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Calendario de vacunaciones de la Asociación Española de Pediatría: recomendaciones 2014

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An
Pediatr
(Barc).
2014;80(1):55.e1---55.e37
www.elsevier.es/anpediatr
ASOCIACIÓN
ESPA˜
NOLA
DE
PEDIATRÍA
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
D.
Moreno-Pérez,
F.J.
Álvarez
García,
J.
Arístegui
Fernández,
M.J.
Cilleruelo
Ortega,
J.M.
Corretger
Rauet,
N.
García
Sánchez,
A.
Hernández
Merino,
T.
Hernández-Sampelayo
Matos,
M.
Merino
Moína,
L.
Ortigosa
del
Castillo
y
J.
Ruiz-Contreras,
en
representación
del
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
Recibido
el
30
de
septiembre
de
2013;
aceptado
el
1
de
octubre
de
2013
PALABRAS
CLAVE
Vacunas;
Calendario
de
vacunación;
Enfermedades
inmunoprevenibles;
Calendarios
de
vacunación
acelerados
Resumen
El
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
(CAV-AEP)
actualiza
anualmente
el
calendario
de
vacunaciones
teniendo
en
cuenta
tanto
aspectos
epi-
demiológicos
como
de
seguridad,
efectividad
y
eficiencia
de
las
vacunas.
El
presente
calendario
incluye
grados
de
recomendación.
Se
consideran
vacunas
sistemáticas
aquellas
que
el
CAV-AEP
estima
que
todos
los
ni˜
nos
deberían
recibir;
recomendadas,
las
que
presentan
un
perfil
de
vacuna
sistemática
en
la
edad
pediátrica
y
que
es
deseable
que
los
ni˜
nos
reciban,
pero
que
pueden
ser
priorizadas
en
función
de
los
recursos
para
su
financiación
pública;
y
dirigidas
a
grupos
de
riesgo,
aquellas
con
indicación
preferente
para
personas
en
ciertas
situaciones
especiales.
Los
calendarios
de
vacunaciones
tienen
que
ser
dinámicos
y
adaptarse
a
los
cambios
epide-
miológicos
que
vayan
surgiendo.
Teniendo
en
cuenta
los
últimos
cambios
en
la
epidemiología
de
las
enfermedades,
el
CAV-AEP
recomienda
la
administración
de
la
1.adosis
de
las
vacunas
triple
vírica
y
varicela
a
los
12
meses
y
la
2.adosis
a
los
2-3
a˜
nos;
la
administración
de
la
vacuna
DTPa
o
Tdpa
a
los
4-6
a˜
nos,
siempre
acompa˜
nada
de
otra
dosis
de
Tdpa
a
los
11-12
a˜
nos;
y
el
paso
a
un
esquema
2
meses,
12
meses
y
12
a˜
nos
de
la
vacunación
frente
al
meningococo
C.
Se
reafirma
en
la
recomendación
de
incluir
la
vacunación
frente
al
neumococo
en
el
calen-
dario
de
vacunación
sistemático.
El
CAV-AEP
estima
que
deben
incrementarse
las
coberturas
de
vacunación
frente
al
papilomavirus
humano
en
las
ni˜
nas
a
los
11-12
a˜
nos.
La
vacunación
universal
frente
a
la
varicela
iniciada
en
el
segundo
a˜
no
de
vida
es
una
estrategia
efectiva,
y
se
solicita
la
inmediata
disponibilidad
pública
de
la
vacuna,
reclamando
el
derecho
a
la
prescrip-
ción
y
el
derecho
de
los
ni˜
nos
sanos
a
poder
ser
vacunados.
La
vacunación
frente
al
rotavirus,
dadas
la
morbilidad
y
la
elevada
carga
sanitaria,
es
recomendable
en
todos
los
lactantes.
Se
insiste
en
la
necesidad
de
vacunar
frente
a
la
gripe
y
a
la
hepatitis
A
a
todos
los
que
presenten
Autor
para
correspondencia.
Correo
electrónico:
dmp.malaga@gmail.com
(D.
Moreno-Pérez).
Los
miembros
del
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
se
presentan
en
el
anexo
1.
1695-4033/$
see
front
matter
©
2013
Asociación
Española
de
Pediatría.
Publicado
por
Elsevier
España,
S.L.
Todos
los
derechos
reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.anpedi.2013.10.006
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55.e2
D.
Moreno-Pérez
et
al
factores
de
riesgo
para
dichas
enfermedades.
La
vacuna
frente
al
meningococo
B,
reciente-
mente
autorizada,
abre
un
capítulo
de
esperanza
en
la
prevención
de
esta
enfermedad.
En
espera
de
próximos
estudios
nacionales
e
internacionales
se
recomienda,
por
el
momento,
para
el
control
de
brotes
epidémicos
y
se
insiste
en
el
deseo
de
que
sea
comercializada
libremente
en
las
oficinas
de
farmacia.
Por
último,
se
insiste
en
la
necesidad
de
actualizar
las
vacunaciones
incompletas
con
las
pautas
de
vacunación
acelerada.
©
2013
Asociación
Española
de
Pediatría.
Publicado
por
Elsevier
España,
S.L.
Todos
los
derechos
reservados.
KEYWORDS
Vaccines;
Immunisation
schedule;
Vaccine
preventable
diseases;
Catch-up
immunisation
schedules
Immunisation
schedule
of
the
Spanish
Association
of
Paediatrics:
2014
recommendations
Abstract
The
Advisory
Committee
on
Vaccines
of
the
Spanish
Association
of
Paediatrics
(CAV-
AEP)
updates
the
immunisation
schedule
every
year,
taking
into
account
epidemiological
data
as
well
as
evidence
on
safety,
effectiveness
and
efficiency
of
vaccines.
The
present
schedule
includes
levels
of
recommendation.
We
have
graded,
as
routine
vac-
cinations,
those
that
the
CAV-AEP
consider
all
children
should
receive;
as
recommended
those
that
fit
the
profile
for
universal
childhood
immunisation
and
would
ideally
be
given
to
all
chil-
dren,
but
that
can
be
prioritised
according
to
the
resources
available
for
their
public
funding;
and
as
risk
group
vaccinations
those
that
specifically
target
individuals
in
special
situations.
Immunisation
schedules
tend
to
be
dynamic
and
adaptable
to
ongoing
epidemiological
chan-
ges.
Based
on
the
latest
epidemiological
trends,
CAV-AEP
recommends
the
administration
of
the
first
dose
of
MMR
and
varicella
vaccines
at
age
12
months,
with
the
second
dose
at
age
2-3
years;
the
administration
of
DTaP
or
Tdap
vaccine
at
age
4-6
years,
always
followed
by
another
Tdap
dose
at
11-12
years;
and
the
three
meningococcal
C
scheme
at
2
months,
12
months
and
12
years
of
age.
It
reasserts
its
recommendation
to
include
vaccination
against
pneumococcal
disease
in
the
routine
immunisation
schedule.
The
CAV-AEP
believes
that
the
coverage
of
vaccination
against
human
papillomavirus
in
girls
aged
11-12
years
must
be
increased.
Universal
vaccination
against
varicella
in
the
second
year
of
life
is
an
effective
strategy,
and
the
immediate
public
availability
of
the
vaccine
is
requested
in
order
to
guarantee
the
right
of
healthy
children
to
be
vaccinated.
Vaccination
against
rotavirus
is
recommended
in
all
infants
due
to
the
morbidity
and
elevated
healthcare
burden
of
the
virus.
The
Committee
stresses
the
need
to
vaccinate
population
groups
considered
at
risk
against
influenza
and
hepatitis
A.
The
recently
authorised
meningococcal
B
vaccine
has
opened
a
chapter
of
hope
in
the
prevention
of
this
disease.
In
anticipation
of
upcoming
national
and
international
studies,
the
Committee
recommends
the
vaccine
for
the
control
of
disease
outbreaks,
and
insists
on
the
need
to
be
available
in
pharmacies.
Finally,
it
emphasises
the
need
to
bring
incomplete
vaccinations
up
to
date
following
the
catch-up
immunisation
schedule.
©
2013
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría.
Published
by
Elsevier
España,
S.L.
All
rights
reserved.
Introducción
Como
en
a˜
nos
anteriores,
el
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
(CAV-AEP)
actualiza
el
calendario
de
vacunaciones
teniendo
en
cuenta
la
evidencia
disponible
sobre
la
seguridad,
la
efectividad
y
la
eficiencia
de
las
vacunas
infantiles,
así
como
la
epidemiología
de
las
enfermedades
inmunoprevenibles
en
nuestro
medio.
Estas
recomendaciones
van
dirigidas
a
pediatras,
médi-
cos
de
familia,
personal
de
enfermería,
matronas,
familiares
de
los
ni˜
nos
y,
en
general,
a
todas
aquellas
personas
intere-
sadas
en
disponer
de
una
información
actualizada
sobre
la
vacunación
en
la
edad
pediátrica.
Teniendo
en
cuenta
que
en
Espa˜
na
los
calendarios
ofi-
ciales
de
vacunación
son
sufragados
en
su
totalidad
por
los
servicios
públicos
de
salud,
desde
2010
el
calendario
de
este
comité
incluye
grados
de
recomendación
para
las
diferentes
vacunas,
con
el
objeto
de
establecer
niveles
de
prioridad
en
la
financiación
pública
de
las
mismas,
considerando
no
solo
su
efectividad
y
seguridad,
sino
también
la
carga
de
enfermedad
en
nuestro
medio
y,
cuando
es
posible,
también
criterios
de
eficiencia.
Este
mismo
criterio
pretende
orien-
tar
al
pediatra
sobre
las
recomendaciones
dirigidas
a
los
padres
acerca
de
las
vacunas
contempladas
en
este
calen-
dario,
pero
no
incluidas
en
los
calendarios
oficiales.
En
la
figura
1
se
muestra
el
calendario
de
vacunaciones
recomen-
dado
por
el
CAV-AEP
para
2014,
clasificando
las
vacunas
en
sistemáticas,
recomendadas
y
las
dirigidas
a
grupos
de
riesgo.
Se
han
considerado
como
vacunas
sistemáticas
aque-
llas
que
el
CAV-AEP
estima
que
todos
los
ni˜
nos
en
Espa˜
na
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e3
deberían
recibir
de
forma
universal;
como
recomendadas,
las
que
presentan
un
perfil
de
vacuna
sistemática
en
la
edad
pediátrica
y
que
el
CAV-AEP
considera
deseable
que
todos
los
ni˜
nos
reciban,
pero
que,
por
razones
de
coste-efectividad,
su
prioridad
se
establece
en
función
de
las
posibilidades
eco-
nómicas
de
su
financiación
pública;
y
dirigidas
a
grupos
de
riesgo,
aquellas
que
se
consideran
indicadas
para
individuos
en
situaciones
ambientales
o
personales
que
incrementen
la
probabilidad
de
presentar
las
enfermedades
para
las
que
van
dirigidas
o
de
sufrir
formas
más
graves
si
las
padecie-
sen,
o
porque
tengan
una
enfermedad
de
base
que
pueda
agravarse
o
desestabilizarse
si
contraen
la
enfermedad
infecciosa.
Se
sigue
haciendo
hincapié
en
la
necesidad
de
que
las
inmunizaciones
sistemáticas
alcancen
por
igual
a
todos
los
ni˜
nos,
eliminando
las
disparidades
étnicas,
territoriales,
sociales
y
económicas.
Se
considera
un
objetivo
primordial
poner
al
día
el
calendario
de
vacunación
en
los
ni˜
nos
inmi-
grantes
y
en
aquellos
cuyo
calendario
de
vacunación
esté
incompleto,
no
solo
para
lograr
su
protección
individual
ante
las
enfermedades
inmunoprevenibles,
sino
también
para
evitar
la
formación
de
grupos
de
población
susceptible
CALENDARIO DE VACUNACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA 2014
Comité Asesor de Vacunas
VACUNA
Edad en meses Edad en años
02 4 6 12-15
15-18
2-3
4-6
11-12
Hepatitis B1HB HB HB HB
Difteria, tétanos y
tosferina2DTPa DTPa DTPa DTPa
DTPa
o
Tdpa
Tdpa
Haemophilus
influenzae tipo
b3Hib Hib Hib Hi
b
Poliomielitis4VPI
VPI
VPI
VPI
Meningococo C5MenC MenC MenC
Neumococo6VNC VNC VNC VNC
Sarampión,
rubeola y
parotiditis7
SRP SRP
Virus del papiloma
humano8VPH 3d
Rotavirus9RV 3 dosis
Varicela10 Var Var
Gripe11 Gripe
Hepatitis A12 HA 2 dosis
Sistemática Recomendada Grupos de riesgo
Figura
1
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
2014.
Recomendaciones
del
Comité
Asesor
de
Vacunas.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e4
D.
Moreno-Pérez
et
al
Este calendario de vacunaciones, diseñado pa
ra
la
infan
cia
y
la ado
lescen
cia,
ind
ica
las
edades en las que se han de administrar las vacunas consideradas por el CAV-AEP
con
perfil
de
sistemáti
cas, de
recomendada
s y aquell
as pa
ra situa
cione
s de
riesgo
. En caso de
no llevarse a cabo la vacunación en las edades establecidas, deben aplicarse las
recomendaciones de vacunación con la pauta acelerada o de rescate. Se recomienda
consultar el calendario de vacunación de la propia comunidad o ciudad autónoma.
Las reacciones
adversas se deben notificar a las autoridades sanit
arias.
(1) Vacuna
an
tihepa
titis B (HB
).-
3 do
sis según
3 pau
tas equ
ivalen
tes: 0, 1, 6 meses o
0, 2, 6 meses o 2, 4, 6 meses, todas adecuadas para hijos de madres seronegativas
(HBsAg neg.), siendo las 2 primeras pautas también adecuadas para hijos de
mad
res
portadoras
del
virus de
la hepa
titis B (HBsAg +). Estos últimos recién
na
cido
s (mad
res
HBsAg +) recibirán
en las primeras 12 horas de vida la 1.ª dosis de vacuna y 0,5 ml
de inmunoglobulina antihepatitis B, la 2.ª dosis de vacuna a la edad de 1 o 2
mese
s y la 3.ª
dosis a los
6 meses
de
vida
.
Si
la
serolog
ía
materna
fue
ra descono
cida
debe
administrarse
la
1.ª do
sis de
vacuna
en
las
primeras 12
ho
ras de
vida
e
investiga
r
la
serolog
ía
inmed
iatamen
te
y,
si resultara positiva, administrar 0,5 ml de inmunog
lobulina
antihepatitis B en
la 1.ª semana
de
vida
(preferen
temen
te en
las primeras 72
ho
ras de
vida
). La
ad
ministración
de
4 do
sis de
vacuna HB es aceptable en niños vacunados de la
1.ª dosis
mono
componen
te
al na
cer, seguida de 3 dosis de vacuna hexavalen
te
a
los
2,
4
y
6
meses de
edad
. Lo
s
niño
s y
adolescentes no vacunados recibirán a cualquier
edad 3 dosis según la pauta 0, 1, 6 meses.
(2) Vacuna frente a la difteria, el tétanos y la tosferina acelular (DTPa/Tdpa).- 6 do
sis:
primovacunación con 3 dosis de vacuna
DTPa; refue
rzo a los 15-18
meses (4.ª do
sis) con
DTPa; a los 4-6 año
s (5.ª do
sis) con
DTPa o con
el prepa
rado
de
ba
ja carga
antigén
ica de
difteria y tosferina (Tdpa) y a los 11-12
año
s (6.ª do
sis) con
Tdpa.
frente al Hae
mop
hilus influenzae
tipo b (Hib).
- 4 dosis: conjugada (3) Vacuna
primovacunación a los 2, 4, 6 meses y refuerzo a los 15-18 meses (4.ª do
sis).
(4) Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI).- 4 do
sis: primovacuna
ción
con
3 do
sis y
refuerzo a los 15-18 meses (4.ª do
sis).
(5) Vacuna con
jug
ada frente al meningo
coco C (MenC).-
3 do
sis: l
a 1.ª a l
os 2 meses, l
a
2.ª a los 12 meses y la 3.ª, en la adolescencia, a l
os 12
años.
(6) Vacuna conjugada frente al neumococo (VNC).- 4 do
sis: las 3 primeras a los 2, 4, 6
meses con un refuerzo entre
los 12
y 15
meses de
edad
(4.ª do
sis).
(7) Vacuna frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP).- 2 do
sis de
vacuna
sarampión-rubeo
la-pa
roti
diti
s (triple vírica). La
1.ª a los 12
meses, y la 2.ª a los 2-
3 año
s de
edad, preferentemente a los 2 años.
(8) Vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH).- Sólo pa
ra niña
s. 3 do
sis en
tre
los 11
y los 12
año
s. Pau
ta de
va
cuna
ción
según
el prepa
rado
comercial: Garda
sil
pau
ta
0, 2,
6 meses y Cervarix pau
ta 0,
1,
6 meses.
(9) Vacuna frente al rotavirus (RV).- 3 do
sis de
vacuna f
ren
te al
rotavirus (RotaTeq):
a los
2, 4, 6 meses o a los 2, 3, 4 meses. La
pau
ta ha
iniciarse en
tre las 6 y las 12
semana
s de
vida y debe completarse antes de las 32 semanas de edad.
(10) Vacuna frente a la varice
la (Var).-
2 do
sis: la 1.ª a los 12
meses (es acep
tab
le a los
12-15
meses) y la 2.ª a los 2-
3 año
s de
edad
, preferen
temen
te a los 2 año
s. En pa
cien
tes
susceptibles fuera de las edades anteriores, vacunación con 2 dosis con un intervalo entr
e
ellas de, al menos, 1 mes.
(11) Vacuna antigripal (Gripe).- Vacuna
ción
anua
l de
pa
cien
tes con
factores de
riesgo
y
sus con
vivien
tes
(mayores
de
6 meses
). 1 dos
is en
mayores
de
9 años
; en
tre 6 meses
y 9
años se administrarán 2 dosis la 1.ª vez, con un int
ervalo de
1 mes y en
los año
s sigu
ien
tes,
si persiste el factor de riesgo, vacunación anual con 1 dosis.
(12) Vacuna antihepatitis A (HA).- 2 do
sis, con
un
intervalo de
6-12
meses, a pa
rti
r de
los
12 meses de edad. Vacunación de pacientes con indicación po
r
viajes
interna
ciona
les
a
países con
ende
micidad i
ntermed
ia o alt
a,
o po
r pe
rtene
cer a grupo
s de
riesgo
.
Figura
1
(Continuación
).
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e5
que
puedan
dar
lugar
a
la
aparición
de
brotes
epidémicos,
como
los
de
sarampión
o
parotiditis
que
han
sucedido
muy
recientemente
en
Espa˜
na.
Los
contactos
esporádicos
que
algunos
ni˜
nos
tienen
con
los
servicios
de
salud
(urgencias,
ingreso
hospitala-
rio,
pediatra,
médico
de
cabecera
o
enfermera)
deben
ser
aprovechados
para
la
actualización
de
su
calendario
de
vacu-
nación
y
también
conviene
recordar
la
necesidad
de
un
adecuado
registro
de
las
vacunas
en
los
documentos
de
salud
infantil
de
los
ni˜
nos
y
en
las
historias
clínicas
de
los
mismos.
Siguiendo
la
iniciativa
puesta
en
marcha
el
a˜
no
pasado,
se
han
incluido
al
inicio
de
cada
apartado
los
puntos
clave
de
actuación
con
cada
una
de
las
vacunas.
Dentro
de
los
mismos,
se
insiste
en
los
cambios
propuestos
en
los
dos
a˜
nos
anteriores1,2 y
se
a˜
naden
otros
nuevos,
destacando:
-
La
1.adosis
de
las
vacunas
triple
vírica
(TV)
y
de
la
varicela
se
recomienda
a
los
12
meses.
-
La
2.adosis
de
las
vacunas
TV
y
de
la
varicela
se
reco-
mienda
entre
los
2
y
3
a˜
nos,
con
preferencia
a
los
2
a˜
nos.
-
Se
cambia
la
pauta
de
vacunación
frente
al
meningococo
C
(MenC)
pasando
de
un
esquema
2
+
1
a
un
esquema
1
+
1
+
1:
una
dosis
a
los
2
meses,
otra
a
los
12
meses
y
una
3.a,
en
la
adolescencia,
a
los
12
a˜
nos
de
edad.
-
Dada
la
duración
limitada
de
la
inmunidad
frente
a
la
tos-
ferina
se
vuelve
a
recomendar
la
vacuna
difteria,
tétanos,
tosferina
(DTPa)
o
la
vacuna
combinada
de
baja
carga
anti-
génica
frente
al
tétanos,
la
difteria
y
la
tosferina
(Tdpa)
a
los
4-6
a˜
nos
y
la
Tdpa
a
los
11-12
a˜
nos.
Ya
que
la
mayoría
de
las
comunidades
autónomas
(CC.
AA.)
utilizan
la
Tdpa
a
los
4-6
a˜
nos,
se
recomienda
que
vaya
obligatoriamente
seguida
de
otra
dosis
de
Tdpa
a
los
11-12
a˜
nos.
-
La
vacuna
frente
al
meningococo
B
se
recomienda
actual-
mente
para
el
control
de
brotes
epidémicos
y
se
insiste
en
la
necesidad
de
que
sea
comercializada
libremente
en
las
oficinas
de
farmacia.
Desde
hace
más
de
4
a˜
nos
mantenemos
abierta
la
posibi-
lidad
en
la
página
web
del
CAV-AEP
(www.vacunasaep.org)
de
que
el
profesional
pueda
realizar
preguntas
sobre
dudas
que
le
surgen
a
la
hora
de
aplicar
las
vacunas
infantiles,
de
una
forma
sencilla
y
con
una
respuesta
en
el
plazo
máximo
de
72
h,
accediendo
desde
http://vacunasaep.org/
profesionales/pregunta-al-cav/envia-tu-pregunta.
Los
calendarios
de
vacunaciones
tienen
que
ser
dinámi-
cos
y
adaptarse
a
los
cambios
epidemiológicos
que
vayan
surgiendo,
así
como
a
la
incorporación
de
nuevas
vacunas
o
novedades
relacionadas
con
las
vacunas
ya
existentes.
Algu-
nas
modificaciones
propuestas
en
este
nuevo
calendario
ya
están
siendo
aplicadas
en
algunas
comunidades
espa˜
nolas.
El
CAV-AEP
sigue
considerando
un
objetivo
primordial
la
con-
secución
de
un
calendario
único
de
vacunación,
de
forma
que
se
mantenga
el
principio
de
igualdad
en
la
prevención
de
las
enfermedades
y
el
principio
de
racionalidad
que
faci-
liten
el
cumplimento
de
las
inmunizaciones
en
los
ni˜
nos
que
cambien
de
comunidad
autónoma
como
lugar
de
residencia.
En
la
actualidad,
no
hay
diferencias
epidemiológicas
en
las
enfermedades
inmunoprevenibles
entre
las
diferentes
CC.
AA.,
con
la
posible
excepción
de
la
hepatitis
A
en
Ceuta
y
Melilla,
que
justifiquen
la
existencia
de
calendarios
de
vacu-
naciones
distintos3.
El
CAV-AEP
estima
que
es
necesario
un
esfuerzo
colectivo
de
todos
los
agentes
sanitarios
y
políti-
cos
implicados
en
la
toma
de
decisiones
sobre
el
dise˜
no
y
la
financiación
del
calendario
de
vacunaciones
para
los
ni˜
nos
residentes
en
Espa˜
na
y
sigue
ofreciendo
su
colaboración
para
la
consecución
de
este
sensato
objetivo;
en
este
sentido
hemos
manifestado
nuestra
oposición
al
nuevo
calendario
común
propuesto
por
el
Consejo
Interterritorial
en
marzo
de
20134por
considerarlo
una
propuesta
que
ahonda
en
los
problemas
de
implantación
de
un
calendario
único
en
las
CC.
AA.
y
porque
es
insuficiente
para
conseguir
la
mejor
y
mayor
protección
de
todos
los
ni˜
nos
espa˜
noles,
al
no
con-
templar
la
incorporación
de
nuevas
vacunas
sistemáticas,
ni
siquiera
con
un
plan
de
futuro
cuando
mejoren
las
circuns-
tancias
económicas.
Por
tanto,
sería
deseable
que
se
hiciera
un
esfuerzo
económico
colectivo
por
parte
de
las
CC.
AA.
y
por
el
Ministerio
que
permitiera
la
financiación
de
un
calen-
dario
sistemático
completo,
y
no
de
mínimos,
para
los
ni˜
nos
espa˜
noles
(ver
editorial
sobre
el
calendario
único
publicado
en
este
mismo
número
de
Anales
de
Pediatría).
Se
puede
ampliar
la
información
sobre
todas
las
vacunas
infantiles
y
las
situaciones
especiales
de
su
administración
en
el
Manual
de
vacunas
en
línea
de
la
AEP
que
está
en
per-
manente
actualización,
accediendo
a
él
en
nuestra
página
web
www.vacunasaep.org.
Vacunación
frente
a
la
hepatitis
B
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
comité
recomienda
que
la
vacunación
frente
a
la
hepatitis
B
se
realice
en
el
primer
a˜
no
de
vida
con
3
o
4
dosis,
en
forma
de
vacuna
monocompo-
nente
o
hexavalente.
En
ni˜
nos
mayores
se
aplicarán
3
dosis
de
vacuna
monocomponente,
con
la
pauta
0,
1
y
6
meses.
La
vacunación
frente
a
la
hepatitis
B
requiere
3
dosis
que
pueden
administrarse
según
las
siguientes
pautas
equivalen-
tes:
0,
1
y
6
meses;
0,
2
y
6
meses;
y
2,
4
y
6
meses.
Los
3
esquemas
son
adecuados
para
hijos
de
madres
sero-
negativas
(HBsAg
[del
inglés,
hepatitis
B
surface
antigen]
negativo).
Las
2
primeras
pautas
son
también
correctas
para
hijos
de
madres
portadoras
del
virus
de
la
hepatitis
B
(HBsAg
positivo).
Estos
últimos
deben
recibir,
además,
0,5
ml
de
inmunoglobulina
específica
antihepatitis
B,
por
vía
intra-
muscular,
preferiblemente
en
las
primeras
12
h
de
vida
y
en
un
lugar
anatómico
diferente
del
de
la
vacuna.
Si
la
sero-
logía
materna
es
desconocida
debe
administrarse
al
recién
nacido
la
1.adosis
de
vacuna
en
las
primeras
12
h
de
vida
e
investigar
la
serología
inmediatamente
y,
si
resultara
posi-
tiva,
administrar
0,5
ml
de
inmunoglobulina
antihepatitis
B
dentro
de
la
1.asemana
de
vida,
preferentemente
en
las
primeras
72
h.
En
el
caso
de
la
vacunación
sistemática
neonatal,
siempre
con
preparado
monocomponente,
la
pauta
más
habitual
es
continuar
con
la
administración
alternante
de
vacuna
combinada
hexavalente
(DTPa-vacuna
antipoliomie-
lítica
inactivada-Haemophilus
influenzae
tipo
b-hepatitis
B
[DTPa-VPI-Hib-HB])
a
los
2
y
6
meses,
intercalando
el
prepa-
rado
pentavalente
(DTPa-VPI-Hib)
a
los
4
meses
de
edad5,6.
La
vacunación
frente
a
la
hepatitis
B
en
el
primer
a˜
no
con
4
dosis
es
también
aceptable
en
aquellas
CC.
AA.
donde
se
vacuna
al
nacimiento
y
además
se
utiliza
la
vacuna
hexava-
lente
a
los
2,
4
y
6
meses
de
vida3.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e6
D.
Moreno-Pérez
et
al
El
intervalo
mínimo
recomendado
entre
la
1.ay
la
2.a
dosis
es
de
4
semanas,
y
entre
la
2.ay
la
3.a,
de
8
sema-
nas.
La
dosis
final
de
la
serie
debe
administrarse
no
antes
de
las
24
semanas
de
edad
(aproximadamente
6
meses)
y,
al
menos,
16
semanas
(aproximadamente
4
meses)
después
de
la
1.adosis7.
Las
dosis
administradas
que
no
respeten
estos
intervalos
mínimos
recomendados
deben
considerarse
no
válidas.
En
los
prematuros
de
menos
de
2.000
g
de
peso
al
naci-
miento,
que
sean
hijos
de
madres
HBsAg
negativas
y
que
vivan
en
CC.
AA.
donde
esté
establecida
la
vacunación
universal
neonatal
frente
a
la
hepatitis
B,
se
recomienda
posponer
la
1.adosis
de
la
vacuna
hasta
que
hayan
alcanzado
un
mes
de
edad
cronológica
o
al
alta
hospitalaria.
En
el
caso
de
prematuros
de
menos
de
2.000
g
de
peso
al
nacimiento,
hijos
de
madres
HBsAg
positivas
o
de
serología
desconocida
deberán
recibir
la
vacuna
en
las
primeras
12
h
de
vida,
si
bien,
debe
considerarse
como
dosis
no
contabilizable
y
repe-
tirse
al
mes
de
edad,
por
lo
que
han
de
recibir
un
total
de
4
dosis,
además
de
recibir
la
inmunoglobulina
antihepatitis
B
e
investigar
la
serología
en
la
madre8.
