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Resumen
Los incendios forestales han tenido gran relevancia en los últimos años
debido a su participación directa en el incremento de bióxido de car-
bono en la atmósfera, así como por su contribución a la deforestación
y sus consecuencias como la erosión de los suelos o el cambio en la
estructura y composición de los bosques. Este trabajo presenta los re-
sultados preliminares sobre el comportamiento del fuego para el Par-
que Nacional La Malinche y una eventual evaluación de riesgos a
incendios con base en un inventario de combustibles y variables físi-
cas del terreno. Los resultados que se presentan son: 1. Los datos de
cobertura vegetal del parque obtenidos mediante fotointerpretación
corroborada en campo. 2. Un mapa inventario de los combustibles por
comunidad vegetal, el cual contiene el volumen total de combustibles
por clase dominante de bosque. El análisis del comportamiento po-
tencial del fuego se hizo utilizando el programa BehavePlus. Se pre-
sentan escenarios para los tres tipos de comunidades vegetales
considerando pendiente del terreno y dirección y velocidad del vien-
to. Los resultados preliminares del modelo sugieren que los bosques
de oyamel y encino presentan valores más altos en los parámetros
*Centro de Ciencias de la Atmósfera e Instituto de Geografía,
UNAM
, Circuito Exterior Ciudad
Universitaria, 04510, México D.F. villers@servidor.unam.mx; jlblanco@servidor.unam.mx
Comportamiento del fuego y evaluación del riesgo
por incendios en las áreas forestales de México:
un estudio en el Volcán la Malinche
LOURDES V ILLERS RUIZ Y JORGE LÓPEZ BLANCO*
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
analizados, durante la presencia de un incendio, debido al mayor vo-
lumen de material vegetal sobre el suelo, asimismo por la presencia
de hierbas y arbustos. Por otro lado, los bosques de pino presentaron
alta vulnerabilidad de inicio de incendio por su cercanía con las áreas
agrícolas, poblados y caminos, sin embargo el suelo de estos bosques
mostró un volumen menor de combustibles vegetales.
Palabras clave: combustibles vegetales, incendios forestales, peligros natu-
rales, modelos de incendios.
Abstract
Wildfires have had a great relevance in the last few years due to their
direct contribution to the increment of carbon dioxide in the atmos-
phere, as well as to their participation to deforestation and their
consequences in soil erosion or in the forest structure and composition
change. This work presents the preliminary results obtained in the La
Malinche Volcano National Park (LMVNP) about potential fire behavior
and an eventual risk evaluation of wildfire based in a fuel inventory
and in the physical variables of the land. Results presented here are:
1. The extents of the different land use/cover classes of the LMVNP
obtained by photointerpretation delineation checked by fieldwork, and
2. The fuel inventory map that include average fuel-volume per forest
dominant category (vegetation community). Potential fire-behavior
analysis was made using the BehavePlus model. Scenarios are
presented for the three types of vegetation communities considering
hillslope, wind velocity and wind direction. Preliminary results of model
show that fir forests present higher values of the analyzed parameters,
during a simulated fire activity, due to a higher volume of vegetal
material on soil, and also by the existence of grasses and bushes. In
other subject, pine forest presented high fire-initiation vulnerability
due its proximity to agricultural areas, towns and roads, however its
soil cover shown a small amount of fuel volume.
Keywords: Fuels, wildfire, natural hazards, wildfire models.
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
Introducción
Un incendio forestal es la perturbación que, con una ocurrencia y pro-
pagación no controlada, afecta selvas, bosques y vegetación de zonas
áridas y semiáridas. Se consideran tres tipos de incendios forestales:
superficiales, donde el fuego consume los combustibles que se han
depositado sobre el suelo, como hierbas, zacates, leñas, hojarascas,
sin quemar todo el cuerpo de los árboles. Subterráneos, el fuego que-
ma el mantillo y raíces bajo la superficie del suelo o la materia orgáni-
ca acumulada en las fracturas de grandes afloramientos de roca, y por
último los incendios de copa o corona, los cuales son poco frecuentes
en México (Cedeño 1999).
