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Las emociones como variables relacionadas con el cambio de hábitos de salud en familiares y amigos próximos de enfermos de cáncer

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Abstract

Se estudian los cambios en los hábitos de salud de 105 familiares y amigos próximos de enfermos de cáncer hospitalizados después del diagnóstico. Se pretende comprobar si el conocimiento de la enfermedad tiene algún impacto en la modificación de sus estilos de vida. Por otra parte se analiza la influencia de las alteraciones emocionales en dichos cambios de comportamiento. Con este proposito se ha utilizado una entrevista de creación propia y el instrumento HADS (Hospital Anxiety and Depression Scale de Zigmond y Snaith, 1983) en version castellana y catalana. Los resultados muestran que el 21,1% de los participantes presentaron cambios positivos en sus habitos de salud despues del diagnóstico del familiar o amigo próximo y el 11,5% mostraron cambios negativos. En relación al papel de las emociones, se observaron medias de sintomatología ansiosa (14,33; d.t.=4,98) y depresiva (10,17; d.t.=4,93) mayores en aquellos sujetos que realizaron cambios negativos que en los que no realizaron ningún cambio (9,32; d.t.=5,37 y 6,33; d.t.=4,64). Por otra parte, los participantes más jóvenes, con mas sintomatología depresiva y que visitan con mayor frecuencia al sujeto son los que se muestran más activos en modificar hábitos de salud. Los resultados sugieren que las alteraciones emocionales, principalmente las depresivas, están asociadas con el cambio negativo y, por lo tanto, sería conveniente prestarles algún tipo de atención en la población estudiada con el fin de mejorar su salud presente y futura. Study of the changes in health habits of 105 cancer patients¿ relatives and close friends after the diagnosis. The aim is to try to verify whether the knowledge of the disease has got some impact in the modification of their life styles. The emotional alterations influence in this change of behaviour has been analysed furthermore. An interview of own creation and HADS (Anxiety Hospital and Depression Scale of Zigmond and Snaith, 1983) instrument, in a Spanish and a Catalan version, were used with this aim. The results show that 21.1% of the participants presented positive changes in their health habits after the diagnosis of the relative or close friend and 11.5% showed negative changes. In relation to the role of the emotions, averages of anxiety (14,33; d.t.=4,98) and depressive (10,17; d.t.=4,93) symptoms were higher in those subjects who made negative changes than in those who did not make any change (9,32; d.t.=5,37 and 6,33; d.t.=4,64). In addition, the youngest participants, with more depressive symptoms and who visit the subject more often, are those who become more assets modifying health habits. The results suggest that emotional alterations, mainly depressive symptoms, are associated with negative change and, therefore, it would be suitable to lend some type of attention to these alterations in the population studied with the purpose of improving their present and future health.
Resumen
Se estudian los cambios en los hábitos de
salud de 105 familiares y amigos próximos de
enfermos de cáncer hospitalizados después del
diagnóstico. Se pretende comprobar si el cono-
cimiento de la enfermedad tiene algún impac-
to en la modificación de sus estilos de vida. Por
otra parte se analiza la influencia de las altera-
ciones emocionales en dichos cambios de com-
portamiento. Con este propósito se ha utiliza-
do una entrevista de creación propia y el instru-
mento HADS (Hospital Anxiety and Depression
Scale de Zigmond y Snaith, 1983) en versión
castellana y catalana. Los resultados muestran
que el 21,1% de los participantes presentaron
cambios positivos en sus hábitos de salud des-
pués del diagnóstico del familiar o amigo pró-
ximo y el 11,5% mostraron cambios negativos.
En relación al papel de las emociones, se obser-
varon medias de sintomatología ansiosa (14,33;
d.t.=4,98) y depresiva (10,17; d.t.=4,93) mayo-
res en aquellos sujetos que realizaron cambios
negativos que en los que no realizaron ningún
cambio (9,32; d.t.=5,37 y 6,33; d.t.=4,64). Por
otra parte, los participantes más jóvenes, con
más sintomatología depresiva y que visitan con
mayor frecuencia al sujeto son los que se mues-
tran más activos en modificar hábitos de salud.
Los resultados sugieren que las alteraciones
emocionales, principalmente las depresivas,
están asociadas con el cambio negativo y, por
tanto, sería conveniente prestarles algún tipo de
atención en la población estudiada con el fin de
mejorar su salud presente y futura.
