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Riesgos a la salud y al medio ambiente en las políticas de nanotecnología en América Latina

Authors:

Abstract and Figures

Nanotechnologies grew and expanded in Latin America during the first decade of the twenty-first century. This article shows the role that science and technology policies fostered by institutions like the World Bank and the Organization of American States have played in promoting certain objectives, but also the risk of not accompanying those objectives with basic criteria for implementation. Since potential health and environmental risks or other labor effects were not included, aspects that are important for both workers and consumers have been omitted from these policies, opening a gap between them and those proposed by organized civil society.
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Riesgos a la salud y al medio ambiente
en las políticas de nanotecnología
en América Latina
Risks to Health and the Environment
from Nanotechnology Policies in Latin America
Guillermo Foladori
1
RESUMEN
Las nanotecnologías han crecido y se expandieron en América Latina durante la pri-
mera década del siglo
xxi
. El presente artículo muestra el papel que las políticas de
ciencia y tecnología impulsadas por instituciones como el Banco Mundial y la Organi-
zación de Estados Americanos han jugado al promover determinados objetivos, pero
también el riesgo de no acompañar dichos objetivos con criterios básicos de imple-
mentación. Así, al no incorporar los potenciales riesgos a la salud y al medio ambien-
te y demás efectos laborales se omitieron aspectos de relevancia para trabajadores y
consumidores, lo que aleja a las políticas públicas de la sociedad civil organizada.
PALABRAS CLAVE: nanotecnología, políticas de ciencia y tecnología, investigación
y desarrollo, América Latina, ciencia y tecnología.
ABSTRACT
Nanotechnologies grew and expanded in Latin America during the first decade of the
twenty-first century. This article shows the role that science and technology policies
fostered by institutions like the World Bank and the Organization of American States
have played in promoting certain objectives, but also the risk of not accompanying
those objectives with basic criteria for implementation. Since potential health and
environmental risks or other labor effects were not included, aspects that are impor-
tant for both workers and consumers have been omitted from these policies, opening
a gap between them and those proposed by organized civil society.
KEY WORDS: nanotechnology, science and technology policies, research and deve-
lopment, Latin America, science and technology.
1
Profesor-investigador de la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, Univer-
sidad Autónoma de Zacatecas, México. Correo electrónico: gfoladori@gmail.com
Sociológica, año 27, número 77, septiembre-diciembre de 2012, pp. 143-180
Fecha de recepción: 15/10/12. Fecha de aceptación: 30/11/12
GuillerMo folaDori
144
IntroduccIón
La tendencia a la homogeneización de las poticas públicas en
ciencia y tecnoloa (
Cyt
) tiene una larga data (Velho, 2011; Al-
bornoz, 1997). Instituciones internacionales como la Organiza-
ción de Estados Americanos (
oea
), el Banco Interamericano de
Desarrollo (
biD
) y la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) impulsan políti-
cas comunes de
Cyt
en América Latina. Ello no significa que su
aplicación sea igual en todos los casos, pero en la mayoría de las
naciones pueden distinguirse rasgos comunes derivados de
aquellos lineamientos
.
Desde mediados de los años noventa los países de América
Latina han sido influenciados por un cambio de paradigma en
las políticas de
Cyt
. Conceptos y metodologías como “econo-
mía basada en el conocimiento”, “sistemas nacionales de inno-
vación, “redes” y “prioridades en
Cyt
” se han vuelto parte del
lenguaje. Estos conceptos y metodologías modificaron institu-
ciones, financiamiento, formas de organización, criterios de eva-
luación, y mecanismos de participación de los científicos y de-
más
actores en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Las
nanotecnologías (
nt
) surgen y se desarrollan en este contexto,
y conllevan, por tanto, la marca de sus promotores.
Este artículo analiza un aspecto de las políticas de las
nt
en
América Latina: el papel otorgado a los riesgos a la salud y al
medio ambiente y a los aspectos laborales relacionados. Con-
cluye que organizaciones internacionales como el Banco Mun-
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
145
dial, la
oea
y la Organización para la Cooperación y el Desarro-
llo Económico (
oCDe
) influyeron en la reestructuración de la
Cyt
en América Latina hacia el paradigma de la economía basada en
el conocimiento desde bien comenzado el siglo
xxi
, y seleccio-
naron a las
nt
como área prioritaria, entre otras, pero se abstu-
vieron de introducir criterios básicos de implementación de po-
líticas de
Cyt
como es el de los riesgos. Al no incluir el tema de
los riesgos a la clase obrera, los consumidores y el medio am-
biente, las políticas de
Cyt
se distancian de los intereses de la
sociedad civil organizada. Por cierto, este tema tampoco era
ajeno a la discusión mundial.
De manera similar, los científicos y académicos, moldeados
en sus prácticas y objetivos por la nueva estructura de
Cyt
que
se impuso, tampoco han hecho mucho por llamar la atención
sobre el tema de los riesgos en el desarrollo de las
nt
. Fueron
los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales los que
llevaron adelante una agenda de preocupación por los efectos
sobre la salud y el medio ambiente de las
nt
y su potencial im-
pacto sobre la clase trabajadora y los consumidores.
eL contexto de cyt en que surgen
Las nanotecnoLogías en amérIca LatIna
El desarrollo de las
nt
en América Latina obedece a la confluencia
de dos caminos a lo largo de la primera década de este siglo. Por
un lado, la tendencia interna al desarrollo de la ciencia. Cuando
queda en evidencia el potencial de la energía nuclear para fines
bélicos y pacíficos, durante la Segunda Guerra Mundial, países
como Argentina, Brasil y México incentivan el desarrollo de la
ciencia física. Varios países de América Latina llegan a los años
noventa con una infraestructura de laboratorios en física y química
y un sólido cuerpo de investigadores en ciencias básicas. Brasil
construyó la única instalación de Luz Sincrotrón (
lnls
) de América
Latina en Campinas, estado de Sao Paulo, en uso desde 1997.
Varios proyectos de investigación sobre
nt
fueron desarrollados
GuillerMo folaDori
146
desde los años noventa en diversos países. Un ejemplo es el pa-
trocinado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnolo-
a para el Desarrollo (C
yTed
), entre 1999 y 2002, donde una red
de investigadores de siete países iberoamericanos (cinco de
América Latina) trabajaron en torno al tema fabricación y carac-
terización de nanoestructuras para la micro y optoelectrónica
(C
yTed
, 2003). Cuando los Estados Unidos lanzan su National
Nanotechnology Initiative, en el año 2000, varios investigadores
de América Latina aceptan la necesidad de impulsar algo seme-
jante en sus países. En Brasil, ese mismo año se junta un grupo
de expertos para analizar cómo incorporar la
nt
en los planes de
Cyt
(
CnPq
, 2001). En México, investigadores de varias universida-
des y centros públicos de investigación lanzan una propuesta de
programa nacional de
nt
en 2002 (varios autores, 2002).
2
Paralelamente al desarrollo interno de las ciencias físico-
químicas en los países, diversos organismos internacionales
promueven políticas comunes en materia de
Cyt
, que desde fi-
nes de los años noventa tienen como eje el concepto de eco-
nomía basada en el conocimiento.
El Banco Mundial sugiere que la Investigación y Desarrollo
(
iD
) tiene un papel esencial en la economía (Banco Mundial,
1991), y que los países en desarrollo deben hacer una fuerte in-
versión en conocimiento, dándole prioridad a la innovación ten-
dente a mejorar la competitividad internacional. La
oCDe
entien-
de que, con el fin de sostener el crecimiento económico, resulta
necesario una inversión en conocimiento (
oCDe
, 1998). La idea
general que se encuentra detrás de esta apuesta al conocimien-
to es que la tecnología no se reduce a maquinaria e instrumen-
tos sino que incluye una parte importante de activos intangibles
(conocimiento). Parte de este conocimiento está codificado (li-
bros, artículos, programas de computación, patentes, etcétera) y
los derechos de propiedad intelectual permiten que se negocie
en el mercado. Sin embargo, otra parte del conocimiento no está
codificado y se manifiesta en comunicación personal entre cien-
tíficos, experiencia práctica y redes de colaboración; además, el
2 Este programa nunca sería oficializado.
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
147
conocimiento debe ser adaptado o ajustado a las condiciones
en que se aplica y también divulgado. De manera que no es un
mercado perfecto. Es por ello que el Estado se convierte en la
clave para canalizar la adquisición, adaptación a las condiciones
y difusión del conocimiento. Lo cual se logra de muy diversas
maneras, como son las becas, los fondos de investigación, las
asociaciones público-privadas, los subsidios a empresas innova-
doras, la formación de redes de investigación, etcétera.