La
vacunación
de
rescate
frente
a
la
hepatitis
B
en
ni˜
nos
mayores
y
adolescentes
no
vacunados
con
anterioridad
se
realizará
siguiendo
la
pauta
0,
1
y
6
meses6.
En
sujetos
no
incluidos
en
grupos
de
riesgo
no
es
preciso
realizar
controles
serológicos
posvacunación
(anticuerpos
anti-HBs)
tras
completar
la
serie
frente
a
la
hepatitis
B8.
Por
otro
lado,
en
todas
las
personas
de
riesgo,
que
es
en
quienes
está
indicada
esta
determinación
analítica,
solo
se
considerará
fiable
el
resultado
si
se
efectúa
1-2
meses
des-
pués
de
la
dosis
final
de
la
pauta
(en
hijos
de
madres
HBsAg
positivas
no
se
hará
antes
de
los
9
meses
de
edad,
debido
a
la
posibilidad
de
confusión
con
anticuerpos
anti-HBs
proce-
dentes
de
la
dosis
neonatal
de
inmunoglobulina
específica,
y
también
se
solicitará
HBsAg).
Si
la
determinación
de
anti-
HBs
se
realiza
posteriormente
a
estos
2
meses
y
resultara
negativa,
no
implicará
necesariamente
falta
de
respuesta
a
la
vacunación,
porque
entre
el
15
y
el
50%
de
las
perso-
nas
vacunadas
negativizan
los
anticuerpos
anti-HBs
y
siguen
protegidos
por
la
memoria
inmunológica
inducida
por
esta
vacuna6,7.
En
la
figura
2
se
expone
un
algoritmo
que
explica
cómo
se
debe
actuar
en
estos
casos.
Vacunación
frente
a
la
difteria,
el
tétanos,
la
tosferina,
la
poliomielitis
y
el
Haemophilus
influenzae
tipo
b
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
recomienda
la
primovacunación
de
DTPa-VPI-Hib-HB
a
los
2,
4
y
6
meses,
siendo
aceptable
el
empleo
de
la
vacuna
hexavalente
o
de
la
pentavalente
más
la
vacuna
monocomponente
de
hepatitis
B.
Se
puede
valorar
adelantar
la
1.adosis
a
las
6
semanas
de
vida.
El
refuerzo
con
DTPa-VPI-Hib
debe
realizarse
a
los
15-
18
meses,
con
un
refuerzo
posterior
con
DTPa
o
Tdpa
a
los
4-6
a˜
nos
y
con
Tdpa
a
los
11-12
a˜
nos.
Se
recomienda
la
vacu-
nación
con
Tdpa
a
la
embarazada
a
partir
de
la
27
semana
de
gestación,
y
a
los
miembros
del
entorno
familiar
de
los
recién
nacidos
(especialmente
de
la
madre,
no
previamente
vacunada
en
el
embarazo,
en
el
puerperio
inmediato).
Epidemiología
actual
de
la
tosferina.
Uso
de
vacunas
antitosferina
acelulares
La
tasa
de
tosferina
en
Espa˜
na
fue
de
7,43
casos
por
100.000
habitantes
en
el
a˜
no
20129.
El
incremento
de
casos
de
tosferina
afecta
especialmente
a
lactantes
menores
de
3
meses,
que
todavía
no
han
recibido
la
vacuna
o
están
incom-
pletamente
vacunados,
así
como
a
adolescentes
y
adultos
mayores
de
15
a˜
nos.
El
40%
de
los
casos
se
dan
en
menores
de
un
a˜
no,
que
es
el
grupo
más
vulnerable
por
la
frecuencia
de
complicaciones
y
por
la
alta
letalidad
(1,41
por
100)10;
todo
ello
a
pesar
de
una
cobertura
de
vacunación
elevada11.
Por
esto,
las
acciones
preventivas
deben
dirigirse
fundamen-
tal
y
prioritariamente
a
proteger
a
este
grupo
y
a
tratar
de
disminuir
la
incidencia
en
los
adolescentes
y
adultos
que
actúan
como
reservorio
y
fuente
de
infección12.
Desde
hace
tiempo
existen
dudas
sobre
la
duración
de
la
inmunidad
y
con
ello
de
la
protección
frente
a
la
Bordete-
lla
pertussis
(B.
pertussis).
Tanto
la
infección
natural
como
la
vacunación
confieren
una
protección
limitada;
se
estima
en
4-20
a˜
nos
para
la
infección
natural
y
en
4-7
a˜
nos
para
la
adquirida
mediante
la
vacunación13.
Según
una
reciente
revisión
de
la
Cochrane,
la
eficacia
de
las
vacunas
acelulares
con
3
componentes
se
estima
en
un
84-85%
para
prevenir
la
tosferina
típica
y
en
71-78%
para
la
tosferina
leve14.
Estudios
iniciales
de
eficacia
vacunal
pusieron
de
manifiesto
la
no
inferioridad
de
las
vacunas
tipo
Tdpa
(de
baja
carga
antigénica
frente
a
la
difteria
y
la
tosferina)
frente
a
las
DTPa
(de
carga
antigénica
estándar
frente
a
la
difteria
y
la
tosferina),
en
términos
de
inmunoprotección,
no
encontrándose
diferencias
entre
los
ni˜
nos
receptores
de
Tdpa
y
DTPa
a
los
4-6
a˜
nos
de
edad15.
Los
brotes
epidémicos
acontecidos
en
California
en
2010-2011
y
en
Washington
en
2012
han
aportado
importantes
datos
sobre
la
efectividad
de
estas
vacunas.
Se
ha
apreciado
una
disminución
de
la
inmunidad
con
el
paso
del
tiempo16.
También
se
ha
documentado
una
mayor
protección
en
aquellos
ni˜
nos
que
recibieron
la
serie
primaria
de
vacunación
con
vacunas
de
célula
entera,
frente
a
los
que
recibieron
la
serie
con
preparados
acelulares.
Sin
embargo,
no
parece
razonable
recomendar
de
nuevo
su
utilización,
en
tanto
no
se
disponga
de
vacunas
de
célula
entera
modificadas
para
disminuir
su
reactogenicidad.
La
mejor
opción
sería
disponer
de
vacunas
acelulares
más
potentes17.
La
efectividad
vacunal
a
largo
plazo
ha
sido
menor
de
la
esperada.
En
ni˜
nos
de
4-10
a˜
nos
que
habían
recibido
5
dosis
de
vacunas
con
preparados
acelulares
de
carga
estándar,
se
estimó
en
un
88,7%18.
En
ni˜
nos
de
11
o
más
a˜
nos,
que
habían
recibido
Tdpa,
fue
aproximadamente
de
un
60%19.
El
uso
de
preparados
de
célula
entera
tuvo
que
ser
susti-
tuido
por
las
acelulares
debido
al
mayor
riesgo
de
reacciones
adversas
tras
la
administración.
Deberían
emplearse
nuevas
estrategias
de
vacunación,
como
se
ha
comentado
anterior-
mente,
antes
de
volver
a
este
tipo
de
preparados.
Quinta
dosis
a
los
4-6
a˜
nos:
DTPa/Tdpa
En
Espa˜
na,
la
administración
de
la
5.adosis
de
DTPa
(refuerzo)
correspondiente
a
los
4-6
a˜
nos
se
ha
llevado
a
cabo
hasta
el
a˜
no
2010
con
DTPa
(Infanrix®).
La
mayo-
ría
de
los
países
occidentales
utilizan
para
esta
5.adosis
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e7
Hepatitis B (HB): controles posvacunación
Riesgo
de HB Estándar
Elevado (
A)
No es necesario
el estudio
Serología:
Ac anti-HBs y HBsAg
A
Riesgo elevado de HB:
•Hemodiálisis
•Exposición al VHB:
Hijos de madre
HBsAg+
Contactos domiciliarios
Exposición profesional
Contactos sexuales
•VIH+
•Inmunocompromiso
1-2 meses tras la 3.ª dosis de la pauta estándar
Al menos, a los 9 meses de edad si se puso Ig en
periodo neonatal por ser hijo de madre HBsAg+
Ac anti-HBs
<10 mUI/ml
10 mUI/ml
Nueva pauta de vacuna
HB (0, 1 y 6 meses)
Serología:
Ac anti-HBs y HBsAg 10 mUI/ml
Inmunizado
(valorar controles sucesivos
en inmunocomprometidos e
insuficiencia renal)
Ac anti-HBs
<10 mUI/ml
No respondedor
•No más dosis de vacuna HB
•Si exposición: valorar Ig específica
1-2 meses tras la 3.ª dosis de la nueva pauta estándar
Figura
2
Algoritmo
de
decisión
sobre
los
controles
posvacunación
en
personas
con
riesgo
elevado
de
hepatitis
B.
preparados
de
carga
antigénica
estándar,
con
el
compo-
nente
de
tosferina
acelular
(DTPa).
Las
vacunas
acelulares
de
baja
carga
antigénica
están
autorizadas
en
EE.
UU.
a
partir
de
los
10-11
a˜
nos5;
sin
embargo,
en
Europa,
este
tipo
de
vacunas
están
autorizadas
a
partir
de
los
4
a˜
nos
de
edad.
Actualmente,
en
Espa˜
na
existen
2
preparados
comerciales
disponibles
de
Tdpa,
Boostrix®
(GlaxoSmithK-
line)
y
Triaxis®
(Sanofi
Pasteur
MSD),
autorizados
para
su
uso
en
ni˜
nos
a
partir
de
los
4
a˜
nos
de
edad
(no
en
primo-
vacunación),
y
ambos
con
escasa
reactogenicidad
y
buena
inmunogenicidad.
Son
los
preparados
idóneos
para
estas
estrategias20,21.
Muy
pocos
países
las
utilizan
como
refuerzo
de
los
4-6
a˜
nos
(Alemania,
Reino
Unido
y
Espa˜
na),
desta-
cando
que
Alemania
incluye
otro
refuerzo
a
los
9-11
a˜
nos
y
a
partir
de
los
18
a˜
nos22.
En
el
Reino
Unido,
desde
junio
de
2013,
se
considera
aceptable
para
la
administración
del
refuerzo
(4.adosis)
a
los
3
a˜
nos
y
4
meses
el
uso
indistinto
de
DTPa/Tdpa23.
En
Espa˜
na,
la
tendencia
ha
sido
la
sustitución
de
la
5.a
dosis
con
carga
antigénica
estándar
por
la
vacuna
Tdpa
y
así
se
ha
realizado
ya
en
13
CC.
AA.,
además
de
Ceuta
y
Melilla3,
basándose
en
las
recomendaciones
de
algunas
publicacio-
nes
científicas
y
especialmente
en
la
recomendación
de
la
Ponencia
del
Programa
y
Registro
de
Vacunaciones
que
pro-
puso,
a
la
Comisión
de
Salud
Pública,
la
sustitución
de
la
DTPa
administrada
como
5.adosis,
en
el
calendario
del
Con-
sejo
Interterritorial
del
Sistema
Nacional
de
Salud
(CISNS),
por
la
vacuna
Tdpa24.
La
justificación
de
este
cambio
se
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e8
D.
Moreno-Pérez
et
al
consensuó
por
el
menor
coste
y
por
la
menor
frecuencia
de
reacciones
adversas
que
las
observadas
con
DTPa.
En
la
actualidad
el
CAV-AEP
considera
aceptable,
para
el
refuerzo
de
los
4-6
a˜
nos,
el
uso
de
preparados
DTPa
o
Tdpa,
según
disponibilidad.
Para
ello
se
han
tenido
en
cuenta
razones
epidemiológicas
y
estudios
de
efectividad
de
las
vacunas.
Tras
los
brotes
recientes
de
tosferina
en
EE.
UU.
se
han
realizado
estudios
de
efectividad
vacunal.
Con
vacunas
ace-
lulares
de
carga
antigénica
estándar
se
ha
estimado,
a
los
12
meses
de
la
5.adosis,
una
efectividad
del
98,1%
(IC
del
95%:
96,1-99,1)
mientras
que
por
encima
de
los
5
a˜
nos
disminuye
al
71,2%
(IC
del
95%:
45,8-84,4)18.
Asimismo,
en
los
adoles-
centes
vacunados
con
preparados
de
baja
carga
antigénica,
se
observó
un
descenso
del
título
de
anticuerpos
a
partir
del
5.oa˜
no
tras
la
vacunación25.
Por
ello,
el
uso
de
refuerzos
repetidos
parece
una
estrategia
razonable
para
mantener
la
protección
frente
a
B.
pertussis,
independientemente
del
tipo
de
vacuna
empleada.
El
CAV-AEP
compartió
la
recomendación
de
aplicar
Tdpa
en
la
5.adosis
en
los
a˜
nos
2012
y
2013,
siempre
que
se
acompa˜
nara
de
una
6.adosis
de
Tdpa.
En
la
actualidad
se
inclina
por
recomendar
preparados
de
carga
antigénica
estándar
o
de
baja
carga
indistintamente.
Además,
consi-
dera
que
esta
5.adosis
debería
ser
complementada
forzosa-
mente
con
una
6.adosis
de
Tdpa
en
la
adolescencia,
estra-
tegia
que
actualmente
realizan
diversos
países
en
los
conti-
nentes
americano
y
oceánico,
y
17
países
europeos22,26.
En
Espa˜
na,
la
comunidad
de
Madrid
y
las
ciudades
autónomas
de
Ceuta
y
Melilla
también
han
implantado
esta
pauta3,
dada
la
disminución
de
la
inmunidad
frente
a
la
tosferina
que
se
pro-
duce
con
el
paso
de
los
a˜
nos.
El
CAV-AEP
estima
que
la
edad
óptima
para
esta
dosis
se
sitúa
entre
los
11
y
los
12
a˜
nos.
En
otros
países
se
recomienda
posteriormente
una
dosis
de
refuerzo
cada
10
a˜
nos
(Td
y
de
elección
una
de
ellas
con
Tdpa)22.
En
Espa˜
na,
las
recomendaciones
oficiales
del
Ministerio
consideran
que
los
individuos
que
completan
su
calendario
de
vacunación
en
la
adolescencia
no
precisarán
otra
dosis
hasta
los
60-65
a˜
nos
de
edad
y
que
un
adulto
está
bien
vacu-
nado
con
5
dosis
de
tétanos
recibidas
a
lo
largo
de
su
vida27.
Estrategias
complementarias
frente
a
la
tosferina
Las
estrategias
para
controlar
el
resurgimiento
de
la
tos-
ferina
deben
centrarse
sobre
todo
en
la
protección
de
los
más
vulnerables
(ni˜
nos
menores
de
3
meses),
sin
olvidar
que
son
los
adolescentes
y
los
adultos
los
que
transmiten
la
infección28,29.
La
primovacunación
con
DTPa
se
ha
venido
recomen-
dando
rutinariamente
desde
los
2
meses
de
edad.
Sin
embargo,
organismos
como
la
American
Academy
of
Pedia-
trics
y
el
Advisory
Committee
on
Immunization
Practices
(ACIP)
consideran
que
la
edad
mínima
se
puede
adelantar
a
las
6
semanas5.
La
vacunación
del
recién
nacido
es
controvertida
y
aún
no
se
recomienda
por
ningún
organismo
oficial.
No
se
dispone
de
preparados
monocomponente
de
tosferina
y
además
se
ha
descrito
interferencia
con
otras
vacunas
del
calendario,
como
hepatitis
B
y
Hib30.
La
estrategia
del
nido
(cocooning)31 está
dise˜
nada
para
proteger
al
recién
nacido
y
al
lactante
menor
de
3
meses
mediante
la
vacunación
de
los
padres
(especialmente
de
la
madre)
y
otros
convivientes
que
vayan
a
tener
contacto
con
el
ni˜
no.
La
madre
debería
ser
inmunizada
antes
del
alta
hospitalaria,
en
el
puerperio
inmediato.
Sin
embargo,
en
la
actualidad,
sin
dejar
de
practicar
la
estrategia
del
nido
en
el
padre
y
otros
convivientes
del
recién
nacido,
se
prefiere
la
vacunación
de
la
madre
durante
la
gestación,
mejor
que
en
el
posparto
inmediato,
por
su
mayor
impacto
en
la
reducción
de
casos,
hospitalizaciones
y
muertes32.
En
2011,
EE.
UU.
y
Argentina
propusieron
la
estrategia
de
vacunación
de
las
embarazadas.
Recientemente,
Reino
Unido
ha
recomendado
la
vacunación
contra
la
tosferina
en
todas
las
embarazadas
entre
las
semanas
28
y
38
de
gesta-
ción,
práctica
que
ya
se
realiza
en
dicho
país
en
más
del
50%
de
las
gestaciones33.
Esta
estrategia
permite
el
paso
trans-
placentario
de
anticuerpos
protectores
al
recién
nacido
y,
al
proteger
a
la
madre,
disminuye
también
la
probabilidad
de
exposición
a
la
infección
y
se
considera
el
modo
más
efec-
tivo
de
prevención,
sin
evidencia
de
riesgo
para
la
madre
ni
el
ni˜
no.
Se
estima
que
el
momento
que
parece
más
ade-
cuado
para
administrar
Tdpa
a
la
madre
es
entre
las
27
y
las
36
semanas
de
gestación.
En
las
últimas
recomendaciones
del
ACIP
y
del
Reino
Unido,
se
indica
la
vacunación
con
Tdpa
en
cada
embarazo,
independientemente
de
las
dosis
previas
recibidas33,34.
La
vacunación
del
adolescente
permite
proteger
a
los
receptores
de
la
vacuna
y
secundariamente
disminuir
las
fuentes
de
infección
a
la
comunidad.
Otras
medidas
adicionales
que
deben
valorarse
son:
la
vacunación
de
los
profesionales
de
la
salud,
es
decir,
cual-
quier
sanitario
cuya
actividad
implique
contacto
directo
con
los
ni˜
nos
(obstetricia,
pediatría,
neonatología,
urgencias
y
unidades
de
cuidados
intensivos
pediátricos),
para
reducir
la
morbilidad
asociada
a
la
transmisión
de
la
tosferina
en
los
centros
sanitarios35,36;
la
administración
de
un
refuerzo
sistemático
para
todos
los
adultos,
incluidos
los
mayores
de
65
a˜
nos,
y
el
refuerzo
rutinario
con
Tdpa
a
todos
los
adultos
en
caso
de
heridas
tetanígenas,
en
vez
de
la
administración
de
Td37,38.
Haemophilus
influenzae
tipo
b
(Hib)
En
cuanto
a
la
vacunación
frente
al
Hib,
en
Espa˜
na
se
dispone
de
una
presentación
conjugada
en
forma
monocomponente,
en
la
que
el
polisacárido
capsular
se
conjuga
con
la
proteína
del
toxoide
tetánico
(PRP-T),
que
le
sirve
como
trans-
portador,
como
así
sucede
en
los
preparados
combinados
pentavalentes
(DTPa-VPI-Hib)
y
hexavalentes
(DTPa-VPI-
Hib-HB).
La
pauta
de
vacunación
sistemática
recomendada
por
el
CAV-AEP
no
difiere
de
la
propuesta
en
a˜
nos
anteriores,
pudiéndose
iniciar
la
primovacunación
desde
las
6
semanas
de
edad.
Se
recomiendan
3
dosis
en
el
primer
a˜
no
de
vida,
con
intervalos
de
4-8
semanas
entre
ellas
(2,
4
y
6
meses
de
edad);
en
las
vacunas
Hib
monocomponentes,
para
ni˜
nos
entre
6
y
12
meses
son
suficientes
2
dosis
con
el
mismo
intervalo.
A
los
15-18
meses
de
edad
es
obligada
la
dosis
de
refuerzo,
quedando
el
sujeto
inmunizado
con
niveles
de
efi-
cacia
próximos
al
100%39.
En
los
ni˜
nos
de
entre
12
y
14
meses,
no
vacunados
previamente,
se
recomiendan
2
dosis
y
a
partir
de
los
15
meses
una
dosis,
no
siendo
necesaria
la
vacunación
en
ni˜
nos
mayores
de
59
meses
inmunocompetentes5.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e9
Por
encima
de
esta
edad,
la
indicación
de
una
dosis
de
vacuna
se
llevaría
a
cabo
en
individuos
sin
anteceden-
tes
de
vacunación
y
con
factores
de
riesgo
de
infección
invasiva
por
Hib:
asplenia
anatómica
o
funcional
(en
los
casos
de
esplenectomía
programada,
2
meses
antes
de
la
intervención
y
en
caso
de
urgencia,
2
semanas
después
de
la
intervención),
leucemia,
anemia
de
células
falciformes,
inmunodeficiencias
adquiridas
y
trasplante
de
células
madre
hematopoyéticas5.
Para
aquellos
ni˜
nos
que
hayan
presentado
la
enfermedad
invasiva
antes
de
los
24
meses
edad
y
no
estuviesen
vacu-
nados,
se
recomienda
que
reciban
las
dosis
de
vacuna
de
acuerdo
con
la
edad,
como
si
no
estuvieran
vacunados,
ini-
ciando
la
vacunación
un
mes
después
de
haber
pasado
la
enfermedad.
Poliomielitis
La
VPI
forma
parte
de
las
vacunas
hexavalentes
y
de
las
pentavalentes.
La
pauta
de
administración,
en
la
primovacu-
nación
durante
la
primera
infancia,
es
de
3
dosis
en
los
meses
2,
4
y
6,
y
una
4.ade
refuerzo
a
los
15-18
meses
de
edad,
que
debe
administrarse
con
un
intervalo
mínimo
de
6
meses
res-
pecto
a
la
dosis
previa.
Esta
última
dosis
no
es
necesaria
en
el
caso
de
que
la
3.ade
VPI
haya
sido
administrada
después
de
que
el
ni˜
no
haya
cumplido
los
4
a˜
nos5.
Por
otro
lado,
existe
un
preparado
monocomponente,
con
una
formulación
frente
a
la
poliomielitis
de
virus
inactivados
de
potencia
aumen-
tada
(VPIa,
tipo
Salk),
pero
actualmente
solo
es
accesible
como
«medicación
extranjera»,
por
lo
que
se
reserva
espe-
cialmente
para
personas
no
inmunizadas
que
vayan
a
viajar
a
zonas
endémicas
de
poliomielitis
(Nigeria,
Afganistán,
Pakis-
tán)
o
epidémicas,
como
Somalia,
Kenia
y
Etiopía,
por
orden
de
número
de
casos
en
2013.
En
estos
casos,
es
necesario
haber
recibido,
al
menos,
3
o
más
dosis
de
vacuna
VPI
y
es
conveniente
ofrecer
otra
dosis
antes
de
iniciar
el
viaje.
Las
personas
que
viajan
frecuentemente,
por
periodos
cortos,
a
zonas
de
polio
endémica
normalmente
necesitan
una
sola
dosis
de
vacuna
después
de
recibir
la
serie
primaria40.
Vacunas
combinadas
(DTPa-VPI-Hib/HB)
Como
en
ediciones
precedentes,
el
CAV-AEP
recomienda
el
uso
de
vacunas
combinadas
porque
facilita
la
administra-
ción
conjunta
de
varias
vacunas
en
el
mismo
momento,
al
tiempo
que
reduce
el
número
de
inyecciones
y
las
molestias
al
ni˜
no,
evita
errores,
acorta
los
tiempos
de
administra-
ción,
mejora
las
coberturas
y
simplifica
el
calendario
de
vacunación.
Por
todas
estas
razones,
el
CAV-AEP
continúa
recomendando
el
uso
de
vacunas
hexavalentes
(DTPa-VPI-
Hib-HB)
durante
la
primovacunación
a
los
2,
4
y
6
meses.
Por
cuestiones
económicas
o
por
problemas
de
abasteci-
miento
de
las
vacunas
hexavalentes,
se
puede
recurrir
a
los
preparados
pentavalentes
(DTPa-VPI-Hib),
completán-
dose
el
calendario
sistemático
con
una
o
varias
dosis
frente
a
la
hepatitis
B
(monocomponente),
según
el
esquema
recomendado
para
esta
vacunación.
La
evidencia
científica
adquirida
a
través
de
amplios
ensayos
clínicos
apoya
el
uso
de
estas
vacunas
combinadas,
sin
que
exista
incompatibili-
dad
con
otras
inmunizaciones,
ni
interferencias
antigénicas
rese˜
nables41.
Es
importante
se˜
nalar
que
la
vacuna
pentavalente
es
la
idónea
como
dosis
de
refuerzo
a
los
15-18
meses
(4.adosis
de
DTPa,
VPI
y
Hib).
Para
minimizar
las
posibles
reacciones
locales
algunos
autores
aconsejan
la
administración
intra-
muscular
en
el
muslo,
por
debajo
de
los
3
a˜
nos
de
edad,
cuando
se
utilizan
vacunas
acelulares
DTPa42.
Vacunación
frente
al
meningococo
C
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
recomienda
que
la
vacunación
frente
al
MenC
se
realice
con
3
dosis
de
vacuna
conjugada
monovalente
(esquema
1
+
1
+
1),
con
la
siguiente
pauta:
una
dosis
a
los
2
meses
de
edad,
la
2.adosis
a
los
12
meses
de
edad
y
la
3.aa
los
12
a˜
nos.
Epidemiología
actual
La
incidencia
de
la
enfermedad
meningocócica
ha
ido
des-
cendiendo
paulatinamente
en
Espa˜
na
desde
la
introducción,
en
el
calendario
de
vacunación
infantil,
de
la
vacuna
conju-
gada
frente
al
MenC
en
el
a˜
no
2000.
Esto
ha
sido
un
hecho
determinante
en
el
control
de
la
enfermedad
meningocócica
del
grupo
C,
que
ha
experimentado
un
descenso
respecto
a
la
época
prevacunal
de
hasta
el
88%.
En
la
temporada
2009-2010
se
notificaron
440
casos
confirmados
de
enfermedad
meningocócica,
que
fue
la
tasa
más
baja
registrada
en
los
anteriores
11
a˜
nos:
0,96
casos/100.000
habitantes,
de
los
que
0,12/100.000
corres-
pondieron
al
serogrupo
C43.
Este
descenso
se
mantuvo
en
la
temporada
2011-2012
(semana
41/2011-semana
35/2012,
datos
provisionales),
en
la
que
se
registraron
54
casos
de
enfermedad
meningocócica
C,
con
una
tasa
de
0,12/100.000
y
una
letalidad
del
16,6%,
y
en
la
temporada
2012-2013
(semana
41/2012-semana
35/2013,
datos
provisionales),
en
la
que
se
han
registrado
27
casos
de
enfermedad
menin-
gocócica
por
serogrupo
C,
con
una
tasa
de
0,06/100.000
y
con
una
letalidad
del
11,1%.
El
serogrupo
C
ha
presen-
tado
un
descenso
medio
anual
del
15,6%
en
el
periodo
1996-201144.
Los
2
picos
de
mayor
incidencia
de
enfermedad
ocurren
en
menores
de
un
a˜
no,
y
en
adolescentes
y
adultos
jóvenes,
que
además
presentan
la
mayor
letalidad.
En
Espa˜
na,
actualmente,
el
principal
serogrupo
productor
de
enfermedad
meningocócica
circulante
es
el
meningo-
coco
B,
responsable
del
71,4%
de
los
casos
(a˜
no
2011),
que
supone
el
51%
de
los
casos
de
enfermedad
meningocócica
en
ni˜
nos
menores
de
5
a˜
nos,
seguido
del
serogrupo
C44.
La
presencia
de
otros
serogrupos
sólo
supone
un
3%
del
total
de
aislados;
en
2011,
de
425
casos
confirmados
de
enfer-
medad
meningocócica
se
identificaron
8
casos
de
serogrupo
W135,
4
de
serogrupo
Y
y
2
de
serogrupo
A
(estudios
de
seroprevalencia)44.
La
letalidad
por
MenC
fue
del
25%
en
la
temporada
2009-2010,
subiendo
al
40,3%
en
2010-2011,
relacionada
con
un
brote
en
Andalucía45.
Esquemas
de
vacunación
frente
al
meningococo
C
Estos
resultados
clínicos
y
epidemiológicos
se
han
logrado
a
partir
de
la
implementación
de
los
programas
de
vacuna-
ción
sistemática
infantil.
La
introducción
de
la
vacuna
MenC
en
el
calendario
infantil
en
el
a˜
no
2000
se
hizo
inicialmente
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e10
D.
Moreno-Pérez
et
al
con
una
pauta
de
3
dosis
(2,
4
y
6
meses
de
edad).
Se
modi-
ficó
en
2005,
basándose
en
la
evolución
de
la
enfermedad
y
en
la
evidencia
disponible
de
la
efectividad
de
las
vacu-
nas,
manteniendo
3
dosis
con
el
siguiente
esquema:
2
meses,
4-6
meses
y
una
dosis
de
refuerzo
en
el
segundo
a˜
no
de
vida,
entre
los
12-15
meses,
calendario
vigente
en
20132.
Las
vacunas
anti-MenC
monovalentes
administradas
en
los
calendarios
espa˜
noles
son
de
2
tipos:
MenC
conjugada
con
toxoide
tetánico
(MenC-TT)
y
las
conjugadas
con
proteína
de
difteria
CRM197
(MenC-CRM).
