menos con-
tinua hacia el oeste, en el flanco sur de los cerros
Senillosa y Challacó, bordeando a la sierra Barrosa,
en el bajo de la Carpa y en la margen nororiental del
embalse Los Barreales; por último, está bien repre-
sentada por pequeños asomos en la margen norte
del valle del río Neuquén, aguas abajo de la locali-
dad de Añelo.
Litología
La Formación Plottier se distingue por el predo-
minio de fangolitas de color rojo ladrillo en su com-
posición; los estratos son en general macizos y es-
pesos. Esta litología dominante alterna en sectores
con areniscas finas verdes con estratificación cru-
zada de pequeña escala; las areniscas se presentan
formando cuerpos lenticulares (Cazau y Uliana,
1973). Leanza y Hugo (2001) destacaron la pobre
expresión morfológica de esta unidad, que resulta
difícil de distinguir en el campo, en razón de que su
única diferencia con la Formación Portezuelo es su
mayor proporción de clásticos finos.
En el área tipo de la unidad (barda de Plottier)
afloran, por encima de las areniscas amarillentas
friables de la Formación Portezuelo, paquetes espe-
sos de limolitas y areniscas muy finas de color rojo
ladrillo, bien estratificadas en estratos tabulares.
Estas rocas alternan con algunos estratos delgados
de areniscas medianas con estratificación
entrecruzada en artesa. Frecuentemente muestran
concreciones esféricas o botrioidales. El espesor
apreciable es de 25 m; en contraste con el aspecto
autocubierto de la Formación Portezuelo en esta lo-
calidad, la Formación Plottier tiene buena consolida-
ción y tiende a formar paredones (Foto 8).
Los afloramientos de la región situada al oeste y
norte del embalse Los Barreales se caracterizan por
un espesor relativamente uniforme de fangolitas ro-
jas macizas, en sectores decoloradas a verde pálido
por alteración. En proximidades de Loma de la Lata,
estas fangolitas pasan gradualmente hacia arriba a
una alternancia de areniscas y pelitas rojas en ban-
cos tabulares bien consolidados, con tendencia gra-
no y estratocreciente (Foto 9).
En el perfil de la sierra Barrosa la unidad tiene
18 m de espesor y en general aparece con poca ex-
presión morfológica, muy autocubierta.
Leanza y Hugo (2001) consignaron un espesor
máximo de 25 m para la Formación Plottier en el
sector sur de la Cuenca Neuquina, en tanto que
Danderfer y Vera (1992) indicaron potencias de 18
a 22 m en los afloramientos situados al norte del río
Limay.
En este sentido, Cazau y Uliana (1973) refirie-
ron que los máximos espesores de la Formación
Plottier se observan en la parte occidental de la cuen-
ca, donde superan los 500 metros (cerro Villegas,
sierra de la Cara Cura). Según observaciones pro-
pias, en el valle del río Colorado, al oeste de Rincón
de los Sauces (Hoja Chos Malal), los espesores de
esta unidad son también importantes, decreciendo
sensiblemente el mismo, hasta alcanzar los 80 m en
el sector noroccidental de la Hoja y sólo 25 m en la
zona suroriental (barda de Plottier).
Paleontología
Recientemente se han efectuado hallazgos im-
portantes de vertebrados en afloramientos atribui-
dos a la Formación Plottier, que se suman al ya co-
nocido Antarctosaurus giganteus (Huene), y co-
rresponden a titanosáuridos de menor porte, un
terópodo celurosaurio, un quelonio y una mandíbula
incompleta de mamífero (véase Cap. 7, Dinosaurios
y otros vertebrados terrestres). Además, se men-
cionan fragmentos de troncos, bivalvos de agua dul-
ce y restos de reptiles indeterminados (Leanza y
Hugo, 1997, 2001).
Neuquén 17
Foto 3. Aspecto de la Formación Huincul en las proximidades del cerro Grande de Challacó, integrada por estratos arenosos
amarillentos con intercalaciones de fangolitas rojas, suavemente inclinados hacia el norte. Foto 4. La Formación Cerro Lisandro
en su localidad tipo, 5 km al noroeste de Senillosa. Foto 5. Contacto entre las formaciones Cerro Lisandro y Portezuelo en el
flanco occidental de la sierra Barrosa. El mismo se estableció en la base del primer paquete espeso de areniscas amarillentas
con estratificación entrecruzada, en primer plano a la izquierda. El techo de este estrato presenta una costra oscura, resultante
de procesos de edafización. Foto 6. Vista general de los afloramientos de Barda Plottier, tomada desde el extremo occidental de
la barda, con vista al este. En primer plano, areniscas blanquecinas con intercalaciones pelíticas rojas de la Formación
Portezuelo. En la parte más alta de la barda, al fondo, aflora la Formación Plottier, cubierta por depósitos aterrazados del río.
Foto 7. Estructuras biogénicas en areniscas del tramo superior de la Formación Portezuelo, 2 m por debajo del contacto con la
Formación Plottier. Foto 8. La Formación Plottier en su localidad tipo. Las intercalaciones arenosas friables de color blanqueci-
no corresponden a la infrayacente Formación Portezuelo.
3
4
5
7
6
3
8
18 Hojas Geológicas 3969-II
Ambiente
Las sedimentitas de la Formación Plottier res-
ponden en su origen a condiciones de baja energía
(Cazau y Uliana, 1973), en tanto que Ramos (1981)
interpretó que la facies pelítica de esta unidad refle-
ja depositación en una llanura aluvial amplia y de
escaso relieve. Garrido (2000) coincidió con esta
interpretación, y apuntó que la existencia de cuer-
pos lenticulares de fangolitas verdosas señalaría la
presencia de cuerpos de agua.
Relaciones estratigráficas
La Formación Plottier se apoya en contacto
transicional sobre las areniscas de la Formación
Portezuelo (Foto 10). Las importantes variaciones
de espesor registradas en distintos sectores están
dadas esencialmente por la desaparición, hacia el
centro de cuenca (es decir, hacia el noroeste), de
los términos psamíticos superiores de la Formación
Portezuelo; el contacto entre ambas unidades es
interdigitado y resulta por lo tanto diacrónico (Cazau
y Uliana, 1973). El contacto con la suprayacente
Formación Bajo de la Carpa es también
transicional.
Edad y correlaciones
Sobre la base de relaciones estratigráficas, se
interpreta que la Formación Plottier se depositó du-
rante el Coniaciano tardío (Leanza, 1999; Hugo y
Leanza, 2001a).
2.1.1.7. Santoniano - Campaniano inferior
SUBGRUPO RÍO COLORADO (6)
Areniscas, conglomerados, fangolitas
Antecedentes
Comprende a las unidades más jóvenes del Gru-
po Neuquén. En el significado original que Cazau y
Uliana (1973) le dieron a su Formación Río Colora-
do, incluía a los miembros Bajo de la Carpa y Anacleto
que, junto con la Formación Allen, remataban el Gru-
po Neuquén. Tiempo después, quedó establecida la
vinculación de la Formación Allen con el
Malalhueyano (Uliana, 1979; Uliana y Dellapé, 1981,
entre otros), así como el cambio de rango de Forma-
ción a Subgrupo para la unidad Río Colorado (Ra-
mos, 1981).
Foto 9. Vista de afloramientos de la Formación Plottier en Loma de la Lata, al norte del embalse Los Barreales. En esta localidad, la unidad presenta cuerpos arenosos tabulares que se interca-
lan con las fangolitas rojo ladrillo en una sucesión estratocreciente.
Neuquén 19
Los afloramientos del Subgrupo Río Colorado
se distribuyen, con mayor o menor desarrollo, en gran
parte de la Hoja. Las mejores exposiciones se en-
cuentran entre la sierra Barrosa, el cerro Senillosa y
la aguada de la Carpa. En el borde nordeste del bajo
de Añelo, los asomos presentan una importante cu-
bierta de depósitos recientes, por lo que se optó por
mapear al Subgrupo en forma complexiva. Igual cri-
terio se siguió en la margen izquierda del río Neuquén
entre Añelo y La Estrechura, donde no fue posible
por razones de escala representar los afloramientos
de la Formación Bajo de la Carpa, y en el valle del
río Neuquén aguas arriba de la ciudad de Neuquén,
donde sucede lo mismo con las exposiciones de la
Formación Anacleto.
Hacia el este del río Neuquén, los afloramientos
del Subgrupo Río Colorado corresponden exclusiva-
mente a las facies fangolíticas de la Formación
Anacleto.
2.1.1.8. Santoniano
Formación Bajo de la Carpa (7)
Areniscas, fangolitas, conglomerados
Antecedentes
Esta unidad fue denominada y definida por He-
rrero Ducloux (1939). En los años subsiguientes, el
mismo autor (1946, 1947) y Roll (1939, 1941) abor-
daron el tema en diversos trabajos. De Ferraríis
(1968), Cazau y Uliana (1973) y Uliana (1979) la
trataron como miembro, y finalmente Ramos (1981)
la elevó al rango de Formación. Otras referencias
que aluden con detalle a esta unidad se deben a
Bonaparte (1991), Danderfer y Vera (1992) y Ga-
rrido (2000).
Distribución areal
La Formación Bajo de la Carpa está ampliamen-
te distribuida en el sector occidental de la Hoja. Las
mejores exposiciones corresponden a las de la sie-
rra Barrosa y los cerros Challacó y Senillosa. A par-
tir de este último, se la observa en forma continua
hacia el norte, hasta la margen sur del lago Mari
Menuco. Esta franja de afloramientos contiene a la
localidad tipo, el Bajo o Aguada de la Carpa. Otros
asomos se localizan al norte del lago Mari Menuco,
en la barda Blanca.
En el borde norte de la Hoja, es visible en la
periferia del bajo de Añelo. Al norte de la laguna La
Guadalosa se ubican asomos que se mapean en for-
ma conjunta con la Formación Anacleto, y continúan
hacia el este, preservados bajo niveles de
pedimentación.
Al sureste del bajo y bordeando el nivel de te-
rraza que conforma la planicie de Añelo se localizan
otros afloramientos de escasa expresión. En el valle
del río Neuquén, desde la localidad de Añelo hacia
el este hasta las proximidades de Tratayén, existen
buenas exposiciones de esta unidad, que localmente
forman un paisaje de altos paredones verticales. Un
importante sector de afloramientos se encuentra en
los alrededores de la ciudad de Neuquén; parte del
ejido urbano se asienta sobre esta unidad, donde se
ha dado cuenta de importantes registros
paleontológicos de vertebrados terrestres.
Litología
La Formación Bajo de la Carpa se compone de
areniscas rojizas, castaño amarillentas y grisáceas
en estratos tabulares o lenticulares muy extendidos,
gruesos y muy resistentes. Composicionalmente son
cuarzo-líticas, pobremente seleccionadas, con ma-
triz arcillosa; el tamaño de grano es mediano a grue-
so, con algunos niveles sabulíticos a conglomerádicos
y frecuentes intraclastos pelíticos. Son comunes los
niveles arenosos medianos a finos con concreciones
esféricas de 4 o 5 cm de diámetro muy abundantes;
también se observan geodas de calcita y rosetas de
yeso. Los niveles de areniscas presentan
intercalaciones de fangolitas rojizas, en general de
escaso espesor.
En el bajo (o Aguada) de la Carpa, localidad tipo
de la unidad, los afloramientos tienen aproximada-
mente 50 m de espesor y se ubican en la parte supe-
rior de la barda, apoyados en concordancia sobre
las fangolitas de la Formación Plottier. En esta loca-
lidad, la unidad comienza con niveles pelíticos con
intercalaciones arenosas, en tanto que el tramo su-
perior está compuesto por areniscas de color rojo
claro, en estratos lenticulares con estratificación cru-
zada en artesa (Foto 11).
En el flanco noroccidental del cerro Senillosa,
la Formación Bajo de la Carpa está constituida
por areniscas grisáceas con estratificación
entrecruzada. El paquete tiene un espesor varia-
ble entre 20 y 30 m; se apoya sobre fangolitas
rojas de la Formación Plottier y está cubierto por
la secuencia dominantemente pelítica de colora-
ción rojiza morada correspondiente a la Forma-
ción Anacleto.
20 Hojas Geológicas 3969-II
En la vertiente occidental de la sierra Barrosa,
sobre el lado sur de un cañadón que desagua hacia
el oeste, se midieron 112 m de espesor de la unidad,
que se compone de areniscas medianas a gruesas
de colores rojo claro a violáceo y rojo ladrillo oscuro,
en estratos de geometría tabular o lenticular muy
extendida (Foto 12).
La Formación Bajo de la Carpa se apoya en
concordancia sobre la Formación Plottier. La base
está definida por la aparición de niveles arenosos
del orden de 3 a 5 m de espesor. En el tramo infe-
rior es importante la participación de pelitas en la
secuencia. Los bancos de areniscas tienen esca-
so espesor y se hallan algunos cuerpos canaliza-
dos que lateralmente pasan a alternancias delga-
das de areniscas y fangolitas. El tramo medio se
compone de una sucesión de paquetes pelíticos
de 3 a 4 m con bancos arenosos lenticulares de 1
m de espesor en promedio; se reconocen por lo
menos cuatro ciclos totalizando 15 metros. Esta
parte del perfil está parcialmente cubierta. El tra-
mo superior (60 m aproximadamente) se caracte-
riza por la neta dominancia de paquetes arenosos
de color rojo ladrillo de 6 m de espesor, con
intercalaciones fangolíticas más delgadas. Las
areniscas son medianas a gruesas, con clastos dis-
persos tamaño sábulo, tienen aspecto macizo, geo-
metría tabular y contactos netos. Son abundantes
Foto 10. Vista de las relaciones estratigráficas de la Formación Plottier en la localidad de sierra Barrosa. En primer término se
observan las areniscas amarillentas cuspidales de la Formación Portezuelo, sucedidas en contacto transicional por las fangolitas
de la Formación Plottier, muy friables y con escaso espesor. Los términos arenosos de color rojo ladrillo suprayacentes corres-
ponden a la Formación Bajo de la Carpa, base del Subgrupo Río Colorado. Foto 11. Afloramientos de la Formación Bajo de la
Carpa en su localidad tipo, donde se observan los cuerpos arenosos canalizados de color rojo claro de la parte superior de la
unidad. Al pie de la barda se encuentra el contacto con la Formación Plottier. Foto 12. Formación Bajo de la Carpa en la vertiente
occidental de la sierra Barrosa. Predominan las areniscas medianas a gruesas de color rojo ladrillo oscuro, en estratos de geo-
metría tabular o lenticular muy extendida. Foto 13. Concreciones esféricas en capas arenosas del tramo medio de la Formación
Bajo de la Carpa, vertiente occidental de la sierra Barrosa.
11
10
12 13
Neuquén 21
las concreciones carbonáticas. Los niveles finos
tienen espesores del orden de 1 m y presentan
frecuentes marcas de raíces. La columna culmi-
na con una sucesión alternante de fangolitas rojas
con niveles delgados de areniscas bien
estratificadas, cubierta en discordancia por la For-
mación Bayo Mesa.
En observaciones de detalle se reconocieron fre-
cuentes niveles arenosos con concreciones calcáreas
esféricas (Foto 13) y capas arenosas delgadas con
abundantes estructuras de bioturbación de tipo
endichnia en el tramo inferior a medio de la unidad
así como costras ferruginosas en los techos de pa-
quetes arenosos del tramo superior. La sucesión
alternante que remata la secuencia está caracteri-
zada por estratos de alrededor de 1 m de areniscas
color rojo ladrillo con estratificación cruzada planar
y calcos de carga en la base; las pelitas presentan
laminación paralela y son algo más oscuras.
En el flanco sur de la sierra Barrosa, la Forma-
ción Bajo de la Carpa aflora en las cotas más altas;
el tope de los cerros Challacó y Grande está forma-
do por areniscas de colores amarillo y castaño claro
que se apoyan sobre la Formación Plottier, que en
este sector tiene un espesor muy reducido.
En las proximidades de Lomas Coloradas, en el
borde oriental del bajo de Añelo, Uliana (1979) des-
cribió un perfil completo que involucra los términos
superiores del Grupo Neuquén; allí la Formación Bajo
de la Carpa está compuesta esencialmente por are-
niscas gruesas a medianas, de colores rojo ladrillo a
gris, que alternan, en general, con niveles de
fangolitas de poco espesor. Algunos niveles areno-
sos comienzan con conglomerados de tipo
intraformacional. El mismo autor mencionó también
la existencia de geodas de cuarzo, concreciones re-
dondeadas con cemento calcáreo y frecuentes es-
tructuras de bioturbación; el espesor total para la
unidad es de 65 metros.
En el paraje Los Pilares, cercano a la localidad
de Tratayén, Uliana (1979) consignó un espesor de
145 m para esta unidad, que se compone de arenis-
cas rojas, violáceas, grises y castaño claras, con ni-
veles alternantes de fangolitas rojas expansibles. Las
areniscas presentan lentes de conglomerado
intraformacional, concreciones calcáreas y
bioturbación. Muchos bancos tienen gran espesor y
aspecto macizo.
En los alrededores de la ciudad de Neuquén,
los afloramientos de la Formación Bajo de la Car-
pa son mayoritariamente areniscas castaño-rosa-
das; el contacto basal está cubierto por depósitos
coluviales y aluviales de los ríos Limay y Neuquén
y está sobrepuesta por la Formación Agua de la
Caldera, Hacia el nordeste y sobre la margen de-
recha del río Neuquén, está cubierta por la Forma-
ción Anacleto y los depósitos de terrazas fluviales
del río. En las proximidades del cementerio de la
ciudad se observan limolitas de color rojo ladrillo
oscuro en estratos tabulares de 5 a 7 m de espesor,
fragmentosas, macizas a groseramente laminadas,
con delgados niveles arenosos intercalados. Las
fangolitas pasan lateralmente a areniscas media-
nas a gruesas con estratificación entrecruzada en
artesa, en cuerpos lenticulares de unos 5 m de es-
pesor. Más hacia el este, las facies arenosas se
vuelven dominantes. Las areniscas están pobremen-
te diagenizadas, son de colores rosados y blanque-
cinos, y poseen granulometría fina y buena selec-
ción. Conforman paquetes espesos; las estructu-
ras sedimentarias son poco visibles debido a la baja
consolidación de los depósitos. Estas areniscas son
coronadas por un nivel arenoso grueso, de igual
composición, que configura un cuerpo canalizado
de 50 cm de espesor.
Heredia y Calvo (2002) describieron los aflora-
mientos de esta unidad próximos al campus de la
Universidad del Comahue; reconocieron facies are-
nosas finas poco diagenizadas con estructuras
entrecruzadas de alto ángulo, rematadas por un banco
de escaso espesor compuesto por areniscas blan-
quecinas con laminación paralela, con rizolitos y con-
creciones. Este conjunto está cubierto por areniscas
canalizadas gruesas, areniscas finas y limolitas roji-
zas y verdosas de 5 m de espesor, que los autores
refirieron a la Formación Anacleto.
Paleontología
Los afloramientos cercanos a la ciudad de
Neuquén proporcionaron restos en general bien con-
servados de especimenes pequeños, entre los que
se citan aves como Patagopterix deferrariisi y
Neuquenornis volans (Bonaparte, 1991, Alvarenga
y Bonaparte, 1992; Chiappe y Calvo, 1994),
dinosaurios terópodos como Alvarezsaurus calvoi
y Velocisaurus unicus (Bonaparte, 1991; Heredia
y Calvo, 1997), cocodrilos como Notosuchus
terrestris Woodward y Comahuesuchus
brachibuccalis Bonaparte, ofidios (Dinilysia
patagonica Woodward, en Bonaparte, 1991) y nu-
merosos huevos de aves (Schweitzer et al., 2002).
A ellos se agregan restos de huesos de dinosaurios
titanosáuridos dados a conocer recientemente por
22 Hojas Geológicas 3969-II
Heredia y Calvo (2002). En las proximidades de
Loma de la Lata, Gasparini et al. (1991) citaron un
cocodrilo Peirosauridae.
En afloramientos de la Formación Bajo de la Car-
pa ubicados en las cercanías del bajo de Jagüel,
Musacchio et al. (2002) mencionaron el hallazgo de
carófitos (algas verdes) girogonites próximos a
Chara” barbosai. En todo el desarrollo de esta
unidad es asimismo frecuente la presencia de troncos
fósiles de gran tamaño. Cazau y Uliana (1973) seña-
laron en la sierra Negra (provincia del Neuquén), la
existencia de una flora de helechos. También se en-
contraron ejemplares de nidos de insectos en asocia-
ción con los niveles concrecionales de la formación.
Ambiente
En líneas generales, los depósitos de la Forma-
ción Bajo de la Carpa corresponden a sistemas flu-
viales de baja sinuosidad y abundante carga de le-
cho arenosa (Garrido, 2000). Sin embargo, en los
afloramientos de la ciudad de Neuquén los paquetes
arenosos inferiores tienen origen eólico. Estas fa-
cies pueden corresponder a depósitos de llanura
aluvial distal removilizados por el viento y deposita-
dos como arenales o acumulaciones al reparo (Ga-
rrido, 2003, com. pers.). Heredia y Calvo (2002) in-
terpretaron a estas mismas rocas como facies de
duna e interduna húmeda. Los niveles limolíticos y
fangolíticos se adjudican a planicies de inundación,
con canalizaciones arenosas generadas durante epi-
sodios de inundación.
Relaciones estratigráficas
La Formación Bajo de la Carpa se apoya median-
te contacto concordante y transicional sobre la Forma-
ción Plottier y es cubierta de la misma manera por la
Formación Anacleto. Cazau y Uliana (1973) señalaron
que el límite con la Formación Anacleto se define por la
aparición de fangolitas color rojo ladrillo asociado a la
disminución en el contenido de areniscas.
Edad y correlaciones
Sobre la base del contenido paleontológico de
las unidades, en las bardas de la ciudad de Neuquén,
Bonaparte (1991) le asignó una edad santoniana. Por
otra parte, Legarreta y Gulisano (1989) ubicaron a
las secuencias correspondientes al Subgrupo Río
Colorado entre los 83 y 86 Ma, es decir entre el
Santoniano medio - Campaniano temprano, en tanto
que Cruz et al. (1989) las situaron entre los 88,5 y
80 Ma (Coniaciano - Campaniano medio). En este
trabajo se sigue el criterio de Hugo y Leanza (2001a),
quienes atribuyeron al Santoniano a la Formación
Bajo de la Carpa.
2.1.1.9. Campaniano inferior
Formación Anacleto (8)
Fangolitas, areniscas
Antecedentes
Inicialmente reconocida por Wichmann (1927c)
al este de la localidad de Tratayén, la Formación
Anacleto fue denominada por Herrero Ducloux (en
Fossa Mancini et al., 1938) y posteriormente
descripta por Herrero Ducloux (1939, 1946, 1947) y
Roll (1939, 1941) como Grupo de Anacleto. Su loca-
lidad tipo se encuentra en la Aguada de Anacleto,
situada 50 km al oeste de la ciudad de Neuquén,
sobre el faldeo suroccidental del cerro Senillosa.
Descripciones más modernas de esta unidad corres-
ponden a Cazau y Uliana (1973), Uliana (1979),
Uliana y Dellapé (1981), Ramos (1981), Danderfer
y Vera (1992), Ardolino et al. (1996) y Garrido (2000).
Distribución areal
Los afloramientos más occidentales de la For-
mación Anacleto se localizan en la pendiente orien-
tal de la sierra Barrosa, donde infrayacen a la For-
mación Allen, a la Formación Bayo Mesa o bien es-
tán biselados por el primer nivel de pedimentos. Hacia
el este, hay buenas exposiciones en el cerro Senillosa
y aparece en las cotas más altas (cerros Moro y
Lulú) al sur del lago Mari Menuco.
Otros asomos se ubican en ambas márgenes del
río Neuquén y sobre la margen izquierda del río
Negro. En las proximidades del lago Pellegrini es
posible observar la discordancia entre la Formación
Anacleto y la Formación Allen, unidad basal del Grupo
Malargüe. Aguas abajo, entre Allen y General Roca,
la Formación Anacleto se presenta truncada por ni-
veles de terrazas. En el sector del bajo de Añelo, se
halla en el límite oriental del bajo, desde Lomas Co-
loradas hacia el sur; en general aparece truncada
por niveles de pedimentos.
Finalmente, se hallaron pequeños afloramientos
referibles a la Formación Anacleto en ambas már-
genes del río Colorado, en el área del yacimiento
Pampa del Medanito.
Neuquén 23
Litología
La Formación Anacleto se caracteriza por su
composición fangolítica y escasa expresión
morfológica. El color predominante es rojo ladrillo a
morado, en algunos casos bandeado con verde. Las
fangolitas son micáceas, presentan niveles de con-
creciones calcáreas y geodas de calcita (Cazau y
Uliana, 1973). En los términos inferiores se obser-
van limolitas gris-verdosas y areniscas castaño cla-
ras formando intercalaciones delgadas, en tanto que
la parte superior es exclusivamente pelítica (Cazau
y Uliana, 1973).
En la Aguada de Anacleto (Foto 14) la unidad
consiste en de fangolitas rojizas a moradas que ha-
cia el tope pasan a ser bandeadas, algo amarillentas;
se apoya sobre areniscas grises con estratificación
entrecruzada y está cubierta en discordancia de ero-
sión por la Formación Bayo Mesa. El espesor de la
unidad en esta localidad es de 42 metros. Cabe acla-
rar que la parte superior con fangolitas amarillentas
bandeadas fue atribuida a la Formación Allen por
Danderfer y Vera (1992).
En la sierra Barrosa, los afloramientos de la For-
mación Anacleto situados hacia el este del yacimiento
Aguada Toledo se componen de arcilitas y limolitas
moradas a verdosas, laminadas, con geodas de cal-
cita. El espesor aproximado es de 35 a 40 m y están
cubiertos por un pequeño espesor (15 m) de
fangolitas verdes de la Formación Allen. Al respec-
to, Garrido (2000) señaló que la Formación Anacleto
está presente en las cotas más altas de la sierra
Barrosa, localizadas más al oeste, y su composición
se aparta de las características típicas; aquí hay are-
niscas cuarzolíticas y cuarzo-feldespáticas media-
nas a gruesas, de coloración rojiza, con abundante
matriz arcillosa, en general macizas, a veces con
estructuras entrecruzadas de alto ángulo o estratifi-
cación paralela. Son comunes las geodas de calcita.
Intercaladas en la secuencia arenosa, aparecen
fangolitas moradas y niveles pelíticos bioturbados,
muy calcáreos (Garrido, 2000). En este trabajo, se
refiere esta secuencia a la parte superior de la For-
mación Bajo de la Carpa.
En Loma de la Lata, la unidad está formada de
fangolitas rojizas en la base y verdosas hacia arriba,
macizas y friables, cubiertas por un nivel de terraza
del río Neuquén (Foto 15). En el valle de este río,
aguas abajo, afloran fangolitas moradas y bandeadas,
que en Planicie Banderita están cubiertas, en forma
paraconcordante, por la Formación Allen. La base de
la Formación Anacleto no se observa en este sector.
Más hacia el sureste, en el camino que une la
ciudad de Neuquén con Centenario, aparecen en
cortes de ruta afloramientos de fangolitas hasta are-
niscas finas de color rojo ladrillo.
Sobre el camino que une la localidad de Cinco
Saltos con el lago Pellegrini se encuentra muy bien
expuesto el tramo superior de la Formación Anacleto,
cubierto por la Formación Allen mediante la discor-
dancia Huantráiquica. En este sector, la base de la
barda está formada por fangolitas de color rojo a
morado, macizas y fragmentosas, con cuerpos are-
nosos canalizados en la parte superior, de color rojo
y granulometría mediana a gruesa. El contacto dis-
cordante se da entre facies arenosas moradas de la
Formación Anacleto y el litotopo arenoso basal de la
Formación Allen, de color amarillento (Foto 16).
En el área de Pampa del Medanito, sobre la
margen derecha del río Colorado, se reconocieron
afloramientos de fangolitas macizas, friables, casta-
ño rosadas, con algunas intercalaciones de arenis-
cas finas blanquecino-rosadas; éstas presentan es-
tructuras pedogenéticas. El conjunto no supera los 5
m de espesor. En la margen izquierda del río, se pudo
observar a la Formación Anacleto por debajo de los
niveles de terraza inferiores. Aquí se compone de
fangolitas rojas, macizas, friables y muy cubiertas.
En las proximidades de la Batería 16 del yacimiento
Pampa del Medanito, afloran unos 15 m de fangolitas
rosadas, rojo ladrillo y rojo oscuro, con niveles de
areniscas muy gruesas intercalados hacia el techo;
esta sucesión está cubierta en discordancia por la
Formación Allen (Foto 17).
Paleontología
El registro paleontológico de la Formación
Anacleto es importante y conocido desde principios
del siglo XX, aunque los materiales procedentes de
una de las localidades más representativas (Cinco
Saltos) fueron inicialmente referidos a la Formación
Allen. La reciente revisión de la estratigrafía de la
zona realizada por Heredia y Salgado (1999) permi-
tió ubicar correctamente a esta fauna. De esta loca-
lidad proceden Titanosaurus araukanikus (Huene,
1929), Pellegrinisaurus powelli Salgado, 1996,
Neuquensaurus australis (Lydekker, 1893; Powell
1992); en la zona del lago Pellegrini se recuperaron
Abelisaurus comahuensis Bonaparte y Novas,
1985, restos de un terópodo abelisauroideo. En las
proximidades de Cinco Saltos se halló
Gasparinisaura cincosaltensis Coria y Salgado,
1996. En la sierra Barrosa se registraron abundan-
24 Hojas Geológicas 3969-II
tes icnitas de aves (Coria et al., 2001, 2002a), en
tanto que Garrido (2000) mencionó la existencia de
numerosos restos óseos en la misma unidad. Otros
elementos presentes en la fauna de la Formación
Anacleto son lagartos Teiidae, aunque escasamente
representados (Albino, 2002).
Fuera del área de estudio, en la región de Auca
Mahuida, Chiappe et al. (1998) dieron a conocer el
hallazgo de numerosas nidadas y huevos de
saurópodos titanosáuridos con embriones fosilizados
y restos de impronta de piel.
En niveles atribuidos a la Formación Anacleto si-
tuados en los alrededores de la ciudad de Neuquén,
Calvo et al. (1997) describieron fragmentos de hue-
vos de dinosaurios saurópodos asignados a la ooespecie
Megaloolithus patagonicus, en lo que constituye el
primer registro para el Grupo Neuquén. Heredia y
Calvo (2002) indicaron la existencia de tres niveles
de nidificación con cierta continuidad lateral en el sec-
tor próximo al campus de la Universidad del Comahue.
Ambiente
Varios autores (Cazau y Uliana, 1973; Ramos,
1981; Hugo y Leanza, 2001a, 2001b) coincidieron
en señalar que las fangolitas de la Formación
Anacleto se depositaron en un ambiente fluvial de
baja energía, con cursos fluviales divagantes en
amplias llanuras aluviales. Ramos (1981) señaló que
las variaciones de facies entre las formaciones Bajo
de la Carpa y Anacleto sugieren un área de proce-
dencia situada hacia el este y una paulatina madurez
del sistema fluvial hacia el techo. En términos del
análisis estratigráfico secuencial, las facies esencial-
mente pelíticas que caracterizan a las unidades su-
periores de cada subgrupo del Grupo Neuquén re-
presentan el “cortejo sedimentario de nivel de base
alto” (Cruz, 1993), caracterizado por sistemas flu-
viales con ríos de alta sinuosidad, buen desarrollo de
llanuras de inundación y una baja relación carga de
lecho/carga en suspensión.
Para las facies pelíticas de los alrededores de la
ciudad de Neuquén, Heredia y Calvo (2002) inter-
pretaron un ambiente de llanura de inundación, inte-
rrumpido por areniscas generadas durante avenidas
estacionales.
Por otro lado, Garrido (2000) propuso un mode-
lo paleoambiental de planicie entrelazada efímera,
con canales poco definidos. Sin embargo, dado que
esta interpretación está fundada en afloramientos
arealmente restringidos, el autor no le otorgó
representatividad regional.
Relaciones estratigráficas
La relación con la Formación Bajo de la Carpa
es transicional; en las exposiciones del contacto, éste
queda evidenciado por la paulatina desaparición de
estratos arenosos potentes que dan lugar a facies
pelíticas rojas o bandeadas.
El contacto con el Grupo Malargüe es discor-
dante. En las proximidades de Cinco Saltos, esta
relación está muy bien expuesta; la Formación
Anacleto presenta términos pelíticos con
intercalaciones arenosas de color rojo a violáceo,
sobre las que se apoya la sección basal arenosa de
color amarillo a ocre de la Formación Allen.
En las proximidades de Planicie Banderita, el
pasaje entre ambas unidades se da en facies
pelíticas; la Formación Anacleto se caracteriza por
la coloración rojiza alternando con verde, en tanto
que las fangolitas de la Formación Allen son casta-
ño verdosas, finamente estratificadas y con abun-
dante yeso.
En la margen pampeana del río Colorado, el con-
tacto es erosivo entre fangolitas rojas friables y ma-
cizas de la Formación Anacleto y areniscas y limolitas
blanquecinas de la Formación Allen.
Edad y correlaciones
Considerando la edad santoniana de la
infrayacente Formación Bajo de la Carpa, y tenien-
do en cuenta que la edad de la discordancia
Huantráiquica que señala la base del Grupo
Malargüe está establecida en los 74 + 3 Ma (Leanza,
1999; Hugo y Leanza, 2001a), se atribuye la Forma-
ción Anacleto al Campaniano inferior.
2.2. MESOZOICO - CENOZOICO
2.2.1. CRETÁCICO SUPERIOR -
PALEÓGENO
GRUPO MALARGÜE
Antecedentes
Esta unidad fue originalmente reconocida por
Gerth (1925) en el portezuelo de Loncoche, en el
sur de Mendoza bajo la denominación de “Estra-
tos de Malargüe”. Allí este autor describió una
sucesión sedimentaria conformada por tres uni-
dades, la primera límnica en la base y de maris-
mas hacia el techo, la segunda netamente marina
Neuquén 25
y la tercera con tobas y conglomerados de origen
continental, que se corresponden con las actuales
formaciones Loncoche, Roca y Pircala.
En el ámbito de la Hoja y regiones vecinas, fue-
ron Windhausen (1914) y Wichmann (1924) quienes
hicieron los primeros estudios y sentaron las bases
de la actual subdivisión estratigráfica de estas uni-
dades, así como del Grupo Neuquén.
En los trabajos dedicados a caracterizar y es-
clarecer la subdivisión estratigráfica del Grupo
Neuquén de Roll (1939) y Herrero Ducloux (1939,
1946), también se aborda el problema de la nomen-
clatura estratigráfica y subdivisiones del Grupo
Malargüe y del resto de las unidades cenozoicas
del Neuquén central. Otros autores que se refirie-
ron a estas acumulaciones fueron de Ferraríis
(1968), Cazau y Uliana (1973), Andreis et al. (1974)
y Uliana (1973, 1979).
Como ya se explicitó al tratar el Grupo Neuquén,
Groeber (1946) fue quien reconoció la existencia
del ciclo sedimentario Riográndico que incluía a
rocas del Cretácico tardío - Terciario temprano,
integrado por dos series: Neuqueniano (continen-
tal) y Malalhueyano (marino - continental). Siguien-
do esta idea, Uliana y Dellapé (1981) formalizaron
a la serie superior de Groeber como Grupo
Malargüe, en razón de que la sucesión interpuesta
entre el Grupo Neuquén y las sedimentitas tercia-
rias no deformadas en el área comprendida entre
los ríos Colorado y Negro presenta un desarrollo
estratigráfico, posición en la secuencia y antigüe-
dad similares a las de los perfiles típicos de
portezuelo de Loncoche y Cañada Colorada en las
vecindades de Malargüe. Para la región que nos
ocupa, Uliana y Dellapé (1981) propusieron incluir
en el Grupo Malargüe a las formaciones Allen,
Jagüel, Roca y El Carrizo.
Barrio (1990a, 1990b, 1991), en un estudio que
comprende afloramientos del Grupo Malargüe en
localidades de Neuquén y Río Negro, señaló que el
Superciclo Riográndico de Groeber (1946) representa
la sedimentación en una cuenca de antepaís de
retroarco, configurada durante la fase orogénica
Miránica de los movimientos Patagonídicos. En este
contexto, el Malalhueyano representa la primera
transgresión atlántica en la cuenca, producida du-
rante un lapso de relativa quietud tectónica e inun-
dación epírica debida a un ascenso eustático del ni-
vel del mar. Barrio (1990b) determinó la existencia
de dos secuencias depositacionales en el Grupo, se-
paradas por una discontinuidad localizada en el te-
cho de las evaporitas de la Formación Allen.
Referencias más recientes a este Grupo co-
rresponden a Camacho (1992), Casadío (1994),
Parras et al. (1998), Parras y Casadío (1999) y
Hugo y Leanza (2001a).
Distribución areal
El Grupo Malargüe presenta muy buenas exposi-
ciones en el borde oriental del Bajo de Añelo, desde
Lomas Coloradas hasta la sierra Blanca; los aflora-
mientos siguen hacia el sur y el este en las escarpas
por debajo de niveles de terraza de los ríos Neuquén y
Negro, en la periferia del lago Pellegrini, y continúan
hacia el sureste del lago en las bardas que flanquean al
río Negro al norte de las localidades de Allen, Fernández
Oro y General Roca. Dentro de los límites de la Hoja
se encuentran los perfiles tipo de las formaciones Allen,
Jagüel, Roca y El Carrizo. En los alrededores del em-
balse Casa de Piedra hay asomos de menor expresión.
2.2.1.1. Campaniano superior - Maastrich-
tiano inferior
Formación Allen (9)
Areniscas, arcilitas bentoníticas, yeso, calizas
Antecedentes
Las sedimentitas que actualmente se refieren a
esta unidad fueron incluidas dentro de las Capas de
Jagüel por Windhausen (1914). Wichmann (1927a)
separó a las facies no marinas de las Capas de Jagüel
incluyéndolas en la Facies Lacustre Senoniana de los
Estratos con Dinosaurios. Durante mucho tiempo, los
autores que se ocuparon de estas rocas, las conside-
raban estrechamente vinculadas al Grupo Neuquén,
por lo cual las incluían dentro de éste (de Ferraríis,
1968; Digregorio, 1972; Cazau y Uliana, 1973).
En la región de Auca Mahuida, Holmberg (1964),
siguiendo a Groeber (1946), ya había evaluado a la
sucesión correspondiente a la Formación Allen como
parte del Malalhueyano (Rocanense). Sin embargo,
este criterio no se generalizó hasta muchos años
después, cuando Andreis et al. (1974) interpretaron
que debe restringirse el término Formación Allen a
las sedimentitas que están por encima de la sección
continental del Cretácico superior (Grupo Neuquén)
y por debajo de las capas marinas del Maastrichtiano
(Formación Jagüel). Con posterioridad, Uliana (1979)
analizó en detalle el problema e incluyó a la Forma-
ción Allen dentro del Grupo Malargüe, formalizado
en Uliana y Dellapé (1981).
26 Hojas Geológicas 3969-II
La introducción del término Allen se debe a Roll
(1939), quien discriminó bajo el nombre de Grupo de
Allen a una serie de sedimentitas que suprayacen a
los estratos de Anacleto en Balsa Córdova, y que
también afloran en pequeña extensión al N y S de
Allen. Sin embargo, Uliana y Dellapé (1981) defi-
nieron una nueva localidad y perfil tipo para la For-
mación Allen en el paraje Lomas Coloradas (borde
oriental del bajo de Añelo) en las proximidades de El
Caracol, algo al norte de la Hoja, donde están clara-
mente expuestas las relaciones de base y techo.
Descripciones más recientes de esta unidad per-
tenecen a Barrio (1989, 1990a, 1990b, 1991), Ardolino
et al. (1996), Casadío (1994), Parras et al. (1998) y
Hugo y Leanza (2001a).
Distribución areal
Las sedimentitas de la Formación Allen están
presentes en el sector centro-oriental de la Hoja. En
el ámbito del bajo de Añelo quedan expuestas desde
Lomas Coloradas hacia el sur en forma continua al
pie de la sierra Blanca; otros asomos se delimitan en
las márgenes del río Neuquén y en el río Negro, siem-
pre por debajo de niveles de terraza. Otros sectores
con afloramientos importantes son el lago Pellegrini
y las mesetas situadas al este y sureste de este lago,
hasta alcanzar las proximidades del borde oriental
de la Hoja.
En el valle del río Colorado, la unidad se localiza
por debajo de los niveles de terraza más jóvenes, en
tanto que en los alrededores del embalse Casa de
Piedra existen afloramientos truncados por superfi-
cies de pedimentación. En el sector occidental de la
Hoja, hay asomos reducidos en la sierra Barrosa,
biselados por el primer nivel de pedimentos.
Litología
La Formación Allen está constituida por arenis-
cas amarillentas a ocres en su tramo basal, arcilitas
bentoníticas de color verde oliva a ocre en su sec-
ción media y yeso en su sección superior.
Los afloramientos del lago Pellegrini conforman
las bardas que lo rodean por el suroeste y sur, donde
están representadas las tres secciones con las cua-
les clásicamente se divide a la unidad. En las proximi-
dades de Cinco Saltos se sobrepone en discordancia
(Discordancia Huantráiquica) a la Formación
Anacleto. En esta localidad, la Formación Allen se
compone de areniscas medianas a gruesas de color
amarillento, con estratificación entrecruzada planar,
artesas de mediana escala y laminación paralela
(Foto 16); aquí la sección inferior arenosa ronda los
15 m de espesor (véase Andreis et al., 1974). Hacia
el este, y en la pendiente de las bardas hacia el lago,
predominan las arcilitas bentoníticas de color casta-
ño y oliva, laminadas, fragmentosas, con delgados
niveles limolíticos o arenosos de colores claros. La
estratificación es difusa, en general tabular o
lenticular extendida; estos depósitos caracterizan a
la sección media de la Formación Allen, e incluyen
horizontes bentoníticos en explotación. Contienen
abundante yeso fibroso. En las proximidades de La
Yesera se han medido 30 m de espesor de esta sec-
ción (Andreis et al., 1974). Finalmente, la sección
superior está caracterizada por pelitas con potentes
niveles de yeso y calizas finas, que se distribuyen
preferentemente hacia el sur y sureste de la depre-
sión; el mayor espesor está en La Yesera. Las cali-
zas presentan laminación algal o bien son macizas
en estratos delgados, en tanto que el yeso es blanco
y con espesores de más de 5 metros. El yeso posee
una intercalación de caliza gris, fina y muy dura, que
en las canteras suele denominarse “el fierrillo”.
En la sierra Barrosa, al este de la planta
compresora, los afloramientos son reducidos
arealmente, pero se registran unos 15 m de espesor
de fangolitas amarillentas y verdosas, con placas de
tortugas y gastrópodos de agua dulce, cubiertas en
discordancia por la Formación Bayo Mesa (Garrido,
com. pers.). En un sector cercano se observaron
pelitas amarillentas dispuestas en aparente concor-
dancia sobre las fangolitas moradas de la Forma-
ción Anacleto, con un espesor muy reducido (aproxi-
madamente 3 m).
Con una presentación y relación de campo simi-
lar se reconoció a la Formación Allen en las barran-
cas de la margen derecha del río Neuquén, en las
proximidades de Planicie Banderita. Aquí se presenta
la sección pelítica, compuesta por arcilitas
bentoníticas finamente estratificadas de colores cas-
taño claro, amarillento y oliva, con mucho yeso en
forma de agregados aciculares. Estos depósitos al-
canzan espesores de 10 m como máximo; suceden
en aparente concordancia a términos fangolíticos
bandeados de la Formación Anacleto y están cu-
biertos en discordancia por depósitos aluviales del
río Neuquén.
En la margen opuesta del río, la Formación Allen
aflora por debajo de niveles de terraza; en las proxi-
midades de San Patricio del Chañar aparecen depó-
sitos fluviales de la sección inferior de la unidad con
restos de dinosaurios.
Neuquén 27
Los afloramientos ubicados en la barda situa-
da al norte de General Roca corresponden a la
sección media y superior de la Formación Allen.
Constan de pelitas de color gris verdoso, calizas
estromatolíticas delgadas y yeso nodular, con un
espesor aflorante de 10 m como máximo (Weber,
1972).
En la cantera Morales (bentonita), situada al
N de General Roca, la sección superior de la For-
mación Allen está representada por areniscas fi-
nas bien estratificadas con laminación ondulítica
que alternan con bancos de calizas arenosas, con
fósiles (asociación casi monoespecífica de
gastrópodos, con muy escasos bivalvos, placas de
Foto 14. Afloramientos de fangolitas rojas bandeadas de la Formación Anacleto en las cercanías de la Aguada de Anacleto (lo-
calidad tipo). La unidad presenta escasa expresión morfológica. Foto 15. Formación Anacleto en Loma de la Lata. La unidad se
compone de fangolitas rojizas a verdosas, cubiertas en discordancia por depósitos aterrazados del río Neuquén. Foto 16. Con-
tacto discordante entre los grupos Neuquén y Malargüe. El tramo cuspidal de la Formación Anacleto se compone de fangolitas
rojo ladrillo y areniscas violáceas; la sección basal de la Formación Allen está representada por areniscas de color amarillento a
ocre bien estratificadas. Foto 17. Fangolitas bien estratificadas rojo ladrillo y areniscas castaño rosadas de la Formación
Anacleto en cercanías de la Batería 16 del yacimiento Pampa del Medanito. Foto 18. Niveles de calizas lacustres fosilíferas de la
Formación Allen en la cantera Morales, al norte de General Roca. La fauna está dominada por gastrópodos dulceacuícolas, con
escasos bivalvos y vértebras de peces.
16
17
14
18
15
28 Hojas Geológicas 3969-II
tortugas y vértebras de peces). Este paquete tie-
ne 3 m de espesor aflorante (Foto 18).
En el sector Lomas Coloradas - sierra Blanca,
los afloramientos de la Formación Allen se distribu-
yen en una faja continua con orientación norte - sur.
Aquí se reconoce la secuencia completa, que co-
mienza con areniscas de grano mediano a grueso,
de colores claros (amarillo y gris claro); la discor-
dancia de erosión que la separa de la Formación
Anacleto se manifiesta por la existencia de clastos
pelíticos rojizos en las sabulitas basales. Estas capas
son de tendencia granodecreciente, particularidad
mencionada por Andreis et al. (1974) en los aflora-
mientos del lago Pellegrini. Sobre las areniscas
basales se observan arcilitas bentoníticas con abun-
dante yeso, características de la sección media. Son
de colores verde oliva a castaño, friables y muy
autocubiertas. Finalmente, la sección superior se
presenta como una serie de estratos de yeso blanco
con pliegues enterolíticos, con calizas intercaladas,
asociado con arcilitas verdosas laminadas. El espe-
sor total en Lomas Coloradas ronda los 60 metros
En las proximidades de la localidad de El Cara-
col (algo al N de la Hoja), la sección media de la
Formación Allen está muy bien expuesta y se mani-
fiesta en contacto paraconcordante sobre fangolitas
rojas de la Formación Anacleto. Está constituida por
pelitas y areniscas muy finas de colores castaño y
verdoso, con abundante yeso en venillas, que rema-
tan en un banco de yeso grisáceo. Esta unidad a su
vez es cubierta por pelitas verde oliva de la Forma-
ción Jagüel (Foto 19).
En el embalse Casa de Piedra, la Formación
Allen aparece expuesta en diversas localidades. Los
afloramientos en general son discontinuos y en algu-
nos sectores es posible observarla sólo en laboreos
mineros a cielo abierto, dedicados a la explotación
de los horizontes bentoníticos contenidos en la sec-
ción media de la unidad.
En el cañadón situado al E de Puesto Avendaño
(Perfil La Araña), la Formación Allen aflora a nivel
del embalse. Se compone de limolitas verdosas lami-
nadas, ocres por oxidación, con un banco delgado de
caliza gris oscura, muy dura y homogénea; muestra
en el techo texturas de disolución. Por encima del
banco de caliza siguen fangolitas con laminación
ondulítica muy fina; se intercala un banco arenoso
fino, cementado por carbonato de calcio, con abun-
dantes moldes mal preservados de bivalvos. Los ni-
veles fangolíticos presentan hacia el tope capas cada
vez más espesas de yeso, que culminan en un banco
de yeso muy macizo, de color blanco a rosado, de 60
cm de espesor (Foto 20). Por encima, sigue yeso fi-
namente interestratificado con pelitas y, finalmente,
yeso bandeado, algo brechoso hacia el techo. En este
punto, el espesor aflorante sobre la cota actual del
embalse es de aproximadamente 3 metros. Unos 400
m al sur del punto anterior, por encima del yeso y en
contacto transicional, afloran pelitas y calizas con fó-
siles marinos pertenecientes a la Formación Jagüel.
En el yacimiento Pampa del Medanito (Fig. 3),
sobre la margen pampeana del río Colorado, por
encima de fangolitas rojizas de la Formación Anacleto
(éstas casi no afloran) se observa una secuencia
grano y estratocreciente, compuesta por limolitas
blanquecinas en la base, que alternan con delgadas
capas arenosas de granulometría fina, de colores
rosados a verdosos. Hacia arriba, los estratos are-
nosos son más potentes y de granulometría mediana
a gruesa; las areniscas son líticas y con abundante
matriz arcillosa. Algunos niveles presentan estruc-
turas de bioturbación intraestratales formando re-
des densas. Finalmente, afloran areniscas
conglomerádicas amarillentas que culminan en un
conglomerado fino clasto soportado con estratifica-
ción cruzada en artesa; en estos niveles aparecen
frecuentes astillas de hueso de pequeño tamaño (Foto
21). Por encima siguen limolitas blanco amarillen-
tas, muy cubiertas, que culminan en un nivel de yeso
de espesor centimétrico. El espesor total de la For-
mación Allen en esta localidad es de 60 m, aunque el
último tramo hasta los depósitos fluviales del río
Colorado que la sobreyacen (Terraza VI) se encuen-
tra muy cubierto.
Unos 4 km al sureste, en las cercanías de la ba-
tería 16 del yacimiento Pampa del Medanito, afloran
15 m de limolitas de colores rosado, rojo ladrillo y
rojo oscuro, con areniscas muy gruesas intercaladas
en los últimos metros, referidas a la Formación
Anacleto; siguen 5 m de areniscas y limolitas blan-
quecinas de la Formación Allen, con astillas peque-
ñas de huesos.
En la cantera Don José, perteneciente a la mi-
nera Cholino Hermanos, se exponen arcilitas verdo-
sas, alternantes con delgadas capas y guías de yeso.
El nivel bentonítico en explotación es de color verde
claro y se encuentra en la base del frente de cantera
de 7 m de altura (Foto 22).
Paleontología
La Formación Allen presenta un interesante con-
tenido paleontológico, conocido desde principios del
siglo XX. Las primeras menciones corresponden a
Neuquén 29
0m
5m
10 m
paf am ag cg ca
REFERENCIAS
Pelita
Arenisca
Arenisca conglomerádica
Conglomerado
Restos de vertebrados
Laminación horizontal
Estr. cruzada en artesa (pequeña escala)
Estratificación cruzada en artesa
Yes o
FORMACIÓN ALLEN
**
*
*
Formación Anacleto
** Depósitos aluviales antiguos del río Colorado (Nivel VI)
Figura 3. Perfil de la Formación Allen en el yacimiento Pampa del Medanito.
30 Hojas Geológicas 3969-II
registros efectuados por Wichmann (1924, 1927a)
en su Facies Lacustre Senoniana, entre los que pue-
den indicarse restos vegetales, pelecípodos de agua
dulce (Corbicula), gastrópodos de agua dulce
(Hydrobia, Viviparus), ostrácodos (en ocasiones
muy abundantes), huesos de cocodrilos, placas de
tortugas y dientes de peces pulmonados
(Ceratodus). Por su parte, Uliana (1979) y Uliana
y Dellapé (1981) citaron la existencia de concre-
ciones calcáreas con bivalvos marinos (Perna y
Panopea) en la base de la sección media de la
Formación Allen en la localidad de El Caracol, fue-
ra de la Hoja; en niveles próximos, Uliana (1979)
señaló restos de troncos carbonizados y vegetales
mal preservados.
En la cantera Morales, al N de General Roca,
se hallaron abundantes ejemplares de Hydrobia?,
asociados con bivalvos indeterminables, restos de
peces y plaquitas de tortugas, en niveles calcáreos
de la sección superior de la unidad.
Foto 20. Afloramientos de la sección media y superior de la
Formación Allen a pocos metros sobre el nivel del embalse Casa
de Piedra. Se presentan limolitas verdosas laminadas, calizas y
un banco de yeso macizo (alabastro), rosado, de 60 cm de
espesor.
Foto 21. Areniscas conglomerádicas grises a amarillentas
de la Formación Allen en la comarca del yacimiento Pampa
del Medanito, donde se aprecian astillas de hueso, proba-
blemente de dinosaurios.
Foto 22. Arcilitas verdosas a ocre con niveles y guías de yeso de la Formación Allen. Esta sección contiene un nivel bentonítico
verde claro, en explotación. Cantera Don José, proximidades de Islas Malvinas, La Pampa.
22
Neuquén 31
El registro de vertebrados de la Formación
Allen dentro de la Hoja incluye a saurópodos como
Aeolosaurus, procedente de facies fluviales en San
Patricio del Chañar y hadrosáuridos extraídos de
la sección inferior en la localidad de Islas Malvinas
(La Pampa) (véase Cap. 7, Dinosaurios y otros
vertebrados terrestres). Por otro lado, plesiosaurios
elasmosáuridos han sido colectados en sedimentitas
de la sección media de la Formación Allen en las
comarcas del lago Pellegrini y Contralmirante Cor-
dero.
El contenido micropaleontológico de la Forma-
ción Allen incluye asociaciones de ostrácodos y es-
casos foraminíferos, procedentes del área del lago
Pellegrini, Lomas Coloradas y El Caracol (al N de la
Hoja). El registro palinológico de la unidad procede
también de Lomas Coloradas y presenta elementos
terrestres, formas acuáticas continenetales y esca-
sos quistes de dinoflageladaos (véase Cap. 6,
Micropaleontología).
Ambiente
Las sedimentitas de la Formación Allen se de-
positaron bajo condiciones continentales (sección
inferior) a marino marginales (secciones media y
superior), que reflejan la primera ingresión marina
de origen atlántico en la Cuenca Neuquina.
Los depósitos de la sección inferior fueron in-
terpretados como parte de una planicie arenosa,
con cursos fluviales sujetos a acción mareal (Uliana,
1979; Uliana y Dellapé, 1981). Estas condiciones
de ambiente transicional, próximo a la línea de cos-
ta, se reconocen en los alrededores del lago
Pellegrini (Andreis et al., 1974). Las pelitas y are-
niscas intercaladas de la sección media correspon-
den a un ambiente de tipo intermareal, con mayor
influencia marina, donde los niveles con predomi-
nio de pelitas y restos de plesiosaurios estarían
marcando el momento de mayor profundidad y co-
nexión con el mar abierto. Finalmente, según el
esquema de Uliana y Dellapé (1981), las evaporitas
de la sección superior evidencian una restricción
de la cuenca con generación de ambientes margi-
nales tipo sabkha.
Por su parte, Barrio (1990a) infirió para la sec-
ción arenosa inferior un origen submareal a
intermareal bajo, en tanto que las fangolitas con
niveles bentoníticos de la sección media represen-
tan un ambiente de planicie de mareas mixta; las
bentonitas responderían en su origen a acumula-
ciones de ceniza volcánica en ambientes protegi-
dos de las corrientes, tales como lagunas litora-
les. Finalmente, propuso un ambiente de
depositación supramareal en condiciones de ex-
trema aridez (sabkha) para la sección evaporítica
superior.
En el ámbito de la vecina Hoja 3969-IV, General
Roca, se ha propuesto un ambiente depositacional
fluvial a lagunar para la Formación Allen (Hugo y
Leanza, 2001a).
Relaciones estratigráficas
La Formación Allen representa el inicio del ci-
clo de sedimentación Malalhueyano y se apoya, me-
diante discordancia de erosión, sobre la Formación
Anacleto, claramente apreciable en los alrededo-
res del lago Pellegrini, donde la base de la unidad
contiene clastos provenientes de la unidad
infrayacente. Sin embargo, como ya se indicó, en
otras localidades la discordancia Huantráiquica se
ve obscurecida, ya que el pasaje se da en facies
pelíticas. Esta discordancia constituye el límite in-
ferior de la secuencia depositacional representada
por la Formación Allen (Barrio, 1990a). En el sur
de Mendoza, Parras et al. (1998) la consideraron
una discontinuidad de tipo I (discordancia erosiva
de carácter regional).
La relación de techo de la Formación Allen es
de aparente concordancia, aunque Barrio (1990a)
evaluó a este contacto como el límite inferior de la
secuencia depositacional representada por las for-
maciones Jagüel, Roca y El Carrizo.
Edad y correlaciones
La edad de la Formación Allen se ha deter-
minado en el Campaniano tardío - Maastrichtiano
temprano, sobre la base de la edad intracampa-
niana de la discordancia Huantráiquica (Hugo y
Leanza, 2001a, 2001b) y tomando en considera-
ción algunos datos con relación al contenido
paleontológico de esta unidad y otras equivalen-
tes. En este sentido, Ballent (1980) indicó una
edad maastrichtiana temprana para una
microfauna procedente de la sección superior de
la Formación Allen en la comarca del lago
Pellegrini por comparación con la estudiada por
Bertels (1969b) en el miembro superior de la For-
mación Huantraico. Esta edad se confirma si se
acepta la correlación de esta unidad con la For-
mación Los Alamitos (Franchi y Sepúlveda, 1978),
ubicada por Papú y Sepúlveda (1995) en el
32 Hojas Geológicas 3969-II
Campaniano tardío - Maastrichtiano temprano;
previamente, Bonaparte (1991) estableció la edad
Alamitense en el Campaniano - Maastrichtiano.
La Formación Allen se correlaciona con la parte
inferior de las formaciones Loncoche (Gerth, 1925)
y Huantraico (Bertels, 1969b; Uliana y Dellapé,
1981). Como ya se mencionó, también es
correlacionable con la Formación Los Alamitos en
el ámbito del Macizo de Somún Curá. Hugo y Leanza
(2001a) propusieron homologar la sección basal are-
nosa de la Formación Allen con la Formación An-
gostura Colorada (Volkheimer, 1973), aflorante en
las cercanías de Ingeniero Jacobacci.
De manera tentativa, Ardolino et al. (1996)
correlacionaron a la Formación Allen con la Forma-
ción Paso del Sapo (Petersen, 1946) y con el sector
inferior de la Formación La Colonia (Ardolino y
Delpino, 1987) aflorantes en Chubut.
2.2.1.2. Maastrichtiano - Daniano
Formación Jagüel (10)
Limolitas, arcilitas
Antecedentes
El término Jagüel fue introducido por
Windhausen (1914) para referirse a la parte inferior
del Piso Rocanense. En el sentido que el citado au-
tor le otorgaba, esta unidad comprendía a todo el
paquete sedimentario ubicado estratigráficamente
entre las sedimentitas continentales del Piso
Pehuenche, nombre con el cual se conocía en esa
época a las sedimentitas del Grupo Neuquén y a los
calcáreos con fósiles del Rocanense superior (=
Formación Roca). Wichmann (1924, 1927c) subdi-
vidió a estas capas en Senoniano Lacustre o inferior
y el Senoniano Superior o Jagüel, de carácter mari-
no. Este criterio prevaleció en los trabajos de auto-
res posteriores, con lo que se llegó a la definición de
las actuales formaciones Allen y Jagüel. Así, la For-
mación Jagüel comprende al conjunto de sedimentitas
pelíticas desarrollado entre la sección superior o
“Yeso” de la Formación Allen y la base de la prime-
ra caliza organógena de la Formación Roca (Andreis
et al., 1974; Uliana y Dellapé, 1981; Leanza y Hugo,
1985; Barrio, 1990b; Casadío y Leanza, 1992;
Massabie, 1993). Particularmente significativo fue
el aporte de Náñez y Concheyro (1996), quienes
establecieron la presencia del límite Cretácico -
Paleógeno en sedimentitas de la Formación Jagüel
aflorantes en el bajo de Añelo.
Distribución areal
La Formación Jagüel tiene buenas exposiciones
en el flanco oriental del bajo de Añelo (sector Lo-
mas Coloradas - sierras Blanca), en los alrededores
del lago Pellegrini, en las bardas al N del río Negro
hasta General Roca y con asomos reducidos se la
observa en los alrededores del embalse Casa de Pie-
dra. Dada su litología fina y homogénea, los aflora-
mientos tienen poca expresión morfológica y suelen
estar muy cubiertos.
Litología
Las sedimentitas de la Formación Jagüel son
un conjunto monótono de pelitas (arcilitas, limolitas,
limoarcilitas) de colores verde oliva y amarillento,
atravesadas por guías delgadas de yeso fibroso.
Estas guías quedan en la superficie meteorizada
otorgando un brillo característico a los afloramien-
tos. Las arcilitas son plásticas, con brillo céreo,
fragmentosas; algunas presentan laminación, en
tanto que las limolitas son grisáceas; todas las
pelitas son calcáreas y reaccionan con HCl, lo que
permite diferenciarlas de las facies finas de la For-
mación Allen. Con estas particularidades aflora
en su localidad tipo (Jagüel de Rosauer) y en el
paraje Lomas Coloradas (Foto 23), donde la uni-
dad alcanza 18 y 26 m de espesor, respectivamente
(Barrio, 1990b).
Los afloramientos que circundan al lago Pellegrini
conservan las características típicas de la unidad.
En el sector norte del lago, biseladas por superficies
de pedimentación muy disectadas, asoman pelitas
calcáreas, macizas y fragmentosas, de color verde
oliva y con restos fragmentarios de moluscos
(ostreidos). Andreis et al. (1974) mencionaron abun-
dante contenido fósil constituido por pectínidos y
pequeños braquiópodos en este sector, además de
una importante asociación microfaunística referida
por Bertels (en Andreis et al., 1974) al Maastrichtiano
medio. El espesor aflorante en esta área no supera
los 30 metros.
En las bardas situadas al norte de General Roca
(localidad tipo de la Formación Roca), los aflora-
mientos de la Formación Jagüel son muy friables,
autocubiertos, de color castaño a verde oliva; con-
forman la parte basal de las bardas y presentan el
aspecto típico de esta unidad. El límite con la
suprayacente Formación Roca está dado por la apa-
rición de calizas amarillentas resistentes. Hacia el
sureste de la localidad anterior, en las proximidades
Neuquén 33
Foto 23. Vista general de los afloramientos del Grupo Malargüe en Jagüel de Rosauer, localidad tipo de la Formación Jagüel. Se
observan las pelitas verdosas de esta unidad cubiertas por las margas y calizas fosilíferas amarillentas de la Formación Roca.
23
0m
10 m
Fm. VACA MAHUIDA
Fm. B. de los LOROS
Formación JAGÜEL
paf am ag cg ca
REFERENCIAS
Arenisca con yeso
Arenisca
Pelita
Pelita con yeso
Laminación horizontal
Ostreidos
Ostreidos retrabajados
Pectínidos
Figura 4. Perfil al sureste del puesto Fernández.
34 Hojas Geológicas 3969-II
del cerro La Mocha se observaron asomos muy si-
milares, cubiertos por bancos calcáreos fosilíferos
de la Formación Roca.
Finalmente, en las proximidades del puesto
Avendaño sobre la margen sur del embalse Casa de
Piedra, aflora la parte inferior de la Formación Jagüel,
constituida por pelitas castañas a ocres, con muchas
guías de yeso hacia la base, y un nivel delgado de
calizas muy fosilíferas a 1 m por encima del contac-
to con la Formación Allen. El espesor aflorante de la
unidad es de 25 metros. Sobre la orilla norte del
embalse, al sureste del puesto Fernández frente a la
localidad de Sargento Ocón, afloran fangolitas cas-
taño oscuras muy fragmentosas con restos de
moluscos en la parte inferior, próxima a la orilla; ha-
cia arriba pasan a pelitas de color ocre, yesosas y
muy cubiertas; el espesor aquí es de 20 metros (Foto
24). En este sector, la Formación Jagüel está cu-
bierta en discordancia por la Formación Vaca
Mahuida (Fig. 4).
Paleontología
Las bardas situadas al norte de General Roca
han sido desde principios del siglo XX la localidad
clásica para el estudio de las unidades próximas al
límite Cretácico - Paleógeno. Así, se debe a Schiller
(1922) el primer muestreo detallado y sistemático
de invertebrados marinos en las actuales formacio-
nes Jagüel y Roca. Posteriormente, Bertels (1969a,
1969b, 1970a), conjuntamente con el estudio
micropaleontológico de estas unidades, procuró es-
tablecer la distribución vertical de algunas especies
de invertebrados; en este sentido, concluyó que la
especie Ostrea clarae Ih. se registra sólo en nive-
les del Maastrichtiano inferior a medio.
Casadío (1998) revisó los ostreidos del límite
Cretácico - Paleógeno en el ámbito de la Cuenca
Neuquina. Las especies que se encuentran restrin-
gidas al Maastrichtiano (mayoritariamente en la For-
mación Jagüel y en niveles cretácicos de la Forma-
ción Roca) son Amphidonte mendozana (Ihering),
Ambigostrea clarae (Ihering), Gyrostrea lingua
(Camacho) y Pycnodonte (Phygraea) vesicularis
(Lamarck); las tres primeras se hallan en facies
pelíticas de ambiente marino abierto, en asociación
con Nucula (Leionucula) aff. hunickeni
Zinsmeister y Macellari, Australoneilo cf. A. casei
Zinsmeister y Macellari, Arca sp., Cucullaea sp.,
Atrina sp., Camptonectes sp., Chlamys
mahuidaensis (Weaver), C. modestus (Camacho),
Paranomia sp., Austrotrigonia pampeana Leanza
y Casadío, Pacitrigonia sobrali Leanza y Casadío,
Pterotrigonia (Rinetrigonia) windhauseniana
(Wilckens), Lahillia cf. L. luisa (Wilckens),
Roudaireia pampaensis Leanza y Hunicken,
Paraesa sp., Panopea inferior Wilckens,
Turritella? sp., Turritella? doeringi Boehm,
Baculites sp. y Eubaculites argentinicus (Weaver).
Pycnodonte (Phygraea) vesicularis está presente
en facies pelíticas de ambientes más profundos, aso-
ciada con Chlamys mahuidaensis (Weaver) y
Amphidonte mendozana (Ihering). Los nanofósiles
asociados en ambos casos indican una edad
maastrichtiana tardía (Casadío, 1998).
En localidades situadas sobre el embalse Casa
de Piedra, la Formación Jagüel contiene abundantes
moldes y valvas de moluscos. En las proximidades
del puesto Avendaño se halló un nivel de caliza co-
piosamente fosilífero situado 1 m por encima del yeso
de Allen, con bivalvos (Paranomia? sp.),
braquiópodos y abundantes tubos de anélidos; en ni-
veles superiores, son frecuentes las valvas de
ostreidos. La única referencia sistemática relativa a
los braquiópodos de la Formación Jagüel correspon-
de a Caba et al. (1998) en la localidad pampeana de
Colonia Chica, pocos kilómetros al noroeste del pues-
to Avendaño; los terebratúlidos de esta fauna fueron
referidos al género Ruegenella, hasta ese momento
conocido exclusivamente en el Maastrichtiano del
norte de Europa y centro de Asia.
Sobre la margen pampeana del embalse, en el
puesto Fernández, las pelitas de la Formación Jagüel
proporcionaron cuantiosos fragmentos de bivalvos
referibles a Chlamys modestus (Camacho) y Ostrea
wilckensi Ihering (Foto 25).
El registro micropaleontológico de la Forma-
ción Jagüel es sumamente importante, ya que esta
unidad contiene al límite Cretácico - Paleógeno en
diversas localidades dentro del área de estudio (véa-
se Cap. 6, Micropaleontología). En los afloramien-
tos del puesto Avendaño, una muestra tomada en
niveles pelíticos por encima del yeso superior de la
Formación Allen proporcionó material
micropaleontológico pobremente preservado cons-
tituido por foraminíferos muy escasos correspon-
dientes a “Pararotalia” sp., pocos ostrácodos y
restos de briozoarios (Fungella sp.) (véase Náñez,
2002). “Pararotalia” sp. es una especie reconoci-
da en asociaciones de baja diversidad de la parte
inferior de la Formación Jagüel, en la laguna del
Indio Muerto y el bajo de Santa Rosa. Los
briozoarios también están en una caliza con peque-
ños tubos de anélidos? situada inmediatamente por
Neuquén 35
encima del yeso de la Formación Allen en la Hoja
3966-III, Villa Regina (Hugo y Leanza, 2001b), al
norte del salitral Ojo de Agua; una caliza similar
fue registrada en el perfil de El Caracol (provincia
del Neuquén) en idéntica posición estratigráfica
(Náñez y Concheyro, 1993, 1996; Náñez, 2002).
Estas calizas tienen características comparables al
nivel fosilífero con tubos de anélidos presente en el
puesto Avendaño. La edad dada por Náñez (2002)
para la asociación procedente de esta localidad es
maastrichtiana.
Ambiente
Las evidencias sedimentológicas y
paleontológicas sugieren para la Formación Jagüel
un ambiente de depositación marino franco, con pro-
fundidades que varían de plataforma interna a ex-
terna, siempre en condiciones de baja energía, con
buena circulación y lejos de las fuentes de aporte
detrítico (Uliana y Dellapé, 1981). Para Barrio
(1990b), el tamaño de grano, la escasez de estructu-
ras sedimentarias y las microfaunas indican un am-
biente de plataforma externa, con predominio de
condiciones atmosféricas normales y por debajo del
nivel de base del oleaje.
Los estudios micropaleontológicos más recien-
tes señalan que la depositación se habría producido
en un mar somero, en profundidades que alcanza-
rían como máximo la plataforma media a externa;
los ambientes de plataforma interna son los más re-
presentados. Además, existen indicios de cierta de-
ficiencia de oxígeno en el fondo marino para el tra-
mo maastrichtiano de la Formación Jagüel (véase
Cap. 6, Micropaleontología).
Relaciones estratigráficas
La Formación Jagüel se apoya en forma concor-
dante sobre la Formación Allen e infrayace también
en concordancia a la Formación Roca. Localmente
(puesto Fernández, lago Pellegrini) donde la Forma-
ción Roca está ausente por erosión, está cubierta en
forma discordante por unidades más jóvenes (forma-
ciones Vaca Mahuida y Barranca de los Loros) en las
proximidades del puesto Fernández y por depósitos
cuaternarios en el área del lago Pellegrini).
Edad y correlaciones
Según Náñez y Concheyro (1996) y Náñez
(2002), el contenido micropaleontológico de la For-
mación Jagüel ha permitido ubicarla temporalmente
en el Maastrichtiano tardío - Daniano (temprano y
tardío).
La Formación Jagüel es correlacionable con la
Formación Coli Toro en la meseta homónima (Río
Negro) y con la parte superior de las formaciones
Loncoche (Mendoza) y Huantraico (Neuquén).
Ardolino et al. (1996) también la homologaron con la
Formación Lefipán del río Chubut medio y con la For-
mación La Colonia al sur de la meseta de Somún Curá.
2.2.1.3. Daniano
Formación Roca (11)
Calizas, arcilitas, margas, yeso
Antecedentes
La denominación de esta unidad procede del tér-
mino Étage Rocanéen acuñado por Ihering (1903)
para referirse a las sedimentitas marinas fosilíferas
aflorantes al norte de General Roca. La localidad
fue descubierta durante la Expedición al Desierto
en 1879 (Doering, 1882); más tarde, Roth (1899)
fue quien realizó la primera comunicación científica
sobre estas sedimentitas.
Las primeras descripciones de fósiles correspon-
den a Burckhardt (1902), Boehm (1903) e Ihering
(1903, 1904, 1907). En los años subsiguientes,
Wilckens (1906), Ameghino (1906), Windhausen
(1914, 1918, 1922), Schiller (1922) y Weaver (1927)
se ocuparon con más detalle del Piso Rocanense;
casi todos estos autores coincidieron en atribuirlo al
entorno del límite Cretácico - Terciario.
Feruglio (1950) revisó la bibliografía existente al
respecto y discutió la presencia del Piso Rocanense
en localidades de la cuenca del golfo de San Jorge,
así como su relación con el Salamanquense; ambos
pisos serían producto de una misma transgresión
marina atlántica, cuya fase final estaría representa-
da por el Salamanquense. Groeber (1956, 1959) pro-
puso una subdivisión del Rocanense en un Roca I,
típico o Malalhueyano, caracterizado por una abun-
dante y variada fauna maastrichtiana, y un Roca II,
discordante sobre el anterior y con fauna empobre-
cida de edad daniana. Estas ideas tuvieron poca
aceptación y finalmente Ramos (1981) mostró que
el Roca II pertenece al Oligoceno y lo ubicó en la
Formación Carrere.
Durante la década de 1960 se produjeron nu-
merosos estudios paleontológicos en diversos aflo-
ramientos de la Formación Roca (A.F. Leanza,
36 Hojas Geológicas 3969-II
1964, 1967; Camacho, 1967, 1968) y un significati-
vo avance representado por los estudios
micropaleontológicos y bioestratigráficos de Bertels
(1969b), quien demostró la existencia de dos con-
juntos microfaunísticos distintos; uno maastrichtiano
y restringido a los estratos de la Formación Jagüel
y otro daniano, presente en las capas de la Forma-
ción Roca en su localidad tipo; al mismo tiempo,
estableció el estratotipo de esta unidad en la ba-
rranca situada 12 km al norte de General Roca.
Cabe aclarar que según esta autora y la descrip-
ción del perfil tipo realizada por Weber (1972), la
Formación Roca comienza con una sección pelítica
verde oliva oscuro, de 10 m de espesor,
litológicamente indiferenciable de la infrayacente
Formación Jagüel, pero portadora de microfósiles
danianos; a esta sección se sobreponen margas y
calizas, finalizando con potentes niveles de yeso.
Más tarde, Uliana (1979) y Uliana y Dellapé (1981)
redefinieron a la Formación Roca en función de la
representación cartográfica; así, restringieron esta
unidad a los paquetes calcáreos y a las evaporitas
suprayacentes, criterio que fue sustentado en tra-
bajos posteriores.
Otros estudios paleontológicos y estratigráficos
importantes sobre esta unidad corresponden a
Riccardi (1974), Leanza y Hugo (1985), Casadío y
Leanza (1992), Casadío (1994, 1998), Ardolino et
al. (1996), Casadío et al. (1999) y Hugo y Leanza
(2001a; 2001b). Los aspectos micropaleontológicos
fueron abordados por Concheyro y Náñez (1994)
y Náñez y Concheyro (1996), quienes a su vez de-
tallaron los antecedentes bibliográficos existentes
al respecto hasta esa fecha.
Distribución areal
La Formación Roca tiene una distribución geo-
gráfica aproximadamente coincidente con la de la
Formación Jagüel, aunque algo más restringida.
Desde la localidad de Lomas Coloradas hacia el sur,
aflora en forma discontinua en los Barreales Colo-
rados, Jagüel de Rosauer y sierra Blanca, en el bor-
de oriental del bajo de Añelo.
La localidad tipo se ubica en las bardas situa-
das al norte de General Roca, desde donde los aflo-
ramientos continúan hacia el oeste y noroeste has-
ta terminar en Loma del Horno, en el flanco nor-
deste del lago Pellegrini. Un afloramiento más re-
ducido se sitúa en La Rinconada, cerca del límite
oriental de la Hoja en la margen sur del embalse
Casa de Piedra.
Litología
En líneas generales, los afloramientos de la For-
mación Roca presentan buenas exposiciones, con
importante expresión morfológica debida a los pa-
quetes calcáreos resistentes que forman cornisas, la
coloración amarilla, ocre o anaranjada pálida y el
abundante contenido fosilífero.