El objetivo de este paradigma de la economía del conoci-
miento, que también es el mismo de la metodología de los sis-
temas nacionales de innovación, gira en torno al concepto de
innovación, que es la creación de productos, procesos o servi-
cios mejores y más eficientes. Se supone que la innovación
conduce a una mayor competitividad y, consecuentemente, al
desarrollo.3
Algunas voces intelectuales propusieron, explícitamente, que
las
nt
pueden ser estratégicas para que los países menos de-
sarrollados den un salto hacia el desarrollo. Un documento del
Grupo de Trabajo sobre Ciencia, Tecnología e Innovación
del Proyecto
del Milenio de la Organización de las Naciones
Unidas puso énfasis en la capacidad de las
nt
para la mejora de
las condiciones de vida para los pobres (Juma y YeeCheong,
3
Como el concepto de innovación se elaboró de manera desconectada del proceso
de acumulación de capital, es común que las metodologías que lo soportan, como
el Sistema Nacional de Innovación, no distingan en el análisis de la innovación en-
tre los diferentes niveles de la cadena productiva (materia prima, medios de produc-
ción, artículos de consumo). Esta distinción es clave para analizar el grado de de-
pendencia tecnológica de un país, algo que se deja de lado si se valora la innovación
con independencia del lugar en la cadena productiva. También se pierde de vista el
hecho de que no es lo mismo la innovación en una cadena productiva clave del
país, donde se genera una parte importante del Producto Interno Bruto (
Pib
), que la
innovación en un sector marginal en cuanto a su aporte al valor total generado.
Existen, no obstante, diferencias entre los países, y muchos ya están integrando el
instrumental de los sistemas de innovación en una perspectiva económica más
amplia. En Argentina, por ejemplo, los últimos fondos para
C
y
t
se organizan según
cadenas de valor y clústeres productivos. En México, el diagnóstico de las
nt
reali-
zado por el Cimav (Centro de Investigación en Materiales Avanzados), sugiere que
el país debe convertirse en ofertante mundial de nanopartículas de plata, dado su
primer lugar como productor mundial de este mineral. En Brasil, los foros de com-
petitividad pretenden adecuar la política industrial a las cadenas productivas.
GuillerMo folaDori
148
2005). La biotecnología, las tecnologías de la información y co-
municaciones y las
nt
pasan a ser identificadas como áreas
prioritarias de este paradigma de economía basada en el cono-
cimiento; y el concepto de innovación para la competitividad se
convierte en el objetivo a alcanzar. Dos metodologías se promo-
vían para eso: los Sistemas Nacionales de Innovación (
sni
), y la
selección de prioridades.
Los
sni
tienen como propósito integrar la investigación (ma-
yoritariamente pública en América Latina) con las empresas,
articulando la llamada triple hélice (gobierno + academia + em-
presa). La mayoría de los países latinoamericanos crearon sis-
temas o agencias de innovación y muchos agregaron la pala-
bra innovación a sus instituciones e incluso ministerios.4
Las prioridades tienen el propósito de determinar ciertas
áreas clave de financiamiento, procurando aliviar la tensión en-
tre el desarrollo de la ciencia, por un lado, y el de la economía,
por el otro (Drilhon, 1991; Gassler et al., 2004). Un indicador de
esta tensión, entre invertir en ciencia con resultados nunca in-
mediatos y satisfacer las presiones inmediatas en torno a la
economía, es el escaso porcentaje del
Pib
destinado a investi-
gación y desarrollo (
iD
) experimental en América Latina. En la
última década, Brasil ha alcanzado el uno por ciento, lo cual es,
grosso modo, entre la mitad y un tercio de lo que dedican las
naciones desarrolladas, mientras que la mayoría de los países
de América Latina no rebasó el 0.5% del
Pib
. Sin embargo, a
pesar del escaso presupuesto público destinado a
iD
, muchos
de los países latinoamericanos utilizan el criterio de área priori-
taria para orientar una parte importante de aquel porcentaje a
crear centros de excelencia en
nt
, biotecnología y otros. De
esta forma se satisface parcialmente la presión de los organis-
mos internacionales para transitar hacia una economía del co-
nocimiento, a costa de crear una inmensa brecha entre los cen-
4 En Argentina, el organismo encargado de la ciencia y tecnología agrega la palabra
innovación desde 1991, y en 2007 se transforma en Ministerio de Ciencia, Tecno-
logía e Innovación Productiva. En Brasil, el Ministerio da Ciência e Tecnologia,
creado en 1985, pasa a llamarse Ministerio da Ciência, Tecnologia e Inovação a
partir de 2011.
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
149
tros de excelencia y las condiciones generales de educación
de la población en cuanto a conocimiento se refiere.
El impulso a las
nt
en América Latina desde organismos
internacionales llegó primero a través el Banco Mundial. Desde
finales de la década de los noventa, éste y otras instituciones
crearon una red global de Iniciativas Científicas del Milenio
(
iCM
), mismas que se materializaron en centros de excelencia
en los países en desarrollo, con el propósito de promover la
investigación en
Cyt
con el mismo nivel de la infraestructura y
recursos que existe en las naciones desarrolladas (Macilwain,
1998). Los objetivos de las
iCM
fueron:
[...]to foster growth in scientific research capacities, employing and stimu-
lating the best talent in the country, as a key factor for sustainable socio-
economic development. The Programme anticipates that the creation of
Centres of Scientific Excellence will give rise to Scientific Institutes and
Scientific Nuclei under a competitive and transparent process. These
centres will pursue scientific research on the frontier, the training of
scientists and the establishment of links with the productive sector and
other institutional agreements (
iCM
, s/f).
El prototipo de estas
iCM
se instrumentó en Chile. En 1999,
el Banco Mundial destinó un préstamo de cinco millones de
dólares para el primer periodo de dos años y medio, que fue
acompañado por diez millones de dólares del presupuesto na-
cional de Chile (
iCM
, s/f). Varios institutos de investigación en
nt
fueron creados mediante las
iCM
a partir de 1999 y durante los
años siguientes (por ejemplo, Universidad Técnica Federico
Santa María, Universidad Andrés Bello). Además de Chile, Bra-
sil, México y Venezuela también recibieron
iCM
s. Cuatro institu-
tos del milenio, en diversas áreas de las
nt,
fueron creados en
Brasil en 2001: Instituto de Nanociencias; Instituto de Materia-
les Complejos; Red de Investigación en Sistemas de Chips,
Microsistemas y Nanoelectrónica; y el Instituto Multidisciplina-
rio de Materiales Poliméricos (
abDi
, 2010); y en México, otro pro-
yecto de
nt
fue creado en San Luis Potosí, el Instituto Potosino
de Investigación Científica y Tecnológica (
iPiCyt
) (Rushton, Zá-
yago y Foladori, 2009; Foladori y Fuentes, 2008).
GuillerMo folaDori
150
En el caso mexicano, y dado que este país forma parte de la
oCDe
, esta institución ejerce considerable influencia en la política
de
Cyt
(Záyago y Foladori, 2012). Al igual que el Banco Mundial,
la
oCDe
promueve la economía basada en el conocimiento (
oCDe
,
1996),5 y recomenvarias acciones para crear una industria tec-
nológicamente competitiva en xico; entre otras, la creación de
una institución que controlara toda la
Cyt
; la elaboración de una
política en ciencia y tecnoloa vinculada a las demandas de la
empresa; la búsqueda de financiamiento externo, y la restructu-
ración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnoloa (
Cona
Cyt
)
(
oCDe
, 1994). Para acomodar la política de
Cyt
a las recomenda-
ciones de la
oCDe
México solicitó, en 1997, 700 millones de dóla-
res al Banco Mundial para financiar la investigación científica y
tecnológica, vincular la universidad con la empresa, restructurar
los centros públicos de investigación y mejorar la tecnología del
sector privado (Banco Mundial, 1998).
La
oea
también es uno de los organismos internacionales que
ha tenido influencia en homogeneizar una política de
Cyt
en
América Latina. Diversas conferencias de alto nivel de la Comi-
sión Interamericana de Ciencia y Tecnología (Comicyt-
oea
),
creada en 1998, han tratado el tema del papel de la
Cyt
en el
desarrollo. El documento de 2004, titulado Science, Technology,
E
ngineering and Innovation for Development: A vision for the
Americas in the Twenty First Century reseña la trayectoria insti-
tucional en el tema de
Cyt
, realiza un diagnóstico de la situación
en la región y divulga el proyecto de cooperación hemisférica en
políticas de
Cyt
(Hemispheric Cooperation in the Development of
Science and Technology Policy), aprobado en 2003. El diagnós-
tico resalta tres aspectos: existe en América Latina poca inver-
sión en
Cyt
por parte de las empresas privadas; los gobiernos
contribuyen con un porcentaje en torno al 0.5% del
Pib
a
iD
, lo
cual está entre cuatro y seis veces por debajo del porcentaje de
5 Emerging technologies, notably information and communication technology (
iCt
),
biotechnology, and, possibly in the future, others such as nanotechnology. These
new technologies have in common a large leverage effect in that they can influence
entire parts of the economy” (
oCDe
, 2001: 28).