Las
coberturas
de
vacunación
alcanzadas
han
sido
eleva-
das
desde
la
implementación
de
las
vacunas
en
el
calendario
infantil
(mayores
del
95%
desde
2002),
alcanzando
en
2012
en
primovacunación
coberturas
del
96,6%
(rango
entre
CC.
AA.
del
89,6-103,4%)
y
del
94,8%
en
la
dosis
de
refuerzo
(rango
entre
CC.
AA.
del
87,1-117,9%)11,45.
A
lo
largo
del
tiempo,
además,
las
CC.
AA.
han
implantado
campa˜
nas
de
rescate
en
ni˜
nos
y
adolescentes,
aplicadas
de
forma
heterogénea
en
cuanto
al
momento
de
aplicación
de
las
mismas,
edad
de
vacunación
y
vacunas
utilizadas,
lo
que
dificulta
tener
datos
de
seroprevalencia
para
el
MenC
a
nivel
nacional.
A
pesar
del
éxito
que
ha
supuesto
la
vacunación
anti-
meningocócica
C,
los
estudios
de
vigilancia
epidemiológica
y
de
seroprevalencia,
realizados
tanto
en
Espa˜
na46 como
en
Holanda
y
Reino
Unido47,48,
han
puesto
de
manifiesto
algunos
puntos
débiles
de
la
estrategia
de
vacunación
actualmente
vigente,
lo
que
obliga
a
replantear
nuevas
pautas
de
vacu-
nación
infantil
buscando
la
optimización
del
calendario.
Los
principales
puntos
a
solventar
son
la
pérdida
progresiva
de
anticuerpos
tras
la
vacunación
de
lactantes
en
el
primer
a˜
no
de
vida,
el
descenso
de
coberturas
vacunales
en
ni˜
nos
a
los
12
meses
con
el
aumento
de
población
susceptible,
la
apa-
rición
de
casos
(fallos
vacunales)
y
el
aumento
de
casos
de
enfermedad
en
adolescentes
y
adultos
jóvenes
que
quedan
como
población
especialmente
susceptible.
Las
nuevas
recomendaciones
de
vacunación
se
basan
en
estudios
de
seroprevalencia
realizados
en
Espa˜
na,
EE.
UU.,
Reino
Unido
y
Holanda,
que
serán
comentados
más
adelante.
Estos
estudios
han
demostrado
la
elevada
inmunogenicidad
de
las
vacunas
MenC
en
el
primer
a˜
no
de
vida
(incluso
tras
una
única
dosis
de
vacuna
a
los
2
o
3
meses
de
vida);
que
existe
una
pérdida
progresiva
de
anticuerpos
a
lo
largo
del
tiempo,
más
rápida
en
los
ni˜
nos
vacunados
más
precozmente
(en
el
primer
a˜
no),
y
que
los
anticuerpos
persisten
durante
más
tiempo
en
los
ni˜
nos
que
han
recibido
dosis
de
rescate
en
la
adolescencia
o
preadolescencia.
Así,
en
el
estudio
de
seroprevalencia
realizado
en
el
País
Vasco
en
201149,
el
nivel
de
seroprotección
(títulos
1/8)
fue
del
45,8%
en
ni˜
nos
de
2-5
a˜
nos
y
del
36,1%
en
el
grupo
de
6-9
a˜
nos,
el
grupo
con
menor
nivel
de
anticuerpos.
De
los
10
a
los
24
a˜
nos
la
tasa
iba
subiendo:
60%
en
ni˜
nos
de
10
a
14
a˜
nos;
86,5%
de
15
a
19
a˜
nos
y
73,9%
de
20
a
24
a˜
nos.
Este
estudio
demostró
la
caída
de
anticuerpos
protectores
a
lo
largo
del
tiempo
y
que
está
relacionada
con
la
edad
de
primovacunación,
de
forma
que
los
vacunados
a
partir
de
los
7
a˜
nos
de
edad
(campa˜
nas
de
rescate)
conservan
durante
más
tiempo
anticuerpos
protectores
que
los
vacunados
en
el
primer
a˜
no
de
vida.
Los
estudios
realizados
en
el
Reino
Unido
demostraron
que
el
75%
de
la
población
vacunada
dentro
del
calenda-
rio
de
rutina
tenían
anticuerpos
protectores,
que
descendía
hasta
el
36%
18
meses
después
de
la
primovacunación.
En
las
cohortes
captadas
en
campa˜
nas
de
rescate
se
demostró
una
mejor
respuesta
en
ni˜
nos
vacunados
a
edad
más
avan-
zada
(5-17
a˜
nos
comparados
con
los
vacunados
entre
1-4
a˜
nos)50,51.
Otros
estudios
publicados
corroboran
la
pérdida
progresiva
de
anticuerpos
especialmente
en
ni˜
nos
vacunados
en
el
primer
o
segundo
a˜
no
de
vida51,52.
Los
estudios
de
persistencia
de
anticuerpos53 llevan
a
recomendar
la
vacunación
de
refuerzo
en
preadolescentes
estimando
la
mejor
edad
los
12
a˜
nos,
basándose
en
una
mejor
respuesta
a
la
vacunación
de
refuerzo
que
en
ni˜
nos
más
peque˜
nos54.
Los
estudios
realizados
en
Holanda
(desde
2002
con
pauta
de
MenC-TT
con
una
dosis
única
a
los
14
meses
de
edad
y
rescate
dirigido
a
la
población
entre
14
meses
y
18
a˜
nos)
demostraron
también
que
la
respuesta
de
anticuerpos
y
su
persistencia
en
el
tiempo
tuvieron
relación
directa
con
la
edad,
por
lo
que
recomiendan
la
aplicación
de
una
dosis
de
refuerzo
en
la
adolescencia
para
mantener
la
inmunidad
a
largo
plazo.
Respecto
a
la
vacunación
con
dosis
única
en
el
primer
a˜
no,
se
ha
comprobado
que
la
inmunización
de
lactantes
en
el
primer
a˜
no
de
vida
con
una
sola
dosis
de
vacuna
y
un
refuerzo
a
los
12
meses
es
inmunógena
y
protectora55,56.
Findlow
et
al.57 en
el
Reino
Unido
demuestran
que
puede
utilizarse
con
eficacia
y
seguridad
una
sola
dosis
de
MenC-
TT
o
MenC-CRM
a
los
3
meses
de
edad,
con
un
refuerzo
de
Hib/MenC-TT
en
el
segundo
a˜
no
de
vida.
Las
vacunas
MenC,
por
sus
características,
generan
pro-
tección
indirecta
de
grupo
(demostrada
por
la
disminución
de
la
tasa
de
ataque
en
personas
no
vacunadas)
al
reducir
la
tasa
de
portadores
nasofaríngeos
de
MenC.
Esta
tasa
es
hasta
4
veces
más
alta
en
adolescentes
y
adultos
jóvenes
que
en
los
ni˜
nos,
por
lo
que
el
rescate
en
ni˜
nos
mayores
potencia
la
inmunidad
de
grupo
por
descenso
del
número
de
portadores
nasofaríngeos,
principalmente
en
adolescentes58,59.
El
análisis
de
estos
datos
ha
llevado
a
que
en
los
últimos
a˜
nos
se
hayan
propuesto
nuevas
estrategias
vacunales
en
varios
países
europeos
y
en
EE.
UU.,
coincidiendo
todos
en
la
necesidad
de
vacunar
a
los
adolescentes,
por
el
impacto
que
esta
medida
tiene
a
nivel
individual
y
colectivo,
indepen-
dientemente
de
cuál
haya
sido
la
estrategia
de
vacunación
previa
en
la
infancia.
Así,
el
Comité
Conjunto
sobre
Vacunación
e
Inmunización
de
Reino
Unido
(JCVI)
recomendó
en
2012
cambiar
a
una
estrategia
1
+
1
+
1,
vacunando
a
los
adolescentes
entre
13-
14
a˜
nos,
en
los
que
se
registran
altas
tasas
de
colonización
nasofaríngea60.
En
Holanda,
la
estrategia
es
0
+
1
(una
dosis
a
los
14
meses
y
rescate
en
2002
desde
los
14
meses
hasta
los
18
a˜
nos
con
cobertura
del
94%)
y
desde
su
implantación
ha
demostrado
una
gran
efectividad.
En
EE.
UU.
(octubre
de
2012)
el
ACIP
recomendó
no
vacunar
a
lactantes
sanos,
solo
a
los
lactantes
con
alto
riesgo
de
enfermedad
meningocó-
cica,
con
pauta
de
4
dosis
de
vacuna
frente
a
Hib
y
frente
a
los
meningococos
C
e
Y
conjugados
con
proteína
antite-
tánica
(Hib-MenCY-TT).
Esta
estrategia
se
justifica
dada
la
baja
carga
de
enfermedad
meningocócica
C
en
este
grupo
de
edad,
donde
la
mayor
parte
de
los
casos
son
producidos
por
meningococo
B,
y
la
protección
poco
duradera
frente
a
meningitis
que
induce
la
vacuna
en
menores
de
un
a˜
no.
En
el
caso
de
los
adolescentes
recomiendan
vacunar
de
rutina
a
los
11-12
a˜
nos,
con
refuerzo
a
los
16
a˜
nos61,62.
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Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e11
Como
ya
vaticinó
este
Comité
en
las
recomendaciones
de
2013,
el
Consejo
Interterritorial
ha
propuesto
una
pauta
1+1+1
(2
meses
+
12
meses
+
12
a˜
nos)4,63,
con
el
obje-
tivo
de
alargar
la
protección
incluyendo
a
adolescentes
y
adultos
jóvenes,
y
así
reducir
los
fallos
vacunales
y
aumen-
tar
la
protección
de
grupo.
Esta
nueva
pauta,
que
debería
entrar
en
vigor
en
enero
de
2014
en
todo
el
país4,
suscita
algunas
incertidumbres.
Iniciar
esta
pauta
a
los
3
meses
de
edad
en
vez
de
a
los
2
ha
demostrado
ser
más
inmu-
nógena
y
por
tanto
en
principio
mejor56,67.
Además,
no
todas
las
CC.
AA.
han
llevado
a
cabo
en
los
últimos
a˜
nos
las
mismas
estrategias
de‘‘catch
up’’,
ni
con
las
mismas
coberturas63,
por
lo
que
la
inmunidad
de
grupo
en
la
pobla-
ción
frente
al
meningococo
C
puede
ser
diferente
de
unas
CC.
AA.
a
otras,
lo
que
unido
a
la
ausencia
de
estudios
de
seroprevalencia,
sugiere
que
otras
pautas
podrían
ser
más
adecuadas.
Las
vacunas
actualmente
utilizadas
en
calendario
son
las
monovalentes
MenC.
Pueden
coadministrarse
con
el
resto
de
las
vacunas
del
calendario
infantil,
al
no
haberse
demostrado
interferencias
clínicamente
significativas
en
la
respuesta
inmunitaria
frente
a
los
diferentes
antígenos
vacunales64.
No
se
ha
comprobado
la
intercambiabili-
dad
entre
los
3
preparados
disponibles,
por
lo
que
es
recomendable,
en
primovacunación,
utilizar
el
mismo
pre-
parado.
Hoy
por
hoy
no
existen
datos
contundentes
para
reco-
mendar
cuál
es
la
vacuna
más
adecuada
para
aplicar
con
estas
nuevas
pautas
ni
cuál
es
la
edad
más
conveniente
para
vacunar
a
los
adolescentes.
Serán
precisos
una
estrecha
vigilancia
y
seguimiento
de
la
implantación
de
esta
nueva
estrategia
y
de
la
efectividad
de
la
misma.
Vacunas
meningocócicas
tetravalentes
Desde
el
a˜
no
2010
se
dispone
en
Espa˜
na
de
una
vacuna
con-
jugada
tetravalente
(Menveo®)
frente
a
los
serogrupos
de
meningococo
A,
C,
W135
e
Y
conjugada
con
la
proteína
CRM197,
y
en
2012
se
autorizó
una
2.avacuna
conjugada
tetravalente
(Nimenrix®)
conjugada
con
toxoide
tetánico.
Son
de
uso
hospitalario
y
actualmente
están
autorizadas
a
partir
de
los
2
a˜
nos
de
edad,
Menveo®,
y
a
partir
de
los
12
meses
de
edad,
Nimenrix®,
en
caso
de
viaje
a
zonas
endé-
micas
de
meningitis65.
Han
demostrado
en
varios
estudios
buena
inmunogenicidad,
buen
perfil
de
seguridad
y
compati-
bilidad
con
todas
las
vacunas
de
calendario.
Están
en
marcha
estudios
de
inmunogenicidad
en
lactantes
de
2
meses
con
Nimenrix®66,67.
La
baja
carga
de
enfermedad
por
serotipos
no
incluidos
en
las
vacunas
MenC
actualmente
en
Espa˜
na
(serogrupos
A,
Y,
W135)
y
la
falta
de
información
de
la
eficacia
de
las
vacu-
nas
tetravalentes
como
refuerzo
en
los
ni˜
nos
previamente
vacunados
en
los
primeros
a˜
nos
hace
que
estas
vacunas,
de
momento,
se
reserven
para
la
vacunación
de
viajeros
a
zonas
endémicas
de
estos
serogrupos.
Es
posible
que
en
el
futuro
sea
una
buena
opción
la
introducción
de
las
vacunas
tetrava-
lentes
dentro
de
la
pauta
1
+
1
+
1,
sobre
todo
en
la
dosis
de
los
12
a˜
nos,
en
función
de
las
variaciones
epidemiológicas
que
puedan
ocurrir,
o
como
dosis
previa
a
probables
viajes,
a
partir
de
la
adolescencia.
Vacunación
frente
al
neumococo
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
mantiene
la
reco-
mendación
de
2013
de
vacunar
frente
al
neumococo
de
forma
sistemática
a
todos
los
ni˜
nos
menores
de
5
a˜
nos
como
la
mejor
medida
para
la
prevención
de
la
enfermedad
neumocócica
en
la
infancia,
siendo
la
vacuna
neumocócica
conjugada
13-valente
(VNC13)
la
que
mejor
cobertura
pro-
porciona
frente
a
los
serotipos
neumocócicos
circulantes
en
Espa˜
na.
También
hace
hincapié
en
la
necesidad
de
vacunar
a
todos
los
ni˜
nos
entre
6
y
17
a˜
nos
que
padecen
inmunode-
presión
u
otras
situaciones
de
riesgo.
Hasta
diciembre
de
2012,
el
44%
de
los
194
países
miem-
bros
de
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS)
ya
habían
introducido
de
forma
progresiva
las
vacunas
neumocócicas
conjugadas
(VNC)
en
los
programas
de
inmunización
siste-
mática
infantil68,69,
siguiendo
la
recomendación
de
la
OMS
del
a˜
no
200768.
La
evidencia
de
la
efectividad
de
las
VNC
para
reducir
la
carga
global,
tanto
de
la
enfermedad
neumocócica
inva-
siva
(ENI)
como
de
la
no
invasiva,
continúa
acumulándose
y
a˜
nadiéndose
a
la
ya
existente2.
Vacuna
neumocócica
conjugada
13-valente
En
Madrid,
se
introdujo
la
VNC13
en
el
calendario
siste-
mático
en
junio
de
2010
con
una
pauta
2
+
1.
Un
estudio
reciente,
comparando
la
incidencia
entre
los
periodos
mayo
de
2007-abril
de
2010
(periodo
pre-VNC13)
y
mayo
de
2011-
abril
de
2012
(periodo-VNC13),
ha
demostrado
la
excelente
capacidad
de
esta
vacuna
para
disminuir
la
carga
global
de
ENI
en
los
menores
de
15
a˜
nos.
La
tasa
de
incidencia
cayó
desde
17/100.000
hasta
7,7/100.000
(reducción
del
57%).
La
disminución
de
las
tasas
de
incidencia
de
empiema,
neumonía
bacteriémica
y
meningitis
neumocócicas
ha
sido
del
46,
del
71
y
del
55%,
respectivamente.
La
bajada
de
los
serotipos
contenidos
en
la
VNC13
(serotipos-VNC13)
ha
sido
del
68%,
siendo
particularmente
marcada
en
el
serotipo
1
(47%)
y
en
el
19A
(87%),
ambos
causantes
del
60%
de
las
ENI.
Durante
el
periodo-VNC13
no
se
ha
producido
incremento
de
serotipos
no-VNC13.
Ningún
ni˜
no
con
3
dosis
de
VNC13
ha
padecido
ENI70.
En
EE.
UU.
los
datos
encontrados
son
muy
similares.
En
un
estudio
realizado
en
8
hospitales,
donde
se
utiliza
un
esquema
de
vacunación
3
+
1
con
VNC13,
tras
un
a˜
no
de
la
introducción
de
la
vacuna,
la
frecuencia
global
de
ENI
en
todos
los
ni˜
nos
disminuyó
el
42%,
y
en
los
ni˜
nos
menores
de
24
meses
el
53%.
Los
serotipos-VNC13
disminuyeron
un
57%71.
En
el
Reino
Unido,
según
los
datos
de
la
Health
Protec-
tion
Agency,
donde
la
VNC13
se
introdujo
en
el
calendario
sistemático
en
abril
de
2010,
con
un
esquema
2
+
1,
se
ha
producido
una
disminución
significativa
de
la
tasa
de
inci-
dencia
acumulada
de
ENI
producida
por
los
serotipos-VNC13
en
los
ni˜
nos
de
todas
las
edades,
lo
que
de
nuevo
demuestra
la
capacidad
de
la
vacuna
para
inducir
inmunidad
de
grupo72.
Hay
también
nuevas
evidencias
sobre
la
capacidad
de
la
VNC7,
ya
bien
demostrada,
para
proteger
frente
a
la
enfermedad
neumocócica
no
invasiva.
Un
estudio
reciente,
llevado
a
cabo
en
EE.
UU.,
comparando
la
tasa
anual
de
hos-
pitalizaciones
por
neumonía
de
cualquier
causa,
entre
los
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55.e12
D.
Moreno-Pérez
et
al
periodos
1997-1999
(antes
de
la
introducción
de
la
VNC7)
y
2007-2009,
ha
demostrado
una
reducción
de
551/100.000
en
la
incidencia
anual
de
hospitalizaciones
en
ni˜
nos
menores
de
2
a˜
nos,
lo
que
supuso
una
disminución
de
47.000
hospitaliza-
ciones
anuales
con
respecto
al
periodo
prevacunal.
Global-
mente,
para
todas
las
edades,
el
descenso
de
la
incidencia
anual
fue
54,8/100.000
personas
(168.000
hospitalizaciones
menos
cada
a˜
no).
La
caída
en
la
incidencia
en
personas
de
85
a˜
nos
o
más
supuso
73.000
hospitalizaciones
menos
cada
a˜
no.
En
los
adultos
entre
65
y
85
a˜
nos
también
hubo
reducciones
significativas,
aunque
más
modestas73.
Este
trabajo
corro-
bora
otros
anteriores
sobre
la
efectividad
de
la
VNC7
para
reducir
la
carga
global
de
neumonía
en
la
comunidad74---76,
pero
además
demuestra
que
el
efecto
se
ha
mantenido
una
década,
pese
al
incremento
de
algunos
serotipos
no-VNC777.
La
protección
de
los
ancianos
frente
a
la
neumonía,
por
la
inmunidad
de
reba˜
no
generada
por
las
VNC,
es
primordial
desde
el
punto
de
vista
de
la
salud
pública,
ya
que
la
morta-
lidad
cruda
en
esta
edad
es
superior
a
la
de
cualquier
otra
y
alcanza
cifras
superiores
a
20/100.00078.
El
impacto
de
las
vacunas
VNC10
y
VNC13
sobre
las
hospitalizaciones
por
neu-
monías
podría
ser
todavía
mayor
por
los
serotipos
adiciona-
les
que
contienen,
sobre
todo
el
serotipo
1
que
causa
el
38%
de
las
neumonías
bacteriémicas
neumocócicas
y
el
38%
de
los
empiemas
pleurales
neumocócicos79.
En
las
neumonías
no
bacteriémicas
y
sin
derrame
es
más
difícil
conocer
los
sero-
tipos
causales,
pero
hay
datos
indirectos
que
sugieren
que
el
serotipo
1
produce
una
proporción
sustancial
de
casos80.
La
evidencia
de
que
la
VNC13
disminuye
alrededor
del
40-50%
la
tasa
de
colonización
nasofaríngea
de
los
serotipos
1,
6A,
7F
y
19A
en
comparación
con
la
VNC7
está
totalmente
comprobada81---84.
Sin
embargo,
no
afecta
a
la
colonización
por
el
serotipo
3,
lo
que,
unido
a
que
la
respuesta
inmunoló-
gica
al
mismo
es
menor
que
la
de
cualquier
otro
serotipo
de
VNC13,
plantea
incógnitas
sobre
cómo
estos
hechos
pueden
afectar
a
la
efectividad
de
la
vacuna
frente
a
este
serotipo.
El
mayor
descenso
en
las
tasas
de
colonización
se
produce
en
el
19A,
y
es
posible
que
este
hecho
esté
relacionado
con
la
excelente
efectividad
que
la
VNC13
ha
mostrado
frente
a
este
serotipo
en
Madrid70 y
en
varios
países71,72,85.
La
capacidad
de
la
VNC13
para
inducir
inmunidad
de
grupo
lo
demuestra
el
que
la
enfermedad
invasiva
por
los
serotipos-VNC13
no
compartidos
con
la
VNC7
disminuya
en
los
adultos
hasta
un
45-64%
(sobre
todo
a
expensas
del
des-
censo
de
19A
y
7F)
cuando
se
utiliza
esta
vacuna
para
la
inmunización
sistemática
de
los
ni˜
nos.
Otro
hecho
a
destacar
es
que
se
consiguen
reducciones
del
50%
en
la
coloniza-
ción
nasofaríngea
por
los
serotipos-VNC13
con
coberturas
de
solo
el
65%84.
Esta
disminución
de
la
colonización
por
los
serotipos-VNC13
se
acompa˜
na
del
aumento
de
otros
seroti-
pos
no
vacunales
como
el
15A,
15B/C
y
35B81,82.
Sin
embargo,
este
fenómeno
no
parece
acompa˜
narse,
hasta
el
momento
actual,
de
un
incremento
de
ENI
por
estos
serotipos70,71.
Vacuna
neumocócica
conjugada
decavalente
(VNC10)
En
este
último
a˜
no
también
se
han
publicado
nuevos
datos
sobre
el
efecto
de
la
inclusión
de
la
VNC10
en
los
calendarios
de
vacunación
de
algunos
países.
En
Brasil,
esta
vacuna
redujo
el
80%
(desde
20,3/100.000
hasta
3,97/100.000)
la
incidencia
de
ENI
producida
por
cualquier
serotipo
neumocócico
en
ni˜
nos
menores
de
2
a˜
nos
de
edad86.
Para
los
serotipos-VNC10,
la
reducción
de
ENI
en
la
misma
edad
fue
del
97%.
La
incidencia
de
ENI
por
cual-
quier
serotipo
en
todas
las
edades
tendió
a
decrecer,
pero
no
fue
significativo.
En
el
periodo
después
de
iniciar
la
vacu-
nación
con
la
VNC10
no
se
produjo
ningún
incremento
de
los
serotipos
no-VNC10.
Es
dudoso
si
esta
efectividad
podría
haber
sido
la
misma
en
países
con
alta
prevalencia
del
sero-
tipo
19A,
ya
que
en
Brasil
fue
muy
baja
en
ambos
periodos,
pre
y
posvacunal86.
Un
estudio
llevado
a
cabo
en
Finlandia
con
la
vacuna
VNC10,
en
el
que
se
vacunó
a
ni˜
nos
de
diferentes
edades
con
distintas
pautas
vacunales
(menores
de
7
meses
con
pautas
3
+
1
o
2
+
1;
ni˜
nos
de
7-11
meses
con
pauta
2
+
1;
y
ni˜
nos
de
12-18
meses
con
pauta
de
2
dosis)
ha
demostrado
una
efec-
tividad
frente
a
ENI
por
serotipos-VNC10
del
100%
para
la
pauta
3
+
1,
del
92%
para
los
grupos
2
+
1
y
del
100%
para
el
grupo
de
rescate.
La
efectividad
global
en
el
conjunto
de
todos
los
ni˜
nos,
independientemente
del
serotipo,
fue
del
93%87.
En
Quebec,
Canadá,
se
sustituyó
en
2009
la
vacunación
universal
con
VNC7,
en
vigor
desde
2004,
por
la
VNC10,
utili-
zando
una
pauta
2
+
1
(2,
4
y
12
meses).
La
incidencia
de
ENI
en
los
ni˜
nos
que
habían
recibido
la
VNC10
fue
35/100.000
(en
un
periodo
de
un
a˜
no),
mientras
que
en
el
control
histó-
rico
de
ni˜
nos
vacunados
con
la
VNC7
fue
64/100.000,
lo
que
supone
una
reducción
del
55%.
No
hubo
casos
de
ENI
en
ni˜
nos
que
habían
recibido
2
o
más
dosis
de
VNC10
en
la
serie
prima-
ria
ni
en
los
que
recibieron
esta
vacuna
como
refuerzo
(aun-
que
la
serie
primaria
se
realizase
con
VNC7).
La
incidencia
de
ENI
por
el
serotipo
19A
(la
más
alta
de
todos
los
serotipos)
en
la
cohorte
de
ni˜
nos
vacunados
con
la
VNC10
fue
aproxi-
madamente
un
50%
más
baja
que
en
la
cohorte
de
ni˜
nos
vacunados
con
la
VNC7,
aunque
la
diferencia
no
alcanzó
sig-
nificación
estadística.
Además,
la
tendencia
ascendente
de
las
ENI
por
19A
durante
los
a˜
nos
de
vacunación
con
la
VNC7
se
revirtió88.
Datos
recientes
obtenidos
en
Finlandia
sugieren
que
la
VNC10
podría
tener
algún
efecto
protector
frente
al
serotipo
19A,
aunque
el
número
de
casos
fue
demasiado
bajo
como
para
obtener
conclusiones
definitivas89.
Se
ha
postu-
lado
que
aunque
tanto
la
VNC7
como
la
VNC10
contienen
el
serotipo
19F,
el
diferente
método
de
conjugación
da
lugar
a
una
configuración
química
distinta
de
los
epítopos
del
19F
en
ambas
vacunas
lo
que
podría
dar
lugar
a
un
diferente
grado
de
protección
frente
al
19A.
Por
último,
la
VNC10
ha
demostrado
protección
de
grupo
al
reducir
el
50%
la
incidencia
de
ENI
entre
los
ni˜
nos
no
vacunados
de
2
a
5
a˜
nos
de
edad90.
Los
estudios
de
colonización
nasofaríngea
con
la
VNC10
son
escasos.
Uno
reciente
ha
demostrado
que
no
hay
dife-
rencias
en
la
colonización
nasofaríngea
por
Haemophilus
no
tipables
entre
ni˜
nos
vacunados
con
la
VNC10
y
la
VNC7.
Tampoco
existieron
diferencias
en
la
colonización
por
neu-
mococo,
tanto
si
se
consideró
la
colonización
global
por
todos
los
serotipos,
como
la
colonización
por
los
serotipos
considerados
individualmente,
incluido
el
serotipo
19A91.
Recomendaciones
para
2014
1.
A
la
luz
de
la
evidencia
acumulada,
el
CAV-AEP
se
rea-
firma
en
las
recomendaciones
de
anteriores
calendarios
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e13
de
incluir
la
vacunación
sistemática
frente
al
neumococo
para
todos
los
ni˜
nos
espa˜
noles
menores
de
5
a˜
nos,
siendo
la
VNC13
la
que
mejor
cobertura
proporciona
actual-
mente
frente
a
los
serotipos
circulantes
y
la
que
mayor
impacto
puede
tener
en
el
control
de
la
enfermedad
neumocócica
en
Espa˜
na.
2.
Mientras
no
exista
vacunación
universal
frente
al
neu-
mococo,
deberán
utilizarse
pautas
de
vacunación
3
+
1
(3
dosis
de
primovacunación,
más
un
refuerzo
en
el
segundo
a˜
no
de
vida).
La
carencia
de
la
protección
de
la
inmu-
nidad
de
grupo,
si
las
coberturas
de
vacunación
no
son
altas,
puede
condicionar
que
algunos
ni˜
nos
sean
suscep-
tibles
a
algunos
serotipos,
como
el
6B
y
23F,
después
de
2
dosis
de
VNC
y
hasta
que
se
aplique
la
dosis
de
refuerzo
del
segundo
a˜
no
de
vida.
3.
El
CAV-AEP
hace
énfasis
en
la
necesidad
de
vacunar
a
los
pacientes
inmunodeprimidos
y
con
riesgo
elevado
de
padecer
infecciones
neumocócicas
graves
(fig.
3),
con
las
pautas
recomendadas
utilizando
esquemas
mix-
tos,
que
incluyan
la
VNC13
y
la
vacuna
neumocócica
23-valente
de
polisacáridos
simples
(VNP23).
Coinci-
diendo
con
la
ampliación
de
la
edad
para
el
uso
de
la
VNC13
en
ni˜
nos
hasta
los
17
a˜
nos,
el
CAV-AEP
propone
cambios
menores
en
las
nuevas
normas
de
inmunización
frente
al
neumococo
en
los
grupos
de
riesgo2.
a.