Estos tres tipos de incendios implican diferentes grados de daño en
los ecosistemas. Cabe mencionar que bajo condiciones extremas de
sequías como las experimentadas en 1998, los incendios más severos,
como los de copa, se incrementaron. También, los ecosistemas que
normalmente no son suceptibles a incendios, como los bosques hú-
medos y la vegetación de los desiertos, experimentaron ocurrencia de
incendios fuera de lo normal (Magaña 1999).
Por otra parte, el manejo del fuego comprende las actividades de
prevención y combate de incendios forestales e incluso de uso y con-
servación (Agee 1993). En una adecuada planificación de las anterio-
res actividades o bien en una planeación para su control, es importante
que se consideren los aspectos ambientales involucrados y que se ten-
ga, como base fundamental, un conocimiento del fuego y su compor-
tamiento.
Desde la década de los años sesenta, los estudios sobre incendios
forestales en México han presentado distintos enfoques, ellos contem-
plan básicamente tres aspectos: estudios sobre los efectos del fuego en
los ecosistemas forestales (Olvera 1967, Zendejas 1971, Aguirre 1978,
García 1985, Flores y Benavides 1993, Becerra-Luna 1995, Rodríguez-
Trejo 1996), actividades de prevención y combate, dividiéndose éstas
en dos partes, la operativa (Carvajal 1966, Rodríguez-Trejo et al. 2002) y
el desarrollo de índices de comportamiento y riesgo de incendios (Ma-
gaña 1983, Marín y Borja 1984, Alvarado 1986, Flores 2001); el tercer
aspecto lo constituye el uso del fuego como herramienta silvícola-pas-
toril (Sánchez y Dietrich 1983, Velázquez et al., 1986).
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
Para el volcán La Malinche ciertos resultados sobre la ocurrencia
de los incendios han sido reportados en algunos trabajos, por ejemplo
en Villers et al. (2002), se presenta una relación entre la precipitación
pluvial con respecto a la presencia y severidad de los incendios, usan-
do un período de datos de diez años. Esta investigación reveló que
existe una relación inversa entre los valores promedio de la precipita-
ción pluvial de los períodos de quince días consecutivos secos (o con
lluvia inapreciable) con respecto a un incremento en el número de los
incendios.
Asimismo, con base en los diez años de registros de incendios dentro
del parque y del análisis de las características físicas en donde estos se
presentan, se ha reportado que los bosques de pino y los pastizales han
sido los más afectados por los incendios y que el mayor número de ellos
se manifiesta entre los 2,600 y 3,200 msnm, en donde existe una gran
dinámica de uso agropecuario del suelo (Villers et al. 2001).
En el presente estudio se exponen los resultados preliminares de
una investigación, a tres años, en el volcán La Malinche. El enfoque
principal es sobre el entendimiento de los incendios superficiales, eva-
luando la composición de los bosques, sus combustibles vegetales aso-
ciados por encima del nivel del suelo y su relación con los parámetros
físicos y meteorológicos del ambiente, integrando y analizando la in-
formación desde un punto de vista espacial en un sistema de informa-
ción geográfica (SIG).
Área de estudio
El volcán La Malinche se localiza entre los 19° 05’ y 19° 22’ de latitud
norte y los 97° 53’ y 98° 12’ de longitud oeste, en la porción sureste del
estado de Tlaxcala. Abarca poco más de 30 km de diámetro, y se eleva
de los 2,300 a los 4,461 msnm. Desde una perspectiva político-admi-
nistrativa 4/5 partes de su superficie quedan comprendidas dentro de
la entidad tlaxcalteca, el resto corresponde al estado de Puebla (Fig. 1).
