ArticlePDF Available

Health Professional’s Accuracy in Depression Diagnosis after an Educational Intervention in primary level. Colombian Results of the International Depression Project

Authors:

Abstract

Introduction: The huge impact of depression worldwide has led to the development of different educational interventions aimed at the improvement in the recognition and management of this problem at a primary care level. Objectives: To evaluate the accuracy in the depression diagnosis on behalf of primary care physicians and the effect of an educational intervention. Materials and methods: A multicentric study. An educational intervention was adapted to depressive disorders and specifi c needs and oportunities in the context of the provision of primary care in Bogotá, Colombia. Among the evaluation outcomes, a test was made to evaluate the accuracy of depression diagnosis on behalf of primary care physicians. Results: Two months after the intervention, a signifi cant increase in the diagnosis of depression was found in moderate and high risk groups of patients according to a screening test. Conclusion: After the educational intervention, there was an increase in mental disease diagnosis on behalf of general practitioners, particularly in regards to depression.
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
439
Exactitud en el diagnóstico de depresión
por médicos de atención primaria
después de una intervención educativa*
Resultados colombianos del Proyecto
Internacional de Depresión
Carlos Gómez-Restrepo1
Adriana Bohórquez Peñaranda2
Mayumi Okuda Benavides3
Jacky Fabian Gil Laverde4
Nathalie Tamayo5
Diana Rey Sánchez6
Resumen
Introducción: En respuesta al enorme impacto de la depresión en todo el mundo, se han de-
sarrollado diversos métodos educativos que tienen como nalidad mejorar el reconocimiento
y el manejo de este problema en el nivel primario de atención. Objetivos: Evaluar la exactitud
de los profesionales de la salud al diagnosticar trastornos depresivos y el efecto de una in-
tervención educativa. Materiales y métodos: Estudio multicéntrico. Adaptación de una inter-
vención educativa sobre trastornos depresivos a las necesidades especí cas y oportunidades
del contexto de la prestación de servicios de atención primaria en Bogotá, Colombia. Dentro
* El presente estudio muestra los resultados del proyecto “Desarrollo y evaluación de una
intervención educativa clínica específica para mejorar el reconocimiento de la depre-
sión en centros de atención primaria en Bogotá”, el cual contó con la financiación del
International Depression Project de la World Psychiatric Association (WPA)-International
Clinical Epedemiology Network (Inclen) y del Instituto Colombiano para el Desarrollo
de la Ciencia y la Tecnología (Colciencias).
1 Médico psiquiatra, psicoanalista, MSc en epidemiología clínica, profesor de los de-
partamentos de Psiquiatría y Salud Mental y Epidemiología Clínica y Bioestadística y
coordinador de la Especialidad Psiquiatría de Enlace de la Facultad de Medicina de la
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
2 Médica psiquiatra, candidata a la maestría en epidemiología clínica. Profesora del De-
partamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Pontificia
Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
3 Médica, asistente de Investigación del Departamento de Epidemiología Clínica y Bio-
estadístíca de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá,
Colombia.
4 Bioestadístico. Profesor instructor del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadís-
tica de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
5 Médica interna, asistente de investigación, Departamento de Epidemiología Clínica y
Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá,
Colombia.
6 Médica interna del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Fa-
cultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
440
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
de las medidas de evaluación de desenlace de
la intervención, se efectuó una prueba para
evaluar la exactitud con la que los médicos
generales hicieron el diagnóstico de depre-
sión. Resultados: Dos meses después de
recibir la intervención educativa se encontró
un incremento signi cativo en el diagnóstico
de depresión posterior al entrenamiento en
los grupos de pacientes con moderado y alto
riesgo de presentar esta patología según una
prueba de tamizaje. Conclusión: Después de
la intervención educativa hay un incremento
en el número de diagnósticos relacionados
con enfermedad mental, en particular el de
depresión, por parte de los profesionales de
la salud.
Palabras clave: educación médica continua,
atención primaria, trastorno depresivo.
Title: Health Professional’s Accuracy in
Depression Diagnosis after an Educational
Intervention in primary level. Colombian
Results of the International Depression
Project
Abstract
Introduction: The huge impact of depression
worldwide has led to the development of
different educational interventions aimed at
the improvement in the recognition and ma-
nagement of this problem at a primary care
level. Objectives: To evaluate the accuracy in
the depression diagnosis on behalf of primary
care physicians and the effect of an educa-
tional intervention. Materials and methods: A
multicentric study. An educational interven-
tion was adapted to depressive disorders and
speci c needs and oportunities in the context
of the provision of primary care in Bogotá,
Colombia. Among the evaluation outcomes,
a test was made to evaluate the accuracy of
depression diagnosis on behalf of primary
care physicians. Results: Two months after
the intervention, a signi cant increase in
the diagnosis of depression was found in
moderate and high risk groups of patients
according to a screening test. Conclusion:
After the educational intervention, there was
an increase in mental disease diagnosis on
behalf of general practitioners, particularly
in regards to depression.
Key words: Education, medical, continuing,
primary health care, depressive disorder.
Introducción
La depresión gura como uno
de los principales problemas de
salud pública a escala nacional y
mundial y constituye una patología
frecuente en el contexto de atención
primaria, donde se posiciona como
el tercer motivo de consulta, con
una prevalencia entre 5% y 25%,
según los diferentes criterios diag-
nósticos empleados (1). El problema
es más grave aún si se tienen en
cuenta los alarmantes datos que
señalan que los médicos familiares
detectan menos de la mitad de los
pacientes con depresión mayor, con
una tasa de detección del 73% en
los casos agudos (2). Al revisar la
literatura al respecto, los estudios
sobre la exactitud diagnóstica de
los médicos generales muestran que
al comparar el criterio del clínico
con un patrón de oro (entrevista
estructurada), la falta de concor-
dancia entre estos dos no se limita
únicamente al discrepancia total en
cuanto a la presencia de síntomas
psiquiátricos, sino al desacuerdo en
cuanto a la severidad cuando se re-
conoce el trastorno y al diagnóstico
psiquiátrico cuando se reconoce la
presencia de alguno (3).
