En estudios clínicos y experimentales se ha mostrado que existe una relación entre las diferentes fases del ciclo sueño-vigilia y los fenómenos epilépticos. Durante la fase del sueño con movimientos oculares rápidos (MOR), no ocurren las crisis convulsivas generalizadas (CCGs) y las descargas interictales se restringen al foco primario, y desaparecen o disminuyen, en comparación con las que se presentan durante el sueño de ondas lentas o el estado de vigilia.
Por otra parte, se ha descrito la aparición de signos poligráficos (atonía muscular, movimientos oculares rápidos y desincronización electroencefalográfica) semejantes a los del sueño MOR, hacia el final y durante unos segundos después de las crisis convulsivas. Estos fenómenos han permitido proponer, que los mecanismos responsables del sueño MOR son semejantes a los mecanismos para la detención de las CCGs. Además, se ha demostrado que las estructuras pontinas del tallo cerebral, relacionadas con los mecanismos generadores del sueño MOR, como la formación reticular y el locus coeruleus, pueden estar involucradas en la inhibición de la epilepsia. Sin embargo, no se ha analizado con precisión que componente electrofisiológico o neurohumoral del sueño MOR puede ejercer esta influencia inhibitoria sobre la epilepsia.
Los potenciales ponto-geniculo-occipitales (PGO), se presentan desde unos segundos antes del sueño MOR esta fase del sueño ha sido denominada sueño fásico en ondas lentas (SFOL) y cuando estos potenciales aumentan su incidencia, tiene lugar la instalación del sueño MOR. Este fenómeno ha permitido establecer un consenso de que los potenciales PGO son un componente central de los mecanismos de instalación y mantenimiento del sueño MOR. Por otra parte, en estudios experimentales se ha mostrado que la epileptogénesis inducida por el kindling amigdalino durante el sueño MOR, tiene un retraso significativo en comparación a su desarrollo durante la vigilia y se ha propuesto, que los potenciales PGO de esta fase del sueño, pueden jugar un papel inhibitorio sobre la epileptogénesis y sobre la epilepsia.
Por otro lado, en el gato, se ha mostrado que la aplicación tópica de un agente colinérgico (Carbacol) en la región parabraquial (PBL) del tallo cerebral, induce con una latencia de 13 a 20 minutos, la aparición de potenciales PGO independiente de las fases del sueño, durante 20 a 24 horas. Asimismo, el carbacol provoca el aumento del número de episodios de sueño MOR, entre cuatro y cinco horas después de su aplicación. Es importante notar, que este hallazgo permite analizar de manera independiente, el probable papel inhibitorio de los potenciales PGO sobre la epilepsia, cuando éstos ocurren fuera del sueño MOR.
Por lo tanto el proposito de la presente tesis, fue analizar la influencia de estos potenciales inducidos por el Carbacol, sobre la epileptogénesis y la epilepsia ya establecida, inducidas por la aplicación tópica de Penicilina G Sódica en la amígdala del lóbulo temporal (AMG), en el gato.
En el protocolo experimental se incluyeron 9 gatos en preparación crónica, con electrodos para el registro poligráfico de sueño y con cánulas colocadas estereotáxicamente en la AMG y en la región PBL, para la aplicación de Penicilina G Sódica y Carbacol, respectivamente.
Los resultados mostraron que la presencia sostenida de potenciales PGO, independientes del sueño MOR, disminuye significativamente el número de crisis convulsivas generalizadas (CCGs) y la frecuencia de aparición de espigas epilépticas. Asimismo, estos potenciales PGO, acortaron significativamente la duración de los fenómenos epilépticos.
Además de estos resultados, se observó que la presencia de potenciales PGO sostenidos, evitó las alteraciones de la organización temporal del sueño, que se provocan con la aplicación del foco penicilínico. Asimismo, la latencia al sueño, el porcentaje y número de cada una de las fases del sueño, no se afectan cuando el foco penicilínico se acompaña de la aplicación de Carbacol en la región PBL. Más aún, los valores del número y porcentaje de los episodios de SFOL y sueño MOR, alcanzan valores significativamente mayores que los valores control.
Estos resultados apoyan la hipótesis de que los potenciales PGO ejercen una influencia inhibitoria significativa sobre la epileptogénesis y la epilepsia ya establecida. Asimismo, apoyan la hipótesis de que los mecanismos fisiológicos del sueño MOR, son semejantes a los mecanismos de inhibición de los fenómenos epilépticos.