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Abstract

SUMMARY The pathogenic and molecular variability of 16 isolates of Puccinia horiana collected from the States of México, Morelos and Puebla were studied. Five chrysanthemum Dendranthema grandiflara Tzveler culti- vars ('Indianápolis', 'Harman', 'Eleonora', 'Vikyngo' y 'Marble') were inoculated with the isolates. The isolates from the State of México were the most virulent as compared to those collected from Morelos and Puebla, since the incubation period in 'Indianapolis' took around 15 d whereas the isolates from Morelos and Puebla required 3 and 4 more d. For the isolates from the State of México the maximum inci- dence in 'Indianápolis' was reached only 4 d after the first symptoms appeared, whereas those from Morelos and Puebla needed 5 and 6 more d. Of the isolates coming from the State of México, 539 to 977 basidiospores were trapped in 0.25 cm 2 ; in contrast, for those from Morelos and Puebla only 76 and 42 basidiospores were trapped. In the isolates from the State of México the severity fluctuated from 23 to 36 %, whereas in those coming from Morelos and Puebla varied from 5.7 to 8.5 % and from 4.2 to 7.3 %. Through the DNA polymorphism analyses with RAPD, MP-PCR and RAMP, three groups were identi- fied (a, b y c) which corresponded exactly to the geographical origin of the isolates.
Artículo Científico Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3): 223 – 234, 2007
Recibido: 5 de Abril del 2006.
Aceptado: 9 de Enero del 2007.
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR D
DE
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PUCCINIA HORIANA H
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PATHOGENIC AND MOLECULAR VARIABILITY OF PUCCINIA HORIANA Henn. ISOLATES
Rómulo García Velasco5, Emma Zavaleta- Mejía1*, Reyna Isabel Rojas Martínez1,
Santos Gerardo Leyva Mir2, Guillermo Fuentes Dávila3 y June Simpson4
1Especialidad de Fitopatología, Instituto de Fitosanidad, Colegio de Postgraduados. Km 36.5 Carr. México-Texcoco 56230, Montecillo, Edo de México.
2Departamento de Parasitología Agrícola, Universidad Autónoma Chapingo. Km 38.5 Carr. México-Texcoco. 56230, Chapingo, Edo. de México 3Campo Ex-
perimental Valle del Yaqui, CIRNO, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Norman E. Borlaug, Apdo. Postal 515. Km 12
entre 800 y 900, Valle del Yaqui. 85000, Cd. Obregón, Sonora 4Departamento de Ingenieria Genética de Plantas, Centro de Investigación y Estudios Avanzados,
Instituto Politécnico Nacional-Unidad Irapuato. Apdo. Postal 629. Km 9.6 Libramiento Norte Carr. Irapuato-León. 36500, Irapuato, Guanajuato, México.
5Dirección actual: Centro Universitario Tenancingo, Universidad Autónoma del Estado de México. Km. 1.5 Carr. Tenancingo-Villaguerrero, Ex-Hacienda de
Santa Ana Tenancingo, 52400.
* Autor para correspondencia (zavaleta@colpos.mx)
RESUMEN
Se estudió la variación patogénica y molecular de 16 aislamientos
de Puccinia horiana colectados en los Estados de México, Morelos y
Puebla. Con los aislamientos se inocularon cinco variedades de crisan-
temo (Dendranthema grandiflara Tzveler.) (‘Indianápolis’, ‘Harman’,
‘Eleonora’, ‘Vikyngo’ y ‘Marble’). Los aislamientos del Estado de
México fueron más virulentos que los de Morelos y Puebla, cuyo pe-
riodo de incubación en ‘Indianápolis’ fue de 15 d en promedio, mien-
tras que los aislamientos de Morelos y Puebla requirieron 3 y 4 d más.
Para los aislamientos del Edo. de México la máxima incidencia en ‘In-
dianápolis’ se registró 4 d después de aparecer los primeros síntomas,
mientras que los provenientes de Morelos y Puebla requirieron 5 y 6 d
más. Del grupo del Edo. de México se capturaron 539 a 977 basidios-
poras en 0.25 cm2, mientras que del grupo de Morelos y Puebla se
atraparon 76 y 42 basidiosporas. En los aislamientos del Edo. de Méxi-
co la severidad varió de 23 a 36 %, mientras que en los provenientes de
Morelos y Puebla fue de 5.7 a 8.5 % y de 4.2 a 7.3 %. Con los análisis
de polimorfismo del ADN mediante RAPD, MP-PCR y RAMP, se iden-
tificaron tres grandes grupos (a, b y c) que correspondieron exacta-
mente con el origen geográfico de los aislamientos.
Palabras clave: Dendranthema grandiflara, virulencia, polimorfismo.
SUMMARY
The pathogenic and molecular variability of 16 isolates of Puccinia
horiana collected from the States of México, Morelos and Puebla were
studied. Five chrysanthemum Dendranthema grandiflara Tzveler culti-
vars (‘Indianápolis’, ‘Harman’, ‘Eleonora’, ‘Vikyngo’ y ‘Marble’)
were inoculated with the isolates. The isolates from the State of México
were the most virulent as compared to those collected from Morelos
and Puebla, since the incubation period in ‘Indianapolis’ took around
15 d whereas the isolates from Morelos and Puebla required 3 and 4
more d. For the isolates from the State of México the maximum inci-
dence in ‘Indianápolis’ was reached only 4 d after the first symptoms
appeared, whereas those from Morelos and Puebla needed 5 and 6
more d. Of the isolates coming from the State of México, 539 to 977
basidiospores were trapped in 0.25 cm2; in contrast, for those from
Morelos and Puebla only 76 and 42 basidiospores were trapped. In the
isolates from the State of México the severity fluctuated from 23 to 36
%, whereas in those coming from Morelos and Puebla varied from 5.7
to 8.5 % and from 4.2 to 7.3 %. Through the DNA polymorphism
analyses with RAPD, MP-PCR and RAMP, three groups were identi-
fied (a, b y c) which corresponded exactly to the geographical origin of
the isolates.
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Dendranthema grandiflara, virulence, polimorphism.
INTRODUCCIÓN
La roya blanca causada por Puccinia horiana Henn.
afecta de manera importante la producción del crisantemo
(Dendranthema grandiflara Tzveler.), tanto para maceta
como para flor de corte, debido a que en México no se
cuenta con suficientes variedades resistentes a esta enfer-
medad. El establecimiento y desarrollo del patógeno es fa-
vorecido por temperaturas entre 17 y 24 °C y humedad rela-
tiva superior a 96 %; en estas condiciones la germinación de
esporas y penetración en los tejidos del hospedante ocurre
en 4 ó 5 h, y la manifestación de los primeros síntomas se
puede observar a los 7 d en cultivares susceptibles (Firman
y Martin, 1968).
Sin embargo, la temperatura para la germinación de las
teliosporas y basidiosporas de P. horiana varía entre pobla-
ciones; por ejemplo, en el Reino Unido ocurre entre 4 y 23
°C, mientras que en Japón el rango es de 6 a 36 °C. Aún así,
no está bien definido si tales diferencias pueden estar rela-
cionadas con propiedades particulares de diferentes razas
(Whipps, 1993). En Alemania, Krebs (1985) reportó la
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR DE PUCCINIA HORIANA Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
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presencia de las razas 83 y 84 de P. horia na que difieren en
su capacidad de infectar a un cultivar específico o a grupos
de cultivares.
En cuanto al ciclo biológico del hongo, P. horiana difie-
re del resto de royas en que es microcíclica autoica; durante
su reproducción sexual no lleva a cabo la plasmogamia
(unión entre micelio + y -) y sólo ocurre cariogamia (fusión
nuclear) en las teliosporas, seguida inmediatamente por la
meiosis que da origen a cuatro núcleos haploides que se dis-
tribuyen en dos basidiosporas; por tanto, cada basidiospora
tiene dos núcleos y al germinar origina un micelio dicarió-
tico que contiene dos núcleos hermanos (Hirasuka y Sato
1982; Alexopoulos y Mims, 1985). Dado que P. h or ian a es
una roya que se autofertiliza todas sus basidiosporas son
genéticamente uniformes, a menos que ocurra una mutación
o que haya un intercambio de núcleos de micelios genéti-
camente diferentes, mediante la anastomosis (fusión de
hifas) (Anikster y Wahl, 1979; Redemaker y de Jong, 1987);
a través de estos mecanismos se pueden generar nuevas ra-
zas en este tipo de royas (Anikster y Wahl, 1979).
En general, la tasa de mutación en poblaciones natura-
les de hongos es de 10-6 a 10-8, que incluyen individuos vi-
rulentos y avirulentos (Skylakakis, 1987). La variación ge-
nética del patógeno puede reflejarse en diferencias en capa-
cidad patogénica (Zhan et al., 1998; Lannou, 2001). Es po-
sible evidenciar tal diversidad mediante marcadores mole-
culares, como polimorfismos en la longitud de fragmentos
de restricción (RFLP), ADN polimórfico amplificado al azar
(Randomly Amplified Polymorphic DNA, RAPD), polimor-
fismos en la longitud de fragmentos amplificados (Ampli-
fied Fragment Length Polymorphisms, AFLP) y polimor-
fismos en secuencias repetidas con mini o microsatélites
(RAMP), que detectan polimorfismo en tamaños de frag-
mentos a nivel de individuo o de población. La combinación
de estos métodos permite obtener información más precisa
de la variación genética y estructura de las poblaciones de
fitopatógenos (Kolmer et al., 1995).