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
441
En el estudio realizado por Klink-
man (2) se sugiere que la identi ca-
ción del trastorno por parte de los
médicos generales se encuentra fuer-
temente asociada con la familiaridad
del médico con el paciente, resaltando
así la importancia del seguimiento de
éstos (2,4). Mientras el diagnóstico
se hizo en 16% de los pacientes que
habían sido vistos por el médico en
más de cuatro ocasiones y en 11%
de los pacientes vistos entre dos y
cuatro veces, sólo se realizó en 2% de
los pacientes con primeras visitas.
El mismo estudio encontró que
los pacientes que representan una
mayor di cultad en la detección y
que son los catalogados como falsos
negativos en los análisis tenían mas
probabilidades de presentarse como
sujetos en general más jóvenes, con
menores tasas de desempleo, con una
mejor percepción de su condición de
salud y con una menor utilización
de servicios.
Por el contrario, los pacientes
catalogados como falsos positivos
se presentaron con una queja psi-
cológica como motivo de consulta en
un 26% de los casos, confundiendo
al clínico de la misma manera como
lo hacía una queja somática en un
paciente que posteriormente fue
clasi cado como un falso negativo.
Se ha estudiado también el efec-
to de la interacción entre la comor-
bilidad psiquiátrica y la somática en
las tasas de detección de depresión
en atención primaria. Los pacien-
tes deprimidos sin comorbilidades
somáticas crónicas, con niveles
educativos bajos, cuadros de menor
severidad y menor contacto con sus
médicos, tienen menor probabilidad
de ser diagnosticados (5).
Debido a que tanto la falta de
tratamiento como el tratamiento
innecesario se consideran un pro-
blema con graves consecuencias,
y en vista de que esta patología se
asocia con una alta morbilidad y
mortalidad, se han empleado un
gran número de estrategias educa-
tivas con el propósito de asegurar
el reconocimiento temprano, la
remisión apropiada a la especiali-
dad, la elección e implementación
del tratamiento agudo, la terapia de
mantenimiento y la adherencia del
paciente en este nivel primario
de atención (6).
Algunas de estas intervenciones
educativas han encontrado un in-
cremento en el conocimiento en el
área de psiquiatría a escala global,
en las habilidades clínicas y en las
habilidades de la entrevista al na-
lizar los cursos (7). La efectividad y
el impacto de estas intervenciones
sobre la práctica médica parecen
estar asociados con el grado de
participación activa, la oportunidad
de resolver problemas clínicos du-
rante la intervención, los programas
de simulación, los juego de roles,
el aprendizaje basado en casos y
videos con retroalimentación y el
grado de interacción con pacientes
estándar (con actores que repre-
sentan pacientes con problemas
psiquiátricos). Algunas de estas
intervenciones han utilizado tam-
bién evaluaciones posteriores que,
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
442
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
además de evaluar el aprendizaje,
parecen reforzarlo (8).
Sin embargo, los hallazgos
encontrados en revisiones sobre el
tema de educación médica conti-
nua en depresión muestran grados
variables de efectividad según los
métodos utilizados. Según algunas
revisiones, los mejores predictores
parecen ser la duración de la in-
tervención educativa, el grado de
participación activa y el grado de
integración del aprendizaje nuevo
dentro del contexto clínico (8).
Este artículo hace parte del
análisis de los resultados del Pro-
yecto Internacional de Depresión y
presenta la evaluación de la exacti-
tud diagnóstica de los profesionales
de la salud en atención primaria,
después de recibir una intervención
educativa sobre depresión.
Materiales y métodos
Intervención
La intervención educativa en
manejo de depresión de este estudio
hace parte de un proyecto multicén-
trico que ya ha sido referenciado en
artículos anteriores (9,10). Para el
tamaño de la muestra, el proyecto
se basó en el cálculo de dos coe -
cientes kappa de la variabilidad
interobservador para el diagnóstico
de depresión y depresión mixta con
ansiedad según los datos de cada
país participante encontrados en
el estudio de la Organización Mun-
dial de la Salud sobre Problemas
Psicológicos en el Nivel General de
Atención (WHO-PPGHC) (11).
El entrenamiento se realizó con
tres profesionales de la salud en-
trenados para ello y constó de una
parte teórica y una parte práctica.
Tuvo ocho horas de duración, dis-
cusión de casos, juegos de rol y uso
de viñetas para casos clínicos. Con
este objetivo, se empleó una adap-
tación de los manuales elaborados
por la World Psychiatric Association
(WPA), realizada por el grupo de in-
vestigación, haciendo especial énfa-
sis en las posibilidades terapéuticas
de la práctica médica en Colombia
de acuerdo con la legislación actual,
consideradas como tratamientos de
primera línea (12,13).
Medición
En primer lugar se realizó una
prueba de tamizaje en los pacien-
tes que participaron en el estudio.
Según esta, los pacientes eran cla-
si cados en riesgo alto, moderado
y leve para depresión. El tamizaje
constaba de estas dos preguntas:
1. ¿Durante el último mes, ha teni-
do un periodo de dos semanas o
más en el que se ha sentido triste
o deprimido casi todos los días?
2. ¿Durante el último mes, ha te-
nido un periodo de dos semanas
o más en el que ha perdido el
interés en la mayoría de las co-
sas, como el trabajo, a ciones o
actividades que usualmente le
gustaba hacer para divertirse?
Se de nió como riesgo bajo la
ausencia de respuestas a rmati-
vas; moderado, la presencia de una
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
443
respuesta a rmativa, y alto cuando
las dos preguntas tenían respuesta
a rmativa.
Según los resultados de la prue-
ba de tamizaje se de nió una pro-
porción de muestreo para el análisis
de la exactitud diagnóstica que fue
50% para el estrato de riesgo alto,
20% para el estrato de riesgo mode-
rado y 10% para el estrato de bajo
riesgo. Con estos resultados, los
pacientes fueron seleccionados de
forma aleatoria para participar en
la exploración diagnóstica mediante
un sistema de sobres sellados.
Con el n de medir la exacti-
tud diagnóstica, se tomó en cuenta
el diagnóstico realizado por el mé-
dico general y posteriormente se
realizó una evaluación indepen-
diente de algunos de los pacientes,
quienes fueron entrevistados por un
psiquiatra mediante una entrevista
estructurada que integraba concep-
tos del second stage interview (SSI,
entrevista de segunda estancia) y
del CIDI, antes y dos meses después
de la intervención, con los cuales se
comparaba la opinión del médico.