Con el propósito de controlar de mejor manera el uso forestal y
agropecuario, así como para monitorear los incendios forestales, se
encuentran en La Malinche seis casetas de vigilancia forestal. Cada
caseta cuenta con dos guardabosques y un vehículo, también se tiene
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
comunicación por radio entre cada caseta con las oficinas centrales de
la Coordinación General de Ecología del Estado de Tlaxcala, de la
cual ellos dependen.
Materiales y métodos
Mapas de cobertura vegetal y de uso del suelo 1994/95 y 2001.
Se realizó un procedimiento de fotointerpretación y corrección foto-
gramétrica en línea (o en tiempo real), para obtener el mapa de cober-
tura vegetal/uso del suelo, los rasgos trazados en las fotografías aéreas,
que incluyeron las áreas quemadas de 1997 y 1998 (Fig. 2), fueron
digitalizadas utilizando un SIG (ILWIS; ver ITC 2000). Se utilizaron las fo-
tografías aéreas pancromáticas a escala 1:75,000, tomadas por el INEGI
en mayo de 1994 y febrero de 1995 y las fotografías aéreas pancromá-
ticas a escala 1:25,000, tomadas por SECODUVI en enero de 2001 (SECO-
DUVI 2001).
Estados Unidos
Golfo de México
Área de estudio
Guatemala
Belice
Océano Pacífico
Figura 1. Localización general del área de estudio.
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
Actualmente se está realizando la fotointerpretación geomorfológica
morfogenética y morfodinámica del volcán La Malinche a escala
1:75,000 con el fin de tener una delimitación de las unidades carto-
gráficas de referencia (unidades ambientales biofísicas), determinadas
a partir de un criterio de homogeneidad relativa geomorfológica e in-
cluyendo factores ambientales (geología, suelos, vegetación, clima, etc.).
Dichas unidades servirán para jerarquizarlas, en función de la influen-
cia del relieve, con respecto a la presencia de los incendios forestales
(Castillo-Rodríguez y López-Blanco 2004).
Clasificación de los combustibles
Se entiende por combustibles forestales a un complejo de materiales
vivos y muertos. En este caso se reportan los combustibles muertos,
que son aquellos que no tienen tejido vivo y yacen sobre el suelo.
Figura 2. Compuesto en color de la imagen de satélite Landsat, de diciembre de
1999, en donde se señalan las áreas que fueron afectadas por los incendios de 1998.
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
Pueden ser de dos tipos, hojarasca y mantillo y el material leñoso, el
cual se clasifica según el grosor en: Clase 1 (< 0.6 cm), 10 (0.6-2.5
cm), 100 (2.5-7.6 cm), y 1000 (> 7.6 cm) horas retardo (Fosberg 1972,
Burgan y Rothermel 1984, Anderson 1990). El tiempo de retardo es
el período en el que un combustible tarda en perder o ganar dos
tercios de la diferencia entre su contenido inicial de humedad y la
del ambiente. Conforme el combustible es más grande, más lenta-
mente perderá o ganará humedad, por lo que tendrá mayor tiempo
de retardo. El complejo de combustibles debe estar bien caracterizado
para poder entender las interacciones que se den entre combusti-
bles, ambiente y fuego.
Trabajo de campo
El criterio para la selección de los sitios de muestreo de combustibles
en campo se estableció con base en la fotointerpretación del área fo-
restal del Parque. Los factores que se tomaron en cuenta fueron los
siguientes: 1) tipos de asociaciones vegetales 2) su distribución, 3) los
niveles altitudinales y la topografía, y 4) su estado de conservación.
Se determinó un número de muestra de trece sitios en una hectárea,
los cuales fueron asignados a cada comunidad vegetal, de acuerdo
con su extensión y su relación con la superficie total de bosque. Cada
sitio de muestreo estuvo compuesto por diez círculos de 0.1 ha de su-
perficie.
