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TRABAJO INÉDITO
352
Maira Bes-Rastrollo
1
, José Ramón Pérez Valdivieso
2
, Almudena Sánchez-Villegas
1,3
, Álvaro Alonso
1
,
Miguel Ángel Martínez-González
1
1
Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Navarra;
2
Departamento
de Anestesiología y Reanimación, Clínica Universitaria de Navarra, Facultad de Medicina, Universidad de Navarra;
3
Departamento de Ciencias Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad de las Palmas de Gran Canaria.
Correspondencia: Dr. Miguel Ángel Martínez-González. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública.
Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. C/ Irunlarrea, s/n. 31080. Pamplona. Tfno.: +34 948425600, Ext. 6463.
E-mail: mamartinez@unav.es
Validación del peso e índice de masa corporal
auto-declarados de los participantes de una cohorte
de graduados universitarios
Resumen
Objetivos: Valorar la validez del peso y del índice de masa corporal (IMC) auto-declara-
dos por los participantes de un estudio prospectivo de cohortes multipropósito. Métodos:
El estudio SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) es una cohorte formada por gra-
duados universitarios reclutados y seguidos mediante cuestionarios enviados por correo.
Se comparó el peso y la talla auto-declarados en el cuestionario basal con el peso y talla
medidos en una consulta médica después de su declaración en el cuestionario. Los parti-
cipantes no conocían en el momento de completar el cuestionario que sus pesos y tallas
auto-declarados se compararían con los medidos objetivamente. Resultados: El error re-
lativo medio fue de –1,45% (IC 95%: –2,03% a –0,86%) para el peso y de –2,64% (IC 95%:
–3,70% a –1,60%) para el IMC. Para la detección de sobrepeso/obesidad (IMC
≥ 25 kg/m
2
)
la auto-declaración tuvo una sensibilidad del 90%, una especificidad del 100%, valores pre-
dictivos positivo y negativo del 100% y del 93%, respectivamente. El índice kappa de con-
cordancia entre sobrepeso/obesidad directamente medido y el auto-declarado fue de 0,91
(IC 95%: 0,81-0,99). El coeficiente de correlación entre el peso medido y declarado fue de
0,991 (IC 95%: 0,986-0,994) y para el IMC de 0,944 (IC 95%: 0,911-0,965). La validez del
IMC auto-declarado disminuía al aumentar el peso (p= 0,021) y al disminuir la talla (p=
0,034). Conclusiones: La validez del IMC y del peso auto-declarado por los graduados
universitarios de esta cohorte es suficientemente adecuada como para utilizarla en estu-
dios epidemiológicos, bien sea como variable cuantitativa de resultado o para ajustar por
ella como posible confusor.
Summary
Objectives: To assess the validity of self-reported weight and Body Mass Index (BMI) in the
participants of a multi-purpose prospective cohort. Methods: The SUN Study is a cohort of
university graduates, recruited and followed-up using mailed questionnaires. We compared
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Introducción
La creciente epidemia de obesidad y sobrepeso
es el problema de nutrición más importante ac-
tualmente para la salud pública en países desarro-
llados.
1,2
La evidencia epidemiológica y experi-
mental confirma que la obesidad es un importan-
te factor de riesgo de las principales enfermedades
crónicas de gran prevalencia y trascendencia en los
países desarrollados, como son la cardiopatía is-
quémica, la hipertensión arterial, la diabetes me-
llitus tipo 2, entre otras enfermedades.
3-6
Además, en la actualidad se considera que el so-
brepeso y la obesidad han alcanzado una magnitud
epidémica incluso en países en vías de desarrollo
7
y que estarán entre los principales problemas de sa-
lud pública en el siglo XXI.
8
Hoy en día, en nues-
tro país más del 13% de los varones y cerca del 16%
de las mujeres en edades comprendidas entre 25 y
60 años presentan obesidad (índice de masa cor-
poral [IMC] ≥ 30). Además, el 38% de la población
española presenta sobrepeso (IMC entre 25 y 29,99
kg/m
2
).
