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editorial SEPHO 2012

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Disponible en Internet el 30 de agosto de 2012 Ha llovido mucho desde que en 1877 se inaugurara el Hospital Niño Jesús en Madrid, la primera institución asistencial dedicada al niño enfermo en España, hasta nuestros días en los que existen más de 9.000 camas asignadas a pedia-tría. Y esa lluvia nos ha traído hasta aquí, hasta hoy, donde una reconocida y prestigiosa Asociación Española de Pedia-tría (AEP), conformada por las sociedades regionales que le dan su esencia, acoge a 23 sociedades de especialida-des pediátricas (fig. 1), sociedades que esperan su merecido reconocimiento oficial. Es motivo de este editorial explicar el porqué de la recién creada Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO). Entendemos como pediatra hospitalario aquel que es responsable del paciente ingresado, lactante, escolar o adolescente, en su totalidad, contemplando sus aspectos médicos, emocionales y familiares; procurando la mejor atención y buscando el alta satisfactoria. Aquel que está preparado para enfocar el diagnóstico, el tratamiento y sol-ventar las emergencias que surjan, colaborando con otros especialistas pediátricos, incluyendo la Atención Primaria, que deban participar en el proceso de asistencia hospita-laria. El responsable del trabajo en equipo con el resto de profesionales (enfermería, auxiliares, fisioterapeutas, psi-cólogos, maestros.. .), procurando que el día a día se llene de compañerismo, ilusión y calidad asistencial. Un impulsor que motive a las futuras generaciones de pediatras (estudiantes y residentes), aplicándose en el trabajo diario, la docencia * Autor para correspondencia. Correo electrónico: juanignacio.montianojorge@osakidetza.net (J.I. Montiano Jorge). y la investigación, para demostrarles que su decisión de ser pediatras ha sido o será la acertada. En otros sistemas sanitarios, y en ocasiones también en nuestro medio, podía darse el caso que cada paciente ingre-sado tuviera un pediatra responsable diferente, pediatra que la mayor parte del tiempo estaba en su consulta y no siempre cerca del paciente y su familia. Esto condujo a dichos hospitales a buscar la figura del pediatra responsa-ble, durante las 24 h, del niño hospitalizado. Esta figura del pediatra hospitalario, en nuestro entorno, no nos es ajena, de hecho en muchos hospitales existe desde siempre, de una forma u otra. Podemos decir que hoy por hoy, en nuestro país, nos encontramos diferentes tipos de pediatras hospita-larios: pediatras especializados que llevan a sus pacientes en unidades especializadas, normalmente, en hospitales tercia-rios; pediatras que comparten la hospitalización general con alguna especialidad; los que solo se dedican a hospitaliza-ción; aquellos en hospitales más pequeños, que compaginan hospitalización, consultas, urgencias... y finalmente, los que llevan la hospitalización en el domicilio del paciente. Todos ellos caben en nuestro proyecto porque todos tenemos el mismo objetivo, que no es otro que procurar la excelencia asistencial durante el ingreso del paciente. En el año 2008 tomamos contacto con miembros de la SOHM (Section on Hospital Medicine) de la Academia Americana de Pediatría, siendo conscientes del camino que llevaban recorrido y de la necesidad de organizarnos de igual forma dentro la AEP. Nuestro primer paso fue lanzar un llamamiento, firmado inicialmente por los hospitales del ámbito de la Sociedad Vasco Navarra de Pediatría, a través de la página web de la AEP: «A todos los pediatras que desarrollan su labor profesional, total o parcialmente, 1695-4033/$-see front matter
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An Pediatr (Barc). 2012;77(6):357---359
www.elsevier.es/anpediatr
EDITORIAL
Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria
Spanish Society of Hospital Paediatrics
J.I. Montiano Jorgea,, R. Hernández Marcoby J.J. García Garcíac
aPresidente de la Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria
bVicepresidente de la Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria
cSecretario de la Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria
Disponible en Internet el 30 de agosto de 2012
Ha llovido mucho desde que en 1877 se inaugurara el Hospi-
tal Ni˜
no Jesús en Madrid, la primera institución asistencial
dedicada al ni˜
no enfermo en Espa˜
na, hasta nuestros días
en los que existen más de 9.000 camas asignadas a pedia-
tría. Y esa lluvia nos ha traído hasta aquí, hasta hoy, donde
una reconocida y prestigiosa Asociación Espa˜
nola de Pedia-
tría (AEP), conformada por las sociedades regionales que
le dan su esencia, acoge a 23 sociedades de especialida-
des pediátricas (fig. 1), sociedades que esperan su merecido
reconocimiento oficial.