Tanto Weber (1972) como Uliana y Dellapé
(1981) reconocieron en la Formación Roca tres sec-
ciones (miembros La Aguada, Mutchinic y Quiroga
para la primera autora). La sección inferior tiene
en promedio unos 20 m de espesor, y está formada
por calizas, margas organógenas y arcilitas alterna-
das, en estratos tabulares de espesor variable pero
no mayor de 1,50 metros. Los calcáreos son muy
fosilíferos, con texturas tipo wackestone o
packstone, sin orientación aparente de las conchillas
(Uliana y Dellapé, 1981). Los contactos con las
arcilitas son transicionales. Weber (1972) indicó que
las arcilitas se componen de montmorillonita con
calcita y cuarzo. La sección media muestra predo-
minio de calizas en su composición, y el espesor no
supera los 8 metros. Comienza con una alternancia
de calizas y limolitas amarillas en estratos muy fi-
nos, a las que se superponen calizas amarillentas de
grano grueso, muy porosa, con alvéolos irregulares
a veces rellenados por yeso o recubiertos de sílice
(Weber, 1972). Siguen calizas dolomíticas gris ama-
rillentas, con estratificación irregular y localmente
laminación estromatolítica, con estructura en ojo de
pájaro, sílice y yeso rellenando alvéolos; estas rocas
y las anteriores suelen formar cornisas; finalmente,
la parte superior de esta sección está constituida por
una brecha de dolomita cementada por yeso
sacaroide o material calcáreo (Uliana y Dellapé,
1981). Las calizas de la sección media están casi
desprovistas de invertebrados fósiles. La sección
superior tiene un espesor de 25 a 30 m y se com-
pone esencialmente de yeso blanco en grandes cris-
tales espáticos inmersos en una matriz de yeso
sacaroide; localmente se aprecian pliegues
enterolíticos y algunas intercalaciones lenticulares de
limolitas verdosas con laminación ondulítica y frag-
mentos de yeso (Foto 26).
En su localidad tipo, la Formación Roca está com-
puesta por una alternancia de calizas grises a amari-
llentas, muy fosilíferas, con arcilitas y margas verdo-
sas, con abundante yeso hacia el techo. El conjunto
tiene un espesor de aproximadamente 26 m (según el
perfil Norte Roca de Weber, 1972) y comprende a las
secciones inferior y media; no está presente el yeso
Neuquén 37
superior. Los bancos individuales son en general del-
gados, de menos de 1 m de espesor (Foto 27).
En la cantera El Carrizo y en Loma del Horno, la
unidad se exhibe completa (Uliana y Dellapé, 1981).
En la cantera Don Eugenio (Minera José Cholino) se
observaron unos 7 m de espesor de yeso sobrepues-
tos a limolitas amarillentas poco cementadas. En sec-
tores donde el techo está expuesto o muy cerca de la
superficie, el tope de la sección superior presenta una
brecha generada por removilización del yeso y
cementación por carbonato de calcio.
En los afloramientos situados al este del bajo de
Añelo no se observa la sección superior (Ardolino
et al., 1996). En las localidades de Lomas Colora-
das y Jagüel de Rosauer, Barrio (1990b) determinó
para la Formación Roca espesores de 14 m y 10,4 m
respectivamente. La unidad se compone de
calcarenitas arenosas, fangolitas y carbonatos
fosilíferos (coquinas y grainstones biorudíticos). Los
carbonatos fosilíferos son calizas amarillentas, con
fragmentos de conchillas desgastados, en ocasiones
con estratificación cruzada planar de bajo ángulo;
las calcarenitas arenosas son de grano fino a media-
no, con estratificación entrecruzada de mediana es-
cala, frecuentes intraclastos pelíticos, fragmentos de
conchillas y restos de plantas; estas sedimentitas al-
ternan con fangolitas.
En La Rinconada, la Formación Roca está for-
mada por margas amarillentas y calizas muy
fosilíferas, con bivalvos de conchilla calcítica
(ostreidos) bien preservados. El espesor total medi-
do es de 9 m; la unidad está cubierta por tufitas blanco
amarillentas de la Formación Vaca Mahuida, o bien
aparece truncada por superficies de pedimentación.
Foto 24. La Formación Jagüel en la margen norte del embalse Casa de Piedra, frente a la localidad de Sargento Ocón. A nivel del
embalse afloran pelitas castañas fragmentosas muy fosilíferas, cubiertas por pelitas ocre con alto contenido de yeso. Foto 25.
Vista en detalle de pelitas fosilíferas de la Formación Jagüel, con abundantes valvas desarticuladas de Chlamys modestus
(Camacho) y Ostrea wilckensi Ihering. Foto 26. Sección superior de la Formación Roca en la cantera Lucía, cercana a la cante-
ra El Carrizo, al norte de Allen. El yeso presenta pliegues enterolíticos y localmente termina en una brecha de fragmentos de yeso
removilizados cementados por carbonato de calcio. Foto 27. Barda al norte de General Roca, vista hacia el este, donde aflora la
Formación Roca en su localidad tipo. Predominan las arcilitas y margas ocre a verdosas, alternando con calizas muy fosilíferas.
En la base de la barda están expuestos los términos superiores de la Formación Jagüel.
24 25
26 27
38 Hojas Geológicas 3969-II
Paleontología
Existe copiosa bibliografía con relación a la
fauna de invertebrados fósiles de la Formación
Roca en diversas localidades. Estas asociaciones
se conocen desde finales del siglo XIX y las pri-
meras comunicaciones científicas sobre ellas (par-
ticularmente material procedente del área tipo en
General Roca) se publicaron en la primera déca-
da del siglo XX. En años posteriores, parte de esos
materiales fueron revisados por otros autores y
se reconocieron especies nuevas; una completa
reseña de antecedentes y un listado de las espe-
cies descriptas para las formaciones Roca y
Salamanca fueron efectuados por Camacho
(1992), mientras que Casadío (1994, 1998) realizó
una revisión sistemática y actualización de los
conjuntos faunísticos de la unidad, en particular
de los ostreidos.
Entre los elementos más frecuentes en la fau-
na de la Formación Roca se encuentran las siguien-
tes especies: Pycnodonte (Phygraea) burckhardti
(Boehm), P. (P.) sarmientoi Casadío, Gryphaeos-
trea callophylla (Ihering), Ostrea wilckensi
Ihering, Ostrea neuquena Ihering, Cubitostrea
ameghinoi (Ihering), Nucula (Leionucula)
dynastes Ihering, Neilo cf. N. ornata (Sowerby),
Cucullaea rocana Ihering, Chlamys
patagonensis negroina Ihering, Musculus
rionegrensis (Ihering), Venericardia iheringi
(Boehm), V. ameghinorum Ihering, V. feruglioi
Petersen, Aphrodina burckhardti (Ihering),
“Aporrhais” spp., Turritella burckhardti Ihering,
Turritella aff. T. malaspina Ihering, Hercoglossa
romeroi (Ihering), Cimomia camachoi Masiuk,
Callianassa burckhardti Boehm, Linthia joannis-
boehmi Oppenheim, Nucleopygus salgadoi
Parma, briozoarios y restos de vermes. Además,
las margas y calizas de la sección inferior mues-
tran niveles con abundantes icnofósiles referibles
a Thalassinoides isp.
Los ostreidos Pycnodonte (Phygraea)
burckhardti y Gryphaeostrea callophylla son
las especies dominantes en la asociación que ca-
racteriza a los niveles inferiores de la Formación
Roca y están presentes en facies de plataforma
externa con baja tasa de sedimentación; los
nanofósiles asociados indican una edad daniana
temprana. Los niveles superiores de la unidad tie-
nen la particularidad de tener asociaciones de tipo
biostromal conformadas por Cubitostrea
ameghinoi, de edad daniana tardía; con una dis-
tribución vertical similar se hallan Ostrea
neuquena y Pycnodonte (Phygraea) sarmientoi
(Casadío, 1998).
La Formación Roca posee un abundante regis-
tro micropaleontológico, conformado por escasos
foraminíferos planctónicos, numerosas especies de
foraminíferos bentónicos y ostrácodos, además de
nanofósiles calcáreos, que se comenzaron a estu-
diar en profundidad con los trabajos de Bertels (1965,
1969b, 1970a, 1978, 1979, etc.; véase Cap. 6,
Micropaleontología).
Ambiente
Los distintos autores que se han ocupado de la
Formación Roca coinciden en señalar que estas
sedimentitas se depositaron en un ambiente marino
somero que experimentó una retracción gradual
(Ardolino et al., 1996).
Uliana y Dellapé (1981) consideraron que la
parte baja de la sección inferior, donde alternan
arcilitas con foraminíferos planctónicos y margas
con escasos moluscos sugiere una zona de plata-
forma poco afectada por el oleaje; en cambio, la
parte alta de la sección inferior con invertebrados
de valvas gruesas y algo de arena en la matriz, re-
fleja una variación gradual hacia condiciones siem-
pre por debajo de la zona de mareas pero perturba-
da por el oleaje. Dentro de la sección media, las
calizas con ondulitas, los calcáreos dolomíticos con
estructuras en ojo de pájaro, los estromatolitos y
las brechas intraclásticas, con ausencia generali-
zada de conchillas, indican condiciones
intermareales hasta supramareales. La sección su-
perior con predominio de evaporitas, habla de un
ámbito supralitoral con extensos cuerpos de agua
aislados y sujetos a fuerte evaporación y a ocasio-
nales vinculaciones con el medio marino y conti-
nental.
Barrio (1990b), en las localidades de Lomas
Coloradas y Jagüel de los Rosauer, interpretó a los
calcáreos de la parte inferior de la unidad como
depósitos de tormentas. Las acumulaciones
bioclásticas tabulares, con conchillas desgastadas
y matriz fangolítica, representan depósitos de tor-
menta generados en ambientes de plataforma ex-
terna a interna; en tanto que las coquinas con ca-
pas amalgamadas, bases canalizadas, frecuente
estratificación entrecruzada y matriz terrígena grue-
sa, permiten discriminar a las tempestitas
proximales, originadas en sectores próximos a la
costa y con energía del oleaje significativamente
Neuquén 39
mayor. Estas coquinas también están presentes
formando una importante cornisa en los afloramien-
tos del lago Pellegrini (Barrio, 1990b).
La sección media de la Formación Roca está
escasamente representada en la zona norte de
la Hoja, pero sí aparece bien desarrollada en el
lago Pellegrini; aquí, los carbonatos (calcarenitas
oolíticas) conforman, según Barrio (1990b), ci-
clos de somerización que comienzan con depósi-
tos submareales con evidencias de acción de olea-
je; éstos pasan a intermareales y supramareales
de grano fino, con evidencias de exposición
subaérea, formación de halita y nódulos de sílice
en condiciones hipersalinas, estructuras en ojo
de pájaro, laminación algal y dolomitización. Para
las evaporitas de la sección superior, que apare-
cen sólo en los afloramientos del área del lago
Pellegrini, interpretó un ambiente supramareal de
tipo sabkha, que representa la culminación de
los ciclos de somerización de la sección media,
probablemente como relleno de lagunas litora-
les.Las asociaciones de foraminíferos sugieren un
ambiente marino de plataforma interna, de escasa
profundidad, cercano a la costa, con aguas de
salinidad normal a hipersalinas (véase Cap. 6,
Micropaleontología).
Relaciones estratigráficas
La Formación Roca presenta relaciones de con-
cordancia con la Formación Jagüel, hecho observa-
do por la mayoría de los autores que abordaron el
tema (Feruglio, 1950, Groeber, 1959, Uliana y Dellapé,
1981) quienes consideraron que ambas unidades for-
man un mismo ciclo sedimentario. La Formación El
Carrizo que se le sobrepone también lo hace en re-
lación de concordancia.
Barrio (1990b) determinó la existencia de dos
grandes secuencias depositacionales en el
Malalhueyano; la inferior integrada por la Forma-
ción Allen, y la superior por las formaciones Jagüel,
Roca y El Carrizo. La discordancia basal de la se-
cuencia superior se da entre las evaporitas del techo
de Allen y las fangolitas marinas de la Formación
Jagüel.
Dada la limitada distribución geográfica de las
facies continentales malalhueyanas (= Formación El
Carrizo) en el sector oriental de la Cuenca Neuquina,
en general la Formación Roca se encuentra
infrayaciendo en discordancia de erosión a otras
unidades, como las formaciones Vaca Mahuida,
Barranca de los Loros, El Palo y depósitos en trán-
sito sobre niveles de pedimentación.
Edad y correlaciones
En el ámbito de la Hoja Neuquén, la edad de la
Formación Roca se ha determinado sobre la base de
microfauna y nanofósiles calcáreos en el Daniano tar-
dío (Náñez y Concheyro, 1993, 1996, Concheyro y
Náñez, 1994). Sin embargo, en el sector occidental de
la Cuenca Neuquina (afloramientos de Malargüe,
Mendoza), la edad de la Formación Roca es
maastrichtiana tardía (Parras et al., 1998, Parras y
Casadío, 1999), con lo cual la unidad resulta diacrónica.
La Formación Roca, con sus características típi-
cas, presenta una amplia distribución desde el sur de
Mendoza, norte y este de Neuquén, occidente de La
Pampa y centro - oeste de Río Negro. Unidades con
fauna comparable se han reconocido en numerosas
localidades de la provincia de Río Negro al sur y sures-
te del área tipo; así Camacho (1992) efectuó una re-
construcción paleogeográfica para el “mar rocanense”
que incluye a los afloramientos denominados Forma-
ción Arroyo Barbudo (Lizuain y Sepúlveda, 1979) en el
Gran Bajo del Gualicho, Formación El Fuerte
(Kaaschieter, 1965) en la región costera al norte de
Sierra Grande y Formación Arroyo Salado (Weber,
1983) en la desembocadura del arroyo homónimo.
2.2.1.4. Paleoceno l.s.
Formación El Carrizo (12)
Pelitas, areniscas
Antecedentes
Con este nombre, Uliana (1979) y Uliana y
Dellapé (1981) refirieron por primera vez a un con-
junto de estratos que se superponen a la sección
evaporítica de la Formación Roca en la cantera
El Carrizo, situada 16 km al norte de la localidad
de Guerrico (provincia de Río Negro), sin que se
conozcan publicaciones previas sobre estas ca-
pas.
Weber (1972) separó a estos estratos del
Malalhueyano y los incluyó en la Formación Río
Negro (Plioceno) para lo cual propuso el Miembro
El Carrizo. Esta propuesta estaba fundada en el he-
cho de que en los cerros La Parva y Bayo aparecía
un nivel de areniscas intercaladas en paquetes
pelíticos rojizos, que lateralmente pasaba a la típica
arenisca gris azulada rionegrense. Sin embargo, en
40 Hojas Geológicas 3969-II
el presente trabajo se descarta este planteo debido a
que en las localidades mencionadas, se comprobó la
presencia de las formaciones Barranca de los Loros
(constituida por fangolitas rojizas) y El Palo (com-
puesta por areniscas grises a azuladas); la correla-
ción entre esta última unidad y la Formación Río
Negro fue puesta en duda por Uliana (1979).
Con posterioridad a los trabajos citados, Franchi
et al. (1984) se refirieron brevemente a esta unidad,
y Barrio (1990b) se ocupó del tema en el contexto
de su estudio del Malalhueyano, reconociendo en
estas sedimentitas dos asociaciones de litofacies que
representan sistemas fluviales meandriformes como
culminación de la secuencia depositacional confor-
mada por las formaciones Jagüel y Roca.
Distribución areal
Las exposiciones de la Formación El Carrizo
están virtualmente restringidas al área tipo, donde
aparecen en el flanco de la meseta al norte de Ge-
neral Roca. Uliana y Dellapé (1981) señalaron la
existencia de asomos aislados en Loma del Horno y,
con dudas, al sur y suroeste de Barda del Medio,
ninguno de los cuales fue reconocido en el presente
trabajo. Cabe destacar que los afloramientos tienen
poca expresión morfológica y se encuentran muy
cubiertos. Las mejores exposiciones halladas en el
transcurso de las tareas de campo se localizan en el
curso de un arroyo cercano a la cantera El Carrizo.
Fuera de la Hoja Neuquén, Massabie (1993)
describió afloramientos atribuidos a esta unidad en
las vecindades del dique Casa de Piedra.
Litología
En la Formación El Carrizo se reconoce una
sección inferior con 10 m de arcilitas y fangolitas
verdes, macizas, fragmentosas, con intercalaciones
de margas blancas que pasan lateralmente a con-
creciones calcáreas. La sección superior, de unos
20 m, se compone de areniscas medianas castaño
amarillentas, bien seleccionadas, con clastos
cuarzolíticos angulosos, friables, con estratificación
entrecruzada y cementación calcárea localizada,
que alternan con fangolitas rojo ladrillo, localmente
decoloradas a verde, micáceas, con grietas de de-
secación y geodas de cuarzo (Uliana y Dellapé,
1981) (Foto 28).
En las vecindades de la cantera Liliana (Yeso
del Comahue), unos 1500 m al N de la cantera El
Carrizo, se observaron a lo largo de un cañadón
afloramientos correspondientes a la sección supe-
rior de la unidad en análisis, integrados por limolitas
arcillosas muy micáceas, a las que se sobreponen
unos 5 m de fangolitas rojo ladrillo, expansibles, muy
friables y autocubiertas, en algunos sectores deco-
loradas a verde; siguen 2 m de areniscas gruesas,
amarillentas, micáceas, con abundante matriz arci-
llosa y estratificación cruzada planar, que pasan a
2 m de limolitas amarillentas muy cubiertas. Todo
el conjunto está truncado por el primer nivel de pe-
dimentos (Foto 29).
Paleontología
Existen pocas referencias al contenido fósil de
la Formación El Carrizo. Uliana y Dellapé (1981)
citaron la presencia de troncos silicificados
alóctonos y algunas placas óseas de tortugas.
Musacchio y Moroni (1983) describieron una aso-
ciación de ostrácodos no marinos y carofitas en la
localidad tipo (véase Cap. 6, Micropaleontología).
En el transcurso de este trabajo, se extrajeron mues-
tras para análisis palinológico, actualmente en es-
tudio.
Ambiente
El ambiente de depositación de la Formación El
Carrizo es continental, aunque al respecto existen
algunas diferencias de interpretación por parte de
distintos autores. Uliana y Dellapé (1981) indicaron
un ambiente lacustre ocasionalmente sujeto a preci-
pitación de carbonatos para la sección inferior, y un
ambiente fluvial para la sección superior; este con-
junto constituye el episodio final del proceso de
progradación sedimentaria verificado en la Forma-
ción Roca.
Por su parte, Barrio (1990b) reconoció en esta
unidad dos asociaciones de facies: areniscas fi-
nas a muy finas con estratificación entrecruzada
en artesa y fangolitas rojizas masivas; en conjun-
to representan facies de canal y planicie de inun-
dación de un sistema fluvial meandriforme. Los
niveles carbonáticos sugieren un clima subhúmedo
a árido con baja tasa de sedimentación y lapsos
de no depositación en los que se produjo
pedogénesis.
Para el área de Casa de Piedra, Massabie (1993)
interpretó un ambiente lagunar costero en tránsito a
un régimen fluvial franco; cabe señalar que este autor
incluyó en la sección basal de la unidad bancos de
yeso que pasan lateralmente a arcilitas laminadas, a
Neuquén 41
diferencia de los autores precedentes que incluye-
ron los niveles de yeso en la sección superior de la
Formación Roca.
Relaciones estratigráficas
La Formación El Carrizo se apoya en con-
cordancia sobre la Formación Roca; Uliana y
Dellapé (1981) sugirieron cierta transicionalidad
entre ambas unidades, sobre la base de la simili-
tud litológica entre las intercalaciones arcillosas
de la sección superior evaporítica de la Forma-
ción Roca y el paquete pelítico basal de la For-
mación El Carrizo. En relación con el arreglo
estratigráfico de estas sedimentitas, reconocie-
ron una discontinuidad estratigráfica entre la sec-
ción media carbonática y las evaporitas superio-
res de la Formación Roca, que corresponde a
brechas intraclásticas originadas por
redepositación de calizas en el techo de la sec-
ción media. Así, la sección evaporítica de la For-
mación Roca y los depósitos continentales de la
Formación El Carrizo forman parte de una mis-
ma secuencia depositacional; sin embargo, los
autores prefirieron considerar a los yesos como
parte de la Formación Roca siguiendo el uso ya
establecido (Uliana y Dellapé, 1981).
En Casa de Piedra, Massabie (1993) situó el
contacto en el techo de una caliza travertínica y se-
ñaló una discordancia angular de bajo ángulo entre
ambas unidades sugerida por un truncamiento pro-
gresivo de los términos superiores de la Formación
Roca, que podría equipararse a la discontinuidad
descripta por Uliana y Dellapé (1981).
En este trabajo no fue posible identificar con cer-
teza los niveles de calizas redepositadas en aflora-
mientos de la sección superior de la Formación Roca,
por lo cual se mantiene la definición clásica de esta
unidad y de la suprayacente Formación El Carrizo.
Edad y correlaciones
La Formación El Carrizo resulta correlacionable
con la Formación Pircala en el sector occidental
de la Cuenca Neuquina (Barrio, 1990b). La sus-
tancial diferencia de espesores y litofacies verifi-
cada entre este sector y el oriental fueron atribui-
dos por Barrio (1990b) a la marcada asimetría de
la cuenca para ese momento.
La edad de la Formación El Carrizo es paleocena
l.s., sobre la base de sus relaciones estratigráficas y
sustentada en parte por el contenido paleontológico
de carofitas y ostrácodos (Uliana y Dellapé, 1981;
Musachio y Moroni, 1983). En afloramientos del sur
mendocino, Parras et al. (1998) establecieron la pre-
sencia del límite Cretácico - Paleógeno en facies
lagunares de la Formación Pircala.
2.3. CENOZOICO
2.3.1. PALEÓGENO - NEÓGENO
2.3.1.1. Oligoceno superior - Mioceno medio
Formación Vaca Mahuida (13)
Areniscas, pelitas, tufitas, conglomerados, calizas, yeso
Antecedentes
Esta unidad fue establecida por Uliana y
Camacho (1975) para designar a una serie de estra-
tos de naturaleza marina, transicional y continental
que en el valle del río Colorado sobreyacen
erosivamente a distintos términos del Grupo
Malargüe y están cubiertos en discordancia por la
Formación Barranca de los Loros.
La localidad tipo de la Formación Vaca Mahuida
se ubica en las vecindades del yacimiento La Rincona-
da, 11 km al oeste del cerro Vaca Mahuida, sito en la
Hoja Gobernador Duval. Es importante destacar que
buena parte de estos afloramientos quedaron cubiertos
cuando se produjo el llenado del lago artificial del em-
balse Casa de Piedra, en particular los de la sección
inferior de la unidad, portadores de fósiles marinos que
no han sido hallados en otras localidades.
Uliana y Camacho (1975) y Uliana (1979) in-
cluyeron en esta unidad a los denominados Es-
tratos post Rocanenses de Sobral (1942),
aflorantes en el suroeste de la provincia de La
Pampa. Los afloramientos pampeanos fueron
descriptos o mencionados en trabajos donde se
les otorgaron diferentes denominaciones (Forma-
ción Copel en Llambías, 1975; Formación Vaca
Mahuida en Linares et al., 1980; Melchor et al.,
1992 y Massabie, 1993; Formación Casa de Pie-
dra en Rimoldi y Turazzini, 1984). Finalmente,
Melchor et al. (2004) instituyeron la Formación
El Fresco para incluir a los Estratos post
Rocanenses aflorantes en la sierra homónima, lo-
mas de Cochicó y las localidades de Agua de la
Viuda y Cerros Bayos, por considerarlos clara-
mente diferenciables de la Formación Vaca
Mahuida tal como fuera definida por Uliana y
Camacho (1975).
42 Hojas Geológicas 3969-II
Leanza y Hugo (1988) detallaron un perfil en la lo-
calidad tipo de la Formación Vaca Mahuida, y coleccio-
naron invertebrados marinos en la sección inferior de la
unidad, los cuales se encuentran actualmente en estudio.
En la vecina Hoja Gobernador Duval, Espejo y
Silva Nieto (2004) describieron afloramientos en la
localidad tipo de la unidad y en la margen izquierda
del río Colorado.
Las referencias citadas hasta aquí obligan a efec-
tuar algunas precisiones con relación a qué se en-
tiende por Formación Vaca Mahuida en el marco
del presente trabajo. En primer término, la ausencia
de afloramientos de la sección marina fuera del área
cubierta por la represa Casa de Piedra determina
que el significado estratigráfico y cronológico de estas
capas debe evaluarse sobre la base de la informa-
ción provista por Uliana y Camacho (1975), Uliana
(1979) y Leanza y Hugo (1988) y sus respectivas
colecciones de invertebrados. En segundo lugar,
Melchor et al. (2004) indicaron que las diferencias
litológicas entre la Formación El Fresco (= Estratos
post Rocanenses) y la Formación Vaca Mahuida jus-
tifican la creación de la primera, pese a una relativa
proximidad geográfica y relaciones de yacencia se-
mejantes; del mismo modo, dejan abierta a futuros
estudios la equivalencia temporal entre ambas uni-
dades. Las evidencias paleontológicas y una datación
aportadas por estos autores revelan una edad eocena
temprana para la Formación El Fresco en su área
tipo. En este contexto, parece adecuado considerar
a la Formación Vaca Mahuida representada única-
mente por las sedimentitas de naturaleza fluvial y
lacustre ubicadas estratigráficamente entre el Gru-
po Malargüe y la Formación Barranca de los Loros
en los alrededores del embalse Casa de Piedra, ex-
cluyendo a los Estratos post Rocanenses.
Por su parte, la información existente sobre la
sección marina de la unidad permite efectuar algu-
nas observaciones acerca de su edad, por compara-
ción de su fauna con la de otras unidades cenozoicas
de la Patagonia.
Distribución areal
En el ámbito de la Hoja Neuquén, la Formación
Vaca Mahuida aflora en las vecindades del embalse
Casa de Piedra, desde la localidad de Tapera
Avendaño al oeste hasta Bajada Vidal, en el límite
oriental de la Hoja. Los afloramientos tienen poco
espesor y en general se presentan bajo niveles del-
gados de gravas que cubren pedimentos con pen-
diente al río Colorado. En la margen pampeana del
río, la Formación Vaca Mahuida aflora con cierta
continuidad lateral cubierta por la Formación Barran-
ca de los Loros.
Litología
Los afloramientos de la Formación Vaca Mahuida
tienen disposición subhorizontal y coloración casta-
ño blanquecina, amarillenta y verdosa; son friables,
ocasionalmente aparecen bancos resistentes pero en
general están muy autocubiertos (Foto 30). En el
área tipo, y según la descripción de Uliana y Camacho
(1975), se pueden identificar tres secciones. La in-
ferior se compone de un conglomerado polimíctico
amarillento en la base, arcilitas verdosas expansibles,
seguidas por calizas fosilíferas con estratificación
entrecruzada en artesa y geometría marcadamente
lenticular de 5 m de espesor máximo. En el tramo
medio se reconocen paquetes gruesos de arcilitas
verde pálido y chocolate que alternan con areniscas
tobáceas de color gris o verde claro con bases
erosivas y algunos estratos tabulares de calizas
fosilíferas blanquecinas. La parte superior consta de
arcilitas verde oliva y varias capas de areniscas gri-
ses a azuladas de grano medio a grueso con estrati-
ficación cruzada, algunos conglomerados finos y un
nivel delgado de calizas con bivalvos y restos de
madera opalizada (Uliana y Camacho, 1975). El es-
pesor total de la unidad en análisis en su perfil tipo
es de 44 metros. Sobre la margen izquierda del río
Colorado, Uliana y Camacho (1975) mencionaron
además un estrato de yeso blanco con textura
sacaroide de 3 m de espesor, asociado a arcilitas y
tufitas blancas.
Leanza y Hugo (1988) durante el transcurso
de trabajos de campo previos a la inundación del
embalse, levantaron un perfil y coleccionaron fósi-
les de la Formación Vaca Mahuida en su localidad
tipo (Fig. 5).
Los afloramientos observados en general están
pobremente expuestos, y los espesores promedian
los 10 metros. En las proximidades del puesto
Avendaño cercano el embalse Casa de Piedra, la
Formación Vaca Mahuida se dispone por encima de
la Formación Jagüel, aunque el contacto está cu-
bierto. Aquí afloran limolitas tobáceas de color blan-
co amarillento, verde claro en fractura fresca, resis-
tentes, que pasan a niveles más friables con guías
de yeso; presentan una intercalación de areniscas
finas lajosas con estratificación cruzada de pequeña
escala; por encima de estas areniscas el yeso es
más abundante y llega a formar niveles delgados. El
Neuquén 43
Foto 28. Afloramientos de la sección superior de la Formación El Carrizo en su localidad tipo, conformada por areniscas casto
claras alternantes con fangolitas rojas, localmente decoloradas a verde claro. Foto 29. Fangolitas bandeadas verdosas y roji-
zas con intercalaciones de margas blancas de la sección superior de la Formación El Carrizo en las proximidades de la cantera
Liliana, 1500 m al norte de la cantera El Carrizo. En discordancia, se hallan los depósitos que cubren el Primer Nivel de pedimen-
tos, cementados por carbonato de calcio. Foto 30. Formación Vaca Mahuida en el yacimiento Pampa del Medanito. La unidad
consta de tufitas y areniscas tobáceas de color amarillo muy pálido, friables, cubiertas por niveles conglomerádicos delgados
que tapizan a pedimentos con pendiente al río Colorado. Foto 31. Vista de las formaciones Vaca Mahuida y Barranca de los
Loros en el puesto Carlos Ñanculeo, 2,5 km al noroeste de Sargento Ocón. La Formación Vaca Mahuida se compone de pelitas
con moldes de bivalvos dulceacuícolas, tufitas y niveles delgados de calizas lacustres de color amarillo verdoso claro, cubiertas
por las areniscas y limolitas rojas de la Formación Barranca de los Loros.
29
28
31
30
espesor total es de 3 m y continúa un tramo muy
cubierto sobre el que se apoya un nivel delgado de
rodados algo cementados que cubre a un pedimento
con pendiente al río Colorado.
Más hacia el este, se reconocieron afloramien-
tos en las proximidades del puesto C. Ñanculeo, 2,5
km al noroeste de Sargento Ocón, que constan de
pelitas amarillentas con abundantes moldes de
44 Hojas Geológicas 3969-II
bivalvos pequeños, tufitas, calizas delgadas y yeso,
que infrayacen a pelitas y areniscas rojas de la For-
mación Barranca de los Loros (Foto 31).
En La Rinconada, algo al nordeste de Bajada
Vidal, los afloramientos de la Formación Vaca
Mahuida se presentan en niveles topográficos algo
más altos que la Formación Roca, pero el contacto
está cubierto. Se compone de 5 m de tufitas blan-
quecinas en la base, friables y muy cubiertas, 1 m de
areniscas líticas grises y finalmente tufitas amari-
llentas con abundantes fragmentos de valvas tritu-
radas, muy cementadas; el espesor total es de 8
metros. Unos 1000 m al suroeste del punto anterior
se observó otro pequeño afloramiento de la unidad
que comienza con un nivel delgado de calizas con
fragmentos triturados de conchillas y líticos tamaño
arena muy gruesa, siguen 5 m de arcilitas de color
rosado, macizas, muy cubiertas y finalmente un ni-
vel de yeso de 1 m de espesor, de color castaño
rojizo claro. La base y el techo están cubiertos.
Los afloramientos mejor expuestos se localizan
en la margen pampeana del embalse Casa de Pie-
dra. En un cañadón que desemboca algo al SE del
puesto Fernández, la Formación Vaca Mahuida se
apoya en discordancia sobre la Formación Jagüel, y
es cubierta de la misma manera por la Formación
REFERENCIAS
Conglomerado
Arenisca
Pelita
Estratificación cruzada en artesa
Estromatolitos
Tufita - Arenisca tobácea
Bivalvos, gastrópodos
Estratificación cruzada planar
5m
Formación VACA MAHUIDA
0m
paf am ag cg ca
Equinoideos
Figura 5. Perfil La Rinconada, localidad tipo de la Formación Vaca Mahuida, según
Leanza y Hugo (1988).
Neuquén 45
Barranca de los Loros. Aquí se presenta con un es-
pesor de 6 m, muy cubierta, formada por areniscas
tobáceas de color gris amarillento claro muy friables;
cerca del contacto con la Formación Jagüel se ob-
servaron valvas rodadas de Cubitostrea ameghinoi,
que se interpretan como un retrabajo de la Forma-
ción Roca. Este afloramiento tiene poca continuidad
lateral, ya que unos 400 m hacia el sureste, la For-
mación Jagüel se encuentra sobrepuesta en discor-
dancia por la Formación Barranca de los Loros. Unos
1000 m hacia el nordeste, la unidad comienza con
tufitas arenosas amarillo grisáceas, con cemento
calcáreo; posee clastos líticos volcánicos dispersos
de hasta 3 cm de diámetro. Hacia arriba, siguen are-
niscas tobáceas blanco grisáceas, macizas, con fre-
cuentes restos de madera silicificada (troncos pe-
queños y ramas). Culmina con un conglomerado
polimíctico amarillento, compuesto por clastos redon-
deados de cuarzo y volcanitas en una matriz de frag-
mentos de conchillas y arena gruesa cementado por
carbonato de calcio. Dentro de la fracción
bioclástica, la presencia de restos muy rodados de
ostras con costulación fina similares a Cubitostrea
sugiere que se trata de material de la parte superior
de la Formación Roca que ha sido redepositado. El
espesor total del perfil descripto ronda los 15 me-
tros.
En las proximidades del puesto Sánchez aflora
la Formación Vaca Mahuida cubierta por la For-
mación Barranca de los Loros. La base, en la cota
del embalse, está cubierta; luego se expone 1 m de
tufitas arenosas castaño amarillentas, macizas,
friables, fragmentosas, dispuestas en estratos del-
gados; pasan a fangolitas verdosas, laminadas, que
hacia arriba cambian a coloración rojiza, de 3 m de
espesor. Luego sigue un nivel delgado (0,5 m) de
areniscas muy finas de color castaño rosado con
laminación ondulítica; en el plano de estratificación
se observaron ondulitas simétricas. Estas arenis-
cas forman un pequeño resalto, sobre el cual afloran
4 m de fangolitas castaño rosadas, gris blanqueci-
nas en superficie, muy cubiertas; hacia arriba si-
guen 4 m de tufitas verde amarillentas muy friables
con un nivel delgado de yeso intercalado; luego, 1
m de areniscas medianas a gruesas con estratifi-
cación cruzada planar, y 1 m de tufitas amarillen-
tas, sobre las que se apoya la Formación Barranca
de los Loros.
Finalmente, se reconocieron buenas exposiciones
de la unidad en las proximidades de la Batería 16 del
Yacimiento Pampa del Medanito. La sucesión, que allí
alcanza 30 m de espesor, está compuesta por limolitas
tobáceas con intercalaciones delgadas de areniscas
gruesas con estratificación entrecruzada planar y en
artesa, con color dominante blanco amarillento, aunque
localmente la coloración varía a rosado o anaranjado
pálido. Hacia el tope de la sección, aflora un nivel de
conglomerado fino con matriz arenosa, cementado por
carbonato de calcio, con frecuentes fragmentos de
valvas de moluscos de la Formación Roca. Estos ma-
teriales aparecen sueltos en asociación con las gravas
del nivel de pedimentación que bisela a la Formación
Vaca Mahuida (Fotos 31 y 32).
Paleontología
El contenido paleontológico de la sección infe-
rior marina de la Formación Vaca Mahuida fue
descripto por Uliana y Camacho (1975), quienes ci-
taron las especies Venericardia (Venericor) sp.,
Turritella rustica Camacho y el equinodermo
Iheringiana patagonensis (Desor) en calizas
bioclásticas. Diplodon glaucus Camacho se regis-
tró en psamitas grises con restos de troncos. Ade-
más mencionaron la existencia de moldes de bivalvos
pequeños en facies limolíticas, así como restos de
vertebrados (mamíferos) en tufitas y areniscas
tobáceas aflorantes en las proximidades de Aguará.
El material coleccionado por Leanza y Hugo (1988)
se compone de moluscos marinos silicificados, actual-
mente en estudio: Ostrea sp., Venericardia (Venericor)
sp., Glycymeris (Glycymerita?) sp., los gastrópodos
Turritella rustica Camacho, “Fusus?”, Naticidae
indet., Volutidae? indet. y cirripedios (Foto 33).
En el transcurso del presente trabajo sólo se
hallaron fragmentos de madera silicificada, y algu-
nos niveles con abundantes moldes de bivalvos
dulceacuícolas pequeños. En los afloramientos de
La Rinconada se encontró un único ejemplar de
Diplodon sp.
Ambiente
Uliana y Camacho (1975) y Uliana (1979) seña-
laron la diversidad de ambientes de sedimentación
sugeridos por los rasgos sedimentológicos y
paleontológicos de la Formación Vaca Mahuida. En
términos generales, infirieron un ambiente marino
somero submareal a intermareal para la parte infe-
rior, donde las pelitas verdes representarían llanuras
de marea, y las calizas fosilíferas acumulaciones
generadas en condiciones de mayor energía y esca-
sa profundidad; los cuerpos con bases erosivas y
estratificación cruzada en artesa corresponden a
46 Hojas Geológicas 3969-II
canales de marea. Las tufitas y psamitas de la sec-
ción superior se depositaron en ambiente continen-
tal, con dominio fluvial hasta lacustre.
Las características de los afloramientos reconoci-
dos en este trabajo, con predominio de paquetes tufíticos
y pelíticos, con algunas calizas delgadas y restos de
bivalvos de agua dulce, sugieren condiciones lacustres,
en tanto que las areniscas y conglomerados denotan un
medio fluvial de mayor energía. Los únicos niveles po-
siblemente marinos son las calizas con fragmentos
conchiles descriptas en La Rinconada, aunque por su
limitada extensión y espesor resultan difíciles de inter-
pretar desde el punto de vista paleoambiental.
Relaciones estratigráficas
En el ámbito de la Hoja Neuquén, la Formación
Vaca Mahuida se apoya sobre las formaciones Roca y
Jagüel, mediante una discordancia que Uliana y
Camacho (1975) calificaron de ligeramente angular. Las
observaciones de campo señalan la existencia de un
acusado relieve previo. Así, en las proximidades del
puesto Fernández, facies arenosas de la Formación
Vaca Mahuida que incluyen valvas retrabajadas de la
Formación Roca quedan encajadas en un paleorrelieve
deprimido elaborado en términos de la Formación
Jagüel. A su vez, todo el conjunto está cubierto en dis-
cordancia por la Formación Barranca de los Loros.
En otros sitios, la Formación Vaca Mahuida
infrayace a delgadas cubiertas de rodados sobre
superficies de pedimentación.
Edad y correlaciones
La edad de la Formación Vaca Mahuida fue es-
tablecida por Uliana y Camacho (1975) entre el
Eoceno y el Mioceno medio, sobre la base de su
posición estratigráfica entre la Formación Roca, de
probada edad paleocena, y la Formación Barranca
de los Loros, portadora de mamíferos de edad
Friasense (Mioceno medio a superior). La fauna de
invertebrados marinos de la parte inferior fue atri-
buida al Eoceno superior por Camacho (en Uliana y
Camacho, 1975), quien sugirió que la misma permite
vincular a la Formación Vaca Mahuida con los Es-
tratos con Monophoraster y Venericor, es decir,
con las sedimentitas depositadas por la transgresión
“patagoniana” aflorantes en la costa patagónica des-
de San Antonio Oeste hasta el sur del golfo de San
Jorge. Actualmente, esta unidad informal propuesta
en Camacho (1974) recibe distintas denominacio-
nes, como Formación Gaiman en el río Chubut y
Formación Chenque en el golfo de San Jorge. Al
respecto, es importante señalar que estas unidades
se atribuyen, según estudios micropaleontológicos y
microflorísticos recientes, al Oligoceno tardío -
Mioceno temprano (véase Malumián, 1999 y refe-
rencias).
Franchi et al. (1984) ubicaron a la Formación
Vaca Mahuida en el lapso Eoceno superior –
Mioceno medio, sobre la base de los invertebrados
estudiados por Camacho y la presencia de restos de
mamíferos en las tufitas fluviolacustres de la parte
superior, correspondientes a la edad Friasense
(Mioceno medio a tardío) según comunicación ver-
bal de Pascual (en Franchi et al., 1984).
Por su parte, Malumián (1999) incluyó parcial-
mente a la Formación Vaca Mahuida en el ciclo
sedimentario desarrollado en el Eoceno cuspidal -
Oligoceno temprano. El nivel del mar alto del
Oligoceno temprano estaría representado en subsuelo
de la cuenca del Colorado por la Formación Elvira, y
33
32
Foto 32. Detalle del nivel de conglomerado con valvas retrabajadas de la Formación Roca en la Formación Vaca Mahuida. Yaci-
miento Pampa del Medanito, próximo a la batería 16. Foto 33. Calizas silicificadas con Venericardia (Venericor) sp., Turritella
rustica Camacho y equinoideos regulares, de la sección inferior marina de la Formación Vaca Mahuida. La fotografía fue tomada
por H. A. Leanza en 1988, con anterioridad a la inundación del embalse Casa de Piedra que dejó todos los afloramientos de esta
sección bajo el nivel del agua.
Neuquén 47
en superficie por la Formación Arroyo de las Pintu-
ras (Franchi y Sepúlveda, 1978); la sección inferior
marina de la Formación Vaca Mahuida con fauna
de Monophoraster y Venericor, comprendería, se-
gún este autor, al Eoceno cuspidal.
Si se acepta la vinculación de la fauna marina
de la Formación Vaca Mahuida con la “patagoniana”
propuesta en Uliana y Camacho (1975), la edad
máxima de la unidad debería situarse en el Oligoceno
tardío - Mioceno temprano, considerando la infor-
mación más reciente sobre la edad de la transgre-
sión. En este caso, es válido correlacionar la sec-
ción marina de la Formación Vaca Mahuida con otras
depositadas en diferentes cuencas por la misma
ingresión, como la parte inferior de la Formación Gran
Bajo del Gualicho, la Formación Gaiman y la For-
mación Chenque. Esta interpretación, sumada a la
presencia de vertebrados fósiles de la Edad Mamí-
fero Friasense en facies fluviolacustres de la locali-
dad de Aguará (Uliana, 1979; Franchi et al., 1984),
permite extender la edad de la Formación Vaca
Mahuida al Mioceno medio. Esto a su vez invalida la
equiparación propuesta por Uliana (1979) con los
Estratos post Rocanenses (= Formación El Fresco),
cuya edad eocena está suficientemente fundamen-
tada.
Finalmente, vale mencionar que Uliana (1979)
planteó que la Formación Vaca Mahuida y la For-
mación Chichinales (Mioceno temprano a medio?)
serían parcialmente sincrónicas, sobre la base de
ciertas similitudes en el carácter litológico y en las
relaciones de yacencia.
2.3.2. NEÓGENO
2.3.2.1 Mioceno inferior a medio
Formación Chichinales (14)
Tobas, tufitas, arcilitas, limolitas, areniscas
Antecedentes
Las capas de referencia fueron observadas ini-
cialmente por Doering (1882) en la sierra de
Chichinal, unos 50 km río arriba de Choele Choel.
Las denominó Formación Detrítica del Chichinal y
las incluyó en el Piso Araucano, como un equivalen-
te de la Formación Miocena inferior.
Windhausen (1914) ubicó a los afloramientos de
la zona de General Roca en su Piso Rocanense; más
tarde, Wichmann (1916) reparó en la semejanza de
estas capas con las de Chichinales. Estas observa-
ciones, sumadas al hallazgo de mamíferos fósiles,
determinaron que Windhausen (1922) las reubicara
en su Santacruceño.
Otros autores en tratar sobre el tema fueron
Groeber (1945), en la localidad de Paso Córdova;
Etchevehre (1950) y Weber (1964, 1972), al norte
de General Roca; Galante (1960), al sur del río Ne-
gro y de Ferraríis (1966), quien designó a estos es-
tratos como Formación Colloncurense. Uliana (1979)
se ocupó de los afloramientos de la unidad situados
en la región entre los ríos Negro y Colorado, propor-
cionando un perfil en Paso Córdova, donde están
expuestas las relaciones de base y techo, en tanto
que Barrio et al. (1989) se refirieron al contenido
fosilífero de la unidad en la misma localidad. En las
Hojas General Roca y Villa Regina, Hugo y Leanza,
(2001a, 2001b) proporcionaron también descripcio-
nes de sus afloramientos.
Distribución areal
Los afloramientos de la Formación Chichinales
en el área abarcada por la Hoja son reducidos y des-
conectados. Se agrupan en tres sectores: el prime-
ro, en el paraje conocido como Bajada de la Tordilla,
al sur de la sierra Blanca; el segundo, en el ángulo
sureste de la Hoja, al norte de General Roca; un
tercer afloramiento, situado en la margen izquierda
del río Limay a la altura de la estancia China Muer-
ta, se atribuye con reservas a esta unidad. En casi
todos los casos, los afloramientos son pobres y es-
tán muy cubiertos.
Litología
En Paso Córdova la Formación Chichinales ex-
hibe sus mejores expsosiciones, superando los 100
m de espesor, pudiendo diferenciarse dos secciones
(Uliana, 1979; Hugo y Leanza, 2001a). La sección
inferior, de 51 m según Uliana (1979) o 40 m según
Hugo y Leanza (2001a), se compone de tufitas ma-
cizas castaño claras, friables, alternando con arenis-
cas grisáceas con estratificación cruzada de bajo
ángulo, además de limolitas y arcilitas verde claras a
oscuras y lentes de areniscas y conglomerados con
cemento carbonático. En esta sección aparecen fre-
cuentes troncos silicificados. La sección superior,
con espesor de 64 m (Hugo y Leanza, 2001a), es
más homogénea en su composición, predominando
las limolitas y tufitas gris blanquecinas a castaño cla-
ras, macizas y friables, alternando con tufitas blan-
cas y limoarcilitas plásticas verde claras. La colora-
48 Hojas Geológicas 3969-II
ción general de los afloramientos es blanco amari-
llenta, y los estratos son tabulares, lateralmente con-
tinuos (Uliana, 1979).
En la Bajada de la Tordilla, las exposiciones de
la Formación Chichinales son pobres; están consti-
tuidas esencialmente por limolitas tobáceas blancas
a castaño muy claras, friables, macizas; no se ob-
servaron las relaciones de base y techo, y el espesor
reconocido no supera los 10 metros. Ardolino et al.
(1996) describieron intercalaciones de paquetes are-
nosos medianos a muy gruesos con estratificación
cruzada y espesores de 2 a 3 metros.
En las bardas situadas unos 5 km al norte de
General Roca, la Formación Chichinales aflora con
base y techo poco expuestos y un espesor de más
de 32 m, según el perfil NChE de Weber (1972). En
este sector, los afloramientos se componen de are-
niscas medianas hasta muy gruesas en la parte infe-
rior, macizas, friables, con troncos silicificados. Ha-
cia arriba, se presentan areniscas finas con algo de
yeso, tobas y limos tobáceos de color gris amarillen-
to claro, blanco grisáceo y verdoso, en estratos ma-
cizos o con estratificación poco marcada. Weber
(1972) indicó que la búsqueda de restos fósiles en
este tramo de la unidad -que es la portadora de res-
tos de vertebrados- resultó infructuosa.
En el río seco que desemboca en General Roca,
los afloramientos están integrados esencialmente por
tobas blanquecinas con concreciones silíceas y are-
niscas medianas a gruesas amarillentas hasta ocres,
con cemento silíceo irregularmente distribuido
(Weber, 1972). Estos asomos y los localizados al norte
de la estación Stefenelli proporcionaron restos de
plantas.
En las proximidades del paraje China Muerta, al
noroeste de Plottier, se hallaron bajo un nivel de te-
rraza del río Limay afloramientos que se atribuyen a
la Formación Chichinales. Los mismos son de colo-
ración general castaño verdosa a verde oliva y se
componen de arcillas bentoníticas macizas, de color
verde blanquecino en fractura fresca; los afloramien-
tos están autocubiertos de manera que no fue posi-
ble observar estratificación. Rematan en un nivel de
tufitas arenosas blancas con estratificación cruzada
y frecuentes concreciones calcáreas redondeadas
en la base del estrato; el espesor aflorante es de 10
m aproximadamente (Foto 34). Estos depósitos se
incluyen en la sección inferior de la Formación
Chichinales, caracterizada según Uliana (1979) y
Hugo y Leanza (2001a; 2001b), por frecuentes va-
riaciones laterales de facies. Estos últimos autores
señalaron que la sección inferior de la unidad pre-
senta en algunos sectores facies de tipo lagunar
dominantemente arcillosas y tufíticas, muy similares
a las aquí descriptas.
Paleontología
La primera publicación sobre fósiles de la For-
mación Chichinales perteneció a Conwentz (1885),
que describió troncos silicificados asignándolos al
género Betuloxylon. Más tarde, Wichmann (1916)
mencionó restos de dicotiledóneas y diatomeas.
Desde el punto de vista cronológico, los hallaz-
gos más importantes correspondieron a Windhausen
(1918), quien coleccionó al sur de General Roca res-
tos de Colpodon sp., Hegetotherium sp., Edentata
y Chelonia. Groeber (1929) -citado por Uliana (1979)-
indicó “fósiles del Santacruceano” al suroeste de
Roca, sin señalar al colector. Galante (1960) men-
cionó nuevamente troncos del género Betuloxylon
en afloramientos ubicados al sur del río Negro.
Weber (1964, 1972) halló restos de mamíferos
en la parte inferior de la Formación Chichinales al
Foto 34. Paraje China Muerta, al norte del río Limay. Afloramientos de arcilitas bentoníticas macizas de color castaño verdoso cu-
biertas por tufitas blancas, algo oxidadas, referidas tentativamente a la Formación Chichinales. Foto 35. Bajada del Palo. Aflora-
mientos de la Formación Barranca de los Loros, compuestos por fangolitas y areniscas finas castaño rojizas, friables, con estratifi-
cación horizontal. Los niveles arenosos consolidados que forman cornisas corresponden a la suprayacente Formación El Palo.
34 35
Neuquén 49
sur del río Negro, correspondientes a los géneros
Prozaedyus?, Adinotherium, Proterotherium y
Thoatherium, conjunto que atribuyó al
Santacrucense. Esta misma autora indicó restos de
troncos y abundantes improntas de hojas lanceoladas
en niveles tobáceos próximos a la estación Stefenelli.
En afloramientos al sur del río Negro, Weber (1964)
encontró diatomeas en muestras obtenidas en el ter-
cio inferior y la porción cuspidal de la unidad; los
géneros citados son Melosira (muy abundante),
Pinnularia, Denticula, Ciclotella y Synedra (muy
infrecuente).
Uliana (1979) mencionó también el hallazgo de
diatomeas (Melosira, Tabellaria y Navicula), en
tanto que Barrio et al. (1989) se ocuparon de la fau-
na de vertebrados de la Formación Chichinales en
Paso Córdova, representada por tortugas
(Geochelone sp., Pleurodira indet.), aves
(Psilopterinae indet.) y numerosos mamíferos per-
tenecientes a los órdenes Polyprotodonta, Edentata,
Rodentia, Litopterna y Notoungulata. Hugo y Leanza
(2001b) señalaron también la presencia de nidos fó-
siles de escarabajos asignables a Croprinisphaera
isp., muy abundantes y vinculados con niveles de
paleosuelos.
Ambiente
La Formación Chichinales se depositó en un
ambiente continental caracterizado por sistemas flu-
viales de escaso gradiente y cuerpos lagunares has-
ta pantanosos (Uliana, 1979). Weber (1972) inter-
pretó como depósitos de mallines a las tobas y limos
tobáceos con abundantes restos vegetales. Pascual
et al. (1984) y Barrio et al. (1989) coincidieron en
señalar la existencia de áreas abiertas con ocasio-
nales grupos de árboles, en un ambiente semejante
a la sabana actual, con cuerpos de agua temporarios
y clima templado cálido.
Relaciones estratigráficas
Dentro de la Hoja Neuquén, la Formación
Chichinales se apoya en relación de discordancia
erosiva sobre distintos términos del Grupo Malargüe;
en Bajada de la Tordilla se dispone sobre la Forma-
ción Jagüel, en tanto que al norte de General Roca
lo hace sobre la Formación Allen. En ambos casos
el techo de la unidad está truncado por superficies
erosivas (pedimentos con pendiente al bajo de Añelo
en el primer caso, y terrazas fluviales del río Negro
en el segundo).
Uliana (1979) destacó que la acumulación de las
sedimentitas de la Formación Chichinales se produ-
jo en una depresión elongada en sentido NO - SE,
aproximadamente coincidente con el valle del río
Negro. La variación de cotas de la base en diferen-
tes localidades denota la existencia de un marcado
relieve previo.
Edad y correlaciones
La edad de la Formación Chichinales ha sido
inferida sobre la base de sus mamíferos fósiles. Ini-
cialmente fue referida al Oligoceno tardío por la pre-
sencia de Colpodon y Cramauchenia hallados por
Windhausen (1918). Pascual et al. (1984) indicaron
que la unidad podría involucrar a las Edades Mamí-
fero Colhuehuapense, Santacrucense y posiblemen-
te Friasense, extendiendo la edad al Mioceno me-
dio.Barrio et al. (1989) establecieron una Edad
Mamífero Colhuehuapense (Oligoceno tardío -
Mioceno temprano) para la fauna de mamíferos de
Paso Córdova, que junto con la asociación de
vertebrados de la Formación Cerro Bandera consti-
tuyen la expresión más septentrional conocida de esta
edad (Kramarz et al., 2005). Sin embargo, actual-
mente se sitúa a la Edad Mamífero Colhuehuapense
en el Mioceno temprano (19 - 21 Ma) (véase Flynn
y Swisher, 1995), lo que permitiría referir al Mioceno
temprano y no al Oligoceno tardío a la sección infe-
rior de la Formación Chichinales.
De acuerdo con lo expuesto, y teniendo en cuen-
ta lo aportado por Pascual et al. (1984), la edad de
la Formación Chichinales estaría comprendida en el
Mioceno temprano a medio.
La Formación Chichinales resulta correlaciona-
ble por su litología, ambiente de depositación y posi-
ción en la secuencia con la Formación Collón Curá
aflorante en el suroeste de Neuquén y Río Negro
(Uliana, 1979, Hugo y Leanza, 2001a; 2001b). En el
caso específico de la sección inferior, Uliana (1979)
consideró que sería equivalente a la Formación Naupa
Huen (Digregorio y Uliana, 1975) por litología y re-
laciones de yacencia. Del mismo modo, Leanza y
Hugo (1997) la correlacionaron con la Formación
Cerro Bandera aflorante en las Hojas Picún Leufú
y Zapala, caracterizada por una alternancia de tufitas
y arcilitas bentoníticas. Kramarz et al. (2005) des-
tacaron que ambas unidades presentan diferencias
en su contenido faunístico, debidas esencialmente a
las condiciones ambientales locales más que a su
rango temporal.
50 Hojas Geológicas 3969-II
2.3.2.2. Mioceno medio
Formación Barranca de los Loros (15)
Fangolitas, tufitas, areniscas
Antecedentes
Uliana y Camacho (1975) identificaron con la
grafía del epígrafe a un conjunto de sedimentitas
pelíticas rojizas con huesos de vertebrados de edad
Friasense, que cubren en discordancia a la Forma-
ción Vaca Mahuida. En esa oportunidad, los autores
designaron como localidad tipo al paraje homónimo,
6 km al NE de Colonia Catriel.
Más tarde, Uliana (1979) proporcionó un estu-
dio detallado de esta nueva unidad en el área com-
prendida entre los ríos Colorado y Negro. La prime-
ra descripción de estas rocas se debe a Windhausen
(1914), quien las reconoció como sedimentos colo-
rados en la parte inferior de las Areniscas del Río
Negro, en la localidad de Bajada del Palo, en tanto
que en Lomas Coloradas asimiló al Piso Rocanense
a margas de color rojo oscuro con areniscas
fosilíferas intercaladas. La presencia de fósiles del
Rocanense redepositados junto a huesos de mamí-
feros determinó que Wichmann (1924) separara a
las margas rojas del Rocanense de Windhausen por
considerarlas pliocenas, y las paralelizara con las
Areniscas del Río Negro.
Padula (1951) refirió a estas mismas capas a su
Plioceno inferior, conformado por areniscas residuales
de los Estratos con Dinosaurios y de la Formación
Roca, con fósiles redepositados.
Groeber (1956) y más tarde de Ferraríis (1966),
denominaron a estas capas Chasicoense (Charito) y
Chasicoense - Araucano. Miranda (1960) levantó
un perfil en la localidad tipo y coleccionó restos de
anuros, que fueron estudiados por Casamiquela
(1963). Barrio (1989) incluyó a los afloramientos de
Lomas Coloradas y a otros situados en Jagüel de
Rosauer en la Formación El Carrizo.
Ardolino et al. (1996) investigaron la unidad en
el ámbito del departamento Añelo (Neuquén), pero
la restringieron a los sedimentos finos con
intercalaciones de areniscas, excluyendo la sección
basal con fósiles rocanenses redepositados que
Uliana (1979) había incluido en la unidad en análisis
en las localidades de Lomas Coloradas, Jagüel de
Rosauer y Sierra Blanca.
Espejo y Silva Nieto (2004), en tanto, describie-
ron pequeños afloramientos al este del cerro Vaca
Mahuida en los dominios de la Hoja Gobernador Duval.
Distribución areal
La Formación Barranca de los Loros aflora en
Lomas Coloradas; más hacia el sur, forma una faja
continua desde la sierra Blanca hacia el norte, en
Bajada del Palo, y hacia el este de esta localidad
está expuesta al pie de la barranca en forma más o
menos continua hasta la localidad de La Angostura.
Existen buenas exposiciones en las vecindades de
Sargento Ocón. Sobre la margen pampeana del
embalse Casa de Piedra, aflora en forma continua
desde algo al noroeste del puesto Sánchez hasta el
límite oriental de la Hoja.
Otros afloramientos se presentan en las vecin-
dades de La Rinconada, en el paraje Corral de Pie-
dra, en el yacimiento Aguada de los Indios, en el
cerro Cortado y en un cerrito algo al sur de Barreales
de La Amarga.
Litología
La Formación Barranca de los Loros está cons-
tituida por fangolitas macizas de color rojo a castaño
rojizo, laminadas, en estratos gruesos, con frecuen-
tes concreciones calcáreas; alternan con limolitas
algo tobáceas, castaño claras, macizas, y areniscas
finas gris rosadas, con estratificación entrecruzada
y base de corte y relleno que contienen huesos de
vertebrados (Uliana, 1979). En general, las
sedimentitas que la componen se caracterizan por
su granulometría fina y la coloración rojiza, aunque
localmente se reconocieron también fangolitas ver-
dosas y bandeadas, con abundante yeso.
En Lomas Coloradas, Barrio (1990b) reconoció
una asociación de facies dominantemente arenosa,
de 6 m de espesor, conformada esencialmente por
areniscas finas a muy finas en estratos gruesos a
medianos, con estratificación cruzada en artesa en
la base y estructuras de alto régimen de flujo en el
techo, que lateralmente pasan a areniscas con es-
tratificación cruzada en artesa e intraclastos pelíticos.
Una segunda asociación de facies es fangolítica, más
potente (17 m), de coloración rojiza, con delgados
estratos arenosos con nódulos calcáreos; estas
fangolitas muestran ocasionalmente estratificación
flaser y laminación paralela.
En la Bajada del Palo, la Formación Barranca
de los Loros se compone de fangolitas de color roji-
zo a castaño rojizo, algo tobáceas, con estratifica-
ción horizontal definida por estratos arenosos finos;
todo el conjunto es muy friable. Ocasionalmente, li-
geras variaciones de color o la presencia de niveles
Neuquén 51
blanquecinos otorgan al afloramiento un aspecto
bandeado (Foto 35). En ese punto de observación
no aflora la base de la unidad, que más hacia el oes-
te se apoya sobre la Formación Jagüel. En este sec-
tor, Uliana (1979) indicó un espesor de 30 m para la
Formación Barranca de los Loros, de los cuales se
observaron los 20 m superiores. En discordancia
erosiva la sobreyace la Formación El Palo.
En el puesto C. Ñanculeo, al noroeste de Sar-
gento Ocón, aflora por encima de la Formación Vaca
Mahuida un espesor aproximado de 10 m de
fangolitas rojizas, friables, macizas, con estratos are-
nosos gruesos a conglomerádicos intercalados; es-
tos niveles son más resistentes. El perfil culmina con
un banco duro de 1,5 m de espesor, de color rosado,
con abundante yeso, truncado por superficies
pedimentadas con pendiente al río Colorado (Foto
31).En las vecindades de la localidad de Sargento
Ocón, se localizan buenas exposiciones de la For-
mación Barranca de los Loros. Los afloramientos
presentan aspecto homogéneo y tienen buena conti-
nuidad lateral. Se componen de fangolitas rojas, en
estratos delgados, tabulares, de 15 a 20 cm de espe-
sor. Se intercalan areniscas muy finas laminadas, con
geometría lenticular muy amplia, y dos niveles duros
con abundante yeso. En general, los términos
fangolíticos predominan hacia la base, en tanto que
el tramo superior de la secuencia aflorante es más
arenoso y con yeso (Foto 36). En la base de la ba-
rranca situada bajo la escuela, afloran a nivel del
lago pelitas verdes con pequeñas lentes de conglo-
merado fangosoportado; la fracción gruesa puede
alcanzar los 25 mm de diámetro y está formada esen-
cialmente por fragmentos líticos volcánicos bien re-
dondeados; estos niveles poseen abundante yeso
epigenético. El espesor máximo medido en esta lo-
calidad es de 20 metros.
En la margen opuesta del embalse, la Forma-
ción Barranca de los Loros mantiene las caracterís-
ticas observadas; en las proximidades del puesto
Fernández se apoya en discordancia sobre las for-
maciones Vaca Mahuida y Jagüel, con un espesor
aproximado de 10 m; se compone de fangolitas ro-
jas muy friables, con una intercalación arenosa del-
gada con estructuras de corriente (Fig. 4).
En el puesto Sánchez (Fig. 6), la unidad se apo-
ya en contacto neto sobre la Formación Vaca
Mahuida; comienza con 5 m de fangolitas rojizas la-
minadas, muy cubiertas; siguen 0,5 m de areniscas
medianas grises con yeso y luego una alternancia de
fangolitas y areniscas rojizas de 7 m de espesor, que
culmina con 1,5 m de yeso de color castaño oscuro,
al que se sobreponen gravas del nivel de terraza I
del río Colorado.
Paleontología
La Formación Barranca de los Loros contiene
restos de anfibios, peces y mamíferos. Los primeros
pertenecen a los anuros Gigantobatrachus parodii
y Wawelia gerholdi, hallados por Miranda (1960)
en la localidad tipo y descriptos posteriormente por
Casamiquela (1963).
Uliana (1979) coleccionó vertebrados en las lo-
calidades de Barranca del Palo, Bajada del Piche,
Vaca Mahuida, Angostura y Puesto Avendaño. Éste
último corresponde a un puesto que se halla unos 10
km al sureste de Bajada La Escondida y no al pues-
to Avendaño actual, situado 21 km al este de dicho
paraje.
De acuerdo con Pascual et al. (1984), en Ba-
rranca de los Loros se registraron los anuros Wawelia
gerholdi Casamiquela, Caudiverbera caudiver-
bera Linneo (= Gigantobatrachus parodii
Casamiquela 1963), y el mamífero cf. Eucholoeops
sp.; en Vaca Mahuida, Cullinia levis Cabrera y
Kraglievich y un Mesotheriinae; finalmente, en An-
gostura, Protypotherium sp. y ?Pseudohegeto-
therium sp. Pascual et al. (1984) atribuyeron los
mamíferos de la unidad a la edad Friasense.
Además de vertebrados, Uliana (1979) mencio-
nó el hallazgo de bivalvos pequeños en la localidad
de Dos Cerritos, y Miranda (1960) citó restos de
plantas pobremente preservados.
Ambiente
Las características litológicas y paleontológicas de
la Formación Barranca de los Loros señalan un am-
biente continental, dominado por sistemas fluviales de
bajo gradiente, con extensas llanuras de inundación y
ocasionales cuerpos de agua, que fueron el hábitat de
peces, anuros y bivalvos, además de favorecer la pre-
cipitación de carbonatos (véase Uliana, 1979).
Barrio (1990b) interpretó los afloramientos
de Lomas Coloradas -que incluyó en la Forma-
ción El Carrizo- como depósitos de canal y de
desbordamiento para las facies arenosas, y lla-
nura de inundación para las facies fangolíticas.
Los nódulos calcáreos representan para este autor
lapsos de baja o nula agradación, con desarrollo
de pedogénesis en condiciones subhúmedas a ári-
das.
52 Hojas Geológicas 3969-II
Relaciones estratigráficas
La Formación Barranca de los Loros se apoya
en discordancia erosiva sobre la Formación Roca
en las localidades situadas en la región centro - oc-
cidental de la Hoja (desde Lomas Coloradas hacia
el sur). Hacia el este, en el área circundante al em-
balse Casa de Piedra, lo hace sobre las formaciones
Vaca Mahuida, Roca? y Jagüel. En el primer caso,
el contacto es neto; el pasaje en facies finas entre
ambas formaciones se verifica por un brusco cam-
bio de color (vecindades de Sargento Ocón). Las
relaciones de yacencia con unidades del Grupo
Malargüe están dadas por una discordancia erosiva,
señalada en algunas localidades por fósiles
redepositados (Puesto Fernández, Puesto Sánchez).
Uliana (1979) señaló que esta discordancia estuvo
precedida de una ligera basculación y erosión regio-
nales. La distribución de espesores indica para este
autor una paleotopografía semejante a la del actual
valle del río Colorado.
El contacto superior con la Formación El Palo
es algo difícil de establecer; en la región occidental
(Barranca del Palo, sierra Blanca) se observa un
contacto erosivo entre las capas arenosas de la uni-
dad suprayacente y las facies más finas de la For-
mación Barranca de los Loros; hacia el este de la
primera localidad, Uliana (1979) ubicó el límite en la
base del primer paquete de areniscas grises azuladas.
Edad y correlaciones
La edad de la Formación Barranca de los Loros
ha sido evaluada sobre la base de sus vertebrados
fósiles, adjudicados a la Edad Mamífero Friasense
(Pascual, com. verb., en Uliana, 1979). Posterior-
REFERENCIAS
Formación VACA MAHUIDA Formación BARRANCA DE LOS LOROS
paf am ag cg ca
0m
5m
10 m
Conglomerado
Arenisca con yeso
Arenisca
Pelita
Tufita - Arenisca tobácea
Estratificación cruzada planar
Laminación ondulítica
Laminación horizontal
Yeso
*
*Depósitos aluviales antiguos del río Colorado (Nivel I)
Figura 6. Perfil puesto Sánchez.
Neuquén 53
mente, Pascual et al. (1984) refirieron el elenco de
mamíferos de la unidad al Mioceno medio tardío.
Actualmente, la edad Friasense se ubica, según Flynn
y Swisher (1995), en el Mioceno medio bajo (15,5 -
16,5 Ma).
La Formación Barranca de los Loros fue
correlacionada con sedimentitas incluidas en la For-
mación Gran Salitral tal como fuera definida origi-
nalmente en el ámbito de la Hoja La Reforma por
Melchor et al. (2004). Esta opinión fue sustentada
más tarde por Espejo y Silva Nieto (2004), quienes
destacaron que Melchor (2002) redefinió a la For-
mación Gran Salitral restringiéndola a facies lacustres
calcáreas y pelíticas, en tanto que facies arenosas y
loéssicas comparables a la Formación Barranca de
los Loros fueron reasignadas a la Formación Cerro
Azul (Linares et al., 1980). De esta manera, se es-
tablecería de modo indirecto una probable correla-
ción entre la Formación Barranca de los Loros y la
Formación Cerro Azul, sobre la base de semejanzas
litológicas. Cabe destacar, sin embargo, que la fau-
na de mamíferos de la Formación Cerro Azul fue
referida por distintos autores a las Edades Mamífe-
ro Chasicoense y Huayqueriense (véase Folguera
et al., 2005) del Mioceno tardío. Consecuentemen-
te, sería necesario un conocimiento más profundo
del elenco de mamíferos de la Formación Barranca
de los Loros para sustentar esta correlación.
2.3.2.3. Mioceno superior - Plioceno inferior
Formación El Palo (16)
Areniscas, fangolitas, tufitas, calizas
Antecedentes
Las sedimentitas referidas por Uliana (1979) a
esta unidad fueron previamente reconocidas y de-
nominadas por diferentes autores, quienes las equi-
pararon parcialmente o en su totalidad al Rionegrense
o Areniscas del Río Negro, agrupándolas con otras
entidades de diferentes edades entre el Mioceno y
el Cuaternario; la correlación estaba en general fun-
dada en la presencia de areniscas gris-azuladas en
la secuencia, consideradas típicas del Rionegrense
(Windhausen, 1914; Wichmann, 1924; Padula, 1951;
Groeber, 1955; de Ferraríis, 1966).
En el área noroccidental de la provincia de Río
Negro, Uliana (1979) concluyó que las Areniscas
Azuladas integran dos unidades estratigráficas. La
más joven, con afloramientos restringidos al valle del
río Neuquén, fue correlacionada con los afloramien-
tos típicos de la Formación Río Negro en el valle
inferior del río homónimo. La más antigua, desarro-
llada entre las formaciones Barranca de los Loros y
Chichinales por debajo y la Formación Bayo Mesa
por encima, fue diferenciada de los depósitos
“rionegrenses” y denominada Formación El Palo. La
separación de la unidad está basada en sus caracte-
rísticas litológicas, relaciones de yacencia y posición
topográfica. El perfil tipo se localiza 6 km al oeste -
suroeste de Barranca del Palo.
Weber (1972) asignó estas sedimentitas -junto
con otra que en este trabajo se consideran que per-
tenecen a niveles de agradación más jóvenes- al
Miembro Paso de los Indios de la Formación Río
Negro, tal como fuera definido por de Ferraríis
(1966); además, incluyó dentro de la Formación Río
Negro a los afloramientos de la Formación El Carri-
zo, con categoría de miembro. Menciones más re-
cientes sobre la Formación El Palo se encuentran
en Franchi et al. (1984), Ardolino et al. (1996), Hugo
y Leanza (2001a, 2001b) y Espejo y Silva Nieto
(2004).
Distribución areal
La Formación El Palo presenta, en general, bue-
nas exposiciones en la parte superior de las barran-
cas que bordean a la meseta extendida en la parte
centro - oriental de la Hoja, coronada por los con-
glomerados de la Formación Bayo Mesa. Los aflo-
ramientos tienen buena continuidad lateral.
Litología
La litología dominante consiste en areniscas grue-
sas a muy gruesas, a veces conglomerádicas, de color
gris azulado o verdoso. Son líticas, con predominio de
clastos de basalto, y selección regular a mala. En el
tramo superior, el tamaño de grano disminuye y la colo-
ración pasa a castaña y blanquecina. Los estratos son
gruesos, con geometría lenticular y estratificación cru-
zada en artesa de gran escala; son frecuentes las ba-
ses de corte y relleno con intraclastos. Como
intercalaciones aparecen fangolitas castañas a rojizas,
algunos niveles de calizas impuras, horizontes con evi-
dencias de edafización y alternativamente, limolitas y
areniscas limosas gris blanquecinas con abundante de-
trito piroclástico (Uliana, 1979); estas características
son reconocibles en el área tipo (Bajada del Palo (Foto
37) y en los afloramientos que continúan hacia el norte
y este, por debajo del primer nivel de agradación (=
Formación Bayo Mesa). El espesor de la unidad es
54 Hojas Geológicas 3969-II
relativamente constante, y ronda los 50 m en la mayor
parte de las localidades donde se la observó. Uliana
(1979) citó también espesores de hasta 80 metros.
Paleontología
Uliana (1979) indicó la presencia de restos de
dientes de mamíferos en el faldeo norte del cerro
Vaca Mahuida. Pascual et al. (1984) señalaron di-
versos taxones de mamíferos fósiles: Kraglievichia
sp. y Palaehoplophorinii inc. sed. (cerro Vaca
Mahuida); Plohophorini inc. sed. (Aguada del Piche);
Aspidocalyptus sp. y Panochtini inc. sed. (Angos-
tura). Este elenco corresponde a la Edad Mamífero
Huayqueriense, del Mioceno tardío.
Por su parte, Hugo y Leanza (2001b) citaron el
hallazgo de un Megalonychidae en el bajo de Santa
Rosa, dentro de la Hoja Villa Regina, atribuido por
Scillato Yané et al. (1976) al Plioceno inferior. Esta
ocurrencia es referida al Mioceno tardío - Plioceno
por Alberdi et al. (1997), quienes consideraron a las
sedimentitas portadoras como “rionegrenses”.
Ambiente
En líneas generales, las sedimentitas de la For-
mación El Palo se depositaron en un medio fluvial
de energía variable; las acumulaciones arenosas
lenticulares con estructuras de corriente y bases
erosivas señalan la presencia de ríos anastomosados,
en tanto que las intercalaciones finas con concre-
ciones calcáreas y paleosuelos corresponden a lla-
nura aluvial (véase Uliana, 1979).
Relaciones estratigráficas
La Formación El Palo se apoya en discordancia
erosiva sobre la Formación Barranca de los Loros en
la mayor parte del área donde aflora. En la sierra
Blanca, lo hace sobre niveles calcáreos de la Forma-
ción Roca, en tanto que en la meseta ubicada al norte
de General Roca se dispone sobre términos de la For-
mación Jagüel. Más hacia el este, fuera del área de la
Hoja, cubre a la Formación Chichinales. Para el caso
de las unidades del Grupo Malargüe, Uliana (1979)
destacó que la discordancia es ligeramente angular.
Edad y correlaciones
Sobre la base de sus relaciones estratigráficas,
resulta claro que la Formación El Palo es post
Mioceno medio; en tanto que los vertebrados fósiles
adjudicados a la Edad Huayqueriense indican el
Mioceno tardío, según la escala vigente para las
Edades Mamífero sudamericanas. Esta asignación
de edad llegaría al Plioceno temprano, considerando
el mamífero procedente de afloramientos en el bajo
de Santa Rosa (Alberdi et al., 1997; Hugo y Leanza,
2001b).
Tal como fuera definida por Uliana (1979), la
Formación El Palo equivale a una serie de unidades
informales propuestas por otros autores, tales como
Areniscas del Río Negro (Windhausen, 1922;
Wichmann, 1924), Rionegrense (Groeber, 1959),
Plioceno Blanco (Padula, 1951), Camadas
Pliocénicas (Sobral, 1942) o Grupo Superior (Miranda,
1960), entre otros. Uliana (1979) propuso la equiva-
lencia entre la Formación El Palo y el Miembro Paso
de los Indios de la Formación Río Negro en el senti-
do de de Ferraríis (1966). Sin embargo, Ardolino et
al. (1996) consideraron que esta última unidad es
más joven que la Formación El Palo y la refieren a
la Formación Agua de la Caldera.
Alberdi et al. (1997) incluyeron dentro del
Rionegrense a sedimentitas posteriormente atribui-
das a la Formación El Palo por Hugo y Leanza
(2001b); los primeros autores sostuvieron que los
sedimentos rionegrenses occidentales, portadores de
mamíferos huayquerienses (Mioceno tardío) son más
antiguos que los orientales, cuya fauna es referible a
la Edad Montehermosense del Plioceno.
2.3.3. NEÓGENO - CUATERNARIO
2.3.3.1. Plioceno superior - Pleistoceno infe-
rior
Formación Bayo Mesa (17)
Conglomerados, areniscas gruesas
Antecedentes
Esta unidad fue inicialmente denominada por de
Ferraríis (1966), para reunir a un conjunto de
sedimentitas rudíticas que formaban la parte cuspidal
de la Formación Río Negro, y le otorgó categoría de
miembro (Miembro Cerro Bayo Mesa). Uliana (1979)
entendió que esta unidad constituye una entidad
litoestratigráfica independiente, por lo cual elevó su
rango a Formación, y estableció como perfil tipo el
desarrollado en Barranca del Palo - sierra Blanca.
La entidad forma parte de los extensos mantos
de grava que con diferente desarrollo y en distintos
niveles topográficos cubren buena parte de las me-
Neuquén 55
setas de la Patagonia Extraandina, y que han recibi-
do diferentes denominaciones: Formación Tehuelche
(Doering, 1882), Rodados Tehuelches (Windhausen,
1914), Rodados Patagónicos (Wichmann, 1924), II
Nivel de Piedemonte (Groeber, 1955), entre otros.
Muchos de estos trabajos abordaron el origen de los
depósitos (véase Fidalgo y Riggi, 1970). Entre los
más recientes, puede citarse a Cortelezzi et al. (1968)
y Lapido y Pereyra (1999).
En el ámbito de la Hoja Jagüel de los Milicos,
Weber (1972) describió varios niveles de rodados -
entre los que se incluyen los aquí adjudicados a la
Formación Bayo Mesa- como Formación Tehuelche.
Distribución areal
Esta unidad forma la cubierta de la meseta si-
tuada en la porción centro - oriental de la Hoja, des-
de la sierra Blanca hacia el este, continuando en la
Hoja Gobernador Duval.