Palabras clave: cambio de hábitos de salud,
alteraciones emocionales, familiares de enfer-
mos de cáncer.
Abstract
Study of the changes in health habits of 105
cancer patients’ relatives and close friends after
the diagnosis. The aim is to try to verify whether
the knowledge of the disease has got some
impact in the modification of their life styles.
The emotional alterations influence in this
change of behaviour has been analysed futher-
more. An interview of own creation and HADS
(Anxiety Hospital and Depression Scale of Zig-
mond and Snaith, 1983) instrument, in a Span-
ish and a Catalan version, were used with this
aim. The results show that 21.1% of the partic-
ipants presented positive changes in their health
habits after the diagnosis of the relative or close
friend and 11.5% showed negative changes. In
relation to the role of the emotions, averages of
anxiety (14,33; d.t.=4,98) and depressive
(10,17; d.t.=4,93) symptoms were higher in
those subjects who made negative changes than
in those who did not make any change (9,32;
d.t.=5,37 and 6,33; d.t.=4,64). In addition, the
youngest participants, with more depressive
symptoms and who visit the subject more often,
are those who become more assets modifying
health habits. The results suggest that emotion-
al alterations, mainly depressive symptoms, are
associated with negative change and, therefore,
it would be suitable to lend some type of atten-
tion to these alterations in the population stud-
ied with the purpose of improving their present
and future health.
Key words: health behaviour change, psy-
chological distress, caregivers cancer patients.
LAS EMOCIONES COMO VARIABLES RELACIONADAS
CON EL CAMBIO DE HÁBITOS DE SALUD EN FAMILIARES Y AMIGOS
PRÓXIMOS DE ENFERMOS DE CÁNCER
Josefa Soto*, Montserrat Planes** y Maria Eugènia Gras **
* AECC-Cataluña contra el Cáncer.
** Universidad de Gerona.
Correspondencia:
Josefa Soto Mora.
Crta Taialà nº 26-28 3º 1ª. 17007 GIRONA
E-mail: josefasoto@hotmail.com
PSICOONCOLOGÍA. Vol. 0, Num. 1, pp. 75-82
La enfermedad oncológica no sólo
afecta a los propios enfermos si no que tam-
bién repercute, en mayor o menor medida,
en sus familiares y seres queridos(1). Según
Barreto et al.(2), el sufrimiento de cáncer por
parte de algún miembro de la familia supo-
ne una fuente de estrés importante que
implica alteraciones emocionales y funcio-
nales. En general, la familia cuidadora
experimenta un aumento de la sintomato-
logía depresiva, ansiosa y psicosomática,
una restricción de roles y actividades, un
incremento de la tensión en la relación
marital y una disminución de la salud físi-
ca(1). Por tanto, la experiencia de la enfer-
medad es una tensión que comparten
pacientes y familia.
Desde los años 80 diferentes estudios
ponen de manifiesto que los familiares pue-
den estar tan afectados emocionalmente
(problemas de ansiedad y depresión) como
los propios pacientes(2) o incluso más per-
turbados(3).
Al mismo tiempo, es probable que los
familiares y amigos próximos de los pacien-
tes con cáncer se cuestionen por sus proba-
bilidades de padecer alguna de las varian-
tes de la enfermedad oncológica, basándo-
se en factores internos (hormonas, aspectos
inmunitarios y mutaciones heredadas) o
externos (productos químicos, radiaciones,
etc.)(4). Un factor externo muy importante es
el conductual: se pueden compartir hábitos
de vida con el enfermo como la dieta, el
consumo de tabaco o de alcohol, la expo-
sición al sol, etc. Por tanto, experimentar de
forma vicaria (en los otros) las consecuen-
cias que pueden tener hábitos poco saluda-
bles, es posible que repercuta en los hábi-
tos de salud de los observadores. Bandura
y Walters(5), plantean que los modelos simi-
lares en sexo, edad, etc., así como los
modelos a los que nos unen vínculos emo-
cionales intensos suelen ser bastante efec-
tivos para aprender nuevas conductas o
para eliminar algunas bien establecidas. De
acuerdo con el modelo propuesto por estos
autores, es de esperar que los familiares y
amigos próximos de los enfermos de cán-
cer aprendan con mayor facilidad que el
resto de la población que determinados
hábitos están relacionados en alguna medi-
da con el padecimiento de una serie de
neoplasias.