México es un país productor de crisantemo cuyas prin-
cipales zonas productoras para corte y maceta se ubican en
los Estados de Morelos, Puebla y México, zonas que difie-
ren en clima, cultivares comerciales y en manejo del culti-
vo, variabilidad que puede contribuir a la generación de di-
versidad genética del patógeno. Con base en lo anterior, el
presente estudio tuvo como objetivo determinar la variación
patogénica y molecular de 16 aislamientos de P. horiana
procedentes de los estados mencionados.
MATERIALES Y MÉTODOS
Colecta de aislamientos, incremento de inóculo y de-
terminación de la virulencia de los aislamientos mono-
pustulares de P. horia na en crisantemo var. ‘Indianápo-
lis’. Se colectaron 16 aislamientos de P. horiana de planta-
ciones comerciales y viveros de crisantemo infectadas con
roya blanca en los Estados de Morelos, Puebla y México.
De cada estado se seleccionaron sitios representativos; en el
Estado de México se consideraron dos regiones: la Occiden-
te (Occ), con las localidades de La Lagunilla (Lag-Occ),
Zumpango (Zum-Occ) y Sta. Ana (SA-Occ) pertenecientes
al municipio de Tenancingo, Sta. María Aranzazú (Ara-Occ)
del municipio de Villa Guerrero, Porfirio Díaz (PD-Occ) y
Coatepec Harinas (CH-Occ) del municipio de Coatepec
Harinas; y la región Oriente (Ori) con San Miguel Tlaixpan
(SMT-Ori), San Pablo Izayoc (SPI-Ori), Sta. María Nativi-
tas (SMN-Ori), Tequexquinahuac (Teq-Ori), San Diego
(SD-Ori) y Boyeros (Boy-Ori), todos pertenecientes al mu-
nicipio de Texcoco. En el Estado de Morelos se colectó en
las localidades de Tepetzingo (Tep-Mor), Temixco (Tem-
Mor) y Jiutepec (Jiu-Mor) del municipio de Cuernavaca. En
el Estado de Puebla se obtuvo el material del municipio de
Atlixco (Atl-Pue). En el Cuadro 1 se muestran algunas ca-
racterísticas climatológicas de las localidades.
De cada localidad se tomaron pústulas de color miel a
café y se colocaron individualmente en tubos tipo eppendorf
etiquetados, que se mantuvieron a baja temperatura durante
el transporte al laboratorio, en donde se seleccionó una pús-
tula de cada localidad. Las teliosporas se obtuvieron me-
diante el raspado con un portaobjetos, luego se suspendie-
ron en 50 mL de agua destilada estéril con una gota de
Tween 20® para una mejor dispersión del inóculo. La sus-
pensión se asperjó a punto de goteo sobre el haz y envés de
las hojas en 10 plantas de crisantemo var. ‘Indianápolis’
susceptible a la roya, con el fin de incrementar el inóculo
monopostular.
Las plantas inoculadas se incubaron durante 48 h en una
cámara de polietileno a 100 % de humedad relativa (HR) y
temperatura de 12 a 14 °C. Luego se transfirieron a un in-
vernadero cuya temperatura varió entre 14 y 28 ºC y con
HR de 80 %. A los 13 d de la inoculación las plantas se so-
metieron nuevamente a una HR de 100 % durante 24 h
(Leyva-Mir et al., 2001). Cada grupo de plantas inoculadas
con diferente aislamiento se mantuvo separado en compar-
timientos de polietileno, para evitar la mezcla de aislamien-
tos.
En esta primera etapa se registró el inóculo inicial que se
obtuvo de la pústula colectada (teliosporas mL-1), la inci-
dencia final de plantas con pústulas, y las variables: periodo
de incubación (días posteriores a la inoculación “dpi”), nú-
mero de pústulas incipientes (manchas cloróticas en el en-
vés de la hoja) al inicio de la infección y número de pústulas
desarrolladas en toda la planta a los 50 d posteriores a la
inoculación. Estas tres últimas variables constituyeron los
criterios de comparación de virulencia entre aislamientos,
donde la virulencia se consideró como una medida relativa
de la patogenicidad y del grado de daño, de acuerdo con
Agrios (2005) y Shaner et al. (1992), respectivamente.
GARCÍA, ZAVALETA, ROJAS, LEYVA, FUENTES Y SIMPSON Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
225
Cuadro 1. Ubicación geográfica, temperatura media en °C y precipitación anual en mm de los sitios de colecta de Puccinia horiana. Tomado de Enri-
queta García (1998).
Región Altitud
(m)
Ubicación
geográfica
(LN y LO)
Temperatura
(°C)
Precipitación
(mm)
Edo. de Méx. región Oriente
Tenancingo 1842 18° 58’
99° 36’
17.2 1253.9
Coatepec de Harinas 2240 18° 55’
99° 36’
16.2
1132.3
Edo. de Méx. región Occidente
Chapingo 2250 19° 29’
98° 53’
15.2
636.5
Texcoco 2353 19° 31’
98° 53’
15.9 691.5
Sn. Miguel Tlaixpan 2200 19° 32’
98° 49’
14.7 621.0
Sta. María Nativitas 2750 19 °35’
99° 37’
13.5 997.2
Edo. de Morelos
Temixco 1280 18° 51’
99° 14’
22.9 910.7
Cuernavaca 1529 18° 55’
99° 14’
20.7 1146.6
Edo. de Puebla
Atlixco (Izúcar de Matamoros) 1285 18° 36’
98° 27’
22.2 856.7
Comparación de la virulencia de los aislamientos de
P. hor iana. Esquejes de cinco variedades de crisantemo
con diferentes grados de susceptibilidad a P. horiana: ‘Indi-
anápolis’, ‘Harman’, ‘Eleonora’, ‘Vikyngo’ y ‘Marble’, se
plantaron en vasos de unicel de 250 mL que contenían sus-
trato Finnpeat®, y se mantuvieron en invernadero a 17-24
°C y HR mayor a 96 % (Leyva-Mir et al., 2001). Para su-
primir el desarrollo de roya que podría venir como contami-
nante del esqueje, a los 5 d después del trasplante se hizo
una aplicación de Azoxystrobin® a dosis de 0.5 g L-1, que
es un fungicida sistémico con propiedades preventivas y cu-
rativas (Wojdyla, 1999). A los 25 d después de la aplicación
del fungicida, las plantas se inocularon con P. horiana.
Ensayo 1. De plantas de la var. ‘Indianápolis’, que en la
primera etapa fueron inoculadas con los aislamientos mo-
nopustulares, se obtuvieron pústulas de color miel a café y
mediante raspado se desprendieron y se suspendieron en
200 mL de agua destilada estéril, se agregaron 2 gotas de
Tween 20® y se licuó para dispersar las teliosporas. Se
cuantificó el número de teliosporas con un hemacitómetro y
se preparó una suspensión de 106 teliosporas por mL. Cada
uno de los 16 aislamientos se inoculó en un grupo de 25
plantas, cinco de cada variedad, mediante asperjado de
hojas por el haz y envés hasta punto de goteo. Cada grupo
se mantuvo separado como se indicó anteriormente. Las
condiciones de temperatura y humedad y el manejo de las
plantas, fueron similares a las descritas en la primera etapa.
Se registró el número de pústulas incipientes por planta
y el periodo de incubación, esto es el número de días poste-
riores (dpi) a la inoculación en que aparecieron los primeros
síntomas. También se estimó el número de basidiosporas
liberadas por cada aislamiento a los 20, 30 y 40 dpi; para
esto se colocaron a la altura de la base del tallo cinco por-
taobjetos cubiertos por un lado con pegamento Bio-Tac®
(ECOGEN, Inc) y se expusieron por 24 h, al cabo de las
cuales se contabilizó el número de basidiosporas atrapadas
en tres segmentos de 0.25 cm2 (dos laterales y el centro) de
cada portaobjetos, y se calculó el promedio por portaobjeto.
Se registró el número de plantas con síntomas (incidencia) y
se evaluó el grado de daño (severidad); para esto último se
tomó solamente la hoja más dañada de cada planta inocula-
da con cada uno de los 16 aislamientos, la cual se digitalizó
y con los programas computacionales Adobe Photoshop 6.0
y UTHSCSA ImageTool (Wilcox et al., 2002) se obtuvo el
porcentaje de área foliar dañada por P. horiana.
Ensayo 2. Se estableció y evaluó de igual manera que el
Ensayo 1, excepto que sólo se inocularon las vars. ‘Vikyn-
go’(susceptible) y ‘Marble’ (resistente).
Análisis estadístico. Los resultados se analizaron con-
forme a un diseño completamente al azar. A menos que se
indique de otra manera, los datos se sometieron a análisis de
varianza y a comparación de tratamientos mediante la prue-
ba de Tukey (P 0.05), con el paquete estadístico SAS®
(SAS Institute, 1999).
Extracción y amplificación de ADN de los aislamien-
tos de P. horiana. Se colectaron pústulas de P. horiana de
las plantas de la var. ‘Indianápolis’, la cual se utilizó para
incrementar el inóculo de cada aislamiento, se eliminó la
mayor cantidad posible de tejido vegetal y las pústulas se
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR DE PUCCINIA HORIANA Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
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colocaron en tubos de plástico de 1.5 mL para su liofiliza-
ción. Dado que P. horiana es un parásito obligado que no se
puede cultivar in vitro, se utilizó tejido foliar sano de crisan-
temo como referencia para discriminar entre las bandas co-
rrespondientes al hongo y las del hospedante.
