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Petrología de la pizarra para cubiertas y sus factores de calidad

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La pizarra en España se ha venido
empleando como material de construcción
desde hace siglos, utilizándose en
construcciones locales, aunque hoy el
volumen de exportación ha decrecido
(figura 1).
Sin embargo, no fue hasta
la década de los años sesenta
(figura 2)
cuando se produjo una mecanización
del sector que incrementó enormemente
la cantidad y calidad del producto,
introduciéndose la pizarra española en
los mercados de Reino Unido, Francia
y Alemania, países con una larga tradición
de arquitectura en pizarra. Las labores de
arranque se realizaban con cartuchos
de pólvora negra, lo cual fracturaba el
bloque de pizarra. La introducción del hilo
de diamante
(figura 3)
en la década de los
ochenta supuso un gran avance, ya que
permitía sacar grandes bloques intactos,
mejorando el rendimiento en cantera.
Previamente al hilo de diamante se probaron
otros sistemas alternativos a la extracción
con pólvora, como las sierra de disco en
cantera y las sierras de espada, pero estos
métodos, a pesar de suponer un adelanto
tecnológico, no pudieron competir con las
prestaciones y el rendimiento del corte con
hilo de diamante. La introducción de estos
sistemas de corte permitió también observar
las estructuras sedimentarias por primera
vez, al ofrecer superficies planas
perpendiculares a la foliación. Antes, el
empleo de explosivo no permitía observar
una superficie limpia, por lo que muchos
rasgos de la estructura se perdían para los
técnicos. En esta época se empezó a utilizar
de manera regular el sondeo continuo como
método de investigación.
Las mejoras en los procesos de extracción
y elaboración
(figura 4)
que se han venido
incorporando al sector en los últimos años
han incrementado de manera considerable
el rendimiento de los yacimientos menos
productivos. También se ha incorporado
el marcado CE según la norma UNE 12326,
lo que ha supuesto un valor añadido para
la pizarra.
Características generales
de la pizarra para cubiertas
Una pizarra para cubiertas es una roca capaz
de exfoliar en placas de tamaño aceptable
con espesores comprendidos entre 3 y
10 mm, ofreciendo superficies planas
y homogéneas. La pizarra proviene
del metamorfismo de arcillas,
correspondiéndose este metamorfismo
a la facies de los esquistos verdes, con unas
condiciones de presión y temperatura que
oscilan entre 300-400 ºC y 2-3 kbar,
ROCAS ORNAMENTALES
Tierra y tecnología, nº 34, 91-96 Segundo semestre de 2008 •
91
Petrología de la pizarra para
cubiertas y sus factores de calidad
España es, en la actualidad, el principal productor mundial de pizarra para cubiertas, a pesar de que en
los últimos años el peso total en las exportaciones españolas ha ido disminuyendo, debido principalmente
a la competencia de países como China, India y Brasil. Sin embargo, la calidad de la pizarra proveniente
de estos países y la fabricación es inferior a las de las pizarras de la península Ibérica.
respectivamente. El paso de la diagénesis
al metamorfismo está marcado por valores
del Índice de Kubler (cristalinidad de la illita)
inferiores a 42. En la península Ibérica se
pueden definir 12 distritos pizarreros, diez
en España y dos en Portugal
(figura 5),
cada
uno con unas características propias
(tabla 1),
aunque muy dispares en lo que se refiere a
tamaño. Los distritos pizarreros de mayor
tamaño se localizan en el noroeste de la
península Ibérica, siendo Valdeorras
(Orense) el que mayor número de canteras
tiene (alrededor de 90), seguido por
La Cabrera-La Baña (50 canteras). Otros
distritos pizarreros sólo tienen una cantera,
como es el caso de Villar del Rey (Badajoz),
Arouca o Valongo. Desde un punto de vista
estratigráfico, los niveles pizarrosos del
Ordovícico son los más productivos
(figura 6),
en especial la Formación Pizarras de Luarca
y la Formación Rozadais. Como dato curioso,
en el distrito de Arouca, Portugal, existe
un yacimiento paleontológico de trilobites
(figura 7)
excepcional, donde se han
encontrado numerosas especies
y ejemplares de hasta 86 centímetros.
Figura 1. Exportaciones de pizarras para el periodo
2002-2007. Fuente: WTO.
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
2002 2003 2004 2005 2006 2007
Miles de toneladas
Mundo España
TEXTO |
V. Cárdenes Van den Eynde. Geólogo. Universidad de Santiago de Compostela, Facultad de Biología, Dpto.
de Edafología. E-mail: victor@valdeorras. com. A. Rubio Ordóñez. Geólogo. Universidad de Oviedo, Dpto. de Geología
FOTOS |
V. Cárdenes y A. Rubio
Palabras clave
Microscopio petrográfico, pizarra para
cubiertas, calidad, UNE 12326
Figura 2. Carga de pizarra en Valdeorras con
destino a Madrid a principios de los sesenta.
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Actualmente está en marcha un proyecto
para construir un geoparque en dicha zona.