Kristeller et al.(6) opinan que los parien-
tes de los enfermos de cáncer son un grupo
receptivo al cambio de hábitos porque
aumenta su sentido personal de vulnerabi-
lidad a la enfermedad y/o se eleva su con-
ciencia de los riesgos genéticos y medioam-
bientales. Por otra parte, también creen que
puede ser un grupo reticente al cambio
debido, probablemente, al malestar emo-
cional que provoca la enfermedad oncoló-
gica del familiar.
Es posible, por tanto, que si las altera-
ciones emocionales son lo suficientemente
importantes interfieran en el proceso de
cambio positivo e incluso originen cambios
negativos (como el aumento del consumo
de tabaco y alcohol) que en algunos casos
suelen deberse a estrategias erróneas de
afrontamiento del estrés(7).
Hay que considerar que el estrés no es
siempre negativo: niveles moderados del
mismo pueden originar un cierto grado de
preocupación que actúa como motivador
del cambio, tal como propone el modelo de
creencias de la salud(8). Esta misma idea está
presente en la teoría que relaciona activa-
ción y rendimiento. Según Yerkes-Dobson
(c.f. Valdés y Flores(9)) niveles bajos de acti-
vación del sistema nervioso central están
asociados con un rendimiento deficiente en
algunas tareas, que va mejorando confor-
me se incrementa el grado de activación,
hasta llegar a un punto crítico a partir del
cual comienza a deteriorarse con gran rapi-
dez.Teniendo presentes los anteriores plan-
teamientos, los principales objetivos de
nuestro trabajo son:
1. Conocer si los familiares y amigos
próximos de los enfermos de cáncer
hospitalizados realizan cambios en
sus hábitos de salud después del
conocimiento de la enfermedad.
2. Estudiar el papel de la sintomatolo-
gía ansiosa y depresiva como inter-
feridoras o facilitadoras del cambio
76 Josefa Soto, Montserrat Planes y María Eugenia Gras
de hábitos de salud después del
conocimiento del diagnóstico de
cáncer de un familiar o amigo pró-
ximo.
3. Estudiar la capacidad predictiva en
el cambio de hábitos de salud de las
alteraciones emocionales, del grado
de vinculación con el enfermo
como variable relacionada con el
aprendizaje vicario y de otras varia-
bles demográficas como el sexo y la
edad, a raíz de la experiencia de
tener un familiar o amigo próximo
afectado de cáncer.
MÉTODO
Sujetos
La muestra está formada por 105 parti-
cipantes familiares y amigos próximos
(41% de hombres y 59% de mujeres) de los
enfermos neoplásicos hospitalizados entre
agosto del 2001 y marzo del 2002 en la
Planta de Oncología del Hospital Universi-
tario Josep Trueta de Girona. Sus edades
están comprendidas entre 23 y 80 años, con
una media de 45,90 años (d.t.= 15,89).
La tasa de participación fue del 95,64%
ya que sólo cuatro sujetos se negaron a
colaborar en el estudio.
Material y procedimiento
Se utilizó una entrevista de creación
propia que incluye, entre otras, las siguien-
tes preguntas:
Después de conocer la enfermedad de
su familiar/ amigo,
a) ¿ha habido algún cambio en sus
hábitos de salud? (ejemplo: en la ali-
mentación o en otros hábitos).
b) ¿en qué hábitos?
c) ¿qué tipo de cambio? (ejemplo:
aumento del consumo de fibra o
cualquier otro cambio).
d) ¿cuánto tiempo después de cono-
cer el diagnóstico aparecieron estos
cambios?
En la entrevista también se recoge infor-
mación sobre la edad y sexo de los partici-
pantes y la frecuencia con que los sujetos
visitan al enfermo (días por semana) con la
finalidad de conocer el grado de vincula-
ción entre ambos.
Para la evaluación de las alteraciones
emocionales de los sujetos se utilizó el
HADS (Hospital Anxiety and Depression
Scale) de Zigmond y Snaith(10). Se creó una
traducción en catalán de la versión de la
escala en castellano de Caro e Ibáñez(11)
para administrar en la muestra de catalano-
parlantes, y se usó la escala en castellano
para la muestra castellanoparlante. Esta
escala consta de 14 ítems divididos en dos
sub-escalas: ansiedad y depresión. La inter-
pretación de la puntuación obtenida en
cada sub-escala es la siguiente: 0-7 (trastor-
no ausente); 8-10 (caso dudoso); 11 o más
(trastorno presente). El instrumento se
administró en formato heteroaplicado para
no romper la dinámica de la entrevista.