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
151
los países desarrollados y hasta veinte veces si se mide en tér-
minos de
Pib
per cápita; y existe poca infraestructura de
Cyt
y
escasa comunicación entre sus actores. El documento coloca
como aspecto central de las políticas a implementar el objetivo
de la competitividad (Science, Technology and Innovation to in-
crease competitiveness in the productive sector) y hace mención
a un abanico de políticas para instrumentar tal objetivo (fiscales
y tributarias, de financiamiento, homogeneización de metrología,
desarrollo de infraestructura, fortalecimiento de la propiedad in-
telectual, etcétera). Estos temas y otros también importantes se
discutieron en diversos seminarios regionales llevados a cabo
entre 1998 y 2003 y, finalmente, cuatro áreas fueron selecciona-
das como prioritarias: biotecnología; tecnologías de la informa-
ción y redes avanzadas; materiales y nanotecnología; tecnolo-
gías limpias y energías renovables (
oest
, 2004).6
El
CyteD
, un organismo iberoamericano que funciona desde
1984 en 19 países de América Latina, España y Portugal, finan-
cia regularmente proyectos de investigación y redes iberoameri-
canas, y también promueve el paradigma de la economía del
conocimiento. A la fecha el
CyteD
ha financiado decenas de re-
des y proyectos de investigación (
CyteD
, s/f), y en 1999 financió,
tal vez, el primero sobre
nt
, como fue anotado más arriba.7
6 El área de
nt
no había aparecido en las resoluciones de los talleres antes de di-
ciembre de 2003; sin embargo, en la reunión de Quito, del 10 al 12 de diciembre de
ese mismo año, fue introducido en la sesión inaugural por Saul Hahn, especialista
de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Organización de Estados Americanos,
en su conferencia: “Ciencia de punta para el desarrollo y aspectos comunes de los
grupos de trabajo” (
oest
, 2004; Comicyt, 2004).
7 Otros organismos internacionales también participan de la política científica de
impulsar la economía basada en el conocimiento, y de incorporar a las
nt
dentro
de las prioridades de
Cyt
. Tal es el caso del Consejo Sudamericano de Educación,
Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (Coseccti), que funciona en el ámbito de
la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) (Hirschfeld, 2010). También impul-
san la economía basada en el conocimiento la Comisión de las Naciones Unidas
de la Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, y la Comisión Económica para Amé-
rica Latina, aunque esta última institución demuestra ser más cauta en cuanto a los
efectos de estas tecnologías, advirtiendo sus potenciales efectos negativos, como
lo señaló la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina
(
CePal
) en 2009: “Los nuevos paradigmas tecnoeconómicos como las
tiC
, la biotec-
nología y la nanotecnología conducen a restructurar viejas ramas industriales y a
GuillerMo folaDori
152
Más allá de las diferencias de cada país, las políticas de
nt
en América Latina deben entenderse en el contexto de los li-
neamientos de los organismos internacionales.
Al cabo de la primera década del siglo la mayoría de los paí-
ses de América Latina consideraban a las
nt
como área priori-
taria en sus políticas de
Cyt
. El cuadro 1 muestra el año en que
el país en cuestión incorpora a las
nt
en sus políticas públicas.
CuaDro 1
CronoloGía no exhaustiva De los PriMeros
DoCuMentos ofiCiales De PolítiCa CientífiCa y teCnolóGiCa
que inCluyen exPlíCitaMente a la nanoteCnoloGía
CoMo Área Prioritaria en Países De aMÉriCa latina y el Caribe
Año* País Institución promotora
2000 Brasil Ministerio de Ciencia y Tecnología
2001 México Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
2003 Argentina Secretaría de Ciencia y Tecnología
2004 Colombia Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología
e Innovación
2004 Costa Rica Consejo Nacional para Investigaciones Científicas
y Tecnológicas
2005 Guatemala Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
2005 Ecuador Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología
2006 El Salvador Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
2006 Perú Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
Tecnológica
2008 República
Dominicana
Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia
y Tecnología
2009 Uruguay Gabinete Ministerial de la Innovación
2010 Panamá Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología
e Innovación
* La fecha sólo indica la consideración de las
nt
como área estratégica para el de-
sarrollo, no necesariamente el comienzo de financiamiento explícito.
fuente
: elaboración propia
crear nuevas. Se genera así un doble desafío, a saber, el de evitar sus efectos
negativos en actividades ya establecidas y el de aprovechar las nuevas ventanas
de oportunidad que se abren” (Bárcena, 2009).
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
153
Las recetas de los organismos internacionales sólo señalan
áreas prioritarias y grandes objetivos, y no se aplican de igual
forma en los países. Aunque un análisis de las diferencias en el
caso de las políticas de
nt
no ha sido realizado existen diferen-
cias en cuanto al presupuesto asignado, a la inversión en equipa-
miento, a privilegiar centros públicos o privados, a la proporción en
que se distribuyen los fondos de investigación en proyectos
en
asociación con empresas; al grado de centralización
o disper-
sión geográfica de los financiamientos públicos en el país;8 al
énfasis en laboratorios multiusuarios; al grado de integración
de los fondos con las cadenas de valor de la estructura produc-
tiva del país, y a muchos otros factores.
No obstante estas diferencias, al mismo tiempo pueden iden-
tificarse varias constantes en los documentos del Banco Mun-
dial,
de la
oCDe
y de la
oea
, como la creciente orientación de los
fondos públicos para investigaciones con participación empre-
sarial, el impulso a la creación de centros de excelencia, la vi-
sión totalmente benigna y optimista del impacto de las nuevas
tecnologías en la economía y la sociedad, o el incentivo para
que los investigadores cooperen en redes.9
Así como existen principios que se repiten en las recetas de
los organismos internacionales hay otros elementos que, por su
ausencia, también constituyen una constante. Los casos más
relevantes son la ausencia de consideración sobre los potencia-
les riesgos a la salud y al medio ambiente, así como acerca de
los sectores laborales desplazados por el desarrollo de las
nt
.
Estos temas no aparecen en las recetas de política de
Cyt
de los
8 El 30% de los fondos sectoriales en Brasil deben canalizarse hacia las regiones
menos desarrolladas del norte, nordeste y centro-oeste; en Argentina el programa
de financiamiento Áreas de Vacancia requirió que los concursantes se organiza-
ran en redes que incluyeran, al menos, dos grupos de investigación de las zonas
de menor desarrollo de Cuyo, Nordeste, Noroeste y Patagonia.
9 Un ejemplo de la imagen optimista que transmiten los consultores en
nt
puede
verse en el tema del empleo. Las estimaciones de la National Science Foundation,
LuxResearch y otros se preocupan por la cantidad de empleos que las
nt
genera-
rían (Palmberg, Dernis y Miguet, 2009). No se interesan por estimar los empleos
que se perderían por la competencia de las industrias de
nt
sobre las más atrasa-
das. Esto último fue la preocupación del
etC
Group (2005) y de otros investigadores
(Sarma y Chaudhury, 2009; Invernizzi y Foladori, 2011).
GuillerMo folaDori
154
organismos internacionales durante la primera década del siglo
a pesar de que los países que comandan dichas organizacio-
nes, como Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, los
tenían contemplados en sus agendas internas, y que eran recla-
mados por las organizaciones no gubernamentales (
onG
) y los
sindicatos, además de reconocidos por el sector empresarial. El
hecho de que nuevas tecnologías generen no sólo beneficios
sino también riesgos y perjuicios es una verdad de Perogrullo
para cualquier experto en
Cyt
.
eL capítuLo de rIesgos a La saLud
y aL medIo ambIente de Las nanotecnoLogías
en Las agendas púbLIcas
Que existan potenciales riesgos a la salud y al medio ambiente
de las
nt
no es una novedad. Cuando Estados Unidos lanzó su
National Nanotechnology Initiative en el año 2000 incluyeron,
aunque con un presupuesto marginal, un capítulo dedicado a
los riesgos e impactos sociales. Por otro lado, en el documento
National Nanotechnology Initiative: The Initiative and its Implem-
entation Plan, del 2000, se incluye como capítulo 13 el siguiente:
“Societal Implications of Nanotechnology and Workforce Edu-
cation and Training”. En él puede leerse:
When radically new technologies are developed, social, economical,
ethical, legal, environmental and workforce development issues can rise.