El diagnóstico del clínico fue
manejado como una variable dico-
tómica (con depresión de nitiva o
trastorno mixto de ansiedad/de-
presión vs. sin depresión de nitiva
trastorno de mixto de ansiedad/de-
presión). El psiquiatra que condujo
el examen no conocía los resultados
del tamizaje ni del SSI-CIDI al mo-
mento del examen.
Luego de realizar la exploración
y establecerse el diagnóstico, el psi-
quiatra examinó los resultados del
SSI-CIDI y elaboró un breve reporte
referente a cualquier desacuerdo
que existiera entre los síntomas
y el diagnóstico que hubiera en-
contrado y aquellos identi cados
por el SSI-CIDI. En vista de que
el SSI-CIDI es un instrumento al-
tamente estructurado que puede
no ser sensible a las diferencias
culturales en cuanto a la expresión
y manifestación de síntomas depre-
sivos o de ansiedad, 150 pacientes
que fueron evaluados mediante
el SSI también fueron evaluados
de manera independiente por un
psiquiatra utilizando la lista de
síntomas del CIE-10 con el n de
acceder a un diagnóstico psiquiá-
trico culturalmente sensible. Estos
pacientes fueron seleccionados de
los diferentes estratos de riesgo.
Análisis estadístico
La exactitud diagnóstica del
clínico del nivel de atención pri-
maria con respecto al SSI-CIDI fue
evaluada mediante un kappa antes
y después del entrenamiento para
el diagnóstico de los clínicos vs. el
diagnóstico de nitivo establecido
con el SSI-CIDI; así mismo se realizó
una evaluación de la sensibilidad
y especi cidad del diagnóstico del
médico. Según los resultados del
SSI-CIDI, los pacientes fueron cla-
si cados así:
Pacientes que no cumplen los
criterios para depresión, ni para
ansiedad mixta y depresión, ni
para sus formas subclínicas.
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
444
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
Pacientes que cumplen los cri-
terios para depresión subclínica
o para trastorno mixto de ansie-
dad y depresión subclínica.
Pacientes con depresión de-
nitiva o con ansiedad mixta
y depresión de nitiva que no
presentan comorbilidad con
abuso de sustancias y que no
requieren tratamiento de mane-
ra urgente.
Pacientes con depresión de -
nida o con ansiedad mixta y
depresión de nitiva que presen-
tan comorbilidad con abuso de
sustancias o que requieren de
manera inmediata tratamiento
psiquiátrico (debido a la presen-
cia de síntomas psicóticos o de
ideación suicida activa).
De esta manera, algunos pa-
cientes con diagnósticos comórbidos
de enfermedad física podían cumplir
también criterios diagnósticos para
depresión o ansiedad mixta con de-
presión (clínicas o subclínicas)
durante la realización del SSI-CIDI,
pero aquellas enfermedades físicas
que puedan producir trastornos psi-
quiátricos (como hipotiroidismo) y el
uso de medicamentos que pueden
desencadenar síntomas psiquiá-
tricos (como esteroides y algunas
drogas antihipertensivas) fueron
considerados criterios de exclusión
para el establecimiento de dichos
diagnósticos.
Al nalizar la recolección de la
información, ésta se digitó en una
base de datos (Microsoft Access®), se
limpió y se seleccionaron los regis-
tros. Para el análisis estadístico se
utilizaron los programas SAS 8.0 y
STATA 8.2. La exactitud diagnósti-
ca del clínico del nivel de atención
primaria respecto al SSI-CIDI fue
evaluada con el kappa antes y
después del entrenamiento para
el diagnóstico de los clínicos vs. el
diagnóstico de nitivo establecido
con el SSI-CIDI y la sensibilidad
y especi cidad del diagnóstico del
médico.
Considerando el tamaño de la
muestra, el uso de variables cate-
góricas y ordinales para la medición
y que los datos obtenidos no tienen
una distribución normal, se aplica-
ron pruebas no paramétricas para
las pruebas de hipótesis.
Consideraciones éticas
En aquellos casos que fueron
identi cados como urgentemente
necesitados de atención psiquiátri-
ca, ya sea por medio del SSI-CIDI o
del examen clínico psiquiátrico, el
médico del nivel primario de aten-
ción fue informado de este hallazgo
y se le aconsejó hacer la remisión
del paciente a un psiquiatra. Sin
embargo, la decisión nal acerca del
manejo de tales pacientes quedó en
manos del médico de nivel primario
de atención.
La investigación fue aprobada
por el Comité de Ética de la Facultad
de Medicina de la Ponti cia Univer-
sidad Javeriana y por el Comité de
Ética de la empresa prestadora de
servicios de salud propietaria de los
centros de atención primaria.
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
445
Resultados
Al entrenamiento en depresión
asistieron 23 profesionales de la
salud, de los cuales 18 eran médi-
cos. Dos meses después se realizó
una evaluación de la intervención a
16 de los médicos asistentes, pero
uno de ellos no tenía evaluación
previa y por esta razón se excluyó
del análisis pareado. De los médicos
entrenados que no fueron evaluados
luego de la intervención educativa,
dos fueron reubicados en centros
no participantes y uno se retiró
de la empresa antes de realizar la
evaluación.
Las características de los pro-
fesionales de la salud que partici-
paron en el estudio se describen en
artículos anteriores (9,10). Antes
de la intervención educativa se re-
gistró un total de 1.650 consultas
de pacientes, y dos meses después
se recopilaron los datos de 1.832
consultas.
Antes del entrenamiento los
pacientes diagnosticados con de-
presión o con trastorno mixto de
ansiedad y depresión (MAD) por
parte del profesional de salud en el
nivel de atención primaria corres-
pondieron al 5,9% (IC 95% 4,8-7,1)
(n = 97). Después del entrenamiento
se obtuvo un incremento estadísti-
camente signi cativo en el número
de pacientes diagnosticados: 10,64%
(n = 195) (IC 9,2-12,06%) (Tabla 1).