La pizarra al microscopio
La primera impresión que se tiene al
examinar este tipo de pizarras al
microscopio es de ver una roca homogénea
de grano muy fino, con una foliación muy
marcada, y en la que, en ocasiones, se
puede distinguir la estratificación. Al
principio puede parecer que no se va a sacar
mucha más información, pero un examen
cuidadoso con los aumentos adecuados
(200-400 x) deja al descubierto una gran
cantidad de nuevos elementos y estructuras.
La pizarra para cubiertas está compuesta por
tres componentes principales (cuarzo, cloritas
y otras micas) en proporciones y tamaños
variables, y una serie de minerales secundarios
y accesorios, como cloritoide, feldespatos,
carbonatos y sulfuros de hierro
(figura 8):
El cuarzo es el mineral detrítico más
común
(figura 9);
frecuentemente presenta
extinción ondulante y desarrollo de colas
de presión. Suele tener tamaños
comprendidos entre 20 y 500 µm,
y es más abundante en las formaciones
superiores del Ordovícico. También es
posible encontrar cuarzo secundario
como relleno en antiguas cavidades y
acumulaciones de cuarzo con extinción
en
damero,
un tipo de extinción que indica
recristalización en bajas condiciones
de presión y temperatura.
La clorita está presente como variedad
clinocloro, aunque no es raro encontrar
chamosita. Los blastos tienen forma
arriñonada, con intercalaciones de
moscovita sigmoidales provenientes
de la alteración de la clorita a moscovita
(figura 10).
En algunas pizarras sólo
quedan restos de la clorita, habiéndose
convertido toda en moscovita. Es fácil
encontrar los blastos de mayor tamaño
con extinción ondulante y pleocroismo
a tonos verdes, sobre todo en las
pizarras verdes del Cámbrico del distrito
de Terra Chá. Al igual que el cuarzo,
el tamaño está comprendido entre 20
y 500 µm.
PETROLOGÍA DE LA PIZARRA PARA CUBIERTAS Y SUS FACTORES DE CALIDAD
92
• Tierra y tecnología, nº 34, 91-96
Segundo semestre de 2008
Figura 4. Cantera de pizarra para cubiertas en la zona de San Pedro de Trones (León).
Figura 3. Corte con hilo de diamante en niveles
de Mormeau, distrito de Valdeorras.
Tabla 1
Distrito Minerales principales Minerales accesorios
1 Monte Rande Mica (40-45); cuarzo (25-28); cloritas (20-22); Rutilo, turmalina, opacos,
feldespatos (5-10). sulfuros de hierro.
2 Terra Chá Mica (40-50); clinocloro (15-25); cuarzo (10-20); Pirita, turmalina, zircón.
feldespatos (15-25); carbonatos (0-10).
3 El Caurel Cloritas (30-40); mica (30-40); cuarzo (15-25) Sulfuros de hierro, rutilo,
Feldespatos (0-10); cloritoide (3-15). turmalina, opacos.
4 Los Oscos Cloritas (35-40); mica (30-35); cuarzo (15-20); Rutilo (leucoxeno), smithtita,
feldespatos (0-10). opacos.
5 Valdeorras* Mica (30-50); clorita (15-35); cuarzo (20-30); Cloritoide, rutilo (leucoxeno),
feldespatos (0-10). turmalina.
Valdeorras** Mica (35-45); clorita (20-40); cuarzo (25-35); Zircón, opacos, sulfuros
feldespatos (0-15). de hierro, carbonatos.
6 Alto Bierzo Mica (35-45); clorita (35-43); cuarzo (20-25); Rutilo, turmalina, monacita,
feldespatos (0-10). zircón, opacos, sulfuros
de hierro, carbonatos.
7 La Cabrera Mica (35-45); clorita (20-40); cuarzo (25-35); Rutilo, turmalina, monacita,
feldespatos (0-10). zircón, opacos, sulfuros
de hierro, carbonatos.
8 Aliste Clorita (30-45); mica (35-40); cuarzo (5-20); Rutilo, turmalina, zircón,
feldespatos (0-5); cloritoide (0-10). opacos, sulfuros de hierro.
9 Bernardos Clorita (35-40); cuarzo (25-35); biotita (20-30). Rutilo, zircón, sulfuros
de hierro.
10 Villar del Rey Mica (35-40); cuarzo (25-30); clorita (25-30); Rutilo, turmalina, zircón,
feldespatos (0-5); cloritoide (8). opacos, sulfuros de hierro.
11 Valongo Mica (40-45); clorita (20-25); cuarzo (15-20); Rutilo, turmalina, zircón,
feldespatos (10-20); cloritoide (16). opacos, sulfuros de hierro.
12 Arouca Mica (35-40); clorita (20-25); cuarzo (10-15); Rutilo, turmalina, zircón,
feldespatos (10-20); cloritoide (18). opacos, sulfuros de hierro.
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• Otras micas, fundamentalmente micas
blancas, forman la matriz de la pizarra,
en niveles de 2-20 µm de espesor y gran
continuidad lateral
(figura 11).