En
los
ni˜
nos
inmunodeprimidos
y
con
asplenia
orgá-
nica
o
funcional
(anemia
de
células
falciformes
u
otras
hemoglobinopatías)
menores
de
5
a˜
nos:
1)
utilizar
siempre
esquemas
3
+
1
cuando
se
inicia
la
vacunación
a
los
2
meses
con
las
otras
vacunas
del
calendario;
2)
es
preceptivo
que
reciban
2
dosis
de
VNC13
si
no
han
recibido
en
el
primer
a˜
no
de
vida,
al
menos,
2
dosis
de
esta
vacuna;
3)
los
ni˜
nos
de
2-5
a˜
nos
de
edad
que
no
han
recibido
ninguna
dosis
de
VNC13
deben
recibir
2
dosis
de
esta
vacuna
separa-
das
por
un
intervalo
mínimo
de,
al
menos,
2
meses;
4)
una
vez
completada
la
inmunización
con
VNC13,
los
mayores
de
2
a˜
nos
de
edad
deben
recibir
2
únicas
dosis
de
VNP23,
la
2.aa
los
5
a˜
nos
de
la
1.a.
b.
En
los
ni˜
nos
de
riesgo
(no
inmunodeprimidos
ni
asplénicos,
pero
con
riesgo
de
padecer
infecciones
neumocócicas
más
frecuentes
o
graves)
menores
de
5
a˜
nos
(fig.
3)
puede
optarse
por
la
pauta
de
los
ni˜
nos
inmunodeprimidos
o
por
la
del
calendario
de
vacu-
nación
sistemático,
completándose
la
inmunización,
cuando
son
mayores
de
2
a˜
nos,
con
una
sola
dosis
de
VNP23
separada
por
un
intervalo
mínimo
de
2
meses
desde
la
última
dosis
de
VNC132.
c.
En
todos
los
ni˜
nos
de
riesgo
(fig.
3)
de
6-17
a˜
nos
de
edad:
1)
administrar
una
dosis
de
VNC13;
2)
aplicar
una
dosis
de
VNP23
separada
por
un
intervalo
mínimo
de
2
meses
de
la
dosis
de
VNC13;
3)
solo
en
los
inmu-
nodeprimidos
y
asplénicos
se
administrará
una
2.a
dosis
y
última
de
VNP23,
5
a˜
nos
después
de
la
1.ade
VNP2392.
4.
los
ni˜
nos
prematuros
(particularmente
los
<
32
semanas
o
<
1700
gramos)
tienen
más
probabilidad
de
presentar
una
enfermedad
invasora
por
Streptococcus
pneumo-
niae
que
los
recién
nacidos
a
termino,
por
lo
que
se
debe
recomendar
especialmente
en
estos
ni˜
nos
la
VNC13.
Vacunación
frente
al
sarampión,
la
rubeola
y
la
parotiditis
(vacuna
triple
vírica)
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
mantiene
la
norma
general
de
vacunación
que
comprende
la
administración
de
2
dosis
de
la
vacuna
triple
vírica
(TV),
recomendando
la
1.aa
los
12
meses
y
la
2.aa
los
2-3
a˜
nos
de
edad,
preferentemente
a
los
2
a˜
nos.
En
caso
necesario,
un
intervalo
mínimo
de
4
semanas
entre
ellas
asegura
una
correcta
inmunización.
Se
rea-
firma
asimismo
en
la
necesidad
de
alcanzar
y
mantener
altas
coberturas
vacunales,
para
conseguir
inmunidad
de
grupo
y
propiciar
la
eliminación
de
las
enfermedades
que
previene.
Sarampión
En
los
últimos
semestres
se
redujo
la
presentación
de
brotes
extensos
de
sarampión
autóctono
en
la
Región
Euro-
pea
de
la
OMS,
que
abundaron
desde
2010
a
201293.
Sin
embargo,
han
reaparecido
en
varios
países,
como
Reino
Unido
(concretamente
en
Inglaterra
y
Gales)94,
Rumanía,
Italia,
Alemania
y
Holanda95.
Cabe
destacar
el
desarro-
llado
en
Inglaterra
(1.365
casos
entre
enero
y
julio
de
2013),
condicionado
básicamente
por
las
bajas
cobertu-
ras
vacunales96,
y
el
iniciado
en
el
«cinturón
bíblico»
de
Holanda,
que
congrega
una
comunidad
religiosa
que
rechaza
las
vacunaciones:
desde
mayo
a
agosto
de
2013
afectó
a
más
de
1.000
personas,
la
mayoría
en
la
edad
infantil97.
Previamente
a
este
brote,
entre
mayo
de
2012
y
abril
de
2013,
se
declararon
8.586
casos
de
la
enfermedad
en
los
países
de
la
Unión
Europea,
correspondiendo
a
tasas
de
14
por
millón
de
habitantes.
El
81%
de
los
afecta-
dos
que
disponían
de
registros
de
vacunación
no
estaban
vacunados.
En
EE.
UU.
también
se
han
declarado
brotes
epidémicos98.
En
Espa˜
na,
durante
este
periodo
de
tiempo,
se
notifica-
ron
255
casos,
con
unas
tasas
de
5,5/millón95.
Conformaron
ocasionalmente
peque˜
nos
brotes
locales
debidos
a
pun-
tuales
aumentos
de
la
exposición
a
virus
importados,
como
el
registrado
en
Barcelona
en
julio
de
2013,
rela-
cionado
con
la
asistencia
a
un
macrofestival
de
música
popular
al
aire
libre99;
eventos
de
este
tipo
favore-
cen
la
diseminación
de
enfermedades
transmisibles
entre
adultos
jóvenes
de
colectivos
con
bajas
coberturas
de
vacunación100.
Sin
embargo,
la
mayoría
de
los
enfermos
notificados
en
Europa
siguen
siendo
los
menores
de
un
a˜
no
de
edad,
que
no
han
recibido
la
1.adosis
de
vacuna
TV,
seguidos
por
los
de
1
a
4
a˜
nos.
Datos
fehacientes
muestran
que
los
lactantes
menores
de
12
meses,
y
que
por
tanto
no
han
alcanzado
la
edad
de
la
primovacunación,
constituyen
un
grupo
creciente
de
riesgo
para
contraer
el
sarampión,
debido
a
que
los
nive-
les
de
anticuerpos
protectores
transferidos
por
sus
madres
son
cada
vez
menores
en
concentración
y
duración,
sobre
todo
en
las
que
fueron
vacunadas
y
no
sufrieron
la
infec-
ción
natural.
En
este
escenario,
puede
afirmarse
que
la
gran
mayoría
de
los
ni˜
nos
de
6
a
9
meses
de
edad
de
los
paí-
ses
occidentales
carece
actualmente
de
inmunidad
frente
al
sarampión101,102.
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55.e14
D.
Moreno-Pérez
et
al
Grupo de riesgo Enfermedad o situación
Niño
s i
nmuno
competentes
Enfermedad pulmonar crónica: asma grave,
bron
cod
isplasia
pulmonar, fibrosis quística, déficit de α 1-antitripsina,
bronqu
iectasias
Enfermedad cardiaca crónica, espe
cialmen
te cardiopatí
as
congénitas cianosantes o que cursen con insuficiencia
cardiaca o alteraciones hemodimicas
nd
rome de
Down1
Diabe
tes melli
tus
Hepatopatías crónicas
Fístulas del espacio subaracnoideo
Niños con
implan
te coclea
r
Niño
s con
as
plenia2
(ana
tómica
o func
iona
l)
Ane
mia de
células falciformes y otras he
mog
lob
inopatí
as
Asplen
ia congénit
a o adqu
irida
, o disfun
ción
esplén
ica
Niño
s i
nmunod
eprimido
s2
Infecc
ión
po
r VIH
Inmunodeficiencias primarias (se exc
luye el défi
cit de I
gA)
Insuficien
cia rena
l crón
ica y sínd
rome ne
frótico
Enfermedade
s que
requ
ieran
tratamien
to con f
ármacos
inmuno
sup
resores o rad
ioterap
ia (incluida
s leu
cemia,
linfoma, t
rasplan
te de
médu
la ósea
o de
órgano
lido
)
1. Solo en
el caso
de
docu
men
tac
ión
de
alguna
inmunode
ficienc
ia de
alto riesgo
pa
ra ENI,
seguir las
reco
mendac
iones
de
los
niños
inmunodep
rimidos
.
2. Pacien
tes de
alto riesgo
: deben
segu
ir recomenda
cione
s de
va
cuna
ción
antineu
mocócica
espe
cífi
cas (ver t
exto)
Figura
3
Situaciones
de
riesgo
de
enfermedad
neumocócica
grave
o
frecuente
en
la
infancia
y
adolescencia.
Parotiditis
Algo
similar
se
está
reconociendo
para
la
parotiditis,
con
una
corta
duración
de
los
anticuerpos
maternos,
aunque
algo
mayor
en
aquellos
casos
en
los
que
la
madre
había
pasado
la
enfermedad
(3,8
meses
versus
2,4
meses;
p
=
0,025)103.
Esta
situación
explica,
en
gran
parte,
la
persistencia
de
casos
de
parotiditis
en
el
área
geográfica
de
Europa,
con
la
reemergencia
ocasional
de
brotes
epidémicos
en
varias
de
sus
regiones.
En
Espa˜
na
se
han
producido
brotes
en
algu-
nas
CC.
AA.
durante
2012
y
el
primer
semestre
de
2013
(Asturias,
Madrid)104,105,
detectados
sobre
todo
en
centros
escolares
y
empresariales.
Estos
brotes
han
incidido
sobre
todo
en
adolescentes
y
adultos
jóvenes
vacunados
entre
1993
y
1999,
cuando
se
empleó
masivamente
una
vacuna
TV
cuyo
componente
antiparotiditis,
la
cepa
Rubini,
resultó
escasamente
inmunógeno.
Ello
ha
obligado
a
la
implementa-
ción
de
estrategias
puntuales
de
rescate
para
la
corrección
de
esta
deficiencia.
Rubeola
Los
índices
de
casos
confirmados
de
rubeola
volvieron
a
des-
cender
en
la
mayoría
de
los
países
europeos.
Sin
embargo,
en
algunos
de
ellos
persisten
situaciones
epidémicas
(Ruma-
nía,
Polonia),
con
tasas
incluso
superiores
a
220/1.000.000,
lo
que
ha
facilitado
el
resurgimiento
de
casos
de
rubeola
congénita.
En
Espa˜
na,
su
incidencia
actual
se
estima
en
0,4
casos/millón
de
habitantes95.
Vacuna
triple
vírica:
recomendaciones
Teniendo
en
cuenta
los
cambios
epidemiológicos
se˜
nalados,
el
CAV-AEP
considera
que
la
1.adosis
de
TV
debería
adminis-
trarse
a
los
12
meses
de
vida,
recomendando
el
abandono
definitivo
de
la
alternativa
de
los
15
meses.
Se
reducirá
así
la
ventana
de
desprotección
frente
a
estas
infecciones
en
lactantes
y
ni˜
nos
de
corta
edad.
Se
abre
incluso
la
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Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e15
posibilidad
de
adelantarla
a
los
9-11
meses
de
modo
siste-
mático
en
un
próximo
futuro,
como
ya
se
practica
en
algunos
países
centroeuropeos106.
La
vacuna
TV
es
un
preparado
muy
inmunógeno
de
virus
hiperatenuados
frente
a
sarampión,
rubeola
y
parotiditis.
En
Espa˜
na
se
dispone
de
2
presentaciones
comerciales:
Priorix®,
de
GlaxoSmithKline,
autorizada
para
su
adminis-
tración
a
partir
de
los
9
meses
de
vida,
y
MMRVaxpro®,
de
Sanofi
Pasteur
MSD,
a
partir
del
a˜
no.
Tras
la
administración
de
una
dosis
se
alcanzan
tasas
de
seroconversión
del
90-95%
para
el
sarampión,
del
82-85%
para
parotiditis
y
superiores
al
95%
para
la
rubeola;
después
de
la
administración
de
la
2.adosis,
se
aproximan
al
100%.
Esta
2.adosis
es
imprescin-
dible
para
lograr
una
adecuada
inmunidad
de
grupo2,5,107,108
y
corregir
posibles
fallos
primarios
de
la
1.adosis.
Por
ello,
el
CAV-AEP
considera
que
la
2.adosis
de
la
vacuna
TV
debe-
ría
administrarse
entre
los
2
y
los
3
a˜
nos,
preferentemente
a
los
2
a˜
nos.
Adelantando
esta
2.adosis
se
disminuyen
las
posibilidades
de
enfermar
en
edades
de
riesgo,
se
reduce
la
circulación
de
los
virus
implicados
en
la
comunidad
y
puede
optimizar
el
cumplimiento
de
la
inmunización,
ya
que
las
coberturas
decaen
a
partir
de
esta
edad11.
En
Espa˜
na
no
se
dispone
de
vacunas
monocomponentes
frente
a
estas
enfermedades,
por
lo
que
en
todos
los
casos
la
inmunización
activa
deberá
realizarse
con
la
vacuna
TV.
Los
ni˜
nos
que
hayan
recibido
preparados
monocomponentes
en
países
que
dispongan
de
ellas
(inmigrantes,
adoptados,
etc.)
deberán
completar
y
continuar
la
vacunación
con
la
TV.
El
CAV-AEP
se
reafirma
en
la
necesidad
de
alcanzar
y
mantener
altas
coberturas
universales
con
esta
vacuna
para
conseguir
inmunidad
de
grupo
y
propiciar
la
eliminación
de
las
enfermedades
que
previene.
En
este
sentido,
recuerda
asimismo
la
importancia
de
lograrlas
en
zonas
con
bolsas
de
poblaciones
susceptibles
a
las
mismas,
frecuente
origen
y
foco
de
brotes
epidémicos.
Actuaciones
inmunopreventivas
ante
una
potencial
exposición
a
los
virus
causales
-
El
sarampión
es
la
enfermedad
prevenible
por
la
vacuna
TV
de
mayor
impacto
individual
y
colectivo.
De
aquí
que,
ante
el
caso
de
alerta
epidemiológica
por
brote
de
saram-
pión
o
de
contactos
accidentales
con
enfermos,
se
han
consensuado
actuaciones
bien
definidas,
recogidas
en
las
recomendaciones
del
calendario
de
vacunaciones
de
la
AEP
20132.
La
única
modificación
posterior
realizada
en
estas
estrategias
consiste
en
el
cambio
de
la
dosis
de
inmu-
noglobulina
polivalente
que
pasa
a
ser
de
0,50
ml/kg
con
un
máximo
de
15
ml,
en
aquellos
casos
en
las
que
estaba
indicada
una
dosis
de
0,25
ml/kg108.
-
Ante
un
brote
de
parotiditis
en
poblaciones
bien
vacuna-
das
puede
considerarse,
de
acuerdo
con
las
autoridades
locales
de
salud
pública,
la
administración
de
una
3.a
dosis
de
TV,
estrategia
que
algunos
estudios
consideran
útil
para
su
declinación109.
La
vacunación
y
la
inmunopro-
filaxis
pasiva
tras
una
exposición
a
la
parotiditis
o
a
la
rubeola
probablemente
no
prevengan
la
enfermedad,
ni
modifiquen
su
curso
clínico
y
por
lo
general
no
se
reco-
miendan,
pero
se
podría
valorar
en
brotes
epidémicos,
ya
que
en
todo
caso
poner
una
dosis
adicional
no
constituye
ningún
riesgo
relevante110,111.
-
Los
lactantes
de
6
a
11
meses
de
edad
que
vayan
a
empren-
der
un
viaje
internacional
deben
recibir
una
dosis
de
TV,
reiniciando
la
vacunación
a
partir
de
los
12
meses,
tras
un
intervalo
mínimo
de
un
mes.
-
Debe
aprovecharse
cualquier
coyuntura
epidemiológica
que
implique
al
sarampión,
a
la
rubeola
o
a
la
parotidi-
tis
para
revisar
el
cumplimiento
de
la
vacunación
con
TV
de
los
ni˜
nos
mayores
de
2-3
a˜
nos,
actualizándola
en
caso
necesario.
Vacunación
frente
al
papilomavirus
humano
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
mantiene
la
reco-
mendación
de
la
vacunación
sistemática
frente
al
virus
del
papiloma
humano
(VPH)
de
todas
las
ni˜
nas
de
11-12
a˜
nos,
como
forma
de
prevención
del
cáncer
cervical
y
de
lesio-
nes
precancerosas
del
tracto
genital
en
la
mujer.
Es
preciso
un
gran
esfuerzo
de
todos
los
profesionales
sanitarios
para
incrementar
las
coberturas
vacunales
actuales.
Vacunas
frente
al
virus
del
papiloma
humano
Existen
2
vacunas
disponibles
en
Espa˜
na
frente
al
VPH:
la
vacuna
tetravalente
(VPH-4)
(VPH
6,
11,
16
y
18)
Gardasil®
(Sanofi
Pasteur
MSD)112 y
la
bivalente
(VPH-2)
(VPH
16
y
18)
Cervarix®
(GlaxoSmithKline)113.
La
vacuna
VPH-4,
con
actualización
de
su
ficha
técnica
en
mayo
de
2012,
es
una
vacuna
indicada
en
mujeres,
a
partir
de
los
9
a˜
nos
de
edad,
para
la
prevención
de
las
lesiones
genitales
precancerosas
(cervicales,
vulvares
y
vaginales)
y
del
cáncer
cervical
relacionadas
causalmente
con
ciertos
tipos
oncogénicos
del
VPH,
además
de
las
verrugas
genitales
relacionadas
causalmente
con
tipos
específicos
del
VPH112.
Además,
está
autorizada
para
su
empleo
en
varones
de
9
a
26
a˜
nos
para
la
prevención
de
verrugas
genitales
externas112.
Estas
indicaciones
están
basadas
en
la
demostración,
tras
la
administración
de
VPH-4,
de
una
adecuada
inmunogenicidad
en
personas
de
ambos
sexos
de
9
a
26
a˜
nos
de
edad,
y
de
una
eficacia
adecuada
en
mujeres
de
16
a
45
a˜
nos
de
edad
y
en
varones
de
16
a
26
a˜
nos112.
La
ficha
técnica
aprobada
por
la
Food
and
Drug
Administration
estadounidense
contempla
la
indicación
de
la
VPH-4
para
la
prevención
de
cáncer
anal
causado
por
VPH
16
y
18
y
la
prevención
de
neoplasia
anal
intraepitelial
de
cualquier
grado
causada
por
VPH
6,
11,
16
y
18
en
ambos
sexos
de
9
a
26
a˜
nos
de
edad114,
pero
la
de
la
Agencia
Europea
de
Medicamentos
(EMA)
aún
no,
en
espera
de
más
datos112.
La
vacuna
VPH-2,
con
última
actualización
en
junio
de
2013,
está
indicada,
en
mujeres
a
partir
de
los
9
a˜
nos
de
edad,
para
la
prevención
de
lesiones
genitales
premalignas
(cervicales,
vulvares
y
vaginales)
y
del
cáncer
del
cuello
uterino
relacionadas
causalmente
con
determinados
tipos
oncogénicos
del
VPH113.
La
indicación
está
basada
en
la
demostración,
después
de
la
administración
de
VPH-2,
de
una
adecuada
inmunogenicidad
en
ni˜
nas
y
mujeres
de
9
a
55
a˜
nos
de
edad,
y
de
eficacia
en
mujeres
de
15
a
25
a˜
nos
de
edad113.
En
los
ensayos
clínicos
con
un
seguimiento
de
hasta
4
a˜
nos,
se
corrobora
para
ambas
vacunas
una
eficacia
supe-
rior
al
98%
para
la
prevención
de
las
lesiones
precancerosas
de
alto
grado
(CIN2+
[del
inglés
cervical
intraepitelial
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55.e16
D.
Moreno-Pérez
et
al
neoplasm]
y
adenocarcinoma
in
situ)
debidas
a
los
VPH
onco-
génicos
16
y
18,
en
mujeres
en
los
rangos
de
edad
indicados
anteriormente112,113.
Con
ambas
vacunas
se
han
demostrado
diferentes
grados
de
protección
cruzada
para
otros
tipos
de
VPH
oncogéni-
cos
no
incluidos
en
ambos
preparados115,116,
lo
que
permite
obtener
una
eficacia
protectora
global
frente
a
lesiones
preneoplásicas
por
VPH
superior
a
la
esperada.
Frente
a
lesiones
preneoplásicas
(CIN2+
y
adenocarcinoma
in
situ)
por
VPH
31,
se
observa
una
eficacia
del
87%
(IC
del
95%:
68-96)
con
la
bivalente115 y
del
55%
(IC
del
95%:
26-74)
con
la
vacuna
tetravalente116.
La
vacuna
bivalente,
además,
demuestra
una
eficacia
protectora
para
CIN2+
del
68%
(IC
del
95%:
39-
84)
para
VPH
33,
y
del
82%
(IC
del
95%:
17-98)
para
VPH
45
115.
Gracias
a
estos
hallazgos,
en
la
ficha
técnica
de
la
VPH-2
aparece
la
indicación
frente
a
los
serotipos
31,
33
y
45113.
La
posología
de
las
vacunas
frente
al
VPH
es
de
3
dosis,
a
los
0,
2
y
6
meses
con
la
VPH-4 112 y
a
los
0,
1
y
6
meses
con
la
VPH-2 113,
para
garantizar
la
máxima
eficacia
esperable.
Recientemente,
el
fabricante
de
la
VPH-2
ha
solicitado
a
la
EMA
la
aprobación
para
la
administración
de
2
dosis
(0
y
6
meses)
en
ni˜
nas
de
9
a
14
a˜
nos,
en
base
a
los
datos
obtenidos
en
el
estudio
HPV-048,
en
los
que
se
demuestra
la
no
inferio-
ridad
inmunogénica
respecto
a
3
dosis,
tras
un
seguimiento
de
48
meses
para
los
serotipos
16,
18,
31
y
45 117.
La
vacuna
VPH-4
también
presenta
buenos
datos
de
inmunogenicidad
a
36
meses
con
2
dosis
(0
y
6
meses)
en
ni˜
nas
de
9
a
13
a˜
nos118.
Datos
de
seguridad
Tanto
los
ensayos
clínicos
realizados119 como
el
seguimiento
poscomercialización120,121,
con
más
de
100
millones
de
dosis
administradas
entre
ambas
vacunas,
permiten
confirmar
la
seguridad
de
estas
vacunas
y
su
adecuado
balance
benefi-
cio/riesgo.
En
junio
de
2009,
la
OMS
reafirmó
su
adecuado
perfil
de
seguridad,
tras
revisar
todos
los
datos
existentes122,
y
constató
que
los
efectos
adversos
más
frecuentes
son
la
reactogenicidad
local
y
el
dolor
muscular
generalizado.
Se
han
comunicado
algunas
reacciones
alérgicas
en
pacientes
sensibilizadas
a
alguno
de
los
componentes
y
se
evidencia
un
incremento
de
declaraciones
de
síncopes
tras
la
admi-
nistración
de
vacunas
en
adolescentes
y
jóvenes,
que
se
consideran
debidos
a
reacciones
vagales
que
son
más
fre-
cuentes
en
este
grupo
de
edad120,122.
En
un
reciente
estudio
publicado
por
los
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention
(CDC),
con
datos
del
periodo
poscomercialización
2006-2013
en
EE.
UU.,
se
confirma
el
buen
perfil
de
seguridad121.
En
un
estudio
local
en
EE.
UU.,
en
el
que
se
siguió
de
forma
pros-
pectiva
durante
6
meses
a
más
de
189.000
mujeres
de
entre
9
y
26
a˜
nos
vacunadas
con
la
vacuna
VPH-4,
no
se
observó
ningún
tipo
de
asociación
con
la
aparición
de
las
18
principa-
les
enfermedades
autoinmunitarias,
incluyendo
las
de
tipo
neurológico
y
reumatoide123.
Recomendaciones
de
vacunación
frente
al
virus
del
papiloma
humano
en
ni˜
nas
adolescentes
El
CAV-AEP
recomienda
la
vacunación
sistemática
frente
al
VPH
de
todas
las
ni˜
nas
de
11-12
a˜
nos,
como
forma
de
pre-
vención
del
cáncer
cervical
y
de
lesiones
precancerosas
del
tracto
genital
en
la
mujer,
y
opina
que
la
estrategia
de
vacunación
a
los
14
a˜
nos
planteada
por
el
Consejo
Inter-
territorial
para
2014
no
es
la
óptima4,
por
diversas
razones
que
se
exponen
a
continuación:
Actualmente,
la
cobertura
global
de
vacunación
frente
al
VPH
en
ni˜
nas
adolescentes
en
Espa˜
na
no
es
la
deseable,
con
una
media
del
70,8%
en
201211.
De
hecho,
hay
algu-
nas
CC.
AA.
con
un
índice
realmente
alarmante
(inferior
al
50-60%)11.
Los
programas
escolares
de
vacunación
han
demostrado
obtener
coberturas
elevadas
en
las
CC.
AA.
en
las
que
se
están
llevando
a
cabo
(Catalu˜
na,
Extremadura,
Navarra,
La
Rioja,
País
Vasco).
Probablemente,
también
ayude
a
obtener
mejores
índices
de
cumplimiento
vacunar
a
los
11-12
a˜
nos
que
a
los
14.
Sin
duda,
el
esfuerzo
y
el
convencimiento,
a
la
hora
de
recomendar
la
vacunación
por
parte
de
los
profesionales
sanitarios,
también
es
crucial.
Por
otro
lado,
dados
los
datos
espa˜
noles
del
estudio
CLEO-
PATRA,
en
los
que
se
aprecia
un
aumento
de
la
prevalencia
de
infección
cervical
por
VPH
en
mujeres
jóvenes
(24%
en
mujeres
de
18
a˜
nos)
y
un
adelanto
progresivo
de
las
rela-
ciones
sexuales
completas
en
las
adolescentes
(21%
a
los
15
a˜
nos)124,
es
más
razonable
iniciar
la
vacunación
en
torno
a
los
11-12
a˜
nos
que
a
los
13-14,
para
conseguir
el
máximo
beneficio
de
la
vacunación
en
la
población
diana.
Además,
el
CAV-AEP
recomienda
la
vacunación
de
todas
las
adolescentes
que
no
hubiesen
recibido
la
vacuna
por
superar
la
edad
fijada
por
cada
comunidad
autónoma
para
la
vacunación
sistemática.
En
el
documento
de
con-
senso
sobre
la
vacunación
frente
al
VPH
firmado
por
9
sociedades
científicas
espa˜
nolas,
incluida
la
AEP,
se
ofrece
información
ampliada
sobre
inmunogenicidad,
efica-
cia,
efectividad
y
seguridad,
así
como
unas
recomendaciones
finales,
empleando
el
sistema
GRADE,
que
pueden
ser
con-
sultadas
en
la
web
del
CAV-AEP125.
Vacunación
en
varones
La
carga
de
la
enfermedad
relacionada
con
el
VPH
en
varo-
nes
se
va
documentando
mejor,
apareciendo
cada
vez
más
datos
que
confirman
el
importante
papel
del
hombre,
no
solo
como
transmisor
a
las
mujeres,
existiendo
una
preva-
lencia
general
del
virus
en
el
hombre
de
entre
18
y
70
a˜
nos
de
hasta
el
65%126.
En
Espa˜
na,
la
incidencia
en
varones
es
del
38-43%,
no
observándose
diferencias
entre
varones
menores
y
mayores
de
35
a˜
nos127.
El
VPH
es
el
responsable
del
84%
del
cáncer
de
ano
y
sus
lesiones
precancerosas,
y
del
47%
del
cáncer
de
pene128,
siendo
los
serotipos
6,
11,
16
y
18
los
responsables
en
más
del
95%
de
los
casos128.
En
cuanto
al
cáncer
del
área
ORL
(boca,
orofaringe,
laringe),
parece
que
el
virus
podría
tener
un
papel
cada
vez
más
prevalente,
mayor
incluso
que
el
20-30%
que
se
estimaba
hasta
hace
poco128.
En
modelos
matemáti-
cos,
se
aprecia
que
de
todos
los
cánceres
relacionados
con
el
VPH
en
Europa,
el
32%
corresponderían
a
varones
y
el
68%
a
mujeres129,
a
expensas
fundamentalmente
del
cáncer
de
cabeza
y
cuello,
que
aportaría
un
26%
a
esa
cifra
del
32%.
En
algunos
países
se
está
observando
cierta
influencia
en
la
carga
de
la
enfermedad
por
el
VPH
en
el
hombre
como
consecuencia
de
la
vacunación
sistemática
de
las
mujeres.
Por
ejemplo
en
Australia,
con
el
amplio
programa
de
vacuna-
ción
en
mujeres
adolescentes
y
jóvenes,
con
una
cobertura
del
70%
con
3
dosis,
se
ha
observado
una
reducción
de
las
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e17
verrugas
genitales
en
varones
menores
de
21
a˜
nos,
confir-
mándose
el
efecto
reba˜
no130.
Con
la
vacuna
VPH-4
se
ha
confirmado
una
eficacia
del
90%
en
la
prevención
de
las
verrugas
genitales
en
varones131;
sin
embargo,
se
dispone
de
datos
limitados
acerca
de
la
prevención
de
lesiones
precancerosas
y
de
cáncer
de
ano
y
del
área
oro-faringo-laríngea,
aunque
parece
existir
una
tendencia
hacia
la
prevención114.