Es motivo de este editorial explicar el porqué de la recién
creada Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria (SEPHO).
Entendemos como pediatra hospitalario aquel que es
responsable del paciente ingresado, lactante, escolar o
adolescente, en su totalidad, contemplando sus aspectos
médicos, emocionales y familiares; procurando la mejor
atención y buscando el alta satisfactoria. Aquel que está
preparado para enfocar el diagnóstico, el tratamiento y sol-
ventar las emergencias que surjan, colaborando con otros
especialistas pediátricos, incluyendo la Atención Primaria,
que deban participar en el proceso de asistencia hospita-
laria. El responsable del trabajo en equipo con el resto de
profesionales (enfermería, auxiliares, fisioterapeutas, psi-
cólogos, maestros...), procurando que el día a día se llene de
compa˜
nerismo, ilusión y calidad asistencial. Un impulsor que
motive a las futuras generaciones de pediatras (estudiantes
y residentes), aplicándose en el trabajo diario, la docencia
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: juanignacio.montianojorge@osakidetza.net
(J.I. Montiano Jorge).
y la investigación, para demostrarles que su decisión de ser
pediatras ha sido o será la acertada.
En otros sistemas sanitarios, y en ocasiones también en
nuestro medio, podía darse el caso que cada paciente ingre-
sado tuviera un pediatra responsable diferente, pediatra
que la mayor parte del tiempo estaba en su consulta y no
siempre cerca del paciente y su familia. Esto condujo a
dichos hospitales a buscar la figura del pediatra responsa-
ble, durante las 24 h, del ni˜
no hospitalizado. Esta figura del
pediatra hospitalario, en nuestro entorno, no nos es ajena,
de hecho en muchos hospitales existe desde siempre, de
una forma u otra. Podemos decir que hoy por hoy, en nuestro
país, nos encontramos diferentes tipos de pediatras hospita-
larios: pediatras especializados que llevan a sus pacientes en
unidades especializadas, normalmente, en hospitales tercia-
rios; pediatras que comparten la hospitalización general con
alguna especialidad; los que solo se dedican a hospitaliza-
ción; aquellos en hospitales más peque˜
nos, que compaginan
hospitalización, consultas, urgencias... y finalmente, los que
llevan la hospitalización en el domicilio del paciente. Todos
ellos caben en nuestro proyecto porque todos tenemos el
mismo objetivo, que no es otro que procurar la excelencia
asistencial durante el ingreso del paciente.
En el a˜
no 2008 tomamos contacto con miembros de
la SOHM (Section on Hospital Medicine) de la Academia
Americana de Pediatría, siendo conscientes del camino que
llevaban recorrido y de la necesidad de organizarnos de
igual forma dentro la AEP. Nuestro primer paso fue lanzar
un llamamiento, firmado inicialmente por los hospitales
del ámbito de la Sociedad Vasco Navarra de Pediatría, a
través de la página web de la AEP: «A todos los pediatras
que desarrollan su labor profesional, total o parcialmente,
1695-4033/$ – see front matter © 2012 Asociación Española de Pediatría. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.anpedi.2012.07.009
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358 J.I. Montiano Jorge et al
Figura 1 Sociedades científicas de la Asociación Espa˜
nola de Pediatría.