Afloramientos menores se reconocen en el án-
gulo sureste de la Hoja, coronando la meseta ubica-
da al nordeste de la estación de bombeo Allen, y en
las cotas más altas de la sierra Barrosa y el cerro
Senillosa, en territorio neuquino. Los depósitos son
resistentes, de manera que controlan el relieve y se
observan en la parte alta de las mesetas, pero sólo
se encuentran buenas exposiciones en cortes de ru-
tas o en canteras destinadas a la extracción de gra-
vas; en su mayor parte, están cubiertos por coluvio,
sedimentos finos y vegetación.
La Formación Bayo Mesa exhibe una suave
pendiente hacia el este; los afloramientos de la sie-
rra Barrosa y el cerro Senillosa se localizan por en-
cima de los 800 m; en la sierra Blanca están a los
700 m; en Bajada El Santiagueño descienden hasta
los 550 m, y desde el yacimiento Aguada de los In-
dios hacia el este, las cotas se encuentran por deba-
jo de los 500 metros.
Litología
Predominan los conglomerados de color gris cla-
ro, con clastos de 10 a 12 cm de diámetro máximo,
redondeados y con moderada a buena selección; en
la composición predominan los fragmentos de basal-
to, con menor proporción de otras rocas volcánicas y
cuarzo. Es frecuente la imbricación de clastos y la
estratificación está pobremente definida. En forma
subordinada se presentan cuerpos lenticulares de are-
niscas gruesas de color gris, con estratificación cru-
zada en artesa. El tramo superior de la unidad (alre-
dedor de 1 m) está cementado por carbonato de cal-
cio (caliche) de color blanquecino a castaño claro. El
espesor de la unidad es relativamente constante, y
oscila entre los 10 y 15 metros (Uliana, 1979).
Ambiente
Existen múltiples interpretaciones sobre el ori-
gen de los mantos psefíticos patagónicos, que invo-
can la acción de procesos marinos, fluviales y/o
glaciarios. Para la región comprendida entre los ríos
Colorado y Negro, Fidalgo y Riggi (1970) sostuvie-
ron que el origen de estas unidades responde a re-
petidos cambios en el nivel de base y que su disper-
sión estuvo controlada por procesos de
pedimentación, acción fluvial y remoción en masa;
estos autores consideraron que son claramente
distinguibles de los mantos de grava de origen
glaciario por sus características litológicas, morfolo-
gía y posición estratigráfica.
Relaciones estratigráficas
En el sector centro - oriental de la Hoja, la For-
mación Bayo Mesa se apoya sobre la Formación El
Palo (Foto. 37); el contacto es erosivo y en algunas
exposiciones existen evidencias de redepósito de la
unidad infrayacente. Uliana (1979) indicó que la gra-
dual desaparición de los términos superiores de la
Formación El Palo hacia el este de la sierra Blanca
sugiere que la Formación Bayo Mesa bisela
regionalmente a su sustrato.
En la región occidental de la Hoja, la unidad se
apoya en discordancia ligeramente angular sobre la
Formación Anacleto.
Edad y correlaciones
La edad de esta unidad fue considerada post
Plioceno medio, dado que al este de Gobernador
Ayala cubre a depósitos con mamíferos de edad
Huayqueriense (Uliana, 1979). Franchi et al. (1984)
y Ardolino et al. (1996) la situaron tentativamente
en el Plio - Pleistoceno. Weber (1972) ubicó a la
Formación Tehuelche en el Pleistoceno inferior so-
bre la base de su relación discordante con la Forma-
ción Río Negro (Formación El Palo en este trabajo).
La unidad resulta correlacionable con diversos
depósitos descriptos por Fidalgo y Riggi (1965, 1970),
Flint y Fidalgo (1968) y con la Formación Rentería
aflorante en la vecina hoja General Roca (Hugo y
Leanza, 2001a).
56 Hojas Geológicas 3969-II
2.3.4. CUATERNARIO
2.3.4.1. Pleistoceno
Formación El Sauzal (18)
Areniscas, limolitas, conglomerados, arcilitas
Antecedentes
Las sedimentitas incluidas en la Formación El
Sauzal, ampliamente distribuidas en el occidente de la
provincia de La Pampa, fueron descriptas en primer
término por Wichmann (1928) y más tarde por Sobral
(1942); este último autor atribuyó a los depósitos una
edad pliocena. Posteriormente, Linares et al. (1980)
definieron formalmente a la unidad, pero restringién-
dola a depósitos generados en paleocauces del río
Colorado que adoptan la forma de depresiones
elongadas de gran tamaño, desarrolladas entre la sie-
rra de Carapacha y la localidad de El Sauzal.
Las investigaciones más recientes corresponden
a Melchor et al. (2004) en la Hoja La Reforma y a
Espejo y Silva Nieto (2004) en la vecina Hoja Go-
bernador Duval. Cabe destacar que los primeros
autores consideraron para esta formación una edad
pliocena con dudas, en tanto que Espejo y Silva Nie-
to (2004) la atribuyeron al Pleistoceno inferior.
Distribución areal
Los asomos de la Formación El Sauzal están
restringidos al ángulo nororiental de la Hoja, y cons-
tituyen una pequeña porción de los afloramientos más
extensos localizados en el sector sureste de la Hoja
Colonia Catriel, el sector suroccidental de la Hoja
La Reforma y en el área noroccidental de la Hoja
Gobernador Duval. La sección superior de la unidad
conforma una superficie mesetiforme al norte del
río Colorado, y los términos inferiores más finos es-
tán expuestos en la escarpa de erosión, en gran par-
te cubiertos por depósitos coluviales.
Espejo y Silva Nieto (2004) destacaron que los
afloramientos de la unidad se encuentran siempre
en un nivel topográficamente inferior al de la For-
mación Bayo Mesa en territorio rionegrino, hecho
que se verifica en las reducidas exposiciones de la
Hoja Neuquén.
Litología
La Formación El Sauzal se compone esencial-
mente de areniscas medianas y finas con
intercalaciones de limolitas y arcilitas rojizas de es-
caso espesor, cubiertas por una capa de conglome-
rado clasto sostenido con cemento carbonático.
Los asomos en el área de estudio mantienen estas
características e incluyen un importante nivel de
diatomitas (Caba, com. pers.).
En el ámbito de la Hoja La Reforma, Melchor et
al. (2004) describieron la presencia de estratifica-
ción cruzada en artesa en los conglomerados, y cuer-
pos de sección canaliforme. En los términos más
finos de la secuencia, es frecuente la existencia de
yeso y de algunos nódulos y concreciones de carbo-
nato de calcio en las areniscas. Melchor et al. (2004)
destacaron la predominancia de fragmentos líticos
volcánicos en la composición de las areniscas. En
este sector, la Formación El Sauzal alcanza aproxi-
madamente 11 m de espesor.
En la Hoja Gobernador Duval, Espejo y Silva
Nieto (2004) indicaron espesores variables entre 2 y
30 m para la unidad, en la que reconocieron niveles
de cineritas en casi todos los perfiles levantados.
Paleontología
En muestras procedentes de la parte basal de la
Formación El Sauzal en la Hoja La Reforma,
Melchor et al. (2004) hallaron abundantes frústulos
de diatomeas; además, mencionaron una placa de
gliptodonte.
Ambiente
El ambiente de depositación de la Formación El
Sauzal es continental fluvial, de tipo efímero (Melchor
et al., 2004), con algunos episodios lacustres some-
ros de aguas frías y pH alcalino, estos últimos evi-
denciados por el abundante registro de diatomeas.
Melchor et al. (2004) y Espejo y Silva Nieto
(2004) coincidieron en señalar que los depósitos de
esta unidad forman parte de un extenso abanico aluvial
cuyo ápice estaría en el área situada entre el sur de
Mendoza y el norte de Neuquén, descendiendo hacia
el sureste. Las depresiones alargadas serían rasgos
erosivos labrados sobre la superficie aluvial, con pos-
terioridad a la depositación y la subsiguiente
cementación de la parte superior de la unidad.
Relaciones estratigráficas
En los afloramientos de la Hoja no es posible
discernir las relaciones de yacencia de la Formación
El Sauzal, debido a que se encuentra en una altura
Neuquén 57
topográfica superior a la del nivel de terraza I del río
Colorado, y la escarpa de la meseta donde aflora
parcialmente está muy cubierta por depósitos mo-
dernos. Sin embargo, en la Hoja Gobernador Duval
la unidad se apoya en discordancia erosiva sobre las
formaciones El Palo y Vaca Mahuida (Espejo y Sil-
va Nieto, 2004).
Edad y correlaciones
Wichmann (1928) y Sobral (1942) atribuyeron
estos depósitos al Plioceno; Linares et al. (1980) los
refirieron con dudas al Plioceno superior, criterio
seguido por Melchor et al. (2004). Por su parte,
Espejo y Silva Nieto (2004) consideraron que la For-
mación El Sauzal es posterior a la Formación Bayo
Mesa y la ubicaron en el Pleistoceno inferior, opi-
nión que se comparte en este trabajo.
Melchor et al. (2004) señalaron que la unidad
podría ser equivalente a la Formación Peñas Blan-
cas (Bisceglia, 1977) aflorante al sur de Colonia 25
de Mayo, caracterizada por un potente banco de
diatomita (Gaillardou, 1987).
Depósitos que cubren el primer nivel de
pedimentos (19)
Arenas, gravas
Son acumulaciones de arenas y gravas
subconsolidadas que se han depositado sobre una
superficie de erosión elaborada en sedimentitas
cretácico - paleógenas.
Los depósitos se presentan en el sector
suroccidental de la Hoja cubriendo a distintos térmi-
nos del Grupo Neuquén, en cotas más bajas con res-
pecto a las de la Formación Bayo Mesa (desde los
650 hasta los 550 m, descendiendo hacia el este y el
norte). Otro importante sector de afloramientos se
encuentra en el área sureste, donde cubren principal-
mente a las formaciones Roca y El Carrizo (entre los
450 y los 400 m con pendiente hacia el este); en am-
bos casos exhiben poco espesor (no mayor de 2 m).
La fracción gruesa se compone de fragmentos
de rocas de las unidades infrayacentes; en el caso
de la Formación Roca es común la existencia de
conchillas algo desgastadas. Cabe destacar que el
material bioclástico está notablemente menos des-
gastado que en los redepósitos observados en la
Formación Barranca de los Loros, por ejemplo. Lo-
calmente, se observa cementación por carbonato de
calcio. El diámetro de los clastos no supera los 5
centímetros.
Formación Agua de la Caldera (20)
Areniscas, conglomerados, fangolitas, limolitas,
tufitas, aricilitas
Antecedentes
Esta unidad fue definida por Ardolino et al.
(1996), quienes incluyeron en ella a “un conjunto
sedimentario que aflora en el valle inferior del
río Neuquén entre las localidades de Paso de los
Indios hasta Bajada Colorada, cubierto por los
mantos de gravas que tapizan la parte superior
de las mesetas vinculadas genéticamente a la his-
toria evolutiva del río Neuquén”.
Wichmann (1922, 1924) había descripto aflora-
mientos en el borde sur del bajo de Añelo que inclu-
yó en a las Areniscas del Río Negro; estas capas
cubren depresiones elaboradas en los Estratos con
Dinosaurios y se componen mayoritariamente de
areniscas grises azuladas muy friables, medianas a
gruesas, y con estructuras de corriente; contienen,
además, grandes bloques de areniscas rojizas y ama-
rillentas de las capas cretácicas infrayacentes. Aquí
el espesor es de 60 metros.
Todos los autores que se han ocupado de estas
capas (Wichmann, 1922, 1924; Biondi, 1933; Gentili,
1950; Padula, 1951; de Ferraríis, 1966)
correlacionaron estas areniscas con las aflorantes
en Barranca del Palo, y con diferentes denomina-
ciones las refirieron al Rionegrense. Uliana (1979)
diferenció a estas capas de la Formación El Palo,
pero continuó situándolas dentro de la Formación Río
Negro.
Finalmente, Ardolino et al. (1996) introdujeron
la nueva denominación con el propósito de desvin-
cular a estos estratos de la Formación Río Negro,
cuya expresión más típica son las areniscas gris
azuladas, con estratificación cruzada, de edad
pliocena media a superior, aflorantes en la región
comprendida entre los valles inferiores de los ríos
Negro y Colorado. Estos autores establecieron como
perfil tipo al descripto por Uliana (1979) en la locali-
dad de Agua de la Caldera.
En este trabajo se incluyen en la Formación
Agua de la Caldera, afloramientos localizados en
las bardas ubicadas al oeste de la ciudad de
Neuquén frente al aeropuerto internacional, que
Heredia y Calvo (2002) denominaran informalmen-
te “Estratos terciarios” y tentativamente
correlacionaran con la Formación Chichinales y que
Danderfer y Vera (1992) adjudicaron a la Forma-
ción Allen.
58 Hojas Geológicas 3969-II
Distribución areal
Dentro de los límites de la Hoja Neuquén se pre-
sentan los afloramientos típicos de la unidad en las
barrancas que bordean por el norte y por el sur a la
planicie de Añelo. Además, se reconocieron asomos
en los faldeos del cerro Colorado situado al norte del
Embalse Los Barreales, y en la parte alta de las
mesetas próximas a la ciudad de Neuquén, por de-
bajo del nivel de terraza III.
Litología
En Agua de la Caldera, la unidad se compone de
areniscas gruesas gris azuladas en la base, con len-
tes de conglomerado polimíctico con fenoclastos de
volcanitas, arcilitas castaño blanquecinas, fangolitas
rojo ladrillo y areniscas claras del Grupo Neuquén;
la base es de corte y relleno. Continúa con una al-
ternancia de limoarcilitas claras laminadas con are-
niscas gris oscuras delgadas, con estratificación cru-
zada de pequeña escala; a veces son más potentes
y se asocian a conglomerados intraformacionales con
bases erosivas. En el tercio superior de la unidad,
puede apreciarse deformación sinsedimentaria en la
secuencia (estructuras de tipo bola y cojín); los últi-
mos metros del perfil son de areniscas grises con
intercalaciones lenticulares de areniscas tobáceas gris
blanquecinas y limolitas arenosas y finalmente are-
niscas gris claras, medianas a gruesas, con estratifi-
cación cruzada de pequeña escala, laminación
ondulítica y bases de corte y relleno; presentan con-
creciones calcáreas cilíndricas (Uliana, 1979, en
Ardolino et al., 1996). El espesor total es de 53 me-
tros.
En los faldeos del cerro Colorado, los afloramien-
tos están constituidos por conglomerados finos, muy
friables, formados casi exclusivamente por fragmen-
tos angulosos de volcanitas, de color gris muy oscu-
ro; incluyendo grandes clastos redondeados de are-
niscas rojizas y amarillentas cuyo diámetro varía entre
0,5 y 1 metro. Se aprecia estratificación horizontal
grosera. El espesor apreciable del depósito alcanza
los 10 metros (Foto 38).
En la subida desde Añelo a la planicie homónima
se observaron, en un corte de ruta, areniscas casta-
ño grisáceas finas a medianas con estratificación
cruzada en artesa, alternando con limolitas arenosas
laminadas (Foto 39). Wichmann (1924) destacó el
abundante contenido de ceniza volcánica y fragmen-
tos pumíceos en los términos más finos de la unidad.
En la bajada del camino desde la localidad de Añelo
hacia el bajo homónimo, según descripciones de este
autor, el espesor alcanza los 35 metros.
Los afloramientos registrados en las bardas del
oeste de la ciudad de Neuquén se componen de unos
10 m de espesor de tufitas de color gris verdoso.
Presentan laminación fina; algunos estratos delga-
dos de granulometría más gruesa muestran
laminación ondulítica. Como intercalaciones apare-
cen estratos arenosos conteniendo abundantes
clastos pumíceos oscuros, con bases erosivas de
corte y relleno; éstos culminan en pelitas con grietas
de desecación, marcas de gotas de lluvia y rizolitos
(Heredia y Calvo, 2002). Todo el conjunto se apoya
mediante contacto neto sobre términos arenosos a
fangolíticos del Subgrupo Río Colorado (Foto 40).
Paleontología
Las referencias al contenido paleontológico de
la Formación Agua de la Caldera se deben a
Wichmann (1924), quien señaló la presencia de
moluscos de agua dulce (Chilina, Hydrobia), esca-
mas y esqueletos de peces, ostrácodos, diatomeas,
espículas de esponjas y restos vegetales. También
de Ferraríis (1966) mencionó la abundancia de
diatomeas en muestras de arcilla de su Formación
Río Negro. Heredia y Calvo (2002) citaron colonias
de bivalvos dulceacuícolas en facies de areniscas
canalizadas.
Ambiente
Las sedimentitas de la Formación Agua de la
Caldera corresponden, de acuerdo con las estructu-
ras sedimentarias y contenido fosilífero, a un medio
continental, en facies fluviales de canal y planicie de
inundación, con esporádicos cuerpos de agua (Uliana,
1979; Ardolino et al., 1996). Los depósitos con blo-
ques observados en el cerro Colorado, y las facies
similares descriptas en Paso de los Indios responde-
rían en su origen a fenómenos de remoción en masa.
El material tobáceo y los fragmentos de pómez pro-
vendrían de efusiones volcánicas cercanas (Ardolino
et al., 1996). Para el sector cercano a la ciudad de
Neuquén, predominan las condiciones lacustres en
las que se acumuló abundante ceniza volcánica, con
esporádicos eventos fluviales.
Relaciones estratigráficas
En todas las localidades donde se la describió, la
Formación Agua de la Caldera se apoya en discor-
Neuquén 59
38
36
37
39
Foto 36. Formación Barranca de los Loros en la margen sur del embalse Casa de Piedra, cerca de Sargento Ocón. Predominan
las fangolitas rojo claras, alternantes con areniscas muy finas y niveles duros con yeso. Foto 37. Afloramientos de areniscas
castaño grisáceas resistentes de la Formación El Palo en su localidad tipo, en discordancia de erosión sobre fangolitas rojizas de
la Formación Barranca de los Loros. La Formación El Palo es cubierta a su vez, en discordancia, por los conglomerados grises
de la Formación Bayo Mesa, coronando la meseta. Foto 38. Afloramientos de la Formación Agua de la Caldera en el cordón de
Cerros Colorados, al norte del embalse Los Barreales, con conglomerados finos grises muy oscuros con bloques dispersos de
areniscas rojas y amarillentas del Grupo Neuquén. Foto 39. Afloramientos de la Formación Agua de la Caldera en la subida de
Añelo, sobre la ruta provincial 7. Areniscas castaño grisáceas con estratificación entrecruzada en artesa y limolitas castañas
laminadas, cubiertas por gravas del nivel de terraza del río Neuquén.
60 Hojas Geológicas 3969-II
dancia ligeramente angular sobre distintos términos
del Grupo Neuquén e infrayace a terrazas del río
Neuquén. Así, en los afloramientos más occidenta-
les (Paso de los Indios) se apoya sobre las forma-
ciones Candeleros y Huincul; en Añelo y en el cerro
Colorado lo hace sobre la Formación Portezuelo, en
tanto que en Bajada Colorada y en las bardas de
Neuquén se apoya sobre las formaciones Bajo de la
Carpa y Anacleto.
La unidad infrayace a distintos niveles de terra-
za del río Neuquén; en Paso de los Indios, está cu-
bierta por el nivel de terraza I de Leanza et al. (2001),
en tanto que en los restantes afloramientos -ya den-
tro de la Hoja Neuquén- siempre está cubierta por
el nivel de terraza III.
La presencia de clastos de basalto en algunos
niveles dentro de la unidad y su distribución areal
restringida al valle fluvial, sugieren la posibilidad de
una vinculación genética entre la Formación Agua
de la Caldera y los niveles de rodados que integran
las terrazas del río Neuquén (Uliana, 1979; Ardolino
et al., 1996).
Edad y correlaciones
Sobre la base de las relaciones estratigráficas
previamente expuestas, y considerando que la uni-
dad se acumuló con posterioridad a la Formación
Bayo Mesa, se la refiere al Pleistoceno.
De acuerdo con Uliana (1979) sería
correlacionable -sobre la base de litología y relacio-
nes de yacencia similares- con los Sedimentos
límnico-conglomerádicos descriptos por Holmberg
(1962) en la sierra de Chachahuén.
Depósitos que cubren niveles
pedimentados (21 a 25)
Areniscas, conglomerados
Bajo este encabezado se agrupan los sedimen-
tos arenosos a conglomerádicos vinculados en su
origen con superficies de pedimentación posteriores
al denominado primer nivel de pedimentos. La pre-
sencia de estas superficies es una constante en el
ámbito de la Hoja. Las mismas presentan desarrollo
variable y genéticamente se encuentran vinculadas
a diferentes niveles de base (véase Cap. 4,
Geomorfología).
En el mapa geológico se han carteado las siguien-
tes unidades: Depósitos que cubren pedimentos con
pendiente al río Colorado (21), Depósitos que cubren
pedimentos vinculados a los ríos Neuquén y Negro (22),
Depósitos que cubren pedimentos con pendiente al lago
Pellegrini (23), Depósitos que cubren pedimentos con
pendiente al bajo de Añelo (24) y Depósitos que cu-
bren pedimentos con niveles de base locales (25).
Estos depósitos fueron agrupados en la Forma-
ción Lomas Coloradas por Uliana (1979), quien la
Foto 40. La Formación Agua de la Caldera en las proximidades del aeropuerto de la ciudad de Neuquén. Tufitas laminadas, apo-
yando sobre términos arenosos a fangolíticos rojos del Subgrupo Río Colorado l.s. del Grupo Neuquén.
Neuquén 61
definió como “un conjunto de arenas
conglomerádicas, subconsolidadas, dispuestas
sobre las pendientes que constituyen el flanco
de las mesetas”.
Estas acumulaciones adoptan la forma de man-
tos de espesor variable (hasta 12 m según Uliana,
1979), constituidos por areniscas limosas rosado
blanquecinas, con lentes de conglomerado
polimíctico gris, con clastos redondeados de ta-
maño variable entre 2 y 4 cm, a veces con estra-
tificación cruzada tangencial; localmente presen-
tan fragmentos rodados de valvas de la Forma-
ción Roca. En algunos sectores se observó
cementación por carbonato de calcio. En general
los mantos exhiben pendiente más fuerte en su
sector proximal, en tanto que en los sectores
distales la pendiente disminuye y pasan en forma
transicional a depósitos aluviales, eólicos y de ba-
jos y lagunas, entre otros.
Estos planos de erosión comúnmente sufren
disección vertical, por lo que se desarrollan nue-
vos pedimentos en niveles topográficos más ba-
jos. La superficie inactiva queda cubierta por un
depósito relíctico “colgado”. Así, en algunos sec-
tores como el borde oriental del bajo de Añelo o el
flanco norte de la sierra Blanca, es posible reco-
nocer hasta tres órdenes de pedimentos. No obs-
tante, dada la escala del mapa se los ha carteado
en una única unidad.
Debido a su génesis, la proveniencia de estos
sedimentos es local, pero en el área de estudio bue-
na parte de los depósitos en tránsito deriva de la
destrucción de la Formación Bayo Mesa (Uliana,
1979), por lo que composicionalmente no difieren
mucho de los restantes niveles de rodados. Según
este último autor y conclusiones propias, se estima
que los Depósitos que cubren niveles pedimentados
agrupados en el epígrafe se desarrollaron durante el
Pleistoceno.
Depósitos aluviales de Balsa Las Perlas (26)
Areniscas, conglomerados, fangolitas
Esta denominación informal alude a un conjunto
de depósitos arenosos con términos fangolíticos y
conglomerádicos subordinados que afloran en la
margen sur del río Limay, en las proximidades de la
localidad de Balsa Las Perlas. Estos afloramientos
fueron previamente mencionados por Galante (1960),
quien los incluyó en su Grupo de Portezuelo, que
aflora en el flanco nordeste de la meseta de Rentería
y continúa hacia el norte, hasta el río Limay frente a
Plottier, y sigue marginando el río Limay y el Negro
hasta unos 3 km al este de la confluencia con el río
Neuquén.
Las observaciones de detalle realizadas en este
trabajo permitieron desvincular del Grupo Neuquén
a una parte de estos afloramientos, cuyas caracte-
rísticas permiten atribuirlos al Cuaternario. El reco-
nocimiento en el campo se efectuó en el sector com-
prendido entre unos 3 km al oeste y 2 km al este del
puente de Las Perlas; tentativamente, y sobre la base
de fotointerpretación, la unidad se extendió hacia el
oeste hasta la isla Los Vapores, y hacia el este hasta
unos 7 km del puente.
En un cañadón ubicado 3 km al oeste de Las
Perlas, en el flanco de la meseta coronada por roda-
dos de un nivel de terraza del río Limay, afloran unos
10 m de areniscas medianas a gruesas rojizas y blan-
quecinas, muy friables; en sectores son
conglomerádicas con clastos de volcanitas de 2 cm
de diámetro. Se presentan en estratos gruesos de
aspecto macizo. No está expuesta la base, y el con-
junto está cubierto en discordancia por el nivel de
terraza.
Unos 2 km al este del puente, en un cañadón
donde se localiza una pequeña cantera para extrac-
ción de arenas, aflora un conjunto de areniscas,
fangolitas y conglomerados rojos, de 15 m de espe-
sor (Foto 41). La secuencia está muy poco
diagenizada, y los términos arenosos son friables,
permitiendo la explotación mediante pala mecánica.
El perfil comienza con areniscas gruesas a
conglomerádicas de color rojo ladrillo claro (Foto 42).
Poseen abundante matriz y se componen de clastos
subredondeados de cuarzo, calcedonia, fragmentos
de volcanitas ácidas y mesosilícicas, además de
fangolitas moradas. La fracción gruesa puede al-
canzar los 10 cm de diámetro. Estas capas mues-
tran estratificación cruzada planar en sets de 0,5 m
de espesor; algunos niveles están fuertemente
cementados y forman resaltos en el cauce. Las are-
niscas rondan los 12 m de espesor. Hacia arriba,
siguen fangolitas arenosas rojizas, con algunos nive-
les decolorados a castaño blanquecino. Presentan
estratificación horizontal y son internamente maci-
zas; el espesor alcanza los 3 metros. Toda la suce-
sión infrayace a las gravas de la terraza fluvial.
La diferenciación de estas capas como una en-
tidad independiente y muy posterior al Grupo
Neuquén se fundamenta en la composición de los
clásticos, muy similar a la de las gravas y arenas de
la terraza, la escasa diagénesis que presentan y su
posición topográfica en cotas inferiores a las de las
62 Hojas Geológicas 3969-II
unidades del Cretácico en las bardas de la margen
opuesta del río. No ha sido posible reconocer en el
campo la base de esta sucesión, pero se infiere que
podría tratarse de depósitos aluviales producto de la
denudación de términos del Grupo Neuquén
aflorantes más hacia el sur, y probablemente rela-
cionados o contemporáneos con los niveles de te-
rraza del río Limay.
Depósitos de la planicie psefítica del
Jagüel de Canale (27)
Gravas, arenas, limos
Se ha utilizado esta denominación informal para
aludir a una extensa acumulación de gravas, arenas
y limos inconsolidados que corona la meseta desa-
rrollada desde el flanco nordeste de la cuenca Vidal
(en cuya máxima depresión se aloja el lago Pellegrini)
hasta la laguna La Playa, desde donde continúa en
la vecina Hoja Gobernador Duval. Esta planicie tie-
ne como rasgos topográficos salientes la loma del
Horno y la lomita del Jagüel de Canale, y en su bor-
de sur los bajos del puesto Quintana y del Piquillín.
El manto de rodados presenta una suave pendiente
hacia el sureste, desde los 454 m en la loma del Horno
hasta 360 m en las vecindades de la laguna La Pla-
ya. La meseta se encuentra separada del valle del
río Negro por las elevaciones de la Calera y la barda
Negra, conformadas por las psefitas de la Forma-
ción Bayo Mesa y los depósitos del primer nivel de
pedimentos, cuyas cotas más altas alcanzan los 480
metros.
41 42
En su sector occidental predominan las gravas,
con clastos de diámetro variable entre 2 y 20 cm, en
su mayoría de rocas volcánicas básicas. El espesor
es de aproximadamente 10 m en la loma del Horno.
Hacia el sureste, el diámetro de la fracción gruesa
tiende a disminuir, a la vez que se incrementa la pro-
porción de matriz arenosa. Esta unidad se apoya en
discordancia sobre el yeso cuspidal de la Formación
Roca en los alrededores de la loma del Horno, al
nordeste del lago Pellegrini. En el borde norte de la
meseta, las gravas se apoyan sobre las calizas del
miembro medio de dicha unidad, relación observa-
ble sólo en destapes de caminos.
Uliana (1979) incluyó a éste y otros niveles de
gravas presentes en el área entre los ríos Colorado
y Negro en los Rodados Patagónicos y distinguió
ocho subunidades en función de sus relaciones
topográficas; seis de ellas corresponden a niveles
de terrazas del sistema fluvial Neuquén - Negro, en
tanto que otras dos (sin especificar cuáles) fueron
tentativamente relacionadas por este autor al
paleocauce del río Neuquén propuesto por
Steckhoven (en Uliana, 1979).
Si bien la planicie psefítica del Jagüel de Canale
se encuentra a la misma altura topográfica que el
nivel II de terrazas de los ríos Neuquén - Negro, se
la separa de este sistema dado que está desvinculada
del valle actual por las elevaciones de la Calera y la
barda Negra. Alternativamente, y de acuerdo con lo
sugerido por Uliana (1979), este manto de gravas
(junto a los que en este trabajo se mapean como
niveles I y II de los Depósitos fluviales antiguos de
Foto 41. Depósitos aluviales de Balsa Las Perlas, aflorantes en un cañadón 2 km al este del puente sobre el río Limay. Predomi-
nan las areniscas gruesas con niveles de conglomerados rojos, poco diagenizados. Foto 42. Detalle de areniscas muy gruesas,
cuarzolíticas, con estratificación entrecruzada en artesa. Depósitos de Balsa Las Perlas, en el cañadón al este del puente.
Neuquén 63
tante con la evolución del valle fluvial. Su posición
topográfica inferior permite considerarlos más jóve-
nes que los rodados de la Formación Bayo Mesa,
por lo que se los asigna al Pleistoceno; los niveles
altos podrían corresponder al Pleistoceno inferior y
los bajos al Pleistoceno superior.
Depósitos fluviales antiguos del río Limay
(37)
Gravas, arenas
El borde sur de la Hoja abarca una parte del valle
inferior del río Limay, inmediatamente antes de la con-
fluencia con el Neuquén. En este sector se desarrolla-
ron depósitos fluviales antiguos compuestos esencial-
mente por gravas gruesas y arenas poco consolidadas.
La extensión limitada de los mismos dentro de la Hoja
y su desconexión con otros niveles del sistema confor-
mado por los ríos Neuquén - Limay - Negro dificulta su
correlación, de manera que se mapearon en conjunto
sin discriminar niveles. Sobre la base de su altura sobre
el piso del valle actual del río Limay, serían equivalen-
tes a los depósitos fluviales antiguos de los niveles VI a
VIII de los ríos Neuquén - Negro.
Desde el punto de vista de la nomenclatura adop-
tada por Hugo y Leanza (2001b) en la Hoja General
Roca, las gravas aflorantes algo al sur de la locali-
dad de Las Perlas corresponderían al V nivel, desa-
rrollado por encima de los 275 metros. Se asigna a
estos niveles una edad pleistocena.
Depósitos fluviales antiguos del río Colo-
rado (38 a 43)
Gravas, arenas, pelitas
En el tramo del valle de este río que atraviesa el
ángulo nordeste de la Hoja, los depósitos fluviales
conforman seis niveles de terraza por encima del
aluvio actual. El más antiguo es una extensa planicie
de rodados que controla el relieve en el sector
pampeano de la Hoja y se apoya en discordancia
sobre las formaciones Vaca Mahuida y Barranca de
los Loros. En dirección al cauce actual, se desarro-
llan niveles de gravas más bajos, con mayor o me-
nor disección, subparalelos al curso.
En la margen rionegrina del valle del río Colora-
do, la topografía es muy suave y la granulometría de
los depósitos es más fina, por lo que resulta difícil
discriminar los límites de los distintos niveles, mu-
chas veces obscurecidos por depósitos aluviales y
coluviales más jóvenes. La edad inferida para estos
depósitos es pleistocena l.s.
los ríos Neuquén y Negro) podría estar genéticamente
vinculado con el paleocauce del río Neuquén, que se
habría desarrollado entre Planicie Banderita y el
actual río Negro en las cercanías de Villa Regina
(véase Cap. 4, Geomorfología).
Depósitos fluviales antiguos de los ríos
Neuquén y Negro (28 a 36)
Conglomerados, gravas, arenas
En el área de estudio, los valles fluviales de los
ríos Neuquén y Negro presentan extensas acumula-
ciones de gravas y arenas localmente dispuestas en
distintos niveles topográficos, flanqueando la plani-
cie aluvial actual. Se han podido reconocer y mapear
ocho niveles para el sistema formado por estos ríos;
en general, se verifica que los niveles más antiguos
muestran fuerte disección, en tanto que los inferio-
res están más preservados. Cada nivel conforma una
planicie con bordes irregulares dispuesta en forma
aproximadamente paralela al valle.
Litológicamente, se trata de ortoconglomerados
polimícticos compuestos por clastos subredondeados
de volcanitas mesosilícicas y básicas, de colores gris,
castaño oscuro y negro, con diámetros que pueden
llegar a 25 cm (Ardolino et al., 1996; de Ferraríis,
1966). Presentan estratificación grosera, con algunas
intercalaciones arenosas. Algunos niveles poseen
cementación por carbonato de calcio en la parte su-
perior y resultan así impermeables y más resistentes.
Estos depósitos conforman terrazas fluviales. Los
niveles más altos (I y II) se disponen aproximada-
mente paralelos al valle actual sólo hasta las vecin-
dades del lago Pellegrini, a partir del cual exponen
una disposición divergente.
Los distintos niveles fueron mapeados en forma
separada hasta la confluencia del río Neuquén con
el Limay; los niveles reconocidos en el río Negro se
consideraron indiferenciados, ya que no se pudo es-
tablecer con certeza su correlación con los situados
aguas arriba.
Estas unidades se apoyan sobre una superficie
labrada en las formaciones precedentes, en general
distintos términos del Grupo Neuquén para las situa-
das más al occidente, y del Grupo Malargüe para las
más orientales. Cabe señalar que los niveles aquí
mapeados como Depósitos fluviales antiguos
indiferenciados del río Negro fueron interpretados
como Planicies estructurales por arrasamiento por
González Díaz y Malagnino (1984).
Los depósitos fluviales antiguos del sistema
Neuquén - Negro se originaron en forma concomi-
64 Hojas Geológicas 3969-II
2.3.4.2. Holoceno
Depósitos de bajos y lagunas (44)
Limos, arcillas, arenas, sales
Dentro de la Hoja son muy frecuentes las de-
presiones ocupadas por lagunas temporarias en las
que tiene lugar la acumulación de sedimentos limosos
a arcillosos. En general, estos depósitos están vin-
culados a cursos efímeros, y las características de
las acumulaciones dependen del material aportado
durante las lluvias ocasionales. Así, en el bajo de
Añelo, en Los Barreales y en Barreales Colorados
estos depósitos son esencialmente clásticos finos
(arenas, limos, arcillas), conformando una superfi-
cie lisa. En otros sectores como en el bajo del Sali-
tral, en el puesto Los Jagüelitos, en la laguna La Pla-
ya y en Jagüel de los Milicos, se desarrollan impor-
tantes costras salinas.
Depósitos eólicos (45)
Arenas, limos
Corresponden a acumulaciones de arena que
adoptan la forma de mantos y dunas de diferentes
tipos, principalmente barjanes y crestas barjanoides,
además de médanos “al reparo”. Se presentan en
diferentes sectores del bajo de Añelo, y se relacio-
nan con abanicos aluviales desarrollados en la des-
embocadura de arroyos que drenan las áreas eleva-
das situadas al oeste, norte y nordeste del bajo. La
procedencia local se evidencia en la coloración roji-
za de las arenas, resultado de la degradación de
sedimentitas del Grupo Neuquén (Foto 43).
Ardolino et al. (1996) mencionaron la presencia
de depósitos de interduna, formados por acumula-
ciones delgadas de limos y arenas; en ocasiones se
observan charcas interdunales.
Localmente, y fuera de la escala de mapeo, se
reconocieron dunas en sectores del pie occidental
de la sierra Barrosa, localizadas sobre una planicie
estructural elaborada en areniscas resistentes de la
Formación Portezuelo.
Depósitos fluviales y eólicos (46)
Arenas, limos
Bajo esta denominación se agrupa un conjunto
de depósitos de abanicos aluviales, depósitos fluvia-
les distales y sedimentos finos eólicos, cuya expre-
sión más importante se encuentra en los bordes y en
sectores internos del bajo de Añelo. Lateralmente
pasan a los sedimentos de bajos y lagunas que ocu-
pan la parte central del bajo y algunas depresiones
menores.
Los depósitos fluviales relacionados con abani-
cos están formados por acumulaciones de gravas,
arenas y limos, con escasa organización interna y
pendiente suave hacia el bajo; la litología se corres-
ponde con la de las áreas elevadas que marginan la
depresión, drenadas por arroyos efímeros.
Los sectores distales de los abanicos se carac-
terizan por presentar una superficie plana con cana-
les amplios de baja sinuosidad; la litología es fina,
con arenas y limos en capas delgadas, probablemente
generadas en condiciones de flujo mantiforme
(Ardolino et al., 1996).
Localmente, estas facies se encuentran asocia-
das con acumulaciones importantes de sedimentos
finos eólicos, que por lo general cubren a los depósi-
tos fluviales.
En otros sectores de la Hoja, existen acumula-
ciones mantiformes de arena y limo de origen eólico,
generalmente asociados con bajos o lagunas
temporarias.
Depósitos de médanos longitudinales (47)
Arenas
En el sector norte del bajo de Añelo, se presenta
una franja de unos 4 km de ancho cubierta por
médanos longitudinales, que son parte de las crestas
arenosas que rodean por el norte y sur al volcán
Auca Mahuida (Ardolino et al., 1996). Estos
médanos responden, según los autores citados, a la
deflexión de los vientos predominantes del oeste ori-
ginada por el cono volcánico, cuya altura alcanza los
2232 m sobre el nivel del mar. Así, en el sector norte
del bajo se generan direcciones secundarias oblicuas
a la dirección predominante del viento, y las crestas
arenosas se orientan según la resultante de estos
vectores. Una situación similar se produce en el área
al norte del volcán. Hacia el este, al alejarse de la
morfoestructura, los médanos disminuyen su tama-
ño y luego desaparecen.
Depósitos coluviales (48)
Gravas, bloques, arenas, limos
Resultan de la acumulación en flancos de pendien-
tes suaves o en depresiones de sedimentos de proce-
dencia local, que son removidos y depositados por ac-
ción fluvial efímera o por gravedad; no presentan una
morfología o arreglo interno definidos. Pueden estar
Neuquén 65
compuestos por fragmentos gruesos (gravas hasta blo-
ques) de afloramientos próximos, además de arenas y
limos; la granulometría varía según la disponibilidad de
materiales y con la distancia al área de aporte. Están
muy desarrollados en asociación con afloramientos de
sedimentitas friables, tales como las de la Formación
Anacleto o el Grupo Malargüe, o bien ocupando de-
presiones amplias sin drenaje organizado, como la que
contiene a los bajos del Salitral, del puesto Los Jagüelitos
y del Jagüel de los Milicos.
Depósitos aluviales actuales y abanicos
recientes (49)
Gravas, arenas, limos, arcillas
Corresponden a los sedimentos transportados por
los cursos fluviales, que conforman las planicies de
inundación, los rellenos de canal y abanicos aluviales
de variables dimensiones. Con excepción de los ríos
principales que atraviesan la Hoja (Neuquén, Limay,
Negro y Colorado), los cursos menores son siempre
de carácter efímero, y en general la competencia es
baja, por lo que predominan las granulometrías are-
nosas a pelíticas en los depósitos, con proporciones
menores de grava fina en capas delgadas.
Entre los abanicos aluviales, el de mayor desa-
rrollo corresponde al canal desviador que alimenta
al lago Pellegrini, constituido por gravas proceden-
tes de los depósitos fluviales antiguos adyacentes
(nivel V del sistema Neuquén - Negro).
Depósitos de las planicies aluviales actua-
les de los ríos Neuquén, Limay, Negro y
Colorado (50)
Gravas, arenas, limos, arcillas
Son los materiales detríticos transportados y de-
positados por los ríos de carácter permanente que
atraviesan la Hoja. En razón de la competencia de
estos cursos, las planicies aluviales están constitui-
das por gravas, con participación menor de arena
gruesa como matriz y limos y arcillas en los depósi-
tos de canales y meandros inactivos.
En el tramo del río Colorado aguas arriba del
embalse Casa de Piedra, es mayor la proporción de
sedimentos arenosos o más finos que presentan una
densa cubierta vegetal.
En general, son las zonas más fértiles de la co-
marca, donde se emplazan fincas con sofisticados
mecanismos de riego dedicadas al cultivo de fruta-
les y hortalizas.
3. ESTRUCTURA
La Hoja 3969-II, Neuquén, está ubicada en la
Cuenca Neuquina. Esta provincia geológica com-
prende al sector extraandino de la provincia del
Neuquén, sur de Mendoza, noroeste de Río Negro y
sur de La Pampa. En superficie, la Hoja en análisis
se caracteriza por afloramientos de unidades conti-
Foto 43. Depósitos de médanos en el sector norte del bajo de Añelo, formados por arena fina rojiza, derivada de la denudación
de las sedimentitas rojas del Grupo Neuquén aflorante en los bordes del bajo. Al fondo, el volcán Auca Mahuida.
66 Hojas Geológicas 3969-II
nentales cretácicas, algunos remanentes de las
sedimentitas cretácico - paleógenas correspondien-
tes a la última ingresión marina registrada en la cuen-
ca, y depósitos cenozoicos de escaso espesor cuyo
depocentro principal se encuentra en la región de
Añelo (Ramos, 1999a). No obstante, en el subsuelo
se reconocen unidades del Triásico, del Jurásico y
del Cretácico inferior, la mayoría preservadas en
facies de borde de cuenca, a las que se hará refe-
rencia más adelante (véase Cap. 9, Geología del
Petróleo).
El área de estudio está comprendida en el sector
oriental de la Cuenca Neuquina, donde la deforma-
ción está controlada por el basamento y se manifiesta
como un plegamiento muy suave generado por inver-
sión tectónica de sistemas extensionales del Mesozoico
inferior. Esta deformación tuvo lugar en sucesivos
pulsos durante el Jurásico y Cretácico que determi-
naron la configuración de las estructuras principales,
las que fueron reactivadas en diversa medida durante
la orogenia Ándica (Vergani et al., 1995; Ramos,
1999a). Por lo general, muestran escasa o nula ex-
presión en superficie, debido a la extendida cobertura
sedimentaria cenozoica no perturbada. A excepción
del área suroccidental de la Hoja, donde son
reconocibles algunos rasgos vinculados con la Dorsal
de Huincul, las estructuras más importantes se pue-
den identificar por medio de la profusa información
de subsuelo generada por la exploración petrolera.
3.1. UNIDADES
MORFOESTRUCTURALES
El Engolfamiento Neuquino se desarrolló como
una cuenca de retroarco mesozoica situada al este
de la Cordillera Principal de Neuquén (Mosquera y
Ramos, 2005). La parte central de la cuenca con-
formó el antepaís al este de la Faja Plegada y Corri-
da del Agrio, y sus límites están definidos por el ba-
samento precámbrico - paleozoico del Bloque de San
Rafael, al nordeste, y el Macizo Nordpatagónico, al
sureste. Esta configuración aproximadamente trian-
gular responde a inhomogeneidades del basamento
que distintos autores atribuyen a la acreción de te-
rrenos exóticos al margen suroccidental del
Gondwana durante el Paleozoico (Chernicoff y
Zappettini, 2003; Mosquera y Ramos, 2005, entre
otros). La deformación que afectó al antepaís
neuquino desde el Jurásico temprano hasta el
Mioceno -momento en que alcanzó su máxima in-
tensidad- generó un complejo mosaico de unidades
morfoestructurales controladas por las característi-
cas del basamento (Mosquera y Ramos, 2005). El
área de la Hoja comprende parte del denominado
“Antepaís fragmentado” de estos autores, donde se
diferencian el Sistema de transcurrencia de Huincul,
el Sistema Entre Lomas, también conocido como Eje
Charco Bayo - El Caracol o Plataforma Nororiental,
y la Antefosa de Añelo (Fig. 7).
Sistema de transcurrencia de Huincul
Es un rasgo transversal mayor, de orientación E
- O y unos 400 km de longitud. La porción central de
este sistema coincide con la Dorsal de Huincul y se
caracteriza por fallas extensionales de rumbo E - O
reactivadas por esfuerzos laterales o bien fallamiento
inverso. La inversión tectónica del sistema de
hemigrábenes original tuvo lugar en diversos episo-
dios a lo largo del Jurásico y Cretácico; las estructu-
ras así generadas sufrieron pocas modificaciones
durante la orogénesis Andina (Vergani et al., 1995;
Vergani, 2005; Mosquera y Ramos, 2005).
La gran continuidad regional del Sistema de
transcurrencia de Huincul, así como su persistencia
temporal, llevaron a diversos autores a considerar
que su localización estaba relacionada con una es-
tructura de primer orden en la corteza (Ramos, 1978;
Orchuela y Ploszkiewicz, 1984; Mosquera, 2002;
Mosquera y Ramos, 2005), resultante de la acreción
del terreno Patagonia al margen suroccidental de
Gondwana. En este sentido, Chernicoff y Zappettini
(2003) presentaron evidencias aeromagnéticas de la
existencia de esta zona de sutura, desarrollada como
un arco de orientación sublatitudinal y convexo ha-
cia el norte.
Sistema Entre Lomas
Comprende una serie de anticlinales simétricos
de rumbo noroeste (Entre Lomas, El Caracol, Char-
co Bayo, Loma Montosa, La Jarilla) y estructuras
menores de rumbo E - O (El Medanito, Aguada de
los Indios, Puesto Morales Norte). Estos anticlinales
resultan de la inversión tectónica de antiguos
depocentros de rift. El límite oriental de esta estruc-
tura se extiende hacia el este del río Colorado; hacia
el norte está cubierta por el campo volcánico del
Auca Mahuida, en tanto que hacia el sur está ali-
neada con el sistema de fallas de Estancia Vieja,
considerado como parte del sistema de Huincul.
El anticlinal Entre Lomas conforma un impor-
tante umbral en la cuenca, donde se verifica una
fuerte reducción de espesores del registro
Neuquén 67
sedimentario (Mosquera y Ramos, 2005). La locali-
zación y orientación del Sistema Entre Lomas están
estrechamente vinculadas con la sutura entre los
terrenos Cuyania y Chilenia, y con la fábrica original
de tendencia noroeste que presenta este último blo-
que de basamento (Mosquera y Ramos, 2005).
Antefosa de Añelo
Constituye el sinclinal localizado entre los altos
estructurales de Los Chihuidos por el oeste y Entre
Lomas por el este. Es una estructura con rumbo
noroeste, alineada con la falla transcurrente de
Cortaderas; hacia el sur, separa la Dorsal de Huincul
del cierre sur del Sistema Entre Lomas.
La Antefosa de Añelo, poco conspicua durante
el Mesozoico, adquirió su configuración durante el
Mioceno, en relación con el ascenso del anticlinal de
los Chihuidos (Mosquera y Ramos, 2005). Este sin-
clinal aloja más de 5000 m de sedimentos, incluyen-
do depósitos sinorogénicos del Mioceno tardío loca-
lizados en el eje de la estructura.
3.2. DESCRIPCIÓN DE LAS ESTRUCTU -
RAS PRINCIPALES
Las estructuras más importantes en el área
relevada están vinculadas con la evolución tem-
prana de la cuenca, que comenzó con la instala-
ción de un sistema de fallas extensionales en el
basamento. Este sistema, activo durante el
Triásico tardío – Jurásico temprano, controló la
formación de hemigrábenes que actuaron como
depocentros inicialmente aislados. Hacia el
Jurásico medio estas depresiones fueron paulati-
namente integradas en una única cubeta, cuya
configuración aproximadamente triangular respon-
de a tres direcciones principales de fracturación:
N - S, ENE - OSO y NO - SE (Vergani et al.,
1995). La orientación de estas fracturas está es-
trechamente relacionada con las discontinuidades
de orden mayor en el basamento, resultantes de
la acreción de los terrenos Cuyania, Chilenia y
Patagonia al margen del Gondwana durante el
Paleozoico (Mosquera y Ramos, 2005).
Rí
oC
olor
ado
RíoNe
uq
uén
Río
Lim
ay
Río
Negr
o
.
..
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
38°S
40°S 40°S
69°O
69°O
5
4
3a
3b
3c
3d
3
12
6
6
7
NEUQUÉN
ZAPALA
N
050 km
1. Fosa de Loncopué
2. Faja Plegada y Corrida del Agrio
3. Antepaís fragmentado
3a. Sistema Entre Lomas
3b. Antefosa de Añelo
3c. Dorso de los Chihuidos
3d. Sistema de Picún Leufú
4. Sistema de transcurrencia
de Huincul
5. Cuenca de antepaís
6. Cordillera Patagónica
7. Cuenca de Collón Cura
Máxima extensión de la cuenca de antepaís
Límite de la deformación miocena
Hoja 3969-II NEUQUÉN
Figura 7. Situación de la Hoja 3969-II, Neuquén en el contexto de las unidades morfoestructurales de la cuenca Neuquina. Adap-
tado de Mosquera y Ramos (2005).
68 Hojas Geológicas 3969-II
En los párrafos siguientes, se describen los prin-
cipales elementos que conforman las unidades
morfoestructurales reconocidas en el área de la Hoja,
y las características generales de las estructuras vi-
sibles en superficie, esquematizados en la figura 8.
- Dorsal de Huincul (de Ferrariis, 1947;
Braccacini, 1970) - Falla del Río Negro. Constitu-
ye la estructura más conspicua de la cuenca. Es un
elemento positivo que infrayace a los términos del
Cretácico superior, pero se manifiesta por la pre-
sencia de discordancias angulares muy pronuncia-
das y biselamientos erosivos (Ramos, 1978). En las
localidades clásicas de cerro Lotena y cerro Grani-
to, situadas en la Hoja 3969-III, Picún Leufú (Leanza
y Hugo, 1997), se exponen en superficie las discor-
dancias que separan los grandes ciclos sedimentarios
del relleno de la cuenca, así como rocas plutónicas
pertenecientes al basamento. En la Hoja Neuquén,
la Dorsal de Huincul se expresa en superficie me-
diante suaves pliegues y fracturas de rumbo general
E-O que afectan al Grupo Neuquén.
La dorsal de Huincul fue interpretada de distin-
tas maneras. Así, de Ferraríis (1947) la indicó como
una zona lineal de horst y graben, idea que fue
ampliamente aceptada. Más tarde, Orchuela et al.
(1981) la definieron como una fractura mayor de
componente lateral que produjo un alzamiento
transpresivo, dada la linealidad de la estructura y la
presencia de ejes de plegamiento (en subsuelo y en
superficie) oblicuos pero con direcciones muy va-
riables en asociación con la dorsal. Esta zona de
transcurrencia, desarrollada entre dos bloques de
basamento, habría sufrido una compleja historia de
deformación; la tendencia positiva de la estructura
se habría establecido a partir del Ciclo Orogénico
Patagonídico. Siguiendo las ideas de Orchuela et al.
(1981), Ramos y Cortés (1984) consideraron que,
dado el movimiento dextrógiro postulado para la dor-
sal, las variaciones en el rumbo de la misma deter-
minan que para los segmentos de componente nor-
deste predomine la transpresión y en los de compo-
nente noroeste, la transtensión. Este modelo permi-
te explicar la coexistencia de estructuras
compresivas y extensionales en una misma región.
En la década de 1990, diferentes autores propu-
sieron una interpretación de la Dorsal de Huincul
como una zona de inversión tectónica (Vergani et
al., 1995; Uliana et al., 1995; Gómez Omil et al.,
2002, entre otros) que registró desplazamientos de
rumbo y compresiones esencialmente durante el
Calloviano y Jurásico superior, con reactivaciones
en el Cretácico y en el Cenozoico (Ramos, 1999a;
Cobbold y Rossello, 2003).
Por su parte, Vergani (2005) planteó un modelo
que involucra la inversión selectiva de fallas lístricas
con geometría rampa -plano y rumbo ENE - OSO.
Estas fallas, escalonadas y segmentadas por fallas
de transferencia con rumbo NO - SE, generaron sis-
temas de bloques que controlaron el relleno
sedimentario continental y marino (Precuyano y Gru-
po Cuyo inferior respectivamente) de la etapa de
rift. En el Toarciano comenzó una etapa de defor-
mación compresiva que produjo la inversión
tectónica selectiva de algunas de las estructuras ori-
ginales, con alzamiento de algunos bloques en un
marco de sedimentación activa (Grupo Cuyo supe-
rior). Esta actividad compresiva tuvo su máximo en
el Calloviano, con predominio del movimiento verti-
cal de las estructuras, y erosión de gran parte de la
columna sedimentaria en el eje de inversión princi-
pal. A partir de ese momento, la zona se transformó
en un alto estructural que condicionó el relleno pos-
terior de la cuenca (Vergani, 2005). Un segundo pulso
de inversión aún más conspicuo (Fase Araucánica,
Oxfordiano - Kimmeridgiano) afectó a todo el siste-
ma extensional de Huincul desde las estructuras de
Chacaico - Barda Colorada - Piedra del Águila has-
ta Estancia Vieja en el este, y provocó la erosión de
más de 2000 m de sedimentos en el área de Plaza
Huincul, llegando a afectar al Precuyano y al basa-
mento (Grupo Choiyoi) (Vergani et al., 1995).
La inversión tectónica de los depocentros del
Jurásico inferior generó anticlinales asimétricos, ta-
les como los de Los Bastos y Sierra Barrosa. El
depocentro de Estancia Vieja, situado en el extremo
oriental del Sistema de Huincul, es uno de los más
profundos de la Cuenca Neuquina, y uno de los más
intensamente afectados por la inversión tectónica del
Oxfordiano - Kimmeridgiano. Este proceso deter-
minó la configuración de la Dorsal y el estilo estruc-
tural predominante en el área, que no fue
sustancialmente modificado por los eventos de de-
formación del Cretácico y Cenozoico.
La actividad tectónica registrada en el Cretácico
temprano a lo largo del Sistema de Huincul se manifiesta
por la retracción del frente de deformación compresiva
del Jurásico, con el consiguiente colapso extensional de
algunas estructuras, entre ellas el anticlinal de Estancia
Vieja. Sin embargo, un área estrecha alrededor de la
falla principal de Huincul permaneció tectónicamente
activa, con evidencias de deformación compresiva, du-
rante el Cretácico tardío (Vergani et al., 1995; Cobbold
y Rosello, 2003; Mosquera y Ramos, 2005).
Neuquén 69
La Dorsal de Huincul continúa en subsuelo, al
este de la ciudad de Neuquén, en la falla del río
Negro, con orientación N80°O. Esta estructura se
asocia a fallamiento normal y fosas tectónicas de
orientación E - O que fueron reconocidas en los ya-
cimientos Fernández Oro y General Roca e inter-
pretadas como estructuras transtensivas secunda-
rias (Ramos y Cortés, 1984). Estudios geofísicos
recientes señalan la continuidad de esta falla en el
subsuelo de la provincia de Río Negro por 350 km,
con rumbo variable E – O a SE, en asociación con
depocentros como el localizado en Chelforó
(Kostadinoff et al., 2005).
- Eje Charco Bayo - El Caracol. Constituye
un elemento positivo del flanco norte de la cuenca
con orientación noroeste - sureste, también referido
en la bibliografía como Plataforma de Catriel, Plata-
forma Nororiental o también Sistema Entre Lomas.
El mismo es interpretado como un margen de cuen-
ca ascendido y tectónicamente activo con una per-
sistencia temporal y control del registro sedimentario
comparables a los de la Dorsal de Huincul (Mosquera
y Ramos, 2005). Esta estructura está conformada
por anticlinales elongados con orientación noroeste,
resultantes de la inversión tectónica por transpresión
de depocentros “precuyanos”, tales como los de
Entre Lomas, Charco Bayo, El Caracol y más al sur,
Bajada Vidal. Estos depocentros responden al siste-
ma de fallas extensionales con orientación NO - SE
que controló la subsidencia inicial en la mitad orien-
tal de la cuenca, y marcan el quiebre entre la plata-
forma y el centro de cuenca (Vergani et al., 1995).
La inversión tectónica originada por el
diastrofismo jurásico afectó principalmente al sec-
tor occidental del Sistema Entre Lomas. Durante el
Cretácico temprano (Albiano - Cenomaniano), la
actividad tectónica se manifiesta por la fuerte inver-
Figura 8. Esquema tectónico de la Hoja 3969-II, Neuquén, indicándose sus principales elementos estructurales
Bajo de Añelo
Bajo de Añelo
Río Neuquén
Río Neuquén
Embalse Los Barreales
Embalse Los Barreales
Embalse
Mari Menuco
Embalse
Mari Menuco
Lago
Pellegrini
Lago
Pellegrini
y
a
m
i
o L
R
í
y
a
m
i
o L
R
í
Embalse
Casa de Piedra
Embalse
Casa de Piedra
R
ío
C
o
l
o
r
ad
o
R
ío
C
o
l
o
r
ad
o
NEUQUÉN
NEUQUÉN
Cipolletti
Cipolletti
Allen
Allen
Cinco Saltos
Cinco Saltos
Centenario
Centenario
Añelo
Sierra Barrosa Río Neuquén
25 de Ma yo -
Medanito
Charco Ba yo
Piedras Blancas
Entre Lomas
m En r sSiste a t e Loma
D
o
r
s
a
l
de
H
ui
n
cul
Bajada Vidal
Estancia Vieja
PeGaldame - usto F lores
I
I
I
I
I
I
I
I
V
V
V
V
I
V
I
V
I
V
I
I
V
I
V
I
V
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
Antef
osa de Añelo
Alto de
Sauzal Bonito
Sistema de Huincul
70 Hojas Geológicas 3969-II
sión de todo el sistema, en particular un conjunto de
estructuras de orientación E-O, entre ellas el
hemigraben de El Medanito (Mosquera y Ramos,
2005). El relieve generado fue peneplanizado por la
discordancia intercenomaniana (Miránica).
La orogénesis Andina causó el plegamiento en
las rocas del Grupo Neuquén durante el Mioceno
(Orchuela y Ploszkiewicz, 1984), y finalmente en el
Plioceno se produjo el colapso extensional de las
estructuras mayores, tales como los anticlinales de
Entre Lomas y Loma Montosa (Mosquera y Ra-
mos, 2005).
- Antefosa de Añelo (Sinclinorio del Añelo,
Bracaccini, 1970). Es el depocentro principal de la
Cuenca Neuquina. Conforma una depresión alarga-
da de orientación noroeste, donde se acumulan 5000
m de espesor de relleno sedimentario (Cortés, 1996);
su localización, aproximadamente coincidente con el
bajo de Añelo, es contigua al lineamiento Añelo -
Cortaderas (Ramos, 1978). Desde esta depresión
los espesores disminuyen hacia la “plataforma de
Catriel” al nordeste, el dorso de Los Chihuidos al
oeste y la Dorsal de Huincul hacia el sur. Durante la
estructuración inicial de la cuenca, al menos tres
hemigrábenes importantes se formaron siguiendo
anisotropías del basamento en este sector (Mosquera
y Ramos, 2005).
Los procesos de inversión tectónica que afecta-
ron a la mayor parte de las estructuras de la cuenca
durante el Jurásico generaron anticlinales estrechos
y zonas de deformación alrededor de las fallas prin-
cipales; esta actividad cesó en el Valanginiano, por
lo cual el Grupo Mendoza superior, el Grupo Rayoso
y el Grupo Neuquén presentan geometrías tabula-
res. El subsuelo del bajo de Añelo constituyó duran-
te el Neógeno un sector depocentral para los sedi-
mentos sinorogénicos producto del ascenso del Dorso
de los Chihuidos (Ramos, 1999b).
Otros ejes estructurales importantes que
involucran al basamento de la cuenca son el alto
estructural de Kauffman y el anticlinal Galdame -
Puesto Flores, algo al oeste de la falla Estancia Vie-
ja. Estas estructuras se originaron como
hemigrábenes tempranamente invertidos por
transpresión, restringiéndose la actividad tectónica
compresiva al Jurásico (Limeres et al., 2005).
Estructuras reconocidas en superficie
En líneas generales, pueden diferenciarse dos
sectores con distinto grado de deformación delimi-
tados por una línea aproximadamente N - S que
estaría definida por Barreales Colorados - sierra
Blanca - valle del río Neuquén. Al oeste de dicha
línea, se localizan las exposiciones del Grupo
Neuquén, con una disposición homoclinal con valo-
res bajos de inclinación y rumbo general N-NE;
localmente se distinguen pliegues suaves y fallas
de pequeño rechazo.
En el área de la Dorsal de Huincul se reconocen
pliegues de segundo orden con ejes paralelos a la
estructura principal, con valores de buzamiento in-
feriores a 1° y longitudes de onda de 5 a 10 kilóme-
tros (Danderfer y Vera, 1992). Las direcciones de
inclinación de las capas son variables, aunque siguen
una tendencia general hacia el E y SE.
La existencia de fracturas menores con rumbo
E - O y NO - SE fue mencionada por Herrero
Ducloux (1946) en las localidades de Aguada
Anacleto, Plottier y en el valle del río Neuquén. En
el flanco norte de la barda de Plottier se observa
localmente que los estratos de las formaciones
Portezuelo y Plottier se presentan muy inclinados en
relación con una fractura de rumbo E-O vinculada
con la Dorsal de Huincul.
Hacia el este, en territorio rionegrino y
pampeano, los afloramientos de sedimentitas
cenozoicas se encuentran subhorizontales, y no hay
evidencias superficiales de deformación. Uliana
(1979) definió al área entre los ríos Negro y Colo-
rado como un extenso sinclinal de rumbo ONO -
ESE donde reconocieron dos horizontes estructu-
rales; uno inferior configurado en los términos de
los grupos Neuquén y Malargüe, y uno superior
presente en las sedimentitas cenozoicas
suprayacentes a la Formación El Carrizo.
El horizonte estructural inferior está formado
por homoclinales extensos con inclinaciones que
no superan los 2°, y direcciones de inclinación bas-
tante variables (al ESE en el borde oriental del
bajo de Añelo, al NE en la margen izquierda de
los ríos Neuquén - Negro, al SE en el yacimiento
Rinconada, próximo al embalse Casa de Piedra).
El análisis estructural referido al techo de la For-
mación Allen permite reconocer algunas caracte-
rísticas salientes del horizonte estructural inferior,
tales como el escaso gradiente hacia el este, au-
sencia de contrapendientes y relieve estructural
reducido, así como la existencia de una anomalía
positiva en los alrededores del lago Pellegrini, que
Uliana (1979) interpretó como una estructura
anticliniforme muy amplia y suave, con hundimien-
to al sureste.
Neuquén 71
El horizonte estructural superior se caracteriza
por la posición subhorizontal de las unidades, que
guardan una relación de discordancia angular con
las infrayacentes, observable en pocas localidades,
como Paso Córdova o Yacimiento Rinconada
(Uliana, 1979). No obstante, en un análisis regional,
es posible verificar biselamientos del sustrato por las
unidades del horizonte superior.
La escasa dislocación puesta de manifiesto en
ambos horizontes estructurales determina que no
estén presentes rasgos superficiales de las estructu-
ras detectadas en subsuelo (Uliana, 1979).
3.3. EVOLUCIÓN TECTÓNICA
La estructuración de la Cuenca Neuquina se ini-
ció durante el Triásico tardío, cuando comenzaron a
acumularse sedimentos en una serie de fosas tipo
rift (Legarreta y Uliana, 1999) del basamento
pérmico-triásico; la tectónica extensional que origi-
nó estos depocentros y se mantuvo activa durante el
Jurásico temprano se relaciona con el colapso
extensional del cinturón orogénico pérmico-triásico
(Vergani et al., 1995). Durante esta etapa se gene-
raron las fracturas y lineamientos principales de la
cuenca, controladas por las anisotropías del basa-
mento.
La subsidencia regional que prevaleció hasta el
Oxfordiano produjo la amalgamación de los
depocentros previos en una única cubeta; durante el
Calloviano, un importante episodio compresivo pro-
dujo inversión tectónica selectiva, principalmente a
lo largo del Sistema de transcurrencia de Huincul y
en el sector occidental de la cuenca.
El segundo evento de gran importancia correspon-
de a los Movimientos Araucánicos, responsables de la
Discordancia Intermálmica (Oxfordiano -
Kimmeridgiano), uno de cuyos efectos fue la configu-
ración de la Dorsal de Huincul como estructura positi-
va. Este ascenso fue el resultado de la inversión tectónica
de mayor envergadura registrada en la Cuenca
Neuquina. Este diastrofismo marcó la reorganización
del campo de esfuerzos regional, en relación con la
fragmentación del margen suroccidental del Gondwana
y la apertura del Atlántico Sur (Vergani et al., 1995;
Hugo y Leanza, 2001a). La inversión tectónica del
Jurásico alcanzó también al flanco occidental del Siste-
ma Entre Lomas y causó deformación en las estructu-
ras localizadas en el eje de la Antefosa de Añelo.
Con posterioridad a los Movimientos
Araucánicos, la deformación compresiva acaecida
durante el Cretácico inferior produjo inversión
tectónica generalizada en el Sistema Entre Lomas.
En el Sistema de Huincul, la reducción del área de
deformación del Jurásico tardío dio lugar al colapso
extensional - transtensivo de varias estructuras im-
portantes, entre ellas el anticlinal de Estancia Vieja.
Sin embargo, en el eje de la Dorsal la actividad
tectónica compresiva persistió durante este lapso
(Mosquera y Ramos, 2005).
Durante el Ciclo Orogénico Patagonídico se
produjo una intensa deformación en la región
cordillerana que involucró ascenso, plegamiento del
relleno de la Fosa del Agrio, desvinculación de la
cuenca con el Pacífico y una subsidencia generali-
zada al este del río Neuquén (Ramos, 1978, 1981).
Esta fase tectónica conocida como Miránica,
reactivó las áreas de proveniencia que resultaron
en la acumulación de las sedimentitas del Grupo
Neuquén (Vergani et al., 1995) y se refleja en la
discordancia regional que separa al Grupo Neuquén
de las infrayacentes sedimentitas rayosianas. Ba-
rrio (1990a) indicó que la Fase Miránica provocó
un abrupto cambio en la evolución tectónica de la
Cuenca Neuquina, en el que el ascenso del
retroarco transformó al área de sedimentación en
una cuenca de antepaís, dominada por sedimenta-
ción molásica procedente de la cordillera en as-
censo al oeste. Esta etapa de antepaís en la evolu-
ción de la cuenca está representada por el Ciclo
Riográndico (grupos Neuquén y Malargüe).
De la misma manera, la Fase Huantráiquica del
Ciclo Patagonídico (Méndez et al., 1995) se mani-
fiesta por medio de la discordancia que separa al
Grupo Neuquén del Grupo Malargüe. Esta fase tie-
ne suma importancia en la evolución tectónica de la
región ya que originó la subsidencia que permitió el
ingreso de aguas atlánticas de la última transgresión
marina en la historia de la Cuenca Neuquina (Grupo
Malargüe), y desvinculó en forma definitiva a la cuen-
ca de la vertiente pacífica (Hugo y Leanza, 2001a).
La tectónica compresiva cenozoica (Ciclo
Orogénico Ándico), que alcanzó su clímax en el
Mioceno y Plioceno, produjo intensa deformación y
ascenso en la faja plegada y corrida andina. El estilo
de deformación en diferentes sectores del cinturón
orogénico estuvo controlado por las estructuras
extensionales preexistentes, así como por el com-
portamiento mecánico de las rocas de la secuencia
mesozoica (Vergani et al., 1995). En líneas genera-
les, esta deformación originó plegamiento y
fallamiento de la cobertura jurásico - cenozoica y
reactivación de antiguas estructuras con ascenso de
bloques del basamento.
72 Hojas Geológicas 3969-II
Este ciclo orogénico comprende un subciclo
paleógeno y un subciclo neógeno (Ramos, 1999c).
El subciclo paleógeno alcanza su máxima expresión
con la Fase Incaica (Steinmann, 1919), del Eoceno
tardío - Oligoceno temprano. Estos movimientos
habrían producido plegamiento y fracturación que
afectaron por primera vez a los grupos Neuquén y
Malargüe (Ramos, 1981; Hugo y Leanza, 2001b).
También se manifiestan por la discordancia que se-
para a los términos superiores del Grupo Malargüe
de las sedimentitas cenozoicas suprastantes (forma-
ciones Vaca Mahuida, Chichinales, Barranca de los
Loros).
En el subciclo neógeno, los movimientos princi-
pales corresponden a la Fase Quéchuica (Ramos,
1999c). Entre los eventos relevantes registrados en
la cuenca se encuentra el ascenso del Dorso de los
Chihuidos al occidente del área de estudio, con la
consecuente acumulación de depósitos sinorogénicos
en la cuenca de antepaís de Añelo (Ramos, 1999b,
1999c), localizada en el subsuelo del bajo homóni-
mo. La actividad compresiva miocena causó
reactivación del proceso de inversión tectónica, que
se hace evidente por el plegamiento de las rocas del
Grupo Neuquén en los sistemas Entre Lomas y
Huincul, probablemente asociado a un importante
desplazamiento dextrógiro en este último (Mosquera
y Ramos, 2005). Esta deformación se expresa en
superficie como fallas de pequeño rechazo y plie-
gues suaves en el sector occidental de la Hoja, par-
ticularmente en el eje del sistema de Huincul, en tanto
que hacia el este no se observan rasgos superficia-
les importantes.
Durante el Plioceno temprano se registró un
episodio extensivo generalizado en la Cuenca
Neuquina al sur de los 38°. En el ámbito cordillerano,
se refleja en la presencia de estructuras extensivas
tales como el graben de Loncopué (Ramos, 1999c).
En subsuelo, se verifica el colapso extensional del
sistema de Huincul a lo largo de las fallas principa-
les, y de muchas estructuras en el Sistema Entre
Lomas, tales como los anticlinales de Loma Montosa
y Entre Lomas (Mosquera y Ramos, 2005).
Mosquera y Ramos (2005) relacionaron los prin-
cipales eventos en la evolución tectónica de la Cuen-
ca Neuquina con cambios en los vectores de con-
vergencia entre las placas Pacífica y Gondwana -
Sudamérica durante el Mesozoico y Cenozoico.
Hugo y Leanza (2001a, 2001b) atribuyeron la
generación del primer nivel de agradación (Forma-
ción Bayo Mesa y equivalentes) a la Fase Diaguítica
(Yrigoyen, 1979) de los movimientos Ándicos, ocu-
rrida durante el Plioceno (4,3 Ma). Por su parte
Folguera et al. (2005) vincularon a estos depósitos
psefíticos con un evento de deformación ocurrido
en el Plioceno tardío, a raíz de la estructuración de
la faja plegada y corrida de Guanacos, en el ámbito
de la cordillera neuquina al norte de los 38° S.
4. GEOMORFOLOGÍA
En el ámbito de la Hoja 3969-II, Neuquén, el
paisaje es esencialmente mesetiforme, interrumpido
por los amplios valles fluviales de los ríos Neuquén,
Limay, Negro y Colorado, todos de carácter alóctono.
Otro rasgo característico de la región son los nume-
rosos bajos sin salida de variables dimensiones, de
los cuales el más importante es el de Añelo. El mo-
delado del relieve responde a procesos fluviales y
en menor medida, eólicos y de remoción en masa.
Se han reconocido y mapeado diferentes unidades
geomorfológicos (Fig. 9), las que se describen a con-
tinuación.
1. Antigua planicie aluvial pedemontana
disectada
Se trata de un extenso nivel mesetiforme coro-
nado por mantos de gravas, descripto en el capítulo
2, Estratigrafía, como Formación Bayo Mesa. Esta
geoforma, cuyo desarrollo excede ampliamente los
límites de la Hoja, fue tratada originalmente por
González Díaz y Malagnino (1984) y González Díaz
y Ferrer (1986). En la sierra Blanca, esta planicie
alcanza su cota máxima de 700 m s.n.m., y descien-
de suavemente hacia el este; según los autores cita-
dos, en las proximidades de la ciudad de Viedma se
encuentra a sólo 50 m sobre el nivel del mar. La
pendiente regional no supera los 10°. González Díaz
y Malagnino (1984) señalaron que la distribución de
estos depósitos sugiere la forma de un gran abanico
aluvial cuyo ápice estaría en las vecindades de la
sierra Blanca.
Dentro de la Hoja Neuquén, esta amplia super-
ficie está bordeada por escarpas de erosión donde
afloran sedimentitas del Grupo Malargüe y de las
formaciones Barranca de los Loros y El Palo. La
cubierta de gravas actúa como protección para es-
tas rocas de escasa resistencia. Toda la planicie está
flanqueada por importantes superficies de
pedimentación. La parte alta está surcada por cau-
ces poco definidos y salpicada de pequeños bajos.
Espejo y Silva Nieto (2004) mencionaron la presen-
cia de depósitos residuales de grava originados por
Neuquén 73
Embalse
Casa de Piedra
R
í
o
C
o
l
o
r
a
d
o
Lag.
ElToro
Lag.
La Playa
Cl. Principal
Rio
N
e
u
q
u
é
n
Lago
Pellegrini
Lag.Atamisi
m
i
Ri
o
L
a
y
Ro
i
N
e
u
qn
ué
C
ñ
d
.
El
Nen
e
Embalse
Mari-Menuco
Embalse
Los Barreales
Cuenca del Añelo
Cñd. de la Polvareda
Ag. Beltrán
El Salitral
Ag. Dulce
Ag.
del León
Ro
i
N
e
u
qn
ué
REFERENCIAS
1. Antigua planicie aluvial pedemontana disectada
3a. Primer nivel de pedimentos
3c. Pedimentos de flanco con nivel de base en los ríos Neuquén y Negro
3e. Pedimentos convergentes con nivel de base en el lago Pellegrini
4a. Terrazas fluviales del río Colorado
3f. Pedimentos de flanco y convergentes con niveles de base locales
3b. Pedimentos de flanco con nivel de base en el río Colorado
3d. Pedimentos convergentes con nivel de base en el bajo de Añelo
2. Planicie psefítica del Jagüel de Canale
4b. Terrazas fluviales altas de los ríos Neuquén - Negro
5. Planicies aluviales de los ríos Colorado, Neuquén, Limay y Negro
4d. Terrazas fluviales indiferenciadas de los ríos Negro - Limay
4b. Terrazas fluviales bajas de los ríos Neuquén - Negro
10. Planicies aluviales y abanicos aluviales
9. Morfología eólica
8. Bajos
7. Planicies estructurales por arrasamiento
6. Depresión del Jagüel de los Milicos
deBombeo Allen
Est.
ALLEN
FERNANDEZ ORO
CIPOLLETTI
CINCO
SALTOS
EST.FERRI
LAGO
PELLEGRINI
LAS PERLAS
Gral.
6
SAN
PATRICIODEL CHAÑAR
VILLA
MANZANO
SGT.
VIDAL
VISTA
ALEGRE NORTE
VISTA
ALEGRE SUR
AÑELO
CENTENARIO
NEUQUEN
PLOTTIER
7
CHALLACO
Plantade bombeo
151
57
8
7
6
22
22
22
38º 00’ 38º 00’
39º 00’ 39º 00’
69º 00’
69º 00’
025 50 km 67º 30’
67º 30’
Figura 9. Esquema geomorfológico de la Hoja 3969-II, Neuquén.
74 Hojas Geológicas 3969-II
la remoción selectiva de material intersticial fino.
Algo separados y situados al sur y este de la meseta
principal se observan algunos remanentes de ero-
sión de esta geoforma.
En las cotas más altas de la sierra Barrosa y
sobre los cerros Challacó y Senillosa se encuentran
depósitos de la Formación Bayo Mesa que podrían
ser remanentes de esta unidad. Esta idea fue suge-
rida tentativamente por González Díaz y Ferrer
(1986), quienes destacaron la existencia de una pen-
diente suave orientada hacia el este, determinada
por estas elevaciones.