La norma
UNE 12326 para pizarras contempla
el cálculo de un Índice de Apilamiento
de Micas (IAM) que tiene en cuenta
el espesor medio de las micas y su
densidad, utilizando 400 aumentos. Este
IAM puede parecer engorroso de calcular
en un principio, pero lo cierto es que se
observa una relación directa entre sus
valores y la resistencia a la flexión de
una pizarra. El cálculo de este índice es
muy recomendable, ya que describe
de la mejor manera posible, hoy en día,
la matriz micácea. Es frecuente encontrar
moscovita diagenética acicular de hasta
300 µm de longitud orientada
paralelamente a la pizarrosidad. En
las pizarras de Bernardos (Segovia) se
encuentra abundante biotita
(figura 12).
El cloritoide, en algunas pizarras, llega
a suponer un 10%. Es fácil de reconocer;
presenta hábito tabular, muchas veces
rotado con respecto a la foliación, de
color verde pálido
(figura 13).
En el distrito
del Caurel (Lugo) puede llegar a los 3 mm
de longitud; se puede distinguir
claramente en muestra de mano en forma
de moteado uniforme en la superficie de
la pizarra. La presencia de cloritoide
disminuye la fisibilidad de la pizarra,
al ser un mineral acicular que atraviesa
perpendicularmente los planos de
foliación, uniéndolos.
Feldespatos, sobre todo albita. Es
complicado distinguirlos del cuarzo
al microscopio; son de origen detrítico
y pueden llegar al 10% en algunas
pizarras.
Los sulfuros y óxidos de hierro, pirita
sobre todo, son opacos y frecuentemente
presentan colas de presión o
recristalizaciones de cuarzo y cloritas,
de mayor desarrollo en la dirección de
la foliación. Se pueden encontrar desde
cubos de pirita de arista centimétrica a
framboides formados por pequeños cubos.
Estos minerales son perjudiciales para
ROCAS ORNAMENTALES
Tierra y tecnología, nº 34, 91-96
Segundo semestre de 2008 •
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Figura 5. Distritos pizarreros de la península Ibérica y su relación con las zonas del Macizo Varisco Ibérico.
Distritos ibéricos de pizarra
1. Monte Rande (A Coruña)
2. Terra Chá (Lugo)
3. Los Oscos (Asturias)
4. El Caurel - A Lastra (Lugo - León)
5. Alto Bierzo (León)
6. Valdeorras (Orense)
7. La Cabrera - La Baña (León)
8. Aliste (Zamora)
9. Bernardos (Segovia)
10. Villar del Rey (Badajoz)
11. Valongo (Porto, Portugal)
12. Arouca (Aveiro, Portugal)
Zonas del Macizo Varisco Ibérico
Zona Cantábrica
a: Neoproterozoico (Antiforme del Narcea)
Zona Astur-Occidental Leonesa
a: Neoproterozoico (Domo de Lugo)
b: Dominio del Navia y Alto Sil
c: Dominio del Manto de Mondoñedo
Zona Centro Ibérica
a: Formación Ollo de Sapo
b: Dominio del Ollo de Sapo
c: Dominino del Complejo Esquisto-Grauváquico
d: Unidad Alóctona Meridional
Zona Galicia-Tras-Os-Montes
a: Dominio de los Complejos Alóctonos
b: Dominio Esquistoso (Parautóctono)
Zona Ossa-Morena
a: Neoproterozoico
Zona Sudportuguesa
a: Faja Pirítica
a
ab c
abcd
ab
a
1
23
45
6
7
8
9
10
11
12
10° 8° 6°
43°
41°
39°
37°
LISBOA
MADRID
OVIEDO
Cuenca del
Duero
17.500; 3%
120.000; 18%
41.500; 6%
402.500; 60%
16.500; 2%
30.000; 5%
18.000; 3%
17.500; 3% (7)
(6)
(5)
(4)
(3) (2) (1) (8)
Figura 6. Producción estimada por formaciones geológicas pizarrosas a lo largo de 2008.
Fuente: Elaboración propia.
Unidad Gévora (8)
Silúrico
Formación Losadilla (7)
Formación Rozadais (6)
Formación Casaio (5)
Ordovícico
Pizarras Luarca (4)
Pizarras Soldón (3)
Grupo Cándana (2)
Cámbrico
Capas Sta. María (1)
Producción estimada por formaciones pizarrosas 2008 (Ton; %)
a
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Factores petrográficos y mineralógicos
Controlan la textura de la roca y su aptitud
a la hienda (fisibilidad). Son aquellos que
tienen que ver con la composición intrínseca
de la roca y su estructura primaria, que a su
vez está íntimamente asociada con el
ambiente deposicional de la roca original
y su composición mineralógica.
Composición mineralógica:
como se ha
indicado anteriormente, las proporciones
ideales en una pizarra para cubierta
oscilan entre 20-45% para el cuarzo,
40-65% para otras micas y 20-40% para
las cloritas. Puntualmente, el feldespato
y el cloritoide pueden llegar al 10%.
Tamaño de grano y homogeneidad
textural:
el tamaño de grano de las
pizarras de techar es muy fino, por lo
general suele estar por debajo de los
75 µm, distinguiéndose entre pizarras
de grano fino (<30 µm), grano medio
(30-50 µm) y grano grueso (>50 µm).