La recogida de la información tuvo lu-
gar entre agosto de 2001 y marzo de 2002.
El primer contacto con los participantes se
realizaba en la propia habitación del enfer-
mo donde se hacía una presentación del es-
tudio y se solicitaba su colaboración volun-
taria y anónima. La entrevista se realizaba
en un despacho que reunía suficientes
garantías de privacidad.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se presenta la distribución
de los sujetos en función del cambio reali-
zado a raíz del conocimiento de la enfer-
medad de su familiar o amigo próximo. En
el grupo de Cambio negativo se incluyen
todos los participantes que informan de que
la enfermedad del ser querido ha provoca-
do uno o más cambios no saludables en sus
hábitos. Los sujetos que realizan Cambio
positivo son aquellos que informan de cam-
bios beneficiosos para la salud. Si la situa-
ción no ha provocado ninguna modifica-
ción en sus hábitos de salud, los sujetos se
clasifican en el grupo de No cambio.
Las emociones como variables relacionadas con el cambio de hábitos de salud 77
La mayor parte de los sujetos estudia-
dos no han realizado cambios en sus hábi-
tos de salud después de conocer el diagnós-
tico de cáncer de su familiar o amigo pró-
ximo. Sólo uno de cada tres sujetos infor-
ma en tal sentido, aunque los sujetos que
realizan cambios positivos casi doblan a los
que realizan cambios negativos. Si se ana-
liza el tipo de cambio efectuado, la mayo-
ría de cambios positivos informados se
refieren a la alimentación (55%; n=22) y al
tabaco (15%; n=6). Respecto a los cambios
negativos, la mayoría de ellos se refiere al
consumo de tabaco (75%; n=12).
Por otra parte, el 77,5% (n=31) de los
cambios positivos y el 75% (n=12) de los
cambios negativos informados se produje-
ron dentro de los tres meses posteriores al
diagnóstico del familiar o amigo cercano.
En la Tabla 2 se presentan las medias y
desviaciones típicas de la sintomatología
ansiosa y depresiva de los familiares o ami-
gos próximos en función del tipo de cam-
bio realizado en los hábitos de salud des-
pués del conocimiento de la enfermedad
del familiar o amigo próximo, así como los
resultados de los análisis de la varianza. Se
puede apreciar que existe una relación sig-
nificativa entre la sintomatología ansiosa y
depresiva y el tipo de cambio realizado por
el sujeto.
En la Tabla 3 se muestran los contrastes
de Scheffé entre las medias. Se aprecia que
la puntuación media en sintomatología
ansiosa de los sujetos que realizan cambios
negativos es significativamente más eleva-
da que la de aquellos que no realizan nin-
gún cambio. A pesar de que los sujetos que
realizan cambios positivos tienen una
ansiedad media más elevada que los que no
realizan cambios, la diferencia observada
no es estadísticamente significativa. Tam-
poco es significativa la diferencia de sinto-
matología ansiosa entre los sujetos que rea-
lizan cambios positivos y los que efectúan
cambios negativos.
En relación a la sintomatología depresi-
va, observamos el mismo efecto que con la
ansiedad, ya que los sujetos que han realiza-
do cambios negativos en su conducta mani-
fiestan significativamente mayor índice de
sintomatología depresiva que aquellos que
no han realizado ningún cambio.
A fin de estudiar qué variables predi-
cen el cambio de hábitos de salud a raíz
de la experiencia de tener un familiar o
amigo próximo afectado de cáncer se ha
78 Josefa Soto, Montserrat Planes y María Eugenia Gras
Tabla 1. Distribución de los participantes en fun-
ción de tipo de cambio realizado a raíz
del diagnóstico de cáncer del familiar o
amigo próximo (en porcentaje)
Tipo de cambio % (n)
Negativo 11,5 (12)
No cambio 67,3 (70)
Positivo 21,1 (22)
Tabla 2. Medias y desviaciones típicas de la sintomatología ansiosa y depresiva de los familiares o
amigos próximos de enfermos de cáncer hospitalizados en función del tipo de cambio
realizado en los hábitos de salud después del conocimiento del diagnóstico y resultados
del análisis de la varianza
nMedia F (2,102) Sig.