Diversos autores han analizado estos depósitos
desde el punto de vista genético. De Ferraríis (1966)
los consideró como un miembro de la Formación Río
Negro, que constituye la culminación de un ciclo de
sedimentación cenozoico. Uliana (1979) separó a
estas gravas de la Formación Río Negro (véase Cap.
2, Estratigrafía) y vinculó a estos niveles con proce-
sos de pedimentación, atribuyéndoles así un origen
erosivo, no agradacional. Por su parte, González Díaz
y Malagnino (1984) indicaron una génesis fluvial y
glacifluvial para la Antigua planicie aluvial disectada.
Más recientemente, Fauqué, 1996; Hugo y
Leanza, 2001a; 2001b y Folguera et al. 2005 coinci-
dieron en relacionar estas planicies psefíticas con
causas tectónicas, esencialmente eventos de defor-
mación ocurridos durante el Plioceno en el ámbito
cordillerano. En este sentido Fauqué (1996) postuló
el desarrollo de una mega acumulación fluvial
pedemontana en la región extraandina, favorecida
por factores tectónicos y climáticos, donde la pérdi-
da de energía de los cauces al abandonar la región
andina produce depositación y desplazamiento late-
ral de los cursos, generando así extensas planicies
de rodados.
2. Planicie psefítica del Jagüel de Canale
Esta unidad se corresponde con los Depósitos
de la planicie psefítica del Jagüel de Canale (véase
Cap. 2, Estratigrafía). Constituye una meseta am-
plia cubierta por rodados que presenta escasa pen-
diente hacia el sureste; su cota máxima es de 454 m
en el puesto Aguada del León y desciende hasta los
350 m en el límite oriental de la Hoja. Está fuerte-
mente disectada, y en su superficie algo irregular se
reconocen un drenaje desorganizado y depresiones
ocupadas por lagunas temporarias. Este nivel
mesetiforme se encuentra a una altura casi 100 m
inferior a la Antigua planicie aluvial pedemontana
disectada (Formación Bayo Mesa), y a su vez
flanquea por el sur a la depresión elongada que aloja
al antiguo cauce del río Neuquén. Genéticamente,
podría corresponder a un nivel de terraza vinculado
con este paleocauce.
3. Pedimentos
Estas geoformas están ampliamente desarrolla-
das en la Hoja, y se reconocen entre ellas el Primer
nivel de pedimentos, que constituye el plano de ero-
sión más antiguo registrado en la Hoja y otras más
modernas, que pueden considerarse pedimentos de
flanco y pedimentos convergentes, los cuales se han
discriminado en función de sus respectivos niveles
de base.
3.a. Primer nivel de pedimentos: Se halla princi-
palmente en el sector suroccidental de la Hoja, don-
de se presenta como una superficie inclinada hacia
el este y sureste desde los 800 m en el flanco orien-
tal de la sierra Barrosa, hasta los 450 m al este del
cerro Senillosa. Este nivel se ha reconocido también
en las cotas 470 a 400 m en el área situada al norte
de Allen y General Roca, donde compone la parte
alta de las bardas con afloramientos del Grupo
Malargüe. Esta antigua superficie está disectada por
numerosos cañadones, por lo que su topografía es
irregular. En los dos sectores donde se la ha identifi-
cado, está rodeando a remanentes de erosión de la
Antigua planicie aluvial pedemontana disectada, por
lo que se interpreta que el Primer nivel de Pedimen-
tos se formó a expensas de la erosión de estos de-
pósitos aluviales antiguos.
3.b. Pedimentos de flanco con nivel de base en
el río Colorado: Aparecen muy bien expuestos bor-
deando a la amplia meseta coronada por las psefitas
de la Formación Bayo Mesa. Hacia el norte y nor-
deste de las exposiciones de esta unidad, las super-
ficies de erosión inclinan hacia el nivel de base cons-
tituido por el río Colorado, y biselan a unidades
cenozoicas (formaciones El Palo, Barranca de los
Loros y Vaca Mahuida, en orden descendente). En
los extremos distales de estos pedimentos hay algu-
nos afloramientos de sedimentitas del Grupo
Malargüe. Si bien no se han discriminado en el mapa,
estos pedimentos de flanco presentan hasta tres ni-
veles reconocibles; en su extremo proximal existen
frecuentemente remanentes de superficies más an-
tiguas, que han quedado “colgadas” y son por lo tan-
to afuncionales, a una altura topográfica ligeramen-
te mayor.
Neuquén 75
Desde la sierra Blanca hacia el norte, se identi-
fica una divisoria de pedimentos que separa a su-
perficies de erosión con nivel de base en el río Colo-
rado de otras que descienden hacia el bajo de Añelo
(Fauqué, 1996). Las primeras inclinan hacia el nor-
deste y al encontrarse a una altura topográfica ma-
yor, determinan una escarpa orientada al oeste don-
de afloran unidades de los grupos Neuquén y
Malargüe. Esta escarpa tiene una altura de aproxi-
madamente 50 m (Fauqué, 1996). En este sector los
pedimentos con nivel de base en el río Colorado
muestran hasta dos niveles reconocibles, aunque en
las vecindades del Jagüel de Rosauer están fuerte-
mente disectados por cañadones y rodean a la de-
presión de Los Barriales; sólo en las vecindades del
borde norte de la Hoja se encuentran mejor preser-
vados.
3.c. Pedimentos de flanco con nivel de base en
–o vinculados a– los ríos Neuquén - Negro: Estas
superficies de erosión se extienden con buena conti-
nuidad lateral al pie de la escarpa de erosión de la
meseta coronada por las psefitas de la Formación
Bayo Mesa; también descienden hacia el sur desde
las lomadas de La Yesera - La Calera - barda Ne-
gra. Otras superficies menores se forman al pie de
niveles de terraza frente a la localidad de Añelo.
Los pedimentos desarrollados en el flanco sur
de la Antigua planicie aluvial pedemontana disectada
fueron descriptos en detalle por Fauqué (1996). Es-
tas superficies descienden hacia una depresión alar-
gada paralela al frente de la escarpa de erosión; esta
depresión colecta el escurrimiento a lo largo del pe-
dimento en pequeños bajos o bien desagua hacia el
río Neuquén mediante cañadones (El Nene). A con-
tinuación de esta depresión se generaron sucesivos
niveles de terrazas del río Neuquén. Los más anti-
guos (niveles I y II) conforman “escalones” como la
meseta Chica, y pasan gradualmente a planos de
erosión también referibles a pedimentos de flanco
(Fauqué, 1996). El crecimiento de los pedimentos a
expensas de las terrazas determina que los niveles
más antiguos estén actualmente desconectados y
sean lateralmente discontinuos. Al este del puesto
Bravo, el nivel I, desaparece, por lo que los pedi-
mentos descienden desde la escarpa principal hacia
el bajo del Salitral y el Jagüel de los Milicos.
En el sector sureste de la Hoja, superficies de
pedimentación con nivel de base en el río Negro bi-
selan a sedimentitas del Grupo Malargüe; la escarpa
de erosión al pie de la cual se desarrollan está deter-
minada por niveles resistentes de la Formación Roca.
En las proximidades de La Yesera se produce una
coalescencia de estos planos con otros que descien-
den hacia el lago Pellegrini, generando una divisoria
de pedimentos donde se exponen niveles de yeso de
la Formación Allen.
3.d. Pedimentos convergentes con nivel de base
en el bajo de Añelo: Se originaron en los bordes sur,
este y norte del bajo. El borde occidental, en tanto,
no presenta este tipo de superficies. En esta comar-
ca han sido bien estudiados por Fauqué (1996). Los
pedimentos del flanco sur descienden desde el nivel
III de terraza del río Neuquén hacia el bajo, y cortan
a sedimentitas del Grupo Neuquén. Se reconocen
tres niveles, los más antiguos afuncionales y preser-
vados como mesillas sobreelevadas con relación al
pedimento más joven. En este sector alcanzan una
longitud de 5 kilómetros. Los pedimentos del flanco
este del bajo están muy bien expuestos al pie de la
sierra Blanca, donde alcanzan los 12 km de longitud.
Este hecho se debe a que se desarrollan sobre
litologías mucho más friables del Grupo Neuquén.
Están disectados por cañadones donde se exponen
las unidades infrayacentes. En dirección al nivel de
base gradan a depósitos fluviales distales, de bajos y
lagunas y eólicos del bajo de Añelo.
3.e. Pedimentos convergentes con nivel de base
en el lago Pellegrini: Se presentan como planos muy
disectados, que adoptan un diseño dendrítico en plan-
ta, con pendiente suave hacia el lago Pellegrini. Des-
cienden desde el nivel II de terraza del río Neuquén
y de la planicie psefítica del Jagüel de Canale. En
general terminan abruptamente en cordones litora-
les o depósitos coluviales topográficamente más ba-
jos, lo que sugiere que el cambio en el nivel de base
originado por el lago artificial truncó los extremos
distales de estas superficies y las transformó en
afuncionales. En el sector occidental del lago se ve-
rifica la disección más importante, donde los pedi-
mentos quedaron reducidos a remanentes de ero-
sión angostos y parcialmente desconectados, sepa-
rados por cañadones donde se exponen las forma-
ciones Allen y Jagüel.
3.f. Pedimentos de flanco y convergentes con
niveles de base locales: Bajo esta denominación se
agrupan superficies de erosión referibles a pedimen-
tos, que muestran escaso desarrollo, o bien respon-
den a niveles de base localizados, tales como
cañadones o bajos de pequeñas dimensiones. Tal es
el caso de pedimentos que descienden hacia el em-
76 Hojas Geológicas 3969-II
balse Los Barreales desde el nivel de terraza II del
río Neuquén, los que flanquean a los bajos del Sali-
tral, los Barreales Colorados y los barreales Grande
y Chico en el suroeste de la Hoja, o los que descien-
den desde la planicie psefítica del Jagüel de Canale
hacia la depresión del Jagüel de los Milicos.
4. Terrazas fluviales de los ríos Neuquén -
Limay - Negro y Colorado
Los ríos permanentes de la región se caracteri-
zan por sus valles muy amplios, escalonados en sec-
ción transversal, cuyos laterales están formados por
superficies llanas situadas a diferentes niveles que
representan terrazas fluviales. En los bordes de di-
chas terrazas afloran unidades cretácicas hasta
cenozoicas, expuestas por el desplazamiento lateral
del cauce, sumado a la remoción en masa y al lavaje
pluvial (Fauqué, 1996). Todas estas superficies es-
tán cubiertas por mantos de rodados que son rema-
nentes de las viejas planicies aluviales (depósitos flu-
viales antiguos). En algunos casos, los rodados pre-
sentan entoscamiento, originando así planicies es-
tructurales por cementación calcárea (González Díaz
y Ferrer, 1986).
En el valle del río Neuquén es posible distinguir
niveles referidos como Remanentes de planicies
aluviales (González Díaz y Ferrer, 1986) o Terrazas
altas (Fauqué, 1996) de las Terrazas bajas, más
modernas. Estos niveles altos están representados
por las terrazas que marginan por el norte al río a
partir de Paso de los Indios incluyendo la planicie de
Añelo y las terrazas que rodeando por el este al lago
Mari Menuco y El Salitral llegan hasta las ciudades
de Neuquén y Plottier. Según González Díaz y Ferrer
(1986), estas planicies aluviales están ascendidas con
respecto a su posición original, y resultan de la
planación por erosión lateral de los ríos. Por su par-
te, Fauqué (1996) propuso que estos niveles están
topográficamente más altos por fenómenos de in-
versión del relieve: los primitivos laterales del valle,
formados por sedimentitas poco coherentes del Gru-
po Neuquén, fueron desapareciendo con la evolu-
ción y profundización del paisaje, en tanto que las
terrazas quedaron protegidas de la erosión por sus
cubiertas de rodados, y el valle quedó encajado en
su propio aluvio. Esta inversión del relieve es el pro-
ceso causante de que las terrazas más antiguas pa-
sen lateralmente a zonas deprimidas donde afloran
las sedimentitas cretácicas, tales como el bajo de
Añelo, las cuencas de Los Barreales y Mari Menuco
y los bajos Grande, Chico y El Salitral. Estas terra-
zas antiguas responden en su origen, según el mis-
mo autor, a fluctuaciones en el caudal y capacidad
de carga de los ríos cuyas cabeceras estuvieron
englazadas durante el Pleistoceno. Por otra parte,
las terrazas más bajas estarían vinculadas a varia-
ciones en los caudales por causas climáticas en tiem-
pos posglaciales (Fauqué, 1996).
En total se distinguieron para el río Neuquén ocho
niveles de terrazas. Los que se sitúan en forma des-
conectada a lo largo del río Negro y el río Limay se
mapearon como indiferenciados, ya que no se ha
establecido con certeza con cuál de los niveles del
río Neuquén se corresponden.
En el valle del río Colorado, los niveles de terra-
za más altos tienen como sustrato a sedimentitas
cenozoicas (formaciones Vaca Mahuida y Barran-
ca de los Loros) y presentan importante superficie y
continuidad lateral. La profundización del valle de-
termina que el nivel inferior exponga a depósitos del
Grupo Malargüe. En este sector, se reconocieron
seis niveles de terrazas, con una diferencia altimétrica
de más de 100 m entre el más alto y el piso actual
del valle.
5. Planicies aluviales de los ríos Neuquén –
Limay - Negro y Colorado
Estos ríos son de carácter permanente, alimen-
tados por las precipitaciones pluviales y por el des-
hielo a través de sus colectores en la región
cordillerana. Todos ellos son alóctonos, y no reciben
afluentes de importancia a lo largo de su curso. Otra
característica común a estos ríos es que están
desproporcionados en menos, tal como lo eviden-
cian las pequeñas dimensiones de sus planicies
aluviales en relación con los valles.
En el tramo de sus recorridos, que atraviesan la
Hoja Neuquén, los cauces son sinuosos; forman
meandros y son comunes las lagunas semilunares o
en collera. Las planicies presentan numerosas cur-
vas y meandros abandonados; también es frecuente
la formación de islas, particularmente en el curso
inferior del río Limay, por división del cauce princi-
pal.
6. Depresión del Jagüel de los Milicos
Se trata de una depresión elongada que comien-
za a definirse en el puesto El Tamarisco a continua-
ción del nivel II de terrazas del río Neuquén y se
prolonga hacia el este-sureste en una cadena de bajos
desde El Salitral hasta el Jagüel de los Milicos. A
Neuquén 77
partir de este punto adopta las características de un
cañadón que desemboca en el río Negro al oeste de
Villa Regina.
La depresión tiene una longitud de 50 km desde
el puesto El Tamarisco hasta el límite oriental de la
Hoja. Su ancho máximo es de 8,3 km en el Jagüel de
los Milicos y se reduce a 2,3 km en las vecindades
del cerrito Solo. En el puesto El Tamarisco se en-
cuentra a una cota de 390 m y desciende hasta los
340 m en el Jagüel de los Milicos; en este punto
presenta un desnivel de 100 m con la Antigua plani-
cie aluvial pedemontana disectada y de 55 m con la
Planicie psefítica del Jagüel de Canale.
El eje de la depresión se define por una cadena
de bajos (del Salitral, del puesto Los Jagüelitos y
Jagüel de los Milicos). La red de drenaje exhibe al-
gunos cauces que procedentes de las áreas eleva-
das al oeste (niveles I y II de terrazas del río Neuquén)
confluyen en un colector principal que desagua en el
bajo del puesto Los Jagüelitos; hacia el este el dre-
naje se vuelve desorganizado, con lagunas
temporarias y cauces poco definidos. Esta geoforma
resulta muy clara en imagen satelital y existen dife-
rentes interpretaciones concernientes a su origen.
Weber (1972), en la Hoja Jagüel de los Milicos,
la denominó Depresión longilínea central, y le atri-
buyó un origen tectónico, destacando su geometría
aparentemente condicionada por dos lineamientos
regionales. Por otro lado, señaló la falta de eviden-
cias de aluvio, terrazas, pedimentos de flanco y
geoformas vinculadas a la planicie aluvial, tales como
meandros abandonados, que invalidarían la hipótesis
de un antiguo cauce fluvial.
González Díaz y Malagnino (1984) indicaron
como probable que el Jagüel de los Milicos repre-
sente un antiguo piso de valle del río Negro, argu-
mentando a favor de esta hipótesis la existencia de
una serie de bajos alineados en el eje de esta
geoforma. Los bajos podrían responder en su origen
a fenómenos de deflación del material que constitu-
yó el piso de valle.
Espejo y Silva Nieto (2004) consideraron que el
cañadón Jagüel de los Milicos correspondería a un
paleocauce de un río de importante caudal; la orien-
tación de la depresión sugiere que podría haberse
tratado del río Neuquén, extendiéndose desde la
proximidad de Planicie Banderita hasta el valle del
río Negro cerca de Villa Regina. En apoyo de esta
idea, citaron la presencia de niveles de rodados bien
preservados en el tramo inferior del cañadón Jagüel
de los Milicos, interpretados por Leanza y Hugo
(2001a) como terrazas; estas geoformas no son con-
sistentes con el escaso o nulo caudal del curso ac-
tual, por lo que indicarían la existencia de un río de
cierta importancia afluente del río Negro.
El análisis de los niveles de rodados en el sector
rionegrino de la Hoja Neuquén permite efectuar al-
gunas consideraciones con relación a esta geoforma.
En primer término, es sugestiva la continuidad de los
depósitos asociados al paleocauce con el nivel II de
depósitos fluviales antiguos del río Neuquén, que in-
duce a suponer que ambos eran parte de un viejo
piso del valle, flanqueado por el nivel I de terrazas
del río Neuquén al norte y la planicie psefítica del
Jagüel de Canale al sur. Hacia el sureste, las eleva-
ciones de La Calera, la barda Negra y la loma de
María, coronadas por los depósitos del nivel I de
pedimentos y las gravas de la Formación Bayo Mesa
habrían formado parte del lateral sur del primigenio
valle. Los niveles subsiguientes (III a VIII) de de-
pósitos fluviales antiguos son consistentes con el valle
actual del río Neuquén y presentan un desarrollo areal
significativamente menor.
En conclusión, la disposición y desarrollo de los
niveles altos de rodados sugieren que originalmente
el valle fluvial presentaba una orientación ESE, pa-
ralela a la escarpa de erosión de la Antigua planicie
aluvial pedemontana disectada. La Depresión del
Jagüel de los Milicos sería el remanente de un anti-
guo cauce y la Planicie psefítica de Jagüel de Canale
y el nivel I de depósitos fluviales antiguos del río
Neuquén serían terrazas generadas en relación con
este paleocauce. En este sentido, la diferente dispo-
sición y características de las terrazas a partir del
nivel III permite inferir que al tiempo de formación
de este nivel de terraza se había producido un cam-
bio en el curso del río, que adoptó una orientación
SE, similar a la que tiene en la actualidad. Esta mo-
dificación determinó que las elevaciones de la Cale-
ra, la barda Negra y la loma de María pasaran a
formar parte del lateral norte del nuevo valle.
Las causas y mecanismos por los cuales habría
ocurrido este cambio en el curso del río no están
claras. Sin embargo, considerando el mayor desa-
rrollo areal de los niveles de terraza I y II con res-
pecto a los subsiguientes, se podría establecer la si-
multaneidad del cambio de curso con una variación
importante en el caudal y capacidad de carga del
río, ya señalada por Fauqué (1996) en relación con
cambios climáticos en tiempos posglaciales.
Cabe señalar que en el tramo inferior del
cañadón del Jagüel de los Milicos, Hugo y Leanza
(2001b) reconocieron fracturas extensionales que
afectan a las unidades cenozoicas pre-pleistocenas,
78 Hojas Geológicas 3969-II
cuya dirección principal coincide con el rumbo del
cañadón. En el área de la Hoja Neuquén no se han
hallado evidencias superficiales de fracturación, pero
sí se conoce mediante numerosos estudios de
subsuelo la presencia de lineamientos en el basa-
mento de la cuenca aproximadamente coincidentes
con esta depresión y paralelos a los sistemas de fa-
llas de Bajada Vidal y Estancia Vieja (véase Cap.
3., Estructura y esquema tectónico). Teniendo esto
en cuenta, es probable que estas estructuras hayan
sido un factor de importancia en el origen y evolu-
ción de esta geoforma.
7. Planicies estructurales por arrasamiento
Estas geoformas son superficies planas horizon-
tales o suavemente inclinadas en las que se exponen
o están subaflorantes sedimentitas de los grupos
Neuquén y Malargüe, controladas por la existencia
de estratos resistentes. Estas superficies se originan
por erosión de los términos más friables de una su-
cesión sedimentaria hasta la exposición superficial
de una capa dura, en general de gran desarrollo areal
(González Díaz y Ferrer, 1986).
Este tipo de superficies se observan en diversos
sectores de la Hoja. En el flanco norte del bajo de
Añelo se reconocen planicies estructurales por arra-
samiento controladas por areniscas de las formacio-
nes Portezuelo y Bajo de la Carpa.
Un área muy amplia donde el paisaje está ca-
racterizado por estas geoformas es la región situada
entre los embalses Los Barreales - Mari Menuco y
el valle del río Limay. En este sector, los afloramien-
tos de las capas rojas del Grupo Neuquén se pre-
sentan con inclinaciones muy suaves, lo que deter-
mina la existencia de diferentes planos “arrasados”
a distintas alturas, así como pendientes formadas por
escarpas de erosión en activo retroceso. Los planos
estructurales están dados por niveles resistentes de
las formaciones Huincul, Portezuelo y Bajo de la
Carpa.
En el borde suroeste del bajo y al pie de la sierra
Barrosa, estas geoformas responden a bancos du-
ros de la Formación Huincul, en tanto que al sur de
los cerros Challacó - Senillosa, aparecen areniscas
de la Formación Portezuelo constituyendo estos pla-
nos. En general, las pendientes muestran aspecto
escalonado (Foto 44).
Al norte del río Negro, las sedimentitas del Gru-
po Malargüe integran las Planicies estructurales por
arrasamiento del noroeste rionegrino de González
Díaz y Malagnino (1984), que conforman un bajo
paisaje mesetiforme con aspecto escalonado deter-
minado por bancos resistentes, en particular las ca-
lizas de la Formación Roca. Es común la presencia
de mesillas y cerros testigo, así como paisajes de
huayquerías en las rocas más friables de
granulometría fina.
8. Bajos
La presencia de bajos es una característica fre-
cuente en el paisaje de la Patagonia extraandina. En
el ámbito de la Hoja Neuquén existen varias depre-
siones de importancia por su extensión, algunas de
las cuales fueron inundadas como parte de las obras
hidroeléctricas e hidráulicas. En primer lugar, se en-
cuentra el bajo de Añelo, situado en el ángulo
noroccidental de la Hoja, en tanto que son significa-
tivas las cuencas de Los Barreales y Mari - Menuco,
ocupadas por sendos lagos artificiales, y la cuenca
de Vidal, que actualmente es el lago Pellegrini.
El bajo de Añelo es una amplia cuenca
endorreica con drenaje centrípeto que conforma un
verdadero nivel de base local (Fauqué, 1996). Se
halla parcialmente bordeada por amplias zonas
pedimentadas (pedimentos convergentes del bajo de
Añelo), y la parte central de la depresión tiene acu-
mulaciones clásticas psamo-pelíticas derivadas de
la acción fluvial, lacustre y eólica. En algunos secto-
res, parcialmente desconectados, existen cuerpos
temporarios de agua, limitados a veces por acumu-
laciones medanosas.
La cuenca de Vidal también está flanqueada por
superficies de pedimentación actualmente muy
disectadas; al pie de estas pendientes es posible ob-
servar cordones litorales de grava como consecuen-
cia de las variaciones de nivel del lago artificial.
Con relación al origen de estas depresiones,
se han invocado diversos factores que contribu-
yeron a su formación, como tectónicos (cruceros
de fracturas), litológicos (disolución, infiltración di-
ferencial de limo), o bien procesos exógenos, en
particular deflación. En cualquier caso, estas de-
presiones mayores tienen una historia compleja
en la cual, independientemente del origen que se
considere para el germen del bajo, los procesos
subaéreos de meteorización, remoción en masa,
acción hídrica y deflación son los que determinan
su exhondación (González Díaz y Ferrer, 1986;
Fauqué, 1996).
Además de estas depresiones mayores son
muy comunes los bajos de menores dimensiones,
casi siempre ocupados por lagunas temporarias o
Neuquén 79
salinas, en general elaborados sobre sedimentitas
friables. En estos casos, la deflación ha cumplido
un rol importante en el origen y modelado poste-
rior de las depresiones (Fauqué, 1996). Ejemplos
de esto son los bajos del Salitral (Neuquén), los
Barreales Colorados, el bajo Los Barriales al nor-
te del Jagüel de Rosauer, los Barreales de la Amar-
ga, Los Jagüelitos, del Salitral (Río Negro), Jagüel
de los Milicos (Río Negro) y las lagunas del Toro
y La Playa.
9. Paisaje eólico
Las geoformas derivadas de la acción eólica al-
canzan un desarrollo importante en el ámbito del bajo
de Añelo. En el sector septentrional existen campos
de médanos longitudinales, muy visibles en imagen
satelital, que presentan una orientación casi E-O en
concordancia con los fuertes vientos predominantes
en la región. En áreas centrales del bajo es posible
observar depósitos eólicos sin morfología propia, del
tipo de acumulaciones al reparo, arenales o mantos
arenosos, en general relacionados con depósitos flu-
viales muy distales.
En otros sectores de la Hoja son comunes las
plumas o filamentos eólicos dispuestos según los vien-
tos predominantes. En el área entre los lagos Los
Barreales y Mari - Menuco, los afloramientos del
Grupo Neuquén están “suavizados” por este tipo de
acumulaciones arenosas, que se disponen en direc-
ción ENE. Hacia el este de ambos espejos de agua,
las plumas son aún más evidentes, visibles por cam-
bios de coloración en la imagen satelital. Depósitos
similares pueden señalarse sobre los niveles de te-
rraza altos del río Neuquén entre Planicie Banderita
y la ciudad de Neuquén; aquí el material procede de
las depresiones situadas al oeste de los niveles de
terraza, tales como los Barreales Grande y Chico y
El Salitral, lo que denota la activa exportación de
material por deflación.
10. Planicies aluviales y abanicos aluviales
Esta unidad agrupa a depósitos fluviales y aba-
nicos aluviales que se están por lo general margi-
nando bajos o en el sector distal de superficies de
pedimentación. Esta forma puede observarse en el
bajo de Añelo, conformada por el relleno de cauces
efímeros y depósitos fluviales que integran una pla-
nicie aluvial pedemontana (Fauqué, 1996). En las
proximidades del yacimiento El Medanito, esta mor-
fología está presente en el sector distal de los pedi-
mentos con nivel de base en el río Colorado; tam-
bién puede verse marginando al bajo El Salitral y
finalmente en el abanico aluvial del canal derivador
del lago Pellegrini.
Foto 44. Vista de afloramientos del Grupo Neuquén desde el cerro Grande de Challacó hacia el suroeste. El paisaje puede carac-
terizarse como una planicie estructural por arrasamiento, controlada por bancos areniscosos resistentes de la Formación
Portezuelo.
80 Hojas Geológicas 3969-II
5. HISTORIA GEOLÓGICA
Las unidades sedimentarias más antiguas regis-
tradas en la Hoja 3969-II, Neuquén, corresponden
al Grupo Neuquén. De acuerdo con los conocimien-
tos actuales, la edad de su inicio se produce con pos-
terioridad a la conocida discordancia intercretácica
determinada por la Fase Miránica Principal del Ci-
clo Orogénico Patagonídico. Esta discordancia pue-
de homologarse a la discontinuidad de carácter glo-
bal habitualmente situada en el Cenomaniano infe-
rior (97 ± 3 Ma).
La Fase Miránica Principal produjo un significa-
tivo cambio en la evolución de la Cuenca Neuquina,
en el que el ascenso y estructuración del sector oc-
cidental inició un período de sedimentación molásica
en el antepaís, representado por las sedimentitas de
los grupos Neuquén y Malargüe (Ciclo Riográndico).
El Grupo Neuquén se halla representado por los
Subgrupos Río Limay (formaciones Candeleros,
Huincul y Cerro Lisandro) -aunque en la Hoja, la
primera unidad no está expuesta- Río Neuquén (for-
maciones Portezuelo y Plottier) y Río Colorado (for-
maciones Bajo de la Carpa y Anacleto). Al Subgrupo
Río Limay se lo asigna al Cenomaniano - Turoniano
inferior, al Subgrupo Río Neuquén al Turoniano su-
perior - Coniaciano y al Subgrupo Río Colorado al
Santoniano - Campaniano inferior.
Puede inferirse que durante la depositación del
Grupo Neuquén, el área de sedimentación ha sufri-
do una subsidencia de tipo intermitente y de variable
intensidad, determinando cambios en la granulometría
del material aportado y fluctuaciones en el nivel ener-
gético que producen ostensibles modificaciones en
el espacio disponible para la acumulación de sedi-
mentos. Estos cambios se ven reflejados en los dife-
rentes estilos de sedimentación fluvial reconocidos
en las diferentes unidades que lo integran. El Grupo
Neuquén presenta una gran diversidad de ambien-
tes, donde las zonas litorales de los cursos fluviales,
bañados y lagunas, con importante vegetación y
mayor humedad relativa, eran favorables para la vida
de los gigantescos reptiles que caracterizan a estos
estratos. El límite superior del Grupo Neuquén coin-
cide con la discordancia determinada por la Fase
Huantráiquica acaecida durante el Campaniano (74
± 3 Ma). En consecuencia, su depositación deman-
dó aproximadamente 23 millones de años.
El siguiente proceso sedimentario corresponde
a una ingresión de origen atlántico evidenciada a tra-
vés de los registros del Grupo Malargüe o
Malalhueyano, integrado, en orden ascendente, por
las formaciones Allen, Jagüel y Roca. Se interpreta
que la subsidencia regional que permitió el ingreso
de aguas atlánticas en la cuenca se debió a la acción
de la Fase Huantráiquica. Inicialmente, la Forma-
ción Allen se depositó en un ambiente continental,
evidenciado por los depósitos fluviales y la fauna de
vertebrados de su sección inferior. La sección me-
dia representa ambientes litorales de baja energía,
tales como planicies de marea o albuferas, en tanto
que la sección superior corresponde a ambientes
supramareales en condiciones de extrema aridez. Las
secciones media y superior de la Formación Allen
contienen microfaunas típicas de ambientes salobres,
donde la presencia de escasos foraminíferos y quis-
tes de dinoflagelados denota influencia marina, así
como el registro de vertebrados (plesiosaurios). A
continuación sucede transicionalmente la Formación
Jagüel, cuyo contenido micro y megapaleontológico
permite asignarle una edad maastrichtiana-daniana
y un ambiente marino de plataforma interna de mo-
derada profundidad y buena aireación. La unidad
formacional siguiente es la Formación Roca, cuyas
asociaciones de foraminíferos bentónicos denotan un
paleoambiente marino con aguas someras de plata-
forma interna restringida. La presencia de inverte-
brados de valva gruesa y algo de arena en la matriz
en los niveles de coquinas indica una variación gra-
dual hacia condiciones por debajo de la zona de
mareas afectadas por el movimiento de las olas. El
Grupo Malargüe culmina con la depositación de la
Formación El Carrizo, en condiciones netamente
continentales, que indican la colmatación definitiva
de la cuenca.
A principios del Cenozoico, tanto el Grupo
Neuquén como el Grupo Malargüe fueron plegados
y ascendidos merced a la acción de la Fase Incaica
del Ciclo Orogénico Ándico (36 Ma), siguiendo lue-
go un proceso de erosión subaérea que determinó la
instauración de una incipiente red de drenaje. En
relación con el actual valle del río Colorado, se pro-
dujo la depositación de las sedimentitas marinas y
continentales de la Formación Vaca Mahuida. La
sección inferior marina de esta unidad, actualmente
cubierta por la inundación del embalse Casa de Pie-
dra, se considera de edad equivalente a otras unida-
des depositadas por la transgresión “patagoniana”,
del Oligoceno tardío - Mioceno temprano. El tramo
superior continental de la Formación Vaca Mahuida
presenta algunos restos de mamíferos atribuidos a
la edad Friasense (Mioceno medio).
En el ámbito del valle del río Negro y hacia el
oeste, se registran sedimentitas epi- y piroclásticas
Neuquén 81
con fauna de mamíferos de edad Colhuehuapense
(Mioceno temprano), referidas a la Formación
Chichinales. Durante la depositación de esta unidad
predominó un paleoclima de carácter continental de
tipo subtropical; su tramo inferior refleja ambientes
fluviales con cursos de moderado a escaso gradiente,
cuerpos de agua someros y áreas pantanosas indi-
cadas por la acumulación de pelitas. La fauna de
vertebrados existente en la unidad consiste en for-
mas subtropicales de hábito pastador en áreas abier-
tas, con grupos de árboles dispersos, como lo denota
el frecuente registro de troncos fósiles aislados.
En discordancia erosiva sobre la Formación
Vaca Mahuida y sobre términos del Grupo Malargüe
se apoya la Formación Barranca de los Loros. Esta
unidad, integrada por depósitos finos de sistemas flu-
viales de escaso gradiente, se encuentra rellenando
un paleorrelieve irregular labrado en las sedimentitas
precedentes. Su registro de mamíferos permite asig-
narle una edad Friasense (Mioceno medio). La For-
mación El Palo sucede en discordancia a la unidad
anterior y se la asigna, por su contenido fósil y con-
sideraciones regionales al Mioceno tardío - Plioceno
(Edad Mamífero Huayqueriense). Las característi-
cas de las sedimentitas de la Formación El Palo per-
miten inferir que corresponden a un ambiente conti-
nental fluvial, con acción de cursos de variable ener-
gía. Los cuerpos arenosos de carácter lenticular y
evidencias de redepósitos denotan la existencia de
ríos anastomosados, en tanto que las intercalaciones
de arenas y limos sugieren acumulaciones de plani-
cie aluvial.
Durante el Mioceno tardío, al tiempo de la
depositación de la Formación El Palo, se produjo la
Fase Quéchuica, que representa el clímax orogénico
del Ciclo Ándico. La deformación miocena ocasio-
nó reactivación de estructuras y ascenso en el sec-
tor cordillerano, el ascenso del Dorso de los Chihuidos
e inversión tectónica en los principales ejes estruc-
turales de subsuelo. En el área extraandina, los efec-
tos se reducen a plegamiento de gran longitud de
onda en estratos del Grupo Neuquén y discordan-
cias de erosión en las acumulaciones sedimentarias
neógenas.
A fines del Plioceno y principios del Pleistoceno,
y como consecuencia de la Fase Diaguítica, se veri-
ficó una paulatina elevación de todo el conjunto an-
teriormente descripto que, concomitantemente con
distintos episodios de carácter fluvial, originó proce-
sos de denudación y acumulación, elaborándose en
primer lugar un importante nivel de agradación re-
presentado por la Formación Bayo Mesa.
En el sector pampeano de la Hoja, se depositó la
Formación El Sauzal, que fuera del área de estudio
se apoya en discordancia sobre la Formación El Palo.
A continuación tuvo lugar la elaboración de una su-
perficie de erosión en vastos sectores del área, que
fue cubierta por los depósitos que cubren el primer
nivel de pedimentos y actualmente muy disectada.
Episodios posteriores de agradación y erosión vin-
culados con la evolución de la red de drenaje lleva-
ron a la generación de la planicie aluvial del Jagüel
de Canale. En estrecha relación con el valle del río
Neuquén se produjo la depositación de la Formación
Agua de la Caldera.
Durante el Pleistoceno continuaron originándo-
se importantes episodios de erosión y acumulación
que llevaron paulatinamente al modelado de la ac-
tual morfología y red de drenaje, desarrollándose más
o menos concomitantemente superficies de
pedimentación vinculadas a distintos niveles de base,
y los sucesivos niveles de depósitos fluviales anti-
guos de los ríos Colorado, Neuquén, Limay y Ne-
gro. Durante el Holoceno, completan el cuadro
estratigráfico los depósitos de bajos y lagunas, los
eólicos y fluviales - eólicos, cuya mayor expresión
se encuentra en el bajo de Añelo, los aluviales y
coluviales y los depósitos de las planicies aluviales
actuales.
6. MICROPALEONTOLOGÍA
El área de la Hoja 3969-II, Neuquén, es muy
rica en microfósiles, especialmente en el Grupo
Malargüe, y dio origen a las primeras menciones y
estudios sobre diversos grupos de microfósiles en el
país.
Wichmann (1919, 1922, 1924, 1927a, 1927b)
mencionó ostrácodos y carofitas en las capas más
altas de los Estratos con Dinosaurios y en el
“Senoniano Lacustre”, millares de ostrácodos y
foraminíferos, así como diatomeas, en el “Senoniano
Marino”, y diatomeas, ostrácodos y espículas de
esponjas en sus “Camadas pliocénicas”. La publi-
cación de 1919 contiene las primeras ilustraciones
de ostrácodos y carofitas fósiles de la Argentina.
Wichmann (1924) señaló incluso la similitud de los
foraminíferos de las capas de Jagüel con los de las
perforaciones de Comodoro Rivadavia.
Uno de los primeros estudios sistemáticos sobre
foraminíferos fósiles del país fue basado en material
de las formaciones Jagüel y Roca del área de Gene-
ral Roca (Bertels, 1965), al que siguieron numero-
82 Hojas Geológicas 3969-II
sos trabajos de la autora, que clarificaron la
estratigrafía y establecieron la edad de estas clási-
cas unidades, iniciando también la investigación sis-
temática de ostrácodos fósiles. A la región también
corresponde el primer estudio de nanofósiles
calcáreos realizado en el país sobre una muestra de
la Formación Jagüel (Malumián, 1969).
Además de brindar información bioestratigráfica,
los microfósiles son indicadores de condiciones
paleoambientales y cambios relativos en el nivel del
mar. El Grupo Neuquén, de ambiente continental,
está caracterizado por asociaciones de carofitas y
ostrácodos; la Formación Allen, por asociaciones de
ambiente salobre, conformadas por ostrácodos y
escasos foraminíferos; la Formación Jagüel contie-
ne ricas y abundantes microfaunas y microfloras de
ambiente francamente marino, que ilustran los cam-
bios asociados al límite Cretácico-Paleógeno; la For-
mación Roca, de carácter regresivo, tiene asocia-
ciones comparativamente más someras; finalmente,
la Formación El Carrizo, brinda ostrácodos y
carofitas de ambiente continental. En la figura 10 se
ilustran especies planctónicas y bentónicas de los
foraminíferos más representativos del Maastrichtiano
y Daniano de la Hoja 3969-II, Neuquén.
GRUPO NEUQUÉN
Wichmann (1919) fue el primero en reconocer
ostrácodos y carofitas en los términos más altos del
Grupo Neuquén e ilustró adecuadamente algunas
especies. Musacchio (1973) inició el estudio siste-
mático de ostrácodos y carofitas del Grupo Neuquén
en el área de General Roca; describió los ostrácodos
y carofitas de afloramientos situados sobre la mar-
gen derecha del río Neuquén, cerca del puente de
Contralmirante Cordero y de la barranca al ubicada
al oeste de la ruta nacional 234, en el desvío a Ce-
rros Colorados. Conforman una asociación de aguas
salobres que caracteriza los ambientes lacustres de
la Formación Anacleto y corresponden a la Biozona
de Ilyocypris wichmanni, asignada al Campaniano
(Musacchio, 2000). La especie nominante de esta
biozona es un ostrácodo, de amplia distribución, que
ha sido también encontrado en la Argentina central
y septentrional y en la cuenca de Campos (Brasil).
Entre las carofitas, son indicadoras adicionales o
secundarias de esta biozona varias especies de los
géneros Gobichara y pequeños girogonitos de
Platychara. Musacchio y Simeoni (1995) y
Musacchio (2000) han sugerido una comunicación
desde la cuenca de Campos hasta la región más
occidental de la cuenca del Colorado, basada en la
similitud de carofitas y de ostrácodos de aguas salo-
bres entre ambas cuencas. A su vez, habría existido
intercambio con África y la región mediterránea
europea. Musacchio (1973) también describió dos
especies de carofitas de la Formación Portezuelo,
en la sierra del Portezuelo, pocos kilómetros al oeste
del límite occidental de la Hoja.
GRUPO MALARGÜE
Formación Allen
Varios de los estudios de microfósiles de la For-
mación Allen en el área correspondiente a la Hoja
Neuquén provienen de las proximidades del lago
Pellegrini, donde la unidad se depositó en un am-
biente litoral de baja energía, de albufera o planicie
de marea, con paleotemperaturas elevadas y esca-
sas precipitaciones (Andreis et al., 1974). Este am-
biente se revela en el estudio micropaleontológico
por el dominio de ostrácodos de aguas salobres, la
restringida distribución de foraminíferos típicos de
ambientes marinos marginales, y la alta frecuencia
de muestras estériles.
Angelozzi (1980) describió una nueva especie
de ostrácodo, Ilyocypris alleniensis, en las locali-
dades de puesto Rebolledo y proximidades de Bar-
da del Medio, sugiriendo un ambiente salobre, pro-
bablemente con influencia marina.
En un nivel de la parte basal de la Formación
Allen, Kielbowicz (1980) encontró una asociación
monoespecífica de Ammobaculites cf. implanus
Crespin, que señala influencia marina. En otros ni-
veles de la unidad reconoció ostrácodos: Ilyocypris
wichmanni Musacchio, I. zampalensis Angelozzi,
I. alleniensis Angelozzi y Cytherura? sp. (Bertels,
1975a).
En el miembro superior de la Formación Allen,
en una caliza intercalada entre bancos de yeso que
representaría ambientes de sabkha (Andreis et al.,
1974), Ballent (1980) ilustró una asociación de am-
biente salobre con numerosos ostrácodos, tales como
Allenocytheridea lobulata Ballent, Cophinia
alleniensis Ballent, Paracytheridea rionegrina
Ballent, Wichmannella araucana Bertels,
Alatacythere? rocana Bertels, entre otros, acom-
pañados por colonias de briozoarios, tubos de anélidos
y restos de bivalvos. En uno de los niveles encontró
escasos foraminíferos: Miliammina? sp. y gen. et
sp. indet. Esta autora indicó una edad maastrichtiana
temprana para la parte superior de la Formación
Neuquén 83
1234
5678
11
10
9b
12a
12b
13
14a
14b
9a
Figura 10. Foraminíferos del Maastrichtiano y Daniano de la Hoja 3969-II, Neuquén.
1-3: especies planctónicas maastrichtianas. 1, Globotruncana aegyptiaca Nakkady. 2, Rugoglobigerina rugosa (Plummer). 3,
Guembelitria cretacea Cushman, ejemplar con estadio final multiseriado. 4-7: especies bentónicas maastrichtianas. 4,
Charltonina kaasschieteri (Bertels). 5, Buliminella pseudoelegantissima Bertels. 6, Hiltermanella kochi (Bertels). 7,
Lagenoglandulina neuquensis (Bertels). 8-9: especies planctónicas danianas. 8, Globoconusa daubjergensis (Brönnimann). 9,
Woodringina claytonensis Loeblich y Tappan; a, vista lateral; b, vista apertural. 10-14: especies bentónicas danianas. 10,
Alabamina midwayensis Brotzen. 11, Cibicidoides alleni (Plummer).
12, Cibicidoides vulgaris (Plummer); a, vista espiral, b, detalle. 13, Loxostomina eleganta (Plummer). 14, Marginulinopsis
ulatisensis (Boyd); a, vista lateral; b, detalle.
Las barras de escala equivalen a 100µm.
84 Hojas Geológicas 3969-II
Allen, por correlación con la parte más baja del
Miembro superior de la Formación Huantraico, so-
bre la base de la similitud con la microfauna descrita
por Bertels (1969a).
Echevarría (1982, 1984) investigó una asocia-
ción de ostrácodos de ambiente salobre, conforma-
da por los géneros Alatacythere?, Huillicythere?,
Ilyocypris, Metacypris?, Ovocytheridea? y
Perissocytheridea?. Tanto los registros de
Kielbowicz (1980) como los de Ballent (1980) y
Echevarría (1982, 1984) se dan en las proximidades
de lago Pellegrini.
Fuera del área de la Hoja, al norte de Los
Barriales, en la localidad de El Caracol, Náñez y
Concheyro (1996) citaron una asociación de
ostrácodos estudiada por Echevarría (1993), similar
en composición y posición estratigráfica a la descripta
por Ballent (1980) para el área de lago Pellegrini. La
asociación de El Caracol proviene de un nivel
estromatolítico del techo de la Formación Allen, que
representaría ambientes intermareal superior a
supramareal, en condiciones de extrema aridez (Ba-
rrio, 1990b). No se encontraron indicadores marinos
como foraminíferos o briozoarios, aunque Barrio
(1990b) señaló foraminíferos en cortes delgados.
En el perfil de Lomas Coloradas, al norte de Los
Barriales, Palamarczuk y Gamerro (1988) mencio-
naron un espectro polínico con componentes
alóctonos (terrestres), la megaspora Grapnelispora
evansii, elementos acuáticos continentales (Azolla,
Pediastrum y Botryococcus) y, sólo en un nivel,
escasos quistes de dinoflagelados. Sugirieron
depositación en cuerpos de aguas salobres, tal vez
albuferas. Destacaron la ausencia de Nothofagidites
y la escasez de granos sacados de gimnospermas,
sugiriendo un clima cálido y seco, en concordancia
con los resultados sedimentológicos de Andreis et
al. (1974).
Formación Jagüel
La Formación Jagüel, de edad maastrichtiana a
daniana, representa el pico de la transgresión dentro
del Grupo Malargüe, alcanzando profundidades máxi-
mas de plataforma media a externa. Es muy rica en
microfósiles marinos, destacándose los foraminíferos,
planctónicos y bentónicos, ostrácodos y nanofósiles
calcáreos, así como dinoflagelados, en general con
buena preservación.
Dentro del área de la Hoja se cuenta con perfi-
les que incluyen el límite Cretácico-Paleógeno, sien-
do de particular interés el de Bajada del Jagüel. Otras
localidades de interés micropaleontológico incluyen
los afloramientos situados en el km 25 de la ruta
provincial 8, donde Bertels (1980) describió parte de
los foraminíferos maastrichtianos, el perfil Opaso
(Náñez y Concheyro, 1993, 1996; Papú et al., 2000),
que también contiene el límite Cretácico-Paleógeno,
y los perfiles de sierra Blanca (Angelozzi, 1988) y
Puesto sin Nombre (Concheyro, 1988; Náñez y
Concheyro, 1993, 1996), con buenas exposiciones
del tramo daniano de la unidad. Cabe señalar asi-
mismo, la localidad tipo de la Formación Roca, don-
de en la base del perfil se exponen pelitas de la For-
mación Jagüel; incluso, de los niveles más bajos se
recuperó una microfauna marina maastrichtiana. Del
subsuelo también se ha ilustrado microfauna de la
Formación Jagüel, proveniente de la perforación
Allen 3 (Malumián, 1984).
Los primeros estudios micropaleontológicos so-
bre la Formación Jagüel fueron llevados a cabo por
Bertels (1965, 1968, 1969a, 1969b, 1970a, 1970b,
1971, 1972, 1973, 1975a, 1975b, 1975c, 1975d, 1978,
1979), quien investigó los foraminíferos y ostrácodos,
esclareciendo la estratigrafía y edad de esta forma-
ción y de la suprayacente Formación Roca.
También fue pionero el trabajo de Mailhe et al.
(1967), quienes examinaron los foraminíferos de tres
muestras del Rocanense de la cuenca de Añelo, asig-
nándolos al Daniano. Sobre estas mismas muestras,
Heisecke (1970) estudió el paleomicroplancton.
De acuerdo con el criterio litoestratigráfico se-
guido en esta Hoja, la Formación Jagüel es de edad
maastrichtiano-daniana. Sin embargo, tanto la For-
mación Jagüel como la Formación Roca son
diacrónicas. Hacia el norte, en el extremo noroeste
de la Cuenca Neuquina, en la provincia de Mendoza,
ambas formaciones son maastrichtianas, encontrán-
dose el límite Cretácico-Paleógeno en facies conti-
nentales del tramo basal de la Formación Pircala
(Parras et al., 1998, 2004; Parras, 1999; Parras y
Casadío, 1999).
La Formación Jagüel contiene gran cantidad de
foraminíferos y ostrácodos, que sugieren una mar-
cada profundización de la cuenca (Bertels, 1975c).
Las capas basales de la Formación Jagüel poseen
una microfauna que señala un ambiente francamen-
te marino, en contraste con el ambiente marino mar-
ginal con influencia continental de la infrayacente
Formación Allen (Barrio, 1990b; Ardolino et al.,
1996).
Si bien hay pocas localidades estudiadas, las
capas basales de la Formación Jagüel brindaron hasta
ahora una asociación de foraminíferos de baja di-
Neuquén 85
versidad, conformada exclusivamente por bentónicos,
de plataforma interna y escasa profundidad. Esta
asociación se encontró en la localidad de El Cara-
col, en las capas basales de la Formación Jagüel
apoyadas sobre la Formación Allen, y en el perfil
Borde Montuoso, un pequeño corte artificial que
bordea al pozo de petróleo B.Mo. x-9, en el bajo de
Añelo, aunque en esta localidad no se observó el
contacto con la Formación Allen (Náñez y
Concheyro, 1993, 1996). Las especies dominantes
son Glandulina acuminata Costa y “Discorbis
correcta” Carsey; son abundantes Favolagena
ardolinoi Malumián, Náñez y Caramés, Patellina
subcretacea Cushman y Alexander, Pseudo-
polymorphina leopolitana (Reuss) y Pseudo-
polymorphina sp. Acompañan abundantes
ostrácodos y fragmentos de equinodermos (Náñez
y Malumián, 1995; Náñez y Concheyro, 1996). En
el área de lago Pellegrini, las capas basales de la
Formación Jagüel, en contacto con la Formación
Allen, brindaron una asociación de foraminíferos de
composición comparable (Bertels, en Andreis et al.,
1974; Kielbowicz, 1980).
En la localidad de Bajada del Jagüel están ex-
puestos aproximadamente 30 m de pelitas, de edad
maastrichtiana a daniana, con una rica microfauna,
compuesta por foraminíferos y ostrácodos, original-
mente estudiados por Bertels (1969b, 1980), así como
nanofósiles y dinoflagelados. El perfil es de marca-
do interés porque contiene el límite Cretácico-
Paleógeno, situado a aproximadamente 15 m por
debajo de la base de la Formación Roca (véase
Bertels, 1980; Náñez et al., 2002; Náñez et al. en
preparación). Es probablemente la mejor localidad
del país para el estudio del límite Cretácico-Paleógeno,
y una de las pocas del Hemisferio Sur que expone el
pasaje Cretácico-Paleógeno en facies marinas so-
meras. La asociación de foraminíferos está com-
puesta de formas planctónicas y bentónicas. Según
los muestreos de Náñez y Concheyro (1993, 1996)
y Náñez et al. (2002), en la base del perfil la asocia-
ción de foraminíferos planctónicos está dominada por
Guembelitria cretacea Cushman, una especie ca-
racterística de ambientes de plataforma y de mares
marginales (Kroon y Nederbragt, 1990). Hacia arri-
ba se incrementa la diversidad de la asociación
planctónica, y dominan especies de enroscamiento
biserial, acompañadas por triseriales y trocoespirales.
A aproximadamente 11 m por debajo del límite
Cretácico-Paleógeno aparecen algunos ejemplares
carenados, que son característicos y abundantes en
ambientes oceánicos abiertos. Corresponden princi-
palmente a Globotruncana aegyptiaca Nakkady.
La mayor diversidad de la asociación planctónica,
incluyendo especies carenadas, se interpreta como
el máximo de la transgresión, que habría alcanzado
profundidades de plataforma media a externa. Este
máximo transgresivo se refleja también en los
moluscos, y coincide con el ingreso de formas
tethianas, indicadoras de aguas cálidas (Casadío,
1998; Parras et al., 2004). Hacia arriba, en los últi-
mos metros del Maastrichtiano, el decrecimiento en
la diversidad en la asociación planctónica, nueva-
mente dominada por Guembelitria cretacea, sugie-
re un descenso relativo del nivel del mar. El incre-
mento de palinomorfos terrestres en las capas más
altas del Maastrichtiano en el cercano perfil Opaso,
señalaría asimismo un descenso relativo del nivel del
mar (Papú et al., 1996, 2000). El límite Cretácico/
Paleógeno coincide con una capa arenosa que fue
interpretada como depositada por un tsunami
(Palamarczuk y Habib, 2001; Scasso et al., 2005) o
como una capa de cenizas (Náñez et al., 2002;
Palamarczuk et al., 2002). Es una capa de alrede-
dor de 10 cm de espesor, formada por abundante
material de origen volcánico, pero sin vidrio, con
bioturbación. La capa ya contiene foraminíferos
planctónicos danianos, Woodringina claytonensis
Loeblich y Tappan, aunque la posibilidad de que su
presencia se deba a bioturbación no puede descar-
tarse. La capa del contacto y los primeros 75 cm de
arcilitas suprayacentes contienen una asociación
planctónica con Guembelitria cretacea,
Woodringina claytonensis Loeblich y Tappan, y
Woodringina sp. En la parte superior de este tramo
se agrega Globoconusa daubjergensis
(Brönnimann). Estos primeros 75 cm de pelitas so-
bre la capa del límite corresponderían a las biozonas
P±/P1a de Berggren et al. (1995), del Daniano infe-
rior. No es posible una mayor precisión
bioestratigráfica dado el muy bajo porcentaje de
foraminíferos planctónicos en ese tramo, y la ausen-
cia de la especie índice de la biozona P±,
Parvularugoglobigerina eugubina (Luterbacher
y Premoli Silva). A ca. un metro sobre la capa del
límite, el marcado incremento en el porcentaje de
planctónicos se interpreta como un pulso
transgresivo. Está asociado con la primera aparición
en el perfil de Parasubottina pseudobulloides
(Plummer), acompañada de Eoglobigerina edita
(Subbotina), Eoglobigerina eobulloides
(Morozova), Praemurica pseudoinconstans
(Blow), Parasubbotina cf. varianta (Subbotina),
Globoconusa daubjergensis y Guembelitria
86 Hojas Geológicas 3969-II
cretacea, conjunto que correspondería a las biozonas
P1a/b de Berggren et al. (1995). Hacia arriba, con-
tinúan aproximadamente unos 15 m de Daniano, que
en su tramo superior evidencian una disminución en
la cantidad y diversidad de los foraminíferos
planctónicos y bentónicos, indicando una secuencia
regresiva, que culmina con las coquinas y areniscas
bioclásticas de la Formación Roca (véase Bertels,
1975c).
En términos generales, la asociación de
foraminíferos bentónicos maastrichtianos de la For-
mación Jagüel está caracterizada por la abundan-
cia de bulimináceos, escasez de nodosariáceos y
por contener algunas especies endémicas
(Malumián y Náñez, 1984; Bertels, 1986; Náñez y
Malumián, 1995, 2004; Malumián et al., 1995). El
porcentaje de especies endémicas maastrichtianas
de la Cuenca Neuquina - Colorado ha sido calcula-
do en 12,72 % por Bertels (1986), quien sobre esa
base reconoció la Subprovincia de Neuquén,
Mendoza y del Colorado. Un estudio posterior de
Malumián et al. (1995) indicó un porcentaje de es-
pecies endémicas de 8,7 %, diferencia debida fun-
damentalmente al mayor número de especies
bentónicas totales reconocidas. Si bien generalmen-
te se ha considerado que hay diferencias sustan-
ciales entre las asociaciones del Cretácico termi-
nal de las cuencas Neuquina - Colorado y Austral
o Magallanes, por factores oceanográficos y
topográficos como la dorsal de Río Chico (cf.
Bertels, 1986), las diferencias no son tan marca-
das a partir del conocimiento de asociaciones
maastrichtianas del norte de la cuenca Austral, y
varias especies serían comunes a las dos cuencas
(Náñez y Malumián, 1995). La microfauna bentónica
maastrichtiana es marcadamente diferente a la
daniana (Náñez y Malumián, 1995; Malumián et al.,
1995), y el cambio se produce en el entorno del lími-
te Cretácico-Paleógeno (Náñez y Malumián, 2004;
Náñez et al., en preparación). Al menos una de las
especies endémicas propias del Maastrichtiano,
Buliminella pseudoelegantissima Bertels, sobre-
vive a la crisis del límite Cretácico-Paleógeno, y es
muy abundante en las fracciones finas de las capas
danianas basales del perfil de Bajada del Jagüel. La
asociación daniana de foraminíferos bentónicos es
de carácter cosmopolita, y corresponde a la deno-
minada Asociación tipo Midway, propia de ambien-
tes de plataforma (50-200 m de profundidad) del
Paleoceno (Berggren y Aubert, 1975; Malumián,
1978, 1982; Malumián y Caramés, 1995; Náñez y
Malumián, 1995; Náñez y Concheyro, 1996). Esta
asociación está ampliamente distribuida en el
Daniano de la Patagonia (Malumián y Caramés,
1995).
Los ostrácodos de la Formación Jagüel fueron
estudiados por Bertels, y muchos de ellos descriptos
de los perfiles situados 5 km al norte de General
Roca (Bertels, 1975b). El aspecto más destacado
de los ostrácodos maastrichtianos y danianos de la
Patagonia septentrional es la fuerte similitud con
faunas del África occidental (Bertels, 1995). Esta
autora reconoció cuatro grupos de ostrácodos: 1)
aquéllos con fuerte similitud y casi idénticos a los
de África occidental, como formas de Cytherella,
Paracypris, Argilloecia y Bythocythere; 2) for-
mas relacionadas genéticamente con taxa africa-
nos como Togoina, Nigeria y Afranticythereis;
3) grupos de amplia distribución geográfica y 4)
formas endémicas o de distribución limitada como
Wichmannella, Rocaleberis y Neoveenia. Géne-
ros como Togoina y Afranticythereis parecen te-
ner su origen en la Patagonia (Bertels, 1995). Al
igual que con los foraminíferos, en la Patagonia
septentrional la asociación de ostrácodos del
Maastrichtiano es muy diferente a la asociación
daniana, con una extinción masiva a nivel específi-
co y de la mayoría de los géneros endémicos del
Hemisferio Sur en el límite Cretácico-Paleógeno
(Bertels, 1975b, 1995).
Los ostrácodos maastrichtianos más abundan-
tes en los perfiles del área de General Roca (Bertels,
1975d) son Sphaeroleberis? abnormis Bertels,
Nigeria argentinensis Bertels, Mosaeleberis?
argentinensis Bertels, Cytherella utilis Bertels,
Nigeria punctata Bertels, Nigeria jaguelensis
Bertels, Wichmannella magna Bertels, Cythereis?
excellens Bertels, Cythereis? rionegrensis Bertels,
Cythereis? incerta Bertels, Cytherella termino-
punctata Holden, Paracypris jaguelensis Bertels,
Afranticythereis venusta (Bertels), Afranti-
cythereis arcana (Bertels), Afranticythereis?
attenuata (Bertels), Bradleya? patagonica
Bertels, Protocosta spinosa Bertels, Cytheromor-
pha? flexuosa Bertels, Trachyleberis noviprinceps
Bertels, Trachyleberis princeps Bertels,
Rocaleberis araucana (Bertels), Platycythereis?
vellata Bertels. La asociación es adjudicada a la
Biozona de Veenia (Nigeria) punctata, originalmen-
te definida en el área de Huantraico, provincia del
Neuquén. Las tres últimas especies mencionadas
provienen principalmente del horizonte más bajo de
uno de los perfiles, la muestra NCW 12, que brindó
una asociación compuesta exclusivamente por
Neuquén 87
ostrácodos, con excepción de un único foraminífero
arenáceo. Ese horizonte fue asignado al Piso
Jagüeliano inferior, de probable edad maastrichtiana
temprana, y correlacionado con el miembro superior
de la Formación Huantraico, con el cual hay algunas
especies en común (Bertels, 1969b, 1975d). Esta
asociación indicaría un ambiente marino normal con
probables oscilaciones de salinidad y escasos me-
tros de profundidad (Bertels, 1975d). El horizonte
corresponde a las capas más bajas del miembro su-
perior de la Formación Jagüel (sensu Bertels, 1969b),
y podría representar a los ambientes marinos some-
ros de la base de esta unidad.
El tramo daniano de la Formación Jagüel com-
parte muchas especies con la suprayacente Forma-
ción Roca. Las especies frecuentes o abundantes
en el tramo daniano de la Formación Jagüel, men-
cionadas por Bertels (1973) para el perfil NCW
(Norte Cuchilla Oeste), incluyen Afranticythereis
schilleri (Bertels), Togoina australis Bertels,
Neoveenia argentinensis Bertels, Actinocythereis
indigena Bertels, Afranticythereis? inconnexa
(Bertels), Cytherella sp. aff. C. bullata Alexander,
Loxoconcha similis Bertels, Munseyella laurea
Bertels, Cytherella sp. aff. C. utilis Bertels y
Paracypris? sp. En la Hoja Neuquén, ostrácodos
de la Formación Jagüel de la perforación Allen III,
tanto danianos como maastrichtianos, fueron ilustra-
dos por Echevarría (1984). La asociación de
ostrácodos danianos de la Cuenca Neuquina, al igual
que los foraminíferos, parece tener amplia distribu-
ción en la Patagonia, e incluso ha sido registrada en
el Daniano de la región de Río Turbio (Caramés y
Malumián, 2000).
El primer estudio de nanofósiles calcáreos en el
país fue realizado por Malumián (1969, 1984) sobre
una muestra maastrichtiana, coleccionada por Bertels
al norte de General Roca. La asociación fue adjudi-
cada a la Biozona de Lithraphidites quadratus, del
Maastrichtiano medio, y se notó la ausencia de
Nephrolithus frequens Gorka. Angelozzi (1988)
analizó el nanoplancton calcáreo en muestras del área
de sierra Blanca, región del bajo de Añelo, asignán-
dolos a la biozona NP3 (Daniano). Nuevos trabajos
en la región de ese bajo determinaron una edad
maastrichtiana tardía, basada en la presencia de
Micula mura y Nephrolithus frequens para el tra-
mo cretácico de la Formación Jagüel (Concheyro y
Náñez, 1994; Concheyro, 1995; Náñez y Concheyro,
1996; Náñez et al., 2002; Scasso et al., 2005). Den-
tro del tramo daniano, los estratos inferiores de la
unidad corresponden a las biozonas NP1/NP3
(Daniano), y los superiores a la biozona NP4, que se
extiende del Daniano tardío al Selandiano
(Concheyro y Náñez, 1994; Concheyro, 1995, 2004;
Náñez y Concheyro, 1996).
Con respecto a las palinofloras de la Formación
Jagüel, si bien no se tratan en detalle en este capítu-
lo, cabe mencionar estudios palinológicos que
involucran al área de que abarca esta Hoja, como
los de Heisecke (1970), Palamarczuk y Gamerro
(1988), Papú et al. (1996, 2000), Palamarczuk (1997,
2004), Palamarczuk y Habib (2001), Palamarczuk
et al. (2002) y Barreda et al. (2004).
La edad de la Formación Jagüel se extiende des-
de el Maastrichtiano tardío al Daniano tardío. Las
investigaciones de Bertels (1965, 1970a, 1980) so-
bre los foraminíferos planctónicos de la unidad iden-
tificaron un tramo cretácico, de edad maastrichtiana
media, y otro cenozoico, de edad daniana temprana.
Cabe señalar que Bertels incluyó el tramo daniano
dentro de la Formación Roca. Trabajos posteriores
de nanofósiles y dinoflagelados precisaron una edad
maastrichtiana tardía para el tramo cretácico de la
Formación Jagüel (Concheyro y Náñez, 1994;
Concheyro, 1995; Náñez y Concheyro, 1996; Papú
et al., 1996, 2000; Palamarczuk, 1997; Palamarczuk
y Habib, 2001; Náñez et al., 2002; Palamarczuk et
al., 2002; Scasso et al., 2005). La ausencia de
foraminíferos planctónicos indicadores del
Maastrichtiano tardío, como Abathomphalus
mayaroensis (Bolli) y Plummerita hantkeninoides
(Brönnimann), probablemente es debida al carácter
somero del paleoambiente. La edad daniana del tra-
mo cenozoico de la Formación Jagüel fue inicialmente
establecida mediante foraminíferos (Bertels, 1965,
1970a; Mailhe et al., 1967; Malumián, 1970). Poste-
riores estudios de nanofósiles y foraminíferos
planctónicos indicaron una edad daniana tardía para
la parte superior de la Formación (Concheyro y
Náñez, 1994; Náñez y Concheyro, 1996). La For-
mación Jagüel contiene el límite Cretácico-
Paleógeno, aunque la transición podría no estar com-
pletamente representada, dada la ausencia de
Parvularugoglobigerina eugubina, indicadora de
la segunda biozona del Daniano basal. Sin embargo,
esta ausencia también podría deberse a razones
paleoambientales.
La Formación Jagüel se depositó en un ambien-
te marino, que habría alcanzado profundidades máxi-
mas de plataforma media a externa. Sin embargo,
los ambientes de plataforma interna son probable-
mente los más representados. Las asociaciones
planctónicas, dominadas por Guembelitria cretacea,
88 Hojas Geológicas 3969-II
característica de ambientes inestables como plata-
formas y mares marginales, y la marcada escasez
de foraminíferos carenados, propios de ambientes
oceánicos abiertos, es coherente con la
paleogeografía de la Cuenca Neuquina - Colorado,
correspondiente a un mar marginal. En el tramo
Maastrichtiano, la abundancia de foraminíferos de
hábito infaunal y de bulimináceos sugiere cierta de-
ficiencia de oxígeno en el fondo marino.
Formación Roca
Esta formación contiene una rica microfauna
compuesta de foraminíferos y ostrácodos, así como
nanofósiles. Los foraminíferos reflejan un
paleoambiente más somero que el de la infrayacente
Formación Jagüel. Son asociaciones de baja diversi-
dad, caracterizadas por los géneros Protelphidium,
Buliminella, Boltovskoyella, polimorfínidos y
miliólidos (Bertels, 1965; Náñez y Concheyro, 1996).
Si bien la Formación Roca contiene elementos
de la asociación cosmopolita de foraminíferos “tipo
Midway” (Berggren y Aubert, 1975; Malumián y
Caramés, 1995), se distingue por dos especies apa-
rentemente endémicas: Boltovskoyella paleo-
cenica Náñez y Buliminella isabelleana Camacho.
La primera se conoce en los afloramientos de los
cerros Bayos (provincia de La Pampa), en el perfil
Puesto sin Nombre y en el área de General Roca
(Náñez, 1996, 1998). También se ha registrado en el
subsuelo de la península de Valdés (Náñez, 1998;
Caramés et al., 2004). Hasta el presente, se la con-
sidera endémica de la Patagonia. Buliminella
isabelleana es una especie abundante en el Daniano,
aunque se la encuentra también en el Maastrichtiano,
y es dominante en ambientes marinos marginales
(Malumián y Caramés, 1995, 2002; Malumián et al.,
1995). En particular, la forma con ornamentación de
tubérculos es característica de la Cuenca Neuquina-
Colorado (Malumián y Caramés, 1995). Si bien
Buliminella isabelleana ha sido considerada endé-
mica de la Patagonia y de la Antártida, Malumián y
Caramés (2002) señalaron que es un potencial sinó-
nimo de Buliminella westraliensis Parr.
Los foraminíferos planctónicos son escasos o
están ausentes. Corresponden mayormente a
Globoconusa daubjergensis (Brönnimann), una
especie abundante en altas latitudes y en asociacio-
nes planctónicas cercanas a la costa (D´Hondt et
al., 1999).
Los ostrácodos fueron estudiados por Bertels
(1969c, 1973, 1975c, 1995), quien destacó la afini-
dad con taxa de Africa occidental. En el perfil tipo
de la Formación Roca, las especies más abundantes
son: Neoveenia argentinensis Bertels, Wichma-
nnella meridionalis Bertels, Huantraiconella pri-
ma Bertels, Togoina australis Bertels, Paracypris?
sp., Cyamocytheridea felix Bertels y Buntonia
rocanortensis Bertels. De material proveniente del
perfil tipo de la Formación Roca, Bertels (1969c)
propuso una nueva subfamilia de ostrácodos,
Rocaleberidinae, integrada por los géneros
Rocaleberis, Wichmannella y Neoveenia, que son
muy representativos de las asociaciones de
ostrácodos del Maastrichtiano y Daniano de la
Patagonia septentrional.
Los nanofósiles de la unidad se conocen espe-
cialmente del perfil Puesto sin Nombre, con la pre-
sencia de Cruciplacolithus edwardsii Romein,
Neochiastozygus perfectus Perch Nielsen,
Neochiastozygus saepes Perch Nielsen y
Nodosella elegans Perch Nielsen. También se han
recuperado del área de Bajada del Jagüel, pero son
más escasos y de peor preservación (Concheyro y
Náñez, 1994; Concheyro, 1995; Náñez y Concheyro,
1996).
La edad de la Formación Roca, basada en
nanofósiles y foraminíferos planctónicos, correspon-
de al Daniano tardío (Concheyro y Náñez, 1994;
Náñez y Concheyro, 1996). Cabe indicar que esta
formación es diacrónica, siendo de edad
maastrichtiana tardía en la provincia de Mendoza
(Parras et al., 1998; Parras y Casadío, 1999). La
composición de la asociación de foraminíferos, en
tanto, sugiere un ambiente marino de plataforma in-
terna, de escasa profundidad, cercano a la costa.
Formación El Carrizo
En la localidad tipo de la Formación El Carrizo,
al norte de las localidades de Allen y Guerrico,
Musacchio y Moroni (1983) describieron una aso-
ciación de ambiente continental, compuesta por
ostrácodos y carofitas. Los ostrácodos correspon-
den a tres formas del género Ilyocypris, Cypridopsis
(Pionocypris) sp., Cypridacea gen. et sp. indet. y
Lymnocythere sp. Las carofitas corresponden a
Platychara perlata” (Peck y Reker), Peckichara
cf. varians meridionalis Massieux, Lampro-
thamnium sp., gen. et sp. indet. forma A. Ciertos
taxa de la asociación sugieren una edad paleocena,
más que eocena. Los autores señalaron que no hay
un cambio tajante a nivel genérico, o aun específico,
entre las asociaciones de carofitas y ostrácodos del
Neuquén 89
Cretácico terminal de la cuenca con los de la For-
mación El Carrizo, a diferencia de lo que ocurre en
el dominio oceánico con las floras y faunas
planctónicas, afectados por la extinción en masa del
límite Cretácico/Paleógeno.
La asociación de carofitas de la Formación El
Carrizo fue la base para definir la Biozona de
Peckichara cf. varians meridionalis, de Musa-
cchio (1989), o Biozona de Peckichara varians
(véase Musacchio, 2000). Se registra también en la
Formación Pircala, expuesta en el sur de la provin-
cia de Mendoza (Musacchio y Moroni, 1983;
Musacchio, 1995, 2000).
7. DINOSAURIOS Y OTROS
VERTEBRADOS TERRESTRES
El norte de la Patagonia se destaca a escala
continental por su sorprendente registro de fósiles
mesozoicos. La historia de los hallazgos de
vertebrados, y especialmente dinosaurios, en
sedimentitas cretácicas del ámbito de la Hoja 3969-
II, Neuquén, es compleja y diversa. Los primeros
restos de dinosaurios han sido sin duda encontrados
por los indígenas que habitaban la región. No se po-
see información acerca de los tehuelches Gununaken,
ya que estos pueblos nómades, que vivieron en el
norte patagónico durante varios miles de años, fue-
ron absorbidos durante la expansión de los araucanos
como consecuencia de la presión que el hombre blan-
co ejerció sobre ellos desde Chile. Sin embargo,
muchas de las leyendas de la tradición mapuche
cobran rápida forma cuando se las piensa en el ám-
bito de las bardas del noroeste patagónico.
La serpiente “Cai-Cai”, por ejemplo, vivía en el
interior de algunos cerros. Según reza la leyenda,
hace tiempo, durante una extensa inundación, de
carácter mundial según la tradición, la serpiente que
moraba en el cerro donde un grupo de indígenas se
había refugiado, elevó el cerro y las aguas no pudie-
ron inundarlo.
Baste pensar en las largas colas o cuellos de
los dinosaurios saurópodos incluidos en las bardas
para tener la imagen de una serpiente gigante que
vive en el interior de los cerros. Es más, baste un
grupo de personas aisladas por alguna inundación,
buscando exhaustivamente alimentos en las bar-
das del noroeste patagónico para dar con los res-
tos fósiles de un saurópodo; bien conocen los
paleontólogos de vertebrados la sorprendente abun-
dancia de esos grandes dinosaurios en las bardas
del Neuquén.
Los primeros restos de dinosaurios dados a co-
nocer por el hombre blanco fueron, en efecto, vér-
tebras de dinosaurios saurópodos enviadas en 1882
a Florentino Ameghino por el Comandante
Buratovich, quien se hallaba en la zona del Neuquén
durante las etapas finales de la Campaña al De-
sierto, por intermedio del entonces presidente Julio
A. Roca. Poco después, más huesos le fueron en-
viados por el Capitán e Ingeniero militar G. Rhode,
y en 1887, por el comandante del Neuquén, coro-
nel Antonio Romero.
Los primeros restos descriptos en el ámbito de
esta Hoja fueron los de Titanosaurus australis y
Microcoelus patagonicus (Lydekker, 1893), cuyos
materiales tipo provienen de la margen derecha del
río Neuquén, aguas arriba de su confluencia con el
Limay y unos pocos kilómetros aguas arriba del
puente ferroviario. De estas especies, la primera fue
cambiada de género por Powell (1992) y es ahora
conocida como Neuquensaurus australis, mientras
que la segunda no representa materiales realmente
diagnósticos de ninguna especie de titanosaurio en
especial, por lo que ya no es considerada válida.
Ninguna etapa de la historia de los dinosaurios
se halla tan bien representada en nuestro país, y en
especial en la Cuenca Neuquina, como el Cretácico
tardío (Leanza et al., 2004). Ricos afloramientos
correspondientes a sedimentitas depositadas en esa
época, pueden ser halladas en la Hoja (véase cua-
dro 2), en la misma ciudad de Neuquén (Formación
Bajo de la Carpa) y en la zona de Cinco Saltos (For-
mación Anacleto). Destacables son asimismo los
hallazgos efectuados en la zona de Loma de la Lata
(formaciones Portezuelo y Bajo de la Carpa), Añelo
(Formación Portezuelo), al norte de Senillosa (For-
mación Plottier) y en la sierra Barrosa (Formación
Plottier).
En el ámbito de la Hoja, la unidad más antigua
aflorante es la Formación Huincul. Sin embargo,
pocos metros al norte de su límite septentrional, en
el norte del bajo de Añelo, se han hallado dos
dinosaurios en sedimentitas de la Formación Cande-
leros, por lo que también serán rápidamente men-
cionados aquí.
Formación Candeleros
Al menos un dinosaurio carnívoro ha sido regis-
trado en esta unidad a muy corta distancia (1500 m)
del límite norte de la Hoja, en la comarca del bajo de
Añelo. Se trata de un abelisauroideo que se halla
aún en estudio (Calvo et al., 1999).
90 Hojas Geológicas 3969-II
Formación Huincul
Si bien durante el tiempo de depósito de las
sedimentitas de esta unidad vivieron en la Cuenca
Neuquina los más grandes dinosaurios conocidos, no
se han encontrado restos fósiles de importancia en
el ámbito de la Hoja.
Formación Cerro Lisandro
Esta unidad formacional ha provisto hasta el
momento unos pocos hallazgos, ninguno de ellos en
el ámbito de la Hoja.
Formación Portezuelo
En la zona de Loma de la Lata, en la orilla norte
del lago Los Barreales han sido colectadas en los
últimos años muy completas faunas por parte del
equipo del museo de la Universidad Nacional del
Comahue liderado por Jorge O. Calvo. La riqueza
fosilífera ha justificado la creación de una estación
de colecta e investigación permanente llamada
CEPALB (Centro Paleontológico Los Barreales).
El mas impresionante de esos restos tal vez sea el
gran saurópodo titanosaurio ‘Futalongkosaurus’,
con un peso estimado en 60 toneladas y una longitud
de 35 m, midiendo algunas vértebras del cuello más
de un metro de longitud (Calvo et al., 2001a, 2001b;
Calvo, 2002). Sus vértebras caudales, con una bo-
cha articular posterior (procélicas) y la ausencia de
articulaciones vertebrales accesorias (complejo
hipósfeno-hipantro), muestra que este saurópodo
pertenece a un grupo avanzado de titanosaurios (Cal-
vo et al., 2001a).