En general, las pizarras de grano fino
exfolian mejor, pero la homogeneidad
del tamaño de grano es un factor
determinante, ya que cuanto haya mas
dispersión en el tamaño de los granos,
peor respuesta a la hienda tendrá la
pizarra.
Intercalaciones arenosas:
son niveles
o capas areniscosas intercaladas en los
niveles de pizarra explotables que, en
algunos casos, forman bancos de cuarcita
de potencia métrica. El efecto que tienen
sobre la pizarra es la disminución de la
fisibilidad. Su aparición en un yacimiento
puede llegar a hacerlo inexplotable,
dependiendo de la cantidad, espesor
y espaciado con los que se dispongan
(figura 16).
PETROLOGÍA DE LA PIZARRA PARA CUBIERTAS Y SUS FACTORES DE CALIDAD
94
• Tierra y tecnología, nº 34, 91-96 Segundo semestre de 2008
la pizarra debido a su posible
oxidación.
Los carbonatos se encuentran
rellenando huecos y formando parte
de las colas de presión. Al igual que
los sulfuros de hierro, se les considera
perjudiciales, ya que pueden alterar
al yeso al entrar en contacto con el SO2
de un ambiente urbano. En algunas
pizarras se pueden encontrar también
fragmentos de caliza. Como minerales
accesorios (inferiores al 1% de
abundancia) se pueden ver rutilo,
leucoxeno, turmalina, allanita, etc.
(figuras 14 y 15).
Factores de calidad en pizarras
para cubiertas
Los factores que controlan la
calidad de la pizarra se pueden
englobar en dos grupos: factores
petrográficos y mineralógicos
y factores tectónicos.
Figura 8. Fotomicrografía de aspecto general de una pizarra para cubiertas con luz transmitida (dcha.) y con
luz reflejada (izda.). Destacan los numerosos blastos de cloritoide. Formación Pizarras de Valongo, Portugal,
distrito Arouca. Ancho de la imagen, 7 mm.
Clorita
Figura 7. Trilobites proveniente de la cantera de
pizarra del distrito de Arouca; longitud aproximada,
28 cm. Formación Pizarras de Valongo.
Pirita
Cloritoide
100µm
100µm
100µm
100µm
Figura 9. Microfotografía con luz transmitida
polarizada, nícoles paralelos, de un clasto
de cuarzo con inclusiones de rutilo. Formación
Rozadais, distrito La Baña-La Cabrera. Ancho
de la imagen, 7 mm.
Figura 10. Microfotografía con luz transmitida
polarizada, nícoles paralelos, de un blasto
de clorita, color verde. Debajo de él se puede ver
un fragmento de turmalina. Formación Pizarras
de Luarca, distrito Valdeorras. Ancho de la
imagen, 7 mm.
Figura 11. Microfotografía con luz transmitida
polarizada, nícoles cruzados, de un cristal
de moscovita diagenética. Formación Pizarras
de Luarca, distrito Monte Rande. Ancho de la
imagen, 7 mm.
Figura 12. Microfotografía con luz transmitida
polarizada, nícoles paralelos. Cristales de
biotita en pizarra de Bernardos. Capas Santa
María, distrito Bernardos. Ancho de la imagen,
7 mm.
Clorita
Turmalina
Moscovita Cuarzo Biotita
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ROCAS ORNAMENTALES
Tierra y tecnología, nº 34, 91-96
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Factores tectónicos
Son debidos a la acción de los esfuerzos
tectónicos regionales. Para poder explotar
pizarras para cubiertas se necesitan
afloramientos que hayan sido muy poco
o nada fracturados o deformados.
Pizarrosidad:
es un tipo particular de
foliación lepidoblástica desarrollado sobre
rocas de grano muy fino, en este caso,
sobre las arcillas que dieron lugar a la
pizarra, a favor de la cual se produce el
exfoliado de las placas de pizarra, y que
corresponde a la primera fase de
deformación. Los planos que genera
se conocen como
S1,
mientras que la
estratificación sedimentaria se conoce
como
S0.
Es la estructura más importante
de la pizarra y la que permite el proceso
de hienda; es necesario que sea continua
y penetrativa.
Lineación de intersección S1/S0:
la
intersección de estas dos familias de
planos en el espacio genera una familia
de líneas visibles
(figura 17)
sobre los
planos de exfoliación
(S1).
En pizarras
masivas, sin laminaciones arenosas, esta
lineación puede ser muy tenue o incluso
no llegar a observarse. La lineación
genera una anisotropía estructural en
el bloque de pizarra que ha de ser tenida
en cuenta a la hora de serrar el mismo.
Generalmente se sierra éste de tal
manera que la lineación coincida con la
altura o lado mayor de la placa de pizarra,
lo que otorga a ésta mayor resistencia
mecánica. También controla el brillo
de las pizarras, las placas que han sido
serradas con distintas orientaciones
en la lineación no reflejan la luz de
manera uniforme, rompiendo el aspecto
uniforme de la cubierta.
Pliegues tipo kink o kink-bands:
se forman
debido a una compresión que actúa sobre
la roca formando un cierto ángulo con los
planos
S1,
que se pliegan y adoptan un
aspecto escalonado
(figura 18).