9
Por otra parte, hay evidencias de una ten-
dencia al aumento.
10
Debido a problemas de factibilidad y limitacio-
nes de recursos, muchos estudios epidemiológicos
intentan evaluar la presencia de sobrepeso u obe-
sidad basándose en información declarada direc-
tamente por el participante, incluso mediante en-
cuestas telefónicas, para disminuir al máximo los
costes.
11
El problema para usar estos datos es que
pueden existir dudas sobre su fiabilidad y validez,
aunque algunos estudios han hallado en nuestro
país buenas correlaciones entre el peso corporal
medido y el peso declarado.
12,13
Al igual que en es-
tudios de cohortes de gran tamaño desarrollados
en EE.UU. y otros países, se están usando habi-
tualmente los datos auto-declarados de los partici-
pantes en estos estudios para valorar el sobrepeso
y la obesidad. De todas formas, sobre este asunto
existe todavía en nuestro país cierto desacuerdo o
debate. Actualmente están poniéndose en marcha
diversas cohortes de gran envergadura en España
y resultaría muy pertinente poder disponer de in-
formación para valorar si el peso auto-declarado (y
el IMC) es suficientemente válido al menos para al-
gunos de los objetivos de estas cohortes, ya que me-
dirlo con carácter longitudinal encarecería todavía
mucho más estos estudios, haciéndolos menos efi-
cientes. Así pues, el objetivo de este trabajo fue va-
lorar si en una cohorte que incluye exclusivamen-
te a graduados universitarios, como es el caso del
estudio SUN (Seguimiento Universidad de Nava-
rra), resultan válidos los datos auto-declarados por
los propios participantes acerca del peso corporal
y del IMC para poder hacer inferencias acerca del
sobrepeso y obesidad.
Sujetos y métodos
El proyecto SUN es un estudio prospectivo de co-
hortes dinámicas (con reclutamiento permanente-
mente abierto) que incluye sólo a personas con es-
tudios universitarios. Son personas con un nivel
educativo alto que se comprometieron a contestar
cuestionarios enviados cada dos años. La cohorte
SUN se puso en marcha a finales de 1999 con el
the self-reported weight and height in the baseline questionnaire with the objectively measu-
red weight and height in a medical visit after the participants filled the questionnaire. Partici-
pants did not know that the self-reported weight and height would be compared with the me-
asured weight and height. Results: The average relative error was –1.45% (95% CI: –2.03%
to –0.86%) for the weight and –2.64% (95% CI: –3.70% to –1.60%) for the BMI. Self-re-
ported BMI showed values for sensitivity of 90%, for specificity of 100%, for positive and ne-
gative predictive values of 100% and 93% respectively, to detect overweight/obesity (BMIε
25 kg/m
2
). The kappa index was 0.91 (95% CI: 0.81 to 0.99). The correlation coefficient bet-
ween self-reported and measured weight was 0.991 (95% CI: 0.986 to 0.994) and it was 0.944
(95% CI: 0.911 to 0.965) for the BMI.Validity of self-reported weight was poorer among par-
ticipants with higher weight (p= 0.021) and lower height (p= 0.034). Conclusions: Self-re-
ported weight and BMI in university graduates is good enough to be used in epidemiologi-
cal studies as a continuous outcome variable or to adjust for it as a potential confounder.
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et al.
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objetivo de examinar la asociación entre diferentes
estilos de vida, incluyendo factores nutricionales,
y la incidencia de las principales enfermedades cró-
nicas. Algunas publicaciones recientes explican
con mayor detalle los aspectos principales del
SUN.
14-17
Hasta diciembre de 2004, aproximada-
mente 17.000 participantes habían completado la
evaluación basal y 10.000 el primer cuestionario de
seguimiento a dos años.