De abril de 2002 a febrero de 2003 se llevó a cabo el trabajo de
campo. Los sitios elegidos fueron registrados con un GPS y marcados
en una carta topográfica a escala 1:50,000. En cada uno de los diez
círculos que conforman a un sitio de muestreo se eligió un punto cen-
tral. Entre centros de círculos existió una distancia de 50 m. Para la
colecta y cuantificación de la carga de combustibles se usó la técnica
de intersecciones lineales sobre transectos de 25 m de longitud, desde
el centro del círculo; la dirección de la primera línea se estableció al
azar y las dos subsiguientes fueron establecidas a partir de ángulos de
120˚ grados hacia la derecha e izquierda con respecto a la primera.
En cada transecto el material leñoso fue inventariado en grupos, con-
siderando a las cuatro clases diamétricas señaladas antes. Asimismo,
a lo largo de las líneas fue medida, a cada 5 m, la profundidad del
mantillo y al final de cada línea se colectó la hojarasca de un cuadro
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
de 400 cm2, para determinar su densidad, siguiendo los lineamientos
establecidos por Brown (1974), McRae et al. (1979) y Schmid-Haas et
al. (1993).
Modelo de comportamiento del fuego
El análisis del comportamiento potencial del fuego se realizó con base
en los datos de combustibles obtenidos en campo, utilizando el progra-
ma BehavePlus Fire Modeling System, version para Windows de octu-
bre de 2000 (USFS 2000). Este programa utiliza los modelos matemáticos
originados por Rothemel (1972). El modelo en sí predice, entre otros
aspectos, la tasa de dispersión e intensidad del fuego cuando se cono-
cen ciertas propiedades de los combustibles y de las condiciones am-
bientales que se presentan durante el incendio. En este caso se aplicaron
los datos correspondientes a combustibles de tres sitios que coincidie-
ron con bosques de: oyamel, pino y encino (y dos de sus combinaciones
posibles) y se modelaron o plantearon escenarios para distintas condi-
ciones de humedad de combustibles, dirección y velocidad del viento y
pendiente del terreno.
El valor de humedad de extinción que fue usado en este trabajo
fue obtenido a partir de los trece modelos estándares de combusti-
bles para el comportamiento del fuego, reportados por la National
Fire Danger Rating System (NFDRS; Anderson 1985). Se usaron tres
escenarios para Behave, con humedad baja, media y alta. Presenta-
mos en este trabajo los resultados de los cálculos realizados con hu-
medad de combustible baja. De esta manera el contenido de humedad
usado para las clases 1, 10 y 100 horas, de los combustibles leñosos,
fue de 3, 4 y 5% de humedad, respectivamente. Se usó un 70% de
humedad para hierbas y para combustibles leñosos vivos. Para la si-
mulación de la velocidad del viento se utilizó la escala de Beaufort
(11, 19, 29, 39 y 50 km/h) y estos valores fueron ensayados para dos
escenarios, vientos con dirección hacia arriba de la ladera y con di-
rección hacia abajo de la ladera. Las inclinaciones de las pendientes
usadas fueron de seis clases (0, 22, 32, 45, 64, y 90%). Finalmente las
predicciones fueron realizadas con una hora de ignición. Para obte-
ner el porcentaje de mortalidad se utilizó el grosor de la corteza por
género, medido en campo.