Este tipo
de pliegues inutiliza la pizarra para su
explotación, ya que producen desde
ondulaciones de las placas hasta
trituración de la roca, dependiendo
de su grado de desarrollo en los flancos.
Crenulación,
debida a la segunda fase
de deformación local, o la tercera fase
hercínica. La crenulación es un tipo
de foliación no continua (se presenta
en dominios) que provoca pequeñas
ondulaciones sobre las superficies
S1
que dificultan el exfoliado de la placa
e incluso llegan a romperla, impidiendo
el aprovechamiento de las canteras que
se ven afectadas por ésta. Debido al
aspecto que llega a presentar en la placa
de pizarra, se conoce como “panilla” entre
los mineros
(figura 19).
Fracturas o diaclasas en la roca, que
aparecen como líneas de rotura muy finas
que pueden estar rellenas o no por cuarzo
u otros minerales, son muy difíciles de ver
sin las condiciones de iluminación
adecuadas durante el proceso de
fabricación. La pizarra con este defecto
Figura 13. Microfotografías con luz transmitida polarizada (izda.) y luz reflejada (dcha.) de varios cloritoides,
nícoles cruzados. Formación Pizarras de Luarca, distrito El Caurel. Ancho de la imagen, 7 mm.
100µm
100µm
100µm
100µm
Figura 14. Imagen SEM de cristales de rutilo. Formación Pizarras de Luarca, distrito Valdeorras. Ancho
de la imagen, 1 cm.
10µm
50µm
Ti content
Rutilo
Figura 15. Concentrado de minerales pesados.
Formación Pizarras de Luarca, distrito Valdeorras.
Clorita
Pirita
Circón
Turmalina
Turmalina
Figura 16. Relación entre la estratificación (S
0
)
y la foliación (S
1
). Fotografía tomada en una nave
de elaboración de pizarra, distrito Valdeorras.
S1
S0
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acaba rompiendo a favor de las diaclasas,
lo cual puede ser muy problemático una
vez colocada en la cubierta.
Evolución del sector de la pizarra
Hoy en día, las empresas productoras
de pizarra se están viendo también
afectadas por la situación de crisis mundial
y el descenso en la construcción. El sector
de la pizarra está polarizado por un par de
empresas grandes (Cupa y Samaca) y un
número cercano a 100 empresas de tamaño
pequeño-medio. A principios del presente
PETROLOGÍA DE LA PIZARRA PARA CUBIERTAS Y SUS FACTORES DE CALIDAD
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• Tierra y tecnología, nº 34, 91-96
Segundo semestre de 2008
siglo se vendió mucha pizarra, realizándose
grandes inversiones en maquinaria para
incrementar la producción por parte de
los productores. A partir del año 2002 las
ventas se estancaron, por lo empezaron
a subir los
stocks,
lo que, unido a la falta
de consenso general entre los productores,
ha hecho que en muchos casos el mercado
se haya visto saturado por pizarras de
calidad dudosa a precios muy reducidos;
esto ha llevado a una guerra de precios
entre las empresas productoras, de la que
han salido beneficiados los compradores. La
introducción del marcado CE para pizarra en
2006 sirvió para proteger el mercado europeo
frente a la intromisión de materiales
provenientes de China, la India y Brasil. Aun
así, el sector se enfrenta a una renovación
forzada por la evolución del mercado mundial
y la crisis, renovación que no todas las
empresas podrán afrontar con garantías.
Agradecimientos
Los autores quieren agradecer a Ernesto
Varela, de la Facultad de Ciencias
Geológicas de Oviedo, sus acertadas
críticas y opiniones sobre este asunto
y muchos otros.
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Figura 17. Lineación de intersección S
0
/S
1
en la superficie de una placa de pizarra; se puede
observar ondulación debida a plegamientos
posteriores. Distrito La Cabrera-La Baña.
Figura 18. Pliegues
kink,
distrito Valdeorras. Figura 19. Crenulación en una placa de pizarra
elaborada, distrito Valdeorras.
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Spain is the world´s leader exporter of roofing slate, due to the exceptional quality of its deposits and the technological advances in quarrying that have been incorporating on late years to the productive process. The commercial quality of a roofing slate is determined after the essays of standard UNE EN 12326. Two of these essays are petrological analysis and X-ray diffraction, which characterize the mineralogy and structure of the slate. These techniques, along with the determination of Kubler Index, may determine the commercial quality of roofing slates. In this paper we establish a set of petrographical and mineralogical parameters which may be used to determine the commercial quality.
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Spain is the largest producer of roofing slates in the world, accounting for 87% of world production. The expansion in Spanish quarrying of roofing slate is recent and it has been treated in only a few interna tional publications. A review of roofing slate lithotects (with details of three slates of different fissility), quarries and petrological problems is provided. Structural analyses are crucial in slate exploration and quarrying, and this is borne out by examples of exploration methodology applied in central Spain and of computer analysis of the rock mass discontinuities in a quarry at Casaio (Orense) in northwest Spain.