Otros titanosaurios de los mismos niveles man-
tenían aún caracteres primitivos como colas con
vértebras de articulaciones planas (anfipláticas),
vértebras dorsales con articulaciones accesorias
(hipósfeno e hipantro), dientes gruesos y dedos en
las manos. Los titanosaurios más avanzados, los
titanosáuridos, comenzaban ya a tornarse abundan-
tes pero los restos tanto de gruesos dientes
espatulados como de finos dientes en cincel, mues-
tran que los dos tipos se hallaban presentes (Calvo y
Grill, 2003).
Uno de los aspectos importantes de la fauna de
saurópodos de esta unidad es la ausencia de
diplodocoideos. Si bien fueron especialmente repre-
sentativos en las faunas del Cretácico inferior e ini-
cios del superior, estos saurópodos parecen haberse
extinguido globalmente durante el lapso de
depositación de las Formación Huincul.
El otro grupo de dinosaurios herbívoros, los
Iguanodontia, estaba también presente. Sin embar-
go, sus características y su papel en la partición de
zonas adaptativas no es bien conocido. Los herbívo-
ros Iguanodontia son parte de un relicto jurásico de
Localidad Formación
Sierra Barrosa (Neuquén) Portezuelo, Plottier
Aguada del Caño (zona yacimiento Aguada del
Cajón) (Neuquén) Plottier
Loma de la Lata - Los Barreales - Añelo (Neuquén) Portezuelo, Plottier, Bajo de la Carpa
Planicie Banderita – Los Barreales (Neuquén) Bajo de la Carpa
San Patricio del Chañar (Neuquén) Allen
Ciudad de Neuquén (Neuquén) Plottier, Bajo de la Carpa
Cinco Saltos (Río Negro) Anacleto
Lago Pellegrini y Contraalmirante Cordero (Río
Negro) Allen
Islas Malvinas, Puelén (La Pampa) Allen
Cuadro 2. Localidades fosilíferas principales de la Hoja 3969-II, Neuquén.
Neuquén 91
amplia distribución mundial y habrían compartido una
zona adaptativa restringida, a la sombra de la gran
radiación de saurópodos que ha caracterizado a
Gondwana durante el Cretácico tardío. Su impor-
tancia en los ecosistemas terrestres patagónicos y
en especial gondwánicos del Cretácico ha comen-
zado a ponerse de manifiesto en las últimas déca-
das. Restos de cinco iguanodontes de mediano ta-
maño han sido hallados en el yacimiento de Los
Barreales, en la cantera de Canaan (Calvo y Porfiri,
2003a; Porfiri y Calvo, 2002).
Los dinosaurios terópodos ocupaban sin duda el
principal papel de carnívoros de estas faunas, donde
los cocodrilos más abundantes eran terrestres y
omnívoros. Durante la época en que las sedimentitas
de la Formación Portezuelo se depositaron, la decli-
nación de los grandes terópodos carcarodontosaurios,
se hizo notar. Si bien aún abundantes, los
carcarodontosaurios habrían iniciado ya un proceso
de reducción de dominancia (no una verdadera ex-
tinción, ya que siguieron modestamente presentes
hasta el fin del Cretácico). El hallazgo de numero-
sos dientes de carcarodontosaurios en Los Barreales
habla de la importancia de este grupo de terópodos
frente a la escasa representación de los
abelisauroideos. Los dientes de carcarodontosaurio,
fácilmente reconocibles por un bandeado transver-
sal muy característico y arrugas en los bordes, son
frecuentes en Los Barreales (Veralli y Calvo, 2003).
Los celurosaurios, entretanto, comenzaban a
destacar, hallándose en abundancia en Los Barreales,
tanto las formas medianas muy relacionadas al ori-
gen de las aves, como los dromeosáuridos
unenlaginos Unenlagia comahuensis Novas y
Puerta, 1997 y otros (Poblete y Calvo, 2003), así
como grandes formas más primitivas, como el
Megaraptor namunhuaiquii Novas, 1997 y los
ejemplares adicionales provenientes de Los
Barreales (Calvo et al., 2002; Porfiri y Calvo, 2003),
cuyas manos se hallaban armadas de filosas garras.
Los abelisaurios no eran aún tan frecuentes como lo
serían en el Cretácico más tardío.
Los cocodrilos han tenido en el Cretácico un rol
protagónico muy distinto al actual, abundando los
cocodrilos omnívoros terrestres. Sin embargo, gran-
des cocodrilos acuáticos neosuquios comenzaban ya
a hacerse frecuentes en los cuerpos de agua. Si bien
se ha encontrado también material de tortugas, posi-
blemente podocnemidoideas, aún se halla en estu-
dio. En la figura 11 se reproducen algunos de los de
los tetrápodos más representativos de la Formación
Portezuelo.
Formación Plottier
En la localidad de Aguada del Caño, unos 22 km
al oeste de Neuquén (Huene, 1929; Bonaparte y
Gasparini, 1980) se ha hallado uno de los más gigan-
tescos titanosáuridos conocidos, denominado
Antarctosaurus giganteus (Huene, 1929), que es a
la vez uno de los más gráciles, con fémures de 230
cm de longitud. Si bien Van Valen (1969) consideró
a estos restos como un ejemplar mayor de un taxón
ya descrito (A. wichmannianus), la falta de funda-
mento anatómico en el marco de la hoy conocida
diversidad de titanosáuridos del Cretácico tardío, así
como la diferente posición estratigráfica y geográfi-
ca de los restos, hacen más prudente pensar en la
existencia de un taxón diferente.
Versiones más pequeñas de saurópodos también
existían hacia la misma época que Antarctosaurus
giganteus, y probablemente vivían en hábitats
particionados, es decir, alimentándose de otras plan-
tas o al menos a distintas alturas. De la misma loca-
lidad de Aguada del Caño provienen también restos
de un quelonio indeterminado, probablemente un
quélido primitivo (Broin y de la Fuente, 1993).
En años recientes, trabajos en sedimentitas de
la Formación Plottier aflorantes en la sierra Barro-
sa, han provisto importantes materiales, entre los que
se destacan una mandíbula incompleta de mamífero
(Coria et al., 2001), que lamentablemente no poseía
cúspides dentarias bien preservadas (éstas son los
principales elementos utilizables para el estudio de
los mamíferos fósiles). En la misma área se hallaron
restos de un saurópodo Titanosauridae y de un
terópodo celurosaurio de unos 5 m de longitud.
El celurosaurio, con huesos extremadamente
neumáticos y dientes muy curvados y filosos (Coria
et al., 2001; 2002a) representa una época en que el
linaje de los celurosaurios adquirió gran importancia
numérica y de tamaño (Apesteguía, 2002), al menos
en la Patagonia. Este aumento de tamaño en los
celurosaurios del Turoniano y Coniaciano parecería
representar la ocupación de una zona adaptativa
vacante para terópodos grandes, ocurrida entre la
retracción de los carcarodontosaurios y la expan-
sión de los abelisauroideos, lo que a su vez parecería
relacionarse con la retracción de los saurópodos
diplodocimorfos y la expansión de los Titanosauridae.
Formación Bajo de la Carpa
La fauna de vertebrados de la Formación Bajo
de la Carpa proveniente del mismo predio de la Uni-
92 Hojas Geológicas 3969-II
versidad Nacional del Comahue en la ciudad de
Neuquén representa una asociación faunística muy
particular. Fue descubierta muy tempranamente y
descripta por el paleontólogo de origen británico
Charles Smith Woodward entre 1896 y 1901, en-
contrándose dominada por cocodrilos terrestres de
tamaño mediano, mayormente notosuquios, del gru-
po Mesoeucrocodylia, así como unos pocos
peirosáuridos y baurusúquidos (Smith Woodward,
1896; Price, 1955; Bonaparte, 1991; Gasparini et al.,
1991). Entre los notosuquios, terrestres, de cola cor-
ta, con su armadura de placas reducida a apenas
dos hileras dorsales que aumentaban su movilidad y
un andar bastante erguido, puede hallarse toda una
variación de morfologías que reflejan sin duda una
radiación adaptativa de características bastante en-
démicas, incluyendo los cocodrilos ‘hocico de sapo’
(p. ej. Comahuesuchus brachybuccalis Bonaparte,
1991) y los ‘hocico de perro’ (p. ej. Notosuchus
terrestris Smith Woodward, 1901) que parecen ha-
ber reemplazado a los ‘hocico de zorro’ (p. ej.
Araripesuchus), más propios del Cretácico temprano
(aunque persistieron hasta fines del Cretácico tardío
en Madagascar). Algunos de estos variados coco-
drilos no estrictamente carnívoros habrían ocupado
la zona adaptativa en que hoy prevalecen los zorros,
mientras que otros habrían hecho lo propio con la de
los lagartos varanoideos, que sustentan gran parte
de su dieta como ladrones de huevos (Kirkland,
1994).
En las cercanías del lago Los Barreales han sido
descriptos cocodrilos peirosáuridos como
Lomasuchus palpebrosus y Peirosaurus tommini
(Price, 1955; Gasparini et al., 1992; Danderfer y
Vera, 1992). Baurusuquios y peirosaurios, de hoci-
cos más altos, sí parecen haber ocupado una zona
adaptativa más carnívora (Price, 1955; Gasparini et
al., 1991; 1992; Danderfer y Vera, 1992; Bonaparte,
1991; Apesteguía, 2002).
Otro de los importantes componentes de la fau-
na de vertebrados del Subgrupo Río Colorado, en el
área de la Universidad del Comahue, es la serpiente
Dinilysia patagonica, de más de 2 m de longitud,
un miembro temprano de las actuales serpientes
Alethinophidia como lo es Anilius, de Asia. Mucho
se ha discutido acerca del origen de las serpientes
como animales terrestres o marinos sin llegar a un
consenso, pero su abundancia y diversidad sugieren
que al menos el grupo tiene grandes probabilidades
de ser endémico de Gondwana.
Figura 11. Reconstrucción de los tetrápodos más representativos hallados en sedimentitas de la Formación Portezuelo.
Adelante, dos predadores: sobre la rama, un Unenlagia y a la derecha, un Megaraptor de grandes garras. Más abajo, a la iz-
quierda, un ornitópodo y a su derecha, un Patagonykus se desplaza sobre los restos de un saurópodo muerto, que le sirvieron
de alimento. En la parte inferior de la escena, se observa una tortuga podocnemidoidea. Al fondo, un gran titanosaurio. Realiza-
ción artística: Jorge A. González
Neuquén 93
Los dinosaurios no se hallan ausentes de la com-
posición de esta fauna, donde se destacan pequeños
terópodos como Velocisaurus unicus. La anatomía
de este extraño y peculiar dinosaurio, colectado por
de Ferraríis en 1985, ha sugerido también que no
usaba sus patas para cazar y que era a la vez un
veloz corredor (Bonaparte, 1991). Si bien sus rela-
ciones filogenéticas han permanecido dudosas du-
rante muchos años, Bonaparte sospechaba de su
relación con los Ceratosauria. El hallazgo del pe-
queño Abelisauroidea Masiakasaurus en
Madagascar permitió mejores comparaciones y el
ajuste de la posición filogenética de este taxón entre
los Abelisauroidea (Agnolin et al., 2003), quienes,
como propuso Bonaparte, forman de hecho parte de
los Ceratosauria.
Alvarezsaurus calvoi, terópodo celurosaurio del
tamaño de un pollo, presenta una gran importancia
filogenética y es la especie tipo de la familia
Alvarezsauridae, de distribución mundial. Este gru-
po resulta altamente conflictivo dadas sus extrañas
adaptaciones. Por la forma de los pies, Bonaparte
(1996) los interpretó como un linaje endémico de
terópodos ‘no cazadores’, de alimentación herbívo-
ra o al menos muy especializados. Hallazgos poste-
riores revelaron que los alvarezsáuridos habían pa-
seado sus formas bizarras no solo en la Patagonia
(p. ej. Alvarezsaurus calvoi, Patagonykus puertai),
sino también en América del Norte y Mongolia (p.
ej. Shuvuia deserti). Algunos de estos dinosaurios
tenían los brazos transformados en gruesos espolo-
nes con los que tal vez cavaran (Perle et al., 1994) o
más probablemente fueran usados como armas en
combates interespecíficos o defensivos de un modo
semejante al que usan hoy día algunas aves
Charadriformes como los teros (Vanellus chilensis)
y Anseriformes como los chajás (Chauna torcuata).
El elongado y casi edéntulo cráneo de los
alvarezsaurios, al recordar el hocico de un oso hor-
miguero (Myrmecophaga) ha dado también que
hablar, y se los ha propuesto convergentes con osos
hormigueros (Longrich, 2000), lo que debiera aso-
ciar a este clado con el hallazgo de termiteros. Sin
embargo, la mayor sorpresa de los alvarezsaurios
consiste en que los investigadores no pueden llegar
a un consenso sobre si son dinosaurios muy cerca-
nos al origen de las aves o aves que se hicieron te-
rrestres nuevamente.
En cercana relación con los Alvarezsauridae se
hallan otros dinosaurios celurosaurios: las aves. Como
otro componente de la abundante fauna colectada
en la Formación Bajo de la Carpa, pero especial-
mente en el predio de la Universidad Nacional del
Comahue, se registran las aves enantiornítidas
(Neuquenornis volans Bonaparte, 1991) y
patagoptéridas (Patagopteryx deferrariisi
Bonaparte, 1991; Alvarenga y Bonaparte, 1992). Las
primeras constituyen un muy especial linaje de aves
cretácicas distribuidas casi por todo el mundo y cu-
yos huevos han sido encontrados también en
sedimentitas de la Formación Bajo de la Carpa
(Schweitzer et al., 2002). Entre las tortugas de la
Formación Bajo de la Carpa se destacan el quélido
Lomalatachelys neuquina Broin y de la Fuente,
2001, perteneciente al grupo sudamericano Chelus
y colectado en los niveles superiores de los aflora-
mientos de la zona de Loma de la Lata,
presumiblemente asignados a la Formación Bajo de
la Carpa, así como una posible pleurodira
podocnemídida de Planicie Banderita (de la Fuente,
1993).
Formación Anacleto
Esta unidad ha suministrado, desde principios de
siglo, una abundante fauna de tetrápodos, principal-
mente en la zona de Cinco Saltos, que ha llamado la
atención de los paleontólogos. Todo tipo de
saurópodos titanosáuridos provienen de rocas de esta
unidad. Han sido hallados titanosáuridos robustos y
en especial los pequeños saltasaurinos. Los mate-
riales de esta comarca habían sido previamente con-
siderados como pertenecientes a la Formación Allen.
Sin embargo, trabajos recientes han permitido ajus-
tar la situación estratigráfica de esta abundante fau-
na, debiendo considerárselos como provenientes de
la Formación Anacleto (Heredia y Salgado, 1999).
Allí se hallaron varios tipos de saurópodos
titanosáuridos medianos, como el grácil
Titanosaurus araukanikus (Huene, 1929) a peque-
ños, como Pellegrinisaurus powelli Salgado, 1996
y el saltasaurino Neuquensaurus australis
(Lydekker, 1893; Powell 1992), uno de los primeros
saurópodos conocidos de la Argentina. Lamentable-
mente, los restos procedentes de esa zona corres-
ponden mayormente a elementos desarticulados o
unidades anatómicas aisladas (p. ej: una cola
articulada), por lo que la asignación de distintos ele-
mentos al mismo taxón nunca fue muy segura. Re-
cientemente, el hallazgo de gran parte de un esque-
leto de Neuquensaurus australis permitió conocer
sus características anatómicas de un modo más fi-
dedigno (Salgado, comunic. oral). La abundancia de
pequeños saurópodos parece haber estado relacio-
94 Hojas Geológicas 3969-II
Unidades estratigráficas
Taxones Hu CL Po Pl BC An Al
X
X?
X
X
X
Sauropoda-Titanosauridae
Neuquensaurus australis Lydekker, 1893
Microcoelus patagonicus Lydekker, 1893
Pellegrinisaurus powelli Salgado, 1996
Laplatasaurus araukanikus Huene, 1929
Antarctosaurus giganteus Huene, 1929
‘Futalongkosaurus’ X
Theropoda-Ceratosauria
Velocisaurus unicus Bonaparte, 1991 X
Abelisaurus comahuensis Bonaparte y Novas, 1985 X
Theropoda - Tetanura
Alvarezsaurus calvoi Bonaparte, 1991 X
Neuquenornis volans Chiappe y Calvo, 1994 X
Patagopteryx deferrariisi Bonaparte, 1991; Alvarenga y
Bonaparte, 1992 X
Ornithischia - Ornithopoda
Gasparinisaura cincosaltensis Coria y Salgado, 1996;
Salgado et al., 1997; Coria, 1999 X
Sauropterygia - Plesiosauroidea
Trinacromerum lafquenianum Gasparini y Goñi, 1985 X
Crocodylia - Mesoeucrocodylia
Comahuesuchus brachybuccalis Bonaparte, 1991 X
Notosuchus terrestris Smith Woodward, 1901 X
Lomasuchus palpebrosus Gasparini, Chiappe y
Fernández, 1991 X?
Peirosaurus tormini Price, 1955 X?
Lepidosauria - Serpentes
Dinilysia patagonica Smith Woodward, 1901 X
Chelonii - Chelidae
Lomalatachelys neuquina Lapparent de Broin y de la
Fuente, 2001
X?
Cuadro 3. Nómina de holotipos de taxones hallados en la Hoja 3969-II, Neuquén.
Abreviaturas: Hu= Fm. Huincul; CL= Fm. Cerro Lisandro; Po= Fm. Portezuelo; Pl= Fm. Plottier; BC= Fm. Bajo de la Carpa; An= Fm.
Anacleto; Al= Fm. Allen
Neuquén 95
Unidad Contenido de tetrápodos Localidad
Formación
Candeleros Theropoda - Abelisauroidea indet. (Calvo et al., 1999). Bajo de Añelo
Sauropoda - Titanosauria (Salgado y Calvo, 1993). Loma de la Lata
Sauropoda - Titanosauridae indet. (Calvo et al., 2001 a,
2001b). Los Barreales
Sauropoda - Titanosauridae - Antarctosaurus giganteus
Huene, 1929. Aguada del Caño
Theropoda – Coelurosauria - Megaraptor
namunhuaiquii Novas, 1997; Calvo et al., 2002). Los Barreales
Theropoda - Maniraptora - ?Dromaeosauridae -
Unenlagia comahuensis Novas y Puerta, 1997. Los Barreales
Theropoda - Maniraptora - ?Dromaeosauridae (Poblete
y Calvo, 2003). Los Barreales
Theropoda - Carcharodontosauridae (Veralli y Calvo,
2003). Los Barreales
Formación
Portezuelo
Ornithopoda indet. (Porfiri y Calvo, 2002; Calvo y
Porfiri, 2003 a; Coria, 1999). Los Barreales
Theropoda - Coelurosauria indet. (Coria et al., 2001,
2002a). Sierra Barrosa
Sauropoda - Titanosauria indet. (Coria et al., 2001,
2002a).
Sierra Barrosa
Sauropoda - Titanosauria - Antarctosaurus giganteus
Huene, 1929. Aguada del Caño
Chelonii indet. Broin y de la Fuente, 1993. Aguada del Caño
Formación
Plottier
Mammalia indet. (Coria et al., 2001). Sierra Barrosa
Cuadro 4. Lista de la fauna de tetrápodos cretácicos de la Hoja 3969-II, Neuquén.
nada de algún modo a la ausencia de herbívoros
iguanodontes grandes y medianos, así como los me-
dianos saurópodos rebaquisaurios (Gallina et al.,
2002), de una morfología dentaria semejante, tal vez
ocupando su zona adaptativa de comedores de
angiospermas.
De la misma unidad en la zona del lago Pellegrini
proviene también el enorme carnívoro Abelisaurus
comahuensis Bonaparte y Novas, 1985, con un crá-
neo de casi un metro de longitud, exhibido en el mu-
seo de Cipolletti. Asimismo, fueron recientemente
hallados en sedimentitas de esta unidad los restos de
96 Hojas Geológicas 3969-II
Unidad Contenido de tetrápodos Localidad
Theropoda - Abelisauroidea - Velocisauridae -
Velocisaurus unicus Bonaparte, 1991. Ciudad de Neuquén
Theropoda - Alvarezsauridae - Alvarezsaurus calvoi
Bonaparte, 1991. Ciudad de Neuquén
Theropoda - Avialae - Patagopteryx deferrariisi
Alvarenga y Bonaparte, 1992. Ciudad de Neuquén
Theropoda - Avialae - Enantiornithes – Neuquenornis
volans Chiappe y Calvo, 1994. Ciudad de Neuquén
Crocodyliformes - Notosuchia - Notosuchus terrestris
Smith Woodward, 1896 Ciudad de Neuquén
Crocodyliformes - Notosuchia - Comahuesuchus
brachybuccalis Bonaparte, 1991. Ciudad de Neuquén
Crocodyliformes - Baurusuchidae-Cynodontosuchus
rothi Smith Woodward, 1896. Ciudad de Neuquén
Crocodyliformes - Peirosauridae - Lomasuchus
palpebrosus Gasparini, Chiappe y Fernández, 1991. Loma de la Lata
Crocodyliformes - Peirosauridae - Peirosaurus tominni
Price, 1955. Loma de la Lata
Alethinophidia - Dinilysidae - Dinilysia patagonica
Smith Woodward, 1901. Ciudad de Neuquén
Chelonia - Chelidae - Lomalatachelys neuquina
Lapparent de Broin y de la Fuente, 2001. Loma de la Lata
Formación
Bajo de la
Carpa
Chelonia-Podocnemidoidea indet. (de la Fuente, 1993). Planicie Banderita
Cuadro 4. Lista de la fauna de tetrápodos cretácicos de la Hoja 3969-II, Neuquén (continuación).
un terópodo abelisauroideo mientras se trazaba el
gasoducto entre Loma de la Lata, Chos Malal y
Concepción. La Formación Anacleto representa la
última etapa endémica del Mesozoico, donde los
Abelisauroidea se convirtieron en el grupo más abun-
dante de terópodos, incluyendo una gran diversidad
de formas y tamaños, como carnotaurinos de cabe-
za corta y abelisaurinos de cabezas largas
(Abelisaurus comahuensis Bonaparte y Novas,
1985). Los carcarodontosáuridos parecen haberse
vuelto muy raros o se han extinguido localmente.
De aves, sólo se ha recuperado un interesante re-
gistro icnológico (Coria et al., 2001) en la sierra
Barrosa.
Hacia Cinco Saltos, el hallazgo de los pequeños
y gráciles ornitópodos Gasparinisaura cincosaltensis
Coria y Salgado, 1996 (véase también Coria, 1999),
permitió obtener un panorama bastante completo de
la fauna local. Con respecto a los lepidosaurios, la-
gartos Teiidae parecen haber estado presentes pero
Neuquén 97
Unidad Contenido de tetrápodos Localidad
Sauropoda - Titanosauridae - Laplatasaurus
araukanikus (Huene, 1929). Cinco Saltos
Sauropoda - Eutitanosauria - Pellegrinisaurus powelli
Salgado, 1996. Lago Pellegrini
Sauropoda - Titanosauridae – Saltasaurinae
Neuquensaurus australis (Lydekker, 1893) Powell
1992.
Cinco Saltos
Theropoda - Abelisauridae - Abelisaurus comahuensis
Bonaparte y Novas, 1985 Lago Pellegrini
Theropoda - Avialae - icnitas (Coria et al., 2002b). Sierra Barrosa
Ornithopoda - Gasparinisaura cincosaltensis Coria y
Salgado, 1996. Cinco Saltos
Formación
Anacleto
Squamata - Teiidae ? (Albino, 2002). Cinco Saltos
Sauropoda - Eutitanosauria - Aeolosaurus sp. (Calvo y
Porfiri, 2003b).
San Patricio del Chañar
(Neuquén)
Ornithopoda - Hadrosauridae -Hadrosaurinae indet. Islas Malvinas (La
Pampa)
Sauropterygia - Plesiosauroidea - Elasmosauridae -
Trinacromerum lafquenianum (Gasparini y Goñi, 1985;
Gasparini y Salgado, 2000).
Lago Pellegrini (Río
Negro)
Elasmosauridae indet. (Gasparini et al., 2001) Contralmirante Cordero
(Río Negro)
Formación
Allen
Chelonii indet. (Broin y de la Fuente, 1993). Lago Pellegrini (Río
Negro)
Cuadro 4. Lista de la fauna de tetrápodos cretácicos de la Hoja 3969-II, Neuquén (continuación).
en número reducido (Albino, 2002). Si bien hasta
ahora se consideraba como elementos alóctonos, de
estirpe laurásica, a los lacertilios hallados en las uni-
dades del Cretácico más tardío, el hallazgo de pro-
bables lacertilios en la Formación Anacleto
(Santoniano tardío - Campaniano temprano) sugiere
que existían linajes locales. En la figura 12 se repro-
ducen los tetrápodos más representativos de las for-
maciones Bajo de la Carpa y Anacleto.
Formación Allen
Al iniciarse como depósito fluvial, esta unidad
permite apreciar el interesante cambio dado en la
98 Hojas Geológicas 3969-II
Figura 12. Reconstrucción de los tetrápodos más representativos hallados en sedimentitas de las formaciones Bajo de la Carpa
y Anacleto (Subgrupo Río Colorado).
Adelante, a la izquierda, un cocodrilo terrestre Notosuchus. En el centro de la escena, una pareja de aves enantiornites
Neuquenornis anida en un tronco seco. Sobre el borde inferior de la figura, una serpiente Dinilysia; a su derecha, en primer
plano, un Alvarezsaurus, y en segundo plano, un Velocisaurus. En el fondo, un Antarctosaurus se desplaza hacia el centro de la
escena, en tanto que sobre una terraza, se observa un Aucasaurus en actitud de defender su territorio. Realización artística:
Jorge A. González.
fauna como consecuencia de la ingresión de un bra-
zo del océano Atlántico: el “Mar de Kawas”
(Casamiquela, 1978). De los sectores basales, en
sedimentitas de origen fluvial se ha colectado re-
cientemente un ejemplar de Aeolosaurus sp. en la
localidad de San Patricio del Chañar. Hacia los sec-
tores medios ya se pueden observar evidencias de
los endemismos ocasionados por el avance de los
brazos marinos que generaron grandes zonas aisla-
das. De la región del lago Pellegrini, en sectores in-
termedios de la Formación Allen originados en am-
bientes lacustres con alguna influencia marina, pro-
viene el plesiosaurio elasmosáurido Trinacromerum
lafquenianum Gasparini y Goñi, 1985. De los mis-
mos niveles, en la zona de Contralmirante Cordero
se ha exhumado otro elasmosáurido. Se han descu-
bierto también en la región del lago Pellegrini restos
de quelonios indeterminados (Broin y de la Fuente,
1993). La presencia, en sedimentos mixtos, de ejem-
plares jóvenes de reptiles tradicionalmente marinos
como los plesiosaurios, parece denotar una prefe-
rencia de estos animales a criar en las regiones lito-
rales, tal vez en el interior de rías o estuarios, como
una posible defensa ante los grandes depredadores
marinos. Es frecuente también en afloramientos de
esta unidad, el hallazgo de abundantes cáscaras de
huevos de dinosaurios Titanosauridae. Otros taxones
típicos del Senoniano Lacustre registrados en la Hoja
son los dipnoos Ceratodontiformes, grupo que pre-
senta numerosas formas endémicas presentes en
todo el Cretácico superior, pero con una mayor abun-
dancia de grandes Ptychoceratodontidae hacia el
Campaniano tardío.
Los depósitos de la Formación Allen evidencian
en su biota la existencia de un breve puente terres-
tre entre América del Norte y América del Sur, que
culminó con un aislamiento que llevaba ya al menos
unos 66 millones de años. Un importante intercam-
bio faunístico tuvo entonces lugar. Elementos de la
abundante fauna de dinosaurios ornitisquios laurásicos
tuvieron una importante participación en los
ecosistemas desarrollados en algunas regiones de
América del Sur. Entre ellos se destacan los
hadrosaurios, que han sido registrados en el norte de
la Hoja, en la localidad de Islas Malvinas, La Pampa
(González Riga y Casadío, 2000). En la figura 13 se
representan algunos tetrápodos de la Formación
Allen.
Neuquén 99
Formación Jagüel
Es ésta la última unidad cretácica de la Hoja
Neuquén y forma parte del Grupo Malargüe. Ha
permitido únicamente el registro de faunas marinas
que incluyen especialmente mosasaurios (Wichmann,
1924; Gasparini et al., 2001).
En el cuadro 3 se ofrece la nómina de holotipos
de taxones hallados hasta la entrega de este informe
en la Hoja 3969-II, Neuquén, y en el cuadro 4 puede
visualizarse una lista de la fauna de tetrápodos
cretácicos presentes en dicha Hoja.
8. RECURSOS MINERALES
La Hoja 3769-II, Neuquén, se caracteriza por ma-
nifestaciones y yacimientos de minerales industriales,
como arcillas rojas y arenas silíceas para la industria
cerámica, bentonitas para uso petrolero y metalúrgico,
yesos evaporíticos que son tratados con destino a la
industria de la construcción y, en menor medida, calizas
y yeso agrícola. En todo el sector se distribuyen innu-
merables canteras de áridos. También existen en la
región suroccidental de la Hoja manifestaciones
cupríferas en sedimentitas del Grupo Neuquén.
Las arcillas rojas y arenas silíceas proceden, en
su mayoría, de unidades formacionales del Grupo
Neuquén que aflora principalmente en el sector
neuquino de la Hoja, mientras que las bentonitas,
yesos y calizas se localizan en afloramientos del
Grupo Malargüe en sectores rionegrinos y
pampeanos de la comarca estudiada.
La actividad minera es constante y para algunos
casos, como el yeso, es centenaria. Otros minerales, como
la bentonita, generan productos destinados, además del
consumo interno, a la exportación dentro del Mercosur.
Los centros urbanos, dentro y fuera de la zona
de influencia de la Hoja, entre los que se encuentran
General Roca, Allen, Cipolletti y Cinco Saltos, como
así también la ciudad de Neuquén, capital de la pro-
vincia homónima, son fuente incesante de una im-
portante demanda de áridos para la construcción.
8.1. DEPÓSITOS DE MINERALES INDUS-
TRIALES
Arcillas rojas
Hacia fines de la década del 70 se inicia un pe-
ríodo de explotación sostenida de las arcillas rojas
cretácicas del departamento Confluencia, provincia
Figura 13. Reconstrucción de los tetrápodos más representativos hallados en sedimentitas de la Formación Allen.
En primer plano, a la derecha, un Abelisaurus en actitud de ataque; a la izquierda, su presa, una pareja de hadrosáuridos
Kritosaurus, inmigrantes procedentes del Hemisferio Norte. Al fondo, arriba, saltasaurios acorazados de los géneros Rocasaurus y
Neuquensaurus; entre ellos, otro inmigrante, un anquilosaurio. Sobre el árbol, un ave ornitura, y en el ángulo inferior derecho, dos
mamíferos endémicos, un gondwanaterio y un driolestoideo observan la escena. Realización artística: Jorge A. González.
100 Hojas Geológicas 3969-II
del Neuquén, con la radicación de plantas industria-
les de cerámicas en las ciudades de Cutral Có y
Neuquén. Históricamente, estos materiales eran uti-
lizados para la elaboración artesanal de ladrillos y
piezas cerámicas para empleo en construcción y
cerámica artística. Hasta el año 2001, las arcillas
que se hallan dentro del ámbito que abarca la Hoja
se utilizaban como materia prima minoritaria en pas-
tas para la fabricación industrial de baldosas cerá-
micas y revestimientos (Cerámica Zanón SACIM,
Neuquén), como materia prima principal en la ela-
boración de ladrillos cerámicos huecos (Cerámica
Cunmalleu SA, Río Negro) y de ladrillos artesanales
(Senillosa).
La disponibilidad y variedad de materiales arci-
llosos existentes en los departamentos Zapala, Con-
fluencia y Añelo de la provincia del Neuquén, llevó a
las autoridades provinciales a realizar diversos estu-
dios para su tipificación.
Giusiano y Ludueña (1989) efectuaron estudios
para la caracterización de las arcillas plásticas ro-
jas en una franja de 15 km de ancho, paralela a la
ruta nacional 22, desde Zapala hasta Neuquén. El
mismo tema también fue tratado en las cartas
geológicas y de recursos minerales de la provincia
del Neuquén, tanto para el departamento Confluen-
cia (Danieli y Giusiano, 1992) como para el depar-
tamento Añelo (Vallés y Pettinari, 1996), a los que
se agrega la reciente síntesis de Pettinari et al.
(1999).
La mayor parte de los yacimientos de arcillas
rojas cretácicas que se encuentran o han estado
en explotación o con destapes y pozos
exploratorios, corresponden a la empresa Cerá-
mica Zanón SACIM, actualmente operada por los
obreros como FASINPAT (Fábrica Sin Patrón)
como resultado de los problemas económico-fi-
nancieros del 2001-2002.
Tipo de yacimientos
A título de ejemplo se describe el yacimiento La
Salvación, que se localiza en el área situada al norte
de Challacó, accediéndose desde la ruta nacional 22
a la altura del Km 1301, por un camino enripiado
que conduce a la planta de bombeo de OLDELVAL
- Challacó, recorriéndose por él unos 10 km y luego
se desvia hacia la izquierda tomando el camino pro-
pio de la cantera.
La unidad portadora es la Formación Huincul
(véase Cap. 2, Estratigrafía). Si bien localmente
los cuerpos arcillosos presentan una morfología ta-
bular, regionalmente se hacen lenticulares. En ge-
neral, mantienen posición horizontal o subhorizontal,
con muy escaso recubrimiento y en algunos casos
con marcada continuidad lateral. Según Pettinari
et al. (1999), estas arcillas alcanzan espesores de
51 m, intercaladas con nueve niveles de areniscas
con espesores de 1 a 11 m, en su mayoría
cementadas con carbonatos.
La explotación abarca una superficie de unos
450 - 500 m de largo por 100 - 150 m de ancho.
Actualmente se halla inactiva, con frentes aterra-
dos por efecto de la meteorización. Según el Lic.
Alexis Martínez (comunic. verbal), el uso de este
mineral en la planta de cerámicos del Parque In-
dustrial de Neuquén, tuvo que ser discontinuado
por las dificultades que presentaba, principalmen-
te por su alta viscosidad al momento de su mo-
lienda por fuerte absorción de agua en los moli-
nos a bolas. Fue sustituida por material del yaci-
miento Elizabeth III, localizado también en la For-
mación Huincul y más cercano a la planta de tra-
tamiento (véase Espejo et al., 1999). Antes de la
interrupción de las operaciones industriales de la
planta productora de Cerámica Zanón SAMIC, la
empresa realizó exploraciones en los yacimientos
Alexandra y Eleonora, también dentro de esta
Hoja, como posible alternativa parcial o total de la
arcilla de Elizabeth III. En el cuadro 5 se sinteti-
zan las características de las arcillas de esta últi-
ma mina.
La reacción con el esmalte es igual a STD en
todas las muestras. Agrietamiento similar a STD,
salvo la muestra 3567 que no lo tiene por ser más
arenosa. Las muestras 3564 /3565/3569 poseen
mayor fundencia.
En vista de los resultados de laboratorio de la
empresa, las muestras 3564/3565/3569 son las que
mayores posibilidades tienen para uso cerámico, sin
que esto descarte las otras áreas exploradas que por
ahora parecerían tener menor interés.
Otras manifestaciones son Tres Puntas, La Tra-
dición II, La Moteada, La Salvación, Don José
Leonardo y Las Yeguas III, todas ellas correspon-
dientes a arcillas rojas del Grupo Neuquén.
Mineralización
Según informe elaborado por Lastra (1999) so-
bre las arcillas de la provincia del Neuquén, para
las minas La Salvación y La Salvación I del norte
de Challacó, los niveles de fangolitas rojas se ha-
llan constituidos por 57 % arcilla, 27 % limo y 14
Neuquén 101
% arena, y se encuentran dispuestos en bancos
tabulares de gran extensión lateral.
Para Pettinari et al. (1999) la mineralogía,
como semicuantificación de los argilominerales
presentes en la Formación Huincul (fracción <2
µ), es illita + I/S (ó ISII). El interestratificado va-
ría de tipo R1 en el techo, a tipo R3 hacia la base,
lo que demuestra un aumento del porcentaje de
capas de illita en el interestratificado y una dismi-
nución en el mismo sentido del porcentaje de ca-
pas de esmectita.
Los siguientes valores son el promedio de los
resultados obtenidos para la Formación Huincul:
material illítico, 70 a 90 %; interestratificado (R1-
R3) ordenados, 10 a 30 % y caolinita + clorita, 10 a
30 %. Como argilominerales secundarios para la
misma fracción, se encuentran caolinita + clorita en
valores inferiores al 30 %.
Los filosilicatos originales para el Grupo Neuquén
han sido en su mayor parte esmectitas que fueron
illitizadas por procesos diagenéticos. Se encuentra
fundamentalmente una asociación de illita +
interestratificado (illita/esmectita), con el mayor grado
de ordenamiento hallado (tipo R1 y R3) con más del
60 % de capas de illita, siendo la única unidad del
Grupo Neuquén en que predomina la illita por sobre
el interestratificado. En el cuadro 6 se señalan valo-
res de argilominerales de las unidades del Grupo
Neuquén.
La composición mineralógica de la fracción >
62µ, en general para todas las pelitas del Grupo
Neuquén, está dada por cuarzo, feldespato potásico
y muscovita.
Composición química
La composición química, así como los
parámetros composicionales de estas arcillas, se pre-
sentan en los cuadros 7 y 8.
Propiedades tecnológicas
En general, los resultados de los ensayos obtenidos
por diversos autores sobre las pelitas del Grupo Neuquén,
indican que pueden ser utilizados en la fabricación de
cerámica artística, ladrillos artesanales, ladrillos cerámicos
rojos y como componente minoritario en la preparación
de pastas para la producción industrial de cerámicos para
pisos y revestimientos. En el cuadro 9 se resumen ensa-
yos físicos sobre estas arcillas.
En general son productos plásticos con muy bue-
na capacidad para ser trabajado, que se explica por
la presencia de esmectita en su composición
mineralógica, a la vez que genera una muy alta vis-
cosidad que dificulta su molienda, lo que limita su
participación en la fórmula de empaste a no más de
13 % en la mezcla para la obtención de productos
de alta calidad, como los cerámicos para revesti-
miento (monocalibre) y 30 a 35 % para cerámicos
monococción de piso.
La coloración rojiza o marrón rojiza que genera
la existencia de óxido de hierro, descarta su uso para
obtener productos de mayor calidad, tales como
porcelanatos. Si bien estas sustancias se denominan
genéricamente “arcillas”, los análisis granulométricos
indican un predominio de la fracción limo, por lo que
han sido clasificados como limos arcillosos.
Cuadro 5. Características de las arcillas de este distrito, tomando como STD a muestras del yacimiento Elizabeth III, según
Pettinari et al. (1999).
Muestra Densidad Viscosidad % Contr. % Abs. agua
Elizabeth STD 1530 30400 7,0 2,53
Eleonora 3564 1524 11200 7,6 0,34
Eleonora 3565 1527 30400 8,5 0,20
Alexandra 3566 1533 24800 5,4 3,44
Alexandra 3567 1534 32000 2,6 6,68
Alexandra 3568 1525 80000 3,4 0,46
Alexandra 3569 1530 11200 8,0 0,19
102 Hojas Geológicas 3969-II
Finalmente, se puede asegurar que son materia-
les que se destacan por su buena trabajabilidad, buen
color de quemado y baja temperatura de sinterización.
Su debilidad se basa en las eflorescencias salinas
por la presencia de sales solubles.
Bentonita
En la región nordpatagónica se desarrolla una gran
actividad minera por bentonita, ya que allí se distribuyen
dos distritos bentoníticos que no sólo proveen a diversas
actividades industriales regionales y nacionales, sino que
también son el origen de volúmenes exportables.
En la Cuenca Neuquina, los yacimientos de
bentonitas se pueden subdividir de acuerdo con su
edad en dos grandes grupos: Distrito de bentonitas
cretácicas y Distrito de bentonitas terciarias. Al pri-
mero corresponden los siguientes sectores:
1) Área Teniente Maza (Valcheta - Río Negro)
y Área Lago Pellegrini: a) Sector occidental, b) Sector
oriental y sur. 2) Área Río Colorado: a) Sector Catriel,
b) Sector Aguará (Río Negro) y c) Sector Puelén
(La Pampa). 3) Área Alto Valle: a) Sector al norte
de J. J. Gómez, b) Sector al norte de Allen y 4) Área
Cerro Bayo - El Caracol.
Al distrito de bentonitas terciarias corresponden
dos áreas: a) Bajada de la Tordilla (Añelo - Neuquén)
y b) Meseta de la Barda Negra (Zapala - Neuquén).
Distrito de bentonitas cretácicas
Excluyendo la de Teniente Maza, dentro de la
Hoja 3969-II, Neuquén, están representadas el res-
to de las áreas enunciadas anteriormente para este
distrito. Su conjunto, es uno de los más importan-
tes del país (Vallés e Impiccini, 1999) y ha aporta-
do para que la provincia de Río Negro se ubique
en los primeros puestos de producción nacional,
con 73.400 t en el año 2005, de acuerdo con los
valores de la Estadística de Producción Minera
consignados por la Dirección de Minería de la pro-
vincia de Río Negro. Algo más del 80 % se extrae
de los yacimientos que se ubican en torno al lago
Pellegrini.
Todos los yacimientos conocidos de este distrito
en la Hoja Neuquén, se hallan localizados dentro de
la Formación Allen y, en términos generales, se co-
incide en referirlos a su Miembro medio (véase
Iñiguez et al., 1972), que en la zona del lago Pellegrini
está compuesto por arcilitas gris verdosas, verde oliva
y castañas, macizas o con laminación irregular, con
psamitas subordinadas. Las evidencias acerca de
que las bentonitas de la Formación Allen se han ori-
ginado por la alteración de vidrios volcánicos proce-
dentes de efusiones piroclásticas que se depositaron
en cuerpos de agua marinos fueron tratadas por
Vallés e Impiccini (1999). Existen pruebas del ori-
gen volcánico de los materiales originales, como: 1)
presencia de trizas vítreas relícticas, 2) niveles de
cineritas en el paquete sedimentario, y 3) texturas
típicas en las plagioclasas y fragmentos líticos de
vulcanitas muy alteradas.
Además, hay evidencias de que la formación de
las bentonitas por desvitrificación se produjo in situ,
en un ambiente marino somero que aportó el agua
suficiente para la hidratación del vidrio. Los eleva-
Cuadro 6. Valores de los porcentajes semicuantificados de los argilominerales en la fracción < 2µ de cada una de las unidades
del Grupo Neuquén, según Pettinari et al. (1999). Donde: * sólo caolinita.
Subgrupo Formación % Mat. illítico
% Interestratif.
(tipo)
%
Caolinita+Clorita
Anacleto 25 71 (R0) 4 *
Río
Colorado B. de la Carpa 27 70 (R0) 3 *
Plottier 32 63 (R0) 5 *
Río
Neuquén Portezuelo 34 62 (R0) 4
Cerro Lisandro 30 55 (R0) 15
Río Limay
Huincul 70 a 90 10 a 30 (R1-R3) 10-30
Neuquén 103
Cuadro 7. Composición química de arcillas del Grupo Neuquén, con indicación de valores promedio de muestra pelítica total ex-
presados en % en base seca, según Pettinari et al. (1999). Donde: P. Seco: peso seco; Hum. : húmedad; p.p.c. : pérdida por
calcinación.
Formación P. Seco Hum. p.p.c SiO2 Al2O3Fe2O3CaO MgO K2O Na2O
Anacleto 92 8 14,60 56,40 18,28 6,89 4,06 3,00 2,63 2,12
B.de la Carpa 95 5 3,50 65,51 14,45 4,08 1,98 2,03 0,97 3,13
Plottier 95 5 2,84 71,46 13,12 2,41 1,28 1,53 1,19 2,36
Portezuelo 98 2 4,13 57,26 18,72 4,62 1,73 2,57 1,62 2,13
Lisandro 96 4 7,71 66,00 15,89 4,47 0,94 0,42 2,63 2,37
Huincul 96 4 8,22 56,87 21,90 8,09 0,80 1,88 3,50 1,30
Cuadro 8. Parámetros composicionales para los yacimientos de arcillas del departamento Confluencia, según Danieli y Giusiano
(1992). Donde: P.: peso.
Características
FÍSICO-QUÍMICAS Arcillas cretácicas
Valores máximos Valores mínimos
SiO
2
56,00 54,02
Al
2
O
3
18,78 15,44
Fe
2
O
3
7,98 6,58
Análisis % en TiO
2
químicos peso CaO 4,25 1,23
MgO 2,20 1,87
K
2
O
Na
2
O
p.p.c. 7,10 6,25
Composición Caolinita 28 10
mineralógica, Illita 55 15
% en P de la Montmorillonita 55 32
fracción 5 - 2 PCuarzo - -
Clasificación Limos arenosos plásticos
dos contenidos de sodio y magnesio como cationes
intercambiables y sales solubles, habrían sido capta-
dos de las aguas de mar en el proceso de alteración.
Este origen explica el carácter regional de los
bancos bentoníticos de este distrito y confiere ca-
racterísticas muy similares a los distintos yacimien-
tos, como la disposición subhorizontal a horizontal
de sus niveles mineralizados, que por lo general son
de carácter tabular. Sus colores claros los hacen
fácilmente distinguibles de las pelitas portadoras de
colores verde oscuro, así como su aspecto ceroso y
fractura concoidea. Su mineralogía es otro rasgo
común, ya que se trata en todos los casos de
bentonitas sódicas naturales compuestas principal-
mente por una esmectita dioctaédrica, de la serie
montmorillonita-beidellita con un grado de
cristalinidad intermedia y porcentajes de pureza pro-
medios del 95 % dentro del total de componentes.
Poseen altos valores de hinchamiento, que normal-
mente exceden los 30 ml/2g. y capacidad de inter-
104 Hojas Geológicas 3969-II
cambio catiónico (CIC) entre 98 y 132 meg/100 g.
El pH se halla normalmente en los rangos ácidos.
Variaciones importantes registradas entre las
bentonitas de distintos yacimientos, o aún de los mis-
mos, se traducen en aplicaciones industriales diver-
sas y, en algunos casos, en la necesidad de realizar
compósitos para mejorar algún parámetro no ade-
cuado a las normas de ventas. Poseen aptitudes fun-
damentalmente como aglomerante en arenas de
moldeo para fundición, como aditivo en la prepara-
ción de lodos de inyección usados en la perforación
de pozos petrolíferos, como impermeabilizante en
obras civiles en general y en pelletización de mine-
rales de hierro, por lo que es necesario realizar en-
sayos específicos para su correcta tipificación. Se
las aplica en menor medida como suavizante en ja-
bones en polvo, pinturas, cerámica, etc.
Al mineral se lo caracteriza como una bentonita
sódica natural, con elevado contenido de óxido de
hierro que le confiere colores oscuros y capacidad
de intercambio catiónico elevada, siendo el sodio el
principal catión intercambiable.
Las muestras de bentonitas de este distrito, por
sus parámetros físico-químicos, cumplen con los re-
querimientos necesarios para su utilización en la in-
dustria metalúrgica, como arenas de moldeo en acti-
vidades de fundición. De igual manera, para su uso
en la preparación de lodos de perforación en la acti-
vidad petrolera, los valores de reología y filtrado son
adecuados a las normas API (1993). De acuerdo
con el grado de cristalinidad, Iñíguez et al. (1972)
calificaron a las bentonitas del área como buenas.
El mineral extraído hasta la actualidad por razones
de costos, ha sido explotado en sectores donde la
cubierta estéril tiene espesores de hasta 5 metros.
1) Área Lago Pellegrini (Río Negro)
Cuenta con un total de 112 minas, que represen-
tan unas 300 pertenencias y cubren una superficie
de 2000 hectáreas. Es potencialmente y por sus an-
tecedentes, la más importante de las áreas tratadas.
En ella, el espesor de la Formación Allen es de unos
52 m (Andreis et al., 1974), portando varios mantos
bentoníticos en explotación, denominado el más cons-
picuo “Bentonita Verde Lago”.
Las empresas concesionarias son: Castiglioni,
Pes y Cía, Cerro Duro SA, Minera Carlos Suhr SA,
Cuadro 9. Resumen de los ensayos físicos sobre arcillas rojas del Grupo Neuquén, según Pettinari et al. (1999). Donde: LL:
límite líquido; LP: límite plástico; IP: índice de plasticidad; Cont.: contracción; P: peso húmedo; S: peso seco; Perd.: pérdida; C: peso
calcinado; Abs. agua: agua absorbida durante immersión una vez secada a 900°C; sec-cocción: secado cocción.
Formación LL LP IP Cont.
% P-S
Cont.
% S-C
Pérd.
peso
% S-C
Abs.
agua
900º C
Color
900ºC
Proceso
sec-cocción
Anacleto 73,5 40,0 33,5 12,7 5,4 5,8 4,5
Marrón
Rojizo Satisfactorio
Anacleto 58,5 34,2 24,3 11,0 4,0 6,6 8,9
Marrón
Rojizo
Poco
satisfactorio
Portezuelo 43,1 24,0 19,1 9,5 0,1 1,8 13,8 Marrón
Rojizo
Poco
satisfactorio
Portezuelo 37.2 20.0 17.2 7.1 0.1 2.6 14.0 Marrón
Rojizo Satisfactorio
C° Lisandro 54,0 22,4 31,6 14,4 2,3 3,9 6,3 Rojizo Poco
satisfactorio
C° Lisandro 45,2 24,1 22,1 11,6 0,7 3,3 13,0 Rojizo Poco
satisfactorio
Huincul 60,3 27,2 33,1 13,7 1,4 3,0 11,4 Marrón Poco
satisfactorio
Huincul 64,3 27,8 36,5 11,2 4,9 3,9 3,3 Rojizo Poco
satisfactorio
Neuquén 105
Minarmco SA, INTI SRL, Conidier SA, Compañía
Corral MICSA, Sol Minerales y Servicios SA,
Parente Néstor, Bolatti Raúl y Tolsa SA, Sucursal
Argentina.
La empresa Castiglioni, Pes y Cía. posee una plan-
ta de molienda de bentonita en la localidad de Cinco
Saltos, ligada a la producción de este sector bentonítico.
a) Sector occidental
Los yacimientos situados al oeste del lago
Pellegrini se emplazan en la parte inferior de las bar-
das occidentales del mismo y se accede por la ruta
nacional 151. A un kilómetro de la última chacra de
la localidad de Sargento Vidal, hacia Catriel, se apar-
ta una huella hacia el este que conduce directamen-
te a las minas del área. Las empresas que tienen
concesiones en este sector son: Compañía Corral
MICSA; Conidier SA, Minarmco SA y Minera Car-
los Suhr SA, todas con explotaciones de reducidos
volúmenes y, en algunos casos, estacionales.
Los yacimientos de este sector se encuentran
en las cercanías del punto IGM Cerro Miroli, distan-
te 155 km de las plantas de tratamiento que la em-
presa Minarmco SA posee en Cutral Có, a la vera
de la ruta nacional 22. De acuerdo con el Padrón
Minero del año 2005, de la Dirección de Minería de
la provincia de Río Negro, los yacimientos con titu-
laridad de Minarmco SA son los siguientes: Palermito
I, Palermito II, Palermito III, Palermito IV, Palermito
V y Palermito VI.
Tipo de yacimientos
Los niveles bentoníticos se comportan como es-
tratos subhorizontales de espesores reducidos (0,15-
0,20 m), pero de carácter regional. Existen bancos
de menor espesor (0,10 m) de hábito lenticular, que
no se explotan. La sobrecarga es importante, siendo
en este sector de 5 a 7 metros. No se observan
disturbaciones tectónicas de importancia. El mineral
bentonítico está compuesto por una fracción arcillo-
sa (menor a 2 micrones) que oscila entre el 94 y 99
%, de la cual la montmorillonita es su componente
casi exclusivo. Como impurezas se observan
feldespato y cristales de cuarzo, siendo menos fre-
cuentes, zeolitas y yeso.
b) Sector oriental y sur
El acceso se realiza por el camino que une Cin-
co Saltos con Villa Turística, desde donde parte un
camino secundario enripiado. Dicho camino bordea
toda la cuenca y tiene accesos secundarios a las
diferentes minas que explotan, entre otras, las em-
presas: Castiglioni, Pes y Compañía, Talcomin Sur
Minerales SA, Cerro Duro SA, Minera Carlos Suhr
SA y Minerales Patagónicos SRL.
Según Yañez et. al. (1996), el manto principal
explotable (denominado “Bentonita Verde Lago”)
presenta una potencia promedio de 0,40 m, se halla
en la sección media de la Formación Allen. Tiene
espesa cubierta de material estéril, que oscila en-
tre 5 y 20 m, lo que obliga a las empresas
concesionarias a realizar importantes tareas de re-
moción de ese material a los efectos de descubrir-
lo. La bentonita de este manto muestra una colora-
ción verde cuando está húmeda y blanca amari-
llenta cuando se seca. El piso está constituido por
una arcilla beige. Se utiliza como estrato guía al
denominado “Lista”, de tonalidad amarillenta, muy
continuo, de composición tobácea, que se encuen-
tra de 2,70 a 2,80 m por encima del manto produc-
tivo, al que suprayace en contacto una bentonita
impura denominada “Negra”.
El material es mayormente explotado por
Castiglioni, Pes y Cía en varias concesiones del sec-
tor sur del lago Pellegrini, quienes lo destinan a la
planta de beneficio que la empresa posee en la loca-
lidad de Cinco Saltos, camino al mencionado lago. A
continuación se tratarán las características genera-
les de los yacimientos de esta empresa.
Tipo de yacimientos
El área se desarrolla sobre la pendiente sur
de la cuenca Vidal, que contiene al lago Pellegrini.
En el miembro medio de la Formación Allen, con
predominio de potentes estratos de fangolitas ver-
de oliva, se intercalan los depósitos explotables
de bentonita que se identifican por sus colores
verde claro y blanquecino. A la primera variedad,
que es la más conspicua del área, se la conoce
como “Verde Lago” y se comporta como estrato
subhorizontal de espesor reducido (0,40-0,30 m),
pero de notable carácter regional, ya que sus aflo-
ramientos suman 8-9 kilómetros. Existen otros
bancos explotables de menor espesor (0,30-0,20
m), como el denominado Bajada Grande, que se
encuentra a unos 6 m por debajo del anterior. La
sobrecarga es importante, siendo de 10 a 16 m en
el sector del IGM La Yesera y de 4 a 6 m en
Lomas del Lago. No se observan disturbaciones
tectónicas de importancia.
106 Hojas Geológicas 3969-II
Mineralización
El mineral bentonítico está constituido por una
fracción arcillosa (menor a 2 micrones) que oscila
entre 94 y 99 %, de la cual la montmorillonita es su
componente casi exclusivo. Como impurezas se ob-
servan feldespato y cristales de cuarzo, y son me-
nos frecuentes, zeolitas y yeso. Los elevados conte-
nidos de sodio y magnesio como cationes intercam-
biables y sales solubles habrían sido captados de las
aguas de mar en el proceso de alteración. En el cua-
dro 10 se muestran análisis químicos de bentonitas
de Bajada Grande.
Estos valores caracterizan al mineral como una
bentonita sódica natural, con elevado contenido de
óxido de hierro que le confiere colores oscuros y
capacidad de intercambio catiónico elevada, siendo
el sodio el principal catión intercambiable.
De acuerdo con sus parámetros físico-químicos,
las muestras de bentonitas cumplen con los requeri-
mientos necesarios para su utilización en la industria
metalúrgica, como arenas de moldeo en actividades
de fundición. De igual manera, para su uso en la
preparación de lodos de perforación en la actividad
petrolera, los valores de reología y filtrado son ade-
cuados a las normas API (1993).
2) Área Río Colorado
Los sectores mineralizados y/o con explotacio-
nes antiguas y actuales de esta área se localizan en
el norte de la Hoja, en las inmediaciones del río Co-
lorado, tanto sobre su margen pampeana como
rionegrina, con poblaciones cercanas como 25 de
Mayo y Catriel, respectivamente. Como se expresó
más arriba, en esta zona se encuentran: a) el Sector
Catriel, b) el Sector Aguará (Río Negro) y c) el Sec-
tor Puelén (La Pampa).
a) Sector Catriel (Río Negro)
El acceso al sector de la mina Catriel y sus
estaca minas se realiza por la ruta nacional 151, en
el kilómetro 101. Se llega después de recorrer 5
km de un camino secundario que se abre hacia el
oeste. Son labores abandonadas totalmente cubier-
tas.A este sector lo conforman actualmente 11 mi-
nas, que cubren una superficie de 144 hectáreas.
Entre las concesiones se encuentran E.M. Córdoba,
Chiche, Gabito, Bachicha, la concesión original
Catriel I y otras (véase Espejo et al., 1999).
Si bien este sector ha sido explorado a juzgar
por las labores mineras abandonadas que se obser-
van, no ha tenido explotaciones económicas. Se-
gún el Área Técnica de la Dirección de Minería de
la provincia de Río Negro, se trata de bancos
bentoníticos muy delgados, afectados por fallas que
dan como resultado la discontinuidad de los mantos
explotables. La empresa Minerales Patagónicos
SRL, cuenta con yacimientos de reciente data en
esta zona, los que no están siendo explotados. Exis-
ten varios yacimientos vacantes.
Los yacimientos de este sector se localizan en
sedimentitas subaflorantes de la Formación Allen,
cubiertas por espesores variables de coluvio. Una
exploración por medio de calicatas poco profundas,
realizada por la empresa Minera José Cholino e Hi-
jos SRL, anterior concesionaria del área, detectó uno
o dos mantos subhorizontales de bentonita de color
blanquecino, menos de 0,20 m de potencia, con un
encape aproximado de 3 m y con abundante presen-
cia de yeso.
b) Sector Aguará (Río Negro)
Las pertenencias están ubicadas en el área
de la margen sur del río Colorado (Espejo et al.,
1999). Este sector se halla distante, en línea rec-
ta, 22 km al sur de la localidad rionegrina de
Catriel. El acceso se efectúa por la ruta nacional
151 a la altura del Km 111, ingresando por la pe-
queña rotonda de acceso al Yacimiento Petrole-
ro-Gasífero 25 de Mayo - Medanito (existe cartel
indicador, inmediatamente antes de antena y ca-
seta de Telefónica de Argentina), donde se acce-
de a la pasarela sobre el río Colorado, de Pérez
Companc (ex-YPF). Luego de recorrer 1,5 km,
al llegar a la Planta de Tratamiento de Crudo de
Petrobras, se desvía hacia la derecha donde un
cartel indica hacia Yacimiento Tapera de
Avendaño, tomando la ruta provincial 57. Luego
de recorrer 21 km después de haber abandonado
la ruta asfaltada, se llega a la entrada del yaci-
miento, se ingresa a la izquierda por una huella
minera de 1 km hasta la propia explotación.
Abarca 19 minas que ocupan una superficie
de 351 hectáreas. Entre ellas pueden citarse
Aguará, Sebastián, Valeria, Celinda, Caminito,
Norita, Primavera y 12 minas más, todas ellas
contiguas o muy cercanas. La empresa
concesionaria es Minera José Cholino e Hijos
SRL, quien efectúa los trabajos de explotación a
cielo abierto.
Neuquén 107
Tipo de yacimientos
La explotación se desarrolla sobre la margen sur
del río Colorado, en cercanías del puesto Avendaño
e IGM Aguará (y=5.776.728,189 x=2.611.758,189).
La característica secuencia del miembro medio
de la Formación Allen aflora en una faja que bordea
la margen derecha del río Colorado, de casi 10-12
km de extensión. En ella se presentan hasta tres ni-
veles bentoníticos, con algunas discontinuidades la-
terales por acuñamiento y hábito lenticular. Los es-
pesores se hallan entre 0,15 y 0,60 metros. En esta-
do fresco muestra color gris a gris verdoso, pero en
sectores con reducido encape estéril (1,50 a 2,00 m)
se halla alterada mostrando colores ocres a rojizos
por la presencia de distintos óxidos.
La secuencia portadora de los mantos
bentoníticos está integrada por fangolitas verde oli-
va en estado fresco y verde claro en la superficie de
los afloramientos, muy expansivas y fragmentosas.
Se intercalan niveles limo-arenosos de colores cla-
ros en forma de banquitos con espesores de 3-4 cm
o como pequeños lentes con límites difusos (flaser
bedding) muy típicos de este miembro. Hacia la
parte superior se intercalan calcáreos fosilíferos y
estromatolitos. Los espesores del conjunto que debe
ser retirado en la explotación son variables y van de
2 a 15 metros. Se observan grietas de disposición
irregular rellenas con yeso fibroso.
Según Vallés e Impiccini (1999), el sector no-
roeste del área presenta un sólo horizonte bentonítico,
con espesores de 0,40 a 0,50 m, con una cubierta
estéril de 7 metros. La bentonita fresca es de color
gris verdoso, pero impregnaciones de óxidos de hie-
rro y material carbonoso le confieren colores ocres.
En la base del estrato el material posee mayor can-
tidad de impurezas, limo y arena.
Los frentes de explotación del sector sureste tie-
nen una potencia de 17 a 18 m, con tres mantos de
bentonita intercalados, cuyos espesores varían entre 0,15
y 0,80 metros. En el yacimiento, la empresa concesionaria
identifica los siguientes mantos bentoníticos:
- Manto pesado Aguará: con una potencia que
oscila entre 0,40 y 0,50 m, reconocido en una longi-
tud de 80 m, aproximadamente.
- Manto verde claro Aguará: con potencia simi-
lar al anterior, con un promedio de 0,30 metros. Pre-
senta destapes de reconocimiento de aproximada-
mente 100 m de longitud.
Además, se han efectuado tareas de reconoci-
miento de bentonita, mediante destapes superficia-
les, con los muestreos pertinentes, determinando los
siguientes horizontes, en los cuales no se realizan
explotaciones: Manto gris Aguará, Manto superior
Aguará, Manto R-6 Aguará y Manto Aguará.
Cuadro 10. Análisis químicos de bentonitas de Bajada Grande, según Vallés e Impiccini (1999). Donde: P.P.C.: pérdida por calci-
nación.
Nº de muestra M30 L2 C6 C8
*
P.P.C (g / 100g) 5,30 5,08 12,06 4,80 6,55
SiO
2
(g / 100g) 56,50 59,70 56,60 59,10 62,52
Al
2
O
3
(g / 100g) 24,10 24,20 16,00 22,20 18,33
Fe
2
O
3
(g / 100g) 3,80 4,00 6,00 5,60 5,23
CaO (g / 100g) 1,65 0,70 1,47 1,20 0,44
MgO (g / 100g) 3,63 2,92 1,27 2,16 2,58
Na
2
O (g / 100g) 2,95 3,00 4,04 4,30 2,87
K
2
O (g / 100g) 0,70 0,40 0,15 0,60 0,45
TiO
2
(g / 100g) 0,72
MnO (g / 100g) 0,15
P
2
O
5
(g / 100g) 0,07
SO
3
(g / 100g) 0,07
As (µg/g) 5,00
* Corresponde a un análisis químico del CIPROMIN (1999)
108 Hojas Geológicas 3969-II
Mineralización
Las bentonitas son del tipo sódicas naturales, muy
puras, compuestas por una fracción arcillosa
esmectítica (menor a 2 micrones), que oscila entre
95 y 99 %, de la cual la montmorillonita es su com-
ponente casi exclusivo. Como impurezas se obser-
va: feldespato, cuarzo, zeolitas y yeso. Muestran ele-
vadas capacidades de intercambio catiónico (C.I.C.)
entre 88 y 108 meq/100 gr. Por lo general son neu-
tras a ácidas (hasta pH 5,27). Poseen un área su-
perficial muy elevada que en algunos casos llega a
940 m2/g. Por su pureza y bajo filtrado se las utiliza-
ba para lograr las especificaciones API (1993), en
uso para lodos de perforación, en plantas que em-
plean como base principal las bentonitas terciarias
del departamento Zapala. Actualmente la empresa
concesionaria lo muele y comercializa en su planta
de Puelén, La Pampa.
Estudios específicos realizados sobre bentonitas
de este sector (Vallés e Impiccini, 1999) permiten
caracterizar al mineral como una bentonita sódica
natural, con elevado contenido de óxido de hierro
que le confiere colores oscuros y capacidad de in-
tercambio catiónico elevada, siendo el sodio el prin-
cipal catión intercambiable. De acuerdo con sus
parámetros físico-químicos, algunas muestras de
bentonitas cumplen con los requerimientos necesa-
rios para su utilización en la industria metalúrgica,
como arenas de moldeo en actividades de fundición.
De igual manera, para su uso en la preparación de
lodos de perforación en la actividad petrolera, los
valores de reología y filtrado son cumplidos en algu-
nas muestras. Los yacimientos del área se encuen-
tran en explotación desde el año 1983 y mantuvie-
ron la actividad en forma continua hasta el año 1997,
para seguir en forma esporádica desde el año 1998
hasta la actualidad.
c) Sector Puelén (La Pampa)
Se accede desde la localidad pampeana más
cercana, que es 25 de Mayo, por la ruta provincial
23 asfaltada, dirigiéndose hacia el sur en dirección a
Colonia Chica por 21,2 km, donde se ingresa a la
izquierda por un camino enripiado y que es el acce-
so al Yacimiento Petrolero-Gasífero 25 de Mayo-
Medanito SE. Luego de 7 km se arriba al acceso del
yacimiento de yeso La Fragata y, continuando por 4
km más, se llega a la batería petrolífera Nº 4. Ya en
zona netamente petrolera y siguiendo aproximada-
mente 3 km el camino que conduce a la planta de
Pérez Companc, se llega al acceso del yacimiento
Islas Malvinas, el cual está debidamente señalizado.
Se recorren unos 1800 m para llegar al área de ex-
plotación y sector donde se ha montado la planta de
molienda.
Los yacimientos donde se lleva a cabo la actividad
extractiva que provee de mineral bentonítico a la planta
de molienda se hallan localizados en la margen norte
del río Colorado, en el departamento Puelén, distantes
28 km al sudsudoeste de la localidad pampeana de 25
de Mayo y en proximidades de Colonia Chica.
De acuerdo con el Padrón Minero del año 1996,
de la Dirección de Minería de la provincia de La
Pampa, los yacimientos de bentonita del área Río
Colorado-Puelén, con titularidad de Minera José
Cholino e Hijos SRL son los siguientes: Andrés,
Andrea, Aracelli, Carolina, Darío, Isabel, Islas
Malvinas I, Malvina III, María Marta, Marianella,
Marina, Martín Fierro, Río Colorado, Santa Rosa,
Verónica, 25 de Mayo y Virginia.
En el área también existe una concesión a nom-
bre de Minerales de La Pampa, empresa vinculada
a la anterior y que se denomina Perito Moreno. En
conjunto cubren una superficie de 180 hectáreas.
La planta de tratamiento de las bentonitas (molien-
da) que posee Minera José Cholino e Hijos SRL está
localizada en un predio contiguo a las concesiones
de Islas Malvinas I y Martín Fierro.
En el sector de la explotación, la característica
secuencia del miembro medio de la Formación Allen
se encuentra aflorante en una faja que bordea la
margen norte del río Colorado por casi 9 km de ex-
tensión, en sentido nordeste-sureste, y que no es más
que la continuación del área rionegrina de Aguará,
de la que se halla separada por el amplio valle del río
mencionado. En ella se presentan hasta tres niveles
bentoníticos, con algunas discontinuidades laterales
por acuñamiento y hábito lenticular. Los espesores
están hallan comprendidos entre 0,15 y 0,60 metros.
Tipo de yacimientos
En un relieve subhorizontal se advierte un labo-
reo con un frente irregular a cielo abierto con hasta
10 m de altura, donde se puede observar una sobre-
carga de espesor variable entre 5 y 14 m compuesto
por fangolitas gris oliva con intercalaciones de arenis-
cas con presencia de óndulas. En la parte superior de
la secuencia son frecuentes los nódulos de carbón.
Se distinguen tres niveles con bentonita, de los
cuales el que se explota y exhibe mayor espesor es
el inferior, con 0,50 a 0,60 metros. Se ven sectores
Neuquén 109
donde la bentonita tiene tonalidades gris claro a blan-
quecino, mientras que en otros es de color ocre. En
todos los casos su hábito es tabular y se apoya sobre
un estrato de arena gruesa guijarrosa de 0,45 m, con
ondulitas de marea.
Según lo observado en este sector, habría una
inclinación homoclinal muy suave, de 1º ó 2º hacia el
nordeste. Esta magnitud no es fácil de apreciar a
simple vista en los frentes de explotación, pero es
perfectamente deducible sobre la base de la posi-
ción de los sedimentos en los amplios afloramientos
de la región, tanto en el sector rionegrino como
pampeano. El banco de bentonita sigue esta inclina-
ción estructural, advirtiéndose fallamiento y despla-
zamiento vertical. Por lo tanto, se deduce que du-
rante el lapso transcurrido entre el Cretácico supe-
rior y la actualidad, el área sólo se vio sometida a
basculamiento de conjunto, y a movimientos dife-
renciales de bloques de escasa magnitud que se po-
nen de manifiesto en el yacimiento de bentonita La
Pampa, contiguo a Islas Malvinas en la provincia de
La Pampa, en los yacimientos de bentonita del Km
100 en la provincia de Río Negro y en la reciente
explotación del lago Pellegrini, denominada Breyita.
Mineralización
El mineral arcilloso que compone estas bentonitas
es una esmectita del tipo montmorillonita y se esti-
ma que compone entre el 95 y 99 % de las mismas.
Como minerales accesorios se observa cuarzo,
feldespato, clastos líticos, cristobalita, trizas de vi-
drio y yeso, que se hallan entre un 2 y un 5 %. En el
cuadro 11 se muestran análisis químicos de bentonitas
del sector Puelén.
En algunos sectores, los contenidos de óxidos
de hierro son menores y dan colores blanquecinos.
Esta calidad ha sido separada en muchas ocasiones
durante la explotación para usos especiales.
De acuerdo con sus parámetros físico-químicos,
estas bentonitas cumplen con los requerimientos
necesarios para su utilización en la industria meta-
lúrgica, como arenas de moldeo en actividades de
fundición y para su uso en la preparación de lodos
de perforación en la actividad petrolera. También se
la comercializa al mercado brasileño como suavi-
zante de jabón en polvo.
En general son bentonitas de alta cristalinidad,
con un pH neutro o ligeramente ácido, filtrados que
en pocos casos superan los límites de tolerancia
máximos (15 ml). El hinchamiento siempre se en-
cuentra por arriba de los valores mínimos exigidos.
Los yacimientos del área se encuentran en ex-
plotación desde el año 1989, continuando la misma
en forma ininterrumpida hasta la actualidad. Duran-
te el año 1998 se extrajo una cantidad cercana a
7000 toneladas. Hasta el año 2004, el total extraído
de mineral en bruto fue de 70.000 toneladas.
3) Área Alto Valle
a) Sector al norte de J.J. Gómez
Desde General Roca se accede partiendo de
la rotonda de la ruta nacional 22 y Avenida Roca
en dirección a Cipolletti, hasta el cruce situado en
cercanías de la localidad de Guerrico, donde, 500
m antes del mojón que marca el Km 1185, se indi-
ca a la derecha el acceso a la Estación de Bom-
beo Allen de la empresa OLDELVAL. Desde allí
deben recorrerse 6,4 km hacia el norte, llegándo-
se a la entrada de los yacimientos pertenecientes
a Minera José Cholino e Hijos SRL (La Planta,
Choli y Marito). Continuando 1,4 km más se llega
a Carolina I, que proveía mineral a la planta de
molienda de la localidad de Padre A. Stefenelli
(véase Estudios y Servicios de Geología y Mine-
ría SRL, 1982).
Tipo de yacimientos
En conjunto, las empresas mencionadas en el
párrafo anterior cubren 129 hectáreas, con los ya-
cimientos Morales I, Carolina I, La Planta, Choli
y Marito. Todos ellos se hallan incluidos dentro de
la sección media de la Formación Allen, constitui-
da por arcilitas típicas por su color verde-oliva,
fragmentosas y muy expansivas, con
intercalaciones lenticulares de arenisca y mate-
rial piroclástico.
La principal explotación, se realizaba en el ya-
cimiento Carolina I, que presenta tres niveles pro-
ductivos. El inferior, de 0,30 a 0,40 m, es utilizado
mayormente para la industria metalúrgica, mien-
tras que el medio, de 0,50 m, y el superior, de 0,25
a 0,30 m, son empleados principalmente en prepa-
ración de lodos de perforación. Actualmente se halla
inactiva.
Los yacimientos La Planta, Choli y Marito pre-
sentan 2 niveles explotables entre 0,30 a 0,40 m,
mientras que Morales I exhibe un nivel productivo
de 0,40 a 0,50 m de espesor. En el cuadro 12 se
ejemplifican análisis de bentonitas del sector ubica-
do al norte de J.J. Gómez.
110 Hojas Geológicas 3969-II
Mineralización
El mineral bentonítico está compuesto por una
fracción arcillosa (menor a 2 micrones) que oscila
entre el 94 y 99 %, de la cual la montmorillonita es
su componente casi exclusivo. Como impurezas se
observan feldespato y cristales de cuarzo, siendo
menos frecuentes las zeolitas y el yeso. En cuanto a
su génesis, es la misma que para todo el distrito.
De acuerdo con sus parámetros físico-químicos,
las muestras de bentonitas cumplen con los requeri-
mientos necesarios para su uso en la industria meta-
lúrgica, como arenas de moldeo en actividades de
fundición. De igual manera, para su utilización en la
preparación de lodos de perforación en la actividad
petrolera, los valores de reología y filtrado son ade-
cuados a las normas API (1993).
b) Sector al norte de Allen
Al norte de la localidad de Allen existen otros
yacimientos de bentonita cuyo propietario es Cemen-
to San Martín SA, a los cuales se accede partiendo
de la ciudad mencionada. Se recorren 10 km hacia
el norte por el camino que conduce a las canteras de
yeso. Al llegar a la picada que corre junto al ga-
soducto se toma hacia el oeste y a 5 km se llega a la
zona de los yacimientos.
De acuerdo con el Padrón Minero del año 2002,
de la Dirección de Minería de la provincia de Río
Negro, los yacimientos de bentonita con titularidad
de Cemento San Martín SA, son los siguientes: Ana
María, Allen, Norma Mirta, Liliana y María Elvira.
Los expedientes cubren una superficie de 696
has en conjunto, distribuyéndose de la siguiente ma-
nera: Norma Mirta (276 ha.), Allen (60 ha.), Liliana
(60 ha), María Elvira (252 ha.), Apolo (12 ha.) y
Ana María (36 ha.), todas en terrenos de propiedad
de la empresa.
Tipo de yacimientos
Todos los yacimientos mencionados se hallan
incluidos dentro del Miembro medio de la Forma-
ción Allen (véase Cap. 2, Estratigrafía). La principal
explotación se realiza actualmente en el yacimiento
Norma Mirta, el cual presenta un nivel productivo
de 0,30 a 0,40 m, limitado en base y techo por arci-
llas y yeso respectivamente. El mineral es de colo-
ración gris verdosa con pátinas rojizas de óxidos.
El mineral bentonítico está compuesto por una
fracción arcillosa (menor a 2 micrones) que oscila
entre el 94 y 99 %, de la cual la montmorillonita es
su componente casi exclusivo. Feldespato y crista-
les de cuarzo son las principales impurezas, en tanto
que las zeolitas y el yeso son menos frecuentes. Su
génesis es semejante a todo lo expresado anterior-
mente.
La producción del único yacimiento activo y que
se mencionara anteriormente, fue de aproximada-
mente 1640 t anuales para el año 1998 y 1060 t para
el año 2000. Actualmente se halla paralizada. La
empresa no posee planta de tratamiento.
4) Área Cerro Bayo - El Caracol (Añelo - Neuquén)
El acceso al distrito de las bentonitas cretácicas
del departamento Añelo se realiza desde la localidad
neuquina San Patricio del Chañar por la ruta provin-
cial 7, hasta el cruce con la ruta provincial 8 que
conduce a Rincón de los Sauces. Tomando la mis-
ma y luego de transitar 60 km al norte, se llega al
sector de explotación bentonítica sector sur y 15 km
más al norte se halla el sector septentrional.
En estos yacimientos es donde se han llevado a
cabo las extracciones más antiguas de mineral
bentonítico de la provincia del Neuquén, ya que se
registraron laboreos desde hace más de 50 años.