Those issues would require specific research activities and measures to
take advantage of opportunities or reduce potential risks.
nni
will address
these issues in a program that will establish research into ethical, social,
economic, and workforce impacts of information technology […] (Nation-
al Science and Technology Council, 2000: 79).
Aunque el porcentaje destinado en los años fiscales 2000
y 2001 a dicho capítulo fue de apenas el 5.6 % del total y, por
lo tanto, motivo de fuertes críticas por muy diversos sectores
sociales y analistas, el tema estuvo planteado desde el inicio.
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
155
Sin embargo, no fue incluido por los expertos del Banco Mun-
dial ni de la
oea
ni de la
oCDe
en sus políticas de
Cyt
hacia
América Latina.
La agencia Cordis, que es el servicio de información en
iD
de
la Unión Europea, hizo públicos diversos reportes sobre poten-
ciales riesgos de las
nt
desde comienzos de este siglo
xxi
. Por
ejemplo, en los años 2001 y 2002 dichos reportes, aunque bajo
la responsabilidad de los autores, fueron encomendados por la
comisión de
iD
o por los grupos asesores de
Ct
(Cordis, s/f). Sin
embargo, al igual que en el caso de Estados Unidos, este tema
de los riesgos de las
nt
no fue incluido por los asesores euro-
peos en la propuesta de restructuración de la política de
Cyt
de
México por parte de la
oCDe
.
No sólo las agencias gubernamentales de los países desa-
rrollados reconocían los potenciales riesgos de las
nt
desde
comienzos del siglo, sino también el sector empresarial. Una
de las mayores reaseguradoras mundiales, la Munich Re, emi-
tió en 2002 un reporte sobre las
nt
, donde auguraba un incre-
mento de las demandas judiciales debido a los riesgos y efec-
tos que provocarían (Munich Re Group, 2002).10 Más tarde
otras aseguradoras se sumaron a tal hecho (Chatterjee, 2009).
Academias de países desarrollados y científicos también
fueron conscientes de los potenciales riesgos. Artículos cientí-
ficos sobre los riesgos a la salud y/o el medio ambiente de las
nt
existen, al menos, desde mediados de los noventa.11 Y en
2004 salió a la luz el informe de la Sociedad Real y la Acade-
mia Real de Ingeniería del Reino Unido (
rs
&
rae
, 2004), amplia-
mente citado posteriormente, donde se hace clara mención de
los riesgos, los sujetos más expuestos y las rutas de exposi-
ción a las nanopartículas.
10 “New dimension in claims for personal injury, material damage, and financial loss,
as well as liability risks in product, environment, and public liability.” (Munich Re,
2002: 1240).
11 Véase, por ejemplo, Shanbhag et al., 1994; Oberdörster et al., 1995; Tsuchiya et
al., 1996; Tan et al., 1996. Existen varios bancos de datos de artículos científicos
relativos a riesgos de las
nt
. Entre ellos el del International Council on Nanotechno-
logy de la Rice University de Estados Unidos (
iCon
, s/f); el de la Nanotechnology
Citizen Engagement Organization (NanoCeo, s/f), y el de la
oCDe
(s/f).
GuillerMo folaDori
156
El International Council on Nanotechnology (
iCon
), una insti-
tución de la Universidad de Rice (Estados Unidos) que investiga
sobre riesgos de los nanomateriales, tiene un banco de infor-
mación al respecto. De 2000 a 2010 éste registró un aumento
sostenido de los artículos publicados en revistas científicas ar-
bitradas dedicados a analizar los potenciales riesgos de los na-
nomateriales en la salud humana y/o en el medio ambiente. La
gráfica 1 ilustra este crecimiento. En 2010, que es el último año
completo registrado, los artículos científicos publicados llega-
ron a 563.
GrÁfiCa 1
evoluCión De la CantiDaD De artíCulos CientífiCos arbitraDos
sobre riesGos a la saluD y/o el MeDio aMbiente
De los nanoMateriales ManufaCturaDos
2000-2010
seGún el international CounCil on nanoteChnoloGy
fuente:
elaboración propia a partir del banco de datos de
iCon
(http://icon.rice.edu/)
combinando los siguientes nanomateriales: [Carbon or Metal or Organic/Polymers or
Semiconductor or Oxide or Multiple or Other/Unspecified] + Hazard para los siguien-
tes grupos [Industrial/Research Workers or Consumers or General Population or
Ecosystem or Other/Unspecified] + Peer Reviewed Journal Article + Engineered.
Otra organización, la NanoCeo (Nanotechnology Citizen En-
gagement Organization) elabora un banco de datos que permi-
te clasificar los artículos científicos sobre riesgos de los nano-
materiales según el tipo de material nanomanufacturado. En el
cuadro 2 puede verse que entre el año 2000 y finales de 2010
Año
Cantidad
600
500
400
300
200
100
02000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
157
CuaDro 2
CantiDaD De artíCulos CientífiCos sobre riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente
De nanoMateriales seleCCionaDos,
2000-2010
Año NTC Fulierenos Dendri-
meros
Partículas
ultrafinas
en
el aire
Quantum
dots /
nanocris-
tales Dióxido
de titanio Plata Zinc Sílice Oro Cobre Aluminio
2000 - 1 2 2 - 1 2 - - - - -
2001 1 1 - 1 - 3 2 - - - - -
2002 - 3 2 7 1 3 2 - - - - -
2003 1 1 4 2 3 5 5 - - - - -
2004 5 3 3 1 5 2 9 - - - - -
2005 13 5 3 6 5 5 15 - - - - 1
2006 25 9 2 2 5 7 20 2 2 - 1 -
2007 41 15 1 11 7 14 31 1 5 3 5 1
2008 28 9 - 1 9 17 36 2 1 2 1 1
2009 8 - - - 3 3 24 1 3 3 1 -
2010 54 6 2 - 11 10 44 5 3 3 1 1
Total 176 53 19 33 49 70 190 11 14 11 9 4
fuente:
base de datos de NanoCeo (Nanotechnology Citizen Engagement Organization, en www.nanoceo.net/nanorisks. Consultada el
22 de noviembre de 2010.
GuillerMo folaDori
158
se han acumulado 176 artículos sobre riesgos de los nanotubos
de carbono, 190 sobre los de la nanoplata y setenta los corres-
pondientes al dióxido de titanio, entre otros materiales. Puede
apreciarse cómo han ido aumentando los trabajos científicos
en
la primera década del siglo, y también cómo algunos nanoma-
teriales sólo registran pocas publicaciones sobre sus potencia-
les riesgos.
La acumulación de información científica en estos y en otros
bancos de datos ya no permite ignorar la duda razonable de
que varias nanopartículas son tóxicas para la salud humana y
el medio ambiente.
Sin embargo, el llamado de atención mundial no fue dado
por la academia, ni por los gobiernos, ni por las empresas,
sino por el Grupo
etC
(Erosión, Tecnología y Concentración),
una
onG
que en 2002 llamó a una moratoria a las
nt
en la Cum-
bre sobre Desarrollo Sustentable realizada en Sudáfrica (
etC
Group, 2002); y, un año después, lanzó el también ampliamen-
te citado y comentado reporte The Big Down: Atomtech-Tech-
nologies Converging at the Nano-scale (
etC
Group, 2003). El
etC
Group argumentaba que se estaba investigando con
nt
, y
productos con nanopartículas entraban al mercado sin ningún
tipo de regulación ni estudio de riesgo, y llamaba a la forma-
ción de un organismo internacional para evaluar estas nuevas
tecnologías.
En resumen, tanto los gobiernos de los países desarrolla-
dos, como el sector empresarial, el académico y las
onG
eran
plenamente conscientes, desde el primer quinquenio del siglo,
de que existían potenciales riesgos a la salud y al medio am-
biente de las
nt
. Es en este contexto que los países de América
Latina seleccionan a las
nt
como área prioritaria y financian la
investigación y la infraestructura de laboratorio.
En América Latina los gobiernos promueven las
nt
median-
te políticas de
Cyt
y financiamiento a la investigación. Aunque
resulta difícil estimar los financiamientos públicos, algunas ci-
fras son citadas por los analistas. Para Argentina, Salvarezza
(2011) menciona cincuenta millones de dólares entre 2006 y
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
159
2010. En Brasil serían alrededor de 190 millones de dólares
entre el 2004 y el 2009 por parte del Ministerio de Ciencia y
Tecnología (Invernizzi, Körbes y Fuck, 2012), sin contar los fon-
dos de los propios estados, que sólo en el caso de Sao Paulo,
Minas Gerais y Río de Janeiro deben ser mayores a sesenta
millones de dólares en ese periodo. Para México es aún más
difícil estimarlo; Takeuchi y Mora Ramos (2011) suponen cerca
de sesenta millones de dólares entre 2005 y 2010. En Chile
treinta millones de dólares entre 2005 y 2010 (Zumelzu Delga-
do y Zárate, 2011).