Es lógico pensar que, si a los participantes en
un estudio de validación se les informa de que su
auto-declaración va a ser después comprobada,
objetivamente, serán más sinceros. Por eso, dise-
ñamos el estudio de validación incluyendo sólo
a participantes que no sabían en el momento de
cumplimentar el cuestionario que se iba a validar
su peso y talla, pero de los que disponíamos de
datos para hacerlo. El presente análisis incluye,
por tanto, a los 70 participantes de la cohorte (eda-
des entre 24 y 81 años), que fueron atendidos en
alguna consulta médica de la Clínica Universita-
ria de Navarra como máximo tres meses después
de contestar el cuestionario del estudio. Estos par-
ticipantes en el momento de completar el cues-
tionario no sabían que se iba a usar su peso y ta-
lla medida en la Clínica Universitaria de Navarra
como validación del peso y el IMC auto-declara-
dos. Por motivos éticos, se usó un procedimiento
para enmascarar la identidad de los participantes
ante quienes comparaban sus datos medidos con
sus datos declarados. Este proceso se desarrolló
de la siguiente forma: una primera persona (A)
preparó un listado con la identificación numéri-
ca y los nombres y apellidos de los participantes,
una segunda persona (B) se encargó de buscar el
peso y la talla medida en consulta y devolver la
lista con los pesos y tallas medidos sin los nom-
bres y apellidos a una tercera persona (C), que fue
la encargada de realizar los análisis de ambos fi-
cheros (datos medidos y datos auto-declarados)
emparejándolos sólo mediante un número de
identificación anónimo.
El IMC fue calculado como el cociente entre pe-
so/talla
2
(kg/m
2
). En el caso del IMC declarado se
sustituyó la ecuación por los valores auto-declara-
dos por los participantes y, para calcular el IMC me-
dido, se usaron los valores determinados objetiva-
mente en la consulta médica (balanza calibrada y
tallímetro estandarizado de pared).
Análisis de datos
Se estimaron los siguientes parámetros: la dife-
rencia entre el peso declarado y el peso medido de
los participantes, el error relativo medio del peso y
del IMC en porcentaje calculado a partir de un co-
ciente, en el que el numerador fue la diferencia en-
tre las variables auto-declaradas y las medidas y el
denominador fue la variable medida. Como indi-
cadores de validez para los índices auto-declarados,
se estimaron la sensibilidad, especificidad y valo-
res predictivos de la clasificación del sobrepeso/obe-
sidad (IMC≥ 25 kg/m
2
) basada en datos declarados.
Se calculó también el índice kappa de concordan-
cia entre la clasificación de sobrepeso/obesidad ba-
sada en datos declarados y el diagnóstico basado
en datos medidos, el índice kappa ponderado con
pesos cuadráticos entre la clasificación de normo-
peso, sobrepeso y obesidad basada en datos decla-
rados y el diagnóstico basado en datos medidos, así
como los coeficientes de correlación de Pearson en-
tre el peso y el IMC declarados frente al peso e IMC
medidos. Se ajustó una regresión lineal múltiple
usando como variable dependiente el error relati-
vo del IMC (%) y las variables edad, sexo, peso y ta-
lla medida como variables independientes.
Se ha representado gráficamente el error relativo
del IMC (%) frente a la media del IMC declarado y
el medido, tal y como propusieron Bland y Altman.
18
Resultados
Al comparar las características de los 70 partici-
pantes incluidos en el estudio con el resto de la co-
horte se puede observar que no existen diferencias
sustanciales que reseñar entre un grupo y otro, sal-
vo una mayor edad en la submuestra de validación
(Tabla 1).
El 54,3% de los participantes eran mujeres, la me-
dia de edad fue de 49,4 años (IC 95%: 46,1 a 52,5).