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This paper reviews the peological factors linked to the quarrying and quality of roofing slate deposits, and gives recent research results on the loss of fissility by dewatering. and the oxidation of iron sulphides. Mineralogy, resultins from the ol-iginal protolith composition and the metamorphic grade, controls the colour, brightness and durability of slate tiles. The microtexture of the rock mainly controls the split fitness of slate (fissility). The structure (folding, slaty cleavage developmcnl, So-SI angle, lack of crenulation cleavage and kink-hands, joints and faults) controls the enploitability. Additional factors, such as bed thickness and changes in facies are also important. Both very cold environments, giving frost, and arid conditions. drying the rock enough to remove water, produce a loss of fissility in slate. Ostwald-ripening by dewatering and some collapse of the crystallograph~c structure of phyllosilicates cause the loss. A mineralogical study of the iron sulphides in some Spanish slate (pyrite, pyrrhotite. marcasire), encompnssing crystal habit and size, and their biochemical alterarion processes (stain spots), allow the oxidation behaviour of different ~ l ~ t e s la be predicted. The mining and processing of slate is an industry with a world production of about one million tonnes per year, roughly valued at €370 million (Euros). The EU is the largest producer , dominated by northwestern Spain. This paper reviews the roofing slate industry and the published technical literature , discusses the main geological features relevatlt to the extraction of roofing slates: andpives a detailed description of the major slate producing area in Spain, the TI-uchas Syncline. It also discusses sotne recent research on the dehydration of slate and the oxidation of lninor sulphides, sometimes found in slate products.
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Natural slates for roofing and cladding in the commercial definition have different but often marine genesis. They are easily cleavable and suitable to use for discontinuous roofing and external wall cladding. These finegrained shales have mostly a (transverse to the bedding) slaty cleavage or in the case of the parallel slate a lithostatic cleavage parallel to the stratification.In the worldwide view the high quality slate deposits are Proterozoic and Paleozoic and originate e.g. from Caledonian and Hercynian orogenies (Fig. 1). In addition there are also unfolded deposits of parallel slate in old cratons.The national requirements and methods were very diverse. The discussion in favour of a common European standard (EN 12326) during more than 10 years accompanied by a scientific research generated results which are explained and criticised.The analyses of petrographic fabrics give information on the fissility of slate and the efficiency of the slate manufacturing but do not clarify the geological genesis. This paper publishes a scheme for estimation of the fabric of slate (Fig. 2), the microscopic measurement of number (Fig. 3) and thickness of mica layers, and the mass value (= number of mica layers per mm x thickness of layers in mm × 10; Fig. 4) and their pros and cons.The exact definition of the fine-grained mineralogical composition is difficult; therefore a calculation of the slate's norm minerals (slatenorm) like in the CIPW-norm for magmatic rocks could be helpful.The ternary diagram for applied properties (e.g. thickness and fissility) from Le Corre (1970; see Fig. 5) is not applicable to several oversea slates. This paper originates a new alternative diagram (Fig. 6) which, apart from the quartz content, uses the parallel texture as well, specified in the number of mica layers per mm.The requirements of the thermal cycle resistance (i.e. oxidation resistance of the metallic minerals) given in the EN 12326 are with the classifying of T1, T2, and T3 too low and imprecise, therefore this paper proposes a subdivision of T1 in a, b, and c. The microscopic petrographic analysis on polished thin sections can describe the oxidation resistance of the metallic minerals as follow (Fig. 7):T1a, containing very little pyrite framboids and small monocrystals or stable minerals of the mixed crystals of ilmenite/titanomagnetite/magnetite, is stainless.T1b (Plate 1: Fig. D) and T1c containing pyrrhotite and bigger accumulations of micropyrites shall be deemed to be not stable, whereas the cristallinity of these metallic minerals with regard to the reaction rate are important.T2 (Plate 1: Figs. E and F) and T3 are exceptions of the types T1b and T1c with the same characteristics but in combination with other unstable minerals like carbonates or unfavourable technical properties like e.g. higher water absorptions (> 0.4 M.