(SD) (bilateral)
Sintomatología ansiosa
No cambio 69 9,32 (5,37) 5,137 0,008
Cambio positivo 22 11,05 (5,54)
Cambio negativo 12 14,33 (4,98)
Sintomatología depressiva
No cambio 69 6,33 (4,64) 3,763 0,027
Cambio positivo 22 7,27 (3,77)
Cambio negativo 12 10,17 (4,93)
realizado un análisis discriminante con el
paquete estadístico SPSS(12) (método por
pasos sucesivos). Las variables incluidas
inicialmente en el análisis son la edad y
el sexo de los participantes, las puntua-
ciones en sintomatología ansiosa y depre-
siva y la frecuencia con que visita al enfer-
mo.En la Tabla 4 se presentan los resultados
del análisis discriminante. Son tres las varia-
bles que han entrado a formar parte del
modelo: la edad de los participantes, la sin-
tomatología depresiva y la frecuencia de
visita. Este modelo explica el 26,1% de la
varianza del tipo de cambio y clasifica
correctamente el 68,3% de los casos.
A fin de interpretar mejor el modelo en
la Tabla 5 se presentan las medias y desvia-
ciones típicas de las tres variables discrimi-
nantes, así como el resultado de los análi-
sis de la varianza univariantes. Asimismo,
en la Tabla 6 se muestran los contrastes de
Scheffé de estas medias.
Como podemos comprobar, los sujetos
que han modificado sus hábitos de salud,
en sentido positivo o negativo son signifi-
cativamente más jóvenes que los que no
han realizado ningún cambio. En relación
a la sintomatología depresiva, los sujetos
que han realizado cambios negativos en sus
hábitos de salud presentan como media
puntuaciones más elevadas que aquellos
que no los han modificado. Los sujetos que
han realizado cambios positivos también
presentan una media mayor de sintomato-
logía depresiva que los sujetos del grupo de
No cambio, aunque la diferencia no es sig-
nificativa. Finalmente, los sujetos que han
realizado cambios negativos y los que han
efectuado cambios positivos en sus hábitos
de salud muestran medias de frecuencia de
visita más elevadas que aquellos sujetos
Las emociones como variables relacionadas con el cambio de hábitos de salud 79
Tabla 3. Contrastes de Scheffé entre las medias de la sintomatología ansiosa y depresiva de los
familiares y amigos próximos de enfermos de cáncer hospitalizados en función del tipo
de cambio realizado en los hábitos de salud después del conocimiento del diagnóstico
Diferencia Sig.
de medias (p)
Sintomatología ansiosa
No cambio-Cambio positivo –1,73 0,397
No cambio-Cambio negativo –5,01 0,010*
Cambio positivo-Cambio negativo –3,29 0,212
Sintomatología depressiva
No cambio-Cambio positivo –1,94 0,696
No cambio-Cambio negativo –3,83 0,028*
Cambio positivo-Cambio negativo –2,89 0,206
Tabla 4. Modelo resultante del análisis discriminante entre cambio negativo (0), no cambio (1) y
cambio positivo (2) con el método Lambda de Wilks
Lambda de Wilks Coeficientes estandards
Variables en incorporar la variable de la primera función
al modelo discriminante del modelo
con tres predictores
Edad de los sujetos 0,899* 0,526
Sintomatología depresiva 0,800* -0,902
Frecuencia de visita 0,739* 0,564
* Significación estadística.
*p 0,005.
que no han realizado cambios, pero las
diferencias observadas no son estadística-
mente significativas.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Si nos centramos en el primer objetivo
del trabajo, podemos comprobar que sólo
dos de cada diez familiares o amigos cer-
canos de enfermos de cáncer hospitaliza-
dos han realizado cambios en sus hábitos
de salud después del conocimiento del
diagnóstico. La mayoría de cambios se
producen en la dieta. Este porcentaje es
similar al comunicado por Kristeller et
al.(6), que encuentran que un 22,7% de los
familiares de los enfermos de cáncer rea-
lizaron cambios positivos en su alimenta-
ción. Estos cambios han tenido lugar en su
mayoría durante los tres meses posteriores
al conocimiento del diagnóstico. Respec-
to a la validez de las modificaciones en la
dieta autoinformadas debemos ser caute-
losos, es posible que exista una sobre-
representación de respuestas referidas a la
dieta así como una presencia por debajo
de la realidad del resto de tipos de cambio
autoinformados. Esto podría ser debido al
formato del instrumento utilizado que, a
diferencia del que Kristeller et al. (1996)(6)
utilizaron y que preguntaba directamente
80 Josefa Soto, Montserrat Planes y María Eugenia Gras
Tabla 6. Contrastes de Scheffé entre las medias de las variables resultantes del análisis discrimi-
nante en función del tipo de cambio realizado después del conocimiento del diagnóstico
de cáncer del familiar o amigo próximo y resultados del análisis de la varianza
Diferencia Sig.