Con
la
vacuna
VPH-2
solo
se
tienen
datos
de
inmunoge-
nicidad
en
un
estudio
con
181
varones,
observándose,
como
era
de
esperar,
una
respuesta
inmunitaria
normal
y
equipa-
rable
a
la
de
las
mujeres132.
En
Europa,
ningún
país
vacuna
a
varones,
aunque
una
de
las
vacunas
existentes,
la
VPH-4,
está
autorizada
para
su
uso
en
varones
de
9
a
26
a˜
nos
desde
2011,
para
la
pre-
vención
de
verrugas
genitales
externas
relacionadas
con
los
tipos
específicos
de
VPH112.
Solamente
algunos
países,
como
EE.
UU.,
Canadá
y
Australia,
han
comenzado
a
vacunar
recientemente
a
varones
dentro
de
su
programa
sistemático
de
vacunaciones
y
los
resultados
de
efectividad
comenzarán
a
documentarse
en
los
próximos
a˜
nos.
En
EE.
UU.,
los
CDC
y
la
American
Academy
of
Pedia-
trics
la
recomiendan
para
todos
los
varones
de
11
a
21
a˜
nos,
además
de
una
recomendación
individualizada
de
22
a
26
a˜
nos5,133,134.
En
Australia135 y
Canadá136 también
se
comenzó
la
vacunación
sistemática
en
varones
de
12
a
15
a˜
nos
y
de
9
a
26
a˜
nos,
respectivamente.
Actualmente
existe
un
debate
abierto
sobre
la
estrategia
de
vacunación
en
varones,
alimentado
por
todos
los
datos
que
se
van
publicando,
que
deberán
seguir
siendo
analiza-
dos
junto
a
los
modelos
de
eficiencia.
Los
primeros
análisis
demuestran
que
la
vacunación
en
varones
podría
ser
coste-
efectiva
en
situaciones
de
baja
cobertura
vacunal
en
ni˜
nas
adolescentes,
pero
parece
ser
más
beneficiosa
aún
la
estra-
tegia
basada
en
incrementar
la
cobertura
de
estas137,
así
como
la
vacunación
selectiva
de
varones
homosexuales138.
En
Espa˜
na,
a
pesar
de
estar
aprobada
la
administración
de
la
vacuna
VPH-4
para
varones,
no
está
financiada
para
estos.
Este
Comité,
con
los
datos
disponibles,
y
hasta
no
tener
más
información
de
la
carga
de
la
enfermedad
en
varones
y
de
la
eficiencia,
no
se
pronuncia
al
respecto.
El
consenso
espa˜
nol
de
sociedades
científicas
de
2011
concluía
una
valoración
individualizada
de
vacunación
con
la
VPH-4
de
varones
de
9
a
26
a˜
nos
de
edad
para
la
prevención
de
verrugas
genitales125.
Vacunación
frente
al
rotavirus
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
considera
que
la
vacunación
frente
al
rotavirus,
con
el
preparado
pentava-
lente
actualmente
disponible
en
Espa˜
na,
es
una
medida
de
salud
recomendable
y
segura
para
todos
los
lactantes.
Se
recomienda
la
administración
de
3
dosis.
La
1.ase
admi-
nistra
entre
las
6
y
las
12
semanas
de
edad.
El
intervalo
mínimo
entre
dosis
es
de
4
semanas.
Las
3
dosis
deben
ser
administradas
antes
de
las
32
semanas
de
edad.
Puede
administrarse
al
mismo
tiempo
que
las
otras
vacunas
del
calendario.
En
2006
se
aprobaron
2
vacunas
vivas
atenuadas
de
admi-
nistración
oral
frente
a
la
gastroenteritis
aguda
por
rotavirus
(GEA-RV):
una
monovalente
(Rotarix®)
y
otra
pentavalente
(RotaTeq®),
habiéndose
introducido
progresivamente
en
los
programas
de
vacunación
nacional
de
numerosos
países,
tanto
en
países
en
vías
de
desarrollo
como
en
países
industrializados,
algunos
de
ellos
de
nuestro
entorno
como
Finlandia,
Alemania,
Austria,
Luxemburgo
y
Bélgica,
y
desde
julio
de
2013
en
el
Reino
Unido23.
Desde
la
implantación
de
la
vacunación
frente
al
rotavirus
(RV)
en
muchos
de
esos
países,
se
han
comunicado
datos
que
se˜
nalan
una
disminu-
ción
significativa
en
el
número
de
hospitalizaciones
debidas
a
GEA-RV,
así
como
un
descenso
en
la
morbimortalidad
debida
a
la
infección
por
RV,
y
una
disminución
de
las
tasas
de
infección
nosocomial
por
este
virus139,140.
Tras
la
introducción
de
la
vacunación
en
la
pobla-
ción
pediátrica
en
varios
países
europeos141,
EE.
UU.142 o
Australia143---145,
se
ha
observado
una
disminución
en
la
pre-
valencia
de
la
enfermedad,
no
solo
en
los
ni˜
nos
vacunados,
sino
en
ni˜
nos
no
vacunados
y
en
adultos,
lo
que
sugiere
una
protección
de
grupo
para
estas
2
últimas
poblaciones,
así
como
una
disminución
importante
y
mantenida
de
la
activi-
dad
del
RV,
por
debajo
del
nivel
existente
en
los
a˜
nos
previos
a
la
vacunación;
datos
que
han
sido
corroborados
en
grupos
de
ni˜
nos
mayores
de
5
a˜
nos
no
vacunados
y
adultos
hasta
44
a˜
nos146.
Se
ha
especulado
que
el
uso
extendido
de
las
vacunas
frente
al
RV
podría
causar
una
presión
antigénica
en
los
tipos
de
RV
circulantes
o
llevar
a
la
selección
de
nuevos
RV,
disminuyendo
la
efectividad
de
estas
vacunas.
Estos
datos
justifican
realizar
una
vigilancia
de
los
cambios
antigénicos
en
las
proteínas
VP4
y
VP7
en
cepas
de
RV
de
tipo
sal-
vaje
en
aquellos
países
en
los
que
se
están
administrando
estas
vacunas147 e
implementar
en
ellos
sistemas
de
vigilan-
cia
adecuados
y
pruebas
de
detección
de
RV148 ,
así
como
poner
en
marcha
estudios
epidemiológicos
para
analizar
la
efectividad
vacunal,
como
los
recientemente
propues-
tos
por
el
Centro
Europeo
para
la
Prevención
y
Control
de
Enfermedades149,150.
En
nuestro
país,
estas
2
vacunas
estuvieron
inmoviliza-
das
y
se
retiraron
de
los
canales
de
distribución
de
farmacia
durante
varios
meses
en
el
a˜
no
2010,
por
problemas
de
calidad
en
su
fabricación,
estando
en
la
actualidad
solo
dis-
ponible
la
vacuna
pentavalente
(RotaTeq®)151 .
Un
estudio
reciente
ha
evaluado
el
impacto
de
aquella
interrupción
transitoria
de
la
distribución
de
las
vacunas
frente
al
RV,
analizándose
las
hospitalizaciones
debidas
a
GEA-RV,
y
ha
demostrado
que
aumentaron
al
tiempo
que
disminuía
la
cobertura
de
la
vacuna152.
En
esta
publicación
se
demues-
tra
por
primera
vez
una
evidencia
del
impacto
de
la
vacuna
frente
al
RV
y
el
aumento
en
el
número
de
hospitalizaciones
tras
la
retirada
transitoria
de
la
vacuna
de
los
canales
de
comercialización.
En
diversos
estudios
publicados
a
lo
largo
de
2013
se
valoran
tanto
la
efectividad
de
la
vacuna
monovalente
y
pen-
tavalente
frente
a
la
enfermedad
grave
por
RV153 como
los
costes
médicos
de
las
hospitalizaciones
por
RV
y
las
visitas
a
urgencias,
y
se
estima
el
impacto
económico
que
significa-
ría
un
programa
de
vacunación
frente
al
RV,
apreciándose
que,
después
de
la
implantación
de
la
vacuna
frente
al
RV,
el
coste
médico
total
por
a˜
no
disminuyó
de
forma
muy
significativa154.
En
los
estudios
de
vigilancia
poscomercialización
de
las
vacunas
frente
al
RV
(entre
2011
y
2013
se
han
publi-
cado
varios
estudios)
se
pone
de
manifiesto
que,
en
la
primera
semana
tras
la
vacunación
con
la
1.adosis,
podría
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e18
D.
Moreno-Pérez
et
al
presentarse
algún
caso
más
de
invaginación
intestinal
de
lo
esperado,
en
función
de
las
tasas
basales
de
inciden-
cia,
aunque
sin
diferencias
entre
ni˜
nos
vacunados
y
no
vacunados155---157.
Sin
embargo,
los
beneficios
que
se
obtie-
nen
con
la
vacunación
frente
al
RV,
en
descenso
tanto
de
morbilidad
como
de
mortalidad,
siguen
siendo
muy
superiores
a
los
hipotéticos
riesgos
comentados
y
han
sido
refrendados
por
la
OMS
en
sus
informes
de
2011
y
2013
sobre
este
tema,
manteniendo
la
recomendación
de
la
vacunación
universal
frente
al
RV158,159 .
En
relación
con
las
recomendaciones
2013
de
este
Comité
sobre
la
vacunación
frente
al
RV
en
nuestro
país,
se
han
producido
muy
pocas
novedades,
continuando
categorizada
como
una
vacuna
recomendada
para
todos
los
lactantes
espa˜
noles.
La
vacuna
pentavalente,
RotaTeq®,
sigue
siendo
la
única
disponible.
Es
una
vacuna
que
se
aplica
en
3
dosis
por
vía
oral.
La
1.adosis
se
administra
entre
las
6
y
las
12
semanas
de
edad.
El
intervalo
mínimo
entre
dosis
es
de
4
semanas.
Las
3
dosis
deben
ser
administradas
antes
de
las
32
semanas
de
edad.
RotaTeq®
puede
administrarse
al
mismo
tiempo
que
las
otras
vacunas
del
calendario.
Su
utilización
en
ni˜
nos
prematuros
es
segura,
recomen-
dándose
la
administración
en
ni˜
nos
pretérminos
de
más
de
25
semanas
de
gestación,
que
se
encuentren
clínicamente
estables
y
no
ingresados160.
La
vacuna
frente
al
RV,
como
todas
las
vacunas,
debe
ser
administrada
en
centros
acreditados
para
la
vacunación
y
nunca
por
los
padres
en
su
domicilio,
para
garantizar
así
su
correcta
administración,
proceder
a
su
registro,
man-
tener
una
observación
posvacunación
durante
15-30
min,
vigilar
posibles
reacciones
adversas
inmediatas
y
desechar
el
vial
utilizado
de
forma
segura,
siguiendo
los
protocolos
establecidos161.
Vacunación
frente
a
la
varicela
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
recomienda
la
administración
de
la
vacuna
frente
a
la
varicela
a
todos
los
ni˜
nos
con
2
dosis:
una
1.adosis
a
los
12
meses,
y
una
2.a
dosis
a
los
2-3
a˜
nos,
preferentemente
a
los
2
a˜
nos.
El
Comité
mantiene
la
recomendación
de
vacunar
frente
a
la
varicela
a
todos
los
ni˜
nos
con
la
misma
pauta
emitida
desde
el
a˜
no
2012:
una
1.adosis
a
los
12
meses
(es
acep-
table
entre
12
y
15
meses)
y
una
2.adosis
a
los
2-3
a˜
nos,
a
ser
posible
a
los
2
a˜
nos2.
El
CAV-AEP
sigue
estimando
que
la
estrategia
de
vacunación
selectiva
a
los
ni˜
nos
con
riesgo
de
varicela
grave
y
a
sus
contactos
próximos
sanos
en
la
pri-
mera
infancia
(CISNS,
2005)162 y
la
vacunación
sistemática
a
los
ni˜
nos
susceptibles
a
los
12
a˜
nos
de
edad
propuesta
por
el
CISNS
en
2013163 no
previenen
la
mayoría
de
los
casos
de
varicela
ni
la
mayoría
de
las
complicaciones
y
hospitaliza-
ciones,
que
son
más
frecuentes
en
números
absolutos
en
la
primera
infancia.
Efectividad
de
la
vacuna
frente
a
la
varicela
La
efectividad
de
la
vacunación
se
ha
ido
constatando
de
forma
progresiva
en
todas
aquellas
regiones
o
países
en
los
que
se
ha
introducido.
En
EE.
UU.,
donde
la
vacunación
universal
comenzó
en
1995
(pauta
de
2
dosis
desde
2006:
1.aa
los
12-15
meses
y
2.aa
los
4-6
a˜
nos)164,
se
ha
demostrado
una
disminución
sos-
tenida
del
número
de
casos
de
varicela
en
todos
los
grupos
de
edad
(82%
de
2000
a
2010),
así
como
de
las
hospitaliza-
ciones
debidas
a
complicaciones
de
la
enfermedad
(71%
de
2000
a
2006,
95%
en
menores
de
20
a˜
nos)
y
los
fallecimien-
tos
(en
2008-2009
respecto
a
1990-1994,
98,5%
en
menores
de
20
a˜
nos,
96%
en
adultos
menores
de
50
a˜
nos
y
49%
en
mayores
de
esa
edad)165.
La
reducción
de
la
incidencia
de
la
enfermedad
se
constató
no
solo
en
los
vacunados
sino
tam-
bién
en
los
no
vacunados
(95%
en
2008
respecto
a
1995),
como
consecuencia
de
la
inmunidad
de
grupo165.
En
otros
países,
como
Alemania166,
Canadá167 e
Italia168,
los
datos
de
efectividad
son
parecidos
a
los
de
EE.
UU.
y
se
mantienen
hasta
la
actualidad.
Situación
en
Espa˜
na
En
Espa˜
na,
4
comunidades
o
ciudades
autónomas
(Madrid,
Navarra,
Ceuta
y
Melilla)
vacunan
universalmente
a
los
ni˜
nos
en
el
segundo
a˜
no
de
vida;
además,
Ceuta
y
Melilla
incluyen
una
2.adosis
a
los
2
a˜
nos
y
Navarra
a
los
3
a˜
nos
de
edad3.
Todas
las
CC.
AA.
hacen
vacunación
de
rescate
en
adoles-
centes
susceptibles,
si
bien
a
edades
y
con
pautas
variables
(entre
los
10
y
14
a˜
nos,
y
con
una
o
2
dosis)3;
el
CISNS,
en
marzo
de
2013,
ha
acordado
una
propuesta
de
unifica-
ción,
se˜
nalando
que
la
pauta
de
rescate
en
adolescentes
ha
de
hacerse
a
los
12
a˜
nos
de
edad
y
con
2
dosis163,
medida
que
las
CC.
AA.
deberían
implementar
en
sus
calendarios
de
vacunación
desde
20144.
Se
dispone
de
escasos
datos
globales
de
incidencia
de
la
enfermedad
y
su
evolución
en
relación
con
las
vacunas
disponibles
desde
2005.
Entre
2001
y
2011
se
observan
2
periodos
de
tiempo
distintos;
por
una
parte,
de
2001
a
2004,
con
tasas
de
incidencia
estables
(entre
456,4
y
598,1
casos
por
100.000
habitantes),
y
desde
2005
a
2011,
en
el
que
se
ha
constatado
una
disminución
global
en
Espa˜
na
hasta
298,3
casos
por
100.000
habitantes
(reducción
del
40%
hasta
2011)169.
Los
datos
de
efectividad
más
concluyentes
son
los
ofre-
cidos
por
las
comunidades
de
Madrid
y
Navarra,
donde
está
implantada
la
vacunación
universal
desde
los
a˜
nos
2006
y
2007,
respectivamente:
En
Madrid
(una
dosis
a
los
15
meses
de
edad),
la
tasa
de
incidencia
promedio
en
el
periodo
2007-2011
fue
un
68,7%
inferior
que
la
correspondiente
al
periodo
2001-2006
(pre-
vacunal);
el
descenso
acumulado
en
2011
respecto
al
periodo
prevacunal
es
del
86,4%169.
Según
datos
de
la
Red
de
Médicos
Centinela
de
esta
comunidad
autónoma170,
desde
2001-2003
a
2011
se
ha
constado
un
descenso
de
la
incidencia
en
todos
los
grupos
de
edad,
particularmente
importante
en
el
grupo
de
0
a
4
a˜
nos
(riesgo
relativo:
0,04;
IC
del
95%:
0,02-0,05);
en
los
demás
grupos
de
edad
en
los
que
no
se
ha
vacunado,
tam-
bién
se
ha
constatado
un
descenso
sostenido
(>
14
a˜
nos:
riesgo
relativo
0,20;
IC
del
95%:
0,13-0,30),
poniendo
de
manifiesto
los
efectos
de
la
inmunidad
de
grupo.
En
2011,
la
mayor
tasa
de
incidencia
se
observó
en
el
grupo
de
5
a
9
a˜
nos,
lo
cual
sugiere
la
necesidad
de
incorporar
una
2.a
dosis
de
la
vacuna
antes
de
esta
edad.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e19
La
tasa
de
hospitalizaciones
por
varicela,
entre
los
a˜
nos
2006
y
2009,
se
ha
reducido
en
un
50%171.
En
Navarra
(1.adosis
a
los
15
meses
y
2.aa
los
3
a˜
nos),
entre
los
a˜
nos
2006
y
2012
se
ha
comprobado
un
des-
censo
global
acumulado
de
la
tasa
de
incidencia
del
97,3%
(correspondiendo
un
descenso
del
94,8%
al
periodo
2007-
2012,
desde
una
tasa
de
416,26
casos/100.000
habitantes
en
2007
hasta
21,4
casos/100.000
habitantes
en
2012)172.
En
el
mismo
periodo
de
tiempo,
2006-2012,
en
la
pobla-
ción
de
0
a
14
a˜
nos
de
edad,
el
descenso
acumulado
ha
sido
del
98,1%
(desde
5.010
a
100
casos/100.000
habitantes)173.
Asimismo,
ha
descendido
la
incidencia
de
la
enferme-
dad
en
la
población
no
vacunada:
90,5%
en
menores
de
un
a˜
no
de
edad;
un
89,4%
a
los
9
a˜
nos
y
un
92,4%
en
mayores
de
22
a˜
nos173.
También
se
ha
observado
que
la
tasa
de
hospitaliza-
ción
ha
descendido
un
89%
en
toda
la
población
(95%
en
menores
de
15
a˜
nos)173.
Vacunación
de
rescate
en
adolescentes
Las
pautas
de
vacunación
de
rescate
en
adolescentes
se
llevan
a
cabo
en
algunos
países
de
nuestro
entorno,
con
inde-
pendencia
de
que
se
haga
o
no
vacunación
sistemática
en
los
primeros
a˜
nos
de
vida174.
Un
estudio
reciente
desarrollado
en
el
Reino
Unido
cuestiona
que
se
trate
de
una
intervención
con
relación
coste-beneficio
favorable,
ya
que
el
74,1%
de
los
adolescen-
tes
vacunados
(con
antecedentes
negativos
o
inciertos
de
la
enfermedad
o
de
la
vacuna)
están
en
realidad
inmunizados
por
una
infección
natural
previa
que
pasó
desapercibida
o
fue
olvidada175.
Pautas
de
vacunación
sistemática
con
una
o
2
dosis
En
el
momento
actual,
los
datos
acumulados
refuerzan
la
necesidad
de
2
dosis
de
vacuna
para
obtener
la
máxima
efi-
cacia
protectora.
Con
la
vacunación
sistemática
con
una
sola
dosis,
incluso
con
coberturas
de
vacunación
superiores
al
90%,
se
siguen
registrando
casos
y
brotes
que
afectan
a
no
vacunados
y
también
a
vacunados.
Numerosos
datos
indican,
también,
que
el
riesgo
de
varicela
en
vacunados
(varicela
breakthrough)
se
incrementa
a
medida
que
transcurren
los
a˜
nos
desde
la
vacunación,
si
bien
con
una
influencia
variable
según
distintos
estudios.
A
este
respecto,
destacar
el
trabajo
publicado
en
EE.UU.
en
el
a˜
no
2007
en
el
que
se
demuestra,
durante
un
periodo
de
seguimiento
de
10
a˜
nos
(1995-2004),
que
la
probabili-
dad
de
presentar
varicela
después
de
una
dosis
de
vacuna
se
incrementa
significativamente
con
el
paso
del
tiempo
tras
la
vacunación:
desde
1,6
casos
por
1.000
personas/a˜
no
en
el
primer
a˜
no
a
9
por
1.000
personas/a˜
no
a
los
5
a˜
nos
y
a
58,2
por
1.000
personas/a˜
no
a
los
9
a˜
nos
de
la
vacunación176,
observándose,
además,
que
a
medida
que
aumenta
el
tiempo
desde
la
vacunación
no
solo
crece
el
número
de
casos
de
la
enfermedad
en
ni˜
nos
vacunados,
sino
que
además
aumenta
la
gravedad
de
los
mismos176.
Abundando
en
esta
cuestión,
destaca
un
estudio
referido
a
un
brote
de
varicela
en
Pekín,
donde
entre
916
escolares
que
habían
recibido
una
dosis
se
produjeron
87
casos,
sin
relación
con
la
edad
de
vacunación
ni
con
el
tiempo
trans-
currido
desde
la
misma,
concluyéndose
que
la
dosis
única
es
efectiva
en
la
prevención
de
la
enfermedad,
pero
no
es
suficiente
para
prevenir
brotes177.
Recientemente
otro
estu-
dio,
llevado
a
cabo
también
en
China,
ha
encontrado
que
una
pauta
con
una
sola
dosis
está
relacionada
con
un
riesgo
mayor
de
varicela
breakthrough
a
partir
de
5
a˜
nos
después
de
la
vacunación
(odds
ratio
4,7;
p
<
0,001)178.
Otro
estu-
dio
examina
la
efectividad
de
la
vacuna
a
lo
largo
de
14
a˜
nos
en
EE.
UU.
y
no
confirma
la
hipótesis
de
la
pérdida
de
efectividad
con
el
tiempo179,
si
bien
esta
conclusión
ha
sido
criticada
por
introducir
elementos
de
confusión180.
Un
tra-
bajo
espa˜
nol
reciente
ha
encontrado
que
la
efectividad
tras
una
dosis
fue
del
93%
en
el
primer
a˜
no
tras
la
vacunación
y
de
un
61%
después
del
tercer
a˜
no181.
Debe
se˜
nalarse
también
que
la
probabilidad
de
que
un
ni˜
no
vacunado
con
una
sola
dosis
presente
la
varicela
no
solo
parece
debida
a
la
pérdida
de
la
inmunidad
inducida
por
la
vacuna
con
el
paso
del
tiempo,
sino
sobre
todo
a
fallos
primarios
de
vacunación,
posibilidad
esta
que
se
recoge
con
una
frecuencia
variable
que
llega
hasta
al
24%
de
los
casos
con
una
sola
dosis182.
La
superioridad
de
la
efectividad
de
las
pautas
con
2
dosis
se
pone
de
manifiesto
en
trabajos
como
el
de
Sha-
piro
et
al.183,
en
el
que
se
encuentra
que
la
efectividad
de
2
dosis
fue
del
98,3%,
mientras
que
la
de
una
fue
solo
del
86%
y
que
la
probabilidad
de
contraer
la
enfermedad
fue
un
95%
más
baja
con
2
dosis
que
con
una.
Igualmente,
los
CDC
comunicaron
en
agosto
de
2012
que
en
EE.
UU.,
entre
los
a˜
nos
2006
y
2010,
a
partir
de
la
recomendación
de
la
pauta
de
2
dosis
la
incidencia
de
la
varicela
ha
disminuido
un
71,6%
adicional
al
descenso
que
se
había
producido
entre
2000
y
2005
con
la
dosis
única165.
Y
finalmente,
el
estudio
de
Navarra
citado
antes181 destaca
una
efectividad
de
la
pauta
de
2
dosis
de
un
97%
frente
a
un
87%
de
la
vacunación
con
una
dosis.
Es
importante
resaltar
la
necesidad
de
obtener
una
cobertura
de
vacunación,
con
las
2
dosis,
superior
al
90%
en
los
primeros
a˜
nos,
pues
de
lo
contrario
la
circulación
del
virus
se
mantendrá,
alejando
de
esta
forma
el
logro
del
objetivo
del
control
de
la
enfermedad.
Es
indudable
que,
para
conseguir
coberturas
superiores
al
90%
con
las
2
dosis,
sería
deseable
que
la
vacuna
estuviera
financiada
por
la
sanidad
pública,
como
lo
está
en
la
actualidad
en
Navarra,
Ceuta
y
Melilla3.
Coste-beneficio
de
la
vacunación
frente
a
la
varicela
En
Italia,
país
de
nuestro
entorno
en
el
cual
la
implemen-
tación
de
los
programas
de
vacunación,
como
en
Espa˜
na,
se
caracteriza
por
la
heterogeneidad
entre
regiones,
han
encontrado
que
la
vacunación
universal
frente
a
la
varicela,
además
de
su
impacto
sobre
la
morbilidad
de
la
enferme-
dad,
tiene
una
relación
coste-beneficio
favorable
teniendo
en
cuenta
todos
los
costes,
directos
e
indirectos184.
Con
relación
al
coste-efectividad
de
la
estrategia
con
2
dosis,
los
estudios
realizados
en
EE.
UU.
se
muestran
favorables185.
Sin
embargo,
dado
que
este
tipo
de
estudios
no
es
totalmente
extrapolable
de
un
país
a
otro,
sería
desea-
ble
la
realización
en
nuestro
medio
de
estudios
con
relación
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e20
D.
Moreno-Pérez
et
al
a
este
parámetro
para
confirmar
si
los
beneficios
superan
al
gasto
sanitario
necesario.
En
una
pauta
de
vacunación
con
2
dosis:
¿cuál
es
el
intervalo
óptimo
entre
ambas
dosis?
Como
se
ha
dicho,
una
pauta
de
2
dosis
(con
la
1.adosis
en
el
segundo
a˜
no
de
edad,
habitualmente
entre
los
12
y
15
meses
de
edad)
incrementa
notablemente
la
efectividad
comparada
con
una
pauta
de
una
dosis;
sin
embargo,
no
está
bien
establecido
cuál
es
el
intervalo
óptimo
entre
ambas
dosis.
Un
estudio
reciente
examina
19
publicaciones
correspon-
dientes
a
21
brotes
de
varicela
en
población
vacunada,
con
el
objeto
de
determinar
las
diferencias
en
cuanto
a
la
capa-
cidad
de
control
de
la
enfermedad
con
un
intervalo
corto
(meses)
frente
a
uno
largo
(a˜
nos)
entre
la
1.ay
2.adosis
y,
tras
constatar
la
ausencia
de
patrones
estables
de
presen-
tación
de
la
varicela
breakthrough,
dice
encontrar
pruebas
de
que
la
mayoría
de
los
casos
de
varicela
en
vacunados
son
debidos
a
una
insuficiente
respuesta
inmunológica
ini-
cial
(fallo
vacunal
primario)
y
no
tanto
a
una
pérdida
de
la
protección
con
el
tiempo
(fallo
vacunal
secundario)
que
algunos
estudios
sitúan
ya
al
cabo
de
solo
un
a˜
no
tras
la
vacunación,
concluyendo
que
lo
óptimo
sería
administrar
la
2.adosis
tan
pronto
como
sea
posible
dentro
del
segundo
a˜
no
de
vida
y
tras
un
periodo
mínimo
de
4
semanas
entre
ambas
dosis186.
A
tenor
de
los
datos
conocidos
hasta
el
momento
y
lo
indicado
en
las
fichas
técnicas
de
las
vacunas
actualmente
disponibles187,
el
intervalo
de
tiempo
recomendado
entre
las
2
dosis
en
ni˜
nos
no
vacunados,
a
partir
de
los
12
meses
de
edad
y
con
carácter
general,
es:
en
ni˜
nos
de
12
meses
a
12
a˜
nos
de
edad,
intervalo
recomendado
de
6-12
semanas;
y
en
ni˜
nos
a
partir
de
13
a˜
nos
el
intervalo
recomendado
es
de
4-8
semanas;
en
todo
caso,
el
intervalo
mínimo
es
de
4
semanas.
En
ni˜
nos
con
riesgo
de
varicela
grave
(inmunodeficien-
cias,
siempre
y
cuando
no
esté
contraindicada,
ciertas
enfermedades
crónicas,
etc.)
y
en
sus
contactos
próximos
sanos,
las
2
dosis
de
vacuna
deben
administrarse
con
el
inter-
valo
válido
más
corto
posible,
con
objeto
de
proporcionarles
una
protección
rápida
y
corregir,
también
a
corto
plazo,
un
posible
fallo
primario
de
la
vacunación.
En
los
pacientes
con
riesgo
de
varicela
grave
menores
de
13
a˜
nos
la
2.adosis,
si
bien
puede
administrarse
al
mes
de
la
1.a,
convendría
admi-
nistrarla
a
los
3
meses
de
esta
y
en
los
mayores
de
esta
edad
la
2.adosis
se
debería
administrar
al
mes
de
la
1.a188.