Están localizados en una zona constituida por aflo-
ramientos de la Formación Allen que conforman una
faja elongada norte-sur desde El Caracol hasta el
cerro Bayo.
Dentro de la presente Hoja, los yacimientos de-
nunciados son: Alfil, Asunción, Osmio, Circón, Añelo,
Oro, Arturo I, Soli, La Cuenca Añelo, La Herminia,
P.P.C. (g / 100g) 6,20 %
SiO
2
(g / 100g) 63,00 %
Al
2
O
3
(g / 100g) 19,10 %
Fe
2
O
3
(g / 100g) 4,60 %
CaO (g / 100g) 0,20 %
MgO (g / 100g) 2,83 %
Na
2
O (g / 100g) 3,30 %
K
2
O (g / 100g) 0,50 %
Cuadro 11. Análisis químicos de bentonitas del sector Puelén
(La Pampa), según Vallés e Impiccini (1999). Donde: P.P.C.:
pérdida por calcinación.
Neuquén 111
La Milagrosa, Barreal, Azurita, Asunción, Yanquetruz,
Paine, Pincen, Ingrinita, El Corte y Pichiruca. Entre
las empresas concesionarias se encuentran Bentosur
SA, Veronesi, Nicanor C. Ceballos y otros. Los yaci-
mientos localizados en la zona de El Caracol están
dentro de la Hoja 3769-IV, Catriel.
En los últimos años las explotaciones han sido
discontinuas, y se han mantenido sin explotaciones o
con extracciones reducidas, como la realizada en el
año 2001 para muestra industrial.
Tipo de yacimientos
Los yacimientos bentoníticos se distribuyen se-
gún un área elongada, orientada en sentido norte-
sur de aproximadamente 25 km de longitud y 1 a 5
km de ancho, que coincide con el sector de aflora-
mientos de la Formación Allen. Se extiende desde el
sitio denominado Barranca del Palo hasta la mina de
rafaelita La Escondida.
En el yacimiento Alfil, los afloramientos tienen
una disposición subhorizontal a horizontal, donde los
mantos bentoníticos son fácilmente distinguibles por
sus colores más claros, como verde claro, gris ver-
doso y blanco. Algunos sectores tienen colores roji-
zos a ocre oscuro por la presencia de óxidos de hie-
rro. El mineral tiene aspecto ceroso y fractura
concoidea.
Los espesores de los bancos bentoníticos va-
rían entre 0,20 y 0,70 metros. Los niveles
mineralizados más potentes muestran en general
formas tabulares, de gran extensión areal, a dife-
rencia de los menos espesos que son lenticulares.
En las capas mineralizadas a bentonita se obser-
van pequeños lentes u “ojos” de piroclastitas no
alteradas.
La explotación del mineral se halla limitada a
zonas de lomadas bajas ya que, la espesa sobrecar-
ga que lo suprayace, en algunos casos llega hasta 40
metros.
Mineralización
Estudios realizados por Vallés e Impiccini (1996)
mediante Rayos X, indican que el mineral bentonítico
está compuesto por una esmectita que en promedio
es del 95 %, acompañada principalmente por
plagioclasa, cuarzo y yeso. En cuanto a su génesis
se pueden aplicar los conceptos vertidos anterior-
mente. En los cuadros 13 y 14 se resumen caracte-
rísticas y análisis químicos de las bentonitas del área
Cerro Bayo - El Caracol.
Los valores expresados en los cuadros prece-
dentes caracterizan al mineral como una bentonita
sódica natural y capacidad de intercambio catiónico
elevada, siendo el sodio el principal catión intercam-
biable, aunque también se halla como sal soluble.
Como minerales acompañantes se encuentran prin-
cipalmente cuarzo y feldespato. Es frecuente calci-
ta, yeso y zeolitas, entre otros.
Poseen alto grado de tixotropía formando geles
muy rígidos y un alto poder de hinchamiento que ha
llegado en algunos a 77 mililitros.
De acuerdo con sus parámetros físico-químicos,
estas bentonitas cumplen con los requerimientos
necesarios para su utilización en la industria meta-
lúrgica, como arenas de moldeo en actividades de
fundición. Para su uso en la preparación de lodos de
perforación en la actividad petrolera se deben mez-
clar con otras bentonitas para mejorar valores que
no son óptimos, como el alto filtrado y viscosidad
elevada, además de punto de fluencia fuera de nor-
mas, con valores muy alejados de los parámetros
permitidos, como consecuencia del pH francamente
ácido.
Cuadro 12. Análisis de bentonitas para fundición y petróleo
del sector situado al norte de J.J. Gómez, según Yañez et al.
(1996). Donde: P/: para; S/: según; RCV: resistencia a la
compresión en verde; RCS: resistencia a la compresión en
seco; RTH: Resistencia a la tracción en húmedo; L 300 Rpm:
Lectura Viscosímetro Fann a 300 rpm; L 600 Rpm: Lectura
Viscosímetro Fann a 600 rpm.
P/fundición S/Normas ABIFA - CEMP (1990)
Humedad 8-12 %
Hinchamiento 40 ml/2g
Granulometría M 70 99,80%
Granulometría M100 98%
Granulometría M200 82%
Azul de metileno TA 65 ml/0,5 g
Azul de metileno 550ºC 45 ml/0,5 g
Compactibilidad 50
RCV 1300 g/cm
2
RCS 2800 g/cm
2
RTH 28 g/cm
2
P/Petróleo Según normas A.P.I. (1993)
Humedad 10 % máx.
Tamizado seco M50 100%
Tamizado seco M100 95%
Reología :
L 600 Rpm 33 min
L 300 Rpm
Viscosidad aparente (VA) 15 mín.cps
Viscosidad plástica (VP) 5 mín. cps
Punto de fluencia (PF) 40 lib/100ft
2
Filtrado A.P.I. 12,5cm
3
máx.
112 Hojas Geológicas 3969-II
Distrito de bentonitas terciarias
Las manifestaciones bentoníticas de este distri-
to se encuentran en las provincias del Neuquén y
Río Negro, siendo más importantes las localizadas
en el área neuquina de Barda Negra - Cerro Bande-
ra, actualmente en explotación, dentro de las Hojas
geológicas Picún Leufú (Leanza y Hugo, 1997) y
Zapala (Leanza et al., 2001). Herrero y Donnari
(en Leanza y Hugo, 1997) ubicaron a estos yaci-
mientos en la Formación Cerro Bandera, por debajo
de la Formación Collón Curá.
De acuerdo con las relaciones estratigráficas y
paleontológicas, Leanza y Hugo (1997),
correlacionaron las sedimentitas epi-piroclásticas de
la Formación Cerro Bandera con la Formación
Chichinales aflorante en el valle medio del río Ne-
gro.El distrito de bentonitas terciarias en la Hoja
Neuquén se sitúa en el departamento Añelo y se
ubican estratigráficamente en la parte basal de la
Formación Chichinales. Las mismas se originaron
como consecuencia de fenómenos regionales de
volcanismo explosivo que generaron enormes nubes
de partículas, que se depositaron alejadas de sus fuen-
tes en paleorrelieves elaborados en unidades más
antiguas, dando lugar a depósitos de caída y a sedi-
mentos epi-piroclásticos como consecuencia de la
reelaboración de aquellos, con espesores muy va-
riables. Estos depósitos, preservados y transforma-
dos mediante procesos de neoformación
epigenéticos, dieron lugar a la constitución acumula-
ciones explotables de bentonitas.
Tipo de yacimientos
El acceso al distrito de las bentonitas terciarias
del departamento Añelo se realiza desde la localidad
neuquina San Patricio del Chañar por la ruta provin-
cial 7, hasta el cruce con la ruta provincial 8 que
conduce a Rincón de los Sauces. Luego de transitar
24 km al norte, se toma por huella minera hacia el
oeste por 7,5 km más, hasta llegar al sector mencio-
nado de explotación bentonítica, que se halla inclui-
da en la sección basal de la Formación Chichinales,
de edad miocena inferior a media y de origen conti-
nental.
El yacimiento donde se llevó a cabo una extrac-
ción incipiente del mineral bentonítico está localizado
en el establecimiento de campo denominado Pozo
Cavado, en cercanías del IGM Bajada de la Tordilla.
De acuerdo con el Padrón Minero del año 2001, de la
Dirección de Minería de la provincia del Neuquén,
existe una única concesión que se denomina Don
Alfredo, cuyo concesionario es Mario Caballaro y data
del año 1977. Tiene una superficie de 6 hectáreas.
Cuadro 13. Características de las bentonitas de la región de Cerro Bayo-El Caracol, según Vallés e Impiccini (1996) (modifica-
do). Donde, Lec Fann: Lectura Viscosímetro Fann en revoluciones por minuto (r.p.m.); V. P.: viscosidad plástica en centipoise
(cps); P.F.: punto de fluencia; Filt.: filtrado; Hinch. : hinchamiento; CIC: capacidad de intercambio catiónico; R.C.V.: resistencia a la
compresión en verde en kg/cm2; R.C.S.: resistencia a la compresión en seco; (A) y (B) Puesto Rebolledo, (C) Mina Arturo, (D)
zona El Caracol.
REOLOGÍA según norma API, 1993 Ensayos físicos para fundición
Lec Fann V.P. P.F. Filt. Hinch. CIC Impurezas R.C.V. R.C.S.
600 300 lb % pH
r.p.m. r.p.m. cps 100 pies
2
ml ml (meq/100g) En # 200 kg/cm
2
kg/cm
2
Min 30 Min
5
Min. 10
Max. 50;
Max. 3xV.P
Max.
15
Min
30 Max. 2,5
Min.
1.12
Min.
2.00
A) 254 240 14,0 226,0 12,0 77 98 1,1 0,88 2,09 4,9
B) 100 84 16,0 68,0 13,0 51 108 2,0 0,67 1,36 4,7
C) 32 27 5,0 22,0 15,0 30 83 2,8 0,94 1,99 4,9
D) 74 67 7,0 60,0 15,0 42 90 1,2 0,83 1,52 4,7
Neuquén 113
En el yacimiento Don Alfredo, los recursos
bentoníticos potencialmente explotables correspon-
den a sectores de los niveles tobáceos donde la alte-
ración a arcillas esmectíticas ha sido más intensa.
Como consecuencia de lo irregular de los procesos
de argilitización y los diferentes grados de afecta-
ción del material original, los cuerpos bentoníticos
son irregulares en extensión y espesor.
En el área de este yacimiento es donde se ob-
serva el principal afloramiento que cubre una super-
ficie aproximada de 35.000 m2, donde se han medi-
do en algunas calicatas potencias de 7 y 2,50 m sin
llegar al piso de los niveles tobáceos.
Mineralización
Estudios realizados por Vallés e Impiccini (1996)
mediante Rayos X, indicaron que el mineral
bentonítico promedio está compuesto por una frac-
ción arcillosa que oscila entre el 76 y 83 % del total.
El resto del material corresponde principalmente a
limos con una proporción entre 14,5 y 20,4% y el
resto a arena fina. En el cuadro 15 se exponen la
mineralogía y granulometría de bentonitas del yaci-
miento Don Alfredo.
Dentro de los minerales no arcillosos se obser-
van cristales de plagioclasa y trizas vítreas angulosas
e incoloras. Menos frecuentes son cuarzo y calcita.
Acompañan zeolitas, yeso, cristobalita, fragmentos
líticos, hornblenda, minerales opacos, chert, mica y
apatita.
En todas las muestras, los estudios de DRX de-
muestran la presencia de un importante componen-
te esmectítico, como estratificado con fases de illita/
esmectita presentes.
En cuanto a su génesis, los pasajes transicionales
de roca fresca a intensamente argilitizada, señalan
que las arcillas son de neoformación y por altera-
ción in situ de la roca original.
Existen pruebas del origen volcánico de los ma-
teriales originales, como lo denotan ciertas caracte-
rísticas de los minerales que acompañan a las arci-
llas, a saber:
· Presencia de trizas vítreas relícticas
· Zonación de las plagioclasas
· Índice de refracción del vidrio
Las características de las bentonitas de esta re-
gión fueron tratadas por Vallés e Impiccini (1996).
El mineral se clasifica como una arcilla bentonita
sódica natural, y capacidad de intercambio catiónico
elevada, siendo el sodio el principal catión intercam-
biable.
De acuerdo con sus parámetros físico-químicos,
estas bentonitas cumplen con algunos de los reque-
rimientos necesarios para su uso en la industria me-
talúrgica, como arenas de moldeo en actividades de
fundición. No cumplen en general con la resistencia
en seco, con la estabilidad térmica ni con el hincha-
miento, que se encuentran por debajo de los límites
exigidos
Para su utilización en la preparación de lodos de
perforación en la actividad petrolera se deben mez-
clar con otras bentonitas para mejorar valores que
en su estado natural no son óptimos, como el alto
Cuadro 14. Análisis químicos de las bentonitas de la región de Cerro Bayo- El Caracol según, Vallés e Impiccini (1996). Donde:
(A) y (B) Puesto Rebolledo, (C) Mina Arturo, (D) zona El Caracol.
A B C D
SiO
2
(%) 57,00 58,00 57,50 57,50
Al
2
O
3
(%) 23,20 20,20 21,60 23,70
Fe
2
O
3
(%) 4,00 5,20 4,40 4,10
Na
2
O (%) 2,70 4,10 3,20 3,80
CaO (%) 1,67 1,00 1,20 0,50
MgO (%) 3,40 1,70 2,90 3,60
K
2
O (%) 0,60 0,50 0,80 0,60
P.P.C. (%) 5,60 6,50 7,90 6,80
114 Hojas Geológicas 3969-II
filtrado y la baja viscosidad Fann a 600 r.p.m. y pun-
to de fluencia. El pH es neutro a levemente alcalino.
Las razones principales que limitan su aptitud
son el bajo contenido de arcillas respecto de otros
minerales y la presencia del componente illítico en la
fracción arcillosa.
Diatomita
Dentro de la Hoja se halla una única manifesta-
ción de este mineral, denominada Alicia, que tiene
como referencia más importante, en el área
nordpatagónica, a los depósitos ubicados en el distri-
to de diatomitas de Ingeniero Jacobacci (Caba y
Dalponte, 1999).
Manifestación Alicia
La manifestación Alicia se localiza aproximada-
mente a 30 km al SE de Colonia 25 de Mayo, en el
sudoeste de la provincia de La Pampa, en el depar-
tamento Puelén. Según Rimoldi y Silva Nieto (1999),
en el Mapa Geológico de la provincia de La Pampa
se encuentra en el cerro de la Barda, asignado con
el número 7. Se sitúa dentro de una zona que tiene
reservas comprobadas para soportar una explota-
ción continua durante más de 50 años, considerando
para dicho cálculo un valor hipotético máximo para
el mercado argentino de 5000 t anuales.
Godeas et al. (1999), dentro de los yacimientos
de diatomita de la provincia de La Pampa, señalaron
para el yacimiento El Dique 350.000 t medidas, la
misma cifra que ha sido señalada por Gaillardou
(1987) para Alicia.
La existencia de los afloramientos diatomíticos es
mencionada en el Inventario Integrado de los Recur-
sos Naturales de la provincia de La Pampa realizado
por el INTA y la Universidad Nacional de La Pampa
en el año 1980. Posteriormente, el Consejo Federal
de Inversiones, a instancias del gobierno de la provin-
cia de La Pampa efectuó una asistencia técnica eva-
luando y cuantificando los yacimientos que afloran en
el sudoeste pampeano, dentro de los departamentos
Puelén y Cura Có (véase Gaillardou, 1987).
Posteriormente, Lorenz (2000) formalizó un
acertado diagnóstico de las diatomitas pampeanas
en el marco de una cooperación geológica argenti-
no-alemana sobre el potencial minero de la provin-
cia de La Pampa. No se registran explotaciones
desde su concesión.
La unidad portadora es la Formación El Sauzal,
que regionalmente está constituida principalmente por
areniscas cuarzosas de grano medio a finas, con
intercalaciones de limos y arcillas rojizas y verdosas
de escaso espesor, cubiertas por una capa de con-
glomerado clasto sostenido con cemento carbonático.
Los afloramientos del mineral diatomítico se pue-
den distinguir a más de 10 km de distancia por su
color blanquecino, sobre la antigua barranca del río
Colorado, en su margen izquierda. Todo el conjunto
presenta una inclinación de 5º al SE, que contrasta
con el plano horizontal de la superficie de la meseta
en cuya base se desarrolla.
Si bien puntualmente el banco diatomítico pre-
senta una morfología tabular, rápidamente se hace
lenticular, disminuyendo su espesor hacia el ponien-
te, mientras que hacia el este, se pierde con su espe-
sor completo, bajo sedimentos coluviales.
Los niveles de diatomitas tienen una extensión
lateral de 1,2 km, con potencias que llegan a un máxi-
mo de 5 m y encapes de estéril que varía de 0 a 8-10
metros.
Muestra Nº 0417 0218 0317 1117 0717 0519 0119 1017 0917 1217
Filosilicatos 78 76 83 83 76 72 81 76 80 71
Feldespatos 14 13 12 12 19 12 11 18 12 22
Cuarzo 3 4 3 2 4 2 2 2 3 3
Yeso 1 2 <1 <1 8 2 <1 <1
Calcita 2 4 2 1 6 4 3 4 2
Zeolitas 1 <1 <1 2 1 1 1
Arcilla 71 77 83 73 43
Limo 22 20 15 18 46
Arena 7 3 2 9 11
Cuadro 15. Mineralogía y fracciones granulométricas del yacimiento Don Alfredo, según Vallés e Impiccini (1996).
Neuquén 115
La estructura sedimentaria predominante es la
estratificación laminar, mientras que en los paquetes
de conglomerados superiores se encuentran arenis-
cas de grano fino con estratificación entrecruzada
en artesa. Todo el conjunto representa un ciclo de
sedimentación granocreciente
El perfil se inicia con 2,50 m de arcilitas de color
rosado compactas en la base, cuyo piso no se obser-
va por encontrarse cubierto. Poseen estructura lami-
nar muy fina con bandeamiento por diferencias te-
nues de color. Por encima se ven 3 m de arcilitas
rosadas bien estratificadas en forma laminar, muy
friables, con abundantes intercalaciones de yeso cris-
talino. Siguen arcilitas verde claro por otro metro más,
con impregnaciones de óxidos de hierro. A continua-
ción se desarrollan los 5 m de depositación diatomítica
que presentan una pequeña guía de yeso cristalizado
que separa un banco inferior de uno superior, tal como
se ha muestreado en este caso. Ambos bancos están
impregnados por óxidos de hierro, son muy livianos,
de color blanco grisáceo, con estratificación laminar
muy fina que cuando el mineral se seca a la intempe-
rie produce láminas tipo hojas de libro. Un metro an-
tes del remate del banco diatomítico, se halla un pe-
queño estrato tabular de una tufita gris clara, dando
muestra de actividad volcánica regional, ciclos a los
que invariablemente se relacionan las manifestacio-
nes de éste mineral. Hacia arriba, la depositación de
las diatomitas se corta por la aparición de sedimentos
epiclásticos finos. La granulometría se hace cada vez
más gruesa y el perfil luego de 6 m de depositación
arenosa remata con camadas de conglomerados típi-
cos cementados con carbonato.
En los afloramientos del mineral se observa una
costra de origen salino que le confiere tonalidades
grisáceas y que es común en áreas con
mineralización de yeso.
Mineralización
Dentro de la composición mineralógica se encuen-
tra, como constituyente principal un mineral amorfo
de origen orgánico (normalmente ópalo) que corres-
ponde a los frústulos de las diatomeas. Como minera-
les accesorios se hallan cuarzo, yeso, albita, esmectita
y halita. En el cuadro 16 se muestran análisis quími-
cos de diatomitas de la manifestación Alicia.
Yeso
El yeso dentro del ámbito de la Hoja Neuquén
ostenta características disímiles según se trate de
secuencias evaporíticas pertenecientes a la Forma-
ción Allen o a la Formación Roca. Las concesiones
por yeso se encuentran distribuidas principalmente
al este del lago Pellegrini y sobre el flanco septen-
trional del gran valle del río Negro. Los afloramien-
tos de este mineral se pierden por debajo de
sedimentitas que conforman la meseta que se desa-
rrolla más al norte y finalmente se hacen evidentes
por razones topográficas, en ambos flancos del valle
del río Colorado.
El acceso a los yacimientos que se mantienen
en explotación, como los situados al norte de J.J.
Gómez, se realiza por la ruta nacional 22, ingresan-
do en dirección al norte por el camino consolidado
que conduce a la planta de bombeo del oleoducto de
OLDELVAL. De allí hacia el norte siguiendo por el
camino que bordea el oleoducto se llega fácilmente
a las canteras Lucía (que es la más alejada), Don
Eugenio, Loma Negra y Dan Vic.
Angelelli et al. (1976) dieron cuenta del desta-
cado lugar que ocupaba la región Patagonia-
Comahue con relación a la explotación nacional de
sulfato de calcio bihidratado, indicando un 35 % como
el aporte a la producción nacional, que en definitiva
se realizaba casi en su totalidad desde la provincia
de Río Negro, más precisamente del sector que se
representa en esta Hoja. Según datos de los autores
arriba citados, la producción para el quinquenio 1967-
1973 osciló entre 100.000 a 140.000 t anuales.
En el Informe Económico y Caracterización de
Yeso de la provincia de Río Negro (véase Espejo et
al., 1999), se muestra un cuadro de producción de
yeso destinado a la industria de la construcción para
la década 1990-1999, con valores que oscilan entre
30.000 y 100.000 t anuales, siempre con mineral ori-
ginado en explotaciones dentro de la zona tratada
por este trabajo. Durante los últimos años (1998-
2001), las producciones conjuntas de las empresas
que operan en este sector totalizaron en promedio
las 180.000 t anuales. Recientemente, para el año
2004, la producción fue de 337.000 t, según datos
aportados por la Delegación Alto Valle de la Direc-
ción General de Minería e Hidrocarburos.
1) Yeso de la Formación Allen
Los afloramientos de yeso atribuidos a la For-
mación Allen tienen una mayor distribución que los
correspondientes a la Formación Roca, llegando a
sobrepasar el límite norte de la Hoja. Al respecto,
Andreis et al. (1974) señalaron que el yeso del miem-
bro superior de la Formación Allen, por su extensión
116 Hojas Geológicas 3969-II
regional puede ser considerado como un buen ele-
mento de correlación, conjuntamente con las calizas
grises macizas. Los bancos de yeso que se han ob-
servado en canteras no trabajadas en la actualidad,
denotan procesos evaporíticos discontinuos, con pe-
queñas interrupciones representadas por finos es-
pesores de sedimentos epiclásticos laminares que
impurifican el paquete y dan su característica prin-
cipal, como es su carácter estratificado.
Al NE de la localidad de General Roca, el yeso
es de color gris blanquecino y de hábito nodular, por
lo general existe alternancia de bochones de yeso
blanco con espesores de yeso fibroso de hasta 12
cm de potencia, las fibras son perpendiculares a la
estratificación. Los espesores explotables pueden
llegar hasta 4 m, pero en todos los casos se hallan
integrados por una sucesión de estratos centimétricos
de yeso cristalino, con finas intercalaciones de ma-
terial arcilloso de color verde o negro y carbonatos
grises a ocres que dificultan su posterior procesa-
miento.
Canteras situadas al norte de J.J. Gómez y
General Roca
La cantera ubicada al norte de General Roca,
se halla inmediatamente el este de la ruta provincial
asfaltada 6, y a 8 km al norte por esta misma ruta,
partiendo de la rotonda del cruce con la ruta nacio-
nal 22. Se localiza sobre la ladera norte de una ele-
vación que se extiende en sentido este-oeste, entre
las cotas 330 y 340 m sobre el nivel del mar.
Por otro lado, a la cantera situada 7 km al NNO
de J.J. Gómez se accede desde la ruta Chica, to-
mando por el camino que conduce a la planta de
bombeo de OLDELVAL, por 6 km, e ingresando a
la derecha hasta llegar a un antiguo campamento de
la cantera que está a continuación. Ambas canteras
se encuentran inactivas y se hallan dentro de terre-
nos propiedad de Cía. Corral M.I.C.S.A.
Canteras Don Enrique y otras situadas al sur
del río Colorado
Al área de Don Enrique, perteneciente a la em-
presa Durlock SA, se accede desde la localidad más
cercana Catriel, por la ruta nacional 151 hacia el sur
dirigiéndose en dirección al Alto Valle del río Negro,
unos 21,5 km, hasta la pequeña rotonda de acceso al
Yacimiento Petrolero-Gasífero 25 de Mayo-
Medanito SE, desde donde se accede a la pasarela
sobre el río Colorado. Luego de transitar 1,5 km y al
llegar a la Planta de Tratamiento de Crudo de
Petrobras (ex Pérez Companc), se desvía hacia la
derecha donde un cartel indica hacia Yacimiento
Tapera de Avendaño, tomando la ruta provincial con-
solidada 57. Se pasa frente a la Batería 11 de la
empresa mencionada previamente, a los 12,5 km de
haber abandonado la ruta 151 y a los 15,6 km de la
misma referencia se encuentra el área Jagüel de los
Machos - Yacimiento Tapera de Avendaño. A conti-
nuación y luego de recorrer 27 km después de haber
abandonado la ruta asfaltada se llega a la entrada
del yacimiento, ingresándose a la izquierda por una
huella minera de 1 km, hasta los afloramientos
evaporíticos, que se aprecian en los laterales de un
cañadón que baja de la meseta ubicada al sur de la
manifestación. Aledaña a la concesión de yeso Don
Enrique, se hallan dos concesiones por el mismo
mineral de la empresa Minera José Cholino e Hijos
SRL, denominadas Don José y María Agustina.
Mineralización
Se han efectuado análisis químicos de estos ye-
sos, sobre muestras de la cantera de Cía. Corral
MICSA al norte de J.J. Gómez, en INTEMIN, se-
gún la norma ASTM C-471-91. Se hizo un muestreo
del banco en los tres sectores diferenciados en la
descripción. Se recogieron muestras del banco total
en Don Enrique, cuyos resultados se exhiben en el
Muestra AR 53 AR 54 Promedio
SiO
2
% 58,44 59,52 62,07
Al
2
O
3
% 11,25 10,07 12,60
Fe
2
O
3
% 3,91 3,82 2,80
Na
2
O % 3,13 2,20 2,70
CaO % 4,49 4,51 1,29
MgO % 0,91 0,87 1,89
K
2
O % 1,75 1,32 1,44
TiO
2
% 0,49 0,47 0,35
MnO % 0,02 0,01 No analizado
P
2
O
5
% 0,13 0,15 No analizado
As ppm 16 23 No analizado
Cuadro 16. Análisis químicos de diatomitas de la manifesta-
ción Alicia, según Lorenz (2000).
Neuquén 117
cuadro 17. Estos resultados se integran con los del
Informe Económico y Caracterización de Yeso de la
provincia de Río Negro (2001), donde se han reali-
zado caracterizaciones del mineral de esta área, don-
de los valores se expresan en g/100g, el agua libre
es la pérdida a 45º C y el agua combinada es la pér-
dida a 215-230º C.
2) Yeso de la Formación Roca
En contraposición con los anteriores, los depósi-
tos de yeso de la Formación Roca muestran toda su
potencia al norte de las localidades de J.J. Gómez y
Allen. A 27 km al norte de la ruta nacional 22, la
explotación de la cantera Lucía es la más septen-
trional de la Hoja, aunque existen pedimentos aún
más al norte, como Edgar, Lina, Julio y Leo, que no
han iniciado su explotación.
Massabie (1993) indicó la presencia de un ban-
co de yeso de 6 m de espesor máximo relacionado
con el ciclo transgresivo-regresivo cretácico-tercia-
rio, sobre la Formación Roca, integrándolo a la por-
ción inferior de la Formación El Carrizo, en la mar-
gen pampeana del río Colorado. Esta unidad fue
detectada en subsuelo durante el estudio para el
emplazamiento de la represa de Casa de Piedra.
Las diferencias entre la secuencia evaporítica
de la Formación Allen y la correspondiente a la For-
mación Roca son evidentes por los mayores espe-
sores de ésta última y el carácter estratificado de la
primera contra depósitos macizos y poco
estratificados de la segunda. Actualmente, las ex-
plotaciones activas por yeso dentro de la Hoja, se
reducen al potente banco evaporítico generado por
el retiro del mar Rocanense, mientras que las ex-
tracciones de las evaporitas del miembro superior
de la Formación Allen han sido discontinuadas, por
tratarse de productos de menor calidad y mayores
dificultades extractivas.
Los espesores del yeso de la Formación Roca
son claramente diferenciables de los descriptos an-
teriormente. El yeso es sólido, macizo, cristalino, de
color blanco grisáceo o amarronado, dependiendo
de la fangolita presente. La textura es porfiroide,
con grandes cristales seleníticos y rosetas. En oca-
siones muestra bandeamientos y/o parches de
fangolita por lo general grisácea, llegando a ser
amarronada en algunos casos. Existen sectores en
donde se presenta muy blanco y friable, así como
otros en donde el grano es fino y la textura alabastrina.
Sin embargo, el tipo dominante es totalmente crista-
lino, de brillo satinado como consecuencia de la pre-
sencia de cristales de selenita.
Canteras Dan Vic, Don Eugenio, Loma Ne-
gra y Lucía
Estas canteras están ubicadas al norte del Alto
Valle del río Negro, entre las localidades de Allen y J.
J. Gómez, en un ambiente de meseta disectada que
caracteriza a la zona. Distantes 15 km al norte de
Allen, y dentro de campos de propiedad de particula-
res, las canteras Dan Vic, Loma Negra y Don Eugenio
pertenecen a una misma corrida de evaporitas que
conforman un banco continuo, precipitadas durante la
fase salina en el retiro de la ingresión del mar
Rocanense, constituyendo lo que se considera el even-
to final de la Formación Roca o sección superior.
Cantera H
2
O
Libre
H
2
O
Combinada SiO
2
R
2
O
3
CaO MgO SO
3
Yeso CaSO
4
CaCO
3
MgCo
3
&RUUDO
1RUWH
--*yPH]
         6G 6G
&RUUDO
1RUWH
--*yPH]
         6G 6G
&RUUDO1RUWH
--*yPH]     ңѽ     6G 6G
,QIRUPH
,17(0,1           
'RQ(QULTXH          6G 6G
Cuadro 17. Análisis de yeso del yacimiento Don Enrique, según el Informe Económico y Caracterización de Yeso de la provincia
de Río Negro (2001).
118 Hojas Geológicas 3969-II
Mineralización
En el cuadro 18 se brindan caracterizaciones del
mineral de esta área, donde los valores se expresan
en g/100g, el agua libre es la pérdida a 45º C y el
agua combinada es la pérdida a 215-230ºC. Se com-
pleta con análisis de muestras tomadas durante el
presente trabajo.
Arena, gravas y ripio calcáreo
Gravas y arenas, llamadas en forma genérica
“áridos para la construcción”, están asociados a
las planicies aluviales actuales de los ríos Negro,
Limay, Neuquén y Colorado. Varias explotaciones
se desarrollan en las tres provincias que abarca la
Hoja.
Importantes volúmenes de estos materiales se
extraen en la zona del Alto Valle del río Negro, obte-
nidos de explotaciones a cielo abierto en forma me-
canizada, por lo general separando granulométri-
camente los componentes mediante el uso de zaran-
das móviles.
Dentro de la Hoja existe un gran número de
explotaciones que se encuentran orientadas a la ob-
tención del denominado ripio calcáreo (grava +
caliche), que es ampliamente utilizado como sub-
base en la construcción de caminos, locaciones pe-
troleras y como base en grandes construcciones.
Explotaciones de este material son muy comunes,
tanto en la provincia de Río Negro como en
Neuquén. Las extracciones son simples, superfi-
ciales, realizándose a cielo abierto y en forma me-
canizada.
Las mesetas desarrolladas en el ámbito de la
Hoja se hallan cubiertas por extensos mantos de
gravas inconsolidadas, como la Formación Bayo
Mesa, que es portadora de bancos importantes de
conglomerados que generalmente poseen la sec-
ción superior con abundante material calcáreo, pa-
sando hacia abajo a un ripio limpio que no es utili-
zado. De acuerdo con Esteban (en Uliana, 1979),
el caliche es un depósito de carbonato terroso, de
grano fino, formado como un suelo, en sedimentos
preexistentes y dentro de la zona vadosa. Su desa-
rrollo requiere climas semiáridos y temperaturas
moderadas.
De igual modo, amplios depósitos de terrazas
vinculados con los ríos Neuquén, Negro y Limay han
desarrollado niveles con cementación por carbonato
de calcio en la parte superior, lo que da lugar a ex-
plotaciones por ripio calcáreo.
Finalmente, conspicuos cañadones que bajan de
la meseta ubicada al norte del amplio valle del río
Negro son intensamente explotados en la provincia
de Río Negro, teniendo una gran demanda incluso
en la capital neuquina, por la calidad de arena que
producen.
Arena silícea
En el sector sudoeste del lago Pellegrini, en cer-
canías de la ciudad rionegrina de Cinco Saltos, se
han desarrollado desde hace varios años atrás, ex-
plotaciones artesanales de bancos de arenas muy
poco consolidadas y que normalmente no se obser-
van en superficie. En todos los casos son explotadas
a cielo abierto, luego de la eliminación de una delga-
da cubierta de sedimentos aluvio-coluviales.
Sobre las barrancas de la cuenca Vidal, en nive-
les superiores a los bancos arenosos se ubican ro-
cas pelíticas de la Formación Allen que rematan con
un banco de yeso. Intercaladas en dichas pelitas se
desarrollan importantes explotaciones de bentonita
ya descriptas
Las canteras, en principio, fueron pequeñas ex-
plotaciones y los reducidos volúmenes producidos
fueron comercializados localmente como arenas para
la construcción.
A partir de 1998, las concesiones y las explo-
taciones se han ampliado por la fuerte interven-
ción de empresas relacionadas a la industria ce-
rámica con asiento en el Parque Industrial de la
ciudad de Neuquén, como Cerámica Zanón y
Canteras Zafiro SA, las que han solicitado am-
plias concesiones con el objeto de utilizarlas en la
mencionada actividad, habiéndose iniciado única-
mente la explotación de la denominada Mabel, que
reemplazó a las canteras actualmente inactivas
de la zona del arroyón.
Dentro de la presente Hoja, las canteras que
están actualmente en explotación son Mabel, Chi-
quita, Kral y Huanten. Esta última se explota en
forma artesanal, es decir, sin la participación de
equipos mecanizados. Todas ellas se encuentran
localizadas al sur del lago Pellegrini, sobre un pla-
nicie de suave pendiente (6 a 10º) que con un an-
cho aproximado de 1500 m baja del pie de las bar-
das desde una cota de 300 a 310 m a la margen del
mismo, a una cota de 268 a 270 metros.
Se accede desde la localidad de Cinco Saltos, en
dirección a la península Ruca Có, por ruta provincial
asfaltada 70 y a 7 km, en coordenadas S 38º 46’ 47,5”
y O 68º 02’ 21,3”, se desvía a la derecha, tomando
Neuquén 119
una huella minera que conduce directamente a la can-
tera Mabel, luego de transitar 4,5 kilómetros.
A la derecha del camino que conduce a la pe-
nínsula de Ruca Có, en cercanías del puente sobre
el arroyón, se explota artesanalmente una pequeña
cantera con 2,50 m de arena silícea fina muy selec-
cionada. Corresponde a un poblador de apellido
Salazar. Se trata de depósitos subhorizontales cu-
biertos en su techo por 1 a 2 metros de espesor de
sedimentos aluvio-coluviales. Por debajo de estos
sedimentos modernos, producto de la erosión de las
barrancas cercanas al lago Pellegrini, se ubica el
banco de arena con alto contenido en cuarzo y con
feldespato presente, con potencias que oscilan entre
los 2 y 4 metros.
Son psamitas medianas a gruesas, con partici-
pación de niveles conglomerádicos, de colores blan-
quecinos a levemente rosados. Se disponen en es-
tratos tabulares, donde el rasgo interno dominante
es la estratificación entrecruzada tangencial que se
pone de manifiesto en los diversos afloramientos
alumbrados por la actividad canteril. Están levemente
diagenizadas a fácilmente deleznables o
inconsolidadas, como es el caso de la cantera Mabel.
Mineralización
El Lic. Alexis Martínez (comunic. verbal, 1999),
uno de los geólogos de la empresa que explotaba la
cantera Mabel, brindó análisis químicos que se ex-
ponen en el cuadro 19, realizados sobre una mues-
tra extraída de un acopio zarandeado de 300 tone-
ladas.
En la arena de este sector, el cuarzo es mayori-
tario entre el 93 y 95 % y lo acompañan fracciones
de feldespatos, ópalos y otros líticos duros.
8.2. DEPÓSITOS DE MINERALES
METALÍFEROS
Cobre
Las únicas manifestaciones metalíferas dentro
de la Hoja son de cobre y se encuentran en el sector
suroccidental de la misma, al norte de la localidad de
Challacó y de la ruta nacional 22, en el paraje deno-
minado Barda González. Las mismas se ubican en
el Subgrupo Río Neuquén, mas precisamente en la
Formación Portezuelo (véase Cap. 2, Estratigrafía).
En el padrón minero de la provincia del Neuquén
hay concesiones por cobre en el área de Barda González
denominadas: Faupe, La Casualidad, San Lorenzo,
Yaravi, El Trono, La Coral, Las Termas y Rara Fortu-
na, algunas de las cuales se localizan en el ámbito de la
Hoja Zapala (Leanza et al., 2001).
Wichmann (1927a) fue el que publicó los primeros
datos de las impregnaciones de cobre en los entonces
denominados Estratos con Dinosaurios (= Grupo
Neuquén). Posteriormente, Fernández Aguilar (1945)
efectuó la cubicación sistemática sobre este mineral con
la perspectiva de su explotación en el área de Plaza
Huincul, cercana a las manifestaciones aquí tratadas.
Fue Reynoso (1975) quien reconoció el ca-
rácter sedimentario de estas mineralizaciones, en
tanto que Ramos (1975) definió la relación exis-
tente entre episodios sedimentarios y
mineralización, controlados por la tectónica y los
cambios climáticos.
Área Barda González
Si bien la concesión denominada Barda González
está fuera de la presente Hoja, junto al límite occi-
Cuadro 18. Caracterización del yeso de la Formación Roca, según el Informe Económico y Caracterización de Yeso de la provin-
cia de Río Negro (2001).
Cantera H
2
O
libre
H
2
O
combinada SiO
2
R
2
O
3
CaO MgO SO
3
Yeso CaSO
4
CaCO
3
MgCo
3
Dan Vic (1) 3,68 17,82 1,14 0,24 33,15 <0,01 47,35 85,14 13,18 <0,01 <0,01
Dan Vic (2) 1,65 18,77 1,73 0,30 32,74 <0,01 45,82 89,68 7,00 1,16 <0,01
Loma Negra (1) 0,25 19,99 0,53 0,19 32.37 0,13 46,22 95,51 3,06 - -
Loma Negra (2) 0,27 19,83 0,24 0,04 32,73 0,12 46,73 94,75 4,55 -
Lucía 0,27 19,92 0,22 0,05 32,74 0,10 46,74 95,18 4,21 - -
Don Eugenio 0.32 20.18 0.27 0.17 32.54 0.11 46.47 96.42 2.78 - -
120 Hojas Geológicas 3969-II
dental de la misma, el mayor número de pertenen-
cias de este grupo se encuentra dentro de ella, por lo
que se tratará el sector en su conjunto.
Danieli y Giusiano (1992) desarrollaron el tema
y revelaron que la más conspicua de las manifesta-
ciones es la de Barda González.
Los autores indicaron que la mineralización ocurre
en forma de impregnaciones distribuidas en las are-
niscas que en ocasiones ocupan dos o más niveles.
Los espesores de las impregnaciones varían de po-
cos centímetros a 1,40 m (Ramos, 1975) y ocasio-
nalmente se advierten espesores mayores. Las ro-
cas son areniscas de grano grueso a mediano con
cemento calcáreo, sobrepuestas a niveles de
fangolitas.
En definitiva, se trata de depósitos de cobre
estratiformes vinculados a niveles psamíticos con una
mineralización dominante de malaquita, la que se
presenta netamente ligada a restos carbonosos. Esta
asociación es notable en los yacimientos San Loren-
zo y Faupe donde los tenores de cobre para mues-
tras representativas de la mineralización, se presen-
tan altamente variables con registros de 5,2 % para
el primero y valores de 2 a 7,9 % para el segundo,
encontrándose un aparente control entre la existen-
cia de materia orgánica y la granulometría de las
areniscas (Ramos, 1975).
El área ha sido explorada pero los resultados no
dieron origen, hasta el momento, a explotaciones
mineras sostenidas en el tiempo, por lo que se la
considera como área con recursos subeconómicos.
Lyons (1999) dio cuenta de una explotación a
pequeña escala, con la extracción de 325 t de mine-
ral seleccionado con una ley de 9,7 %, entre los años
1969 y 1979. Este mineral fue procesado en Chos
Malal para su posterior comercialización. También
indicó que entre los años 1994 y 1998 algunas em-
presas mineras llevaron a cabo una intensa explora-
ción mediante sondajes, con un total de 9434 m en
163 pozos, con muestreado por cada metro en for-
ma continua y en algunos sectores cada 0,50 cm y
espaciados cada 50 metros. Sobre la base de estas
exploraciones se determinó un recurso estimado en
35.500.000 t, con un contenido de 0,368 % de cobre
con una ley de corte de 0,15 % de cobre lo que lo
incluye dentro de los depósitos de baja ley pero no
antieconómicos.
De acuerdo con Danieli y Giusiano (1992), la
ley media de cobre para la zona sería de 0,5 % en un
área de 1,5 km2 con mineralización de malaquita,
con calcosina subordinada en forma de nódulos y
venillas de relleno.
Génesis de los depósitos
Durante extensos períodos de equilibrio biostático
se producen condiciones favorables para la forma-
ción de suelos y para el ataque a las rocas portado-
ras que durante la meteorización química extrae el
cobre y lo dispone para su transporte en la fase acuo-
sa migrante, para dar como resultado la moviliza-
ción y posterior concentración final (Erhart, 1956;
1964). Según Lyons (1999), la lixiviación de las ro-
cas mesosilícicas de la Formación Choiyoi por su
magnitud y distribución areal (250.000 km2) pudo
haber sido la roca madre que aportó los iones cobre
suficientes para esta mineralización.
Las características texturales y la composición
mineralógica de estos depósitos estratoligados ubi-
cados en el Subgrupo Río Neuquén, indican que el
cobre se incorporó a la roca hospedante durante una
etapa tardía a epi-diagenética, después del soterra-
miento de los sedimentos. El factor que controló la
incorporación del cobre a los sedimentos, ha sido en
casi todos los ejemplos estudiados, la existencia de
materia orgánica que, al descomponerse, creó un
microambiente reductor que produjo la precipitación
del ión Cu+. A pesar de la ausencia de cobre prima-
rio, es probable que el mineral haya precipitado como
cobre nativo y luego, por procesos de oxidación, se
haya transformado en malaquita (Ramos, 1975). A
Cuadro 19. Análisis químicos de arenas silíceas de la cante-
ra Mabel, según el Lic. Alexis Martínez (comunic. verbal,
1999). PPC: pérdida por calcinanción.
Elemento químico Concesionario
SiO2 80,45
Al2O3 9,75
Fe2O3 0,81
TiO2 0,30
P2O5 -
MnO -
CaO 1,60
MgO 0,31
Na2O 1,90
K2O 3,00
SO3 0,40
CaCO3 1,55
PPC 1,29
Neuquén 121
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino).
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD
RDENADAS
Pos
ar en comentario
HOJA 100.000 LITOLOGIA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
1 Áridos Cantera
1999/1996 16,4 km al NO de Añelo 38º 14' 10" S 68º 54' 31" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
1 Á+B53ridos Cantera
1996/1996 17,4 km al NO de Añelo 38º 14' 10" S 68º 55' 32" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
1 Áridos Cantera
2169/1997 15,2 km al NO de Añelo 38º 15' 47" S 68º 53' 45" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
1 Áridos Cantera
2196/1997 12,9 km al NO de Añelo 38º 14' 48" S 68º 54' 14" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
1 Áridos Cantera
2276/1997 12,9 km al NO de Añelo 38º 15' 49" S 68º 53' 18" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
2 Arcilla Las Yeguas 3 2398/97 37,1 km al N de Añelo 38º 01' 17" S 68º 49' 52" O 3969-4 Areniscas, limolitas y
arcilitas rojas y verdes Formación Portezuelo Turoniano
Interest. Esm/Ill con
Ill
Cln+Cl, Q
Feld
a
l
ca
lin
os
Cantera
3 Áridos Cantera
2400/1997 11,9 km al N de Añelo 38º 14' 45" S 68º 48' 39" O 3969-4 Conglomerados, gravas y
arenas
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
4 Arcilla Total Austral SA
2399/97 18,5 km al N de Añelo 38º 11' 17" S 68º 47' 38" O 3969-4
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Formación Cerro Lisandro Cenomaniano
su
p
.s/d Cantera
5 Bentonita Osmio 38,0 km al NE de Añelo 38º 06' 24" S 68º 29' 52" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
Cantera
5 Bentonita Circón 38,5 km al NE de Añelo 38º 06' 55" S 68º 29' 52" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
5 Bentonita Oro 38,9 km al NE de Añelo 38º 06' 29" S 68º 29' 25" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
6 Bentonita Arturo I 43,0 km al NE de Añelo 38º 03' 51" S 68º 28' 16" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
7 Arcilla Soli 41,6 km al NE de Añelo 38º 05' 16" S 68º 27' 45" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.-
s/d
8 Arcilla La Cuenca de Añelo 40,2 km al NE de Añelo 38º 06' 33" S 68º 27' 30" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
9 Bentonita La Herminia 43,0 km al NE de Añelo 38º 04' 36" S 68º 27' 15" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.-
s/d
9 Bentonita La Milagrosa 40,9 km al NE de Añelo 38º 06' 08" S 68º 27' 22" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
9 Bentonita Barreal 39,9 km al NE de Añelo 38º 06' 15" S 68º 28' 09" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano
Mont, Q
y
Feld. es
frecuente Cal, Gyp,
Z
s,
etc
.
s/d
Minerales industriales
122 Hojas Geológicas 3969-II
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino) (continuación).
Minerales industriales
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100.000 LITOLOGIA UNIDAD ESTRATIGRÁFICA EDAD MINERALOGÍA LABOREO
X
Y
9 Bentonita Asunción 40,7 km al NE de Añelo 38º 04' 58" S 68º 26' 42" O 3969-5
Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas finamente
intercaladas
Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc. s/d
9 Bentonita Yanquetruz 40,2 km al NE de Añelo 38º 05'45" S 68º 28' 10" O 3969-5
Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas finamente
intercaladas
Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc. s/d
9 Bentonita Paine 40,1 km al NE de Añelo 38º 06'17" S 68º 28' 10" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc.- s/d
9 Bentonita Pincen 40,6 km al NE de Añelo 38º 04' 39" S 68º 27' 30" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc.- s/d
9 Bentonita Ingrinita 40,4 km al NE de Añelo 38º 05' 32" S 68º 27' 08" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc.- s/d
9 Bentonita El Corte 41,6 km al NE de Añelo 38º 04' 19" S 68º 28' 12" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc.- s/d
9 Bentonita Pichiruca 39,1 km al NE de Añelo 38º 06' 50" S 68º 28' 10" O 3969-5 Fangolitas verdes y grises y
escasas limolitas Formación Allen Campaniano Mont, Q y Feld. es frecuente
Cal, Gyp, Zs, etc.- s/d
10 Bentonita San Agustín
272/01 40,0 km al NE de Añelo 38º 08' 23" S 68º 23' 26" O 3969-5 No determinado Fm. Barranca de los Loros Mioceno medio s/d Sin laboreo
20 Áridos Cantera
2714/1998 40,0 km al NE de Añelo 38º 25' 56" S 69º 52' 23" O 3969-10 Gravas y arenas Dep. fluviales antiguos del río
Neuquén Pleistoceno - Cantera
20 Áridos Cantera
2713/1998 9,9 km al SO de Añelo 38º 25' 46" S 68º 51' 31" O 3969-10 Gravas y arenas Dep. fluviales antiguos del río
Neuquén Pleistoceno - Sin laboreo
21 Áridos Cantera
2826/1999 7,8 km al SSO de Añelo 38º 25' 29" S 68º 48' 34" O 3969-10 Ripio calcareo Dep. fluviales antiguos del río
Neuquén Pleistoceno - Cantera
22 Áridos Cantera
3004/1999 2,0 km al SSO de Añelo 38º 22' 22" S 68º 48' 09" O 3969-10 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Neuquén Holoceno - Cantera
23 Áridos Cantera
2836/1999 8,1 km al SSO de Añelo 38º 25' 39" S 68º 46' 59" O 3969-10 Gravas y arenas Dep. fluviales antiguos del río
Neuquén Pleistoceno - Cantera
24 Áridos Cantera
3003/1999 18,6 km al NE de Añelo 38º 16' 33" S 68º 36' 31" O 3969- Gravas y arenas Dep. aluviales actuales y
abanicos recientes Holoceno - Sin laboreo
25 Bentonita Don Alfredo 26,3 km al NNO
intersección rutas 7 y 8 38º 20' 49" S 68º 27' 40" O 3969-11 Tobas y areniscas tobáceas Formación Chichinales Oligoceno Interest. Esm/Ill con mineral
serie Mont - Bei Cantera
26 Bentonita San Pedro 21,0 km al NE
intersección rutas 7 y 8 38º 24' 29" S 68º 15' 12" O 3969-11 Arcilitas Fm. Jagüel (subaflorante) Maastrichtiano - Sin laboreo
27 Áridos Cantera
119/2000
26,8 km al NNE
Challacó 38º 44' 46" S 68º 51' 32" O 3969-10 Gravas y arenas Fm. Bayo Mesa Plioceno superior - Sin laboreo
Neuquén 123
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD
O
RDENADAS
(
Pos
g
ar en comentario
)
HOJA 100.000 LITOLOGIA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
30 Áridos Cantera
2712/1998 24,1 km al SE de Añelo 38º 30' 52" S 68º 36' 31" O 3969-10 Gravas y arenas Dep. coluviales Holoceno - Cantera
31 Bentonita Los Mecánicos 4,2 km al ENE
intersección rutas 7 y 8 38º 33' 08" S 68º 19' 50" O 3969-11 Fangolitas verdes y grises
y escasas limolitas Formación Allen Campaniano - Sin laboreo
32 Áridos P.Extracción
100/2000
31,0 km al NO de Neuqué
n
D.C. 38º 43' 17" S 68º 15' 11" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. fluviales anti
g
uos del
río Neu
q
n
Pleistoceno - Cantera
43 Áridos Cantera
120/2000
24,3 km al N
Challac
ó
38º 45' 18" S 68º 59' 37" O 3969-16 Gravas y arenas Dep. que cubren niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
44 Arcilla Tres Puntas 13.443/89 22,2 km al N
Challacó 38º 46' 25" S 68º 59' 01" O 3969-16 Areniscas, limolitas y
arcilitas rojas y verdes Fm. Portezuelo Turoniano
Ill, Cln, Esm, Ill+Esm
y Cl+Cln (fraccción
arcillosa), Q, Feld.p.
Potásico y Mus
Sin laboreo
45 Arcilla La Salvación 6,5 km al NNE
Challacó 38º 55' 01" S 68º 56' 28" O 3969-16 Areniscas, limolitas y
arcilitas rojas y verdes Fm. Huincul Cenomaniano
sup.
Ill, Cln, Esm, Ill+Esm
y Cl+Cln (fraccción
arcillosa), Q, Feld.p.
Potásico y Mus
Cantera inactiva
45 Arcilla La Salvación I 6,8 km al NNE
Challac
ó
38º 54' 59" S 68º 56' 00" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación III 6,4 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 00" S 68º 56' 37" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación IV 6,5 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 04" S 68º 56' 11" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación V 6,8 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 03" S 68º 55' 48" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación VI 6,5 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 10" S 68º 55' 57" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación VII 5,9 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 17" S 68º 56' 06" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación VIII 5,9 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 23" S 68º 56' 15" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación IX 5,9 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 37" S 68º 55' 39" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación X 5,6 km al NNE
Challac
ó
38º 55' 44" S 68º 55' 48" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
45 Arcilla La Salvación XVII 5,2 km al NE
Challac
ó
38º 56' 25" S 68º 55' 13" O 3969-16
A
reniscas, limolitas
y
arcilitas ro
j
as
y
verde
s
Fm. Huincul Cenomaniano
su
p
.ídem Cantera
46 Arcilla La Moteada 12.518/86 22,8 km al NNE
Challacó 38º 46' 28" S 68º 53' 40" O 3969-16 Areniscas, limolitas y
arcilitas rojas y verdes Fm. Plottier Coniaciano
Ill, Cln, Esm, Ill+Esm
y Cl+Cln (fraccción
arcillosa), Q, Feld.p.
Potásico y Mus
Sin laboreo
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino) (continuación).
Minerales industriales
124 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
34 Bentonita E.M. Moligüe (12 de Oct.) 18,6 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 53" S 68º 06' 33" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. Ñireco (Argentina) 20 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 39' 08" S 68º 06' 32" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. Dana 15,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 17" S 68º 05' 25" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Rijo 15,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 31" S 68º 05' 17" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Rolo 15,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 31" S 68º 05' 25" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Zar 15,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 17" S 68º 05' 40" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita La Fé 19,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 38" S 68º 07' 39" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé II 21,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 43" S 68º 09' 12" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé III 20,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 05" S 68º 08' 20" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé IV 18,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 56" S 68º 07' 22" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita María II 20,9 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 30" S 68º 05' 44" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Mirta 18,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 55" S 68º 06' 02" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Navidad 17,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 34" S 68º 06' 49" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Palermito I 17,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 27" S 68º 06' 56" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito II 18,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 11" S 68º 07' 11" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito III 18,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 06" S 68º 06' 50" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito IV 18 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 40' 19" S 68º 07' 04" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino) (continuación).
Minerales industriales
Neuquén 125
Abreviatura: Bei: beidellita, Cal: calcita, Cl: clorita, Cln: caolinita, Esm: esmectita, Gys: yeso, Ill: illita, Mont: montmorillonita, Mus: muscovita, Q: cuarzo, Feld: feldespato, Feld p: feldespato
potásico, Zs: zeolitas
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD
O
RDENADAS
(
Pos
g
ar en comentario
)
HOJA 100.000 LITOLOGIA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
66 Áridos Cantera
1164/1994
11,1 km al NO de
Neu
q
uén
(
D.C.
)
38º 53' 45" S 68º 09' 43" O 3969-17 Gravas, arenas y caliche Dep. fluviales antiguos del
río Neu
q
n
Pleistoceno - Cantera
66 Áridos Cantera
72/2000
11,8 km al NO de
Neu
q
uén
(
D.C.
)
38º 53' 18" S 68º 09' 55" O 3969-17 Gravas, arenas y caliche Dep. fluviales anti
g
uos del
río Neu
q
n
Pleistoceno - Cantera
67 Áridos P.Extracción
757/1993
7,3 km al OSO de
Neuquén (D.C.) 38º 58' 14" S 68º 08' 31" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Limay Holoceno - Cantera
67 Áridos P.Extracción
6155/1970
6,9 km al OSO de
Neuquén (D.C.) 38º 58' 24" S 68º 08' 12" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Limay Holoceno - Cantera
67 Áridos P.Extracción
9718/1977
7,2 km al OSO de
Neuquén (D.C.) 38º 58' 24" S 68º 08' 13" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Limay Holoceno - Cantera
68 Áridos P.Extracción
13360/1989
4,3 km al SSO de
Neuquén (D.C.) 38º 59' 31" S 68º 04' 44" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Limay Holoceno - Cantera
69 Arcilla Cantera
4414/1968
2,8 km al sur de Neuquén
(D.C.) 38º 58' 51" S 68º 03' 50" O 3969-17 Gravas y arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Limay Holoceno -
Extracción con dra
g
a
a cable sobre lecho
río Limay
(abandonada)
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino) (continuación).
Minerales industriales
126 Hojas Geológicas 3969-II
Abreviaturas: Ml: malaquita, Az: azurita, CC: calcosina, Cv: covellina, Py: pirita, Hem: hematita, Gys: yeso.
Minerales metalíferos
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD
O
RDENADAS
(
Pos
g
ar en comentario
)
HOJA 100.000 LITOLOGIA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
1 Cobre LA YARAVI Exp Nº 4904/69 14,5 km al nornoroeste de
Challacó 5.700.180 2.500.932 3969-20 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
1 Cobre LA CORAL Exp. Nº 4905/69 14,5 km al nornoroeste de
Challacó 5.700.103 2.501.691 3969-21 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
1 Cobre EL TRONO Exp. Nº 5435/69 14,5 km al nornoroeste de
Challacó 5.700.301 2.501.743 3969-22 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
1 Cobre La Casualidad Exp. Nº 5434/69 14,5 km al nornoroeste de
Challacó 3969-24 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
2 Cobre LA BARROSA Exp. Nº
4854/69
16,0 km al nornoreste de
Challacó 5.700.617 2.500.547 3969-19 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
2 Cobre LA CUPROSA Exp. Nº 4281/67 16,0 km al nornoreste de
Challacó 5.702.566 2.505.410 3969-17 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
3 Cobre LA ATRAVESADA Exp. Nº
11639/84
22,5 km al nornoreste de
Challacó 5.708.724 2.507.750 3969-23 Areniscas y fangolitas Subgrupo Río Neuquén Turoniano sup. a
Coniaciano sup.
Ml, Az, Cc, Cv, Py,
Hma, Gys, y
minerales de uraniao
,
vanadio, manganeso
y hierro
Sin laboreo
Cuadro 20. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector neuquino) (continuación).
Neuquén 127
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
11 Bentonita Catriel I 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 11" S 67º 58' 31" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M Nona (Catriel I) 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 19" S 67º 59' 31" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Bachicha
(Catriel I)
11 km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 05" S 67º 59' 49" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Chiche (Catriel I) 11 km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 04' 58" S 67º 59' 40" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Córdoba (Catriel I) 11,3 km al SO int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 05' 19" S 68º 00' 06" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Gabito (Catriel I) 11 km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 12" S 67º 59' 58" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Juicio (Catriel I) 11 km al SO de Cinco
Saltos 38º 05' 12" S 67º 59' 40" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. La Vasca (Catriel I) 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 12" S 68º 00' 15" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Maleta (Catriel I) 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 19" S 67º 59' 49" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Manina (Catriel I) 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 06" S 68º 00' 24" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
11 Bentonita E.M. Pancho (Catriel I) 11km al SO int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 05' 19" S 68º 00' 24" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
12 Yeso Cantera Carmela 11,8 km al SO int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 07' 19" S 67º 58' 31" O 3969-6
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Cantera
14 Arcilla Sol Exp.
23114
6,8 km al SE int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 04' 20· S 67º 52' 02" O 3969-6 Areniscas y fangolitas
intercaladas Bajo de la Carpa Santoniano - Cantera
15 Áridos Ruli Exp.
23113
8,6 km al SE int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 04' 31· S 67º 50' 32" O 3969-6 Arenas, gravas y limos Depósitos aluviales
antiguos del río Colorado Holoceno - Cantera
17 Bentonita Aguará 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 12" S 67º 47' 35" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
17 Bentonita Alba 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 09' 02" S 67º 46' 35" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Aurora 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 09' 09" S 67º 46' 43" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino).
128 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
17 Bentonita Belinda 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 42" S 67º 44' 28" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Caminito 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 38" S 67º 45' 30" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
17 Bentonita Celinda 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 09' 30" S 67º 47' 09" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Concepción 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 40" S 67º 46' 10" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Dora 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 39" S 67º 45' 18" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
17 Bentonita Edgar 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 42" S 67º 44' 16" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Francisco 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 41" S 67º 44' 41" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Leticia 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 09' 23" S 67º 47' 00" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Mabel 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 47" S 67º 46' 19" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita María Luisa 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 55" S 67º 46' 27" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Martín 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 39" S 67º 45' 05" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Norita 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 40" S 67º 44' 53" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Primavera 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 43" S 67º 44' 04" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita San Sebastián 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 08' 26" S 67º 45' 53" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Sur 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 09' 16" S 67º 46' 52" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
17 Bentonita Valeria 15,8 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º08'36" S 67º45'57" O 3969-6 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
18 Yeso Don Enrique 21,1 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 10' 36" S 67º 42' 37" O 3969-6
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Sin laboreo
18 Yeso Don José 21,1 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 10' 06" S 67º 42' 04" O 3969-6
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Sin laboreo
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 129
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
18 Yeso María Agustina 21,1 km al SE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 10' 32" S 67º 42' 48" O 3969-6
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Sin laboreo
33 Áridos Exp. 21004 Munic.
Cte. Cordero
12,5 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 43' 17" S 68º 06' 43" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos fluviales anti
g
uo
s
del río Neuquén Holoceno - Cantera
33 Áridos Exp. 24125
Esperanza
12,6 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 43' 05" S 68º 06' 32" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Dep. fluviales antiguos del
río Neuquén Holoceno - Cantera
34 Bentonita 12 de Octubre I 18,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 59" S 68º 06' 11" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita 25 de Mayo 17,6 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 23" S 68º 06' 20" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita 9 de Julio 18,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 03" S 68º 00' 29" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Alborada 19,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 28" S 68º 06' 00" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Amón 14,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 46" S 68º 05' 17" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita Año Nuevo 18,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 03" S 68º 07' 04" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Antonia 16,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 44" S 68º 05' 37" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Argentina I 19 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 39' 34" S 68º 06' 09" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Caco 22,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 34" S 68º 09' 49" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Coca 19,9 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 25" S 68º 07' 52" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Coco 21,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 48" S 68º 08' 40" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. Iram (Ya Verán) 16,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 01" S 68º 05' 31" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. La Fe V (La Fe IV) 18,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 03" S 68º 07' 17" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
130 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
34 Bentonita E.M. Moligüe (12 de Oct.) 18,6 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 53" S 68º 06' 33" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. Ñireco (Argentina) 20 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 39' 08" S 68º 06' 32" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita E.M. Dana 15,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 17" S 68º 05' 25" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Rijo 15,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 31" S 68º 05' 17" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Rolo 15,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 31" S 68º 05' 25" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita E.M. Zar 15,8 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 41' 17" S 68º 05' 40" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei -
34 Bentonita La Fé 19,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 38" S 68º 07' 39" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé II 21,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 43" S 68º 09' 12" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé III 20,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 05" S 68º 08' 20" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita La Fé IV 18,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 56" S 68º 07' 22" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita María II 20,9 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 38' 30" S 68º 05' 44" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Mirta 18,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 39' 55" S 68º 06' 02" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Navidad 17,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 34" S 68º 06' 49" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Palermito I 17,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 27" S 68º 06' 56" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito II 18,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 11" S 68º 07' 11" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito III 18,2 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 06" S 68º 06' 50" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito IV 18 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 40' 19" S 68º 07' 04" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 131
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
34 Bentonita Palermito V 18 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 40'16" S 68º 06' 47" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Palermito VI 17,4 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 36" S 68º 07' 04" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
34 Bentonita Tres Mantos 15,8 km al NNO de
Cinco Saltos 38º 41' 12" S 68º 05' 05" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
34 Bentonita Ya Verán 16,3 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 40' 59" S 68º 05' 12" O 3969-17 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera inactiva
35 Arena silícea Exp. 23061 9,4 km al N de
Cinco Saltos 38º 44' 38" S 68º 04' 27" O 3969-17 Arenas, gravas y limos - - - -
35 Arena silícea Gianni
Exp. 23089
9,3 km al N de
Cinco Saltos 38º 44' 42" S 68º 04' 19" O 3969-17 Arenas, gravas y limos - - - -
35 Arena silícea Italo
Exp. 23088
9,2 km al N de
Cinco Saltos 38º 44' 44" S 68º 04' 34" O 3969-17 Arenas, gravas y limos - - - -
36 Áridos Exp. 23129 10,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 44' 00" S 68º 02' 52" O 3969-17 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
36 Arena silícea - 10,7 km al NNO de Cinco
Saltos 38º 44' 04" S 68º 02´ 08" O 3969-17 Arenas Bajo de la Carpa Santoniano Si, Fel Cantera
37 Áridos Luciano
Exp. 25111
12,7 km al NNE de Cinco
Saltos 38º 42' 56" S 68º 02' 37" O 3969-17 Gravas con calcáreo,
arenas
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recierntes
Holoceno - Cantera
38 Bentonita Bibi 22,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 38' 27" S 67º 58' 07" O 3969-12 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei ?
38 Bentonita E.M. Leonardo (Bibi) 22,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 38' 18" S 67º 58' 13" O 3969-12 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei ?
38 Bentonita E.M. Manu (Bibi) 22,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 38' 42" S 67º 57' 52" O 3969-12 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei ?
39 Áridos Exp. 21183
¨Don Gustavo¨
16,3 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 21" S 67º 55' 30" O 3969-18 Gravas con calcáreo,
arenas
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 21188 15,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 43" S 67º 55' 26" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
reciente
s
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23014 16,4 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 18" S 67º 55' 04" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23027 16,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 10" S 67º 55' 02" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
132 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
39 Áridos Exp. 23028 16,9 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 01" S 67º 54' 56" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23091 16,0 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 36" S 67º 55' 07" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23092 16,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 27" S 67º 55' 06" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23094 15,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 34" S 67º 55' 30" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
recientes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 23182 16,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 01" S 67º 55' 08" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
39 Áridos San Cayetano 15,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 51" S 67º 55' 18" O 3969-18 Arena, grava, limo
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp. 24035 17,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' ,03" S 67º 54' 39" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp.151108 16,0 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 18" S 67º 55' 19" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp.151106 17,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 56" S 67º 55' 19" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
39 Áridos Exp.151006 16,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 21" S 67º 55' 19" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
Depósitos aluviales
actuales y abanicos
r
ec
i
e
n
tes
Holoceno - Cantera
40 Bentonita Vanesa 18,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 25" S 67º 55' 38" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Abril 17,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 11" S 67º 55' 25" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Azul 17,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 05" S 67º 55' 17" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Beatriz III 16,4 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 53" S 67º 55' 30" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Camino 17,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 19" S 67º 55' 06" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Cañadón 18,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 36" S 67º 54' 58" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Catriel 18,9 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 07" S 67º 55' 15" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 133
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
40 Bentonita Contacto 18,4 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 57" S 67º 54' 40" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Corte 17,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 18" S 67º 54' 54" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita E.M. Espina (Norma) 17,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 46" S 67º 54' 51" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Gris 18,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 26" S 67º 55' 07" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Huella 17,9 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 10" S 67º 54' 54" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lago Pellegrini I 18,3 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 26" S 67º 55' 28" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lago Pellegrini II 18,3 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 16" S 67º 55' 41" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lago Pellegrini III 18,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 20" S 68º 02' 20" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lago Pellegrini IV 19,9 km al NE de
Cinco Saltos 38º 41' 22" S 67º 55' 06" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lago Pellegrini VI 17,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 11" S 67º 55' 33" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lily 18,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 46" S 67º 55' 07" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Lisa 18,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 54" S 67º 55' 04" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Luna 18,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 32" S 67º 54' 20" 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita María V 17,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 17" S 67º 55' 18" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita María VIII 16,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 44' 19" S 67º 54' 49" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Norma 17 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 45" 67º 55' 03" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Petróleo 17,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 42" S 67º 55' 34" O 3969-19 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
134 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
40 Bentonita Picada 18,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 44" S 67º 54' 48" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Plaza 19,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 41' 59" S 67º 55' 09" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Recurso 17,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 39" S 67º 54' 45" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ricardo 19,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 07" S 67º 54' 59" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ricardo I 18,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 26" S 67º 54' 59" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ricardo II 18,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 07" S 67º 55' 24" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ricardo III 19,4 km al NE de
Cinco Saltos 38º 41' 52" S 67º 55' 10" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ricardo IV 18,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 17" S 67º 55' 15" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ruby 17,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 07" S 67º 55' 06" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Ruta 17,3 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 30" S 67º 55' 06" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Sanjón 12,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 42' 34" S 67º 55' 27" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
40 Bentonita Sol 18,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 43' 52" S 67º 53' 53" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
41 Yeso Leo 42,1 km al NO de General
Roca 38º 40' 55" S 67º 46' 33" O 3969-18
Con
g
lomerados
y
areniscas (abajo Fm
R
oca
?
)
Dep. planicie psefítica del
Jagüel de Canale Pleistoceno - -
42 Yeso Julio 38,9 km al NO de General
Roca 38º 42' 52" S 67º 46' 32" O 3969-18 Calizas, coquinas, arcilitas
y yeso Fm. Roca Daniano Gyp -
42 Yeso Edgar 38,4 km al NO de General
Roca 38º 42' 51" S 67º 45' 46" O 3969-18 Calizas, coquinas, arcilitas
y yeso Fm. Roca Daniano Gyp -
42 Yeso Lina 36,7 km al NO de General
Roca 38º 43' 32" S 67º 44' 54" O 3969-18 Calizas, coquinas, arcilitas
y yeso Fm. Roca Daniano Gyp -
70 Arenas silíceas Natalia Exp.
23015
7,9 km al N de
Cinco Saltos 38º 45' 26" S 68º 03' 58" O 3969-17 Areniscas, limos Bajo de la Carpa Santoniano Si Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 135
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
71 Arenas silíceas Exp. 19118 1,2 km al E de
Cinco Saltos 38º 49' 40" S 68º 03' 11" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Bajo de la Carpa Santoniano Si Cantera
72 Áridos Exp. 25122 Rayito
de Sol
8,3 km al NNE de
Cinco Saltos 38º 45' 22" S 68º 02' 31" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles pedimentados Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 19044 8,4 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 23" S 68º 02' 22" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 25082
Gabriela I
8,4 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 26" S 68º 02' 06" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Arenas silíceas Exp. 21047 8,8 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 29" S 68º 00' 57" O 3969-17 Arenas Fm. Bajo de la Carpa Santoniano Si Cantera
72 Áridos Exp. 21186 8,3 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 35" S 68º 01' 56" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 22155 8,3 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 36" S 68º 01' 45" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 25083
Marian
a
8,4 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 38" S 68º 01' 35" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 25113
Costa Es
p
eranz
a
8,9 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 29" S 68º 01' 07" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 22156 8,8 km al NNE de
Cinco Salto
s
38º 45' 26" S 68º 01' 25" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
72 Áridos Exp. 25070 Gabriela 8,8 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 38" S 68º 00' 54" O 3969-17 Arenas, gravas y limos Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno - Cantera
73 Arenas silíceas Sofía
Ex
p
. 2307
0
7,9 km al N de
Cinco Salto
s
38º 50' 18" S 68º 01' 32" O 3969-17 Arenas, limos Fm Bajo de la Carpa Santoniano Si, Fel Cantera
74 Arenas silíceas Exp. 19149 8,8 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 59" S 68º 00' 18" O 3969-18 Arenas, gravas, limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Exp. 19157 9,6 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 14" S 67º 59' 06" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Exp. 23069 9 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 07" S 67º 59' 48" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Ana 9,6 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 58" S 67º 59' 28" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Chiquita 9,2 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 15" S 67º 59' 30" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel Cabtera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
136 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
74 Arenas silíceas Lucía 8,8 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 51" S 68º 00' 28" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Mabel 9 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 45' 57" S 68º 00' 04" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel Cantera
74 Arenas silíceas Marco 8,9 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 04" S 68º 00' 04" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Pablo 9,3 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 09" S 67º 59' 29" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Piero 9,4 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 04" S 67º 59' 34" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Tochi I 9,3 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 24" S 67º 59' 09" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Perla I 9,7 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 24" S 67º 58' 52" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
74 Arenas silíceas Tochi II 10,0 km al NE de
Cinco Salto
s
39º 46' 24" S 67º 58' 36" O 3969-18 Arenas, gravas, limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
75 Arenas silíceas Teaen 6,3 km al E de
Cinco Salto
s
38º 49' 31" S 67º 59' 38" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel -
76 Arenas silíceas Exp. 19121 Cantera
5513
9,3 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 41" S 67º 58' 57" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel Cantera
76 Arenas silíceas Exp. 19126 Cantera
5517
9 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 52" S 67º 59' 01" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno Si, Fel Cantera
77 Bentonita Ambos 14,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 06" S 67º 54' 43" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Ducobo 7,6 km al NE de
Cinco Saltos 38º 47' 42" S 67º 59' 26" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita E.M. Carla (Fabi) 13,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 05" S 67º 55' 42" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita E.M. Cristina (Ambos) 14,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 12" S 67º 54' 56" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita E.M. Albano (Fabi) 14 km al NE de
Cinco Saltos 38º 45' 57" S 67º 55' 36" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita E.M. Bosa (Ambos) 14,9 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 13" S 67º 54' 43" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita E.M. Chumi (Fabi) 14,2 km al NE de
Cinco Saltos 38º 45' 48 " S 67º 55' 30" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 137
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
77 Bentonita La Angelita 11,9 km al NNE de
Cinco Saltos 38º 47' 21" S 67º 56' 20" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Lluvia 9,8 km al ENE de
Cinco Saltos 38º 47' 41" S 67º 57' 47" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Malambo 14,8 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 20" S 67º 54' 43" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Marzo 14,1 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 06" S 67º 55' 28" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Rola 14,3 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 20" S 67º 55' 06" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Tierra Blanca 7,5 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 57" S 68º 00' 16" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Exigentes 14 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 33" S 67º 54' 47" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
77 Bentonita Breyitta 15 km al NE de
Cinco Saltos 38º 45' 54" S 67º 54' 42" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
78 Áridos Exp. 156808 Ex Isla
IX 8,9 km al SE de Cipolletti 38º 59' 50" S 67º 56' 02" O 3969-18 Gravas, arenas Dep. de la planicie aluvial
actual del río Negro Holoceno - Cantera
78 Áridos Ripiera Palito 7,3 km al SE de Cipolletti 38º 59' 39" S 67º 56' 57" O 3969-18 Arena, grava, limo Dep. de la planicie aluvial
actual del río Negro Holoceno - Cantera
79 Bentonita María I 13,7 km al NE de
Cinco Saltos 38º 46' 22" S 67º 55' 38" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
79 Áridos Exp. 19122 Cantera
5514
13 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 25" S 67º 56' 06" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno _ Cantera
79 Áridos Exp. 19125 Cantera
5516
13,4 km al NE de
Cinco Salto
s
38º 46' 18" S 67º 55' 52" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Depósitos coluviales Holoceno _ Cantera
80 Áridos Fernandez Oro 7,1 km al SE de Cipolletti 38º 57' 54" S 67º 55' 37" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Dep. de la planicie aluvial
actual del río Negro Holoceno _ Cantera
81 Áridos Exp. 25054 7,9 km al E de Cipolletti 38º 56' 03" S 67º 54' 26" O 3969-18 Gravas con carbonato,
arenas
y
limo
s
Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
81 Áridos Exp. 21051 6,3 km al ENE de Cipolletti 38º 56' 03" S 67º 54' 26" O 3969-18 Gravas con carbonato,
arenas y limos
Depósitos que cubren
niveles pedimentados _ Cantera
82 Yeso Exp. 16030 14,8 km al ESE de
Cinco Saltos 38º 50' 58,3'' 67º 53' 55,5'' 3969-18 Yeso con alternancia de
capas limosas y arcillosas Formación Allen Campaniano Gyp
83 Bentonita Ana María 11 km al NNO de Allen 38º 53' 15" S 67º 51' 56" O 3969-18 Margas y limos Formación Jagüel Maestrichtiano _ _
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
138 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
84 Bentonita Norma Mirta 10,1 km al N de Allen 38º 53' 31" S 67º 49' 05" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
85 Áridos Rosa
Exp. 10078 3 km al NNE de Allen 38º 57' 24" S 67º 49' 07" O 3969-18 Arenas, gravas y limos
D
ep
ó
s
i
tos a
l
uv
i
a
l
es
actuales y abanicos
recientes
Holoceno _ Cantera
86 Caliza Exp. 21043 8,4 km al N de Allen 38º 50' 16" S 67º 48' 14" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz Cantera
86 Caliza Aranjuez 7,4 km al N de Allen 38º 51' 15" S 67º 48' 07" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz Cantera
86 Caliza Exp. 152455 Cantera
5011 6,8 km al N de Allen 38º 51' 52" S 67º 48' 06" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz Cantera
86 Caliza
A
na
Exp. 26003 15,1 km al NNE de Allen 38º 50' 50" S 67º 48' 13" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz _
86 Caliza Bajo Negro 10,0 km al NNE de Allen 38º 51' 29" S 67º 48' 08" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz _
86 Caliza Salamanca 8,1 km al N de Allen 38º 50' 36" S 67º 48' 02" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas y
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Clz _
87 Yeso Agr. Sebastián II 11 km al NNE de Allen 38º 52' 49" S 67º 48' 06" O 3969-18
Fan
g
olitas verdes
y
g
rises
y escasas areniscas. Nivel
de
yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Cantera
88 Arcilla (blanca) Apolo 15,1 km al NNE de Allen 38º 51' 02" S 67º 47' 12" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano ? _
89 Bentonita Liliana 15,7 km al NNE de Allen 38º 51' 05" S 67º 45' 40" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano _ _
90 Yeso Dan Vic 15 km al NE de Allen 38º 51' 42" S 67º 44' 11" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Gyp Cantera
91 Yeso Lucía 26 km al NE de Allen 38º 46' 00" S 67º 42' 48" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Gyp Cantera
92 Yeso Fama 7 km al NO de J.J.Gómez 38º 47' 46" S 67º 43' 01" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Gyp Cantera
93 Yeso La Calera
(
Loma Ne
g
ra
)
Exp. Nº 7019 16,8 km al NE de Allen 38º 52' 11" S 67º 41' 59" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Gyp Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 139
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
94 Bentonita Carolina I 8,6 km al NO de J.J.
Gómez 38º 57' 47" S 67º 41' 59" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
94 Bentonita Choli 7 km al NO de J.J.Gómez 38º 58' 11" S 67º 40' 50" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
95 Yeso Don Eu
g
enio Exp.