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
Evaluación del riesgo
Para la realización de la evaluación de riesgo a la presencia de los
incendios forestales, en el área del volcán La Malinche, se partió del
siguiente marco conceptual (van Westen 1994): un peligro natural (H)
se representa por la probabilidad de la ocurrencia de un fenómeno
potencialmente dañino dentro de un período específico de tiempo y
dentro de una área dada. La vulnerabilidad (V) es el grado de pérdida
de un elemento o de un conjunto de elementos dados, que están en
peligro, como resultado de la ocurrencia de un fenómeno natural de
una magnitud dada (se cuantifica como 0 = sin daño y 1 = pérdida
total). El riesgo específico (Rs) es el grado esperado de pérdidas debido
a un fenómeno natural particular, puede ser expresado por el producto
de H por V. Los elementos en riesgo (E) corresponden con la cantidad de
población presente en una área dada, sus propiedades, sus actividades
económicas, incluyendo a los servicios públicos, etc. El riesgo total
(Rt) es el número potencial de pérdidas humanas, personas heridas,
daño a las propiedades o afectación de las actividades económicas
debido a un fenómeno natural particular y se representa en términos
formales por la siguiente relación:
Rt=E*Rs=E*(H*V)
En dicha evaluación del riesgo se consideran las relaciones causa-
efecto de algunas variables fundamentales como: a) combustibles po-
tenciales en función de los tipos de bosque, b) las variables
meteorológicas pre-incendio (lluvia y temperatura), c) las variables
meteorológicas que tienen influencia durante el incendio (velocidad y
dirección dominante del viento), d). Las condiciones geométricas del
relieve (pendiente, orientación de las laderas, altitudes y la presencia
de barrancos) y e). La influencia humana en la presencia (o ausencia)
de los combustibles y en el patrón de uso del suelo.
Para la elaboración del mapa de riesgos a incendios (risk map) se
han estado trabajando los siguientes tres mapas principales:
1. El mapa de frecuencias de incendios, registrados por cuadrante de
un km2, que al ser integrado con el mapa de factores ambientales
combinados, en donde se evaluarán todas las variables biofísicas y
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
socioeconómicas que influyen en dicho fenómeno (combustibles,
meteorológicas, de relieve, de vegetación, etc.) permitirá tener un
mapa resultante de peligrosidad a la presencia de incendios (hazard
map), en función de sus valores finales de probabilidad (factor H).
Se parte de una base de datos que incluye la frecuencia y la exten-
sión dañada por los incendios ocurridos en el período de 1995 al
año 2000. Estos datos tienen origen en los registros hechos por las
brigadas de campo de control de incendios del estado de Tlaxacala.
2. El mapa de vulnerabilidad socioeconómica ambiental (o de grado
de pérdida posible), se construirá al considerar los diferentes esce-
narios de incendios, en términos de localización, intensidad, ex-
tensión y rapidez de propagación (factor V). Este mapa se elaborará
a partir de la consideración de las áreas que sufrieron mayores cam-
bios de cobertura-uso del suelo entre 1970-1994-2000, sobre todo
en aquellas áreas colindantes en donde: a) se amplió el uso agríco-
la del suelo, b) en donde se observó una mayor perturbación en el
bosque por la extracción de madera (áreas de aprovechamiento fo-
restal), c) en donde se han provocado incendios o bien se abrieron
o ampliaron áreas para la inducción de pastos y d) en áreas con
mayor presencia de caminos y brechas.
3. El mapa combinado de los elementos en riesgo, será construido
con los datos de cantidad de población por localidad y por munici-
pio, sus propiedades, sus actividades económicas, sus recursos na-
turales, etc. (factor E).
En la segunda fase de este proyecto se aplicará un procedimiento
de toma de decisiones para establecer una estrategia de manejo de los
incendios forestales, basándose en el conocimiento de los mapas de
peligros y riesgos elaborados con el método propuesto en este trabajo.
Para ello se aplicarán las técnicas de análisis multicriterio (Ceballos
Silva y López Blanco 2003a, 2003b), con base en un arreglo jerárquico
de los diferentes niveles de importancia de cada factor (conjunto de
variables decisión), que serán asignados tanto por los expertos en el
análisis y en el manejo de los incendios forestales, como en los repor-
tes de la literatura especializada.