La extracción del ADN de los aislamientos de P. ho ri an a
y de la planta de crisantemo se realizó mediante el método
de CTAB 3 % descrito por Ahrens y Seemϋller (1992). Se
tomó 0.03 g de tejido liofilizado y se molió en morteros con
nitrógeno liquido. El polvo se pasó a tubos de plástico de
1.5 mL estériles que contenían 200 µL de CTAB (Tris-HCl
100 mM pH 8.0; Na2EDTA 2H2O 20 mM; CTAB 3 %;
NaCl 1.4M; β-mercaptoetanol 0.2 %) y que fueron previa-
mente calentados a 60 °C, se agitó vigorosamente y se adi-
cionaron y mezclaron 600 µL más, se incubó a 60 °C por 1
h con agitación ocasional. Una vez transcurrido ese tiempo,
se adicionaron 600 µL de cloroformo-alcohol isoamilíco
(24:1, v/v) y se mezcló. Se centrifugó a 14 000 rpm durante
8 min; se tomó la fase acuosa, se colocó en tubos estériles
de plástico de 1.5 mL y se adicionó 600 µL de isopropanol
frío; se mezcló suavemente por inversión siete veces, y en-
seguida se incubó a -20 °C por 1 h para precipitar el ADN.
Trancurrido este tiempo se centrifugó a 14 000 rpm durante
8 min, se eliminó el sobrenadante y se dejó secar la pastilla
a temperatura ambiente; posteriormente se disolvió en 50
µL de agua destilada estéril.
El estado físico del ADN se verificó mediante electrofo-
resis en gel de agarosa 1 %, y se visualizó en un transilumi-
nador marca Bio-Rad® modelo Gel-Doc 2000. El ADN ob-
tenido fue cuantificado en un espectrofotómetro Perkin El-
mer® modelo Lambda Bio 10 y se diluyó en agua desioni-
zada estéril hasta obtener una concentración de 20 ng µL-1.
La reacción de RAPD (Random Amplified Polymorphic
DNA) se llevó a cabo con cuatro iniciadores decámeros de
secuencias aleatorias (Operon Tecnologies Inc.; Alameda,
CA, EE. UU.). Los iniciadores fueron: OPA-05 (5’-
AGGGGTCTTG-3’), OPA-08 (5’-GTGACGTAGG-3’),
OPA-13 (5’-CAGCACCCAC-3’) y OPA-19 (5’-
CAAACGTCGG-3’). Para la técnica de microsatélites (MP-
PCR) se utilizaron los iniciadores (GATA)4 y (GACA)4, y
para la técnica RAMP (Random Amplified Microsatellite
Polymorphic) se utilizaron los iniciadores decámeros más
los iniciadores de los microsatélite, y quedaron las siguien-
tes combinaciones: OPA-05 + (GATA)4, OPA-08 + (GA-
TA) 4, OPA-13 + (GATA)4, OPA-19 + (GATA)4; OPA-05 +
(GACA)4, OPA-08 + (GACA)4, OPA-13 + (GACA)4, OPA-
19 + (GACA)4. Las concentraciones finales y reactivos para
preparar las mezclas de reacción se muestran en el Cuadro
2.
Se mezclaron todos los reactivos en el orden y concen-
tración indicada, y al final se agregó el ADN, de manera que
el volumen final de la reacción fue de 25 µL; para evitar la
evaporación a cada tubo se le adicionó 2 µL de aceite mine-
ral estéril. La reacción de amplificación se llevó a cabo en
un termociclador Perkin-Elmer® (CETUR, Norwalk CT,
EE. UU. modelo 2400) bajo las siguientes condiciones:
RAPD (A05, A08 y A19) 2 min a 95 °C, seguido de 35 ci-
clos de 1 min a 94 °C, 2 min a 50 °C, 3 min a 72 °C y el
último ciclo de 10 min a 72 °C seguido de 30 s a 4 °C. Mi-
crosatélites: (GATA)4 2 min a 95 °C, seguido de 40 ciclos
de 1 min a 95 °C, 30 s a 40 °C y 2 min a 72 °C, seguido de
10 min a 72 °C; (GACA)4 2 min a 95 °C, seguido de 40 ci-
clos de 1 min a 95 °C, 30 s a 48 °C y 2 min a 72 °C seguido
de 10 min a 72 °C. Para RAMP se utilizaron los mismos
programas de los microsatélites. Los productos amplifica-
dos fueron colocados en un gel de agarosa 1.8 %, junto con
un marcador de 1 kb (Invitrogen®) como referencia, y fue-
ron separados por electroforesis durante 1 h a 85 V. El gel
fue teñido con bromuro de etidio (0.5 µg mL-1) y se visuali-
zó bajo luz ultravioleta en un fotodocumentador Bio-Rad®
modelo Gel-Doc 2000. Los resultados se documentaron a
través de impresos para su análisis posterior.
Cuadro 2. Condiciones de reacción para RAPD, Microsatélites y
RAMP.
Compuesto Concentración
RAPD
Amortiguador de reacción 1X
MgCl2 1.5 mM
dNTP’s 200 µM
Iniciador aleatorio 20 pmol
ADN polimerasa 1.5 Uŧ
ADN genómico de P. horiana 80 ng
Agua -
Microsatélites
Amortiguador de reacción 1X
MgCl2 3 mM
dNTP’s 200 µM
Iniciador (microsatélite) 30 pmol
ADN polimerasa 1.5 U
ADN genómico de P. horiana 50 ng
Agua -
RAMP
Amortiguador de reacción 1X
MgCl2 3 mM
dNTP’s 200 µM
Iniciador de microsatélite 20 pmol
Iniciador aleatorio 20 pmol
ADN polimerasa 1.5 U
ADN genómico de P. horiana 80 ng
Agua -
ŧUnidades de actividad.
Las bandas obtenidas en cada aislamiento se enumeraron
en orden descendente a partir de la de mayor peso molecu-
lar. A cada banda se le asignó un valor numérico, 1 para de-
notar presencia y 0 para ausencia, con lo que se generó una
matriz binaria de disimilaridad genética mediante el coefi-
ciente de apareamiento simple (SM). El dendrograma fue
derivado de la matriz de disimilaridad con el programa
GARCÍA, ZAVALETA, ROJAS, LEYVA, FUENTES Y SIMPSON Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
227
SAHN del sistema taxonómico numérico para computadora
personal (NTSYSpc) Versión 2.10pc, por el método del
promedio UPGMA (Adams et al., 2000). La robustez del
dendrograma, es decir la estabilidad estadística del agrupa-
miento de las ramas o nodos del dendrograma, se estimó por
el análisis “bootstrap” con 2000 remuestreos, con el pro-
grama computacional “Winboot” (Nelson et al., 1994).
RESULTADOS
Incremento de inóculo y patogencidad de los aisla-
mientos monopustulares de P. ho riana en crisantemo
var. ‘Indianápolis’. Dado que las pústulas colectadas en
cada localidad fueron de varios tamaños, la cantidad de te-
liosporas por mL obtenidas varió entre aislamientos. En los
aislamientos de La Lagunilla, Sta. Ana y Boyeros se estima-
ron “cero” teliosporas ya que en el área de conteo del hema-
citómetro no se observaron esporas (aunque fuera del área
de conteo ocasionalmente se observaron algunas, lo que in-
dicó que el nivel de inóculo fue extremadamente bajo, al
que de manera convencional se consideró como “cero”). En
contraste, en los aislamientos de Sn. Miguel Tlaixpan y Te-
petzingo el nivel de inóculo fue de hasta 14 000 teliosporas
por mL (Cuadro 3).
No hubo una relación directa entre el nivel de inóculo y
el periodo de incubación. Así, en aislamientos con bajos ni-
veles de inóculo inicial (de 0 a 320 teliosporas por mL, co-
mo fue el caso de La Lagunilla y Porfirio Díaz) se registra-
ron periodos de incubación relativamente cortos (19 d),
mientras que en aislamientos con niveles altos de inóculo
inicial (de 4000 a 8600 teliosporas por mL), los periodos de
incubación fueron más largos (39 a 44 d, para Coatepec de
Harinas y San Diego, por ejemplo).
Los primeros síntomas de infección (pústulas incipien-
tes, que consistieron en una mancha circular de color blanco
amarillento con una depresión o hundimiento) se manifesta-
ron a los 14 dpi en el aislamiento Sn. Miguel Tlaixpan, cuyo
inóculo inicial fue alto. Con los aislamientos Boyeros, La
Lagunilla y Porfirio Díaz, los primeros síntomas aparecie-
ron a los 19 dpi, a pesar de que el nivel de inóculo inicial
fue extremadamente bajo (“cero”) en los dos primeros, y en
Porfirio Díaz fue de sólo 320 teliosporas/mL, en compara-
ción con el resto de aislamientos del Estado de México. El
máximo contraste se observó entre aislamientos en los que
la manifestación de síntomas ocurrió entre los 39 y 49 dpi,
aún cuando el nivel de inóculo inicial fue muy superior, en
comparación con aquéllos en los que el estimado inicial-
mente fue de “cero” teliosporas (Cuadro 3).
Cuadro 3. Comportamiento patogénico de 16 aislamientos monopustulares de Puccinia horiana en plantas de crisantemo var. ‘Indianápolis’ crecida en
condiciones de invernadero.