En la Tabla 2 podemos observar que el peso medio
declarado, 69,3 kg (IC 95%: 66,3 a 72,3), fue infe-
rior al peso medio medido, 70,3 kg (IC 95%: 67,3 a
73,4). El IMC declarado era ligeramente inferior:
24,0 kg/m
2
(IC 95%: 23,2 a 24,8) al IMC medido:
24,7 kg/m
2
(IC 95%: 23,8 a 25,5). Por el contrario,
la talla declarada era 1,08 cm superior a la talla me-
dida en consulta (IC 95%: 0,42 a 1,74). El porcen-
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taje de sobrepeso/obesidad (IMC≥ 25 kg/m
2
) de la
muestra usando los datos auto-declarados fue del
38,6% (IC 95%: 27,2 a 51,0), mientras que usando
los datos medidos en la consulta médica fue del
42,9% (IC 95%: 31,1 a 55,3).
Se ha observado un mayor error relativo medio
del peso y del IMC en las mujeres (–1,71% y –2,73%,
respectivamente) que en los varones (–1,13% y
–2,53%). De la misma forma, las mujeres infraesti-
maron más su peso (–1,12 kg) que los hombres
(–0,97 kg). En cambio, los hombres sobreestima-
ron más su talla (hombres: +1,32 cm/mujeres: +0,88
cm) e infraestimaron más su IMC (hombres: –0,72
kg/m
2
/mujeres: –0,68 kg/m
2
). No obstante, estas di-
ferencias no fueron estadísticamente significativas
en el análisis univariante.
En la Fig. 1 se representa el gráfico de dispersión
del error relativo del IMC situado en el eje de or-
denadas y la media del IMC medido e IMC decla-
rado en el eje de las abscisas, tal y como propusie-
ron Altman y Bland. Puede observarse que no pre-
senta la forma de embudo, sino que fundamental-
mente recoge variabilidad aleatoria.
En la Tabla 3 se muestra la sensibilidad, especi-
ficidad, el valor predictivo positivo, el valor pre-
dictivo negativo, el índice kappa como medida de
acuerdo del índice de masa corporal declarado pa-
ra la clasificación del sobrepeso/obesidad (IMC≥
25 kg/m
2
) y el índice kappa ponderado con pesos
cuadráticos para la clasificación de normopeso
(IMC< 25 kg/m
2
), sobrepeso (30 kg/m
2
>IMC≥ 25
kg/m
2
) y obesidad (IMC≥ 30 kg/m
2
). La sensibili-
dad obtenida fue del 90% (IC 95%: 74% a 98%), la
especificidad del 100% (IC 95%: 91% al 100%), el
valor predictivo positivo del 100% (IC 95%: 87% al
100%), el valor predictivo negativo del 93% (IC 95%:
81% a 99%), el índice kappa de 0,91 (IC 95%: 0,81 a
0,99) y el índice kappa ponderado con pesos cua-
dráticos de 0,98 (IC
95%: 0,84 a 0,99).
La Tabla 3 también
presenta los índices de
correlación paramétrica
de Pearson del peso y
del IMC para examinar
la asociación entre las
variables declaradas y
las variables medidas.
Para la variable peso, el
coeficiente de correlación encontrado fue de 0,991
(IC 95%: 0,986-0,994) y para la variable IMC fue de
0,944 (IC 95%: 0,911-0,965).
En la Tabla 4 se observan los valores de los coe-
ficientes de la regresión lineal múltiple usando el
error relativo medio del IMC como variable de-
pendiente y la edad, el sexo, el peso medido y la ta-
lla medida como variables independientes. Se ob-
servó que el error relativo medio de las mujeres fue
–1,4% superior al de los hombres, aunque de forma
no significativa (p= 0,40), y este error aumentaba
en un 0,1% por cada kilogramo más de peso medi-
do en los participantes a igualdad de edad, sexo y
talla (p= 0,021). Por el contrario, el error disminuía
0,2% por cada centímetro más de talla de los parti-
cipantes a igualdad de edad, sexo y peso (p= 0,034).