Nº 24.054
14,7 km al NE de
General Roca 38º 53' 06" S 67º 40' 54" O 3969-18
Calizas
y
mar
g
as
bioclásticas, calizas
micríticas, limolitas,
dolomitas y yeso
Formación Roca Daniano Gyp Cantera
96 Yeso Cantera Corral
Exp. 17018
10,6 km al NO de
General Roca 38º 57' 42" S 67º 39' 52" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises,
escasas areniscas y yeso Fm. Allen Campaniano Gyp Cantera
97 Áridos Exp. 20115 7,4 km al NO de
General Roca 38º 59' 59" S 67º 39' 12" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles pedimentados Pleistoceno _ Cantera
98 Bentonita Leticia 8,4 km al NO de
General Roc
a
38º 58' 43" S 67º 38' 58" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno Mont,Bei (Allen) _
98 Bentonita Morales I 4,4 km al NO de
J.J.Gómez 38º 59' 12" S 67º 39' 29" O 3969-18 Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas Formación Allen Campaniano Mont,Bei Cantera
99 Áridos Exp. 18010 3,5 km al NNO de
J.J.Góme
z
38º 59' 21" S 67º 38' 24" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
99 Áridos Exp. 18009 4,2 km al N de J.J.Gómez 38º 58' 56" S 67º 38' 09" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
99 Áridos Exp. 18034 3,9 km al N de J.J.Gómez 38º 59' 08" S 67º 38' 16" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
99 Áridos Santa Bárbara 4,8 km al N de J.J.Gómez 38º 58' 39" S 67º 38' 06" O 3969-18 Gravas, arenas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
100 Yeso Agr. Sebastián I
Exp. Nº 23.067
6,2 km al NNO de
General Roca 38º 57' 13" S 67º 37' 59" O 3969-18
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Cantera
100 Yeso Agr. Natalia
Exp. Nº 16.083
5,2 km al NNO de
General Roca 38º 57' 30" S 67º 37' 02" O 3969-18
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Cantera
101 Áridos El Gasoducto 6,3 km al NNO de
General Roc
a
38º 56' 54" S 67º 37' 15" O 3969-18 Arenas, gravas, limos Dep. aluviales actuales
y
abanicos reciente
s
Holoceno _ Cantera
102 Áridos Cantera Municipal 2
Ex
p
. Nº 2412
3
4,3 km al NNO de
General Roc
a
38º 59' 31" S 67º 35' 43" O 3969-18 Arenas, gravas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
102 Áridos Exp. 17055 5,3 km al NO de
General Roc
a
38º 59' 08" S 67º 36' 15" O 3969-18 Arenas, gravas y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
103 Áridos Alto Valle II 5,7 km al NO de
General Roc
a
38º 58' 31" S 67º 35' 26" O 3969-18 Arena, grava y caliche Depósitos que cubren
niveles
p
edimentado
s
Pleistoceno _ Cantera
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
140 Hojas Geológicas 3969-II
Nº INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL YACIMIENTO LOCALIDAD COORDENADAS (Posgar en comentario) HOJA 100,000 LITOLOGÍA UNIDAD
ESTRATIGRÁFIC
A
EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
105 Áridos Exp. 4173 8,2 km al NNE de
General Roca 38º 57' 24" S 67º 33' 00" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Dep. aluviales actuales y
abanicos recientes Holoceno _ Cantera
105 Áridos Cañadón Roca I
Exp. 2112
6,2 km al NNE de
General Roca 38º 58' 22" S 67º 33' 38" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Dep. aluviales actuales y
abanicos recientes Holoceno _ Cantera
105 Áridos Mariel II 8,0 km al NNE de
General Roca 38º 57' 36" S 67º 33' 25" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Dep. aluviales actuales y
abanicos recientes Holoceno _ Cantera
106 Yeso Cantera 5446 Exp. Nº
13.052
7,6 km al NNE de
General Roca 38º 57' 49" S 67º 32' 50" O 3969-18
Fangolitas verdes y grises
y escasas areniscas.
Niveles de yeso
Formación Allen Campaniano Gyp Cantera
107 Áridos Cantera 5279
Exp. Nº 4174
4,5 km al NE de
General Roca 38º 59' 49" S 67º 32' 31" O 3969-18 Arenas, gravas y limos Dep. aluviales actuales y
abanicos recientes Holoceno _ Cantera
108 Áridos Exp. 20202 7,4 km al NE de
General Roca 38º 59' 11" S 67º 30' 33" O 3969-18 Arenas, gravas y caliche Depósitos que cubren
niveles pedimentados Pleistoceno _ Cantera
109 Áridos SEISPA IV
Exp. 24068
9,1 km al NE de
General Roca 38º 57' 53" S 67º 30' 27" O 3969-18 Arenas, gravas y caliche Depósitos que cubren
niveles pedimentados Pleistoceno _ Cantera
109 Áridos Exp. 22118 8,5 km al NE de
General Roca 38º 58' 14" S 67º 30' 36" O 3969-18 Arenas, gravas y caliche Depósitos que cubren
niveles pedimentados Pleistoceno _ Cantera
Abreviaturas: Bei: beidellita, Fel: Feldespato, Gyp: yeso, Mont: montmorillonita, Si: sílice.
Cuadro 21. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector rionegrino) (continuación).
Neuquén 141
INDICIO SUSTANCIA NOMBRE DEL
YACIMIENT
O
LOCALIDAD COORDENADA
S
HOJA 100,000 LITOLOGIA UNIDAD ESTRATIGRÁFICA EDAD MINERALOGÍA LABOREO
XY
13 Arcilla Medanito II 4,0 km al E int. rutas nac.
151 y prov. 57. 38º 01' 10" S 67º 52' 09" O 3969-6 Areniscas, limolitas y
arcilitas rojas y verdes Formación Anacleto Campaniano Esmectita, cuarzo,
illita Cantera
16 Bentonita I. Malvinas 2 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 01' 04" S 67º 48' 22" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita I. Malvinas 1 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 01' 16" S 67º 48' 40" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Dario 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 01' 23" S 67º 48' 27" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Marianela 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 01' 13" S 67º 48' 22" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Martín Fierro 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 01' 07" S 67º 48' 37" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita I. Malvinas 3 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 57" S 67º 48' 33" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Carolina 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 48" S 67º 48' 28" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Veronica 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 34" S 67º 48' 15" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Isabel 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 34" S 67º 48' 15" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita María Marta 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 38" S 67º 48' 29" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
a
r
e
ni
scas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita 25 de Mayo 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 34" S 67º 48' 15" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Rio Colorado 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 24" S 67º 48' 15" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Virginia 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 24" S 67º 48' 30" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Andrea 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 12" S 67º 48' 28" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
16 Bentonita Santa Rosa 9,6 km al ENE int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 12" S 67º 48' 15" O 3969-6
Fangolitas verdes y
grises y escasas
areniscas
Formación Allen Campaniano Mont, Bei Cantera
19 Diatomita Alicia 33,6 km al E int. rutas
nac. 151 y prov. 57. 38º 00' 05" S 67º 32' 13" O 3969-6
A
reniscas grises y
arcilitas rosadas y
r
oj
iz
as
c
l
a
r
as
Formación El Palo Plioceno Si Afloramiento
Abreviaturas: Bei: beidellita, Mont: montmorillonita, Gyp: yeso, Si: sílicie.
Cuadro 22. Resumen de indicios y ocurrencias minerales de la Hoja Geológica 3969-II, Neuquén (Sector pampeano).
142 Hojas Geológicas 3969-II
su vez, Brodtkorb (1978) indicó que la presencia de
carbonato de calcio es un factor de regulación de la
mineralización.
En los cuadros 20, 21 y 22 sintetizan los indicios
y ocurrencias minerales de los sectores neuquino,
rionegrino y pampeano de la Hoja 3969-II, Neuquén.
9. GEOLOGÍA DEL PETRÓLEO
A partir del descubrimiento de petróleo en
1918 en Plaza Huincul, por parte de la Dirección
Nacional de Minas, los esfuerzos exploratorios se
concentraron en el ámbito de la Dorsal de Huincul.
La Cuenca Neuquina, que se ha convertido en
la principal productora de petróleo y gas natural
del país, abarca un área aproximada de 140.000
km2 e involucra a las zonas de la Faja Plegada y
Centro de Cuenca, que aportan el 88 % de la pro-
ducción de gas y la de la Plataforma nororiental,
con el aporte del 80 % de la producción de petró-
leo.En el área abarcada por la Hoja se han ubi-
cado 49 yacimientos con una acumulada total de
petróleo de 390.000 Mm3, con reservas totales
producidas y remanentes aproximadas de 662.700
Mm3. La mayor parte de los hidrocarburos se
hallan en reservorios del Cretácico inferior (For-
mación Quintuco), en parte gracias a la mayor
efectividad de los sellos del Cretácico superior
en comparación con los del Jurásico (Veiga et
al., 1999).
En términos generales, puede considerarse que
los petróleos pesados (API < 30º) se encuentran en
reservorios del Cretácico, mientras que los livianos
(API > 30º) se alojan en reservorios del Pérmico-
Triásico y del Jurásico superior.
El yacimiento Loma de La Lata constituye un
campo gigante de gas natural, el mayor del país, y
uno de los mayores de Latinoamérica. Es, además,
el centro neurálgico del sistema gasífero argentino,
ya que su ubicación estratégica, en la cabecera de
una amplia red de gasoductos, le proporciona acce-
so directo a los grandes centros de consumo domés-
tico y a la exportación a Chile.
Rocas madre
Existen varios niveles con potencial oleogenético
en la Cuenca Neuquina en las formaciones Los
Molles, Vaca Muerta y Agrio, siendo la segunda uni-
dad estratigráfica la que posee la roca con mejores
aptitudes para la generación de hidrocarburos.
Formación Los Molles
Está compuesta en su mayor parte por lutitas
negras y grises con pirita finamente distribuida, con
proporciones subordinadas de areniscas micáceas y
limolitas de tonalidades castaño-amarillentas y cali-
zas y margas grises. Se caracteriza por la presencia
de numerosos niveles arenosos de tonalidades cas-
taño claras a ocres, que se intercalan ocasionalmen-
te con niveles conglomerádicos (Leanza et al., 2001).
La materia orgánica de las lutitas negras se acu-
muló en un ambiente marino, bajo condiciones de
baja tasa de sedimentación. Posee valores de car-
bono orgánico total (COT) entre 1 y 3%, mientras
que hacia el interior de la cuenca este elemento al-
canza picos de hasta 6% (Legarreta et al., 1999).
Estudios realizados en la estructura Entre Lo-
mas determinaron la existencia de nanoplancton de
origen marino somero, junto con restos de esporas y
polen. Hacia posiciones más marginales de la cuen-
ca aumenta el porcentaje de material de origen con-
tinental (herbáceo, húmico y leñoso). Los análisis
geoquímicos efectuados en el pozo YPF.Nq.Bmo xp-
5 (Borde Montuoso) definen que se trata de un
querógeno de tipo II a III, con mayores probabilida-
des de generar hidrocarburos livianos o gas.
La historia térmica varía desde la Dorsal de
Huincul hacia el norte, ofreciendo distintas caracte-
rísticas desde la ventana de petróleo hasta la venta-
na de gas en dirección al norte y noroeste
Para los reservorios del Grupo Cuyo inferior en
la región de la Dorsal de Huincul (yacimientos El Sa-
litral, Centenario, Lindero Atravesado), la roca gene-
radora corresponde a la sección pelítica inferior.
Formación Vaca Muerta
En general, esta entidad en la sección basal ex-
hibe características oleogenéticas constantes a tra-
vés de extensas áreas, presentando valores prome-
dios de COT de 4% y picos de hasta 10-12% (Cruz
et al., 2000), mientras que en los niveles de la sec-
ción superior estas propiedades tienen poca conti-
nuidad lateral, variando los espesores de las facies
con alto porcentaje de material orgánico apto para
la generación de hidrocarburos.
Estudios geoquímicos determinaron que la ma-
teria orgánica corresponde a fitoplancton marino
depositado en condiciones anóxicas, asociada a un
temprano estadio de madurez térmica, estando com-
puesto por querógenos del tipo I a II (Veiga et al,.
1999).
Neuquén 143
Estas litofacies están formadas por lutitas
bituminosas, limolitas oscuras y margas grises y os-
curas, interestratificadas con carbonatos (mudstone
y wackestones oscuros) con fauna de pelecípodos
y amonites. Estos depósitos, que evidencian un am-
biente marino distal, fueron interpretados por Veiga
y Orchuela (1989) como constituyendo una sección
condensada de la primer secuencia depositacional
del intervalo Tithoniano - Valanginiano de Mitchum
y Uliana (1985).
Las secciones condensadas se originan a partir
de una tasa de depositación muy baja o casi nula,
ocasionada por un ascenso rápido del nivel del mar
que desplaza el polo de acumulación de sedimentos
a los bordes de cuenca, generándose en su interior
condiciones hambrientas (starved basin).
En el ámbito de la Dorsal de Huincul, los espe-
sores de esta entidad son reducidos a nulos, ya sea
por erosión y/o no depositación. Los valores de COT
están en el rango de 1,5 a 5 %, con valores máximos
de 8 % y querógeno tipo I/II y II-S. Estas facies de
la Formación Vaca Muerta, con importante conteni-
do en azufre, se diferencian sensiblemente de las
facies generadoras en otros sectores de la cuenca,
originando un tipo de petróleo diferente, que puede
calificarse como de baja madurez (Cruz et al., 2000).
Estudios geoquímicos realizados en los yacimien-
tos de Loma de la Lata y Sierra Barrosa determina-
ron que la generación de hidrocarburos en esta enti-
dad tuvo lugar en dos etapas, comenzando entre los
115 a 90 Ma en una primera instancia y, en segundo
término, entre los 80 y 74 Ma, para finalizar en los
60 Ma (Veiga et al., 2001).
Rocas reservorio
En el área de la Hoja Neuquén los principales
reservorios están dados por sedimentitas del
Precuyano, del Grupo Cuyo inferior y superior, de
las formaciones Tordillo, Quintuco y Centenario, así
como por cuerpos intrusivos.
Precuyano (Formación Barda Alta, equiva-
lente a formaciones Sañicó y Lapa)
Los depósitos precuyanos en la zona están com-
puestos por piroclastitas ácidas depositadas sobre un
relieve labrado en valles tectónicos previos. Las facies
productivas en general se describen como ignimbritas
con distinto grado de soldamiento, de composición
riolítica o riodacítica, dispuestas en cuerpos de geome-
tría esencialmente tabular (Pángaro et al., 2002).
En el yacimiento 25 de Mayo - Medanito, estas
facies se encuentran afectadas por procesos de
desvitrificación, que han dado lugar a una porosidad
secundaria apta para el entrampamiento de hidro-
carburos.
Grupo Cuyo Inferior
Las rocas reservorio depositadas durante el
Jurásico inferior corresponden a las primeras secuen-
cias depositacionales del Grupo Cuyo, las que son pro-
ductivas a lo largo de la Dorsal de Huincul. Allí, la
existencia de depocentros con subsidencia controla-
da por fallas y etapas de inversión tectónica, asociada
a procesos transtensivos y transpresivos, dieron lugar
a la presencia de depósitos con fuertes variaciones
de facies y espesores (Vergani et al., 1995).
El reservorio productivo del Grupo Cuyo infe-
rior en el área de la Dorsal de Huincul, corresponde
a secuencias progradantes de conglomerados y are-
niscas de ambiente de abanicos aluviales y deltaicos.
Esta secuencia de edad toarciana, conocida infor-
malmente como Miembro areno-conglomerádico de
la Formación Los Molles, se apoya directamente
sobre secuencias transgresivas pliensbachianas de
esta misma entidad.
En la zona de los yacimientos El Salitral y Cen-
tenario, los espesores del Grupo Cuyo inferior va-
rían entre 400 y 1200 metros. Constituyen reservorios
portadores de gas seco y se caracterizan por su baja
permeabilidad (0,4 md y porosidad 9,5 %)
Grupo Cuyo Superior
El Grupo Cuyo superior representa la etapa de
postrift, donde el control de la acumulación de las
diferentes secuencias depositacionales que lo inte-
gran está dado por subsidencia termal y una mayor
influencia eustática, lo que produce una etapa de
importante ingreso de sedimentos a la cuenca.
Cada secuencia progradante dentro del Grupo
Cuyo superior está constituido por cuatro litofacies
principales. El primer tipo de litofacies se ubica en la
porción proximal y está conformado por sedimentitas
clásticas gruesas de ambiente fluvio-aluvial, que pa-
san gradacionalmente a la segunda litofacies, com-
puesta por depósitos deltaicos y de plataforma. La-
teralmente pasan a pelitas oscuras cuencales y de-
pósitos turbidíticos, los cuales componen las dos últi-
mas litofacies.
Litoestratigráficamente, la primera litofacies
corresponde a las formaciones Challacó y Punta
144 Hojas Geológicas 3969-II
Cuadro 23. Cuadro estratigráfico del Mesozoico de la Cuenca Neuquina, mostrando unidades de subsuelo mencionadas en este
capítulo, modificado de Schiuma et al. (2002).
PERIODO
CRETÁCICO
JURÁSICO
SUPERIOR
MEDIO
INFERIOR
TRIÁSICO
SUPERIOR
GRUPO NEUQUÉN
Fm. RAYOSO y Fm.
HUITRIN
G. BAJADA DEL
AGRIO
GRUPO MENDOZA
G. LOTENA
G. CUYO
Fm. CENTENARIO
Fm. AGRIO
Fm. MULICHINCO
Fm. QUINTUCO
Fm. VACA MUERTA
LOTENIANO
CHACAYANO
CUYANO ÁNDICO
Fm. TORDILLO
Fm. AUQUILCO
Fm. BARDA NEGRA
Fm. LOTENA
Fm. TABANOS
Fm. PUNTA ROSADA
Fm. LAJAS
Fm. LOS MOLLES
Fm. PLANICIE MORADA
GRUPO CHOIYOI
INFERIOR
ALBIANO
CENOMANIANO
TURONIANO
CONIACIANO
SANTONIANO
CAMPANIANO
APTIANO
BARREMIANO
HAUTERIVIANO
VALANGINIANO
SUP.
VALANGINIANO INF.
BERRIASIANO
TITHONIANO
KIMMERIDGIANO
OXFORDIANO SUP
OXFORDIANO INF.
CALLOVIANO
SUPERIOR
CALLOVIANO
INFERIOR
PLIENSBACHIANO
SINEMURIANO-
HETTANGIANO
ÉPOCA EDAD UNIDAD LITOLOGÍA CICLOS
Pelitas gris oscuro y negras
Pelitas rojas
Areniscas
Conglomerados
Volcanitas
Yeso
Calizas
RIOGRÁNDICO
(pars)
PRECUYANO
BASAMENTO
ECONÓMICO
Rosada y la segunda a la Formación Lajas, en tanto
que las restantes integran la Formación Molles
(Malone et al., 2002).
Formación Punta Rosada
Esta típica unidad de subsuelo forma parte del
Grupo Cuyo y representa las facies continentales
que progradan sobre un sistema marino marginal de
tipo deltaico. Esta entidad está constituida por
sedimentitas clásticas, depositadas en un ambiente
fluvial caracterizado por un sistema de ríos efímeros
y entrelazados (Veiga et al., 1999).
Los yacimientos que producen de esta unidad
son: Loma de María, Puesto Bravo y Loma Negra.
Formación Lajas
Esta entidad está caracterizada por la alternan-
cia de facies clásticas medianas a gruesas, de colo-
Neuquén 145
ración gris claro a gris rosado; las psefitas son esen-
cialmente ortoconglomerados con matriz arenosa, de
pobre selección, en tanto que las psamitas intercala-
das se componen de areniscas conglomerádicas muy
gruesas a medianas, de moderada selección. Los
términos pelíticos se encuentran subordinados a del-
gadas intercalaciones. En el yacimiento Centenario
esta entidad tiene una importante variación de espe-
sor, desde 300 a 600 m, si bien el espesor útil del
reservorio es de un promedio de 25 metros.
Los conglomerados y areniscas de esta unidad
han sido afectados por una serie de cambios
diagenéticos, tales como compactación, crecimiento
secundario y precipitación de cementos. Procesos
posteriores de disolución crearon la porosidad se-
cundaria de los reservorios, permitiendo así la acu-
mulación de hidrocarburos.
Los yacimientos que producen de estos
reservorios son: Agua de Toledo, Loma de María,
Estación Fernández Oro, Los Bastos, Las Chivas y
Centenario.
Grupo Lotena
Este ciclo sedimentario de extensión regional está
integrado por las formaciones Lotena, Barda Ne-
gra, La Manga y Auquilco.
En el área situada al norte de la Dorsal de
Huincul, estas unidades se encuentran biseladas por
la discordancia intramálmica, siendo éste el deter-
minante de que en la zona más cercana a la dorsal
solamente se registra como reservorio la Formación
Lotena, mientras que más al norte, en posiciones más
internas de la cuenca, se desarrolla una secuencia
carbonática denominada Formación Barda Negra.
La Formación Lotena, dominantemente clástica,
se caracteriza por facies proximales con conglome-
rados aluviales de matriz arenosa en el área inme-
diata al norte de la Dorsal de Huincul, areniscas
conglomerádicas netamente fluviales en el Yacimien-
to Centenario, facies fluvio-deltaicas hacia la zona
de los yacimientos Puesto Espinoza y Puesto López
y areniscas fluvio-estuarinas con indicios de influen-
cia marina en el área de los yacimientos de Aguada
Toledo - Sierra Barrosa.
Entre los principales yacimientos productivos de
la Formación Lotena se encuentran: Puesto López,
Aguada de Toledo, Los Bastos, Borde Montuoso,
Loma Jarillosa, Loma de la Lata, Agua del Cajón,
Senillosa, Río Neuquén, Sierra Barrosa, Lindero Atra-
vesado, Centenario, Aguada Baguales y Estación
Fernández Oro.
Formación Tordillo
Los estudios realizados a partir de información
de subsuelo permiten subdividir a la Formación
Tordillo en tres tipos de facies: eólicas, fluviales y
lacustre someras (playa lake). Estas facies se re-
lacionan lateralmente entre sí (Arregui, 1993).
La base de la unidad está conformada por
sedimentitas arenosas de alta permeabilidad, que en
subsuelo se conocen como Formación Sierras Blan-
cas (Digregorio, 1972; Legarreta y Uliana, 1999) las
que fueron depositadas en un sistema fluvial que se
interdigita hacia áreas depocentrales de la cuenca
con un ambiente dominantemente eólico (Formación
Catriel).
Las facies eólicas descriptas en el yacimiento
Loma de la Lata presentan una sucesión de arenis-
cas de coloración rojiza a gris verdosa y gris blan-
quecina, moderadamente seleccionadas, de
granulometría fina a mediana, con clastos
subredondeados a subangulosos
Los yacimientos que producen de las facies
eólicas son: Loma de la Lata y Charco Bayo
(reservorio desarrollado en niveles arenosos supe-
riores). Las facies conglomerádicas y arenosas de-
positadas bajo el sistema fluvial representan un de-
pósito transgresivo, previo a la inundación del
Tithoniano (Arregui, 1991). Se ha podido verificar
que los hidrocarburos se alojan tanto en las arenis-
cas que conforman las barras que se desarrollan en
los canales fluviales, como en el apilamiento de su-
cesiones granodecrecientes de areniscas y arenis-
cas conglomerádicas depositadas por flujos ácueos
no encauzados. Los yacimientos Entre Lomas, 25
de Mayo - El Medanito y Charco Bayo, producen
de estas facies.
Los límites de los reservorios de la Formación
Tordillo están dados por fuertes cambios en sus pro-
piedades petrofísicas, a partir de modificaciones en
los procesos diagenéticos que actuaron sobre estas
sedimentitas, variaciones de facies y disminución de
los espesores de los depósitos de canal (Soave y
Cafferatta, 1986). Este tipo de controles, diagenéticos
y estratigráficos, dan lugar a entrampamientos co-
nocidos como del tipo sutiles.
Formación Quintuco
El Grupo Mendoza, que se inició con la
depositación de Formación Tordillo, continúa con una
ingresión marina cuya máxima inundación ocurre en
el Tithoniano inferior y representa la máxima expan-
146 Hojas Geológicas 3969-II
sión de la cuenca hacia el antepaís, representada
por la depositación de sedimentitas características
de centro de cuenca con fondo euxínico, conocidas
como Formación Vaca Muerta.
Circundando a esta unidad se manifiesta un cin-
turón donde tuvo lugar el desarrollo de una platafor-
ma mixta, carbonática y terrígena, acumulada en un
cortejo de mar alto, bajo condiciones tidales e
intertidales, referida en la literatura como Forma-
ción Quintuco (véase Digregorio, 1972), equivalente
en parte a la Formación Picún Leufú (Leanza 1973;
Olmos et al., 2002). Dentro de esta entidad se desa-
rrollan numerosos niveles de grainstones oolíticos
y areniscas calcáreas bioclásticas, que fueron afec-
tados por procesos diagenéticos de disolución y
dolomitización.
En el yacimiento Loma de la Lata está com-
puesta por la alternancia de mudstone, packstone
y grainstone oolíticos, wackes de color gris claro a
fangolitas gris oscuro. Estas facies corresponden a
un ambiente de plataforma interna, somera y abier-
ta, de alta energía a parcialmente restringida. La
porosidad que presentan los niveles carbonáticos en
este yacimiento van desde 5 % a 13 %, con una
permeabilidad de 240 miliDarcy.
En el yacimiento Lindero Atravesado, por su
parte, el ambiente depositacional corresponde a una
plataforma interna, con pequeños biohermas en po-
siciones distales; en sectores más proximales se de-
sarrolla una planicie de mareas pelítica hasta
evaporítica. Los biohermas sufrieron procesos de
diagénesis por exposición, otorgándole a estas fa-
cies una alta porosidad y buenas condiciones como
reservorio.
Los yacimientos que producen de la Formación
Quintuco son: Loma de la Lata, Lindero Atravesa-
do, Entre Lomas, Piedras Blancas, El Santiagueño,
Puesto Morales, Estación Fernández Oro, El Que-
mado, Agua del Cajón, Aguada San Roque, Jagüel
de los Machos, La Jarilla, La Calera, Tres Picos,
Vanguardia Norte, Cerro Morado, Agua del León.
Loma Guadalosa, Aguada del Poncho, Puesto sin
Nombre, Senillosa, Bajo del Piche, Jagüel de los
Milicos, Aguada de Toledo y 25 de Mayo - Medanito.
Formación Mulichinco
Esta entidad es reservorio en el yacimiento Agua-
da San Roque, donde las facies que producen fue-
ron depositadas en un ambiente entre fluvial y lito-
ral, nexo entre un sistema continental al este y mari-
no hacia el oeste. Las arenas productivas en este
yacimiento presentan una probable influencia de
mareas, con una importante participación de arci-
llas, lo cual contribuye al entrampamiento
estratigráfico (Vottero y González, 2002).
Formación Centenario (Formación Agrio)
Durante el Cretácico inferior se depositó en la
Cuenca Neuquina un conjunto sedimentario que
muestra una amplia variación litológica, desarrollán-
dose pelitas oscuras características de centro de
cuenca (Formación Agrio) y areniscas y pelitas roji-
zas en el borde oriental de la cuenca (Formación
Centenario). Es una típica unidad definida en
subsuelo y su nombre deriva del yacimiento Cente-
nario, al norte de la ciudad de Neuquén.
El yacimiento Medanito produce gas húmedo de
esta entidad en un área cercana al borde de cuenca, a
una profundidad de 750 m bajo boca de pozo; en esta
localidad está compuesta por areniscas y areniscas
fangolíticas que alternan con niveles de fangolitas de
colores gris verdosos a castaño rojizos, representan-
do estas últimas facies fluviales de relleno de canales
y planicie de inundación. El yacimiento se caracteriza
por la superposición de reservorios de diferentes es-
pesores (Cabaleiro et al., 2002).
Cuerpos intrusivos
El yacimiento Aguada San Roque presenta va-
rios cuerpos ígneos que intruyen a la Formación
Quintuco, y su producción se da a partir de porosidad
secundaria adquirida por fracturación y enfriamiento.
El pozo ASR xp 36 tiene una producción acumulada
de 279.292 m3 de condensado y 1219 millones de m3
de gas (Zencich y García, 1999; Zencich, 2000).
El yacimiento Loma Las Yeguas produce de un
intrusivo hipabisal de tipo filoniano en las formacio-
nes Quintuco y Vaca Muerta. El filón, que es de
composición básica, consiste en un gabro olivínico
de una edad de 1,3 a 2,4 Ma (Plioceno) que posee
internamente facies producto de una diferenciación
magmática. Cada una de ellas posee propiedades
petrofísicas diferentes, teniendo solamente la facies
de microgabro con textura granular, porosidad y per-
meabilidad suficientes para constituir un reservorio
(Comeron et al., 2002).
Rocas sello
Las rocas sello que se presentan en esta zona
son de dos tipos: regionales y locales. Entre las pri-
Neuquén 147
meras se encuentran las evaporitas de la Formación
Auquilco, las areniscas fuertemente diagenizadas de
la Formación Tordillo, los niveles pelíticos de la For-
mación Vaca Muerta y arcilitas de la Formación
Centenario.
La agradación de las distintas secuencias del
Jurásico superior producen la regresión del sistema,
que culmina con la desecación de la cuenca. La
Formación Auquilco representa el relleno evaporítico
de esta última etapa. Su distribución areal es muy
extensa y traslapa a los grupos Cuyo y Precuyo,
constituyendo de esta manera un efectivo sello para
los reservorios del Jurásico inferior. Hacia la zona
de plataforma, la no depositación de esta entidad
permite la acumulación de hidrocarburos en
reservorios estratigráficamente más jóvenes, p. ej.
en el yacimiento Medanito.
Las areniscas de la Formación Catriel, un equi-
valente de subsuelo de la Formación Tordillo, mues-
tran cementación temprana de un sistema de dunas,
dada por la presencia de illita, clorita y crecimiento
secundario de feldespato (Soave y Cafferatta, 1986).
Dentro de los sellos locales se pueden mencio-
nar los niveles impermeables del Grupo Cuyo supe-
rior, calcáreos de la Formación Mulichinco, y hori-
zontes pelíticos dentro de las formaciones Tordillo,
Quintuco - Loma Montosa y Centenario, así como
areniscas fuertemente cementadas de la base del
Grupo Rayoso (Veiga et al., 1999).
Los reservorios del Grupo Cuyo tienen como
sello vertical regional a las pelitas de la Formación
Vaca Muerta. En el área cercana a la Dorsal de
Huincul, donde existe un biselamiento erosivo de esta
entidad, la falta de sello determina la no acumula-
ción de hidrocarburos en el mismo.
Migración
La Formación Vaca Muerta es, como se señaló,
la roca generadora más importante de la Cuenca
Neuquina. El predominio de hidrocarburos líquidos
sin alteración térmica severa, apoya la idea de ha-
ber sido generados en niveles que no superan el lí-
mite basal de la ventana de petróleo. En este sector
de la cuenca comienza la expulsión de los hidrocar-
buros líquidos generados en esta entidad a los 95
Ma. Por su parte, el gas es retenido por mayor tiem-
po en la roca madre, debido a que soporta una ma-
yor compresibilidad que el líquido (Veiga et al., 2001).
La expulsión de los hidrocarburos generados en
la Formación Los Molles es simultánea con su ge-
neración (150 Ma), siendo rápida en los primeros 20
Ma; a partir de los 120 Ma la tendencia decrece y la
tasa de expulsión disminuye (Veiga et al., 2001).
La migración lateral en la plataforma oriental se
produjo a través de las formaciones Tordillo y
Quintuco - Loma Montosa, mientras que hacia los
bordes de cuenca, a medida que los sellos pierden
efectividad, se realizan migraciones verticales cor-
tas hacia reservorios de la Formación Centenario y
del Grupo Choiyoi.
El yacimiento Medanito se encuentra a una
distancia promedio de 50 km del borde del área gene-
radora. La falta de acumulaciones de hidrocarburos
económicamente rentables a una distancia superior a
la mencionada, demuestra una carencia en la eficacia
de los sellos que frenan la migración hacia el este.
Entrampamientos
El tipo de entrampamiento que tienen los yaci-
mientos del área es predominantemente estructural.
Sin embargo, los controles, tanto estratigráficos como
diagenéticos, juegan un papel importante. El rasgo
estructural dominante en la Hoja es la denominada
Dorsal de Huincul, de orientación este - oeste, que
ha sido interpretada como una antigua línea de debi-
lidad de basamento, movilizada en forma recurren-
te, generando zona de cizallamiento de componente
lateral derecha o dextral
La mayoría de los yacimientos ubicados en la
zona de la Dorsal de Huincul consisten en
hemigrábenes afectados por inversión tectónica, aso-
ciados a eventos de transpresión y transtensión, que
dan lugar a la presencia de discordancias y
truncamientos con fuertes variaciones de facies y
espesores.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece al Lic. Gustavo Vergani (REPSOL-
– YPF) la lectura crítica del manuscrito sobre geo-
logía del petróleo, así como las constructivas indica-
ciones que realizó al respecto.
10. SITIOS DE INTERÉS GEOLÓGICO
Los Barreales
Este sitio reviste especial interés, ya que consti-
tuye un yacimiento paleontológico de característi-
cas excepcionales por su riqueza. Se encuentra en
la margen norte del embalse Los Barreales, en te-
rrenos del yacimiento Loma de la Lata.
148 Hojas Geológicas 3969-II
En el sector afloran las formaciones Portezuelo y
Plottier y los niveles portadores de fauna se ubican en
los términos superiores de la Formación Portezuelo.
Dada su proximidad a la orilla del lago, ocasionalmen-
te pueden cubrirse debido a las variaciones en la cota
del embalse, lo que eventualmente dificulta las tareas
de excavación y exhumación de fósiles.
Las características del yacimiento han justifica-
do la creación de un centro de investigación y colec-
ta permanente dependiente de la Universidad del
Comahue, denominado CEPALB (Centro
Paleontológico Los Barreales). A su vez, el centro
funciona como un museo de sitio, donde los visitan-
tes pueden observar los trabajos de extracción y pre-
paración de los materiales.
El CEPALB ha adquirido relevancia como des-
tino turístico, dado su fácil acceso y cercanía a la
ciudad de Neuquén.
Sierra Barrosa
Es el sector de la Hoja donde se presentan las
mejores exposiciones del Grupo Neuquén; están pre-
sentes todas las unidades, desde la Formación
Huincul hasta la Formación Anacleto. La sierra Ba-
rrosa es una elevación mesetiforme que alcanza los
800 m s.n.m., con una pendiente abrupta hacia el
oeste y sur, y más tendida hacia el este y norte. En
su flanco sur se destacan los cerros Challacó, Gran-
de y Senillosa.
Los afloramientos del flanco occidental comien-
zan en el valle del cañadón Mesa, con las areniscas
amarillentas de la Formación Huincul. Los términos
fangolíticos de la Formación Cerro Lisandro deter-
minan un paisaje de lomadas suaves que al pie de la
pendiente son interrumpidas por un resalto impor-
tante, conformado por las areniscas de la Forma-
ción Portezuelo. La Formación Plottier presenta es-
caso espesor, y es sucedida por los potentes estra-
tos arenosos de la Formación Bajo de la Carpa, que
configuran un paisaje muy atractivo de paredones
rojizos surcados por cañadones profundos.
En el flanco sur de la sierra aflora la secuencia
completa hasta la Formación Anacleto, cuya locali-
dad tipo se encuentra en la Aguada de Anacleto, 8
km al suroeste del cerro Senillosa. En este sector es
posible apreciar la deformación que afecta al Grupo
Neuquén, con pliegues muy suaves y amplios. En el
flanco oriental se sitúa el Bajo o Aguada de la Car-
pa, localidad tipo de la unidad homónima.
La sierra Barrosa es un área de gran interés
paleontológico y es objeto de diversos proyectos de
investigación en esta materia. En afloramientos de
la Formación Plottier se han efectuado hallazgos sig-
nificativos de dinosaurios saurópodos y terópodos,
además de restos de quelonios y un mamífero (véa-
se Cap. 7, Dinosaurios y otros vertebrados terres-
tres).
En este sector de la Hoja también reviste mu-
cha importancia la explotación de hidrocarburos; en
él se hallan importantes yacimientos de petróleo y
gas en activo desarrollo (Aguada Toledo, Sierra
Barrosa, Los Bastos, etc).
Comarca de Cinco Saltos
En la barda situada al nordeste de la ciudad de
Cinco Saltos, está muy bien expuesta la discordan-
cia Huantráiquica que separa al Grupo Malargüe del
Grupo Neuquén. Esta meseta corresponde a un ni-
vel antiguo de terraza del río Neuquén, en cuyo flan-
co afloran fangolitas moradas algo bandeadas de la
Formación Anacleto, cubiertas en discordancia
erosiva por los términos arenosos basales de la For-
mación Allen, de color amarillento.
Los afloramientos son de fácil acceso, visibles
desde el camino que une a Cinco Saltos con el lago
Pellegrini. Ésta es la localidad donde mejor puede
observarse la relación entre ambos grupos, ya que
en otros sectores de la cuenca donde la sección are-
nosa basal de la Formación Allen está ausente, el
contacto se da en facies pelíticas y está evidenciado
únicamente por el cambio de coloración. Esta dis-
cordancia señala el inicio del Grupo Malargüe, en
cuyas sedimentitas se registra la única (y última)
ingresión marina atlántica en la Cuenca Neuquina.
Borde oriental del bajo de Añelo (límite
Cretácico-Paleógeno)
El borde oriental del bajo de Añelo presenta bue-
nas exposiciones de las unidades del Grupo Malargüe,
y constituye un área de gran interés para el estudio
micropaleontológico del límite Cretácico - Paleógeno.
El primer trabajo de detalle realizado con el pro-
pósito de situar el límite Cretácico-Paleógeno en este
sector se debe a Náñez y Concheyro (1996). Estas
autoras realizaron perfiles en diversas localidades al
oriente del bajo de Añelo, y el pasaje fue reconocido
sobre la base de la primera aparición de especies
planctónicas paleocenas en tres de estos perfiles:
Bajada del Jagüel, Opaso y Lomas Coloradas.
El cambio microfaunístico detectado en términos
de la Formación Jagüel, define dos tramos en la uni-
Neuquén 149
dad, identificables en el campo por sus característi-
cas litológicas y su megafauna. Según las descripcio-
nes de Náñez y Concheyro (1996), el tramo
maastrichtiano de la Formación Jagüel se compone
de arcilitas calcáreas de color gris oliva claro, friables,
macizas, que conforman lomadas suaves con espesa
cubierta detrítica, parcialmente vegetadas. En este
tramo la microfauna es muy abundante, pero la
megafauna es muy escasa; ocasionalmente aparecen
estructuras de bioturbación de pequeño porte y briz-
nas vegetales. El tramo daniano, en cambio, se com-
pone de arcilitas algo más oscuras, consolidadas, que
forman a veces laderas más empinadas con escasa o
nula cubierta detrítica. Estas arcilitas contienen local-
mente grandes placas de yeso. Los microfósiles pre-
sentes (foraminíferos, ostrácodos, espículas de
equinoideos) tienen un tamaño sensiblemente mayor
y son visibles con lupa de mano o aún a ojo desnudo;
la megafauna dominada por ostreidos es abundante.
Además, se detectó cierta disminución en el conteni-
do de CO3Ca de las arcilitas, coincidente con el límite
Cretácico-Paleógeno.
150 Hojas Geológicas 3969-II
BIBLIOGRAFÍA
AGNOLÍN, F.L., F.E. NOVAS y S. APESTEGUÍA, 2003.
Velocisaurids in South America and Madagascar.
Ameghiniana, 40 (4): 77R. Buenos Aires.
ALBERDI, M.T., F.P. BONADONNA y E. ORTIZ
JAUREGUIZAR, 1997. Chronological correlation,
paleoecology and paleobiography of the Late Cenozoic
South American Rionegran land-mammal fauna: a review.
Revista Española de Paleontología 12 (2) : 249-255.
ALBINO, A., 2002. El lagarto más antiguo de la Argentina.
1º Congreso ‘Osvaldo A. Reig’ de Vertebradología
Básica y Evolutiva e Historia y Filosofía de la Cien-
cia, Abstracts: 21. Informe inédito. Buenos Aires.
ALVARENGA, H. y J.F. BONAPARTE, 1992. A new
flightless land-bird from the Cretaceous of Patagonia.
En: Campbell, K.E. (Ed.), Papers in Avian
Paleontology, Natural History Museum of Los An-
geles County, Science Series 36 : 51-64.
AMEGHINO, F., 1906. Les formations sédimentaires du
Crétacé supérieur et du Tertiaire de la Patagonia.
Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, 3 (8) :
1-568. Buenos Aires.
ANDREIS, R.R., A.M. IÑÍGUEZ RODRÍGUEZ, J.J. LLUCH
y D.A. SABIO, 1974. Estudio sedimentológico del
las formaciones del Cretácico superior del área del
lago Pellegrini (provincia de Río Negro, República
Argentina). Revista de la Asociación Geológica Ar-
gentina, 29 (1) : 85-104. Buenos Aires.
ANGELELLI, V.R., I.A. SCHALAMUK y A. ARROSPIDE,
1976. Los yacimientos no metalíferos y rocas de apli-
cación de la región Patagonia-Comahue, Ministerio
de Economía-Secretaría de Estado de Minería. Ana-
les 27 (1): 1-146. Buenos Aires.
ANGELOZZI, G., 1980. Dos nuevas especies de Ilyocypris
(Ostracoda) de ambiente salobre, del Cretácico su-
perior en la cuenca del Neuquén, República Argenti-
na. Ameghiniana, 17 (2) : 164-166. Buenos Aires.
ANGELOZZI, G., 1988. Nanofósiles paleocenos del No-
reste de la Cuenca Neuquina. República Argentina.
Ameghiniana, 24 (3-4) : 299-307. Buenos Aires.
APESTEGUÍA, S., 2002. Successional structure in conti-
nental tetrapod faunas from Argentina along the
Cretaceous. Boletim do 6º Simpósio sobre o Cretáceo
do Brasil - 2º Simposio sobre el Cretácico de América
del Sur. Abstracts: 135-141. Sao Pedro. Brasil.
API, 1993. Specification for drilling fluid materials. American
Petroleum Institute, 13 A.
ARDOLINO, A. y D. DELPINO, 1987. Senoniano (conti-
nental - marino), Comarca Norpatagónica, provincia
del Chubut, Argentina. 10º Congreso Geológico Ar-
gentino, 3 : 193-196. Tucumán.
ARDOLINO, A., M. FRANCHI y L. FAUQUÉ, 1996. Geología.
En: Ardolino, A. y M. Franchi (Eds.), Geología y Recur-
sos Minerales del Departamento Añelo, provincia del
Neuquén, República Argentina. Dirección Nacional del
Servicio Geológico y Dirección General de Minería de la
provincia del Neuquén, Anales 25: 9-106. Buenos Aires.
ARREGUI, C., 1991. Análisis estratigráfico secuencial.
Formación Loma Montosa. Borde oriental, Cuenca
Neuquina. Yacimientos Petrolíferos Fiscales, infor-
me inédito. Buenos Aires.
ARREGUI C., 1993. Análisis estratigráfico-paleoambiental
de la Formación Tordillo en el subsuelo de la Cuenca
Neuquina. 12º Congreso Geológico Argentino y 2º
Congreso de Exploración de Hidrocarburos, 1 : 165-
169. Mendoza.
BALLENT, S.C., 1980. Ostrácodos de ambiente salobre de
la Formación Allen (Cretácico superior) en la provin-
cia de Río Negro (República Argentina).
Ameghiniana, 17 (1) : 67 - 82. Buenos Aires.
BARREDA, V., S. PALAMARCZUK y J.A.
CHAMBERLAIN jr., 2004. Vegetational disruption at
the Cretaceous/Paleogene boundary in Neuquén,
Argentina: evidence from spores and pollen. 10°
Reunión Argentina de Sedimentología, Resúmenes,
Contribuciones Simposio K/T : 184. San Luis.
BARRIO, C.A., 1989. Sedimentology of the Malargüe
Group (Upper Cretaceous - Lower Tertiary), Neuquén
Basin, western Argentina. PhD Dissertation,
University of South Carolina, SC, USA. 180 pp., in-
forme inédito.
BARRIO, C.A., 1990a. Paleogeographic control of Upper
Cretaceous tidal deposits, Neuquén Basin, Argentina.
Journal of South American Earth Sciences, 3 (1) : 31 - 49.
BARRIO, C.A., 1990b. Late Cretaceous - Early Tertiary
sedimentation in a semi-arid foreland basin (Neuquén
Basin, western Argentina). Sedimentary Geology, 66
: 255 - 275. Amsterdam.
BARRIO, C.A., 1991. Controles en la sedimentación de
cuencas foreland. El ejemplo del Grupo Malargüe
(Campaniano - Paleoceno) en la Cuenca Neuquina,
Argentina. 6º Congreso Geológico Chileno, Resú-
menes expandidos: 597-601.
BARRIO, C., A.A. CARLINI y F.J. GOIN, 1989. Litogénesis
y antigüedad de la Formación Chichinales de Paso
Córdova (Río Negro, Argentina). 4° Congreso Ar-
gentino de Paleontología y Bioestratigrafía, 4 : 149-
156. Mendoza.
BERGGREN, W.A. y J. AUBERT, 1975. Paleocene benthic
foraminiferal biostratigraphy, paleobiogeography and
paleoecology of Atlantic-Tethyan regions: Midway-
Type fauna. Palaeogeography, Palaeoclimatology,
Palaeoecology, 18 : 73-192.
Neuquén 151
BERGGREN, W.A., D.V. KENT, C.C. SWISHER III y M.P.
AUBRY, 1995. A revised Cenozoic Geochronology
and Chronostratigraphy. En: Berggren, W.A., D.V.
Kent, M.P. Aubry and J. Hardenbol (Eds.),
Geochronology, Time Scales and Global Stratigraphic
Correlations. Society of Economic Paleontologists
and Mineralogists, Special Publication, 54 : 129-212.
BERTELS, A., 1965. Micropaleontología del Paleoceno de
General Roca (provincia de Río Negro). Revista del
Museo de La Plata, n.s., Paleontología, 23 (4) : 125-
184. La Plata.
BERTELS, A., 1968. El límite Cretácico-Terciario en
Patagonia Septentrional. Parte I y II. Tesis de Docto-
rado. Universidad de Buenos Aires. Informe inédito.
Buenos Aires.
BERTELS, A., 1969a. Micropaleontología y estratigrafía
del límite Cretácico-Terciario en Huantrai-có (provin-
cia del Neuquén). Ostracoda: Parte II: Paracypridinae,
Cytherinae, Trachyleberinae, Pterigocytherinae,
Protocytherinae, Rocaleberinae, Thaerocytherinae,
Cytherideinae, Cytherurinae, Bythocytherinae.
Ameghiniana, 6 (4) : 253-290. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1969b. Estratigrafía del límite Cretácico/Tercia-
rio en Patagonia septentrional. Revista de la Asocia-
ción Geológica Argentina, 24 (1) : 41-54. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1969c. Rocaleberidinae, nueva subfamilia
(Ostracoda, Crustacea) del límite Cretácico-Terciario
de Patagonia septentrional (Argentina).
Ameghiniana, 6 (2) : 146-171. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1970a. Los foraminíferos planctónicos de la
cuenca cretácico-terciaria en Patagonia septentrio-
nal (Argentina), con consideraciones sobre la
estratigrafía de Fortín General Roca (Prov. de Río
Negro). Ameghiniana, 7 (1) : 1-56. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1970b. Hiltermannia n. gen. (Foraminiferida)
del Cretácico superior (Maastrichtiano) de Argenti-
na. Ameghiniana, 7 (2) :167-172. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1971. Hiltermanella, nuevo nombre para
Hiltermannia Bertels 1970, non Hofker 1954.
Ameghiniana, 8 (2) : 104. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1972. Buliminacea y Cassidulinacea
(Foraminiferida) guías del Cretácico superior
(Maastrichtiano medio) y Terciario inferior (Daniano
inferior) de la República Argentina. Revista Españo-
la de Micropaleontología 4 (3) : 327-353.
BERTELS, A., 1973. Ostracodes of the type locality of the
Lower Tertiary (Lower Danian) Rocanian Stage and
Roca Formation of Argentina. Micropaleontology,
19 (3) : 308-340.
BERTELS, A., 1975a. Upper Cretaceous (Lower
Maastrichtian?) ostracodes from Argentina.
Micropaleontology, 20 (4) : 385-397.
BERTELS, A., 1975b. Bioestratigrafía del Paleógeno en la
República Argentina. Revista Española de
Micropaleontología, 7 (3) : 429-450.
BERTELS, A., 1975c. Ostracode ecology during the Upper
Cretaceous and Cenozoic in Argentina. En Biology
and Paleobiology of Ostracoda. Bulletins of
American Paleontology, 65 (282) : 317-351.
BERTELS, A., 1975d. Upper Cretaceous (Middle
Maastrichtian) ostracodes of Argentina.
Micropaleontology, 21 (1) : 97-130.
BERTELS, A., 1978. Micropaleontología del Cretácico su-
perior y del Terciárico. Relatorio 7° Congreso
Geológico Argentino: 163-175. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1979. Paleobiogeografía de los foraminíferos
del Cretácico superior y Cenozoico de América del
Sur. Ameghiniana, 16 (3-4) : 273-356. Buenos Aires.
BERTELS, A., 1980. Estratigrafía y foraminíferos (Protozoa)
bentónicos del límite Cretácico-Terciario en el área
tipo de la Formación Jagüel, provincia de Neuquén,
República Argentina. 2° Congreso Argentino de
Paleontología y Bioestratigrafía y 1° Congreso Lati-
noamericano de Paleontología, 1978, 2 : 47-91.
BERTELS, A., 1986. Los foraminíferos del Cretácico de la
República Argentina: sus tendencias
paleobiogeográficas. Academia Nacional de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales, Anales 38 : 265-305.
Buenos Aires.
BERTELS, A., 1995. The Cretaceous-Tertiary boundary in
Argentina and its ostracodes. En: Riha, J. (Ed.),
Ostracoda and Biostratigraphy, Proceedings of the
12° International Symposium on Ostracoda: 163-170.
BIONDI, J.L., 1933. Informe sobre el reconocimiento
geológico en Allen (Territorio de Río Negro). Yaci-
mientos Petrolíferos Fiscales. Informe inédito. Bue-
nos Aires.
BISCEGLIA, H.A., 1977. Estudio hidrogeológico de la re-
gión de la meseta basáltica, con especial referencia a
los manantiales. Ministerio de Obras Públicas, Ad-
ministración provincial del Agua. 92 pp., informe in-
édito. La Pampa.
BODENBENDER, G., 1892. Sobre el terreno Jurásico y
Cretácico de los Andes Argentinos, entre el Río Dia-
mante y el Río Limay. Boletín Academia Nacional de
Ciencias, 13 : 5-44. Córdoba.
BOEHM, J., 1903. Über Ostreen von General Roca am Río
Negro. Zeitschrift der Deutsche Geologisches
Gesellschaft, 55 (4 ) : 71 - 72.
BONAPARTE, J.F., 1991. Los vertebrados fósiles de la Forma-
ción Río Colorado de la ciudad de Neuquén y cercanías,
Cretácico superior, Argentina. Revista del Museo Ar-
gentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”,
(Sección Paleontología) 4 (3) : 15-123. Buenos Aires
152 Hojas Geológicas 3969-II
BONAPARTE, J. F., 1996. Cretaceous Tetrapods of Ar-
gentina En: Pfeil, F. y G. Arratia (Eds.), Contributions
of southern South America to Vertebrate
Paleontology. Münchner Geowissenschaftliche
Abhandlungen. Reihe A. Geologie und Paläontologie,
30 : 73-130.
BONAPARTE, J.F. y Z. GASPARINI, 1980. Los saurópodos
de los Grupos Neuquén y Chubut y sus relaciones
cronológicas. 7º Congreso Geológico Argentino, 2 :
393-406. Buenos Aires.
BONAPARTE, J.F. y F.E. NOVAS, 1985. Abelisaurus
comahuensis, Carnosauria del Cretácico Tardío de
Patagonia. Ameghiniana, 21 : 259-265. Buenos Ai-
res.
BRACACCINI, I.O., 1970. Rasgos tectónicos de las acu-
mulaciones mesozoicas en las provincias de Mendoza
y Neuquén. Revista de la Asociación Geológica Ar-
gentina, 25 (2) : 275-282. Buenos Aires.
BRODTKORB, M.K. de, 1978. Génesis de Yacimientos.
En: Relatorio Geología y Recursos Naturales del
Neuquén. 7° Congreso Geológico Argentino: 251-
287. Buenos Aires.
BROIN, F. y M.S. de la FUENTE, 1993. Les tortues fossiles
d’Argentine: Synthèse. Annales de Paléontologie,
79 : 169-232.
BURCKHARDT, C., 1902. Le gisement supracretácique
de Roca (Río Negro). Revista del Museo de La Plata,
10 (1-17) : 207-223. La Plata.
CABA, R.A. y M. DALPONTE, 1999. Diatomitas del Dis-
trito de Ingeniero Jacobacci. En: Zappettini, E.O. (Ed.),
Recursos Minerales de la República Argentina. Ins-
tituto de Geología y Recursos Minerales, SEGEMAR,
Anales 35 : 1113-1125. Buenos Aires
CABA, R., H.A. LEANZA y M.O. MANCEÑIDO, 1998.
Finding of Late Cretaceous brachiopods in the
Southwest of La Pampa Province. 10º Congreso Lati-
noamericano de Geología y 6º Congreso Nacional de
Geología Económica, 3 : 480. Buenos Aires.
CABALEIRO A., L. CAZAU, D. LASALLE, E. PENNA y
D. ROBLES, 2002. Reservorios de la Formación Cen-
tenario. En: Schiuma, M., G. Vergani y G.
Hinterwimmer (Eds.), Rocas reservorios de las cuen-
cas productivas argentinas. 5º Congreso de explo-
ración y desarrollo de Hidrocarburos: 407 - 425. Mar
del Plata.
CALVO, J.O. 2002. Un gigantesco Titanosauridae
(Cretácico Superior) del norte de la provincia de
Neuquén. Ameghiniana, 39 S : 7R. Buenos Aires.
CALVO, J.O. y D. GRILL, 2003. Titanosaurid Sauropod
teeth from Futalognko quarry, Barreales lake,
Neuquén, Patagonia Argentina. Ameghiniana, 40 (4)
: 52R. Buenos Aires.
CALVO, J.O. y J. PORFIRI, 2003a. More evidence of
basal Iguanodontians from Barreales Lake (Upper
Turonian-Lower Coniacian), Neuquén, Patagonia,
Argentina. Ameghiniana, 40 (4): 53R. Buenos Ai-
res.
CALVO, J.O. y J. PORFIRI, 2003b. Primer registro de
Aeolosaurus Powell en la provincia del Neuquén.
Ameghiniana, 40 (4) : 82R. Buenos Aires.
CALVO, J.O., S. ENGELLAND, S.E. HEREDIA y L.
SALGADO, 1997. First record of dinosaur egg shells
(?Sauropoda-Megaloolithidae) from Neuquén,
Patagonia, Argentina. Gaia 14 : 23-32.
CALVO, J.O., D. RUBILAR y K. MORENO, 1999. Report
of a new theropod dinosaur from Northwest
Patagonia. 15º Jornadas Argentinas de Paleontología
de Vertebrados, Ameghiniana, 36 (4) : 7R. Buenos
Aires.
CALVO, J.O., J. PORFIRI, C. VERALLI y F. POBLETE,
2001a. A giant Titanosauridae sauropod from the
Upper Cretaceous of Neuquén, Patagonia, Argenti-
na. Ameghiniana, 38 (4) : 5R. Buenos Aires.
CALVO, J.O., J. PORFIRI, C. VERALLI y F. POBLETE,
2001b. One of the largest titanosaurid sauropods ever
found, Upper Cretaceous, Neuquén, Patagonia, Ar-
gentina. Journal of Vertebrate Palaeontology, 21,
Abstracts: 37A.
CALVO, J.O., J. PORFIRI, C. VERALLI y F.E. NOVAS, 2002.
Megaraptor namunhuaiquii (Novas, 1998), a new
light about its phylogenetic relationships. 1º Con-
greso Latinoamericano de Paleontología de
Vertebrados, Abstracts: 20. Santiago de Chile.
CAMACHO, H.H., 1967. Las transgresiones del Cretácico
superior y Terciario de la Argentina. Revista de la
Asociación Geológica Argentina, 22 (4) : 253-280.
Buenos Aires.
CAMACHO, H.H., 1968. Acerca de la megafauna del
Cretácico superior de Huantraico, provincia del
Neuquén (Argentina). Ameghiniana, 5 (9) : 321-329.
Buenos Aires.
CAMACHO, H.H., 1974. Bioestratigrafía de las formacio-
nes marinas del Eoceno y Oligoceno de la Patagonia.
Anales de la Academia Nacional de Ciencias Exac-
tas, Físicas y Naturales, 26 : 39-57. Buenos Aires.
CAMACHO, H.H., 1992. Algunas consideraciones acer-
ca de la transgresión marina paleocena en la Argen-
tina. Academia Nacional de Ciencias, Miscelánea 85
: 1-41. Córdoba.
CARAMÉS, A. y N. MALUMIÁN, 2000. Microfósiles
calcáreos de la Formación Cerro Dorotea. En: Hoja
Geológica 5172-III, Yacimiento Río Turbio. Apéndice
2. Servicio Geológico Minero Argentino, Boletín 247
: 79-91. Buenos Aires.
Neuquén 153
CARAMÉS, A., N. MALUMIÁN y C. NÁÑEZ, 2004.
Foraminíferos del Paleógeno del pozo Península
Valdés (PV. es-1), Patagonia septentrional, Argen-
tina. Ameghiniana, 41 (3) : 461-474. Buenos Ai-
res.
CASADÍO, S., 1994. Estratigrafía y paleontología del intervalo
Maastrichtiano-Daniano en el occidente de la provincia
de La Pampa, Argentina. Tesis doctoral de la. Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Universidad Na-
cional de Córdoba. Informe inédito. Córdoba.
CASADÍO, S., 1998. Las ostras del límite Cretácico-
Paleógeno de la Cuenca Neuquina (Argentina). Su
importancia bioestratigráfica y paleobiogeográfica.
Ameghiniana, 35 (4) : 449-471. Buenos Aires.
CASADÍO, S. y H.A. LEANZA, 1992. Eubaculites
argentinicus (Cephalopoda - Ammonoidea) del
Maastrichtiano del oeste central de la Argentina.
Revista de la Asociación Geológica Argentina, 46 (1-
2) : 26-35. Buenos Aires.
CASADÍO, S., M.F. RODRÍGUEZ, V.A. REICHLER y H.H.
CAMACHO, 1999. Tertiary nautiloids from
Patagonia, southern Argentina. Ameghiniana, 36 (2)
:189-202. Buenos Aires.
CASAMIQUELA, R., 1963. Sobre un par de anuros del
Mioceno de Río Negro (Patagonia), Wawelia
gerholdi n. gen. et sp. (Cerotophrydidae) y
Gigantobatrachus parodii (Leptodactylidae).
Ameghiniana, 3 (5) : 141-160. Buenos Aires.
CASAMIQUELA, R.M., 1978. La zona litoral de la trans-
gresión Maastrichtiense en el norte de la Patagonia.
Aspectos ecológicos. Ameghiniana, 15 : 137-146.
Buenos Aires.
CAZAU, L.B. y M.A. ULIANA, 1973. El Cretácico Supe-
rior continental de la Cuenca Neuquina. 5° Congre-
so Geológico Argentino, 3 : 131-163. Buenos Aires.
CHERNICOFF, C.J. y E.O. ZAPPETTINI, 2003. Delimita-
ción de los terrenos tectonoestratigráficos de la re-
gión centro-austral argentina: evidencias
aeromagnéticas. Revista Geológica de Chile, 30 (2) :
299-316. Santiago de Chile.
CHIAPPE, L.M. y J.O. CALVO, 1994. Neuquenornis
volans, a new Late Cretaceous bird (Enantiornithes,
Avisauridae) from Patagonia, Argentina. Journal of
Vertebrate Paleontology, 14 (2) : 230-246.
CHIAPPE, L.M., R.A. CORIA, L. DINGUS, F. JACKSON,
A. CHINSAMY y M. FOX, 1998. Sauropod dinosaur
embryos from the late Cretaceous of Patagonia.
Nature, 396 : 258-261.
COBBOLD, P.R. y E.A. ROSSELLO, 2003. Aptian to recent
compressional deformation, foothills of the Neuquén
Basin, Argentina. Marine and Petroleum Geology, 20
: 429-443.
COMERON, R., J.M. GONZÁLEZ y M. SCHIUMA, 2002
Los reservorios de las rocas intrusivas. En: Schiuma,
M., G. Vergani y G. Hinterwimmer (Eds.), Rocas
reservorios de las cuencas productivas argentinas.
5º Congreso de Exploración y Desarrollo de Hidro-
carburos: 559-582. Mar del Plata.
CONCHEYRO, A., 1988. Estudio bioestratigráfico de los
sedimentos del Cretácico superior-Terciario de las
proximidades de Colonia Catriel, provincia de Río
Negro. Trabajo Final de Licenciatura. Universidad
de Buenos Aires. Informe inédito. Buenos Aires.
CONCHEYRO, A., 1995. Nanofósiles calcáreos del
Cretácico superior y Paleogeno de Patagonia, Ar-
gentina. Tesis Doctoral. Universidad de Buenos Ai-
res. Informe inédito. Buenos Aires.
CONCHEYRO, A., 2004. High resolution biostratigraphy,
K/P boundary from the northern Patagonia, Argenti-
na. 10º Reunión Argentina de Sedimentología, Resú-
menes, Contribuciones Simposio K/T: 188. San Luis.
CONCHEYRO, A. y C. NÁÑEZ, 1994. Microfossils and
biostratigraphy of the Jagüel and Roca Formations
(Maastrichtian - Danian), province of Neuquén.
Ameghiniana, 31 (4) : 397. Buenos Aires.
CONWENTZ, H., 1885. Sobre algunos árboles fósiles del
Río Negro. Academia Nacional de Ciencias, Boletín 7
(4). Córdoba.
CORBELLA, H., F.E. NOVAS, S. APESTEGUÍA y H.A.
LEANZA, 2004. First fission-track age for the
dinosaur - bearing Neuquén Group (Upper
Cretaceous), Neuquén Basin, Argentina. Revista del
Museo Argentino de Ciencias Naturales, n.s., 6 (2) :
227-232. Buenos Aires.
CORIA, R.A. 1999. Ornithopod dinosaurs from the
Neuquén Group, Patagonia, Argentina: Phylogeny
and biostratigraphy. En: Tomida,Y., T.H. Rich y P.
Vickers-Rich (Eds.), 2° Gondwanan Dinosaur
Symposium Proccedings. National Science Museum,
Monographs (Tokyo), 15 : 47-60. Tokyo.
CORIA, R. y P.J. CURRIE, 1997. Un nuevo terópodo de la
Formación Río Limay. 13° Jornadas Argentinas de
Paleontología de Vertebrados. Resúmenes: 15. La Rioja.
CORIA, R.A. y L. SALGADO, 1996. A basal Iguanodontian
(Ornithischia - Ornithopoda) from the Late Cretaceous
of South America. Journal of Vertebrate Paleontology,
16 : 445-457.
CORIA, R. y L. SALGADO, 2000. A basal Abelisauria, Novas
1992 (Theropoda-Ceratosauria) from the Cretaceous
of Patagonia, Argentina. Gaia, 15 : 89-102.
CORIA, R.A., P.J. CURRIE, D. EBERTH, A. GARRIDO y E.
KOPPELHUS, 2001. Nuevos vertebrados fósiles del
Cretácico Superior de Neuquén. Ameghiniana, 38 (4)
: 6R. Buenos Aires.
154 Hojas Geológicas 3969-II
CORIA, R.A., L.M. CHIAPPE y L. DINGUS, 2002a. A
new close relative of Carnotaurus sastrei
Bonaparte, 1985 (Theropoda: Abelisauridae) from
the Late Cretaceous of Patagonia. Journal of
Vertebrate Paleontology, 22 : 460-465.
CORIA R.A., P.J. CURRIE, D. EBERTH y A. GARRIDO,
2002b. Bird footprints from the Anacleto Formation
(Late Cretaceous), Neuquén, Argentina.
Ameghiniana, 39 (4) : 453-463. Buenos Aires.
CORTELEZZI, C., F. de FRANCESCO y O. de SALVO, 1968.
Estudio de las Gravas Tehuelches de la región com-
prendida entre el río Negro y el río Colorado desde la
costa atlántica hasta la Cordillera. 3as Jornadas
Geológicas Argentinas, 3 (3) : 123-145. Buenos Aires.
CORTÉS, J.M., 1996. Estructura. En: Ardolino A. y M.
Franchi (Eds.), Geología y recursos minerales del
Departamento Añelo, provincia del Neuquén, Repú-
blica Argentina. Dirección Nacional del Servicio
Geológico, Anales 25 : 107-110. Buenos Aires.
CRUZ, C.E., 1993. Facies y estratigrafía secuencial del
Cretácico superior en la zona de Río Diamante, pro-
vincia de Mendoza, Argentina. 12° Congreso Argen-
tino de Geología y 2° Congreso de Exploración de
Hidrocarburos, 1 : 46-54. Mendoza.
CRUZ, C., E. CONDAT, E. KOZLOWSKI y R. MANCEDA,
1989. Análisis estratigráfico secuencial del Grupo
Neuquén (Cretácico superior) en el valle del río Grande,
provincia de Mendoza. 1° Congreso Nacional de Ex-
ploración de Hidrocarburos, 2 : 689-714. Mar del Plata.
CRUZ, C., F. ROBLES, C. SYLWAN y H. VILLAR, 2000.
Sistemas petroleros del Jurásico en la Dorsal de
Huincul, Cuenca Neuquina, Argentina. Boletín de
Informaciones Petroleras, Tercera época. Año 17, 61
: 131-151. Buenos Aires.
DANDERFER J.C. y P. VERA, 1992. Geología. En: Geolo-
gía y recursos naturales del Departamento Confluen-
cia, provincia del Neuquén, República Argentina.
Dirección Provincial de Minería, Boletín 1 : 23-45.
Zapala.
DANIELI, J.C. y A. GIUSIANO, 1992. Recursos Minera-
les. En: Geología y recursos minerales del departa-
mento Confluencia, provincia del Neuquén, Repú-
blica Argentina, Dirección General de Minería, Bole-
tín 1. Zapala.
de FERRARÍIS, C., 1947. Edad del arco o Dorsal antigua
del Neuquén Oriental. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 1 (3) : 256-283. Buenos Aires.
de FERRARÍIS, C., 1966. Estudio estratigráfico de la For-
mación Río Negro de la provincia de Buenos. Aires.
Sus relaciones con la región nordpatagónica. Ana-
les de la Comisión Científica de la provincia de Bue-
nos Aires, 5 (7) : 85-116. La Plata.
de FERRARÍIS, C., 1968. El Cretácico del norte de la
Patagonia. 3as Jornadas Geológicas Argentinas, 1 :
121-144. Buenos Aires.
de la LA FUENTE, M.S., 1993. Un posible Podocnemididae
(Pleurodira: Pelomedusoides) en el Cretácico tardío
de la Patagonia. Implicaciones paleobiogeográficas.
Ameghiniana, 30 : 423-433. Buenos Aires.
DE LA MOTTA, H., 1952. Informe sobre las característi-
cas estratigráficas y estructurales al norte del cerro
Challacó y cerro Senillosa entre el paralelo de 38° 41’
y el río Neuquén. Yacimientos Petrolíferos Fiscales,
informe inédito. Buenos Aires.
D´HONDT, S., C. LIU y R. K. OLSSON, 1999. Family
Guembelitriidae Montanaro Gallitelli, 1957. En: Olsson
et al. (Eds.), Atlas of Paleocene Planktonic
Foraminifera. Smithsonian Contributions to
Paleobiology, 85 : 77-88.
DIGREGORIO, J.H., 1972. Neuquén. En: Leanza, A.F. (Ed),
Geología Regional Argentina. Academia Nacional de
Ciencias: 439 - 505. Córdoba.
DIGREGORIO, J.H., 1978. Estratigrafía de las acumulacio-
nes mesozoicas. 7° Congreso Geológico Argentino,
Relatorio: 37-65. Buenos Aires.
DIGREGORIO, J. y M.A. ULIANA, 1975. Plano geológico
de la provincia de Neuquén, escala 1:500.000. 2° Sim-
posio Iberoamericano de Geología Económica, 4 : 69
93. Buenos Aires.
DIGREGORIO, J. y M.A. ULIANA, 1980. Cuenca
Neuquina. 2º Simposio Geología Regional Argenti-
na. Academia Nacional de Ciencias: 985-1032. Cór-
doba.
DI PAOLA, E., 1973. Caracterización litoestratigráfica de
la Formación Neuquén. 5° Congreso Geológico Ar-
gentino, 3 : 197-206. Buenos Aires.
DI PAOLA, E. y H.G. MARCHESE, 1970. Relaciones
litoestratigráficas entre las Formaciones Rayoso,
Candeleros y Huincul, provincia del Neuquén, Re-
pública Argentina. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 25 (1) : 111-120. Buenos Ai-
res.
DINGUS, L, J. CLARKE, G.R. SCOTT, C.C. SWISHER III,
L.M. CHIAPPE y R. A. CORIA, 2000. Stratigraphy
and magnetostratigraphic/faunal constraints for the
age of sauropod bearing rocks in the Neuquén Group
(Late Cretaceous, Neuquén Province, Argentina).
American Museum Novitates, 3290 : 1-11. New York.
DOERING, A., 1882. Geología. En: Informe oficial de la
Comisión Científica agregada al Estado Mayor Ge-
neral de la Expedición al Río Negro (Patagonia) reali-
zada en los meses de Abril, Mayo y Junio de 1879,
bajo las órdenes del General Julio A. Roca. 3a parte,
Geología: 299-530. Buenos Aires.
Neuquén 155
ECHEVARRÍA, A., 1982. Informe micropaleontológico,
Hoja 35f, Jagüel de los Milicos. Servicio Geológico
Nacional, informe inédito. Buenos Aires.
ECHEVARRÍA, A., 1984. Ostrácodos. En: Geología y Re-
cursos Naturales de la provincia de Río Negro. 9º
Congreso Geológico Argentino, Relatorio, 2-7 : 502-
510. Buenos Aires.
ECHEVARRÍA, A., 1993. Estudio de ostrácodos de la For-
mación Allen. Dirección Nacional del Servicio
Geológico, informe inédito. Buenos Aires.
ERHART, H., 1956. La génese des soles en tant que
phénoméne geologique. Mason et Cie. París.
ERHART, H., 1964. Conséquences logiques de la bio-
rhexistasie sur le chimisme des mers anciennes et sur
les sédiments quélles ont engendres. Comptes
Rendus de l' Académie des Sciences, 299 (16) : 2669-
2671. París.
ESPEJO, P.M. y D.G. SILVA NIETO, 2004. Hoja Geológica
3966-I, Gobernador Duval, provincia de La Pampa.
Programa Nacional de Cartas Geológicas de la Repú-
blica Argentina. (Escala 1: 250.000). Servicio
Geológico Minero Argentino, Instituto de Geología
y Recursos Minerales, informe inédito.
ESPEJO, P., D. SILVA NIETO, R. GONZÁLEZ, R. CABA,
E. CALMELS, M. DALPONTE y G. FERRO, 1999.
Recursos Minerales. En: Geología y recursos mine-
rales del sector rionegrino de las Hojas 3769-IV,
Catriel, 3969-I, Neuquén, 3966-I, Gobernador Duval,
3966-II, Puelches y 3963-I, Río Colorado. Convenio
Dirección de Minería de Río Negro SEGEMAR. In-
forme inédito. Viedma.
ESTUDIOS y SERVICIOS DE GEOLOGÍA y MINERÍA SRL,
1982. Diagnóstico Minero de la provincia de Río
Negro - Consejo Federal de Inversiones, Dirección
de Minería de la provincia de Río Negro, 2, 349 pp.,
informe inédito. Viedma.
ETCHEVEHERE, P.H., 1950. Contribución al estudio
geológico-minero de los yacimientos de yeso al nor-
te de Fuerte General Roca, provincia de Río Negro.
Tesis 171, inédita. Universidad Nacional de La Pla-
ta.
FAUQUÉ, L., 1996. Geomorfología. En: Ardolino A. y M.
Franchi (Eds.), Geología y Recursos Minerales del
Departamento Añelo, provincia del Neuquén, Repú-
blica Argentina. Dirección Nacional del Servicio
Geológico y Dirección General de Minería de la pro-
vincia del Neuquén, Anales 25, 111-128. Buenos Ai-
res.
FERNÁNDEZ AGUILAR, R., 1945. Los yacimientos de
areniscas cupríferas del Neuquén. Dirección de Mi-
nas, Geología e Hidrogeología, Boletín Nº 58. Bue-
nos Aires.
FERUGLIO, E., 1950. Descripción geológica de la
Patagonia. Tomos 1 a 3. Dirección General de Yaci-
mientos Petrolíferos Fiscales. Buenos Aires.
FIDALGO, F. y J.C. RIGGI, 1965. Los Rodados Patagónicos
en la Meseta de Guenguel y alrededores. Revista de
la Asociación Geológica Argentina, 20 (3) : 273-324.
Buenos Aires.
FIDALGO, F. y J.C. RIGGI, 1970. Consideraciones
geomórficas y sedimentológicas sobre los Rodados
Patagónicos. Revista de la Asociación Geológica
Argentina, 25 (4) : 430-443. Buenos Aires.
FLINT, R. y F. FIDALGO, 1968. Drift glacial al este de los
Andes entre Bariloche y Esquel. Instituto Nacional
de Geología y Minería, Boletín 119. Buenos Aires.
FLYNN, J.J. y C.C. SWISHER, 1995. Cenozoic South
American Land Mammal Ages: correlation to global
geochronologies. SEPM Special Publication, 54 : 317-
333.
FOLGUERA, A., M. ZÁRATE y V.A. RAMOS, 2005. La
cuenca de antepaís neógena del río Negro asocia-
da con el levantamiento de los Andes de Neuquén.
16° Congreso Geológico Argentino, 2 : 29-36. La
Plata.
FOSSA MANCINI, E., E. FERUGLIO y J.C. YUSSEN de
CAMPANA, 1938. Una reunión de geólogos de YPF
y el problema de la terminología estratigráfica. Bole-
tín de Informaciones Petroleras, 15 (171) : 1-67. Bue-
nos Aires.
FRANCHI, M.R. y E. SEPÚLVEDA, 1978. Descripción
geológica de la Hoja 41h, Cona Niyeu, provincia de
Río Negro. Dirección Nacional de Geología y Mine-
ría. Informe inédito. Buenos Aires.
FRANCHI, M., F. NULLO, E. SEPÚLVEDA y M.A.