de medias (p)
Sintomatología ansiosa
No cambio-Cambio positivo 10,28 0,024*
No cambio-Cambio negativo 12,31 0,038*
Cambio positivo-Cambio negativo 2,03 0,933
Sintomatología depressiva
No cambio-Cambio positivo –0,94 0,696
No cambio-Cambio negativo –3,83 0,028*
Cambio positivo-Cambio negativo –2,89 0,206
Frecuencia de visita
No cambio-Cambio positivo –1,06 0,521
No cambio-Cambio negativo –1,16 0,654
Cambio positivo-Cambio negativo –0,11 0,757
Tabla 5. Medias y desviaciones típicas de las variables del modelo resultante del análisis discrimi-
nante en función del tipo de cambio realizado después del conocimiento del diagnostico
de cáncer del familiar o amigo próximo y resultados del análisis de la varianza
Media (SD) No cambio Cambio Cambio F (gl)
n positivo negativo p
Edad de los sujetos 49,64 (15,29) 39,36 (15,27) 37,33 (14,07) F=3,763 (2,101)
70 22 12 p=0,027
Sintomatología depresiva 6,33 (4,64) 7,27 (3,77) 10,17 (4,93) F=6,093 (2,100)
69 22 12 P=0,003
Frecuencia de visita 5,75 (2,41) 6,81 (1,17) 6,92 (1) F=3,069 (2,99)
69 21 12 P=0,051
* Significación estadística.
por cambios en la dieta y en el consumo
de tabaco y de alcohol, en nuestro traba-
jo preferimos únicamente orientar a los
participantes mediante un ejemplo y se
prefirió hablar de la dieta por tratarse de
un factor más neutro e inespecífico que,
por ejemplo, el tabaco.
Por otra parte, aproximadamente uno
de cada diez sujetos han realizado cambios
negativos en sus hábitos de salud y estos
cambios se refieren especialmente al con-
sumo de tabaco.
Respecto al segundo objetivo, se ob-
serva que las reacciones emocionales,
concretamente la sintomatología ansiosa y
depresiva, están estrechamente relaciona-
das con el tipo de cambio realizado. Los
resultados muestran una relación entre la
sintomatología ansiosa y depresiva y los
cambios negativos, de manera que los
sujetos que han realizado estos cambios
en su conducta de salud obtienen puntua-
ciones significativamente mayores en las
dos sintomatologías que aquellos que no
han realizado ningún tipo de cambio.
Aunque no está claro cual es el sentido
exacto de la relación, parece razonable
pensar que el principal motivo del males-
tar emocional sea la enfermedad del ser
querido y el malestar producido por los
cambios negativos contribuya en todo
caso a incrementarlo.
Los resultados muestran que en los
familiares y amigos próximos de enfermos
de cáncer existe una relación entre males-
tar emocional y cambios negativos en los
hábitos de salud. Una explicación que
daría cuenta de esa relación es que los
cambios negativos observados respondan
a la necesidad de afrontar de alguna mane-
ra las alteraciones emocionales provoca-
das por el diagnóstico. En este caso, sería
conveniente proporcionarle otras estrate-
gias más saludables y eficaces de afronta-
miento (counselling, relajación, etc.).
En relación con el tercer y último obje-
tivo del trabajo, los resultados muestran
que los participantes más jóvenes, con más
sintomatología depresiva y que visitan con
mayor frecuencia al enfermo son los que
muestran más cambios en sus hábitos de
salud. El tipo de cambio realizado (positivo
o negativo) se relaciona principalmente
con la sintomatología depresiva: los que
tienen puntuaciones más elevadas tienden
a realizar cambios negativos, mientras que
los que realizan cambios positivos obtienen
puntuaciones muy similares a los que no
realizan ningún tipo de cambio.
En síntesis, creemos que sería conve-
niente detectar y tratar cuanto antes las
alteraciones emocionales intensas de los
familiares y amigos próximos de los enfer-
mos de cáncer hospitalizados, ya que no
sólo constituyen una fuente de sufrimien-
to para el afectado y una posible reduc-
ción de calidad en el cuidado del enfer-
mo, sino que pueden predisponer a la rea-
lización de cambios negativos en los hábi-
tos de salud.