La edad se asociaba a un aumento del error relativo
Tabla 1. Comparación de los valores de las variables de los participantes de la cohorte SUN con los valores de
las variables en la submuestra de participantes del estudio de validación
Variables Cohorte SUN (n= 11.177) Submuestra estudio de validación (n= 70)
Mujeres (%) 56,3 54,3
Edad (años, media, DE) 40,69 (12,73) 49,42 (13,39)
Peso declarado (kg, media, DE) 67,46 (13,62) 69,3 (12,75)
Talla declarada (cm, media, DE) 168,72 (8,65) 169,67 (8,49)
IMC declarado (kg/m
2
, media, DE) 23,54 (3,53) 23,97 (3,31)
No fumadores (%) 42,9 37,1
IMC: índice de masa corporal.
*IMC≥ 25 kg/m
2
.
Figura 1. Error relativo* (%) del peso frente a la media del peso medi-
do y el peso declarado. Método de Altman y Bland.
18
*[(Declarado-medido)/medido] x 100
Error relativo* (%)
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pero no resultó estadísticamente significativa en el
análisis.
Discusión
Estos resultados sugieren que la va-
lidez del peso auto-declarado en una
cohorte de graduados universitarios
puede ser suficientemente adecuada,
aunque se podría correr el riesgo de in-
fraestimar ligeramente la prevalencia
de sobrepeso/obesidad al dicotomizar
el IMC. Debe tenerse en cuenta que,
al igual que otras cohortes, el estudio
SUN no está concebido para estimar
prevalencias, sino asociaciones pros-
pectivas, al tratarse de un diseño lon-
gitudinal.
19
El peso y el IMC declara-
dos de los participantes serán utiliza-
dos en primer lugar para medir los
cambios que se produzcan en dicha
variable como consecuencia de deter-
minados estilos de vida. Para este objetivo, puede
aceptarse su validez, ya que están altamente corre-
lacionados con el peso e IMC reales de los partici-
pantes, es decir, si el peso o el IMC real aumenta o
disminuye, también se producirá un cambio simi-
Tabla 3. Estimadores de acuerdo, concordancia y correlación del peso y del IMC declarado
(n= 70)
Estimación puntual IC 95%*
Sensibilidad
a
0,90 0,74-0,98
Especificidad
a
1,00 0,91-1,00
Valor predictivo positivo (VPP)
a
1,00 0,87-1,00
Valor predictivo negativo (VPN)
a
0,93 0,81-0,99
Indice kappa
a
0,91 0,81-0,99
Indice kappa ponderado cuadráticamente
b
0,98 0,84-0,99
Coeficiente de correlación (peso)
c
0,991 0,986-0,994
Coeficiente de correlación (IMC)
c
0,944 0,911-0,965
IC 95%: intervalo de confianza al 95%.
IMC: índice de masa corporal (kg/m
2
).
*Para las proporciones se usó el método binomial exacto.
a
Se consideró dicotómicamente el sobrepeso/obesidad (IMC≥ 25 kg/m
2
).
b
Se consideraron 3 categorías:
IMC< 25 (kg/m
2
)
25 (kg/m
2
) ≤ IMC < 30 (kg/m
2
)
IMC≥ 30 (kg/m
2
)
c
Se consideró la variable como continua.