Prácticamente nada del financiamiento público de los países de
América Latina destinado a las
nt
fue dirigido a estudios de riesgo.
La única excepción es un llamado por parte del
CnPq
(del Ministe-
rio de Ciencia y Tecnoloa del Brasil) en 2004 con el título: “Estudo
de aspectos éticos ou impactos ambientais da nanotecnología e
nanobiotecnologia” (
MCt
, 2006); aunque en tal caso sólo la mitad
del presupuesto fue liberado (35 mil dólares aproximadamente).12
No obstante, este llamado no tuvo continuidad.
De manera que, durante el primer quinquenio del siglo, los
organismos internacionales impulsaban las
nt
como áreas prio-
ritarias en el camino hacia economías con base en el conoci-
miento, y los gobiernos de los países latinoamericanos recibían
la consigna y comenzaban a crear las bases de infraestructura,
las redes de investigación y los instrumentos económicos para
financiarlas, pero todo ello lo hacían absteniéndose de colocar
en las agendas el tema de los potenciales riesgos a la salud y
al medio ambiente.13 Paralelamente, el mundo empresarial, el
académico, los gobiernos de los países desarrollados, las
onG
s
y los sindicatos sabían perfectamente que existía un riesgo po-
tencial en materia de salud y medio ambiente que debía ser
considerado.
12 Para un mayor detalle sobre los resultados de este llamado véase Martins et al.,
2007.
13 Esto no impidió el desarrollo de proyectos de investigación y actividades sobre
riesgos de las
nt
por parte de los investigadores en América Latina, pero han sido
casos contados y sin que el tema fuese incorporado explícitamente a las políticas
de
Cyt
y/o hubiese financiamientos específicos.
GuillerMo folaDori
160
Aunque la preocupación por los potenciales efectos perjudi-
ciales de las tecnologías tiene larga data, ya que la discusión
internacional sobre los efectos de la actividad humana sobre el
medio ambiente adquiere dinamismo en los años setenta, es
hacia finales de la década de los ochenta cuando una serie
de
reuniones internacionales confluyen en utilizar el concepto de
desarrollo sostenible (o sustentable) como bandera para una
relación más armónica entre el ser humano y su entorno. Dicho
concepto contempla diversas áreas, aunque por conveniencia
se les ha agrupado en tres: la sustentabilidad económica da
cuenta de la necesidad de que el desarrollo económico pueda
impulsarse sin barreras naturales como podría ser la restric-
ción de recursos naturales y/o efectos de la contaminación que
hagan inviables determinados espacios productivos. La sus-
tentabilidad ecológica se refiere a que el desarrollo no inte-
rrumpa la dinámica de la naturaleza, garantizando que las fun-
ciones ecológicas continúen cumpliéndose y evitando romper
con los ciclos biogeoquímicos que dan soporte a la vida en to-
das sus dimensiones. Hoy en día, el calentamiento global y la
pérdida de biodiversidad son los dos aspectos más preocupan-
tes de la sustentabilidad ecológica a nivel internacional. La sus-
tentabilidad social es, a todas luces, el aspecto más conflictivo,
ya que supone un desarrollo tendente a superar los problemas
de pobreza y equidad que no siempre coinciden con las ten-
dencias del desarrollo económico (Pierry y Foladori, 2005).
Como resultado de la incorporación del concepto de desarrollo
sostenible en las agendas gubernamentales de los diferentes
sectores, el tema de los potenciales riesgos ambientales y para
la salud humana de las nuevas tecnologías no es ajeno a este
contexto. De ahí que con mayor énfasis cada nueva política
está obligada a incorporar este tipo de preocupaciones.
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
161
eL capítuLo de rIesgos a La saLud
y aL medIo ambIente de Las nanotecnoLogías
en Las agendas de Las organIzacIones
socIaLes y sIndIcatos
Mientras las agencias de
iD
de Estados Unidos y la Unión Euro-
pea relegaban internamente el tema de los riesgos de las
nt
, y
sus asesores en las instituciones internacionales de apoyo a
Cyt
en América Latina omitían considerarlo, fueron los sindica-
tos y las
onG
s latinoamericanos los encargados de divulgar el
tema en la región.
Primero fue la Secretaría Latinoamericana de la
iuf
(Interna-
tional Union of Food, Agricultural, Hotel, Restaurant, Catering,
Tobacco and Allied WorkersAssociations) –en español Rel-
uita
14una unión de sindicatos a escala mundial con más de
doce millones de miembros. Alertada de los potenciales ries-
gos de las
nt
sobre los trabajadores y en la expectativa de que
éstas se desarrollasen, primero como continuación de las bio-
tecnologías, y luego fuesen aplicadas en agroquímicos, la Se-
cretaría Latinoamericana de la
uita
lanzó una ventana en su
página electrónica sobre el tema; elaboró folletos de divulga-
ción para educación sindical, y redactó una propuesta de ocho
puntos para ser discutida en su 13o Congreso Latinoamerica-
no, realizado a finales de 2006 en Santo Domingo. Con la pre-
sencia de 39 sindicatos correspondientes a 14 países y 95 de-
legados fue aprobada la resolución sobre
nt
. En términos
generales la declaración llamaba al debate público, advirtiendo
sobre qué productos que contenían nanocomponentes esta-
ban siendo lanzados al mercado antes de que la sociedad civil
y los movimientos sociales tuvieran la oportunidad de evaluar
sus posibles implicaciones en términos económicos, ambien-
tales y sociales, así como su efecto en la salud humana. Más
14 Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimen-
tación, la Agricultura y Afines.
GuillerMo folaDori
162
aún, la declaración llamaba a asegurar que el debate sobre un
tema que implica profundos cambios sociales no debe ser de-
jado en manos de los expertos. Se trata de la primera declara-
ción lanzada a nivel continental por una federación de sindica-
tos. Meses después, en marzo de 2007, fue realizado el 25°
Congreso de la
iuta
en Ginebra, Suiza. La declaración de San-
to Domingo fue introducida y aprobada, extendiendo así su im-
pacto a los 122 países donde la
uita
tiene sindicatos (
uita
, 2007;
iuf
, s/f; Foladori e Invernizzi, 2008):
The 25th
iuf
Congress meeting in Geneva, March 19-22, 2007
Resolves:
1. To mobilize our affiliated organizatios and urge them to discuss with
the rest of society and governments the possible consequences of
nt
.
2. To demand that governments and the international organizations con-
cerned apply the Principle of Precaution, prohibiting the sale of food,
beverages and fodder, and all agricultural inputs which contain nanotech-
nology, until it is shown that they are safe and to approve an international
system of regulation specifically designed to analyse these products.
3. To demand that the World Trade Organization (
Wto
) suspend the grant
of patents related to nanotechnology in the food industry and agriculture,
until the countries affected and social movements can carry out an eval-
uation of their impact.
4. To demand that the World Health Organization (
Who
) and the United
Nations Food and Agriculture Organization (
fao
) update the Codex Ali-
mentarius, taking into account the use of nanotechnology in food and
agriculture.
5. To request the
Who
to initiate short and long-term studies into the poten-
tial effects of nanotechnology especially nanoparticles on the health of
the technicians and workers that produce them, users and consumers.
6. To request the International Labour Organization (
ilo
) to carry out an
urgent study into the possible impact of nanotechnology on conditions of
work and employment in agriculture and in the food industry. Following
completion of the study, a Tripartite Conference on the subject must be
convened as soon as possible.
Submitted by the 13th Conference of Rel-
uita
fuente:
iuf
Resolution, en www.iufdocuments.org/rc2007/en/RC03%20Draft%20re-
solutions.pdf
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
163
La declaración latinoamericana (2006) y mundial (2007) por
parte de la
iuf
fue seguida por el lanzamiento de los “Principles
for the Oversight of Nanotechnologies and Nanomaterials”
(2007), una declaración mundial firmada por decenas de
onG
s
y sindicatos en todo el mundo, y signada por la Rel-
uita
(Secre-
taría Regional Latinoamericana de la
iuf
) y varias
onG
s de Amé-
rica Latina (NanoAction, 2007); posteriormente fue seguida por
la declaración sobre las
nt
de la European Trade Union Confe-
deration (
etuC
, 2008).
La Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad
(
r
e
lans
), con una coordinación repartida entre México y Brasil,
se formó en 2006, y desde entonces mantiene en su página
electrónica una ventana para información referente a “
nt
y tra-
bajadores”. Ha publicado dos libros que versan sobre las
nt
en
América Latina (2008 y 2012) donde sus miembros han escrito
artículos de los diferentes países. El tema de los riesgos ha
sido abordado en la compilación Nanotecnología en la alimen-
tación y agricultura y en el folleto de divulgación: “Implicaciones
sociales y ambientales del desarrollo de las nanotecnologías
en América Latina y el Caribe”, que es un proyecto realizado
junto con
iPen
(International
PoP
s Elimination Network).15
Posiblemente, Brasil es el país donde las actividades de los
sindicatos, las redes académicas y las
onG
s han sido más fre-
cuentes para tratar los potenciales impactos que las
nt
tienen
en la salud y el medio ambiente, acomo también sus implica-
ciones en el empleo. En otros países, como Argentina y Uru-
guay, también se han presentado actividades sindicales pun-
tuales. No es de sorprender que así sea en Brasil, ya que se
trata del país más avanzado en
iD
en
nt
según los indicadores
de
Cyt
, y el que cuenta con más empresas investigando y/o
produciendo con
nt
en América Latina (Foladori et al., 2012). Le
siguen México y luego Argentina (Robles-Belmont, 2012; Kay y
Shapira, 2009;
oiCtei
, 2008).
15
Las actividades y publicaciones de
r
e
lans
pueden consultarse en www.relans.org
GuillerMo folaDori
164
En Brasil sus principales confederaciones sindicales manifes-
taron preocupación por los riesgos de las
nt
. Contag (Confedera-
ción Nacional de Trabalhadores na Agricultura), Força Sindical y
otros sindicatos, como los de metalúrgicos, de químicos, de far-
macia, se han pronunciado de diversas formas. Algunas de estas
agrupaciones o sus afiliados han realizado seminarios y materia-
les de divulgación sobre
nt
.16 Los sindicatos tienen dos institucio-
nes que han incorporado a su trabajo el monitoreo y análisis de
los efectos de las
nt
en la salud, el medio ambiente y el empleo.
Dieese
es el Departamento Intersindical de Estatistica e Estudos
Socioeconomicos y
Diesat
es el Departamento Intersindical de
Estudos e Pesquisas de Saúde e dos Ambientes de Trabalho.17
Fundacentro es una institución vinculada al Ministerio del
Trabajo de Brasil, destinada a estudiar la seguridad y riesgos a
la salud en los lugares de trabajo. La dirección es tripartita (go-
bierno, sindicatos, organizaciones empresariales). Además de
colaborar con la Organización Mundial de la Salud, Fundacen-
tro también lo hace con la Organización Internacional del Tra-
bajo. Y con respecto a las
nt
, han organizado seminarios, con-
gresos y editado material de formación sindical.18
Renanosoma (Rede de Nanotecnologia Sociedade e Meio
Ambiente)
19
es un organismo académico ligado a investigadores
en ciencias sociales que funciona desde 2004. Ha organizado
más de siete seminarios nacionales e internacionales. El prime-
16 La Contag, por ejemplo, realizó el seminario Novas Tecnologias e a Globalização”,
en 2010, en Rio Grande do Sul, que reunió a decenas de representantes sindicales
y de federaciones de sindicatos para discutir las
nt
.
17
Dieese
editó la ficha técnica llamada “Nanotecnologia: conhecer para enfrentar os
desafíos” (2008).
18
Algunos ejemplos de las actividades de Fundacentro: Primer Seminario Internacio-
nal “Nanotecnología e os Trabalhadores” (2006); seminario “Nanotecnologia, Saú-
de dos Trabalhadores, Alimentos e Impactos à Sociedade e ao Meio Ambiente”
(2007); Seminario Internacional “Nanotecnología e Commodities Agrícolas e Mine-
rais” (2007); proyecto de investigación “Impactos de la nanotecnología en la salud
de los trabajadores y el medio ambiente”; material de divulgación “Texto em qua-
drinhos”; “Simpósio internacional impactos das nanotecnologias sobre a saúde dos
trabalhadores e sobre o meio ambiente” (2010). La mayoría de estas actividades
fueron desarrolladas en colaboración con Renanosoma,
iieP
,
Diesse
, y/o Fiocruz.
19 Las actividades de Renanosoma pueden ser consultadas en www.nanotecnolo-
giadoavesso.org/
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
165
ro, “Nanotecnologia, Sociedade e Meio Ambiente” fue realizado
ese mismo año, y tiene una continuación anual. Ha publicado
siete libros y coorganizado varios eventos junto con Fundacen-
tro,
iieP
y otras instituciones. Esta red fue favorecida con el llama-
do a concurso de proyectos de
CnPq
en 2004 (véase supra) y en
2005 (
MCt
-
CnPq
, 2006). Posteriormente, creció al margen de los
financiamientos públicos (Martins et al., 2007). Desde 2009 lle-
van a cabo un programa en línea “Nanotecnologia do avesso”
(
nt
al revés), que ya realizó más de 160 reportajes.20
Al comienzo de la segunda década del siglo xxi el tema de
los riesgos de las
nt
comienza a tener mayor presencia a nivel
mundial y también latinoamericano. Los medios empresariales
reconocen, luego de diez años, el riesgo de las
nt
. En 2010, por
ejemplo, se realizó la conferencia Nano Renewable Energy,21
con expertos científicos y empresariales en energías renova-
bles, donde Hussey, el director ejecutivo de la empresa Na-
noInk señaló: “There are no good, well-controlled studies to
prove the safety of our nanomaterials [...] We need to lead the
world in environmental health and safety nanotech testing. We
either get ahead of this or it will roll over us as an industry” (ci-
tado por Motavalli, 2010).
Aún más significativo es el hecho de que el Foro Económico
Mundial incluyera, en 2010, la potencial toxicidad de las nano-
partículas como uno de los riesgos en el documento Riesgos
globales 2010 (World Economic Forum, 2010). Con respecto a
los impactos de las
nt
en el empleo, tema que fue puesto en la
20 Existen
onG
s que también han realizado actividades sobre
nt
. Entre ellas el
iieP
, que
es una organización orientada a cuestiones laborales, ha sido activa en coorgani-
zar seminarios junto con Fundacentro y Renanosoma y ha publicado diversos ma-
teriales de divulgación.
21 El Nano Renewable Energy Summit reúne a expertos en la intersección de la ener-
gía solar con las
nt
, focalizados en negocios, comercialización y desarrollo econó-
mico de los potenciales de las tecnologías emergentes en energía renovable y
sectores de sustentabilidad. Entre los socios y patrocinadores se encuentran la
NanoBusiness Alliance, la Colorado Nanotechnology Alliance, el National Re-
newable Energy Laboratory (
nrel
), la Colorado Office of Economic Development
and International Trade, la University of Denver, Deloitte, y la New York NanoBusi-
ness Alliance.
GuillerMo folaDori
166
mesa de debates por el
etC
Group en 2002 y explícitamente
tratado en el documento de 2005, Report Prepared for the South
Centre. The Potential Impacts of Nano-Scale Technologies on
Commodity Markets: the Implications for Commodity Depen-
dent Developing Countries, fue necesario esperar hasta 2012
cuando la
oCDe,
junto con la National Nanotechnology Initiative,
organiel primer Simposio Internacional de Evaluación del
Impacto Económico de la Nanotecnología (
oCDe-nni
, 2012).
Brasil se encuentra a la cabeza en incorporar el tema de
riesgos en las políticas de
Cyt
de América Latina. El
CnPq
lanzó
un llamado a concurso público en 2011 para proyectos en na-
notoxicología, donde fueron aprobados seis proyectos de in-
vestigación (
CnPq
, 2011). En el mismo año, la Agência Brasileira
de Desenvolvimento Industrial (
abDi
), una entidad ligada al Mi-
nisterio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, edita lo
que sería el primer informe sobre riesgos de las
nt
(Nanotecno-
logias: subsídios para a problemática dos riscos e regulação)
en Brasil. En México, la Universidad Autónoma de Nuevo León
comienza a construir, en 2012, un Centro de Investigación en
Biotecnología y Nanotoxicología.22
Resulta interesante anotar que esta brecha temporal entre las
posiciones de las
onGs
y los sindicatos, por un lado, y las de los
organismos internacionales de promoción a la
Cyt
y los ministe-
rios de Ciencia y Tecnología de los países de América Latina, por
el otro, también está influida por la manera en que se incorpora
la participación social en la política de
Cyt
. La
oea
, por ejemplo,
considera necesaria la participación pública en la elaboración de
las políticas –y el mismo criterio puede extenderse a todas las
instituciones. En el documento de 2004, que incluye el subtítulo
“A Vision for the Americas”, y que es responsabilidad de la Ofici-
na de Educación, Ciencia y Tecnología de la
oea,
se puede leer:
All the countries in the Hemisphere should generate national
strategies and policies to develop science and technology
adap-
22 En México existen grupos de investigación sobre nanotoxicología. El Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinves-
tav), por ejemplo, tiene una línea de investigación en el área.