Este incremento fue mas signi cati-
vo para depresión (del 39,9 % antes
del entrenamiento a 58,8% después
de éste), que para el síndrome mixto
de ansiedad y depresión, donde no
se aprecian diferencias signi cativas
(Tabla 2)
Los pacientes fueron clasi cados en
alto, medio y bajo riesgo de depresión.
La Tabla 3 muestra que tanto antes
como después del entrenamiento los
pacientes con alto y medio riesgo se
detectan más fácilmente. A la vez, es
en estos dos grupos de riesgo donde
Tabla 1. Pacientes diagnosticados con depresión o trastorno mixto de ansiedad
y depresión por el profesional de salud de atención primaria
Diagnóstico
Antes del entrenamiento Después del entrenamiento
N% N %
Depresión o MAD* 97 5,89 195 10,64
Sin depresión o MAD 1.550 94,11 1.637 89,36
Total de pacientes 1.647 100 1.832 100
Elegibles 90 185
* Ji-Cuadrado = 25,5. P < 0,05
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
446
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
Tabla 2. Diagnósticos realizados por el profesional de salud de atención primaria
Diagnósticos Antes del entrenamiento Después del entrenamiento
Depresión* 61 39,9% 130 58,8%
MAD 41 26,8% 67 30,4%
Otros Dx* 51 33,4% 24 10,8%
Total Dx* 153 (9,28%) 221 (12,06%)
* Ji-Cuadrado = 29,5. P < 0,05
Tabla 3. Pacientes diagnosticados con depresión o trastorno mixto de ansiedad
y depresión por el profesional de salud de atención primaria según el riesgo
Riesgo Antes del entrenamiento Después del entrenamiento
Alto*
(Antes n = 328)
(Después n = 317)
32 9,76% 72 22,72%
Medio*
(Antes n = 365 )
(Después n = 387)
29 7,94% 71 18,35%
Bajo
(Antes n = 942 )
(Después n = 1,121)
29 3,08% 41 3,66%
* Prueba de tendencias, ji-cuadrado = 1,7. P = 0,18
se observa un mayor incremento
en el diagnóstico. Dentro del grupo
de pacientes con alto riesgo de de-
presión, antes del entrenamiento
se realizó un diagnóstico de nitivo
a 32 pacientes (9,76%) de un total
de 328 pacientes, y luego del entre-
namiento este diagnóstico se incre-
mentó a 72 pacientes (22,72%), de
un total de 317 pacientes. Para el
grupo de riesgo medio ocurrió algo
similar.
El total de pacientes elegidos
para la entrevista estructurada
(SSI-CIDI) fue de 369 antes del en-
trenamiento y de 604 después del
entrenamiento; de éstos, aceptaron
ingresar a esta entrevista 154 y 197,
respectivamente, en los cuales se
obtuvieron los diagnósticos enun-
ciados en la Tabla 4.
Teniendo en cuenta los diag-
nósticos antes y después del entre-
namiento de los médicos generales
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
447
Tabla 4. Pacientes diagnosticados por SSI
Diagnóstico
Antes del
entrenamiento
Después del
entrenamiento
n%n%
Episodio depresivo actual de nitivo 77 50,9 64 33,3
Trastorno mixto de ansiedad y depresión 6 3,9 13 6,8
Sin diagnostico psiquiátrico 67 44,4 111 57,8
Trastorno de ansiedad generalizado y de-
presión subclínica 1 0,7 4 2,1
Total 151 100 192 100
Tabla 5. Exactitud diagnóstica antes y después del entrenamiento
Concordancia Antes del
entrenamiento
Después del
entrenamiento
Acuerdo 50,33% 58,85%
Acuerdo esperado 47,6% 53,71%
Kappa 0,051 0,11
P 0,22 0,06
y los diagnósticos realizados por la
entrevista estructurada, se realizó
una prueba de concordancia en la
cual se observa un paso del kappa
de 0,051 a 0,11 (Tabla 5).
Finalmente se evaluó la sensi-
bilidad y especi cidad antes y des-
pués del entrenamiento. La Tabla
6 muestra una disminución de la
sensibilidad y un incremento de la
especi cidad después del entrena-
miento.
Discusión
En Colombia se había repor-
tado una primera experiencia en
educación continua sobre salud
mental utilizando los módulos de la
Asociación Mundial de Psiquiatría
(14); pero en dicho estudio los re-
sultados no fueron comparados con
una medida de base, por lo cual las
conclusiones obtenidas no fueron
claramente evaluables, ya que no
se pudo conocer el efecto real de la
intervención.
En otro estudio reportado en
la literatura, realizado por Martín
y Sánchez (15), se compararon
dos métodos educativos aplicados
en educación médica continua en
atención primaria en Bogotá, donde
los investigadores encontraron que
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
448
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
Tabla 6. Sensibilidad y especificidad de los diagnósticos
antes y después del entrenamiento
Antes del
entrenamiento
Después del
entrenamiento
% IC95% % IC95%
Sensibilidad 60,0 43,3-75,1 48,3 35,2-61,2
Especi cidad 46,8 37,3-56,5 63,6 54,8-71,8
en el desempeño de los métodos
in uían las características de los
médicos participantes y que había
un aumento en el conocimiento
después de las intervenciones, sin
encontrar diferencias signi cativas
entre los métodos.
No obstante, los resultados del
Proyecto Internacional de Depre-
sión, realizado con los materiales
adaptados de la WPA, muestran
un incremento del número de diag-
nósticos relacionados con enfer-
medad mental, en particular el de
depresión, luego de la intervención
por parte de los profesionales de la
salud participantes.
Este aumento en los diagnós-
ticos de depresión se presentó en
los sujetos de medio o alto riesgo.
Aunque hubo un cambio en la
concordancia, la concordancia de
base fue menor a lo esperado en el
cálculo del tamaño de la muestra,
y el cambio fue menor a 0,12 con
respecto a la base.