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82 Josefa Soto, Montserrat Planes y María Eugenia Gras
... El estado de ansiedad y/o depresión se evaluó mediante el cuestionario Hospital Anxiety-Depression (HADS) 15, 16 . Cuestionario auto-administrado con 7 ítems referidos a la sub-escala de depresión y 7 referidos a la sub-escala de ansiedad. ...
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Introduction: Hemodialysis patients have symptoms and emotional disorders such as anxiety and depression. There are few studies that evaluate diagnosis using the Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS); our aim is to determine the prevalence of anxiety and depression in patients with chronic kidney disease on hemodialysis. Methods: Cross-sectional study during the first quarter of 2012 was carried out. It was conducted in the hemodialysis service of the Palamós Hospital. Patients on chronic hemodialysis with a dialysis vintage at least than a month were included. Age, sex, height, weight, body mass index, Charlson index, time on hemodialysis and number of drugs were recorded. HADS (Spanish version of Caro-Ibanez) scale was used. Results: 49 patients were analyzed, 25% being women. The mean age was 67.2 years, the average Charlson index was 4.6 (SD: 4.5), a dialysis vintage of 39.9 months (SD: 43.8) and an average BMI of 26.9 (SD: 4.5). The patients in the morning shift were 52.9% and in the evening shift were 50.9%. Depressive symptomatology was represented in 42.9% (95% CI 33.7% -60.6%) and anxiety symptoms in 32.7% (95% CI 21.2% -46.6%) according to HADS scale. The anxiety has significant association with lower body mass index and female, while depression is significantly associated with higher age, lower body mass index and the morning shift. Conclusion: There is a high prevalence of anxiety and depression in patients with chronic kidney disease on hemodialysis. A low body mass index is associated with anxiety and depression, older age with depression, and anxiety is more common in women. Our study suggests that greater control, monitoring and treatment of emotional disorders in patients with chronic kidney disease are necessary.
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Introduction: Hemodialysis patients have symptoms and emotional disorders such as anxiety and depression. There are few studies that evaluate diagnosis using the Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS); our aim is to determine the prevalence of anxiety and depression in patients with chronic kidney disease on hemodialysis. Methods: Cross-sectional study during the first quarter of 2012 was carried out. It was conducted in the hemodialysis service of the Palamós Hospital. Patients on chronic hemodialysis with a dialysis vintage at least than a month were included. Age, sex, height, weight, body mass index, Charlson index, time on hemodialysis and number of drugs were recorded. HADS (Spanish version of Caro-Ibanez) scale was used. Results: 49 patients were analyzed, 25% being women. The mean age was 67.2 years, the average Charlson index was 4.6 (SD: 4.5), a dialysis vintage of 39.9 corresponmonths (SD: 43.8) and an average BMI of 26.9 (SD: 4.5). The patients in the morning shift were 52.9% and in the evening shift were 50.9%. Depressive symptomatology was represented in 42.9% (95% CI 33.7% -60.6%) and anxiety symptoms in 32.7% (95% CI 21.2% -46.6%) according to HADS scale. The anxiety has significant association with lower body mass index and female, while depression is significantly associated with higher age, lower body mass index and the morning shift. Conclusion: There is a high prevalence of anxiety and depression in patients with chronic kidney disease on hemodialysis. A low body mass index is associated with anxiety and depression, older age with depression, and anxiety is more common in women. Our study suggests that greater control, monitoring and treatment of emotional disorders in patients with chronic kidney disease are necessary. © 2015, Sociedad Espanola de Enfermeria Nefrologica. All rights reserved.
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Cancer can become a traumatic experience; in some other cases the traumatic experiences occurred before the cancer process, some are coincident in time, and in some of them the traumatic experiences take place after surviving the cancer. They also keep some personality traits that tend to resilience.
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ABSTRACT– A self-assessment scale has been developed and found to be a reliable instrument for detecting states of depression and anxiety in the setting of an hospital medical outpatient clinic. The anxiety and depressive subscales are also valid measures of severity of the emotional disorder. It is suggested that the introduction of the scales into general hospital practice would facilitate the large task of detection and management of emotional disorder in patients under investigation and treatment in medical and surgical departments.