-%). Big metallic minerals, which penetrate the slate pose a risk of forming holes representing code T3 (Plate 1: Fig. G), because of the different thermal expansion.EN 12326 gives simple requirements according to other not weather resisting minerals like carbonates and non-carbonate carbon. In addition the petrographical properties and the integration of these minerals (Plate 2: Figs. C to G) in the slate fabric are important for the durability.The petrographical methods can be used only in sum for the control of the origin of the slate (Plate 1: Fig. C). A decision with only one method like e.g. the mass value is not suitable.The Europe-wide harmonised test methods of the EN 12326 enable scientific correlations between the modulus of rupture and the water absorption (Fig. 8) or alternatively the parallel texture (i.e. mica layers/mm; Fig. 9).The grain (definition given in the EN) results in an anisotropic bending strength like in Fig. 10.The CE-marking (German form: Fig. 11) should inform the user about all main slate properties, but in fact the user need further information about the risk of oxidation given in a distinction between T1a (no risk) and T1b, c and in several petrographical tests proposed in this paper. German Unter dem Marktbegriff ,,Dach- und Wandschiefer werden Gesteine mit unterschiedlicher, oft mariner Genese verstanden, die über eine gute Spaltbarkeit verfügen und sich für die überlappende Verlegung an Dach und Wand eignen. Meist handelt es sich um transversal (Druckschiefer), gelegentlich aber auch um parallel geschieferte Metapelite (Parallelschiefer).Weltweit besitzen die qualitativ guten Schieferlagerstätten oft proterozoisches oder paläozoisches Alter und stammen aus älteren, z. B. kaledonischen und variszischen Orogenen. Daneben kennt man auch ungefaltete Parallelschiefer-Lagerstätten auf alten Kratonen.Aus höchst unterschiedlichen nationalen Anforderungen und Methodenansätzen hat die über 10jährige Diskussion zur gemeinsamen europäischen Normung (DIN EN 12326) geführt. Die sie begleitenden Forschungen haben interessante Ergebnisse erbracht, die erläutert und kritisch bewertet werden.Die vorgestellten Gefügeuntersuchungen bringen Erkenntnisse zu Spalteigenschaften und damit zur Ökonomie der Schieferherstellung, sind aber nicht zwangsläufig für Aussagen über die Genese geeignet. Im Einzelnen werden eine Schätztabelle zur Ausbildung der Glimmerlagen, die mikroskopische Messung der Anzahl der Glimmerlagen (auch per Bildanalyse) und der Mengenwert als Produkt der Anzahl und der Dicke der Glimmerlagen in ihrer Aussagekraft kritisch beleuchtet.Zuweilen ist der Mineralbestand wegen seiner Feinkörnigkeit quantitativ nur schwer zu erfassen. Daher wird versucht, dies mit einer Normmineralberechnung ähnlich der CIPW-Norm für Magmatite auch für Tonschiefer vorzunehmen (slatenorm).Die Darstellung der Dach- und Wandschiefer im Dreiecksdiagramm nach Le Corre (1970) ist, was Probenbeispiele aus Übersee angeht, bezüglich seiner praktischen Aussagekraft (Spaltdicke) nicht mehr aussagekräftig. Es konnte eine Alternative entwickelt werden, die neben den Quarzen noch die Paralleltextur, angegeben in Glimmerlagen/mm, mit einbezieht.Anders als in der DIN EN 12326 mit ihren niedrigen Anforderungen vorgesehen, wo eine Code-Gliederung der Ergebnisse zur Temperaturwechsel-Beständigkeit der Erzminerale in T1, T2 und T3 erfolgt, schlägt diese Arbeit eine zusätzliche Unterteilung der Klasse T1 in a, b und c vor. Die mikroskopische Analyse im polierten Dünnund Anschliff kann so die Oxidationsbeständigkeit der Erzminerale beschreiben:T1a ist mit sehr wenigen Pyritframboiden und kleinen -Einkristallen und den stabilen Erzen der Mischreihe Ilmenit/Titanomagnetit/Magnetit oxidationsbeständig.T1b und T1c müssen dagegen mit Magnetkies oder sehr umfangreichen Anhäufungen von Mikropyriten als oxidationsanfällig angesehen werden, wobei der Kristallisierungsgrad dieser Erzminerale im Hinblick auf die Reaktionsträgheit wichtig ist.Bei T2 und T3 handelt es sich in der Praxis um Ausnahmen der unter T1b und T1c bereits erwähnten Erscheinungen, die aber mit anderen verwitterungsanfälligen Karbonaten und ungünstigen technischen Eigenschaften wie z. B. erhöhte Wasseraufnahme (> 0,4 M.-%) vergesellschaftet sind. Bei T3 kann es zur Lochbildung kommen, indem größere, auch ansonsten stabile Erzminerale, wegen anderer Wärmeausdehnung herausfallen.Für andere verwitterungsanfällige Bestandteile wie Karbonate und nichtkarbonatischem C-Gehalt sieht die DIN EN 12326 vereinfachte Anforderungen vor. Wichtig für ihre Auswirkung auf die Beständigkeit sind aber ihre mineralogische Ausbildung und die Art ihres Einbaus in das Schiefergefüge.Die petrographischen Beobachtungen, makroskopisch und mikroskopisch, können nur in ihrer Gesamtheit zu einer aussagekräftigen Herkunftsanalyse führen. Eine Aussage, die sich nur z. B. auf einen Gefügewert wie den Mengenwert stützt, ist dagegen Überinterpretation.Die vereinheitlichten Prüfmethoden der DIN EN 12326 erlauben den wissenschaftlichen Nachweis von Zusammenhängen z. B. zwischen Wasseraufnahme und der Paralleltextur, gemessen in Glimmerlagen/mm einerseits und der Biegefestigkeit andererseits.Die Norm definiert den Faden als die Anisotropie der Biegefestigkeit in Längs- und Querrichtung senkrecht zur Schieferplatte.Das CE-Etikett soll alle Eigenschaften, die für den Schieferverwender wichtig sind, zusammenfassen. Dies ist aber nur mit Zusatzinformationen zur Oxidationsbeständigkeit, wie z. B. die vorgeschlagene Unterscheidung auch von T1a, b und c, und aus den vorgestellten petrographischen Methoden möglich.