Sin embargo, al analizar los
resultados de la prueba de conoci-
miento antes de la intervención se
observan falencias en las diferentes
áreas del conocimiento. Con la in-
tervención realizada se obtiene una
mejoría signi cativa en el puntaje
total de la prueba global de conoci-
mientos, y al realizar el análisis por
áreas se encuentra una mejoría sig-
ni cativa en el desempeño en el área
de diagnóstico. Lo anterior impacta
directamente en el reconocimiento
de los trastornos depresivos que
presenten los pacientes atendidos
por los médicos
Se encontró, además, una
mejoría de la especi cidad, pero a
costa de una disminución en la sen-
sibilidad, lo cual puede reducir de
cierto modo el número de pacientes
diagnosticados. No es posible con-
cluir que la intervención realizada
mejoró la exactitud diagnóstica; sin
embargo, hay hallazgos que per-
miten intuir que una intervención
más prolongada puede mejorar la
capacidad de los médicos para diag-
nosticar pacientes deprimidos.
La evaluación de la exactitud se
di culta si se tiene en cuenta que
algunos pacientes se presentaron
con un cuadro depresivo inicial o en
recuperación, y por ello es posible
Exactitud en el diagnóstico de depresión por médicos de atención primaria ...
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
449
que no alcancen a cumplir los crite-
rios diagnósticos en el momento de
la evaluación. Así mismo, se presen-
taron pacientes con trastornos psi-
quiátricos comórbidos, lo cual lleva
a niveles variables de desacuerdo en
el diagnóstico (4).
Conclusiones
Después de la intervención
educativa por parte de los profe-
sionales de la salud participantes,
hubo un incremento en el número
de diagnósticos relacionados con
enfermedad mental, en particular el
de depresión. Este aumento en los
diagnósticos de depresión se dio en
los sujetos de alto o medio riesgo.
Aunque hubo un cambio en
la concordancia de base, ésta fue
menor a la esperada en el cálculo
del tamaño de la muestra, y el cam-
bio fue menor a 0,12 respecto a la
base. Mejoró la especi cidad, pero
a costa de una disminución en la
sensibilidad.
No es posible concluir que la
intervención realizada mejoró la
exactitud diagnóstica; no obstante,
los hallazgos permiten intuir que
una intervención más prolongada
puede mejorar la capacidad de los
médicos para diagnosticar pacien-
tes deprimidos.
Referencias
1. World Health Organization. The burden
of mental illness. In: The World Health
Report 2001. Mental health: New un-
derstanding, new hope. Washington:
World Health Organization; 2001. p.
19-45.
2. Klinkman MS, Coyne JC, Gallo S,
Schwenk TL. False positives, false
negatives, and the validity of the diag-
nosis of major depression in primary
care. Arch Fam Med. 1998;7(5):451-
61.
3. Tiemens BG, VonKorff M, Lin EH.
Diagnosis of depression by primary
care physicians versus a structured
diagnostic interview. Understanding
discordance. Gen Hosp Psychiatry.
1999;21(2):87-96.
4. Verhaak PF, Schellevis FG, Nuijen J,
Volkers AC. Patients with a psychia-
tric disorder in general practice:
determinants of general practitioners’
psychological diagnosis. Gen Hosp
Psychiatry. 2006;28(2):125-32.
5. Nuyen J, Volkers AC, Verhaak PF,
Schellevis FG, Groenewegen PP, Van
den Bos GA. Accuracy of diagnosing
depression in primary care: the impact
of chronic somatic and psychiatric
co-morbididty. Psychol Med. 2005
Aug;35(8):1185-95.
6. Tylee A. How to improve depression
detection rates. Primary Care Psych.
1995;1:9-13.
7. Hodges B, Inch C, Silver I. Improving
the Psychiatric Knowledge, Skills and
Attitudes of Primary Care Physicians,
1950-2000: A Review. Am J Psychiatry
2001;158:1579-86.
8. Gilbody S, Whitty P, Grimshaw J,
Thomas R. Educational and organi-
zational interventions to improve the
management of depression in prima-
ry care: a systematic review. JAMA.
2003;289(23):3145-51.
9. Gómez-Restrepo C, Bohórquez A, Gil
F, Pérez V. Conocimiento sobre los
trastornos depresivos y evaluación de
una intervención educativa aplicada
a médicos de atención primaria en
Bogota, Colombia. Resultados Co-
lombianos del Proyecto Internacional
de Depresión. Rev Colomb Psiquiat.
2005;34(2):220-41.
10. Riveros M, Bohórquez A, Gómez-
Restrepo C, Okuda M. Conocimientos
sobre la depresión en pacientes que
Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D.
450
Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007
asisten a centros de atención primaria
en Bogotá, Colombia. Resultados Co-
lombianos del Proyecto Internacional
de Depresión. Rev Colomb Psiquiat.
2006;35(1):9-22.
11. An international study of psychologi-
cal problems in primary care. Preli-
minary report from the World Health
Organization Collaborative Project on
‘Psychological Problems in General
Health Care’. Arch Gen Psychiatry.
1993 Oct;50(10):819-24.
12. Proyecto Colaborativo International
Depression Project WPA/Inclen-Insti-
tuto Colombiano de Ciencia y Tecno-
logía, Programa Nacional de Ciencia
y Tecnología en Salud. Programa
educativo sobre trastornos depresi-
vos. Taller sobre el reconocimiento y
manejo de la depresión en atención
primaria. Cuaderno para participantes.
Bogotá: Inclen-Colciencias, 2004.
13. Proyecto Colaborativo International
Depression Project WPA/Inclen- Insti-
tuto Colombiano de Ciencia y Tecno-
logía, Programa Nacional de Ciencia y
Tecnología en Salud. Manual de entre-
namiento en reconocimiento y manejo
de la depresión para profesionales
de la salud en atención primaria en
Colombia. Bogotá: Inclen-Colciencias,
2004.
14. Alarcón R, Muñoz R, Mollinelo H, Uma-
ña C, Gónzalez C, Holguín J, Téllez J,
Castrillon E. Depresión y educación:
Reconocimiento y abordaje por el mé-
dico general, experiencia colombiana.
Rev Colomb Psiquiatr. 2001;30(3):249-
60.
15. Martín E, Sánchez R. Estudio compa-
rativo de dos métodos pedagógicos
en educación médica continuada [en
línea]. [fecha de acceso: 17 de abril
de 2007]; Bogotá, URL disponible en
http://www.saludcapital.gov.co/secsa-
lud/navleft/investigaciones/articulos/
resumen7.doc.