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
167
ted to their needs and linked to their main projects. It is essen-
tial to make this policy a national consensus agreed by all the
major actors: governments, scientists, the private sector, and
the general public” (
oest
, 2004: 28).
De lo que se trata es de que se genere un consenso de las
políticas entre el “público en general”, pero éste no puede ser
otra cosa que la suma de individuos, sin tradición de organiza-
ción ni forma de participar. En el peor de los casos la partici-
pación del público en general se reduce a que los órganos oficia-
les informen mediante mecanismos de divulgación de
Cyt
(museos,
programas de televisión, etcétera); y, en el mejor, sería la realiza-
ción de foros públicos o consultas vía internet. En cualquiera de
las opciones no existe relevancia alguna en términos de modifica-
ción de las políticas de
Cyt
.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil realizó, a fi-
nales de 2003 y durante una semana, una consulta pública
sobre
nt
entre los científicos y los periodistas especializados a
través de internet. Sólo se obtuvieron 65 respuestas (Anjos,
Torres y De Souza, 2004).
En México se creó, en 2002, el Foro Consultivo Científico y
Tecnológico (
fCC
y
t
), un organismo autónomo que suministra al
Poder Ejecutivo la opinión de la comunidad científica y del sec-
tor productivo para buscar un consenso en la formulación de
políticas de investigación en
Cyt
. En dicho foro sólo participan
científicos y empresarios. La mesa directiva está representada
por académicos, empresarios y miembros del Sistema Nacio-
nal de Investigadores. La modalidad del mismo es reproducida
en los estados, y en muchos de ellos la participación es más
amplia, pero cuando va más allá de académicos y empresarios
se trata, una vez más, del “público en general”, que no tiene
tradición ni historia organizativa y cuya opinión pertenece a in-
dividuos y no tiene ninguna trascendencia.23
23 Para una mayor presencia empresarial en las decisiones de
Cyt
de México, en
2009 se creó el Grupo Vincula, donde participa el
fCC
y
t
, instituciones guberna-
mentales y todas las cámaras de industria y comercio, confederaciones patronales
y asociaciones de empresarios.
GuillerMo folaDori
168
las onGs
y los sindicatos tienen, por el contrario, una organi-
zación y una historia de participación y son, por tanto, actores
orgánicos que bien pueden formarse una opinión independien-
te, como la historia de las
nt
durante la primera década de este
siglo lo ha demostrado. Estos grupos muy rara vez participan
en órganos de decisión.
No obstante, existe cierta esperanza en que se negocien los
intereses de los diferentes sectores sociales. Desde 2006 se
cuenta con una instancia internacional y multilateral –porque
participan delegados gubernamentales, de organizaciones in-
ternacionales, del sector industrial y empresarial, de sindicatos
y de
onG
s–, aunque no vinculante, que pretende cambiar la
forma en que se producen y utilizan las sustancias químicas,
con el fin de minimizar los efectos perjudiciales para la salud
humana y el medio ambiente. Esta instancia es la Conferencia
Internacional sobre Manejo de Químicos (
iCCM
, por sus siglas
en inglés), y su instrumento es el “Enfoque estratégico para la
gestión de productos químicos a nivel internacional”
saiCM
(Strategic Approach to International Chemicals Management)–
(Weinberg, 2008). El
saiCM
resulta un ámbito estratégico por ser
el único espacio institucional multilateral en el seno de la Orga-
nización de las Naciones Unidas donde se están discutiendo
los riesgos de las
nt
y por su carácter participativo, que envuel-
ve a representantes de los gobiernos, de organizaciones no
gubernamentales tanto de la industria como de interés público,
y de las organizaciones sindicales. Durante la tercera semana
de septiembre de 2012 se llevó a cabo en Nairobi, Kenia, la
Tercera Conferencia Internacional sobre Manejo de Químicos
(
iCCM
3). Reunió a representantes de 122 gobiernos, a 19 orga-
nizaciones internacionales, y a cerca de 79
onG
s y sindicatos.
El objetivo era evaluar los avances en la instauración del
saiCM
y elaborar los planes necesarios para dar continuidad a las dis-
cusiones y negociaciones. Como resultado se aprobó, por con-
senso, incluir en el Plan Global de Acción del
saiCM
los nanoma-
teriales manufacturados. Esto significa un relativo avance, ya
que los países deberán instrumentar acciones tendentes a de-
riesGos a la saluD y al MeDio aMbiente De la nanoteCnoloGía
169
sarrollar programas de monitoreo y seguridad laboral, del con-
sumidor y del medio ambiente, así como difundir y mejorar la
información sobre ese tipo de materiales.
concLusIones
Las
nt
se habrían desarrollado en América Latina sin las políti-
cas de promoción, pero los cambios en las políticas de
Cyt
, des-
de finales de los años noventa y durante toda la primera década
del siglo
xxi
, que es cuando las
nt
adquieren rango de área es-
tratégica o de prioridad, incidieron en la forma en que se desa-
rrollaron. El paradigma de la economía basada en el conoci-
miento y la orientación de la
Cyt
con el propósito de mejorar la
competitividad internacional fueron el marco teórico que justifi-
caba la incorporación de las
nt
como área prioritaria, incluso en
países pequeños donde el caudal de infraestructura de labora-
torio y de masa crítica de cienficos es reducido para las áreas
científico-técnicas de gran inversión de capital, como son las
nt
.
Instituciones internacionales como el Banco Mundial y la
oea
fueron claves para brindar financiamiento y lineamientos estra-
tégicos de política cienfica.
Varias características comunes pueden ser identificadas en
la promoción de las
nt
, como los incentivos a las redes de in-
vestigación, la creación de centros de excelencia y la integra-
ción academia-empresa en las investigaciones.
En todos los casos, y siguiendo el objetivo que podríamos
llamar de “
nt
para la competitividad”donde el sector empre-
sarial tiene peso en los comités de gestión de las políticas y de
los financiamientos– se omitieron los potenciales riesgos a la
salud y al medio ambiente en los lineamientos de política de
nt
,
así como también los efectos en el empleo. Esto puede parecer
sorprendente, ya que es una verdad de Perogrullo que las nue-
vas tecnologías impliquen riesgos. Los científicos y académicos
fueron mayoritariamente cómplices de esta omisión, en gran
GuillerMo folaDori
170
medida por la camisa de fuerza que significa compartir proyec-
tos de investigación con el sector empresarial, que es un requi-
sito para el acceso a fuentes de financiamiento, lo cual obliga a
un lenguaje atractivo para los negocios y lejano a cualquier
idea de riesgo o inseguridad.
Fueron las
onGs
y los sindicatos los que, en ausencia de la
responsabilidad gubernamental, llamaron la atención sobre el
tema de los potenciales riesgos de las
nt
, al ser los trabajado-
res y los consumidores quienes se encuentran expuestos a los
riesgos de las mismas. Desde luego, al omitir el tema la política
oficial se distancia de ambos sectores sociales.
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Supplementary resource (1)

... Durante la primera década del siglo XXI la mayoría de los países de América Latina colocaron a las nanotecnologías como área prioritaria de desarrollo en sus políticas públicas, siguiendo orientaciones internacionales del Banco Mundial, la OCDE, la OEA y otros organismos (FOLADORI, 2012). Pocos países, sin embargo, elaboraron planes al respecto. ...
... No obstante aquellos incentivos al desarrollo de las nanotecnologías, al finalizar la segunda década del siglo, ninguno de los países de América Latina había avanzado en la elaboración de políticas públicas para supervisar o regular las nanotecnologías; y, no obstante las diferencias entre los países, todos los incentivos se enmarcaban en tres características comunes en lo que respecta a la posición gubernamental y en relación a la regulación: a) un acento en la competitividad empresarial como paradigma de desarrollo; b) una ausencia de preocupación por riesgos a la salud ocupacional, de los consumidores y de los ecosistemas; c) una orientación a evadir cualquier regulación oficial y obligatoria, pero apoyando los avances de la normativa corporativa privada en la materia, particularmente las indicaciones de la OCDE y de la ISO y siguiendo las políticas neoliberales de privilegiar el mercado; y, d) consecuentemente con los lineamientos de estas últimas instituciones, una amplia facilidad para la importación de productos de las nanotecnologías, producción nacional y puesta en los mercados sin ninguna supervisión (FOLADORI, 2012 ...