Localidad y
Aislamiento
Inóculo inicial
(teliosporas/mL)£
Periodo de
incubación
(días)¥
Pústulas
incipientes
Promedio de pústu-
las/planta§
Incidencia
final (%)ŧ
Región Occidente
La Lagunilla 0Ψ 19 1 5.2 dce 100
Porfirio Díaz 320 19 1 3.7 dfe 90.9
Zumpango 660 44 1 1.6 gf 90.9
Sta. Ana 0 49 4 2.8 gfe 81.8
Coatepec Harinas 4000 39 2 19.9 a 100
Sta. Ma. Aranzazú 660 44 16 2.9 dgfe 90.9
Región Oriente
Nativitas 6600 44 13 3.6 dfe 90.9
Sn. Diego 8600 44 15 8.2 c 100
SP. Isayo 6000 44 9 5.6 dc 100
Tequexquinahua 1320 39 5 7.9 c 100
Sn. M. Tlaixpan 14000 14 1 13.4 b 100
Boyeros 0 19 1 19.4 a 100
Morelos
Tepetzingo 14000 39 2 2.3 gf 90.9
Jiutepec 7320 44 2 1.1 g 81.8
Temixco 7200 39 1 3.1 dgfe 90.9
Puebla
Atlixco 1320 49 4 2.6 dgfe 100
Regiones pertenecientes al Edo. de México. ΨNo se registraron teliosporas en el área de conteo del hemacitómetro, aunque estuvieron presentes en la suspen-
sión en muy baja densidad. £Teliosporas por mL obtenidas a partir de una pústula. ¥Número de días posteriores a la inoculación en que aparecieron las primeras
pústulas incipientes. Número de pústulas incipientes (manchas cloróticas) como primer síntoma de infección. §Promedio de pústulas desarrolladas a los 49 d
posteriores a la inoculación (dpi). ŧIncidencia máxima alcanzada a los 49 dpi. Valores con la misma letra en cada columna no difieren significativamente (Tu-
key, 0.05).
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR DE PUCCINIA HORIANA Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
228
Tampoco se observó una relación directa entre inóculo
inicial y número de pústulas desarrolladas por planta a los
49 dpi. Por ejemplo, el aislamiento Tepetzingo de Morelos
cuyo inóculo inicial fue tan alto como el de Sn. M. Tlaixpan
de Texcoco (14 000 teliosporas/mL), sólo presentó 2.3 pús-
tulas por planta, mientras que en las inoculadas con el ais-
lamiento de Sn. Miguel Tlaixpan en promedio se desarrolla-
ron 13.4 pústulas por planta (Cuadro 3). El máximo contras-
te se observó con el aislamiento Boyeros de Texcoco, el
cual con un nivel de inóculo inicial de “cero” indujo el de-
sarrollo de 19.4 pústulas/planta.
La incidencia final de plantas enfermas inducida por los
diferentes aislamientos de P. horiana, tampoco estuvo di-
rectamente relacionada con el nivel de inóculo inicial. Los
tres aislamientos (Boyeros, La Lagunilla y Sta. Ana) en los
que se estimó un nivel de inóculo inicial de “cero” teliospo-
ras/mL, presentaron 100, 100 y 81.8 % de incidencia. En
contraste, el aislamiento Jiutepec con un nivel alto de inócu-
lo inicial (7320 teliosporas/mL) indujo una incidencia simi-
lar a la de Sta. Ana (Cuadro 3).
Ensayo 1. Al comparar la virulencia de los aislamientos
por regiones y estados, se detectó que los provenientes del
Occidente y del Oriente del Estado de México fueron mu-
cho más virulentos que los colectados en los Estados de
Morelos y Puebla. El periodo de incubación promedio de
los dos primeros grupos de aislamientos en plantas de la var.
‘Indianápolis’ fue de 15 d, mientras que Morelos y Puebla
requirieron de 3 y 4 días más para que indujeran las pústulas
incipientes. La tendencia en los tres cultivares restantes fue
similar; los dos primeros grupos de aislamientos se compor-
taron como los más virulentos (Cuadro 4). El tiempo reque-
rido para alcanzar la máxima incidencia (100 % de plantas
enfermas) en la var. ‘Indianápolis’ fue de sólo 4 d después
de aparecer los primeros síntomas, para los aislamientos de
las regiones Occidente y Oriente del Estado de México. En
cambio, para los aislamientos de los Estados de Morelos y
Puebla se requirieron 5 y 6 d más (Cuadro 4). Los cuatro
grupos de aislamientos alcanzaron 100 % de incidencia en
las vars. ‘Indianápolis’ y ‘Harman’, mientras que en la var.
‘Vikyngo’ sólo el grupo de la región Occidente alcanzó 100
% de incidencia; en la var. ‘Eleonora’ el grupo de aislamien-
tos con el mayor grado de incidencia fue el de la región
Oriente, con 93.3 % (Cuadro 4). Las plantas de la var.
‘Marble’ no presentaron síntomas con ninguno de los cuatro
grupos de aislamientos.
Se detectaron diferencias significativas en la producción
de basidiosporas entre los grupos de aislamientos prove-
nientes de las distintas regiones; la mayor liberación se re-
gistró a los 40 dpi (Cuadro 5). Los grupos del Occidente y
Oriente del Edo. de México se comportaron de manera simi-
lar y fueron los que más basidiosporas liberaron (539 y 977
basidiosporas/0.25 cm2, respectivamente), en comparación
con los grupos de Morelos y de Puebla; entre los primeros,
solamente a los 20 dpi hubo diferencia en el conteo realiza-
do. En contraste, los aislamientos de Morelos y de Puebla
liberaron un número significativamente bajo de basidiospo-
ras (76 y 47 basidiosporas/0.25 cm2, respectivamente), sin
diferencia entre ellos.
En general, se observó que el grupo de aislamientos de
Occidente y de Oriente fueron los que indujeron la mayor
severidad en las cuatro variedades que presentaron daño
(‘Indianápolis’, ‘Harman’, ‘Vikyngo’ y ‘Eleonora’), con un
rango de severidad que varió de 22.8 a 37.1 %, y entre ellos
no hubo diferencias (Cuadro 5). En cambio, el grupo de ais-
lamientos provenientes de los Estados de Morelos y Puebla,
causaron un daño significativamente menor en dichas varie-
dades (5.7 a 8.5 % y 4.2 a 7.3 %) y fueron similares entre
ellos. En las condiciones en las que se hizo el ensayo, la var.
‘Marble’ no mostró síntomas de infección ni de coloniza-
ción con ninguno de los aislamientos de P. horiana (Cuadro
5).
En las vars. ‘Indianápolis’ y ‘Vikyngo’ el periodo pro-
medio de incubación fue 16 d para los diferentes aislamien-
tos de P. Horiana, mientras que en ‘Eleonora’ requirió 3 d
más (19.4 d). En la var. ‘Harman’ fue de hasta 21.2 d, y la
var. ‘Marble’ no mostró síntomas de la enfermedad durante
la evaluación (Cuadro 6). Aunque en el número de pústulas
incipientes no hubo diferencia estadística entre cultivares,
‘Indianápolis’ tuvo menor número (cinco) que ‘Harman’
(seis). ‘Indianápolis’ y ‘Harman’ alcanzaron 100 % de inci-
dencia a los 4.4 y 7.6 d, respectivamente, después de apare-
cer los primeros síntomas, mientras que en ‘Vikyngo’ y
‘Eleonora’ la incidencia máxima fue del 96 y 81 % a los 8.6
y 8.7 d, respectivamente. La severidad mostrada por ‘Indi-
anápolis’, ‘Vikyngo’, ‘Harman’ y ‘Eleonora’ fue estadísti-
camente similar, aunque ‘Indianápolis’ presentó mayor daño
(29 %) que ‘Eleonora’ (18.9 %).
Ensayo 2. En’Vikyngo’ los aislamientos de las regiones
Occidente y Oriente tuvieron el menor tiempo de incuba-
ción, con una diferencia de 2.5 d entre ellos, y tuvieron el
mayor número de pústulas incipientes. El grupo del Occi-
dente fue el que a los 26 dpi indujo 100 % de incidencia,
seguido del grupo de la región oriente (Cuadro 7). Los gru-
pos del Estado de Morelos y de Puebla tuvieron un compor-
tamiento similar en periodo de incubación y número de pús-
tulas incipientes, pero el de Morelos alcanzó más rápida-
mente (38 d) la máxima incidencia (86.6 %) que el de Pue-
bla (40 d y 60 %). El desarrollo de la enfermedad en ‘Mar-
ble’ fue más lento; a todos los aislamientos les llevó mayor
tiempo inducir la expresión de síntomas (de 29 a 31 d); el
número de pústulas incipientes varió de 3 a 7 y la máxima
incidencia (60 a 70 %) se alcanzó a los 40 dpi en todos los
casos. Con la excepción del grupo de Puebla que no causó
infección en ‘Marble’, los tres grupos restantes tuvieron un
comportamiento similar.