En
el
caso
de
sus
contactos
se
propone
un
intervalo
de
un
mes
entre
ambas
dosis
a
cualquier
edad.
Herpes
zóster
Un
aspecto
particularmente
controvertido
es
el
posible
aumento
de
la
incidencia
del
herpes
zóster
(HZ)
en
la
población
adulta
durante
un
periodo
de
tiempo
de
unos
30
a˜
nos
tras
la
introducción
de
la
vacunación
sistemática
frente
a
la
varicela.
Esta
predicción
se
desarrolló
a
partir
de
modelos
matemáticos
basados
en
la
hipótesis
de
que
el
riesgo
de
reactivación
del
virus
que
causa
el
HZ
es
mayor
cuanto
menores
son
el
número
y
la
probabilidad
de
contactos
repetidos
con
el
virus
(boosting)
a
lo
largo
de
los
a˜
nos,
que
proporcionarían
un
estímulo
inmunológico
mantenido
que
finalmente
constituiría
el
factor
determinante
en
la
presencia
de
la
enfermedad
en
adultos.
Numerosos
estu-
dios
empíricos
han
avalado
la
hipótesis
de
los
«refuerzos
externos»,
aunque
su
impacto
real
en
la
reactivación
del
virus
e
incidencia
del
HZ,
sin
embargo,
ha
sido
relativi-
zado
por
otros
más
recientes;
también
debe
destacarse
que
algunos
datos
epidemiológicos
reunidos
hasta
ahora
en
los
países
donde
se
lleva
a
cabo
la
vacunación
sistemática
desde
hace
varios
a˜
nos,
aun
siendo
limitados
e
insuficientes
para
dilucidar
de
forma
definitiva
la
cuestión,
muestran
una
dis-
minución
de
la
carga
de
la
enfermedad
tanto
por
varicela165
como
por
HZ189 en
la
población
adulta.
Vacunas
disponibles
en
Espa˜
na
Actualmente,
en
Espa˜
na,
hay
disponibles
2
vacunas
contra
la
varicela:
Varivax®
(Sanofi
Pasteur
MSD)
y
Varilrix®
(Gla-
xoSmithKline).
Esta
última,
desde
septiembre
de
2009,
está
autorizada
por
la
Agencia
Espa˜
nola
de
Medicamentos
y
Pro-
ductos
Sanitarios
(AEMPS)
solo
como
medicamento
de
«uso
hospitalario»
y,
por
tanto,
no
está
disponible
en
el
canal
farmacéutico
extrahospitalario,
con
lo
que
su
administra-
ción
queda
restringida
a
los
servicios
de
farmacia
de
los
hospitales.
Además,
la
distribución
de
Varivax®a
las
ofici-
nas
de
farmacia
está
actualmente
bloqueada
en
numerosas
regiones
espa˜
nolas
sin
que
la
AEMPS
haya
explicado
for-
malmente
las
razones
y
el
alcance
de
dicha
medida.
Estas
circunstancias
impiden
el
uso
de
estas
vacunas
fuera
de
las
recomendaciones
oficiales
de
cada
CC.
AA.
que
son
inexpli-
cablemente
variables.
Las
pautas
de
vacunación
frente
a
la
rubeola,
el
saram-
pión
y
la
parotiditis
(TV)
por
un
lado,
y
la
varicela
por
el
otro,
se
solapan,
por
lo
que
el
uso
de
vacunas
combinadas
(cuádruple
vírica:
ProQuad®
y
Priorix-Tetra®),
aún
no
dispo-
nibles
en
Espa˜
na,
facilitaría
su
implementación
(la
logística
y
la
aceptabilidad)
y
disminuiría
los
costes
de
forma
consi-
derable.
Debe
recordarse
que
al
ser
las
vacunas
de
la
varicela
y
la
TV
ambas
de
virus
vivos
atenuados,
pueden
administrarse
el
mismo
día
en
lugares
anatómicos
diferentes,
pero
si
esto
no
fuera
posible
deberá
separarse
su
administración,
al
menos,
un
mes.
Vacunación
frente
a
la
gripe
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
recomienda
la
vacunación
antigripal
en
la
infancia
y
la
adolescencia
en:
a)
grupos
de
riesgo,
ni˜
nos
a
partir
de
los
6
meses
de
edad
y
adolescentes
en
determinadas
situaciones
o
con
enferme-
dades
de
base;
b)
ni˜
nos
sanos
a
partir
de
los
6
meses
de
edad
y
adolescentes
sanos
que
convivan
con
pacientes
de
riesgo,
y
c)
adultos
en
contacto
con
ni˜
nos
y
adolescentes
inclui-
dos
en
los
grupos
de
riesgo.
Es
especialmente
importante
la
recomendación
de
la
vacunación
antigripal
de
todos
los
profesionales
sanitarios.
El
CAV-AEP
considera
que
la
vacunación
antigripal
es
una
estrategia
especialmente
beneficiosa
cuando
va
dirigida
a
personas,
ni˜
nos
y
adultos,
que
se
incluyen
en
los
grupos
de
población
considerados
de
riesgo.
Pertenecen
a
estos
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e21
grupos
de
riesgo
quienes,
debido
a
la
enfermedad
de
base
que
padecen
o
por
el
tratamiento
que
reciben,
en
el
caso
de
contraer
la
gripe,
pueden
padecer
formas
complicadas
y
más
graves
de
la
enfermedad
o
sufrir
una
desestabiliza-
ción
de
su
enfermedad
de
base,
que
comportan
un
mayor
riesgo
de
mortalidad.
Sin
embargo,
muchos
ni˜
nos
y
adoles-
centes
pertenecientes
a
estos
grupos
de
riesgo
continúan
sin
recibir,
por
distintas
razones,
dicha
vacunación
anual190.
Es
necesaria
una
mayor
implicación
de
los
profesionales
de
la
salud,
las
autoridades
sanitarias
y
todos
los
agentes
socia-
les
para
transmitir
a
la
población,
y
de
forma
especial
a
los
padres
de
ni˜
nos
y
adolescentes
pertenecientes
a
los
grupos
de
riesgo,
las
recomendaciones
de
vacunación
frente
a
la
gripe
estacional.
Este
Comité,
al
igual
que
otras
sociedades
científicas
de
Espa˜
na,
desea
hacer
un
especial
énfasis
en
la
vacunación
antigripal
de
todos
los
profesionales
sanitarios
en
contacto
con
pacientes3,191.
La
información
ampliada
para
esta
vacunación
puede
ser
consultada
en
el
documento
que
este
Comité
elabora
de
forma
anual,
antes
del
inicio
de
la
temporada
epidémica192.
Anualmente,
la
OMS
decide
las
cepas
del
virus
de
la
gripe
que
deben
contener
las
vacunas
estacionales.
Para
esta
temporada
2013-2014,
la
cepa
A/H1N1
elegida
pro-
cede
de
la
cepa
H1N1-2009,
que
fue
también
empleada
en
las
campa˜
nas
2011-2012
y
2012-2013.
La
cepa
A/H3N2
es
la
misma
que
en
2012-2013
y,
sin
embargo,
la
cepa
B
es
diferente
a
la
empleada
en
la
campa˜
na
anterior193.
Recomendaciones
del
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
AEP
Con
relación
a
la
infancia
y
a
la
adolescencia,
el
CAV-AEP
recomienda
la
vacunación
antigripal
en:
1.
Grupos
de
riesgo.
Ni˜
nos
mayores
de
6
meses
y
adoles-
centes
en
las
siguientes
situaciones
o
enfermedades
de
base:
-
Enfermedad
respiratoria
crónica
(p.
ej.,
fibrosis
quís-
tica,
displasia
broncopulmonar,
bronquiectasias,
asma
e
hiperreactividad
bronquial,
etc.).
-
Enfermedad
cardiovascular
grave
(congénita
o
adqui-
rida).
-
Enfermedad
metabólica
crónica
(p.
ej.,
diabetes,
erro-
res
congénitos
del
metabolismo,
etc.).
-
Enfermedad
renal
crónica
(p.
ej.,
insuficiencia
renal,
síndrome
nefrótico,
etc.)
o
hepática.
-
Enfermedad
inflamatoria
intestinal
crónica.
-
Inmunodeficiencia
congénita
(se
excluye
el
déficit
ais-
lado
de
IgA)
o
adquirida
(se
incluye
la
administración
de
corticoides
sistémicos
a
dosis
altas
y
mantenidas).
-
Asplenia
funcional
o
anatómica.
-
Enfermedad
oncológica.
-
Enfermedad
hematológica
moderada
o
grave
(p.
ej.,
hemoglobinopatía,
leucemia,
etc.).
-
Enfermedad
neuromuscular
crónica
y
encefalopatía
moderada-grave.
-
Malnutrición
moderada
o
grave.
-
Obesidad
mórbida
(índice
de
masa
corporal
mayor
o
igual
a
3
desviaciones
estándar
por
encima
de
la
media).
-
Síndrome
de
Down
u
otros
trastornos
genéticos
con
factores
de
riesgo.
-
Tratamiento
continuado
con
ácido
acetilsalicílico
(por
riesgo
de
síndrome
de
Reye
en
caso
de
infección
por
virus
gripal
salvaje).
-
Embarazo
en
adolescentes.
2.
Ni˜
nos
sanos
mayores
de
6
meses
y
adolescentes
sanos
que
convivan
con
pacientes
de
riesgo.
3.
Adultos
en
contacto
con
ni˜
nos
y
adolescentes
pertene-
cientes
a
grupos
de
riesgo.
Debe
insistirse
en
la
vacunación
frente
a
la
gripe
estacional
de
todos
los
adultos
que
sean
contactos
domiciliarios
(convivientes
o
cuidadores)
de
ni˜
nos
y
adolescentes
que
pertenezcan
a
los
grupos
de
riesgo
(apartado
1).
Se
enfatiza
la
recomendación
de
la
vacu-
nación
antigripal
en
el
personal
sanitario
que
trabaja
con
ni˜
nos.
Consideraciones
especiales
del
CAV-AEP
sobre
la
vacunación
antigripal
universal
Dado
que
los
ni˜
nos
son
la
fuente
principal
de
propagación
del
virus
de
la
gripe
en
la
comunidad
(familia,
escuela,
etc.)194,
ya
que
eliminan
una
mayor
carga
viral
y
durante
más
tiempo
que
los
adultos195,
que
las
mayores
tasas
de
incidencia
se
registran
en
la
población
menor
de
15
a˜
nos196
y
que
la
tasa
media
de
hospitalización
en
menores
de
5
a˜
nos
sanos
es
de
alrededor
de
1
por
1.000197,
el
CAV-AEP
consi-
dera
que
los
ni˜
nos
mayores
de
6
meses
sanos
y
no
incluidos
en
los
grupos
de
riesgo
anteriormente
mencionados
pueden
vacunarse
frente
a
la
gripe
estacional
si
sus
padres
lo
soli-
citan
o
su
pediatra
lo
considera
conveniente.
Esta
actitud
preventiva
constituye,
sin
duda,
una
oferta
de
salud
que
proporciona
al
ni˜
no
o
adolescente
vacunado
una
protec-
ción
individual
directa,
además
de
favorecer
una
protección
familiar
y
comunitaria
indirectas.
La
vacunación
antigripal
universal
de
todos
los
ni˜
nos,
en
el
momento
actual
en
nuestro
medio
y
con
las
vacunas
dispo-
nibles,
plantea
diversas
dudas
y
algunos
inconvenientes198:
1)
necesidad
de
a˜
nadir
anualmente
una
inyección
al
calen-
dario
de
vacunaciones,
con
los
problemas
inherentes
de
implementación
y
aceptabilidad;
2)
la
efectividad
de
las
vacunas
antigripales
trivalentes
inactivadas
en
ni˜
nos
meno-
res
de
2
a˜
nos
es
baja198---203;
3)
el
coste
sería
elevado
y
en
nuestro
medio
no
existen
suficientes
datos
de
eficiencia
en
la
edad
pediátrica;
y
4)
ausencia
en
nuestro
medio
de
vacunas
antigripales
atenuadas
de
administración
intra-
nasal,
así
como
de
vacunas
antigripales
tetravalentes
inactivadas
o
atenuadas,
para
su
uso
en
pediatría
y
que
proporcionan
una
mayor
eficacia
protectora
en
comparación
con
las
inactivadas
trivalentes
disponibles
en
Espa˜
na.
Posología
En
los
ni˜
nos
menores
de
9
a˜
nos,
para
la
obtención
de
una
protección
óptima
frente
a
la
gripe,
son
necesarias
2
dosis
de
la
vacuna,
separadas
por,
al
menos,
4
semanas204,205.
La
1.adosis
debe
administrarse
tan
pronto
como
la
vacuna
esté
disponible,
para
asegurar
así
que
ambas
dosis
puedan
ser
recibidas
antes
del
inicio
de
la
actividad
gripal,
ya
que
la
protección
es
mayor
cuando
ambas
dosis
se
administran
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e22
D.
Moreno-Pérez
et
al
durante
la
misma
temporada
de
gripe204.
Solo
en
los
siguien-
tes
supuestos,
en
ni˜
nos
menores
de
9
a˜
nos,
sería
suficiente
con
una
sola
dosis204:
-
Haber
recibido
2
o
más
dosis
de
vacuna
de
la
gripe
esta-
cional
desde
el
1
de
julio
de
2010.
-
Haber
recibido
2
o
más
dosis
de
vacuna
de
la
gripe
estacio-
nal
antes
del
1
de
julio
de
2010
y,
al
menos,
una
dosis
de
vacuna
de
la
gripe
pandémica
monovalente
2009
(H1N1).
-
Haber
recibido,
al
menos,
una
dosis
de
vacuna
de
la
gripe
estacional
antes
del
1
de
julio
de
2010
y,
al
menos,
una
dosis
de
la
gripe
estacional
después
del
1
de
julio
de
2010.
El
motivo
para
esta
recomendación
está
basado
en
la
importancia
del
antecedente
de
haber
recibido
una
vacuna
antigripal
que
contuviera
la
cepa
pandémica
2009
(H1N1),
ya
que
es
muy
probable
su
circulación
predominante
durante
esta
próxima
temporada.
En
ni˜
nos
de
9
a˜
nos
o
más
es
suficiente
con
una
dosis
de
vacuna
antigripal
cada
temporada,
si
existe
indicación
para
ello204.
Vacunas
antigripales
disponibles
Las
únicas
vacunas
disponibles
autorizadas
para
menores
de
18
a˜
nos
en
nuestro
medio,
en
el
momento
actual,
son
los
preparados
trivalentes
inactivados,
procedentes
de
cultivos
en
huevos
de
gallina
embrionados,
para
su
administración
por
vía
intramuscular,
y
las
vacunas
atenuadas
intranasales
para
la
edad
entre
2
y
18
a˜
nos205.
En
un
futuro
relativamente
cercano,
los
nuevos
forma-
tos
de
vacunas
antigripales
estarán
totalmente
disponibles
en
Espa˜
na,
como
son
las
vacunas
tetravalentes,
la
vacuna
atenuada
intranasal
y
las
vacunas
basadas
en
cultivo
celu-
lar.
Con
estos
nuevos
preparados
y
con
datos
favorables
procedentes
de
nuevos
estudios,
tanto
de
ensayos
clínicos
como
de
países
con
vacunación
universal
en
ni˜
nos,
la
posibi-
lidad
de
una
recomendación
de
vacunación
no
solo
en
ni˜
nos
de
riesgo
sino
también
en
sanos,
debería
replantearse206,207.
Evidentemente,
los
efectos
directos
e
indirectos,
incluyendo
estudios
de
coste-efectividad,
deberán
ser
tenidos
muy
en
cuenta.
Vacunación
frente
a
la
hepatitis
A
Recomendación
CAV-AEP
2014:
el
CAV-AEP
recomienda
la
vacuna
frente
a
la
hepatitis
A
en
ciertas
situaciones
de
riesgo
con
2
dosis,
con
un
intervalo
de,
al
menos,
6
meses
entre
ellas.
Debe
valorarse
su
administración
en
ni˜
nos
mayores
de
12
meses
que
acuden
a
guardería.
Epidemiológicamente,
Espa˜
na
pertenece
a
un
área
de
baja
prevalencia
de
infección
por
el
virus
de
la
hepatitis
A
(VHA)
(<
50%
de
población
inmune
a
los
30
a˜
nos)208,
hay
escasa
circulación
del
virus
y
el
riesgo
de
contraer
la
infec-
ción
es
bajo,
a
pesar
de
la
elevada
proporción
de
individuos
susceptibles.
La
enfermedad
ocurre
principalmente
en
ado-
lescentes
y
adultos
pertenecientes
a
los
grupos
con
alto
riesgo
de
hepatitis
A.
El
cambio
epidemiológico
más
impor-
tante
observado
es
el
desplazamiento
de
la
infección
por
el
VHA,
en
la
cual
es
más
frecuente
la
enfermedad
sinto-
mática,
con
aparición
de
ictericia
hasta
en
un
70%
de
los
casos.
También
se
producen
brotes
ocasionales
causados
por
la
ingestión
de
alimentos
contaminados,
así
como
brotes
en
colectividades
cerradas
a
partir
de
portadores
asintomáticos
(guarderías).
La
vacunación
frente
a
la
hepatitis
A
se
justifica
por
las
características
de
la
infección
y
la
enfermedad
por
el
VHA,
y
por
la
disponibilidad
de
una
vacuna
segura
y
eficaz.
La
hepatitis
A
comporta
una
importante
morbilidad,
siendo
la
enfermedad
inmunoprevenible
más
frecuente
en
los
viaje-
ros.
Se
considera
que
su
incidencia
real
es
3-10
veces
mayor
que
la
cifra
de
casos
clínicos
declarados
(infranotificación).
Clínicamente
da
lugar
a
un
alto
número
de
infecciones
asin-
tomáticas,
subclínicas
y
formas
inespecíficas
que
cursan
sin
ictericia
y
con
síntomas
compatibles
con
una
gastroenteritis
o
un
proceso
viral.
Sin
embargo,
la
hepatitis
A
no
siempre
es
una
enfermedad
benigna
y,
aunque
raramente
y
casi
siem-
pre
en
el
adulto,
pueden
presentarse
formas
fulminantes
con
fallo
hepático
grave
y
hepatitis
colestásicas,
recurren-
tes
y
autoinmunitarias.
La
letalidad
varía
entre
el
0,1%
en
los
ni˜
nos
menores
de
14
a˜
nos
y
el
2,1%
a
partir
de
los
40
a˜
nos
de
edad.
Actualmente,
en
Espa˜
na,
en
todas
las
CC.
AA.,
excepto
Catalu˜
na,
Ceuta
y
Melilla,
la
estrategia
de
vacunación
frente
a
la
hepatitis
A
se
basa
en
la
vacunación
selectiva
de
gru-
pos
con
riesgo
incrementado,
siguiendo
las
recomendaciones
expresadas
por
la
circular
15/98
de
la
Dirección
General
de
Farmacia209,
que
se
puede
resumir
de
la
siguiente
manera.
La
vacunación
está
indicada
en:
-
Personas
que
viajan
a
zonas
de
alta
o
media
endemicidad
de
hepatitis
A,
especialmente
si
han
nacido
con
poste-
rioridad
a
1966
y
si
se
desplazan
a
zonas
rurales
o
con
condiciones
higiénico-sanitarias
deficientes.
-
Personas
con
procesos
hepáticos
crónicos
o
en
tratamiento
mantenido
con
fármacos
hepatotóxicos
o
con
hepatitis
B
o
C
que,
a
pesar
de
no
tener
un
mayor
riesgo
de
infección,
lo
tienen
de
sufrir
una
hepatitis
A
fulminante.
-
Pacientes
hemofílicos
que
reciben
hemoderivados
y
los
pacientes
candidatos
a
trasplantes
de
órganos.
-
Cuidadores
o
familiares
en
contacto
directo
con
enfermos
de
hepatitis
A.
-
Personas
con
infección
por
el
virus
de
la
inmunodeficiencia
humana.
-
Personas
que
presentan
estilos
de
vida
que
suponen
un
mayor
riesgo
de
infección:
p
ej.,
hombres
que
practican
sexo
con
hombres
o
usuarios
de
drogas
por
vía
parenteral.
-
Personas
con
un
mayor
riesgo
ocupacional.
-
Situaciones
especiales:
manipuladores
de
alimentos,
per-
sonal
que
trabaja
en
guarderías
infantiles
y
personal
sanitario
de
instituciones
asistenciales.
Se
incluye
la
recomendación
de
vacunar
al
personal
de
guarderías
infantiles
(educadores,
personal
de
limpieza
y
cocina,
etc.),
debido
a
la
existencia
de
casos
asintomáti-
cos
en
los
ni˜
nos
que
acuden
a
las
mismas
y
a
la
facilidad
de
transmisión
y
contagio
que
presentan
estos
ni˜
nos
que
no
controlan
esfínteres;
sin
embargo,
el
uso
de
la
vacuna
no
debería
limitarse
solo
a
estos
trabajadores,
sino
que
podría
ampliarse
a
los
ni˜
nos
para
su
propia
protección
y
la
de
sus
familiares
y
contactos
domésticos.
El
CAV-AEP
recomienda,
además,
la
vacunación
frente
a
la
hepatitis
A,
como
profilaxis
preexposición,
a
los
ni˜
nos
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e23
mayores
de
12
meses
con
elevado
riesgo
de
infección
perte-
necientes
a
estos
otros
grupos:
-
Ni˜
nos
inmigrantes
que
visitan
sus
países
de
origen
que
tie-
nen
una
endemicidad
intermedia
o
alta
para
la
infección
por
el
virus
de
la
hepatitis
A.
-
Residentes
en
instituciones
cerradas
y
sus
cuidadores.
-
Síndrome
de
Down
y
sus
cuidadores.
Las
indicaciones
como
profilaxis
postexposición,
en
los
14
días
siguientes
a
la
misma,
incluyen:
-
Contacto
domiciliario
con
un
caso
agudo
de
infección
por
virus
de
la
hepatitis
A.
-
De
forma
preferente,
ante
la
presencia
de
brotes
en
guar-
derías.
En
Espa˜
na,
el
papel
de
las
guarderías
en
la
difusión
del
virus
de
la
hepatitis
A
está
subestimado.
Las
guarderías
que
atienden
a
ni˜
nos
con
pa˜
nales
tienen
más
probabilidad
de
experimentar
brotes
de
esta
enfermedad.
Por
esta
razón,
los
ni˜
nos
mayores
de
12
meses
que
acuden
a
guardería
debe-
rían
beneficiarse
de
la
administración
de
la
vacuna
contra
la
hepatitis
A210.
Idealmente,
la
vacunación
se
realizará
antes
del
acceso
a
las
guarderías.
Los
ni˜
nos
que
acuden
a
eda-
des
más
tempranas
no
serán
vacunados
hasta
que
tengan
12
meses
de
edad,
edad
mínima
recomendada
para
la
admi-
nistración
de
la
vacuna.
La
pauta
de
vacunación
en
ambos
tipos
de
profilaxis
con-
siste
en
2
dosis,
a
partir
de
los
12
meses
de
edad,
con
un
intervalo
de,
al
menos,
6
meses
entre
ellas211,212.
Para
los
viajeros
se
recomienda
que
la
1.adosis
se
administre,
al
menos,
un
mes
antes
del
viaje
a
la
zona
endémica.
Diversos
trabajos
publicados
en
el
último
a˜
no
han
mos-
trado
la
persistencia
de
anticuerpos
protectores
durante
un
periodo
de
11
a
17
a˜
nos
tras
la
administración
de
2
dosis
de
vacuna
frente
a
la
hepatitis
A213---217.
Existen
numerosos
países
(y
algunas
regiones
y
ciudades)
con
programas
de
vacunación
universal
en
la
edad
infan-
til,
destacando:
EE.
UU.,
Puglia
(Italia),
Israel,
Australia,
Minsk
(Bielorrusia),
Argentina,
Grecia,
China,
Arabia
Saudí,
Panamá,
Uruguay,
Paraguay,
Bahréin,
Catar
y
Kazajistán218.
Como
se
ha
comentado
previamente,
en
Espa˜
na,
Catalu˜
na,
Ceuta
y
Melilla
incorporaron
hace
a˜
nos
la
vacuna-
ción
universal
a
sus
calendarios
de
vacunación
pediátricos.
Ceuta
y
Melilla
incluyeron
en
el
a˜
no
2000
la
vacunación
uni-
versal
frente
a
la
hepatitis
A
en
ni˜
nos
en
el
segundo
a˜
no
de
vida219---222.
Catalu˜
na
instauró
en
1998
la
vacunación
univer-
sal
frente
a
la
hepatitis
A
en
los
preadolescentes
de
12
a˜
nos,
aplicándola
en
las
escuelas
en
forma
de
vacuna
combinada
frente
a
las
hepatitis
A
y
B.
Con
esta
medida,
la
efectividad
frente
a
la
hepatitis
A
ha
sido
muy
importante,
con
una
reducción
del
97%
en
la
incidencia
de
casos
en
las
cohortes
vacunadas
y
con
disminuciones
importantes
en
las
no
vacu-
nadas,
probablemente
como
consecuencia
de
la
inmunidad
de
grupo,
por
lo
que
han
decidido
mantener
el
programa
hasta
el
curso
2013-2014,
a˜
no
en
el
que
las
cohortes
de
ni˜
nos
vacunados
frente
a
la
hepatitis
B
en
el
primer
a˜
no
de
vida
lle-
garán
al
curso
en
el
que
se
administra
la
vacuna
combinada
frente
a
ambos
virus222---225.
De
la
misma
manera
que
ocurrió
con
la
estrategia
selec-
tiva
de
la
vacunación
frente
a
la
hepatitis
B,
la
vacunación
frente
a
la
hepatitis
A
de
la
población
de
mayor
riesgo
tendrá
muy
poco
impacto
en
la
incidencia
de
la
enfermedad,
ya
que
solo
se
puede
prevenir
un
peque˜
no
porcentaje
del
total
de
casos.
Únicamente
la
vacunación
universal
puede
reducir
de
forma
significativa
la
enfermedad.
Además,
al
no
existir
un
reservorio
no
humano,
ni
infecciones
crónicas
por
el
virus
de
la
hepatitis
A,
la
vacunación
universal
tiene
el
potencial
de
la
eliminación
de
la
enfermedad
de
una
comunidad
o
país.
En
resumen,
el
CAV-AEP
mantiene
la
recomendación
de
vacunar
frente
a
la
hepatitis
A
a
las
personas
con
un
riesgo
incrementado
de
infección,
a
la
vez
que
considera
que,
idealmente,
la
vacunación
universal
de
todos
los
ni˜
nos
podría
ser
la
estrategia
óptima
para
la
eventual
eliminación
y
control
de
esta
enfermedad.
Vacunación
frente
al
meningococo
B
Recomendación
CAV-AEP
2014:
este
comité
recomienda
la
administración
de
la
vacuna
frente
al
meningococo
B
para
el
control
de
brotes
epidémicos
e
insiste
en
la
necesidad
de
que
sea
comercializada
libremente
en
las
oficinas
de
farmacia.
Vacuna
frente
al
meningococo
B
de
4
componentes
El
15
de
noviembre
de
2012,
el
Comité
de
Medicamentos
de
Uso
Humano
de
la
EMA
manifestó
una
opinión
positiva
y
reco-
mendó
la
autorización
de
la
vacuna
tetravalente
frente
al
Pob
lac
ión
Edad
Dosis
Interva
los
Dosis rec
uerdo
Lac
tantes 2-
5 meses
3
1 mes 12-23
meses
Lac
tantes
6-11 meses
2
2 meses 12-23
meses
Niño
s1-10
año
s
2
2 meses
No
Ado
lesce
ntes 11 año
s en
adelan
te 2
1 mes
No
Figura
4
Esquema
de
vacunación
de
la
vacuna
frente
al
meningococo
B.
Fuente:
Novartis.
Modificado
de
la
ficha
técnica
de
la
EMA229.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e24
D.
Moreno-Pérez
et
al
meningococo
B
(4CMenB,
Bexsero®,
Novartis)226.
Fue
auto-
rizada
por
procedimiento
centralizado
por
la
EMA
el
14
de
enero
de
2013.
Es
una
vacuna
recombinante
obtenida
por
técnica
de
vacunología
inversa,
que
contiene
3
antígenos
subcapsulares
del
meningococo
B
(la
adhesina
A
de
Neisseria
meningitidis
o
NadA,
la
proteína
que
une
el
factor
H
del
complemento
o
GNA2091-fHbp
y
el
antígeno
de
Neisseria
que
une
la
heparina
o
NHBA-GNA1030)
combinados
con
vesículas
de
membrana
externa
(OMV)
de
la
cepa
de
N.
meningitidis
NZ
98/254,
que
expresa
el
serosubtipo
1.4
de
la
PorA.
El
desarrollo
clínico
de
la
vacuna
muestra
que
es
segura
e
inmunógena
tanto
en
ni˜
nos
como
en
adul-
tos,
genera
memoria
inmunológica
y
es
compatible
con
las
vacunas
de
uso
sistemático,
aunque
no
se
dispone
de
datos
de
administración
simultánea
con
las
vacu-
nas
antimeningocócicas
conjugadas
del
serogrupo
C,
ni
con
las
vacunas
antineumocócicas
conjugadas
actuales.