Recibido para evaluación: 10 de mayo de 2007
Aceptado para publicación: 17 de julio de 2007
Correspondencia
Carlos Gómez-Restrepo
Departamento Epidemiologia Clínica y Bioestadística
Hospital Universitario San Ignacio
Carrera 7 No. 40-62, piso 2
Bogotá, Colombia
cgomez@javeriana.edu.co
... Most of the clinician training interventions involved didactic sessions on the diagnosis, treatment, and referral of PHC depression [31,32,34,37,47]. The use of active learning methods (discussion, role play, and presentation) was particularly useful [35,42,45]. ...
... Two weeks onsite training which consisted of 2 h of didactic session on a topic, followed by a 2 hour visit to the outpatient department significantly improved mean scores on case vignettes (from 42.4 at baseline to 83.4 post-training) [36]. Eight hours training on depression to PHC providers, which consisted of a theoretical part and a practical part focusing on case discussion, role play, and use of case vignettes increased the rate of identification of depression from 5.9% (n = 97/1647) before training to 10.64% (n = 196/1832) after training [37]. Five-day training on mental health using a toolkit originally designed for Kenya improved detection of depression from 0 to 9% [40]. ...
Article
Full-text available
Background Several studies have been conducted on the effect of interventions on the detection of depression in primary healthcare (PHC). Systematic reviews have also been done on the effectiveness of separate interventions. However, systematic reviews are not done on the comparative effectiveness of several interventions. This study, therefore, aimed at synthesizing the global evidence on the effectiveness of interventions to improve the detection of depression in PHC. Methods We searched PubMed, Embase, PsycINFO, Web of Science, Cochrane Database of Systematic Reviews, Global Index Medicus, African Index Medicus, and African Journals Online, from the inception of the databases to until the 4th week of April 2020. We also searched references of the included articles. We included randomized trials, cluster randomized trials, or quasi-experimental studies, which evaluated the effectiveness of an intervention to improve detection of depression in the PHC setting. Two of the review authors independently extracted data from the included studies. The methodological quality of the included studies was assessed using the Assessment Tool for Quantitative Studies developed by the Effective Public Health Practice Project. The protocol for the review was registered on PROSPERO (CRD42020166291). Results Of 23,305 records identified, we included 58 articles in the review. Diverse types of interventions were evaluated to improve clinician diagnosis of depression in the PHC setting. Interventions related to implementation of guidelines, screening with feedback, educational interventions which incorporated active learning and clinical practice, and disclosure of screening results were found to be mostly effective. Interventions which combined education, screening, and feedback were particularly more effective. Most of the included studies were weak or moderate in their methodological quality. Conclusions Our review indicates that implementation of a single type of intervention does not improve the detection of depression in PHC. Combining aspects of each type of intervention which are more effective may be useful. Education and training interventions which include more simulation and role playing are found to be effective over time. Most of the studies conducted in the area are from high-income countries and are weak in their methodological quality. There is need to conduct more number of studies in low-income settings.
... Training interventions included a theoretical part and a practical part, focusing on case discussion, role-playing games and use of vignettes for clinical cases [38,39]. Many of the educational interventions also involved clinical practice in assessment and treatment of depression using real or standardized patients or visit to outpatient departments [33,[36][37][38]40]. A few educational interventions involved providing educational packet which included a copy of screening tool, treatment algorithm, and medication dosing guidelines [24,41]. ...
... Two weeks onsite training which consisted of 2 hours of didactic session on a topic, followed by a 2 hour visit to the outpatient department signi cantly improved mean scores on case vignettes (from 42.4 at baseline to 83.4 post-training) [38]. Eight hours training on depression to PHC providers, which consisted of a theoretical part and a practical part focusing on case discussion, role play, and use of case vignettes increased the rate of identi cation of depression from 5.9% (n = 97/1647) before training to 10.64% (n = 196/1832) after training [33]. Five days training on mental health using a tool-kit originally designed for consisting of information, skill training and discussion in small groups signi cantly improved recognition of depression among the elderly three months following the intervention (25% in the intervention group vs. 7% in the control group) [35]. ...
Preprint
Full-text available
Background Several studies have been conducted on the effect of interventions on the detection of depression in primary healthcare (PHC). Systematic reviews have also been done on the effectiveness of separate interventions to improve clinicians’ recognition of depression in the PHC setting. However, systematic reviews are not done on the comparative effectiveness of several interventions together. This study, therefore, aimed at synthesizing the global evidence on the effectiveness of interventions to improve the detection of depression in primary healthcare. Methods We searched PubMed, Embase, PsycINFO, Web of Science, Cochrane Database of Systematic Reviews, Global Index Medicus, African Index Medicus and African Journals Online, from the inception of the databases to until the 4th week of April 2020. We also searched references of the included articles. We included randomized controlled trials, cluster randomized trials or quasi-experimental studies, which evaluated the effectiveness of an intervention to improve detection of depression in the PHC setting. Two of the review authors independently extracted data from the included studies. The methodological quality of the included studies was assessed using the Assessment Tool for Quantitative Studies developed by the Effective Public Health Practice Project. The protocol for the review was registered on PROSPERO (CRD42020166291). Results Of 23,305 records identified, we included 58 articles in the review. Diverse types of interventions were evaluated to improve clinician diagnosis of depression in the PHC setting. Interventions related to implementation of guidelines, screening with feedback, educational interventions which incorporated active learning and clinical practice, and disclosure of screening results were found to be mostly effective. Interventions which combined education, screening and feedback were particularly more effective. Most of the included studies were weak or moderate in their methodological quality. Conclusions Our review indicates that implementation of a single type of intervention does not improve the detection of depression in PHC. Combining aspects of each type of intervention which are more effective may be useful. Most of the studies conducted in the area are from high-income countries and are weak in their methodological quality. There is need to conduct more number of rigorous studies, particularly in low and middle-income countries.