Chapter
Full-text available
Luego de dos décadas de ingreso al mercado de productos con nanopartículas y nanoestructuras su reglamentación es incipiente, en pocos países y restringiéndose al etiquetado de algunos rubros e información pre comercialización. Continúa la gran paradoja consistente en que la mayoría de las substancias químicas nanométricas entran al mercado sin regulación, y sólo cuando surgen fuertes indicios de su potencial toxicológico comienzan a estudiarse, como ha sucedido en casos de nanotubos de carbono o dióxido de titanio. Este capítulo muestra la contradicción entre las dos metodologías de análisis de la toxicidad de los químicos: el Análisis de Riesgo Regulatorio y el Principio de Precaución; y la expresión más avanzada de la regulación de las nanotecnologías que se da en la Unión Europea, y pequeños avances en los Estados Unidos. América Latina, a diferencia, no ha encaminado la regulación en ningún país, antes bien, ha dejado en manos del ámbito corporativo el desarrollo de normativas voluntarias.
... región-; lo cual, buscaba orientar las políticas públicas hacia un paradigma de la economía del conocimiento, teniendo como área prioritaria a las nanotecnologías (Foladori 2012: 145). Así, al cabo de la primera década del siglo XXI, la mayoría de los países consideraban a la nanotecnología como prioritaria para sus políticas CyT (Ver cuadro 1) (Foladori 2012: 152 Sin embargo, no se introdujeron criterios básicos de implementación sobre riesgos a la salud y el medio ambiente, los cuales no figuraban en las políticas de los organismos internacionales en la primera década del siglo XXI (Foladori 2012). Ello, a pesar de que en Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea si los contemplaban e incluso eran reclamados por organizaciones no gubernamentales y sindicatos, además de ser reconocidos por el sector empresarial (Foladori 2012: 153-154). ...
Article
Full-text available
Resumen: Empleando información secundaria, este estudio discute el modo en que se ha buscado impulsar el desarrollo de políticas de nanotecnología en Perú en años recientes. Sobre la base de un marco que incorpora conceptos como: gobernanza científica institucionalización de la ciencia, la tecnología y la innovación en países periféricos (Drori 1993, Cueto 2005) se analizará cómo la política científica se ha desarrollado en un entorno que no favorece el desarrollo institucional de la ciencia y la tecnología. Por el contrario, desde el gobierno y el sector privado se ha buscado generar desarrollo científico y tecnológico únicamente bajo el paradigma del desarrollo económico.
Chapter
Full-text available
A obra Utopia, de Thomas More, refere-se à vida fictícia dos habitantes da ilha de Utopia – lugar nenhum –, onde todos têm uma regulamentação que permite trabalhar apenas seis horas por dia, com intervalo para descanso, em atividades previamente escolhidas pelo cidadão, salvo a necessidade do Estado, que se dá temporariamente. O interessante é que essas pessoas são responsáveis por manufaturar suas roupas e pela agricultura familiar e, apesar de se dedicarem aos estudos, não se percebe nenhum progresso tecnológico entre elas. Continuam fazendo as mesmas coisas, da mesma maneira. Outro fato notável é a pouca importância ou nenhuma que dão ao ouro e às riquezas.
Article
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Training of the population is vital for the process of disasters reduction in communities; this is part of the preparation of a society with this purpose. The authors of this essay reflected about continuing education in the process of Cuban experience. A theoretical analysis about the object of study was performed; this was imbricated with the regulations established by the authorities designated for doing that in Cuba. It was concluded that the multidimensionality of disaster reduction process requires transdisciplinarity in training; this must be permanent, differentiated and staggered, involving the entire educational system and especially higher education; the curriculum of the different modalities of improvement must be properly grounded and focused on the continuous progress of science and the specific requirements of the development of society.
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In this study, governance is understood as a process that guides technology through both promotion and regulation as a result of interaction, interdependence and confrontation between the government, research institutions, industry sector and social organizations. We analyze the National Standardization Technical Committee on Nanotechnologies (Comité Técnico Nacional de Normalización en Nanotecnologías, CTNNN), the entity responsible for developing voluntary standards for nanotechnology in Mexico. After identifying strategic, relevant and secondary actors, we find that technical standards are treated primarily as a competitiveness factor. We thus characterize the process of regulating nanotechnologies in Mexico as a case of "subordinated governance" in which international rules of operation and technical standards are reproduced in the narrow Mexican regulatory framework. The absence of regulation that could serve as a reference for identifying and managing risk thereby imposes greater responsibility on policy makers.
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This paper considers an interdisciplinary approach to assess the socio-economic impacts of nanotechnology based applications on commodities with a specific focus on copper. Setting in context the emerging debate on nanotechnologies and commodities, the study delves into understanding the various dimensions that could govern the implications of nanotechnology for commodity dependent countries. The study identifies and assesses the feasibility of various nano-applications to displace the use of copper in various sectors. The patterns of copper consumption that the likely substitution might be impact are also explored. Further, the possible socio-economic impacts of a nanotechnology induced shift in copper trade are examined by taking two copper dependent countries, Chile and Zambia, in consideration. Strategies that might help assuage a likely negative impact as well as exploit the opportunity nanotechnology poses to commodity dependent countries are identified. It emerges from the study that the nature and scope of the implications of nanotechnology on commodity trade, is influenced by interplay of factors in the technology as well as socioeconomic and trade realms, the latter being specific to individual commodity dependent countries. The dynamic and uncertain nature of the developments in nanotechnology, copper consumption as well as copper trade would entail that the implications might vary in space (for different countries) and time.
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A global chain of so-called Millennium Institutes, acting as scientific centres of excellence in developing countries to galvanize a rapid increase in their scientific and technical strength, is being planned by the World Bank, private foundations and several governments.
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Particulate wear-debris are detected in histiocytes/macrophages of granulomatous tissues adjacent to loose joint prostheses. Such cell-particle interactions have been simulated in vitro by challenging macrophages with particles dosed according to weight percent, volume percent, and number of particles. Each of these dosage methods has inherent shortcomings due to varying size and density of challenging particles of different compositions. In this study we challenged P388D1 macrophages with titania and polystyrene particles (> 2 μm), with dosage based on the ratio of the surface area of the particles to the surface area of the cells. The effect of size and composition on (1) the bone resorbing activity, (2) fibroblast proliferation, and (3) secretion of IL-1 and PGE2 was determined. Macrophage response to particulate debris appears to be dependent on particle size, composition, and dose as given by surface area ratio. P388D1 macrophages challenged with titania particles released IL-1, but did not stimulate fibroblasts. Inhibition of macrophage DNA synthesis at higher surface area ratios suggests cell damage or death. Particle-stimulated cells increased bone resorption up to 125% of controls but released only basal levels of PGE2. Macrophages stimulated by wear particles are expected to synthesize numerous factors affecting events in the bone-implant interface. Using the concept of surface area ratio allows us to study and compare such cellular responses to wear particles in a standardized manner.
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Many Australians are being advised to apply microfine titanium dioxide sunscreen daily from the cradle to the grave. However, there is a surprising lack of data on the percutaneous absorption of microfine titanium dioxide. A prospective pilot study was conducted to analyse the percutaneous absorption of microfine titanium dioxide from sunscreens. Selected patients scheduled to have skin surgery, applied titanium dioxide sunscreen to the skin daily for 2-6 weeks prior to their operation. After excision, the stratum corneum of the sample was stripped and the titanium concentration of the remaining epidermis and dermis was measured by inductively coupled plasma-mass spectrometry. The results from this pilot study showed that levels of titanium in the epidermis and dermis of subjects who applied microfine titanium dioxide to their skin were higher than the levels of titanium found in controls. Studies with larger cohorts are necessary to establish if this absorption is statistically significant.
CoMisión interaMeriCana De CienCia y teCnoloGía-oea) Scientific and Technological Development in the Americas
Comicyt (CoMisión interaMeriCana De CienCia y teCnoloGía-oea) 2004 Report of the Workshop: Scientific and Technological Development in the Americas, Quito, Ecuador, del 10 al 12 de diciembre de 2003, en www.science.oas.org/ Comicyt/prepa.htm, consultada el 15 de marzo de 2012.
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PreMebiDa, r. DoMinGues Dulley y ruy braGa 2007 Revolucao invisible. Desenvolvimento recente da nanotecnología no Brasil
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Martins, Paulo roberto (coordinador), a. PreMebiDa, r. DoMinGues Dulley y ruy braGa 2007 Revolucao invisible. Desenvolvimento recente da nanotecnología no Brasil, Xama, Sao Paulo.
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  • Jim Motavalli
Motavalli, JiM 2010 " Wanted: Nano-Cops ", The New Haven Independent, 1° de junio de 2010, en www.newhavenindependent. org/index.php/archives/entry/wanted_nano-cops/ id_26623, consultada el 15 de marzo de 2012.