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
Resultados
A partir de la evaluación realizada mediante fotointerpretación y co-
rroboración de campo, se conoce ahora la distribución espacial de los
tipos de bosque y de las áreas agrícolas existentes en el volcán La
Malinche. Aproximadamente el 51% del parque (23,612 ha) corres-
ponde a agricultura, poblados y áreas sin cobertura vegetal aparente,
en donde la presencia del disturbio humano es marcada y se presenta
escaso arbolado. La otra mitad del parque corresponde predominan-
temente a bosque de coníferas y latifoliadas. Dentro de las especies de
pino se incluyen Pinus montezumae, P. pseudostrobus, P. leiophylla, P.
patula, y P. teocote, que ocupan 8,933 ha. La asociación de pino-encino
cubre 4,800 ha, en donde las especies comunes de encino incluyen a
Quercus crassifolia, Q. laurina, y Q. rugosa. La asociación pino-pasti-
zal ocupa 3,863 ha. y la Pino-oyamel (Abies religiosa) cubre 1,601 ha.
El bosque de oyamel cubre solamente una extensión de 1,255 ha. El
matorral con encino cubre una área de 1,146 ha. El área cubierta sola-
mente con pastizales es de 648 ha y con encinares exclusivamente es
de 204 ha.
Combustibles
En la Tabla I se presenta el volumen de combustible por clase diamétrica
y por tipo de asociación de vegetación, asimismo muestra la dimensión
de la profundidad del mantillo. En ella se observa que para el primer
diámetro (0-0.6 cm), el bosque de oyamel tiene un mayor volumen, y
para los dos diámetros restantes, los bosques de encino y pino-encino
poseen los valores volumétricos dominantes. También se observa que
conforme los materiales leñosos son de diámetro mayor el volumen se
reduce, sobre todo para el diámetro de 2.5-7.6 cm. Con respecto a la
profundidad del mantillo, el valor mayor corresponde al bosque de encino
(27 cm), la asociación de pino-encino tiene 24 cm, mientras que para el
de oyamel el espesor de combustibles es de 17 cm y para el de pino sólo
de 15 cm. A partir de la estimación volumétrica de los combustibles se
realizó el mapa de valores medios de combustibles. La sumatoria de
todas las clases diamétricas señaladas en la Tabla I, por tipo de bosque,
se presenta en la Figura 3.
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
Tipo de 1 h de retardo 10 h de retardo 100 h de retardo Profundidad
bosque (0-0.6 cm) (0.6-2.5 cm) (2.5-7.6 cm) del mantillo
kg m
-2
kg m
-2
kg m
-2
m
Oyamel 0.70 0.47 0.06 0.17
Oyamel-Pino 0.44 0.42 0.05 0.16
Encino 0.42 0.87 0.34 0.27
Encino-Pino 0.38 0.81 0.37 0.24
Pino 0.04 0.33 0.04 0.15
Nota: los datos para los bosques de Pino-Oyamel y Pino-Encino fueron calculados a partir de la combinación de sus
datos individuales por género.
Tabla I. Vo lumen de combustibles según tiempo de retardo, diámetro del material
leñoso y tipo de bosque.
Figura 3. Mapa que muestra la distribución de los combustibles para las distintas
clases de bosque.
Combustibles en
kg m
-2
(o=0.0-7.6 cm)
590000 600000 610000
2130000
2120000
2140000
Encino (1.63)
Encino-Pino (1.56)
Oyamel (1.23)
Oyamel-Pino (0.91)
Pino (0.41)
Pino-Pastizal
Matorral-Encino
Pastizal
N
S
WE
0 5000
Escala
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
Comportamiento del fuego
En las Figuras 4 y 5 se presentan los resultados obtenidos de la simula-
ción realizada con Behave, para los tres tipos de bosque analizados.
Los de Abies presentan la tasa más alta de dispersión del fuego, segui-
do de los de pino-encino y finalmente de los de pino. En la Figura 4 se
presentan los resultados de la tasa de dispersión del fuego cuando el
viento, a distintas velocidades, va en dirección de abajo hacia arriba
sobre la ladera, en condiciones secas y para pendientes desde 0 a 90%.
El mayor peligro de incendio está en los bosques de Abies, con terre-
nos muy escarpados (90% de pendiente) y cuando los vientos son ex-
tremos, de 50 km/h. Bajo estas condiciones la tasa de dispersión del
fuego puede llegar hasta velocidades de 4,104 m/h.