Tabla 2. Comparación entre los valores de las variables declaradas con los valores de las variables medidas
Total Hombres Mujeres
n= 70 n= 32 n=38
Declarado Medido Declarado Medido Declarado Medido
(IC 95%) (IC 95%) (IC 95%) (IC 95%) (IC 95%) (IC 95%) p
b
Peso medio (kg) 69,3 70,3 79,1 80,1 61,1 62,2
(66,3 a 72,3) (67,3 a 73,4) (75,2 a 83,0) (76,0 a 84,2) (58,7 a 63,4) (59,7 a 64,6)
Talla media (cm) 169,7 168,6 175,3 174,0 165,0 164,1
(167,7 a 171,7) (166,5 a 170,6) (172,8 a 177,8) (171,4 a 176,6) (162,8 a 167,1) (161,8 a 166,4)
IMC medio (kg/m
2
) 24,0 24,7 25,7 26,4 22,5 23,2
(23,2 a 71,9) (23,8 a 25,5) (24,7 a 26,8) (25,3 a 27,6) (21,6 a 23,5) (22,1 a 24,2)
% Sobrepeso/Obesidad 38,6 42,9 62,5 65,6 18,4 23,7
(IMC≥ 25 kg/m
2
) (27,2 a 51,0) (31,1 a 55,3) (43,7 a 78,9) (46,8 a 81,4) (7,7 a 34,3) (11,5 a 40,2)
ERM del peso (%) –1,45 –1,13 –1,71 0,33
(–2,03 a –0,86) (–1,90 a –0,36) (–2,59 a –0,83)
ERM del IMC (%) –2,64 –2,53 –2,73 0,85
(–3,70 a –1,60) (–4,27 a –0,78) (–4,04 a –1,41)
Diferencia
a
en el peso (kg) –1,05 –0,97 –1,12 0,90
(–1,47 a –0,63) (–0,32 a –1,61) (–1,69 a –0,54)
Diferencia
a
en la talla (cm) +1,08 +1,32 +0,88 0,52
(+0,42 a +1,74) (+0,13 a +2,49) (+0,14 a +1,63)
Diferencia
a
en el IMC (kg/m
2
) –0,70 –0,72 –0,68 0,73
(–0,97 a –0,42) (–0,23 a –1,20) (–0,34 a –1,00)
IC 95%: intervalo de confianza al 95%.
IMC: índice de masa corporal (kg/m
2
).
ERM: error relativo medio ([(declarado-medido)/medido] x 100).
a
Declarado – medido.
b
Significación estadística al comparar las medias en función del sexo.
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lar en el peso o IMC declarado y no se perderá ca-
si ninguna información relevante al usar datos au-
to-declarados. Nuestros resultados indican que en
análisis longitudinales será preferible usar como
variable dependiente el cambio de peso autode-
clarado, en vez del cambio del IMC.
El peso y el IMC también podrán ser considera-
dos en ocasiones como factores de confusión y ajus-
tar por ellos las estimaciones de riesgos relativos u
otras medidas de asociación. Del mismo modo, se-
rá más apropiado utilizar el IMC como variable
cuantitativa continua (y no dicotomizarla, por ejem-
plo, en obesidad: sí/no) en el momento de ajustar
para limitar la confusión residual.
Como en la mayoría de los estudios publicados
hasta el momento,
12,19-24
las mujeres presentan una
mayor tendencia a infraestimar su verdadero peso,
aunque en este caso de forma no significativa. Del
mismo modo, las personas con valores en el peso
más elevados y/o valores en la talla inferiores fue-
ron las que más imprecisión aportaron en los valo-
res auto-declarados. Este hecho puede ser debido
a un sesgo de deseabilidad social.
El error relativo medio del peso es en términos
absolutos ligeramente inferior al encontrado en
otros estudios.
12,25
Esto puede deberse a que los par-
ticipantes del SUN son voluntarios movidos por un
sentido de altruismo (la participación no es remu-
nerada ni incentivada) y muchos de ellos son pro-
fesionales sanitarios que, además de tener un me-
jor conocimiento de variables sanitarias, proba-
blemente sean más conscientes de la importancia
de la exactitud de sus datos declarados.
La separación en el tiempo de los datos compa-
rados podría ser una limitación del estudio, pues la
consulta médica se realizó como mucho 3 meses
después de la contestación al cuestionario. Pero,
en todo caso, esto llevaría a que parte de la falta de
validez sea sólo aparente, debido a un cambio real
de peso producido en ese tiempo.