GARCÍA, ZAVALETA, ROJAS, LEYVA, FUENTES Y SIMPSON Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
229
Basidiosporas capturadas y severidad. Al igual que en
el Ensayo 1, la producción de basidiosporas varió significa-
tivamente entre los grupos de aislamientos provenientes de
las distintas regiones. La mayor liberación se registró a los
40 dpi (Cuadro 8). Los grupos de Oriente y Occidente fue-
ron los que más basidiosporas liberaron (54.4 y 40.6 basi-
diosporas/0.25 cm2, respectivamente), en comparación con
los grupos de Morelos y Puebla. Los aislamientos de Occi-
dente y Oriente del Estado de México también fueron los
más virulentos en las vars. ‘Vikyngo’ y ‘Marble’, con un
rango de severidad que varió de 0.2 a 19 %, pero sin dife-
rencias entre ellos. En contraste, los aislamientos provenien-
tes de Morelos y Puebla causaron menor daño en ‘Vikyngo’
y el aislamiento de Puebla fue incapaz de infectar a ‘Mar-
ble’. La var. ‘Vikyngo’ mostró mayor severidad e incidencia
final de la enfermedad que ‘Marble’ (Cuadro 9), lo que
confirma su alta susceptibilidad a la roya blanca.
Polimorfismo del ADN. Mediante el análisis de RAPD
con los iniciadores aleatorios OPA-05, OPA-08, OPA-13 y
OPA-19, y el análisis con MP-PCR con los iniciadores
(GATA)4 y (GACA), se obtuvieron polimorfismos. Al com-
binar estas dos técnicas (RAMP) se obtuvo un mayor núme-
ro de polimorfimos que con cada técnica por separado. El
tamaño de los productos amplificados en general fue menor
a 1000 pb. El dendrograma generado por el coeficiente SM
y el método UPGMA basado en 76 bandas obtenidas de los
16 aislamientos (Figura 1) identificó tres grupos (a, b y c) a
una distancia génica entre 0.7 y 0.8. Tales grupos corres-
pondieron exactamente al origen de los aislamientos; así el
grupo a correspondiente al Estado de Puebla se separó
completamente del resto de aislamientos con una robustez
de 100 %. El grupo b se conformó con los aislamientos pro-
venientes de Morelos (Tep-Mor, Tem-Mor y Jiu-Mor) con
una robustez de 48 %, donde los dos primeros mostraron
mayor cercanía. En el grupo c quedaron incluidos los aisla-
mientos del Estado de México de la región Occidente (CH,
Ara, SA, PD, Zum y Lag) y de la Oriente (Boy, Nat, SMT,
SD, Teq y SPI). El rango de temperatura media que prevale-
ce en las localidades del Edo. de México es más bajo (13.5 a
17.2 ºC), que en Morelos (20.7 y 22.9 ºC) y Puebla (22.2
ºC), como se muestra en el Cuadro 1.
Cuadro 4. Comportamiento patogénico de Puccinia horiana en plantas de cinco variedades de crisantemo crecidas en condiciones de invernadero.
Cultivar Origen de los
aislamientos por región y estado
Periodo de
incubación
(días)£
Número de pústulas
incipientes§
Días a la
máxima
incidencia
Incidencia
final (%)¥
Región Occidente 15 4.8 19 100
Región Orientev 15.5 7.1 19.5 100
Morelos 18 3.6 23 100
‘Indianápolis’
Puebla 19 3 25 100
Región Occidente 22 6 32.3 100
Región Oriente 19 3.5 28.2 100
Morelos 23 2 32 100
‘Harman’
Puebla 25 2 37 100
Región Occidente 15 7.1 22.5 100
Región Oriente 15.5 4.5 23.5 96.6
Morelos 19 2.6 29 93.3
‘Vikyngo’
Puebla 19 3 34 80
Región Occidente 19.6 5.2 30 73.3
Región Oriente 17.5 7.2 23 93.3
Morelos 21 3 31 73.3
‘Eleonora’
Puebla 25 3 40 80
Región Occidente 0 0 0 0
Región Oriente 0 0 0 0
Morelos 0 0 0 0
‘Marble’
Puebla 0 0 0 0
Regiones pertenecientes al Estado de México. £Tiempo promedio en días posteriores a la inoculación (dpi) en los que aparecieron las pústulas incipientes.
§Número de pústulas incipientes promedio por planta en cada grupo de aislamientos. Número de dpi en alcanzar la máxima incidencia por origen de aislamien-
tos. ¥Incidencia final alcanzada por grupo.
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR DE PUCCINIA HORIANA Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
230
Cuadro 5. Severidad y basidiosporas liberadas en plantas de cinco variedades de crisantemo, por 16 aislamientos de Puccinia horiana provenientes de
los Estados de México, Morelos y Puebla.
Basidiosporas capturadas£ en 0.25 cm2 Severidad (%) Contrastes por grupos¥
de acuerdo a su origen 20 30 40 ‘Indianápolis’ ‘Harman’ ‘Vikyngo’ ‘Eleonora’ ‘Marble’
1) Reg. Occ. vs. Reg. Ori. 3.2 vs 2.6ŧ* 64.2 vs 73.4 539.5 vs 977.4 35.7 vs 37.1 28.9 vs 30.4 35.5 vs 34.1 22.9 vs 24.2 0 vs 0
2) Reg. Occ. vs. Morelos 3.2 vs 2.0* 64.2 vs 5.3** 539.5 vs 76.5** 35.7 vs 7.7** 28.9 vs 7.0** 35.5 vs 8.5** 22.9 vs 5.7** 0 vs 0
3) Reg. Occ. vs .Puebla 3.2 vs 1.2* 64.2 vs 1.6** 539.5 vs 47.2** 35.7 vs 5.7** 28.9 vs 6.7* 35.5 vs 7.3* 22.9 vs 4.2** 0 vs 0
4) Reg. Ori. vs. Morelos 2.6 vs 2.0 73.4 vs 5.3** 977.4 vs 76.5** 37.1 vs 7.7** 30.4 vs 7.0** 34.1 vs 8.5** 24.2 vs 5.7** 0 vs 0
5) Reg. Ori. vs. Puebla 2.6 vs 1.2 73.4 vs 1.6** 977.4 vs 47.2** 37.1 vs 5.7** 30.4 vs 6.7* 34.1 vs 7.3* 24.2 vs 4.2** 0 vs 0
6) Puebla vs. Morelos 1.2 vs 2.0 1.6 vs 5.3 47.2 vs 76.5 5.7 vs 7.7 6.7 vs 7.0 7.3 vs 8.5 4.2 vs 5.7 0 vs 0
¥Aislamientos agrupados por región y Estado para contrastes. Región Occidente y Oriente pertenecientes al Estado de México.
£Basidiosporas capturadas a los 20, 30 y 40 d posteriores a la inoculación. ŧDiferencia significativa (*); diferencia altamente significativa (**) entre las medias
del contraste (P 0.05).
Cuadro 6. Respuesta de plantas de cinco variedades de crisantemo a 16 aislamientos de Puccinia horiana en condiciones de invernadero.
Variedad Periodo de incubación
(días)£
Número de pústulas
incipientes
Días a máxima incidenciaΨ Incidencia final
(%)¥
Severidad
(%)
‘Harman’ 21.2 a 6.2 a 28.8 a 100 a 23.9 a
‘Eleonora’ 19.4 a 5.4 a 28.2 a 81.2 b 18.9 a
‘Vikyngo’ 16.2 b 5.4 a 24.8 ab 96.2 a 28.1 a
‘Indianápolis’ 16.0 b 5.1 a 20.4 b 100 a 29.1 a
‘Marble’ 0 c 0 b 0 c 0 c 0 b
£Número de días posteriores a la inoculación (dpi) en que se manifestaron las primeras pústulas incipientes. Pústulas incipientes al primer registro de evalua-
ción. ΨNúmero de dpi en alcanzar la máxima incidencia. ¥Incidencia alcanzada 40 dpi. Valores con la misma letra en cada columna no difieren significativa-
mente (Tukey, 0.05).
Cuadro 7. Comportamiento patogénico de los grupos de aislamientos de Puccinia horiana en cada variedad de crisantemo con plantas crecidas en
condiciones de invernadero.
Variedad
Origen de los aislamientos por re-
gión y estado
Periodo de incubación
(días)
Número de pústulas
incipientesΨ
Días a máxima
incidencia¥
Incidencia
final (%)§
Región Occidente£ 17 10.2 26 100
Región Oriente 19.5 8.3 28.5 100
Morelos 25 2.3 38 86.6
‘Vikyngo’
Puebla 25 2 40 60
Región Occidente 30.4 7.4 40 60
Región Oriente 29.5 5 40 70
Morelos 31.2 3 40 60
‘Marble’
Puebla 0 0 0 0
£Regiones pertenecientes al Estado de México. Número de días posteriores a la inoculación (dpi) en los que se manifestaron las primeras pústulas incipientes.
ΨNúmero de pústulas incipientes promedio por planta. ¥Número promedio de dpi en alcanzar la máxima incidencia. §Incidencia final alcanzada.
GARCÍA, ZAVALETA, ROJAS, LEYVA, FUENTES Y SIMPSON Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
231
Cuadro 8. Producción de inóculo y severidad inducida por 16 aislamientos de Puccinia horiana (agrupados por estado y región) en dos variedades de
crisantemo crecidas en condiciones de invernadero.