En
algunos
estudios
se
han
obtenido
resultados
infe-
riores
en
la
respuesta
inmunológica
frente
a
poliovirus
tipo
2
y
al
serotipo
neumocócico
6B,
así
como
al
antígeno
pertactina
de
la
B.
pertussis.
Sin
embargo,
NÚMER
O DE DOSIS REC
OMEND
ADO DE CADA VA
CUNA SEGÚN
LA EDAD
Asociación Españo
la de
Ped
iatr
ía 2014
Comité Asesor de
Vacuna
s
VACUNA
EDAD
< 24 meses 24 m - 6 añ
os 7 - 18
os
Hepatitis B 3 3 3
Difteria, tétanos y tosferina14 4 – 5 -
Tétano
s y difteria
de baja carga antigénica2 - - 3
Haemophilus influenzae tipo b3 1 - 4 1 -
Poliomielitis4 4 4 3
Meningococo C5 1 – 2 1 1
Neumococo6 2 – 4 1 - 2
1
Sarampión, rubeola y parotiditis7 1 2 2
Virus del papiloma humano8 – – 3
Rotavirus9 3 - -
Varice
la10 1 2 2
Gripe11 1 1 1
Hep
atitis A12 2 2 2
Esta tabla indica el número de dosis necesarias, según la edad, para los niños y los
adolescentes con el calendario de vacunación incompleto o que comienzan la vacunación
tardíamen
te. No se ha
de
reiniciar una
pau
ta de
vacuna
ción
si ya se han
ad
ministrado
do
sis
previas, sino completarla independ
ien
temen
te de
l interva
lo máx
imo transc
urr
ido
de
sde
la última
dosis. Las reacciones adversas se deben notificar a las autoridades sanitarias.
(1) Vacuna
fren
te a l
a dift
eria,
el
tétanos
y l
a tos
ferina
ace
lular (DTP
a).-
La
5.ª do
sis de
DTPa o Tdpa no es ne
cesaria si l
a 4.ª do
sis de
DTPa se ad
ministró con
4 o más año
s. La
DTP
a se puede
ad
ministr
ar ha
sta los 6 año
s. La
Tdpa
, con
componen
tes de
dift
eria y t
osferina
de baja carga antigénica, está autorizada desde los 4 años de edad.
(2) Vacuna frente al tétanos
y l
a dift
eria de
ba
ja ca
rga
an
tigén
ica
(Td).-
En niño
s de
7 año
s
o más administrar la vacuna de tétanos-dift
eria de
ba
ja carga
antigén
ica.
En l
as do
sis de
refuerzo, una vez completada la primovacunación, se recomienda utilizar la vacuna Tdpa.
(3) Vacun
a con
jug
ada frente al Hae
mophil
us i
nfl
uenzae tipo
b (Hib).-
Número de
do
sis
según edad de inicio: 4 en menores de 6 meses; 3 entre 7-11 meses;
2 en
tre 12-14
meses;
1
entre 15 meses y 5 años.
(4) Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI).- Sólo si l
a 3.ª do
sis se ad
ministró an
tes de l
os
4 años de edad se requerirá una 4.ª dosis.
Figura
5
Número
de
dosis
recomendadas
por
vacuna
y
edad
para
considerar
a
un
ni˜
no
o
a
un
adolescente
correctamente
inmunizado.
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
2014.
Comité
Asesor
de
Vacunas.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e25
(5) Vacuna conjugada frente al meningococo C (MenC).- Según
edad:
1 do
sis en
meno
res
de 12 meses con 1 de refuerzo en el 2.º año de vida y 1 de refuerzo en la adolescencia a l
os 12
años; 1 dosis en los vacunados a partir de los 12 meses de edad con 1 dosis de refuerzo en la
adolescen
cia.
(6) Vacuna conjugada frente al neumococo (VNC).- N.º de
do
sis según
edad
de
inicio: 4 en
menores de 6 meses; 3 entre 7-11 meses;
2 en
tre 12-23 meses; en
tre 24
meses y 5 año
s:
1 de
Prevenar 13®(1 o 2 en grupos de riesgo, ver texto) y 2 de Synflorix®; entre 6 y 17 años 1 dosis
de Prevenar 13®en grupos de riesgo (ver texto). Synflorix ® está autorizada hasta los 5 años y
Prevenar 13®hasta los 17 años.
(7) Vacuna frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP).- 2.ª do
sis a pa
rti
r de l
os 2-
3 años de edad.
(8) Vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH).- Solo para niñas. 3 dosis entre los
11 y los 12 años de edad. El Consejo Interterritorial la recomienda a los 14 años de edad.
(9) Vacuna frente al rotavirus (RV).-
3 do
sis de
vacuna f
ren
te al
rotavirus (RotaTeq
). La
pau
ta
se puede iniciar en
tre l
as 6 y l
as 12
semana
s de
edad
y debe
completarse an
tes de l
as 32
semanas
de
edad
.
(10) Vacuna frente a la varicela (Var).- 2.ª do
sis a pa
rti
r de l
os 2-
3 año
s de
edad
.
(11) Vacuna antigripal (Gripe).- 1 dosis anual de vacuna antigripal inactivada a partir de los 6
meses de edad. La primera vez que se vacune
a meno
res de
9 año
s se ad
ministrarán
2 do
sis
con un intervalo de, al menos, un mes.
(12) Vacuna antihepatitis A (HA).- 2 do
sis,
con
un i
ntervalo de
6-12
meses,
a pa
rti
r de l
os 12
meses de edad.
Figura
5
(Continuación
).
todos
estos
datos
no
sugieren
consecuencias
clínicas
significativas227.
Con
respecto
a
la
seguridad,
en
lactantes
y
ni˜
nos
menores
de
2
a˜
nos,
se
comprobó
que
las
reacciones
adversas
locales
y
sistémicas
más
comúnmente
observadas
fueron
el
dolor
y
eritema
en
el
lugar
de
inyección,
fiebre
e
irritabilidad.
En
los
estudios
clínicos
en
lactantes,
la
fiebre
aparecía
más
frecuentemente
cuando
4CMenB
se
coadministraba
con
las
vacunas
sistemáticas
que
cuando
se
aplicaba
sola.
Cuando
4CMenB
se
administró
sola,
la
frecuencia
de
aparición
de
fiebre
fue
similar
a
la
asociada
con
las
vacunas
sistemáticas
administradas
durante
los
ensayos
clínicos228.
La
vacuna
está
indicada
para
la
inmunización
activa
de
individuos
a
partir
de
los
2
meses
de
edad
frente
a
la
enfer-
medad
meningocócica
invasiva
causada
por
N.
meningitidis
serogrupo
B.
La
pauta
recomendada
está
reflejada
en
la
figura
4229.
Para
el
cálculo
teórico
de
la
cobertura
potencial
de
la
vacuna
existe
un
sistema
de
tipificación
del
antígeno
menin-
gocócico
(MATS),
desarrollado
para
relacionar
perfiles
de
antígenos
de
distintas
cepas
de
meningococos
del
serogrupo
B
con
la
eliminación
de
las
cepas
en
el
ensayo
bactericida
en
suero
con
complemento
humano
(hSBA).
En
un
estudio,
con
aproximadamente
1.000
cepas
de
meningococos
de
sero-
grupo
B
aisladas
durante
2007-2008
en
5
países
europeos,
se
observó
que
entre
el
73
y
el
87%
de
las
mismas
tenían
un
perfil
de
antígeno
de
MATS
adecuado
que
podía
ser
cubierto
por
la
vacuna,
dependiendo
del
país
de
origen.
En
general,
el
78%
(IC
del
95%:
63-90%)
de
las
cepas
estudiadas
resultaron
potencialmente
susceptibles
a
los
anticuerpos
inducidos
por
la
vacuna.
Los
datos
de
MATS
disponibles
en
Espa˜
na
a
partir
de
300
aislamientos
clínicos
se˜
nalan
una
cobertura
del
69%.
Aun
así,
los
expertos
consideran
que
este
sistema
es
muy
conservador
y
que,
probablemente,
la
cobertura
real
será
mayor230.
Tras
la
aprobación
centralizada
de
la
vacuna
por
parte
de
la
EMA,
las
agencias
reguladoras
de
cada
país
han
de
pro-
nunciarse
sobre
las
condiciones
de
comercialización
de
la
misma.
La
AEMPS
comunicó,
el
5
de
abril
de
2013,
su
pos-
tura
al
respecto:
«En
base
a
la
ausencia
de
datos
de
eficacia
clínica
con
esta
vacuna,
con
una
incidencia
actualmente
con-
tenida
de
enfermedad
meningocócica
por
serogrupo
B,
y
a
la
espera
de
obtener
datos
de
efectividad
postautorización,
y
ante
la
ausencia,
en
estos
momentos,
de
recomendaciones
oficiales
de
uso
por
parte
de
Salud
Pública,
se
recomienda
establecer
el
uso
hospitalario
de
la
vacuna
Bexsero®,
hasta
que
Salud
Pública
determine,
en
el
seno
del
CISNS,
el
obje-
tivo
o
la
política
que
se
va
a
seguir
con
respecto
al
uso
de
esta
vacuna»231.
A
su
vez,
el
20
de
junio
de
2013,
el
Grupo
de
Trabajo
MenB,
de
la
Ponencia
de
Programas
y
Registro
de
Vacunacio-
nes
del
Ministerio
de
Sanidad,
Servicios
Sociales
e
Igualdad
estableció
que:
«Teniendo
en
cuenta
la
información
dispo-
nible
y
la
situación
epidemiológica,
en
el
momento
actual
no
se
considera
justificada
la
inclusión
de
esta
vacuna
en
el
calendario
sistemático
de
vacunaciones.
Se
recomienda
proseguir
con
la
evaluación
de
la
vacuna
una
vez
que
se
disponga
de
información
clave
relativa,
particularmente,
a
la
protección
clínica
en
regiones
geográficas
o
países
de
nuestro
entorno,
así
como
de
un
sistema
de
segui-
miento
por
laboratorio
para
conocer
la
efectividad
de
la
vacunación
y
la
evolución
de
las
poblaciones
de
N.
meningitidis.
Las
autoridades
sanitarias
valorarán
la
uti-
lización
de
la
vacuna
en
situaciones
de
brotes
y
casos
aislados
de
enfermedad
meningocócica
por
el
serogrupo
B»232.
El
24
de
julio
de
2013,
el
JCVI
del
Departamento
de
Salud
del
Reino
Unido
ha
tomado
la
decisión
de
no
recomendar,
por
el
momento,
la
inclusión
de
la
vacuna
4CMenB
en
el
calendario
infantil
sistemático
de
ese
país,
al
considerar
que
la
vacunación
sistemática
en
el
lactante
no
es
coste-
efectiva,
aunque
podría
serlo
en
el
adolescente.
Consideran,
sin
embargo,
que
debe
valorarse
su
indicación
en
ciertos
grupos
de
riesgo,
así
como
su
empleo
en
los
contactos
de
casos
de
enfermedad
invasiva
por
meningococo
B233.
El
JCVI
está
a
la
espera
de
conocer
los
resultados
de
un
estudio
de
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e26
D.
Moreno-Pérez
et
al
coste-efectividad
ya
iniciado,
y
cuyos
datos
preliminares
indican
que
la
vacuna
puede
ser
coste-eficaz234.
Recomendaciones
de
vacunación
La
reciente
aprobación
por
parte
de
la
EMA
de
la
nueva
vacuna
frente
al
meningococo
B
abre
nuevas
perspectivas
en
la
prevención
de
la
enfermedad
meningocócica
producida
por
este
serogrupo.
El
CAV-AEP
considera
que
esta
vacuna
debería
estar
disponible
para
su
uso
por
los
profesionales
sanitarios
que
la
consideren
indicada.
Por
otra
parte,
el
CAV-AEP
realizará
el
seguimiento
y
la
evaluación
de
toda
la
información
futura
sobre
eficacia,
efectividad
y
compa-
tibilidad
con
otras
vacunas
del
calendario,
para
establecer
las
recomendaciones
que
sean
más
beneficiosas
para
todos
los
ni˜
nos.
En
el
momento
actual
debería
ser
recomendada
para
el
control
de
los
brotes
epidémicos
por
este
germen.
Vacuna
frente
al
meningococo
B
de
2
componentes
El
laboratorio
Pfizer
está
desarrollando
otra
vacuna
frente
al
meningococo
B.
Es
un
preparado
bivalente
compuesto
VACUNACIÓN
DE RES
CATE ENTR
E 4 MESES
Y 6 AÑO
S DE EDA
D
Asociación Española de Pediatría 201
4
Comité Asesor de
Vacuna
s
VACUNAEdad mínima
en la 1
do
sis
Intervalo MÍNIMO
entr
e dosis
De 1
a 2
dosis
De 2
a 3
dosis
De 3
a 4
dosis
De 4.ª a 5
dosis
Hep
atitis B Re
cién
na
cido
4 semana
s
8 semana
s1-
-
Dift
eria, t
étano
s y
tosferina ac
elular 6 semana
s
4 semana
s
4 semana
s
6 meses
6 meses2
Hae
mophil
us
influenzae tipo b36 semana
s
4 semana
s
4 semana
s
8 semana
s
-
Poliomielitis
6 semana
s 4
semanas
4 semana
s
6 meses4-
Men
ingococo C56 semana
s
-
-
-
-
Neu
mococo66 semana
s
4 semana
s
4 semana
s
8 semana
s
-
Sarampión, rube
ola
y parotiditis 12 meses
4 semana
s7-
-
-
Rotavirus86 semana
s
4 semana
s
4 semana
s
-
-
Varice
la 12
meses
4 semana
s9-
-
-
Gripe10
6 meses
4 semana
s
-
-
-
Hep
atitis A 12
meses
6 meses
-
-
-
Esta tabla indica los intervalos mínimos entre las dosis para los niños con calendarios
incompletos
o que
comien
zan
la va
cuna
ción
tardíamen
te.
No
se ha
de
reiniciar una
pau
ta de
vacuna
ción
si ya se han
ad
ministrado
do
sis previas, sino
completarla independ
ien
temen
te de
l
intervalo máximo transcurrido desde la última do
sis. La
s reacc
ione
s adve
rsas se deben
no
tificar
a l
as au
toridade
s sanit
arias.
(1) Vacuna antihepatitis B (HB).- La 3.ª do
sis se ad
ministrará, al meno
s, 4 meses de
spué
s de
la
1.ª
y nun
ca an
tes de
los
6
meses de
edad
.
En
caso de
habe
rse ad
ministrado
1do
sis de
tras el nacimiento también será aceptable administrar 3 dosis vacuna monocomponente
adiciona
les como vacuna
he
xavalen
te; l
a últi
ma do
sis siempre a l
os 6 meses de
edad
o más.
(2) Vacuna frente a la difteria, el tétanos y la tosferina acelular (DTPa/Tdp
a).-
El interva
lo
mínimo entre la 3.ª y la 4.ª dosis de DTPa es de 6 meses, pero si se aplica la 4.ª a 4 meses se
conside
rará válida
. La
5.ª dos
is de
DTPa o Tdpa
no
es
necesa
ria si la 4.ª de
DTPa se
ad
ministró
con 4 o más
años
de
edad
.
(3) Vacun
a conjug
ada frente al Haemophilus influenzae
tipo
b (Hib).-
Toda
s l
as do
sis an
tes '
de los 12 meses se administrarán con, al menos, 4 semanas de intervalo. Si la 1.ª dosis de la
serie se administra entre los 12 y los 14 meses, las 2 dosis se separarán 8 semanas. Si l
a 1.ª
dosis se ad
ministra a pa
rti
r de l
os 15
meses sólo es ne
cesaria 1 do
sis. La
4.ª do
sis sólo se
administrará en caso de haber recibido 3 dosis en los primeros 12 meses de vida.
Figura
6
Edad
e
intervalos
mínimos
de
administración
necesarios
para
establecer
las
pautas
de
vacunación
de
rescate
en
ni˜
nos
desde
los
4
meses
a
los
6
a˜
nos
de
edad
con
vacunación
incompleta
o
no
vacunados.
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
2014.
Comité
Asesor
de
Vacunas.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e27
(4) Vacun
a antipo
liomie
tica
inac
tivada (VP
I).- Sólo si l
a 3.ª do
sis se
ad
ministró an
tes
de
los
4 años de edad se requerirá una 4.ª dosis, separada por 6 meses de la anterior.
(5) Vacun
a con
jug
ada frente al
meningo
coco C (MenC).-
.Se precisa 1 do
sis en
el primer año
de vida. A partir de los 12 meses se precisa 1 dosis en el 2.º año
de
vida
y 1 do
sis en l
a
adolescencia a los 12 años de edad.
(6) Vacuna conjugada frente al neumococo (VNC).- Toda
s las do
sis an
tes de
los 12
meses
se ad
ministrarán
con
, al menos
, 4 se
manas
de
intervalo. Si la vacuna
se
ad
ministra en
tre los
12
y 24 mese
s las
2 do
sis se
sepa
rarán
8 semanas
. Si la 1.ª dos
is se
ad
ministr
a con
más
de
24
meses sólo es necesaria 1 dosis con Prevenar 13 ® y 2, separadas por 8 semanas, con
Synflorix®, salvo grupos de riesgo que precisan 2 con cualquier preparado. En mayores de 5
años no es necesaria la vacunación, salvo en grupos de riesgo en
los que
se debe
apli
car
1
dosis de Prevenar 13 . La 4.ª dosis sólo se administrará en caso de haber recibido 3 dosis en el
®
primer año. La vacuna polisacarídica 23-valente está indicada en mayores de 2 años con
enfermedade
s que
au
men
tan
el riesgo
de
infecc
ión
po
r el neu
mococo; el intervalo respe
cto de
la última do
sis de
va
cuna
con
jugada
fren
te al neu
mococo será de
8 semana
s. Syn
florix® está
autorizada hasta los 5 años y Prevenar 13® hasta los 17 años de edad.
(7) Vacuna frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP).- Administrar la 2.ª do
sis a
los 2-3 año
s,
preferen
temen
te
a
los
2 año
s.
A pa
rti
r de
los 12
meses de
edad
se
con
side
ra
correctamente vacunado si se administran 2 dosis separadas por, al menos, 4 semanas.
(8) Vacuna frente al rotavirus (RV).- Pen
tava
len
te (
RotaTe
) 3 do
sis, la última an
tes de
las 32
semanas
de
edad
.
(9) Vacuna frente a la varicela (Var).- Administrar la 2.ª dosis a los 2-3 años, preferentemente
a los 2 años jun
to a la vacuna
triple vírica (el mismo día o sepa
rada
s, al meno
s, po
r 1 mes). El
interva
lo
mínimo en
tre
amba
s do
sis de
va
ricela
es de
4
semana
s aunque
se
recomienda
, en
menores de 13 años, un intervalo de 6 a 12 semanas.
(10) Vacuna antigripal (Gripe).- Sólo se ad
ministrarán
2 do
sis, sepa
rada
s po
r 4 semana
s, en
meno
res
de
9 años
en
la primera t
empo
rada
en
que rec
iban
la vacuna
an
tigripa
l.
Figura
6
(Continuación
).
por
2
variantes
(A05
y
B01)
del
grupo
de
lipoproteínas
de
membrana
externa,
designadas
como
LP2086.
Los
ensa-
yos
clínicos
fase
2
realizados
en
adolescentes
muestran
que
es
una
vacuna
inmunógena
y
bien
tolerada235.
Asi-
mismo,
los
datos
de
un
ensayo
fase
1/2
en
ni˜
nos
entre
8-14
a˜
nos
muestran
que
la
vacuna
es
bien
tolerada
y
consigue
buena
inmunogenicidad
tras
la
administración
de
3
dosis236.
Calendarios
o
pautas
de
vacunación
de
rescate
para
ni˜
nos
y
adolescentes
con
vacunación
incompleta
En
muchas
ocasiones
es
necesario
vacunar
a
ni˜
nos
que
no
han
recibido
vacunas
previamente
o
que
no
han
seguido
un
calendario
de
vacunaciones
de
forma
regular,
lo
han
iniciado
tardíamente,
lo
han
interrumpido
o
han
sido
vacunados
en
sus
países
de
origen
con
una
pauta
diferente
a
la
indicada
en
Espa˜
na.
En
todos
estos
ni˜
nos
se
debe
realizar
una
adap-
tación
al
calendario
de
vacunación
de
nuestro
país.
Se
han
elaborado
unas
tablas
para
orientar
en
la
realización
de
pau-
tas
de
vacunación
de
rescate
en
ni˜
nos
y
adolescentes
con
inmunización
incompleta
(figs.
5 --- 7 )
que
conllevan
cambios
con
respecto
a
las
de
2013
(introducción
de
cambios
en
la
vacuna
frente
al
meningococo
C).
El
objetivo
de
estos
calendarios
de
rescate
es
que
sean
un
instrumento
de
ayuda
para
los
pediatras
y
las
enfermeras
pediátricas
en
su
práctica
diaria.
Se
basan
en
recomenda-
ciones
de
diversas
sociedades
científicas
y
de
expertos
y
para
interpretarlos
deben
tenerse
en
cuenta
las
siguientes
premisas237,238:
Edad
del
ni˜
no
y,
en
función
de
ella,
el
número
de
dosis
necesarias
para
estar
correctamente
vacunado
(fig.
5).
Las
dosis
administradas
previamente,
si
las
hubiese,
deben
considerarse
válidas
siempre
que
respeten
la
edad
mínima
y
el
intervalo
mínimo
entre
las
dosis.
No
se
rei-
niciará
una
pauta
de
vacunación
si
el
ni˜
no
ha
recibido
dosis
previas
válidas.
Para
actualizar
el
calendario
se
establecerán
las
dosis
necesarias
en
función
de
la
edad
y
se
restarán
las
que
ya
hubiese
recibido;
el
resultado
serán
las
dosis
necesarias
para
poner
al
día
el
calendario
de
vacunas.
Se
considerarán
válidas
las
dosis
que
estén
correcta-
mente
registradas
o
identificadas.
En
los
casos
en
los
que
no
hubiese
ninguna
prueba
documentada
de
las
vacu-
nas
administradas
y
por
interrogatorio
no
se
pudiese
establecer
fehacientemente
qué
vacunas
ha
recibido
un
individuo,
podrá
optarse
por
administrar
todas
las
vacunas
adecuadas
para
la
edad,
como
si
se
tratase
de
un
paciente
no
vacunado.
Debe
respetarse
el
intervalo
mínimo
entre
dosis
para
obtener
una
adecuada
respuesta
inmunológica
y
con-
siderar
la
vacunación
como
válida.
La
aplicación
de
estos
intervalos
permite
completar
cuanto
antes
el
calendario
de
vacunación
(pauta
de
rescate
o
acele-
rada)
y
alcanzar
rápidamente
un
estado
de
inmunización
adecuado.
A
partir
de
ese
momento
será
preferi-
ble
no
utilizar
los
intervalos
mínimos
para
continuar
la
vacunación,
respetando
los
intervalos
habituales
recomendados.
Se
administrarán
de
forma
simultánea
todas
las
vacu-
nas
posibles
en
lugares
anatómicos
distintos.
Se
utilizarán
preferentemente
vacunas
combinadas
(para
disminuir
el
número
de
inyecciones).
En
caso
de
que,
por
distintos
motivos,
no
se
pudieran
administrar
todas
las
vacunas
simultáneamente
(deseo
del
ni˜
no,
sus
padres
o
tutores,
número
elevado
de
dosis
pendientes
o
no
disponibilidad
de
algún
preparado
comercial)
y
se
considere
que
el
ni˜
no
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55.e28
D.
Moreno-Pérez
et
al
volverá
a
la
consulta
por
tener
un
domicilio
estable,
se
administrarán
primero
las
vacunas
que
inmunicen
frente
a
las
patologías
de
mayor
riesgo
con
relación
a
la
edad
del
ni˜
no
y
a
la
epidemiología
del
entorno
y
las
que
lo
inmunicen
frente
a
enfermedades
para
las
que
no
hubiese
recibido
ninguna
dosis
previa
de
vacuna.
En
las
figuras
6
y
7
se
muestran
los
intervalos
mínimos
y
el
número
de
dosis
necesarias
de
las
vacunas
recomendadas
por
el
CAV-AEP
para
ni˜
nos
entre
4
meses
y
6
a˜
nos,
y
para
ni˜
nos
y
adolescentes
entre
los
7
y
los
18
a˜
nos
de
edad,
res-
pectivamente.
Es
necesario,
para
una
correcta
comprensión
de
la
figura,
leer
el
pie
de
la
misma,
ya
que
la
información
VACUNACIÓN
DE RES
CATE ENTR
E 7 Y 18
AÑO
S DE EDA
D
Asociación Española de Pediatría 2014
Comité Asesor de Vacunas
VACUNA Edad mínima
en la 1.ª dosis
Intervalo MÍNIMO
entr
e dosis
De 1
a 2
dosis
De 2
a 3
dosis
De 3
a 4
dosis
Hep
atitis B1Recién nacido
4 semanas 8 semanas -
Tétano
s y difteria
de baja carga
antigénica2
7 años
4 semanas 6 meses 6 meses
Poliomielitis36 semanas
4 semanas 4 semanas 6 meses
Men
ingococo C46 semanas
6 meses - -
Neu
mococo56 semanas - - -
Sarampión, rube
ola
y parotiditis612 meses
4 semanas - -
Virus de
l pap
iloma
humano79 años
Pauta según preparado
comercial -
Varice
la812 meses
4 semanas - -
Gripe96 meses
4 semanas - -
Hepatitis A
12 meses
6 meses - -
Esta tabla indica los
intervalos mínimos entre las
do
sis pa
ra l
os niño
s y l
os
adolescen
tes con
calenda
rios i
ncompletos o que
comien
zan l
a vacuna
ción t
ardíamen
te.
No se ha
de
reiniciar una
pau
ta de
va
cuna
ción
si ya
se han
ad
ministrado
do
sis prev
ias,
sino completarla independientemente del intervalo máximo transcurrido desde la última
dosis. Las reacciones adversas se deben notificar a las autoridades sanitarias.
(1) Vacuna antihepatitis B (HB).- En mayo
res de
7 año
s no
va
cunado
s 3 do
sis con
la
pauta 0, 1, 6 meses. La 3.ª dosis se administrará, al menos, 4 meses después de la 1.ª
dosis.
(2) Vacuna frente al tétanos y la difteria de baja carga antigénica (Td).- A pa
rti
r de
los 7 años utilizar la vacuna de tétanos-dift
eria de
ba
ja carga
antigén
ica (Td).
Para l
as
dosis de refuerzo, una vez completada la primovacunación,
se recomienda
utili
zar l
a
vacuna tétanos-difteria-tosferina acelular de baja carga antigénica (Tdpa). Los
vacunado
s con
1 do
sis de
DTP an
tes de
los 12
meses de
edad
recibirán,
si con
tinúan
la
vacunación después de los 7 años, 2 dosis adicionales de Td para completar su
primovacuna
ción
y una
de
Tdpa
de
refue
rzo. Lo
s vacunado
s con
1 do
sis de
DTP o Td
después de los 12 meses, si continúan la serie a partir de los 7 años, completarán su
primovacunación con 2 dosis de Td, con un intervalo de 6 meses entre ambas.
Para
que un adulto se considere completamen
te inmun
izado
fren
te al t
étano
s debe
habe
r
recibido,
al meno
s,
5 do
sis de
vacuna
s con t
oxoide t
etán
ico en
su vida, po
r lo que, t
ras
la primova
cuna
ción
con
3 do
sis, debe
rá recibir 2 do
sis de
refue
rzo sepa
rada
s
preferen
temen
te po
r 10
año
s, aunque
el i
ntervalo mínimo en
tre ell
as es de
1 año, una
de ellas con Tdpa.
Figura
7
Edad
e
intervalos
mínimos
de
administración
necesarios
para
establecer
las
pautas
de
vacunación
de
rescate
entre
los
7
y
los
18
a˜
nos
de
edad
en
personas
con
vacunación
incompleta
o
no
vacunados.
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
2014.
Comité
Asesor
de
Vacunas.
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e29
(3) Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI).- En mayo
res de
7 año
s no
va
cunado
s
3 dosis. En caso de haber recibido la 3.ª dosis antes de los 4 años se recomienda
administrar una 4.ª dosis, al menos, 6 meses después de la 3.ª.
(4) Vacuna conjugada frente al meningococo C (MenC).- En mayo
res de
7 año
s no
vacunados, si tiene
meno
s de
10
año
s apli
car 1 do
sis segu
ida
de
otra a pa
rtir de
los 10
años y con una sepa
ración
mínima en
tre las 2 de
6 meses.
Si tiene
10
o más año
s sólo
es ne
cesaria 1 do
sis.
(5) Vacuna conjugada frente al neumococo.- Prevena
r 13 ® está au
torizada
ha
sta l
os
17 años de edad. Todos los grupos de riesgo no vacunados recibirán 1 dosis de esta
vacuna y a las 8 semanas 1 dosis de la vacuna polisacarídica 23-valen
te.