Article
Full-text available
Este artículo relata la experiencia del proyecto de investigación-creación ‘Expresión, vínculos sociales y salud mental’. Primero ofrecemos un esbozo del contexto que motivó la iniciativa; segundo, el desarrollo e implementación de talleres de creación; y tercero, los hallazgos y reflexiones una vez realizadas las pruebas con pacientes del Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá. El proyecto es una contribución para dinamizar la relación entre pacientes y profesionales de la salud bajo la figura del módulo ‘artista mediador-paciente-profesional de salud’, permitiendo el acceso a información no contemplada por los mecanismos tradicionales de la psiquiatría, mediante conversaciones. El trabajo con pacientes voluntarios permitió entender que la red de apoyo de una persona puede estar constituida también por seres de otro tipo, como personajes imaginarios, animales, memorias de seres queridos muertos o lugares, entre otros posibles.
Article
Full-text available
AntecedentesLa educación médica continuada (EMC), como actividad que apoya el desarrollo profesional de los médicos, tiene como meta mejorar la calidad de la atención y los desenlaces de los pacientes. Si bien la implementación de programas de EMC se encuentra plenamente justificada, existe debate sobre la eficacia de los métodos empleados, especialmente en si logran cambiar las prácticas clínicas de los médicos participantes. Los estudios presentan datos contradictorios al respecto, y limitaciones metodológicas que no permiten determinar hasta el momento cuáles serían las estrategias educativas más eficaces para lograr las metas de los programas de EMC.ObjetivosSeleccionar áreas prioritarias de capacitación en EMC. Escoger dos estrategias pedagógicas de EMC y evaluarlas mediante un ensayo.MétodosDiseño: estudio con tres componentes; cualitativo (grupos focales), observacional (encuesta telefónica) y experimental (ensayo para evaluación de intervención educativa). En el primer componente se determinaron los valores sociales de la comunidad en relación con EMC y se efectuó una aproximación a las necesidades en este campo. Con esta información se diseñó una encuesta para ser aplicada telefónicamente a la población de médicos generales de la red norte: se recolectó información sobre experiencias, preferencias, necesidades, expectativas y métodos en EMC. Con este insumo se efectuó un diseño experimental para evaluar dos estrategias educativas: conferencia magistral frente a taller La asignación a los métodos pedagógicos se efectuó mediante aleatorización estratificada, teniendo en cuenta el servicio en el que trabajan.Población: médicos de la red norte de Bogotá. Se efectuó muestreo no probabilístico en el componente cualitativo. Para los componentes observacional y experimental se utilizó una aproximación censal. Medida de efecto: diferencia en la puntuación de exámenes de conocimientos aplicados antes y después de la intervención educativa.ResultadosSe organizaron tres grupos focales, 90 encuestas telefónicas y una intervención experimental pedagógica a 74 médicos.Variables tales como tiempo de experiencia laboral, trabajo en consulta externa o urgencias, sexo y universidad donde se formaron, influyen en las preferencias y prácticas en EMC. No se encontró diferencia significativa en la media de la medida de efecto en los dos métodos pedagógicos comparados. El mayor incremento en la medida de efecto dependió de trabajar en consulta externa y tener menor tiempo de experiencia como médico, así como ser egresado de la universidad Corpas y no pertenecer a la localidad de Engativá.ConclusionesEn este programa de EMC la estrategia de clase magistral es preferible a la de taller.
Article
Full-text available
Depression is commonly encountered in primary care settings yet is often missed or suboptimally managed. A number of organizational and educational strategies to improve management of depression have been proposed. The clinical effectiveness and cost-effectiveness of these strategies have not yet been subjected to systematic review. To systematically evaluate the effectiveness of organizational and educational interventions to improve the management of depression in primary care settings. We searched electronic medical and psychological databases from inception to March 2003 (MEDLINE, PsycLIT, EMBASE, CINAHL, Cochrane Controlled Trials Register, United Kingdom National Health Service Economic Evaluations Database, Cochrane Depression Anxiety and Neurosis Group register, and Cochrane Effective Professional and Organisational Change Group specialist register); conducted correspondence with authors; and used reference lists. Search terms were related to depression, primary care, and all guidelines and organizational and educational interventions. We selected 36 studies, including 29 randomized controlled trials and nonrandomized controlled clinical trials, 5 controlled before-and-after studies, and 2 interrupted time-series studies. Outcomes relating to management and outcome of depression were sought. Methodological details and outcomes were extracted and checked by 2 reviewers. Summary relative risks were, where possible, calculated from original data and attempts were made to correct for unit of analysis error. A narrative synthesis was conducted. Twenty-one studies with positive results were found. Strategies effective in improving patient outcome generally were those with complex interventions that incorporated clinician education, an enhanced role of the nurse (nurse case management), and a greater degree of integration between primary and secondary care (consultation-liaison). Telephone medication counseling delivered by practice nurses or trained counselors was also effective. Simple guideline implementation and educational strategies were generally ineffective. There is substantial potential to improve the management of depression in primary care. Commonly used guidelines and educational strategies are likely to be ineffective. The implementation of the findings from this research will require substantial investment in primary care services and a major shift in the organization and provision of care.
Article
Full-text available
Depression is highly co-morbid with both psychiatric and chronic somatic disease. These types of co-morbidity have been shown to exert opposite effects on underdiagnosis of depression by general practitioners (GPs). However, past research has not addressed their combined effect on underdiagnosis of depression. Co-morbidity data on 191 depressed primary-care patients selected by a two-stage sampling procedure were analysed. Diagnoses of major depression and/or dysthymia in the last 12 months were assessed using a standardized psychiatric interview (CIDI) and compared with depression diagnoses registered by GPs in patient contacts during the same period. Presence of psychiatric and chronic somatic co-morbidity was determined using the CIDI and contact registration, respectively. Regression analysis showed a significant interaction effect between psychiatric and chronic somatic co-morbidity on GPs' diagnosis of depression, while taking into account the effects of sociodemographic variables, depression severity and number of GP contacts. Subsequent stratified analysis revealed that in patients without chronic somatic co-morbidity, a lower educational level, a less severe depression, and fewer GP contacts all significantly increased the likelihood of not being diagnosed as depressed. In contrast, in patients with chronic somatic co-morbidity, only having no psychiatric co-morbidity significantly decreased the likelihood of receiving a depression diagnosis. Our results indicate that the effects of psychiatric co-morbidity and other factors on underdiagnosis of depression by GPs differ between depressed patients with and without chronic somatic co-morbidity. Efforts to improve depression diagnosis by GPs seem to require different strategies for depressed patients with and without chronic somatic co-morbidity.