en hospitalización (lactantes y escolares)». La reacción fue
inmediata, adhiriéndose al proyecto hospitales comarcales,
secundarios y terciarios de diferentes autonomías. En junio
del 2011, dentro del 60.Congreso de la AEP, en Valladolid,
realizamos nuestra primera reunión, fue una reunión en
la que se tentó si era o no posible seguir adelante. Como
era de esperar en estos casos, la afluencia no fue masiva
pero la ilusión y las ganas de trabajo de los allí reunidos
fue suficiente como para continuar. Comenzamos a dise˜
nar
una encuesta con la que saber cuál era la situación real
de la hospitalización pediátrica en nuestro país y nos
emplazamos en la sede de la AEP para pulir y aprobar los
estatutos que ya se habían redactado, y constituirnos como
sociedad científica. El 1 de octubre del 2011, en Madrid,
firmamos el acta fundacional de la SEPHO; después se
llevaría la documentación al Ministerio para la inscripción
formal. Desde esa fecha hasta el 61.Congreso de la
AEP en Granada (junio del 2012), cumplimos los plazos
establecidos en los estatutos para convocar las elecciones
que se llevarían a cabo el día 1 de junio, en nuestra primera
asamblea general. En ese momento se sustituyó la Junta
gestora, por la Junta electa, que quedó constituida como
sigue: presidente: Dr. Juan Ignacio Montiano Jorge (Hospital
Universitario de Araba, Vitoria-Gasteiz); vicepresidente:
Dr. Roberto Hernández Marco (Hospital Universitario
Dr. Peset, Valencia); secretario: Dr. Juan José García García
(Hospital Universitario Sant Joan de Déu, Barcelona);
tesorera: Dra. Marta García Fernández de Villalta (Hospital
Universitario La Paz, Madrid), y vocales: Dra. Leonor Arranz
Arana (Hospital Universitario Donostia), Dr. Pablo Diego
Gayte (Hospital de Santiago Apóstol, Miranda de Ebro),
Dra. Ana María Pérez Benito (Corporación Sanitaria y
Universitaria Parc Taulí, Sabadell), Dr. José Miguel Ramos
Fernández (Hospital Regional Universitario Carlos Haya,
Málaga), Dra. Rosa Rodríguez Fernández (Hospital General
Universitario Gregorio Mara˜
nón, Madrid). Al día siguiente,
la asamblea general de la AEP, constando en el orden
del día, nos aceptó por mayoría como nueva sociedad de
especialidad pediátrica.
Cuando se empieza una aventura de este calibre siem-
pre se piensa si merecerá la pena, si en realidad habrá un
sustrato de profesionales interesados en ello. Gracias a la
encuesta que realizamos, podemos hacer la estimación de
que cerca de 1.700 pediatras desarrollan su labor profesio-
nal, total o parcialmente, atendiendo a lactantes, escolares
y adolescentes durante su hospitalización, fuera de los cui-
dados intensivos, de las unidades de oncohematología y de
otras unidades especializadas (trasplantes). Por otro lado,
en el 61.Congreso de la AEP de Granada, fue la primera
vez que se incluyó el apartado de pediatría hospitalaria para
la recepción de comunicaciones, con la estimulante sor-
presa de que supusieron el 9% del total. Finalmente, fueron
2 sesiones de comunicaciones orales, con un total de 18
comunicaciones, una sesión de 25 pósteres defendidos y
otros 33 pósteres libres. Asimismo, presentamos una mesa
redonda donde explicamos nuestra filosofía y nuestro por-
qué, expusimos los resultados de la encuesta y, además,
2 temas de especial interés para nosotros, como son la
docencia y el enfermo con pluripatología.
En una reciente publicación se establecen las estrate-
gias de futuro para la pediatría hospitalaria, poniéndose el
énfasis en 4 puntos concretos: la práctica clínica, la calidad
asistencial, la investigación y los profesionales sanitarios1.