Contrastes por grupos£
de acuerdo a su origen
Basidiosporas capturadasΨ
en 0.25 cm2
Severidad (%)
20 30 40 ‘Vikyngo’ ‘Marble’
1) Reg. Occ. vs. Reg. Ori. 0 vs. 3.2*ŧ 20 vs. 27.4 40.6 vs. 54.4* 19 vs. 15.9 0.2 vs. 0.2
2) Reg. Occ. vs. Morelos 0 vs. 0.3 20 vs. 1.5* 40.6 vs. 10.5* 19 vs. 6* 0.2 vs. 0.1
3) Reg. Occ. vs. Puebla 0 vs. 1 20 vs. 0.8* 40.6 vs. 13.4* 19 vs. 0.82* 0.2 vs. 0
4) Reg. Ori. vs. Morelos 3.2 vs. 0.3* 27.4 vs. 1.5**ŧ 54.4 vs. 10.5** 15.9 vs. 6* 0.2 vs. 0.1
5) Reg. Ori. vs. Puebla 3.2 vs. 1.0 27.4 vs. 0.8* 54.4 vs. 13.4* 15.9 vs. 0.8* 0.2 vs. 0
6) Puebla vs. Morelos 1 vs. 0.3 1.5 vs. 0.8 10.5 vs. 13.4 6 vs. 0.8 0 vs. 0.1
£Aislamientos agrupados por región y estado para contrastes. Región Occidente y Oriente pertenecientes al Estado de México. ΨBasidiosporas capturadas a los
20, 30 y 40 d posteriores a la inoculación. ŧDiferencia significativa (* P 0.05) y altamente significativa (**P 0.01) entre las medias del contraste.
Cuadro 9. Respuesta de dos variedades de crisantemo a 16 aislamientos de Puccinia horiana en condiciones de invernadero.
Variedad Periodo de incu-
bación (días)£
Número de pústulas
incipientes
Días a máxima incidenciaΨ Incidencia
final¥
(%)
Severidad
(%)
‘Vikyngo’ 19.9 b§ 13.2 a 29.0 b 95.0 a 14.7 a
‘Marble’ 30.2 a 5.8 b 40.0 a 62.5 b 0.5 b
£Número de días posteriores a la inoculación (dpi) en los que se manifestaron las primeras pústulas incipientes. Pústulas incipientes al primer registro de eva-
luación. ΨNúmero de dpi en alcanzar la máxima incidencia. ¥Incidencia alcanzada a 40 dpi. §Valores con la misma letra en cada columna no difieren significati-
vamente (Tukey, 0.05).
Figura 1. Dendrograma que muestra la disimilaridad de 16 aislamientos de Puccinia horiana colectados en el Estado de México región Occidente: La
Lagunilla (Lag-Occ), Porfirio Díaz (PD-Occ), Coatepec Harinas (CH-Occ), Zumpango (Zum-Occ), Sta. Ma. Aranzazú (Ara-Occ), Sta. Ana (SA-Occ) y
región Oriente: Nativitas (Nat-Ori), Tequexquinahua (Teq-Ori), Sn. Miguel Tlaixpan (SMT-Ori), Sn. Diego (SD-Ori), Sn. Pablo Izayo (SPI-Ori), Boye-
ros (Boy-Ori); Estado de Morelos: Tepetzingo (Tep-Mor), Jiutepec (Jiu-Mor) y Temixco (Tem-Mor); y el Estado de Puebla: Atlixco (Atl-Pue).
Test=Planta de crisantemo sin P. h or ian a
0.49 0.61 0.74 0.86 0.99
Tes t
CH-Occ
Boy-Ori
Ara-Occ
SA-Occ
Nat-Ori
SMT-Ori
SD-Ori
PD-Occ
Zum-Occ
Teq -Ori
Lag-Occ
SPI-Ori
Tep -Mor
Tem- Mor
Jiu-Mor
Atl-Pue
Coeficiente de disimilaridad
VARIACIÓN PATOGÉNICA Y MOLECULAR DE PUCCINIA HORIANA Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
232
DISCUSIÓN
Durante de incremento de inóculo en plantas de la var.
‘Indianápolisno se detectó relación directa entre el nivel de
inóculo aplicado y el desarrollo de la enfermedad inducida
por cada aislamiento de P. horiana. Así, los aislamientos
con bajos niveles de inóculo inicial (de escasa presencia de
esporas, convencionalmente denominada “cero”, a 320 te-
liosporas por mL), presentaron periodos de incubación rela-
tivamente cortos (19 d), con alto número de pústulas por
planta a los 49 dpi, e incidencias finales de 82 a 100 %. Esto
sugiere que las diferencias en el desarrollo de la roya blanca
en plantas del crisantemo ‘Indianápolis’ inducido por los
aislamientos, se podrían deber a diferencias en patogenici-
dad inherentes a cada aislamiento con base en su origen
geográfico. Según Firman y Martin (1968), las diferencias
en agresividad y virulencia de P. horiana se explican por
diferencias en su origen geográfico.
Los aislamientos colectados en el Estado de México
fueron los más virulentos, sobre todo los de Coatepec Hari-
nas, Boyeros y Sn. Miguel Tlaixpan, pues requirieron pe-
riodos de incubación más cortos, indujeron mayor número
de pústulas por planta (19.9, 19.4 y 13.4, respectivamente) y
produjeron 100 % de incidencia (Cuadro 3). Así mismo, la
mayor capacidad reproductiva, inferida por el número de
basidiosporas capturadas, la presentaron los aislamientos
colectados en el Estado de México. El número de basidios-
poras liberadas estuvo directamente relacionado con la se-
veridad, pues a mayor cantidad de basidiosporas capturadas
fue mayor la severidad de la roya blanca en las variedades
de crisantemo (Cuadros 5 y 8). Estas diferencias de poten-
cial reproductivo entre aislamientos son otra evidencia de la
variación genética entre ellos; el potencial reproductivo
puede influir en la habilidad competitiva del patógeno (Mar-
tens y Dyck, 1989; Shaner et al., 1992). La estrecha relación
entre el nivel inóculo de P. horiana y la severidad, también
fue reportada por Rodríguez-Navarro et al. (1996) en la var.
‘Spider’, con un coeficiente de determinación (R2) de 0.95.
Estos mismos autores capturaron 63 basidiosporas en 0.25
cm2 en 24 h de exposición de la trampa en campo; en cam-
bio, García et al. (2005), en invernadero contabilizaron has-
ta 1086 basidiosporas en la misma superficie de conteo y
con en el mismo tiempo de exposición. Por tanto, se infiere
que el potencial reproductivo de P. horiana varía entre ais-
lamientos en función de su origen, de la variedad hospedan-
te y de las condiciones ambientales prevalecientes durante
el desarrollo de la enfermedad.
También se evidenció variación en la susceptibilidad a la
roya blanca entre las variedades de crisantemo. Al conside-
rar las variables periodo de incubación, tiempo a máxima
incidencia final, incidencia y severidad, se deduce que ‘In-
dianápolis’ fue la variedad más susceptible, seguida por
‘Vikyngo’, ‘Harman’ y ‘Eleonora’ (Cuadro 6). En ‘Marble’
el desarrollo de la enfermedad fue mucho más lento y la in-
cidencia final fue la más baja (Cuadro 7), además de ser la
única variedad en la que el aislamiento menos virulento
(Atl-Pue) no indujo síntomas visibles de infección.
El hecho de que en el primer ensayo no hubo evidencia
de la infección en ‘Marble’ por P. horiana (Cuadro 4), po-
dría deberse a las condiciones de temperatura (14-26 °C) y
humedad (91.8 al 100 %) que prevalecieron durante este
ensayo. En el segundo ensayo, donde ‘Marble’ fue afectado
por la roya blanca, la temperatura varió de 19 a 28 °C y la
HR fluctuó de 70 a 100 %; en estas condiciones, los aisla-
mientos del Estado de México y de Morelos indujeron sín-
tomas prácticamente imperceptibles en la var. ‘Marble’, que
presentó valores de severidad de 0.25 y 0.10 respectivamen-
te (Cuadro 8). Según Whipps (1993), las diferencias en los
rangos de temperatura en los que germinan los aislamientos
de P. horiana, podrían relacionarse con requerimientos es-
pecíficos de algunas razas.
Redemaker y de Jong (1987) consideran que las varie-
dades de crisantemo con resistencia completa no desarrollan
ningún síntoma macroscópico visible, y que tal resistencia
es controlada por un sólo gen dominante, por lo que existe
el riesgo de rompimiento de la resistencia por nuevos genes
virulentos del patógeno. Sin embargo, este tipo de resisten-
cia se ha conservado por 12 años en Holanda. En cultivares
con resistencia incompleta, el desarrollo de P. horiana tiene
lugar sólo bajo fuerte presión de inóculo, y esta resistencia
parece estar conferida por varios genes. Las vars. ‘Guyana
y ‘Taffeta’ presentan resistencia incompleta (Firman y Mar-
tin 1968), mientras que ‘Ozenda white’, ‘Pesaro white’, ‘Pi-
doul’, ‘Tasman’, ‘Tom Pearse’ y ‘Veria Dark’ son conside-
radas inmunes (Wojdyla, 1999).
Las diferencias en tiempo de incubación de Uromyces
appendiculatus (Pers.:Pers.) Unger en variedades de frijol
(Phaseolus vulgaris L.), se ha relacionado con la resistencia
propia de cada variedad (Edington et al., 1994). También
Patterson et al. (1957) señalan que el periodo de incubación,
frecuencia y tamaño de pústulas, así como el tipo de reac-
ción a Puccinia graminis f. sp. tritici es una respuesta de la
resistencia inherente a la variedad de planta y no por efecto
de las razas. Cuando diversas variedades son inoculadas con
un mismo aislamiento, las diferencias varietales en la res-
puesta a la inoculación puedan atribuirse a diferencias en
susceptibilidad entre ellas. Sin embargo, cuando una varie-
dad responde de manera diferente a la inoculación con ais-
lamientos provenientes de diferentes regiones, las diferen-
cias en periodo de incubación y frecuencia de pústulas pue-
den más bien atribuirse a variaciones en patogenicidad in-
herentes a los aislamientos de P. h ori an a. En resumen, el
desarrollo de la enfermedad estará determinado tanto por las
características inherentes del patógeno y del hospedante,
como por las condiciones ambientales.