La ventaja del diseño que hemos seguido se basa
en que los participantes no fueron avisados de que
se iban a usar sus datos medidos como referente pa-
ra validar sus datos declarados. Esto hace suponer
que la validez de la información no estará artifi-
cialmente elevada. Por el contrario, si a un subgru-
po de la cohorte se le dice después de dar sus datos
de peso declarado que se le va a pesar, será muy po-
sible que quienes sean conscientes de haber in-
fraestimado más su peso sean los que más motivos
tengan para no querer participar en el estudio de
validación. Por otro lado, si los participantes cono-
cen de antemano que después de rellenar el cues-
tionario se les pesará y tallará, muy probablemen-
te serán artificialmente más sinceros y precisos en
sus respuestas que lo que se espera que ocurra ru-
tinariamente en la cohorte. Es por este motivo que
recurrimos al procedimiento de validación que pre-
sentamos, aun a riesgo de reducir el tamaño mues-
tral. No obstante, la limitación inherente a usar un
tamaño muestral de 70 participantes no represen-
ta a nuestro juicio un problema importante, te-
niendo en cuenta que los límites de confianza de
los parámetros estimados son suficientemente es-
trechos. También podría criticarse que la selección
de la submuestra para la validación no ha sido alea-
toria. Sin embargo, hemos recogido el 100% de los
participantes del SUN que han sido atendidos, pe-
sados y tallados en la Clínica Universitaria de Na-
varra en un plazo inferior o igual a 3 meses después
de cumplimentar nuestros cuestionarios. Si hu-
biéramos elegido una submuestra aleatoria de to-
da la cohorte, a la que invitáramos a participar en
el estudio de validación, habría surgido el proble-
ma antes mencionado (participación selectiva en
función de la validez), que introduciría un sesgo
muy preocupante.
A pesar de estas limitaciones, el óptimo valor de
los índices kappa junto con la alta sensibilidad, es-
pecificidad, valores predictivos y las excelentes co-
rrelaciones constatan que puede asumirse una ade-
cuada validez para el peso auto-declarado por los
Tabla 4. Análisis por regresión lineal múltiple usando el error relativo
a
del índice de masa corporal (%) como variable dependiente e introdu-
ciendo simultáneamente las 4 variables independientes presentadas
en la tabla
Coeficiente
de regresión Significación
Variables B (IC 95%) estadística (p)
Edad (años) –0,03 0,52
(–0,12 a –0,06)
Sexo femenino –1,36 0,41
(–4,68 a –1,95)
Peso medido (kg) –0,140 0,021
(–0,26 a –0,02)
Talla medida (cm) +0,180 0,034
(+0,01 a +0,35)
a
[(IMC declarado – IMC medido)/IMC medido] x 100.
IC 95%: intervalo de confianza al 95%.
Validación del peso e índice de masa corporal auto-declarados de los participantes de una cohorte de graduados universitarios 357
Rev Esp Obes 2005; 3 (6): 352-358
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358 Bes-Rastrollo
et al.
Rev Esp Obes 2005; 3 (6): 352-358
participantes de una cohorte de universitarios es-
pañoles. Esta información directamente propor-
cionada por el participante puede usarse con con-
fianza para los objetivos que antes hemos mencio-
nado: valorar longitudinalmente cambios en el pe-
so y en el IMC, y ajustar por estas mismas variables
las estimaciones epidemiológicas de medidas de
asociación y efecto.
Agradecimientos
Expresamos nuestros agradecimientos a los par-
ticipantes del estudio SUN por su continuada coo-
peración y participación. Al Ministerio de Sanidad
y Consumo (Fondo de Investigaciones Sanitarias,
proyectos PI040233 y G03/140, Red Temática de
Dieta y Enfermedad Cardiovascular). Agradece-
mos a la Fundación “Grupo Eroski” y a la Asocia-
ción “Amigos de la Universidad de Navarra” su apo-
yo con una beca de posgrado.
Otros miembros del estudio SUN son: M. Seguí-
Gómez, J. de Irala, J.A. Martínez-Hernández, R.M.
Pajares, C. de la Fuente, M. Delgado-Rodríguez,
M. Serrano-Martínez, F. Guillén-Grima, I. Agui-
naga, A. Martí, M. Marqués y M. Muñoz.
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