Article
To explore the issues of diagnostic specificity and psychiatric "caseness" (i.e., whether a patient meets the conditions to qualify as a "case" of a disease or syndrome) for major depression in the primary care setting. A cross-sectional study comparing the demographic, clinical, and mental health characteristics of patients identified as depressed by their family physicians with those meeting diagnostic criteria for major depression on the criterion standard Structured Clinical Interview for Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Revised Third Edition. The offices of 50 family physicians from private and academic practice in southeast Michigan. A total of 1580 consecutive adult patients being seen for routine primary care services, from whom a weighted sample of 372 patients completed a set of mental health screening and diagnostic instruments. Patients were assigned to 1 of 4 groups (true positive, false positive, false negative, and true negative) based on clinician identification and Structured Clinical Interview for Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Revised Third Edition diagnosis. Differences between the 4 groups in demographic and clinical characteristics, scores on mental health instruments and mental health history were explored. Physician identification of depression was strongly associated with increased familiarity with the patient and the presence of suggestive clinical cues, such as history of or treatment for depression, patient distress, and presence of vegetative symptoms. Patients in the false-positive group displayed significantly higher levels of distress and impairment and were significantly more likely to have a history of mental health problems and treatment than were those in the true-negative group. The 2 "misidentified" groups, false positives and false negatives, were indistinguishable in their clinical characteristics (impairment, distress, or mental health history). Both groups' scores occupied the middle ground between true positives and true negatives on most clinical characteristics. Physicians appeared to discriminate between these 2 groups on the basis of their knowledge of the patient's clinical history. Misidentification of depression in primary care may be in part an artifact of the use of the psychiatric model of caseness in the primary care setting. Our results are most consistent with a chronic disease-based model of depressive disorder, in which patients classified as false positive and false negative occupy a clinical middle ground between clearly depressed and clearly nondepressed patients. Family physicians appear to respond to meaningful clinical cues in assigning the diagnosis of depression to these distressed and impaired patients.
Article
In this paper, false-negative and false-positive cases of depressive illness are examined, differentiating levels of disagreement between a primary care physician's diagnosis and a standardized research diagnosis. Two stratified random samples of primary care patients in Seattle, USA (N = 373) and Groningen, The Netherlands (N = 340) were examined with the Composite International Diagnostic Interview-Primary Health Care Version (CIDI-PHC). Physician's severity ratings and diagnosis of psychological disorder were obtained. Three levels of disagreement between physician and CIDI diagnosis were distinguished: 1) complete disagreement about the presence of psychiatric symptoms (true false-negative and true false-positive patients); 2) disagreement over severity of recognized psychological illness (underestimated or overestimated); and 3) disagreement over the specific psychiatric diagnosis among those given a diagnosis (misdiagnosed or given another CIDI diagnosis). All three levels of disagreement were common. Only 27% of the false-negative cases were due to complete disagreement (true false-negatives), and 55% of the false-positives were due to complete disagreement (true false-positives). The true false-negative patients were younger, more often employed, rated their own health more favorably, visited their doctor for a somatic complaint and made fewer visits than the underestimated, misdiagnosed, and concordant positive patients. Complete disagreement in depressive diagnoses between the primary care physician and research interview is not as frequent as indicated by an undifferentiated false-negative/ false-positive analysis. Differentiating levels of disagreement does more justice to diagnostic practice in primary care and provides guidance on how to improve the diagnostic accuracy of primary care physicians.
Article
The authors reviewed the literature on mental health education for primary care physicians and made recommendations for the design of educational programs and research. They searched the MEDLINE and PsycLIT databases from 1950 to 2000 by using a variety of key words and subjects. More than 400 articles were identified, ranging from empirical studies to philosophical articles. Many identified a perceptual gap between primary care and psychiatry as the basis for problems of contextual relevance in psychiatric education for primary care practitioners. There were few empirical studies; most reported only results of satisfaction surveys or simple tests of knowledge. Long-term outcomes were less positive; there were important negative findings. An extensive literature published over five decades identified a strong need for ongoing mental health training for primary care physicians. Helpful recommendations exist related to objectives, methods, and evaluation. However, there are organizational and attitudinal issues that may be equally or more important for educators to consider than the selection of educational methods.
Article
Although psychiatric disorders are highly prevalent in the community, many patients with a psychiatric morbidity remain unidentified as such in primary care. The aim of this study was to analyze which clinical and sociodemographic characteristics of patients with psychiatric morbidity are related to general practitioners' (GPs) diagnosis of mental illness. A 1-year naturalistic survey of primary care contacts of patients with a Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fourth Edition (DSM-IV) diagnosis of affective disorder, anxiety disorder or alcohol abuse was carried out. Of the patients with a DSM-IV diagnosis, 10% did not visit their GP at all during 1 year, 40% visited their GP but were only diagnosed as having somatic diagnoses and 50% were given a psychological or social diagnosis at least once during 1 year. Affective disorders are more frequently diagnosed than anxiety disorders or alcohol abuse. The chances of psychological GP diagnosis increase with the number of GP contacts. GPs appear to have few indications to help them distinguish patients with a psychiatric morbidity from others, as long as the patients themselves do not express more explicit clues to their condition. Public mental health education and a better public relations policy are badly needed.
How to improve depression detection rates
  • A Tylee
Tylee A. How to improve depression detection rates. Primary Care Psych. 1995;1:9-13.
Conocimientos sobre la depresión en pacientes que XXXVI / No. 3 / 2007 asisten a centros de atención primaria en Bogotá, Colombia
  • M Riveros
  • A Bohórquez
  • C Gómez-Restrepo
  • Okuda
  • C Gómez-Restrepo
  • A Bohórquez
  • M Okuda
  • J Gil
  • N Tamayo
  • Rey
Riveros M, Bohórquez A, Gómez-Restrepo C, Okuda M. Conocimientos sobre la depresión en pacientes que Gómez-Restrepo C., Bohórquez A., Okuda M., Gil J., Tamayo N., Rey D. 450 Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 3 / 2007 asisten a centros de atención primaria en Bogotá, Colombia. Resultados Colombianos del Proyecto Internacional de Depresión. Rev Colomb Psiquiat. 2006;35(1):9-22.