Para el caso de la intensidad en la línea de fuego (Fig. 5), los resul-
tados muestran un patrón de comportamiento similar al de la tasa de
dispersión señalada anteriormente, de esta manera los bosques de
Abies presentan la intensidad más alta en terrenos escarpados. En
cambio los bosques de pino muestran el más bajo potencial de la in-
tensidad de la línea de fuego, presentando el punto más bajo en terre-
nos planos y con una velocidad del viento hacia arriba de la ladera de
11 km/h. Bajo este escenario la intensidad fue de 163 kW/h. Esta in-
tensidad del fuego se incrementa proporcionalmente de acuerdo con
la pendiente y con la velocidad del viento hasta alcanzar una intensi-
dad de 882 kW/h, en terrenos escarpados con 90% de pendiente y un
viento ladera arriba de 50 km/h.
Discusión y conclusiones
Los tres tipos de bosque más representativos del volcán La Malinche
fueron analizados, ellos ocupan el 67% del área. El volcán está bajo
constante influencia humana, las comunidades locales recogen mate-
rial leñoso y realizan tanto quemas agrícolas en áreas colindantes con
bosque, como propiamente en éstas, para promover el renuevo de los
pastos y llevar sus hatos de ganado menor (principalmente borregos y
cabras) a estos lugares.
De cierta manera la vulnerabilidad de los bosques de pino es ma-
yor debido a su mayor cercanía con las áreas agrícolas, poblados y
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
Figura 4. Ta sa de dispersión potencial del fuego en sitios de oyamel, pino-encino y
pino, bajo distintas condiciones físico-ambientales.
Figura 5. Intensidad potencial del fuego en sitios de oyamel, pino-encino y pino,
bajo distintas condiciones físico-ambientales.
(m/h)
(kW/h)
(kW/h)
(kW/h)
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COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y EVALUACIÓN DEL RIESGO POR INCENDIOS
caminos y son áreas menos húmedas y con mayor exposición a la ra-
diación solar. Sin embargo según los resultados del modelo, el riesgo
se reduce, pues tienen una densidad arbórea baja, comparada con las
comunidades de oyamel y encinos y se presentan preferentemente en
áreas que tienen menor inclinación del terreno, asimismo su bajo im-
pacto según la conducta potencial del fuego modelada, es debido a las
cantidades reducidas de combustibles en todas las clases diamétricas
reportadas para este tipo de bosque. Para los bosques de Quercus
(encinos) su nivel de peligrosidad es intermedio, debido a una mayor
cantidad de arbustos y pastizales, la cantidad de combustibles es ma-
yor que en los bosques de coníferas (pino y oyamel) y en condiciones
ambientales físicas semejantes a las de los bosques de oyamel, pre-
sentan un comportamiento parecido.
Para el caso de los bosques de Abies (oyamel) su nivel de peligrosi-
dad es el menor debido a su menor accesibilidad para los pobladores
locales, por encontrase dichos bosques en áreas más abruptas, sin em-
bargo, tienen mayor densidad arbórea, mayor pendiente, menor pre-
sencia de áreas agrícolas cercanas, una cantidad mayor de combustibles
en la primer clase diamétrica y por lo tanto mayor riesgo a que el
impacto o severidad del incendio sea mayor.
Agradecimientos
Al CONACYT por el financiamiento del Proyecto Núm. 38697-V. A la
Coordinación de Ecología del Gobierno del Estado de Tlaxcala, a los
ingenieros José Felipe Marín y Miguel Salinas, y al Biól. Juan Car-
los López Domínguez, por su apoyo durante el trabajo de campo y a
SECODUVI, Secretaría de Comunicaciones, Desarrollo Urbano y Vivien-
da del Gobierno del Estado de Tlaxcala, por las fotografías aéreas
brindadas.
Referencias
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L. VILLERS RUIZ • J. LÓPEZ BLANCO
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