ULIANA, 1984. Las sedimentitas terciarias. 9º Con-
greso Geológico Argentino. Relatorio 1 (9) : 215-266.
Buenos Aires.
GAILLARDOU, R.A., 1987. Evaluación y cuantificación
de las manifestaciones diatomíferas, provincia de La
Pampa. Consejo Federal de Inversiones, Expediente
1122, informe inédito. Buenos Aires.
GALANTE, O., 1960. Levantamiento geológico al sur
de los ríos Limay y Negro (entre Senillosa y Ge-
neral Roca), provincia de Río Negro. Informe in-
édito. Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Buenos
Aires.
GALLINA, P.A., S. APESTEGUÍA y F.E. NOVAS, 2002.
¿Un elefante bajo la alfombra? Los
Rebbachisauridae (Sauropoda, Diplodocoidea) del
Cretácico de Gondwana. Nuevas evidencias en
“La Buitrera” (Formación Candeleros), provincia
de Río Negro. Ameghiniana, 39 S : 10R. Buenos
Aires.
156 Hojas Geológicas 3969-II
GARRIDO, A., 2000. Estudio estratigráfico y recons-
trucción paleoambiental de las secuencias
fosilíferas continentales del Cretácico Superior
en las inmediaciones de Plaza Huincul, provin-
cia del Neuquén. Tesis de Licenciatura, inédi-
ta. Universidad Nacional de Córdoba. Córdo-
ba.
GASPARINI, Z., 1982. Una nueva familia de cocodrilos
zifodontes cretácicos de América del Sur. 5° Congre-
so Latinoamericano de Geología, 4 : 317-329. Buenos
Aires.
GASPARINI, Z. y R. GOÑI, 1985. Los plesiosaurios
cretácicos de América del Sur y del Continente An-
tártico. 7º Congresso Brasileiro de Paleontología,
1983. Colhetánea de Trabalhos Paleontológicos, Se-
rie Geología, 27 (2) : 55-63.
GASPARINI, Z. y L. SALGADO, 2000. Elasmosáuridos
(Plesiosauria) del Cretácico tardío del norte de
Patagonia. Revista Española de Paleontología, 15(1)
: 13-21.
GASPARINI, Z., L. CHIAPPE y M. FERNÁNDEZ, 1991. A
new Senonian Peirosaurid (Crocodylomorpha) from
Argentina and synopsis of the South America
Cretaceous crocodilians. Journal of Vertebrate
Paleontology, 11 (3) : 316-333.
GASPARINI, Z., M.S. FERNÁNDEZ y M. de la FUENTE,
1992. Reptiles marinos jurásicos de la Cuenca
Neuquina. I.G.C.P. Project # 322. First Field
Conference, Boletín 1 : 13-14.
GASPARINI, Z., S. CASADÍO, M.S. FERNÁNDEZ y L.
SALGADO, 2001. Marine reptiles from the Late
Cretaceous of northern Patagonia. Journal of South
American Earth Sciences, 14 (1) : 51-60.
GENTILI, C.A., 1950. Descripción geológica de la Hoja
35c, Ramón M. Castro, provincia de Neuquén. Direc-
ción Nacional de Industria y Minería, Boletín 72.
Buenos Aires.
GERTH, E., 1925. Contribuciones a la estratigrafía y
paleontología de los Andes argentinos. I.
Estratigrafía y distribución de los sedimentos
mesozoicos en los Andes argentinos. Acade-
mia Nacional de Ciencias, 9 (1-2) : 7-55. Córdo-
ba.
GIUSIANO, A. y D. LUDUEÑA, 1989. Plan Arcilla. Limos
arcillosos del Grupo Neuquén. Dirección General de
Minería de la provincia del Neuquén. Informe inédi-
to. Zapala.
GIUSIANO, A. y G. PETTINARI, 1999. La Formación
Lisandro (Cretácico Superior) Neuquén: Geolo-
gía, mineralogía y características tecnológicas. 14º
Congreso Geológico Argentino, 1 : 449-452. Sal-
ta.
GODEAS M., R. CARDÓ, R. CARRIZO, G.C. ZULOETA,
R. GONZÁLEZ, L.I. KORZENIEWSKI, H. LÓPEZ, H.
MALLIMACCI, L. MARTÍNEZ, E. RAMALLO, H.
VALLADARES y M. ZUBIA, 1999. Inventario de
yacimientos y manifestaciones de minerales
metalíferos e industriales de la República Argentina.
En: Zappettini, E.O. (Ed.), Recursos minerales de la
República Argentina. Servicio Geológico Minero
Argentino. Instituto de Geología y Recursos Mine-
rales, Anales 35 : 1015-1020. Buenos Aires.
GÓMEZ OMIL, R., J. SCHMITHALTER, A. CANGINI,
L ALBARIÑO, A. CORSI, 2002. El Grupo Cuyo en
la Dorsal de Huincul, consideraciones
estratigráficas, tectónicas y petroleras. Cuenca
Neuquina. IAPG. 5° Congreso de Exploración y
Desarrollo de Hidrocarburos, Actas (edición elec-
trónica). Mar del Plata.
GONZÁLEZ DÍAZ, E.F. y J.A. FERRER, 1986.
Geomorfología de la provincia del Neuquén. Conse-
jo Federal de Inversiones. Expediente 181, 111 pp.,
inédito. Buenos Aires.
GONZÁLEZ DÍAZ, E.F. y E. C. MALAGNINO, 1984.
Geomorfología de la provincia de Río Negro. 9° Congre-
so Geológico Argentino, Relatorio 1-159. Buenos Aires.
GONZÁLEZ RIGA, B. y S. CASADÍO, 2000. Primer regis-
tro de Dinosauria (Ornithischia - Hadrosauridae) en
la provincia de La Pampa (Argentina) y sus
implicancias paleobiogeográficas. Ameghiniana, 37 :
341-352. Buenos Aires.
GROEBER, P., 1929. Líneas fundamentales de la geología
del Neuquén, sur de Mendoza y regiones adyacen-
tes. Dirección General de Minas, Geología e
Hidrogeología, 58 : 1-109. Buenos Aires.
GROEBER, P., 1945. Larámico, Capas de La Balsa y de
Chichinales en la balsa sobre el río Negro frente a
General Roca. Notas del Museo de La Plata, 10 (38) :
107-111. La Plata.
GROEBER, P., 1946. Observaciones geológicas a lo largo
del meridiano 70°. 1. Hoja Chos Malal. Revista de la
Asociación Geológica Argentina, 1 (3) : 177-208. Bue-
nos Aires.
GROEBER, P., 1956. Anotaciones sobre Cretácico,
Supracretácico, Paleoceno, Eoceno y Cuartario. Re-
vista de la Asociación Geológica Argentina, 10 (4) :
234-262. Buenos Aires.
GROEBER, P., 1959. Supracretácico. En: Geografía de la
República Argentina. Sociedad Argentina de Estu-
dios Geográficos (GAEA), 2a parte : 1-165. Buenos
Aires.
HEISECKE, A.M., 1970. Microplancton de la Formación
Roca de la provincia de Neuquén. Ameghiniana, 7
(3) : 225-263. Buenos Aires.
Neuquén 157
HEREDIA, S. y J.O. CALVO, 1997. Sedimentitas eólicas
en la Formación Río Colorado (Grupo Neuquén) y su
relación con la fauna del Cretácico superior.
Ameghiniana, 34 (1) : 120. Buenos Aires.
HEREDIA, S. y J.O. CALVO, 2002. Estratigrafía de las bar-
das de la ciudad de Neuquén, Argentina. 15° Con-
greso Geológico Argentino: 699-705. Buenos Aires.
HEREDIA, S. y L. SALGADO, 1999. Posición estratigráfica de
los estratos supracretácicos portadores de dinosaurios
en el lago Pellegrini, Patagonia septentrional, Argentina.
Ameghiniana, 36 : 229-234. Buenos Aires.
HERRERO DUCLOUX, A., 1939. Reconocimiento
geológico de la zona situada entre la vía férrea, el río
Neuquén y el meridiano de Plaza Huincul. Informe
inédito. Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Gerencia
de Exploración. Buenos Aires.
HERRERO DUCLOUX, A., 1946. Contribución al conoci-
miento geológico del Neuquén extrandino. Boletín
de Informaciones Petroleras, 23 (226) : 245-281. Bue-
nos Aires.
HERRERO DUCLOUX, A., 1947. Los depósitos terrestres
del Cretácico medio y superior del Neuquén y sur de
Mendoza. Boletín de Informaciones Petroleras, 24 :
171-178. Buenos Aires.
HOLMBERG, E., 1962. Descripción geológica de la Hoja
32d, Chachahuén, provincias de Neuquén y
Mendoza. Dirección Nacional de Geología y Mine-
ría, Boletín N° 91, 70 pp. Buenos Aires.
HOLMBERG, E., 1964. Descripción Geológica de la Hoja
33d, Auca Mahuida, provincia del Neuquén. Direc-
ción Nacional de Geología y Minería, Boletín N° 94,
88 pp. Buenos Aires.
HUENE, F. von, 1929. Los Saurisquios y Ornitisquios del
Cretácico Argentino. Anales del Museo de La Plata,
2a serie 3 : 1-196. La Plata.
HUGO, C.A. y H.A. LEANZA, 2001a. Hoja Geológica 3969-
IV, General Roca, provincias de Río Negro y Neuquén.
Programa Nacional de Cartas Geológicas de la Repú-
blica Argentina (escala 1: 250.000). Servicio
Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología
y Recursos Minerales, Boletín N° 308, 106 pp. Bue-
nos Aires.
HUGO, C.A. y H.A. LEANZA, 2001b. Hoja Geológica 3966-
III, Villa Regina, provincia de Río Negro. Programa
Nacional de Cartas Geológicas de la República Ar-
gentina (escala 1: 250.000). Servicio Geológico Mi-
nero Argentino. Instituto de Geología y Recursos
Minerales, Boletín N° 309, 72 pp. Buenos Aires.
IHERING, H., von, 1903. Les mollusques fossiles du terrains
crétaciques supérieurs de l’Argentine orientale. Ana-
les del Museo Nacional de Buenos Aires, Serie 3 (2)
: 193-229. Buenos Aires.
IHERING, H., von, 1904. Nuevas observaciones obre
moluscos cretáceos y terciarios de Patagonia. Re-
vista del Museo de La Plata, 11 : 227-242. La Plata.
IHERING, H., von, 1907. Les Mollusques Fossiles du
Tertiaire et du Crétacé Superiéur de l’Argentine. Ana-
les del Museo Nacional de Buenos Aires, Serie 3, 9°:
1-611. Buenos Aires.
INFORME ECONÓMICO Y CARACTERIZACIÓN DE
YESO DE LA PROVINCIA DE RÍO NEGRO, 2001. Con-
venio Dirección de Minería de Río Negro - Servicio
Geológico Minero Argentino. Informe inédito. Viedma.
IÑIGUEZ, A.M., R.R. ANDREIS y J.J. LLUCH. 1972. Estu-
dio geológico-técnico de las bentonitas del lago
Pellegrini. Provincia de Río Negro. Dirección de Mi-
nería de la provincia de Río Negro y Museo de La
Plata. Informe inédito. La Plata.
KAASCHIETER, J.P.H., 1965. Geología de la cuenca del
Colorado. 2as Jornadas Geológicas Argentinas, 3 :
251-271. Buenos Aires.
KEIDEL, J., 1917. Über des Patagonischen Taffelland des
Patagonische gerölle und ihre ziehungen zu den
geologischen erscheinnungen in argentinische An-
des gebiet und Littoral. Zeitschrift der Deutsche
Wisensschaft Verlag, 3 (5-6) : 219-245. Stuttgart.
KEIDEL, J., 1925. Sobre la estructura tectónica de las ca-
pas petrolíferas en el oriente del Territorio del
Neuquén. Ministerio de Agricultura. Dirección Ge-
neral de Minería y Geología, Publicación 8: 5-67. Bue-
nos Aires.
KIELBOWICZ, A., 1980. Estudio de la microfauna de
sedimentitas del Cretácico superior, en la zona de
lago Pellegrini, provincia de Río Negro. Trabajo Fi-
nal de Licenciatura, informe inédito. Universidad de
Buenos Aires. Buenos Aires.
KIRKLAND, J.I. 1994. Predation of dinosaur nests by
terrestrial crocodilians. En: Carpenter, K., K.F. Hirsch
and J.R. Horner (Eds.), Dinosaur eggs and babies.
Cambridge University Press: 124-133.
KOSTADINOFF, J.A., D.A. GREGORI y A. RANIOLO,
2005. Configuración geofísica - geológica del sector
norte de la provincia de Río Negro. Revista de la
Asociación Geológica Argentina, 60 (2) : 368-376.
Buenos Aires.
KRAMARZ, A., A. GARRIDO, A. FORASIEPI, M. BOND
y C. TAMBUSSI, 2005. Estratigrafía y vertebrados
(Aves y Mammalia) de la Formación Cerro Bandera,
Mioceno Temprano de la provincia del Neuquén,
Argentina. Revista Geológica de Chile, 32 (2) : 273-
291.
KROON, D. y A. NEDERBRAGT, 1990. Ecology and
paleoecology of triserial planktonic foraminifera.
Marine Micropaleontology, 16 : 25-38.
158 Hojas Geológicas 3969-II
LAPIDO, O. y F. PEREYRA, 1999. Cuaternario. Cuaternario
de la Patagonia Extraandina. En: Caminos, R. (Ed.),
Geología Argentina. Instituto de Geología y Recur-
sos Minerales. Anales 29 (2) : 704-709. Buenos Aires.
LAPPARENT de BROIN, F. y M.S. de la FUENTE, 2001.
Oldest world Chelidae (Chelonia, Pleurodira), from
the Cretaceous of Patagonia, Argentina. Comptes
Rendus Academie des Sciences 333 : 463-470.
LASTRA, F. 1999. Arcillas del Neuquén, provincia del
Neuquén. Informe inédito. Dirección Provincial de
Minería. Zapala.
LEANZA, A.F., 1964. Los estratos con Baculites de Elcain
(Río Negro) y sus relaciones con otros terrenos
supracretácicos argentinos. Revista de la Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universi-
dad Nacional de Córdoba, 25 (3-4) : 93-107. Córdoba.
LEANZA, A.F., 1967. Los Baculites de la provincia de La
Pampa con notas acerca de la edad del Piso
Rocanense. Academia Nacional de Ciencias, Boletín
46 (1) :49-59. Córdoba.
LEANZA, H.A., 1973. Estudio sobre los cambios faciales
de los estratos limítrofes Jurásico-Cretácicos entre
Loncopué y Picún Leufú, provincia de Neuquén,
República Argentina. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 28 (2) : 97-132. Buenos Aires.
LEANZA, H.A., 1999. The Jurassic and Cretaceous
terrestrial beds from Southern Neuquen Basin, Ar-
gentina. Field Guide. Instituto Superior de Correla-
ción Geológica. INSUGEO. Serie Miscelánea 4 : 1-30.
San Miguel de Tucumán.
LEANZA, H.A. y C.A. HUGO, 1985. Los biohermas
ostreros de la Formación Roca (Paleoceno) en el su-
doeste de la provincia de La Pampa. Ameghiniana,
21 (2-4) : 143-149. Buenos Aires.
LEANZA, H.A. y C.A. HUGO, 1988. Prospección de
fosforitas en el occidente de la provincia de La Pam-
pa y noroeste de la provincia de Río Negro. Informe
inédito. Servicio Minero Nacional. Buenos Aires.
LEANZA, H.A. y C.A. HUGO, 1997. Hoja Geológica 3969-
III, Picún Leufú, provincias del Neuquén y Río Ne-
gro. Programa Nacional de Cartas Geológicas de la
República Argentina (escala 1: 250.000). Servicio
Geológico Minero Argentino. Instituto de Geología
y Recursos Minerales, Boletín N° 218 : 1-135. Bue-
nos Aires.
LEANZA, H.A. y C.A. HUGO, 2001. Cretaceous red
beds from southern Neuquén Basin (Argentina):
age, distribution and stratigraphic discontinuities.
7° International Symposium on Mesozoic
Terrestrial Ecosystems, Asociación Paleontológica
Argentina, Publicación Especial, 7 : 111-122. Bue-
nos Aires.
LEANZA, H.A., HUGO, C.A. y D. REPOL, 2001. Hoja
Geológica 3969-I, Zapala, provincia del Neuquén.
Programa Nacional de Cartas Geológicas de la Repú-
blica Argentina (escala 1: 250.000). Servicio Geológico
Minero Argentino. Instituto de Geología y Recursos
Minerales, Boletín N° 275 : 1-128. Buenos Aires.
LEANZA, H.A., S. APESTEGUÍA, F.E. NOVAS y M. de la
FUENTE, 2004. Cretaceous red beds from the
Neuquén Basin (Argentina) and their tetrapod
assemblages. Cretaceous Research, 25 : 61-67.
LEGARRETA, L. y C.A. GULISANO, 1989. Análisis
estratigráfico secuencial de la Cuenca Neuquina (Triásico
superior - Terciario inferior). En: Chebli, G.A. y L.A. Spalletti
(Eds.), Cuencas Sedimentarias Argentinas, 221-243.
LEGARRETA, L. y M.A. ULIANA, 1999. El Jurásico y
Cretácico de la Cordillera Principal y la Cuenca
Neuquina. Facies sedimentarias. En: Caminos, R.
(Ed.), Geología Argentina. Servicio Geológico Mine-
ro Argentino. Instituto de Geología y Recursos Mi-
nerales, Anales 29 (16) : 399-416. Buenos Aires.
LEGARRETA, L., G. LAFFITTE y S. MINNITI, 1999. Cuenca
Neuquina: Múltiples posibilidades en las series
Jurásico-Cretácicas del depocentro periandino. 4º
Congreso Nacional de Exploración de Hidrocarbu-
ros: 145 - 175. Mar del Plata.
LIMERES, M., D. DAJCZEWAND e I. ORCHUELA, 2005.
Estilo de entrampamiento en el yacimiento Loma
Negra, Cuenca Neuquina, provincia de Río Negro.
En: Kozlowski, E., G. Vergani y A. Boll (Eds.), Las
trampas de hidrocarburos en las cuencas producti-
vas de Argentina. 6° Congreso de Exploración y De-
sarrollo de Hidrocarburos: 384 - 390. Mar del Plata.
LINARES, E., E.J. LLAMBÍAS y C. LATORRE, 1980. Geo-
logía de la provincia de La Pampa, República Argen-
tina y geocronología de sus rocas metamórficas y
eruptivas. Revista de la Asociación Geológica Ar-
gentina, 35 (1) : 87-146. Buenos Aires.
LIZUAIN, A. y E. SEPÚLVEDA, 1979. Geología del Gran Bajo
del Gualicho (provincia de Río Negro). 7° Congreso
Geológico Argentino, 1 : 407 - 422. Buenos Aires.
LONGRICH, N., 2000. Myrmecophagous Maniraptora?
Alvarzesaurs as aard raptors. Journal of Vertebrate
Palaeontology, 20 (3) : 54A.
LORENZ, W., 2000. Diatomita. En: El potencial económico
de los Recursos Minerales de la provincia de La Pam-
pa. Cooperación Geológica Argentino - Alemana.
Proyecto Nº 94-2254, 1 : 1-76, Santa Rosa - Argentina
/ Hannover - Alemania.
LYDEKKER, R., 1893. Contributions to the study of the
fossil vertebrates of Argentina. I. The Dinosaurs of
Patagonia. Anales del Museo de La Plata,
Paleontología 2: 1-14. La Plata.
Neuquén 159
LYONS, W.A., 1999. Las areniscas cupríferas del Neuquén.
En: Zappettini, E.O. (Ed.), Recursos Minerales de la
República Argentina. Servicio Geológico Minero
Argentino. Instituto de Geología y Recursos Mine-
rales, Anales 35 : 1149-1158. Buenos Aires.
LLAMBÍAS, E.J., 1975. Geología de la provincia de La
Pampa y su aspecto minero. Dirección de Minas. Pro-
vincia de La Pampa. 56 pp., informe inédito. Santa
Rosa.
MAILHE, A.R., N. MALUMIÁN y A.C. RICCARDI, 1967.
Contribución al conocimiento de los foraminíferos
del Rocanense de la cuenca de Añelo. Ameghiniana,
5(1) : 21-33. Buenos Aires.
MALONE P., C. SAAVEDRA, G. VERGANI, J.C. FERRERO,
M. LIMERES y M. SCHIUMA, 2002 Reservorios del
Grupo Cuyo Superior. En: Schiuma, M., G. Vergani y
G. Hinterwimmer (Eds.), Rocas reservorios de las
cuencas productivas argentinas. 5º Congreso de Ex-
ploración y Desarrollo de Hidrocarburos: 278 - 302.
Mar del Plata.
MALUMIÁN, N., 1969. First Report on Fossil
Nannoplankton from Neuquen, Argentina.
Sonderabdruck aus den Verhandlungen der
Geologischen Bundesanstalt, Heft 3 : A93.
MALUMIÁN, N., 1970. Bioestratigrafía del Terciario ma-
rino del subsuelo de la provincia de Buenos Aires.
Ameghiniana, 7(2): 173-204. Buenos Aires.
MALUMIÁN, N., 1978. Esbozo paleoecológico de las
asociaciones foraminiferológicas terciarias de la
Argentina. Ameghiniana, 15 : 161-171. Buenos Ai-
res.
MALUMIÁN, N., 1982. Características bioestratigráficas
de las asociaciones foraminiferológicas de la Repú-
blica Argentina. 5º Congreso Latinoamericano de
Geología, 1: 779-790. Buenos Aires.
MALUMIÁN, N., 1984. Los Microfósiles. D:
Nannoplancton calcáreo. En: Geología y Recursos
Naturales de la provincia de Río Negro. 9° Congreso
Geológico Argentino, Relatorio 2 (7) : 515-517. Bue-
nos Aires.
MALUMIÁN, N., 1999. La sedimentación y el volcanismo
terciarios en la Patagonia Extraandina. 1. La sedimen-
tación en la Patagonia Extraandina. En: Caminos, R.
(Ed.), Geología Argentina. Instituto de Geología y
Recursos Minerales. Anales 29 (18) : 557-578. Bue-
nos Aires.
MALUMIÁN, N. y A. CARAMÉS, 1995. El Daniano mari-
no de Patagonia (Argentina): paleobiogeografía de
los foraminíferos bentónicos. En: Náñez, C. (Ed.),
Paleógeno de América del Sur. Asociación
Paleontológica Argentina, Publicación Especial, 3 :
83-105. Buenos Aires.
MALUMIÁN, N. y A. CARAMÉS, 2002. Foraminíferos
de sedimentitas ricas en carbono orgánico: Forma-
ción La Barca, Paleoceno superior, Tierra del Fue-
go, República Argentina. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 57 (3) : 219-231. Buenos Ai-
res.
MALUMIÁN, N. y C. NÁÑEZ, 1984. Los Microfósiles. A:
Foraminíferos. En: Geología y Recursos Naturales
de la provincia de Río Negro. 9° Congreso Geológico
Argentino, Relatorio 2 (7) : 486 - 501. Buenos Aires.
MALUMIÁN, N., A. CARAMÉS y C. NÁÑEZ, 1995. El
cambio en los foraminíferos bentónicos en el pasaje
Cretácico-Paleogeno, cuencas Neuquina y del Colo-
rado, Argentina. 6° Congreso Argentino de
Paleontología y Bioestratigrafía: 173-178.
MARCHESE, H.G., 1971. Litoestratigrafía y variaciones
faciales de las sedimentitas mesozoicas de la Cuenca
Neuquina, provincia de Neuquén, República Argen-
tina. Revista de la Asociación Geológica Argentina,
26 (3) : 343-410. Buenos Aires.
MASSABIE, A., 1993. Estratigrafía del límite Cretácico-
Terciario en la región del río Colorado según el perfil
de Casa de Piedra. 12º Congreso Geológico Argenti-
no y 2º Congreso de Exploración de Hidrocarburos,
2 : 124-131. Buenos Aires
MELCHOR, R., 2002. Depósitos continentales eocenos
en el sudoeste de la provincia de La Pampa, Ar-
gentina: edad, estratigrafía y paleoambientes. 15°
Congreso Geológico Argentino, 1 : 694-698. Bue-
nos Aires.
MELCHOR, R., S. CASADÍO y G. VISCONTI, 1992.
Análisis estratigráfico secuencial de los depósi-
tos lacustres eocenos de la Formación Vaca
Mahuida, SO de la provincia de La Pampa, Ar-
gentina. 4a Reunión Argentina de Sedimentología,
1 : 151-158.
MELCHOR, R., S. CASADÍO, H. TICKYJ y S.
QUENARDELLE, 2004. Hoja Geológica 3766-III,
La Reforma, provincia de La Pampa. Programa Na-
cional de Cartas Geológicas de la República Ar-
gentina (escala 1: 250.000). Servicio Geológico Mi-
nero Argentino, Instituto de Geología y Recur-
sos Minerales, Boletín N° 295 : 1-56. Buenos Ai-
res.
MÉNDEZ, V., J.C.M. ZANETTINI y E.O. ZAPPETTINI,
1995. Geología y metalogénesis del Orógeno Andino
Central, República Argentina. Secretaría de Minería,
Anales 23 : 1-190. Buenos Aires.
MIRANDA, J., 1960. Levantamiento geológico del río Co-
lorado entre Colonia 25 de Mayo (La Pampa) y El
Atamisqui (Mendoza). Yacimientos Petrolíferos Fis-
cales. Informe inédito.
160 Hojas Geológicas 3969-II
MITCHUM R. y M.A. ULIANA, 1985. Seismic stratigraphy
of a carbonate depositional sequence. Upper Jurassic
- Lower Cretaceous, Neuquén Basin, Argentina.
American Association of Petroleum Geologist,
Special Publication, Chapter 15 : 255 -274.
MOSQUERA, A., 2002. Inversión tectónica jurásica in-
ferior en el sector central de la Dorsal de Huincul,
área Los Bastos. 5° Congreso de Exploración y De-
sarrollo de Hidrocarburos. Actas: Artículo 99, 11 p.
Mar del Plata.
MOSQUERA, A. y V.A. RAMOS, 2005. Intraplate foreland
deformation in the Neuquén Embayment. 6º Congre-
so Nacional de Exploración y Desarrollo de Hidro-
carburos, Actas (edición electrónica). Artículo 61, 28
pp. Mar del Plata.
MUSACCHIO, E.A., 1973. Charophytas y ostrácodos no
marinos del Grupo Neuquén (Cretácico Superior) en
algunos afloramientos de las provincias de Río Ne-
gro y Neuquén, República Argentina. Revista del
Museo de La Plata (Nueva Serie), Paleontología, 8
(48) : 1-32. La Plata.
MUSACCHIO, E.A., 1989. Biostratigraphy of the non-
marine Cretaceous of Argentina based on calcareous
microfossils. En: Wiedmann, J. (Ed.), Cretaceous of
the Western Tethys : 811-850.
MUSACCHIO, E.A., 1995. Correspondences of Jurassic
and Cretaceous stratigraphic events from central
Patagonia with the Neuquean model. IGCP Project
381, SAMC News, 2: 6-7.
MUSACCHIO, E.A., 2000. Biostratigraphy and
biogeography of Cretaceous charophytes from
South America. Cretaceous Research, 21 : 211-
220.
MUSACCHIO, E.A. y A.M. MORONI, 1983. Charophyta
y Ostracoda no marinos eoterciarios de la Formación
El Carrizo en la provincia de Río Negro, Argentina.
Ameghiniana, 20 (1-2) : 21-33. Buenos Aires.
MUSACCHIO, E.A. y M. SIMEONI, 1995. Ostrácodos de
Argentina y el diseño de áreas oceánicas durante el
Cretácico. Primer workshop sobre paleoceanografía
(UFRGS - Porto Alegre), Boletim de Resumos Expan-
didos: 81-90 (Curso de Posgraduaçao de la UFRGS,
Porto Alegre).
MUSACCHIO, E.A., D. DIAS BRITO, M.S. MARANHAO
y S.M. SUÁREZ, 2002. Comparando carófitos (Al-
gas Verdes) neocretácicos del Grupo Baurú (Brasil)
y Argentina. 6º Simposio sobre o Cretáceo do Brasil,
Boletín 329 : 334.
NÁÑEZ, C., 1996. Occurrence of Boltovskoyella
(Foraminifera) in the Roca Formation (Danian),
Neuquén Basin, Argentina. Simposio Paleógeno de
América del Sur, Resúmenes: 24. Buenos Aires.
NÁÑEZ, C., 1998. The genus Boltovskoyella (foraminifera)
from Patagonia. Journal of Micropalaeontology, 17 :
105-118.
NÁÑEZ, C., 2002. Informe micropaleontológico sobre una
muestra de la Hoja Neuquén. Informe inédito. Servi-
cio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geolo-
gía y Recursos Minerales. Buenos Aires.
NÁÑEZ, C. y A. CONCHEYRO, 1993. Micropaleontología
de las Formaciones Jagüel y Roca, cuenca de Añelo,
provincia del Neuquén. El límite Cretácico-Paleógeno.
Dirección Nacional del Servicio Geológico. Informe
interno inédito. Buenos Aires.
NÁÑEZ, C. y G.A. CONCHEYRO, 1996. Límite Cretácico -
Paleógeno. En: Ardolino A. y M. Franchi (Eds.), Geo-
logía y Recursos Minerales del Departamento Añelo,
provincia del Neuquén, República Argentina. Direc-
ción Nacional del Servicio Geológico y Dirección Ge-
neral de Minería de la provincia del Neuquén, Ana-
les 25 : 129-149. Buenos Aires.
NÁÑEZ, C. y N. MALUMIÁN, 1995. Maastrichtian
foraminiferal assemblages and the K/P boundary in
Patagonia, Argentina. IGCP Project 381, SAMC News
2 : 18-19.
NÁÑEZ, C. y N. MALUMIÁN, 2004. Distribution of
conspicuous or endemic benthic foraminifera across
the K/P boundary in Patagonia. 10º Reunión Argen-
tina de Sedimentología, Contribuciones Simposio K/
T: 192. San Luis.
NÁÑEZ, C., A. PARRAS, H.J. HANSEN, A. CONCHEYRO,
S. ALONSO, S. LOJEN. y M. PIRES, 2002. A southern,
shallow marine, Cretaceous-Paleogene boundary:
Bajada del Jagüel section, Neuquén Basin, Argentina.
Geological Association of Canada, Mineralogical
Association of Canada, Joint Annual Meeting
(Saskatoon 2002, May 27-29), Abstract Volume 27: 79.
NÁÑEZ, C., A. PARRAS, H.J. HANSEN, S. ALONSO y S.
LOJEN (en preparación). A southern, shallow marine,
Cretaceous-Paleogene boundary: Bajada del Jagüel
section, Neuquén Basin, Argentina.
NOVAS, F.E. 1997. Megaraptor namunhuaiquii, gen. et
sp. nov., a large clawed Late Cretaceous theropod
from Patagonia. Journal of Vertebrate Paleontology,
18 : 4-9.
NOVAS, F.E. y P. PUERTA, 1997. New evidence concerning
avian origins from the Late Cretaceous of NW
Patagonia. Nature, 387 : 390-392.
OLMOS M., H. MARETTO, D. LASALLE, O. CARBONE O
y C. NAIDES, 2002. Reservorios de la Formación
Quintuco. En: Schiuma, M., G. Vergani y G. Hinterwimmer
(Eds.), Rocas reservorios de las cuencas productivas
argentinas. 5º Congreso de Exploración y Desarrollo de
Hidrocarburos : 359 - 382. Mar del Plata.
Neuquén 161
ORCHUELA, I. y V. PLOSZKIEWICZ, 1984. La Cuenca
Neuquina. 9° Congreso Geológico Argentino,
Relatorio: 163-188. Buenos Aires.
ORCHUELA, I.A., V. PLOSZKIEWICZ y R. VIÑES, 1981.
Reinterpretación estructural de la denominada “Dor-
sal Neuquina”. 8º Congreso Geológico Argentino, 3
: 281-293. Buenos Aires.
PADULA, E., 1951. Informe preliminar del levantamiento
zona Auca Mahuida y Bajo de Añelo. Yacimientos
Petrolíferos Fiscales. Informe inédito. Buenos Aires.
PALAMARCZUK, S., 1997. Dinoflagelados característi-
cos del entorno del límite Cretácico/Paleógeno en la
Formación Jagüel. 10° Simposio de Paleobotánica y
Palinología. Resúmenes: 37. Mendoza.
PALAMARCZUK, S., 2004. Organic-walled microplankton
in the Jagüel Formation (Upper Maastrichtian-
Danian), Neuquén Province, Argentina. The
Cretaceous/Paleogene boundary event. Doctoral
Dissertation. City University of New York.
PALAMARCZUK, S. y J.C. GAMERRO, 1988.
Grapnelispora evansii, megaspora del Cretácico
superior (?Campaniano Superior - Maastrichtiano)
de Argentina y Antártida. 4° Congreso Argentino de
Paleontología y Bioestratigrafía, 3 : 87-93.
PALAMARCZUK, S. y D. HABIB, 2001. Dinoflagellate
evidence of the Cretaceous-Paleogene boundary in
Argentina. Geological Society of America, Abstract
Annual Meeting (November 5-8, 2001) : 33.
PALAMARCZUK, S., D. HABIB y R.K. OLSSON, 2002.
The Cretaceous/Paleogene boundary in Argentina:
new evidence from dinoflagellate, foraminiferal and
radiometric dating. Geological Society of America
Abstracts Annual Meeting (October 27-30, 2002) : 34.
PÁNGARO, F., R. CORBERA, O. CARBONE y G.
HINTERWIMMER, 2002. Los reservorios del
“Precuyano”. En: Schiuma, M., G. Vergani y G.
Hinterwimmer (Eds.), Rocas reservorios de las cuen-
cas productivas argentinas. 5º Congreso de Explora-
ción y Desarrollo de Hidrocarburos: 229-254. Mar
del Plata.
PAPÚ, O.H. y E.G. SEPÚLVEDA, 1995. Datos palinológicos
de la Formación Los Alamitos en la localidad de
Montoniló, Departamento 25 de Mayo, Río Negro,
Argentina. Sus relaciones colindantes coetáneas. 6°
Congreso Argentino de Paleontología y
Bioestratigrafía: 195-200. Trelew.
PAPÚ, O.H., M.B. PRÁMPARO, C. NÁÑEZ y A.
CONCHEYRO, 1996. Palynology and
micropaleontology of the Jagüel Formation
(Maastrichtian-Danian), Opaso section, Neuquén
Basin, Argentina. Simposio Paleógeno de América
del Sur, Resúmenes: 26. Buenos Aires.
PAPÚ, O.H., M.B. PRÁMPARO, C. NÁÑEZ y A.
CONCHEYRO, 2000. Palinología y
micropaleontología de la Formación Jagüel
(Maastrichtiano-Daniano), perfil Opaso, Cuenca
Neuquina, Argentina. Simposio Paleógeno de Amé-
rica del Sur. Servicio Geológico Minero Argentino,
Anales 33: 17-31. Buenos Aires.
PARRAS, A., 1999. Estratigrafía y Paleontología del Gru-
po Malargüe (límite Cretácico–Paleógeno) en la pro-
vincia de Mendoza. Tesis Doctoral, 327 pp., inédita.
Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba.
PARRAS, A. y S. CASADÍO, 1999. Paleogeografía del
sector septentrional de la Cuenca Neuquina durante
el intervalo Campaniano - Daniano. 7as Jornadas
Pampeanas de Ciencias Naturales: 261-268.
PARRAS, A., S. CASADÍO y M. PIRES, 1998. Secuen-
cias depositacionales del Grupo Malargüe y el
límite Cretácico - Paleógeno en el sur de la pro-
vincia de Mendoza, Argentina. En: Casadío, S.
(Ed.): Paleógeno de América del Sur y de la Pe-
nínsula Antártica. Asociación Paleontológica
Argentina, Publicación Especial 5 : 61-69. Bue-
nos Aires.
PARRAS, A., S. CASADÍO, C. NÁÑEZ, A. CONCHEYRO
y M. GRIFFIN, 2004. The Cretaceous/Paleogene
boundary in the Neuquén Basin, northern Patagonia,
Argentina. 10º Reunión Argentina de Sedimentología,
Resúmenes, Contribuciones Simposio K/T, p. 195.
San Luis.
PASCUAL, R., P. BONDESIO, M.G. VUCETICH, G.
SCILLATO YANÉ, M. BOND y E.P. TONNI, 1984.
Vertebrados fósiles cenozoicos. Relatorio 9° Congre-
so Geológico Argentino, 2 (9) : 439-461. Buenos Ai-
res.
PERLE A., L.M CHIAPPE, R. BARSBOLD, J.M. CLARK y
M.A. NORELL, 1994. Skeletal morphology of
Mononykus olecranus (Theropoda, Avialae) from the
Late Cretaceous of Mongolia. American Museum
Novitates, 3105 : 1-29.
PETERSEN, C.S., 1946. Estudios geológicos en la región
del río Chubut medio. Dirección General de Minería
y Geología, Boletín N° 59 : 1-137. Buenos Aires.
PETTINARI, G., A. GIUSIANO y D. LUDUEÑA, 1999. Ar-
cillas rojas del Grupo Neuquén. En: Zappettini, E.O.
(Ed.), Recursos minerales de la República Argentina
Servicio Geológico Minero Argentino. Instituto de
Geología y Recursos Minerales, Anales 35 : 1103-
1112. Buenos Aires.
POBLETE, F. y J.O. CALVO, 2003. Upper Turonian
Dromaeosaurid teeth from Futalognko quarry,
Barreales Lake, Neuquén, Patagonia, Argentina.
Ameghiniana, 40 (4): 66R. Buenos Aires.
162 Hojas Geológicas 3969-II
PORFIRI, J y J.O. CALVO, 2002. A new record of an
ornithopod dinosaur from the Upper Cretaceous of
Neuquén, Patagonia, Argentina. 1er Congreso Lati-
noamericano de Paleontología de Vertebrados: 45.
Santiago de Chile.
PORFIRI, J y J.O. CALVO, 2003. ‘Megaraptores’ en lago
Los Barreales, Neuquén, Patagonia. Ameghiniana,
40 (4) : 90R. Buenos Aires.
POWELL, J. E. 1992. Osteología de Saltasaurus loricatus
(Sauropoda-Titanosauridae) del Cretácico Superior del
Noroeste Argentino. En: Sanz, J. L. y A. D. Buscalioni
(eds.): Los dinosaurios y su entorno biótico. Instituto
“Juan de Valdéz”, p. 165-230. Cuenca.
PRICE, L. I., 1955. Novos Crocodilídeos dos arenitos da
Serie Baurú, Cretáceo do Estado de Minas Gerais.
Anais Academia Brasileira de Ciencias 22, 487-498.
RAMOS, V.A., 1975. Los ciclos sedimentarios y la bio-
rhexistasia en el control de las manifestaciones
cupríferas del Neuquén Extraandino, 2º Congreso
Iberoamericano de Geología Económica, 5 : 373- 394.
Argentina.
RAMOS, V.A., 1978. Estructura. En: Relatorio Geología y
Recursos Naturales del Neuquén. 7° Congreso
Geológico Argentino: 99-118.
RAMOS, V.A., 1981. Descripción geológica de la Hoja
33c, Los Chihuidos Norte. Servicio Geológico Na-
cional, Boletín N° 182 : 1-103. Buenos Aires.
RAMOS, V.A., 1999a. Las provincias geológicas del terri-
torio argentino. En: Caminos, R. (Ed.), Geología Ar-
gentina. Instituto de Geología y Recursos Minera-
les, Anales 29 (3) : 41-96. Buenos Aires.
RAMOS, V.A., 1999b. Los depósitos sinorogénicos ter-
ciarios de la región andina. En: Caminos, R. (Ed.),
Geología Argentina. Instituto de Geología y Recur-
sos Minerales, Anales 29 (22) : 651-682. Buenos Ai-
res.
RAMOS, V.A., 1999c. Rasgos estructurales del territorio
argentino. Evolución tectónica de la Argentina. En:
Caminos, R. (Ed.), Geología Argentina. Instituto de
Geología y Recursos Minerales, Anales 29 (24) : 715-
759. Buenos Aires.
RAMOS, V.A. y J.M. CORTÉS, 1984. Estructura e inter-
pretación tectónica. 9° Congreso Geológico Argen-
tino. Relatorio de la provincia de Río Negro : 317-346.
Buenos Aires.
REYNOSO, M., 1975. Tipología para las mineralizaciones
de cobre asociadas a rocas sedimentarias, 6° Con-
greso Geológico Argentino, Actas 3: 145-163. Bue-
nos Aires.
RICCARDI, A.C., 1974. Eubaculites Spath (Ammonoidea)
del Cretácico superior de Argentina. Ameghiniana,
11 (4) : 379-399. Buenos Aires
RIMOLDI, H.V. y D. SILVA NIETO, 1999. Mapa Geológico
de la provincia de La Pampa (escala 1: 750.000). Ser-
vicio Geológico Minero Argentino. Instituto de Geo-
logía y Recursos Minerales. Buenos Aires.
RIMOLDI, H. y G. TURAZZINI, G., 1984. Aprovechamien-
tos hidráulicos. Relatorio 9º Congreso Geológico
Argentino, 3 (8) : 693-752. Buenos Aires.
ROLL, A., 1939. La cuenca de los Estratos con
Dinosaurios al sur del río Neuquén. Yacimientos Pe-
trolíferos Fiscales. Y.P.F. Gerencia de Exploración,
informe inédito. Buenos Aires.
ROLL, A., 1941. Über die Ortiz und Roca Schichten des
oberen Kreide der Río Negro senke (Nord
Patagonien). Neues Jahrbuch für Mineralogie,
Geologie und Paläontologie, 85 (B): 144-190.
ROTH, S., 1898. Apuntes sobre la geología y
paleontología de los territorios del Río Negro y
Neuquén. Revista del Museo de La Plata, 9 : 1-56. La
Plata.
ROTH, S., 1899. Aviso preliminar sobre mamíferos
mesozoicos encontrados en Patagonia. Revista del
Museo de La Plata, 9 : 381-388. La Plata.
SALGADO, L., 1996. Pellegrinisaurus powelli nov. gen.
et sp. (Sauropoda, Titanosauridae) from the Upper
Cretaceous of Lago Pellegrini, Northwestern
Patagonia, Argentina. Ameghiniana, 33 : 355-365.
Buenos Aires.
SALGADO, L. y J.O. CALVO, 1993. Report of a sauropod
with amphiplatyan mid-caudal vertebrae from the Late
Cretaceous of Neuquén Province (Argentina).
Ameghiniana, 30 : 215-218. Buenos Aires.
SALGADO, L., R. CORIA y S. HEREDIA, 1997. New
materials of Gasparinisaura cincosaltensis
(Ornithischia, Ornithopoda) from the Upper
Cretaceous of Argentina. Journal of Paleontology,
71 : 933-940.
SÁNCHEZ, M.L., J.O. CALVO y S. HEREDIA, 2005.
Paleoambientes de sedimentación del tramo su-
perior de la Formación Portezuelo, Grupo
Neuquén (Cretácico Superior), Los Barreales, pro-
vincia del Neuquén. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 60 (1):142-158. Buenos Ai-
res.
SCASSO, R.A., A. CONCHEYRO, W. KIESSLING, M.
ABERHAN, L. HECHT, F. MEDINA y R. TAGLE, 2005.
A tsunami deposit at the Cretaceous/Paleogene
boundary in the Neuquén Basin of Argentina.
Cretaceous Research, 26 : 283-297.
SCHILLER, W., 1922. Los sedimentos marinos del límite
entre el Cretácico y el Terciario de Roca en Patagonia
Septentrional. Revista del Museo de La Plata, 26 :
256-280. La Plata.
Neuquén 163
SCHIUMA, M., G. VERGANI y G. HINTERWIMMER, 2002.
Rocas reservorios de las cuencas productivas ar-
gentinas. 5º Congreso de Exploración y Desarrollo
de Hidrocarburos, Mar del Plata.
SCHWEITZER, M.H., F.D. JACKSON, L.M. CHIAPPE, J.O.
CALVO y D.E. RUBILAR, 2002. Cretaceous avian
eggs and embryos from Argentina. Journal of
Vertebrate Palaeontology, 21, Abstracts: 99A.
SCILLATO YANÉ, G.J., M.A. ULIANA y R. PASCUAL,
1976. Un Megalonychidae (Edentata, Pilosa) del
Plioceno de la provincia de Río Negro (Argentina).
Su importancia bioestratigráfica y
paleobiogeográfica. 6° Congreso Geológico Argen-
tino, 1 : 576-589. Buenos Aires.
SMITH WOODWARD, A. S. 1896. On two Mesozoic
crocodilians Notosuchus nov. gen. and
Cynodontosuchus nov. gen. from the red
sandstones of the Territory of Neuquén (Argenti-
na). Anales del Museo de la Plata, Paleontología 4
: 1-20.
SMITH WOODWARD, A.S., 1901. On some extinct repti-
les from Patagonia of the genera Miolania, Dinilysia
and Genyodectes. Proccedings of the Royal Society
of London, 1 : 169-184.
SOAVE, A.L. y A.M. CAFFERATTA, 1986. Petrografía y
diagénesis de la Fm. Tordillo en el subsuelo de la zona
del Bajo de Añelo, provincia del Neuquén. 1a Reunión
Argentina de Sedimentología: 296-299. La Plata.
SOBRAL, J.M., 1942. Geología de la comarca del Territo-
rio de La Pampa situada al occidente del Chadi-
Leuvú. Boletín de Informaciones Petroleras, 212 : 33-
81. Buenos Aires.
STEINMANN, G., 1919. Geologie von Peru. Karl Winter
Verlag, 446 pp.
STIPANICIC, P.N. y F. RODRIGO, 1970. El diastrofismo
Eo- y Mesocretácico en Argentina y Chile, con refe-
rencias a los Movimientos Jurásicos de la Patagonia.
4as Jornadas Geológicas Argentinas, 2 : 337-352. Bue-
nos Aires.
STIPANICIC, P.N., F. RODRIGO, O.L. BAULÍES y C.G.
MARTÍNEZ, 1968. Las formaciones presenonianas
del denominado Macizo Nordpatagónico y regio-
nes adyacentes. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 23 (2) : 367-388. Buenos Ai-
res.
ULIANA, M.A., 1973. Geología superficial de la parte este
de la Cuenca Neuquina. Informe inédito. Yacimien-
tos Petrolíferos Fiscales. Buenos Aires.
ULIANA, M.A., 1979. Geología de la región comprendi-
da entre los ríos Colorado y Negro, provincias del
Neuquén y Río Negro. Tesis Doctoral, inédita. Uni-
versidad Nacional de La Plata. La Plata.
ULIANA, M.A. y H.H. CAMACHO, 1975. Estratigrafía y
paleontología de la Formación Vaca Mahuida, pro-
vincia de Río Negro. 1er Congreso Argentino de
Paleontología y Bioestratigrafía, 2 : 357-373. San Mi-
guel de Tucumán.
ULIANA. M.A. y D.A. DELLAPÉ, 1981. Estratigrafía y
evolución paleoambiental de la sucesión eoterciaria
del Engolfamiento Neuquino (Patagonia septentrio-
nal). 8º Congreso Geológico Argentino, 3 : 673-711.
Buenos Aires.
ULIANA, M.A., M.E. ARTEAGA, L. LEGARRETA, J.J.
CERDÁN y G. PERONI, 1995. Inversion structures
and hydrocarbon occurrences in Argentina. En:
Buchanan, J.G. y P.G. Buchanan (Eds.), Basin
Inversion. Geological Society of London, Special
Publication, 88 : 211-233.
VAIL, P.R. y R.G. TODD, 1980. Northern North Sea Jurassic
unconformities, chronostratigraphy and sea-level
changes from seismic stratigraphy. En: Proceedings
of the Second Conference on petroleum geology of
the Continental Shelf of Northwest Europe : 216-235.
VALLÉS, J.M. y A. IMPICCINI, 1996. Bentonita. En: Ardolino
A. y M. Franchi (Eds.), Geología y Recursos Minerales
del Departamento Añelo, provincia del Neuquén, Re-
pública Argentina. Dirección Nacional del Servicio
Geológico y Dirección General de Minería de la provin-
cia del Neuquén, Anales 25 : 165 -175. Buenos Aires.
VALLÉS, J.M. y A. IMPICCINI. 1999. Bentonitas de la
Cuenca Neuquina, Río Negro, Neuquén y La Pam-
pa. En: Zappettini, E.O. (Ed.), Recursos Minerales
de la República Argentina. Servicio geológico Mi-
nero Argentino. Instituto de Geología y Recursos
Minerales, Anales 35 : 1113-1125. Buenos Aires.
VALLÉS, J.M. y G. PETTINARI, 1996. Arcillas rojas. En:
Ardolino A. y M. Franchi (Eds.), Geología y Recur-
sos Minerales del Departamento Añelo, provincia
del Neuquén, República Argentina. Dirección Na-
cional del Servicio Geológico y Dirección General
de Minería de la provincia del Neuquén, Anales 25
: 156 - 163. Buenos Aires.
VAN VALEN, L., 1969. What was the largest dinosaur?.
Copeia 3 : 624-626.
VEIGA, R. e I. ORCHUELA, 1989. Identificación de nive-
les generadores de hidrocarburos a partir de técni-
cas de perfilaje en la Formación Vaca Muerta. 1er
Congreso Nacional de Hidrocarburos, 2: 1061 - 1093.
Mar del Plata.
VEIGA, R., M.E. LARA y P. BRUVERIS, 1999. Distribución
de hidrocarburos sobre el margen externo en una cuen-
ca de trans-arco. Ejemplos en la Cuenca Neuquina, Ar-
gentina. Boletín de Informaciones Petroleras, Tercera
época. Año 16, Nº 60 : 142-164. Buenos Aires.
164 Hojas Geológicas 3969-II
VEIGA, R., H. VERZI y H. MARETTO, 2001. Modelado
bidimensional en el ámbito central de la Cuenca
Neuquina (Argentina). Boletín Informaciones Petrole-
ras, Tercera época. Año 18, Nº 67: 50 - 63. Buenos Aires.
VERALLI, C. y J.O. CALVO, 2003. New findings of
carcharodontosaurid teeth (Upper Turonian) on
Futalognko quarry, North Barreales Lake, Neuquén,
Argentina. Ameghiniana, 40 (4) : 74R. Buenos Aires.
VERGANI, G.D., 2005. Control estructural de la sedimen-
tación jurásica (Grupo Cuyo) en la Dorsal de
Huincul, Cuenca Neuquina, Argentina. Modelo de
falla lístrica rampa-plano, invertida. Boletín de In-
formaciones Petroleras, Cuarta Época, 1 (1) : 32-42.
Buenos Aires.
VERGANI, G.D., A.J. TANKARD, H.J. BELOTTI y H.J.
WELSINK, 1995. Tectonic evolution and
paleogeography of the Neuquén Basin, Argentina.
En: Tankard, A.J. et al. (Eds.), Petroleum Basins of
South America. American Association of Petroleum
Geologists, Memoir 62 : 383-402.
VOLKHEIMER, W., 1973. Observaciones geológicas
en el área de Ingeniero Jacobacci y adyacencias,
provincia de Río Negro. Revista de la Asociación
Geológica Argentina, 28 (1) : 13-36. Buenos Ai-
res.
VOTTERO A. y J.M. GONZÁLEZ, 2002. Reservorios de la
Formación Mulichinco. En: Schiuma, M., G. Vergani
y G. Hinterwimmer (Eds.), Rocas reservorios de las
cuencas productivas argentinas. 5º Congreso de Ex-
ploración y Desarrollo de Hidrocarburos, 383 - 400.
Mar del Plata.
WEAVER, CH., 1927. The Roca Formation in Argentina.
American Journal of Science, 5 (13) : 417-434.
WEBER, E.I., 1964. Estudio geológico de General Roca
(provincia de Río Negro). Tesis Doctoral, inédita.
Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.
WEBER, E.I., 1972. Descripción geológica de la Hoja 35f,
Jagüel de los Milicos, provincia de Río Negro. Servi-
cio Geológico Nacional, 118 pp, informe inédito. Bue-
nos Aires.
WEBER, E.I., 1983. Descripción geológica de la Hoja 40j,
Cerro El Fuerte, provincia de Río Negro. Servicio
Geológico Nacional, Boletín N° 196 : 1-69. Buenos
Aires.
WICHMANN, R., 1916. Las Capas con Dinosaurios en la
costa sur del río Negro frente a General Roca. Physis,
2 (11) : 258-262. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1919. Contribución a la geología de la
región comprendida entre el Río Negro y Arroyo
Valcheta. Ministerio de Agricultura de la Nación,
Sección Geología, Mineralogía y Minería, Anales 13
(4) : 9-45. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1922. Algunas nuevas observaciones
geológicas en la parte oriental del territorio del
Neuquén. Physis, 5 : 301-303. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1924. Nuevas observaciones geológicas
en la parte oriental del Neuquén y en el territorio de Río
Negro. Ministerio de Agricultura de la Nación, Direc-
ción General de Minas, Geología e Hidrología (Sección:
Geología), Publicación 2 : 3-22. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1927a. Sobre la Facies Lacustre
Senoniana de los Estratos con Dinosaurios y su fau-
na. Boletín Academia Nacional de Ciencias, 30: 383-
405. Córdoba.
WICHMANN, R., 1927b. Resultados de un viaje de estu-
dios geológicos en los Territorios del Río Negro y
del Chubut. Ministerio de Agricultura de la Nación,
Dirección General de Minas, Geología e Hidrología,
Publicación 33 : 1-59. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1927c. Los Estratos con Dinosaurios y
su techo en el este del Territorio del Neuquén. Direc-
ción General de Minería, Geología e Hidrología, Pu-
blicación 32 : 3-25. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1928. Contribución a la geología de los
Departamentos Chical Có y Puelén, en la parte occi-
dental de la Pampa Central. Ministerio de Agricultu-
ra. Dirección General de Minas, Geología e
Hidrogeología. Publicación 40 : 1-33. Buenos Aires.
WICHMANN, R., 1934. Contribución al conocimiento de
los territorios del Neuquén y Río Negro. Dirección
General de Minería, Geología e Hidrología, Boletín
N° 39 : 1-27. Buenos Aires.
WILCKENS, O., 1906. Die Meeresablagerungen der
Kreide- und Tertiarformation in Patagonien. Neues
Jahrbuch füur Mineralogie, Geologie und
Paläontologie, Beilage Band 21.
WINDHAUSEN, A., 1914. Contribución al conocimiento
geológico de los Territorios del Río Negro y
Neuquén. Anales del Ministerio de Agricultura, Sec-
ción Geología y Minería, 10 (1) : 1-60. Buenos Aires.
WINDHAUSEN, A., 1918. The problem of the
Cretaceous / Tertiary boundary in South America,
and the stratigraphic position of the San Jorge
Formation in Patagonia. American Journal of
Science, 44 (265) : 1-53.
WINDHAUSEN, A., 1922. Estudios geológicos en el valle
superior del Río Negro. Ministerio de Agricultura.
Dirección General de Minas, Geología e Hidrología,
Boletín 29 (Serie B) : 1-89. Buenos Aires.
YAÑEZ, M.L., A.J. FAROUX y M.A. DALPONTE, 1996.
Diagnosis sobre las bentonitas del departamento
General Roca, Río Negro. Subsecretaría de Minería
de la Nación y Dirección Minera de la provincia de
Río Negro. 38 pp., informe inédito. Viedma.
Neuquén 165
Recibido: junio 2005
Validado: junio 2006
YRIGOYEN, M.R., 1979. Cordillera Principal. En: Turner,
J.C.M. (Ed.), Geología Regional Argentina. Acade-
mia Nacional de Ciencias, 1 : 651 - 694. Córdoba.
ZENCICH, S., 2000. Descubrimiento de petróleo en la zona del
volcán Auca Mahuida. Boletín de Informaciones Petro-
leras, Tercera época Año 17, Nº 62 : 18 - 29. Buenos Aires.
ZENCICH, S. y D. GARCÍA, 1999. Investigación de un
cuerpo intrusivo mediante la perforación de un son-
deo horizontal, Zona Volcán Auca Mahuida, Cuenca
Neuquina, Argentina. Boletín Informaciones Petro-
leras, Tercera época. Año 16, Nº 59 : 71 - 83. Buenos
Aires.
... Early Campanian It has been interpreted as a meandering fluvial system with large floodplains Cazau and Uliana (1973); Garrido (2000Garrido ( , 2010; Rodríguez et al. (2007). Reyes (1972), Ramos (1988, 2009), Ploszkiewics et al. (1984, Barrio (1990), Salfity and Zambrano (1990), Uliana et al. (1995), Pascual et al. (1996), Sempere et al. (1997), Legarreta and Uliana (1998) For the definition of the paleoenvironments, a similar criterion to that of Mannion and Upchurch (2010) on 'inland' and 'coastal' environments was followed. ...
... The lower section is interpreted as meandering fluvial system deposits, exhibiting a large development of muddy floodplain deposits. The upper section is dominated by muddy deposits and shallow lake bodies, developed on a poorly drained floodplain (Cazau and Uliana, 1973;Garrido, 2000;Rodríguez et al., 2007, Garrido 2010 The bone level is located in reddish sandstones in the lower part of the formation. ...
Article
The ichnological Cretaceous sauropod record of South America is analyzed for the first time in relation with skeletal and paleoenvironmental data. The updated database includes 39 tracksites and 71 valid species (53 titanosaurs and 18 non-titanosaurs) from Colombia, Ecuador, Peru, Chile, Brazil and Argentina. The track and bone records analyzed evidence a relationship with continental environments, specifically with fluvial ones. This is observed in all Sauropoda records, indicating an ecological association of the Cretaceous sauropods for these environments. In addition, the paleogeographic reconstruction integrating these records does not evidence any correlation between the distribution of sauropods and the latitudinal range. During the late Campanian–Maastrichtian interval, when the Atlantic transgression event was established, the titanosaur record started to show a singular panorama. The tracksites are preserved not only in continental paleoenvironments but also in marginal-marine ones, being the only last records of titanosaurs associated with that environment in South America. Both the paleoecological aspects based on sauropod Cretaceous record and the paleoenvironmental data collected in this work support the hypothesis that these tracksites were used by titanosaurs as ‘transit areas’ to move among the environments they inhabited.
... Las areniscas suelen presentar clastos dispersos y estratificación entrecruzada. Aguas arriba del río Negro, Hugo y Leanza (2001a) hallaron siete niveles de terrazas, mientras que en el río Neuquén se han reconocido ocho niveles (Ardolino y Franchi, 1996; Rodríguez et al., 2007) y en el río Limay cinco (Leanza y Hugo, 1997; Hugo y Leanza, 2001b). Todos ellos se han generado en forma concomitante con la evolución de sus valles y ponen de manifiesto que los ríos que integran esta cuenca hídrica han sido afectados en sus condiciones de equilibrio, marcando una continua profundización del piso de los valles. ...
Book
Full-text available
The sheet 3966-IV, Choele Choel, includes part of the northeast sector of the province of Río Negro and is located in a transition zone between the Colorado and Neuquina basins. Its exposed stratigraphy outlines the most modern history of the region, ranging from the Upper Neogene to the Present. The oldest units are formed by alluvial deposits of the Late Miocene-Early Pliocene, mostly made up of sandstones, siltstones, claystones and cinerites, assigned to the Formación Río Negro (Rio Negro Formation) and polymictic conglomerates of the Middle Pliocene-Pleistocene, Depósitos fluviales gruesos (Thick fluvial deposits). The column is completed by Pleistocene and Holocene sequences, among which the following stand out: a thin blanket of calcarenites, Pleistocene alluvial deposits, eight levels of alluvial plain deposits of to the Negro river, eolian sediments and Holocene colluvial, alluvial and evaporite deposits. The area doesn´t show features on the surface due to the large and modern sedimentary cover. The landscape was mainly shaped by fluvial processes whereas, in a subordinated way, there were eolian and mass wasting processes that also had an influence on it. Two clearly-differentiated geomorphological units have been identified. One is a vast structural plain covered with gravel and various levels of ancient fluvial terraces that turned its landscape into a plateau. The other unit includes the current alluvial plain and the most modern terrace of the Negro river. The most important mineral resources are the industrial mineral deposits, particularly dimensional stones, which are exploited by quarries located by the sides of the main roads.
... Tiene una potencia que varía entre 95 y 130 m. Su localidad tipo es la región de sierra del Portezuelo, su edad es turoniana tardía-coniaciana temprana y contiene restos de terópodos con características de ave denominado Patagonykus puertai Novas y Unenlagia comahuensis Novas y Puerta (Rodríguez et al., 2007). La Formación Plottier yace en aparente concordancia (Figs. ...
Article
Full-text available
Upper Cretaceous deposits included in Río Colorado Subgroup crop out in Neuquén city and surrounding areas. This work shows the results of the sedimentogical and paleoenvironmental analysis of Bajo de la Carpa (Santonian) and Anacleto (Lower Campanian) Formations. The studies allowed defining four conglomeratic lithofacies, nine sandy and two pelitics, which were grouped into nine lithofacies associations, being two of them eolian and the other fluvial. Bajo de la Carpa Formation is represented by an ephemeral fluvial system at its base, and fluvio-eolian interactions deposits on the top. Fluvial deposits belong to channalized flows during maximum discharge events. Then a transverse dune field affected by ephemeral currents that invaded interdune areas, and parabolic dunes, were the result of the remobilization of the underlying system, with periodic flood events by sheet ephemeral flows were also identified. The extension and geometry of the dune fields responded to short term climatic variability, fluvial system interference, water table fluctuations, low supply and/or availability of sediments and tectonic factors. Stabilization surfaces, suggested by truncated paleosoils, and a super bounding surface, have been recognized and both responded to climatic and tectonic factors. At its base, Anacleto Formation is bounded by a flood surface and is made of fluvial deposits of low sinuosity, high energy and quickly aggradation systems, controlled by low accommodation space and strong seasonal climatic conditions. Towards the top an anastomosed fluvial system were identified and reflects climatic variations and an increasing subsidence rate accompanied by a slow rise base level related to Maastrichtian atlantic ingression.
Article
Full-text available
The article is accesible in the page of AJS with the doi number. ABSTRACT. The south-central Chile and Argentina margin experienced a regional phase of extensional tectonics during the Oligocene-early Miocene, forming several basins across the forearc, Andean Cordillera, and retroarc regions. These basins accumulated thick successions of volcanic and sedimentary rocks. Subsequently, Neogene contractional tectonics led to the development of the current Andean Cordillera and the deposition of synorogenic clastic deposits in foreland basins. Traditionally, the Cura Mallín Formation, comprising a lower volcanic unit (CMV) and an upper sedimentary unit (CMS), has been interpreted to have formed during the Oligocene-early Miocene extensional phase. However, some studies propose deposition of the CMS in a foreland basin during the early-late Miocene. To unravel the transition from extensional to contractional tectonics in the Andes of south-central Chile and Argentina, we conducted new geochronological analyses (U-Pb, LA-ICP-MS) and integrated these results with structural, stratigraphic, and sedimentological observations in key sections within the CMS and the overlying Trapa-Trapa Formation in the Principal Cordillera along the Chile-Argentina border (37°-38°S). Our findings indicate that only the lower part of the CMS was deposited in an extensional setting, as evidenced by the presence of an inverted extensional wedge dated at ~20 Ma. The middle-upper CMS (~19 to 9 Ma) and contemporaneous units to the east exhibit evidence of syncontractional deformation, suggesting deposition in a foreland basin generated by shortening of the western Principal Cordillera. Around 9 Ma, uplift of the Agrio and Chos Malal fold and thrust belts, east of the Principal Cordillera, led to the segmentation of the foreland basin. The Trapa Trapa Formation was deposited in a hinterland basin, with sediment sourced from the east. After ~6.5 Ma, main contractional deformation shifted westward, resulting in intense folding of the CMS and Trapa Trapa Formation and subsequent thrusting of the western Principal Cordillera over the Central Depression. Our study suggests that deformation progressed toward the eastern foreland during the early to late Miocene and then shifted toward the western forearc during the late Miocene to Pleistocene.
Article
The Valcheta Petrified Forest is located in the northeast of the Río Negro Province, Argentina. This work provides a geological characterization of the site and a survey of the fossil logs exposed on the surface and their systematic study. The fossiliferous levels bearing the silicified logs are here referred to the Allen Formation (middle-upper Campanian – lower Maastrichtian, Malargüe Group). These deposits crop out in patches in the study area, and have been deposited on a paleorelief carved in Eopaleozoic rocks of the Nahuel Niyeu Formation being mostly covered by thin layers of Quaternary sediments. The Valcheta Petrified Forest was developed on the margins of a braided fluvial system. Numerous silicified logs have been located at the site. They consist of large axes, not found in life position, with monopodial growth, some of which retain the bases of lateral branches and flared-like base. The estimated height and ages of these trees suggests that it consisted of a mature forest. No other associated vegetative or reproductive structures have been found. Anatomically, a single xylological type has been distinguished and assigned to Podocarpoxylon mazzonii (Petriella) Müller-Stoll et Schultze-Motel, (Podocarpaceae). This taxon has been previously identified from other localities of the Upper Cretaceous to the Danian of Patagonia although never preserved in such complete tree grow architecture. This shows that, along others conifers, cycads and palms, P. mazzonii would have constituted an important element of the arboreal strata in the North Patagonian forest communities during the Campanian-Danian interval producing monotypic patches in some areas.
Article
Full-text available
Anurans, along with urodeles and caecilians are the extant representatives of the clade Lissamphibia. Nowadays, lissamphibians are widely distributed in all continents, except Antarctica, but are particularly diversified in South America, where almost 3,000 species are found. This huge biodiversity is directly related to the complex geologic history of South America, which includes key events like the Gondwanan breakup, its isolation during parts of Mesozoic and Cenozoic, the Andean uplift, and the formation of the Panamá isthmus. Here, we present the most comprehensive bibliographic review of fossil lissamphibians from South America to date, covering unpublished (e.g. theses and dissertations) and published data (i.e. peer-reviewed scientific papers, book chapters, monographs, and conferences abstracts). We used a mixed approach, both qualitative (with brief comments on each material) and quantitative (including scientometric parameters). Compared to the latest published reviews with similar scope, our results indicate that approximately 85.4% of the records correspond to specimens new to science or older ones that have been revisited. These materials come from 164 different fossil-bearing localities, spread over eight of the twelve South American countries, and range from the Early Jurassic to the Quaternary. In total, we compiled 273 records, mostly anurans (~97.6%), followed by indeterminate caecilians (~1.4%) and urodeles (~1%). Additionally, we discussed issues directly related to those fossil occurrences, such as their temporal and geographic range, as well as the presence of putative biological and taphonomic biases. Finally, we also provided calibration constraints for several anuran taxa.
Article
The palynology of the Jagüel Formation at Cerro Azul locality Río Negro province; in the Neuquén Basin, was studied. The distribution of palynomorphs (spores, pollen grains, chlorophytes, and miscellaneous forms) across the outcrops allowed the definition of three palynological associations: A1 (upper Maastrichtian), A2 and A3 (Danian). The palynological results, together with micro- and invertebrate fossils found in this locality contributed to the paleoenvironmental reconstruction of this unit. A1 is deposited in mixed (coastal) to shallow marine environments with low energy associated to freshwater bodies. Whereas it is interpreted that A2 and A3 are deposited in coastal lagoons near shallow and internal platform marine environments. The largest number of palm pollen grains of Proxapertites and other angiosperms Retitrescolpites baculatus and Striatopollis for the Danian of Argentina has been registered here. These associations shared species with Maastrichtian and Danian palynofloras of the Colorado and western Neuquén basins. Species with affinities from northern latitudes of South America and Africa, and a few other species distributed more widely (cosmopolitan) and from southern regions (Argentina, Chile, Antarctica, New Zealand) predominate in the Danian. Therefore, we can confirm that the palynofloras of the Jagüel Formation are part of the Mixed Floristic Realm.
Article
A new species of pelomedusoid turtle: Elkanemys pritchardi gen. et sp. nov. from Upper Cretaceous (Cenomanian) is described. The specimen MMCH-PV 73 outcrops at Lago Ezequiel Ramos Mexia, near El Chocón town, Río Negro Province, Argentina. The holotype is only represented by a partial carapace and plastron, which has been included in a cladistic analysis, resulting Elkanemys pritchardi as a member of Cearachelyini tribe of the clade Bothremydidae. This new taxon corresponds to the first record of a Bothremydidae in a Cretaceous horizon of Neuquén Basin. The results here presented highlight the diversity of Pelomedusoides in the Cretaceous of Patagonia allowing the inclusion of this area in further paleobiogeographic history of Bothremydidae clade.
Article
Richly fossiliferous upper Oligocene to lower Miocene Patagoniense marine deposits constitute a conspicuous feature of the sedimentary record of most basins in Patagonia. Patagoniense meaning and subdivisions have been confusing, and correlation and elucidation of factors controlling sedimentation in a region as extensive as Patagonia are still highly debated. Our revision of the distribution, correlation, stratigraphic arrangement, and timing of deposition, allows redefining the Patagoniense as a succession of widely distributed marine sediments accumulated in Patagonia from ∼25 to 15 Ma, showing different timing of accumulation for each basin. It can also be conceived as a higher rank stratigraphic cycle of relative sea-level fluctuation, which comprises two medium rank stratigraphic cycles spanning 2–4 Myr each, in turn enclosing several lower rank cycles of less than 1 Myr. The late Oligocene (∼25-23 Ma) medium rank cycle shows deposits restricted mostly to the coastal area of Tierra del Fuego and Santa Cruz provinces in the Austral-Magallanes Basin, which respond to a combination of global sea-level fluctuations and flexural subsidence. The overlying early Miocene (∼22-15 Ma) medium rank cycle comprises sediments deposited over extensive areas of Patagonia with a maximum flooding at 20-19 Ma suggesting, in addition to tectonic subsidence in the Austral-Magallanes Basin, regional long-wavelength subsidence, and a global sea level component for this episode. The timing and thickness of the regressive part of this cycle show differences for each basin, suggesting the action of local sedimentary controls such as differential rates of sediment supply. Further geochronological and stratigraphic studies are necessary, especially for the northern exposures, which will allow improving time-constrained paleogeographic reconstructions.
Article
Full-text available
The ornithopod dinosaur Gasparinisaura cincosaltensis gen. et sp. nov. is described. This new taxon from the Upper Cretaceous of northwest Patagonia (Argentina) represents the first report of basal iguanodontian ornithopods from South America. Gasparinisaura shares with the Dryomorpha the out-turned jugal-postorbital articulation, prominent lateral primary ridge in maxillary teeth, well-developed brevis shelf and metatarsal I reduced or absent. It retains a well-developed quadratojugal, low maxillary crowns, and a laterally compressed ischial shaft. The new taxon Euiguanodontia is erected to include Gasparinisaura cincosaltensis and the Dryomorpha (=Dryosauridae + Ankylopollexia).
Article
Full-text available
Lomasuchus palpebrosus no v. gen. et sp., from the Upper Cretaceous of northwestern Patagonia (Argentina), is described. Lomasuchus is a “mesosuchian” crocodile with a relatively narrow snout and serrated teeth, two large supraorbital bones fused over the orbit, and a deeply downturned lateral margin of the squamosal. The skull of Lomasuchus displays some apomorphic conditions as a wedge-like anterior process of the maxilla and a very short premaxillary contribution in the palate, which are only shared by Peirosaurus. The cladistic analysis performed shows the family Peirosauridae (Peirosaurus and Lomasuchus) as a natural group.A synopsis of all described species of Cretaceous crocodiles of South America is presented. Peirosaurids, sebecosuchians, Uruguaysuchus, and the eusuchian dolichochampsids are endemic of South America. Both notosuchids and Araripesuchus occur in Africa and South America and represent examples of vicariance. The monophyly of trematochampsids is weakly supported and their vicariant distribution is questionable. The Dyrosauridae and Pholidosauridae have a wider distribution, being present in South America and Africa and on the northern continents. Unlike in the northern continents, eusuchians played a minor role in the Late Cretaceous crocodilian assemblages of South America, where “mesosuchians” were the principal components. This remarkable difference is another indication of the great influence that the geographic isolation of South America had on its terrestrial faunas during the Cretaceous.
Article
Full-text available
Definitive non-avian dinosaur embryos, those contained inside fossil eggs, are rare. Here we describe the first known unequivocal embryonic remains of sauropod dinosaurs—the only known non-avian dinosaur embryos from Gondwana—from a nesting found in the Upper Cretaceous stage of Pagagonia, Argentina. At this new site, Auca Mahuevo, thousands of eggs are distributed over an area greater than 1 km sq. The proportion of eggs containing embryonic remains is high: over a dozen in-situ eggs and nearly 40 egg fragments incasing embryonic material were recovered. In addition to bone, these specimens contain large patches of fossil skin casts, the first definite portions of integument ever reported for a non-avian dinosaur embryo. As morphology of the eggs enclosing these osseous and integumentary remains is identical, we propose that these specimens belong to the same sauropod species. This discovery allows the confident association of the megaloolithid type of dinosaur eggshell with sauropod dinosaurs.
Article
The ostracode assemblage present in the Upper Jagüelian Substage, which consists of the upper beds of the upper member of the Jagüel Formation, is studied in the present paper. The strata crop out in the Fortín General Roca area, Río Negro Province, Argentine Republic. They were dated by means of planktonic foraminifera, especially by the species Heterohelix globulosa (Ehrenberg), Guembelitria cretacea Cushman, Globigerinelloides multispina (Lalicker), Rugoglobigerina rugosa (Plummer), Rugotruncana subpennyi (Gandolfi), and were correlated with the Middle Maastrichtian Substage of Europe. Thirty-seven ostracode species are described, of which thirty are new.
Article
This paper describes the ostracode assemblage of the lower beds of the upper member of the Jagüel Formation, exposed in the Fortín General Roca area of Río Negro Province, Argentina. The beds belong to the Lower Jagüelian Substage. As there is sedimentary continuity between the ostracode-bearing layers and the overlying strata belonging to the Upper Jagüelian Substage (middle Maastrichtian), the Lower Jagüelian Substage can be tentatively correlated with the type European Lower Maastrichtian Substage.
Article
During the Campanian–Maastrichtian, Patagonia was flooded by the Atlantic and reduced to an archipelago. Several localities of northern Patagonia have yielded marine reptiles. Analysis of several assemblages suggests that the diversity and abundance of pelagic marine reptiles in northern Patagonia was higher by the end of the Cretaceous than previously thought. Several plesiosaurids, including Aristonectes parvidens and the polycotylid Sulcusuchus, and the first remains of mosasaurinae have been found. The Cretaceous marine reptile record from South America is scanty. Nevertheless, materials described here suggest that Tethyan and Weddelian forms converged in northern Patagonia, as seen with invertebrates.
Article
Charophytes are non-marine green algae living on the bottom of ancient and Recent lakes and in other non-marine environments. The fossil record of Cretaceous Charophyta considered in this paper includes 56 organ-species, and is the best known of the ancient assemblages in South America. The stratigraphic distribution of these species is outlined using world-wide chronostratigraphic units. Three correlated biogeographic patterns are discussed in the framework of the main geological changes. Early Cretaceous records indicate a high rate of endemism. In the Aptian some barriers of isolation seem to have been broken or bypassed. Despite many cases of widely distributed species, two separate Late Cretaceous biogeographic provinces are recognized: the Andean Province and the South Atlantic Province.
Article
A Late Cretaceous transgression and a subsequent Paleocene regression is recorded in the Neuquén Basin of western Argentina in the sediments of the Upper Malargüe Group. Seven facies associations (D through J) representing different depositional subenvironments have been recognized in the younger depositional sequence. Facies association E, green calcareous mudstones, was deposited in the outer shelf. Facies association F, bioclastic carbonates, represents inner-shelf deposits to littoral sediments. Facies association G, sandy calcarenites, corresponds to nearshore to coastal deposits. Facies association H, oolitic calcarenites, and facies association D, evaporites, composed a shallowing upward carbonate sequence. Facies association I, cross-bedded lithic sandstones, and facies association J, red mudstones, are characterized as meandering fluvial deposits. The lateral and vertical distribution of facies association changes from north to south in the basin, according to several depositional controls. The foreland setting of the Neuquén Basin at this time, with different sediment input and paleoslopes on the retro-arc vs. the cratonic side of the basin, influenced sedimentation. Basin embayment geometry caused differences in tidal regime, which in turn affected depositional environments. Westerly winds generated clockwise tidal currents inside the basin, which affected alongshore lateral facies association variation. The semi-arid climate favoured deposition of mixed carbonate-siliciclastic lithologies and evaporites.