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A self-assessment scale has been developed and found to be a reliable instrument for detecting states of depression and anxiety in the setting of an hospital medical outpatient clinic. The anxiety and depressive subscales are also valid measures of severity of the emotional disorder. It is suggested that the introduction of the scales into general hospital practice would facilitate the large task of detection and management of emotional disorder in patients under investigation and treatment in medical and surgical departments.
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Targeted health promotion requires an identifiable subpopulation which is accessible, at increased risk, receptive to input, and receptive to change. Relatives of recently diagnosed cancer patients may meet these criteria and have not previously been investigated as recipients of preventive education regarding smoking and diet. This study investigates these factors, beliefs regarding perceived susceptibility to cancer, and attitudes toward behavior change in 101 relatives of 50 patients with smoking-related cancers, breast cancer, and other diet-related cancers. Congruence of attitudes between patients and relatives, another possible factor in changing health behaviors, also was assessed. Access to relatives of patients was very high, as was their willingness to discuss these issues (99% of relatives contacted participated in the survey). Relatives' ratings of relevant risk factors were generally higher than those of patients; ratings of their own vulnerability were moderate. Within diagnostic groups, there was high concordance of belief between patients and relatives for certain types of risk, such as heredity for breast cancer (r = 0.81) and smoking for smoking-related cancers (r = 0.52), but not for dietary factors. The high level of access suggests that relatives may be receptive to discussing issues of behavior risk and change. They are at least as aware as patients of cancer risk factors. Spontaneous behavior change was very low. They may therefore be good candidates for targeted health promotion regarding cancer risk.
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Family caregivers have become increasingly responsible for providing home care for cancer patients. Research has documented the distress of family caregivers; however, little has been done to evaluate the broader impact of caregiving on quality of life (QoL). The objectives of this study were to evaluate the reliability and validity of the Caregiver Quality of Life Index-Cancer (CQOLC), a new self-report instrument. Two hundred and sixty-three family caregivers of patients with lung, breast or prostate neoplasms participated. Test-retest reliability was 0.95 and internal consistency was 0.91. As expected, there were moderate correlations with overall mental health (r = 0.64), emotional distress (r = -0.50 to -0.52), burden (r = -0.65) and patient's performance status (r = -0.47) and low correlations with overall physical health (r = 0.13), social support (r = 0.22) and social desirability (r = 0.08). These results show that increased overall mental health is associated with better QoL, while more emotional distress and worsening patient performance status are associated with poorer QoL. Thus, the CQOLC appears to possess adequate validity, test-retest reliability and internal consistency. Future directions include further evaluation of sensitivity to change and factor analysis to determine the principal health-related QoL domains evaluated by the CQOLC.
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To assess psychometrically a new questionnaire for measuring the psychosocial morbidity in patients with prostate cancer and in their partners, and to compare the morbidity of patients and their partners. A sequential sample of patients with any stage of prostate cancer and attending general urology outpatient clinics was identified. The questionnaire was administered to 135 patients and their partners in their homes. The Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS) questionnaire was also administered to permit construct validation of the new measure. Test-retest reliability was calculated by re-administering the questionnaire to 60 individuals. The hypothetical general cancer distress and social subscales of the questionnaire were also tested for internal consistency. Psychosocial morbidity scores obtained by the patients and partners were compared. The questionnaire had good test-retest reliability and construct validity when tested against the HADS. The general cancer distress and social subscales were internally consistent. General cancer distress was highly prevalent and significantly more severe in partners than in patients. There was some degree of general cancer distress in 47% of patients and 76% of partners, whereas severe distress was detected in 11% and 30%, respectively. Social morbidity was limited and of equal severity between the groups. Treatment-related worries and concerns about pain and physical limitation were more common among partners than patients, whereas there was no difference for worries about urinary symptoms. Sexual concerns were the least prevalent and were more of a problem for patients than partners. Psychosocial morbidity in prostate cancer is highly prevalent, not only among patients but particularly among their partners. The new questionnaire showed adequate psychometric properties for use in identifying individuals with significant psychosocial morbidity. Applying the questionnaire should permit emotional and informational support to be targeted at the most vulnerable.
Evaluación en prevención y promoción de la salud. En R. Fernández-Ballesteros, editor. Evaluación Conductual Hoy. Madrid: Pirámide
  • J Rodríguez-Marín
Rodríguez-Marín J.. Evaluación en prevención y promoción de la salud. En R. Fernández-Ballesteros, editor. Evaluación Conductual Hoy. Madrid: Pirámide; 1994, p.652-712.