GARCÍA, ZAVALETA, ROJAS, LEYVA, FUENTES Y SIMPSON Rev. Fitotec. Mex. Vol. 30 (3), 2007
233
En el análisis polimórfico del ADN de los aislamientos,
los grupos resultantes se conformaron de acuerdo con el lu-
gar de procedencia de los mismos. Los aislamientos del Oc-
cidente y Oriente del Estado de México formaron un solo
grupo (c), que correspondió al de mayor virulencia (Cua-
dros 5 y 8, Figura 1). La estrecha relación entre los aisla-
mientos de la región Oriente y Occidente podría en parte
explicarse por el constante movimiento de material vegeta-
tivo de crisantemo entre ambas regiones. El grupo b se con-
formó por los aislamientos Tep-Mor, Tem-Mor y Jiu-Mor,
originarios del Estado de Morelos; pero el de Jiu-Mor se
separó de los otros dos, lo que coincide con su menor grado
de virulencia, ya que tan solo presentó 1.1 pústulas en pro-
medio y la máxima incidencia que indujo fue de 81.8 %. El
grupo a lo conformó el aislamiento de Puebla (Atl-Pue), se-
parado completamente del resto y se caracterizó por poseer
una virulencia extremadamente baja.
La relación entre virulencia y similaridad genética de
aislamientos se ha demostrado en múltiples trabajos, tanto
de royas como de otros hongos fitopatógenos. No obstante,
debe hacerse hincapié en que las variaciones detectadas en
el ADN de los aislamientos, no necesariamente son las res-
ponsables de los cambios en virulencia. Por ejemplo, Chen
et al. (1995) encontraron una relación baja entre virulencia
y polimorfismo del ADN de aislamientos de Puccinia estrii-
formis Westend. Burdon y Roelfs (1985) tampoco encontra-
ron asociación entre virulencia y polimorfismo en poblacio-
nes de reproducción sexual de P. graminis Pers.:Pers. tritici
Eriks. y E. Henn. En cambio, al evaluar , la severidad de la
infección por Magnaporthe grisea (T. T. Hebert) M. E. Barr
en arroz (Oryza sativa L.), se encontró una alta relación en-
tre la virulencia de aislamientos y la variación a nivel de
ADN (Levy et al., 1993).
Los presentes resultados con P. horiana claramente indi-
caron que el agrupamiento en el dendrograma por origen
geográfico (Figura 1), correspondió exactamente al agru-
pamiento de aislamientos con base en su virulencia (Cua-
dros 5 y 8). La agrupación por origen geográfico ha sido
reportada por varios autores en diferentes patógenos (Tus-
kan et al., 1990; Guthie et al., 1992; González-Chavira et
al., 1998). Esto puede deberse a que más de un gen, posi-
blemente muchos, estén involucrados en las reacciones de
adaptación a diversas condiciones climáticas (Miles y Len-
né, 1984). En P. hor ia na, la agrupación de los aislamientos
por área geográfica con base en los análisis de ADN fue
evidente en este estudio, lo que sugiere que las condiciones
geográficas, manejo del cultivo y variedades de crisantemo
en cada región influyen en la variabilidad de P. h or ia na.
Los aislamientos del hongo Colletotrichun lindemut-
hianum (Sacc. y Magnus) Lams.-Scrib. en frijol analizados
por RAPD y AFLP también se agruparon en función de su
origen geográfico (González-Chavira et al., 1998). En ais-
lamientos de Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Penz.
y Sacc. obtenidos tanto de papaya (Carica papaya L.) como
de aguacate (Persea americana Mill.) y analizados por
RAPD, se agruparon en primera instancia en función del
área geográfica, y luego por el tipo de síntomas que produ-
cían (Casarrubias–Carrillo et al., 2003).
CONCLUSIONES
Los aislamientos de Puccinia horiana del Estado de
México, tanto de la región Occidente como la del Oriente,
fueron más virulentos que los de los Estados de Morelos y
Puebla. Destacan los aislamientos de Coatepec Harinas y
Boyeros de las regiones Occidente y Oriente, respectiva-
mente, los cuales formaron un nodo separado en el dendo-
grama. En contraste, los aislamientos Jiutepec de Morelos y
Atlixco de Puebla fueron los menos virulentos y formaron
un nodo diferente en el dendrograma. Las diferencias en vi-
rulencia entre los 16 aislamientos se reflejaron en el análisis
de ADN.
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... Different pathotypes have been identified (Water 1981;Yamaguchi 1981;Garcia-Velasco et al. 2007). The most recent and extensive study in this respect revealed a system with at least seven avirulence genes (De Backer et al., 2011). ...
... As mentioned in the Section 3.1.1.3, pathotypes have been identified (Water 1981;Yamaguchi 1981;Garcia-Velasco et al. 2007;De Backer et al., 2011). At least 128 (= 2 7 ) pathotypes are theoretically possible, given that DeBacker et al. (2011)demonstrated the existence of at least seven avirulence genes. ...
... Host resistance is present in some cultivars of Chrysanthemum × morifolium, and results from practical observations or from actual resistance screenings are available (Anonymous 1964;Gjaerum, 1964;Nilsson, 1964;Stark and Stach, 1965;Baker, 1967;Dickens, 1968;Lindquist and Merlo, 1970;Martin and Firman, 1970;Matta and Gullino, 1974;Yamaguchi, 1981;Water et al. 1984;Rademaker and De Jong, 1985;De Jong and Rademaker, 1986;Rademaker and De Jong, 1987;Hahn, 1989;Smits et al. 1992;Norman et al., 1996;Sandoval et al. 1997;Toto and Budi, 1999;Takatsu et al., 2000;Skripka et al. 2004;Garcia-Velasco et al., 2007). A recent study demonstrated that at least seven host resistance genes against P. horiana are available (De Backer et al., 2011). ...
Article
Full-text available
The Panel on Plant Health conducted a pest risk assessment for Puccinia horiana Hennings (the causal agent of chrysanthemum white rust) for the EU territory, identified risk management options and evaluated their effectiveness. The assessment was conducted taking into account current EU legislation. The Panel also provided an opinion on the effectiveness of the present EU requirements against this organism, listed in Council Directive 2000/29/EC. Two major pathways for entry were identified: plant material of susceptible hosts for propagation purposes and cut flowers of Chrysanthemum × morifolium. The probability of further entry of the pest was considered unlikely, as the existing certification schemes for propagation material should reduce the risk of importing infected cuttings. For cut flowers, pest transfer to susceptible hosts is associated with the potentially incorrect disposal of cut flower waste within the vicinity of places of production, which is considered a rare event. The probability of establishment and further spread were both considered very likely. The current overall impact in the risk assessment area was considered minor, with medium uncertainty, mainly because standard protective actions are taken in most EU production areas. Risk reduction options to reduce the probability of entry and spread and mitigate the impact were analysed. Council Directive 2000/29/EC addresses mainly the sanitary status of the propagation material. The Directive cannot prevent the entry, establishment and spread, or mitigate the impact, of the pathogen. Were the current regulation to be removed, the frequency of introduction would probably increase. This poses a risk because, although the pest is widespread in the risk assessment area, not all Member States are infested and not all pest pathotypes are present. If a statutory certification system, with associated import requirements for propagation material of host plants, were introduced, this would include practically all prescriptions of the present regulation.
... A study in which six Japanese isolates were inoculated on 40 cultivars involved the first systematic testing of multiple isolates on multiple hosts, and revealed differential interaction phenotype profiles for several of the cultivars used (Yamaguchi 1981). A more recent study performed in Mexico on five cultivars with 16 Mexican isolates from four different regions showed variance in virulence, but did not clearly describe pathotypes (Velasco et al. 2007). These data all suggest the presence of pathotypes (physiological races), most likely as a result of gene-for-gene type of interactions (Flor 1956; Flor 1971; Stukenbrock and McDonald 2009). ...
... These results should be confirmed by genetic studies, but preliminary analyses of resistance characteristics in progeny of a cross of a resistant and susceptible cultivar using isolates BE5, BE6, JP1, and NL1 indicate Mendelian inheritance of different R genes (data not shown). Although several studies have demonstrated the existence of differential reactions in the pathosystem of P. horiana and chrysanthemum, none have tested a comprehensive collection of isolates covering a broad geographical range on a large set of cultivars and tried to assess the race complexity of this pathosystem and the number of resistance genes involved (Baker 1967; Dickens 1968; Yamaguchi 1981; Wojdyla 1999; Velasco et al. 2007). The pathogenic variability shown in those studies was rather limited compared to the results obtained here, presumably due to the wider geographical origin of our isolates, the selection of isolates on cultivars that were previously reported as resistant, and the larger number of test cultivars used, including some on which anecdotal infections were reported. ...