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[ES] La revisión completa de más de un centenar de localidades fosilíferas del Ordovícico Medio situadas en el noroeste del Macizo Hespérico, muestra que el depósito de las pizarras y limolitas oscuras (Formación Luarca y equivalentes), que siguen a las cuarcitas del Arenig, no fue tan uniforme como se consideraba hasta ahora. Las pizarras se sedimentaron esencialmente durante el Oretaniense en la Zona Asturoccidental-Leonesa y en la parte septentrional de la Zona Centroibérica (Dominio del Ollo de Sapo), donde el techo de la unidad se sitúa muy próximo al límite Oretaniense / Dobrotiviense, sin existir ningún yacimiento paleontológico de probada edad dobrotiviense (= "Llandeilo inferior" en sentido clásico). En la Zona Cantábrica, la sedimentación arcillosa se inicia en el Oretaniense superior tardío y prosigue durante el Dobrotiviense. Para el conjunto del área estudiada se caracterizan, o proponen, diversas lagunas estratigráficas de alcance local o regional, y se discuten las circunstancias paleogeográficas generadas por las hipótesis más recientes, que son contrastadas a la luz de los nuevos datos paleoecológicos y paleobiogeográficos. Éstos indican que la sedimentación tuvo lugar en áreas externas y abiertas de la plataforma, relativamente más profundas que en la región surcentroibérica, con áreas de surco donde ingresan elementos mesopelágicos. Desde el punto de vista paleontológico, se reconocieron un total de 97 formas distintas (67 especies presentes en el Oretaniense y 45 en el Dobrotiviense), entre las que destaca la primera aparición conocida de determinadas especies de trilobites y ostrácodos, el registro más moderno de otros, y algunos taxones en común con Avalonia y Baltica, desconocidos hasta el presente en otras áreas del suroeste de Europa [EN] A complete review of more than one hundred Middle Ordovician fossil localities, distributed within the north western part of the Hesperian Massif, shows that the sedimentation of the dark shales (Luarca Fo rmation and equivalents) that overlie Arenig quartzites with Cruziana (the 'Armorican Quartzite' facies) was not as uniform as it has been supposed for the whole NW Spain. These shales were mainly deposited during the Oretanian in the West Asturian-Leonese Zone and in nort h e rn Central-Iberian Zone (Domain of the Ollo de Sapo Antiform). In these zones, the top of the unit is close to the Oretanian/Dobrotivian boundary, without any fossils with proved Dobrotivian age. Este trabajo ha sido financiado con cargo al Proyecto PB94-1330 de la DGESEIC ["Investigaciones estratigráficas y paleontológicas en las formaciones Luarca y Sueve (Ordovícico Inferior y Medio de Asturias y León)]", y constituye una contribución a los proyectos nº 410 del PICG (IUGS-UNESCO)e "Iberia" de EURO P ROBE (European Science Foundation). La participación de J.C. Gutiérrez-Marco y de I. Rábano se inscribe igualmente en el Proyecto PB96-0839 (Bioestratigrafía de alta resolución y litorradiometría en el Ordovícico Medio-Silúrico de España) de la DGESEIC (Ministerio de Educación y Cultura). La investigación museográfica en colecciones antiguas, forma parte del Proyecto 06/0006/98 ("Investigación y catalogación de colecciones paleontológicas singulares del Museo Geominero"), financiado por la Comunidad de Madrid. Peer reviewed
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The relative proportions of the minerals in a series of slates from the Iberian Massif in northwestern Spain, quarried and used for roofing purposes, have been evaluated using X-ray powder diffraction and the Rietveld-based SIROQUANT data processing system. Information on the chemical composition of the chlorite, mica and feldspar in the slates was obtained separately from electron microprobe studies, and was used in conjunction with the mineral proportions to calculate an inferred chemical composition for each sample from the quantitative XRD data. The inferred compositions were then compared to the actual chemical compositions of the respective slate samples, obtained by X-ray fluorescence spectrometry, to evaluate the consistency between the XRD results and independent chemical analysis data. A high level of consistency was observed between the element oxide percentages inferred from the XRD study and the equivalent oxide proportions determined by direct chemical analysis. The comparison suggests that Rietveld-based interpretation of X-ray powder diffraction data provides results that are consistent with other compositional parameters. Although no particular relationships were observed among the individual mineral percentages in the slates of the sample suite, a well-defined inverse relationship was found between the percentages of quartz plus feldspar on the one hand and the percentages of mica plus chlorite on the other. This may reflect variations in the relative proportions of coarse- and fine-grained sediment in the original parent materials that formed the slate deposits.
Caracterización de las pizarras para cubiertas mediante técnicas petrográficas, Canteras y Explotaciones
  • Lombardero Barceló
Lombardero Barceló, M. (1994). Caracterización de las pizarras para cubiertas mediante técnicas petrográficas, Canteras y Explotaciones, 325, 75-81.
Productos de pizarra y piedra natural para tejados inclinados y revestimiento
EN 12326 (2004). Productos de pizarra y piedra natural para tejados inclinados y revestimiento, Ed. Aenor.
Trilobites gigantes das Ardosias de Canelas
  • A A Sa
  • J C Gutiérrez-Marco
Sa, A. A. y Gutiérrez-Marco, J. C. (2006). Trilobites gigantes das Ardosias de Canelas, Ed. Ardosias Valério y Figueiredo.