En otro artículo publicado en Hospital Pediatrics, publica-
ción oficial de la Academia Americana de Pediatría desde
2011 y estandarte de la SOHM2, se marcan las normas para
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Sociedad Espa˜
nola de Pediatría Hospitalaria 359
la creación de los grupos de trabajo3. Nuestro proyecto, y
que plasmó el acta de la primera asamblea, quiere seguir
por esa vía. Hemos formado 2 grupos de trabajo, uno para
la seguridad del paciente ingresado y otro para el paciente
con pluripatología, de igual forma se creó el Comité Cientí-
fico, presidido, por estatutos, por el vicepresidente, donde
se aceptó el reto de incluir en los Protocolos de la AEP
aquellos que específicamente se ci˜
nan a temas propios de
pediatría hospitalaria. La investigación ha de ser un arma
fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad; nuestra
página web como vehículo de comunicación nos permitirá
trabajos multicéntricos de indiscutible potencia estadística,
ofreciendo conclusiones y recomendaciones que faciliten
la coherencia diagnóstica y terapéutica. Otro de los pun-
tales, en el que pensamos podemos aportar mucho, es la
docencia, tanto de pregrado como de residentes4, con-
tribuyendo a una formación ordenada y paulatina, donde
la visión integrada y general del paciente consiga una
mejor formación, sin caer en el paternalismo, ofreciendo
a los residentes mayor autonomía según su a˜
no forma-
tivo.
El interés por la pediatría hospitalaria es una constante
entre los pediatras de nuestro país, recientes publicacio-
nes en temas de costes5, cuidados paliativos y calidad
asistencial6, prevención7y docencia8, y otras no tan actua-
les pero de igual calado9-11, así lo demuestran. No es que
hayamos inventado nada, lo sabemos, pero pensamos que
la hospitalización pediátrica, por sus peculiaridades, por
su magnitud e importancia, se merece que los profesiona-
les que nos dedicamos a ella nos organicemos y formemos
esta sociedad científica donde canalizar y aunar esfuer-
zos en beneficio de los ni˜
nos, sus familias y la propia
pediatría.
No podemos terminar este editorial sin mostrar nuestro
agradecimiento de forma especial al Comité Ejecutivo de
la AEP y su Junta Directiva, al Comité Científico Ejecutivo
de Congresos y al equipo editorial de Anales de Pediatría, sin
cuyo apoyo y facilidades brindadas, este proyecto se hubiese
encontrado con demasiada lluvia en el camino.
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Article
Full-text available
Describir la evolución de la hospitalización infantil en España en el período 1985-1994 y su variabilidad entre comunidades autónomas.Material y métodoDescripción de la evolución, la tasa de camas, altas y consultas, así como la estancia media entre 1985 y 1994 por comunidades autónomas, a partir de datos de la Estadística de Establecimientos Sanitarios en Régimen de Internado.ResultadosLa estancia media disminuyó el 23,9%, y se incrementó la tasa de camas (4,5%), la de frecuentación (39,5%) y la de consultas (36,8%). Existe gran variabilidad entre comunidades autónomas en todos los indicadores que tienden a converger en ofertas de camas y la tasa de altas, pero no en estancia media y tasa de consultas.ConclusionesSe ha incrementado la actividad hospitalaria, con fuertes diferencias entre comunidades autónomas. Las diferencias tienden a disminuir en algunos indicadores, mientras se incrementan en otros.