Si ya
hubieran recibido una dosis de la vacuna 23-valen
te, pod
rán
recibir 1 do
sis de
Prevena
r
13 sepa
rada
po
r,
al menos,
8 se
manas
de
la 23-
valen
te pue
sta. Lo
s grupo
s de
alto
®
riesgo recibirán una 2.ª dosis y última de vacuna 23-
valen
te a los 5 año
s de
la 1.ª
(6) Vacuna frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis (SRP).- En mayo
res de
7
años no previamen
te vacunado
s,
2 do
sis.
Si vacunado
con
1 do
sis previa de
sarampión
monoco
mponen
te, ad
ministr
ar
2 dos
is de
SRP.
Si vacunado
con
1 dos
is prev
ia de
SRP
,
administrar una 2.ª dosis.
(7) Vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH).- Sólo pa
ra niñas.
La
edad
mínima de
ad
ministrac
ión
pa
ra la 1.ª dos
is es
de
9 años
. Administr
ar siempre que
sea
posible la serie según
pau
ta de
l prepa
rado
comercial corr
espond
ien
te: Cervarix ® 0, 1, 6
meses; Gardasil ® 0, 2, 6 meses. Gardasil
® recomienda que la 2.ª dosis debe ser
administrada
, al meno
s, 1 mes de
spué
s de
la 1.ª do
sis y la 3.ª do
sis, al meno
s, 3 meses
despué
s de
la 2.ª do
sis; la 3.ª do
sis debe
ad
ministrarse no
an
tes de
los 6 m
eses de
la
1.ª, pero si han pasado > de 4 meses de
la 1.ª do
sis se con
side
rará váli
da. La
s 3 do
sis
deben ser ad
ministrada
s den
tro de
un
pe
riodo
de
1 año
. Cervarix ® recomienda
que
la
2.ª do
sis se ad
ministre en
tre 1 y 2,5 meses tras la 1.ª do
sis y la 3.ª do
sis en
tre 5 y 12
mese
s de
spués
de
la 1.ª dos
is.
(8) Vacuna frente a la varicela (Var).- 2 do
sis con
un
intervalo mínimo de
4 semana
s
en pa
cien
tes no
previamen
te vacunado
s. En meno
res de
13
año
s se ha
recomendado
un intervalo de 6-12 semanas entre ambas dosis y en mayores de 13 años, 4 a 8
semanas.
(9) Vacuna antigripal (Gripe).- Sólo se administrarán 2 dosis, separadas por 4
semanas
, en
meno
res
de
9 años
en
la
primera
tempo
rada
en
que
rec
iban
la
vacuna
antigripa
l.
Figura
7
(Continuación
).
allí
expresada
aclara
algunos
aspectos
que
hacen
referencia
a
situaciones
específicas.
Conflicto
de
intereses
DMP
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencionadas
por
GlaxoSmithKline,
Novartis,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD,
como
investigador
en
ensayos
clínicos
de
GlaxoSmithKline
y
como
consultor
en
Advisory
Board
de
Astra-Zeneca,
Novartis
y
Pfizer.
FJAG
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
consultor
en
un
Advisory
Board
de
Novartis.
JAF
ha
colaborado
en
actividades
docentes
y
como
investigador
en
ensayos
clínicos
subvencionados
por
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
consultor
en
un
Advisory
Board
de
Novartis.
MJCO
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Novartis,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD,
como
investigadora
en
ensayos
clínicos
de
Pfizer
y
como
consultora
en
Advisory
Board
de
GlaxoSmithKline,
Novartis,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD.
JMCR
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Sanofi
Pasteur
MSD
y
Novartis.
NGS
ha
asistido
a
actividades
docentes
subvencionadas
por
Pfizer.
AHM
ha
colaborado
como
investigador
en
ensayos
clínicos
subvencionados
por
Wyeth
y
ha
recibido
ayuda
económica
para
asistir
a
actividades
docentes
nacionales.
THSM
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
investigadora
en
ensayos
clínicos
subvencionados
por
GlaxoSmithKline
y
Pfizer.
MMM
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD,
como
investigador
en
ensayos
clínicos
de
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
consultor
en
Advisory
Board
de
Novartis.
LOC
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subven-
cionadas
por
GlaxoSmithKline,
Novartis,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
investigador
en
ensayos
clínicos
de
GlaxoSmithKline.
JRC
ha
colaborado
en
actividades
docentes
subvencio-
nadas
por
GlaxoSmithKline,
Pfizer
y
Sanofi
Pasteur
MSD
y
como
investigador
en
ensayos
clínicos
de
GlaxoSmithKline
y
Pfizer.
Anexo
1.
Composición
del
Comité
Asesor
de
Vacunas
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
David
Moreno-Pérez
(DMP),
Francisco
José
Álvarez
García
(FJAG),
Javier
Arístegui
Fernández
(JAF),
M.aJosé
Cilleruelo
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
55.e30
D.
Moreno-Pérez
et
al
Ortega
(MJCO),
José
María
Corretger
Rauet
(JMCR),
Nuria
García
Sánchez
(NGS),
Ángel
Hernández
Merino
(AHM),
Teresa
Hernández-Sampelayo
Matos
(THSM),
Manuel
Merino
Moína
(MMM),
Luis
Ortigosa
del
Castillo
(LOC),
Jesús
Ruiz-
Contreras
(JRC).
Bibliografía
1.
Moreno-Pérez
D,
Álvarez
García
FJ,
Arístegui
Fernández
J,
Barrio
Corrales
F,
Cilleruelo
Ortega
MJ,
Corretger
Rauet
JM,
et
al.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2012.
An
Pediatr
(Barc).
2012;76:43.e1---23.
2.
Moreno-Pérez
D,
Álvarez
García
FJ,
Arístegui
Fernández
J,
Barrio
Corrales
F,
Cilleruelo
Ortega
MJ,
Corretger
Rauet
JM,
et
al.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2013.
An
Pediatr
(Barc).
2013;78:59.e1---27.
3.
Calendarios
de
vacunación
de
las
ciudades
y
comunida-
des
autónomas
espa˜
nolas.
Web
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría
de
Atención
Primaria
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.aepap.org/vacunas/
calendarios-espanoles
4.
Consejo
Interterritorial
del
Sistema
Nacional
de
Salud.
Calen-
dario
común
de
vacunación
infantil;
21
de
marzo
de
2013
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.
msssi.gob.es/ciudadanos/proteccionSalud/vacunaciones/
docs/CalendarioVacunacionmar2013.pdf
5.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention
(CDC).
Advisory
Committee
on
Immunization
Practices
(ACIP).
Recommended
immunization
schedules
for
persons
aged
0
to
18
years
and
adults
aged
19
years
and
older-United
States,
2013.
MMWR.
2013;
62(Suppl
1):1-19
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponi-
ble
en:
http://www.cdc.gov/mmwr/pdf/other/su6201.pdf
6.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention
(CDC).
A
comprehensive
immunization
strategy
to
eliminate
transmis-
sion
of
hepatitis
B
virus
infection
in
the
United
States:
Recommendations
of
the
Advisory
Committee
on
Immuni-
zation
Practices
(ACIP);
Part
1:
Immunization
of
infants,
children,
and
adolescents.
MMWR.
2005;
54(RR16):1-33
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://
www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/rr5416a1.htm
7.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention.
General
recom-
mendations
on
immunization.
Recommendations
of
the
Advisory
Committee
on
Immunization
Practices
(ACIP).
MMWR.
2011;
60(RR02):1-60
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.cdc.gov/mmwr/pdf/rr/rr6002.pdf
8.
Chiang
CJ,
Yang
YW,
You
SL,
Lai
MS,
Chen
CJ.
Thirty-year
out-
comes
of
the
national
hepatitis
B
immunization
program
in
Taiwan.
JAMA.
2013;310:974---6.
9.
Enfermedades
de
declaración
obligatoria.
Series
Tempora-
les.
A˜
no
2012.
Instituto
de
Salud
Carlos
III
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.isciii.es/ISCIII/
es/contenidos/fd-servicios-cientifico-tecnicos/fd-vigilancias-
alertas/fd-enfermedades/EDO2012.pdf
10.
Situación
de
la
tosferina
en
Espa˜
na.
Red
Nacional
de
Vigilancia
Epidemiológica
de
Espa˜
na.
A˜
no
2009.
Centro
Nacional
de
Epidemiología.
Instituto
de
Salud
Carlos
III
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.isciii.es/ISCIII/
es/contenidos/fd-servicios-cientifico-tecnicos/fd-vigilancias-
alertas/fd-enfermedades/Informetosferinajunio2009.pdf
11.
Ministerio
de
Sanidad,
Servicios
Sociales
e
Igualdad.
Cober-
turas
de
vacunación.
Datos
estadísticos
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.msssi.gob.es/
profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/
coberturas.htm
12.
Grupo
de
trabajo
tos
ferina
2012.
Ponencia
de
Programa
y
Registro
de
Vacunaciones.
Revisión
del
programa
de
vacuna-
ción
frente
a
tos
ferina
en
Espa˜
na.
Enero
2013.
Ministerio
de
Sanidad,
Servicios
Sociales
e
Igualdad
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://msc.es/profesionales/
saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/TosFerina.
pdf
13.
Wendelboe
AM,
van
Rie
A,
Salmaso
S,
Englund
JA.
Duration
of
immunity
against
pertussis
after
natural
infection
or
vaccina-
tion.
Pediatr
Infect
Dis
J.
2005;24:S58---61.
14.
Zhang
L,
Prietsch
SO,
Axelsson
I,
Halperin
SA.
Acellular
vac-
cines
for
preventing
whooping
cough
in
children.
Cochrane
Database
Syst
Rev.
2012;3.
CD00147.
15.
Ferrera
G,
Cuccia
M,
Mereu
G,
Icardi
G,
Bona
G,
Esposito
S,
et
al.
Booster
vaccination
of
pre-school
children
with
reduced-antigen-content
diphtheria-tetanus-acellular
pertussis-inactivated
poliovirus
vaccine
co-administered
with
measles-mumps-rubella-varicella
vaccine:
a
randomized,
con-
trolled
trial
in
children
primed
according
to
a
2+1
schedule
in
infancy.
Hum
Vaccin
Immunother.
2012;8:355---62.
16.
Tartof
SY,
Lewis
M,
Kenyon
C,
White
K,
Osborn
A,
Liko
J,
et
al.
Waning
immunity
to
pertussis
following
5
doses
of
DTaP.
Pedia-
trics.
2013;131:e1047---52.
17.
Klein
NP,
Bartlett
J,
Fireman
B,
Rowhani-Rahbar
A,
Baxter
R.
Comparative
effectiveness
of
acellular
versus
whole-cell
per-
tussis
vaccines
in
teenagers.
Pediatrics.
2013;131:e1716---22.
18.
Misegades
LK,
Winter
K,
Harriman
K,
Talarico
J,
Messonnier
NE,
Clark
TA,
et
al.
Association
of
childhood
pertussis
with
receipt
of
5
doses
of
pertussis
vaccine
by
time
since
last
vaccine
dose,
California,
2010.
JAMA.
2012;308:2126---32.
19.
Baxter
R,
Barlett
J,
Rowhani-Rahbar
A,
Fireman
B,
Klein
NP.
Effectiviness
of
pertussis
vaccines
for
adolescents
and
adults:
Case-control
study.
BMJ.
2013;347:f4249,
doi:
101136/bmj.f4249.
20.
Boostrix®.
Ficha
técnica.
Agencia
Espa˜
nola
de
Medica-
mentos
y
Productos
Sanitarios.
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.aemps.gob.es/cima/
especialidad.do?metodo=verFichaWordPdf&codigo=63684&
formato=pdf&formulario=FICHAS
21.
Triaxis®.
Ficha
técnica.
Agencia
Espa˜
nola
del
Medica-
mento
y
Productos
Sanitarios
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.aemps.gob.es/cima/
especialidad.do?metodo=verFichaWordPdf&codigo=71870&
formato=pdf&formulario=FICHAS
22.
ECDC.
Pertussis
vaccination
overview
in
European
coun-
tries
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://
www.euvac.net/graphics/euvac/vaccination/pertussis.html
23.
NHS.
The
complete
routine
immunisation
schedule
2013/14
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
https://www.
gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment
data/file/227651/8515
DoH
Complete
Imm
schedule
A4
2013
09.pdf
24.
Ponencia
de
Programa
y
Registro
de
vacunaciones
4
de
febrero
de
2010.
Propuesta
de
recomendación
para
la
sustitución
de
la
vacuna
DTPa,
como
quinta
dosis
por
una
vacuna
dTpa
en
el
calendario
de
vacunación
infantil
recomendado
por
el
CISNS.
Documento
interno
de
16
de
febrero
del
2010
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://
www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Departamentos/
SaludConsumo/Profesionales/13
SaludPublica/20
Programas
Salud/Propuesta
recomendacion
sustitucion
vacuna
DTPa.pdf
25.
Scott
LJ,
McCormack
PL.
Reduced---antigen,
combined
diph-
teria,
tetanus,
and
acellular
pertussis
vaccine,
adsorbed
(Boostrix®):
a
guide
to
its
use
as
a
single-dose
booster
immu-
nization
against
pertussis.
BioDrugs.
2013;27:75---85.
26.
Organización
Mundial
de
la
Salud.
Calendarios
del
mundo
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://apps.
who.int/immunization
monitoring/globalsummary/schedules
Documento descargado de http://zl.elsevier.es el 13/02/2014. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Calendario
de
vacunaciones
de
la
Asociación
Espa˜
nola
de
Pediatría:
recomendaciones
2014
55.e31
27.
Ministerio
de
Sanidad
y
Consumo.
Vacunación
en
adultos.
Recomendaciones
vacuna
de
difteria
y
tétanos.
Actualización
2009.
Documento
aprobado
por
la
Dirección
General
de
Salud
Pública;
18
de
febrero
del
2009
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.msssi.gob.es/ciudadanos/
proteccionSalud/vacunaciones/docs/TetanosDifteria
2009.pdf
28.
Campins
M,
Moreno-Pérez
D,
Gil-de-Miguel
A,
González-Romo
F,
Moraga-Llop
FA,
Arístegui-Fernández
J,
et
al.
Tos
ferina
en
Espa˜
na.
Situación
epidemiológica
y
estrategias
de
prevención
y
control.
Recomendaciones
del
Grupo
de
Trabajo
de
Tos
ferina.
Enferm
Infecc
Microbiol
Clin.
2013;31:240---53.
29.
Cherry
JD.
Why
do
pertussis
vaccines
fail?
Pediatrics.
2012;129:968---70.
30.
Ulloa
Gutierrez
R.
Pertusis
vaccination
in
newborns.
Expert
Rev
Vaccines.
2009;8:153---7.
31.
Grizas
AP,
Camenga
D,
Vazquez
M.
Cocooning:
A
concept
to
pro-
tect
young
children
from
infectious
diseases.
Curr
Opin
Pediatr.
2012;24:92---7.
32.
Terranella
A,
Asay
GR,
Messonnier
ML,
Clark
TA,
Liang
JL.
Preg-
nancy
dose
Tdap
and
postpartum
cocooning
to
prevent
infant
pertussis:
A
decision
analysis.
Pediatrics.
2013;131:e1748---56.
33.
The
Joint
Committee
on
Vaccination
and
Immunisation
(JCVI).
Temporary
programme
of
pertussis
(whooping
cough)
vaccination
of
pregnant
women,
September
27th
2012
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
https://www.wp.dh.
gov.uk/publications/files/2012/09/CMO-Pertussis-27-09-2012-
FINAL.pdf
34.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention
(CDC).
Updated
recommendations
for
use
of
tetanus
toxoid,
reduced
diphthe-
ria
toxoid,
and
acellular
pertussis
vaccine
(Tdap)
in
pregnant
women
----
Advisory
Committee
on
Immunization
Practices
(ACIP),
2012.
MMWR
Morb
Mortal
Wkly
Rep.
2013;62:131---5.
35.
Sandora
TJ,
Gidengil
CA,
Lee
GM.
Pertusis
vaccination
for
health
care
workers.
Clin
Microbiol
Rev.
2008;21:426---34.
36.
Ministerio
de
Sanidad
y
Consumo.
Salud
pública:
promoción
de
la
salud
y
epidemiología.
Vacunación
en
adultos.
Reco-
mendaciones
a˜
no
2004.
Vacuna
de
tos
ferina
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://www.msssi.gob.es/
ciudadanos/proteccionSalud/vacunaciones/docs/recoVacunas
Adultos.pdf
37.
Zepp
F,
Heininger
U,
Mertsola
J,
Bernatowska
E,
Guiso
N,
Roord
J,
et
al.
Rational
pertussis
booster
vaccination
throughout
life
in
Europe.
Lancet
Infect
Dis.
2011;11:557---70.
38.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention.
Updated
recom-
mendations
for
use
of
tetanus
toxoid,
reduced
diphtheria
toxoid,
and
acellular
pertussis
(Tdap)
vaccine
in
adults
aged
65
years
and
older-Advisory
Committee
on
Immuniza-
tion
Practices
(ACIP),
2012.
MMWR
Morb
Mortal
Wkly
Rep.
2012;61:468---70.
39.
Fitzwater
SP,
Watt
JP,
Levine
GS,
Santosham
M.
Haemophilus
influenzae
type
b
conjugate
vaccines.
Considerations
for
vac-
cination
schedules
and
implications
for
developing
countries.
Human
Vaccin.
2010;6:810---8.
40.
Centers
for
Disease
Control
and
Prevention.
Travelers’
Health.
Yellow
Book
2014.
Chapter
3.
Infectious
diseases
related
to
tra-
vel.
Poliomyelitis
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://wwwnc.cdc.gov/travel/yellowbook/2014/chapter-3-
infectious-diseases-related-to-travel/poliomyelitis
41.
Bar-On
ES,
Goldber
E,
Hellmann
S,
Leibovici
L.
Combined
DTP-
HBV-HIB
vaccine
versus
separately
administered
DTP-HBV
and
HIB
vaccines
for
primary
prevention
of
diphtheria,
tetanus,
pertussis,
hepatitis
B
and
Haemophilus
influenzae
B
(HIB)
Coch-
rane
Database
of
Systematic
Reviews.
2012
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://onlinelibrary.wiley.com/
doi/10.1002/14651858.CD005530.pub3/full
42.
Jackson
LA,
Peterson
D,
Nelson
JC,
Marcy
SM,
Naleway
AL,
Nordin
JD,
et
al.
Vaccination
site
and
risk
of
local
reactions
in
children
1
through
6
years
of
age.
Pediatrics.
2013;131:283---9.
43.
Cano
R,
Garrido
M.
Enfermedad
meningocócica
en
Espa˜
na.
Análisis
de
la
temporada
2009-2010.
Bol
Epidemiol
Sem.
2011;19:233---46.
44.
Red
Nacional
de
Vigilancia
Epidemiológica.
Centro
Nacional
de
Epidemiología.
Instituto
de
Salud
Carlos
III.
Enfermedad
meningocócica
en
Espa˜
na.
Análisis
de
la
temporada
2011-2012
y
2012-2013.
Bol
Epidemiol
Sem.
2012
y
2013.
45.
Grupo
de
Trabajo
de
Enfermedad
Meningocócica
de
la
Ponencia
de
Programa
y
Registro
de
Vacunación.
Situación
actual
de
la
enfermedad
meningocócica
en
Espa˜
na.
Modi-
ficación
de
la
pauta
de
vacunación
frente
a
meningitis
C
[último
acceso
30
Sept
2013].
Disponible
en:
http://msc.es/
ciudadanos/proteccionSalud/infancia/docs/MenC
MARZO
2006.pdf
46.
Larrauri
A,
Cano
R,
García
M,
de
Mateo
S.
Impact
and
effectiveness
of
meningococcal
conjugate
vaccine
following
its
introduction
in
Spain.
Vaccine.
2005;23:
4097---100.
47.
Campbell
H,
Borrow
R,
Salisbury
D,
Miller
E.
Meningococcal
C
conjugate
vaccine:
The
experience
in
England
and
Wales.
Vaccine.
2009;27
Suppl
2:B20---9.
48.
Campbell
H,
Andrews
N,
Borrow
R,
Trotter
C,
Miller
E.
Updated
postlicensure
surveillance
of
the
meningococcal
C
conjugate
vaccine
in
England
and
Wales:
effectiveness,
validation
of
serological
correlates
of
protection,
and
modeling
predic-
tions
of
the
duration
of
herd
immunity.
Clin
Vaccine
Immunol.
2010;17:840---7.
49.
I
encuesta
de
seroprevalencia
de
la
Comunidad
Autónoma
del
País
Vasco.
Vitoria:Servicio
de
Publicaciones
del
Gobierno
Vasco;2011.
50.
Trotter
Cl,
Borrow
R,
Findlow
J,
Holland
A,
Frankland
S,
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Oliveira
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tista
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Intussusception
risk
and
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Brazil.
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Ott
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Van
Herck
K,
Crasta
PD,
Messier
M,
Hardt
K,
van
Damme
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Seventeen-year
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adults
primed
with
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an
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Human
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Raczniaka
GA,
Thomasc
TK,
Bulkowa
LR,
Negusd
SE,
Zanisa
CL,
Brucea
MG,
et
al.
Duration
of
protection
against
hepatitis
A
for
the
current
two-dose
vaccine
compared
to
a
three-dose
vaccine
schedule
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children.
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Ott
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Single-dose
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Aldea
Novoa
M,
Bayas
Rodríguez
JM,
Moraga-Llop
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Programas
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vacunación
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contra
la
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el
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Castrillejo
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Ruiz
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Gómez
A,
Rivas
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Hepatitis
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Una
reflexión,
desde
la
ciudad
autónoma
de
Melilla,
tras
la
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Ponencia
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Comisión
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en:
http://www.health.gov.au/internet/immunise/publishing.nsf/
Content/handbook10-2-1
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Article
In a recently published study ob the impact of different varicella vaccination strategies in Spain¹, the authors conclude that severe varicella infections have decreased since routine varicella vaccination in Spain (2006). This decrease was significantly higher in regions including the vaccine at 15-18 months of age compared with those vaccinating only susceptible adolescents. The hospitalization rate related to herpes zoster slightly increased (mainly in the >84 age group). No significant differences were found in herpes zoster hospitalization rates regarding the varicella vaccination strategies among regions. After the critical appraisal of this study, it can be said that the incidence of severe varicella is actually reduced with varicella vaccination of susceptible adolescents. This benefit doubles vaccinating children at 15-18 months of age. The incidence of severe zoster is steadily growing, especially in the elderly. Although there is no evidence of a causal link with the vaccine, this issue is essential to establish the varicella vaccination social cost-effectiveness.
Article
This article reviews the circumstances and characteristics of children and young people with Down syndrome in regard to their special susceptibility to infection and the opportunities to optimization posed by the routine immunization available. It also proposes a systematic vaccination schedule applicable to patients with Down syndrome who attempt to meet the above objective, and that includes vaccines against hepatitis B, diphtheria, tetanus, pertussis, measles, mumps and rubella, polio, pneumococcal invasive disease and Haemophilus influenzae type b, influenza, chickenpox, rotavirus and hepatitis A.
Article
Full-text available
Resumen: Introducción: Las recomendaciones sobre la vacunación antigripal no son homogéneas entre los países, con llamativas diferencias entre las recomendaciones actuales entre Estados Unidos y Europa. Objetivo: El objetivo del estudio es analizar la eficacia, la efectividad y la seguridad de las actuales vacunas antigripales (vacuna inactivada trivalente y vacuna de virus vivos adaptada al frío [LAIV]) en niños sanos para intentar responder a la pregunta: vacunación antigripal universal en pediatría, ¿sí o no? Material y métodos: Se planteó un esquema de trabajo sobre la base de los 5 pasos característicos de la medicina basada en la evidencia o en pruebas científicas: a) pregunta; b) búsqueda; c) valoración; d) aplicabilidad, y e) adecuación. Resultados: Seleccionamos 9 revisiones sistemáticas que contestaban a nuestra pregunta clínica, publicadas entre 2005 y 2012, y que aglutinan la mejor información (ensayos clínicos aleatorizados, estudios de cohortes y estudios de casos-controles). Conclusiones: La vacuna antigripal en la infancia tiene una adecuada relación entre beneficios-costes-riesgos. En todas las revisiones sistemáticas la eficacia de la vacuna antigripal oscila entre el 58 y el 65%, y la efectividad entre el 28 y el 61%. La eficacia y la efectividad aumentan con la edad y hay escasos estudios para permitir una adecuada evidencia en menores de 2 años. Se plantean futuras líneas de trabajo: más y mejores ensayos clínicos sobre vacunas antigripales en lactantes de 6-23 meses; seguir investigando para conseguir mejores vacunas antigripales (adicción de adyuvantes, mayores dosis entre 6 y 23 meses y estudiar la vacuna LAIV entre 6 y 23 meses), y mejorar la predicción de las cepas vacunales responsables del brote epidémico. Abstract: Introduction: The recommendations on influenza vaccination are not homogeneous between countries, with striking differences between the current recommendations in United States and Europe. Objective: The objective of the study is to determine the efficacy, effectiveness and safety of the current flu vaccine (trivalent inactivated vaccine and adapted to the cold [LAIV] live virus vaccine) in healthy children, and to try and answer the following question: universal immunization against influenza in Paediatrics, yes or no? Material and methods: A scheme of work based on the five standard steps of evidence or science-based medicine was used: 1) question, 2) search, 3) valuation, 4) applicability and 5) adequacy. Results: Nine systematic reviews, published between 2005 and 2012, were selected that answered our clinical question, and which included the best available information (randomised clinical trials, cohort studies and case studies). Conclusions: The flu vaccine in childhood has the right cost - benefit - risk relationship. In all systematic reviews the efficacy of the flu vaccine varied between 58%-65%, and effectiveness between 28%-61%. Both efficacy and effectiveness increase with age, and there are limited studies showing sufficient evidence in children < 2 years. There are further areas to develop: more and better clinical trials on influenza vaccines in infants from 6 to 23 months; further research to achieve better influenza vaccines (addition of adjuvants, higher doses in children between 6 and 23 months, and study the LAIV vaccine in children between 6 and 23 months); and improvement in the prediction of vaccine strains responsible for the outbreak.
Article
Despite sustained high coverage for childhood pertussis vaccination, pertussis remains poorly controlled in the United States. A total of 16,858 pertussis cases and 12 infant deaths were reported in 2009. Although 2005 recommendations by the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) called for vaccination with tetanus toxoid, reduced diphtheria toxoid and acellular pertussis (Tdap) for adolescents and adults to improve immunity against pertussis, Tdap coverage is 56% among adolescents and <6% among adults. In October 2010, ACIP recommended expanded use of Tdap. This report provides the updated recommendations, summarizes the safety and effectiveness data considered by ACIP, and provides guidance for implementing the recommendations.
Conference Paper
Background: Pediatric use of 7-valent pneumococcal conjugate vaccine (PCV7) dramatically reduced the incidence of invasive pneumococcal disease (IPD) among children (direct effects) and adults (indirect effects). U.S. introduction of 13-valent pneumococcal conjugate vaccine (PCV13) began in March 2010. We evaluated the impact of routine PCV13 use on rates of IPD among children and adults. Methods: IPD cases (isolation of pneumococcus from sterile sites) were identified through 10 Active Bacterial Core surveillance (ABCs) sites. Isolates were serotyped at reference laboratories. To distinguish effects of PCV13 from residual effects of PCV7, we focused on the 6 serotypes (PCV6) included in PCV13 that are not included in PCV7. We compared quarterly rates (cases per 100,000) of IPD in 2011 with baseline rates from 2006-08 (excluding 2009, year of influenza pandemic). To account for multiple comparisons, we considered P<0.0025 as significant. Results: During 2006-2008 and 2011, 12,181 and 3,523 cases of IPD were identified, respectively; 88% of isolates had serotype results. Among children <5 years old, a statistically significant reduction (65%) in the rate of PCV6-type IPD was evident by the first quarter of 2011. By the second quarter of 2011, reductions were evident among adults ≥65 years old. By the fourth quarter of 2011, rates of PCV6-type IPD had declined by nearly 90% among children <5 years old and by 45-64% among all adult age groups (Table). Reductions were driven primarily by declines in serotypes 19A and 7F. Table. Change in rates, expressed as cases per 100,000, of PCV6-type IPD by age and quarter, 2011 vs. baseline (2006-2008). Jan-Mar Apr-Jun Jul-Sep Oct-Dec Age, yrs Baseline 2011 % Change Baseline 2011 % Change Baseline 2011 % Change Baseline 2011 % Change <5 16.5 5.7 -65* 12.8 2.9 -77* 6.4 1.7 -73* 15.8 1.9 -88* 5-17 2.1 1.5 -29 1.7 0.8 -53 0.7 0.2 -71 1.9 0.9 -53 18-49 5.2 3.7 -29 3.1 2.0 -35 1.5 1.0 -33 3.9 1.4 -64* 50-64 10.8 11.9 10 7.4 5.9 -20 3.5 2.4 -31 9.7 5.3 -45* >65 19.4 13.7 -29 11.9 6.7 -44* 3.9 3.4 -13 18.4 7.1 -61* *P<0.0025 Conclusion: PCV13 introduction was followed by rapid and dramatic reductions in the incidence of IPD caused by the 6 new serotypes included in the vaccine. Indirect effects of PCV13 use in children are evident in all adult age groups.