Article
Full-text available
Puccinia horiana is the causal agent of chrysanthemum white rust or Japanese rust. This microcyclic autoecious rust has a quarantine status and can cause major damage in the commercial production of Chrysanthemum x morifolium. Given the international and often trans-continental production of planting material and cut flowers of chrysanthemum and the decreasing availability of registered fungicides in specific regions, breeding for resistance against P. horiana will gain importance and will need to involve the appropriate resistance genes for the pathotypes that may be present. As pathotypes have not been well characterized in this system, the main objective was to build an international collection of isolates and screen these on a large collection of cultivars to identify different pathotypes. Using a robust and high throughput bioassay, we tested 36 selected cultivars with 22 individual single-pustule isolates of P. horiana. The isolates originated from three different continents over 4 different collection years and included some isolates from cultivars previously reported as resistant. In most cases the bioassays resulted in a clear scoring of interaction phenotypes as susceptible or resistant, while in several cases consistent intermediate phenotypes were found, often on specific cultivars. Twenty-four of the cultivars gave a differential interaction phenotype profile. All isolates produced a unique profile, infecting a minimum of 4 and a maximum of 19 differential cultivars. Based on the Person analysis of these profiles, this pathosystem contains at least seven resistance genes (and seven avirulence genes), demonstrating the highly complex race structure in this pathosystem. KeywordsAvirulence–Bioassay– Chrysanthemum x morifolium –Elicitors–Resistance–Rust
... The presence of different pathotypes of the pathogen was reported on several occasions (11,49,55,57). However, the full complexity of the pathosystem was shown in a comprehensive study only recently, in which a collection of 22 isolates, covering a broad geographic range, was tested on a set of 36 chrysanthemum cultivars (10). ...
Article
Chrysanthemum white rust (CWR) is a quarantine-significant pest in the United States (Title 7, Code of Federal Regulations, Part 319.37-2). The causal agent of CWR, Puccinia horiana Henn., is an autoecious, microcyclic rust that is pathogenic on chrysanthemum species (Chrysanthemum spp.) and close relatives within the family Asteraceae. CWR is indigenous to Japan, where it was first reported in 1895 (4). By the 1960s, CWR was found throughout Europe and later spread to Africa, Oceana, South America, and other parts of Asia. In North America, CWR was reported in Mexico and in the United States (New Jersey and Pennsylvania [1977], Oregon and Washington [1990], and California [1991]). Additional detections of CWR were later reported in 22 Pennsylvania counties (2004, 2006 to 2010) (3). These later Pennsylvania reports stated that eradication was attempted at some sites, but unconfirmed observations suggested that the rust pathogen might overwinter in volunteer plants (3). Since “CWR is known to overwinter in Europe where chrysanthemums overwinter (average minimum temperatures ranging from –10°F to 10°F)” (2), the unconfirmed Pennsylvania observations prompted us to determine if P. horiana can overwinter in Pennsylvania. During October 2010, we identified CWR on perennial mums planted at six outdoor garden locations in University Park, PA. Symptomatic plants were quarantined and eradication attempted. Eradicated sites were routinely surveyed and CWR confirmed in July 2011 on volunteer plants at two of the originally infested sites. An additional outdoor garden site with CWR was observed in State College, PA, during October 2011 and eradication attempted. The three infested sites were surveyed throughout the fall and winter of 2011 to 2012. During February 2012, two asymptomatic volunteer plants arising from root pieces were collected from each of the three sites. Each sample was washed with tap water to remove excess soil, examined morphologically, surface sterilized with 10% bleach, and divided into two subsamples. One subsample from each site was divided into crown and root portions and DNA extracted using a Qiagen DNeasy Plant Mini Kit. Molecular analysis was performed using modifications of published primers ITS 5 and Rust1 (1,4). Puccinia horiana was detected in plant roots from one site and in plant crowns from two sites. The remaining two subsamples from each site were transplanted into sterilized potting soil and placed in a clean controlled environment chamber at 18°C and 85% relative humidity (RH). After 6 weeks, six actively growing plants were transferred to a second clean controlled environment chamber at 17°C and 90 to 100% RH. On 6 April 2012, CWR symptoms and signs were confirmed morphologically on two plants that had been removed from one site. On 19 April 2012, CWR signs and symptoms were confirmed morphologically and by molecular analysis on leaves of volunteer plants at one University Park site. DNA extractions were sequenced and shared a 100% maximum identity to a known P. horiana accession (EU816920.1) in GenBank. To our knowledge, this is the first confirmed report of P. horiana overwintering in Pennsylvania. References: (1) H. Alaei et al. Mycol. Res. 113:668, 2009. (2) Anon. Chrysanthemum White Rust Bulletin, Syngenta Flowers Inc., Gilroy, CA, 2010. (3) S. Kim et al. Phytopathology 101:S91, 2011. (4) K. Pedley. Plant Dis. 93:1252, 2009.
Article
Full-text available
The obligate biotrophic pathogen Puccinia horiana is the causal agent of chrysanthemum white rust. Although P. horiana is a quarantine organism, it was able to spread to most chrysanthemum producing regions in the world since the 1960's, however, the transfer routes are largely obscure. An extremely low level of allelic diversity was observed in a geographically diverse set of eight isolates using Complexity Reduction of Polymorphic Sequences (CRoPS) technology. Only 184 of the 16,196 contigs (1.1 %) showed one or more single nucleotide polymorphisms (SNPs). Thirty two SNPs and one simple sequence repeat (SSR) were translated into molecular markers and used to genotype 45 isolates originating from North and South America, Asia and Europe. Phylogenetic clustering was in most cases related to geographic origin, indicating local establishment. The European isolates mostly grouped in two major populations that may relate to the two historic introductions previously reported. However, evidence of recent geographical transfer was also observed, including transfer events between Europe and South America and between South-East Asia and Europe. In contrast with the presumed clonal propagation of this microcyclic rust, strong indications of marker recombination were observed, presumably as a result of anastomosis, karyogamy and somatic meiosis. Recombination and transfer also explain the geographical dispersal of specific markers. A near-to-significant correlation between the genotypic data and previously obtained pathotype data was observed and one marker was associated with the most virulent pathotype group. In combination with a fast SNP detection method, the markers presented here will be helpful tools to further elucidate the transfer pathways and local survival of this pathogen.
Article
Full-text available
The relationships of Puccinia striiformis f. sp. hordei (stripe rust of barley) to P. striiformis f. sp. tritici (stripe rust of wheat) and P. striiformis f. sp. poae (stripe rust of bluegrass) in North America were determined by virulence and random amplified polymorphic DNA (RAPD) analyses. Their relationships to P. hordei (leaf rust of barley), P. recondita f. sp. tritici (leaf rust of wheat), and P. graminis f. sp. tritici (stem rust of wheat) were determined by RAPD assay. All isolates of P. striiformis f. sp. hordei were virulent on some cultivars of wheat, and some isolates of P.striiformis f. sp. tritici were virulent on some cultivars of barley. Isolates of P. striiformis f. sp. hordei and P. striiformis f. sp. tritici did not infect bluegrass, and isolates of P. striiformis f. sp. poae did not infect barley and wheat cultivars. Of 31 barley genotypes tested, 9 were susceptible and 8 were resistant to all isolates of P. striiformis f. sp. hordei. The remaining 14 genotypes showed differential reactions. Fourteen races (pathotypes) of P. striiformis f. sp. hordei were identified using eleven selected barley genotypes based on avirulence/virulence patterns. A system for naming and designating races of P. striiformis f. sp. hordei was presented to distinguish races of P.striiformis f. sp. hordei from races of P. striiformis f. sp. tritici. RAPD analyses separated the isolates of P. striiformis f. sp. hordei, P. striiformis f. sp. tritici, and P. striiformis f. sp. poae. P. striiformis f. sp. hordei and P. striiformis f. sp. tritici were more closely related to each other than they were to P. striiformis f. sp. poae. Based on molecular variation, none of the three formae speciales of P. striiformis were more closely related to P. hordei, P. recondita f. sp. tritici, or P. graminis f. sp. tritici.
Article
Colletotrichum graminicola, the causal agent of anthracnose of sorghum, is a highly variable fungal pathogen. The high degree of variability hinders breeding for resistance and optimal deployment of cultivars. The extent and nature of this variability can now be characterized by random amplified polymorphic DNA marker analysis, a simple and fast technique that permits differentiation among isolates.
Article
A polymerase chain reaction (PCR) method has been developed with a 558-bp fragment of the 16S rRNA gene as template DNA and two oligonucleotide primers from conserved regions of this gene. The suitability of the system has been tested with 17 isolates of mycoplasmalike organisms (MLOs) maintained in periwinkle (Catharanthus roseus) and with nine MLO samples from field-grown woody plants. With DNA preparations enriched in MLO DNA, an amplification product was obtained after 24 cycles from all MLOs maintained in periwinkle. No amplified DNA was detected under these conditions in the samples from healthy plants. However, after 40 cycles a DNA fragment similar in size to those from MLO-infected plants was detected. This amplification could clearly be distinguished from the MLO fragments by restriction fragment length polymorphism (RFLP) analysis with AluI restriction endonuclease. Amplified DNA was also obtained with DNA preparations from MLO-diseased and healthy woody plants after 40 cycles. In this case, too, MLO fragments could be distinguished from the amplification of DNA from healthy plants by RFLP analysis. According to the restriction profiles, four distinct groups could be differentiated among the MLOs examined. With the PCR system developed, a MLO fragment was detected after amplification of approximately 18 pg of DNA from diseased periwinkle and 170 pg of DNA from infected woody plants.