Article
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In February of 2009, the Society of Hospital Medicine, the Section on Hospital Medicine of the American Academy of Pediatrics, and the Academic Pediatric Association sponsored a strategic planning meeting to create a vision of the future for Pediatric Hospital Medicine (PHM). One of the outcomes of that meeting was a mandate to create a dashboard for PHM groups. Given that PHM is the fastest growing area of pediatrics,1 and that pediatric hospitalists and their groups are becoming responsible for more patients and more processes in hospitals,2 an important part of the growth of the specialty will be continuous improvement and monitoring. As with all areas of medicine, improvement comes from identification of gaps in performance or services and the subsequent improvement cycles that follow. This proposed dashboard attempts to build a framework for groups to monitor, compare, and improve performance. In addition to groups monitoring their own performance over time, it is envisioned that, as groups begin to populate this dashboard, there will be a transparent repository for the dashboards that allow for comparison among similar groups. In July 2009, a call for participation in the creation of the dashboard was sent to the PHM Listserv of the American Academy of Pediatrics. In addition to the 3 original hospitalists named to start the project (P.H., J.D., E.R.), 8 others volunteered to form the PHM Dashboard Committee (the Committee).The Committee met numerous times via conference call and agreed to the following guiding principles: 1. The dashboard should be as broadly applicable as possible 2. The dashboard should focus on the PHM group, and not the individual hospitalist 3. The dashboard should use the simplest possible methods for achieving measurement aims 4. Dashboard items should be selected and/or customized to best help each unique PHM group: each group’s dashboard may look different Subsequently, …
Article
Given the growing field of Pediatric Hospital Medicine (PHM) and the need to define strategic direction, the Society of Hospital Medicine, the American Academy of Pediatrics, and the Academic Pediatric Association sponsored a roundtable to discuss the future of the field. Twenty-one leaders were invited plus a facilitator utilizing established health care strategic planning methods. A "vision statement" was developed. Specific initiatives in 4 domains (clinical practice, quality of care, research, and workforce) were identified that would advance PHM with a plan to complete each initiative. Review of the current issues demonstrated gaps between the current state of affairs and the full vision of the potential impact of PHM. Clinical initiatives were to develop an educational plan supporting the PHM Core Competencies and a clinical practice monitoring dashboard template. Quality initiatives included an environmental assessment of PHM participation on key committees, societies, and agencies to ensure appropriate PHM representation. Three QI collaboratives are underway. A Research Leadership Task Force was created and the Pediatric Research in Inpatient Settings (PRIS) network was refocused, defining a strategic framework for PRIS, and developing a funding strategy. Workforce initiatives were to develop a descriptive statement that can be used by any PHM physician, a communications tool describing "value added" of PHM; and a tool to assess career satisfaction among PHM physicians. We believe the Roundtable was successful in describing the current state of PHM and laying a course for the near future.
Pediatric hospitalists' influences on education and career plans
  • J A Daru
  • A Holmes
  • A J Starmer
  • J Aquino
  • D A Rauch
Daru JA, Holmes A, Starmer AJ, Aquino J, Rauch DA. Pediatric hospitalists' influences on education and career plans. J Hospital Med. 2011, http://dx.doi.org/10.1002/jhm.962.
Incidencia y costes de la hospitalización por bronquiolitis y de las infecciones por virus respiratorio sincitial en la Comunidad Valenciana
  • J Díez
  • M Riado
  • I Úbeda
  • A Ballester
Díez J, Riado M, Úbeda I, Ballester A. Incidencia y costes de la hospitalización por bronquiolitis y de las infecciones por virus respiratorio sincitial en la Comunidad Valenciana. Años 2001 y 2002. An Pediatr (Barc). 2006;65:325---30.
Precauciones de aislamiento en un hospital pediátrico de tercer nivel
  • S Melendo
  • L M Vilca
  • I Albero
  • N Larraso
  • M De Arquer
  • M Campins
Melendo S, Vilca LM, Albero I, Larraso N, de Arquer M, Campins M. Precauciones de aislamiento en un hospital pediátrico de tercer nivel. An Pediatr (Barc). 2011;75:21---5.
Sarría Santamera A. ¿Por qué se hospitalizan los niños en España?
Sarría Santamera A. ¿Por qué se hospitalizan los niños en España? An Esp Pediatr. 1996;45:264---8.
Hospitalización inapropiada: un marcador de calidad asistencial
  • J González De Dios
  • M A Mateos-Hernández
  • I González-Casado
González de Dios J, Mateos-Hernández MA, González-Casado I. Hospitalización inapropiada: un marcador de calidad asistencial. An Esp Ped. 1997;46:521---4.